CÓDIGO: SP 14780

CULTIVO: Establecimiento de pasturas (Angleton o Estrella africana)

CLIENTE: Héctor Julián Useche Vivero

Consideraciones generales.

Las recomendaciones que brinda la Escuela de Geociencias de la Universidad Nacional

han sido elaboradas a partir de la lectura de los resultados de los análisis de laboratorio
hechos a la muestra remitida por ustedes, y de la información que se nos suministró
acerca del lote muestreado.

La aplicación de fertilizantes y acondicionadores al suelo es una importante labor, y sin

duda es clave para obtener altas productividades en las pasturas. Pero por sí sola no es
suficiente para alcanzar ese propósito. Es necesario integrar la fertilización a las demás
labores culturales, de acuerdo con los hallazgos técnicos disponibles.

Es pues importante contar con el conocimiento técnico o con el apoyo de profesionales,

técnicos de campo, agricultores o ganaderos expertos, que conozcan la zona y ajusten
nuestras sugerencias a las condiciones imperantes en la finca.

Condiciones de las muestras de suelo analizadas.

La textura determinada en el laboratorio es una textura entre media y pesada (Franco-

arcillosa, con 28% de arcilla). Esa es una condición favorable para el buen desarrollo de
sistemas radiculares de gramíneas, a la vez que permite suficiente retención de
nutrientes, a juzgar por los altos niveles de fertilidad revelados por el análisis de
laboratorio. Adicionalmente, el contenido de materia orgánica del suelo (para esa región
natural) puede caracterizarse como ‘medio’, hacia el límite superior de ese rango.
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Pero aún en condiciones tan buenas como las descritas es muy conveniente recurrir a
aplicaciones frecuentes de materia orgánica, pues esta práctica brinda grandes
beneficios: favorece propiedades físicas como la aireación y la retención de humedad;
incrementa la actividad biológica del suelo; aporta elementos nutritivos (nitrógeno, fósforo,
azufre y microelementos, muy especialmente); mejora de manera ostensible la eficiencia
de las fertilizaciones). Como los terrenos sometidos al pastoreo sufren una inevitable y
progresiva degradación, debe buscarse a toda costa reducir el impacto de los procesos de
compactación del suelo, tan problemáticos en explotaciones ganaderas; los abonamientos
orgánicos son una práctica esencial para el alcance de este propósito.

El pH medido en agua encaja dentro del rango ‘suelo neutro’, y en ese nivel se presenta
una buena disponibilidad de la mayoría de los nutrientes esenciales. No es necesario
entonces aplicar correctivos al suelo, para las condiciones químicas encontradas.

El calcio, el magnesio y el potasio presentan niveles ‘muy altos’; además de esto, se

observa un adecuado balance entre las tres bases de cambio. Los niveles son suficientes
para satisfacer los requerimientos nutricionales de cualquiera de las especies de interés
(angleton o estrella) y, al menos por un par de años, no se requiere aplicar ninguno de
esos tres elementos.

El fósforo muestra un nivel ‘muy alto’, mientras que el nivel del azufre es ‘medio’. Se
requiere aplicar azufre de manera regular, y es también recomendable aplicar un
fertilizante fosfórico (una dosis media para el establecimiento, y una dosis de
mantenimiento baja).

Los niveles del hierro y del boro son ‘medios’, ‘alto’ el nivel del cobre, y ‘bajos’ los niveles
del manganeso y del zinc. No se recomienda aplicar microelementos al suelo, pues a pH
6,6 se transformarían en formas no disponibles, pero sí se recomienda la aplicación de
manganeso y de zinc por vía foliar.

Recomendaciones.

No es habitual en nuestro medio fertilizar de manera adecuada las pasturas, y como

consecuencia de ello la producción de materia seca y proteína es baja.
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Estas recomendaciones de fertilización buscan optimizar la productividad, pero es
necesario tener presente que deben hacer parte de un sistema de manejo del cultivo que
maximice la eficiencia, mediante prácticas como el pastoreo (o la cosecha) oportunos, el
manejo integrado de malezas, plagas y enfermedades, y un adecuado suministro de
agua.

Como decíamos atrás, las aplicaciones de abonos orgánicos brindan grandes beneficios
(intensifican la actividad microbiológica del suelo, mejoran diversas características físicas,
aportan nutrientes de liberación paulatina, mejoran la eficiencia de los fertilizantes
químicos). Por todo ello, la fertilización ideal es la denominada fertilización orgánico-
mineral, que consiste en aplicar materia orgánica, además del fertilizante químico.

De igual manera, es importante considerar las múltiples ventajas que se derivan del
establecimiento de especies silvo-pastoriles y de especies leguminosas asociadas a las
pasturas (tanto especies arbóreas, como arbustivas y/o herbáceas): permiten reducir las
necesidades de fertilizantes -especialmente nitrógeno; hacen aportes permanentes de
materia orgánica; reducen el impacto de los agentes erosivos; mejoran la calidad de los
forrajes, y proporcionan un entorno más propicio al bienestar de los animales, entre
muchas otras ventajas. Para las condiciones del trópico, constituyen sin duda la mejor
alternativa para sistemas de producción ganaderos basados en el pastoreo.

