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NEURO

ORATORIA

PRINCIPIOS CIENTÍFICOS QUE MEJORARÁN


TU COMUNICACIÓN
BIENVENIDA
Este libro se propone acercarte conceptos, herramientas y técnicas fun-
damentales de la neuro oratoria con un doble objetivo: por un lado que
comprendas el valor de la comunicación oral, corporal y gestual en tus
relaciones interpersonales y por otro, mejorar tus presentaciones y des-
empeño comunicacional a nivel profesional a partir de la aplicación de
competencias conversaciones específicas que desarrollen tu capaci-
dad discursiva y argumentativa.

El camino que te proponemos recorrer es de un profundo autoconoci-


miento para que reconozcas aquellas cualidades de buen orador que
ya tienes y también te animes a ampliar tu zona de confort descubrien-
do esas capacidades y competencias que debes sumar a tu vida para
comunicarte de manera asertiva.

Pero además de ese necesario proceso de autoconocimiento este libro


te propone un interesante recorrido entre la teoría y la práctica para
que aprendas haciendo. Porque solo podemos pensar en ser mejores
oradores a partir de la acción.
INSTRUCCIONES GENERALES

Anímate a recorrer este libro con la clara intención de mejorar tu co-


municación con los demás.

Mientras lo haces no olvides ponerte en acción y desarrollar las activi-


dades que te sugerimos. Será vital para que veas tu crecimiento.

Te sugerimos llevar un registro de tus observaciones y del resultado de


tu práctica para reflexionar sobre tu crecimiento.

Disfruta del proceso observándote


y observando tu entorno del que
aprenderás mucho.
CONTENIDO

1. Comunicación y neurociencias: las bases científicas de la per-


suasión.

2. Desde el lenguaje cerebral al corazón del público:


¿Cómo impacta el cerebro a la hora de comunicarnos?

3. La comunicación verbal: aprende a potenciar las cualidades de


tu voz.

4. La comunicación no verbal: recursos para comprender y controlar


tu comunicación corporal, gestual y de contexto.

5. El miedo oratorio: estrategías para gestionarlo.

6. La estructura discursiva: técnicas para organizar tus ideas y mejorar


tu argumentación.

7. Aprende el arte de improvisar.

8. El entorno: consejos para tener en cuenta en presentaciones


virtuales y presenciales.

9. Comunicación asertiva: a poner en práctica lo aprendido.

10. Conclusiones.
Capítulo 1
COMUNICACIÓN Y NEUROCIENCIAS:
LAS BASES CIENTÍFICAS DE LA PERSUASIÓN

¡Habla Bien!
Seguro has escuchado esta
frase cientos de veces tanto en
el contexto personal como pro-
fesional. Y en muchas de esas
circunstancias seguro también
te ha costado comprender la
expectativa del otro respecto a
ese “hablar bien”.

¿Y si te proponemos pensar en
alguien que, -bajo tus paráme-
tros- hable bien, o más aún, te
emocione, subyugue o motive?
presentimos que rápidamente
vendrá a tu mente una persona
en particular que logra eso
cada vez que la escuchas.

Lo cierto es que podemos trasladar esa simple expresión de hablar bien


a una idea más concreta que supone tener la capacidad de comuni-
carnos siendo plenamente conscientes del poder de la palabra. Un
poder que se activa cada vez que conversamos con otro, dictamos una
conferencia, damos un examen, informamos algo a un grupo o pronun-
ciamos un discurso. Y ese poder no resulta extraño si asumimos que los
seres humanos somos seres sociales que necesitamos vivir en contextos
organizados donde la relación con los demás, la comunicación con
otros, resulta crucial para nuestra supervivencia.
Durante muchos años se pensó a la oratoria como el arte del buen
decir, de la expresión correcta, de la capacidad de hablar a otros para
deleitarlos, entretenerlos incluso, educarlos. Y sobre todo, se asumió que
ese arte suponía desarrollar determinadas competencias a partir de un
dedicado entrenamiento verbal y corporal casi mecanizado.

Sin embargo, en las últimas dos décadas, la neurociencia ha nutrido al


campo de la oratoria de principios científicos que dan cuenta de cómo,
más allá de la relevancia de esos entrenamientos, nuestro cerebro desa-
rrolla procesos centrales para que efectivamente nuestra comunicación
resulte exitosa e incluso asertiva.

Esta “sociedad” entre los campos de la neurociencia y la comunicación


ha dado lugar a pensar en una nueva concepción de ese hablar bien al
que hemos hecho referencia y surge entonces el concepto de neuro
oratoria, una disciplina que se propone entender cómo es que el cerebro
de una persona reacciona antes los estímulos del exterior, y aplicados a
la oratoria, ayuda a entender qué es lo que funciona o no, a la hora de
comunicarnos con otros.

De este modo, la neuro oratoria tiene como fin lograr que la audiencia
se conecte plenamente con el contenido y su interlocutor. Y esa meta se
cruza cuando somos capaces de desarrollar una comunicación eficaz
que se sustente en tres capacidades: responder con agilidad, pero reco-
nociendo nuestros límites; argumentar con convicción tanto nuestros co-
nocimientos como nuestras opiniones y escuchar activamente a nuestros
interlocutores.
Una carrera,
muchos
obstáculos
Ahora bien, este proceso que
parece simple y que suponemos
se utiliza de manera rutinaria e
inconsciente, enfrenta en la ac-
tualidad la caída en desuso de
numerosas competencias ver-
bales y no verbales: falta de vo-
cabulario, imposibilidad de
hablar en público, incorrecta
articulación, posturas corpora-
les que denuncia falta de inte-
rés cuando no de respeto, entre
otras competencias que resul-
tan vitales para una comunica-
ción adecuada. Analicemos a
continuación, lo que los psicó- 1. Barreras personales:
logos definen como barreras
de la comunicación (los comu- Se originan a partir de hábitos, va-
nicólogos prefieren hablar de lores, cultura, de quienes partici-
ruidos o interferencias): pan en el acto comunicativo. La
más común tiene que ver con los
estereotipos, es decir, las generali-
zaciones que habitualmente se uti-
lizan para clasificar a las personas
según el grupo al que pertenecen.
Es muy importante que frente a esta barrera desarrolles un pensamiento
flexible y comprendas que el interlocutor puede no coincidir con tu punto
de vista o no expresarse del mismo modo que tú.

2. Barreras físicas:

Se alude con ellas a las interferencias que se producen en el ambiente


donde acontece la comunicación. Consideraremos aquí ruidos, ilumina-
ción incorrecta o inacabada, distancia física, falla o deficiencia de los
medios que se utilizan para transmitir un mensaje: teléfono, micrófono,
grabadora, televisión, etc. Frente a esta barrera la sugerencia es que
ante conversaciones relevantes te propongas “construir” un espacio/-
contexto adecuado donde reduzcas al mínimo las posibilidades de
dichas interferencias.

3. Barreras semánticas:

Tienen que ver con el significado de las palabras; cuando no precisamos


su sentido, éstas se prestan a diferentes interpretaciones y así el receptor
no interpreta lo que dijo el emisor, sino lo que su contexto cultural le
indica. Por ejemplo, si una persona hace un pedido y dice que lo quiere
“lo más pronto posible”, esto puede tener diferentes significados, desde
la persona que lo entiende como “inmediatamente”, hasta la que lo en-
tiende como “rápido, pero no es tan urgente”.

