Está en la página 1de 18

Karl Marx – Friedrich Engels

Manifiesto Comunista
O. Biografía de Marx (1818- 1883).
Filósofo alemán.
Quería ser abogado y se fue a estudiar Derecho a la Universidad de Berlín que estaba muy
alborotada por nuevas ideas sobre el hombre, etc. Allí, su interés por la Filosofía le lleva a dedicarse
a ella y abandonar el derecho.
En la zona más industrializada de Alemania, trabajó en el diario Gaceta Renana, pero le censuran y
tuvo que dejar el periódico.
Se casó y emigró a París, donde contactó con grupos revolucionarios socialistas y comunistas. Se
hizo amigo de Engels quien fue su colaborador inseparable y mecenas.
Tras vivir en varias ciudades, llegó a Londres, donde vivió hasta su muerte. Tomó contacto con la
miseria y humillación de los trabajadores. Él y su familia soportaron también pobreza y
enfermedad, ayudándoles Engels.

1. El manifiesto comunista.
La Liga de los Comunistas era una asociación de trabajadores al principio alemana y luego
internacional que, dadas las condiciones políticas en 1847, era secreta. También se llamaba la “Liga
de los Justos” porque se reunían para charlar de política y mantenerse en contacto con los “hombres
justos” de otros países.
Esta Liga quería derrocar a la burguesía, el gobierno del proletariado, y establecer una sociedad sin
clases ni propiedad privada.
Marx y Engels pertenecían a esta liga.
En 1847 hubo un congreso de la Liga en Londres en el que encargaron a Marx y a Engels escribir
un programa teórico y práctico del partido comunista. Así, escribieron el Manifiesto. Ambos
prepararon los borradores pero el texto final lo escribió Marx. Se publicó por primera vez en 1848,
aunque legalmente no se publicó hasta 1872. Se tradujo a muchos idiomas, pues fue muy solicitado.
En cuanto al título de la obra, primero se llamó Manifiesto del Partido Comunista porque en el
s.XIX “partido” significaba tendencia, corriente política o de opinión, con lo que era el Manifiesto
de la corriente “comunista”. Pero como querían que el Manifiesto fuese de todos los proletarios, se
suprimió en el título la palabra “partido” y se dejó como hoy se conoce: Manifiesto Comunista.
Se llamó Manifiesto porque frente a los burgueses que llamaban al comunismo “fantasma” (para así
insultar llamando comunista a cualquier adversario político y señalar que el comunismo es un
cuento fantástico que da miedo), Marx quiere manifestar al público clara y abiertamente de forma
palpable, evidente, qué sostienen los comunistas.
Se llamó Comunista porque en 1847 los socialistas eran –según Marx-, los partidarios de sistemas
utópicos o charlatanes que pretendía mejorar la sociedad sin dañar al capitalista y al capital, sin
hacer una revolución violenta, buscando el apoyo de intelectuales cultos burgueses, no siendo los
socialistas proletarios, y siendo admisibles los socialistas en la sociedad burguesa; mientras que los
comunistas eran los proletarios que exigían una revolución violenta, y que creían que la
emancipación (liberación) la tenían que conseguir luchando, y, claro, eran inadmisibles en la
sociedad burguesa.
Esta obra, se difundió mucho: cuanto más se extiende la industria, más desean los obreros
comprender el mundo, y más demandan el Manifiesto.
Marx quiso que la lectura fuese un arma de lucha de los proletarios: que les sirviese para
comprender la historia y discutir con sus compañeros, y para que esa comprensión (teoría) les
llevara a la acción (práctica), a la revolución. Con otras palabras, el Manifiesto es una llamada
directa a los trabajadores y defiende la postura comunista según la cual la liberación de los obreros
la deben protagonizar los obreros. Sus argumentos (teorías) llevan a adoptar una postura contra la
sociedad capitalista por su injusticia y desigual reparto de la riqueza (reparto que es indecente), esto
es, lleva a la práctica, a la revolución de los obreros al tener conciencia de clase.
El estilo del Manifiesto es animado y directo, para ser leído en voz alta, para agitar a los obreros y
que estos tengan armas (argumentos) para discutir con sus compañeros. Su estilo es así, breve,
sintético, sin casi matices (para que no confundiesen los matices con dudas o ambigüedades), va a
lo esencial.
En concreto, los capítulos II y III tienen el estilo de propaganda política. El capítulo II repite
términos y expresiones para remarcar los contenidos más importantes, dar continuidad y cohesión al
texto, despertar entusiasmo, pasión o valor y llevar así a la acción. En el capítulo III, Marx hace una
crítica irónica, burlona, corrosiva y mordaz a sus adversarios políticos, dando armas a los
proletarios contra ellos. Así, usa un vocabulario más rebuscado y sonoro, con expresiones
lapidarias, para ridiculizarlos.

Actualidad:
¿Para qué leemos hoy el Manifiesto Comunista?
Es cierto que las medidas revolucionarias que propone en el Capítulo II son a veces de difícil
aplicación, según las circunstancias históricas.
En cuanto a la conquista del poder político por el proletariado que propone en el Capítulo II, el
mismo Marx se percató de que era algo difícil de conseguir dado lo que había ocurrido con la
Comuna de París.
Además, la crítica que hace a muchos socialistas hoy no tiene aplicación porque no existen los
mismos partidos políticos.
Sin embargo, sí tuvo mucho sentido en la época histórica en que se escribió. Pero no sólo lo vemos
para entender ese momento histórico sino porque su crítica al capitalismo continúa siendo válida,
y sigue siendo una respuesta a las preguntas de nuestro tiempo.
Veremos la repercusión que tuvo la filosofía de Marx más adelante.

2.Contexto histórico del Manifiesto Comunista.


Se había producido la Revolución industrial. Se conoce con este nombre al conjunto de
transformaciones económicas y sociales que se produjeron en diversos países con el desarrollo de la
industria moderna, a partir del s. XVIII.
Empieza en Inglaterra desde 1760 con el progreso de la industria textil, la sucesión de inventos
técnicos (máquina de vapor, etc. con la sustitución de la fuerza manual o de los animales por
máquinas), y (muy importante) por el estímulo del comercio colonial (las posibilidades de
expansión del mercado movieron a los industriales británicos a buscar nuevas técnicas para
aumentar la producción y abaratar los precios para ser más competitivos).
Al progreso textil le sigue el de la siderurgia, etc.
La Revolución Industrial enriqueció a la burguesía y creó el proletariado (clase de obreros
industriales que trabajaba en las fábricas, propiedad de los burgueses, en condiciones muy duras:
15h diarias, hacinados en viviendas en los barrios pobres de las ciudades, trabajando los niños,
cobrando sueldos bajísimos, etc.).
Se mejoran las redes de comunicaciones para aumentar el comercio (carreteras, canales, etc.). Hay
locomotora y ferrocarril.
Avanzan las ciencias y técnicas por el impulso ilustrado y por el capitalista (quieren nuevas
máquinas). Incluso empiezan avances importantes en epidemiología, pues hay muchas epidemias
en los barrios pobres de los alrededores de las ciudades e industrias por el hacinamiento de los
proletarios ( habían acudido a las industrias a trabajar desde el campo, etc.).
Políticamente, ya se habían producido algunas revoluciones a modo de pronunciamientos. La más
importante fue la de 1848 porque participaron activamente en ella las clases obreras (hasta entonces
no lo habían hecho tan fuerte). Los obreros pretendían que el pueblo votase mediante sufragio
universal (y no censatario votando sólo los varones con propiedades) y que se ampliasen las
libertades y hubiese igualdad social.
A la revolución de 1848 le precedió una crisis económica que fue la primera crisis capitalista y que
provocó el primer enfrentamiento entre proletariado y burgueses.
La primera vez que los proletarios y la pequeña burguesía (clase media) tomaron el poder, fue en la
Comuna de París. Intentaron realizar reformas radicales y construir un Estado al servicio de los
proletarios. Pero al poco tiempo fueron derrotados y sufrieron una feroz represión.

