Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
INTRODUCCIÓN
El acoso sexual puede adoptar una variedad de formas. Incluye tanto la violencia física
como las formas más sutiles de violencia, como la coacción - forzar a alguien a hacer algo
que no quiere. Puede presentarse como acoso a largo plazo repetidos "chistes" sexuales,
invitaciones constantes (no deseadas) para acudir a una cita, o flirteo no deseado de
naturaleza sexual. Y puede ser un incidente aislado - tocar o acariciar a alguien de manera
inapropiada, o incluso el abuso sexual o la violación. En los últimos años han ido
aumentado el rango de acusaciones de mujeres acosadas sexualmente, pero el problema
de ese tiempo, es que no estaba tipificado en nuestro código penal Peruano, esto se evaluó
en el congreso a raíz del incidente con la actriz (RPP NOTICIAS, 2014) Magaly Solier
causando revuelo mediático, por ende se dice que gracias a su acusación tenemos el delito
tipificado.
Este delito incorporado al código por el decreto legislativo 1410 (Diario oficial el
bicentenario EL PERUANO , 2018), existen vacíos tales como , vulnera el principio de
lex certa o mandato de determinación, pues taxativamente la norma no está precisa, clara
y exhaustiva, a la vez se vincula con el principio de legalidad, en el sentido de que solo si
los delitos y las penas están determinados con claridad queda protegido el ciudadano de la
arbitrariedad en esta modificación de código penal, en la actualidad surgen interrogantes
por su aplicación, pues si bien es cierto es un progreso y llena en parte el vacío legal que
tenía nuestro código penal pero necesita pulirse para que sea formalmente aplicado, sino
preparar a nuestras autoridades quienes son los operadores de justicia quienes son los
fiscales, jueces, policías entre otros.
Por lo tanto, en esta investigación es muy importante debido a que se ayudara a miles de
personas de menor a mayor edad a que sean escuchadas, pues sus acusaciones no logran
tipificarse en el delito de acoso sexual. Más aun sancionar aquellos que cometan este
delito, pero que sean sancionados correctamente y no se desvié o se desnaturalice el delito
de acoso sexual. Por ende analizare a dar una correcta regularización al artículo 176-B del
código penal , incorporado por el decreto legislativo 1410 (Diario oficial el bicentenario
EL PERUANO , 2018)
2. El problema
En Perú está tipificado en el Código Penal y se sanciona hasta con ocho años de cárcel,
pero aún las víctimas guardan silencio y las autoridades no cuentan con protocolos
precisos para hacer frente a estos casos de violencia, principalmente, contra las mujeres.
Las mujeres peruanas señalan haber sido víctimas de acoso sexual en el trabajo (14%), el
centro de estudios (4%), el ámbito social (23%) y en otros lugares (20%).
A lo largo de los años en el Perú se han suscitado diversos eventos de acoso sexual, pero
sin embargo esta no estaba tipificada en el código penal, es así que muchos casos de este
tipo se han quedado inconclusos y sin ser procesados, pues, antes de la incorporación de
estos delitos en el Código Penal, existía un vacío o laguna normativa , vulnera el principio
de lex certa o mandato de determinación, pues taxativamente la norma no está precisa,
clara y exhaustiva, a la vez se vincula con el principio de legalidad, en el sentido de que
solo si los delitos y las penas están determinados con claridad queda protegido el
ciudadano de la arbitrariedad, acerca de las sanciones para este tipo de actuaciones, los
únicos medios que se podían ejercer frente a estas circunstancias, y sean investigadas y
sancionadas, eran dos: las sanciones administrativas si el acoso ocurría en el centro de
labor, trabajo o educativo; o cuando este era callejero y designadas entidades
gubernamentales tenían responsabilidades sobre esta conducta.
