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SERIE DE ESTUDIOS SOBRE EL AÑO CRISTIANO

Por el Pbro. Iván Efraín Adame Adame

LECCIÓN 1
LAS FIESTAS DEL PUEBLO ESCOGIDO

PASAJE BÍBLICO: Colosenses 2:8-19

TEXTO PARA MEMORIZAR:


Todo esto no es más que una sombra de lo que está por venir; pero lo real y verdadero es
Cristo. (Colosenses 2:17 RVC)

META DE LA LECCIÓN:
Introducir a los creyentes en las fiestas o celebraciones del año cristiano considerando su
importancia y los antecedentes que tienen en las festividades solemnes de Israel.

INTRODUCCIÓN
En años recientes, muchas iglesias cristianas han desarrollado en una férrea oposición a la
celebración de fechas del año cristiano, como son la navidad y la semana santa. Esto con
los siguientes argumentos: (1) que no hay mandato bíblico expreso para que se celebren; (2)
que tienen su origen en festividades paganas; (3) que son tradiciones católico romanas; (4)
que están plagadas de costumbres populares sin ningún sustento bíblico. Incluso algunos
movimientos cristianos han propuesto la recuperación sólo de las fiestas solemnes
ordenadas en la Ley mosaica, con lo que se están mostrando sospechosamente judaizantes.
A lo largo de estas lecciones se expondrá lo que es el año cristiano así como sus
festividades más importantes, en interés que las conozcamos mejor y las valoremos
adecuadamente para nuestra edificación y la de nuestras iglesias.

ANTECEDENTES
Por mandato de Dios, el pueblo de la antigua alianza debía celebrar diferentes fiestas en el
año. Estas fiestas tenían una doble intención: primero eran conmemoraciones de eventos
significativos en la historia de Israel porque Dios había intervenido sobrenaturalmente; y
segundo, tenían un interés educativo al recordarle al pueblo diversos aspectos de la relación
con Dios y su caminar con él. Levítico 23 nos da el catálogo de las siete fiestas solemnes
establecidas para Israel, además del sábado, que es una conmemoración semanal (Lv. 23:3).

Identifica cada una de las fiestas anuales de Israel en Levítico 23:1

1) v. 5 ________________________________________________________

2) vv. 6-8 _____________________________________________________

3) vv. 9-14 _____________________________________________________

4) vv. 15-22 ____________________________________________________

1
Al final de esta serie encuentra los nombres con los que se les conoce comúnmente a estas fiestas.
5) vv. 23-25 ____________________________________________________

6) vv. 26-32 ____________________________________________________

7) vv. 33-44 ____________________________________________________

A estas fiestas establecidas en la Ley se agregarían posteriormente otras dos, que siguen
celebrándose hasta el día de hoy entre los judíos:

 Fiesta de Purim (Est. 9:19-28), que recuerda la liberación de los judíos de la intriga de
Amán, cuando estaban en Babilonia, gracias a las acciones de Ester y Mardoqueo.
 Fiesta de la Dedicación (Jn. 10:22), instituida en el 165 a. C. cuando el templo fue
rededicado en el periodo de los Macabeos, después de haber sido profanado por
Antíoco Epifanes.

En estas fiestas se ofrecían los correspondientes sacrificios, se reunían en familias a comer


y se realizaban algunos otros actos simbólicos que recreaban los acontecimientos o
representaban, como se ha dicho, diversos aspectos del pacto que Dios había hecho con
ellos.

LAS FIESTAS JUDÍAS EN EL NUEVO TESTAMENTO


Como sabemos, Jesús y sus discípulos, siendo judíos, participaron de estas celebraciones. Y
lo eventos en torno a su muerte, resurrección y posterior inicio de la predicación del
evangelio por parte de la iglesia, quedarían vinculados a algunas de estas fiestas solemnes
judías:

La Pascua quedaría vinculada a la conmemoración de la última cena de Jesucristo y con su


consiguiente crucifixión (Mt. 26:2; Mc. 14:12-16).

El Pentecostés quedaría relacionado con la venida del Espíritu Santo a la iglesia y su


consiguiente expansión (Hch. 2:1-41).

Al irse distanciando de la identidad judía, la iglesia cristiana también consideró conveniente


dejar las celebraciones de la antigua alianza. El apóstol Pablo, por ejemplo, no perdió de
vista la estrecha conexión de la iglesia con Israel, pero también estaba convencido que en
Jesucristo todas las cosas se renovaban, lo cual incluía la observancia del sábado y de las
fiestas solemnes. Para él, los gentiles no están obligados a la observancia de las
disposiciones de la ley en lo referente a los rituales, restricciones y conmemoraciones: “Por
tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días
de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.”
(Col. 2:16-17)

¿Qué entendemos por “sombra de lo que ha de venir”? _____________________________

Lea el versículo 17 en las siguientes versiones:


NVI: “Todo esto es una sombra de las cosas que están por venir; la realidad se halla en
Cristo.”
NTV: “Pues esas reglas son solo sombras de la realidad que vendrá. Y Cristo mismo es esa
realidad.”

TLA: “Todo eso no era más que la sombra engañosa de lo que estaba por venir. Lo real y
verdadero es Cristo.”
Explique, ¿qué es lo que interesa al apóstol Pablo cuando hace esta precisión a los
creyentes gentiles?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

Nadie debía obligar a la iglesia gentil a cumplir rituales ni conmemoraciones que no


correspondían a la nueva vida en Cristo. Ni la circuncisión, ni los sacrificios en el templo,
ni las fiestas anuales, ni el sábado son requeridos para la iglesia, pues en la obra de
Jesucristo todo ha tenido su cumplimiento, y ha quitado lo primero para establecer lo
último (Heb.10:9). El apóstol Pablo considera muy perjudicial que a los creyentes de
Galacia se les haya engañado para circuncidarse y para observar fiestas judías: “Mas ahora,
conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de
nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar?
Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años. Me temo de vosotros, que haya
trabajado en vano con vosotros” (Gá 4:9-11).

DE SÁBADO A DOMINGO
La iglesia cristiana fue comprendiendo entonces que la obra de Cristo y la nueva vida en él
le desvinculaban de los aspectos externos de su herencia judía. La renovación de todas las
cosas (2 Co. 5:17) no solo tenía implicaciones en el individuo, sino también en la práctica
comunitaria de la fe. Sin embargo, seguramente se valoró la utilidad del modelo judío para
establecer las nuevas pautas de las celebraciones cristianas, por ejemplo:

(1) Los sacramentos instituidos por Jesucristo y practicados por la iglesia heredaron
lineamientos tomados tanto de circuncisión como de la pascua.

(2) El mismo culto cristiano tomó su primer modelo de la liturgia que se realizaba en la
sinagoga.

(3) Se consideró de edificación seguir teniendo un día a la semana dedicado a la reunión e


instrucción en la nueva fe. Fue natural comenzar a hacerlo el primer día de la semana en
lugar del séptimo, como una conmemoración permanente de la resurrección de Jesucristo
(ver Hch. 20:7 y 1 Co. 16:2).

El cambio del sábado a domingo fue la primera celebración regular de la iglesia. Hay
evidencia que también se llegó a tener una conmemoración de la crucifixión todos los
viernes con ayuno. Esto sería el inicio del desarrollo posterior de las conmemoraciones
cristianas regulares. La regularidad cíclica de las festividades, aun con el riesgo de volverse
algo rutinario, ayuda siempre al aprendizaje de la fe y valoración de los hechos
significativos para la conciencia colectiva. Por algo Dios lo había establecido así con su
pueblo escogido.
CONCLUSIÓN
La celebración de festividades solemnes no era algo desconocido para los primeros
cristianos al tener su antecedente en el judaísmo y las disposiciones de la Escritura. Sin
embargo, considerando que en Cristo son hechas nuevas todas las cosas (2 Co. 5:17; Ap.
21:5), la iglesia fue desarrollando una conciencia diferente en estas cuestiones. Fueron
advertidos enérgicamente de no volver a los antiguos rudimentos que eran “sombra de las
cosas venideras” y más bien extenderse hacia adelante, considerando que Jesucristo ahora
debía ser el todo en todos (Col. 3:11). En las siguientes lecciones veremos más sobre las
festividades del año cristiano y cómo tienen como centro la obra salvadora de Jesucristo.

