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TUTELA

REPORTE DE CONSULTA

RELEVANTE

SALA DE CASACIÓN CIVIL Y AGRARIA


ID : 731023
M. PONENTE : LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA
NÚMERO DE PROCESO : T 1500122130002021-00029-01
NÚMERO DE PROVIDENCIA : STC5414-2021
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Civil - Familia de
Tunja
CLASE DE ACTUACIÓN : ACCIÓN DE TUTELA - SEGUNDA
INSTANCIA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 14/05/2021
DECISIÓN : REVOCA CONCEDE TUTELA
FUENTE FORMAL : Código General del Proceso art. 25, 132,
627 num 6 / Código de Procedimiento
Civil art. 15, 20, 407 / Decreto 508 de
1974

ASUNTO:
«La controversia estriba en determinar si el juzgado accionado vulneró las
prerrogativas de Cecilia Cuadrado Cuadrado, al inadmitir, mediante
decisión proferida en audiencia de 17 de septiembre de 2020, el recurso de
apelación interpuesto contra la sentencia proferida el 23 de julio de 2019,
por el Juzgado Promiscuo Municipal de Sáchica, dentro del juicio de
pertenencia radicado bajo el nº 2013-00066, argumentando que se trataba
de un proceso de única instancia y desconociendo la previa admisión de
dicho remedio, adoptada 7 de noviembre de 2019».
TEMA: DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Proceso de pertenencia:
vulneración del derecho por indebida aplicación normativa al inadmitir el
recurso de apelación contra la sentencia, argumentando que se trata de un
proceso de única instancia y desconociendo la admisión previa de dicho
medio impugnativo

DERECHO PROCESAL - Jurisdicción y competencia - Competencia -


Factores de competencia - Cuantía: normativa aplicable en tránsito
legislativo

PROCESO DE PERTENENCIA - Competencia - Factores de competencia -


Cuantía: determinación

DERECHO PROCESAL - Jurisdicción y competencia - Competencia -


Principio de la inmutabilidad de la competencia: alcance (c. j.)

DERECHO A LA DOBLE INSTANCIA - Vulneración del derecho

DERECHO A LA DOBLE INSTANCIA - Finalidad (c. j.)

Tesis:
«La controversia estriba en determinar si el juzgado accionado vulneró las
prerrogativas de Cecilia Cuadrado Cuadrado, al inadmitir, mediante decisión
proferida en audiencia de 17 de septiembre de 2020, el recurso de apelación
interpuesto contra la sentencia proferida el 23 de julio de 2019, por el
Juzgado Promiscuo Municipal de Sáchica, dentro del juicio de pertenencia
radicado bajo el nº 2013-00066, argumentando que se trataba de un
proceso de única instancia y desconociendo la previa admisión de dicho
remedio, adoptada 7 de noviembre de 2019.

2. Auscultado el material probatorio allegado al libelo, se evidencia que en la


referida diligencia el fallador confutado, luego de relatar los antecedes del
caso y efectuar un estudio detallado de las actuaciones, consideró necesario
realizar un control de legalidad, de conformidad con el artículo 132 del
Código General del Proceso, lo cual conllevó la inadmisión del recurso de
apelación. Así lo reseñó:

“(…) La sentencia en cuestión se dio al interior de un proceso de única


instancia de naturaleza agraria, respecto del cual no procedía el recurso de
apelación, no obstante, durante toda la actuación, se le dio un trámite como
si fuera un proceso verbal de primera instancia (…)” (minuto 26:33 -26:54).

Posteriormente agregó:

“(…) A su turno el artículo 26 del [Código General del Proceso] que regula la
determinación de la cuantía señala en su numeral tercero lo siguiente: “3.
En los procesos de pertenencia, [como en este caso] los de saneamiento de la
titulación y los demás que versen sobre el dominio o la posesión de bienes,
[la cuantía se determina] por el avalúo catastral de estos”.
“En el caso concreto como se ha señalado en el Certificado Catastral
presentado en la demanda y advertido por esta judicatura, dice que el
inmueble tiene un avalúo de cuatro millones seiscientos diez mil pesos
($4.610.000) por lo que se colige sin lugar a equívocos que el predio en
cuestión, está avaluado en una suma inclusive que no llega ni siquiera
cercanamente a superar la mínima cuantía”.

