Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. Contexto histórico-cultural
2. Contexto filosófico
3. La concepción de la historia: el materialismo histórico
4. Ideología y alienación: los elementos de la crítica moral al capitalismo
5. La crítica al sistema de producción capitalista
6. El camino a la revolución
1
2
1. Contexto histórico-cultural
La extensión de la sociedad industrial
Además de Marx, muchos otros pensadores de esta época se esforzaron por criticar
y denunciar las prácticas abusivas e injustas del capitalismo en expansión,
3
surgiendo el pensamiento socialista, que inicialmente manifestó un carácter
utópico e idealista. Las duras condiciones a las que estaban sometidos los obreros
en esta primera época de la industrialización originaron un intenso movimiento
asociativo de protesta, que culminó con la creación de los primeros sindicatos que
reivindicaban una mejora de sus condiciones de trabajo. Mediante la unión de los
trabajadores se proponían lograr lo que nunca habrían podido lograr mediante la
protesta aislada de un único individuo. La huelga se convirtió en un poderoso
instrumento de lucha para los obreros, con la que a veces se lograba forzar una
negociación con el fin de reducir la extensión de la jornada laboral, aumentar los
salarios o aumentar la seguridad en las fábricas.
El arte y la cultura en la primera mitad del siglo XIX estaban dominados por el
Romanticismo. Se trata de un movimiento estético que afirmaba la importancia
de los sentimientos y de la libertad frente al predominio de la racionalidad que
había caracterizado el siglo anterior (la Ilustración). Los poetas y músicos
románticos defendieron una visión subjetivista de la realidad (un viaje al interior
del individuo), inspirada por la naturaleza y por las fuerzas pasionales e
irracionales de la vida (amor no correspondido, los mitos del mundo antiguo, la
sensibilidad, la literatura o la música como forma de
expresión, el individuo incomprendido por el mundo, el
héroe rebelde, la melancolía, la evasión en la naturaleza,
la muerte, el misterio, lo macabro -Drácula, Frankenstein,
Jeckyll y Mr. Hyde…-). Algunos de los autores más
conocidos del Romanticismo son Goethe (Las penas del
joven Werther), Víctor Hugo (Los miserables, Nuestra
señora de París), Edgar Allan Poe (los cuentos del Gato
negro o El cuervo), Emily Brönte (Cumbres borrascosas),
Bécquer (Rimas y leyendas), Beethoven, Chopin, Goya,
Caspar David Friedrich…
4
Biografía
Karl Marx nació en 1818 en el seno de una familia de raíces judías. Su padre era un
abogado muy conocido y respetado en la ciudad renana de Tréveris, que en esa
época pertenecía al reino de Prusia. El joven Karl emprendió los estudios de
derecho, aunque muy pronto los dejó de lado para dedicarse plenamente a la
filosofía. En la Universidad de Berlín, Marx entró en contacto con el círculo de
los jóvenes hegelianos, que dejaron una honda huella en su pensamiento.
La proximidad con los jóvenes hegelianos lo hizo sospechoso ante las autoridades
prusianas y le impidió acceder a la universidad como profesor. Entonces, Marx
aceptó un trabajo como redactor y editor de la Gaceta Renana, un periódico de
ideas liberales que se publicaba en Colonia. Sin embargo, las autoridades pronto
prohibieron la publicación de la Gaceta, con lo que el joven Marx, recién casado con
Jenny von Westphalen, se vio obligado a
exiliarse en Francia.
La vida de Marx en Londres no fue nada fácil. Al carecer de recursos propios, se vio
obligado a trabajar como periodista para sobrevivir, colaborando con algunas
publicaciones como el New York Tribune. Las dificultades económicas, que en
algunos casos lo llevaron a rozar la miseria, acompañaron a Marx durante muchos
años, y solo la generosa ayuda de su amigo Engels le permitió escapar de su
precaria situación. Sin embargo, a pesar de la penuria material, Marx trabajó sin
descanso, estudiando a fondo el funcionamiento de la economía capitalista. Al
mismo tiempo, colaboró en la organización del movimiento obrero y participó,
en 1866, en el primer congreso de la I Internacional. Murió en 1883.
5
2. Contexto filosófico
Corrientes filosóficas de la época: positivismo, utilitarismo y evolucionismo
Por otra parte, Charles Darwin (1809-1882) elaboró la teoría evolucionista, que
sostenía que las especies biológicas cambian a lo largo del tiempo de acuerdo con
un proceso de selección natural y lucha por la supervivencia. El evolucionismo
sacudió por completo la vieja visión sobre el ser humano (como ser privilegiado
dentro de la creación divina) que había predominado en Europa durante siglos.
Para Hegel, la realidad última no está formada por objetos aislados, sino por una
entidad inmaterial, incondicionada y absoluta, denominada Espíritu. Esta realidad
suprema engloba todo lo que existe y es origen de todas las cosas. Todos los
fenómenos y las realidades que conocemos (una tormenta, una mesa, un perro, la
PEvAU…) no son más que distintas manifestaciones del Espíritu.