ASIGNATURA PARA LA SEMANA


Investigue en el calendario de su iglesia cuáles celebraciones se incluyen, tanto cívicas
como cristianas. Investigue también algunas fechas del calendario cristiano que se
conmemoran actualmente en las iglesias reformadas. Preparar un resumen para presentarlo
la próxima semana.
LECCIÓN 2
UN CALENDARIO CENTRADO EN CRISTO

PASAJE BÍBLICO: Colosenses 3:12-17

TEXTO PARA MEMORIZAR:


La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a
otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e
himnos y cánticos espirituales. (Colosenses 3:16)

META DE LA LECCIÓN:
Conocer la distribución de las principales festividades del calendario cristiano y su
importancia para la edificación de nuestra fe a lo largo del año, ya que para la iglesia
representa un suplemento necesario al calendario cívico.

INTRODUCCIÓN
Recuerdo que no tuve conciencia de la importancia del calendario cristiano hasta que un
profesor del Seminario nos preguntó un día de mayo: “¿Saben qué es lo que se celebra en
estos días?” Automáticamente algunos dijimos que el día de las madres, otros que el día del
maestro, otros incluso que el día de la batalla de Puebla. El profesor nos miró con sorpresa
y nos dijo: “¿Nadie sabe que estamos celebrando el Día de la Ascensión de Jesucristo?” Y
efectivamente, nadie lo sabía. Desde entonces estuve consciente que en las mismas iglesias
no solo se cubre el programa anual con las fechas del calendario cívico, sino que también
hay un desconocimiento generalizado de las fechas del año cristiano y más aún, de la
utilidad que podría tener. En esta lección procuraremos promover este conocimiento y
aprovechamiento.

¿ES BÍBLICO EL CALENDARIO CRISTIANO?


¡El año o calendario cristiano no aparece en la Biblia! Con esto algunos justifican el
ignorarlo o rechazarlo. Tenemos que decir de entrada que aunque no está en la Biblia, el
calendario cristiano sí es bíblico. Del mismo modo que, por ejemplo, reconocemos que la
palabra “Trinidad” no está tampoco en la Biblia, pero estamos plenamente convencidos que
es una doctrina genuinamente bíblica, y creemos en ella.

Muchas cuestiones correctas de la doctrina y práctica cristiana no aparecen en la Biblia de


modo literal, sino que son el resultado de un desarrollo posterior de la iglesia en su proceso
de reflexión e interpretación. Pero reconocemos su validez cuando tienen un sustento
bíblico demostrable.

El año cristiano tiene dos importantes sustentos bíblicos:

1) Replica el modelo que Dios mismo había establecido para su pueblo en la antigua
alianza, para mantenerle instruido y nutrido en su fe por medio de conmemoraciones
festivas.

2) Se establece en torno a la vida, enseñanza y obra redentora de Jesucristo, así como su


relación permanente con su iglesia.
DESARROLLO DEL CALENDARIO CRISTIANO Y PROBLEMÁTICAS
La primera festividad del año cristiano fue sin lugar a dudas, la resurrección. Recordemos
que cada domingo se celebraba. Sin embargo, desde muy temprano, posiblemente a
principios del siglo II, la iglesia comenzó a conmemorar el “gran primer día de la
Resurrección”, cada año.2 A partir de ahí, la iglesia continuó construyendo su calendario
progresivamente siempre incorporando en diversas fechas del año las conmemoraciones
correspondientes a la vida del Señor Jesucristo.

No es la finalidad de estas lecciones proporcionar el desarrollo histórico de cada fecha


especial. Baste decir que la iglesia fue viendo cómo resultaba provechoso y edificante tener
fechas en las que se podía conmemorar vivencialmente la vida y muerte del Señor Jesús
para instrucción de la iglesia.

También debe decirse que este proceso con fines didácticos se empañó considerablemente
debido a que también se fueron filtrando en la iglesia doctrinas y prácticas falsas y sin
sustento bíblico, muchas de las cuales se incorporaron también al calendario de la
cristiandad y han prevalecido en las tradiciones católica y ortodoxa. Ahí se han quedado
registradas fechas relacionadas con la veneración a María y a los santos, y se desarrollaron
prácticas sincréticas con imaginerías populares y/o culturales. Esta realidad en ocasiones es
la que genera confusión y rechazo por parte de los sectores evangélicos cuando se habla del
calendario cristiano.

Pero el camino que recomendamos seguir es el que siguió la iglesia de la Reforma


protestante, que buscó depurar lo necesario en su doctrina y práctica de manera que fuera lo
más fiel posible a los lineamientos bíblicos. Por ello también conservó las fechas del
calendario cristiano edificantes para la iglesia, quitando las conmemoraciones erróneas o
inútiles. En muchos casos, para la iglesia será más provechosa una conmemoración
correctamente orientada que la supresión de la misma, dejando así a merced de la influencia
perniciosa del mundo, como lo dice el siguiente autor:

Hay quienes pretendiendo romper con todo vestigio de ritualismo o tradicionalismo


litúrgico en la historia, no celebran ni la Navidad ni la Semana Santa, argumentando
que de hacerlo sería comulgar con el sentido pervertido y secular en el que han
degenerado estas fiestas, o en el que en principio fueron creadas. Pero volvemos a lo
dicho, es preferible celebrarlas recogiendo y reivindicando su auténtico sentido
cristiano, y así dar una réplica válida a la paganización cultural de esos eventos, que
no celebrarlos, dejando sólo la opción pagana como dueña y señora.3

¿Está usted de acuerdo con este autor en su propuesta: “es preferible celebrarlas…”? _____
¿Por qué? _________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

La motivación de algunas personas o iglesias para la no celebración, según lo expresa el


autor, ¿es justificada?______________ ¿Por qué?________________________________

2
Catherine Gunsalus González, Resources in the Ancient Church for Today´s Worship/Lecciones del culto
antiguo para la iglesia de hoy, Ed. Abingdon Press, 2014, p. 187
3
Juan Varela, El Culto Cristiano: Origen, evolución, actualidad, Ed. Clíe, 2002, p. 61
________________________________________________________________________
¿Hay otras razones que motivarían la no celebración de las fechas especiales?__________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

DISTRIBUCIÓN DEL AÑO CRISTIANO


El año o calendario cristiano (llamado también Calendario Litúrgico) comienza muchas
veces en el mes de noviembre. Específicamente 4 domingos antes de la Navidad de cada
año. Algunas de las fechas del Calendario están fijas, pero otras son movibles al estar en
relación con la fecha en que caiga la Semana Santa. El establecimiento de las fechas no fue
decisión de una persona sino fue resultado del desarrollo de la iglesia y de su consenso en
los primeros siglos. El calendario es cristocéntrico (se enfoca en Cristo) y cristológico
(promueve que se estudie a Cristo).

Aquí tenemos una síntesis de las conmemoraciones especiales:

FESTIVIDAD FECHA ÉNFASIS


Adviento 4 domingos antes de Expectación de la venida del
Navidad Mesías
Navidad 25 de diciembre El Mesías nace para traer su
salvación
Epifanía 6 de enero El Mesías se manifiesta a todos
los pueblos
Bautismo de Jesús* Primer domingo después de El Mesías inicia su ministerio
la Epifanía público
Transfiguración de Último domingo antes de la El Mesías anuncia su divinidad
Jesús* Cuaresma
Cuaresma 40 días antes de la Pascua Preparación para la Semana
(Resurrección) Santa
Semana Santa El Mesías enseña, muere y
resucita en Jerusalén
Ascensión de Jesús 40 días después del Seguridad de vida eterna e
Domingo de Resurrección intercesión del Mesías
Pentecostés 50 días después del Venida del Espíritu Santo y
Domingo de Resurrección expansión de la iglesia
Estación del Reino* Los domingos restantes Crecimiento de la iglesia y
después de Pentecostés desarrollo del Reino mesiánico
* Estas festividades no se estudiarán en estas lecciones.

