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El término del saber (“scire”) es un verbo y un sustantivo. Como verbo alude a una actividad
cognoscente, y como sustantivo alude al resultado de esa actividad cognoscente, es decir, al
conjunto sistematizado de conocimientos. En esa actividad cognoscente se produce una relación de
interacción entre el sujeto que conoce y el objeto de conocimiento. Cuando esta relación de
interacción es adecuada, llegamos a descubrir la verdad porque es el objetivo de cualquier saber.
Cuando esa relación de interacción no es adecuada, sino que es fallida (no es fiel) entonces no
llegamos a la verdad (al error). En esa relación de interacción se intenta llevar a cabo una
aprehensión inmaterial o espiritual de ese objeto de conocimiento.
- Plano ontológico o metafísico: conocimiento del ser. Estudia el ser de las cosas.
Estudiamos el ser jurídico en su esencia, las notas esenciales que definen al derecho: la
justicia y la seguridad
- Plano epistemológico o critico o gnoseológico: estudiamos el ser pero desde sus
diferentes criterios o perspectivas. El conocimiento del conocer. Estudiamos ese ser jurídico
pero desde diferentes criterios o perspectivas (M. Reale-teoría tridimensional del derecho):
- Criterio axiológico (Derecho es norma)
- Criterio normativo (Derecho es valor)
- Criterio sociológico o táctico (Derecho es hecho social)
- Plano lógico: saber instrumental que pone en conexión el plano epistemológico con el
ontológico a través de conceptos y mediante el lenguaje jurídico los razonamientos
necesarios en el ámbito del derecho. -
Estos criterios no se dan dispersos, siempre juntos, coexisten en una unidad concreta. El derecho es
el resultado de la integración dialéctica y dinámica de estos tres elementos entre sí. La verdadera
fuente del derecho no es el legislador en sí, sino la sociedad misma. El Derecho es libertad, justicia,
pluralismo… El Derecho no es igual a la ley. El planteamiento impuesto por Miguel Reale nos hace
caer en la cuenta de que existe un tridimensionalismo cognoscitivo para poder estudiar el derecho
(estudiar el derecho como una norma, un valor o un hecho social). Dentro de la filosofía del Derecho
también se da el tridimensionalismo cognoscitivo (teoría de la justicia, teoría de la norma y del
ordenamiento jurídico o teoría del conocimiento jurídico).
Si trasladamos ambos planos al ámbito del derecho:
- Ontología jurídica que estudia el ser del Derecho, fundamentalmente son la seguridad
jurídica y la justicia, conocer el derecho que rige la sociedad y las consecuencias de los
actos. Cuando Roma elabora derecho y la ley de las XII tablas (+ guerrera que legisladora) lo
hace por el deseo de seguridad jurídica.
- Epistemología jurídica: reflexión sobre el conocimiento del derecho, se trata de dilucidar si
este conocimiento es posible, qué forma o estructura ha de tener, cuáles son sus maneras de
presentarse en las sociedades, etc. El conocimiento se ha definido como la relación que el
hombre establece con la realidad para producir en el alma el objeto cognitivo
El Derecho no es unívoco, no podemos dar una sola definición del derecho porque tiene múltiples
planos y perspectivas; el derecho ontológico es uno y solamente uno, la realidad jurídica sola una,
pero epistemológicamente son varios. No podemos prescindir de ninguno de estos planos para
alcanzar una concepción total del fenómeno jurídico. No obstante, se han producido constantemente
intentos de reduccionismo jurídico.
Del término saber se deriva el sustantivo CIENCIA “SCIENTIA", a lo largo de la historia se han dado
una serie de modelos básicos de ciencias. Ha sido entendida como:
- Ontología: estudiando el ser o los seres en su esencia.
- Fenomenología: la ciencia basada exclusivamente en la observación empírica de los
fenómenos.
- Crítica racional: los meros fenómenos observados no tienen valor científico alguno, a
menos que el entendimiento humano lo organice sistemáticamente.
- Pragmática: resuelve un problema sea teórico o práctico y tenga una correspondencia
directa o indirecta con hechos observados.
- Lógica lingüística: basada en el estudio y análisis lógico del lenguaje.
