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UNIVERSIDAD DE CIENCIAS
TÉCNICADE DELA SALUD
MANABÍ
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
O OCTUBRE –ESCUELA DE MEDICINA
– FEBRERO DEL 2016 FEBRERO DEL
FAC – QUINTO
2016CTUBRE
OCTUB
ULTAD DOCENTE:
DE LIC. YESSENIA MENDIETA
CIENCIAS
DÉCIMO
DE LA PARALELO “G”
SALUD
E ARTE Y MÚSICA
En el siglo XIX, comenzó a darse importancia al estudio de las relaciones entre el tamaño
relativo de las organizaciones del cerebro y la comprensión y las destrezas altamente
desarrolladas, que todavía se siguen desarrollando en la actualidad con técnicas más
avanzadas. Así, Pantev, Oostenveld, Engelien, Ross, Roberts y Hoke (1998) encontraron
un mayor desarrollo del córtex auditivo de los músicos comparados con los no músicos;
mostrando una mayor propensión a ello cuanto más temprana la edad de comienzo en los
estudios musicales de las personas.
También se evidencia que la música puede ayudar al desarrollo del lenguaje receptivo en la
infancia temprana porque el niño puede entender mejor el significado de una palabra
cuando se experimenta con un movimiento musical o una canción (Pica, 2009). Los
beneficios de la música en el desarrollo cognitivo y lingüístico, en general, y para la
educación en la infancia temprana, en particular, los programas de entrenamiento musical
que se han llevado a cabo son diversos, y no todos ellos involucran los beneficios del
entrenamiento musical dirigido por los maestros del aula.
Debido a que en los años de preescolar es cuando «los niños dan sus primeros pasos
críticos hacia el aprendizaje de la lectura y la escritura, es necesario implementar
estrategias adecuadas con la finalidad de disminuir la aparición de dificultades posteriores.
De hecho, los estudios sugieren que las habilidades del lenguaje oral del niño en preescolar
predicen la lectura futura. El entrenamiento musical puede ser una estrategia exitosa para
ejercer un impacto positivo en estas habilidades porque permite a los niños practicar en la
escuela las destrezas lectoras. Por ejemplo, Anvary, Trainor, Woodside, y Levi (2002)
hallaron una fuerte relación entre el desarrollo de las habilidades musicales, la lectura y la
conciencia fonológica en niños de cinco años. Igualmente, Herrera, Lorenzo, Defior,
Fernández-Smith, y Costa-Giomi (2011) encontraron que el entrenamiento musical
también influye en el desarrollo de la conciencia fonológica y de la velocidad de
denominación en niños de educación infantil. En la misma dirección, los estudiantes con
un entrenamiento musical temprano y continuado poseen una memoria verbal más
desarrollada que aquellos que comenzaron más tarde o cuya formación fue discontinua
(Franklin et al., 2008; Legg, 2009).
En este sentido, la formación musical dentro de los planes de estudio de educación infantil
y educación primaria es un componente esencial para la educación musical (Koops, 2008).
Muchos maestros utilizan a diario canciones y actividades de movimiento y valoran la
música como una herramienta importante para la educación, pero reconocen que los
maestros de educación musical están mejor preparados para emplear estas técnicas
(Hennessy, 2000; Holden y Button, 2006). Dichos maestros aprecian el uso de la música en
sus clases (Kim y Choy, 2008; Lum, 2008) principalmente porque entienden que la música
puede ejercer una influencia positiva en otras áreas académicas (Hash, 2010). Sin embargo,
muchos maestros carecen de confianza en sus habilidades para cantar y por lo tanto evitan
el uso de la música (Heyning, 2011; Siebenaler, 2006). Así, en esta investigación
longitudinal maestros no especialistas en educación musical de educación infantil fueron
entrenados y tutorizados por educadores musicales para enseñar clases de música dentro de
su programación de aula.
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A los 8 meses, el bebé responde a la muisca y a cualquier otra actividad acústica, a través
de movimientos o cambios de posiciones habituales, a los 18 meses él bebe responde a
actividades musicales y lo hace a través del movimiento total de su cuerpo, comienza el
canto espontaneo de silabas, y empieza a tararear canciones muy sencillas, a los 2 años el
cerebro del niño descubre el sentido rítmico, ya camina baila y en algunos casos hasta
muestra interés por un solo tema musical, a los 3 años camina, corre, salta y sigue la
música con sus palmas, entona canciones fortaleciendo su desarrollo lingüístico, a los 4
años empieza a expresar sus ideas y sentimientos de forma clara, desarrolla una entonación
más afinada, le gusta cantar, dramatizar canciones infantiles, el juego va acompañado de
temas musicales, a los 5 años sincroniza movimientos de manos y pies con la música, si
capacidad de almacenamiento es enorme por lo que es capaz de recordar canciones y
cantar melodías cortas.
“Las investigaciones que se han referido al efecto de la música sobre el cerebro infantil,
han coincidido en que ésta provoca una activación de la corteza cerebral, 22
específicamente las zonas frontal y occipital, implicadas en el procesamiento espacio
temporal” (Barrio & Barrio , 2011, p.22).
El sistema nervioso es aquel encargado de todas las funciones que realiza el ser humano,
funciona mediante neuronas las mismas que se comunican mediante conexiones sinápticas,
recogiendo y enviando información de los sentidos, para ser procesas, y emitir una
respuesta.
El cerebro en cuanto a la música cumple un rol importante, puesto que existen partes
específicas del mismo que se activan al escuchar música, además reduce el estrés, quita la
ansiedad, aumenta la energía y mejora la memoria.
Todas las actividades que se realizan son recibidas, almacenadas y procesadas por el
cerebro, al cantar, escuchar música, se activan los lóbulos frontal y occipital,
específicamente del hemisferio izquierdo que están relacionadas con todo lo referente al
arte.
Desde edades tempranas se debe insertar al niño en el mundo de la música, pues esta
durante el embarazo, ayuda a la conexión neuronal, posterior a esto ayuda al desarrollo
cognitivo, y las relaciones con la sociedad, convirtiéndolo en un niño activo, expresivo,
sociable, siempre y cuando desde un inicio se elija temas aptos para el desarrollo de los
niños.
Herrera, L., Hernández-Candelas, M., Lorenzo, O., & Ropp, C. (2014). Influencia del
entrenamiento musical en el desarrollo cognitivo y lingüístico de niños de 3 a 4 años.
Revista de psicodidáctica, 19(2), 367-386.
https://www.redalyc.org/pdf/175/17531400007.pdf