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R43518 , UNAM 11111111111111111111111111111111111111111


156306
ISBN 84-7417-1 &<l
FCPyS

9788474Lt
EL TRABAJO DE LAS NACIONES
ROBERT B. REICH
MINISTRO DE TRABAJO DE BILL CLINTON

e• las
naCIones
Prólogo
José María Amusátegui

~
Javier Vergara Editor s.a.
Buenos Aires / Madrid / México
Santiago de Chile / Bogotá / Caracas
Título original
THE WORK OF NATIONS

Edición original
Vintage Books
A Division of Random House, Inc.

Traducción
Federico Villegas CP ,r.:
Jo
e» 3 ,-j.- i

Diseño de tapa
Susana Dilena

'ACULTAO DE e ENCI"S A la memoria de Frances


'.L/TICAS y SOCIALES Freshman-:

Prólogo de
José María Amusátegui

Directora de la colección "Business Class":


Trinidad Vergara

© 1991, 1992 by Robert B. Reich


© 1993 by Javier Vergara Editor S.A.
Ctra. Boadilla del Monte, km. 5,800. Madrid. España.

ISBN: 84-7417-116-4
Depósito legal: M-24.834-1993 .

Imprime: artes gráficas palermo, s.l.


28031 Madrid (España)
Indice
El patriotismo es fácil de entender ... Significa ocuparse de uno
mismo al velar por su propio país.

CALVIN COOLIDGE

Agradecimientos 11
Presentación............ .. . .. .. . . .. . 13
Introducción: El concepto de nación 17

PRIMERA PARTE: La economía nacional

, 1. Los orígenes del nacionalismo económico 27


2. El nacionalismo económico y el alto volum
de producción . .. ....................... 38
3. Las grandes corporaciones y los intereses nacionales. .. .. . . . .. . 46
4. Los líderes de la economía nacional... . . . .. . 55
'Z5. El pacto nacional. . . .. . . . . . . .. . . . . . . . . . .. . 69
6. El presunto problema 80

SEGUNDA PARTE: La red mundial

7. De los altos volúmenes al alto valor... 91


8. La nueva red empresarial 97
9. La dispersión de la propiedad y el control. . . 107
10. La red mundial.................................................. 118
1l. El fin de los líderes de la economía nacional 127
12. La creciente irrelevancia de la nacionalidad empresarial. .... 142
13. Los peligros del pensamiento residual............................ 158

TERCERA PARTE: Los ana listas simbólicos

14. Los trabajos del futuro . 175


15. Una digresión sobre el análisis simbólico:
El incentivo del mercado . 187 Agradecimientos
16. La divergencia en los ingresos '" . 198
17. Por qué los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres . 209
18. La educación del analista simbólico (1) . 225
19. La educación del analista simbólico (II) . 234

CUARTA PARTE: El significado de "nación"

20. El problema replanteado . 243


2l. La disminución de la inversión pública . 251
22. Las aplicaciones del pensamiento residual . 260
23. La nueva comunidad . 266 Este libro es el resulta o de muchos años de investigación, entrevistas y discu-
24. La política de secesión . 281 siones, mantenidas con muchas personas cuyos puntos de vista se reproducen
en casi todas estas pá .nas. Expresarles mi reconocimiento adecuadamente
25. ¿Quiénes somos "nosotros"? . 295
sería extender dem ado el texto de este volumen. Algunas de ellas ocupan
posiciones de resp nsabilidad en empresas y gobiernos, en los Estados Uni-
dos y en el extranjero. Si bien por lo general he evitado identificarlas por sus
Epílogo: La identidad nacional en la era postsoviética . 309 apellidos en el texto, al final del libro se ofrece una lista de las organizaciones
Fuentes adicionales de consulta . 315 a las cuales pertenecen. Otros han sido catedráticos y académicos, menos pro-
pensos a recibir el reconocimiento que merecen. Jack Donahue, David
Ellwood, Bill Hogan, Lawrence Katz, Frank Levy, John Meyer, David Ries-
man, Dani Rodrik, Robert Solow, Laura D' Andrea Tyson, Raymond Vernon
y Shirley Williams aportaron sus agudos comentarios sobre los borradores
preliminares de este trabajo. También debo expresar mi agradecimiento a al-
gunos aplicados estudiantes: Paul Ameer, Karen Kornbluh, Tom Pendry y
Kim Walesh, quienes perseveraron, a pesar de los contratiempos para indagar
acerca de las fuentes y rastrear información de difícil acceso. John Heilemann
pulió mi prosa y aguzó mis ideas, tan generosamente que me hizo ahorrar tra-
bajo y dificultades. Algunas personas sometieron los borradores preliminares
a una especie de crítica exhaustiva que sólo pueden proporcionar los amigos.
En este sentido, James Dillon, Doug Dworkin, John lsaacson, Marc Lackritz,
Bennett Marks, Dorothy Robyn, y Erik T arloff jugaron un papel fundamental.

11
Tanto Robert Wright como Martin Peretz de The New Republic, así como
Ajan Webber de la revista Harvard Business Review, y Jack Beatty y BilI Whit-
worth de The Atlantic me alentaron a desarrollar versiones preliminares de al-
gunas de las ideas incluidas en este trabajo. Katie McDermott, Margaret
Brooke, Scott Samenfeld y Alison Thompson me proporcionaron el impres-
cindible apoyo técnico; Jeff Faux y el Economic Policy Institute me brindaron
el respaldo financiero necesario, mientras el asesoramiento estuvo a cargo de
Rafe Sagalyn y BiII Leigh. Asimismo, estoy en deuda con Clare Dalton, quien
repetidas veces soportó mis obsesivas cavilaciones y me alentó a continuar el
proyecto. Y no menos en deuda con Jonathan Segal, mi editor y amigo, a quien
debo agradecerle su estímulo, su gentileza y consideración. Presentación
ROBERT B. REICH
Cambridge, Massachusetts
Noviembre de 1990

Me compla particularmente presentar la versión española del libro de Robert


Reich «The work of nations», obra importante por su contenido y por su
influencia sobre la actual Administración Clinton, que constituye una fecunda y
renovadora contribución al pensamiento económico y político actual.
Robert Reich, profesor durante largos años en la Universidad de Harvard,
es un destacado pensador norteamericano que ha contribuido a orientar las
políticas socioeconómicas de anteriores presidentes y, recientemente, ha aportado
una decisiva colaboración doctrinal al programa electoral de Clinton. Tras la
nominación de éste para la presidencia de los Estados Unidos, ha sido su
principal asesor en la selección del equipo económico gubernamental y ha
entrado a formar parte del nuevo gabinete como Secretario de Trabajo.
«El trabajo de las naciones» se enmarca en la mejor tradición de las
grandes obras clásicas de economía y su propio título expresa una intencionada
connotación con el libro del fundador de la ciencia económica, Adam Smith, «La
riqueza de las naciones», cuya tesis trata de profundizar y superar adaptándola a
la situación de la nueva realidad económica mundial.
El objetivo básico de la investigación de esta obra de Reich reside en
determinar cuáles son los factores sobre los que se asienta hoy el poder
económico de las naciones. Su análisis le conduce a sentar una premisa y
formular una conclusión, ambas de innegable trascendencia. En el mundo actual,
el dinero, la tecnología y los productos se desplazan fácilmente a través de las