4. Barreras fisiológicas:

Impiden emitir o recibir con claridad un mensaje, debido a alteraciones


o carencias fisiológicas de una de las partes. Tales circunstancias
pueden afectar cualquiera de los sentidos (en forma total o parcial). Por
ejemplo: Alteración de aquellos órganos que constituyen los sentidos,
deficiencia en la escritura, lectura, entre otros. Es importante que estés
atento a esta posibilidad y sobre todo preparado para saber cómo en-
frentarla. Pregúntate por ejemplo qué harías en una disertación pública
si dentro del público tuvieran una persona hipoacúsica o ciega.
¿Cómo desarrollarías determinadas partes de tu charla poniendo en
consideración esta circunstancia?

5. Barreras psicológicas:

Representan la situación psicológica particular de una de las partes


involucradas en la conversación, ocasionada a veces por agrado o re-
chazo hacia el receptor o emisor, según sea el caso, o incluso al mensaje
que se comunica; la deficiencia o deformación puede deberse también
a estados emocionales (temor, odio, tristeza, alegría) o a prejuicios para
aprobar o desaprobar lo que se le dice, no lea lo que está escrito, no en-
tienda o no crea lo que oye o lee. Es importante que te tomes unos minu-
tos antes de iniciar una conversación o para verificar las emociones que
está atravesando tu interlocutor. Esto te permitirá tomar decisiones acer-
tadas sobre qué decir, e incluso sobre cómo y cuándo decirlo.

Es muy importante que comprendas que el


interlocutor puede no coincidir con tu punto
de vista o no expresarse del mismo
modo que tú.
Escaneando
el circuito de
comunicación
Además de tener presente los
obstáculos o barreras mencio-
nadas es fundamental que
pongas en consideración los
elementos básicos del circuito
de comunicación para lograr
un contacto efectivo.

Destacamos tres elementos


principales que conforman el
proceso:

• Un emisor que primero codifi-


ca para luego expresar algo.

• Lo efectivamente dicho o ex-


presado, es decir, el mensaje
(conjunto de códigos organiza-
dos por el emisor con una
intencionalidad).

• Un receptor que decodifica y


comprende el mensaje.
Entre estos tres elementos se suceden numerosas reacciones que
estarán mediadas a su vez por otros elementos:

• Un contexto (momento y lugar donde acontece la comunicación).

• Un referente (tema del cual se habla).

• Un canal (soporte físico o frecuencia por la que se transmite el mensa-


je). El canal puede ser natural (cuando solamente se utilizan las capaci-
dades del cuerpo sin la incorporación de otros elementos) o artificial
(cualquier herramienta o artefacto que sirva para extender las capaci-
dades corporales al momento de emitir un mensaje). Los canales artifi-
ciales a su vez pueden ser herramientas (cualquier elemento para emitir
señales, sonidos, gráficos, etc.) o artefactos tecnológicos (teléfono,
radio, cámara de fotos, cine, internet, etc.).

• Un código o lenguaje. Como la suma de los elementos que conforman


el mensaje y que constituyen el conjunto de reglas de combinación per-
tenecientes a un sistema de señales específicas (estereotipos, significa-
dos, representaciones, valores). En general el código se clasifica en dos
grandes grupos:

• Verbal: los signos y símbolos verbales, básicamente el uso de la lengua,


ya sea oral o escrita. Por ejemplo, una clase magistral o un parcial escri-
to.

• No verbal: los signos y símbolos no verbales. Por ejemplo, gráficos,


dibujos, imágenes, fotografías, etc.
Considerando este esquema algunas preguntas centrales que
como buen orador deberías hacerte al momento de comunicarte
con otros son:

• ¿Quién es mi receptor? Determina aquí edad, procedencia, nivel cultu-


ral, nivel de conocimiento o experiencia sobre aquellos que conversaran.

• En relación con el canal pregúntate si estás usando el adecuado.


La experiencia demuestra que muchas conversaciones no llegan a buen
puerto porque el canal elegido no es el correcto.
Es fundamental que ambas partes conozcan y dominen el mismo y sobre
todo sea el adecuado en virtud de lo que se desea transmitir.

• En relación al contexto (momento y lugar en el que ocurre la comunica-


ción) dos preguntas que deberías hacerte antes de iniciar el contacto
son:

• ¿Es este el momento para conversar de este tema?

• ¿Es este el lugar correcto para iniciar el diálogo?

Recuerda:
estar atento a los elementos del circuito de comunicación te
permitirá interpelar sobre determinados aspectos que son claves
para una comunicación exitosa. Mira y escucha con atención
y hazte las preguntas necesarias en pos de ese objetivo.
Momento de Práctica
En virtud de todo lo visto hasta aquí te proponemos considerar dos a
tres conversaciones relevantes que hayas concretado en la última
semana.

En un primer momento intenta recordar la mayor cantidad de detalles


de estos momentos para luego analizarlas en función de las barreras
que tuviste que enfrentar y como efectivamente lo hiciste.

En un segundo momento, te sugerimos analizar en detalle el rol/com-


portamiento de cada elemento del circuito de comunicación.

Toma nota de tus apreciaciones y suma cada semana tiempo a este


tipo de práctica. Verás cómo, paulatinamente, te harás más consciente
de tus conversaciones y aprenderás a anticipar posibles dificultades.
Capítulo 2
DESDE EL LENGUAJE CEREBRAL AL CORAZÓN
DEL PÚBLICO: ¿CÓMO IMPACTA EL CEREBRO
A LA HORA DE COMUNICARNOS?

La combinación de los hemisfe-


rios en nuestra comunicación es
vital para mejorar la efectividad
del mensaje a transmitir a nues-
tra audiencia o interlocutor.
Cada uno de nosotros tiene
cierta inclinación a utilizar con
mayor frecuencia en nuestras
interacciones uno de ellos pero
esto no supone que efectiva-
mente solo pongamos en juego
el hemisferio izquierdo o bien el
derecho a la hora de interac-
tuar.

Pero antes de ver la incidencia


de nuestros hemisferios es im-
portante conocer algunos as-
pectos centrales de cómo se
constituye nuestro cerebro para
comprender su enorme influen-
cia en nuestro comportamiento comunicacional:

El cerebro humano recibe el nombre de cerebro triuno porque atravesó


tres etapas evolutivas que determinan el desarrollo de una masa cere-
bral dividida en tres partes específicas:
• El primero en aparecer fue el cerebro base o reptiliano: es casi una
extensión de la médula ósea y controla las funciones que tienen que ver
con la supervivencia, el instinto. Conecta todo el sistema nervioso otor-
gándole una gran velocidad de respuesta, casi instantáneas.

• El segundo fue el cerebro medio o mamífero (sistema límbico o cere-


bro emocional): se ocupa básicamente de la protección del ego. Está
formado por el tálamo, el hipotálamo y el sistema límbico. El tálamo es
una estructura que se encuentra por encima del hipotálamo y colabora
en múltiples funciones claves para el procesamiento de la información
sensitiva, memoria, emociones y funciones motoras. El hipotálamo moni-
torea funciones vinculadas con el hambre, la sed, la respiración. Mantie-
ne por tanto el equilibrio del organismo (homeostasis) al alimentar y
oxigenar al resto del cerebro. Por su parte, el sistema límbico se ocupa de
las emociones y la motivación al conectar el cerebro base con el más
nuevo.