“Conforme entonces, a la norma relacionada siendo de conocimiento que los


jueces municipales y/o promiscuos municipales conocen de procesos
originados en las relaciones de naturaleza agraria entre ellos la pertenencia
del reivindicatorio se prevé entonces que tal competencia desde el 1º de
octubre de 2012, ya no reside exclusivamente en la naturaleza del asunto,
como lo dijo el Juez Promiscuo Municipal de Sáchica, cuando resolvió el
recurso de reposición respecto a la solicitud que le hiciera [la parte
demandada] de no conceder la apelación, insisto, ya no reside
exclusivamente en la naturaleza del asunto a debatir sino también a otros
elementos que la determinan, como lo es la cuantía de las pretensiones, este
factor considerado como objetivo se refiere a la materia y valor económico de
la pretensión, en el caso concreto la cuantía resulta ser el valor que se toma
como referencia para fijar la competencia y ella se delimita conforme a lo
expuesto [anteriormente] (…)” (minuto 47:24 -49:01).

Frente esa determinación, el apoderado de la activa, impetró recurso de


reposición y, en subsidio, “súplica”, manifestando su desacuerdo con “la
cuantía del proceso”; empero, el despacho cognoscente dispuso ratificar su
decisión con argumentos similares a los expuestos y; adicionalmente, negó
el remedio subsidiario, el cual “adecuó” como “queja”, ésta, declarada
improcedente por la Sala Civil Familia del Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Tunja, el 2 de marzo de 2021.

3. De lo antelado, se advierte la vulneración denunciada porque el fallador


accionado omitió revisar y pronunciarse sobre las normas aplicables al
litigio censurado, en materia de competencia.

3.1. Se resalta, la demanda fue presentada, inicialmente, el 18 de


septiembre de 2013 ante el Juez Cuarto Civil del Circuito de Tunja; no
obstante, en proveído de 2 de octubre siguiente, dicha judicatura, ordenó su
remisión al Juzgado Promiscuo Municipal de Sáchica, tras determinar:

“(…) [E]l bien objeto de la demanda está ubicado en Jurisdicción del


municipio de Sáchica y la cuantía estimada por el actor no supera y/o es
inferior a 150 SMMLV, como consta en folio 7, por lo que en obedecimiento a
lo dispuesto en los artículos 17, 18, 26 y 28 de la Ley 1564, la demanda
habrá de rechazarse por falta de competencia y en consecuencia se ordenará
que en forma inmediata esta demanda se envíe el juzgado se envíe al
Juzgado Promiscuo Municipal de Sáchica para que allí asuma su
conocimiento (…)”.
En atención a lo anterior, el 27 de noviembre del 2013, el estrado receptor,
admitió la demanda impartiéndole el trámite consignado en el artículo 407
del Código de Procedimiento Civil y el Decreto 508 de 1974.

En desarrollo del proceso, el 17 de junio de 2015, Inversiones Mineras y


Agroindustriales S.A.S, interpuso recurso de reposición y, en subsidio,
apelación contra el auto de 10 de junio anterior, mediante el cual el
despacho cognoscente “negó la solicitud de medidas cautelares”, sin
embargo, la decisión fue ratificada y se concedió el remedio vertical.

Previo a pronunciarse sobre la admisión de la alzada, el Juzgado Tercero


Civil del Circuito requirió a la célula judicial municipal, para que enviara
“copia del auto admisorio de la demanda y de los demás documentos
anexos, en los cuales conste el avalúo catastral del bien objeto de las
pretensiones, y si el proceso de pertenencia se tramita en única o primera
instancia”.

Atendiendo lo solicitado, el secretario del Juzgado Promiscuo Municipal de


Sáchica, en oficio Civil 0781 de 9 de diciembre de 2015, indicó:

“(…) En cumplimiento a lo dispuesto por este despacho mediante auto de


noviembre once (11) de dos mil quince me permito enviar a usted, copias del
auto admisorio de la demanda, de la misma y sus anexos señalando que los
demandantes hicieron estimación de la cuantía en más de SETENTA
MILLONES DE PESOS ($70.000.000) y si bien en el auto de la demanda no
se indicó se dio trámite al recurso de apelación por lo que ha de entenderse
que es de primera instancia (…)”.

