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ACTIVIDAD PRÁCTICA
Nombre y apellidos: FABIAN ENEYDER PERALTA ALAY
Usuario: ECPSMIPDE4817461
Fecha: 9/4/2023
SABIDURÍA CONVENCIONAL
Una mañana de abril, Martha House, presidenta de Trap-Ease America, entró a su oficina
en Costa Mesa, California. Se detuvo un momento a contemplar la cita de Ralph Waldo
Emerson que había enmarcado y colgado cerca de su escritorio: “Si un hombre [puede]...
fabricar una mejor trampa para ratones que su vecino... el mundo entero se dirigirá a su
puerta”.
Quizás, meditó, Emerson sabía algo que ella ignoraba. Ella tenía una trampa mejor,
TrapEase, pero el mundo no parecía estar tan entusiasmado por ello. El National
Hardware Show Martha apenas había regresado del National Hardware Show de
Chicago.
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Permanecer de pie en el exhibidor de la exposición de comercio durante largas horas,
respondiendo las mismas preguntas cientos de veces fue agotador. Sin embargo, el duro
trabajo había dado sus frutos. Cada año, las autoridades del National Hardware Show
hacían un concurso para seleccionar el mejor producto nuevo introducido en la
exposición de ese año. Trap-Ease había ganado el concurso ese año, derrotando
aproximadamente a 300 nuevos productos.
Sin embargo, este tipo de celebridad no era nueva para la ratonera Trap-Ease; la revista
People había hecho un artículo acerca de la ratonera, la cual también había sido tema de
diversos programas de entrevistas y artículos en varias publicaciones de prensa y de
comercio. No obstante, a pesar de toda esta atención, la demanda esperada de la
ratonera no se había materializado. Martha esperaba que este premio pudiera estimular
un mayor interés y un mayor número de ventas.
ANTECEDENTES
La sencilla trampa funcionaba de manera muy eficaz. Un ratón, al oler la carnada, entraba
al tubo a través del extremo abierto. Conforme caminaba hacia la zona doblada,
dirigiéndose a la carnada, su peso provocaba que el extremo elevado bajara. Esto
elevaba el extremo abierto, cerraba la puerta con bisagras, atrapando así al ratón.
Pequeños dientes en los extremos de los soportes, enganchados a un surco en la parte
más baja de la trampa, mantenían la puerta cerrada. Entonces, el usuario podía
deshacerse del ratón mientras aún estaba vivo, o podía dejarlo algunas horas dentro de
la trampa, hasta que muriera.
Martha creía que la trampa tenía muchas ventajas para el consumidor, en comparación
con las trampas tradicionales que utilizan resortes o con los venenos. Los consumidores
podrían utilizarla con seguridad y facilidad, sin el riesgo de lastimar sus dedos en el
momento de colocarla; no planteaba riesgos de lesiones o envenenamiento para los
niños o las mascotas. Además, con Trap-Ease, los consumidores evitaban el “desorden”
desagradable que con frecuencia enfrentaban con las violentas trampas de resortes. Esta
trampa no implicaba problemas de “limpieza”. Por último, el usuario podía reutilizar la
trampa o simplemente tirarla a la basura.
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Las primeras investigaciones de Martha indicaron que las mujeres constituían el mejor
mercado meta para Trap-Ease. Al parecer, los hombres estaban más dispuestos a
comprar y utilizar la trampa tradicional de resortes. Sin embargo, a las mujeres
encuestadas no les gustaba este tipo de trampa, porque muchas de ellas a menudo
permanecían en su hogar y cuidaban a sus hijos. Por lo tanto, buscaban un medio para
enfrentar el problema de los ratones, que evitaran el desagrado y los riesgos que crea la
trampa estándar en el hogar.
