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Maestría en Historia Contemporánea

Universidad Nacional de General Sarmiento


Historia Latinoamericana Contemporánea
Docente: Ernesto Bohoslavsky- Lorena Soler
Trabajo Final del Seminario
Cohorte 2014- Laura Catalina Espinosa

1-¿Cuál es la propuesta interpretativa de Schwarz sobre el (no) lugar de las ideas en


Brasil?, ¿Qué críticas ha recibido?, ¿Se pueden establecer relaciones con la crítica
decolonial de Mignolo o con la postura de Quijano?

Schwarz a partir del análisis de dos instituciones fundamentales presentes en el


Brasil del siglo XIX: la esclavitud y el favor, plantea el desajuste entre las ideas
liberales de origen europeo y la realidad brasilera. Dice “Así, metódicamente, se
atribuía independencia a la dependencia, utilidad al capricho, universalidad a las
excepciones […] Combinándose en la práctica con aquello que en teoría sería su objeto
de crítica, el Liberalismo hacia que el pensamiento trastabillara.[…] al tornarse un
despropósito, estas ideas también dejaban de engañar.” 1 No plantea descartar estas
ideas, las liberales llegadas de Europa sino identificarlas como sesgadas, no son capaces
de expresar la realidad el país, no tienen lugar porque no designan una realidad. Esto
responde a lo que Schwarz denomina la “máquina del colonialismo” que hace
impracticable y al mismo tiempo indispensable a estas ideas. No es fructífero señalar su
falsedad sino comprender de qué proceso fueron parte como elemento verdadero de esa
construcción que sería la misma colonialidad. La dificultad de nombrar lo existente con
palabras e ideas impropias no solo obstaculizó el trabajo del intelectual sino aún peor lo
colonizó e impidió la reflexión sobre el mismo.
Palti contextualiza el sentido de la conceptualización sobre “las ideas fuera de
lugar” señalando que este pretende traducir en clave cultural los postulados de la
“Teoría de la dependencia” pero encuentra algunas inconsistencias en esta propuesta.
El aporte, dice, ha sido desmontar los esquemas románticos-nacionalistas que llevaban a
crear la idea utópica de que existía una identidad auténtica brasileña oprimida por
categorías importadas. Lo que aparece, según Palti, como inconsistente es la antinomia
entre “ideas” y “realidades” por otro lado el planteo implicaría que no solo las ideas
liberales están fuera de lugar sino las marxistas también, en las que el propio Schwarz
enmarca su análisis. Carvalho Franco, estudiosa del esclavismo en Brasil y siguiendo
la teoría de la dependencia llega a otras conclusiones. Ella cuestiona que las ideas
puedan estar fuera de lugar y considera que allí dónde hay capacidad de recepción y
circulación las ideas están en su lugar. La búsqueda de lucro capitalistas y las formas
capitalistas de producción eran compatibles tanto como las formas clientelísticas y las
actitudes individualistas burguesas. También Carvalho Franco le crítica que cae en el
dualismo que pretende combatir pues diferencia al Brasil “artificial” de las ideas
liberales y el Brasil “real” que es el esclavista.
Hay acuerdos entre la propuesta de Schwarz y la teoría de Quijano ya que ambos
entienden que la historia latinoamericana debe leerse a partir de la relación colonial, del

1
Schwarz, Roberto “As ideáis fora do lugar” Modernidades. Año 1, Nro. 2, 2005 [1973]. Universidad Nacional de Córdoba.
Traducción Ana Clarisa Agüero y Diego García.