“Mientras que el acosador sexual es quien, de cualquier forma, vigila, persigue, hostiga,
asedia o busca establecer contacto o cercanía con una persona, sin el consentimiento de
esta, para llevar a cabo actos de connotación sexual. Para el primer delito, la pena será no
menor de 1 ni mayor de 4 años; y con agravantes (señalados en la norma) será de 4 a 7. Y
para el caso del acoso sexual, la pena privativa de la libertad será no menor de 3 ni mayor
de 5 años; y en caso haber agravantes será no menor de 4 ni mayor de 8 años (Diario
oficial el bicentenario EL PERUANO , 2018)”. No obstante, esta modificación de código
penal, en la actualidad surgen interrogantes por su aplicación, pues si bien es cierto es un
progreso y llena en parte el vacío legal que tenía nuestro código penal pero necesita pulirse
para que sea formalmente aplicado, sino preparar a las autoridades quienes son los
operadores de justicia quienes son los fiscales, jueces, policías entre otros.
Más aun las pruebas podrían ser complejas de obtener y habrá disconformidad porque
falta una mejor definición de lo que es acoso pues esto dependería mucho el nivel de
cultura y costumbres de todas las personas. Un piropo, decir ‘qué guapa estás’, un silbido,
puede resultar reprochable, inclusive en el entorno laboral y a otros no les molesta este
tipo de conductas.
¿Cuáles son los fundamentos jurídicos de la modificación del artículo 176-B del código
penal, en la persecución del delito de acoso sexual?
4. OBJETIVOS
a. Objetivo General
b. Objetivo Especifico
5. HIPOTESIS
Los fundamentos jurídicos de la modificación del artículo 176-B del código penal,
en la persecución del delito de acoso sexual, vulnera el principio de lex certa o
mandato de determinación, pues taxativamente la norma no está precisa, clara y
exhaustiva, a la vez se vincula con el principio de legalidad, en el sentido de que solo
si los delitos y las penas están determinados con claridad queda protegido el
ciudadano de la arbitrariedad.
6. VARIABLES
a. Operalización de variables
7. MATERIAL Y PROCEDIMIENTOS
a. Material
A.-Bibliográfico
B.- Revistas
b. Población
c. Muestra
e. Procedimientos
8. MARCO TEÓRICO
Ahora bien en Trujillo 2017 los autores Mendoza Fernández, Grisel Estefany
y Sandoval Varela, Joshelyn Gorethy presentaron un proyecto de tesis para
obtener el título de “Percepción y actitud sobre acoso sexual callejero en las
alumnas. Facultad de ingeniería de la universidad privada Antenor Orrego.
Trujillo, 2015”. Se tuvo como objetivo el acoso sexual callejero en las
alumnas de la universidad privada Antenor Orrego, pues se hizo una en
donde se necesitaba la opinión en su mayoría de las mujeres, para poder
examinar de manera cualitativa por qué se sienten intimidadas con el sexo
opuesto, pues su percepción es el principal objetivo para la determinación de
la convivencia en la sociedad. Las alumnas afirman que el tipo de acoso que
susciten son mediante silbidos, palabras morbosas, toda clase de falta de
respeto, haciendo que las alumnas se sientas incomodas.
INDICE VERTEBRADO
1. EL ACOSO SEXUAL:
1.1 Definición
2.2 Acosado(a)
2.3.1 directo
2.3.2 indirecto
3.3 Irresponsabilidad
3.6 Megalomanía
3.9 Envidia
3.11 Premeditación
4. TIPOS DE ACOSADORES:
6.1 Objetivos
6.2 Subjetivos
6.3 Sociales
7.1 Verbal
7.2 Física
7.3 Psicológica
7.4 Conductual
8.1 Leve
8.2 Grave
9.1 Nacional
9.2 Internacional
9.2.2 Concepto
El acoso sexual en la legislación Peruana emitida por el el decreto legislativo N° 1410 publicado en
el diario oficial El Peruano, “Se entiende por acosador a quien por cualquier medio vigila, persigue,
hostiga, asedia o busca establecer contacto o cercanía con una persona sin su consentimiento, de modo
que pueda alterar el normal desarrollo de su vida cotidiana. Esto puede ser de forma reiterada,
continua o habitual, o una sola vez”.