6
Izquierda hegeliana: Feuerbach
Socialismo utópico
7
Para Marx, estas propuestas de reforma eran
intentos bienintencionados y voluntaristas que
confiaban en poder reformar el capitalismo
introduciendo cambios en la jornada laboral
(como la propuesta de Owen de 8 horas de
trabajo, 8 horas de ocio y 8 horas de descanso /
48 horas semanales), mejoras de los salarios o las
condiciones de vida de los trabajadores. Sin
embargo, estas propuestas para Marx no podían reformar el sistema al no darse
cuenta de que lo que era insostenible en sí era el antagonismo entre la clase
burguesa y el proletariado.
Obra
Marx recogió, valoró y unificó ideas dispersas de autores y círculos muy diversos,
dando lugar a una crítica feroz de la forma de vida de su tiempo que tomará la
forma de una crítica cientificista pero con un alto contenido moral, en tanto que
denuncia la situación inhumana de sufrimiento, injusticia y miseria
inherente al sistema de producción capitalista.
8
3. La concepción de la historia: el materialismo histórico
Marx considera que la tarea del filósofo debe ir más allá de la pura especulación y
la crítica abstracta y teórica de la realidad para tratar de impulsar un cambio real
en las condiciones de vida de la sociedad. Marx extendió esta acusación a todos los
filósofos, que en su opinión “se han limitado a interpretar el mundo de distintos
modos; de lo que se trata es de transformarlo”.
9
Hoy en día podemos incluir las fábricas, las centrales eléctricas, los trenes o los
aviones.
Cuando el desarrollo técnico modifica las fuerzas productivas, estas acaban por
entrar en contradicción con las relaciones de producción. Este conflicto lleva a una
crisis que solo se resuelve con nuevas relaciones de producción, más eficaces y
ajustadas al nuevo grado de desarrollo de la economía.
La dialéctica de la historia
10
Desde entonces, y a lo largo de la historia, estos dos grupos han mantenido una
lucha continua e incesante, que ha estado asociada a los intentos de cambiar las
relaciones de producción existentes. Por eso puede decirse que la lucha de clases
es el motor que impulsa la historia, ya que refleja claramente las contradicciones
entre fuerzas productivas y relaciones de producción.
Marx identificó los diferentes modos de producción que se han ido sucediendo a
lo largo del tiempo:
Para Marx, el capitalismo está condenado a desaparecer. Al igual que los sistemas
anteriores, el capitalismo se enfrentará antes o después a una crisis
insuperable, y será reemplazado por un nuevo modelo de organización social: el
comunismo. En este sistema, las tierras, fábricas y máquinas serán propiedad de
toda la sociedad, por lo que ya no existirá la distinción entre capitalistas y
proletarios, entre explotadores y explotados.
11
4. Ideología y alienación: los elementos de la crítica moral al
capitalismo
El peso de la ideología
Uno de los aspectos más interesantes del materialismo histórico es el modo en que
interpreta los elementos culturales e inmateriales de la civilización. Marx
empleaba el concepto de superestructura para referirse a realidades tan diversas
como las leyes, las formas de organización social, las instituciones, las creencias
compartidas, la religión, el arte, la ciencia y la filosofía.
La esencia de lo humano
Para Marx, la característica más importante del ser humano es su capacidad para
transformar la realidad de forma creativa. Aunque hay otros animales que
también modifican la naturaleza (las aves construyen nidos, los castores fabrican
diques) el ser humano es el único capaz de idear los resultados de su acción antes
12
de llevarla a cabo, y también es el único que puede cambiar la realidad de forma
imaginativa, novedosa e insospechada.
El origen de la alienación
A pesar de que el trabajo es nuestra esencia más profunda, los seres humanos no
siempre tenemos la oportunidad de desarrollar este tipo de actividad creativa que
es típicamente humana. Esto es lo que sucede en el sistema capitalista, que se
caracteriza por la imposibilidad que tiene el obrero de expresar su
creatividad dentro del mundo laboral existente.
Pero las condiciones laborales de los obreros en la fábrica son muy distintas de las
de una artista que elabora su obra de manera creativa. Para empezar, los obreros
no son dueños del producto de su trabajo, ya que este pertenece al dueño de la
empresa. En el capitalismo, los obreros vuelcan su capacidad transformadora, su
esencia humana, sobre un objeto que les es arrebatado y sobre el cual no tienen
ningún poder. De esta manera, el fruto de este esfuerzo creativo, que debería
actuar como un reflejo de su humanidad, se le aparece al obrero como una realidad
extraña, ajena y hostil.