Para llegar a este mercado meta, Martha decidió distribuir Trap-Ease en cadenas de
abarrotes, ferreterías y farmacias como Safeway, Kmart, Hechingers y CB Drug. Ella
vendió la trampa directamente a estos grandes minoristas, evitando a los mayoristas u
otros intermediarios. La trampa se vendía en paquetes dobles, con un precio al detalle
sugerido de 2.49 dólares. A pesar de que este precio hizo que Trap- Ease costara de
cinco a diez veces más que las trampas estándar más pequeñas, al principio los
consumidores parecían ofrecer poca resistencia al precio. Los costos de fabricación de
Trap-Ease, incluyendo los costos de transporte y envase, eran de aproximadamente 31
centavos por unidad. La compañía pagaba 8.2 centavos adicionales por unidad debido a
los derechos de patente. Martha fijó el precio de las trampas en 99 centavos por unidad
para los vendedores minoristas (dos unidades en un paquete) y estimó que después de
los descuentos de venta y por volumen, Trap-Ease les produciría un ingreso neto de 75
centavos por unidad.
En un principio, Martha había pronosticado que las ventas del primer año de Trap-Ease
ascenderían a cinco millones de unidades. Sin embargo, hasta abril, la empresa sólo
había vendido varios cientos de miles de unidades. Martha se preguntaba si la mayoría
de los productos nuevos se enfrentaban a un inicio tan lento, o si estaba haciendo algo
mal. Había detectado algunos problemas, aunque ninguno de ellos parecía ser
demasiado grave. Por un lado, no se habían presentado suficientes compras repetidas.
Por otro, ella había notado que muchos de los vendedores minoristas a quienes visitó
conservaron su ratonera de muestra en el escritorio como parte de la conversación;
quería que las trampas se utilizaran y demostraran. Martha se preguntó si los
consumidores también estaban comprando las trampas como novedades y no como
solución a sus problemas con los ratones.
Ella sabía que el grupo de inversionistas creía que Trap-Easy America tenía “una
oportunidad única” con sus ratoneras innovadoras, y notaba la impaciencia del grupo por
el progreso actual de la compañía. Ella había presupuestado aproximadamente 250 000
dólares en gastos fijos y administrativos para el primer año (sin incluir los costos de
marketing). Para tener a los inversionistas contentos, la empresa necesitaba vender
suficientes trampas para cubrir esos costos y obtener utilidades razonables.
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DE REGRESO AL PIZARRÓN
Durante estos primeros meses, Martha había aprendido que el marketing de un nuevo
producto no era una tarea fácil. Algunos clientes eran muy exigentes. Por ejemplo, un
vendedor minorista nacional había hecho un gran pedido, con las instrucciones de que
Trap-Ease America entregara el pedido en el muelle de carga de uno de sus almacenes
entre la 1:00 y las 3:00 de la tarde, en un día específico.
Cuando el camión que llevaba el pedido llegó después de las 3:00 pm, el minorista se
rehusó a aceptar el envío, y le dijo a Martha que tendría otra oportunidad en un año.
Cuando se sentó en su escritorio, Martha se dio cuenta de que debía volver a pensar en
su estrategia de marketing. Quizá había ignorado algo o cometido algún error que estaba
causando que las ventas fueran demasiado lentas. Al observar la cita de nuevo, pensó
que tal vez debía enviarles al minorista quisquilloso y a otros clientes una copia de la
famosa cita de Emerson.
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Fincas y empresas que procesan alimentos suelen tener muchos dificultades con plagas
de ratones los cuales afectarían al producto y de igual manera que los restaurantes, es
importante la limpieza y la higiene y al manejar constantemente alimentos, sería fácil
encontrar ratones en estos lugares, además las personas que trabajan allí necesitan
tiempo para realizar sus actividades y con las ratoneras tradicionales tendrían que limpiar
el ratón muerto, pero con estas ratoneras nuevas solo es cuestión de botar a la basura la
caja de ratonera.
3. ¿Quién es la competencia de Trap-Ease America?
La competencia de TrapEase son:
Veneno para ratas
Trampas tradicionales
Exterminadores
4. ¿De qué forma cambiaría la estrategia de marketing de Trap-Ease?
III. Una vez completadas las respuestas, haga entrega del documento a través del
icono de la actividad.