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Dicha planeación y equilibrio debe considerar los alimentos; un alimento es la materia prima que
utiliza el organismo para poder obtener los nutrientes y la energía, son órganos, tejidos o
secreciones que contienen nutrientes biodisponibles, cuyo consumo en cantidades habituales es
inocuo al cuerpo humano y atractivo a los sentidos. (Esquivel, Martínez, y Martínez, 2018)
La alimentación es un fenómeno cultural, no se puede generalizar una alimentación equilibrada,
apta o ideal para toda la población. Cada persona requiere una alimentación específica según su
estado y condición.
A pesar de la diversidad de alimentos y productos alimenticios que podemos encontrar en el
mercado, siempre es más recomendable el consumo de productos o alimentos naturales.
En la actualidad existe una amplia gama de alimentos elaborados por la industria alimentaria que, a
pesar de ofrecer una gran variedad, no gozan del valor nutritivo que poseen los alimentos de origen
natural, incluso contienen cantidades muy elevadas de energía que pueden ocasionar el consumo
excesivo de calorías que contribuiría al aumento de peso.
1.3 Nutrimentos y nutrición
Podríamos decir que la nutrición fue creada con el principal objetivo de satisfacer las necesidades
de energía que requiere el organismo para poder llevar a cabo las funciones vitales de
supervivencia.
Este objetivo se cumple a través de diversas premisas estipuladas para la nutrición, la primera de
ellas es que los nutrientes deben suministrarse en cantidades adecuadas, especialmente sin
que haya deficiencia de ningún nutriente, sobre todo de los que se denominan esenciales.
Asimismo, hay que evitar excesos de nutrientes, aunque es oportuno decir que una deficiencia
nutricional siempre conlleva más problemas que un exceso, puesto que el organismo se defiende
mejor del último caso que del primero.
Desde el punto de vista de la energía, hay que suministrar una cantidad de nutrientes energéticos
tal que permita mantener un peso saludable. Esto debe hacerse no solo teniendo en cuenta el
aporte de nutrientes energéticos, sino a través de un adecuado grado de actividad física, sin la cual
es difícil tener un buen estado nutricional, y más importante aún, un buen estado de salud.
Antes de avanzar en el campo de la nutrición, es necesario unificar criterios y definir los conceptos
básicos para comenzar a sentar las bases de nuestro conocimiento en el área de la nutrición.
En México se define a la nutrición de la siguiente forma:
Conjunto de funciones armónicas y coordinadas entre sí, que tienen lugar en todas y cada
una de las células e incluyen la incorporación y utilización, por parte del organismo, de la
energía y materiales estructurales y catalíticos, de los cuales dependen la composición
corporal, la salud y la vida misma. (Ramos, 1985)
Este proceso nutricional básicamente se lleva a cabo a nivel celular, pero como la célula es la
unidad básica de la vida misma, también la nutrición es de vital soporte para mantener un buen
estado de salud, de ella depende el buen funcionamiento de órganos y sistemas.
El organismo obtiene la materia prima para lograr sostener el buen funcionamiento del mismo, a
través de los nutrimentos, estos son compuestos orgánicos (aquellos que contienen carbono) o
inorgánicos que se encuentran en los alimentos y que pueden ser utilizados por el organismo.
Los nutrimentos llegan al organismo humano utilizando como vehículo los alimentos, podemos
definir el alimento como “cualquier órgano, tejido, secreción de origen vegetal o animal, inocuo en
las circunstancias habituales de consumo, disponible en cantidades suficientes y a precio accesible,
que posee atractivo organoléptico y que es aceptado como tal por algún grupo humano” (Bourges,
1982).
Ahora bien, al proceso por medio del cual el hombre adquiere los alimentos a través de la ingestión
se le llama alimentación. A la alimentación que cada ser humano consume cada día se le
conoce como dieta.
Como te podrás haber dado cuenta, el proceso de nutrición es complejo y se ve afectado por
diversos factores. Se puede decir que es un fenómeno global y que es resultado de la interacción
de diversos factores, tales como la alimentación, la absorción de los nutrientes, su utilización por
parte de las células y la disponibilidad de los alimentos en el medio ambiente (Esquivel, Martínez, y
Martínez, 2018).
