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Potencial de acción.

La transmisión de señales desde las neuronas hacia sus órganos objetivos se lleva a cabo
mediante potenciales de acción. Un potencial de acción se define como un cambio
repentino, rápido, transitorio y que se propaga en el potencial de membrana en reposo;
solo las neuronas y las células musculares son capaces de generar un potencial de
acción, a esta propiedad se le denomina excitabilidad.

Los potenciales de acción son señales nerviosas; las neuronas generan y conducen estas
señales como parte de sus procesos fisiológicos con el objeto de transmitirlas a sus tejidos
diana. Estos, al ser alcanzados, pueden ser estimulados, inhibidos o modulados; un
potencial de acción se genera cuando un estímulo cambia el potencial de membrana
alcanzando o superando el umbral de excitación. El umbral a menudo se ubica entre
los -50 a -55 mV. Es importante mencionar que el potencial de acción obedece a lo que
conocemos como ley del todo o nada, esto significa que cualquier estímulo por debajo
del umbral no provocará reacción alguna, mientras que estímulos que alcancen o
superen el umbral generarán una respuesta completa en la célula excitable.

La longitud y amplitud de un potencial de acción son siempre las mismas, sin embargo,
el incremento de la fuerza de un estímulo causa un incremento en la frecuencia de un
potencial de acción. Un potencial de acción se propaga a lo largo de la fibra nerviosa
sin disminuir o debilitar su amplitud o longitud, además, luego de que el potencial de
acción es generado, las neuronas se vuelven refractarias a los estímulos por un período
determinado de tiempo, durante el cual no pueden generar otro potencial de acción.

Un potencial de acción tiene tres fases, despolarización, sobreexcitación y


repolarización. Existen dos otros estados en potencial de membrana relacionados con
el potencial de acción, el primero es la hipopolarización, que precede a la
despolarización y el segundo es la hiperpolarización, subsecuente a la repolarización.

La hipopolarización es el incremento inicial del potencial de membrana hasta el valor


del umbral de excitación. El potencial de excitación abre los canales de sodio activados
por el voltaje y esto produce un gran ingreso de iones sodio. Esta fase es conocida
como despolarización. Durante la despolarización, el interior de la célula se vuelve más
y electropositivo, hasta que el potencial se acerca al equilibrio hidroquímico del sodio
que es +61 mV. Esta fase de positividad extrema es la fase de sobreexcitación.

Luego de la fase de sobreexcitación, la permeabilidad al sodio disminuye


repentinamente debido al cierre de sus canales. El valor de sobreexcitación del
potencial de la célula abre canales de potasio activados por voltaje, lo cual provoca
una masiva salida de iones potasio, disminuyendo la electropositividad de la célula. Esta
fase es denominada repolarización, cuyo propósito es restaurar el potencial de
membrana en reposo. La repolarización siempre lleva primero a hiperpolarización, un
estado en el cual el potencial de membrana es más negativo que el potencial de
membrana en reposo. Pero poco después de esto, la célula nuevamente restablece su
potencial normal de membrana.

Un potencial de acción se genera en el cuerpo de la neurona y es propagado a lo largo


de su axón. La propagación no afecta ni disminuye la calidad del potencial de acción,
de tal modo que el tejido diana recibe el mismo impulso sin importar qué tan lejos se
encuentre del cuerpo de la neurona (los axones más largos de tu cuerpo van desde la
base de tu columna hasta tu pie).

El potencial de acción se genera en un punto de la membrana celular. Se propaga a lo


largo de la membrana siendo cada parte adyacente despolarizada secuencialmente.
Esto significa que el potencial de acción no se “mueve”, sino más bien es capaz de
generar otro potencial de acción en el segmento contiguo de la membrana neuronal.

Es importante recalcar que el potencial de acción siempre se propaga en un sentido y


nunca hacia el sentido contrario de este ya que la membrana que ya fue despolarizada
se encontrará en período refractario, por lo cual existe solo una dirección posible de
propagación del potencial; como el potencial de acción se genera en el soma
neuronal, esto significa que el impulso siempre se propagará desde el cuerpo neuronal
hacia el axón hasta alcanzar al órgano diana.

La velocidad de propagación depende en gran medida del grosor del axón y de si es


un axón mielinizado o no. La mielina es una capa de fosfolípidos que envuelve a ciertos
axones. A mayor diámetro, más rápida será la velocidad de propagación. La
propagación también es más rápida si se trata de un axón mielinizado. La mielina
incrementa la velocidad de propagación ya que posibilita la conducción saltatoria, ya
que solo el nodo de Ranvier (áreas del axón sin envoltura de mielina) se despolariza,
mientras que las áreas mielinizadas son evitadas. En fibras no mielinizadas, cada parte
de la membrana del axón debe despolarizarse, por lo cual la propagación resulta
significativamente más lenta.

Bibliografía.

Dds, A. T. (2022, 1 diciembre). Potencial de acción. Kenhub. Recuperado 8 de diciembre


de 2022, de https://www.kenhub.com/es/library/anatomia-es/potencial-de-accion

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