• El tercero en aparecer en el desarrollo evolutivo fue el cerebro


nuevo o neocortex: este se ocupa de la evolución del hombre como es-
pecie y es esta masa la que se divide en los dos hemisferios mencio-
nados. Se encarga del lenguaje, los símbolos, el análisis y cualquier tipo
de respuesta racional ante el estímulo del medio ambiente. Sincroniza la
información que recibe con la que ya tiene almacenada.

A lo largo de la historia, las habilidades intelectuales de los seres huma-


nos se han dividido en dos clases: críticas y analíticas por un lado, y crea-
tivas y de síntesis por otro. Las primeras se encuentran más asociadas
con el hemisferio izquierdo y las segundas con el derecho. De hecho en
las décadas de 1960 y 1970, los experimentos del ganador del premio
Nobel de Medicina, Roger Sperry, mostraron cómo las diferentes partes
del cerebro tenían efectivamente esas funciones diferenciales. Sin em-
bargo, los neurocientíficos explican que esta división responde más a
una cultura popular que a un hecho constatado científicamente.
Por tal motivo, y pensando en la influencia del lenguaje cerebral en el
plano de la neuro-oratoria, es importante mencionar que un buen orador
debe, a la hora de comunicarse, poner en juego ambos hemisferios, po-
tenciando cada uno. También, y considerando que dentro de la audien-
cia tendremos personas que se inclinen por uno u otro es fundamental
que se trabaje desde un lenguaje que pueda captarla atención de todos.

En este sentido sugerimos ordenar la estructura discursiva (aquello que


efectivamente queremos transmitir) pensando en una triada que com-
prenda lo racional (información general, técnica, científica) lo instintivo
(vinculado con expresiones directas, claras y poco elaboradas) y sin
dudas, lo emocional que considerará no solo lo que quiero decir y cómo
voy a decirlo sino, fundamentalmente, lo que quiero que el o los interlo-
cutores sientan al escucharme.

Momento de Práctica
En un primer momento, toma en cuenta estas sugerencias para trabajar
tu contenido considerando el hemisferio izquierdo:

1. Presentar la información con cuadros, esquemas o líneas de


tiempo.

2. Fijando un orden secuencial progresivo y cierta linealidad al mo-


mento de desarrollar un tema.

3. Recurrir a una explicación paso a paso con sustento racional de las


ideas a desarrollar.
En tanto, para captar la atención pensando más en los procesos del
hemisferio derecho las sugerencias girarán en torno a:

1. Presentar la información en mapas conceptuales que vinculan los


conceptos.

2. Presentar en principio la idea global para luego desarrollarla en sus


partes.

3. Considerar el plano o diseño emocional del contenido a impartir.

Ahora bien, en un segundo momento te proponemos pensar en una po-


sible aplicación práctica de lo anterior: una futura exposición, la dia-
gramación de una reunión, el armado de una clase o una sesión.
Diseña momentos (y acciones) que consideren ambos hemisferios.
Capítulo 3
LA COMUNICACIÓN VERBAL: APRENDE A
POTENCIAR LAS CUALIDADES DE TU VOZ

La voz es una forma de expre-


sión emocional. Comunicamos
pensamientos y emociones con
el lenguaje, pero gracias a la
magia de la voz, nuestro discur-
so cobra vida.

L. Rodríguez García- G. de las


Heras Mínguez

Te proponemos un pequeño
ejercicio. Toma tu celular y es-
cucha unos 3 a 5 audios que
hayas grabado recientemente.
Si no dispones de audios porque no usas esta forma de comunicación
con tus contactos, graba la misma cantidad de audios en la grabadora
de tu celular y luego escúchalos.

Toma nota mientras lo haces de los aspectos que te resultan agradables


de tu voz y de aquellos que consideras deberías modificar. Puedes consi-
derar el tono, el volumen, la velocidad con la que te expresas, el uso de
las pausas entre otros aspectos relevantes. Finalizado este diagnóstico
trata de puntuar del 1 a 10 cuánto te gusta tu voz.

Este ejercicio es importante porque sólo reflexionando sobre nuestra


propia Imagen Vocal, podremos construir una nueva voz e incorporar
técnicas que nos faciliten una comunicación más saludable.
Para que la voz se produzca es necesario que se combine el funciona-
miento de varios órganos, entre ellos la laringe, músculos, cartílagos (ti-
roides) varios huesos (hioides) y lógicamente el sistema respiratorio. Pero
además, la manera en la que nuestra voz se proyecta, depende de nues-
tra postura corporal e incluso de estado emocional que nos acompañe
al momento de emitir un mensaje.

Para comprender aún mejor nuestra voz detallamos a continuación sus


cualidades centrales:

Tono:
El tono está determinado fisiológicamente por la manera en que las
cuerdas vocales se acortan o alargan (se dilatan o se contraen) al
momento de ser atravesadas por el paso del aire.

El tono puede ser formal o informal, alegre o serio, amistoso o protoco-


lario. Un tono vacilante denota inseguridad.

Una voz sin titubeos transmite seguridad. Una voz monótona y lineal
comunica aburrimiento.

Los cambios de tono manifiestan duda, enfado o temor entre otras


emociones.
Timbre:
Es el sonido peculiar y característico de cada fuente de sonido, lo que
nos distingue del resto de las personas y también de objetos propios del
contexto.

Está determinado por la estructura y características puntuales de nues-


tra laringe y los elementos resonadores como los huesos que hay en la
cabeza y cuello -senos nasales, velo de paladar, mandíbula, entre
otros.

Articulación:
Por articulación entendemos la pronunciación clara y distinta de las pa-
labras y tiene que ver con la posición de los órganos de la voz para la
pronunciación correcta de una vocal o consonante.

El correcto movimiento de la boca logra la fluidez. La mala pronuncia-


ción de consonantes o vocales, o una pronunciación a medias, dan
como resultado una pobre expresión oral.
Intensidad:
La intensidad de la voz es el volu-
men con el cual se emite el
sonido. La intensidad puede ex-
presar intimidad, suspenso, sor-
presa o impulso. Un volumen alto
comunica la intención de domi-
nio. Un volumen bajo demuestra
timidez o inseguridad.
Los cambios de intensidad se
emplean para enfatizar los
puntos clave del discurso. En
todos los casos esa intensidad
está determinada por la canti-
dad de aire que pueden expulsar
nuestros pulmones.

Pero más allá de estas cualidades puntuales, el factor social-relacional


es también clave en la configuración de mi voz, puesto que la adapto a
la situación social en la que interactúo y es por ello que no suena igual
en todos los entornos. El triángulo actividad-persona-entorno es el
que configura un tipo de voz u otra y el que además determina que
adaptemos la modulación del tono y la regulación del volumen.

Ritmo:
El ritmo de la voz es el número de palabras por emisión de voz. Un
ritmo normal es de dos palabras por segundo. Algunos ritmos son rá-
pidos y enérgicos. Otros deliberados y lentos.
Si cuidas tu
cuerpo,
cuidas tu voz
La postura y la respiración tienen
gran importancia en la emisión de
la voz. Solo cuando nuestro
cuerpo mantiene una buena ver-
ticalidad puede producir una voz
fisiológicamente correcta.