1
sometimiento, del lugar que ocupa en la economía mundial capitalista en tanto sistema
productor de bienes pero también y necesariamente de ideología. En Quijano es central
el análisis sobre la creación de la raza, en su concepción moderna, como una categoría
que otorgó legitimidad a las relaciones de dominación, como nueva forma de justificar
relaciones basadas en superioridad/inferioridad. Otro aspecto del nuevo patrón de
poder mundial capitalista2 es el control del trabajo. La articulación de diferentes
formas de trabajo, establecidas incluso geográficamente responden a la colonialidad de
ese control, esto coincide con la visión de Schwarz. Quijano señala, enriqueciendo el
debate, que Europa termino monopolizando y pretendiendo ser la única productora de
la modernidad cuando esto no fue así realmente. Transmitiendo la idea europeocéntrica
de que toda modernización de poblaciones no europeas es una europeización, esto
resultó parte de la superioridad que construyó y de la que se autoconvenció Europa. Si
el proceso de modernidad se inicia con la inclusión de América y todo lo nuevo que ella
trae, lo que fue decisivo para él fue que el centro hegemónico se constituyera en las
zonas centro-norte de Europa y que también allí se conformara el centro de elaboración
intelectual del mismo.
Para Mignolo el desafío intelectual sería ser capaces de pensar y elaborar teoría
decolonial desde el “adentro” de la diferencia colonial porque no existe otra posibilidad.

2- ¿Qué rasgos tuvo el proceso de profesionalización de las ciencias sociales en las


décadas de 1950 y 1960?, ¿Cómo se vinculo con discusiones y problemáticas propias de
Uruguay y Paraguay?
El proceso de profesionalización de las ciencias sociales es fundamentalmente el
transitado por la sociología, pues fue la disciplina que lideró el movimiento de
renovación intelectual. La que se produjo de la mano de una nueva elite intelectual que
se consagró a convertir a la sociología en una ciencia empírica, dotada de una teoría
pero también de una metodología científica, fuertemente impregnada en los avances que
se producían en el nuevo faro intelectual: la academia norteamericana. Sin embargo, no
se trató tanto de un emprendimiento planificado por individualidades, aunque ellas
hayan tenido un papel fundamental, sino por una serie de iniciativas locales, regionales
e internacionales y de diferentes operaciones culturales que se encontraron con un clima
receptivo a los nuevos planteos y aportes desde el campo de la sociología científica.
El campo propicio fue el de una coyuntura crítica hacia mediados de 1950, en
América Latina, marcado por el agotamiento del modelo de industrialización por
sustitución de importaciones y que abrió un profundo debate sobre aspectos centrales de
la realidad latinoamericana. Con la creación de la CEPAL (1947) cuyo objetivo era
fomentar el desarrollo en los países latinoamericanos, y bajo la hegemonía de la Teoría
de la modernización, se inició un proceso intenso de profesionalización y desarrollo de
las Ciencias Sociales. Estas se convirtieron en herramientas indispensables para realizar
un diagnóstico imprescindible de la situación de las sociedades latinoamericanas que
permitiera comprender y dar solución al estancamiento de las mismas.
Los que formaron parte de la nueva élite intelectual fueron en varios casos
extranjeros: Gino Germani, José Medina Echavarría, Peter Heintz, Johan Galtung,
lograron combinar los aportes empíricos de la tradición norteamericana de investigación
social con la tradición europea de la “gran teoría”. Estos impulsores edificaron
instituciones culturales que resultaron decisivas para implantar y legitimar las ciencias
sociales como editoriales, publicaciones especializadas, escuelas de sociología y centros
regionales de enseñanza e investigación. Lograron que la sociología se comprometiera
en el debate público dando su perspectiva científica y permitiendo enriquecer el análisis
2
Categoría de análisis creada y desarrollada por Quijano.