El 14 de enero de 2016, el estrado del circuito querellado, admitió el medio


defensivo incoado, el cual fue zanjado el 4 de febrero postrero, confirmando
la providencia atacada.

Posteriormente, Cecilia Cuadrado y Antonio Castro, alegaron la “falta de


competencia” como excepción de mérito frente a la “demanda de
reconvención” presentada el 24 de octubre de 2017 por Carlos Alberto Mejía
Gómez, quien, en el juramento estimatorio, estipuló la suma de ciento
sesenta y cinco millones quinientos doces mil seiscientos noventa y nueve
pesos ($165.512.699), como pretensiones declarativas para el
reconocimiento de “frutos natrales o civiles” del inmueble, “dejados de
percibir por la comunidad”.

Frente a ello, en providencia de 9 de mayo, el despacho promiscuo


municipal, resolvió:

“(…) Como cuarta excepción se presenta la FALTA DE COMPETENCIA ART.


100 NUMERAL 1, como fundamento se establece el artículo 25 del C.D. del
P. establece que la mayor cuantía es aquella que verse sobre las
pretensiones patrimoniales que excedan el equivalente a 150 s.m.l.m.v., en
el presente caso la demandante en reconvención argumenta que la cuantía
equivale $ 165.513.699, razón por la cual el proceso pasa a ser de mayor
cuantía y este Despacho ya no es competente para asumir el conocimiento”.

“Al respecto encuentra el Despacho que no hay lugar a la misma, toda vez
que la cuantía en este caso se establece es por el valor del avalúo catastral
del inmueble objeto de pertenencia en principal y en reconvención
reivindicatorio, de conformidad con lo establecido en el numeral 3 del
artículo 26 del C.G. del P. y si bien es cierto la apoderada de la parte actora
señala una suma superior a los 150 s.m.m.l.v., lo cierto es que el juez puede
adecuar dicho valor con los documentos aportados al proceso y establecer el
trámite pertinente. Aunado a lo anterior se tiene que igual situación ya fue
dirimida por el Superior Jerárquico -Juzgado Cuarto Civil del Circuito de
Tunja - quien mediante auto de fecha 2 de octubre de 2013 estableció que el
proceso no superaba la mayor cuantía para asumir el conocimiento y
dispuso remitir por competencia el proceso, razón por la cual no hay lugar a
declarar probada la excepción analizada (…)”.

Agotadas las respectivas etapas procesales, en audiencia de 23 de julio de


2019, el Juzgado Promiscuo Municipal del Sáchica profirió sentencia,
desestimando las pretensiones de la demanda principal, determinación
frente a la cual el fallador anunció la procedencia del recurso de apelación,
del cual hizo uso la extrema activa; una vez corrido el traslado
correspondiente a la contraparte, ésta manifestó que el mencionado fallo no
era susceptible de la alzada, no obstante, el titular del despacho, mantuvo
incólume su decisión y concedió el remedio vertical.

3.2. El recuento anterior permite comprender que los falladores


cognoscentes vacilaron en torno a la normatividad aplicable al decurso, en
cuanto a la competencia; sin embargo, el juzgador de primer grado, incluso
ahora, adujo que el asunto se trataba de un juicio de pertenencia de doble
instancia, por lo cual no dudó en conceder tal remedio en varias ocasiones,
habiendo sido desatado siempre, salvo frente a su sentencia.

Para resolver la problemática expuesta, es necesario resaltar que la


demanda, en el caso criticado, se presentó el 18 de septiembre de 2013, esto
es, cuando aún se hallaban vigentes los artículos 15 y 20 del Código de
Procedimiento Civil, pues éstos solo perdieron vigor hasta el 1° de enero de
2014, de acuerdo con el numeral 6° del canon 627 del Código General del
Proceso.