Un autor sintetiza el calendario de este modo:


«Durante el Adviento esperamos la llegada del Mesías; en Navidad celebramos su
nacimiento; en la Epifanía manifestamos su poder salvador al mundo entero; en Cuaresma
nos preparamos para morir con Él, durante la Semana Santa morimos con Él; en Pascua
resucitamos con Él; y en Pentecostés experimentamos la venida del Espíritu Santo que nos
guía hacia el futuro. Este breve resumen resalta la naturaleza evangélica del calendario
histórico cristiano y su enfoque en la celebración de los hechos históricos de la salvación
de Dios.»4

CONCLUSIÓN
Hay muchas fechas en nuestro calendario cívico, las cuales pueden ganar el protagonismo
en nuestras conmemoraciones que como iglesia tenemos año tras año. Sin dejar de
conmemorar las fechas cívicas importantes, debemos revalorar correctamente las fechas del
año cristiano, lo cual seguramente será un buen recurso, instructivo y edificante, para la
iglesia. Para esto se necesita recuperar la centralidad de Jesucristo en nuestro calendario
anual, de manera que se cumpla este mandato paulino: “Y todo lo que hacéis, sea de
palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre
por medio de él” (Col. 3:17)

ASIGNATURA PARA LA SEMANA


Lea los siguientes pasajes en su contexto y anote sus apreciaciones de lo que enseña cada
uno respecto al nacimiento de Jesucristo.
Gálatas 4:4-5
Filipenses 2:6-8
Mateo 1:20-25
Lucas 2:6-7
Apocalipsis 12:1-5

4
R. Webber, citado por Juan Varela, El Culto Cristiano…, pp. 60-61
LECCIÓN 3
EL INICIO DEL AÑO CRISTIANO: ADVIENTO Y NAVIDAD

PASAJE BÍBLICO: Gálatas 4:1-7

TEXTO PARA MEMORIZAR:


Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y
nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que
recibiésemos la adopción de hijos. (Gálatas 4:4-5)

META DE LA LECCIÓN:
Establecer las primeras dos celebraciones del calendario cristiano (el adviento y la navidad)
así como su importancia para edificarnos en nuestra fe y para bendición de nuestro
testimonio del evangelio.

INTRODUCCIÓN
¿Cómo celebra usted el inicio de año? Cada 31 de diciembre y 1º de enero en la sociedad se
hacen suntuosas celebraciones y curiosos rituales. Muchas iglesias celebran un culto
especial de testimonio y oración esa última noche del año. Pero, ¿sabe que el año cristiano
no coincide en su inicio con el primero de enero? Para esa fecha, los cristianos ya hemos
comenzado nuestros ciclos de conmemoraciones centrándonos en la venida de Jesucristo.
Las fechas previas, llamadas popularmente “celebraciones decembrinas” son de gran
importancia para nuestra fe, como veremos, y marcan el “nuevo año cristiano”, que para
nosotros es un auténtico “año de gracia del Señor.” Veremos en esta lección las primeras
dos festividades: El Adviento y la Navidad.

ADVIENTO
(4 domingos antes de Navidad)
Esta fue posiblemente la última celebración en incorporarse al calendario cristiano, tal vez
en la Edad Media.5 Se caracteriza por ser un tiempo de expectación ante la inminente
llegada del Mesías, tanto en su primera venida (nacimiento) como en su segunda (parusía).
Los temas cristológicos para la enseñanza en estas semanas pueden ser:

1) Las profecías mesiánicas que anunciaron el nacimiento del Mesías.


2) Los acontecimientos previos al nacimiento de Jesucristo narrados en los “evangelios de
la infancia.”6
3) Los vaticinios bíblicos del futuro regreso de Cristo para reinar por las edades.

Lea los siguientes textos e indique a cuál tema cristológico corresponde cada uno:

Lucas 1:13-14 __________________________________________________________

Isaías 9:6-7 _____________________________________________________________

Apocalipsis 1:7-8________________________________________________________

5
Catherine Gunsalus González, Lecciones del culto…, p. 190
6
Nombre dado al conjunto de los primeros dos capítulos de Mateo y de Lucas.
Isaías 7:14______________________________________________________________

Mateo 1:18-19 __________________________________________________________

Mateo 24:29-31____________________________________________________________

Podemos revalorar esta celebración porque nos ayuda a preparar nuestros corazones para la
llegada del Salvador, de manera que mostremos la misma actitud que tenía Simeón,
esperando la consolación de Israel (Lc. 2:25). Por ello uno de los himnos del Adviento dice:
Oh ven, oh ven, Emanuel,
Rescata ya a Israel, que llora en su
desolación y espera su liberación.
¡Gozad, gozad! Emanuel
ya viene a ti, oh Israel.7

El adviento nos permite anunciar que Cristo ha venido, pero que también vendrá por
segunda vez, y de la manera que se anhelaba su primera venida, así nosotros hoy anhelamos
su segundo regreso con poder y gloria, desde los cielos. Mientras tanto, “procuramos
también, o ausentes o presentes, serle agradables.” (2 Co. 5:9)

Considerando esta expectación, en algunas de nuestras iglesias se ha utilizado con provecho


la corona de adviento, la cual tiene cuatro velas que se van encendiendo cada domingo de
adviento y una quinta vela que se enciende el día de navidad. Cada vela representa un
principio de la vida plena que podemos disfrutar gracias a la venida del Señor Jesucristo.
Son un símbolo de la necesidad de avivar nuestra fe y nuestro testimonio como creyentes,
así como un recordatorio que gracias a la venida del Señor la luz verdadera ha venido a
nosotros. Hay varias propuestas del orden y los colores que pueden usarse, como el
siguiente:
Color y Significado Textos
Primera vela Morada “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que
El amor ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna.” (Juan 3:16)
Lecturas Bíblicas: Lucas 1:26-38 ; 1Corintios
13:1-8; 1Juan 4:7-21
Segunda vela Morada “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz
La paz entre los hombres de buena voluntad!” (Lucas
2:14, RVA)
Lecturas Bíblicas: Mateo 1:18-25, Juan 14:15-31;
Rom. 14:17-19
Tercera vela Rosa “No temáis; porque he aquí os doy nuevas de
El gozo gran gozo, que será para todo el pueblo: que os
ha nacido hoy, en la ciudad de David, un

7
Himno 106 “Oh ven Emanuel” del himnario Sólo a Dios la gloria – “Israel” designa a todo el pueblo
escogido, ya que ahora la iglesia es el “Israel de Dios” (Gá. 6:16, cfr. Ef. 2:12-13)
Salvador, que es Cristo el Señor.” (Lucas 2:10-
11)
Lecturas Bíblicas: Lucas 2:8-14; Filipenses 4:1-9
Cuarta vela Morada “En Jesucristo tenemos entrada por la fe a esta
La esperanza gracia y nos gloriamos en la esperanza de la
gloria de Dios.” (Romanos 5:2)
Lecturas Bíblicas: Isaías 40:1-11; Romanos 15:7-
13
Vela de la Blanca “Aquella luz verdadera, que alumbra a todo
navidad Jesucristo hombre, venía a este mundo.” (Juan 1:9)
Lecturas Bíblicas: Isaías 9:1-7; Lucas 2:1-7
En nuestro himnario “Solo a Dios la gloria” contamos con 8 himnos (no. 106-113)
dedicados a esta festividad.

NAVIDAD
(25 de diciembre)
Esta festividad ha sido una de las más cuestionadas por tres principales razones:
1) A partir de los textos bíblicos no hay manera de calcular el día del año en el que pudo
ocurrir el nacimiento de Jesús.
2) La fecha establecida (25 de diciembre) tiene como antecedente en el calendario romano
el día del nacimiento del sol invictus, además de otras celebraciones paganas vinculadas
con el solsticio de invierno.
3) Existen innumerables tradiciones y prácticas culturales y económicas que se promueven
por parte de la sociedad en este periodo, que empañan el verdadero sentido.

Sin embargo, debemos afirmar la importancia de celebrar la navidad por las siguientes
razones:

Primero: Es probable que la fecha fuera tomada precisamente para alejar a los cristianos de
las celebraciones paganas, considerando que “Jesús es el verdadero Sol de Justicia, quien
traía luz y nueva vida a un mundo atado en las tinieblas del pecado.”8

Segundo: Al celebrarla centrándonos sólo en los evangelios y en la doctrina de la


encarnación estamos dando testimonio para contrarrestar las prácticas erróneas que
caracterizan nuestra época. Como dice la cita en la lección anterior, si no la celebramos
dejamos a la opción pagana como dueña y señora.

Tercero: Los cristianos en los primeros siglos de la iglesia vieron el desarrollo de herejías
relacionadas con la naturaleza de Cristo (como el docetismo), pues algunos negaban que
Jesús hubiera nacido o que hubiera sido verdaderamente humano. Al promover la
celebración de la navidad hacían recordar a los creyentes lo correcto: Que el Logos se había
hecho carne y había habitado entre nosotros lleno de gracia y de verdad (Jn. 1:14). Esto es
algo que también afirmamos cuando celebramos la navidad correctamente.

Cuarto: Nuestros credos y nuestros símbolos doctrinales enfatizan esta doctrina de la


encarnación, que se hace patente en la celebración navideña:

8
Catherine Gunsalus González, Lecciones del culto…, p. 189.
Credo de los apóstoles:
“Fue concebido del Espíritu Santo, nació de la virgen María…”

Catecismo de Heidelberg
P. 36: ¿Qué fruto sacas de la santa concepción y nacimiento de Cristo?
R: Que es nuestro Mediador, y con su inocencia y perfecta santidad cubre mis pecados en
los cuales he sido concebido y nacido, para que no aparezcan en la presencia de Dios.

