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CAPÍTULO I

MARCO TEÓRICO.

1.1 Contexto Histórico.

EDAD CONTEMPORÁNEA – SIGLO XXI (EDAD DIGITAL).

La violencia es uno de los fenómenos sociales más extendidos en el mundo

contemporáneo y su impacto se advierte no solo en situaciones de abierto conflicto,

sino incluso en la solución de simples problemas de la vida cotidiana, por lo que se

puede afirmar que muchas personas, en alguna etapa de sus vidas, han sido víctimas

de esta o, en su defecto victimarías. Este problema no es un fenómeno moderno como

muchos piensan, pues durante siglos, generaciones de padres, madres, educadores y

educadoras, maltrataban a los niños porque quizás pensaban que hacían bien. Tales

concepciones ético-morales, de modelo tradicional, mantenidas hasta la actualidad,

sustentan una educación vertical y represora, de discriminación, obediencia y

"respeto", que solamente desarrolla la dependencia.

La familia es una de las instituciones en la que identificar el fenómeno resulta más

complejo porque los integrantes lo niegan ante el temor de ser cuestionados o lacerar

la imagen familiar. En dichos eventos, las mujeres, los niños y las niñas suelen ser los

más afectados. La violencia familiar es un grave problema que tiene consecuencias

sobre la salud física, psicológica y emocional de las personas, pues destruye las

posibilidades de vivir en un clima de paz y armonía.

En sus inicios, el cristianismo reforzó el principio de sujeción forzosa de la mujer.

Según san Pablo debía estar subordinada, y temer al marido. En uno de los

documentos más antiguos de la iglesia católica, el decretum (1140), prevalecía él


derecho del marido de controlar a la esposa a pesar del principio de igualdad de todas

las almas de Dios. Al predicar el confinamiento de la mujer en el hogar, la religión se

encargó de reforzar el orden del patriarcado.

Durante la Edad Media, la mujer adquirió el carácter de símbolo de poder y honor del

hombre. Era canjeada para estrechar vínculos o servía como instrumento de paz.

El cambio de actitud se inició en Inglaterra, donde en 1929 se eliminó del Libro de los

Estatutos el acta que daba derecho al marido a castigar a su mujer. En 1853, se aprobó

el Acta para la mejor Prevención y Castigo de los Asaltos Agravados sobre Mujeres y

Niños. Fue hasta 1891 que se abolió de forma absoluta el derecho legal de que había

disfrutado el marido inglés para emplear la fuerza física contra la esposa. En 1851 se

pronunciaron en los Estados Unidos las Cortes de Massachusetts y en 1894 fue la de

Misisipi donde además se concedió a la mujer golpeada y maltratada el derecho a

divorciarse. Y en 1910 en once Estados de la Unión Americana no se admitía el

divorcio por la causal de crueldad extrema. El libro llamado tortura de la esposa en

Inglaterra escrito por Francés Power Cobbe en 1878, tuvo gran influencia jurídica en

el que recopiló más de 6,000 casos de mujeres mutiladas, cegadas, pisoteadas,

quemadas y asesinadas en el periodo de 1875 a 1878.

En 1900 en el Código Penal Alemán se estableció la igualdad ante la ley de hombres y

mujeres. En Escocia en un fallo judicial de 1977 se estableció y reconoció que el

marido puede golpear a la mujer en el trasero, pero no en el rostro. En cada época, el

modelo de familia ha ido cambiando, adecuándose a las dinámicas históricas, los

cambios de organización social influyendo en ello. Fue hasta el siglo XX donde se da

un cambio familiar y social. En la toma de conciencia personal en las mujeres, que él


poder no sea una forma de opresión dentro y fuera de la familia y de relacionarnos

entre nosotros no como objetos de posesión sino como sujetos. Sin embargo, los

estudios e investigaciones han demostrado que la violencia intrafamiliar es un

problema de salud pública y de violación a los derechos humanos. Los Organismos

No Gubernamentales han demandado programas y servicios para resolver la

problemática, incluyendo la responsabilidad y el compromiso del Estado.