Así, se establece que la pertenencia demandada no correspondía al fallador


del circuito porque si bien se tramitó como un asunto “(…) especial de
saneamiento de dominio de la pequeña propiedad rural (…)” -Dto. 508 de
1974-, las pretensiones de la demanda inicial se tasaron en $70.000.000,
valor que, para la época, superaba la mínima cuantía ($23.580.000) y no
excedía la mayor ($88.425.000), permitiendo que el juzgador municipal
conociera del procedimiento en primera instancia.
En este punto se resalta, si bien el canon 25 del Código General del Proceso,
atinente a la cuantía, debía aplicarse al caso criticado al regir desde el 1° de
octubre de 2012 -antes de la formulación del libelo-, no ocurre lo mismo con
la regla 26.3 ídem, sustento del juez querellado para repeler su competencia
en segundo grado.

Ciertamente, dicho funcionario, apoyado en tal preceptiva, estimó que, para


decursos como el refutado, debía tenerse en cuenta el valor catastral del
bien pretendido en prescripción, el cual, en el caso, estaba acreditado en
$4.610.000, siendo inviable, por tanto, en su criterio, el acceso a la segunda
instancia.

No obstante, como se indicó, el juzgador desconoció que el artículo 26 del


Código General del Proceso sólo entró en vigor hasta el 1° de enero de 2014,
conforme a la cláusula general establecida en el numeral 6° del artículo 627
ibídem; así, habiéndose presentado la demanda, memórese, el 18 de
septiembre de 2013, lo indicado era observar el valor de las pretensiones
para establecer la cuantía del litigio; empero, aún no, el valor catastral del
bien objeto del mismo.

Resta destacar que, en consonancia con el principio de “inmutabilidad de la


competencia”, el inciso final del artículo 624 ídem, expresamente dispone:

“(…) La competencia para tramitar el proceso se regirá por la legislación


vigente en el momento de formulación de la demanda con que se promueva,
salvo que la ley elimine dicha autoridad (…)”.

Sobre lo expuesto, esta Corte, en un caso equiparable, razonó:

“(…) El examen del presente asunto se realiza con respaldo en el Código de


Procedimiento Civil, norma vigente para el 6 de mayo de 2015, fecha en que
se impetró el pliego introductorio pues evóquese que el Código General del
Proceso entró a regir íntegramente en todo el país a partir del 1 enero de
2016 (Acuerdo PSAA15-10392) (…)”.

“(…) En armonía con lo precisado, el artículo 624 de ese compendio señala


que la “competencia para tramitar el proceso se regirá por la legislación
vigente en el momento de formulación de la demanda con que se promueva,
salvo que la Ley elimine dicha autoridad” y, de forma concordante, el
numeral 8 del 625 dispone que las “reglas sobre competencia previstas en
este Código, no alteran la competencia de los jueces para conocer de los
asuntos respecto de los cuales ya se hubiere presentado la demanda” (…)”.

“(…) Ahora, en virtud del principio de la “inmutabilidad de la competencia”,


después de asumida, el funcionario no podrá separarse del diligenciamiento
del juicio sino por el reclamo oportuno y pertinente de los interesados (…)”.
“(…) En otras palabras, de darle comienzo a la actuación, estará a su cargo
hasta el final y solo podrá repudiarla, a iniciativa propia, en los términos del
artículo 21 del Código de Procedimiento Civil, por razón de su cuantía. En
ese sentido en CSJ AC3362-2016 se dijo: [a]sí lo ha entendido la Corte al
advertir que, conforme al artículo 21 del Código de Procedimiento Civil, el
juez que le dé comienzo a la actuación la conservará, sin que pueda (…)
variarla o modificarla por factores distintos al de la cuantía que se indica en
el inciso segundo de esta norma. Si por alguna circunstancia la
manifestación del demandante resultare inconsistente, es carga procesal del
extremo demandado alegar la incompetencia del juez, lo que debe hacer en
las oportunidades procesales que se establecen para el efecto (CSJ AC 312,
15 dic. 2003, rad. 00231-01; reiterado en AC1218-2016) (…)”.