12 13
fronteras nacionales, mientras que el empleo se crea allí donde el trabajo se propiciada por Clinton como contrapunto a la anterior «Reaganomics». La firme
realiza con mayor eficacia. Como consecuencia, los recursos fundamentales de un convicción de que el Gobierno de los Estados Unidos puede y debe ejercer un
país no descansan en su riqueza material o financiera -susceptible de moverse papel dinamizador de la economía americana mediante inversiones en infraestruc-
de unas a otras naciones- sino en la cualificación, las habilidades y las ideas que turas y, sobre todo, en educación y formación profesional, constituye uno de los
poseen sus ciudadanos. postulados básicos del mensaje de Clinton.
La conclusión que se deriva de esta tesis en orden a la formulación de las «Putting people first- «<La gente ante todo») -eslogan utilizado en la
prioridades de la política económica es evidente: será necesario incrementar al campaña electoral- traducía a nivel político las ideas del libro de Reich,
máximo el valor potencial de lo que los ciudadanos pueden aportar a la destacando la importancia que tiene la mejora de las condiciones de vida y de la
economía, para lo que se requiere destinar cantidades crecientes de recursos a la capacidad de trabajo de amplias capas sociales del país, basada en el fortalecimiento
educación y a la formación del capital humano. del sistema de educación en todos sus niveles. El compromiso con estas ideas
Como en toda obra clásica y de relevante aportación doctrinal, el lector quedó solemnemente consagrado en el discurso de toma de posesión del
podrá disfrutar del sugestivo análisis que el profesor Reich realiza a lo largo del Presidente Clinton al afirmar que «debemos invertir más en nuestro pueblo y
libro para fundamentar sus ideas. A través de una laboriosa y amena investigación preparar a los ciudadanos para afrontar los nuevos desafíos económicos y la
histórica, el autor analiza la evolución del concepto de nacionalismo económico competencia internacional».
y el papel cambiante que van adquiriendo las empresas a medida que se Al margen de su influencia en la actual política norteamericana, el
transforman en sociedades transnacionales. pensamiento de Reich entronca con la mejor tradición del «humanismo» europeo
Según Reich, la esencia de la internacionalización de la red empresarial y con la corriente ideológica más fecunda y renovadora de la reciente historia de
radica en que el verdadero valor de las sociedades 'multinacionales no estriba en nuestro país. Basta con acercarse a las ideas de los regeneracionistas españoles
sus recursos materiales sino en la educación y eficiencia de sus empleados. De quienes, tras el emblemático desastre del 98, asignaron a la educación y a la
esta forma, los ahorros de un país van a parar a manos de las empresas que cultura un papel deciviso para superar la decadencia de España e impulsar su
mejor sepan hacer las cosas -con mayor eficacia y economía por parte de sus progreso y desarrollo económico. Nombres como los de Costa, Ganivet, Ortega
equipos humanos- con independencia del origen o nacionalidad de la empresa. o Giner de los Ríos, corrientes ideológicas asociadas a la Institución Libre de
Por ello, la competitividad y el poder mundial de un país depende cada vez más Enseñanza o a la evista de Occidente constituyen hitos relevantes para una
de las ideas que sus ciudadanos puedan aportar a la economía mundial y menos fecuiict~e· n de la vida política y económica de España. Espero que las
del dinero que ahorren e inviertan. recientes voces que se han alzado en nuestro país bajo la bandera de la
La misión económica de un país en el actual mercado mundial sin «regeneración» otorguen a esta palabra los hondos contenidos que le dieron
fronteras es, de acuerdo con el pensamiento de Reich, mejorar el nivel de vida nuestros humanistas del presente siglo.
de sus ciudadanos mediante su creciente contribución a la economía mundial y Por otra parte, es notoria la simpatía que incita en la entidad que me
no a través del aumento de rentabilidad de las empresas bajo pabellón nacional honro en presidir y en mi propia persona el pensamiento y doctrina que se
ni del incremento de las propiedades de sus ciudadanos en el mundo. Lo que contienen en esta obra. Por todo ello, confío que el libro de Reich contribuya a
cuenta y debería preocuparnos, concluye Reich, no es lo que tenemos sino lo que suscitar en muchos de sus lectores una honda preocupación por el papel que el
hacemos. fomento de la educación y la cultura pueden desempeñar no sólo en el bienestar
En clara referencia a su propio país, el autor subraya que las crecientes material de España sino en la vertebración de su sociedad.
desigualdades de renta guardan estrecha relación con las diferencias salariales
asociadas, a su vez, a los distintos niveles de formación de los ciudadanos. En JOSÉ MARÍA AMUSÁTEGUl DE LA CIERVA
última instancia, Reich atribuye la responsbilidad de estas desigualdades a la Presidente
incapacidad del sistema educativo de Estados Unidos para hacer llegar a «la Banco Central Hispanoamericano
inmensa mayoría» de los niños una formación adecuada. Una posible solución
práctica a este problema sería dedicar los fondos del llamado «dividendo de la
paz» (recursos que se yenían destinando a gastos militares) a inversión en
educación y formación profesional que permitan aumentar la productividad de la
población americana.
El pensamiento de Reich está presente en buena parte de los planteamientos
de la «Clintonomics», como se ha venido en llamar la política económica

14 15
· ::.:.•...•.•.•:;:;;.;

Estamos pasando por una transformación que modificará el sentido de la


política y la economía en el siglo venidero. No existirán productos ni tecno-
logías nacionales, ni siquiera industrias nacionales. Ya no habrá economías
nacionales, al menos tal como concebimos hoy la idea. Lo único que persistirá
dentro de las fronteras nacionales será la población que compone un país. Los
bienes fundamentales de una nación serán la capacidad y destreza de sus ciu-
dadanos. La principal misión política de una nación consistirá en manejarse
con las fuerzas centrífugas de la economía mundial que romperán las ataduras
que mantienen unidos a los ciudadanos -concediendo cada vez más prosperi-
dad a los más capacitados y diestros, mientras los menos competentes que-
darán relegados a un más bajo nivel de vida. A medida que las fronteras dejen
de tener sentido en términos económicos, aquellos individuos que estén en
mejores condiciones de prosperar en el mercado mundial serán inducidos a li-
brarse de las trabas de la adhesión nacional, y al proceder de esta manera se
desvincularán de sus colegas menos favorecidos. Este libro describe esta
transformación económica y el serio desafío político que la misma representa.