En el siglo XVIII se produce un salto, que deja atrás el método deductivo, pasando al método
inductivo, extendiéndose a todos los sectores y ramas del saber, incluyendo la filosofía de Kant hasta
el siglo XX (tras la muerte de Kant aparece el código napoleónico, pasando el legislador a ser
considerado un ser omnisciente). Su aplicación al derecho produce el auge del positivismo, es decir,
el auge de los estudios científicos. Se diseñan dos modelos de ciencia:
Si encontramos que la ciencia del derecho se guía por el método científico, ¿puede hacerse del
Derecho un derecho natural? Surgen dos tesis:
- Tesis negadora (J.M. KIRCHMAN): dicta en Berlín una conferencia “La falta de valor
científico en la jurisprudencia”, donde niega el valor científico a la ciencia del derecho debido
a que este carece de regularidad (no puede aspirar a conclusiones inmutables de validez
general). Tiene una posición reduccionista, el monismo epistemológico, que entiende que no
hay más ciencia que las ciencias naturales.
- Tesis afirmativa (H. RICKERT Y W. WINDELBAND): ambos pertenecen a la corriente
neokantiana (filosofía de los valores). Afirman que el derecho es ciencia porque otorgan
legitimidad científica a las ciencias sociales, con una posición de dualismo epistemológico.
No todo en el derecho es tan cambiante como la interpretación o vigencia de una ley, ya que
para ello existe un principio que se ha impuesto en la conciencia jurídica colectiva.
KARL LARENZ: La C del derecho es ciencia porque la ciencia del derecho ha desarrollado métodos
que apuntan a un conocimiento racionalmente comprobable. Además el derecho puede ser
cambiante no únicamente en la creación de leyes sino también en sus criterios de interpretación, no
excluyendo esto su calificación de ciencia.
- Hegel: Nace con él en 1921 y la define como síntesis dialéctica entre la ciencia natural y la
ciencia del derecho. Recogida en Francia, Alemania, Inglaterra, España e Italia.
- Rosmini: ciencia de la justicia social formada por el derecho natural (derechos naturales que
posee el hombre por su propia naturaleza) y la filosofía del derecho positivo (enseña cómo es
la ciencia del derecho y si contiene los elementos esenciales de justicia en sus preceptos).
4. Positivismo jurídico: presupuestos teóricos. Los modelos de Ciencia
jurídica en el positivismo.
El positivismo jurídico es un reduccionismo epistemológico que concibe el derecho exclusivamente
como ley positiva. Este tipo de mentalidad jurídica estuvo vigente en Europa con gran fuerza desde el
siglo XIX hasta la mitad del siglo XX. La crisis del positivismo jurídico empieza a agudizarse a partir
de 1945 (en la actualidad el Tribunal Supremo español en su sentencia alude a la superación del
positivismo legalista).
Podemos decir que nunca fue una corriente doctrinal homogénea, pues en su origen puede
observarse la presencia de una paternidad compartida de la escuela histórica del derecho en
Alemania, la escuela de la exégesis francesa y la escuela de la jurisprudencia analítica en Gran
Bretaña. Estas tres coinciden en una neta posición reactiva al iusnaturalismo racionalista (noadmite
la existencia de un justo or naturaleza) y una apuesta firme por el empirismo. En esencia el
positivismo jurídico habla que no hay más derecho que el derecho positivo y ese derecho está
constituido por normas jurídicas de carácter general abstracto coactivo vinculante y, por tanto, de
exige obediencia absoluta GESETZ IST GESETZ (la ley es la ley).
Aspecto importante es que el positivismo jurídico siempre ha estado inmerso en una dinámica
revisionista, ellos mismos sabían que había fallos e intentaban corregirlos sobre la marcha. La
racionalidad práctica acabó con el positivismo jurídico. Bobbio establece que el positivismo jurídico
reduce el derecho a la ley como mandato imperativo de obligado cumplimiento. John Austin en su
obra La determinación del campo de la ciencia jurídica dice que llamamos derecho positivo al
derecho positum (puesto) en una comunidad política independiente por la voluntad expresa o tácita
de su soberano o gobernante supremo. El derecho positivo es el derecho codificado.