“Mientras que el acosador sexual es quien, de cualquier forma, vigila, persigue, hostiga, asedia o
busca establecer contacto o cercanía con una persona, sin el consentimiento de esta, para llevar a cabo
actos de connotación sexual. Para el primer delito, la pena será no menor de 1 ni mayor de 4 años; y
con agravantes (señalados en la norma) será de 4 a 7. Y para el caso del acoso sexual, la pena privativa
de la libertad será no menor de 3 ni mayor de 5 años; y en caso haber agravantes será no menor de 4
ni mayor de 8 años (Diario oficial el bicentenario EL PERUANO , 2018)”.
El acoso sexual se da a conocer en distintos momentos, como en el centro de trabajo, la calle, el centro
de estudios, entre otras situaciones. Según estudios científicos el acosador es aquel que se siente
seguro de sí mismo con una autoridad de poder con la cual piensa y actúa, gozando de su superioridad
o jerárquica. (Sarmiento).
Es por ellos se hace relevancia que en l sociedad la palabra masculinidad se basa en el “orden de las
cosas” sacando a flote la superioridad de su naturaleza biológica. Entonces, las relaciones entre ambos
géneros se va a distinguir en base a la sociedad, y principalmente el varón se impone como neutral.
(Maria, 2015)
Entonces a modo de una definición de violencia, aquella de forma particular, puesto que de esta
manera actúa de forma de coacción física, sin embargo, es una manera de poder ejercido del cuerpo,
es decir (acosador) sobre las acciones de las personas (acosadas). Es por ello es un prototipo de
violencia que llega aplicar aquellos patrones de genero socialmente construidos, que consagra
esquemas de comportamientos de diferencia para mujeres y varones, donde hay supuestos de los que
son señalados los indiscutibles bilógicos que parecieran que son retomados, es decir por la sociedad.
La llamada violencia sexual es como los niños pequeños, que se aferran a jugar con sus juguetes,
carritos, aviones, a las guerras, los policías, entre otras profesiones, que anhelan, sin embargo, que a
las niñas pequeñas les propicia jugar con muñecas, a las tacitas, entre otras cosas. (Pública., 2013)
De acuerdo al autor se puede deducir que la violencia de acoso sexual, puesto que las praxis de los
géneros no son simétricos, es por ellos, el varón es quien con ego de superioridad conquista, desea la
posesión del sexo opuesto, es decir la mujer, sin embargo la ella se entabla como poseída y dominada.
En el acoso sexual callejero se pondría en juego la virilidad de los hombres. La virilidad masculina
es inseparable de la virilidad física, que es a su vez asociada a la fuerza y potencia sexual. Esta
construcción social de la virilidad física y sexual, rasgo que diferenciaría a hombres y mujeres, se
extrapola a los distintos ámbitos en los que ambos toman presencia. De lo masculino se espera y se
realiza un énfasis en hacerse notar en lo público, “tomar la delantera”, porque a mayor dominancia
existe mayor virilidad. Sin embargo, en lo femenino existe un mandato tácito a repeler cualquier
intento o forma de preponderancia en el espacio público, de lo contrario, se alteraría el “orden natural
de las cosas”.
La masculinidad es llamada a lo absurdo con todo y sus letras, pues desde años remotos, la virilidad
a sido constante en la vida del tipo de acosador que se puede presentar en la sociedad, pues es una
capacidad reproductora, ya sea sexual, sociales o natural. Y esta virilidad es una gracia a su hazaña
que logra como objetivo de acosador, imitando, reafirmando como un componente da la dominada
que n este caso es la mujer, lo cual lleva a tener un comportamiento obedecido y manipulador por el
acosador.
El acoso callejero no siempre va a tener el objetivo de una denominación sexual, pues en otras
palabras de dará acciones leves de forma momentánea y a corto plazo, sin fin alguno, solo de intimidar
a la otra parte acosada, se da de manera cómo los silbidos, palaras morbosas, falta de respeto,
agarrones, entre otras situaciones, sin tener un contacto directo con la víctima, es de esta manera el
varón encuentra una forma de dominar.