17
Su sagacidad, su prudencia y ambición expresan la diferencia entre prosperi-
II dad nacional y estancamiento. Desde luego, otros ciudadanos también deben
contribuir lealmente con su aportación. Todos deben trabajar laboriosamen-
te, ahorrar todo lo que puedan e inculcar en sus hijos los mismos hábitos de
sobriedad y esmero.
Con asombrosa regularidad escuchamos hablar del producto nacional
bruto, del balance comercial, de las tasas de crecimiento económico, de las re- Esta metáfora de la nave también se puede aplicar a otras economías
servas de una nación, de las tasas de desempleo, de la productividad nacional, como la japonesa, la alemana y la surcoreana, y así sucesivamente, incluyen-
del valor de los activos de una nación, de la rentabilidad de las empresas. Los do a todas las naciones del mundo -como parte de una gran flota de eco-
funcionarios políticos destacan algunas cifras COnorgullo; sus rivales señalan nomías nacionales que navegan en el mismo vasto océano. La velocidad y se-
otras (y ocasionalmente las mismas) con desánimo. Esto se ha transformado guridad de la propia nave depende en cierta manera de la velocidad y
en un deporte nacional. Cada nuevo conjunto de cifras y cálculos desata un seguridad de las demás (se requiere cierta coordinación para que no se pro-
frenesí de especulaciones: ¿ Vamos mejor o peor? ¿Algún otro país nos ha duzcan choques entre unas y otras o para que no encallen en los mismos ban-
aventajado? ¿Estamos tomando la delantera? ¿Qué puede significar eso para cos, además de que existen significativas ventajas en el hecho de venderles al-
nuestro futuro económico? La imagen y la palabra de numerosos comentaris- gunos de nuestros bienes a cambio de otros de los suyos), pero todos saben
tas que aparecen en la televisión (incluida la mía) despejan las principales que cada nave también compite con las demás en una regata internacional,
incógnitas. cuyo premio es el predominio económico. Las naves que llevan ventaja en un
Los optimistas recalcan permanentemente: ¡Consideremos la cantidad momento e la historia pueden quedarse atrás en otra etapa. Por eso debe-
de nuevos empleos! ¡Nos maravillamos de las pequeñas firmas emprendedo- mos estar arta.
ras! ¡Nos sorprende la cantidad de nuevas patentes de productos tan fascinan- Esta i agen, o algo semejante, ha sido lo que ha caracterizado la ma-
tes, como los anticuerpos monoclonales o las conexiones óptico-digitalesl nera con qu los norteamericanos y la mayor parte de las naciones del mundo
l'Tengamos en cuenta todo el capital extranjero que ingresa en el país a rauda- han llegado considerar su convivencia económica. El interés público se defi-
les como consecuencia de eso! ILa economía está en auge como nunca lo ne como crecimiento económico nacional; el bien común, como una eco-
había estado antes! En cambio, los pesimistas se lamentan por la falta de pro- nomía nacional sólida. Estamos ligados por los mismos intereses, si no es pa-
ducción. Se quejan del déficit comercial y de nuestra enorme deuda externa. ra hacer frente a la amenaza que representan los predadores extranjeros, al
Repudian la entrega de activos a los extranjeros. La economía se derrumba en menos por un destino económico común. Cada uno de nosotros depende de la
torno de nosotros. prosperidad económica de nuestra nación, la cual a su vez depende de la efi-
¿Quién está en lo cierto? ¿Estamos convirtiéndonos en más ricos o más cacia con que se desarrollen y movilicen los recursos de la misma.
pobres? ¿Hacia dónde vamos? La claridad de este punto de vista y sus alcances son sus únicas virtudes.
Eso depende de lo que se pretenda decir con "nosotros". Pero esta imagen es errónea.
Por debajo de toda esta discusión está la suposición de que nuestros ciu-
dadanos están todos embarcados en una misma nave, esto es en la economía na-
cional. Pero dentro de dicha nave existen diferentes niveles de ciudadanos (algu-
nos disfrutan de camarotes espaciosos mientras otros se apiñan en la tercera
clase). Sin embargo, todos somos impulsados y estimulados simultáneamente. El
más pobre y el más próspero, y todos los que están en el medio, disfrutan de los
III
beneficios de una economía nacional que se mantiene a flote, así como todos su-
frimos las consecuencias de una economía estancada.
En los Estados Unidos se piensa que el rumbo de la economía está en A falta de memoria, estamos condenados, como Santayana*, a repetir los
manos de cierto número de ciudadanos: el presidente de la Nación, el respon- errores del pasado. Pero la excesiva confianza en la memoria puede ser igualmen-
sable del Consejo de la Reserva Federal, algunos miles de directores ejecuti- te perjudicial. Aferrarse al pasado puede impedimos ver el presente, al no permi-
vos de las principales compañías, los dirigentes de las organizaciones labora-
les; y, dispuestos en torno de este grupo central, los ejecutivos de las firmas Santayana, George (1863-1952). Filósofo hispanonorteamericano. Preconizó un naturalis-
más pequeñas, los inversores y capitalistas, y una amplia gama de científicos, mo materialista, aunque influido por el idealismo platónico y los naturalismos de Lucre-
cio y Spinoza.
creadores y empresarios. Los norteamericanos dependen de esos "timoneles".

18 19
timos aceptar el cambio. En materia de organizacióneconómica y social somos es-
rrollo- en un porcentaje más alto del que registraron sus inversiones dentro
pecialmente susceptiblesa las ideas remanentes. En vistade que pocos de nosotros de los Estados U nidos.
tenemos ocasión de apreciar el conjunto de la sociedad, aprendemos a confiar en
El dinero, la tecnología, la información y los bienes traspasan las fron-
las imágenes tomadas del pasado. Algunas de dichas imágenes pueden ser signifi-
teras nacionales con una rapidez y facilidad sin precedentes. El coste para el
cativamente perdurables -en especial aquellas que son gratas. Pero una imagen
transporte de productos, transferencia y comunicación de ideas es cada vez
desactualizada puede ser peligrosamente engañosa.
más bajo. El manejo del capital está siendo transferido en los países más in-
Eso sucede con nuestra imagen de la economía nacional, en la cual to-
dustrializados, mientras las barreras comerciales se reducen. Incluso aquellas
dos "navegamos" juntos. La imagen representó una vez la realidad, pero ya no
cosas que los gobiernos tratan de impedir que penetren (como las drogas, la
es así. Su persistencia ha conducido a un diagnóstico falso de los problemas
inmigración ilegal) o que salgan (como las armas secretas), circulan de todos
sociales y económicos, y de los desafíos que afrontar. Ha desvirtuado la
modos.
polémica acerca del objetivo nacional. Los comentaristas económicos p~si-
Al mismo tiempo se ha producido una creciente diferenciación de los
mistas están tan despistados como los optimistas. Ambos parten de premisas
ingresos salariales entre los jefes y los empleados de las compañías. En 1960,
falsas.
el director ejecutivo de una de las 100 empresas no fmancieras más importan-
No hizo falta estar sobre avisode que la realidad había cambiado. Algunas
tes de los Estados Unidos ganaba, en promedio, 190.000 dólares anuales, o
manifestaciones del cambio se observaron fácilmente, tanto en los Estados U ni-
sea cerca de 40 veces el salario del trabajador de planta. Pagados los impues-
dos como en otras partes. Por ejemplo, ya no es un hecho insólito que las grandes
tos, ese director ganaba sólo 12 veces el salario de sus trabajadores. Sin em-
compañías no sean tan lucrativascomo lo fueron h~ceveinte años. Después ~e al-
bargo, haci fmes de la década de los ochenta, el director ejecutivo de una
canzar un máximo de aproximadamente ellO por ciento en 1965, el porcentaje de
compañía pe cibía, por término medio, más de 2 millones de dólares anuales
ganancias netas (después del pago de los impuestos) de las más grandes cmpañías
-93 veces el lario de su operario de planta. Después del pago de los im-
no financieras de los Estados Unidos declinó en 1970. Se recuperó algo entre 1982
puestos, dich remuneración era cerca de 70 veces mayor a la del trabajador.
y 1985, Yluego descendió nuevamente. Cuando se ajustó a la inflación, el índice
Esta vergencia se puede equiparar con la creciente desigualdad de in-
máximo del Promedio Industrial Dow Jones (de precios relativos) registrado en
gresos de blación en general. Entre 1977 y 1990, el término medio de los in-
los años ochenta, en realidad estuvo por debajo de su punto máximo de enero de
gres~tes del pago de impuestos) de la quinta parte menos favorecida de la
1966. Por otra parte, las (500) principales compañías industriales de los Estados
población disminuyó casi un 5 por ciento; durante el mismo período, la quinta
Unidos no lograron incrementar los puestos de trabajo entre 1975 y 1990, Ysus cu-
parte más favorecida aumentó sus ingresos aproximadamente en un 9 por ciento.
pos de mano de obra urbana cayeron del 17 por ciento a menos del 10 por ciento
La disparidad salarial es mayor aun entre el personal graduado universitario y el
durante el mismo período.
empleado que sólo posee título secundario, o no ha completado sus estudios. Es-
La mano de obra organizada se restringió a una pequeña fracción
ta tendencia no sólo se observa en los Estados Unidos; otras·naciones industrial-
de la fuerza laboral. En 1960, el 35 por ciento de los trabajadores no
mente desarrolladas muestran una divergencia análoga.
agrícolas de los Estados Unidos pertenecía a un sindicato. Hacia 199~, la
La diferencia en los ingresos también está en relación con el lugar en
cifra era del 17 por ciento. Con la excepción de los empleados del gob.ler-
que reside el personal. Hasta fines de la década del setenta, el promedio de in-
no el sector sindicado de la mano de obra apenas superaba el 13 por cien-
gresos de los habitantes de los diferentes estados y ciudades relativamente
to ~un porcentaje menor al registrado a comienzos de la década del tr~i~-
prósperos se han desarrollado aun más, mientras los más pobres comparativa-
ta, antes de que la Ley Wagner estableciera el derecho a la representación
mente mantienen su condición. Estas disparidades regionales también van en
gremial.
aumento en otras naciones -eso ocurre en Japón, entre Tokio y las prefectu-
Asimismo, se advierte una adquisición y participación extranjera cada
ras distantes, entre el sur y la región central de Inglaterra, entre el opulento
vez mayor en los activos productivos de los Estados Unidos. Hace algo más de
norte de Italia y el más primitivo sur de la península.
una década, en 1977, no menos del 3,5 por ciento de la capacidad fabril de los
Todas estas manifestaciones del cambio responden a la misma causa, que
Estados Unidos estaba en manos de extranjeros. Hacia 1990, los extranjeros
se analizará en las páginas siguientes. Los norteamericanos ya no aplican los mis-
ejercían un control efectivo sobre casi el 11 por ciento de la producción nor-
mos conceptos en materia económica (tampoco lo hacen otras naciones del mun-
teamericana y empleaban a más del 10 por ciento de la mano de obra local.
do), aun cuando prevalezca la imagen de la "nave"fijada en nuestra mente. El vie~
Mientras tanto las compañías norteamericanas invierten fuera del país a un
jo concepto resulta cómodo, sugiere solidaridad y propósitos nacionales. Pero SI
ritmo vertigino~o. Entre 1980 y 1990 las compañías ~acio.nales ~ncr~mentaron
vamos a estar todos juntos en esto, necesariamente tendremos que confiar los
sus activos en el extranjero -en nuevas plantas, equipos, investigación y desa-
unos en los otros.
20
21
IV El principal interrogante concierne al futuro de la sociedad norte-
americana, tan diferente de la economía de esta nación, y al destino de la ma-
yoría de los norteamericanos, que están siendo superados en la competencia
El propósito de este libro es dar una nueva perspectiva que refleje me- mundial. La respuesta dependerá del hecho de que aún exista suficiente preo-
jor las realidades de la naciente economía mundial y de las sociedades que se cupación en la sociedad para conseguir un sacrificio de todos nosotros -con el
propósito de ayudar a la mayoría a recuperar el terreno perdido y a participar
están formando como consecuencia de ello. En vista de que casi todos los fac-
plenamente en la nueva economía mundial. La misma disyuntiva afrontan
tores de producción -dinero, tecnología, plantas y equipos- se trasladan fácil-
otras naciones cuyas fronteras económicas están desapareciendo.
mente a través de las fronteras, el verdadero concepto de economía nacional
Esto no es simplemente una cuestión de seguridad nacional. Las tecno-
está perdiendo sentido, así como las nociones de empresa, capitales, produc-
logías modernas han ampliado el poder mundial. Incuso las naciones relativa-
tos y tecnologías nacionales. Una transformación similar se observa en otros
mente pobres ahora pueden financiar armamentos O costear una guerra. Es
países, en algunos más rápida y profundamente que en otros. Un ejemplo es
más bien una cuestión de objetivos nacionales. ¿Constituimos todavía una so-
el de Europa, que ha promovido rápidamente la alianza económica.
ciedad, aun cuando ya no tengamos una economía nacional? ¿Estamos vincu-
De modo que la respuesta a quiénes somos "nosotros" estriba en el úni-
lados por algo más que la producción nacional bruta? ¿o el concepto de na-
co aspecto de una economía nacional que es universal y relativamente estable:
ción-estado, como una cantidad de gente que comparte cierta responsabilidad
el trabajador nacional, la mano de obra de un país. El verdadero desafío
por su bienestar mutuo, ha sido superado?
económico que afrontan los Estados Unidos para los próximos años -lo mis-
mo que todas las demás naciones- es incrementar el valor potencial que sus
ciudadanos pueden agregar a la economía global, al promover sus habilidades
y capacidades, y perfeccionar los recursos para compatibilizar esas habilida-
des y capacidades con los requerimientos del mercado mundial.
Este no es un desafío competitivo en el concepto tradicional. Ya no hay
motivos en los Estados Unidos --o en cualquier otra nación- para proteger,
subsidiar o de algún modo privilegiar a sus compañías sobre las demás, como
sostienen algunos. No existen razones para reducir el gasto público y disminuir
los impuestos a fin de proporcionar a los ciudadanos de una nación más dine-
ro para invertir -un argumento frecuente entre aquellos que tienen una fe ca-
si ciega en el libre mercado. Tampoco la rentabilidad de las empresas o el éxi-
to de sus inversores mejoran necesariamente el nivel de vida de la mayor parte
de la población. Tanto las compañías como los inversores recorren el mundo
en busca de oportunidades lucrativas. Cada vez se desvinculan más de sus
países de origen.
. Los
. análisis económicos convencionales -producción nacional bruta '
crecumento económico, competitividad- no vienen al caso, ya que constituyen
di~gnósticos predecibles acerca del futuro económico. El punto de vista opti-
nusta es acertado -pero solamente para una pequeña proporción de los traba-
jadores de los Estados Unidos que resultan cada vez más valiosos dentro de la
economía mundial. En vista de que esos norteamericanos son poco más o me-
nos tan hábiles como sus colegas más talentosos de Europa o Japón, y cotizan
sus conocimientos en todo el mundo, hablar de un "desafío de los japoneses"
o de un "resurgimiento de los europeos" es desacertado. La opinión pesimista,
por otra parte, es acertada con respecto a la mayor parte del resto de la pobla-
ción, pero no tiene en cuenta a esta próspera minoría, que representa uno de
los más significativos progresos en la historia de la economía moderna.