3. Filosofía de Marx.
3.1. El ser social del hombre
El ser humano ha de trabajar (producir sus medios de vida) para vivir, y se asocia con otros hombres
para trabajar mejor. Así, el trabajo es el medio por el que el hombre se relaciona con la naturaleza y
con otros hombres. Es, pues, lo que caracteriza su vida, su esencia, lo que le define (frente a los
animales).

Por eso, el hombre mediante el trabajo debería:


a) realizar su esencia: plasmar en lo quehace lo que tiene de humano
b) conocerse: reconocerse en lo que hace
Pero en todos los modos de producción que ha habido en la historia hasta el momento (esclavista,
feudal, capitalista), el ser humano no se ha realizado al trabajar (trabajar no le ha servido para
desarrollarse como ser humano, aunque sea su esencia ) sino que, por el contrario, en el trabajo el
hombre se aliena.
Sólo en el comunismo, el trabajo permitirá al hombre realizarse en libertad.

3.2. La alienación del trabajo en el capitalismo.


Estar alienado es estar extrañado, enajenado, sometido, explotado.
El obrero industrial es un extraño al trabajar porque trabaja para otro, no planifica su trabajo, no son
suyos los medios de producción ni los productos que fabrica, sino que son del burgués que impone
el tipo, método y ritmo de trabajo.
Al trabajar, el obrero pierde su humanidad pues transfiere su fuerza laboral y con ello toda su
existencia a la burguesía. Por tanto, lo que era la marca de la nobleza del hombre (de su esencia) –el
trabajo- convierte al obrero en un animal, en una cosa, en una máquina, en un apéndice carnal de la
máquina, en una mercancía más sujeta a las variaciones del mercado (ej: ir al paro, su salario, etc.),
que se puede comprar por un salario miserable. El trabajo prostituye al hombre pues este vende su
fuerza de trabajo (lo único que posee) por un salario.
Así, la alienación en el trabajo degrada al proletario, lo despersonaliza, lo somete al capitalista y a la
máquina (a su ritmo, etc.) siendo para el empresario sólo un instrumento del proceso de producción
que tiene un coste (el salario que le paga); el trabajador no tiene libertad de crear o conocerse a
través de su trabajo (pues no ha dominado su producción) por lo que no le realiza.
Al trabajar, el obrero no se siente bien, no se siente realizado, no se desarrolla intelectualmente, y
arruina su mente.
Cuando no trabaja, se siente mejor.
El trabajo no le satisface, es sufrimiento y coacción, lo realiza para sobrevivir.
Pero el capitalismo dice que el obrero es libre (que no está alienado) porque puede o no vender su
fuerza de trabajo por el salario que le ofrece. Esto es falso, pues el obrero, si quiere sobrevivir en la
sociedad capitalista, sólo puede venderla. No tiene otro remedio. No es libre de trabajar o no.
Tendrá que hacer la revolución para serlo, instaurando la sociedad comunista.
La alienación en el trabajo empieza con la división del trabajo. Ésta ha existido a lo largo de toda
la historia.
Surgió cuando en las sociedades primitivas se dio la posibilidad de que un grupo acumulara
excedentes como medio para coaccionar a otro, obligándoles a trabajar para ellos. Por tanto, la
división del trabajo divide a la sociedad en clases antagónicas (opuestas): los que controlan la
acumulación, frente a los que son controlados. Una clase social es un estamento o grupo humano
que ocupa un determinado lugar en el sistema de producción por las relaciones plasmadas en leyes
con los medios de producción y que así tiene un modo peculiar de acceder a los bienes sociales y de
obtener parte de ellos.
La división del trabajo consiste en la especialización al trabajar en algo concreto (un individuo, un
grupo, una sociedad, un país, etc.): un individuo, un grupo, etc. no produce lo que necesita para
vivir sino aquello en lo que aventaja a los demás, produciendo excedentes que intercambiará para
conseguir lo que no produce y que le pueden servir para explotar a otros.
Aunque la división del trabajo (y por tanto, la división de la sociedad en clases y la alienación en el
trabajo) ha existido siempre en la historia, es más aguda en el capitalismo pues aquí la
especialización en el trabajo es mayor y supone la separación entre el trabajo manual (lo realiza el
obrero industrial con sus manos; es el trabajo físico, corporal, que realiza trabajando como los
animales en el campo y requiriendo para realizar ese trabajo sólo un sencillo aprendizaje) y el
intelectual (lo realiza el capitalista al organizar, controlar, decidir… el trabajo del obrero; requiere
mayor aprendizaje).
El comunismo superará esta separación democratizando las decisiones sobre el trabajo y haciendo
que el trabajo sirva para beneficiar a toda la comunidad.

3.3. Explotación capitalista


El proletariado, con su trabajo vivo (actividad, presente), produce mucho más de lo que le pagan
(de lo que le da el capitalista al pagarle su salario). Esa producción extra, ganancia extra, producto
excedente, ganancia adicional, margen de beneficio, trabajo excedente, trabajo acumulado, muerto,
pasado, se llama plusvalía, y se la apropia por entero el capitalista.
Como toda la plusvalía se la queda el capitalista, existe una descompensación, (desigualdad,
injusticia, explotación) entre lo producido por el proletario y lo recibido por él (su salario).
El capital es los edificios, instalaciones, maquinaria, herramientas, materiales y la plusvalía. Es un
producto “comunitario” resultado del trabajo social, pero se lo apropia el capitalista.
Por tanto, el trabajo de muchos (los proletarios asalariados explotados) se transforma en el capital
de unos pocos (capitalistas explotadores) privilegiados.
El capitalista sólo da importancia al capital.
Marx piensa que ese trabajo acumulado que se queda el capitalista debe transformarse en
comunitario. Y que se debe mejorar el trabajo vivo para que no aliene sino que permita que el
hombre se desarrolle.
Luego la propiedad en el capitalista lo es sólo del capitalista, por lo que la propiedad privada aquí es
la propiedad burguesa, capitalista.
Marx propone acabar con el sistema capitalista acabando con el burgués, para lo que hay que acabar
con su propiedad en el sentido de transformarla en COMUNITARIA.
No cree que la solución a la explotación del proletariado sea aumentarle el salario porque el
mecanismo fundamental de la explotación (el trabajo asalariado) continuaría. Subirle el salario sería
como ponerle cadenas de oro: el obrero se sentiría más libre porque podría comprar algo más que su
mera subsistencia, pero seguiría alienado por el sistema. Actualidad: por tanto, Marx diría hoy que
también en nuestra época los obreros están explotados por el capitalista.
La única solución para Marx es que los proletarios se unan, organicen, con conciencia de clase y
hagan la revolución violenta e instauren una sociedad comunista.

3.4. Ideología
En Marx la palabra “ideología” tiene connotaciones peyorativas (negativas).
Tiene dos sentidos peyorativos en Marx:
A) Falsa conciencia, mentira que se ha inventado la clase dominante para explotar a la
dominada, visión deformada y deformante de la realidad que intenta ayudar a los
explotadores para que puedan seguir explotando (para que las cosas no cambien), visión
sobre la realidad que oculta la verdad y, así, paraliza la acción (impide que con la acción se
cambie el mundo).
Para Marx son ideologías, por ejemplo, las filosofías que sólo tratan de comprender el
mundo sin intentar transformarlo, es decir, las filosofías que son teoría sin práctica (la
filosofía de Marx no sería pues ideología porque es teoría que mueve a la acción). También
es ideología, por ejemplo, la religión (“el opio para el pueblo”) pues es un invento del poder
que paraliza la acción en esta vida justificando el sufrimiento del pobre y prometiéndole una
vida mejor en el más allá que no existe.
B) Fetichismo de la mercancía, esto es, ideología de los capitalistas al presentar la mercancía
como un fetiche (como un objeto de adoración, de culto, como si fuese un Dios o tuviese
poderes).

