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CONMEMORACION DE LA MUERTE DE CRISTO 2023

“Sigan haciendo esto en memoria de mi” Lucas 22:19.

▪ ¿Quién puede dar el discurso de la Cena del Señor?


*** w13 15/12 pág. 25 párr. 13 “Sigan haciendo esto en memoria de mí” ***
Un anciano capacitado repasará de manera sencilla y digna lo que la Biblia dice sobre esa celebración.
Ayudará a todos a comprender y valorar lo que Cristo hizo: morir como rescate para que nosotros podamos
vivir (lea Romanos 5:8-10). Además, explicará que la Biblia ofrece dos esperanzas distintas a los cristianos.

▪ ¿Qué sustancias deben usarse para los emblemas en la celebración de


la Cena del Señor, y cómo deben tratarse estos emblemas?
*** w13 15/12 págs. 23-24 “Sigan haciendo esto en memoria de mí” ***
LOS EMBLEMAS
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Cuando Jesús mandó a los apóstoles a preparar una sala donde celebrar la Pascua, no les dijo que la llenaran
de complicados adornos; lo más seguro es que tan solo quisiera un lugar limpio y apropiado con suficiente
espacio para los invitados (lea Marcos 14:12-16). Tendrían que conseguir algunas cosas para la comida, como
pan sin levadura y vino tinto. Cuando acabaron de comer la Pascua, Jesús se concentró en estos dos artículos,
pues los iba a usar como emblemas, o símbolos.
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El apóstol Mateo, que estaba presente, escribió más tarde: “Jesús tomó un pan y, después de decir una
bendición, lo partió y, dándolo a los discípulos, dijo: ‘Tomen, coman’” (Mat. 26:26). Aquel era pan sin
fermentar, tal y como se usaba para la Pascua (Éx. 12:8; Deut. 16:3). Estaba hecho de harina de trigo y agua,
sin levadura ni condimentos añadidos, como la sal. Puesto que no tenía levadura, sería un pan plano, seco y
quebradizo, fácil de partir. Hoy día, los ancianos de la congregación quizás le pidan con antelación a alguien
que haga ese pan de harina de trigo (preferiblemente integral) y agua, cocinado en un recipiente
ligeramente aceitado. (Si no se puede obtener harina de trigo, puede hacerse de harina de arroz, cebada,
maíz o algún otro grano.) O puede utilizarse la matzá, un pan sin fermentar que preparan los judíos,
siempre que no contenga malta, huevos ni cebolla.
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Mateo prosiguió: “[Jesús] tomó una copa y, habiendo dado gracias, la dio a ellos, diciendo: ‘Beban de ella,
todos ustedes’” (Mat. 26:27, 28). Lo que Jesús tomó en su mano fue una copa de vino tinto (no podía ser jugo
de uva sin fermentar, pues la vendimia ya había pasado hacía meses). Aunque en la primera comida pascual,
allá en Egipto, no hubo vino, Jesús no dijo que estuviera mal beberlo en la Pascua. De hecho, lo empleó en la
Cena del Señor. Por ese motivo, los cristianos lo usamos en la Conmemoración. Pero ¿qué tipo de vino es
apropiado? Puesto que la sangre de Jesús no necesitaba añadiduras para aumentar su valor, el vino que la
representa no debe estar reforzado con brandy o mezclado con especias. Puede usarse cualquier vino tinto,
sea casero o comercial del tipo beaujolais, borgoña o quianti.

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*** w82 1/3 págs. 30-31 Preguntas de los lectores ***
Los ancianos de una congregación de los testigos de Jehová deben hacer arreglos de antemano para obtener
pan sin levadura y vino tinto, y asegurarse de que lo que consigan sea apropiado. En los días que sigan a la
celebración de la Cena del Señor no hay que considerar como especiales o santificados el pan y el vino que
queden, porque continúan siendo simplemente productos alimenticios ordinarios. Además, no hay razón
para guardar cierta botella de vino de año en año para la celebración, a menos que eso sea aconsejable
debido a que sea difícil obtener vino apropiado.

Algunas personas han obrado como si los emblemas que se les ponen en la mano durante la celebración
del Memorial tuvieran poderes especiales. Por ejemplo, unas cuantas personas han inclinado
deliberadamente la cabeza hacia los emblemas y los han olido. Esto no es apropiado.