En este sentido, una postura salu-


dable es aquella en que sólo está
presente la cantidad exacta de
tensión que los músculos requie-
ren para mantener el cuerpo ali-
neado y resulta de vital importancia observar tres aspectos fundamen-
tales en nuestra postura: simetría, equilibrio, alineación.

Con respecto a la respiración es importante destacar que este acto re-


flejo permite la oxigenación de nuestras células a partir de un ciclo que
incluye tres momentos centrales: inspiración-pausa/retención-exhala-
ción. De acuerdo a lo rápido o lento que se produzca este ciclo, las per-
sonas mostrarán un comportamiento (más tenso o más relajado) y un
ritmo de habla más acelerado (incomprensible) o tranquilo/pausado
(que facilita la comprensión del discurso).

Por esta razón es que aprender a respirar correctamente es clave para


potenciar al máximo el uso correcto de las cualidades vocales. Hay di-
ferentes tipos de respiración en función del grado de intensidad con el
que se inspire y donde se almacene el aire:
La respiración
clavicular:
En esta respiración intentaremos
levantar las clavículas al mismo
tiempo que se inspira y se introdu-
ce el aire lentamente, pero sin
levantar los hombros, solo la parte
superior de los pulmones recibe
un aporte de aire importante. Esta
manera de respirar, la menos efi-
ciente de las tres, no es entendible
de forma aislada. Integrada en la
respiración completa, adquiere
todo el valor y utilidad. En la típica
respiración a la que acudimos en
momento de crisis (llanto conteni-
do) y resulta nociva para nuestras
cuerdas vocales.

La respiración pulmonar
o media:
Su movimiento consiste en separar las costillas y expandir la caja toráci-
ca, llenando de aire los pulmones, en su región media. Se observará que
existe cierta resistencia a la entrada de aire, cosa que ocurría con la res-
piración abdominal, a pesar de ello, con este tipo de respiración entrará
una mayor cantidad de aire. Es la que generamos con mayor frecuencia
en el trajín diario.
La respiración abdominal
(costodiafragmática):
En el primer momento de inspiración, el abdomen se hincha. La parte
baja de los pulmones se llena de aire. En el segundo momento los pul-
mones se vacían y ocupan un lugar muy restringido. Durante este pro-
ceso es conveniente que la respiración sea por la nariz y mantener la
musculatura del abdomen relajada.

Nuestra sugerencia en este punto es que incorpores esta última a tu


vida cotidiana. Puedes hacerlo a partir de numerosas app que invitan
a la meditación y la relajación o a partir de ejercicios de mindfulness
que puedas encontrar en la red o en entrenamientos personalizados.

Pero también es clave que trabajes sobre la relajación y el estiramiento


de tu cuerpo porque ambas acciones permitirán generar recursos que
te ayuden a encontrar el bienestar físico y mental en tus actividades
cotidianas. Con un cuerpo estirado y relajado, podremos emitir una voz
de mejor calidad por tanto, debemos prestar atención especial a: los
hombros, el cuello, la laringe, las cuerdas vocales y los órganos de arti-
culación para preparar la emisión vocal.

Cerrando este apartado les dejamos una serie de ejercicio que contri-
buirán al cuidado de su voz y a potenciar las cualidades de este siste-
ma:
A. Ejercicios para fomentar
la inspiración nasal:
1. Inspiración nasal lenta, pare unos segundos, espiración bucal.

2. Inspiración nasal tapando la narina derecha, espiración bucal.

3. Inspiración nasal tapando la narina izquierda, espiración bucal.

4. Inspiración nasal por la derecha, espiración por la izquierda.

5. Inspiración nasal por la izquierda, espiración por la derecha

B. Ejercicios para fomentar la


Respiración Diafragmática:
1. Comenzamos tumbados y colocamos las manos en el diafragma e
inspiramos por la nariz suavemente, mantenemos unos segundos y
espiramos por la boca. Notamos cómo se mueven las manos
cuando el aire llega al diafragma.

2. Colocamos las manos en las costillas e inspiramos por la nariz sua-


vemente, mantenemos unos segundos y espiramos suavemente por
la boca sin soplar. Notamos cómo se mueven las manos cuando el
aire llena la caja torácica.

3. Colocamos las manos en el pecho e inspiramos por la nariz suave-


mente, mantenemos unos segundos y espiramos suavemente y sin
soplar por la boca. Notamos cómo NO se mueven las manos mien-
tras se llena nuestro diafragma.
C. Ejercicios de Soplo:
Sentados frente a una vela con la mano en el diafragma.

1. Inspiración nasal lenta dirigida al diafragma, retenemos unos se-


gundos y expulsamos dirigiendo el soplo hacia la punta de la vela.

2. Repetimos la inspiración nasal lenta dirigida al diafragma, retene-


mos unos segundos y expulsamos el aire soplando lo suficientemen-
te fuerte para tumbar la llama de la vela sin apagarla.

3. Finalmente repetimos el proceso pero ahora para apagar la llama.


Capítulo 4
LA COMUNICACIÓN NO VERBAL:
RECURSOS PARA COMPRENDER Y CONTROLAR
SU COMUNICACIÓN CORPORAL, GESTUAL
Y DE CONTEXTO

Ya hablamos y practicamos
sobre el lenguaje verbal, vaya-
mos ahora al lenguaje no
verbal.

Es cierto que sin voz podríamos


decir que no hay discurso;
ahora es igualmente cierto que
el cuerpo canaliza un caudal
de información aún mayor al
lenguaje verbal. En este sentido,
no sólo será importante lo que
dices sino cómo lo acompañas
con tu cuerpo.

El lenguaje corporal es una forma de comunicación que utiliza los


gestos, posturas y movimientos del cuerpo y del rostro para transmitir
información sobre las emociones y pensamientos del orador y que tiene
como destinatario al público o audiencia.
Siempre y en toda instancia estamos comunicándonos a través de nues-
tro cuerpo, y es momento de ser consciente de qué estamos comunican-
do y gestionar algún cambio si lo consideramos.

El lenguaje del cuerpo, suele manifestarse a nivel inconsciente, por lo


que es un indicador muy claro del estado emocional y de pensamiento
de las personas.
Junto con la entonación vocal forma parte de la comunicación no verbal.
Es así como vinculamos la emoción del orador con su corporalidad. Todo
lo que sucede internamente en la persona que ofrece el discurso, se ma-
nifiesta en su cuerpo.

Antes de avanzar con los aspectos que deberíamos tener en cuenta


(desde el punto de vista del cuerpo) al momento de exponer como ora-
dores, consideramos oportuno realizar la siguiente aclaración: el idioma
del cuerpo no debe ser tomado como una verdad absoluta porque exis-
ten muchos factores ambientales que pueden influir sobre él.

Por eso nunca debes llegar a una conclusión general, interpretando un


único signo corporal; la clave está en observar conjuntos de signos con-
gruentes entre sí y descartar posibles causas externas como por ejemplo
la temperatura del ambiente, entre otros.

Y otra aclaración que nos gustaría hacerte es que primero apliques lo


que vemos aquí a tu corporalidad y a lograr la mejor comunicación con
tu público, y luego a lo que tus interlocutores comunican a través de su
cuerpo.

Dicho lo anterior, avancemos….

Al momento de hablar en público debiéramos estar atentos al cuerpo al


igual que al mensaje, al discurso, al público, a las posibles barreras co-
municacionales, etc.