A la disciplina que estudia la nutrición se le denomina nutriología. A continuación, se muestra la
definición de nutriología:
Ciencia que se ocupa de los alimentos, los nutrimentos y otras sustancias que aquellos contienen,
su acción, interacción y equilibrio en relación con la salud y enfermedad, así como los procesos por
medio de los cuales el organismo ingiere, digiere, absorbe, transporta, utiliza y excreta las
sustancias alimentarias o sus desechos; además se ocupa de aspectos socioeconómicos-culturales
y psicológicos relacionados con los alimentos y la alimentación. (Esquivel, Martínez, y Martínez,
2018)
Se puede decir que, de manera general, el proceso de nutrición consta de tres etapas:
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Desde épocas antes de Cristo, los griegos reconocían la importancia de los alimentos y su relación
con la salud.
Hipócrates, el padre de la medicina, dijo “que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu
medicina”; y Herodoto, geógrafo e historiador, refirió que los egipcios, atentos a su estado de salud,
una vez al mes durante tres días continuos se provocaban evacuaciones por medio de vómitos y
lavativas pues consideraban que las enfermedades se debían a los alimentos.
Como has visto en este tema, el estudio de la alimentación y sus efectos en el cuerpo humano es
relativamente reciente; sin embargo, la alimentación no solo se refiere a la ingestión de alimentos,
sino a un conjunto de procesos sociales y psicológicos que, a la par del proceso fisiológico de
obtener nutrientes, satisfacen de manera completa al ser humano.
Introducción
La alimentación es un proceso necesario para mantener la vida, sin embargo, no solo nos
permite sobrevivir fisiológicamente, también nos da satisfacciones de tipo cultural, social, y
emocional, entre otras.
Explicación
Se sabe que el ser humano ha estado en la Tierra desde hace millones de años, y durante este
tiempo ha estado expuesto a cambios en las condiciones climáticas, diversidad de fauna y
flora e incluso modificaciones terrestres (Esquivel, Martínez, y Martínez, 2018).
Hace unos cinco millones de años, en los bosques de lo que hoy es Kenia, Etiopía y Nigeria,
habitaba un mono homínido, el Ardipithecus ramidus, era un mamífero de vida arbórea de
aproximadamente 1.20 m de estatura, que estaba bien adaptado a las condiciones climáticas
de su hábitat, y ya que su alimentación era principalmente herbívora, su fisiología dental estaba
diseñada para poder cortar, moler, y triturar raíces, tallos, frutos y cortezas de árboles
(Valenzuela, 2007).
Hace un millón y medio de años comenzó el Pleistoceno, etapa caracterizada por una
disminución en la temperatura de la tierra. En un ambiente inhóspito y de vida difícil se
desarrolló el primer espécimen de Homo, el Homo ergaster, a este le tocó vivir en condiciones
duras, convirtiéndose en un omnívoro carnívoro. Recorría los pantanos, praderas y tundras en
búsqueda de alimento y, como característica principal, lo hacía en grupos, esto lo llevó a
trabajar en grupo en la recolección de semillas, frutos, y tallos, además de empezar a cazar. Al
tener manos semejantes a las nuestras, el Homo ergaster comenzó a elaborar y utilizar
utensilios para raspar y destrozar huesos. Se cree que con el Homo ergaster se consolidó el gen
ahorrador, que inicia con el Australopithecus afarensis, es decir, la capacidad para almacenar en
tejido adiposo reservas energéticas para los momentos de carestía (Valenzuela, 2007).
Se cree que los seres humanos actuales (Homo sapiens) provenimos del Homo ergaster, las
hipótesis refieren que todos los humanos descendemos de un grupo pequeño de
antepasados que vivieron en África hace unos 400 mil años (Valenzuela, 2007).
Con el tiempo comenzó a aplicar de manera empírica métodos de cocción, como el asado y el
horneado; al poner alimentos sobre piedras calientes y al sellar vasijas de barro con arcilla y
ponerlas sobre fuego, respectivamente. También comenzó a aplicar métodos de conservación
como la deshidratación (reducción de la actividad del agua), el salitre (salmueras) y el ahumado
(Rosselló, 2012)
Tiempo después, el ser humano dejó de ser nómada al descubrir que podía renovar los
recursos mediante la agricultura sin necesidad de trasladarse de un lugar a otro hasta agotar lo
que el medio le ofrecía, de igual manera sucedió con la ganadería, y así comenzó a renovar sus
recursos estableciéndose como sedentario (Arroyo, 2008).
Describiremos a continuación las leyes de la alimentación, que son una orientación sobre
acciones, juicios y procedimientos a seguir en un régimen que mantenga en buen estado al
individuo:
La ley de la cantidad trata de explicar que el aporte energético de la dieta debe ser suficiente y
procurar mantener el equilibrio entre la ingestión y el gasto energético del organismo. ¿Qué
ocurre cuando no se sigue esta ley? Revisa el siguiente video y descúbrelo.