*** w70 1/3 pág. 159 Preguntas de los lectores ***


No hay por qué cubrir el pan y el vino y luego descubrirlos cuando los van a pasar. En sí no son “santos,” sino
solo símbolos. Deben estar en una mesa limpia y presentable cerca del orador o convenientes para los que los
pasarán. Y se devuelven a la mesa cuando se ha terminado de servirlos.

▪ Celebración Tardía
*** w93 1/2 pág. 31 Preguntas de los lectores ***
Si un cristiano está enfermo o de viaje y por ello no puede asistir a la Conmemoración, ¿debería celebrarla
un mes más tarde?
El antiguo Israel celebraba la Pascua anualmente el día 14 del primer mes, llamado Nisán (Abib). Pero en
Números 9:10, 11 se hacía esta provisión especial: “Habla a los hijos de Israel, y di: ‘Aun cuando cualquier
hombre de ustedes o de sus generaciones esté inmundo por un alma, o se halle en un viaje distante, él
también tiene que preparar el sacrificio de la pascua a Jehová. Deben prepararlo en el segundo mes [llamado
Iyar o Ziv], el día catorce, entre las dos tardes. Deben comerlo junto con tortas no fermentadas y verduras
amargas’”.
Fíjese que no se daban dos fechas distintas (14 de Nisán o 14 de Ziv) en que pudiera observarse la Pascua,
de modo que el individuo o familia israelita pudiera escoger la fecha según su conveniencia. La provisión de la
cena de la Pascua en el segundo mes estaba limitada. Se hacía una excepción en el caso de un israelita que
estuviera inmundo ceremonialmente el 14 de Nisán o que se hallara muy lejos de donde se celebraba la
Pascua.
La única ocasión de la que hay noticia en que se dio un uso amplio a esta provisión fue cuando el fiel rey
Ezequías restableció la observancia de la fiesta de las tortas no fermentadas. No había tiempo de prepararse
para el primer mes —los sacerdotes no estaban preparados ni el pueblo reunido—, de modo que se celebró el
día 14 del mes siguiente. (2 Crónicas 29:17; 30:1-5.)
Salvo en circunstancias excepcionales como esa, los judíos guardaron la Pascua en la fecha que Dios había
designado. (Éxodo 12:17-20, 41, 42; Levítico 23:5.) Jesús y sus discípulos la celebraron según estipulaba la Ley
y no dieron poca importancia a la fecha. Lucas informa: “Entonces llegó el día de las tortas no fermentadas, en
que hay que sacrificar la víctima de la pascua; y [Jesús] despachó a Pedro y a Juan, y dijo: ‘Vayan y preparen la
pascua para que la comamos’”. (Lucas 22:7, 8.)
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En aquella ocasión Jesús instituyó la celebración anual que los cristianos conocen como la Cena del Señor.
Nunca se recalcará demasiado la importancia de que los cristianos asistan a esa celebración. Es el
acontecimiento más importante del año para los testigos de Jehová. Las palabras de Jesús muestran por qué;
dijo: “Sigan haciendo esto en memoria de mí”. (Lucas 22:19.) Por ello, todo testigo de Jehová debe planear con
meses de antelación tener esa fecha libre de cualquier otro compromiso. La Cena del Señor se celebrará el
6 de abril de 1993, después de la puesta de sol.
Es posible que circunstancias excepcionales, como una enfermedad o alguna complicación en el viaje,
impidan que el cristiano asista a la celebración como había planeado. ¿Qué debe hacerse en este caso?
En la Cena del Señor se pasa pan sin levadura y vino tinto, y participan de estos emblemas los que han sido
ungidos con el espíritu de Dios y han sido escogidos para vivir en el cielo. (Mateo 26:26-29; Lucas 22:28-30.) Si
alguien que ha participado de los emblemas todos los años está guardando cama, sea en casa o en el hospital,
uno de los ancianos de la congregación le llevará el pan y el vino, comentará sobre algunos textos bíblicos
oportunos y le servirá los emblemas. Si un cristiano ungido está de viaje, debe planear ir a una congregación
de la zona donde se encuentre en esa fecha.
De modo que solo en circunstancias muy excepcionales un cristiano ungido celebraría la Cena del Señor
30 días después (un mes lunar), en armonía con el mandato de Números 9:10, 11 y el ejemplo de 2 Crónicas
30:1-3, 15.
A la clase de las “otras ovejas” de Jesús, con esperanza de vivir eternamente en una Tierra paradisíaca,
no se le ha mandado tomar del pan y el vino. (Juan 10:16.) Es importante que asistan a la celebración anual,
pero no participan de los emblemas. De modo que si alguien está enfermo o está de viaje y no le es posible
asistir a ninguna congregación esa noche, debe leer en privado los textos apropiados (entre ellos el relato de la
institución de la Cena del Señor) y orar que Jehová bendiga esta observancia por todo el mundo. Pero en este
caso no es necesario celebrar otra reunión ni tener ninguna consideración bíblica especial un mes más tarde.