El lenguaje del cuerpo, suele manifestarse


a nivel inconsciente, por lo que es un indicador
muy claro del estado emocional y de
pensamiento de las personas.
Veamos a qué aspectos atender:

• Mantener una postura abierta, evitando cruzar los brazos o encoger-


se.

• Lograr una postura relajada (una postura tensa nos hará percibirnos
nerviosos e inseguros). Para ello, aflojar previamente los músculos del
cuerpo, realizar algún ejercicio de relajación y de respiración.

• Mantener firmeza en nuestra corporalidad. Lo logramos con la espal-


da recta y los hombros levemente hacia atrás. Esta postura además
permite que el aire circule adecuadamente y nuestra voz salga clara y
proyectada.

• Sostener el contacto visual con la audiencia.

• Utilizar manos y brazos para acompañar y enfatizar lo que decimos


con las palabras. Lo ideal es que manos y brazos los muevas entre la
cintura y el mentón y que no tapen los gestos de tu cara,

• Recorrer el auditorio si es posible, caminar a paso firme y seguro.

• Si estamos en contextos virtuales debemos cuidar especialmente


nuestra corporalidad y gestualidad de la cintura hacia arriba, ya
que en la mayoría de los casos es lo que el público alcanza a ver de no-
sotros.

• Sonrisa genuina, al menos al inicio y al cierre de la exposición.


Momento de Práctica
Estamos en condiciones de ir a una práctica en relación con el lenguaje
no verbal:

Te invito a que veas fotos o videos tuyos (si es videos te sugiero los silen-
cies) e identifiques qué estaba comunicando tu cuerpo en ese momento.
Para ello, puedes guiarte de las siguientes preguntas:

1. ¿Cómo estaba mi postura?

2. ¿Miraba al público?

3. ¿Me veo tenso o relajado?

4. ¿Qué movimiento tenían mis manos?

entre otras…

Una vez que hayas realizado este registro, te invito a que te comprometas
a hacer al menos un cambio en tu cuerpo a partir de hoy.
Me comprometo a ……………………
……………………………………………………………………………………
…………….
Capítulo 5

EL MIEDO ORATORIO: ESTRATEGÍAS PARA


GESTIONARLO

Vamos a empezar aprendiendo (lo que para muchos será) una nueva
palabra: GLOSOFOBIA. ¿La conocías?

Glosofobia
Es el miedo a hablar en público, que proviene del griego, gloso que signi-
fica “lengua” y “fobos “que es miedo.

Muchos de nosotros (la neurociencia nos dice que el 75% de las perso-
nas) sentimos o hemos sentido en algún momento este miedo.
Claro que algunos lo viven de una manera más intensa que otros.

Al momento de exponer ante una


audiencia, el miedo se va a mani-
festar principalmente en nuestro
cuerpo, contrayendo la postura
corporal (haciéndonos ver pe-
queños e inseguros). Claro que no
es lo que queremos transmitir a
nuestro público.

Por ello, te dejamos tips que


pueden sumarte y llevarte al
siguiente nivel en tus presentacio-
nes:
1. Acepta el miedo. El miedo como toda emoción es humano, permí-
tete sentirlo, pues somos humanos.

4. Ten en cuenta que mientras más ensayas, entrenas y prácticas


menos miedo sentirás al momento de tu presentación.

3. Respira, respira y respira. Haz ejercicios de respiración antes y des-


pués de tu presentación. Durante la misma, te sugiero que respires
adecuadamente (como vimos antes) para que tu voz salga
clara y proyectada.

5. Recuerda y haz consciente tus recursos personales (lo que tienes)


para enfrentar la amenaza que sientes al hablar en público (ej: ya lo
he hecho, sé del tema, etc)

6. Visualiza la situación en positivo. Es común que antes de la presen-


tación nuestro cerebro nos lleve a imaginar los peores escenarios
posibles. Nosotros deberemos hacer exactamente lo contrario, con-
ducir nuestra atención hacia la mejor versión posible que poda-
mos imaginar.

Momento de Práctica
Te invitamos a probar estos tips para gestionar el miedo oratorio y a po-
nerlos en práctica y ver los resultados en tu siguiente presentación o con-
versación.

Es muy importante que finalizado el encuentro registres los aspectos más


importantes que has notado en la experiencia, y de ese modo medir tu
evolución.

¡Adelante!
Capítulo 6
LA ESTRUCTURA DISCURSIVA: TÉCNICAS PARA
ORGANIZAR TUS IDEAS Y MEJORA
TU ARGUMENTACIÓN

Por lo general uno de los


miedos más frecuentes a la
hora de expresarnos pública-
mente tiene que ver con no
poder ordenar nuestras ideas
al momento de entablar un
diálogo. Por ello, en este apar-
tado hablaremos sobre cómo
lograr una estructura discursi-
va ordenada pero al mismo
tiempo atrapante para con-
quistar la atención de tus inter-
locutores.

En primer lugar es clave poner


en consideración que cualquier
acto comunicativo se divide en
tres partes: introducción, desarrollo o cuerpo y cierre. Da igual si se
trata de una disertación profesional o de una conversación con amigos.
Es fundamental que a la hora de organizar tus ideas tengas en cuenta
esta estructura central. A continuación analizaremos cuál es el valor y la
intención de cada una para luego adentrarnos en algunas técnicas y
herramientas que te serán de utilidad.

Lo primero y fundamental es saber qué interrogantes debo o necesito


responder a la hora de expresarme. Las siguientes preguntas pueden
ser de gran ayuda:
¿Qué quiero decir?

¿A quién deseo dirigirme?

¿Cuándo es el momento más apropiado para decirlo? ¿Es este


el lugar correcto para hablar de este tema?

¿Qué recursos utilizaré para decirlo (el cómo)?

Con estas preguntas en mente comenzaremos entonces a ordenar la


información que surja de ellas poniendo foco en la estructura arriba
mencionada. Esto supone la elaboración de un esquema organizativo
(bosquejo o mapa mental) que me permita identificar de qué hablaré en
cada una de esas partes.

La introducción es una de las partes más decisivas, ya que en este mo-


mento debes dar esa buena impresión que colma las expectativas del
otro, y así, avanzar con confianza el resto de la charla. El objetivo, en este
tramo, será el de crear un vínculo con el público, intentando captar su
atención y despertando su interés. Podemos comenzar nuestro discurso
con un objeto, con preguntas (que esperan respuesta o no, permitiendo,
de esta manera, instalar el tema), con fábulas, ejemplos, citas, mostran-
do puntos de contacto, definiciones del diccionario, etc.

La clave:
es que sepas que la introducción es fundamental para LLAMARA LA
ATENCIÓN o despertar interés. Por ese motivo es que aquí debes esme-
rarte en ser creativo, interesante y sobre todo dar una o varias razones
que le hagan sentir al otro que vale la pena escucharte o más aún pres-
tarte su atención.
El desarrollo o cuerpo es el epi-
centro del discurso donde se de-
sarrollan los argumentos, se re-
futan ideas, se muestran las
pruebas que avalan lo dicho, se
describe y por supuesto, se
intenta dejar expuesta tu posi-
ción o punto de vista. No se reco-
miendan muchas divisiones del
mismo y las condiciones a cum-
plir por esta parte son: unidad,
progresión, orden.

