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Mindfulness para la psicosis disponible en www.DeepL.com/pro.
Paul Chadwick
Stephanie Hughes
Universidad de Bangor y South Essex Partnership Foundation NHS Trust, Reino Unido
Dave Dagnan
Introducción
La atención plena implica centrar toda la atención en la experiencia presente de una manera
aceptadora y sin prejuicios. Una revisión metaanalítica realizada por Baer (2003) de 21
estudios que evaluaban la Reducción del Estrés Basada en la Atención Plena (MBSR:
Kabat-Zinn, 1990) y la Terapia Cognitiva Basada en la Atención Plena (MBCT: Segal,
Williams y Teasdale, 2002) indicó beneficios clínicos para una variedad de afecciones
problemáticas, como el dolor, el estrés, la ansiedad, la recaída depresiva y los trastornos
alimentarios (Baer, 2003). Ningún estudio aplicó la MBSR o la MBCT a la psicosis. De
hecho, existe una percepción generalizada de que la práctica de la meditación es perjudicial
para las personas con psicosis. Una escasa literatura de estudios de casos no controlados
informa de consecuencias negativas de la práctica de la meditación en aquellas personas
vulnerables o que actualmente experimentan síntomas activos de psicosis (Deatherage y
Lethbridge, 1975; Yorston, 2001). Por otro lado, dos ensayos aleatorizados muestran que la
Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT: Hayes, Strosahl y Wilson, 1999), que incluye
un fuerte componente de mindfulness, reduce significativamente la rehospitalización de
pacientes internos con psicosis (Bach y Hayes, 2002; Gaudiano y Herbert, 2006).
Chadwick (2006) desarrolló una terapia de atención plena, adaptada a las necesidades y
vulnerabilidades de las personas con psicosis angustiosa y basada en la investigación cognitiva
clínica que relaciona la angustia con la forma en que las personas se relacionan con la
experiencia psicótica (Birchwood y Chadwick, 1997; Freeman y Garety, 1999; Morrison y
Wells, 2003; Romme, Honig, Noorthoorn y Escher, 1992). A través de la meditación y el
debate, los pacientes experimentan y descubren que gran parte de su angustia proviene de cómo
reaccionan ante las voces, las imágenes y los pensamientos paranoides. Practican el abandono
de reacciones como la lucha contra las voces, la rumiación de la paranoia y el autojuicio, y
experimentan cómo la observación y la aceptación conscientes de la experiencia psicótica
son fortalecedoras y tranquilizadoras. Un estudio no controlado de 11 pacientes halló una
mejora pre-post en el funcionamiento clínico, y ningún efecto negativo (Chadwick,
Newman-Taylor y Abba, 2005), aunque este estudio no midió los cambios en la atención
plena.
Dado que se ha informado de que la práctica de mindfulness es potencialmente
perjudicial para las personas con psicosis, los resultados de Chadwick et al. (2005)
deberían repetirse. El presente estudio tiene tres objetivos. El primero, es llevar a cabo un
estudio de viabilidad para un ECA completo de grupos de mindfulness, para determinar los
tamaños del efecto, utilizando un diseño de tratamiento aleatorio frente a lista de espera. El
segundo objetivo es combinar los datos de ambos grupos para intentar replicar el hallazgo
anterior de mejora del funcionamiento clínico tras la terapia de mindfulness. El tercer objetivo
es utilizar una medida validada para evaluar si la terapia de mindfulness aumenta la atención
plena.
Método
Diseño
Para evaluar el efecto del entrenamiento en mindfulness en grupo, se pidió a las personas
elegibles con psicosis, incluidas las voces angustiosas, que completaran cuestionarios de
referencia. A continuación, la North Wales Organization for Randomized Trials in Health los
asignó al azar entre el entrenamiento en mindfulness en grupo y una lista de espera para esta
terapia. El entrenamiento consistió en sesiones de mindfulness dos veces por semana
durante 5 semanas, más práctica en casa con CDs guiados, seguidas de otras 5 semanas
de práctica en casa. Tras las 10 semanas de práctica de mindfulness (una duración similar
a la de MBSR y MBCT), las pruebas t de muestras independientes compararon las puntuaciones de
cambio con los cambios en el grupo de lapara
Mindfulness de espera. Los participantes en la lista405
lista la de espera
siguieron el mismo régimen:psicosis
grupos dos veces por semana durante 5 semanas más práctica en
casa, seguida de práctica en casa durante otras 5 semanas.