Catecismo Menor de Westminster


P. 22: ¿Cómo se hizo Cristo hombre siendo como era Hijo de Dios?
R: Cristo el Hijo de Dios, se hizo hombre, tomándose un cuerpo verdadero y una alma
racional; siendo concebido por obra del Espíritu Santo en el vientre de la Virgen María, de
la cual nació, mas sin pecado.

Quinto: La celebración navideña es una excelente oportunidad para la evangelización.


Mucha gente que no conoce el evangelio está particularmente sensible y receptiva en estas
fechas. Conocemos el testimonio de hermanos que se han rendido a Jesucristo cuando
escucharon al coro cantar en navidad, o cuando contemplaron la representación del pesebre,
cuando escucharon “Noche de paz”, ¡incluso algunos se quedaron en la iglesia al ver el
templo adornado y con luces! La iglesia puede y debe seguir usando esta celebración para
que el Señor llame a rendirse a los que él ha dispuesto.

En nuestro himnario tenemos una de las secciones más extensas con ¡27 himnos!,
dedicados a la conmemoración de la navidad (no. 114-140).

LO MÁS IMPORTANTE
La palabra Navidad viene del latín Nativitas, que significa “nacimiento.” Con esta
definición no podemos olvidarnos de la razón de ser de esta fiesta. Además de las profecías
mesiánicas sobre el nacimiento de Jesús que se leen en el periodo del Adviento, hay cinco
importantes pasajes bíblicos que dan cuenta de esto (agregue sus propias anotaciones a
estos resúmenes):

Gálatas 4:4-5
Esta carta se escribió antes de cualquier evangelio, por ello representa el primer testimonio
escrito de la navidad. En esta mención paulina se enseñan cuatro cosas importantes: (1) El
nacimiento de Jesús fue en el tiempo dispuesto por Dios, el que ya tenía señalado en su
calendario eterno. (2) Su nacimiento “bajo la ley” estaba en interés de su obra redentora que
liberaría a los escogidos de la condenación establecida por la Ley. (3) Su venida al mundo
debe verse siempre en el horizonte de su sacrificio, por medio del cual llegamos a ser
adoptados como hijos de Dios. (4) Al venir a ser hijos de Dios somos ahora libres para
acercarnos a Dios como nuestro Padre y tenemos el Espíritu de Dios.

Filipenses 2:6-8
Este himno cristológico enseña la preexistencia de Jesucristo y las implicaciones de haberse
hecho hombre. Él se despojó a sí mismo, literalmente “se vació” (gr. kenosis) de su poderío
y dignidad para encarnarse. Y además se humilló a sí mismo (gr. tapeinosis) cuando tomó
nuestro lugar para morir sufriendo el castigo por nuestros pecados. Su actitud servicial y
desinteresada representa un modelo ético para los que seguimos y servimos a Jesucristo.

Mateo 1:20-25
La narración de Mateo también conecta el nacimiento con la obra salvadora, por ello el
nombre que se le asigna: JESÚS, que significa “salvación del Señor.” También destaca la
fidelidad de Dios porque cumple sus promesas y reconoce la divinidad de Jesús al
identificarlo como Emanuel, “Dios con nosotros.”

Lucas 2:6-7
Ambos evangelios destacan la concepción virginal de Jesucristo como obra sobrenatural del
Espíritu Santo y la intervención de ángeles en torno a su nacimiento. Como Mateo, Lucas
también destaca el nacimiento de Jesús como el cumplimiento de las profecías y su
designación como Salvador, Cristo y Señor (v. 10). El énfasis de Lucas es: “¡La salvación
ha llegado, se terminó todo temor, llénense de gozo!”

Apocalipsis 12:1-5
Esta visión enmarca el nacimiento de Jesucristo dentro del gran conflicto espiritual que
Satanás (el Dragón) libra contra Dios y contra el pueblo escogido. En esta gran guerra
Satanás es vencido y no puede impedir que venga la salvación (v. 10). Un dato adicional:
en esta visión simbólica, la mujer de la que nace el hijo varón (vv. 1-2) no es la virgen
María, sino representa figuradamente al pueblo de Dios de la Antigua Alianza, de donde
vino el Mesías.

CONCLUSIÓN
Celebrar el adviento y la navidad es reafirmar muchas cosas importantes y esenciales para
nuestra fe. Principalmente que Dios cumple sus promesas y que nos ama entrañablemente,
por lo que ha provisto de un Salvador que vino a ser igual que nosotros, pero sin pecado. El
nacimiento de Jesucristo debe siempre considerarse con el panorama de su obra redentora
completa; Jesús nació para mostrar que Dios nos amó (Jn. 3:16). Esforcémonos por plasmar
estas enseñanzas bíblicas y compartirlas sin temor en nuestras conmemoraciones del
adviento y de la navidad.

ASIGNATURA PARA LA SEMANA


Lea los siguientes pasajes en su contexto y anote sus apreciaciones de lo que enseña cada
uno respecto a la preparación de los creyentes para encontrarse con Dios y servirle.
Deuteronomio 9:9-11
Deuteronomio 8:2-4
Lucas 4:1-13
LECCIÓN 4
EL SALVADOR SE MANIFIESTA (EPIFANÍA) Y NOS PREPARAMOS PARA
ENCONTRARLE (CUARESMA)

PASAJE BÍBLICO: Mateo 2:1-12

TEXTO PARA MEMORIZAR:


¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el
oriente, y venimos a adorarle. (Mateo 2:2)

META DE LA LECCIÓN:
Identificar las bases bíblicas de las festividades de la epifanía y de la cuaresma, así como su
lugar en el calendario cristiano y su importancia para la edificación de nuestra fe.

INTRODUCCIÓN
La lección pasada consideramos cómo la navidad se estableció en el calendario para
contrarrestar celebraciones paganas y alejar a los cristianos de ellas, haciendo que la iglesia
se centrara en lo esencial de su fe: la salvación lograda por el Señor Jesucristo. Podríamos
no estar de acuerdo con este trueque o cuestionar su eficacia, pero gracias a eso
generaciones y generaciones de cristianos han atendido a la voz de Dios al contemplar al
niño del pesebre en esas fechas y han sido gratamente edificados. Hoy estudiaremos la
enseñanza bíblica relacionada con dos festividades más del calendario cristiano para que las
celebremos con inteligencia y provecho.

EPIFANÍA DE JESUCRISTO
(6 de enero)
Esta palabra viene del griego y significa “aparición” o “manifestación.” En el lenguaje
religioso se usaba describir la aparición visible de un ser divino. En los primeros siglos en
las iglesias orientales esta fecha fue la escogida para celebrar el nacimiento de Cristo. Sin
embargo al establecerse la fecha de la navidad se modificó para conmemorar un suceso
estrechamente relacionado en la narración del evangelio y afirmar sus enseñanzas. Antes de
que veamos el relato, recordemos que aunque hay una fecha concreta (6 de enero), el
periodo de epifanía abarca varias semanas, hasta el inicio de la siguiente conmemoración.

En el capítulo dos de Mateo leemos una escena única en los evangelios: la visita de los
magos de oriente a Jesús. Esta narración muestra principalmente cómo la salvación traída
por Jesucristo trasciende las fronteras étnicas y geográficas. Jesucristo “se hace presente, se
manifiesta” a todos los pueblos y naciones, que están representados en los magos (sabios)
que vienen de tierras lejanas (posiblemente de Persia). Ellos, por medio de la revelación
general de Dios (es decir, su creación, representada en la estrella) llegan a conocer el plan
eterno de salvación y a ser protagonistas en él. Su visita a Herodes y sus “sabios” hace
evidente que los intereses del Reino de Dios no se compaginan con los intereses políticos
temporales, aunque pretendan estar revestidos de un aura espiritual. El cinismo de Herodes
lo dice todo: “cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore”
(Mt. 2:8).