La clave:
es que sostengas aquí el interés logrado en la introducción por tanto ten
siempre presente esta palabra AGILIDAD. Aquí también será importante
que desarrolles la escucha activa y la observación atenta del público
mientras te expresas. ¿Cómo se comporta corporalmente? ¿Están aten-
tos, siguen mi conversación? ¿Participan, se involucran en lo que digo?
¿Qué nos dice su cuerpo desde la postura y la mirada? La información
que obtengas será fundamental para determinar la línea discursiva de
este momento.

Ya en el momento de la conclusión es importante lograr contundencia y


claridad para retomar todo lo dicho hasta el momento. Consideramos
que no es conveniente los finales anunciados (pues le quitaría fuerza al
cierre del orador), aunque sí debe poder ser percibido por el interlocutor
o público. Es fundamental aquí el manejo preciso del volumen de voz,
como así también su ritmo y tono. Algunas alternativas para concluir son:
un resumen de lo dicho, un pedido, mirar al futuro, con una pregunta, en-
lazar con el principio, una cita etc. Pero podemos avanzar un poco más
y adentrarnos en algunos detalles de importancia.
La clave:
lograr IMPACTO y RECORDACIÓN. Está comprobado que el público
tiende a recordar con mayor detalle aquello que escucha en los últimos
diez minutos en promedio. Por esta razón, por ejemplo, en el ámbito po-
lítico los discursos guardan la información más relevante para este mo-
mento. Si la gente recordará con mayor frecuencia lo que digas en este
momento es fundamental que pongas toda tu atención en las ideas que
elegirás decir pero también el tono, volumen e incluso las debidas
pausas que usarás para expresarte.

No olvides que solo se logra ser un buen orador cuando inspiramos, sor-
prendemos y dejamos incluso un aprendizaje. Cada conversación, ex-
posición, disertación debe ir un paso más allá del mero acto de comuni-
car de manera efectiva. En la medida en que avancemos hacia la posi-
bilidad de ofrecer una experiencia donde se note que conectamos con
nosotros mismos y con el público, los resultados serán más poderosos.

Y para que esto ocurra, más allá de la estructura que presentamos arriba
es fundamental que tomes conciencia de algunos aspectos centrales
que van más allá del contenido y que tienen que ver con la forma (el
modo en que vas a presentar tus ideas); el contexto y más importante
aún la conciencia del yo, de nuestro estado emocional, nuestras capaci-
dades, nuestros valores e ideales y sobre todo nuestro objetivo a la hora
de emprender esa conversación con otro.

El éxito de tu presentación dependerá entonces de estos factores y de


cómo unas las piezas. Porque al igual que un rompecabezas, nuestras
presentaciones o conversaciones solo pueden ser evaluadas cuando
todas las piezas encajan para alcanzar la imagen final.
Capítulo 7

APRENDE EL ARTE DE IMPROVISAR


¡Comencemos!

Seguro te has sorprendido al


leer el título de este pasaje del
libro: IMPROVISAR. Pero hablar
de improvisación en oratoria no
es incoherente con lo visto an-
teriormente.

Veamos…

Es vital para toda presentación


que ésta sea diseñada previa-
mente por el orador en base a
la estructura discursiva vista
anteriormente.
Mientras más preparada y en-
sayada esté una presentación, mejores resultados y mayor seguridad
del orador.

La anterior es una clave de la oratoria, aunque no podemos desconocer


que siempre el orador está expuesto a situaciones no previstas o contin-
gencias (ej: que alguien pregunte algo que no preparó o está fuera de
la presentación; o bien que se presente alguna contingencia que le
obligue a tomar un camino nuevo, no diseñado y riesgoso)
A esto le llamamos improvisar.

1. Hacer una cosa sin tenerla prevista o preparada.

2. Componer o desarrollar un poema, un discurso o una pieza


musical sin haberlo estudiado o preparado.

Así, es claro que improvisar no se refiere a hablar de lo que no sabemos.


Esta es una aclaración que hacemos y consideramos oportuna enfatizar.
Jamás el Orador hablará de lo que desconoce. Improvisar se refiere más
bien, a estructurar y ordenar una respuesta no prevista de la manera más
efectiva posible.
Mientras más y mejor diseñado esté el discurso del orador, más flexibili-
dad tendrá para improvisar de manera efectiva.

Repetimos: Improvisar se refiere más bien, a estructurar y ordenar una


respuesta no prevista de la manera más efectiva posible.

Ahora, veamos qué tips pueden sernos de utilidad al momento de afron-


tar estas situaciones en medio de un discurso:

1. Mantener la calma.
Es común que nos suceda que si tenemos que hablar de algo que no
hemos diseñado, nos pongamos nerviosos y perdamos la calma que ha-
bíamos logrado.

2. Respirar e hidratarnos.
Respirar y si es necesario hidratarnos antes de abordar la respuesta. La
oxigenación e hidratación, aportarán claridad a nuestras ideas. No de-
biéramos responder impulsivamente.
3. Parafrasear.
Parafrasear o chequear la consulta que nos hacen. Sería un gran error
comenzar a responder y que no sea lo que el público preguntó.
Ejemplo: ¿me estás preguntando…..?

4. Tomar un camino.
Al momento de dar una respuesta improvisada se sugiere no saltar de un
camino a otro o línea, lo que terminará confundiendo a la a u d i e n c i a .
Confía en el camino que tomaste y sigue por él.

5. Entrena tu creatividad.
siempre que puedas, esto te aportará fluidez y agilidad al momento
de tener que dar respuestas no previstas.

Momento de Práctica
Hazte alguna pregunta que leas por ejemplo en alguna entrevista y que
le han hecho previamente a alguien. Ahora, trata tú de responderla (no
valores el contenido de tu respuesta, valora la fluidez y soltura con que lo
haces)

¡Qué te diviertas!
Capítulo 8

EL ENTORNO: CONSEJOS PARA TENER


EN CUENTA EN PRESENTACIONES
VIRTUALES Y PRESENCIALES

El entorno en toda presenta-


ción debe ser sumamente cui-
dado por parte del orador.
También debe ser tenido en
cuenta (saber si hay escenario
o no, o cómo estarán dispues-
tos los asientos, etc)

Un gran
orador está
atento a
todos los detalles.
Y no significa que siempre pueda accionar ante ellos o realizar cam-
bios; pero sí conocer esos aspectos y tenerlos en cuenta al momento de
su presentación.

Veamos algunos de los aspectos del entorno que deberías chequear


antes de un discurso:
• Aspectos tecnológicos: micrófonos, computadora, luce, etc

• Disposición del orador y público: escenario, escritorio, asientos, etc

• Elementos varios: Pizarras, sillones, etc

• Lugar: Iluminación, ventilación, etc

Y todo aquello presente en la instancia discursiva, ya que todo estará


comunicando al público y a todos los presentes.

Por otra parte, al estar de manera remota, debemos asegurarnos de:

• Revisar los aspectos referidos a la conectividad y tecnología: cone-


xión a internet, diapositivas, probar videos previamente, entre otros.

• Encuadre: Es importante prestar especial atención al cuadro y que


nos veamos desde la cintura o el pecho hacia arriba, de ese modo,
nos aseguramos que se vean nuestras manos por ejemplo.

• Iluminación: Evitar sombras que impidan ver nuestros gestos.