La ley de la calidad se refiere a que los requerimientos de cada uno de los nutrimentos
indispensables y dispensables para el organismo humano van cambiando dependiendo de la
edad, sexo, actividad física, estado de salud, entre otros. La dieta deberá ser completa, es decir,
todos estos nutrientes deberán estar presentes.
La ley de la armonía trata de establecer el equilibrio que deben guardar estos nutrientes en la
dieta.
Finalmente, la ley de la adecuación se refiere a que cada vez que un profesional de la salud
prescribe una dieta, debe tener claro cuál es la finalidad de esta, hacia dónde está orientada.
También se deben de considerar aspectos tales como las costumbres alimentarias, el nivel
socioeconómico y el estado fisiológico del individuo al momento de realizar el plan de
alimentación.
Para llevar a cabo una alimentación saludable deben aplicarse los principios básicos de
combinación, variación e higiene de los alimentos, considerando la cultura alimentaria que
predomina en cada región.
En México, cocinar es una de las actividades más importantes, ya que tiene un papel social y
ritual. Se puede asegurar que la comida es el complemento para cualquier actividad que
realizamos con fines sociales o rituales. Ejemplo de ello es la importancia que se le da a los
festejos posteriores a las ceremonias que llevamos a cabo, como las bodas, o en el caso de los
rituales, como la costumbre del día de muertos de montar un altar que contenga la comida
preferida del difunto.
Los horarios en que acostumbra el mexicano tomar sus alimentos son también parte de su
identidad. Se presentan tres momentos importantes durante el día: el desayuno por la
mañana, la comida aproximadamente a las 14:00 horas, y la cena que se sirve después de las
20:00 horas.
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El ser humano, conforme fue evolucionando, creó mecanismos de defensa según sus
necesidades. El gen ahorrador es uno de esos mecanismos que nos permite almacenar energía
en el tejido adiposo para así poder someternos a periodos sin consumir alimentos.
La identidad alimentaria tanto personal como cultural es un tema muy amplio, como lo has
revisado, cada país, pueblo, e incluso familia, tiene costumbres y hábitos que se heredan de
generación a generación.
En este tema también has aprendido las leyes de la alimentación, que se resumen en los
principios necesarios para poder establecer una alimentación correcta.
Te invito a continuar con el siguiente tema donde abordaremos la composición y las formas
corporales.
Tema 3. Dietética
Introducción
La dieta actual del mexicano tiene una gran influencia de la comida rápida e industrializada.
En México se ha conformado el plato del bien comer con el fin de modificar la tendencia de la
desnutrición, el sobrepeso y la obesidad. Para conocer más sobre el plato del bien comer y las
guías alimentarias, te invito a leer los siguientes temas.
Explicación
Una guía alimentaria debe cumplir con los siguientes requisitos (Vega e Iñarritu, 2010):
La guía de orientación alimentaria en México es el plato del bien comer, este contiene una
serie de recomendaciones relacionadas con los alimentos y nutrientes adecuados y es útil para
toda la población (Norma Oficial Mexicana NOM-043-SSA2-2012, 2013). Es importante recordar
que nuestros hábitos alimentarios o tradiciones alimentarias frecuentemente son incorrectos,
ya que se basan en conocimientos adquiridos por experiencias propias y costumbres de cada
comunidad o pueblo. Aquí radica la importancia de las guías alimentarias que tienen como
objetivo educar y enseñar a comer.
Las Normas Oficiales Mexicanas son establecidas por secretarías oficiales con apoyo de
órganos reconocidos en la materia, con el fin de establecer los procedimientos para cumplir un
objetivo. Son de revisión periódica y se publican, cuando han sido aceptadas, en el diario oficial
de la federación.
El plato del buen comer, o también llamado del bien comer, agrupa los alimentos en tres
categorías, según la NOM 043:
En caso de no poder consumir alimentos de origen animal, combinar alimentos del grupo de
los cereales y leguminosas para crear una proteína complementaria de alto valor biológico.
El plato del bien comer tiene como objetivo el consumo de una dieta equilibrada que
satisfaga los requerimientos de energía y de cada uno de los nutrientes
esenciales (aminoácidos, ácidos grasos, vitaminas, y nutrientes inorgánicos), a partir de la
combinación de una variedad de alimentos de los diversos grupos: verduras, frutas, cereales y
tubérculos, leguminosas y alimentos de origen animal, leche, aceites, y grasas y azúcares
(Norma Oficial Mexicana NOM-043-SSA2-2012, 2013).
La principal diferencia entre alimentación y nutrición es el tipo de proceso que llevan a cabo.
