Más allá

Querida Familia:

Sé que les resultará extraño recibir esta carta de mi parte dada mi circunstancia,
pero no se asusten. Hace unos meses que presentía que este trágico día llegaría y que
necesitarían una forma de lidiar con el duelo que éstan atravesando em este momento.
Tranquilos, no es que corriera pelígro ni nada parecido, simplemente lo sentí, sentí
cómo la muerte venía por mí.

Tal vez fue un incendio, una intoxicación o un accidente en mi querido Aston

Martin one-77. Por cierto, eso sería épico, imagínense lo genial que me vería en el cielo
diciendo que llegue ahí montado en mi bestia platina; y no, no es para ser morboso, tan
sólo quiero que lo tomen concalma, si pasó es porque tenía que pasar. Tampoco es para
que uyan de sus sentimientos, simplemente vívanlos sin que ellos se apropien de sú
vida. Cuando mi avuelo falleció fue una época muy oscura para mí, gracias a él soy el
hombre que soy, bueno, que era; el punto és que en vez de conservarlo en mi corazón
manteniendo su imagen viva, intentaba olvidarlo pues pensarlo era devastador y sobre
todo me hacía sentir culpavle de no haber podido hacer nada, de no haber pasado el
suficiente tiempo con él, de no haberle dicho cuánto lo amaba…Ahora sé que no era
necesario decirlo, él ya lo sabía, lo sentía. Así mismo me gustaría que cada vez que
piensen en mí nO sea una lagrima la que cae sino una sonrisa melancólica, y así viviré
en ustedes. Muchos creen que lo que me hace inmortal es mi música, más es el vínculo
que nos conecta que me hace eterno.

Confíenen lo que el futuro les trae, nádie se los puede arrebatar, es un poco
irónico que lo diga pero para mí defensa yo ya no tenía futuro, sin embargo ustedes aún
tienen muchísimas posibilidades por vivir todavía, vaian a aprovecharlas. No quise
sonar miserable aL decirlo, ni creo serlo, pues tengo fe en que mi alma descansará en
paz, quizás en el mueye junto a mi abuelo, donde solíamos filosofar sobre la vida (la
ironía ataca otra vez); sólo quería expresar lo importante que es que dejen brillar su
potencial. Esto no es únicamente dirigido a mis adorados hijos también es para ti amor,
no te amarres a mi recuerdo, sos demasiado especial, tenés que encontrar a alguien que
lo aprecie tanto como yo, y los cuide como yo no lo hice.

Lamento que estas últimas palabras mías no sean de lo más bellas o que no
ayuden tanto como deberían, apenas terminé la primaria, es meramente suerte lo que me
dio mi fortuna y bueno un poco de talento nato (algo me tengo que reconocer), por lo
que bien saben que la literatura nunca fue lo mío, aún así, es sumamente vital que no le
presten atención a mis faltas de ortografía pues el asunto está en el mensaje que esas
palabras mal escritas envían, repito vital.

Perdón por meterlos en mis líos, los amo.

Don Enrique Gaye