Una vez que se encuentran con Jesús, los magos le entregan sus regalos: oro, incienso y
mirra. Ya antes le habían reconocido como rey y ahora lo hacen patente ante él con estos
regalos regios. La tradición ha señalado que son tres magos por los tres presentes, pero el
texto no indica cuántos eran realmente. Ellos son los primeros que le reconocen como Rey.
Su propio pueblo no le reconoció como tal, sino que siguieron el camino de Herodes para
matarlo. Pero ellos, que le buscan y reconocen así, Dios también les da un regalo: la
capacidad de discernir su voluntad. Antes de volver escuchan en sueños la voz de Dios, a la
manera de los profetas y apóstoles. Todo esto muestra:
(1) Que toda persona, sin distinción étnica, podría tener cierto acercamiento a la salvación
de Dios gracias a las señales de la revelación general (ver Hch. 17:26-27 y Ro. 1:20).
(2) Que la toda la revelación de Dios conduce a Jesucristo, al quien se le debe reconocer
como Rey (Lc. 19:38; Ap. 14:14).
(3) Que Dios nos hace parte de su Reino eterno por vía de Jesucristo, y nos hace aptos para
conocerle y entender su voluntad (Col. 1:9; Heb. 13:21)

Esta es la esencia de la celebración de la Epifanía: Jesucristo se ha manifestado a todas las


naciones, y todas deben rendirse ante él y reconocerle como Rey: “para que en el nombre
de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la
tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”
(Flp. 2:10-11)

Hay otros pasajes del evangelio que se usan en la Epifanía, pero solo mencionaremos uno
más que está relacionado. Juan 12:20-26 es una escena posterior a que Jesús es aclamado
como Rey en la entrada triunfal. Entonces unos extranjeros (griegos) se acercan para
conocer a Jesús. Él reconoce que es una señal de que ha llegado la hora de que sea
glorificado. Esto implica seguir el camino hacia la cruz, ya que es su sacrificio el único
medio para quitar los pecados del mundo e incorporar en el Reino eterno a todas las
naciones como una sola (leamos Efesios 2:14-19). Así que la celebración de la Epifanía es
muy significativa por lo que será de edificación para la iglesia si la conmemoramos
adecuadamente.

Comenten en el grupo:

¿Qué prácticas populares erróneas se asocian con esta celebración?


________________________________________________________________________
¿Por qué se les ha llamado “reyes” a los magos, si el texto bíblico no los llama así?9
________________________________________________________________________
¿Cómo podríamos aprovechar mejor esta celebración del año cristiano en nuestra iglesia?
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CUARESMA
(40 días antes del Domingo de Resurrección)10
Desde el nombre de esta celebración podemos tener cierto prejuicio, debido las prácticas
populares y equivocadas que se dan en nuestro medio, como los carnavales, las
restricciones alimenticias y el “miércoles de ceniza”. Sin embargo podemos también

9
Después de discutirlo, vea una posible explicación al final de esta serie de lecciones.
10
En este conteo no se consideran los domingos, por eso el inicio caerá en miércoles.
entresacar lo precioso de lo vil en este caso y buscar la mejor manera de aprovechar este
importante periodo de preparación para la semana santa.

La palabra viene del latín quadragésima, que significa precisamente 40. En la iglesia de los
primeros siglos comenzó utilizándose como un periodo de preparación de catecúmenos
para el bautismo, que se había empezado a efectuar preferentemente en la conmemoración
del “Gran Día de Resurrección” cada año. Se establecieron 40 días aludiendo a tres eventos
bíblicos también preparatorios:

1) Moisés estuvo cuarenta días en ayuno, preparándose así para encontrarse con Dios y
recibir las tablas del pacto:
“Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que
Jehová hizo con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin
comer pan ni beber agua; y me dio Jehová las dos tablas de piedra escritas con el dedo de
Dios; y en ellas estaba escrito según todas las palabras que os habló Jehová en el monte,
de en medio del fuego, el día de la asamblea. Sucedió al fin de los cuarenta días y cuarenta
noches, que Jehová me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto.” (Dt. 9:9-11)

2) Los 40 años de Israel en el desierto, en donde estuvo para ser probado y perfeccionado:
“Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta
años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si
habías de guardar o no sus mandamientos. Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó
con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte
saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová
vivirá el hombre. Tu vestido nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado en estos
cuarenta años.” (Dt. 8:2-4)

3) Los 40 días de ayuno de Jesús antes del inicio de su ministerio público:


“Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto
por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados
los cuales, tuvo hambre. Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra
que se convierta en pan. Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el
hombre, sino de toda palabra de Dios.” (Lc. 4:1-4)

¿CÓMO NOS PREPARAMOS?


En algún punto de la historia, la iglesia consideró que debía haber cierta restricción
alimenticia en el que participaran todos. Pero, puesto que no se podía replicar un ayuno de
40 días como el de Moisés o el de Jesús, se estableció arbitrariamente un ayuno de ¡carnes
rojas! Y en verdad se ha demostrado que reducir este alimento beneficia la salud, pero no
consideramos correcto justificarlo como una práctica de beneficio espiritual. A menos que
sea un ayuno completo, la restricción de ciertos alimentos por motivos “espirituales” no
tiene respaldo en la práctica de la iglesia neotestamentaria. Por el contrario, 1 Ti. 4:3 dice
que en los postreros tiempos los espíritus engañadores “mandarán abstenerse de alimentos
que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que
han conocido la verdad.”11 Tampoco consideramos de utilidad promover las marcas de
ceniza, pues solo queda en un símbolo externo y vacío.

Estas son algunas sugerencias que podemos celebrar provechosamente la cuaresma (o si lo


preferimos llamémosle: “periodo de preparación para la pascua”):

1) Preparar planes de lectura bíblica especiales, que instruyan respecto de nuestra


consagración a Dios y renuncia a los intereses falsos de este mundo.

2) Programar ayunos puntuales conforme a los lineamientos bíblicos correctos, a fin de orar
y dedicarnos con mejor conciencia a nuestro Señor.

3) Predicar estos domingos en función de la consagración de la iglesia y de las temáticas


que se expondrán en la semana santa. Celebrar cultos y actividades comunes con este
enfoque, recordando que nuestra dedicación no sólo es individual sino también
comunitaria.

4) Retomar la programación del bautismo y recepción de miembros el Domingo de


resurrección y planificar actividades provechosas de estudio y oración con los catecúmenos
y con la iglesia.

¿Qué otras ideas pueden aportarse para aprovechar mejor esta celebración del año cristiano
en nuestras iglesias?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

CONCLUSIÓN
La recuperación y conmemoración correcta de los periodos del año cristiano es un recurso
que nos ayudará a fortalecer nuestra identidad en Cristo, a tener la mente de Cristo (1 Co.
2:12). Lo que debemos buscar con esto son mejores oportunidades y más regulares de ser
instruidos como creyentes en el camino del discipulado. Con esta conciencia, a lo largo de
todo el año y en más momentos estaremos pendientes de cómo podemos imitar mejor a
nuestro Señor Jesús y mostrar que en verdad es nuestro Rey. Tal vez por mucho tiempo
hemos ignorado este recurso, y puede ser una de las razones de los extravíos que vemos en
amplios sectores de la cristiandad contemporánea, y a su poca distinción de lo que el
mundo considera normal. Asumamos el reto de poner en práctica estos principios que
estamos estudiando en la planificación anual de nuestra iglesia, y a su tiempo veremos los
frutos.

11
Esta restricción propició también los orígenes del Carnaval (del it. Carne, levare), es decir, “¡adiós a la
carne!” Los días previos al inicio de la cuaresma los carniceros remataban o regalaban la carne que les
quedaba, haciéndose festines y comilonas populares, que degeneraron después en festividades libertinas
caracterizadas por el desenfreno. De “adiós a la carne (como alimento)” vino a significar “gusto a la carne
(como deseos mundanos)”
ASIGNATURA PARA LA SEMANA
Investigue cuáles son las Siete Palabras de Jesucristo de las que se predica los viernes de
semana santa. Haga una síntesis de su significado e importancia para nosotros hoy. Presente
sus resultados al comienzo de la siguiente lección.
LECCIÓN 5
LA SEMANA MÁS IMPORTANTE DEL AÑO CRISTIANO (SEMANA SANTA)

PASAJE BÍBLICO: Juan 13:1-20

TEXTO PARA MEMORIZAR:


Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de
este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó
hasta el fin. (Juan 13:1)

META DE LA LECCIÓN:
Revalorar la importancia de la semana santa como una conmemoración necesaria para la
edificación de la iglesia, rememorando los acontecimientos finales de la vida terrenal del
Señor Jesucristo.

INTRODUCCIÓN
La gente suele esperar las festividades de la semana santa para descansar o vacacionar. Sin
embargo el pueblo cristiano a lo largo de su historia ha conmemorado estos días
llamándolos “santos” para considerar y revivir los acontecimientos en torno a los últimos
días terrenales del Señor Jesús, así como su muerte y su resurrección. Aunque parece que
cada vez es menos frecuente en las iglesias tener actividad todos los días de la semana
santa, buscaremos con esta lección revalorarla en su justa dimensión para mejorar nuestra
celebración.