“(…) En el sub lite, la Agencia Nacional de Infraestructura incoó el “libelo”


ante el fallador de Sabanalarga, quien aceptó estar facultado para ocuparse
de la referida cuestión, tanto así que i) emitió auto admisorio el 29 de mayo
de 2015, ii) ordenó el registro del escrito inicial en el folio de matrícula No.
045-25, iii) tuvo por “entrega anticipada” la realizada el 31 de mayo de 2012,
iv) emplazó al convocado y designó para su representación a un curador ad
litem (…)”.

“(…) Emerge claro entonces que la prenotada célula judicial no divisó reparo
en impulsar el citado “juicio”, asignado por la accionante dada la
localización del fundo en contienda, así como tampoco lo tuvo la contraparte
si en cuenta se tiene que nada dijo al punto en la contestación que arrimó
(…)”.

“(…) A pesar de que ese aspecto quedó dilucidado, el juzgador con


posterioridad cambió de criterio y envió el infolio a su homólogo de la capital
por ser donde se sitúa el “domicilio” de la querellante, sin que mediara
reclamo del demandado, ni ante la configuración de alguna otra hipótesis
que habilitara ese proceder, tal como la “variación” de la “cuantía”, con lo
que desacertadamente procedió a aplicar reglas de asignación consagradas
en el Código General del Proceso, no obstante en esa misma compilación se
advirtió sobre la inalterabilidad de la “competencia” de los juzgadores para
gestionar las “demandas” radicadas con sujeción a la otrora legislación y por
lo tanto lo indicado era que continuara con el impulso hasta su culminación
(…)”.

4. Así las cosas, es evidente la irregularidad enrostrada al fallador atacado,


pues, en verdad, se desprendió del conocimiento del decurso relegando la
normatividad aplicable al mismo y lesionando, en consecuencia, el derecho
a la doble instancia de la solicitante, prerrogativa sobre la cual esta Sala ha
señalado:

“(…) [E]s el medio más efectivo para remediar las irregularidades o


desaciertos en que pueda incurrir el funcionario del conocimiento de una
puntual actuación judicial, de manera que el mismo se constituye en ‘una
piedra angular dentro del Estado de derecho’, como quiera que garantiza, en
forma plena y eficaz, el derecho de defensa al permitir que ‘el superior
jerárquico del funcionario encargado de tomar una decisión en primera
instancia, pueda libremente estudiar y evaluar las argumentaciones
expuestas y llegar, por tanto, al convencimiento de que la determinación
adoptada se fundamentó en suficientes bases fácticas y legales o que, por el
contrario, desconoció pruebas, hechos o consideraciones jurídicas que
ameritaban un razonamiento y un juicio diferente (…)”.

[…]

6. Por lo narrado, se infirmará la sentencia impugnada y, en su lugar, se


concederá la salvaguarda incoada por Cecilia Cuadrado Cuadrado, dejando
sin efecto la decisión de 17 de septiembre de 2020 y las que de allí se
desprendan y ordenándole al titular del Juzgado Tercero Civil del Circuito de
Tunja adoptar las gestiones correspondientes para desatar la apelación
interpuesta frente a la sentencia de primer grado».

ACCIÓN DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIA JUDICIAL - Procedencia


excepcional de la acción

Tesis:
«Si bien esta Colegiatura ha considerado que en la labor de administrar
justicia, los juzgadores gozan de libertad para la exégesis del ordenamiento
jurídico y la valoración de los elementos demostrativos, motivo por el cual el
fallador de tutela no puede inmiscuirse en sus pronunciamientos; en los
eventos en los cuales la autoridad profiere una decisión ostensiblemente
contradictoria o desajustada del plexo normativo, como la aquí atacada, es
factible la intervención de esta particular jurisdicción, por cuanto, se afectan
las garantías superlativas de la promotora».

DERECHO INTERNACIONAL - Convención Americana sobre Derechos


Humanos: protección constitucional en ejercicio del control de
convencionalidad

DERECHO INTERNACIONAL - Convención Americana sobre Derechos


Humanos - Control de convencionalidad: obligatoriedad

Tesis:
«Deviene fértil abrir paso a la protección incoada, dado el control legal y
constitucional que atañe en esta sede al juez, compatible con el necesario
ejercicio de control convencional, siguiendo el Pacto de San José de Costa
Rica de 22 de noviembre de 1969 (art. 8º de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos), a fin de garantizar el debido proceso.