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23
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1

En una sociedad civilizada todos dependemos los


unos de los otros.
SAMUEL JOHNSON
de Boswell's Life de S. Iohnson (1971)

La imagen conocida de una economía nacional cuyos miembros alcanzan el


éxito o fracasan juntos podría haber parecido novedosa para alguien que vi-
viera en el siglo diecisiete -incluso en Europa, donde la idea de nación-estado
se había desarrollado mucho antes. Ya antes del siglo dieciocho algunos reyes,
hombres de Estado o filósofos políticos se consideraban de algún modo como
responsables de una nación, o necesariamente relacionados con el bienestar
económico de su población. Sin embargo, la riqueza nacional estaba más rela-
cionada con la prosperidad de su soberano -de los reyes y reinas y de los ser-
vidores que planeaban, fmanciaban y dirigían los diversos proyectos para acu-
mular riquezas en el extranjero a fin de librar batallas y aumentar su poder y
prestigio- que con el bienestar de la población de esa nación. El patriotismo
significaba devoción al monarca antes que a los conciudadanos .
• 27
En el siglo diecisiete, J ean Baptiste Colbert, ministro de Luis XIV de las colonias podían fabricar sus propios productos o adquirirlos de una terce-
Francia, empleaba métodos para impulsar la economía francesa práctica- ra nación. (Al rechazar una ley de Pennsylvania destinada a subsidiar a los za-
mente idénticos a los utilizados por los japoneses, los coreanos, los alemanes pateros de la colonia, otra ley de Nueva York para impulsar la fabricación de
orientales, los taiwaneses, los franceses, y por todo gobernante norte- lonas y una ley de Massachusetts para promover la producción de lino, los ad-
americano respetable. Promovió y financió la construcción de caminos y ca- ministradores de las colonias inglesas observaron, sin dar excesivas explicacio-
nales; otorgó subsidios y exenciones fiscales a las compañías industriales más nes, que "la aprobación de leyes destinadas a alentar las manufacturas en las X"