2
y al mismo tiempo disputar a la elite el lugar de poder desde el ejercicio de un saber de
carácter científico. Las preocupaciones intelectuales que compartían se referían a la
necesidad de una modernización profunda de la sociedad acompañada de una
democratización de los países de la región. Algunos de los temas sobre los que
indagaron fueron la estratificación social, la inmigración, la movilidad social, el
prejuicio, el autoritarismo, la secularización, la urbanización, el desarrollo económico y
la modernización.
El escenario internacional fue favorecedor de estos cambios, una serie de
organismos internacionales estaban interesados en incentivar esta transformación, entre
ellos la División de Ciencias Sociales de la Unión Panamericana, el Departamento de
Ciencias Sociales de la UNESCO, el Internacional Social Science Council y agencias
de subsidio como las fundaciones Ford y Rockefeller. En el proceso de
profesionalización fue central la modernización universitaria, la creación de FLACSO y
CLAPCS que fue un impulso regional a este campo científico. Estos centros de
planificación, desarrollo, enseñanza e investigación tuvieron un papel estratégico para el
crecimiento y expansión de las Ciencias Sociales. En países como Uruguay o Paraguay,
donde la infraestructura institucional era todavía muy débil, cumplieron un rol central.
Tanto en el caso del Paraguay como en el de Uruguay la profesionalización se
produce de manera más tardía que en otros países latinoamericanos (Chile, Argentina,
Brasil, Colombia, México). En el caso de Paraguay surge, en 1964, el Centro Paraguayo
de Estudios Sociológicos (CPES) antes de que la Sociología se convirtiera en carrera
universitaria en la UCA (1971), de este modo los que integraban el CPES procedían de
otras disciplinas. El contexto en el que se profesionaliza la sociología es la dictadura de
Stroessner, sin embargo es posible por la intervención de los organismos internacionales
y fundaciones privadas. La agenda abordada es la compartida por toda la región. En
Uruguay proliferaron en el campo intelectual revistas que expresaron la preocupación
acerca de la identidad nacional fundamentalmente en la inflexión provocada por la
revolución cubana. La generación crítica, que se manifestó en revistas como Marcha,
Clinámen, Asir, expuso su mirada sobre un Uruguay de espalda a Latinoamérica. El
imaginario batllista de la “Suiza americana” era considerado, por estos intelectuales,
como perimido y falaz. La crisis de mediados de los cincuenta junto con la Revolución
cubana también lo interpeló. Carlos Quijano, quién dirigía Marcha, junto con otros,
abrazaron el tercerismo en una aproximación de la izquierda al nacionalismo.
La Revolución cubana marcó el fin de este periodo. La realidad latinoamericana
mostró en los sesenta que la Teoría de la modernización y la sociología inscripta en esa
corriente habían finalmente fracasado, no pudiendo dar respuesta a las problemáticas
existentes e incapacitadas de predecir y controlar el cambio.

3- ¿Cuáles fueron los impactos específicos de los procesos dictatoriales del Cono sur
sobre la actividad académica y cultural?, ¿Qué estrategias de rescate personal y de
oposición política se ensayaron desde el campo intelectual y cultural y qué rol
cumplieron las redes académicas en ellas?
Uno de los impactos centrales en el campo de las ciencias sociales en el Cono
Sur, durante las últimas dictaduras, fue que la persecución, la prohibición y la censura
inhibieron lo que resulta imprescindible para la construcción de conocimiento: la
circulación y el intercambio de ideas. Esta operación totalmente intencional y
sistemática estaba destinada a limitar la capacidad de elaborar un pensamiento crítico,
que desnaturalizará los fenómenos sociales para accionar en el sentido de transformar la
sociedad.