Los pastos angleton y estrella son bastante exigentes en nutrientes, y ambos responden
muy bien a la fertilización. Basados en lo planteado al analizar las condiciones del suelo,
tenemos que sería necesario hacer aplicaciones de nitrógeno, fósforo, azufre, manganeso
y zinc, para alcanzar y mantener un nivel alto de productividad de las praderas.

Lo ideal es fertilizar después de cada pastoreo, a fin de mantener unos niveles de

nutrientes que permitan al cultivo expresar su potencial productivo, y este es el criterio
utilizado para formular estas recomendaciones. No obstante, si no se cuenta con
suficiente humedad en el suelo es preferible postergar la fertilización, a menos que se
tenga la posibilidad de aplicar riego.

De otro lado, es importante tener presente que para lograr un mejor aprovechamiento del
fertilizante aplicado, se debe esperar hasta que el pasto ya haya comenzado a brotar,
después del pastoreo, para aplicar los fertilizantes. El proceso de brotamiento se realiza a
expensas de las reservas de carbohidratos disponibles, y no requiere nutrientes
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adicionales.

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Cuando los productos sugeridos corresponden a marcas comerciales, los criterios para
recomendarlos son su composición y su efectividad agronómica, para las condiciones
específicas del cultivo y el suelo analizado.

1. Para la siembra de los estolones, la recomendación es la siguiente:

 Utilizar materia orgánica (podría ser bovinaza, o cualquier otro abono orgánico
bien descompuesto, y en lo posible compostado).

Aplicar a razón de 3,5 ton/ha, al voleo, en caso de que la siembra de los estolones
se vaya a realizar de esta misma forma.

Si hay limitaciones en la disponibilidad del material de propagación, es más

aconsejable sembrar los estolones en surcos, e incorporar la materia orgánica a lo
largo del surco, en dosis de 200 a 300 gramos de materia orgánica por metro
lineal.

 Como fuente de fósforo (y de nitrógeno) para el establecimiento, se recomienda el

fosfato monoamónico-MAP (11-52-0), en dosis de 350 kg/ha:

- Si se hace la siembra de estolones al voleo, aplicar el MAP de la misma forma

(al voleo). Aplicar al momento de la siembra, en dosis de 35 gramos por metro
cuadrado de terreno.

- Si los estolones se siembran en surcos, aplicar el MAP paralelo al surco, en

banda lateral, a razón de 35 gramos por metro de surco.

2. El primer pastoreo debe hacerse con animales livianos, y con un corto período de
ocupación.

3. A partir del segundo pastoreo, y para un período de dos años, se recomienda fertilizar
después de cada pastoreo, y una vez el pasto haya rebrotado vigorosamente.

Seguir el plan de fertilización detallado a continuación:

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 A. Después de cada pastoreo, fertilizar con Nitra.SAM (28%N, 4% P2O5, 6% S), en
dosis de 175 kg/ha, equivalente a unos 18 gramos por metro cuadrado de
pradera.

B. Aplicar cada dos pastoreos manganeso y zinc, mediante aspersión.

Hay en el mercado muchas opciones de manganeso y zinc quelatados, para

aplicación foliar. Tenemos, entre otras, Klip®Zinc, Phormula quel+zinc®, MF®Zinc,
Cosmo Quel® EDTA Zinc (fuentes de zinc), o Klip®Manganeso, Phormula
quel+manganeso®, MF®Manganeso, Cosmo Quel® EDTA Manganeso (fuentes
de manganeso).

Se formula esta recomendación con los productos de Colinagro: Klip®Zinc (70 g

Zn por litro) y Klip®Manganeso (50 g Mn por litro), pues vienen en una
presentación líquida, de alta estabilidad, y eso facilita la operatividad.

Asperjar inmediatamente después de aplicar los fertilizantes al suelo, cada dos

pastoreos.

Se sugiere utilizar volúmenes de aplicación de 300 litros/ha, y dosis de 1,5

litros/ha de Klip®Zinc, y 1 litro/ha de Klip®Manganeso. Disolver primero la
fuente de zinc, y a continuación la de manganeso.

C. Además del fertilizante químico, aplicar también 350 kg/ha de materia orgánica
compostada (35 g/m2), al menos cada dos pastoreos.

4. Para el tercer año, se sugiere tomar una nueva muestra de suelos, con el propósito de
evaluar la evolución de los niveles de los distintos elementos en el suelo y hacer los
ajustes pertinentes a la fertilización.

Si hay dudas o se requiere algún tipo de aclaración acerca de estas recomendaciones,

gustosamente atenderemos sus inquietudes.

Juan David Suárez Vélez

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Ingeniero agrónomo

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