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La suficiencia de las Escrituras

Colosenses 2:8-10: 8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas
sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del
mundo, y no según Cristo. 9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud
de la Deidad, 10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo
principado y potestad.

Al leer la carta del apóstol Pablo a los colosenses vemos que uno de los
propósitos primordiales de la epístola de Pablo de Colosas por lo cual
Pablo escribió la carta, era para advertir a estos hermanos de ciertas
enseñanzas heréticas que estaban amenazando la congregación.

Uno de los puntos principales de la enseñanza de estos falsos maestros era la insuficiencia de
Cristo para salvar y para ayudarnos a enfrentar los embates de la carne y el pecado. “Es bueno
y útil tener a Cristo, decían ellos, pero no suficiente”. De ahí las palabras de advertencia en 2:1-
7. Si los hermanos de Colosas eran llevados a creer que Cristo era un Salvador incompleto,
comenzarían a buscar otras cosas y se extraviarían del camino:

“Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por
los que están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro;
para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar
todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de
Dios el Padre, y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de
la sabiduría y del conocimiento. Y esto lo digo para que nadie os engañe
con palabras persuasivas. Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no
obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro
buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo. Por tanto, de la manera
que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y
sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido
enseñados, abundando en acciones de gracias” (Col. 2:1-7).

Ese buen orden y firmeza que estos hermanos habían manifestado hasta este momento era el
producto directo de su confianza en Cristo y su andar en Él. Si se apartaban de allí por buscar
lo que supuestamente Cristo no tenía, cometerían un gravísimo error de repercusiones
devastadoras.

El peligro de aceptar la herejía de Colosas:

Evidentemente, el propósito de los maestros del error era mostrar a los colosenses cómo ellos
podrían ser capacitados para triunfar sobre los “apetitos de la carne”. Era como si ellos
hubieran dicho: “¿están sosteniendo una tremenda pero inútil batalla contra la tentación que
surge de su naturaleza corrompida? Nosotros podemos ayudarles. La fe en Cristo, por buena
que sea, no es suficiente, porque Cristo no es un Salvador completo”.

Ahora bien, esta herejía no murió en Colosas, esta falsa enseñanza con distintos énfasis y
distintos nombres ha aparecido una y otra vez a lo largo de la historia. Cuando un pecador cree
y se arrepiente de inmediato el enemigo de las almas comienza a seducirlo para que no ponga
toda su confianza únicamente en Cristo. Y en estos últimos años el ataque se ha concentrado
en la suficiencia de las Escrituras para tratar con las necesidades más profundas del alma
humano.

LA PSICOLOGÍA VS. LA BIBLIA

La Biblia es la palabra de Cristo, si él es un Salvador suficiente, la Biblia debe serlo también. Al


definir el foco de esta suficiencia de las Escrituras, no hay nada que sea necesario para nuestra
salvación, para el desempeño de nuestra vida espiritual, para el cuidado de nuestra almas o de
nuestro desenvolvimiento en este mundo como hijo de Dios, que no se encuentre en la Biblia
implícita o explícitamente.

Esto debería ser obvio para todo aquel que cree que la Biblia es la palabra inspirada de Dios,
pero tristemente no es así. Muchos cristianos profesantes parecen dudar de la suficiencia de
Cristo y de su palabra para la guía y dirección de la vida cristiana, y para enfrentar los
problemas del alma.

Y que han hecho mucho de estos cristianos? Han comenzado a buscar soluciones en la
psicología secular. El Dr. Jhon McArthur dice lo siguiente: los “psicólogos cristianos” han venido
a ser los nuevos campeones de la consejería en la iglesia. Ellos han sido proclamados como los
verdaderos sanadores del corazón humano. Pastores y laicos han sido llevados a sentir que
están mal equipados para aconsejar a menos que tengan un entrenamiento formal en técnicas
psicológicas.” Y muchos pastores están hoy estudiando en las universidades psicología,
porque ellos creen que eso es necesario para un ministerio de consejería competente.

Esto ha venido a ser tan generalmente aceptado, que muchos ni siquiera se han detenido a
cuestionar si es lícito este maridaje entre la psicología y la religión. Si es algo tan bueno o
saludable como pareces ser, o si se trata de un yugo desigual entre infieles.

Tenemos muy buenas razones para pensar que este matrimonio ha venido a ser uno de los
grandes desastres que ha sufrido la iglesia de Cristo de nuestra generación y una de las causas
principales de la decadencia espiritual que vemos en el pueblo cristiano hoy día.

A medida que la psicología ha ido avanzando en la iglesia, en esa misma medida ha ido
disminuyendo la predicación de la Biblia y la consejería basada en la Biblia, y a medida que la
Biblia es relegada a un segundo plano y en algunos casos echada a un lado por completo, en
esa misma medida se ha ido debilitando la piedad y la vida espiritual de la iglesia.