El convenio citado es aplicable dado el canon 9 de la Constitución Nacional,


cuando dice:

“(…) Las relaciones exteriores del Estado se fundamentan en la soberanía


nacional, en el respeto a la autodeterminación de los pueblos y en el
reconocimiento de los principios del derecho internacional aceptados por
Colombia (…)”.

Complementariamente, el artículo 93 ejúsdem, contempla:

“(…) Los tratados y convenios internacionales ratificados por el Congreso,


que reconocen los derechos humanos y que prohíben su limitación en los
estados de excepción, prevalecen en el orden interno (…)”.

“(…) Los derechos y deberes consagrados en esta Carta, se interpretarán de


conformidad con los tratados internacionales sobre derechos humanos
ratificados por Colombia (…)”.

El mandato 27 de la Convención de Viena, sobre el Derecho de los Tratados


de 1969, debidamente adoptada por Colombia, según el cual: “(…) Una parte
no podrá invocar las disposiciones de su derecho interno como justificación
del incumplimiento de un tratado (…)”, impone su observancia en forma
irrestricta cuando un Estado parte lo ha suscrito o se ha adherido al mismo.

7.1. Aunque podría argumentarse la viabilidad del control de


convencionalidad sólo en decursos donde se halla el quebranto de garantías
sustanciales o cuando la normatividad interna es contraria a la
internacional sobre los derechos humanos, se estima trascendente efectuar
dicho seguimiento en todos los asuntos donde se debata la conculcación de
prerrogativas iusfundamentales, así su protección resulte procedente o no.

Lo aducido porque la enunciada herramienta le permite a los Estados


materializar el deber de garantizar los derechos humanos en el ámbito
doméstico, a través de la verificación de la conformidad de las normas y
prácticas nacionales, con la Convención Americana de Derechos Humanos y
su jurisprudencia, ejercicio que según la Corte Interamericana se surte no
sólo a petición de parte sino ex officio.

No sobra advertir que el régimen convencional en el derecho local de los


países que la han suscrito y aprobado, no constituye un sistema opcional o
de libre aplicación en los ordenamientos patrios; sino que en estos casos
cobra vigencia plena y obligatoriedad con carácter impositivo para todos los
servidores estatales, debiendo realizar no solamente un control legal y
constitucional, sino también el convencional; con mayor razón cuando
forma parte del bloque de constitucionalidad sin quedar al arbitrio de las
autoridades su gobierno».

DERECHO INTERNACIONAL - Convención Americana sobre Derechos


Humanos - Control de convencionalidad: finalidad

DERECHO INTERNACIONAL - Convención Americana sobre Derechos


Humanos: obligación de los Estados partes de impartir una formación
permanente en DDHH y DIH en todos los niveles jerárquicos de las fuerzas
armadas, jueces y fiscales

Tesis:
«El aludido control en estos asuntos procura, además, contribuir judicial y
pedagógicamente, tal cual se le ha ordenado a los Estados denunciados,
incluido Colombia, a impartir una formación permanente de Derechos
Humanos y DIH en todos los niveles jerárquicos de las Fuerzas Armadas,
jueces y fiscales; así como realizar cursos de capacitación a funcionarios de
la rama ejecutiva y judicial y campañas informativas públicas en materia de
protección de derechos y garantías.

Insistir en la aplicación del citado control y esbozar el contenido de la


Convención Interamericana de Derechos Humanos en providencias como la
presente, les permite no sólo a las autoridades conocer e interiorizar las
obligaciones contraídas internacionalmente, en relación con el respeto a los
derechos humanos, sino a la ciudadanía informarse en torno al máximo
grado de salvaguarda de sus garantías.
Además, pretende contribuir en la formación de una comunidad global,
incluyente, respetuosa de los instrumentos internacionales y de la
protección de las prerrogativas fundamentales en el marco del sistema
americano de derechos humanos»

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: CSJ AC3362-2016, CSJ AC 312, 15


dic. 2003, rad. 00231-01; CSJ AC1218-2016

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