La ideología en el sistema capitalista que se han inventado los capitalistas para mantener su poder
político y económico es: a) “el dinero recibido por el proletario (su salario) equivale al valor de su
fuerza de trabajo”. Esto, dice Marx, no es verdad, pues le pagan menos de lo que vale su fuerza de
trabajo y el capitalista se queda con el trabajo acumulado (plusvalía) que no le paga. b) “La riqueza
engendra riqueza”. Esto no es verdad, dice Marx, sino que la riqueza viene de explotar al proletario.
c) “La ley de la oferta y la demanda (la competencia), las leyes económicas que determinan el
precio de los productos y, en fin, el orden económico es natural e inmutable”. Para Marx, no es
natural e inmutable sino que el precio lo fijan los capitalistas pensando sólo en su beneficio, etc. y
se puede y se debe cambiar. d) Sin propiedad no habría estímulo para trabajar con lo que los
trabajadores se volverían holgazanes. Marx contesta que los holgazanes son los capitalistas pues no
trabajan. e) Nuestras nociones de justicia, educación, familia y patria son naturales, eternas,
racionales, buenas. Marx responde que son históricas y pasajeras. Actualidad: hoy sectores
conservadores de nuestra sociedad afirman que sólo hay un modelo de familia verdadero, una sola
definición de familia: la suya (padre, madre e hijos), rechazando otros modelos como familia
monoparental, de homosexuales, etc. Otros sectores más abiertos de ideas, sin embargo, los
aceptan y apoyan.
A esta falsa conciencia se le opone la conciencia de clase, en la que conocimiento y acción se unen.

3.5. Conciencia de clase.


Es el conocimiento (comprensión teórica) que adquiere una clase social de la historia y de la
evolución de la historia y, por tanto, de su situación como clase social en la historia. Luego llevará a
la revolución, a la práctica, a la acción, al cambio real.
Marx trató de extender y propagar de forma popular las ideas y programa de la clase obrera para
conseguir una clase obrera concienciada de la opresión que sufría por los capitalistas y, por tanto,
dispuesta a movilizarse, a hacer la revolución una vez se haya unido, organizado.

3.6. Materialismo histórico.


Es como se denomina a la filosofía de Marx.
Es la teoría científica de Marx sobre la historia (su origen y desarrollo).
Sostiene lo siguiente:
La historia es la historia de los hombres pues la hace el hombre (no el “destino” ni “la mano de
Dios”) y como la esencia del hombre (lo que lo define, lo que lo distingue de los animales) es el
trabajo, la historia es la historia de las condiciones MATERIALES (económicas, el modo de
producción) con las que los hombres construyen sus vidas. De aquí se sigue que los grandes
hombres no fueron los únicos en hacer la historia sino también (y sobre todo) los trabajadores que
son los que realizan tareas materiales (económicas) necesarias para que la sociedad subsista.
El modo de producción es la manera cómo se producen los bienes materiales según las diversas
sociedades:
-Primitiva: propiedad colectiva de los bienes.
-Esclavista: esclavo propiedad del amo, etc.
-Feudal: el señor dueño de la tierra.
-Capitalista: el capitalista propietario de los medios de producción y de la fuerza de trabajo del
proletario.
-Comunista (en el futuro): propiedad comunitaria de los bienes.

El modo de producción contiene: la infraestructura y la superestructura.


1. La infraestructura o base económica contiene:
a) Condiciones o factores de producción: son las condiciones que intervienen en la producción
o proceso de trabajo, condiciones mediante las cuales se transforma un objeto en un
producto útil. Son: los recursos naturales de una sociedad, su clima, materias primas,
medios de producción (cosas, instrumentos, maquinaria, etc. más las técnicas), y su fuerza
de trabajo (la energía de sus trbajadores: esclavos, siervos y proletarios de la historia).
Ponen límites al modo de producción. Por ejemplo, no puedes pescar arenques en el Sáhara,
ni cultivar dátiles en el Norte de Noruega. De este elemento como parte de la infraestructura
habla Gaarden en “El Mundo de Sofía”.
b) Fuerzas productivas: son el resultado o combinación de las fuerzas de trabajo (productores),
los medios de producción (herramientas, máquinas, materias primas) y los conocimientos
científico-técnicos. Indica el nivel de desarrollo de cada época.
c) Relaciones sociales de producción: relaciones entre los miembros de una sociedad concreta
para organizar el trabajo, la división del trabajo y el reparto de la riqueza. Se plasman en
leyes de la superestructura sobre las relaciones de propiedad. En la historia las relaciones de
producción han originado la división de la sociedad en clases: dominante y dominada.
En las sociedades clasistas (i. e., en toda la historia) estas relaciones han sido conflictivas (se
han manifestado en luchas) y antagónicas (de oposición entre las dos clases por intereses
contrarios sobre la propiedad).
En el comunismo estas relaciones serán, sin embargo, de colaboración porque la propiedad
será comunitaria y no habrán clases sociales.

2. La superestructura es la forma de pensar de cada época, las ideas domimantes de una


época que siempre han sido las de la clase dominante de esa etapa. Se plasman en
instituciones, leyes, costumbres, religiones, moral, arte, cultura, ciencia y filosofía que sólo
es teoría. La política se apoya así en las ideologías (ver págs. 5 y 6). Como vimos en el
apartado sobre las ideologías, estas pueden intentar “disfrazar” las desigualdades
económicas y la explotación.