• Cuidar el fondo: Que sea coherente con el tipo de disertación o con-


versación y en caso de usar fondos virtuales verifica que no te fundas o
“pierdas” dentro del mismo.
Capítulo 9

COMUNICACIÓN ASERTIVA: A
PONER EN PRÁCTICA LO APRENDIDO

“Piensa en lo que es más importante para ti y ve si es el


centro en torno al cual gira tu vida. No te preocupes
por la eficiencia. No sirve de nada ser ‘eficiente’ si lo
que haces carece de significado o de un bien esencial”
Stephen Convey
La comunicación asertiva es la
base de nuestras relaciones, sobre
todo esas relaciones que nutren,
construyen y fortalecen nuestra
capacidad de construir una buena
comunicación. Si esta falla, si
dicha comunicación no logra su
cometido seguramente nuestras
relaciones se verán debilitadas, e
incluso quizá puedan romperse.
Ejemplo de esto último sobran en
la vida cotidiana cuando entra-
mos en conflictos de pareja, des-
acuerdos con el jefe ,malos enten-
didos con algún familiar, etc.
La asertividad puede definirse entonces como una habilidad social y de
comportamiento donde podemos expresar genuinamente aquello que
sentimos, creemos, pensamos y necesitamos ,sin ofender a los demás ,
preservando los vínculos , abriendo posibilidades al diálogo. Para que
esto ocurra necesitamos de otros pilares igual de importantes:

La claridad: para lograr que nuestro mensaje llegue de manera direc-


ta,precisa, simple, esto es esencial para lograr conexión.

La escucha: es la característica más importante para conectar con


otros, estar presente en la comunicación, captar ,enfocar ,interpretar
,escuchar con la intención de entender

Y finalmente la empatía: la otra persona quizás tiene una manera distinta


de observar la situación ,por lo tanto es necesario considerar su punto de
vista , crear un puente entre mi mente y la de los demás, entender a la
otra persona, lo que siente y experimenta .Cada uno habla desde su ex-
periencia, buscar puntos en común entre lo que queremos o necesitamos
y lo que el otro quiere o necesita es fundamental para crecer en el
campo de la comunicación asertiva.
Pero otro aspecto central para el desarrollo de la asertividad está dado
por los derechos asertivos. Derechos que podremos solicitar se nos res-
peten pero también deberemos trabajar internamente para garantizar-
les a nuestros interlocutores. Detallamos a continuación algunos de los
más relevantes:

1. Derecho a ser tratado con respeto y dignidad.

2. Derecho a equivocarse y a hacerse responsable de sus propios errores.

3. Derecho a tener sus propios valores y opiniones.

4. Derecho a tener sus propias necesidades y que éstas sean tan


importantes como las de los demás.

5. Derecho a ser uno el único juez de sí mismo, a experimentar


y a expresar los propios sentimientos.

6. Derecho a cambiar de opinión, idea o línea de acción.

7. Derecho a cambiar lo que no nos es satisfactorio.

8. Derecho a ser independiente.

9. Derecho a rechazar peticiones sin sentirse culpable o egoísta.

10. Derecho a no justificarse ante los demás.


Estilos de Comunicación:
El estilo pasivo
Tiende a pensar que lo que los
demás hacen o piensan suele
ser más importante que lo que
él/ella puede hacer o decir.
Desde el punto de vista conduc-
tual y sentimental teme expresar
sus sentimientos, se muestra
incómodo al relacionarse con
las personas (habla en voz baja
o directamente se calla; no
afronta los conflictos, y le cuesta
romper la “dependencia” con
otros).

Generalmente son personas con


baja autoestima y frente a un
cuestionamiento se sienten obli-
gados a dar múltiples explica-
ciones. Considerando lo visto
sobre comunicación verbal y no verbal, los inhibidos o pasivos se recono-
cen por mirar hacia abajo, asumir una postura retraída, risa nerviosa y
tono vacilante. Además, su volumen de voz es bajo, habla entrecortado,
y llena las vacilaciones en sus discursos con innumerables muletillas.

Desde lo verbal, sus relaciones interpersonales no se sostienen en el


tiempo por su nivel de insatisfacción. Le cuesta reconocer sus cualidades
y potencialidades y por ello tiende a vivir en un estrés constante marcado
por los sentimientos de soledad y desamparo.
El estilo agresivo
“Solo importo yo. No cometo
errores. Lo que tu piensas o
sientes no me interesa”.

En el plano de la conducta se
muestran hostiles, conflictivos
(cada discusión la vive como un
combate donde sólo se puede
ganar o perder); le cuesta respe-
tar los derechos y sentimientos
de los demás y no suele sentirse
responsable ni arrepentido de
sus exabruptos incluso cuando lo
que dice tenga marcadas con-
secuencias negativas. Es fre-
cuente que hable rápido para
interrumpir a su interlocutor
cuando siente que no está de
acuerdo con ese punto de vista o
cuando se siente atacado. En el plano de la comunicación no verbal inti-
midan con su mirada fuerte y sostenida como gesto de amenaza y su
postura intimidatoria. Su volumen de voz es alto, habla rápido impidien-
do que el otro se exprese y no permite los silencios.

En lo que respecta a su desempeño en la comunicación, sus alteraciones


emocionales marcadas principalmente por sentimientos que cierran
llevan a la ruptura o deterioro de sus relaciones interpersonales.
El estilo agresivo

Para las personas asertivas comunicarse con efectividad es su norte. Por


esa razón trabajan primero en su autoconocimiento, convencidos que
conocer y valorarse será la clave para conocer y valorar al prójimo. Son
por tanto muy conscientes de lo que sienten y de lo que quieren en cada
momento de su vida. Pero también consideran muy importante trabajar
en su aceptación más allá de sus logros y de la propia aceptación de los
demás.

La comunicación es su herramienta principal y lo hace de manera abier-


ta, directa y franca atento a la forma de expresar su opiniones, senti-
mientos y deseos. No espera que los demás adivinen qué le pasa o cómo
se siente, simplemente lo dice o demuestra. Por estas razones es que su
imagen es la de una persona congruente y auténtica que logra gran
aceptación de lo que comparten sus diferentes entornos.

En el campo de la conducta no verbal busca permanentemente la


mirada del otro, sus gestos son firmes, su postura erguida y su expresión
distendida. Desde lo paraverbal y verbal: manifiesta sus sentimientos de
forma abierta y sincera lo que les permite construir relaciones sociales
favorables y perdurables. Se muestra satisfecho, pero eso no lo torna re-
lajado, por el contrario, está en constante persecución de sus ideales y
objetivos.

La asertividad es el punto de equilibrio entre la pasividad y la agresivi-


dad. Emplear la asertividad es saber pedir, saber negarse, negociar y ser
flexible para poder conseguir lo que se quiere , respetando los derechos
del otro y expresando nuestros sentimientos de forma clara . La asertivi-
dad también es hacer y recibir cumplidos o hacer y aceptar quejas Ser
asertivo también depende del contexto, el modo,el canal utilizado inclu-
so del volumen y tono de nuestra voz.

En realidad, debemos comprender que una persona no posee un solo


estilo, sino que se trata más de actitudes que adoptamos a veces en
forma habitual, dependiendo de:
1. Características personales.

2. Situaciones.

3. Personas con las cuales nos relacionamos.

Habilidades y técnicas de la
comunicación efectiva
Pedir un cambio de conducta
Lo principal es detectar el problema causado por el comportamiento
de otra persona, para luego, elegir el momento oportuno para hablar.
Es importante hablar lo antes posible luego de que algo nos molestó.
¿Cómo? Describir el comportamiento que me molesta o incomoda (ob-
servables).

