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DÓNDE Y COMO SE PRODUCE LA ANSIEDAD

La Ansiedad es una emoción que todos hemos vivido en algún momento de nuestras vidas, la
hemos experimentado asimismo ante una situación desconocida que pueda implicar algún riesgo
para nuestra integridad física y mental. La ansiedad cuando es moderada y guarda relación con el
estímulo que lo provoca, es en todo caso algo tan normal como la sed, hambre o el deseo sexual.

La ansiedad de acuerdo a este análisis, puede ser normal o patológica, existen entidades clínicas
que la afectan como los distintos tipos de fobias, como también la ansiedad generalizada, ataque
de pánico, y la ansiedad post-traumática, cuando la ansiedad es normal, nos alerta y protege, pero
cuando es patológica nos causa sufrimiento y dolor y algunos casos causa nos invalida
socialmente.

FUNCIÓN DEL SISTEMA NERVIOSO

El sistema nervioso cumple con una sección central y periférica también conocida como sistema
nervioso central (SNC) y sistema nervioso periférica (SNP). Dentro del sistema nervioso central las
neuronas se intercomunican a través de fibras que emanan de sus cuerpos y hacen sinapsis. Las
neuronas son altamente sensibles tienen la capacidad para reproducirse, conducir y trasmitir
impulsos nerviosos. El impulso nervioso que genera una neurona se trasmite a otra mediante
sustancias llamadas neurotransmisores, si los cambios se producen en la neurona receptora a
consecuencia de la unión del neurotransmisor, esto permite el impulso nervioso continúe
transmitiéndose a otras neuronas.

El sistema nervioso central recibe información de lo que ocurre y dentro del organismo, y la
provoca de manera que puede generar diversas opciones fisiológicas que se manifiestan entre
muchas otras por cambios en la presión arterial o en la frecuencia cardiaca y en distintas
alternativas conductuales como en la ansiedad y que permiten al individuo a adaptarse a
situaciones cambiantes en su entorno.

Biológicamente podemos decir que la ansiedad es la respuesta adaptativa del sistema de alarma
que prepara a un organismo a enfrentar contra un peligro potencial. Bajo condiciones normales
los síntomas de la ansiedad son imperceptibles, pero cuando es intensa como en una situación
estresante, el individuo experimenta una sensación de inquietud y aprehensión que se acompaña
de un aumento en la vigilancia del entorno, de dificultad para concentrarse, de un aumento de la
tensión muscular y de otros síntomas como las palpitaciones, la sudoración, la falta de aliento, o la
presencia de molestias digestivas. Por otro lado que queremos estudiar las bases biológicas de la
ansiedad es necesario tener modelos que nos permitan experimentar para identificarla y
cuantificarla.

En humanos los problemas para hacerlo son menores que en animales, ya que todos los hemos
experimentado. Para tal fin se ha desarrollado modelos que se permiten someter a un animal a
determinadas operaciones experimentadas y evaluar el grado de ansiedad producido.

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