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Quinto domingo de cuaresma

Hermanos hemos llegado al quinto domingo de cuaresma y en la primera lectura del profeta
Ezequiel, encontramos el famoso relato del valle de los huesos, el profeta del destierro tiene
una visión de como esos huesos van recobrando la vida poco a poco. Esta visión del profeta
nos habla del pueblo desterrado en Babilonia los cuales se sienten muertos, pero Dios, por el
espíritu, da vida a esos huesos que representa un pueblo muerto y desterrado. El tema de la
muerte siempre ha estado en el pensamiento del ser humano, el misterio de la muerte solamente
puede tener solución desde la experiencia de una vida nueva por el espíritu de Dios que trasmite
a los que han muerto.
En la segunda lectura, la carta de san pablo a los romanos nos dice que, los que están sujetos a
la carne no pueden agradar a Dios, aquí debemos hablar de yo que nos encierra en nuestro
egoísmo, donde no damos espacio a nuestro hermano y a Dios, ni dejamos que su espirito obre
en nosotros, porque estamos cerrados, nos acosa la ley, y por la causa del pecado vive la
experiencia de la muerte. el hombre está llamado a ser hijo de Dios, y el espirito don de Dios
y de cristo es quien gana por nosotros la batalla de la muerte y el pecado, es el que nos libera
de nuestro egoísmo y nos la vida.
En el evangelio de juan nos narra la resurrección de lázaro, nos dice el evangelista, que Jesús
amaba a Marta, a su hermana maría y a lázaro, en estas palabras podemos encontrar la relación
familiar que había formado con ellos, lasos de amista y de confianza, Jesús que siente tristeza
y llora al enterarse de la muerte de su amigo, estos son rasgos de la humanidad de Jesús.
Yo soy la resurrección y la vida, todo el que cree en mí, aunque haya muerto vivirá. Jesús al
resucitar a lázaro nos dice que él no solo es la vida, sino que es dador de vida, Jesús se hace
cargo del drama de la muerte, por lo tanto, en Jesús la muerte no tiene ninguna fuerza, ya que
él ha venido a derrotarla; con la resurrección de lázaro, hace suyo nuestro dolor por la muerte
de las personas que amamos y nos muestra el dominio de Dios sobre la muerte.
En el evangelio también encontramos las palabras de Marta: “si hubieras estado aquí, no habría
muerto mi hermano” estas palabras nos muestra la fe y la confianza donde el hombre expresa
sus convicciones con el autor de la vida, estas palabras nos muestran la seguridad que todo lo
que pidas a Dios, Dios te lo concederá.
Así lo manifiesta Jesús en su oración al Padre: “yo sé que tú me escuchas siempre; lo digo por
la gente que me rodea para que crean que tú me has enviado… Al ver lo que había hecho Jesús,
muchos creyeron en Él”. Los milagros-signos de Jesús nos trasladan siempre a otra realidad
más amplia y más profunda: su condición de Mesías, Hijo de Dios, a cuyo conocimiento y
gloria dirige él todo su obrar entre los hombres.
Todos notros estamos llamados a ser instrumentos de vida y no de muerte. Somos instrumento
de muerte por ejemplo cuando deseamos la muerte a una persona porque está muy enferma,
porque nos cae mal, porque ha hecho algún mal, somos instrumento de muerte cuando
hablamos mal de los demás, cuando hacemos ofensas, cuando somos chismosos, cuando nos
inventamos calumnias, cuando somos indiferentes con los que sufren la guerra, con los pobres.
Hermanos quien acoge a cristo entra en contacto con la vida y lucha por la vida, pero si cristo
no está en nuestra vida podemos caer en la muerte por causa del pecado.

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