Thomas Hobbes
Existe un precedente doctrinal del positivismo jurídico T. Hobbes y su obra Leviathan (libro 1º cap
13), Hobbes imagina un caso de naturaleza no feliz, lleno de miedo, inseguridad, infelicidad donde el
ser humano más débil está a merced del más fuerte. De manera que cuando dos individuos con las
mismas condiciones desean la misma cosa se produce guerra y son enemigos. Se soluciona
dominando al otro con la astucia o la fuerza para que no haya poder mayor al propio. Bellum ómnium
contra omnes. En ese estado de naturaleza no existe el concepto de propiedad, las cosas se poseen
por la fuerza y se retienen el tiempo que pueda conseguirse ese dominio. No hay noción de justicia o
injusticia, de bien o mal porque existe un derecho ius ómnium in Omnia de todos en todas las cosas,
de tal manera que el hombre se convierte en lobo para el hombre homo homini lupus. La fuerza y el
fraude son las virtudes cardinales.
Cuando el hombre abandona ese estado de guerra y quiere ser feliz, entonces la razón y las
pasiones le obligan a ponerse de acuerdo con sus semejantes, llegando a un acuerdo o pacto.
Creando así un estado (respeto) que determinara lo que es justo y lo que no lo es. Fuera de la
voluntad del Estado no existe justicia o injusticia. Injusticia es la desobediencia a la ley del Estado.
Para Hobbes, más allá de la voluntad absoluta del soberano no hay derecho.
Algunos autores han buscado una explicación psicológica a la tesis de Hobbes. Dicen que las teorías
de Hobbes se basaban en el miedo en su infancia, fruto de la actitud de su padre. El miedo marcó
mucho su personalidad.
Código Civil Napoleónico
La historia del positivismo jurídico se inicia con el código civil napoleónico de 1804, que fue el
paradigma para la construcción del resto de códigos civiles europeos. Codificación bajo la influencia
del iusnaturalismo abstracto racionalista de signo ilustrado. El legislador es racional y omnisciente, el
derecho es pleno, no tiene lagunas o antinomias. Por tanto, los jueces son la boca muda de la ley.
Labor del juez es mecanicista, basada en la teoría de la subsunción (Ante el hecho los jueces ponen
el derecho y extraen la consecuencia jurídica). NO realizan una labor interpretadora, no se crea
derecho, aplica la ley sin más.
Como presupuesto teórico del positivismo jurídico, decimos que el positivismo jurídico rechazó
cualquier fundamento suprapositivo del derecho (Derecho natural). Es muy frecuente que lo justo
para la ley, no lo consideremos como justo. El Derecho natural actualmente lo podríamos encontrar
en la constitución española. Bobbio dice que el positivismo jurídico se caracteriza porque el derecho
es un hecho, el derecho se reduce a la ley positiva que emana de la voluntad del estado, el derecho
se define en función de la coacción, el derecho se caracteriza con las notas de la unidad, coherencia
y plenitud, la labor del juez es esencialmente mecanicista y basada en la subsunción (ante el hecho
aplica el derecho), la norma es un mandato imperativo de obligado cumplimiento y en definitiva la
fuente del derecho no es otra que la ley. Ciencia jurídica sistemática y abstracta que siga un patrón
físico matemático generalizante.
El derecho no solo es sistema de legalidad, sino que también sistema de legitimidad. El derecho
como sistema de legalidad necesita fundarse en el sistema de legitimidad y a su vez este necesita
del derecho como conjunto de normas (sistema de legalidad).
La crisis del positivismo jurídico surge porque es imposible hacer del derecho una ciencia jurídica
exacta a imagen de las matemáticas. El positivismo jurídico nace ya en crisis porque su paternidad
es compartida en su propio origen (no hay homogeneidad), además siempre ha estado inmerso en
una dinámica revisionista. Ha habido constantes vaivenes tales como que el positivismo jurídico en
una primera fase (tajante separación entre derecho y moral) ha estado muy apegado a una
concepción estatalista-legalista (lógico-deductivo) y luego se va separando hacia una concepción que
busca el respaldo social (inductivo-aceptación de existencia de valores morales en el derecho). Sin
embargo, hubo una serie de factores que agudizaron su crisis hasta el punto de aceptar la evolución
del positivismo legalista por el surgimiento del Estado constitucional. Factores de esta crisis son:
- La superación del positivismo legalista (se había basado en el imperio de la razón teórica
y en el empleo de un lenguaje formal matematizante porque en definitiva, el positivismo
jurídico lo que trato fue de construir la ciencia jurídica a imagen y semejanza de la ciencias
de la naturaleza valiéndose del patrón metodológico físico-matemático generalizante propio
de las ciencias de la naturaleza)
- La revolución del lenguaje que sería llevado a cabo por la hermenéutica
- El triunfo del estado de derecho constitucional y el constitucionalismo material de
filiación axiológica en el sentido de que la constitución incorpora principios y valores que
condicionan la legalidad constitucional de las normas y las resoluciones judiciales
A partir de aquí se abre un nuevo horizonte caracterizado por una concepción material sustantiva de
justicia argumentada racionalmente, es decir es posible determinar racionalmente los criterios de lo
justo en nuestra sociedad contemporánea y ello a pesar del pluralismo reinante.