Lo entendido como la feminidad, es decir las mujeres bajo su experiencia a nivel universal, se deja
entablar a la exposición del cuerpo de si mismas , a la mirada del público, dejando a la vista de la
masculinidad, es por ello, el machismo reluce diciendo que son objeto de ellos y en la suposición de
las mujeres son quienes supervivan que sean acosadas, sin embargo desde otra perspectiva solo las
féminas visten, hablan de acuerdo a su personalidad, sin llenar vacíos a los hombres ni darles un gutsp
mayor a la sexualidad.
Bajo estas suposiciones de moral sobre la mujeres, se permanece como una violencia invisible, al
olvido, y tener los perjuicios de siempre “no andar de noche, no andar por sitios peligrosos, no vestirse
provocativamente”.
No es sencillo que las mujeres se defiendan de las agresiones sexuales, pocas de ellas han
experimentado en distintas partes de su ciudad de distintas situaciones, como su centro de labor,
centro de estudios entre otros. “Entonces, si una mujer es coaccionada mientras sale a caminar sola
por las calles sola de noche, en lugares peligrosos o con ropa poco recatada, suele señalarse”: “es que
ella se lo buscó”, “quién la manda a andar sola por esos lados”, “es lógico que le pasara algo así, si le
gustaba usar escote”. (Maria, 2015)
(Jaime). “Quid pro quo”: una de las formas de acoso sexual más comunes es aquella que se establece
en la jerarquía de una organización, por ejemplo, en su centro de labores, en la universidad, en la calle
y en la que el acosador se aprovecha de su situación siendo, como jefe, director, profesor, entre otros,
para pedir favores sexuales a cambio de un aumento de salario o el aprobado en un examen. Fuerza
al trabajador a elegir entre tocamientos, relaciones sexuales, situaciones se sometimiento, con tal de
seguir trabajando y no perjudicarse.
Atendiendo a la forma, se distingue entre chantaje explícito o implícito:
a) Chantaje explícito: Es una proposición directa y expresa de solicitud sexual bien sin
prescindir de la voluntad del trabajador agredido o bien requerimiento sexual, también
expreso, acompañado de coacción física prescindiendo de la voluntad del trabajador
agredido.
b) Chantaje sexual sin pérdida de derechos laborales: Sucede cuando, a pesar de la negativa
del trabajador, el empresario o directivo no cumple su amenaza.
Este tipo de acoso sexual ocurre cuando la conducta indeseada de naturaleza sexual genera un
ambiente laboral, escolar o social caracterizado por la intimidación y la amenaza. Esto afecta a la
capacidad de la víctima de participar en el ambiente. Esto trae consigo, como veremos más adelante,
una serie de consecuencias negativas. Sin embargo, este tipo de acoso también puede generarse por
parte de una persona hacia otra con mayor poder, como por ejemplo el producido por parte de un
empleado hacia su jefe o de un alumno hacia su profesor. A pesar de lo visto hasta ahora, el acoso
sexual puede darse de muchas más formas, las cuales dependen principalmente de tres factores: el
perfil del acosador, la victimología y el contexto en el que se produce. (SUMAZA, 2012)
Compañeros.
De superior a subordinado.
De subordinados a superior (poco habitual).
Es una conducta física o verbal reiterada de naturaleza sexual o sexista no deseada y/o
rechazada.
En venganza por haber rechazado los actos del hostigamiento sexual, el hostigador toma
decisiones que perjudican de manera consecuencial de manera que afecte psicológica o
física a la víctima.
Toda persona, varón o mujer, que realiza un acto de hostigamiento sexual, con un
desequilibrio de poder, la persona como víctima de acoso sexual en la mayoría de los casos,
se convierte en un objeto sexual favorecido por una situación de partida no igualitaria.
Toda persona, varón o mujer, que es víctima de hostigamiento sexual, vive bajo coacción, de
manera que pueda alterar el normal desarrollo de su vida cotidiana.
