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Petruzzi, María José.

Ugartemendia, Valentina A.

SECRETO: Es lo no divulgado, lo no conocido por un número indeterminado de personas. Es “algo que no se


encuentra difundido o divulgado y que existe interés del sujeto (titular del secreto) de mantenerlo fuera del
conocimiento de un número indeterminado de personas” (Donna, pág.368).-

OBJETIVO DEL S.P: Que el paciente hable con absoluta libertad sobre su cuerpo, síntomas, conductas y
hábitos, se someta a evaluaciones y estudios complementarios, para poder establecer un diagnóstico y
determinar el abordaje terapéutico, lo que requiere que se le garantice que lo informado y establecido no
será revelado.

La Ley Nº 26529 de Derechos del Paciente en su relación con los Profesionales e Instituciones de Salud,
establece, entre otros derechos esenciales, el respeto a la:
1. AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD: (Art.2 inc. E) El paciente tiene derecho a aceptar o rechazar terapias o
procedimientos médicos o biológicos, con o sin expresión de causa, como así también revocar
posteriormente su manifestación de voluntad.
Constitución Nacional Art 19: Expresa el principio de autonomía de la voluntad y el derecho a la
privacidad “Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral
pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los
magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de
lo que ella no prohíbe.”
Es decir, que cada persona adulta con discernimiento, intención y libertad puede escoger lo que
considere su plan de vida aunque le implique un daño personal. Solo el daño a terceros opera como
límite a la decisión personal.
El hombre no tiene precio ni valor sino dignidad. Debe ser respetado y valorado como ser individual y
social con sus características y condiciones particulares.
No es un medio para alcanzar objetivos sino un fin en sí mismo. Respetar la dignidad implica aceptar que
como ser autónomo e independiente pueda elegir.

2. INTIMIDAD:(Art.2 inc. C). Toda actividad médico - asistencial tendiente a obtener, clasificar, utilizar,
administrar, custodiar y transmitir información y documentación clínica del paciente debe observar el
estricto respeto por la dignidad humana y la autonomía de la voluntad, así como el debido resguardo de
la intimidad del mismo y la confidencialidad de sus datos sensibles, sin perjuicio de las previsiones
contenidas en la Ley Nª 25.326 de Protección de Datos Personales.

3. CONFIDENCIALIDAD de los datos sensibles: (Art. 2 inc d). El paciente tiene derecho a que toda persona
que participe en la elaboración o manipulación de la documentación clínica, o tenga acceso al contenido
de la misma, guarde la debida reserva, salvo expresa disposición en contrario emanada de autoridad
judicial competente o autorización del propio paciente
El secreto profesional no solo se trata de un deber moral sino una obligación legal cuya infracción puede
traer aparejada responsabilidad administrativa, civil y penal.

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Código Penal de la Nación: El art. 156 sanciona con pena de multa de mil quinientos a noventa mil pesos e
inhabilitación por seis meses a tres años al que teniendo noticia, por razón de su estado, oficio, empleo,
profesión o arte, de un secreto cuya divulgación pueda causar daño lo revelare sin justa causa.
El Juramento Hipocrático establece “Juro callar cuanto vea ú oiga dentro y fuera de mi actuación profesional,
que se refiera a la intimidad humana y no deba divulgarse, convencido que tales cosas deben mantenerse en
secreto”.

INFORMACIÓN QUE TIENE OBLIGACIÓN DE SECRETO:


La información conocida por el profesional de la salud porque el titular del mismo se lo ha confiado, o que
haya obtenido por otros medios de su actividad profesional, aunque sean hechos o circunstancias que el
mismo sujeto pasivo desconoce. (Ej. resultado de análisis) Esta información no puede ser divulgada a
terceros ajenos al servicio. Corresponde registrarla por su relevancia en la historia clínica de la mujer.
Información que no tiene obligación de secreto: la información que el profesional conozca del paciente por
circunstancias ajenas a la relación de funcional y de confianza (p.ej., una discusión en la vía pública de la
paciente con un tercero).

Revelación del secreto: Implica descubrirlo, ponerlo de manifiesto, darlo a conocer a una o varias personas y
puede consistir en contarlo a un tercero no obligado a guardarlo, denunciar, publicar o divulgar anónimamente
de cualquier modo la información restringida (Grisetti, pág. 136).

El secreto profesional no se quebranta cuando un profesional (en el marco de la atención terapéutica)


divulga la información a otro sujeto obligado, pues este último también obra alcanzado por el deber. Ej:
Información transmitida en un pase de guardia de un profesional a otro.