406 P. Chadwick et al.
5 semanas. Estos participantes fueron evaluados de nuevo. En los análisis secundarios se utilizaron
muestras pareadas
Pruebas t para comparar las puntuaciones de los participantes de ambos grupos antes y después de la
terapia.
Medidas
La medida de resultado primaria es el funcionamiento clínico: la presencia o ausencia de
síntomas (psicóticos) no es el foco del cambio en las terapias basadas en la aceptación (Bach y
Hayes, 2002). Un aspecto clave de este estudio es la inclusión de una medida de atención
plena para demostrar que la intervención ha afectado a esta variable principal. Otras medidas
evaluaron las creencias sobre las voces, los síntomas psicóticos y el proceso del grupo
terapéutico.
Se utilizó Clinical Outcomes in Routine Evaluation (CORE, 1988) como medida principal
del funcionamiento clínico. Los 34 ítems evalúan el bienestar subjetivo, los problemas y
síntomas, el funcionamiento vital y el riesgo. Cada ítem se puntúa en una escala Likert de 5
puntos y la puntuación utilizada es la media de los 34 ítems. El CORE se desarrolló para su uso
en la práctica clínica habitual, donde ha demostrado ser fiable y válido.
Cuestionario de atención plena de Southampton (SMQ: Chadwick et al., 2008). El SMQ,
de 16 ítems, evalúa el grado en que los participantes responden de forma consciente a
los pensamientos e imágenes angustiosos. Ocho ítems se enmarcan positivamente y 8
negativamente. Los ítems se puntúan en una escala de Likert de 7 puntos, de "totalmente en
desacuerdo" (0) a "totalmente de acuerdo" (6), lo que arroja un rango de 0-96. El análisis
psicométrico del SMQ en una muestra de 613 estudiantes reveló que era internamente fiable
(alfa = 0,85) y que correlacionaba positivamente de forma significativa con medidas de
mindfulness, experiencia emocional, autocompasión, síntomas psicológicos y disociación (Baer,
Smith, Hopkins, Krietemeyer y Toney, 2006). El SMQ ha sido validado para personas
con psicosis (Chadwick et al., 2008).
Escala de valoración de síntomas psiquiátricos. (PSYRATS: Haddock, McCarron,
Tarrier y Faragher, 1999) mide la gravedad y la intensidad de las dimensiones de las
alucinaciones auditivas (11 ítems) y los síntomas delirantes (seis ítems). Los ítems se
valoran en una escala Likert de 5 puntos. El rango de puntuación es de 0-44
(alucinaciones) y 0-24 (delirios).
Southampton Mindfulness Voices Questionnaire (SMVQ: Chadwick, Barnbrook y
Newman-Taylor, 2007). Se trata de una versión paralela del SMQ para personas que oyen
voces: los ítems no preguntan sobre la respuesta consciente a los pensamientos e imágenes
angustiosos (SMQ), sino sobre las voces. En una muestra de 59 personas con voces
angustiosas actuales, el SMVQ tuvo un alfa de Cronbach de 0,84, se correlacionó
negativamente de forma significativa con medidas de estado de ánimo negativo y angustia
vinculadas a las voces, y se correlacionó con otra medida de atención plena.
Cuestionario de creencias sobre las voces revisado (BAVQ-r: Chadwick, Lees y
Birchwood, 2000). Los 35 ítems miden las creencias y la relación con las voces
angustiosas. Cada ítem se puntúa de 0 a 3. Seis ítems miden la percepción de
malevolencia, benevolencia y omnipotencia, y nueve miden una relación caracterizada por
la resistencia y ocho por el compromiso.
Factores terapéuticos. Tras sus intervenciones, pedimos a todos los participantes que
clasificaran de mayor a menor importancia dos listas paralelas de afirmaciones relativas a
