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2021: ¿Alguien se anima a gestionar un

colegio el próximo año escolar?


Una práctica natural en los colegios es empezar a planificar el siguiente año escolar entre los
meses de agosto y setiembre. Es un reto tremendo por la coyuntura y la poca claridad que
tenemos para el 2021 en todos los ámbitos de la vida nacional. Hace pocos días en el blog
Education for Global Development del Banco Mundial los investigadores Tigran Shmis, María
Barron y Kaliope Azzi-Huck han publicado datos interesantes sobre las medidas y prácticas más
comunes que han adoptado las escuelas para reabrir sus puertas en estos tiempos de COVID-19.
Deseo compartir algunas de las ideas principales de dicho blog así como algunas reflexiones y
alcances personales que creo pueden contribuir al inicio del año escolar del 2021.
La investigación publicada en el blog ha identificado y clasificado las siguientes tendencias y
políticas más comunes aplicadas en los países que reabrieron sus escuelas sobre las que
compartiremos algunas reflexiones:
a. Condiciones para la reapertura:
 Baja en la tasa de casos
 Pruebas para descarte de COVID en docentes y staff.
b. Quiénes regresan y cómo:
 Prioridad a los grados que se están preparando para exámenes
 Prioridad a los grados iniciales
 Todos regresan
 Modificación de políticas de asistencia (retorno de estudiantes como opcional)
c. Educación continua:
 Mezcla de modalidades de aprendizaje (cara a cara y remoto)
 Asistencia por turnos
 Clases más pequeñas
d. Medidas de seguridad
 Control de temperaturas
 Uso de mascarillas
 Lavado de manos
 Interacciones limitadas entre estudiantes
 Acceso limitado a las escuelas (padres no permitidos)
Aquí presentamos nuestros alcances y reflexiones:
1. La prioridad es garantizar y encontrar el equilibrio entre salud y aprendizaje, éste es el
tema de fondo para el reinicio del año escolar en la modalidad que tenga que adoptarse.
2. En esta etapa de planificación las escuelas deberán analizar sus fortalezas y debilidades
para diseñar uno o varios modelos que garantice, en la medida de lo posible, el proceso de
enseñanza-aprendizaje y los logros que deben alcanzar sus estudiantes. Los programas
necesitan ser revisados y rediseñados y esto no es nada sencillo en este momento. La
complejidad y retos para replantear la tecnología educativa, los plazos reducidos, la
limitación de los recursos, la carga emocional en los miembros de la comunidad educativa
son algunas de las variables a considerar. ¿Habrán clases presenciales, virtuales,
sincrónicas, asincrónicas, tareas en línea, vídeos, softwares, diversas plataformas? ¿bajo
qué modalidad deben los maestros desarrollar los diversos contenidos, competencias,
habilidades, valores, etc. de cada asignatura? A nivel de las normas de convivencia, ¿qué
debe hacer la escuela si un alumno tose a un compañero? o algo no tan trivial en este
momento ¿qué modelo de mascarilla deberán usar? ¿Si un alumno no trae no se le deberá
permitir la entrada al aula? ¿Será esto reclamado y quizás denunciado por los defensores
del consumidor como un atentado al derecho a la educación de los niños?
3. El proceso de planificación escolar para el 2021 tiene una doble perspectiva, la de corto
plazo que significa resolver los desafíos inmediatos de la crisis sanitaria y la de largo plazo
que está relacionada a las modificaciones necesarias que se deben hacer en los proyectos
educativos institucionales para que sean pertinentes y significativos en esta llamada
"nueva normalidad" además de asegurar la viabilidad y existencia de la institución
educativa en un contexto de crisis económica severa.
4. Los cambios y las soluciones de corto y largo plazo tanto en el nivel de enseñanza-
aprendizaje como en el nivel sanitario requieren recursos hoy para preparar el próximo
año escolar. Sabiendo que es prácticamente imposible incrementar el valor del servicio
educativo para el 2021, un mal uso de los recursos o una reducción irresponsable en el
presente año generará la inviabilidad de la institución educativa el próximo año. Los
colegios necesitan en este momento recursos para invertir en tecnología, equipos, líneas
de internet, modificaciones de infraestructura, mobiliario, capacitaciones para el personal,
etc. Tanto estudiantes como docentes y personal en general necesitan las condiciones e
insumos adecuados para la higiene, salud, limpieza y seguridad en la escuela. Me pregunto
si serán necesarios y posibles nuevas coberturas en los seguros. Serán necesarios más
recursos porque probablemente habrán grupos más pequeños, horarios diferentes,
mayores necesidades de personal (horas, cantidad y cantidad). La normativa actual señala
que las únicas fuentes de recursos autorizadas para una institución educativa son la
matrícula, las pensiones y las cuotas de ingreso...
5. En este sentido, la situación es dramática en la educación pública y es sumamente difícil
inclusive para los colegios más acomodados del sector privado. Las decisiones que se
tomen en este contexto tanto en los colegios como en las familias serán muy difíciles pero
tendrán que ser con un alto sentido de realidad, solidaridad y, aunque suene un poco
duro, de eficiencia y supervivencia de todas las partes.
6. Es importante que la escuela desarrolle y defina los mejores canales de comunicación
posibles con la comunidad educativa extensa: maestros, padres de familia, alumnos,
personal administrativo y de servicio; y que recoja y analice las preocupaciones,
necesidades, inquietudes y sugerencias que ellos puedan plantear. En el proceso educativo
participan todos estos actores y es necesario escucharlos.
7. La escuela debe acceder por todos los medios posibles a la mayor cantidad de información
y normativas provenientes de la comunidad educativa, autoridades gubernamentales y
sectores especializados. Los directivos deberán analizar toda la información y tomar
decisiones para definir los planes, procedimientos, normas y acciones y comunicarlo a la
comunidad educativa.
8. En este contexto, es crucial que todos los miembros de la comunidad educativa respeten y
sigan la línea de lo decidido por la escuela, eso dará orden y tranquilidad y la escuela será
más segura y efectiva. Si existieran cosas por mejorar se deben utilizar los canales
formalmente establecidos por el colegio para hacer las sugerencias respectivas. No
contribuye ni beneficia a la escuela, y por lo tanto a nuestros hijos, los grupos paralelos en
redes sociales o las expresiones exacerbadas de toda índole. Éste no es un detalle menor
en una sociedad con crisis de autoridad, acostumbrada a que gane el que grita más, que
cree que su opinión individual, parcializada e interesada es poco más que palabra de dios y
que su beneficio individual vale más aunque eso implique que el otro se desmorone. Es
necesario recordar que el mundo y la realidad de la escuela son muy complejos y la
perspectiva integral la tienen los directivos de la escuela.
9. Terminamos con lo que dijimos al inicio... ¿alguien se anima a gestionar un colegio el
próximo año escolar?

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