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La finalidad del edicto que sancionaba estas conductas callejeras era proteger
más que todo la boni mores (buena costumbre) y el estatus social de la persona
acosada.
Hoy en día, la política criminal que sustenta la sanción del acoso sexual en
nuestro país se basa en un adelantamiento de la barrera punitiva para frenar la
violencia contra la mujer, más aún si este acoso tiende a la comisión de otros
delitos más graves como la violación sexual o el feminicidio.
Igual pena se aplica a quien realiza la misma conducta valiéndose del uso de
cualquier tecnología de la información o comunicación.
En el delito de acoso sexual, el sujeto activo puede ser cualquier persona (delito
común). Asimismo, el sujeto pasivo puede serlo de igual manera cualquier
persona, más aún si el legislador no estableció un rango etario (si la víctima es
mayor o menor de edad) ni un sexo específico (un varón también puede ser sujeto
pasivo de este delito).
Conforme a la lectura del tipo penal, nos damos cuenta de que vigilar, perseguir,
hostigar y asediar son los verbos rectores del delito de acoso sexual, los cuales,
de forma reiterada o no, se cumplen en el momento que su finalidad es buscar
establecer un contacto de connotaciones sexuales con la víctima.
Cuando el legislador indica que los verbos rectores pueden llegar a darse de
cualquier forma, se está refiriendo a aquello que distingue a este delito del acoso
no sexual (art. 151-A), pues en dicho artículo se requiere reiteración o
habitualidad.
Así, por ejemplo, este delito lo cometerá tanto una persona que sigue a una mujer
durante varios días como aquel desconocido que a primera impresión decide
acechar a esta mujer y la persigue varias cuadras. Al respecto, debemos tener
cuidado, pues la configuración de este delito no requiere únicamente verificar a
nivel objetivo los verbos rectores, sino también es necesario identificar el
componente subjetivo (la finalidad) consistente en «para llevar a cabo actos de
connotación sexual».
Una vez analizadas las conductas típicas, nos damos cuenta de que todas estas
modalidades se comenten únicamente a título de dolo. No es posible sancionar
estas conductas como culposas. Sin embargo, a modo de distinción entre lo que
sanciona el legislador en el art. 151-A (acoso) y el delito de acecho sexual, es
pertinente advertir la presencia de un elemento subjetivo adicional en el dolo
mencionado y que es de naturaleza trascendente (acosar para realizar un acto de
connotación sexual).
5. Tentativa y consumación