En cada etapa histórica llega un momento en que mientras evolucionan las fuerzas productivas (Ej.
la burguesía y los medios de producción y transporte al final de la época feudal) no cambian las
relaciones de producción, limitando entonces éstas (con su plasmación en leyes, ej. –siguiendo el
caso anterior- leyes sobre impuestos y aduanas) el desarrollo de las fuerzas productivas (en el
ejemplo el desarrollo de la burguesía y el libre comercio). Otro ejemplo: en el capitalismo, entran en
contradicción los proletarios y el avance en máquinas, etc. (las fuerzas productivas) con las formas
de organizar la apropiación de los bienes y la división del trabajo (relaciones de producción).
Esa contradicción o descompensación entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción
es el motor de la historia, lo que mueve la historia, lo que hace que progresemos, ya que provoca
una crisis y la crisis junto con elementos cognitivos (con la toma de conciencia de clase de los
explotados) provoca una revolución que originará otra etapa histórica con otro modo de producción.
Marx llama crisis a un momento crítico, decisivo que puede tener un resultado positivo (mejora) o
negativo (empeoramiento, extinción o muerte), pero que siempre significa una violenta ruptura con
la situación anterior; como hemos visto, guarda relación con los cambios y evolución de una etapa
histórica.
El caso es que esta contradicción se manifiesta en las luchas de clases, pues en cada etapa histórica
hay dos clases sociales con intereses antagónicos por la propiedad y con relaciones conflictivas
sobre la forma de organizar el trabajo que, por tanto, entran en lucha: primero latente, luego
manifiesta. Esta lucha porque una clase explota a la otra, conducirá a una revolución y a una nueva
etapa, por lo que la lucha es necesaria para el progreso histórico.
Así, la historia es la historia de las luchas de clases por la propiedad y consta de etapas en las que
la clase dominante EXPLOTA a la dominada.
Marx y Engels no contabilizan como historia a la no escrita, i. e., la prehistoria, etapa en la que,
como sabían por estudios de arqueología y de antropología, que se basaban en muestras materiales,
hubo algunas sociedades comunistas estructuradas por familias y, por ser comunistas, sin clases ni
luchas de clases. Cuentan sólo como historia la escrita, o sea, la de las sociedades de las que
tenemos información a partir de documentos escritos.
Con la disolución de las comunidades primitivas empieza para Marx la historia con la división de la
sociedad en clases separadas al surgir la apropiación privada de la producción.
En la historia Marx distingue las siguientes etapas:
1) En la Antigüedad, Estado esclavista. Clases: hombres libres (amos) y esclavos. Por ejemplo,
en Roma hubo patricios, nobles, plebeyos y esclavos.
2) En la Edad Media, Estado feudal. Clases: señores y vasallos. Hubo señores feudales,
vasallos, siervos, artesanos, aprendices…
3) En la sociedad moderna, Estado capitalista. Más polarizada que ninguna etapa en dos clases
enfrentadas por la propiedad: capitalistas (tienen la propiedad) y los proletarios (sin
propiedades). Las otras clases no son tan importantes: la clase media (pequeña burguesía)
tiende a desaparecer (a convertirse en proletaria) por no poder competir con sus pequeñas
empresas con la alta burguesía que puede producir en las grandes industrias a menor coste y
por tanto vender más barato o porque los pequeños negocios no pueden comprar nuevas
tecnologías; y también hay lumpemproletariado (mendigos y ladrones que no trabajan y que
tienden a dejarse gobernar por la burguesía contra el proletariado; carecen de conciencia de
clase). Como en las anteriores sociedades, la moderna lleva en su mismo modo de ser los
elementos contradictorios que causarán su desaparición o superación. Por ello, es preciso
analizar a fondo su funcionamiento para acelerar sus contradicciones para pasar a otra etapa
que, según Marx, será mejor y la definitiva.
Según Marx, la última etapa de la humanidad será (futuro) la sociedad comunista, sociedad que
superará las luchas de clases porque en ella no habrán clases sociales porque no habrá propiedad
privada.
Actualidad: es evidente que el proletariado no ha hecho en todo el mundo la revolución y que
aún estamos (según muchos) en la etapa capitalista aunque con muchas características
distintas al capitalismo del s. XIX. ¿Siguen las luchas de clases? Si hay clases, ¿cuáles son?
¿Dónde está la explotación? ¿Quiénes son los explotados en occidente? ¿Los jóvenes con
trabajos basura? ¿Los inmigrantes? ¿Explota el Norte al Sur? ¿Será el capitalismo la última
etapa de la historia?
En definitiva, pues, el materialismo histórico es la filosofía de Marx que afirma que son las
condiciones MATERIALES de la sociedad las que:
a)deciden en gran medida la SUPERESTRUCTURA. De esta forma, la infra y la
superestructura se relacionan, no tienen una historia independiente la una de la otra, se influyen
mutuamente, y la que más peso tiene sobre la otra es la infraestructura (la base económica,
material). Si la sociedad fuese un edificio, la infraestructura sería su base sólida, y la
superestructura su tejado elegante y elaborado y su fachada sostenida por la base. La
superestructura es pues el reflejo de la base pues las ideologías las inventa la clase dominante
para asegurarse su dominio económico. No son pues principalmente las “ideas” las que
construyen la sociedad y mueven la economía sino al revés: la realidad económica condiciona
fuertemente (pero no determina) la mentalidad de las personas de cada etapa histórica, haciendo
que elaboren unas determinadas leyes, modo de gobierno, vida social, etc.
Por ejemplo, en las viejas sociedades campesinas, por su modo de producción que tenía que ver
con quién heredaba la granja, eran los padres los que decidían con quién se casarían sus hijos.
Así, son los nuevos elementos materiales que aparecen en una sociedad los que suscitan la
aparición de nuevas ideas que parece que son las que la revolucionan, pero en realidad el peso
en ese cambio lo tiene la infraestructura.
En el cambio de superestructura no sólo influye la infraestructura sino que también la clase
explotada debe tener los elementos congnitivos necesarios que le permitan tomar conciencia de
clase y cambiar la sociedad.
b) deciden la evolución histórica, i. e., crean los cambios impulsando a la historia hacia
adelante, hacia el progreso pues, como hemos dicho, el motor de la historia son las
contradicciones entre fuerzas productivas y relaciones de producción que terminan
necesariamente en la revolución que lleva a otra etapa. La historia es así teleológica.
El materialismo histórico (la filosofía de Marx) es un elemento indispensable para la revolución
pues los proletarios, al conocer la historia y su situación, sabrán que antes las cosas cambiaron y
tienen la esperanza de que vuelvan a cambiar y, dada su situación (pauperismo, es decir,
empobrecimiento del proletariado), se animan a hacer la revolución.

3.7. La cuestión ecológica.


De esta cuestión apenas hablaron en el Manifiesto. En ese momento, no existía contaminación como
en la actualidad, por lo que no le daban la importancia que merece. Lo único que Marx dice sobre
esto es:
a) el desarrollo de la economía (tecnológico e industrial) no debe significar la destrucción de la
naturaleza. Actualidad: hoy sabemos que la sobreexplotación de los recursos naturales y la
degradación y destrucción de ecosistemas y de la biodiversidad es un modelo de desarrollo
insostenible y no generalizable que atenta contra los derechos de las generaciones futuras.
b) en las ciudades será difícil vivir o respirar si se incrementa la producción industrial, y no hay
que llegar a esta situación.
c) El comunismo debe superar la separación entre el campo y la ciudad y la dependencia que
tiene el campo de la ciudad.
d) La ciencia y la técnica deben beneficiar a todos (no sólo a los ricos). Actualidad: hoy sigue
siendo necesario democratizar las decisiones sobre tecnociencia que afecten a la sociedad
(esto es, a todos); con otras palabras, que todos tomemos las decisiones sobre tecnociencia
que nos afectan, y no sólo los expertos o el poder.