pujantes (a los fabricantes textiles, de sedas y lanas, a las fábricas de tapices colonias, las cuales de ninguna manera interfieren con las manufacturas de es-
" y cristalerías); fundó una compañía comercial (la Compañía Francesa de las te Reino, siempre se ha considerado inadecuada y por lo tanto ha sido des a-
Indias Orientales) que podía transportar los productos de Francia a los con- lentada".5) Inglaterra también decretó, de acuerdo con las Leyes de Navega-
fines de la tierra. Instituyó medidas para garantizar la calidad, a fin de pro- ción, que únicamente las naves inglesas podían transportar carga a través del
mover la adquisición de productos franceses en el exterior; y, en líneas gene- Atlántico.
rales fomentó la exportación, mientras limitaba las importaciones. Pero a Desde luego, existían otros motivos por los cuales las colonias america-
diferencia de sus modernos seguidores, la motivación de Colbert no era me- nas anhelaban la independencia de Inglaterra. Pero si hubieran estado en con-
jorar el nivel de vida del individuo medio. Planeaba estos proyectos con el diciones de desarrollar sus propias economías, al margen de los requerimien-
propósito de acumular moneda, con la cual Luis XIV pudiera fmanciar sus tos mercantilistas de Inglaterra, la independencia podría haber ocurrido
guerras y mantener un gran ejército permanente. Para Colbert la lógica era mucho después, y quizá más pacíficamente.
evidente: "...todos saben que el poder y la grandeza de un Estado se miden
por la cantidad de riquezas que posee." En esta competencia mercantilista,
el progreso de un soberano era necesariamente a expensas del otro, ya que el
objetivo integral de esta empresa era obtener más poder que el potencial
oponente. "Es evidente que una nación sólo puede ganar cuando otra nación
pierde", declaró Voltaire?
El mercantilismo había sido el principio rector de las políticas
económicas nacionales durante trescientos años. Ya en 1462, Luis XI de II
Francia había restringido la exportación a Roma "de oro y plata, en moneda
o de otro modoj que pudiera ser extraído, producido y transportado desde
nuestro Reino". Y durante siglos, el desarrollo manufacturero fue conside- El cambio del mercantilismo al nacionalismo económico fue para-
rado (de acuerdo con los términos de un edicto publicado por Enrique IV an- lelo al cambio político del absolutismo a la democracia -un cambio que
;' tes de 1603) "como la única manera de detener el transporte de oro y plata avanzó a tontas y a locas desde el siglo diecinueve hasta el veinte, y sobre
fuera de nuestro Reino para enriquecer a nuestros vecinos't'' Al producir in- el cual un observador contemporáneo de Latinoamérica y de Europa del
ternamente lo necesario se podían conservar los metales preciosos dentro de este podría suponer que aún continúa. Con la difusión de las ideas e insti-
la nación. Al exportar los productos manufacturados se podían acumular aun tuciones democráticas, las metas políticas y económicas predominantes
más metales preciosos. cambiaron, al pasar del incremento del poder del soberano al mejora-
De acuerdo con esta misma lógica mercantilista, las colonias inglesas miento del bienestar de la población.
• en América, así como las colonias de todas las grandes potencias, servían pa- En muchos países de Europa Occidental y en las colonias america-
ra enriquecer al soberano. Proporcionaban materias primas baratas y ad- nas el impulso para el cambio provino de la naciente burguesía, integrada
quirían los productos terminados de la Metrópoli. Bajo ninguna circunstancia por comerciantes y banqueros que pretendían asegurar su propiedad y el
libre comercio, poniendo un límite a los privilegios de la aristocracia. En
Cita extraída de Colben and a Censury of French Mercanrilism, de Oi, W. Cole. Nueva York: gran parte de la Europa central y del este, el nacionalismo económico sur-
World, 1939, VOI.I,pág. 337. ge de los esfuerzos para hacer retroceder o derrotar a los opresores ex-
2 Citado en Civilization and Capualism; 15th-18th Ceniunes, de F. Braudel, Vol. 2. Nueva York:
Harper & Row. 1984,.P,ág. 205. tranjeros.
3 René Gandilhon, Politique Economique de Louis XI, (parís, 1941), pág. 416-17; citado en Brau-
de~op.cii
4 Del trabajo citado de Braudel. Extraído de Recueil Génó-al des A1lciennes Lois Francaises de 5 Cita extraída de Americall Capitalism: lIS Promise and Accomplishmetu, de L Hacker. Nueva
lsambert. York: Van Nostrand, 1957, pág. 23.

28 29
Esta evolución ocurrió antes en Inglaterra, donde las instituciones de- The nations not so blest as thee
mocráticas modernas echaron sus primeras raíces. Hacia el siglo dieciocho, la Must in their tum lo tyrants fall
Cámara de 'los Comunes se desarrollaba dentro de lo que el orador político Whilst thou shalt f/ourish great and free
británico Edmund Burke definió como "asamblea deliberativa", guiada por "la The dread and enry of them all.
razón general del conjunto"," Para Burke y un número creciente de sus compa-
triotas, una nación representaba un contrato -una forma de "asociación no sola- Las naciones no tan glorificadas como la tuya
mente entre aquellos que están viviendo en esa nación sino entre estos y los que Deben en su momento soportar tiranías
iació d e or d en moral; los ciudadanos
van a nacer. ,,7U na aSOClaCIn . tenían obligaciones Mientras la tuya prospera grande y libre
entre sí. Las instituciones democráticas proporcionaban los medios para inculcar Despierta el temor y la envidia de todas ellas.
y cumplimentar simultáneamente dichas obligaciones. El filósofo inglés John
Stuart Mili -principal representante del positivismo británico-, mantenía que la
democracia fomentaba el apego a los principios "a través de la mayor difusión y Los monarcas se convirtieron en el símbolo de una nación, en lugar
debate, según el cual no sólo algunos individuos sucesivamente, sino la po- de ser a la inversa. "God Save the King" (Dios salve al Rey), cantado por
blación en su conjunto era, hasta cierto punto, partícipe del gobierno".8 En suma, primera vez en el Drury Lane Theater de Londres, en 1745, tenía menos
las instituciones democráticas creaban a los buenos ciudadanos. que ver con la devoción al rey que con el amor a la patria. El compositor
Durante todo el siglo dieciocho, en Inglaterra y en el continente, la pa- Joseph Haydn quedó tan impresionado con el efecto emocional que tuvo
labra "patriota" se utilizaba con creciente asiduidad. Entonces, el patriota era' la canción en los ingleses (cuyas expresiones emotivas eran algo poco fre-
"aquel que, en un ~obierno libre, apreciaba su patria ... o más precisamente el cuente) que regresó a Alemania para escribir la música de lo que llegaría
bienestar público". El político inglés (y frustrado estadista) Henry Sto John, a ser el himno alemán "Deutschland, Deutschland, über- Alles." Estos him-
vizconde de Bolingbroke, advirtió el cambio en su ensayo de 1730, "The Spirit nos y sus compositores asumieron cualidades míticas. Los escolares fran-
. . ,,10, en e lcu al o b servó que todo ciudadano que fuera un verdade-
o fP atriotísm ceses aprendían cómo Rouget de LisIe había llegado a componer la "Mar-
ro patriota debería "dirigir todos sus pensamientos y acciones por el bien de sellesa" en 1792; los niños norteamericanos, cómo Francis Scott Key había
su nación" -esto es, "por el bien del pueblo", que él consideraba "la finalidad escrito "The Star Spangled Banner" en 1814. Las banderas nacionales de-
esencial y verdadera del gobierno". sarrollaron sus propias mitologías -la Unión Jack, la Tricolor (de Fran-
El patriotismo democrático mostró una influencia mucho más po- cia), la Betsy Ross y la primera bandera de los Estados Unidos. Los códi-
derosa de la que había tenido la lealtad al soberano. Consagrar la propie- gos de leyes nacionales y las constituciones se con irtieron en documentos
dad y la vida personal al monarca que vivía lujosamente instalado en un sagrados, como las tablas de Moisés.
remoto castillo parecía ser mucho menos inspirador (y menos razonable) La Revolución Francesa y la
ubsiguien guerras napoleónicas pro-
que sacrificarse por la propia nación. El nuevo modo de pensar encontra- porcionaron un estímulo adicional. Los pue los del centro y del este europeo
ba su expresión en los himnos nacionales, las banderas, las celebraciones habían llegado a interesarse por sus culturas nativas, en parte como reacción
públicas y las fiestas nacionales. En 1740 se publicó Rule Britannia con es- al predominio político de los austríacos y de los turcos y a la influencia cultu-
ta alentadora estrofa: ral de los franceses. Pero la cruenta revolución en Francia, seguida por las in-
vasiones armadas de Napoleón Bonaparte, hicieron que muchos grupos ad-
quirieran una clara conciencia de sus identidades nacionales. El político
6 De ReflectiotlS on thc RevoluJion in France, de Edmund Burke (1790); Nueva York: Penguin, italiano Giuseppe Mazzini les dijo a sus compatriotas que sus deberes para
1968, Vol. 2, pág. 221.
7 Ibíden,t! páj} 321. .
con la nación eran intermedios entre sus obligaciones con la familia y con
8 De Utilitonsm, On Libeny, and RepraelltaJive Govemmau, de J. S. Mill, Londres: Everyman's Li- Dios. El filósofo alemán Johann G. Fichte explicó a los alemanes que el espíri-
9
brary, 1910, pág. 243.
De H~ire ~ la LOllgue Francaise des Origilles a ]900. París: Renard, 1935, citado por B. Shafer
tu germánico era más noble que el de cualquier otra nación Los hermanos Y
en Natu!nlÚlSI1I: Myth I11IdReality, Nueva York: Haroourt, Brace & World, 1955. Grimm, fundadores de la filología moderna y de la lingüística comparada, re-
10 DeBolUlgbroke's Worlcs, de H. St. John, vizconde de BoIingbroke. Londres: T. Davies, Ed., 1775, corrieron toda Alemania en busca de las leyendas folklóricas, el Volksgeist de
Vol. 1. El movimiento nacionalista no inspiró a todos los intelectuales del siglo xvm. A medida
que prosperaba la idea de nación, también crecía la idea de que la gente tenía una obligación ma-
yor para con toda la humanidad. Thomas Jefferson y Benjamin Franklin se consideraban a sí mis- 11 En 1784, J. G. '<UnHerder, un teólogo protestante, pidió a los alemanes que dejaran de emular a
mos como ciudadanos del mundo; lo mismo Goethe, Schiller y Kant en Alemania; Voltaire Di- los franceses y desarrollaran su propio estilo nacional -ióU espíritu germánico común, o VoIksgeisL
derot y Helvetius en Francia; Goldsmith y Hume en Gran Bretaña Postulaban los derechos y Mantenía que los otros grupos nacionales también tenían su propio VoIksgeist, que ellos deberían
deberes universales del hombre. tratar de descubrir. (De Ideas on thc Philosophy 01 thc Histoey 01 Mallkind, 1784.)