ORÍGENES Y DESIGNACIÓN
Ya hemos mencionado que la resurrección de Jesús fue prácticamente la primera festividad
cristiana en celebrarse. Los primeros cristianos comenzaron a reunirse para este fin el
primer día de la semana, el dies Solis (día del Sol) según la nominación romana. Juan
recibió la revelación de Apocalipsis en este día (Ap. 1:10). Después del periodo inicial, la
iglesia fue “gentilizándose” paulatinamente. Entonces se marcó la distinción de la novedad
de las cosas bajo el nuevo pacto que Jesús había hecho, y por ello se dejaron de celebrar las
festividades judías de la antigua alianza. En cuanto a las festividades anuales, el lugar lo
tomó primero el “gran primer día” cada año, el de la resurrección de Jesús. Y así fue
organizándose en torno a este día el resto de las conmemoraciones semanales, tomando en
cuenta el registro de los evangelios. Para el siglo IV ya hay evidencia en la historia de la
iglesia de la celebración del Triduum Sacrum, es decir, los tres días sagrados: jueves de
comunión, viernes de expiación y domingo de resurrección.

En torno a estos tres días, se fueron estableciendo simultáneamente y de manera progresiva


los días de preparación, la cuaresma por un lado (ver lección anterior) y por otro la
designación de los demás días semanales para completar las festividades de semana santa.
Los siete días quedan distribuidos de esta manera:12

12
Para una distribución más detallada de los acontecimientos y pasajes bíblicos, ver: Guía de los temas para
la Semana Santa: Semana de Pasión, compilado por Aldo Chalé (disponible en:
www.presbiteriopeninsular.org.mx)
Nombre(s) Acontecimientos Textos bíblicos
Domingo de ramos o Entrada triunfal de Jesús a Mt. 21:1-11; Mc. 11:1-11; Lc.
de palmas Jerusalén 19:28-40; Jn. 12:12-19
Mt. 21:12-17; Mc. 11:15-19;
Purificación del Templo
Lc. 19:45-48
Lunes de autoridad
Mt. 21:18-22; Mc. 11:12-14,
Maldición de la higuera estéril
20-26
Discusión con los líderes Mt. 21:23-27; Mc. 11:27-33;
religiosos de Jerusalén Lc. 20:1-8
Mt. 21:28-22:15; Mc. 12:1-12;
Martes de Enseñanza en parábolas
Lc. 20:9-19
controversia
Controversias con los partidos Mt. 22:16-23:36 ; Mc. 12:13-
judíos 44; Lc. 20:20-21:4
Mt. 24 y 25; Mc. 13; Lc. 21:5-
Discurso escatológico de Jesús
38
Conspiración para apresar y Mt. 26:1-5, 14-16; Mc. 14:1-2,
Miércoles de retiro matar a Jesús 10-11; Lc. 22:1-6
Unción de Jesús en Betania Mt. 26:6-13; Mc. 14:3-9
Preparación e institución de la Mt. 26:17-29; Mc. 14:12-25;
última cena Lc. 22:7-30
Jesús lava los pies de sus Jn. 13:1-30
discípulos
Jesús instruye a sus discípulos Jn. 13:31-35 y caps. 14-17
y ora por ellos
Jueves de comunión
Jesús anuncia la negación de Mt. 26:30-34; Mc. 14:26-31;
Pedro Lc. 22:31-34; Jn. 13:36-38
Oración de Jesús en el huerto Mt. 26:36-46; Mc. 14:32-42;
de Getsemaní Lc. 22:39-46.
Arresto de Jesús y Mt. 26:47-75; Mc. 14:43-72;
enjuiciamiento por el concilio Lc. 22:47-71; Jn. 18:1-27.
Mt. 27:1-31; Mc. 15:1-20; Lc.
Jesús es sentenciado a muerte
23:1-25; Jn. 18:28-19:16
Viernes de
Mt. 27:32-56; Mc. 15:21-41;
expiación, de pasión Crucifixión y muerte de Jesús
Lc. 23:26-49; Jn. 19:17-37
o de crucifixión
Mt. 27:57-66; Mc. 15:42-47;
Sepultura de Jesús
Lc. 23:50-56; Jn. 19:37-42
Domingo de Resurrección de Jesús y Mt. 28; Mc. 16; Lc. 24:1-49;
resurrección apariciones Jn. 20 y 21

Dada la realidad actual de nuestras iglesias, no todas tienen actividades cada día de la
semana santa. ¿Qué días de la semana santa se conmemoran en su iglesia? ¿Por qué?
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En su opinión, ¿es importante tener culto o actividad cada día de la semana santa? ¿Por
qué?____________________________________________________________________
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¿Qué estrategias pueden seguirse en su iglesia para conmemorar la semana santa completa?
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_________________________________________________________________________
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CUESTIONAMIENTOS CONTRA LA SEMANA SANTA


En los últimos años, sectores críticos de la iglesia han cuestionado la conmemoración de la
semana santa, esgrimiendo dos principales argumentos: (1) Que es una celebración
originada en el catolicismo y que, por lo tanto, trasmite más errores e inexactitudes que
edificación; y (2) Que hay una imprecisión en cuanto al día de la muerte de Jesucristo, no
pudiendo ser el día viernes, sino que debió ser el jueves. Brevemente responderemos a estos
cuestionamientos.

Primero: La semana santa, como otras celebraciones del año cristiano, tienen su origen en
periodos previos al desarrollo del catolicismo romano. Es verdad que con el catolicismo se
dio entrada a múltiples errores doctrinales, éticos y litúrgicos, los cuales, sin embargo,
fueron combatidos en la Reforma protestante y los siglos siguientes con el principio de Sola
Scriptura. Bajo este tamiz, los reformadores y sus iglesias validaron doctrinas y prácticas
cristianas que se heredaron del catolicismo, depurándolas de sus elementos erróneos. Por
ejemplo, se mantuvieron la doctrina de la Trinidad, el bautismo infantil, el domingo como
día del Señor, etc. Y se proscribieron, entre otras: el purgatorio, la veneración a María y a
los santos, el celibato sacerdotal, la transubstanciación,13 etc. Aunque hubo (y hay el día de
hoy) movimientos que buscan una renovación radical y completa, haciendo tabula rasa de
la historia, no fue el caso de la iglesia reformada, de la cual somos nosotros parte. Por ello
valoramos en su justa dimensión nuestras herencias doctrinales, éticas y litúrgicas, sin
perder de vista el otro principio rector: Ecclesia reformata semper reformanda est
secundum verbum Dei (“la iglesia reformada siempre se está reformando conforme a la
Palabra del Dios”).

Segundo: La iglesia conservó en su memoria que Jesús había muerto dos días antes a
primer día de la semana. Este es “el tercer día”, contándose primero el día de su muerte,
como lo había anunciado (Mt. 16:21; Mc. 9:31; Lc. 9:22). Y aunque no hubiera sido así,
tengamos presente que las fechas conmemorativas del calendario cristiano no son
matemáticamente exactas (como ya se ha señalado respecto a la fecha de navidad y de
epifanía). La importancia radica en su carácter instructivo para la iglesia, recordándonos
primero los hechos, que efectivamente ocurrieron, así como su significación para nuestra fe
en todos los tiempos.

UN TRIPLE PROPÓSITO

13
Enseñanza católico romana que afirma que el pan y el vino de la misa se transforman literal y
respectivamente en el cuerpo y la sangre de Jesucristo.
La semana santa cumple en nuestras iglesias un triple propósito: es una festividad para
conmemorar (rememorativa), para enseñar (didáctica) y para proclamar (kerigmática).
Veamos brevemente cada uno de estos propósitos.

Una festividad rememorativa: La mayor parte de las festividades del año cristiano tienen
este carácter: remiten a lo que sucedió con nuestro Señor Jesucristo. Son una manera para
que nosotros revivamos esos gloriosos hechos en nuestros tiempos. El catolicismo llegó al
grado de recrear la semana santa con toda una puesta en escena de los hechos, culminando
en el vía crucis.14 Nosotros creemos que no es necesario un montaje de esta naturaleza, sino
que es suficiente la remembranza por medio de las lecturas bíblicas, la meditación (personal
y grupal), así como la instrucción, que es el segundo propósito.