3.8. Capital, capitalismo.


En la Edad Media los mercaderes y artesanos fueron creciendo en número y poder y cambiaron la
forma de producción. Eran los burgueses que vivían en los burgos (núcleos urbanos). Querían ganar
más para lo que necesitaban mercados más amplios y libres y, para conseguirlo, lucharon contra la
nobleza y el clero que los limitaban en el comercio con impuestos y aduanas. Hicieron así
revoluciones contra ellos.
Con la Revolución Francesa o Burguesa de 1789, los burgueses trataron de liberarse contra el poder
de los reyes y el clero para defender un nuevo modo de producción que les beneficiaba (a los
burgueses): el capitalismo que defiende la propiedad privada y la libre empresa. Lo que querían
pues, los burgueses era libertad para hacer más dinero.
La sociedad capitalista es así la del dinero pues en ella todo tiene un precio que sirve para
intercambiar las cosas.
El capital es la acumulación de la plusvalía, más edificios, maquinaria... y va a pasar (todo él) a
manos del burgués capitalista (y no del proletariado) con lo que hay desigualdad e injusticia.
Cuando la burguesía derrotó a la nobleza y al clero, la burguesía tomó el poder (político y
económico). Los campesinos, por su parte, obtuvieron la propiedad de sus tierras (fueron pequeños
burgueses). Pero los siervos-labradores no recibieron nada excepto la libertad de cambiar de amo:
se fueron a las fábricas que nacían en las ciudades a trabajar como proletarios (obreros
industriales). Las fábricas nacieron así: el descubrimiento de América, las colonias… aumentaron el
comercio con nuevos mercados y productos que se demandaban; en los talleres aumentó la
especialización del trabajador (primero en un mismo taller cada operario realizaba distintas tareas
para fabricar un mismo producto él solo; después en el mismo taller cada operario realizaba una
tarea distinta para fabricar ese producto. Así, aumenta la producción y se abaratan los costes de
producción con el aumento de la división del trabajo; tercero, se introdujeron masivamente las
máquinas con la revolución industrial. Las máquinas -por ejemplo, de vapor- reemplazaron la
fuerza de las manos o de los animales. Sigue el aumento de la producción y el abaratamiento de los
costes). Hay fábricas con gran número de grandes máquinas (que sólo pueden hacer los burgueses)
y muchos trabajadores que las manejan (los proletarios). Pronto los burgueses se quedan con todo.
Surgen así dos nuevas clases sociales en lucha desde el principio: capitalistas (altos burgueses) y
proletarios.
Los capitalistas: clase social que tienen propiedades; son los dueños de las máquinas, de las
fábricas, de las materias primas, de los productos que se fabrican. Son los que organizan la
producción. Es la clase dominante, explotadora del proletariado. Controlan las relaciones de
producción.
Los proletarios : clase social de los obreros industriales modernos (s. XIX) que trabajan en las
fábricas para sobrevivir , vendiendo lo único que tienen (su fuerza de trabajo) a cambio de un
salario miserable que no se corresponde con el valor de su trabajo realizado y que sólo les sirve para
sobrevivir y volver a trabajar. No poseen los medios de producción. Son la base de la sociedad pues
es la clase trabajadora. Su trabajo les aliena, les explota. Dependen de la oferta de trabajo (es decir,
de los ciclos y crisis económicas). Cada vez se empobrece más (pauperismo) por las crisis del
sistema capitalista. No posee propiedades. Sus condiciones de trabajo son degradantes y penosas:
no tienen derecho a vacaciones ni a cobrar si están enfermos, trabajan 15 horas al día hombres,
mujeres y niños, etc. Son producto de la sociedad burguesa y son los destinados a destruiral, pues
serán los protagonistas de la revolución. Es la clase dominada. En las fábricas pierden su
individualidad: son “masas de obreros”, las máquinas les igualan pues casi no necesitan formación
ni fuerza física para manejarlas; son intercambiables y sistituibles. En las fábricas son “soldados
rasos” (sin ningún poder) “organizados de forma militar”, vigilados por una jerarquía (capataz,
jefe), sometidos al capataz, al capitalista y a la máquina. Por tanto, su situación es injusta.
Actualidad: hoy no existe una “clase proletaria” en el sentido que da Marx a “clase”.
Las dos clases mantienen relaciones de dependencia mutua: el capitalista necesita a los proletarios
para aumentar el capital (pues lo obtiene de su explotación) y el proletario necesita al capitalista
para que le controle y le pague un salario con el que subsistir.
Marx en el Manifiesto elogia a la burguesía porque desempeñó un papel importante en la historia en
la Edad Media al revelarse contra los nobles (contra sus leyes, ideología, etc. ). Los burgueses
desenmascararon la ideología de los nobles (Ej. los nobles decían que debían tener privilegios por
ser de sangre real). Pero Marx critica a la burguesía por el papel que juega ahora (sociedad
moderna capitalista) al explotar a los proletarios con las relaciones de producción que establece, su
ideología, etc.
Otras características de la burguesía según Marx son:
a) en contra de lo que ocurría en otras etapas de la historia, para seguir existiendo la burguesía
debe cambiar constantemente los instrumentos de producción (máquinas, ciencia, técnica) y,
por tanto, las relaciones de producción (leyes sobre las funciones de los obreros, etc.)
b) la burguesía necesita extender el capitalismo por todo el planeta, creando un mercado
mundial que hace a todos interdependientes. Su arma para conseguirlo son los bajos precios
de sus mercancías. Con ese arma obliga a todos los países a adoptar el capitalismo porque si
no lo hacen, sucumben ante la competencia. Por ejemplo: una máquina en Inglaterra deja sin
pan a trabajadores no industriales en China. Actualidad: Marx acertó con su visión de que el
mercado se extendería por todo el mundo. Hoy hablamos de un proceso de “globalización”
económica, tecnológica y a menudo cultural (un solo mercado, etc.) al que se oponen
movimientos “antiglobalización” (que a menudo se organizan a través de internet) que
están contra la explotación del hemisferio Sur por el Norte, por la conservación de las
identidades culturales, etc.
c) Pero al tiempo que la burguesía extiende el capitalismo, extiende al proletariado: éste
aumenta en número, siente su fuerza, toma conciencia de clase y hará la revolución.
d) La burguesía separa el campo de la ciudad y somete el campo a la ciudad: el campo es sólo
fuente de abastecimiento de la ciudad; el campesino ya no tiene derechos sobre la tierra ni
controla su organización sino que es sólo un asalariado; la ciudad es el centro que organiza
(toma decisiones) el trabajo en el campo.
e) La burguesía va consiguiendo la centralización política (una nación, un gobierno, una ley,
una aduana) para permitir el libre mercado.
f) La burguesía (alta o capitalista) provoca que la pequeña burguesía (tenderos, pequeños
prestamistas, etc.) acaben siendo proletarios por la competencia que les hacen.
g) La burguesía intenta sobornar al lumpemproletariado en su lucha contra los proletarios (y
normalmente lo consigue).
h) Siempre quiere aumentar su capital.
i) Destruyen las familiar de los proletarios.
j) Generan con su sistema económico capitalista las semillas de su autodestrucción, a saber:
crisis económicas y proletarios que harán la revolución.
¿Por qué se producen crisis cada X tiempo y cada vez más importantes en el capitalismo?
Respuesta: porque, a diferencia de las etapas anteriores en las que superproducción
significaba riqueza, en el capitalismo superproducción implica pobreza, ya que los
capitalistas ante la superproducción (excedentes, exceso de productos), para intentar
venderla, bajan sus precios, pero como los capitalistas no están dispuestos a perder
beneficios, también toman otras medidas :bajan los salarios de los proletarios o despiden a
algunos o cierran las fábricas o se las llevan al extranjero dejando a los obreros del país en el
que estaban en el paro. Con esto sólo consiguen bajar el poder adquisitivo de la gente con lo
que tampoco compran los productos y, en el caso de que lleven las fábricas al extranjero,
extender la crisis por el mundo como una epidemia. Actualidad: es cierto que se han
producido crisis económicas en el capitalismo de alcance mundial como la de 1929 o la que
estalló en el 2008 y que sus causas guardan mucha relación con las que Marx señaló, pero
¿se acabará el capitalismo?
¿Por qué los proletarios contribuirán a la destrucción de los capitalistas?
Respuesta: porque cada vez hay más proletarios más pobres (pauperismo) más unidos
(porque cada vez van tomando más conciencia de clase) y que pueden organizarse mejor
gracias a los avances cientifico-técnicos (antes ferrocarril, barco; actualidad: hoy diríamos
Internet, móvil…) que mejoran las comunicaciones. Curiosamente fueron los capitalistas los
que impulsaron esta mejora en las comunicaciones para poder comerciar más fácilmente por
el mundo. Actualidad: en el “mundo desarrollado” no se ha producido el empobrecimiento
y la miseria total de los trabajadores previstos por Marx sino que disfrutan de derechos
como la educación y, en algunos países, la sanidad pública. Además, muchos han pasado a
ser “clase media”. De todas formas, también hay trabajadores con empleos precarios y
mal pagados aunque no sean proletarios en fábricas con las condiciones del s. XIX, por no
hablar de la situación laboral de la mayoría de los trabajadores de El Sur.
En cuanto al proletariado, su existencia depende de cómo le vaya la economía al capitalista , pues se
le contrata o no por más o menos salarios según ésta (y ésta depende de la competencia).
Las etapas del desarrollo del proletariado son:
Primero luchan individualmente contra la burguesía y atacan sus leyes, máquinas, fábricas,
mercancías extranjeras. Están divididos por la competencia. Luego se van uniendo en esas luchas,
crece su fuerza y la sienten. Hace coaliciones. Las uniones las facilitan los nuevos medios de
comunicación. Este avance en la lucha contra la burguesía no es lineal sino que tiene avances y
retrocesos, aprendiendo más de las derrotas que de los triunfos. Ya con estas luchas consiguen
algunas cosas (ej. en Inglaterra cambiar la ley para que se trabaje 10h. al día; antes se trabajaba
más). Además, como la burguesía quiere que el proletariado luche con ella contra la aristocracia y
contra la competencia de otros burgueses, ayuda a formar al proletariado en política y eso
contribuirá a que el proletariado tome conciencia de clase contra la burguesía. Parte de la pequeña
burguesía intenta conservar sus derechos de propiedad, por lo que no se une al proletariado. Pero
otra parte de la pequeña burguesía sabe que, al final, por la competencia con la alta burguesía serán
también proletarios, por lo que se unen a ellos. Por su parte, el lumpemproleariado (mendigos o
ladrones que no trabajan ni tienen conciencia de clase) tenderá a dejarse sobornar por la burguesía
contra el proletariado. Pero, en fin, los que tienen que luchar por sus intereses, por su liberación (los
protagonistas de la historia, los verdaderos revolucionarios) son los proletarios. Ellos harán la
revolución que llevará al comunismo en interés de la inmensa mayoría (proletarios, campesinos...)
antes de la revolución y tras la revolución en interés de toda la humanidad (porque en la sociedad
comunista no habrán clases sociales). La harán porque cada vez estarán más empobrecidos
(pauperismo) de forma que la burguesía ya no puede dominarlos porque no es capaz de asegurarles
su existencia. Total, la burguesía ha producido a sus sepultureros: los proletarios que la abolirán.