Mindfulness para la 407
los mismos ocho factores terapéuticos
psicosis(Yalom, 1995): Altruismo (hacia otros miembros del
grupo), Cohesión del grupo,
408 P. Chadwick et al.
Evaluación
Los criterios de inclusión fueron: tener al menos 18 años; padecer un trastorno psicótico, con
voces prominentes y angustiosas durante al menos 6 meses; estar bajo el cuidado de servicios
secundarios de salud mental; ser capaz de comprometerse con la práctica de meditación
en grupo. El compromiso con la práctica de la meditación se evaluó mediante una
práctica de 5 minutos en el momento de la evaluación, seguida de un debate sobre cómo se
sentía la persona al practicar mindfulness durante 10 minutos seguidos como medio para explorar
cómo era relacionarse de forma diferente con las voces, los pensamientos, los sentimientos y las
imágenes difíciles. Se dijo a los participantes que se les animaba encarecidamente a practicar 10
minutos en casa, aunque no era obligatorio. Las evaluaciones fueron realizadas por el formador
de mindfulness y abarcaban: (1) exploración de las estrategias de afrontamiento actuales,
incluidos los pros y los contras, y oferta de mindfulness como estrategia adicional; (2)
comprensión de los clientes y cualquier experiencia previa de mindfulness y meditación; (3)
práctica guiada de mindfulness de 5 minutos, con una breve reflexión sobre la experiencia;
(4) aclaración de que el objetivo del grupo era practicar mindfulness, no explorar la historia
pasada o el trauma; (5) exploración guiada de las preocupaciones y esperanzas sobre la
asistencia; (6) aclaración de que mindfulness no pretende "deshacerse" de las voces, sino
apoyar una relación nueva y menos angustiosa con ellas; (7) discusión de los aspectos de la
investigación: hoja informativa, confidencialidad, consentimiento, cuestionarios y
supervisión.
Intervención de Mindfulness
Ambos grupos fueron dirigidos por el segundo autor, que había completado una formación de 3
años en MBCT y tenía experiencia en el trabajo con personas con psicosis, con el apoyo de
un co-facilitador. El primer autor proporcionó supervisión semanal. La intervención siguió a
Chadwick (2006). La práctica de meditación guiada duraba 10 minutos y comenzaba con la toma
de conciencia del cuerpo y la respiración. La guía durante la meditación era frecuente (para
minimizar la probabilidad de perderse en la lucha con las voces, la rumiación paranoide) y se
refería explícitamente a las experiencias psicóticas y las reacciones a ellas, así como a otras
sensaciones corporales, emocionales y mentales difíciles. Las sesiones comprendían dos
meditaciones de atención plena de 10 minutos, cada una seguida de 15-20 minutos de debate
reflexivo en grupo dirigido a facilitar la comprensión, o insight metacognitivo (Teasdale et al.,
2002).. En el debate se utilizó el descubrimiento guiado, cuestionando a los participantes de
forma que se les animara a articular sus percepciones, en lugar de la enseñanza didáctica.
Todos los participantes experimentaron experiencias psicóticas durante la práctica de la
meditación en cada sesión. Durante la meditación, los participantes toman plena conciencia
de las voces, sentimientos, pensamientos e imágenes difíciles, y también de las reacciones
habituales de afrontamiento, los comportamientos de seguridad y sus efectos. En la
meditación, practican la liberación de estas reacciones y aprenden a permitir y observar que
las experiencias psicóticas van y vienen sin reaccionar. La meditación y el debate llevan a
comprender que luchar, juzgar y rumiar la experiencia psicótica genera angustia, mientras
que la observación y la aceptación conscientes de la experiencia psicótica son fortalecedoras y
tranquilizadoras. Se fomentó la práctica fuera de los grupos; para ello, se proporcionaron
gratuitamente CD de prácticas guiadas de atención plena de 10 minutos y meditación de
Mindfulness para la 409
"espacio para respirar" depsicosis
3 minutos (Segal et al., 2002). A través de la meditación y la
reflexión, los clientes toman conciencia de cómo sus reacciones habituales de afrontamiento
410 P. Chadwick et al.
a la psicosis generan angustia, y descubrir durante los momentos de mindfulness cómo las
temidas consecuencias de abandonar estas reacciones no se confirman.
Resultados
Participant
es
Se evaluó a 35 personas según los criterios de inclusión (Figura 1). Trece personas sólo
fueron atendidas una vez: 9 no cumplían los criterios de inclusión (8 no oían voces en ese
momento, 1 era incapaz de concentrarse durante el debate o la práctica de mindfulness) y 4 se
negaron a participar (no porque les preocupara el mindfulness, sino porque no estaban
interesados en relacionarse de forma diferente con sus experiencias psicóticas, ni en
asistir a un grupo, ni en participar en un estudio de investigación). Veintidós personas
entraron en el estudio (edad media 41,6, DE 8,1); 10 se habían remitido a sí mismas, 10
fueron remitidas por personal del NHS y 2 por personal del sector voluntario. Veintiún
participantes tuvieron dos reuniones de evaluación, y 1 tuvo tres. Los 22 habían
experimentado voces angustiosas durante al menos 2 años, y 19 experimentaron creencias
paranoides angustiosas. Todos los participantes cumplían los criterios diagnósticos del
DSM IV para la esquizofrenia y todos tomaban medicación antipsicótica. Todos estaban
desempleados. La duración media de la enfermedad fue de 17,7 años (DE 9,8). En la evaluación,
uno de los participantes declaró haber necesitado cuidados médicos intensivos durante la
vida del grupo de intervención, y fue
Mindfulness para la 411
psicosis
Tabla 1. Cambios en los ensayos (post menos pre): comparación de las puntuaciones de cambio en el
grupo experimental (n = 9) y el grupo de control en lista de espera (n = 9) desde el inicio hasta la
semana 10 de práctica de mindfulness (5 semanas de práctica en grupo más práctica en casa y 5
semanas más de práctica en casa).