*** w03 15/3 pág. 31 Preguntas de los lectores ***


Preguntas de los lectores

¿Se puede hacer algo en caso de que un cristiano ungido esté tan enfermo que le sea imposible reunirse con
la congregación para celebrar la Cena del Señor?
Sí. Algo puede y debe hacerse por consideración al cristiano ungido que esté enfermo y tal vez postrado en
cama, lo cual le impida reunirse con la congregación para conmemorar la muerte de Cristo. En tal caso, el
cuerpo de ancianos se encargará de que un anciano u otro cristiano maduro le lleve algo del pan y del vino
emblemáticos esa misma noche antes del amanecer.
Dependiendo de las circunstancias, el anciano o hermano que lo visite podría hacer comentarios breves y
leer textos bíblicos apropiados. Un modelo a seguir sería el que fijó Jesús cuando instituyó la Cena del Señor.
Por ejemplo, el hermano que lo visite podría leer Mateo 26:26 y pasar el pan sin levadura después de una
oración. Luego podría leer los versículos 27 y 28 del capítulo 26 de Mateo, y pasar el vino después de otra
oración. Se podría explicar brevemente el significado de cada emblema, y para concluir sería apropiado hacer
una oración.
Por supuesto, debe hacerse todo esfuerzo razonable por reunirse con la congregación para celebrar la
Cena del Señor. Pero ¿qué hacer en el caso extremo de que al cristiano ungido le resulte imposible celebrar la
Conmemoración después de la puesta del Sol el 14 de Nisán por estar enfermo de gravedad, hospitalizado o

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por alguna otra razón? En tal caso, el ungido puede valerse de un precedente que se halla en la Ley mosaica y
conmemorar la muerte de Jesús en privado treinta días después (Números 9:9-14).

▪ ¿A quiénes se invita a asistir?


*** w15 15/1 pág. 14 Por qué celebramos la Cena del Señor ***
POR QUÉ CONMEMORAMOS LA MUERTE DE JESÚS
4
Todos los descendientes de Adán hemos heredado el pecado y la muerte (Rom. 5:12). Ningún ser
humano imperfecto puede liberarse a sí mismo o liberar a otros de esa condena. No hay ningún rescate que
pueda pagarle a Dios en compensación (Sal. 49:6-9). Pero, con su muerte, Jesús ofreció algo que Dios sí podía
aceptar como rescate: su cuerpo perfecto y su sangre. Dio su vida por nosotros y presentó ante Jehová el valor
de su sacrificio. ¿Qué logró con eso? Que podamos ser liberados del pecado y la muerte y vivir para siempre
(Rom. 6:23; 1 Cor. 15:21, 22).
5
Dios nos demostró su amor al entregar a su Hijo como rescate (Juan 3:16). Y Jesús demostró que también
nos quiere al dar su vida por nosotros. Antes de venir a la Tierra, cuando era el “obrero maestro” de Dios, ya
sentía mucho cariño por “los hijos de los hombres” (Prov. 8:30, 31). Si de verdad agradecemos lo que Jehová y
Jesús han hecho por nosotros, asistiremos a la Conmemoración. Así obedeceremos el mandato: “Sigan
haciendo esto en memoria de mí” (1 Cor. 11:23-25).

