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Sustentante:

Patricia Pérez Mejía

Matrícula:

2018-00396

Asignatura:

Legislación de Tierras I
Prof:

Víctor Rafael Moya Bonilla


Introducción

En la siguiente tarea a desarrollar se tratará acerca de la propiedad inmobiliaria y sus


períodos históricos en la República Dominicana. Estos periodos se dividen en 5 según
Manuel Ramón Ruiz Tejada, los cuales se estarán desglosando cada uno.

Pero antes de hago mención del significado de propiedad inmobiliaria, es aquella que se
refiere a la posesión de bienes o activos inmobiliarias por parte de un individuo o
sociedad, los cuales adquieren por ello derecho sobre el mismo y la posibilidad de
obtener beneficios por su explotación económica.
LA PROPIEDAD INMOBILIARIA EN LA REPUBLICA DOMINICANA"

De acuerdo con el doctrinario Manuel Ramón Ruiz Tejada, la historia de la propiedad


inmobiliaria en República Dominicana se divide cinco periodos, los cuales son:

El primer período se inicia con la "Bula Inter Caétera", o "Noverum Universi", del
Papa Alejandro VI, del 3 de mayo del 1493, en ella se legitima la conquista del nuevo
mundo invistiéndose a la Corona española con el derecho de propiedad de las tierras
descubiertas. la bula es un documento oficial que dicta el máximo representante de
la iglesia católica. Fue dictada por el papa Alejandro VI, cuyo nombre real era Rodrigo
de Borgia. A partir de esa bula inter caétera se consideró que la corona española
quedaba investida con el derecho de propiedad sobre todas las tierras descubiertas o por
descubrir en esta parte del mundo.

El Segundo Periodo se inicia con la llamada Ley de Amparo Real del 20 de noviembre
del 1578, la misma ratifica el derecho de propiedad de la Corona Española sobre las
tierras y se establece un procedimiento para amparar los derechos de propiedad a
poseedores que tuvieran una prueba escrita preexistente basada en la merced. Con esta
Ley los Reyes Católicos lograron una reordenación en la propiedad y ocupación de las
tierras de nuestra isla. Esta Ley tenía como finalidad de estatuir a la corona todas las
tierras que estuvieran ocupado ilegalmente, reconociendo solamente las posesiones que
por derechos de prescripción o justo título pudiesen sustentarse.

Esta normativa viene a conjurar el fenómeno de la posesión o la ocupación indebida.


Sienta como principio el derecho de los Reyes a estas tierras y organiza un
procedimiento para amparar en sus derechos a quienes tenían una prueba escrita
preexistente. La Ley de Amparo Real no solo marca el inicio del reconocimiento a la
posesión pacífica para invocar la prescripción adquisitiva o usucapión, como la
llamaban los romanos, sino que establece una especie de procedimiento de saneamiento
inmobiliario catastral, con el objetivo de proveer a quienes la ocupaban de un
documento depurado que amparase su derecho y del que tenía la protección de la
Corona, lo que puede considerarse como la génesis del certificado de título.
Para concluir con este periodo, cabe destacar un dato que resulta de sumo interés. La
propiedad privada estaba restringida para los extranjeros, quienes según la Ley núm.
10, de 1680, no podían llevarse los bienes adquiridos, este impedimento incluía a sus
mujeres e hijos. Igual prohibición se hacía contra las comunidades religiosas, tales
como: iglesias, monasterio, prelados y clérigos, a quienes no se les podía vender ni
permutar bienes en general, según la Real Cédula del 27 de octubre de 1535.

El Tercer Periodo con la programación de Independencia Nacional, el 27 de feb


febrero del 1844, se adquirió por derecho propio, todas las tierras que pertenecieran a
los reyes católicos; estos pierden todo derecho inmobiliario ya que la
República Dominicana los absorbe. A raíz de la independencia de 1844, cuando regía en
el país el Código Civil francés de 1804 "napoleónico", que había sido impuesto por el
dominador haitiano desde 1822, con ese hecho adquiere la nueva República, que surgía
libre e independiente, todos los derechos que sobre estas tierras tenía en
su patrimonio la Corona de España.

Con la proclamación de la Independencia Nacional el 27 de febrero de 1844, se inicia


una nueva etapa de la propiedad inmobiliaria en la República Dominicana, ya que un
acontecimiento histórico tan trascendental confiere a la nueva república todos los
derechos que tenía la Corona española en su dominio. De hecho, esta perdió todos los
derechos inmobiliarios, que fueron absorbidos por la República, conforme a las normas
de derecho internacional.

El 21 de julio de 1844, el presidente Santana dictó la Ley sobre Bienes Nacionales;


mientras, el 6 de noviembre de ese año se proclamó la primera Constitución, cuyo
artículo 2 rezaba: “La parte española de la isla de Santo domingo y sus islas adyacentes
forman el territorio de la República Dominicana”.

De ese modo, la Ley sobre Bienes Nacionales dejó claramente establecida la propiedad


estatal y estableció que todo lo que no tenía dueño era propiedad del Estado. Para
concluir esta etapa, es pertinente destacar que todo lo concerniente a la propiedad
inmobiliaria estaba sujeta al Código Civil napoleónico, que había sido adoptado con la
formación del Estado dominicano.
El Cuarto Período comienza con la Ley de División de Tierras Comuneras del 21 de
abril del 1911, durante el gobierno del Presidente Ramón Cáceres, éste fue el primer
intento serio del legislador para organizar de manera definitiva y realizar el
procedimiento de división de dichos terrenos.

Los terrenos comuneros conforme al artículo 2 de la ley de Registro de Tierras son


los .predios indivisos que pertenecen o se dicen pertenecer a dos a más personas cuyos
derechos están representados en acciones denominadas "pesos" u otras unidades que
más bien guardan relación al valor o derechos proporcionales que al área del terreno.
siempre que se emplee la palabra "pesos de títulos" se entenderá que significa los títulos
sobre terrenos comuneros.

El Quinto Período surge con la promulgación de la Orden Ejecutiva 511 del 21 de julio
del 1920 durante la ocupación militar norteamericana, que introduce el Sistema Torrens
de registro de propiedad inmobiliaria. El gobierno militar de ocupación norteamericana,
que gobernó nuestro país durante los años que van del 1916 al 1924, se echaron las
bases jurídicas e institucionales de lo que sería el régimen legal de la tenencia de las
tierras en la República Dominicana. Esto representa un acontecimiento legal de
trascendental importancia, que necesariamente tenía que marcar un período en la
historia de la propiedad inmobiliaria de este país.

Ley 15-42. El 11 de octubre de 1947, fue dictada la Ley 1542 de Registro de Tierras,
que recoge los principios y criterios de la Ordenanza No. 511, que instituye el Sistema
Torrens en la República Dominicana. Durante 58 años esta ley fue la base del desarrollo
inmobiliario del país. 

El sistema Torrens, que es el otro sistema que rige la propiedad inmobiliaria en nuestro
país es sistema más científico, organizado, seguro y coherente de todos los sistemas que
existen en el mundo. Fue creado por el señor Robert Torrens. La denominaron " Real
Property Act.". En nuestro país fue introducido por medio de la orden ejecutiva No.511,
del 1 de julio del 1920, dictada por el Gobierno de Ocupación Norteamericana. La
característica esencial del sistema Torres está en que cumple a cabalidad con los
principios de publicidad, legalidad autenticidad y especialidad.

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