ORIGEN DE INSTANCIAS QUE AMPARAN A VÍCTIMAS DE VIOLENCIA

INTRAFAMILIAR.

⮚ 1996: Se aprueba la Ley de Asistencia y Prevención de la Violencia Intrafamiliar y su

reglamento.

⮚ 1997: Se crea el primer “Albergue Temporal Alianza” a favor de la mujer en el D.F., a

cargo de la extinta Dirección de Protección Social y el Sistema para el Desarrollo

Integral de la Familia D.F.

⮚ 1998: El Albergue se integra al Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del

D.F. como parte del Programa de Prevención a la Violencia Familiar.

⮚ 1998: Se reforma la Ley de Asistencia y Prevención de la Violencia Familiar en el

mes de abril, se elimina el prefijo infra.

⮚ 2001: (abril) El Albergue se integra a la Dirección de Prevención a la Violencia

Familiar (ahora Dirección de Atención y Prevención de la Violencia Familiar,

DAPVIF), depende de la Dirección General de Equidad y Desarrollo Social.

CONCEPTOS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR LA SUPREMA CORTE DE

JUSTICIA DE LA NACIÓN ESTABLECE:

La palabra violencia deriva del latín violentia, y entre sus acepciones se encuentran las
de “cualidad de violento” y “acción y efecto de violentar o violentarse”. Por violento

se entiende “que está fuera de su natural estado, situación o modo”, “que obra con

ímpetu y fuerza”, “que se hace bruscamente, con ímpetu e intensidades

extraordinarias” y “que se ejecuta contra el modo regular o fuera de razón y justicia”;

mientras que violentar significa “aplicar medios violentos a cosas o personas para

vencer su resistencia”. Ahora bien, la violencia familiar que también se le identifica

como violencia intrafamiliar o violencia doméstica ha sido objeto de análisis tanto

doctrinal, como legal y jurisprudencial, motivo por el cual en los referidos ámbitos se

han formulado conceptos o definiciones al respecto. Puede hacerse referencia a lo

dicho por Adato Green, para quien la violencia familiar “se expresa como una

manifestación de poder que se concreta en actos u omisiones de un miembro de

familia hacia otro, tendiente a causar daño y subordinación como mecanismo de

control”. A su vez De la Mata Pizaña y Garzón Jiménez la define como “La conducta

constituida por el o los actos dolosos, de contenido positivo o negativo, que

efectivamente maltratan a los miembros de un grupo social de convivencia íntima y

permanente, unidos por lazo de matrimonio, concubinato, parentesco, filiación o

cualquier otra circunstancia, y cuyo sujeto activo es otro de los miembros de grupo

social”.
CAPÍTULO II

2.1 Covid-19.

2.1.1 ¿Qué es el covid-19?

Los coronavirus son una gran familia de virus, la mayoría de ellos inofensivos para los

humanos. Se conocen cuatro tipos que causan resfriados y otros dos que causan

severas infecciones en los pulmones: el Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS)

y el Síndrome Respiratorio por Coronavirus de Medio Oriente (MERS).

2.1.2 Inicios del covid-19.

El nuevo coronavirus se conoce como SARS-CoV-2 por sus similitudes con el virus

que causa el SARS y fue identificado a principios de enero de 2020 por científicas y

científicos chinos. El virus causa la enfermedad llamada COVID-19. Como todos los

virus, el SARS-CoV-2 necesita que las células de los seres vivos se multipliquen. Este

virus parece apuntar a las células de los pulmones y posiblemente también a otras del

sistema respiratorio. Las células infectadas producen más partículas de virus, que

luego se pueden transmitir a otras personas al toser. El director general de la

Organización Mundial de la Salud (OMS), el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus,

anunció el 11 de marzo de 2020 que la nueva enfermedad por el coronavirus 2019

(COVID-19) puede caracterizarse como una pandemia, (Jarbas Barbosa, 2018),

subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

2.2 Pandemia.

2.2.1 ¿Qué es una pandemia?