En este contexto se produce un nuevo entendimiento del principio de seguridad jurídica, el cual va a
entenderse en términos de razonabilidad argumentativa. El derecho poco a poco se empieza a
convertir en el “ámbito de lo dúctil”, se trata de persuadir, convencer a través de la argumentación. De
esta manera se buscan soluciones más justas ante los problemas actuales. Nos encontramos por
tanto con un Estado de Derecho constitucional en el que se produce el desplazamiento de la
supremacía de la ley por la primacía de la Constitución (Const. resulta ser de aplicación jurídica
directa/Const. no es una mera estructura organizativa del poder y de las instituciones del Estado/
Const. No recoge D. fundamentales, sino que recoge valores, principios/ Const. Rígida con
procedimiento agravado de reforma) y donde se produce un desplazamiento del control jurisdiccional
de legalidad por el control jurisdiccional de constitucionalidad. Concepción principialista del
Derecho, los principios se convierten en protagonistas de la actividad judicial, se convierten en la
médula del Estado Constitucional. Los principios se aplican a través de la técnica de la ponderación.
Todo ello conduce en definitiva a una concepción no formalista de la norma jurídica, es decir,
prioridad de los principios sobre las normas.
La crisis del positivismo jurídico evidencia el fracaso que supone trasladar ese patrón
metodológico al ámbito de las ciencias sociales/humanas/culturales/espirituales y nos va a llevar a
una concepción principialista del Derecho, donde la polémica iuspositivismo – iusnaturalismo queda
superada. La Constitución agrupa principios y valores que condicionan la legalidad de las normas y
de las resoluciones judiciales, con lo cual la seguridad jurídica se entiende en términos no de
conformidad a la letra estricta de la ley, sino en términos de racionalidad argumentativa porque se
instaura una concepción principialista del Derecho.
Se produce el “giro lingüístico” o “revolución del lenguaje”: el lenguaje propio de las ciencias
naturales es el ideal para regular las ciencias sociales, humanas, morales y culturales (derecho). Más
allá del lenguaje existe una realidad social a la que el lenguaje se adapta y no al revés como decían
los positivistas. Revolución promocionada desde la hermenéutica filosófica.
Las teorías de razonamiento jurídico aporético (falta de camino):
Los gestores del retorno a la racionalidad práctica (abandonan la lógica formal, rechazo del
monismo epistemológico y un reconocimiento de la pluridimensionalidad que caracteriza a la
experiencia jurídica). Buscan soluciones de los casos prácticos de una manera más justa. Pueden
ser destacados como:
- Gestores internos: los propios positivistas jurídicos con su dinámica revisionista, que fueron:
- Jurisprudencia Alemana de Intereses: R. Von Ihering (2ª etapa), P. Heck
- Escuela del Derecho Libre: H. Kantorowicz, E. Erhlich y F. Geny.
- Racionalismo Jurídico Norteamericano: O. W. Holmes, N. Frank y R. Pound.
- Realismo escandinavo: A. Ross.
- Hans Kelsen.
- Positivismo jurídico incluyente: H. Hart.
- Neopositivismo: N. Bobbio, G. Carrió
- Escuela institucional del Derecho: O. Weinberger, M. Hauriou.
- Gestores externos: fueron aquellos juristas que, desde el principio, adoptaron una posición
crítica en relación con el positivismo jurídico, es decir, eran anti – iusnaturalistas. Se
propusieron desenmascarar al positivismo jurídico.
