Los músculos esqueléticos contienen dos tipos de receptores sensoriales: el huso muscular y el órgano del tendón de Golgi. Huso muscular Es un receptor que detecta la longitud muscular cuando se produce un estiramiento, es fusiforme y esta dispuesto de forma paralela a las fibras musculares estriadas o extrafusales, las cuales son mecanorreceptrores de elongación. Toma inserción en el sarcolema de las fibras musculares o en el tendón sufriendo, de esta manera, exactamente los mismos procesos de deformación que soportan los componentes elásticos paralelos del tejido. Su tamaño es de alrededor de 10 mm2,3, lo suficientemente espacioso como para contener entre 5 y 10 fibras musculares estriadas3 rodeadas por una cápsula conjuntiva llena de líquido que, precisamente, por estar en el interior del huso, se denominan intrafusales. Existen dos tipos de fibras intrafusales: fibras de cadena nuclear y fibras de bolsa nuclear. Cada fibra intrafusal está divida en una zona media o ecuatorial no contráctil inervada por fibras sensitivas, y dos zonas contráctiles distales inervadas por fibras motoras gamma. En la zona ecuatorial se enrollan en espiral las terminaciones de una fibra Ia, terminación anulospiral o primaria, sensible a la velocidad de estiramiento del músculo. A los lados de la terminación primaria de las fibras intrafusales de cadena nuclear se enrollan fibras sensibles del grupo I4, sensibles al grado de estiramiento, formando la terminación secundaria. La terminación primaria presenta una sensibilidad estática y dinámica, mientras que la terminación secundaria sólo posee una sensibilidad estática4. El huso neuromuscular para poder enviar las señales que provienen del estiramiento, necesita de la médula espinal, la cual es la que recibe las señales sensoriales y que posterior envía la respuesta motora que le indica al sistema contráctil de los músculos que venza el estiramiento a través de la contracción de las fibras extrafusales. Este proceso es conocido como reflejo miotático, el cual trabaja paralelamente al reflejo miotático inverso que se produce gracias a la presencia del órgano tendinoso de Golgi. Cuando algunas de las vías mencionadas se dañan o alteran ya sea por factores internos o externos, el reflejo miotático no se lleva adecuadamente y se producen alteraciones en el tono muscular. Estas alteraciones se conocen hipotonía e hipertonía y suelen producir múltiples inconvenientes en la capacidad de movimiento de los músculos afectados.
Órgano tendinoso de Golgi
Se encarga de informar los cambios generados por la tensión muscular. Es un mecanorreceptor situado en la zona de transición entre el tendón y el músculo, colocado en serie con las fibras musculares. Los OTG están inervados por fibras sensoriales del grupo Ib, que dan informaciones principalmente sobre la tensión del músculo. Las aferencias Ib penetran en la médula espinal por las raíces dorsales, haciendo sinapsis con las interneuronas del cuerno anterior, que forman conexiones inhibitorias con las MNα, que inervan el mismo músculo. Esta organización es la base del reflejo miotáctico invertido3. Reflejo tendinoso de Golgi El órgano tendinoso de Golgi sirve para controlar la tensión muscular, es un receptor sensitivo encapsulado por el que pasan las fibras del tendón muscular. Cada órgano tendinoso de Golgi suele estar conectado con unas 10 a 15 fibras musculares, que lo estimulan cuando este pequeño haz se tensa debido a la contracción o el estiramiento del musculo. Principal diferencia en la excitación del órgano tendinoso de Golgi en comparación con el huso muscular reside en que el huso detecta la longitud del músculo y los cambios de la misma, mientras que el órgano tendinoso identifica la tensión muscular. Ofrece una respuesta dinámica y una respuesta estática: Siendo potente su reacción cuando la tensión muscular aumenta bruscamente (respuesta dinámica), pero calmándose en cuestión de una fracción de segundo hasta el nivel constante de disparo más bajo que casi es directamente proporcional al valor de esta variable (respuesta estática). Aporta al sistema nervioso una información instantánea sobre el grado de tensión en cada pequeño segmento de cualquier músculo.
Transmisión de impulsos desde el órgano tendinoso hacia el sistema nervioso
central
Estas señales se transmiten por medio de fibras nerviosas grandes de conducción
rápida de tipo Ib. Envía impulsos hacia las zonas locales de la médula y después hacer sinapsis en el asta posterior, siguen a través de las vías de fibras largas, como los fascículos espinocerebelosos dirigidos hacia el cerebelo, y todavía a través de los fascículos más hacia la corteza cerebral. Las señales medulares locales estimulan una sola interneurona inhibidora que actúa sobre la motoneurona anterior. Este circuito local inhibe directamente el músculo correspondiente sin influir sobre los músculos adyacentes.
El reflejo tendinoso evita una tensión excesiva en el músculo
Cuando estos órganos se estimulan al aumentar la tensión en el músculo al que están
conectados, sus señales se transmiten hacia la médula espinal para provocar efectos reflejos en el músculo correspondiente. Este reflejo tiene un carácter plenamente inhibidor, por lo tanto, aporta un mecanismo de retroalimentación negativa que impide la producción de una tensión excesiva en el propio músculo. Si la tensión es muy intensa puede llegar a causar una reacción brusca en la médula espinal haciendo que el músculo se relaje instantáneamente. Reacción de alargamiento: mecanismo protector para evitar el desgarro de un músculo o en la rancha miento del tendón en sus inserciones óseas.
El reflejo tendinoso tiene un carácter completamente inhibidor.
Consiste en igualar las fuerzas de contracción de las distintas fibras musculares.
- Fibras que ejerzan una tensión excesiva quedan inhibidas por su intervención. - Tensión demasiado ligera reciben una mayor excitación debido a la ausencia de la inhibición refleja.