Es una enfermedad que se extiende a muchos países y continentes, traspasa gran


número de fronteras, supera el número de casos esperados y persiste en el tiempo;

además, ataca a casi todos los individuos de una localidad o región.

Por orden de importancia en cuanto al grado de extensión de una enfermedad o el

número de personas afectadas se habla de endemia, epidemia y pandemia (esta última

cuando afecta a poblaciones de todo el mundo). Tedros Adhanom Ghebreyesus,

director de la OMS, “señaló” que la declaración de pandemia, hace referencia a la

propagación mundial de una nueva enfermedad. La situación calificada de epidemia,

en el momento en que salta a otros países y empieza a haber contagios comunitarios

en más de un continente se convierte en pandemia, “explica” Ángel Gil, catedrático de

Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos.

2.3 Fases epidemiológicas.

2.3.1 Endemia.

Es un proceso patológico que se mantiene a lo largo de mucho tiempo en una

población o zona geográfica. Generalmente se trata de patologías infecciosas. La

enfermedad se mantiene a lo largo de tiempo en un nivel estable, incluyendo

variaciones estacionales. Una endemia es una enfermedad localizada en un lugar

determinado y con un alto número de personas afectadas. Algunos ejemplos pueden

ser la malaria, presente en ciertos países tropicales o cálidos de África, América o

Sudeste asiático, o el paludismo en ciertas zonas tropicales.

2.3.2 Epidemia.

Se trata del brote de una enfermedad infecciosa que se propaga rápidamente,

afectando a una gran proporción de personas en una misma región geográfica; es

decir, se trata de una enfermedad que ataca a un país o gran parte de una comunidad,
pero sin salir de un territorio. Para que una enfermedad sea considerada epidemia, la

cantidad de afectados debe superar el número habitual de casos esperados.

2.3.3 Brote epidémico.

La aparición de dos o más casos de la misma enfermedad asociados en tiempo, lugar y

persona, o el incremento significativo de casos con relación a los valores

habitualmente observados. La agregación de casos de una enfermedad en un territorio

y en un tiempo comprendido entre el mínimo y el máximo período de incubación o de

latencia puede ser considerado, también, indicativo de brote.

2.3.4 Pandemia.

De acuerdo con el organismo internacional, una pandemia es un brote epidémico que

afecta a todo el mundo. Para que una enfermedad tome la denominación de Pandemia,

esta debe tener un alto grado de inestabilidad y un fácil traslado de un sector

geográfico a otro. Y no tiene nada que ver con la mortalidad o la letalidad de la

enfermedad en cuestión.

2.4 Condiciones para una posible pandemia vírica.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que para que pueda aparecer una

pandemia se necesita:

● Que aparezca un virus nuevo, que no haya circulado previamente y, por lo tanto, no

exista población inmune a él.

● Que el virus sea capaz de producir casos graves de enfermedad.

● Que el virus tenga la capacidad de transmitirse de persona a persona de forma eficaz.


CAPÍTULO III

3.1 Violencia.

3.1.1 ¿Qué es una violencia?

Del latín violentĭa, la violencia es la cualidad de violento o la acción y efecto de

violentar o violentarse. Lo violento, por su parte, es aquello que está fuera de su

natural estado, situación o modo; que se ejecuta con fuerza y brusquedad, o que se

hace contra de la voluntad de uno mismo. La violencia puede causar tanto secuelas

físicas como psicológicas. Existen muchas teorías acerca de la violencia y entre ellas

destaca la conocida como Triángulo de la Violencia, que fue desarrollada por el

sociólogo noruego Johann Galtung, uno de los expertos más importantes en materia de

conflictos sociales y de la paz. Cabe recordar que Mahatma Gandhi, uno de los

máximos exponentes de la no violencia y del pacifismo, reconocía que no existe

ninguna persona completamente libre de violencia, ya que esta es una característica

innata de los seres humanos. También se da a conocer que la violencia Según la

Organización Mundial de la Salud, es el uso intencional del poder físico o la fuerza,

como una amenaza o hechos de daños contra otras personas o hacia uno mismo,

también se puede ser violento contra grupos de personas o comunidades, estos daños

pueden ser físicos, psicológicos y que pueden llegar a causar hasta la muerte.