- Corrientes escolásticas renovadoras, es decir, Neotomismo Crítico: J. Finnis.
- Neoiusnaturalismo: E. Rommen, G. Radbruch
- Objetivismo ético que defiende la existencia de principios y valores cuya validez no
puede ser quebrantada por la voluntad ocasional del legislador.
- Corrientes principialistas como el Neoconstitucionalismo.
7. Las normas jurídicas desde una perspectiva no formalista: valores,
principios y normas (Concepción principialista del Derecho).
En nuestra Constitución en el art. 1.1 se habla de los valores superiores del ordenamiento jurídico,
en relación con ellos, pudiéramos señalar un par de ideas: Son los grandes pilares de nuestro
sistema jurídico, son las bases de nuestro sistema democrático y cumplen tres misiones:
fundamentadora de todo ordenamiento jurídico, orientadora y critica. En definitiva, son normas
básicas de aplicación jurídica inmediata. Podemos decir, por tanto, que los valores recogidos en la
Constitución aúnan a su prescriptividad ética su normatividad jurídica. El tenor literal del artículo 10.1
también se consideran valores superiores (dignidad, respeto valores fundamentales…).
- Objetivismo o apriorismo axiológicos: entiende que los valores son esencias puras,
objetivas e independientes de la voluntad humana.
- Subjetivismo axiológico: no hay valores sin la voluntad humana, los valores son creados
por el hombre.
- Intersubjetivismo axiológico: los valores son categorías intelectuales intercambiables y que
son fruto de un consenso siempre abierto y flexible.
Los principios se identifican en parte con los valores, pero luego también comparten con las normas
la intención de dirigir conductas. Dworkin: “Llamo principio a todo estándar que ha de ser observado,
no porque favorezca o asegure una situación económica, política o social que se considera deseable,
sino porque es una exigencia de la justicia, la equidad o alguna otra dimensión de la moralidad”
Norma jurídica surge fruto de un proceso lógico fraguado en la mente del legislador.
Desde la concepción jurídica actual (principialista) se tiende a entender la norma como no **** Los
principios alcanzan prioridad sobre las normas, lo cual nos lleva a alterar en cierto modo la jerarquía
de fuentes que establece el Código Civil en el 1.1. Tenemos una jerarquía de fuentes con cierto
modo imperativo. El artículo 1.4 dice que los principios generales del derecho son fuente supletoria
de 2º grado en defecto de ley o costumbre. En ese ordenamiento en conjunto, esta la ley como
elemento primario. La ley viene informada por los principios.
En el sistema hegeliano (JGF Hegel) podemos observar la presencia de un método dialéctico basado
en la oposición de contrarios y un método sintético basado en tesis, antítesis y síntesis . Así mismo
detectamos en su pensamiento un panlogismo, que está presente en toda la exposición sistemática
de su obra (Grundlinien, 1821) .
Hegel antes que filósofo fue teólogo, de manera que su sistema pudiera estar representado por el
lema griego hen kai pan (el uno y el todo), es decir, el hombre y dios. De alguna manera Hegel
pretende unir la razón finita del hombre con la razón infinita de dios, en definitiva el sistema de hegel
busca el absoluto, que es dios pero también el estado, la razón o la naturaleza.
El sistema hegeliano podemos denominarlo como idealismo objetivo, que no es una contradicción
pues en hegel la idea es la síntesis de lo racional más lo real y esta idea se desenvuelve en las
coordenadas espacio y tiempo. Esta idea evoluciona desde la fase idea en sí (tesis: ciencia lógica), a
la idea por sí (antítesis: filosofía de la naturaleza) y a una fase última más desarrollada que es la idea
en sí y por si (síntesis:filosofía del espíritu).
Será en su filosofía del espíritu donde realice un tratamiento del espíritu y del estado:
1. Espíritu subjetivo (tesis): aquí situamos al hombre, que llevando a cabo un proceso de
autoconocimiento, se siente libre y se da cuenta que su esencia es poseer una razón legisladora,
ascendiendo así al espíritu objetivo.
3. Espíritu absoluto (síntesis):Hegel era partidario de los estados totalitarios, que reconocen los
derechos en la medida en que quieren hacerlo. Esto se hace en oposición a la democracia, donde los
derechos son inherentes a las personas y el estado se legitima en base a estos. Por eso el estado
totalitario se encuentra en conexión con el espíritu absoluto, definido por Hegel como la presencia de
Dios en el mundo, que está conectado con el estado totalitario.