3.9. Revolución
Como ya hemos dicho, las crisis económicas de las sociedades capitalistas llevarán a la revolución
si (condición) los proletarios toman conciencia de clase y se agitan políticamente. Si no se da esta
condición (elemento cognitivo) quizás la crisis de lugar a la barbarie o a la destrucción de las clases
beligerantes (proletarios y capitalistas).
Marx estaba convencido de que efectivamente los proletarios tomarían conciencia de clase, se
organizarían de forma internacional ( Marx y Engels eran de la A.I.T, o sea, asociación internacional
de trabajadores) y harían la revolución en los países capitalistas en poco tiempo.
Intentó acelerar esa revolución fomentando la toma de conciencia de clase de los obreros con sus
escritos.
Decía que la revolución debía ser violenta, esto es, por la fuerza (pues los burgueses no cederían
nunca pacíficamente sus privilegios), abierta (clara), radical, total, completa, brutal. Y sería una
revolución contra la sociedad burguesa, capitalista, contra la propiedad privada.
Afirmaba que después de la revolución vendrían dos fases:
1ª) Dictadura del proletariado o conquista de la democracia: período de transición, en el que aún
perdurarían rasgos de la sociedad anterior, hacia el comunismo.
Se trata de que el proletariado gobierne (tenga el poder político) produciéndose así un cambio
político que debe ir seguido en la siguiente fase de un cambio social (eliminar la sociedad clasista).
El proletariado en el poder cambiará las relaciones de producción con cautela: de forma paulatina y
teniendo en cuenta las circunstancias de cada país.
Medidas generales que tomará el proletariado en el gobierno para conseguirlo: violar por la fuerza
el derecho de propiedad de los burgueses (acabar con su propiedad burguesa y hacerla comunitaria
con el fin de acabar con el trabajo alienado), acabar con las leyes burguesas, centralizar los
instrumentos de producción en manos del Estado proletario, centralizar los transportes, educación
pública y gratuita para todos los niños enseñándoles los principios de cooperación y solidaridad y a
no ser egoístas ni desear la acumulación privada, abolir el trabajo de los niños, abolir el derecho a la
herencia (para que los burgueses no puedan acumular tanto capital; es un ataque a la propiedad
burguesa), confiscar la propiedad a emigrados y rebeldes (comentario: esta medida no es propia
sólo del comunismo sino que la han tomado en la historia todos los regímenes. Ejemplos: CarlosIII
al expulsar a los jesuitas, Franco con las propiedades de sindicatos y de los partidos republicanos),
expropiar la renta de la tierra (o sea, la renta que se obtiene de la propiedad y que antes se la
apropiaban rentistas y terratenientes; no se trata pues de expropiar los productos de la tierra), fuertes
impuestos, obligar a todos a trabajar.
Estas medidas serán decisiones políticas del proletariado que alcanzarán a toda la sociedad.
Pretenden mejorar las condiciones de vida del proletariado.
Actualidad: estas medidas, con alguna excepción significativa, han sido hoy (s. XX y XXI)
asumidas por las sociedades capitalistas occidentales llamadas del Estado del Bienestar. Por
ejemplo: en épocas de crisis se suelen subir los impuestos para amortiguarla, pagan más impuestos
los que más tienen, con los impuestos pagamos servicios públicos, centralizamos para regular la
evolución económica y disminuir sus efectos negativos, tenemos educación pública y gratuita para
todos los niños (aunque quizás influye hoy más en la educación la TV y la publicidad al servicio de
empresas que las escuelas públicas en las que se cumplen los contenidos a impartir en clase que
marcan las leyes hechas en democracia y donde participan en su organización también padres y
estudiantes). El caso es que en nuestros días, algunas de las medidas propuestas por Marx parecen
normales pero en el s. XIX los capitalistas las tachaban de peligrosas para la libertad. También es
cierto que, a partir de la década de los ochenta del s. XX, la corriente neoliberal trata de
desactivar muchas de estas medidas, apoyando (y a veces consiguiendo) la privatización de
servicios públicos, recortando conquistas de los trabajadores, etc. Y, claro está, en el Tercer Mundo
(el Sur) los derechos propuestos por Marx para los trabajadores siguen considerándose una utopía
imposible de conseguir.
2ª) Comunismo: desaparece el Estado entendido como organización política al servicio de la clase
dominante (es decir, como violencia organizada por una clase para dominar al resto; instrumento
político para ejercer el poder sobre toda la sociedad; poder político) y, en su lugar, hay una
sociedad comunista, es decir, sin clases sociales y, por tanto, sin luchas. Una sociedad en la que el
hombre se realiza libremente al trabajar. En la que, como ha conseguido a través de la educación
que desaparezca el egoísmo y la rivalidad como motores de la economía, el Estado comunista es
sólo un organismo más de la administración de la riqueza social, que distribuirá según el principio
de que cada cual rinda según su capacidad y reciba según su necesidad. La propiedad no es privada
(capitalista) sino comunitaria. No hay desigualdad, ni injusticia, ni explotación.