• Por ejemplo: Federico, me molesta que pongas la música tan fuerte.

• Para luego concentrarse en explicar las consecuencias negativas del


comportamiento: No logro concentrarme.

• Explicar lo que provoca en nosotros esa conducta. Sin atacar y pen-


sando que no hay intención de molestar al otro. Me siento aturdido y
confundido.

• Dejar un tiempo para que el otro pueda reflexionar, posteriormente


proponer soluciones o alternativas. ¿Te molestaría usar auriculares?

• Aunque no consigamos el cambio buscado, reforzamos cualquier


comportamiento positivo del otro. De todos modos, tienes un muy buen
gusto musical
Rechazo de una petición
La necesidad de rechazo se da cuando no estamos de acuerdo en acep-
tar un pedido determinado. Es importante creer y saber que tenemos de-
recho a decir que no a los pedidos poco razonables o inconvenientes.
¿Cómo?

1. Asegurar la correcta comprensión de la petición. ¿Lo que quieres es


que use lapicera azul?

2. Analizar si hace falta tiempo para pensar y solicitarlo antes de dar una
respuesta rápida. Necesito analizar una cuestión antes.

3. La respuesta negativa debe ser clara, breve y amable. Evitar la ironía,


el cinismo y la agresividad. No estoy interesada en este momento pero
agradezco igualmente tu oferta. Para rechazar un pedido hay dos técni-
cas que pueden ser de gran utilidad:

La técnica de bocadillo: La petición se rechaza amablemente, y se ex-


presa algo positivo antes y después de rechazarla. “Gracias por ser ho-
nesto conmigo, pero no puedo. De todos modos es muy útil tu observa-
ción para generar cambios”.
La técnica del disco rayado: Consiste en obtener frutos de la persistencia.
Se repetirá lo que se quiere de manera tranquila. “Entiendo, sin embargo
no puedo. Cómo te decía...”

4. Explicar por qué no accedemos a la petición, evitando las excusas. El


motivo por el cual no puedo es…

5. Al cerrar es muy importante demostrar empatía, reformulando el


pedido y mostrando interés en el otro. Entiendo que te moleste la música
para concentrarte, pero…
Responder a una crítica
Las críticas pueden servirnos para mejorar ciertos aspectos desfavora-
bles de nuestra personalidad y también ponen a prueba nuestra asertivi-
dad y capacidad de mantenernos calmos en la adversidad. ¿Cómo?

1. Pensar de forma asertiva, convirtiendo la crítica en una oportunidad


para aprender. Tal vez es cierto, debería revisar mis actitudes.

2. Analizar si hace falta tiempo para pensar y solicitarlo antes de dar una
respuesta rápida. ¿Me darías más detalles? ¿Cuándo actué de ese modo?

3. Mostrarse de acuerdo en lo posible, predisponiendo el crítico y predis-


ponerlo a nuestro favor. En este caso se pueden usar las siguientes técni-
cas:

Banco de niebla: La crítica se acepta como posibilidad de cambio, pero


no asegura que el cambio se lleve a cabo. La crítica es tapada como por
un banco de niebla y el interlocutor no sabe qué pasará. Tal vez es posi-
ble que cambie mi actitud.

El acuerdo asertivo: Responder a la crítica de forma serena y admitiendo


parte del contenido, pero separándose del hecho de ser buena o mala
persona. ¿Me darías más detalles? ¿Cuándo actué de ese modo?

La pregunta asertiva: Llamada también de interrogación negativa. Per-


mite aclarar el verdadero motivo de la crítica y diferenciar las críticas
bien intencionadas de los ataques personales. Si yo cambio mi actitud,
podrás sacar ventajas ¿no?

La claudicación simulada: Consiste en mostrarse de acuerdo con el ar-


gumento de la otra persona, aunque no haya cambio en el punto de vista
propio. Sí, sí...comprendo
Responder a una crítica
Los elogios ayudan a mejorar la relación con los demás y nos muestran
capaces de reconocer los valores ajenos. Sin embargo, muchas veces
encontramos barreras que dificultan el expresar cumplidos a otras per-
sonas, llegando a parecernos inoportunos o inconvenientes. ¿Cómo?

1. Expresar lo que se piensa de manera afectuosa. Sos muy buen artista.

2. Expresar sentimientos positivos. Me parece extraordinario tu trabajo.

3. Especificar cuáles son los aspectos concretos que nos agradan. Sabés
enfrentar muy bien todas las situaciones conflictivas.

4. Especificar las situaciones de una manera clara y concisa. Sabés lo


que querés, como cuando llega el jefe preguntás...

5. Ofrecer una conducta positiva a cambio. No dudes en pedirme ayuda


cuando la necesites.

Para que puedas evaluar tu nivel de asertividad te proponemos un senci-


llo test de asertividad. Te proponemos entonces que respondas a las
siguientes preguntas....

1. ¿Tiendes a esconder tus sentimientos y/o pensamientos por miedo a ser


rechazado?

2. ¿Te sientes mal cuando recibes un elogio?

3. ¿Te cuesta decir algo positivo a los demás?

4. Con frecuencia ¿Sientes que los demás se aprovechan de ti?

5. ¿Te resulta difícil pedirle a una persona que cambie un comportamien-


to que no te hace bien o te incomoda?

6. ¿Te sientes abatido después de recibir una crítica?


7. ¿Has sentido en ciertos momentos que no respetan tus derechos?

8. ¿Has aceptado realizar alguna conducta con la que no estabas de


acuerdo?

9. ¿Te resulta difícil negarte a realizar un favor que te piden?

Si contesta a 4 o más que sí, has contestado en forma afirmativa esto


quiere decir que la asertividad es una cualidad que debes trabajar en tu
personalidad. Y si contesta a 3 o menos que sí, Cada una de estas pre-
guntas tenía en cuenta características de personas que carecen de aser-
tividad. No es tu caso, vemos que tus respuestas hablan de una persona-
lidad asertiva.
Capítulo 10

CONCLUSIONES
¡Felicitaciones! Has llegado al cierre de este libro y esperamos que lo
hayas disfrutado tanto como nosotras.
Nos gustaría que pases a la acción a partir de ahora, y puedas entrenar
tu oratoria aplicando las herramientas presentadas aquí. Podemos de-
sarrollar cualquier habilidad hasta el último día de nuestras vidas, y espe-
ramos que en todos los días que te quedan de disfrutar la vida, logres
llegar a tu mejor versión posible como orador.

Para ello, algunas sugerencias finales:

1. Ve por partes al momento de aplicar. Nuestro cerebro necesita en-


focarse, por lo tanto identifica qué tips aplicarás y una vez que los
hayas convertido en hábitos, suma los siguientes.

Diseña un plan para medir y hacer tu propio seguimiento de tus


2. avances.

3. Ensaya, ensaya, ensaya.

4. Disfruta el proceso

Lic. Esp. Rosana Fernandez


Comunicadora Social. Coach Ontológica profesional. Entrenadora en
Neuro Oratoria, PNL y Neuro ventas .

Lic. Eugenia Pacetti


Comunicadora Social. Consultora organizacional de talento humano.
Coach mentora. Entrenadora en Neuro Oratoria.

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