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Dos Curiosidades Cósmicas

¿Conoce usted a mi “Alma Gemela” de las estrellas?

Linda, ¿no? Es una extraterrestre que vivía en Nueva York, para despistar, claro, y
que en este mundo se hizo llamar Dolores Barrios, años 50’s. Y se le nota claramente que
no es de aquí, observe bien, saque medidas faciales, capte su vibra.

Voy a ver qué opina uno que va pasando:

—¡Oiga, ese apellido mío no es demasiado común, y justo es también el de ella!…

—Bah, casualidad, como todo en este mundo, que está aquí por casualidad, y que
obvio que se acabará debido a alguna otra casualidad; esa es la opinión de la ciencia y
también la mía; todo lo demás es fantasía y locura. Extraterrestres…, ¡A otro hueso con
ese perro! ¡Y usted es un loco tra cante de mentiras, un falso, puro ego!

—Tá bien, ¡Taluego!

(Nunca vaya usted a lanzar la última ofensa a algún ego, porque se la responderá
cada vez más grosera y más furiosa hasta el n de los tiempos, porque un ego siempre
tiene que lanzar la última ofensa, así que dele en el gusto rápidamente, muérdase su
propio ego, si es que puede (si es que puede, usted apunta a ser Maestro) y aplique
usted El Corte, o “el lo” si usted pre ere, como en la canción: “Filo lo, lo contiiiigo” y
hágase humo). De nada. Y ahora mejor me voy a un plano más positivo, el plano mental,
y voy a comunicarme con ella, ¡CON ELLA! …, cosa que todavía no he hecho porque
estaba casado; ahora no:
—¿Dolores Barrios?

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—Sí, ¿quién eres?…

¡Qué desilusión! No captó mentalmente la energía de su otra mitad…

—¡Soy tu alma gemela!

—¡Raúl! Qué bueno que viniste a visitarme…

—… No, no soy Raúl, soy…

—Sí, ya sé, entonces ¡eres Oliver!

—¡Que no, que soy Enrique!…

—¡Enrique Saint Pierre!, qué bien.

—¡Nada de pierres aquí!, ¡Soy ¡¡¡¡Enrique!!!! … … ¡¡¡¡BARRIOS!!!!…

—Ah, mi primo Enrique Barrios de Wyoming, qué alegría…

—¡Tampoco!, soy otro EB. Veo que has tenido muchos amores…

—Sí, pero todos super ciales. Yo espero a mi gran amor.

—Ahhh, je je, ya lo sabía yo… ¡Y aquí estoy! ¿Me reconoces?…

—No sé, tendría que verte…

—¿Y no sientes mis vibras?…

—No en este plano mental, tendría que ser en el plano emocional.

—Bueno, ya iré a ello. Oiga, usted es tan bonita que…, siento que usted es mi
alma gemela (cuando un hombre se derrite de amor, no puede tratarla a ella de tú).

Algo me dijo Dolores, pero me aclaró que eso era privado.

Si quiere conocer su historia, vaya al buscador y escriba: “Dolores Barrios Venus”.

El asunto es que ella postula que en Venus hay vida, que más allá de las nubes,
hay civilizaciones benignas.

¿Conoce usted a Próspera Muñoz?

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¡Qué agüelita amorosa!

Yo me encontré con ella en Youtube hace pocos días, pero no en “Aliens” (que a
veces tiene casos respetables, aunque no siempre, mucho relleno tonto a veces), sino en
el programa español “Ellos están entre nosotros”, presentado por Lorenzo Fernández
Bueno, que nos parece de primer nivel, serio y poco especulativo; y que además no
necesita salir de España para abordar una variedad de casos locales interesantes, dentro
de estas temáticas. Nos recuerda el estilo y vibración del programa chileno “Ovni”, con
Patricio Bañados, y hasta se les da un aire a ambos, siendo Bañados bastante mayor.

Doña Próspera también dijo que hay vida benevolente en Venus, y que una vez, en
un contacto personal con etés de Venus, de pronto como que a ella se le abre la mente,
entiende por qué está aquí, y además lo entiende todo, y mira a los etés y les dice: ¡Pero
si yo los conozco a ustedes! Y allí se entera de que está en misión en la Tierra, la cual
consiste en difundir su contacto y nada más. Vea usted que hasta aquí ha llegado su
difusión…

El asunto es que cuando reconoció a los etés como amigos suyos de otros planos
de existencia, me hizo recordar que una vez en Buenos Aires yo estaba pasándolo muy
mal, y soñé (¿soñé?…) que se abre el techo y aparece un círculo sobre el que varias
personas, seis u ocho, apoyadas sobre una barandilla, me miraban, y alguien dijo:

“Pobre XX, qué mal lo está pasando”, y mencionó un nombre que yo jamás había
escuchado, pero lo adopté de inmediato, como si siempre hubiese sido mi verdadero
nombre. Y miré a esas personas y exclamé igual que doña Próspera: ¡Pero si yo a
ustedes los conozco, son mis amigos!
Parece que esos amigos, la maravillosa Dolores, doña Próspera y el planeta Venus,
todo está “amarrado”, es todo parte de una misma realidad.

—¿Nos vamos a dar una vuelta por el Venus bueno?…

Y eso sería todo por ahora. No olvide ver la historia de la bella Dolores, que yo le
digo Dolly, así en con anza, y ella me dice cuchi cuchi.

Y ahí desperté…

Un abrazo,

Enrique Barrios

www.enriquebarrios.com

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