De forma directa hace referencia al acoso por persecución obstinada hacia la persona
víctima de tal manera tener un acercamiento, pero de contacto físico contra su
voluntad de la víctima. Es por ello de forma directa el acoso puede deliberarse ser
intencionado, por ende, se basa en las siguientes acciones:
a) Golpear de manera intencional
b) Empujar a la victima
c) Escupir, como acto se asco
d) Arañar
e) Tirar del pelo, actuando con poder
f) Dar una paliza de modo constante
2.3.2. Indirecto:
a) Espiar a la victima
b) Escribir notas ofensivas y difamatoria
c) Seguir a todos lados a la vicitma
d) Robar o romper objetos de su propiedad
4. TIPOS DE ACOSADORES:
La forma de actuar y los motivos de los acosadores para llevar a cabo sus acciones dependen
principalmente de sus rasgos de personalidad, por lo que podemos establecer una
clasificación atendiendo a los distintos polos que la conforman. (Sarmiento)
4.1. Los acosadores públicos: llevan a cabo conductas o actitudes sexistas de manera
abierta, puesto que les gusta presumir de ellas al hacerles sentir más poderosos
de esta forma. Un ejemplo de este tipo de acosadores sería un trabajador que
hace bromas o comentarios de tipo sexual cuando una mujer pasa cerca de su
zona de trabajo.
4.2. Los acosadores privados: serían aquellos que muestran una faceta tranquila y
conservadora de cara a los demás, pero que con su objetivo muestran su
verdadero yo, ante lo cual, la víctima se encuentra ante el dilema de “mi palabra
contra la tuya”, puesto que considera que sería difícil que alguien creyera que
dicha persona la haya acosado.
Por otro lado, nos encontramos con dos tipos de acosadores que se diferencian en el nivel de
conciencia que tienen sobre las consecuencias de sus actos.
4.3. Los narcisistas: realizan sus actos como forma de desafío a lo establecido, por
lo que no toman en cuenta las posibles consecuencias que de ellos se deriven.
Consideran que tienen el control y se ven a sí mi mismos como intocables.
4.4. Los conscientes: entienden de los riesgos que entraña su conducta, por lo que se
ven atrapados en el dilema que supone por un lado la inmoralidad de sus
acciones, y por otro la excitación que éstas le producen. Así, su víctima de acoso
sexual simboliza la transgresión de las normas, por lo que tienden a culparla,
situándose por tanto ellos en la posición de víctima que no ha podido hacer nada
por evitar lo sucedido.
En tercer lugar, podemos hacer una distinción atendiendo a la intensidad con la que se
produce el acoso.
4.5. El acosador activo: desprecia a sus víctimas, por lo que las chantajea y las utiliza
a partir del poder de su estatus para satisfacer sus propias necesidades de afecto
y deseo.
4.6. El acosador pasivo: que es aquel que comienza flirteando con su víctima de
manera conservadora, esperando que finalmente sea ésta quien dé el primer
paso. Esto le permite alegar que él no es culpable de ningún delito ya que fue la
víctima quien empezó el contacto. Este último tipo de acosadores se da sobre
todo en las relaciones sexuales profesor- alumno.
Por otra parte, en función de la naturaleza del acoso nos encontramos con el acosador cuya
meta es fundamentalmente sexual, por lo que tiende a seducir a mucha gente y sus conquistas
son simples números para él.
En esta dinámica encontramos el acosador que desarrolla sentimientos amorosos hacia la
víctima. Éste último desea ser admirado y su relación con la víctima, con quien existe un
desequilibrio de poder, le sirve como refuerzo para su baja autoestima.
Aunque también podría darse la situación contraria, en la que el acosador tuviera una
situación de poder menor respecto a la víctima, por lo cual, dicho acoso estaría basado en la
erotomanía.
7.2. Conductual:
Mensajes, llamadas, notas, emails, whatsapp con contenido sexual y/o amenazantes.
Invitaciones persistentes para participar en actividades no exclusivamente laborales,
aunque se haya dejado claro que no son deseadas por parte de la víctima y que son
inapropiadas.
Invitaciones a realizar conductas sexuales, invitaciones impúdicas,
comprometedoras.
Peticiones de favores sexuales o amenazas de pérdida de algún derecho/beneficio si
no se realizan las conductas sexuales.
Inmiscuirse en la vida/intimidad sexual de otra persona.
Utilizar sonidos sexualizados y relamerse los labios delante de una persona sin su
consentimiento, hacer gestos con las manos o el cuerpo de manera sexualizada.