El Dr. Ed pein luego de haber analizado el contenido de cierta obra cristiana de psicología dice
lo siguiente: “Tal psicología presentada por cristianos es una plaga en la iglesia moderna,
porque tergiversa la relación del cristiano con Dios, retarda la santificación y debilita
seriamente a la iglesia. Ninguna otra área del conocimiento parece tener un dominio tan
absoluto sobre la iglesia como la psicología. Y el Dr. Werner Macggie escribió hace unos años
un artículo titulado “psicoreligión, el nuevo flautista de hamelin” y el dice lo siguiente: “Si la
tendencia presente continúa la enseñanza bíblica será eliminada totalmente de las estaciones
de radio y de televisión y del púlpito. Esta no es una manifestación infundada hecha en un
momento de preocupación emocional, la enseñanza bíblica está recibiendo baja prioridad en
las estaciones radiales en tanto que la llamada psicología es puesta al frente como solución
bíblica a los problemas de la vida”.

Queridos hermanos es hora de que nos detengamos a pensar seriamente en este asunto: ¿es la
palabra de Dios suficiente para tratar con los problemas del alma? O necesitamos también la
ayuda de la psicología?

Yo estoy consciente que este es un tema polémico que puede levantar una serie de
interrogantes, por lo que me adelanto a hacer una aclaración. Mi punto aquí, es decir que lo
que voy a tratar de probar no es que la psicología no tenga ninguna clase de utilidad. Lo que
voy a tratar de probar es que su utilidad es limitada. Y vamos a ver limitada a qué.

La palabra psicología significa “el estudio del alma”. El problema es que ninguna persona
puede estudiar el alma, sin la palabra de Dios y la ayuda y guía del Espíritu Santo. Todo lo que
necesitamos para saber sobre el alma, Dios lo ha revelado en su palabra y no hay ningún otro
lugar. La psicología no es, ni puede ser el estudio del alma. Lo que la psicología estudia
realmente es la conducta humana. Y las observaciones limitadas que en ese campo ha hecho la
psicología podrían ser útiles. En el área vocacional, usted puede saber para qué usted puede
ser bueno, le hacen un test para medir las fortalezas y debilidades que usted tiene y la persona
puede decirle, mira me parece que tú tal vez puedes estudiar tal cosa. En el área del
aprendizaje, para detectar problemas de aprendizaje, en el área industrial, en el área de la
educación. Las observaciones y mediciones que se han hecho en estos campos han producido
buenas contribuciones que nosotros podemos usar, teniendo siempre el cuidado de filtrarlo
todo por la enseñanza general de las Escrituras. Porque ni aún en esos campos debemos
aceptar conclusiones sin compararlas primero con la enseñanza de la palabra de Dios. Pero en
esos campos la psicología ha hecho ciertas contribuciones que nosotros podemos usar.

Ahora bien, nuestro foco de atención en este estudio es el uso de la psicología para tratar con
los problemas del alma. Cuando hablamos con tratar con el corazón humano, cuando tenemos
que lidiar con la ansiedad, el temor la ira, la depresión, la amargura, el descontento, los
problemas matrimoniales, los hábitos pecaminosos, la psicología no tiene ninguna solución
que ofrecer que no podamos encontrarla en la Palabra de Dios. Ese es mi punto. Presuponer
que necesitamos la psicología para tratar con los problemas del ama es falso. Y esto por dos
razones:

En primero lugar porque se fundamenta en algunos conceptos erróneos acerca de la psicología


y en segundo lugar porque limita el alcance y la eficacia de la Palabra de Dios.

Conceptos erróneos de la Psicología


Qué presuponen erróneamente aquellos que se han volcado hacia la psicología para tratar con
los problemas del alma humana? En primer lugar presuponen que la psicoterapia, es decir, el
aconsejamiento psicológico con sus teorías y técnicas es una ciencia objetiva cuando en
realidad es una especie de religión que posee sus credos y sus dogmas y en los cuales sus
adherentes ejercen fe.

Y cada día más y más personas aún en el campo secular están poniendo en duda no solo la
capacidad de la psicología para ayudar a las personas, sino también su supuesto ropaje
científico.

Por ejemplo, el premio Nobel richard Ainman dice lo siguiente en cuando al estatus científico
de la psicoterapia: “El psicoanálisis no es una ciencia, tal vez se parezca más al curanderismo”. Y
el psiquiatra Tomás Saz profesor de psiquiatría en la universidad Estatal de Nueva York dice:
“No es solo una religión que pretende ser ciencia, sino una religión falsa que procura destruir la
verdadera religión”. En ese sentido la psicología y el cristianismo son dos religiones en pugna.
Los problemas con los que luchan la psicología son esencialmente religiosos.