3.2 Violencia y sus tipos.

3.2.1 Psicológica o emocional.

Es toda acción u omisión destinada a degradar o controlar las acciones,

comportamientos, creencias y decisiones de otras personas por medio de intimidación,

manipulación, amenaza, humillación, aislamiento, insultos, cuyo objetivo principal es


lastimar y herir las emociones de una persona, insultos. Este tipo de violencia es de las

más comunes y naturalizadas de la sociedad. Esta situación causa perturbación en el

seno familiar, y deriva en un decaimiento de la autoestima tanto en la víctima de este

tipo de maltrato como en quienes suelen presenciarla.

3.2.2 Física.

Son todas las agresiones que atentan contra el cuerpo de una persona, ya sea a través

de golpes, lanzamiento de objetos, encierro, sacudidas o estrujones, entre otras

conductas que puedan ocasionar daños físicos.

3.2.3 Sexual.

Se refiere al hecho de tener cualquier tipo de contacto sexual de manera obligada con

otra persona. El agresor suele agraviar, ofender y dominar a la víctima, exhibiéndose

ante ella con una violencia provocadora y a la vez ofensiva. La violencia sexual puede

presentarse hacia hombres o mujeres utilizando la fuerza o la coacción física,

psicológica o cualquier otro mecanismo que anule o limite la voluntad personal.

La violencia sexual puede clasificarse en 3 clases:

● Incesto.

● Abuso sexual.

● Violación.

3.2.4 Patrimonial.

Es aquella acción u omisión, directa o indirecta, destinada a coaccionar la autonomía

de una persona del grupo familiar, que cause o que pudiera ocasionar daño económico

o patrimonial, o evadir obligaciones alimentarias, mediante la pérdida,

transformación, sustracción o destrucción de bienes de la sociedad de gananciales o


bienes propios de la víctima. Asimismo, mediante la limitación o suspensión en el

ejercicio del derecho de propiedad sobre dichos bienes, (Ortiz, Andachi, & Ximena,

2018).

3.2.5 Económica.

Se refiere al exceso de dominio financiero en el seno familiar. En estos casos el sujeto

que provoca este desequilibrio impone restricciones de tipo financiero, privando a

hijos y/o pareja de gozar de bienes materiales por falta de dinero, incluso no permite

que su pareja goce del beneficio del trabajo. Esta situación genera situaciones de

violencia en público o privado, cargadas de ofensas, gritos, insultos y amenazas.

3.2.6 De género.

Son los actos violentos contra una persona en razón de su sexo o preferencia sexual.

En muchos casos, son actos que se ejercen contra las mujeres y están relacionados con

el control que algunos hombres creen tener sobre ellas, generalmente, aprovechándose

de condiciones de indefensión, desigualdad y poder. También puede ocurrir contra

hombres que se salen del rol masculino culturalmente aceptado, por ejemplo, en casos

de violencia homofóbica o por conductas consideradas ‘femeninas’, como llorar o

expresar sus sentimientos.

3.3 Violencia intrafamiliar.

3.3.1 Definición.

La violencia intrafamiliar (VIF), es cualquier tipo de abuso de poder de parte de un

miembro de la familia sobre otro. Este abuso incluye maltrato físico, psicológico o de

cualquier otro tipo. Pero para que se considere que existe violencia intrafamiliar en un

hogar debe haber una actividad violenta repetitiva, no solo un hecho aislado,
(Palacios, 2011).

Elvia Alejandra Andrade Figueroa. “Refiere” que la violencia intrafamiliar es todo

aquel acto de poder u omisión recurrente, dirigido a dominar, someter, agredir física,

psico- emocional o socialmente a cualquier miembro de la familia. Los tipos de

violencia más comunes que tienen lugar en una familia son los de padres a hijos y los

de maridos a mujeres, aunque también pueden ocurrir de forma inversa, o involucrar a

otros parientes, como tíos, primos o abuelos.

