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Delitos contra la libertad sexual. Trata de personas


1.- Delitos contra la libertad sexual.
La libertad sexual es el derecho que tiene toda persona para ejercer su sexualidad sin coerción
o violencia, respetando la libertad ajena. Este derecho conlleva aspectos como la posibilidad de
libre disposición de su cuerpo, intimidad, orientación sexual, posibilidad de aceptación o
rechazo de propuestas de carácter sexual.
Los delitos contra la libertad sexual son aquellas conductas que afectan o atentan la libertad
del individuo para ejercer su sexualidad, constituyen violencia sexual.
Dentro de los delitos contra la libertad sexual el delito de violación, seguido por el de estupro
generalmente son los que más afectan a la población, siendo las mujeres y los niños los
sectores sobre los que se ejerce mayor violencia sexual.
Históricamente la configuración del delito de violación se remonta al Código de Hammurabi,
como la ley más antigua en penalizar esa conducta, pero como una afectación al derecho
sexual del esposo o la preservación de la virginidad para el futuro esposo, por lo que en ese
código como en los demás de la antigüedad y edad media se ubicaba dentro de los delitos
contra la propiedad. Las violaciones de otras mujeres no merecían sanción.
Es un delito que tiene por tanto origen patriarcal, ya que las víctimas en esos casos solo eran
las mujeres vírgenes o casadas, consideradas propiedad de los varones padres o esposos.
Asimismo respecto a la sanción, en muchas culturas la mujer víctima de violación también se
ha hecho merecedora de pena, por considerarse que llevó el “deshonor” al esposo o a la
familia o por “haber incitado” a la comisión del delito. Aún hoy en algunos países se mantiene
esa visión.
A partir de la búsqueda del respeto a los derechos humanos y también por las luchas
feministas, el delito de violación ha ido adquiriendo diferente connotación, la protección se
extiende ahora a todo ser humano en el desarrollo y ejercicio de su sexualidad.
En nuestro país, de acuerdo a informes de la FELCV (Fuerza Especial de Lucha contra la
violencia), solo en el primer cuatrimestre del presente año se registraron en el territorio nacional
1138 casos de delitos contra la libertad sexual, de los cuales 825 casos fueron delitos de
violación y 336 delitos de estupro. De los 1138 delitos de carácter sexual el 57% tuvo como
víctimas a menores de edad.
Como muchas legislaciones, el Código Penal boliviano (hasta 1997), establecía esas
conductas bajo el título “Delitos contra las buenas costumbres”.
Las buenas costumbres han de entenderse como un conjunto de normas sociales que buscan
preservar la paz y seguridad en una sociedad y que tienen relación con conceptos éticos y
morales como la decencia, el decoro, el pudor en el comportamiento social. Sin embargo,
actualmente gran parte de los doctrinarios consideran que esos conceptos pueden muchas
veces carecer de precisión, dejándose a la interpretación de policías y jueces en base a sus
valores y principios, razón por la que las legislaciones de diferentes países también han ido
precisando el bien jurídico protegido.
Tal es así que en nuestro país, mediante Ley 1768 de 10 de marzo de 1997 (que introdujo
varias modificaciones al Código Penal), cambia la denominación de aquel título por “Delitos
contra la libertad sexual”, por consiguiente el bien jurídico a protegerse es la libertad sexual del
individuo, ya no las buenas costumbres.
A raíz de hechos violentos contra niños en el país, el 29 de octubre de 1999 se promulga la Ley
No. 2033 “Ley de Protección a las Víctimas de delitos contra la Libertad Sexual” que introduce
varias modificaciones al Título XI del C. Penal.
El Título XI del C.P “Delitos contra la libertad sexual”, contempla en cuatro capítulos varias
conductas de violencia sexual. La Ley 348, dentro de los tipos de violencia (Art. 7) contempla
la violencia sexual, definiéndola aunque de manera defectuosa al desglosarla
innecesariamente como: “violencia sexual” y “violencia contra los derechos y la libertad sexual”.
(Num.7 y 16)
En el Cap. I del Título XI del C.Penal, art 308, se establece el delito de violación, una de las
conductas más lesivas en contra de la libertad sexual de una persona.
De acuerdo a la tipificación la conducta consiste en el acceso carnal no consentido a una
persona por vía vaginal, anal u oral, no solo mediante la penetración del miembro viril sino
también otra parte del cuerpo o aún objetos y utilizando la violencia sea física o psicológica,
con fines libidinosos.
La intimidación es violencia psicológica. En el elemento subjetivo se presenta un elemento
adicional al dolo, que se expresa en los “fines libidinosos”, esto es, satisfacer el agresor sus
instintos sexuales exacerbados. Con tal conducta se violenta la voluntad de la persona,
vulnerando su derecho a elegir y decidir con quien tener relaciones sexuales o no, puesto que
la persona no da su consentimiento para el acceso carnal.
La segunda parte del Art., defectuosamente redactada, se refiere a las personas incapaces o
aquellas que no tengan la capacidad para resistir la agresión aunque no exista violencia. Estas
personas no están en la capacidad de dar su consentimiento por su discapacidad.
El Art. 308 bis tipifica el delito de violación de infante, niña, niño o adolescente. Esta conducta
merece mayor sanción. La característica particular es que el sujeto pasivo es específico, es la
persona menor de 14 años. Y respecto a la conducta delictiva, ésta se configurará aunque el
agresor no haya utilizado la fuerza o intimidación y alegue que hubo consentimiento por la
víctima, es decir aunque alegue que la víctima aceptó (expresa o tácitamente).