3
Como bien señala Funes (2008) “La última dictadura militar no sólo censuró
libros, prohibió ideas, proscribió colores, formas y sonidos, sino también, en el límite,
desapareció físicamente a sus creadores y simbólicamente a sus creaciones” 3 Aunque
este fuera solo un aspecto del Terrorismo de Estado, de la lucha contra un “enemigo
interno”, no parece un aspecto menor pues las ideas eran impulsoras del cambio. Las
ideas contenían un fuerte elemento liberador y por lo tanto subversivo, que era necesario
silenciar hasta lograr su desaparición.
La sistematización en la lucha y persecución de la “subversión” que actuaba en
las ciencias sociales, determinada por estar “contaminadas” por el marxismo
internacional, se expresó en la creación de un conjunto de agencias y del archivo de la
DIPBA con el fin de hacer tareas de inteligencia. En el año 1956 se crea el archivo, la
SIDE (Secretaría de Informaciones de Estado) que tenía por función centralizar y
coordinar la actividad informativa, recibiendo, clasificando, seleccionando, la
información recabada por diversos servicios de información de las FFAA, los
ministerios civiles, las gobernaciones provinciales y otras instituciones. Luego se crea,
ese mismo año, la Dirección de Informaciones Antidemocráticas (DIA) para reunir y
coordinar todos los organismos de seguridad del Estado, antecedente de lo que después
se llamo “Comunidad Informativa”. Esta última fue fundamental en la persecución
durante la última dictadura argentina. En 1966 se creaba la Comisión Asesora para la
calificación ideológica Extremista (CACIE) dependiente de la SIDE, encargada de
calificar a publicaciones y personas “comunistas”.
Tanto el concepto de América Latina como las ciencias sociales y su producción
fueron caracterizadas a priori de “comunista”, “subversiva” por los Servicios de
Inteligencia. Justamente las ciencias sociales se encontraban en el proceso de
consolidación, profesionalización a partir de la creación de carreras universitarias,
centros de investigación, publicaciones. Atravesadas por las problemáticas de la época y
en un contexto de cambio marcado por la revolución cubana. Los cientistas sociales se
preguntaban acerca de temas como el populismo, los límites del desarrollismo, la “teoría
de la dependencia”, la revolución. Todas temáticas consideradas perniciosas debido a su
alto contenido crítico y transformador, no solo en su contenido sino en el mismo trabajo
intelectual, por los aparatos represivos en el poder.
Frente a este panorama el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales
(CLACSO) puso en marcha un programa para relocalizar a cientistas sociales. Dicho
programa se puso en marcha luego del golpe de Estado ocurrido en Chile en 1973. Esta
tarea tuvo como objetivo tanto proteger la integridad física de los intelectuales víctimas
de la represión como así también permitir la continuidad de sus trabajos en el campo
de las ciencias sociales. Si fue posible llevarlo adelante se debió a que CLACSO se
encontraba incorporado a una red de relaciones con instituciones académicas y
filantrópicas internacionales. Esto debe entenderse desde la misma creación de
CLACSO, vinculada a factores académicos y extraacadémicos, por un grupo de
cientistas sociales latinoamericanos preocupados en contar con un organismo que
coordinara la actividad de centros e institutos de investigación de la región. De manera
tal que cuando comenzó la represión del Estado terrorista ya existían redes y contactos
que fueron aprovechados y utilizados para proteger a los profesionales y estudiantes.
Esto se convirtió en una forma de resistencia activa no permitiendo que lograran el
silenciamiento completo de la actividad intelectual.

3
Funes, Patricia, “Desarchivar lo archivado. Hermenéutica y censura sobre las ciencias sociales latinoamericanas”, Iconos, 30,
FLACSO, Quito, 2008, pp 27-39.

4
Bibliografía:

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cientistas sociales (1973-1975), Iconos, 30, FLACSO, Quito, 2008, pp. 51-63.
Blanco, Alejandro, “Ciencias sociales en el Cono sur y la génesis de una nueva élite
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Devés-Valdés, Eduardo, Redes intelectuales en América Latina. Hacia la constitución
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Espeche, Ximena, “De una isla a otra: intelectuales uruguayos y América Latina como
problema a mediados del siglo XX (1952-1962)” Anclajes [online], 2010, Vol. 14, Nro.
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Funes, Patricia, “Desarchivar lo archivado. Hermenéutica y censura sobre las ciencias
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Gilman, Claudia Entre la pluma y el fusil: debates y dilemas del escritor revolucionario
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Introducción.
Nercesian, Inés “Ideas, pensamiento y política en Argentina, Brasil, Chile y Uruguay,
entre los cincuenta y los sesenta”, Trabajo y Sociedad, Nro. 19, invierno de 2012,
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Palti, Elías “Lugares y no lugares de las ideas en América Latina”. En El tiempo de la
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Quijano, Aníbal “Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina” en Lander,
Edgardo (comp.) La colonialidad del saber, eurocentrismo y ciencias sociales.
Perspectivas latinoamericanas. Buenos Aires, CLACSO, 2005. Pp. 201-246.
Schwarz, Roberto “As ideáis fora do lugar” Modernidades. Año 1, Nro. 2, 2005 [1973].
Universidad Nacional de Córdoba. Traducción Ana Clarisa Agüero y Diego García.
Soler, Lorena, “La revista Paraguaya de Sociología. Campo, intelectuales y debates
(1964-1991),” Revista Paraguaya de Sociología, Asunción, n 141, año 49, enero-junio
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Walsh, Catherine, “Las geopolíticas del conocimiento y colonialidad del poder.
Entrevista a Walter Mignolo”, Polis, Universidad Bolivariana de Chile, V. 1, nro 4,
2003.

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