Una festividad didáctica: La enseñanza por medio de la rememoración es una estrategia


validada por las Escrituras. A los israelitas, en la institución de la pascua, Dios les señaló
que la conmemoración sería una oportunidad para instruir a las generaciones venideras (Éx.
12:25-27). Del mismo, modo, la semana santa nos ayuda a instruirnos junto con nuestros
hijos de lo que ocurrió con nuestro Señor Jesucristo, lo que enseñó, y lo que significa para
nosotros. Ahora, Cristo es nuestra pascua (1 Co. 5:7), por ello debemos aprovechar
cualquier estrategia válida para asimilar el significado de su vida, su enseñanza, su muerte y
su resurrección. Podemos afirmar cómo nos identificamos con Jesucristo en su muerte y
resurrección (Ro. 6:3-11). Aunque podemos hablar todo el año de esto, nos daremos cuenta
que lo que se instruye en estos días siempre causará un impacto especial a los creyentes.

Una festividad kerigmática: El kerigma inicial, es decir, la proclamación de la iglesia en sus


orígenes, fue la muerte y resurrección de Jesús así como su significado y trascendencia. A
este anuncio se le consideró el núcleo del evangelio del Reino de Dios (Hch. 8:12) que
hacía volver los corazones del engaño a la verdad, del pecado a la justicia, de la muerte a la
vida al conocer las dimensiones del amor de Dios y su salvación evidenciadas en su hijo
Jesucristo (Jn. 3:16). La semana santa, de manera especial, nos da la oportunidad que como
iglesia volvamos a hacer saber a un mundo confundido y perdido que hay esperanza de
vida, que hay amor auténtico, que hay una luz verdadera que ha venido (Jn. 1:9) para
reconciliarnos unos a otros y con nuestro Creador. Por ello, debemos hacer de cada semana
santa un tiempo en que evangelicemos, hablando sin temor del Señor Jesús en el que
creemos. Aunque lo podemos y debemos hacer todo el año, la evangelización en tales días
seguramente hallará en los corazones de la gente un terreno más fértil para que la Palabra
de vida germine para dar fruto, conforme a la voluntad de Dios.

CONCLUSIÓN
Dada la importancia de la semana santa, según hemos estudiado, debemos prepararnos para
conmemorarla de la mejor manera posible. Tanto nuestras actividades de la iglesia como
nuestra vida personal deben reflejar la manera que honramos el evangelio y a nuestro Señor
Jesucristo. Para este fin, podemos hacernos conscientes de la importancia del periodo de

14
Desde el siglo III y IV, se describen peregrinaciones de cristianos a Jerusalén que buscaban recorrer los
lugares donde Jesús había estado los últimos días y horas de su vida.
preparación (como es la cuaresma). Hay muchos hechos y enseñanzas de nuestro Señor
Jesús que podemos rememorar cada semana santa. Por ello, procuremos que no sea sólo
una conmemoración repetitiva cada año, sino que nos perfeccione progresivamente en
conocimiento y santidad para gloria de nuestro Dios y crecimiento de la iglesia.

ASIGNATURA PARA LA SEMANA


Investigue en la doctrina cristiana, ¿cuáles son los oficios de Cristo? Y, ¿cuáles son los dos
estados de Cristo y cuáles hechos los representan? (Pista: Catecismo Menor de
Westminster, Cap. VI)
LECCIÓN 6
LA ASCENSIÓN DE JESUCRISTO Y EL PENTECOSTÉS

PASAJE BÍBLICO: Hechos 1:6-26

TEXTO PARA MEMORIZAR:


Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo
que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan
hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros,
de su resurrección. (Hechos 1:21-22)

META DE LA LECCIÓN:
Estudiar las enseñanzas bíblicas y doctrinales de la ascensión de Jesucristo y del día de
pentecostés a fin de valorar la importancia de conmemorarlas para instrucción y edificación
de nuestra vida e iglesia.

INTRODUCCIÓN
¿Celebran en su iglesia el día de la ascensión de Jesucristo? ¿Y el día de Pentecostés? Este
último nombre se ha asociado a ciertas iglesias y grupos cristianos, lo cual en ocasiones nos
ha representado un prejuicio y desconocimiento de la conmemoración que subyace en esta
palabra. Concluiremos esta serie de lecciones exponiendo estas dos festividades, que son
también poco conocidas y menos conmemoradas en nuestras iglesias. Sin embargo, como
veremos, rememoran eventos muy significativos para la iglesia, y su instrucción resulta ser
de gran edificación para todos los tiempos.

LA ASCENSIÓN DE JESUCRISTO
(40 días después del domingo de resurrección)
Después de resucitar, Jesucristo se estuvo apareciendo a sus discípulos en un periodo de 40
días. Lea Hechos 1:1-3 y complete las palabras que faltan en los espacios:

“En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a
______ y a ________, hasta el día en que fue __________ __________, después de haber
dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; a quienes
también, después de haber padecido, se presentó ________con muchas pruebas
____________, apareciéndoseles durante _____________ __________ y hablándoles
acerca del _________ de Dios.”

Si se cuentan cuarenta días después del domingo de resurrección, puede verse que el día en
que concluyen es un jueves. Este se anota como el día de la ascensión de Jesucristo. Como
no siempre es posible hacer una actividad especial ese día de la semana, la festividad
usualmente se conmemora el domingo siguiente, que es llamado “Domingo de ascensión.”

Lea los siguientes textos bíblicos que dan cuenta de este importante acontecimiento y anote
las peculiaridades que se registran en cada uno:
Hechos 1:4-11_____________________________________________________________
_________________________________________________________________________
Lucas 24:50-53____________________________________________________________
_________________________________________________________________________
Marcos 16:19 ______________________________________________________________
_________________________________________________________________________
1 Timoteo 3:16 ____________________________________________________________
_________________________________________________________________________

Juan Calvino y los reformadores revaloraron la importancia de la ascensión de Jesucristo


para combatir la falsa doctrina de la transubstanciación, señalando la inconsistencia lógica
que Jesucristo estuviera presente de manera corporal en los elementos de la Santa Cena
puesto que su cuerpo resucitado se encontraba a la diestra de Dios donde había ascendido.
La doctrina es tan importante que queda plasmada en los Catecismos de Heidelberg y el
Mayor de Westminster.

El Catecismo de Heidelberg dice lo siguiente:


P. 49: ¿Qué beneficios nos otorga la ascensión de Cristo al cielo?
Respuesta: Primero: Él es nuestro intercesor en el cielo delante del Padre (a). Segundo: Que
tenemos nuestra carne en el cielo para que por ello, como una garantía, estemos seguros, de
que él siendo nuestra cabeza, nos atraerá a sí como miembros suyos (b). Tercero: Que
desde allí nos envía su Espíritu como prenda recíproca (c), por cuya virtud buscamos, no
las cosas de la tierra sino las de arriba, donde está sentado a la diestra de Dios (d).
(a) Ro. 8:34; 1 Jn. 2:1. (b) Jn. 14:2-3, 17:24, 20:17; Ef. 2:6. (c) Jn. 16:7; Hch. 2:33; 2 Co.
1:22, 5:5. (d) Ef. 1:20; Col. 3:1; Heb. 1:3; 1 P. 3:22.

El Catecismo Mayor de Westminster dice:


P. 53. ¿Cómo fue exaltado Cristo en su ascensión?
R. Cristo fue exaltado en su ascensión en que habiendo aparecido y conversado
frecuentemente con sus discípulos después de su resurrección, hablándoles de las cosas
pertenecientes al reino de Dios, (a) y dándoles la comisión de predicar el evangelio en todas
las naciones; (b) cuarenta días después de su resurrección, él, en nuestra naturaleza y como
cabeza nuestra, (c) triunfante de sus enemigos, (d) subió visiblemente a los altos cielos para
recibir dones para los hombres, (e) y llevar nuestros afectos hacia arriba. (f) y preparar un
lugar para nosotros, (g) donde él está y continuará hasta su segunda venida. (h)
(a) Hch. 1:2-3. (b) Mt. 28:19-20; Mc. 16:15. (c) Heb. 6:20. (d) Ef. 4:8; 2 Ti. 1:10; Heb.
2:14. (e) Sal. 68:18; Lc. 24:51; Hch. 1:9; Ef. 4:8. (f) Col. 3:1-2. (g) Jn. 14:2-3. (h) Lc.
21:27; Hch. 1:11, 3:21.