3.4 Violencia de hogar.

3.4.1 Definición.

Según las Naciones unidas (ONU), el maltrato en el hogar, también denominado

“violencia doméstica” o “violencia contra la pareja”, puede definirse como un patrón

de conducta utilizado en cualquier relación para obtener o mantener el control sobre la

pareja. Constituye maltrato todo acto físico, sexual, emocional, económico o

psicológico que influya sobre otra persona, así como toda amenaza de cometer tales

actos, lo cual incluye cualquier comportamiento que asuste, intimide, aterrorice,

manipule, dañe, humille, culpe, lesione o hiera a alguien. Cualquier persona puede ser

víctima de maltrato en el hogar, independientemente de su raza, edad, orientación

sexual, religión, clase social o género. También pueden ser víctimas del maltrato los

hijos u otros familiares.


CAPÍTULO IV

4.1 Teorías por las cuales surge la violencia intrafamiliar.

4.1.1 Teorías sobre el inicio de la violencia intrafamiliar.

Se ha dado a conocer que los problemas se originan en casa, lo que vemos, lo que

oímos, lo que nos enseñan y aprendemos día con día, nuestra formación, donde nos

inculcan valores, etc. Dentro de casa se educa y fuera de ella se aprende. Este tipo de

violencia sin duda está relacionado con la forma en cómo se ejerce el poder, la

jerarquía, quien tiene la autoridad dentro del seno familiar, (Zamarripa, 2020). Las

relaciones familiares determinan el carácter del sujeto, en el caso de la gente con

tendencias agresivas, la primera teoría atribuye una personalidad antisocial a

caracteres innatos producidos por la herencia genética, y la segunda, que todo joven es

normal, pero el medio ambiente, sus relaciones, la educación y la familia lo pueden

inducir a la violencia”. (Velasco, 1997, p. 27). La investigadora Laura Salinas nos dice

que la violencia quebranta los derechos humanos de las mujeres, y que hay dos tipos

de violencia: la intrafamiliar y la sexual. “Ambas, según la autora no son privativas de

México, sino que se dan en todo el orbe y tienen su origen en una tradición

discriminatoria profundamente arraigada.

4.2 Antecedentes de las estadísticas de violencia intrafamiliar (de 1 a 3 años).

En el caso de Quintana Roo, el Secretariado Ejecutivo sostiene que, en el primer

trimestre del año, hubo mil 251 denuncias; comparado con mismo periodo de 2019,

fueron mil 404 por violencia intrafamiliar, lo que arroja una disminución. “Pero no es

factible, dado el encierro social y la crisis económica, entre otros factores, que no lo

hace previsible”, aseguró Causa en Común. A nivel nacional, el organismo presidido


por María Elena Morera manifestó que sobre la violencia familiar se observó un

incremento de 66 por ciento desde el inicio de la administración de Andrés Manuel

López Obrador, ya que en diciembre de 2018 fueron 12 mil 174 casos. Y en marzo de

2020, que coincide con los días de cuarentena por el Covid-19, llegaron a 20 mil 232.

“Así otras entidades que de plano redujeron en 50 por ciento o más sus registros”.

175,000

170,000

165,000

160,000

155,000

150,000

145,000

2018 2019 2020

Total, de llamadas al 911 por incidentes de violencia intrafamiliar de primer trimestre

de 2018, 2019 y de 2020. Fuente: elaboración propia con datos de Secretariado

Ejecutivo (2020).