30 31
Alemania. En toda Europa se desarrolló una conciencia nacional durante las producción total de la nación, de la cual dependía fundamentahnente su riqueza, él
décadas subsiguientes: polacos, húngaros, rusos, checos, eslovacos, rutenos, identificaba dos factores determinantes: en primer lugar~or de la ~~ción
rumanos, serbios, croatas, griegos, todos llegaron a tener un conciencia nacio- provechosamente utilizado; y en segun 0 "la capacidad, la destreza, y el cnteno con
nal, aun cuando carecían de una nación-estado propia. que se aplica generalmente el esfu~
3
1 -factores que son tan decisivos hoy como
Los ciudadanos patrióticos demostraron ser mejores soldados que los lo fueron hace dos siglos.
mercenarios pagados, especialmente para defender su propia nación. Los go- La mayor parte de las naciones cuyas economías iban a la zaga de la in-
biernos democráticos dependían además de una población comprometida y glesa adoptaron ideas más prácticas acerca de cómo mejorar las condiciones
educada. Por este y otros motivos, la formación de "buenos ciudadanos" llegó de vida de sus poblaciones, pero también aceptaron lo que propuso Alexan-
a ser una meta nacional legítima. Durante las últimas décadas del siglo dieci- der Hamilton, el primer secretario del Tesoro de los Estados Unidos bajo la
nueve se contaba con que los niños, tanto en Europa como en América, asis- presidencia de George Washington, en diciembre de 1791. El "Informe sobre
tieran a las escuelas públicas, donde estudiaban la historia de su nación y sus las manufacturas" de Hamilton fue uno de los cuatro informes que presentó al
héroes, aprendían a escribir y a hablar correctamente su idioma nacional, y ju- naciente Congreso de los Estados U nidos, y el único cuyas propuestas rechazó j,

raban su lealtad a la bandera nacional. Hacia fines de siglo, la educación libre dicho Congreso, puesto que requería un gobierno central demasiado influyen-
y universal se extendió hacia el este a través de los Balcanes hasta Rusia. te. (Los antifederalistas finalmente llegaron a un acuerdo con el argumento
del "Informe acerca del Crédito Público" de Hamilton, mediante el cual el go-
bierno federal asumía las deudas originadas por la Guerra de la Independen-
cia en los estados, pero solamente a condición de que la capital de la nación
fuese trasladada desde Nueva York a un área pantanos a cerca del río Poto-
mac, situada entre Maryland y Virginia. Se opusieron a su segunda propuesta;
"Informe acerca del Banco", que planeaba la creación de un banco central con
III autoridad para controlar la emisión de moneda, pero el presidente Washing-
ton siguió a Hamilton antes que a Jefferson y aprobó el proyecto. Por último,

lL La idea de que los ciudadanos de una nación compartían la responsabili-


7' dad por su ienestar económico era una consecuencia natural de este floreciente
su tercera propuesta, "Informe sobre el sistema monetario", que requería una
casa de moneda independiente además de moneda circulante, utilizando tan-
to el oro como la plata, suscitó escasa 0f.6sición.)
patriotismo El libro que mayor influencia tuvo en el siglo dieciocho, escrito por Con todo, los argumentos de Ha.nP:Iton, por los cuales la nación en su con-
el economista escocés Adam Smith, se denominaba -no por casualidad- La rique- junto debía respaldar el desarrollo de_~~~dustria, tuvieron r~percusión no sólo
za de las naciones (The Wealth 01Nations) un estudio sobre la naturaleza y las cau- en América sino en muchas otras nacione~urante dos centunas: una fuerte ma-
sas de la prosperidad de las naciones. En el mismo, Smith expone las principales nufactura como base incrementaría los "in esos generales y la riqueza de la na-
ideas que los conservadores "tories", los liberales "whigs", los partidarios del libre ción", ofrecería más oportunidades de empl o.:¡ consecuentemente estimularía la
comercio y los republicanos del siglo XX resucitaron periódicamente desde en- inmigración, atraería el capital extranjero y haríáa-la-eación más independiente y
tonces. Pero Smith no era un cosmopolita Si bien escribió acerca de los princi- poderosa. Una economía basada exclusivamente en la producción agrícola daría
pios económicos universales, su marco de referencia era decididamente nacional. como resultado "un estado de empobrecimiento, comparado con la prosperidad
Condenaba el mercantilismo inglés no porque impidiera la prosperidad de otras a la cual nuestras ventajas políticas y naturales nos permiten aspirar.,,14
naciones, sino porque provocaba que los ciudadanos británicos fueran más po- Sin embargo, una sólida base industrial no se podía improvisar de un día para
bres de lo que podrían haber sido de otra manera. el otro. Hamilton advirtió que los pequeños fabricantes de los Estados U nidos jamás
Tampoco desaprobaba en principio la intervención en los gobiernos cuando podían compararse con los más importantes y avanzados fabricantes europeos a no K
los intereses de la nación lo requerían. Opinaba que las leyes de navegación eran ser que fueran subsidiados y protegidos, por lo menos temporalmente. No había "nin-
"quizá las más razonables de todas las leyes comerciales de Inglaterra" porque "la de- guna propuesta para la cual el dinero público no estuviera más provechosamente
fensa es mucho más importante que la opulencia", y que Gran Bretaña debería ex- aplicado que para la adquisición de una mayor escala de la industria; ninguna consi-
pandir su imperio, apoderándose de islas desde "las Falklands a las Filipinas,,12(pun-
tos de vista con los cuales Margaret Thatcher coincidiría fácilmente). En cuanto a la
13 Ibídern, pág. LVII. 'amiü
14 Informe acerca de las manufacturas", de J. C. Hamilton (ed.), The Wooo of A/e:xmuJ.er H orl.
12 The WeaJrh of Nadons. Nueva York: Modem Library, 1937, pág. 400 Nueva York. 1850-1851. Vol. 7.