A la alienación económica que sufre el obrero se suman, según Marx, otras formas
de alienación. La alienación política se produce por la separación entre la
sociedad civil y el Estado, ya que aunque este debería representar a todos los
ciudadanos, en el sistema capitalista el Estado está en realidad al servicio de la
burguesía dominante. Además, los individuos también están sometidos a la
alienación religiosa, que contribuye a mantenerlos en un estado de pasividad,
resignación y sumisión al servicio de los intereses capitalistas. Incluso existe una
alienación filosófica levantada sobre interpretaciones falsas acerca de la realidad.
14
5. La crítica del sistema de producción capitalista
Aunque el capitalismo parecía triunfar y extenderse por todas partes, Marx estaba
convencido de que este sistema tenía los días contados. Esta es la conclusión a la
que le llevaron sus largos años de estudio de la economía capitalista.
Pero no todas las mercancías que existen en el mercado son iguales. Hay una
mercancía en concreto, la fuerza de trabajo humana, que tiene propiedades muy
especiales. La fuerza de trabajo se puede comprar y vender como cualquier otro
bien en un mercado libre. El precio de la fuerza de trabajo (su valor de cambio) es
el salario que el burgués paga al obrero por su jornada laboral. Sin embargo, el
valor de uso de la fuerza de trabajo es mucho mayor, ya que mediante su actividad
el obrero es capaz de crear riqueza y producir valor.
Marx llamaba plusvalía a la diferencia que hay entre el valor de uso de la fuerza de
trabajo y su valor de cambio. Los obreros producen más valor de lo que se les
paga con su salario. La plusvalía equivale a esa cantidad extra de riqueza que
produce el obrero pero que finalmente se queda en manos del propietario de la
fábrica. Precisamente, la plusvalía es la fuente de donde el capitalista extrae su
beneficio económico.
15
El capitalismo es un sistema generalizado de extracción de plusvalía. Pero este
sistema, que parece proporcionar ganancias ilimitadas a los dueños del capital,
está sometido a graves inestabilidades. Para enriquecerse, el burgués debe ser
capaz de colocar sus productos en el mercado, ofreciéndolos a precios más bajos
que los de sus competidores. Pero eso únicamente se puede lograr disminuyendo
los costes y aumentando la plusvalía, lo cual solo se puede conseguir
reduciendo los sueldos de los trabajadores. Esto no se debe a que el capitalista
sea alguien malvado o inmoral, sino que es consecuencia directa de la necesidad de
mantenerse a flote en el mercado. Las empresas que no adopten medidas de este
tipo acabarán por arruinarse, con lo que a lo largo del tiempo la competencia se irá
reduciendo y solamente sobrevivirán las empresas más grandes.
Pero, entonces, ¿por qué no desapareció? Lenin se dio cuenta de que el capitalismo
imperialista, que explotaba diferentes colonias por todo el mundo, permitió
mejorar las condiciones de vida de los obreros en su lugar de origen. Esto hace que
los obreros pierdan el impulso revolucionario al ser asimilados al sistema
como consumidores de bienes y servicios. La revolución tuvo lugar en Rusia
porque sus obreros vivían en la mayor miseria y el descontento era mayor que en
Europa.
16
6. El camino a la revolución
Marx estaba convencido de que, siguiendo la inevitable evolución dialéctica de la
historia, el capitalismo iba a dar paso en muy poco tiempo a un sistema nuevo, en
el que finalmente reinarían la libertad y la justicia. Para lograrlo, habría que
poner fin a la propiedad privada de los medios de producción, que es la raíz de
la explotación y de la desigualdad en el capitalismo.
Como las fábricas pertenecen a los burgueses, estos se ven obligados a extraer la
plusvalía de los obreros y a imponerles condiciones de trabajo alienantes para
poder competir en el mercado internacional. Por lo tanto, solo podrá lograrse el
fin de la opresión cuando las fábricas dejen de estar en manos privadas y
pasen a ser propiedad de todos los trabajadores.
17
Aunque la llegada del comunismo es una necesidad histórica inexorable, Marx
pensaba que era necesario adelantar la caída del capitalismo para asegurar que
este nuevo sistema pudiera implantarse cuanto antes.
Pero esto solo se conseguirá si los obreros adquieren conciencia de clase, que
consiste en darse cuenta de su situación. El proletariado debe comprender que está
llamado a desempeñar un papel decisivo en la historia. Cuando los obreros luchan
en favor del comunismo, no solo están persiguiendo sus propios intereses, sino
que, de ese modo, contribuyen a liberar a toda la humanidad.
Sin embargo, no será fácil derrotar al sistema capitalista. Los burgueses cuentan
con abundantes medios para defenderse. Disponen del ejército, de la policía, del
sistema legal y judicial, de las instituciones políticas y de un discurso ideológico
legitimador que abarca la religión, la filosofía, el arte y las ciencias. Por eso, Marx
pensaba que la caída del capitalismo se produciría, dependiendo de la situación, o
bien democráticamente o bien por medio de la revolución.
18