4.3 Incremento de la violencia intrafamiliar en la pandemia.

La organización México Social documentó que durante el primer trimestre de 2020 se

presentaron 63,104 denuncias por delitos contra la familia, lo que significó un 20.7%

más respecto del mismo periodo del 2019. Con base en estadísticas del Secretariado

Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), México Social

indicó que a lo largo del 2019 se registraron 239,219 carpetas de investigación

iniciadas por delitos contra la familia, la cifra más alta que se ha registrado

históricamente en el país. (Monroy, 2020). “Mencionó que, en el primer trimestre de

2019, el número de denuncias por estos delitos fue de 52,253, es decir, 21.84% del
total anual. “Frente a esos datos, en el primer trimestre de este año (2020) ya se ha

llegado a 63,104 denuncias por delitos contra la familia, es decir, 20.7% más respecto

del mismo periodo del 2019”. México Social mencionó que, de continuar la tendencia

al alza, al final del año podría llegarse a una cifra aproximada de 288,737 denuncias,

cifra que, al ubicarse por fuera de los intervalos de confianza de los promedios de los

últimos cinco años, “no se explicaría por el azar o el factor tiempo, sino por efectos

del confinamiento de la pandemia de la nueva cepa del coronavirus”.


CAPÍTULO V

5.1 Consecuencias de la violencia intrafamiliar.

A través de la violencia intrafamiliar se pone en riesgo a los individuos en tres niveles:

físico, emocional y psíquico. Lo más lamentable es que este tipo de violencia muchas

veces es callada por vergüenza o temor. Es así como los miembros de la familia sufren

las consecuencias en silencio. La violencia intrafamiliar es un problema que generar

graves consecuencias. Las víctimas de cualquiera de los tipos de violencia

intrafamiliar sufren daños físicos, emocionales y psíquicos. Se hacen incapaces de

establecer o mantener relaciones afectivas. Sufren problemas de autoestima. La

violencia intrafamiliar puede incluso generar la muerte. Es por ello que ante las

señales de violencia intrafamiliar hay que acudir por ayuda de expertos. Se hace

necesario que los agresores puedan aprender a gestionar sus emociones, controlar sus

impulsos y superar la intolerancia a tiempo. Las víctimas también necesitan ayuda,

para superar las consecuencias y desarrollar una vida plena, mediante la superación de

los estragos originados por la violencia intrafamiliar.

5.1.1 Causas de la violencia intrafamiliar.

Los factores que originan la violencia intrafamiliar pueden ser muy variados, la

intolerancia es uno de esos factores o causas. Cuando las personas no son educadas

para tolerar, para aceptar, terminan volcándose violentamente contra otras.

De igual forma la falta de control de los impulsos es otras de las causas.

Cuando no se ha tenido un buen desarrollo de vínculos afectivos, las personas no son

capaces de establecerlos, por lo tanto, adoptan conductas agresivas. Otra de las causas

es la incapacidad de resolver problemas. Hay causas como el alcohol, el consumo de


drogas, todas estas causas pueden evitarse o corregirse con la ayuda de un psicólogo.

5.2 Trastornos psicológicos presentados en una persona con (VIF).

Los síntomas de mayor frecuencia en estos tipos de alteraciones de carácter

psicológico son ansiedad, tristeza, pérdida de autoestima, labilidad emocional,

inapetencia sexual, fatiga permanente e insomnio (Amor, 2000). Entre los principales

trastornos psicológicos son la depresión, ansiedad generalizada y el trastorno de estrés

postraumático (Walker, 2013). La investigación dentro de la salud la apoya la idea de

que la experiencia de violencia intrafamiliar causa un considerable deterioro en la

salud mental, siendo sus principales consecuencias el trastorno de estrés

postraumático (TEP), depresión, trastorno de ansiedad generalizada (TAG), trastorno

obsesivo compulsivo (TOC), trastornos de la alimentación y abuso de sustancias,

(Almodóvar, 2015).

5.3 Trastornos psicológicos presentados al coexistir en un ambiente tornado violencia.

5.3.1 Ansiedad generalizada.

Este trastorno consiste en la presencia de un estado de preocupación y nerviosismo

excesivos en relación con diversas actividades o acontecimientos, las personas con

este trastorno ansioso suelen sufrir ansiedad durante más días de los que están libres

de ella durante 6 meses o más, considerando el hecho de que las personas con

trastorno de ansiedad generalizada experimentan un estado de preocupación o

malestar constante que les resulta difícil de controlar. La frecuencia, intensidad,

duración de este trastorno son desproporcionadas en relación con las posibles

consecuencias que la situación puede acarrear. (Muñoz, 2017).