32
( 33
deración más valiosa que sumar esfuerzos a la mano de obra productiva." De modo Muchos oriundos del Oeste, como el estadista y orador Henry Clay,
que "es en interés de la sociedad ... proponer una inversión temporal-la cual será más de Kentucky, consideraban las obligaciones arancela!:ias como una fuente
que compensada por un incremento de la industria Y de la riqueza; por un aumento potencial de capitales para inversiones internas, como la construcción de
de los recursos y de la independencia; y por la posibilidad de un eventual abarata- canales y carreteras, que podrían vincular el Oeste con el resto de la na-
miento".15 ción. "Aun cuando aliente el mercado extranjero", mantenía Clay, "tam-
Hamilton recomendó fijar aranceles sobre los productos extranjeros, así co- bién nos permite crear un mercado local, y más oportunidades para el
mo subsidios a los fabricantes norteamericanos, pero daba preferencia a esto último. consumo de los productos de la industria norteamericana. Contrarreste-
Pensaba que los subsidios se podían retirar cuando ya no fueran necesarios, mientras mos la política de los extranjeros y retiremos el apoyo que ahora le damos
que los aranceles solían aplicarse hasta ucho después de haber desaparecido los .
a su industria . para estimu
. lId
ar a e nuestro propio" pars " .17 Cl ay era apasro-.
K motivos que los justificaban. Al parecer la industria había llegado a depender de los nado, y quizá persuasivo. "Existen pocos gobiernos -si es que hay alguno-
aranceles, y las empresas ignoraban sus ver deros costes. Los aranceles permitían a que no contemplen el establecimiento de fábricas locales como un objeti-
las empresas locales fijar sus precios sin preocuparse por las rebajas que pudieran ha- vo prioritario de su política nacional", declaró en el Senado, durante un
cer los competidores extranjerostfrónicamente, el aspecto del plan de Hamilton que debate sobre los aranceles, en 1832. "Cuando los hombres de fortuna ha-
suscitó más interés durante el s' o XIX fue su cauteloso requerimiento de un aran- yan logrado su objetivo de una inmediata o gradual destrucción del siste-
cel proteccionista. ma norteamericano, ¿con qué lo remplazarán? ¡Con e' mercio! El
requerimiento del libre comercio es tan vano como el reclamo inalcanza-
ble de un niño consentido en los brazos de su niñera. Eso nunca fue posi-
ble y jamás lo será.,,18 Las pasiones llegaron a ser tan encendidas después
de que el Congreso aprobó los aranceles en 1832 que una asamblea de Ca-
rolina del Sur impidió a los agentes federales recolectar los impuestos
dentro del estado, obligando de esta manera al entonces presidente de los
IV Estados Unidos, Andr ,Iv. Jackson, a despachar refuerzos a los destaca-
mentos de Fort Sumt y Moultrie, lo cual a su vez impulsó a la citada
asamblea reunir v untarios para defender al estado de la "invasión". La
Aparte de la esclavitud, los aranceles de importación se transformaron en el crisis pudo superarse solamente cuando Clay y su colega Whigs cedieron
tema económico más candente del siglo XIX en los Estados Unidos, estableciendo y acordaron reducir las tasas arancelarias.
en la nación líneas divisorias regionales. (Esto también evoca un encendido debate Después de la Guerra Civil, cuando las protestas de los demócratas
entre los académicos con algunas universidades, como la de Pennsylvania, que pro- del sur fueron apagadas por las celebraciones de victoria de los republica-
hibía a sus economistas apoyar el libre comercio, y otras que requerían su respaldo. nos del norte, las tasas arancelarias aumentaron nuevamente. ("No sé de-
La Universidad de Comell aparentemente no pudo compatibilizar los criterios y de- masiado acerca de los aranceles", dijo Abraham Lincoln, con su carac-
signó dos catedráticos, uno para que abogara por el libre comercio y otro por el pro- terística manera campechana, "pero lo que sé muy bien es que, cuando
r
teccionismo.) Los pequeños fabricantes de Nueva Inglaterra, Nueva York y compramos bienes manufacturados a los extranjeros, nosotros nos queda-
Pennsylvania, que pretendían estar protegidos de los exportadores europeos de pro- mos con los productos y ellos con el dinero. Cuando compramos produc-
ductos manufacturados, sostenían que la futura grandeza económica de la nación de- tos nacionales nos quedamos con ambas cosas" .19) Hasta 1913 el prome-
pendía de los aranceles. Por otro lado, los hacendados del sur, que deseaban estar en dio de aranceles sobre las importaciones fue a menudo cercano al 50 por
condiciones de adquirir maquinaria tan barata como fuera posible, de cualquier ori- ciento, incluso más alto sobre el hierro, el acero, los tejidos de algodón y
gen, consideraban los aranceles, de acuerdo con los justos términos del vicepresiden- las lanas. De hecho, ingresó tanto dinero en las arcas federales durante las
te John C. Calhoun, como "una inmensa obligación sobre una parte de la comunidad
para depositar el dinero en los bolsillos de otra".16
17 Cita de State Papas and Sppeches 0fI de Tarijf, de F. W. Taussig (ed.) Cambridge: Harvard Uni-
versity Press, 1892,pág. 275. .,
15 Ibídem. Albert Gallatin, uno de los sucesores de Hamilton romo secretario del Tesoro, comentó 18 Ibídem. El economista alemán Friedrich List llevó las ideas de Hamilton y Oay a A1emarua. En
en 1810los problemas que afrontaban los norteamericanos en los mercados debido a la compe- su trabajo National System 01 Political Economy (1840),sostiene que toda nación que pretenda
tencia británica.
ser próspera y civilizada debe desarroUar sus propias industrias y capitales financieros. Las altas
'l6 ita extraída de Which? Proteaion or Free Trade, de H. W. Furber (ed.) Boston: Boston Publis-
( tarifas serían necesarias, al menos para proteger las industrias nacientes.
~Compo"Y' 1888,pá. 551. 19 Ibídem, pág. 213.

35
últimas décadas del siglo XIX que las administraciones republicanas se que incurrían en eUos. "Los americanos", observó TocqueviUe, "acostumbran
encontraron en la comprometedora situación de contabilizar grandes su- explicar casi todas las acciones de sus vidas por medio del principio del in-
perávit en sus presupuestos. A fin de reducir los superávit y contribuir a terés propio bien entendido. Muestran con complacencia cómo mirar por sí
justificar la necesidad de un ingreso arancelario permanente, los republi- mismos les predispone constantemente a ayudarse entre sí, y les impulsa vo-
l' canos incrementaron considerablemente las inversiones en todo tipo de luntariamente a sacrificar una parte de su tiempo y bienes por la prosperidad
mejoras internas como las que había sugerido Henry Clay muchos años de la nación".21
antes: construcción de canales, carreteras, puertos, puentes y ferrocarri- Este es un razonamiento significativo. Los norteamericanos se han sa-
les. Por ejemplo, las compañías ferroviarias Union Pacific y Central Paci- crificado por el bienestar de la nación de buena gana porque -lo han decla-
fic recibieron 65 millones de dólares al contado para construir una Iínea rado reiteradamente- esos sacrificios son esencialmente en su propio bene-
férrea que uniera la Costa Este con la Oeste. ficio. Desde luego, esto no quiere decir que se carezca de patriotismo en los
Estados Unidos. El joven Tocqueville pudo dar testimonio del firme compro-
miso y solidaridad social entre los norteamericanos. Pero esos sentimientos
nacían, antes que nada, de su interdependencia. "Sería injusto suponer que el
patriotismo y el esfuerzo que cada norteamericano hace por el bienestar de
sus conciudadanos no es del todo si cero', observó Tocqueville. "Las institu-