Diferencia (95%)
CI) positivo si
Intervención Puesta intervención Efect
en o
común
Escala (min posible, Media de media (DE) Estándar mejora más talla
control
máximo posible) (SD) cambio cambiar
Desviació que el control Sig.+ (d)
n
1 CORE total£ (0, 4) -0.187 (0.52) -0.46 (0.46) 0.50 0.29 (-0.20, 0.78) 0.233 0.56
2 SMQ (Pensamientos +0.2 (11.6) +12.1 (15.6) 14.64 11.9 (-1.8, 25.6) 0.085 0.86
e imágenes)$ (0,
96)
3 SMVQ (Voces) $ -2.2 (12.7) +5.0 (17.1) 15.13 7.2 (-7.8, 22.3) 0.324 0.47
(0, 96)
4 BAVQ-r total£ (0, -2.7 (7.1) -5.2 (9.8) 8.41 2.6 (-6.0, 11.1) 0.536 0.29
105)
5 PSYRATS: -0.8 (4.7) -2.1 (5.2) 4.83 1.3 (-3.6, 6.2) 0.574 0.26
Auditivo
alucinaciones£ (0,
44)
6 PSYRATS: -1.3 (5.1) -1.9 (4.4) 4.67 0.6 (-4.2, 5.4) 0.809 0.12
Paranoia£ (0, 24)
+prueba t de muestras independientes (nivel de significación de 2 caras)$ los cambios positivos son mejoras£
negativos
los cambios son mejoras
∗significativo
al 5% (2 caras)+ prueba t de muestras pareadas (nivel de significación de 2 caras)$ los
cambios positivos son mejoras£ los cambios negativos son mejoras
comparación. Los tamaños del efecto para CORE total, SMQ y SMVQ son medianos; los
tamaños del efecto para otras variables son pequeños. La Tabla 1 incluye las desviaciones
estándar de los datos agrupados de todos los grupos para permitir cálculos preferentes del
tamaño de la muestra. Los tamaños muestrales indicativos para obtener resultados significativos
para el CORE y la SMQ son 46 y 22 respectivamente.
Proceso terapéutico
Tras el entrenamiento en mindfulness, los participantes clasificaron listas paralelas de
ocho afirmaciones que reflejaban distintos procesos grupales. Las clasificaciones
combinadas de mayor a menor utilidad fueron: Universalidad (media 2,90), Orientación
sobre mindfulness (3,85), Infundir esperanza (4,42), Aprendizaje interpersonal (4,45),
Autocomprensión (4,75), Catarsis (5,00), Cohesión de grupo (5,10), Altruismo
(5.65).
Debate
El presente estudio utilizó un diseño aleatorizado para evaluar una intervención de mindfulness
desarrollada específicamente para personas con psicosis angustiosa y basada en la
investigación cognitiva clínica. Aunque las comparaciones del estudio de viabilidad no
fueron significativas, todas las comparaciones fueron en la dirección esperada y se
informan los tamaños del efecto para todas las variables, de las cuales CORE total, SMQ y
SMVQ se encuentran en el rango de tamaño del efecto medio. Informamos de datos que