Un infante, niño, niña o adolescente a esa edad no puede otorgar el consentimiento porque no
tiene la capacidad aún para hacerlo, aún se encuentra en desarrollo su personalidad, así como
su sexualidad.
Otras legislaciones respecto a las conductas que promueven la sexualidad de personas
menores o incapaces, quienes no pueden dar su consentimiento, establecen como bien jurídico
afectado no la libertad sexual, sino la indemnidad sexual, es decir el derecho que tiene la
persona a no sufrir interferencias en el desarrollo de su sexualidad.
El art. contempla la máxima sanción (30 años de privación de libertad sin derecho a indulto)
cuando se presente alguna de las agravantes señaladas en el Art. 310 del C.P.
No existe sanción en los casos de relaciones sexuales consensuadas o acordadas entre
adolescentes mayores de 12 años, cuando la diferencia de edad no sea de más de 3 años
entre ellos y siempre que no haya existido violencia o intimidación.
En el caso de violación en estado de inconsciencia (Art. 308 ter del C.P.), el agresor es quien
genera el estado de inconsciencia para acceder carnalmente a la víctima. La tipificación no
prevé la falta de consentimiento como tampoco la violencia, ya que la víctima se encuentra
imposibilitada de expresar o no el consentimiento para el acceso carnal y menos oponer
resistencia al mismo.
El delito de estupro (art. 309 del C.P.) implica también acceso carnal, sin embargo se diferencia
de la violación en el medio de comisión, que es la seducción o engaño y no la violencia.
Además en la edad de la víctima, que ha de ser mayor de 14 años y menor de 18 años. Edad
en la que el o la adolescente está terminando de cimentar su sexualidad, por lo que es más
susceptible de ser enamorado (a) o en su caso engañado (a), para que permita el acceso
carnal.
Tanto para los delitos de violación como para el estupro se establecen agravantes en el Art
310 del C. P. Por Ley 1173 se adicionan 4 agravantes más (incisos l, m ,n ,o).
Si como consecuencia de esos delitos se produce la muerte de la víctima la sanción será de 30
años de presidio sin derecho a indulto.
El capítulo I además contempla los delitos de abuso sexual (antes denominado abuso
deshonesto), actos sexuales abusivos, padecimientos sexuales, acoso sexual.
El capítulo II contempla simplemente el delito de rapto, los demás tipos penales fueron
derogados. El rapto consiste en retener mediante violencia o engaño a una persona con fines
lascivos, es decir lujuriosos, deseos sexuales exacerbados.
El capítulo III del título XI contempla los delitos contra la moral sexual, entre los que están la
Corrupción de niño, niña adolescente (antes corrupción de menores), corrupción agravada,
corrupción de mayores, proxenetismo, tráfico de personas, violencia sexual comercial.
Proxeneta es la persona que con ánimo de lucro (elemento adicional del dolo), promueve o
contribuye a la prostitución de otra persona. O en su caso mantiene un establecimiento
dedicado a la explotación sexual.
El delito de tráfico de personas (tráfico ilícito de migrantes de acuerdo a las Naciones Unidas)
es un delito que consiste en facilitar el paso ilegal de personas de un Estado a otro, con fines
económicos o de lucro. Generalmente para el traslado se cuenta con el consentimiento de la
víctima, quien realiza el pago de un monto de dinero por la facilitación en el ingreso ilegal al
otro Estado.
Es un delito que en la actualidad cobra mucha importancia ya que en los hechos en un gran
porcentaje se encuentra relacionado con el delito de trata de personas.
Luego de sucesivas incorporaciones y derogaciones, mediante Ley No. 263 de 31 de julio de
2012 “Ley integral contra la trata y tráfico de personas” se amplía la tipificación para el delito de
“tráfico de personas” en el parágrafo III del Art. 321 bis, a casos de facilitación de ingreso o
salida ilegal de personas de un departamento o municipio a otro y mediante engaño o violencia.
(La tipificación de “tráfico de migrantes” establecida en el Art. 281 ter del C.P. fue derogada,
estando vigente la del Art. 321 bis cuyo nomen juris es “tráfico de personas”).
Finalmente el título XI establece el capítulo IV Ultrajes al pudor público contemplando los
delitos de actos obscenos, pornografía de niñas, niños o adolescentes y de personas
jurídicamente incapaces, publicaciones y espectáculos obscenos.
2.- Trata de personas
El delito de Trata de personas, si bien se encuentra establecido dentro del Título VIII del
Código P. Delitos contra la vida y la integridad corporal, Art.181 bis), suele muchas veces estar
muy relacionado con el delito de tráfico de personas y para la explotación sexual, cuyas
víctimas en un elevado porcentaje son mujeres jóvenes, adolescentes e incluso niñas.
El delito de trata de personas consiste en la captación, transporte, traslado, acogida o
recepción de personas utilizando la fuerza o alguna forma de coacción, engaño o abuso de
poder, con fines de explotación, ya sea sexual, laboral, servidumbre, esclavitud, venta de
órganos, etc.
Por tanto el núcleo de la acción está en la captación, transporte, traslado, acogida o recepción
de personas, el medio es la fuerza, la coacción, el engaño o el abuso de poder. El elemento
subjetivo tiene un componente adicional del dolo cual es la finalidad de explotación.
En la actualidad constituye uno de los mayores problemas que enfrenta la comunidad
internacional puesto que su comisión es cada vez mayor.

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