▪ ¿Qué se debe hacer si hay una emergencia en la noche de la Cena del


Señor?
*** w76 1/2 pág. 70 “Sigan haciendo esto en memoria de mí” ***
¿Qué se debe hacer si hay una emergencia en la noche de la Cena del Señor? ¿Qué hay si se presentara una
tempestad violenta u otra perturbación grande que hiciera imposible el que la congregación local se reuniera
al tiempo señalado? En esos casos, sería bueno que los hermanos se reunieran en grupos pequeños de
vecindad o en grupos de familia, si se hiciera necesario. De esta manera se congregan para que se les recuerde
el significado de los emblemas del Memorial, pan sin levadura y vino. Para esas ocasiones de emergencia, uno
de los hermanos dedicados (o una hermana dedicada, si no hay hermano presente) pudiera brevemente
considerar los relatos bíblicos de Mateo 26:17-30; Lucas 22:7-23, 28-30; y 1 Corintios 11:20-31. Si una
congregación tiene que reunirse en grupitos, la combinación de la cantidad de personas que asistan a los
grupitos pudiera enviarse como el informe de la concurrencia de la congregación entera.
En cuanto a los emblemas, ciertamente se debería hacer todo esfuerzo por ver que a los del resto ungido
se les sirva el pan y el vino, hasta si uno está enfermo en su hogar o en el hospital. Solo en una situación muy
excepcional que no le permita a uno del resto ungido participar de los emblemas el 14 de Nisán querrá ése
celebrar el Memorial el día catorce del siguiente mes lunar (el día de la siguiente Luna llena), en armonía con
el principio que se halla en Números 9:10, 11, y 2 Crónicas 30:1-3, 15, en cuanto a las celebraciones pascuales
tardías. En ese caso de una celebración tardía, esto se debe informar inmediatamente después de ella.

▪ ¿Quiénes deben participar de los emblemas?


*** w15 1/3 pág. 16 Preguntas sobre la Biblia ***

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¿Quién debe comer del pan y beber del vino?
La primera vez que Jesús les dijo a sus discípulos que recordaran su muerte, habló de un pacto, un acuerdo
(Mateo 26:26-28). Este pacto abrió la puerta para que ellos y otras personas llegaran a ser reyes y sacerdotes
con él en el cielo. De los millones de personas que recordarán la muerte de Jesús, solo los que forman parte de
ese pacto comerán del pan y beberán del vino. (Lea Revelación 5:10.)
Durante casi dos mil años, Jehová ha estado seleccionando a quienes serán reyes con su Hijo (Lucas 12:32).
Su número es muy reducido comparado con el de las personas que vivirán para siempre en la Tierra. (Lea
Revelación 7:4, 9, 17.)

▪ ¿Cómo sabe un Ungido que es Ungido?


*** w04 15/3 pág. 6 ¿Cómo se conmemora la Cena del Señor? ***
¿Cómo saben los que toman de los emblemas de la Conmemoración que están en una relación singular con
Dios y que son coherederos con Cristo? Pablo explica: “El espíritu [santo] mismo da testimonio con nuestro
espíritu [nuestra disposición mental] de que somos hijos de Dios. Pues, si somos hijos, también somos
herederos: herederos por cierto de Dios, pero coherederos con Cristo, con tal que suframos juntamente para
que también seamos glorificados juntamente” (Romanos 8:16, 17).
Dios unge a los coherederos de Cristo mediante su espíritu santo, o fuerza activa, lo cual les da la seguridad
de que son herederos del Reino y crea en ellos una esperanza celestial. Los cristianos ungidos entienden que
todo lo que las Escrituras dicen sobre la vida en los cielos se dirige a ellos. Además, están dispuestos a
sacrificar todos sus vínculos con la Tierra, inclusive la vida terrenal y todas las relaciones humanas. Aunque
saben que la vida en el Paraíso terrestre sería maravillosa, no abrigan esta esperanza (Lucas 23:43). Gracias a
la actuación del espíritu de Dios en ellos, y no debido a ideas religiosas falsas, tienen una esperanza celestial
inalterable y por eso participan con todo derecho de los emblemas de la Conmemoración.
Supongamos que cierta persona no está totalmente segura de que forma parte del nuevo pacto y del pacto
del Reino. Digamos que tampoco tiene el testimonio del espíritu de Dios de que es coheredero con Cristo. En
tal caso sería incorrecto que participara de los emblemas de la Conmemoración. En realidad, a Dios no le
agradaría el que alguien que no hubiera recibido la llamada para ser rey y sacerdote en los cielos simulara
intencionalmente haberla recibido (Romanos 9:16; Revelación 22:5).