414 P. Chadwick et al.
permiten calcular el tamaño de la muestra
Mindfulness para la 415
psicosis
y estos análisis sugieren que serían necesarias 23 personas en los grupos de intervención y control
para lograr resultados estadísticamente significativos para el CORE, aunque serían
necesarios grupos más pequeños para el SMQ. El análisis combinado de datos pre-post mostró
mejoras significativas en las puntuaciones del CORE (replicando los hallazgos de Chadwick et
al., 2005) y, además, mostró una mejora estadísticamente significativa en la atención plena a
los pensamientos e imágenes angustiantes (SMQ), lo que sugiere la fidelidad al núcleo de la
intervención. Todas las demás comparaciones secundarias fueron en la dirección de la
mejora, aunque no estadísticamente significativas. Las medidas del proceso terapéutico
mostraron la importancia de la universalidad (reconocimiento de que otros tienen
problemas similares) y la práctica de mindfulness, los dos factores más útiles según Chadwick
et al. (2005). Todos los participantes informaron practicar en casa durante la vida del grupo y
mantenerlo durante las 5 semanas de práctica en casa (aunque la práctica en casa no se
midió formalmente). Junto con dos ensayos que muestran que ACT (Hayes et al., 1999)
reduce significativamente la rehospitalización de pacientes internos con psicosis (Bach y
Hayes, 2002; Gaudiano y Herbert, 2006), estos datos indican que las intervenciones
contemporáneas basadas en mindfulness son seguras y terapéuticas para las personas con
psicosis angustiosa.
Las intervenciones de mindfulness pretenden aliviar la angustia cambiando la forma en
que las personas se relacionan con las experiencias internas difíciles (Kabat-Zinn, 1990).
Las personas aprenden a abandonar los intentos inútiles de evitar, deshacerse o controlar las
voces, cogniciones y emociones no deseadas, y aprenden en cambio a aceptar estas experiencias
(Hayes et al., 1999). Un análisis de Teoría Fundamentada (Abba, Chadwick y Stevenson,
2008) de 16 clientes con psicosis que habían asistido a grupos de mindfulness apoya esta
teoría. Los participantes describieron un proceso en el que aprendieron a permitir que las
sensaciones psicóticas desagradables se hicieran conscientes; a dejar ir la lucha, el juicio y
la rumiación; y a aceptar tanto la experiencia psicótica como a uno mismo. La percepción
metacognitiva (Teasdale et al., 2002) es crucial para este proceso. A medida que las
personas diferencian la sensación psicótica de sus reacciones habituales de afrontamiento,
el coste de estas reacciones aparece claramente (por ejemplo, "es tan inútil cuando lucho
contra mis voces, que me siento disgustado, frustrado, tenso y agotado"). Una vez más, a
medida que las personas abandonan sus conductas habituales de afrontamiento y
practican la atención plena, descubren experimentalmente que las consecuencias temidas no
se confirman (por ejemplo, "si dejo de luchar contra mis voces, me abrumarán y me
destruirán"). Así pues, la práctica de mindfulness es, en parte, un experimento conductual
para poner a prueba las creencias metacognitivas que mantienen una relación angustiosa con la
experiencia psicótica (Chadwick, 2006). El presente enfoque es compatible con el modelo
cognitivo de Morrison (Morrison, 2001; Morrison y Wells, 2003), que conceptualiza las
voces y otras sensaciones psicóticas como intrusiones en la conciencia, y recomienda
intervenciones (incluido mindfulness) dirigidas a la concentración atencional, la cognición
estratégica y las creencias metacognitivas.
El presente estudio demuestra la viabilidad de un ECA para esta intervención con una
grupo de participantes. Un futuro ensayo aleatorizado con suficiente potencia permitiría
analizar los efectos de interacción entre el grupo y el tiempo, y también analizar las
dimensiones cognitivas y emocionales del PSYRATS para comprender mejor los mecanismos de
cambio. De las 26 personas que cumplían los criterios de inclusión, 4 personas (15%) se
negaron a participar; 2 personas (9%) que inicialmente optaron por participar
abandonaron posteriormente antes de la terapia (para asistir a la universidad y debido al
consumo de heroína) y 3 (14%) durante la terapia. Ninguna de las razones declaradas tenía
que ver con la práctica de mindfulness: los principales problemas eran la dificultad para estar
en un grupo, no querer formar parte de un estudio de investigación y la falta de motivación
para intentar cambiar la relación actual con las voces. La muestra actual tenía psicosis
416 P. Chadwick et al.
resistente al tratamiento de larga duración (media de 17,7 años); los 22 oían voces angustiosas y
19 tenían creencias paranoides angustiosas. No se puede asumir la generalización, por ejemplo,
a aquellos con un inicio más reciente. En conclusión, el estudio cuestiona la percepción
generalizada de que
Mindfulness para la 417
psicosis
la práctica de la meditación es necesariamente perjudicial para las personas con psicosis y
constituye un argumento de peso a favor de una investigación y una práctica clínica más
cuidadosas.
Referencias