Hacer regalos personales o sexuales.
Mirar a alguien de arriba abajo, de manera sexualizada, con la finalidad de hacerle
sentir incómodo o invadido, en ambientes no adecuados o sin su consentimiento.
7.3. Verbal:
7.4. Psicológicos:
No todos los tipos de acoso son iguales ni la gravedad es la misma, sin embargo ningún acoso es
positivo para la víctima, la cual puede sentirse desprotegida, confundida, intimidada y asustada.
Veamos la gravedad del acoso:
8.1. Leve: expresiones verbales vejatorias o de índole sexual que pueden ir desde
chistes o mofas hasta piropos, peticiones repetidas de citas que siempre son
renegadas, acercamientos no adecuados ni consentidos, etc.
8.2. Grave: situaciones directas con un nivel alto de contenido sexual (chantajes
sexuales, petición de favores sexuales, ridiculizar a la víctima), contactos físicos
no permitidos.
8.3. Muy grave: presión verbal directa, contactos físicos como abrazos y/o besos no
consentidos, tocamientos, caricias, acorralamientos, seguir a la víctima,
intimidación directa para conseguir favores sexuales, relaciones sexuales por
miedo a consecuencias, agresión sexual, despidos o castigos por no responder
de manera que el acosador quiera, etc. (revista Valdivia , 2006)
A la vez las víctimas de este delito suelen entran en diferentes tipos de traumas,
o eventos traumatológicos difícil de superar, y los mas concurridos en las
personas acosadas sexualmente, poseen estas consecuencias:
La ansiedad
La tensión nerviosa
La depresión
El temor
Las enfermedades físicas provocadas por problemas emocionales
La impotencia
El aislamiento
La confusión
Sentirse rechazadas
Sentirse culpable
9.2. INTERNACIONAL
9.2.1. Legislación Chilena
Entra en vigor en Chile legislación contra el acoso sexual, fue publicada este 25 de
junio del 2019 en el Diario Oficial, luego de ser aprobada por unanimidad por la
Cámara de Diputados el pasado 3 de abril, tras pasar cinco largos años casi
engavetada en el Congreso.
Además del acoso sexual en público es bastante frecuente en el país machista como
Chile, también el texto sanciona la toma de fotografías y videos con significación
sexual en lugares públicos.
Señala que se condenará con penas mínimas de prisión y fuertes multas monetarias
a quien en sitios de libre acceso público capte, grabe, filme o fotografíe imágenes,
videos o cualquier registro audiovisual de los genitales u otra parte íntima del cuerpo
de otra persona con fines de significación sexual y sin su consentimiento.
Junto con este fenómeno, cada vez más frecuente, se sancionará en iguales términos
a la persona que difunda tales imágenes.
Asimismo se define como acoso sexual realizar en lugares públicos y sin el
consentimiento de la víctima, un acto de significación sexual capaz de provocar una
situación objetivamente intimidatoria, hostil o humillante, tales como acercamientos
o persecuciones, exhibicionismo obsceno o de contenido sexual explícito.
Las conductas de acercamientos, persecuciones o actos de exhibicionismo obsceno
o de contenido sexual explícito serán sancionados con pena de cárcel y una multa
monetaria, señala la nueva normativa.
Este es uno de los tantos reclamos de las mujeres chilenas, que se han visto obligadas
a salir a las calles en manifestación para exigir medidas contra este y otros tipos de
violencia de género, así como manifestaciones de discriminación en todos los
ámbitos de la sociedad.
Al respecto, la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá, señaló en su
cuenta de Twitter que este es 'un paso importante para seguir avanzando en el pleno
respeto y mayor seguridad para las niñas y mujeres de Chile', y agradeció el trabajo
de las diputadas, partidos políticos y organizaciones sociales para su aprobación.
