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1.3.1 Clasificación.
1.3.1.1 Las fuentes materiales o reales.
Son acontecimientos que por su naturaleza han dado origen a nuevos contenidos
normativos, provenientes de las necesidades sociales y de acontecimientos
relevantes en la vida cotidiana del ser humano. Un ejemplo es la Revolución
Mexicana de 1910, que dio origen al Derecho Social (Derecho Laboral, Derecho
Agrario y Derecho de Seguridad Social), que después se plasmaría de forma
contundente en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917.
b) La legislación.
Sobre todo, en los sistemas jurídicos de derecho escrito, es la principal fuente
formal de las normas de derecho positivo. El producto inicial de la legislación es la
Ley, por tal se entiende a la norma jurídica que, con carácter general y obligatorio
resulta de un proceso específico de creación por parte del órgano o autoridad
facultada al efecto.
Existen decretos, leyes, reglamentos, tratados internacionales, acuerdos
legislativos, que son en general una forma de ley.
c) Costumbre.
Se puede definir como el actuar consuetudinario para realizar una determinada
conducta de un grupo de individuos, lo que trae como consecuencia que dicho
comportamiento adquiera el carácter de norma y esto con posterioridad da lugar al
reconocimiento de dicho actuar consuetudinario y su eventual inclusión en la ley.
Este tipo de fuente formal es frecuente en las comunidades indígenas, las cuales
se rigen por sus usos y costumbres, lo que a su vez genera que las autoridades
gubernamentales, deban reconocer y respeten dichos actuares consuetudinarios
que se traducen en fuente de derecho.
d) La jurisprudencia.
Es una fuente de derecho muy importante, pues se perfila como la interpretación
que realizan los Tribunales Federales y Locales (estos últimos en aquellos
Estados que cuentan con Tribunales Constitucionales Locales) respecto de la ley;
la finalidad es realizar el perfeccionamiento de sí misma y su adecuación a casos
concretos que la generalidad de la ley difícilmente puede prever; es decir, la
jurisprudencia aterriza los criterios generales de la ley a casos concretos y se
constituyen como criterios necesarios a seguir en la aplicación de la ley.
La jurisprudencia es, en gran parte, el análisis de un lenguaje casi técnico,
organizado en un universo de discurso casi sistemático, con el fin de volverlo cada
vez más técnico y sistemático. Este lenguaje está ya dado junto con algunas
reglas de formación y de transformación que el jurista manipula con el fin de
aclarar términos o frases oscuras, integrar contextos lagunosos, corregir o eliminar
contradicciones. Aquí, como se ve, es inevitable el encuentro entre lógica,
entendida en sentido lato, y jurisprudencia. Las operaciones que lleva a cabo el
jurista no versan sobre las cosas, si no sobre el modo en que otros antes de él han
hablado de ciertas cosas.
e) La doctrina.
La doctrina de los juristas es otra fuente de derecho que es muy importante para el
perfeccionamiento de esta propia ciencia; de hecho, muchas de las aportaciones a
la ley provienen de la doctrina.
Por doctrina entendemos el estudio, los postulados, las teorías y las aportaciones
científicas que ofrecen los juristas y estudiosos del derecho, a esta ciencia y a la
ley.
La importancia de que los postulados jurídicos proyectados por los doctrinarios del
derecho tengan rigor científico, radica en el hecho de que tales postulados
adquirirán el carácter de conocimiento científico y por ende difícilmente sean
cuestionables, de lo contrario, los conocimientos en esta materia podrían
enfrascarnos en debates interminables en la constante búsqueda de la verdad sin
obtener nunca una aproximación más exacta.