*** w91 15/3 págs. 19-20 ¿Quiénes han recibido de veras un llamamiento celestial? ***
La prueba principal de que alguien ha sido ungido para el llamamiento celestial es el espíritu o sentido
dominante que tiene de que está en relación de hijo para con Dios. (Gálatas 4:6, 7.) La persona está
absolutamente segura de que ha sido engendrada por Dios para que sea su hijo espiritual como uno de los
144.000 coherederos del Reino celestial. Puede testificar que su esperanza celestial no es un deseo que ella
misma haya cultivado ni producto de su imaginación; más bien, proviene de Jehová como resultado de la
acción del espíritu de Dios para con ella. (1 Pedro 1:3, 4.)
Bajo la influencia del espíritu santo de Dios, el espíritu o la actitud dominante de los ungidos actúa como
una fuerza impelente. Los mueve a responder positivamente a lo que dice la Palabra de Dios sobre la
esperanza celestial. También responden de modo positivo a los tratos de Jehová con ellos mediante el
espíritu santo. Por eso están seguros de que son hijos espirituales y herederos de Dios.

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Cuando los ungidos leen lo que la Palabra de Dios dice sobre los hijos espirituales de Dios y la esperanza
celestial, tienden a decir espontáneamente para sus adentros: „¡Eso se refiere a mí!‟. Sí, responden con gozo
cuando la Palabra de su Padre promete una recompensa celestial. Dicen: „¡Eso se refiere a mí!‟, cuando leen:
“Amados, ahora somos hijos de Dios”. (1 Juan 3:2.) Y cuando los ungidos leen que Dios ha engendrado a
algunos “para que [sean] ciertas primicias de sus criaturas”, su inclinación mental es responder: „Sí; me
engendró a mí con ese propósito‟. (Santiago 1:18.) Saben que han sido “bautizados en Cristo Jesús” y en su
muerte. (Romanos 6:3.) De modo que tienen la firme convicción de que forman parte del cuerpo espiritual de
Cristo y abrigan la esperanza de experimentar una muerte como la de él y ser resucitados a la vida celestial.
Para heredar el Reino celestial, los ungidos tienen que „hacer lo sumo posible por asegurarse su
llamamiento y selección‟. (2 Pedro 1:5-11.) Andan por fe y siguen creciendo en sentido espiritual, como lo
hacen aquellos cuya esperanza es terrestre. Por eso, ¿qué más abarca el testimonio del espíritu?
Puede que algunos participen equivocadamente de los emblemas de la Conmemoración porque en realidad
no reconocen que la unción “no depende del que desea ni del que corre, sino de Dios”. (Romanos 9:16.) Y al
individuo no le toca decidir que quisiera ser admitido en el nuevo pacto y llegar a ser coheredero con Cristo
en el Reino celestial. Lo que cuenta es la selección que Jehová hace. a él le desagradaría que alguien se
presentara como uno de los que han sido llamados para estar entre los reyes y sacerdotes celestiales, aunque
Dios no le hubiera otorgado tal vocación o llamamiento. (Compárese con 1 Timoteo 5:24, 25.)
Alguien pudiera suponer erróneamente que tiene la vocación o el llamamiento celestial debido a una
intensa perturbación emocional ocasionada por problemas serios. La muerte del cónyuge, u otra tragedia,
pudiera hacer que la persona perdiera interés en vivir en la Tierra. O quizás alguien allegado afirme que es
de los ungidos, y la persona desee tener el mismo destino. Factores como esos pudieran llevarla a creer
que lo que le corresponde es vida en el cielo. Pero no es así como Dios da a nadie el espíritu del que está en
relación de hijo con él. Mostraría falta de gratitud al propósito de Dios respecto a la Tierra el que uno
deseara ir al cielo debido a situaciones indeseables o angustias emocionales con relación a la vida terrestre.
También las ideas religiosas que la persona hubiera tenido antes pudieran llevarla a concluir
equivocadamente que ha recibido el llamamiento celestial. Tal vez en un tiempo se asociaba con una religión
falsa que presentaba la vida celestial como la única esperanza para los fieles. Por lo tanto, el cristiano tiene
que evitar que su estado emocional e ideas equivocadas del pasado lo dirijan.
Es vital examinarse con cuidado
El apóstol Pablo hizo una observación muy significativa cuando escribió: “Cualquiera que coma el pan o beba
la copa del Señor indignamente, será culpable respecto al cuerpo y la sangre del Señor. Primero apruébese el