Consumación del delito: Es la divulgación. No requiere que efectivamente se cause un daño al paciente.
Este puede ser de cualquier naturaleza, es decir patrimonial, moral o psicofísico. La información divulgada
intencionalmente debe tener la potencialidad de perjudicar al sujeto de atención (p.ej., divulgación de
fotografías del paciente obtenidas en el quirófano sin su consentimiento expreso y por escrito)

Justa Causa: La revelación del secreto profesional procede cuando medie una “justa causa”. La regla es el
secreto y la excepción es la develación. Este concepto debe ser interpretado de manera restrictiva.

¿Cuando es posible develar un secreto obtenido en función de la relación profesional-paciente?


1. Consentimiento del paciente: él es dueño del secreto y como tal puede autorizar su comunicación.
● El paciente puede permitir su divulgación (Ej. solicitar certificación para ser presentada en el trabajo,
etc.
● Cuando el paciente se encuentra incapacitado (p.ej., pacientes en estado de coma) la divulgación
puede ser autorizada por un familiar directo.

2. Declaración como testigo en juicio penal. Si el profesional debe declararl sobre aspectos vinculados a la
salud del paciente solo lo puede realizar con previa autorización del paciente.

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El Código Procesal Penal de E. Ríos (art. 289) impone el deber de abstenerse a declarar cuando el
conocimiento de la información surge de la relación profesional. Sin embargo, no podrán negarse a testificar
cuando sean liberadas del deber de guardar secreto por el interesado.

3. Defensa de un interés legítimo: Cuando el profesional o un centro de salud demanda a un paciente por
honorarios impagos; o cuando se defiende en una acusación por mala praxis.

4. Cumplimiento de un deber: diversas leyes imponen la obligación de denunciar la existencia de una


enfermedad a la autoridad sanitaria:
 Ley nº 15.465 – Enfermedades Infecciosas.
 Ley nº 16.668 - Certificado prenupcial.
 Ley nº 23798 Síndrome de inmunodeficiencia adquirida.

5. Normas que obligan a los médicos a realizar certificaciones sobre actos en los que intervienen:
documentación para el registro de nacimientos y defunciones en el Registro Civil. Informes elaborados
por el Médico Forense a requerimiento de la autoridad judicial.

6. Código Procesal Penal de Entre Ríos: Tendrán obligación de denunciar los delitos perseguibles de oficio
(p.ej., robos, hurtos, daños, estafas, lesiones graves, homicidios, entre otros):
a. Los funcionarios o empleados públicos que los conozcan en el ejercicio de sus funciones.
b. Los médicos, parteras, farmacéuticas y demás personas que ejerzan cualquier rama del arte de curar, en
cuanto a los graves atentados personales que conozcan al prestar los auxilios de su profesión, salvo que
los hechos estén bajo el amparo del secreto profesional.
Esta norma en particular plantea un conflicto de deberes entre la obligación de denunciar y la de guardar
secreto (Art. 156 del C.P.) que se profundiza en los casos de profesionales de la salud trabajando en el
sector público (inc. a).

7. Delitos sexuales: La denuncia la debe efectuar la víctima. Cuando la víctima es menor de 18 años de edad
o declarada incapaz, cualquier persona está facultada para denunciar. El profesional de salud (médico,
obstétrica, etc.) que advierta en su práctica que un menor de 18 años es víctima de un delito sexual tiene la
obligación de denunciar el caso.

8. Lesiones leves: Aquellas que incapacitan laboralmente por menos de 30 días. Solo las pueden denunciar
los damnificados o sus representantes legales si la víctima es menor de 18 años. Sin embargo, cuando el
delito fuere cometido contra un menor que no tenga padres, tutor ni guardador, o que lo fuere por uno de
sus ascendientes, tutor o guardador, o cuando existieren intereses gravemente contrapuestos entre éstos y
el menor, corresponde efectuar la denuncia.
Las lesiones graves (incapacitan laboralmente por más de 30 días) pueden ser denunciadas por cualquier
persona, incluido el equipo de salud.-

9. Ley de Protección contra la Violencia Familiar Ley 24.417, artículo 2º “Cuando los damnificados fuesen
menores o incapaces, ancianos o discapacitados, los hechos deberán ser denunciados por sus
representantes legales y/o el Ministerio Público. También estarán obligados a efectuar la denuncia los
servicios asistenciales sociales y educativos, públicos o privados; los profesionales de la salud y todo
funcionario público en razón de su labor”.