(oda/rc, 2016)
En Chile, el acoso sexual está tipificado y sancionado sólo en el contexto laboral,
pero no como delito. La persona víctima de acoso sexual debe reclamar en escrito
ante la empresa, establecimiento o servicio en que trabaja o ante la respectiva
Inspección del Trabajo. El empleador puede optar entre investigar directamente o,
dentro de los 5 días siguientes a la recepción de la denuncia, derivar la denuncia a la
Inspección del Trabajo. En ambos casos, existe un plazo de 30 días para efectuar la
investigación. Si el empleador opta por la investigación interna, debe enviar los
resultados a la Inspección del Trabajo. Finalizada la investigación, o revisada la
investigación efectuada por el empleador, la Inspección del Trabajo debe comunicar
los resultados al empleador y de haber comprobado la existencia del acoso sexual le
sugerirá adoptar medidas concretas. No existe publicidad ni registro de acosadores
sexuales en materia laboral, pues el Código del Trabajo obliga al empleador a
mantener reserva de toda la información y datos privados del trabajador a que tenga
acceso con ocasión de la relación laboral, y a llevar la investigación interna en estricta
reserva. Finalmente, en Chile no existe el delito de acoso sexual, sino diversos delitos
sexuales llamados "abusos" sexuales, sin tipificar conductas equivalentes a la
sancionada en sede laboral. La Ley N° 20.594, de 2012, creó un Registro Nacional
de Condenados por delitos sexuales contra menores de edad, lo que no tiene relación
con el acoso sexual, y mandató al Registro Civil e Identificación para que cree dicho
registro de condenas, al que deben consultar las entidades que deben contratar
personal para trabajar con menores de edad. Sin embargo, el incumplimiento de esta
obligación no tiene sanción. (pablo, agosto 2018)
9.2.2. Concepto
La ley define el acoso sexual como “el que una persona realice, en forma indebida,
por cualquier medio, requerimientos de carácter sexual, no consentidos por quien los
recibe y que amenacen o perjudiquen su situación laboral o sus oportunidades de
empleo”. El concepto, si bien supera en varios sentidos el contenido en el proyecto
de ley original, igualmente excluye, con la noción “requerimientos”, otras hipótesis
de acoso sexual que consisten en atenciones sexuales no bienvenidas y que resultan
ofensivas o amenazantes para la víctima, aunque no constituyan “requerimientos”.
Considerando la levedad de las sanciones mínimas que establece la ley como se
señala más adelante resulta contradictorio que estas acciones menos graves, pero no
por eso inocuas, se excluyan del concepto. (Toledo, 2006)
En las Observaciones Finales del Comité de Derechos Humanos respecto del cuarto
informe periódico de Chile, en 1999, el Comité manifestó su preocupación por “el
elevado número de casos de hostigamiento sexual en el lugar de trabajo”,
recomendando al Estado “que se promulgue una ley tipificando el delito de
hostigamiento sexual en el lugar de trabajo”. También en 1999, el Comité para la
Eliminación de la Discriminación contra la Mujer solicitó al Estado la inclusión, en
su próximo informe, de datos relativos a “la condición de las mujeres trabajadoras y
el avance en sus condiciones de vida, y acerca de las facilidades para el cuidado de
los niños y el problema del acoso sexual en el trabajo” . La Ley Nº 20.005, finalmente,
no tipificó como delito el hostigamiento sexual en el lugar de trabajo –tal como lo
recomendó el Comité de Derechos Humanos en 1999–, aunque el proyecto de ley
original sí establecía la sanción penal de esta conducta. Con ello, igualmente, se
facilitó la exclusión del debate legislativo de la posibilidad de incorporar otros
ámbitos. La norma de la ley se cristaliza en el nuevo inciso segundo del artículo 2 del
Código del Trabajo, estableciendo que “las relaciones laborales deberán siempre
fundarse en un trato compatible con la dignidad de la persona”, señalando al acoso
sexual como una de las conductas contrarias a ella. La relevancia de la disposición,
evidentemente, es mucho mayor que la sola incorporación del hostigamiento sexual
como conducta reprochable en el ámbito laboral. Con ella, se reconoce formalmente
el trato acorde con la dignidad de la persona junto con el reconocimiento de la función
social del trabajo, la libertad de contratación y la prohibición de la discriminación
como uno de los principios básicos del Derecho Laboral en nuestra legislación.
(Toledo, 2006).