hombre a sí mismo después de escrutinio, y así coma del pan y beba de la copa. Porque el que come y bebe,
come y bebe juicio contra sí mismo si no discierne el cuerpo”. (1 Corintios 11:27-29.) Por lo tanto, el cristiano
bautizado que en los últimos años empezara a creer que ha recibido el llamamiento celestial debería
considerar tal asunto con mucho cuidado y con oración.
La persona que estuviera en esa situación también pudiera preguntarse: „¿Han influido en mí otros para
que abrigue la idea de vivir en el cielo?‟. Eso sería incorrecto, pues Dios no ha asignado a nadie para que
reclute a otros para tal privilegio. La tendencia a fantasear no sería ninguna señal de unción por Dios, y él
no unge a los herederos del Reino por medio de hacerles oír voces que comuniquen mensajes con ese fin.
Algunos pudieran preguntarse: „Antes de hacerme cristiano, ¿abusaba yo de las drogas? ¿Estoy usando
medicamentos que afectan las emociones? ¿He recibido tratamiento por problemas mentales o
emocionales? Algunos han dicho que primero lucharon contra lo que creían que era la esperanza celestial.
Otros han dicho que por un tiempo Dios les quitó su esperanza terrestre y finalmente les otorgó la celestial.
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Pero tal procedimiento es contrario a los tratos divinos. Además, la fe no es incierta; es segura. (Hebreos
11:6.)
La persona también pudiera preguntarse: „¿Deseo prominencia? ¿Ambiciono una posición de autoridad
ahora o como uno de los reyes y sacerdotes asociados con Cristo?‟. Las personas a quienes se llama a la vida
celestial no se consideran prominentes ni hacen que otros tomen nota del hecho de que se las ha ungido.
Más bien, despliegan la humildad que correctamente se espera de los que tienen “la mente de Cristo”. (1
Corintios 2:16.) También se dan cuenta de que todo cristiano tiene que satisfacer los justos requisitos de
Dios, sea su esperanza celestial o terrestre.
El que alguien afirme que ha recibido el llamamiento celestial no hace que a esa persona lleguen
revelaciones especiales. Dios tiene un conducto de comunicación por el cual suministra alimento espiritual
a su organización terrestre. (Mateo 24:45-47.) Así que nadie debe creer que el ser cristiano ungido le da
sabiduría superior a la de la “gran muchedumbre” que tiene la esperanza terrestre. (Revelación 7:9.) Ellos
también llevan una vida cristiana ejemplar.
Recuerde quién hace la selección
Si algún compañero de creencia pregunta sobre el llamamiento celestial, un anciano nombrado u otro
cristiano maduro puede considerar el asunto con él. Pero ninguna persona puede decidir esto por otra, y es
Jehová quien imparte la esperanza celestial. La persona que de veras ha recibido el llamamiento celestial
nunca tiene que preguntar a compañeros cristianos si tiene tal esperanza o no. A los ungidos “se les ha dado
un nuevo nacimiento, no de semilla corruptible, sino de semilla reproductiva incorruptible, mediante la
palabra del Dios vivo y duradero”. (1 Pedro 1:23.) Mediante su espíritu y Palabra, Dios implanta la “semilla”
que hace de la persona “una nueva creación”, con la esperanza celestial. (2 Corintios 5:17.) Sí; Jehová hace la
selección.

▪ ¿Cómo deberíamos ver a la persona que ha determinado en su


corazón que ahora forma parte de los ungidos y comienza a participar
de los emblemas en la Conmemoración?
*** w07 1/5 pág. 31 Preguntas de los lectores ***
No se le debería juzgar. Es un asunto entre Jehová y esa persona (Romanos 14:12). Con todo, los verdaderos
cristianos ungidos no exigen atenciones especiales. No creen que por el hecho de ser ungidos posean
“conocimientos especiales”, superiores a los que incluso ciertos miembros con experiencia de la gran
muchedumbre pudieran tener. No piensan que se les haya concedido necesariamente más espíritu santo
que a sus compañeros de las otras ovejas. Tampoco esperan un trato especial ni afirman que participar de
los emblemas los coloque por encima de los ancianos nombrados de la congregación. Recuerdan
humildemente que algunos varones ungidos del siglo primero no satisfacían los requisitos para ser ancianos o
siervos ministeriales
(1 Timoteo 3:1-10, 12, 13; Tito 1:5-9; Santiago 3:1). Algunos cristianos ungidos incluso estaban débiles
espiritualmente
(1 Tesalonicenses 5:14). Y las hermanas, aunque fueran ungidas, no enseñaban en la congregación (1
Timoteo
2:11, 12).