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10. Ley no 26485 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres
en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales establece en el Art. 4 que se entiende por
violencia contra las mujeres toda conducta, por acción u omisión, basada en razones de género, que, de
manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual
de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial,
participación política, como así también su seguridad personal. Quedan comprendidas las perpetradas desde
el Estado o por sus agentes. En su art. 18 señala que “las personas que se desempeñen en servicios
asistenciales, sociales, educativos y de salud, en el ámbito público o privado, que con motivo o en ocasión de
sus tareas tomaren conocimiento de un hecho de violencia contra las mujeres en los términos de la presente
ley, estarán obligados a formular las denuncias, según corresponda, aun en aquellos casos en que el hecho
no configure delito.

11. Estado de necesidad: Se da cuando se realiza una acción que puede ser cuestionada pero que tiene por
objeto evitar un mal mayor (p.ej., el médico que pone en conocimiento de familiares o contactos directos del
enfermo de algún peligro cierto de contagio).

El Decreto Reglamentario nº 1244/91 de la Ley No 23.798 (VIH), art. 2, inc. C) establece que los
profesionales médicos, así como toda persona que por su ocupación tome conocimiento de que una persona
se encuentra infectada por el virus HIV, o se halla enferma de SIDA, tienen prohibido revelar dicha
información y no pueden ser obligados a suministrarla, salvo en las siguientes circunstancias:
a. La persona infectada o enferma, o a su representante, si se trata de un incapaz.
b. A otro profesional médico, cuando sea necesario para el cuidado o tratamiento de una persona
infectada o enferma.
c. A los entes del Sistema Nacional de Sangre.
d. Al Director de la Institución Hospitalaria o, en su caso, al Director de su servicio de Hemoterapia, con
relación a personas infectadas o enfermas que sean asistidas en ellos, cuando resulte necesario para
dicha asistencia.
e. A los Jueces en virtud de auto judicial dictado por el Juez en causas criminales o en las que se ventilen
asuntos de familia.
f. A los establecimientos mencionados en el artículo 11, inciso b) de la Ley de Adopción, No 19.134. Esta
información sólo podrá ser transmitida a los padres sustitutos, guardadores o futuros adoptantes. Bajo
la responsabilidad del médico a quien o quienes deban tener esa información para evitar un mal mayor.

12. Aborto. Secreto profesional. Una mujer se hace practicar un aborto sin las condiciones de higiene y
asepsia adecuadas. De esa intervención se produce una infección en la paciente que la obliga a concurrir al
hospital público.
¿El médico tratante está obligado a denunciar? Señala el jurista Boumpadre que el médico se encuentra
obligado a guardar secreto y la realización de la denuncia o comunicación del hecho lo hace incurrir en el
delito de violación de secreto, salvo que medie justa causa para ello, dado que el conflicto entre la libertad
individual del enfermo y la administración de justicia, debe primar la primera.
“Si el profesional del arte de curar efectuó la denuncia, ésta ha sido realizada soslayando la obligación de
guardar secreto de la paciente, puesto que la violación de ese deber constituyó una ilegítima afectación de
su su derecho a la intimidad, art. 19 de la CN (Cámara. Fed. Sala IV, “Ferrara, Claudia Felisa – 2003)”.-

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Ley de protección de datos:
ARTICULO 10. — (Deber de confidencialidad).
1. El responsable y las personas que intervengan en cualquier fase del tratamiento de datos personales están
obligados al secreto profesional respecto de los mismos. Tal obligación subsistirá aun después de finalizada
su relación con el titular del archivo de datos.
2. El obligado podrá ser relevado del deber de secreto por resolución judicial y cuando medien razones
fundadas relativas a la seguridad pública, la defensa nacional o la salud pública.

SECRETO PROFESIONAL Y CONFIDENCIALIDAD EN LA PRESTACIÓN DE SERVICIOS DE SALUD SEXUAL Y


REPRODUCTIVA.
(Revista Peruana de Ginecología y Obstetricia).

El secreto profesional es un valor: Asegura la fidelidad de los profesionales con las/os pacientes, genera
condiciones de confianza, asegura la intimidad para que todas/os puedan decir la verdad sin miedo y
asegura el respeto a la libertad de las personas, en cuanto a sus elecciones personales y sus derechos
individuales.

Secreto profesional con respecto a la relación médico-paciente: La falta de respeto del carácter confidencial
de la información afecta tanto al hombre como a la mujer, pero con más frecuencia puede disuadir a la
mujer de obtener asesoramiento y tratamiento (en cuanto a SSySR, ej.: embarazo no deseado o inoportuno,
el aborto provocado en condiciones de riesgo, infecciones de transmision sexual y VIH,etc.) y, por
consiguiente, afectar negativamente su salud y bienestar.