La alimentación es un proceso voluntario donde la persona es consciente de que está
consumiendo alimentos, ya que aplica movimientos voluntarios de succión, masticación y
deglución. Asimismo, lleva a cabo una elección de alimentos, que por lo general se basa en los
gustos de la persona.
Para fines prácticos, el momento preciso en que comienza la nutrición es cuando termina el
proceso de la alimentación. Una persona puede ser educada en cuanto a su alimentación, pero
no en cuanto a su nutrición, ya que este es un proceso automático.
Es importante que identifiques las diferencias entre cada uno, para que en tu formación como
nutriólogo apliques y denomines de manera correcta cada uno de los términos o procesos.
Cierre
Como has aprendido, la alimentación es un proceso voluntario donde hacemos una elección de
alimentos. Las influencias y costumbres alimentarias llevan a los individuos a elecciones
equivocadas. El desconocimiento y mal información ocasionan que las personas tengan una
acepción errónea de los alimentos.
Tema 4. Nutrición
Introducción
Explicación
4.1 Factores que influyen en la alimentación humana
Desde los inicios de la historia, los pueblos y las culturas han tomado un aprecio especial por la
alimentación. Como menciona Marín, (2014), a través del tiempo, el tipo y la forma de
alimentación han ido cambiando, de tal forma que existen diferencias entre regiones, países,
pueblos e incluso familias.
Los hábitos y costumbres en torno a la manera en que elegimos nuestros alimentos se ven
influenciados por numerosos factores, que pueden ser geográficos, tecnológicos, económicos,
filosóficos, religiosos, éticos y culturales. Para tener una mejor comprensión de estos factores,
es necesario que comprendas la definición de hábito y costumbre, ya que estos conceptos son
la base de los patrones de alimentación (Marín, 2014):
Un hábito es una práctica que se adquiere por la frecuencia de sus repeticiones, por lo que con
el tiempo se tiene una disposición hacia esa conducta. Una costumbre es un hábito que
adquiere un grupo de personas o una comunidad; algunas referencias definen costumbre
como una práctica que ha adquirido fuerza de ley.
Imagina que ves una publicación en redes sociales sobre los beneficios de ingerir jugo de apio
en ayunas. Un influencer al que sigues compartió su experiencia sobre cómo su salud ha
mejorado después de incorporar este sencillo hábito en su vida. Motivado por el influencer,
decides comenzar a beber el jugo en ayunas y compartir tu nuevo hábito con tu grupo de
amigos. ¿Qué puede ocurrir? Es muy probable que más gente se vaya “enganchando” en el
hábito de consumir el jugo de apio en ayunas y quizás se llegue a convertir en una costumbre
de cierto grupo de individuos. ¡Este fenómeno es completamente real! Además, ejemplifica de
forma idónea cómo una combinación de factores sociales y tecnológicos puede tener un efecto
muy poderoso sobre los hábitos de un individuo y un efecto quizás aún más poderoso cuando
se da de manera colectiva.
Entonces, como Marín (2014) enfatiza, las costumbres tienen una connotación social, ya que
constantemente están expuestas a factores de cambio que interactúan con los agentes que las
conservan, como resultado, las costumbres pueden llegar a modificarse o a adaptarse según
dichos factores.
El ser humano come para cubrir sus necesidades básicas de supervivencia. El conocimiento
científico de la nutrición no supera los 200 años, sin embargo, el interés por la alimentación se
remonta a épocas antiguas.
La nutrición juega un papel importante en la vida humana, incluso antes del nacimiento,
durante la gestación.
En las primeras etapas de la vida, la nutrición es importante para el crecimiento y desarrollo del
cuerpo (Dalmau, 2012); en los recién nacidos el reflejo de chupar, succionar y tragar permite
obtener comida mediante la leche materna o de fórmula. La leche materna contiene los
nutrientes necesarios para cubrir sus necesidades de gasto energético, mantenimiento de
funciones y formación de tejidos.
El lactante pedirá alimento mediante el llanto en cantidad y frecuencia según las necesidades
que presente. A partir del sexto mes de edad se comienza con la ablactación, que es la
introducción paulatina de alimentos diferentes a la leche materna; es importante que se inicie
lo más tardíamente posible para reducir el riesgo de sensibilización alérgica.
En los primeros años de vida, los padres son los facilitadores de alimentos, dado que los
infantes están limitados para conseguirlos por su propia mano, por lo que los padres son
responsables de ofrecer alimentos sanos y formar hábitos saludables en los pequeños.
Es aquí también donde no se debe perder de vista la alimentación del niño y el adolescente, ya
que por la misma influencia social pueden detonar trastornos de la alimentación como la
bulimia y la anorexia.