Carl Jung uno de los padres de la psicología moderna veía la neurosis como una crisis
espiritual, no como un problema médico. Escuchen con cuidado este trozo de una de las obras
de Karl Jhon, y presten atención a ciertas palabras claves que aparecen allí. Dice Jhon: “que
deben los terapeutas, cuando los problemas del paciente surgen de no tener amor sino solo
sexualidad, ninguna fe porque teme andar en oscuridad, sin esperanza porque está
desilusionado del mundo y la vida y sin entendimiento porque ha fracasado en la lectura del
significado de su propia existencia”. Aquí hay 4 palabras claves: amor, fe, esperanza y
entendimiento. Yo me pregunto, esos problemas no son religiosos? Eso no tiene que ver con la
religión? No son estos problemas netamente espirituales? Yo me pregunto, como podrá un
hombre sin Dios proveer a un hombre amor, fe, esperanza y entendimiento? Hermanos
estamos ante una religión rival que intenta desacreditar el cristianismo, y esto viene a ser más
evidente cuando rastreamos las raíces de las teorías y métodos psicológicos.

Hay tres grandes nombres con los que nos toparemos constantemente al tratar de desentrañar
el origen de la psicología. Cuáles son esos nombres: Sigmund Freud, Carl Jung su discípulo y
luego su antagonista y Carl Rogers.

El primero, Freud, decía que las creencias religiosas son una mera religión y que la religión
misma no es otra cosa que la neurosis y obsesión de la humanidad. Freud decía que la religión
es una de las causas principales de los males psicológicos del hombre. De hecho Freud siempre
fue un crítico acérrimo de las creencias religiosas.

Carl Jung, por el contrario afirmaba que las religiones son todas positivas, pero imaginarias.
Todas son mitos que hacen bien, todas contienen algo de verdad sobre la psiquis humana dice
Jung y pueden ayudar hasta cierto punto, y el veía la psicoterapia como una religión alterna.
Decía él: las religiones son sistemas de sanidad para las enfermedades psíquicas. Es por eso
que los pacientes imponen al psicoterapeuta el rol de sacerdote y esperan y demandan de él
que los libre sus afliciones, en consecuencia, dice él, los psicoterapeutas nos ocupamos de
problemas que estrictamente hablando pertenecen al teólogo. Jhon admite que los
psicoterapeutas están invadiendo un terreno que debe ser manejado por otros.

Ahora bien, no debemos pensar que Jhon veía el cristianismo con buenos ojos, no, Jhon no
solo repudió el cristianismo, sino que exploró otras experiencias religiosas incluyendo prácticas
ocultistas y la nigromancia, es decir la comunicación con los muertos a través de medium. Lo
mismo le ocurrió a Karl Rogers, estudió en un seminario teológico, pero luego renunció al
cristianismo y se volcó hacia la psicología, terminando también en la práctica del ocultismo y la
nigromancia.

Y ahora nos preguntamos, estos hombres que repudiaron de este modo el cristianismo bíblico,
tienen algo que decirle a la iglesia de Cristo acerca de cómo deben vivir los cristianos y cómo
deben los hombres tratar con los problemas del alma que Dios creó? Alguien puede decir,
pastor pues eso depende, si sus postulados son científicos entonces no habría ningún
problema servirse ellos, un científico impío puede llegar a conclusiones científicas objetivas y
verdaderas. Un impío puede descubrir una medicina fabulosa para curar tal o cual enfermedad,
de hecho muchos la han descubierto, medicinas y han diseñado procedimientos médicos
fabulosos y nosotros nos valemos de ellos, eso es verdad, pero no en este caso. Recuerden
hermanos que estamos hablando aquí de los problemas del alma y de las soluciones que
debemos dar a estos problemas., Los psicólogos no pueden estudiar el alma en una forma
científica. Eso es imposible. Ellos se limitan al estudio del comportamiento humano y en base a
estos estudios, mediciones, comparaciones, tratan de determinar por qué la gente se comporta
como lo hace y cuáles soluciones pueden dar a sus conflictos. Pero muchos de ellos ni siquiera
creen en la existencia del alma y una gran mayoría niega la existencia del Dios que la creó.

Cómo pueden llegar a conclusiones acertadas en ese terreno? En el terreno del alma. Una cosa
es establecer un patrón estadístico de comportamiento, eso si se puede, y otra muy distinta
pretender explicar el por qué de esos comportamientos y mucho menos cambiarlos. Cuando la
psicología penetra en ese terreno lo que afirma es pura opinión, no importa que tenga un
título de Harvard, es pura opinión, pura teoría y nada más. Ud puede tener fe en las opiniones
del psicólogo o no tenerlas, pero no podemos afirmar que son postulados científicos.

La presuposición de que sus teorías y métodos son científicos, hermanos queridos, eso es un
mito, creer en eso y creer en Zeus es lo mismo. Eso es un mito. La psicología es una especie de
religión y los que aceptan sus postulados lo aceptan por fe. Repito, cuando tenemos que tratar
con el alma del hombre y sus problemas

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