Razones por las cuales el SECRETO PROFESIONAL es un VALOR FUNDAMENTAL:


→ Para generar las condiciones de confianza en la relación médico-paciente/usuaria.
→Asegurar la intimidad para que todas y todos puedan decir la verdad sin miedo a que esa información
trascienda a otros actores judiciales, policiales, religiosos, etc., y pongan en riesgo su indemnidad.
→La necesidad de respeto a la libertad de las personas en cuanto a sus elecciones personales y sus derechos
individuales.

Aspectos que conforman el deber de confidencialidad:


→ El deber de los profesionales de la salud de proteger la información de los pacientes contra la divulgación
no consentida por el paciente.
→ El derecho de los pacientes a conocer la información que los profesionales de la salud poseen sobre ellos.
→ El deber de los profesionales de la salud de asegurar que los pacientes que autoricen la divulgación lo
hagan en ejercicio de su voluntad autónoma e informada.

Causas de la falta de compromiso actual de la profesión en la defensa y promoción de los derechos


sexuales y reproductivos:
 Predominio de prácticas profesionales que reafirman el modelo de relación médico–paciente de tipo
paternalista clásico.
 Falta de promoción de la autonomía y del empoderamiento de las usuarias como elemento clave en la
relación médico paciente.
 Organizaciones profesionales reguladoras (colegios médicos, facultades etc.) que no se preocupan
prioritariamente de promover la formación adecuada de los recursos humanos en estos temas, ni de
supervisar la actividad profesional.

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 Falta de formación académica y de educación médica continua con respecto a la temática de la salud
sexual y reproductiva.
 Temor de involucrarse públicamente en temas estigmatizados de salud y derechos sexuales y
reproductivos, aunque en privado tengamos una posición y conducta perfectamente definida.

3 tareas centrales para lograr una nueva relación médico-paciente


1. Promover los Derechos Humanos, entendiendo y propiciando la independencia social e individual de los
seres humanos, incluido el “Poder Médico” el cual conceptualizamos como el poder conferido a la
actividad médica en base al modelo paternalista clásico. La colegiación es en este sentido una piedra
angular sobre la que se apoyará todo este cambio.
2. Promover el ejercicio de la ciudadanía por parte de las personas, hombres y mujeres en todos los
aspectos de la vida de relación y en particular en la gestión de la salud. Para que se ejerza la ciudadanía
se requiere la existencia de autoestima y participación social en general y en particular en la gestión de
la salud individual y colectiva de las mujeres. Este proceso implica educación (formal e informal),
información (desde los medios masivos de comunicación a la difusión académica) y respeto por la
diversidad desde todas sus acepciones.
3. Promover el empoderamiento de la mujer, partiendo de la base de que las mujeres son particularmente
vulnerables a daños personales o discriminación cuando se infringe la confidencialidad, especialmente
en circunstancia de violencia doméstica, enfermedades de transmisión sexual o pruebas previas a la
resolución.

RECOMENDACIONES PARA MEJORAR LA SITUACIÓN ACTUAL DE SECRETO PROFESIONAL:


→ Garantizar que los datos que se conserven de los pacientes sean exactos, completos y escuetos, para su
almacenamiento.
→ Respetar y salvaguardar los derechos particulares de sus pacientes a la privacidad y confidencialidad de su
información clínica en todo escenario, incluidos los no oficiales (por ejemplo conversaciones en vestíbulos,
ascensores, reuniones sociales, publicaciones y conversaciones).
→ No todos los componentes de un equipo médico tienen derecho al acceso a la información de los
pacientes: no obstante, una vez conocida, cabe a todos ellos la misma obligación de confidencialidad.
→ No se comunicará información alguna sobre el paciente a compañías de seguros ni a sus representantes
médicos, ni tampoco a otras entidades, si no se cuenta para esto con el consentimiento expreso y bien
informado de la persona de que se trate.
Existen sin embargo excepciones al deber de guardar el sigilo en la relación médico – paciente, lo que se
denomina en general como “la justa causa”. Al ser el secreto médico un secreto que no se puede revelar,
será el propio médico el que deberá evaluar si existe o no justa causa para su revelación.

El compromiso con el secreto médico es la garantía del derecho a la confidencialidad y es imprescindible


en la práctica de los equipos de salud básicamente por 3 motivos:
1. La confianza en los profesionales se recuperará solo si se generan las condiciones absolutas de una
fidelidad de los profesionales a los pacientes, nadie confía sino está seguro que es lo que el profesional
defenderá como bien mayor.
2. La veracidad, tan importante para la práctica de la medicina, se logrará si y sólo si existe seguridad de la
privacidad por parte de los profesionales acerca de lo revelado en la relación sanitaria
3. Para poder ejercer plenamente los derechos humanos, uno de los cuales es el de privacidad, se debe,
por parte del equipo de salud asegurar el respeto a esos derechos.

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