El adulto joven debe estar bien orientado en cuanto al tipo de alimentación que debe seguir, en
esta etapa se es más productivo laboralmente (o académicamente, en el caso de los
estudiantes universitarios) y se corrompen de forma recurrente las conductas alimentarias
adecuadas debido al estilo de vida propio de la etapa. Aquí se presenta con mayor frecuencia
un aumento de peso y, como consecuencia, un aumento de riesgo cardiovascular y de debutar
tempranamente en enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes mellitus. Por
ejemplo, de acuerdo con Lorenzini, Betancur, Chel, Segura, y Castellanos (2015), en un estudio
realizado en jóvenes universitarios mexicanos, se encontró que el 48.87% presentó sobrepeso y
obesidad. Los hombres, quienes obtuvieron valores más elevados de IMC, además presentaron
valores elevados de presión arterial. Los investigadores atribuyen estos resultados a los malos
hábitos alimentarios, entre ellos, la omisión del desayuno y una frecuencia elevada en el
consumo de comida rápida.
Por último, en la tercera edad se ven los resultados de las costumbres alimentarias de toda la
vida. El proceso de envejecimiento disminuye las demandas energéticas y favorece la aparición
de problemas y cambios fisiológicos que impiden una alimentación como la llevada en épocas
anteriores, es decir, comienza la aparición de intolerancias a ciertos alimentos.
Cada etapa de la vida se caracteriza por demandas específicas de energía y nutrientes. Factores
como la actividad física, el peso y la estatura tienen relación con dichas demandas. No
obstante, una de las etapas más críticas y relevantes en las que el profesional de la nutrición
debe brindar educación oportuna en cuanto al comportamiento alimentario, es la niñez. En el
pasado, se consideraba que esta etapa era fundamental por cuestiones vinculadas al
crecimiento. Sin embargo, en la actualidad se reconoce que esta etapa es el detonante de la
vida adulta (Dalmau, 2012). Es decir, el comportamiento alimentario de un niño puede llevarlo a
desarrollar patologías que lo acompañarán por el resto de su vida adulta, tales como la
hipertensión, la diabetes, y la obesidad, por mencionar algunas. Quizás la labor más loable que
puede desempeñar un nutriólogo es la de encaminar a los niños y adolescentes (directa o
indirectamente, a través de la educación brindada a sus padres) en un estilo de vida saludable,
llevándolos a incorporar comportamientos alimentarios saludables que marquen su vida
futura.
Cualquiera que sea nuestra profesión, todos en algún momento nos convertimos
en educadores. Incluso dentro del campo de la nutrición, cualquiera que sea el área de
ejercicio profesional, también se desarrolla una tarea educativa. La educación alimentaria y
nutricional consiste en “una variedad de estrategias educativas, implementadas en distintos
niveles, que tienen como objetivo ayudar a las personas a lograr mejoras sostenibles en sus
prácticas alimentarias” (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura, 2016).
Al momento de enfrentarnos a un público, cualquiera que sea, debemos decidir cuál será la
mejor forma de llegar a dicho público, es decir, a través de qué materiales y qué herramientas
transmitiremos el mensaje de una manera correcta, atractiva y entendible. En el área de la
nutrición esto es muy común, ya sea por la gran cantidad de información disponible o por el
gran interés que actualmente se tiene en el tema.
Así que, sin duda alguna, es oportuno e indispensable considerar este tema para lograr ser
transmisores de información profesional para la gente que en su momento lo requiera, esto es
la educación en nutrición, saber hacer llegar de manera correcta una investigación, un nuevo
hallazgo, o bien, diferenciar de algo que no es científico para no cometer errores en nuestra
alimentación.
En conjunto con los métodos didácticos, se hace uso de recursos de apoyo para favorecer el
proceso de aprendizaje, hay recursos materiales formativos e informativos. La selección y uso
de estos se hace en función del objetivo de aprendizaje. Estos materiales deben servir de apoyo
y con el tiempo refuerzan el proceso didáctico.
Cierre
Los lineamientos que se proponen promueven el uso de agua potable como principal bebida
hidratante, evitando de esta manera el consumo de bebidas ricas en azúcares, así como el
consumo de frutas y verduras. La manera para que los individuos puedan comenzar con la
adopción de hábitos y conductas adecuadas en alimentación es mediante la promoción y
educación; primeramente se debe comprender el arraigo a las costumbres, conocer los
factores que influencian la alimentación y hacer uso de la didáctica para llevar a cabo un
proceso de educación y orientación.