La ascensión tiene entonces las siguientes implicaciones para la iglesia en todos los
tiempos:
1) Jesús es apartado en la carne pero su majestad está presente con su iglesia por medio de
su Espíritu como él lo prometió: “…y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el
fin del mundo” (Mt. 28:20)
2) Jesús tiene el señorío por la posición que ahora tiene a la diestra de Dios: “quien
habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y
potestades.” (1 P. 3:22)
3) Nos guía a buscar a Jesucristo no en las cosas de la tierra, sino buscarle arriba y también
anhelar las cosas que vienen de él: “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas
de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.” (Col. 3:1)
4) Nos confirma que él intercede por nosotros: “¿Quién es el que condenará? Cristo es el
que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que
también intercede por nosotros.” (Ro. 8:34)
5) Nos afirma la esperanza de su segunda venida desde los cielos y nuestra futura reunión
con él: “Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y
gloria.” (Mc. 13:26)

Entonces, ¡celebremos la ascensión de Jesucristo! Puesto que creemos que vive y vendrá.
Desde el domingo de resurrección hasta esta fecha, se pueden exponer en detalle las
evidencias e implicaciones de la resurrección, así como los mandamientos y enseñanzas de
su Reino (Hch. 1:2-3). Y para este domingo contamos con una selección de himnos en
nuestro himnario Solo a Dios la gloria que podemos cantar para celebrarla (himnos 199-
204, también es mencionada en los himnos 136, 148, 206, 220 y 227).
“La Ascensión celebra la gloria y poder del Señor resucitado, su señorío presente. Según
Juan Calvino […], la ascensión celebra la encarnación continuada de quien se sienta
ahora a la diestra de Dios. Este sigue siendo Jesús de Nazaret, todavía humano y también
divino. Ahora su humanidad ha sido glorificada, pero no por eso ha dejado él de ser uno
de nosotros.”15

EL PENTECOSTÉS
(50 días después del domingo de resurrección)
Como ya se ha dicho, la ascensión está estrechamente ligada a esta última festividad que
expondremos. Jesús dijo: “Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el
Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.” (Jn. 16:7). Esta promesa
se cumplió 10 días después de su ascensión (Hch. 2:1-4).

La fiesta de pentecostés, al igual que la pascua, tiene su antecedente en la antigua alianza,


en la llamada “fiesta de las semanas” (Lv. 23:15-22; Dt. 16:9-12), que debía celebrarse
siete semanas, es decir, cincuenta días después de la pascua (Lv. 23:16). De ahí el nombre
“pentecostés”, que significa en griego quincuagésimo. En esta fiesta se celebraba la
provisión del Señor mostrada al bendecir las cosechas. En este sentido hay también una
provisión de Dios cuando envió al Espíritu Santo. El profeta Joel muestra la conexión entre
la promesa del derramamiento del Espíritu de Dios (Jl. 2:28-32) y la promesa de lluvia y
buenas cosechas (Jl. 2:21-27).

15
Catherine Gunsalus González, Lecciones del culto…, pp. 206-207.
Pero lo mismo que Jesús había hecho en esa Pascua cincuenta días antes, dándole un nuevo
y definitivo sentido a la Pascua judía, ahora el Espíritu le da un nuevo y más pleno sentido
a la fiesta del Pentecostés. Marcaría de ahí en adelante la manifestación visible de la iglesia.
Estrictamente, la iglesia está presente desde el inicio de la historia, pues se conforma por
los escogidos de Dios para salvación. Pero es en ese Pentecostés del siglo primero, cuando
ese pueblo escogido se hace manifiesto por la intervención sobrenatural y poderosa del
Espíritu de Dios. Él envuelve y entusiasma a los discípulos de Jesucristo, como antaño lo
había hecho con profetas, sacerdotes, reyes, y otros personajes de la historia de Israel que
leemos en las páginas de la Escritura. Estos hombres y mujeres fueron llenados por el
Espíritu de Dios para hablar el evangelio con valentía y poder, y además, ¡en diversas
lenguas! No en lenguas angelicales incomprensibles, sino en lenguas humanas.

Pero Dios ya había hecho algo similar muchísimos años antes. En Génesis 11:1-9, Dios
también hace a los hombres hablar en lenguas diversas. En Babel, cuando los hombres
ensoberbecidos quisieron construir una torre que llegara hasta el cielo. Ahí Dios confundió
su lengua única para estorbar sus planes, para humillar al hombre que ya estaba dividido
contra sí mismo a causa del pecado en su corazón. En ese entonces en Babel, la humanidad
quedaría dividida por las barreras del lenguaje. Pero en realidad no es el lenguaje lo que
divide, sino la contaminación malvada del corazón. Eso es lo que provoca envidias,
enemistades y pleitos interminables entre el ser humano. Pero ahora Dios vuelve operar ese
milagro de hacer hablar a un grupo de hombres y mujeres en otras lenguas para cerrar el
ciclo iniciado en Babel y antes: ahora las lenguas diversas servirán para anunciar las buenas
nuevas de salvación, para anunciar que es el turno de Dios viniendo a reconciliar consigo al
mundo por Jesucristo. La salvación anunciada con este poder, invita al ser humano
fragmentado a unirse con aquél que se encuentra enemistado: con su Creador; pero también
con la obra del Creador: con el prójimo. Así se cierra el ciclo: las lenguas en Babel habían
dividido para estorbar los planes egoístas del hombre y evidenciar su pecado; las lenguas en
Pentecostés vienen a unificar a una nueva humanidad, a establecer una comunidad nueva,
que vive reconciliada con Dios y reconciliada entre sí por medio del perdón de los pecados
por sola gracia. Es Dios mismo por medio de su Espíritu el único que puede hacer posible
esta nueva realidad. Esa fuerza es una fuerza creadora, es poder puro conjugado con amor
puro: y se le ha llamado: Espíritu Santo.

Juan Calvino, en su Breve instrucción cristiana, dice: “El Espíritu Santo es quien inflama
nuestros corazones con el fuego de un ardiente amor a Dios y al prójimo.” Este fuego nos
lleva al servicio, para el cual el Espíritu de Dios también nos ha capacitado. A cada
creyente le ha dado dones que deben edificar la iglesia para que llegue a ser lo que Dios ha
dispuesto y testifique poderosamente de la gran obra de Dios en Jesucristo. La celebración
del domingo de pentecostés nos ayuda a reafirmar entonces: (1) La venida y la doctrina del
Espíritu Santo; (2) Nuestra responsabilidad de vivir en unidad como iglesia; (3) Nuestra
responsabilidad de testificar el evangelio al mundo; (4) Nuestra responsabilidad y
capacidad de servir a la edificación del Reino por los dones que hemos recibido; (5) La
nueva vida que tenemos en Cristo y para la cual hemos sido sellados por el Espíritu (Ef.
4:30). Tenemos en nuestro himnario toda una sección sobre el Espíritu Santo de la que
podemos echar mano en esta celebración (himnos 261-276).

CONCLUSIÓN
A partir de esta fecha se inicia en el calendario cristiano la llamada “Estación del Reino.”
En ella se buscará reafirmar la identidad de la iglesia, sus responsabilidades y la compañía
permanente de Dios a través de la obra de cada persona de la Trinidad. Las bases han sido
dadas a partir de nuestra identificación con el Señor Jesucristo, y las festividades descritas
pueden ser un valioso recurso para nuestra instrucción y la de nuestra iglesia en la Palabra
de vida. Si llegamos a implementarlas adecuadamente, con seguridad veremos cómo el
Señor reedifica a su iglesia y aviva su obra en medio de estos tiempos difíciles. Que Dios
nos llene de su sabiduría para usar con provecho estas enseñanzas.

ASIGNATURA PARA LA SEMANA


Resuma las fechas del Calendario cristiano que fueron estudiadas así como sus enseñanzas
principales. Compártalas con algún joven o miembro de la iglesia que no haya participado
en estas lecciones.

Anexo 1: Listado de las fiestas anuales de Israel (Levítico 23):


1) La Pascua
2) Fiesta de los panes sin levadura
3) Fiesta de las primicias
4) Fiesta de las semanas, conocida posteriormente como Pentecostés
5) Fiesta de las trompetas
6) Día de la expiación
7) Fiesta de los tabernáculos

Anexo 2: ¿"Reyes" magos?


Así se les conoce popularmente, sin embargo en la narración bíblica nunca se les designa de
esta manera. Posiblemente al considerar la calidad de los regalos (oro, incienso y mirra) se
pensó lógicamente que ellos también eran reyes. Hay también otra posible explicación:
Isaías 60:3, que es parte de un anuncio mesiánico, dice: “Y andarán las naciones a tu luz, y
los reyes al resplandor de tu nacimiento.” Posiblemente alguien entendió que el
cumplimiento de esta profecía se dio en la llegada de los magos y les dejó ese título.

En todo caso, lo mejor para nosotros es cuidar de llamarles sencillamente como el texto lo
dice: Magos o sabios.

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