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*** w93 15/3 pág. 7 Por qué tiene significado para usted la Cena del Señor ***
Por tanto, ¿qué debe hacer el que participó sin derecho de los emblemas de la Conmemoración movido por
el emocionalismo o anteriores creencias religiosas? Debe dejar de participar y pedir humildemente a Dios
que lo perdone. (Salmo 19:13.)

▪ Los Ungidos no son perfectos


*** w70 15/9 pág. 571 Jehová requiere santidad ***
Tanto los “santos” ungidos como la “grande muchedumbre” que reciben una posición delante de Dios tienen
que adherirse a un proceder de pureza y limpieza delante de Dios. Es necesario que „continúen en la fe,
establecidos sobre el fundamento y constantes y no dejándose mover de la esperanza de esas buenas nuevas‟
que aceptaron. (Col. 1:23) Esto requiere de su parte estudio continuo y con regularidad de la Palabra de
verdad de Dios y la aplicación de ella a su vida. (1 Ped. 1:22) Y puesto que todavía son imperfectos y están
propensos a hacer lo malo, también se requiere que respondan a la disciplina de Jehová.

*** w86 15/7 pág. 16 párr. 4 Sigan viviendo como hijos de Dios ***
Aunque los ungidos en la actualidad son imperfectos, deben llevar vidas limpias que armonicen con su
esperanza de ver al Dios puro y santo en la esfera celestial. (Salmo 99:5, 9; 2 Corintios 7:1.)

*** w89 1/5 pág. 22 párr. 16 Adore al Creador, no a la creación ***


El inclinarse en actitud de adoración ante un humano era impropio, y Pedro se negaba a aceptarlo. Además,
el apóstol Juan, después de recibir una visión de un ángel, informa: “Caí para adorar delante de los pies del
ángel que me había estado mostrando estas cosas. Pero él me dice: „¡Ten cuidado! ¡No hagas eso! Yo
simplemente soy coesclavo tuyo y de tus hermanos que son profetas, y de los que están observando las
palabras de este rollo. Adora a Dios’”.
(Revelación 22:8, 9.) Si ni siquiera se debe adorar a un ángel de Dios, ¡cuánto menos debe adorarse a
humanos o imágenes de ellos! * Los ungidos no esperan ni exigen un trato especial.

▪ ¿Cómo se conduce la reunión?

*** w70 1/3 pág. 159 Preguntas de los lectores ***

Básicamente, hoy la celebración sigue esta forma: Como se acostumbra con las reuniones de los testigos de
Jehová, el programa principia con cántico y oración. Entonces el orador explica con las Escrituras el
significado de la ocasión y los emblemas teniendo presente a su auditorio. Se hace una oración breve y
sencilla sobre el pan, y ése se pasa entre el auditorio. Luego se hace una oración breve sobre el vino, y ése se
pasa. Se hacen comentarios apropiados de conclusión, y la reunión termina con cántico y oración.

▪ Acomodadores

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*** km 4/90 pág. 7 párr. 5 La Conmemoración: celebración cristiana ***

Los ancianos también querrán escoger hermanos ejemplares y capacitados para pasar los emblemas,
preferiblemente ancianos o siervos ministeriales. Deben estar bien organizados y entender con exactitud lo
que implica su asignación. A los que sirvan de acomodadores se les debe informar cuáles son sus deberes,
tales como dirigir a los que entren y salgan del salón así como controlar el tráfico adicional de automóviles. En
particular esto es importante en casos donde varias congregaciones usarán el mismo Salón del Reino o
complejo de Salones del Reino. También deben asegurarse de que el orador esté al tanto de la hora y el lugar
donde se efectuará la celebración. (Para información adicional sobre los preparativos para la
Conmemoración, véase La Atalaya del 15 de febrero de 1985, página 19; 15 de febrero de 1990, páginas 16-
18, y Nuestro Ministerio del Reino de marzo de 1989, página 4.)