3.10. Comunismo
En Marx tiene dos sentidos:
A) el de segunda etapa tras la revolución arriba descrita
B) el sentido de movimiento (corriente, tendencia) obrero que pensaba que las transformaciones
políticas eran insuficientes para solucionar los problemas de la sociedad, necesitándose para
ello una transformación radical de la sociedad que sólo podría llegar tras una revolución
violenta protagonizada por el proletariado. Marx y Engels pertenecían a esta corriente.
Apoyan a otros partidos que se opongan a la burguesía y sean revolucionarios. Dicen que el
principal obejetivo es abolir la propiedad privada. Trabajan para lograr la unión de los
proletarios. Declaran abiertamente sus objetivos.
Anarquistas, comunistas y socialistas dicen que persiguen mejorar las cosas para los proletarios,
pero se diferencian en lo siguiente:
Los socialistas aseguran que ese objetivo se puede conseguir vía pacífica, sin revoluciones
violentas.
Anarquistas y comunistas ven necesaria la revolución violenta, pero mientras los comunistas
defienden que, tras la revolución, primero se debe instaurar una dictadura del proletariado que
luego de paso a la sociedad comunista, los anarquistas creen que, tras la revolución, se debe
instaurar sin pasar por la dictadura del proletariado la sociedad sin clases.
Marx, además, señala que los comunistas se diferencian de los otros partidos políticos obreros
en que:
a) en la teoría, son las que mejor comprenden la historia, y dentro de la historia los que mejor
comprenden el capitalismo y el movimiento obrero, y son las que tienen las ideas más
avanzadas.
b) En la práctica, son los más decididos, destacando en las luchas y haciendo valer en ellas los
intereses de todo el proletariado.
c) a diferencia de los otros partidos, sus ideas no son ideologías inventadas sino explicaciones
de los hechos, i. e., son científicas.
En cuanto a la relación de los comunistas con los otros partidos de oposición a la burguesía en la
época de Marx, Marx señala que los comunistas les apoyan. Pero “partido” en el s. XIX no hacía el
sentido actual: asociación política organizada jerárquicamente con un programa y afiliados. Así los
partidos a los que apoyan los comunistas son secciones dentro de organizaciones que son
revolucionarias contra los regímenes vigentes. En Alemania (donde la industrialización iba más
lenta), primero los comunistas apoyaban a los burgueses contra la monarquía absoluta para que se
instaurase la sociedad burguesa capitalista y entonces pudiese llegar también allí la instauración del
proletariado unido como clase que hiciese la revolución contra los burgueses.
Marx expone las objeciones que hacen los capitalistas a los comunistas y las desmonta(refuta).
Veámoslas:
1) Los capitalistas sostienen que los comunistas quieren acabar con el derecho a la propiedad.
Marx responde:
a) que las leyes sobre la propiedad han cambiado a lo largo de la historia y pueden volver a
cambiar.
b) Que no son los comunistas los que acabarán con la pequeña propiedad burguesa de la clase
media sino la alta burguesía por la competencia.
c) Que el origen de la propiedad burguesa es la explotación del proletariado mediante el trabajo
asalariado, por lo que debe ser abolida, transformada en comunitaria para beneficio de todos
los obreros. Además, para que los capitalistas tengan derecho a la propiedad, se lo niegan a
la inmensa mayoría (los proletarios) puesto que obtienen la propiedad de la explotación de
los obreros.
2) Los capitalistas dicen que los comunistas quieren abolir el derecho a la libertad.
Marx responde: sí, pero el derecho a la libertad de comprar y vender que tienen los
capitalistas, el trapicheo, el comercio poco claro e irregular que “vende la moto” a los
trabajadores al decirles que su salario es justo porque es lo que vale su trabajo, cuando no es
verdad.
3) Los capitalistas dicen que los comunistas quieren abolir la educación.
Marx responde: sí, pero la educación burguesía que sólo da un gran aprendizaje a sus hijos
burgueses mientras que al trabajador le da sólo el aprendizaje sencillo que requiere para
trabajar con máquinas; la educación burguesa con su ideología fruto de querer mantener sus
privilegios.
4) los capitalistas dicen que los comunistas quieren abolir la familia.
Marx responde: sí, pero en el sentido de que hay que arrancar a los niños de las familias y
llevarlas (a todos) a escuelas estatales para que no les eduque la ideología de la clase
dominante y para que no trabajen y no sean una mercancía más; y también para acabar con
la prostitución burguesa de la mujer (el matrimonio burgués es sólo un contrato comercial, y
el burgués puede acceder a su esposa, a seducir a otras esposas burguesas o a las
trabajadoras o recurrir a la prostitución “no oficial”), i. e., acabar con que la mujer sea
propiedad del hombre y un mero instrumento para que el varón se reproduzca y se garantice
la herencia de su propiedad a sus hijos. Eso sí, para Marx esta lucha de la mujer frente al
varón debía aplazarse pues decía que era prioritaria la revolución proletaria contra la
burguesía. Actualidad: será más adelante el movimiento feminista el que luche contra la
explotación de la mujer por el varón. Además, el hecho de que Marx hablase de una
“comunidad de las mujeres” y no de una “comunidad de los hombres” hace que se le tache
de androcéntrico.
5) Los capitalistas dicen que los comunistas quieren abolir la patria.
Marx responde que los obreros no tienen patria porque sus intereses no están defendidos por
las leyes en las sociedades capitalistas (o sea, porque los obreros no tienen poder político) y
porque los intereses del proletariado (como los del capitalismo) son iguales en todo el
mundo, por lo que su lucha no ha de ser patriótica sino internacional.
6) Los capitalistas dicen que los comunistas quieren abolir las verdades eternas.
Marx responde que entienden por verdades eternas su ideología, y que no son verdades eternas sino
mentiras inventadas por los capitalistas para mantener su hegemonía.

3.11. Crítica de Marx a los socialismos.


1) Socialismo reaccionario.
Estos socialistas son partidarios de volver a la etapa anterior (feudal de la historia).
Crítica de Marx: esta pretensión es ahistórica (o sea, no histórica) porque no tiene en cuenta las
leyes de la evolución histórica, i. e., es una ilusión irrealizable.

a) Socialismo feudal.
Lo defienden parte de la aristocracia francesa e inglesa.
Decía no defender sus intereses sino los de los obreros, acusando a la burguesía de
explotarles. Su arma para ello era escribir panfletos, libros, artículos, etc. En ellos no
exponen abiertamente su ideología sino que denuncian la situación del proletariado y a la
vez dicen que en la Edad Media no había proletarios sino pobres que vivían mejor al
estar protegidos por la aristocracia pues los aristócratas les daban limosnas.
Crítica de Marx: las limosnas no son la solución. El pueblo se da cuenta y no les sigue.
Los aristócratas también explotaban al pueblo en la Edad Media Los socialistas feudales
son reaccionarios porque intentan volver a la Edad Media. Y, además, eso no se puede
hacer.
Al socialismo feudal se unió el socialismo clerical (cristianismo), igual que en la Edad
Media los nobles y los curas estaban unidos.
El socialismo clerical se inspira en el cristianismo primitivo y habla contra la propiedad
privada, el matrimonio, etc. Predica la caridad, limosna, mortificación de la carne, el
ascetismo (vivir con poco), etc.

Crítica de Marx al socialismo clerical:


-Defiende valores (cobardía, desprecio de uno mismo, servilismo, humildad, etc.)
contrarios a los valores revolucionarios (orgullo, valentía, etc.).
-Desmoviliza al proletariado adormeciéndolo con la religión (“el opio del pueblo”) pues
la religión promete felicidad “en la otra vida” con lo que paraliza la lucha en esta vida
por la felicidad.

b) Socialismo pequeño burgués.