5.3.2 Depresión.
La depresión es un trastorno del estado de ánimo en el que predominan los varios

síntomas afectivos como: tristeza patológica, decaimiento, irritabilidad, sensación

subjetiva de malestar e impotencia frente a las exigencias de la vida. (Hernández,

2010). La prevalencia de un trastorno depresivo en mujeres víctimas de violencia

intrafamiliar es de aproximadamente un 89% a nivel mundial de acuerdo a los

distintos manuales de diagnóstico como DSM, CIE-10. (Campbell, 2004)

5.3.3 Trastorno de estrés postraumático.

El trastorno de estrés postraumático es una enfermedad que generalmente se

desencadena por un evento traumático. Los síntomas pueden iniciar en los primeros

meses posterior a un acontecimiento traumático, pero en ocasiones el cuadro

sintomático puede no aparecer hasta incluso después de un año. Estos síntomas

ocasionan problemas en situaciones sociales, laborales y personales. También pueden

interferir en la capacidad de realizar las tareas. La violencia doméstica ha pasado a ser

un estresor capaz de causar un Trastorno de Estrés Postraumático (TEP), por lo tanto,

se ha iniciado investigaciones acerca de este trastorno como una de las posibles

consecuencias del maltrato. (González, 2010)

5.3.4 Trastorno por estrés agudo.

Es una alteración que causa un período breve de recuerdos desagradables a

consecuencia de haber sido testigo o de haber experimentado un episodio traumático

las mismas que tienden a evitar estímulos que les recuerdan el trauma y aumenten su

estado de alerta. Su cuadro sintomático comienza aproximadamente a las 4 semanas

siguientes al episodio traumático y durarán un mínimo de 3 días, pero, a diferencia del

trastorno por estrés postraumático. Este trastorno se puede presentar en mujeres,


después de haber experimentado un episodio crítico maltrato.

5.3.5 Distimia

Distimia o trastorno distímico, es un trastorno afectivo o del estado de ánimo que a

menudo es similar a una forma de depresión mayor menos severa, pero más crónica.

Sin embargo, quienes la padecen pueden experimentar en ocasiones episodios de

depresión mayor. (Benaiges, 2001)

5.4 Enfoque psicoanalítico sobre la violencia intrafamiliar.

El enfoque psicoanalítico ofrece una perspectiva que es centrada en la simbolización

de los actos agresivos que presenta todo ser humano, la posición de la víctima y la

responsabilidad subjetiva de los personajes. La violencia intrafamiliar se considera

como una epidemia que golpea a los hogares en un ámbito mundial. El psicoanálisis

explica que todo ser humano, desde la infancia posee tendencias e impulsos agresivos

que deben ser liberados. Esto sostiene que la agresividad y violencia no son exclusivas

de personas jóvenes o adultas, clase social alta o baja, familia con cultura determinada

y educación. Los psicoanalíticos han mostrado que en la infancia las personas

experimentan placer cuando liberan su agresividad, pero con el curso del desarrollo la

educación recibida en casa y el colegio hace que agresión se impide la satisfacción de

agresividad por medio del castigo. Desde el psicoanálisis se explica que estas

situaciones de violencia están presentes en toda familia, pues en todo ser humano

existen desde la temprana infancia tendencias e impulsos agresivos que surgen en la

relación con el semejante y que deben ser descargados, pues la imposibilidad de

descargar estos impulsos genera displacer, (Aramburo, 2010, p. 5).


CAPÍTULO VI

6.1 Razones por la cual se quedan.

6.1.1 Miedo.
6.1.2 Creencias acerca del matrimonio.
6.1.3 Creencias familiares.
6.1.4 No tener ningún lugar a donde ir.

CAPÍTULO VII
7.1 Lugares de apoyo a los que puede acudir una persona que ha sido víctima de (VI).
7.1.1 Estatutos que se aplican a una persona, que ha cometido o ejercido violencia intrafamiliar.

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