*** km 3/06 pág. 3 Recordatorios para la Conmemoración ***

Escoger con tiempo a los acomodadores y a los que servirán los emblemas, y explicarles sus deberes, el
procedimiento que han de seguir y la necesidad de que vayan vestidos y arreglados de manera digna. *La
sociedad no autoriza hacer ensayos de cómo se pasaran los emblemas.

*** km 4/92 pág. 7 Anuncios ***


▪ Los que estén asignados como acomodadores en la Conmemoración deben estar alerta para dar la
bienvenida a los que asistan por primera vez o a los que asisten solo de vez en cuando. Esfuércense por
conseguir los nombres y las direcciones de los que necesiten que alguien estudie la Biblia con ellos en su
hogar. Esta información debe entregarse al superintendente de servicio.

*** km 3/86 pág. 3 Anuncios ***

● En la celebración de la Conmemoración no es necesario tocar música mientras se pasan los emblemas. Los
oradores y los que hacen los arreglos deben seguir las instrucciones que se dan en el bosquejo para la
Conmemoración y no procurar ser innovadores o tratar de introducir ideas personales

▪ Ancianos

*** km 3/02 pág. 1 párr. 5 Gozosamente unidos a Jehová y a su Hijo ***

El cuerpo de ancianos pondrá especial empeño en animar a todos los Testigos inactivos del territorio a
asistir a la Conmemoración de la muerte de Cristo (Mat. 18:12, 13). Elaboren una lista de aquellos a los que

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hay que visitar a fin de estar seguros de que no se pase por alto a ninguno, sino que a todos se les invite
personalmente.

*** km 12/06 pág. 7 Anuncios ***

La Conmemoración de 2008 tendrá lugar el sábado 22 de marzo después de la puesta del Sol. Anunciamos la
fecha con antelación para que las congregaciones que comparten el Salón del Reino y necesiten otro local
puedan reservarlo o alquilarlo. En tales casos, los ancianos deben llegar a un acuerdo con la administración
para que no haya perturbaciones causadas por otras actividades en el edificio. Dada la importancia de la
Conmemoración, el cuerpo de ancianos debe seleccionar a uno de los ancianos más capacitados para que
pronuncie el discurso, en vez de simplemente turnarse o utilizar al mismo hermano todos los años. Si hay un
anciano ungido capacitado para dar el discurso, él deberá ser el orador.

▪ Que hacer después de la Conmemoración

*** w76 1/2 pág. 72 “Sigan haciendo esto en memoria de mí” ***

Siempre es un gozo ver a tantos nuevos concurrir a la celebración del Memorial. Después del programa, se
disfruta de una ocasión de compañerismo feliz con los nuevos y unos con otros. Esta gozosa camaradería
verdaderamente edifica y estimula a todos. El programa de la noche, si en él se reflexiona, siempre suministra
mucho alimento para el pensamiento junto con aprecio y agradecimiento a Jehová, pues nos recuerda a
todos todo lo que por amor Él ha hecho por nosotros por medio de nuestro Rescatador, Jesucristo nuestro
Señor. (Mat. 20:28; 1 Ped. 3:15) Al llegar a casa después del programa, la familia de testigos de Jehová (No
“familias”) pudiera dedicar algún tiempo a la consideración del significado de esta importante ocasión. Todo
esto ayuda a unir a la familia y la enriquece espiritualmente.

No sería apropiado hacer una reunión social después de la reunión, o juntarse varias familias pues se
perdería el verdadero significado de la ocasión.

▪ ¿Qué se hace con los emblemas después de la conmemoración?

*** w90 15/2 pág. 18 párr. 11 ‘Discernamos lo que somos’ al tiempo de la Conmemoración ***
El vino y el pan son sencillamente emblemas o símbolos; por lo tanto, si sobra algo del pan o del vino, se
puede llevar a casa y usarse después como cualquier otro artículo de consumo.

▪ Decoración
*** w13 15/12 pág. 25 párr. 13 “Sigan haciendo esto en memoria de mí” ***
Adrián Carreño Calderón 10 | 11
Si usted acompaña por primera vez a los testigos de Jehová en la Conmemoración, ¿qué verá allí?
Seguramente la reunión se celebrará en un lugar agradable y limpio donde todos estén cómodos. Quizás haya
algunos arreglos florales, pero no habrá decorados ostentosos ni un ambiente de fiesta.

Adrián Carreño Calderón 11 | 11

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