También en el s. XIX existía otra clase social que venía de la Edad Media (además de la
aristocracia): la clase media o pequeña burguesía.
Marx decía que esta clase desaparecería en el capitalismo por la competencia con la alta
burguesía, de forma que los pequeños burgueses acabarían siendo proletarios. Muchos
pequeños burgueses también lo creían así y temían convertirse en proletarios.
Entre ellos hubo escritores socialistas como Sismondi.
Para Marx, estos socialistas hicieron bien el análisis crítico del capitalismo. Pero les
critica su pretensión de solucionar la situación del capitalismo restaurando la vieja
sociedad feudal (el artesano independiente) y pidiendo cosas “ilusorias” (como que el
Estado refrene el libre comercio, que el proletariado sea sobrio y no tenga tantos hijos o
que la burguesía no produzca tanto), por ser esta una pretensión reaccionaria y utópica.

c) Socialismo alemán o “verdadero” socialismo.


Estos socialistas reformularon el socialismo francés intentando superarlo diciendo que
ellos eran imparciales y que defendían los intereses de todos (decían que ellos eran los
socialistas “verdaderos”). Pertenecían a la pequeña burguesía alemana que temía
desaparecer como clase.
Crítica que les hace Marx:
-Los traducen mal porque no entienden bien la historia: no ven que en Alemania la
industrialización no está tan avanzada como en Francia (igual que el filósofo alemán
Kant en el s. XVIII no vio que cuando en la Revolución Francesa se hablaba de libertad
como un deber, esa libertad no la pedían los burgueses para todos sino para ellos y era la
libertad de comerciar) y entonces piensan que los franceses son unilaterales al defender
sólo a los obreros y no a todos.
-Además, sólo traducen de los franceses sus textos sobre la sociedad futura y no la
crítica que hacen al capitalismo, siendo precisamente esta crítica la base para entenderlo.
-En la práctica, apoyaron a los gobiernos absolutistas contra la burguesía y contra los
obreros.
-Ponían como modelo de normalidad a Alemania y al pequeño burgués alemán.
2) Socialismo conservador o burgués.
Eran burgueses que querían aliviar los males sociales (huelgas, motines de los obreros, luchas de
clases, pauperismo) para asegurarse su subsistencia (para que el capitalismo continuase y ellos con
él). Eran economistas, filántropos, organizadores de la beneficencia, etc.
Marx nombra como representante de este socialismo a Proudhon (aunque no lo hace en otros
escritos y normalmente se entiende que Proudhon es anarquista).
Crítica de Marx: a) no ven que esos males son inevitables dentro del capitalismo, b) intentan que en
el capitalismo todos sean burgueses pero eso es imposible por la dinámica de este sistema basado en
la explotación de una clase por otra, por lo que estos socialistas son incoherentes y utópicos, c)
intentan apartar a los obreros de cualquier movimiento revolucionario y dicen que quieren medidas
para beneficiarlos que en realidad sólo favorecen a la burguesía (ej. si los obreros hacen un motín,
quieren que se les encierre en prisiones celulares porque dicen que así mejorarán moralmente pero
en realidad es para que no se unan).
3)Socialismo y comunismo crítico-utópico.
Representantes: Fourier (francés), Saint-Simón (francés), Owen (británico).
Estos socialistas son críticos con la sociedad burguesa (y esto lo hacen bien, según Marx, porque
despiertan la conciencia de los obreros).
Crítica de Marx: son utópicos porque no son científicos pues dan soluciones irreales al capitalismo.
Este socialismo surgió en la época en la que el feudalismo se derrumbaba y empezaba el
capitalismo. En esa época aún no existían las condiciones materiales para que el proletariado se
liberara. Entonces estos socialistas buscaron la liberación del proletariado así: creando la
sociología (teoría sobre las leyes que rigen la sociedad que critica la sociedad burguesa), y por la vía
pacífica (no revolucionaria), pues pensaban que comprendiendo su teoría crítica sobre la sociedad y
con el poder del ejemplo (hicieron pequeños experimentos de pequeñas sociedades socialistas y
comunistas), se arreglarían sin más las cosas.
Crítica de Marx: a) estos ejemplos fracasaron b) La vía para solucionar las cosas es una
transformación radical de la sociedad mediante la revolución violenta. c) Los discípulos de estos
socialistas, al vivir en otra época con el capitalismo más desarrollado, en lugar de reconocer que
este socialismo ya no tenía sentido porque ahora sí se daban las condiciones materiales para
emancipar a los obreros que decía Marx, se aferraron fanáticamente a sus ideas, volviéndose
reaccionarios o conservadores d) Se opusieron a todo movimiento político de los obreros e) Saint-
Simon no vio la lucha de clases ni cuestionó la propiedad privada sino que habló de reorganizarla
(redistribuirla).
Fourier quería un sistema de garantías que ayudaran a encontrar empleo o a ser atendido si estaban
enfermos.
El derecho al trabajo lo pidieron sus seguidores. El cooperativismo tiene su origen en sus ideas.
Owen fue pacifista y no quiso participar en revoluciones, por lo que se enfrentó a los cartistas.

4. ACTUALIDAD: importancia de la filosofía de Marx.


Marx predijo que en los países capitalistas se produciría una revolución de forma inminente (en
poco tiempo), pero esto no ha sucedido.
Es cierto que en la ex Unión Soviética (Lenin, 1917), China, etc. se hicieron revoluciones
inspirándose en el marxismo, pero por ejemplo, en la Unión Soviética no había casi capitalismo
sino más bien estaban como en la Edad Media cuando Lenin hizo la revolución y, además, lo que
hicieron no fue lo que Marx quería.
Quizás Marx no pensó que también serían humanos los administradores de la dictadura del
proletariado y que los hombres siempre crearán problemas contra los que luchar.
Pero a pesar de estas críticas a Marx, la verdad es que en los países industrializados hemos
mejorado nuestras condiciones de vida indirectamente gracias a Marx: seguridad social,
vacaciones, pagas, sindicatos, becas de estudio, etc. Así, lo que Marx no pudo ganar para su
propia familia (pues pasó pobreza extrema), lo ganó para millones de personas gracias a sus
escritos. Y aún así, todavía queda mucho por lo que luchar incluso en Europa ya que, como dice
Saramago, con nuestras elecciones democráticas (voto universal) podemos quitar a unos políticos
del gobierno y poner a otros, pero no podemos cambiar el poder real que es el económico, siendo
el Fondo Monetario Internacional quien determina nuestras vidas. Si Saramago tiene razón, el
análisis crítico que Marx hizo del capitalismo sigue siendo válido para analizar la sociedad actual.
También Chomsky insiste hoy en el peso que tiene el poder económico en los países
industrializados. ¿Qué podemos hacer para cambiar nuestra sociedad? ¿Leer más? ¿Informarnos
más?
Aparte de su principal legado (el análisis crítico del capitalismo), Marx también nos ha influido
con su pensamiento sobre el ser humano, su crítica a la filosofía que es sólo teoría, el uso que hizo
de la prensa para hacer política, etc.
Influyó tanto que aún se oye (se maneja) su vocabulario (comunista, materialista…), vocabulario
que sigue irritando a mucha gente que detesta a Marx y esperanzando a otras personas que
comparten muchas de sus opiniones.

APUNTES DE EVA PALAZÓN BLASCO (profesora de filosofía en el I.E.S. Camp de Morvedre,


Sagunto) hechos en el 2010 a base de cortar-pegar sobre todo a partir de:

− Apuntes del profesor de filosofía José Vidal.

− Marx. Editorial Diálogo. Y su solucionario.

− El mundo de Sofía. Gaarden.

− Siete teorías de la sociedad. Tom Campbell. Editorial Cátedra.

− Marx para principiantes. Editorial Era Naciente.

AGRADECIMIENTOS:
A mi alumna Paula Villalba por su colaboración y paciencia.

También podría gustarte