La estructura de estado totalitario de Hegel no pudo llevarse a cabo pues ya habían comenzado las
revoluciones liberales en Europa. Crítica de signo jurídico: Cuando Hegel habla de derecho lo hace
pensando en la confección jurídica dominante en su época, iusnaturalismo abstracto racionalista y no
tiene en cuenta para nada ni la primera escolástica (S XIII: tomás de aquino) ni la segunda
escolástica (S XVI: Francisco Suárez). No obstante, el sistema filosófico de Hegel, hablando en
términos generales, constituye un sistema grandioso y un hito cardinal en la historia del pensamiento.
Los políticos españoles del S XIX, como Emilio Castelar, solían referirse en sus intervenciones al
pensamiento político de Hegel, que se asemeja al español en cuanto al método sintético dialéctico.
La síntesis dialéctica del derecho natural más la ciencia del estado es la Filosofía del Derecho.
Con posterioridad a Hegel se pone en manifiesto la influencia de su obra recogida por autores como
F Krause (Alemania); E Lerminier (Francia); John Austin: “the province of jurisprudence determined”
(Inglaterra); Antonio Benítez de Lugo (España); y Antonio Rosmini (Italia): aportación más
importante, ya que para él la definición del filosofía del derecho corresponde con la de derecho
natural pero visto con ojos del S XIX. Constituida por partes: filosofía del derecho natural o racional
(derechos inherentes a la naturaleza humana) y filosofía del derecho positivo (explica cómo deben
ser hechas las leyes para que recojan en su seno esos derechos).
Aristóteles
En Aristóteles, la filosofía del Derecho se denominaba Filosofía política y ello entraba dentro de la
lógica del pensamiento aristotélico porque para Aristóteles la filosofía política estudiaba el bien en lo
político, en la sociedad, en las leyes, en definitiva, en la justicia. Justicia a la que Aristóteles
consideraba la más excelente virtud y así lo muestra Aristóteles en el libro V de su obra “Ética
Nicómaco”. Lo hace partiendo de un verso de Teognis: la justicia es la más excelente virtud (virtud
absoluta-dikaiosyne). Posteriormente, Aristóteles habla de la justicia como virtud política/carácter
social, hasta el punto de que fuera de la sociedad no cabe ética alguna. Justicia: aquello que es apto
para producir y preservar la felicidad y sus elementos en la comunidad política. Con Aristóteles
aparece la noción moderna de justicia (virtus ad alterun-virtud relativa al otro). Dos tipos de justicia:
- Justicia distributiva: el Estado otorga a los ciudadanos según sus méritos y cualidades.
- Justicia conmutativa bilateral o contractual: regula las condiciones legales de las
relaciones civiles y de los contratos. En definitiva, es aquella que vela por el cumplimiento de
la estricta equivalencia. Relaciones voluntarias (compraventa, préstamo, arrendamiento…) y
relaciones involuntarias (falso testimonio, la sevicia/malos tratos, secuestro, las heridas que
estropean, las palabras que ofenden y los ultrajes que irritan).
Dos nociones de justo para Aristóteles:
M. T. Cicerón:
Primer Filósofo del Derecho en la historia. En su obra “De legibus” libro primero parágrafo 17 se
propone estudiar el fundamento ultimo del Derecho. “Lex vera” (Ley verdadera): Cicerón se adelanta
a la ley divina del cristianismo.
Estudio Filosófico de lo jurídico = Derecho natural. En Gayo influye Aristóteles (distingue entre
Derecho natural/Derecho de gentes-“quod vero naturalis ratio inter omne homines constituid” y
Derecho civil-propio de la ciudad), en Ulpiano el Estoicismo (Derecho civil: lo menosprecia, Derecho
natural: extensible a hombres y a animales-“quod natura Omnia animalia docuit” y Derecho de
gentes: Derecho que usan los Estados-hoy Derecho internacional) y en Paulo el Utilitarismo (salus
populi suprema lex esto-la salud del pueblo es ley suprema. Distingue entre Derecho natural que
identifica con la Justicia y Derecho civil: lo que para la mayoría es útil en la ciudad).