v ciones liberales que poseen los itantes de los Estados Unidos y los dere-
chos políticos, de los cuales ha n tanto uso, le recuerdan a cada ciudadano,
de mil maneras diferentes, qu vive en una sociedad. A cada instante se gra-
ba en la mente la idea de que er útil al prójimo es tanto un deber como un
Quizás el aspecto más interesante del debate acerca de los arance- . é . ,,22
inter s propio.
les en los Estados U nidos haya sido la modalidad de argumentación utili- Pero, ¿qué pasaría si tales argumentos ya no resultaran convincentes?
zada por las partes: "A pesar de los sacrificios que pudiera ocasionar, ¿Qué sucedería si los norteamericanos Uegaran a depender menos entre sí, de
sería bueno para la economía nacional en su conjunto y podría redundar modo que los sacrificios ya no les beneficiaran personalmente? ¿Subsistirían
en beneficios para aquellos que pagan el arancel." Esto no apelaba al ho- las virtudes cívicas? Volveremos a analizar estos temas y las observaciones de
nor o al deber; cada sector de la nación recurría a los otros para saber cuál TocqueviUe en los siguientes capítulos.
era su interés. "El beneficio adicional de un progreso general para toda la
sociedad puede ser tan amplio como para justificar la inversión ... de capi-
tal en su ejecución," argumentaba Clay. Por ejemplo, para f¡romover las
mejoras que pueden ser financiadas mediante los aranceles. o
Los europeos del siglo XIX también habían empezado a considerar
sus economías nacionales en relación con el bienestar de sus poblaciones. Pe-
ro para justificar los aranceles, u otras estrategias que imponían gravámenes,
utilizaban otro tipo de argumentos. Un joven magistrado francés llamado
Alexis de Tocqueville, en gira por los Estados Unidos en 1831, observó la di-
ferencia. Señaló que en Francia, como en otros lugares de Europa, los sacri-
ficios se ofrendaban en términos de patriotismo y honor. El argumento euro-
peo habitual era "los hombres deben sacrificarse por sus congéneres porque
es honroso hacer tales sacrificios". Estos alegatos, según Tocqueville, eran a
menudo hipócritas. "Entre nosotros, los hombres fingen permanentemente
abnegación cuando en realidad no la sienten." En los Estados Unidos, en
cambio, los sacrificios se justificaban a la luz del interés propio de aquellos

21 Cita extraída deDemocracy in America, de Alexis de Tocqueville (traducción de F. Bowen; Nue-


20 Cita de uno de kJ6 discursos pronunciados por Oay en la Cámara de Representantes en 1818.
Se va York, 1862), Book 11.Cap. 8.
puede consultar en Wor*s o[ Henry CIay, de Calvin Colton (ed.) Nueva York, 1857,Vol. 5. 22 Ibídem. Book 11,Cap. 4.

36 37
Entre 1870 Y 1900, una serie de inventos, muchos de los cuales se
iniciaron en Inglaterra, se extendieron a toda Europa y América: la
máquina a vapor, la locomotora, el telégrafo, las turbinas eléctricas, y la
maquinaria de hierro y acero con partes intercambiables. Cada nación
jugó un papel decisivo en la transformación de la producción. Estas inven-
ciones hicieron posible fabricar todo tipo de cosas en gran escala, reu-
niendo materias primas y componentes provenientes de los lugares más
remotos. La fabricación, el montaje y la unión de las partes se efectuaba -
en grandes series dentro de enormes plantas. Luego se enviaban los pro-
ductos terminados hacia todas partes.
2 Las industrias mecánicas que procesaban el tabaco, los granos, el
jabón, y envasaban productos alimenticios incrementaron su producción
significativamente a través del uso de mecanismos de procesado continuo.
Una máquina elaboradora de cigarrillos desarrollada en 1881 era tan pro-
ductiva que sólo quince de ell.~~~' la demanda anual completa de
cigarrillos en los Estados Uroos. Procter & amble desarrolló una nue-
va máquina para la producción en masa de ja ón duro. La fábrica de ce-
rillas Diamond Match empezó a utilizar una máquina que producía y en-
vasaba miles de millones de cerillas. Las industrias que destilaban y
refinaban el petróleo, el azúcar, la manteca animal o vegetal, el alcohol y
los productos químicos lograron un considerable ahorro con las nuevas
tecnologías térmicas y químicas, las calderas de gran tamaño, las centrifu-
gadoras rotativas, los transformadores y los equipos de refinación y lami-
nado. Las compañías Standard Oil, American Sugar Refining y Carnegie
Steel, entre otras, alcanzaron una eficiencia sin precedentes. Las indus-
trias metalúrgicas se beneficiaron con una mayor y más eficiente cantidad
de máquinas y una más amplia variedad de materiales semiterminados. La
A pesar de todas las tentaciones fábrica de máquinas de coser Singer y Harvester International desarrolla-
De pertenecer a otras naciones ron su producción mucho más allá de lo previsto por las anteriores gene-
Siguió siendo un inglés raciones.
iEsencialmente, un inglés! En las primeras décadas del siglo XIX, el trabajador prome-
dio -que sembraba y cosechaba cultivos, aserraba, pescaba o utilizaba su
w. S. GILBERT y A. SULLIVAN, destreza con las herramientas manuales- producía un insignificante 0,3
H. M. S. PINAFORE (1978) por ciento más cada año. Hacia el fin de siglo, la productividad superó ca-
si seis veces ese porcentaje.i Los resultados fueron similares en los Esta-
dos Unidos, Gran Bretaña, Alemania y Francia. La producción de al-
godón y lana aumentó significativamente, como ocurrió con los
La idea de que los ciudadanos de una nación comparten un destino económi- implementos agrícolas, la fabricación de clavos, ollas, rifles, utensilios, ta-
co común llegó a ser más ampliamente aceptada durante las últimas décadas blas de lavar y cientos de otros artículos. La producción de hierro se du-
del siglo XIX. 1--atransformación operada en los métodos de fabricación y plicó entre 1870 y 1890; la de acero se multiplicó veinte veces durante los
transporte de bienes modificó los sistemas económicos locales, vagamente en- mismos años. Mientras los equipos de fabricación se continuaban perfec-
trelazados dentro de las redes nacionales, generando de este modo una com-
petencia mundial en la cual las primeras batallas fueron libradas entre las na-
1 Poreen taje estimado en Economic Growth and Structure, de Simon Kuznets. Nueva York: w. w.
ciones. Norton, 1965, págs. 305-327.

38 39
cionando y las plantas se expandían, el volumen de la producción aumen- 1864, bajó a 68 hacia 1890. Lo mismo sucedió en Europa, donde los precios caye-
taba. Solamente en los Estados Unidos, las inversiones en fábricas subie- ron casi un 40 por ciento entre 1870 y 1880. Una severa depresión económica
ron de 2.700 millones en 1879 a 8.200 millones de dólares en 1899; el im- afectó a gran parte de Europa y América en 1873. Otra situación similar se pro-
porte anual de los productos manufacturados en el país aumentó en los dujo en el verano de 1893, lo cual afectó a muchas áreas agrícolas, provocó el cie-
mismos años de 3.800 millones a 11.000 millones de dólares a valores cons- rre de miles de bancos, y dejó sin empleo a más de un cuarto de los trabajadores
tantes? urbanos no especializados," En muchas ciudades americanas y europeas esto tu-
Las redes ferroviarias y telegráficas dentro de los Estados Unidos vo consecuencias políticas. Una cantidad creciente de socialistas proclamaba el
complementaban la industrialización, al acelerar el transporte de materia- inminente fracaso del capitalismo. En las regiones agrícolas del Oeste de los Es-
les y productos desde y hacia las nuevas empresas. La nación contaba con tados Unidos, un exaltado grupo de populistas (enterados de la abundancia de
23 millas de líneas férreas en 1830. Hacia 1890 tenía 208.152 millas. Las plata en las minas de las Montañas Rocosas) exigían que la moneda corriente se
oficinas de telégrafo se instalaban una tras otra. Inventado en 1844, el revaluara a través del simple recurso de convertir el patrón oro en plata, una pro-
telégrafo tuvo aplicación comercial hacia 1847.3 Los sistemas telegráficos puesta que podría haber reducido sus deudas con los bancos del Este.y proba-
y las redes ferroviarias también se extendieron por toda Europa, coinci- blemente haber generado prosperidad para el Oeste.
diendo con el desarrollo de las economías locales. El transporte y la co-
municación regulares, más rápidos y confiables, eran esenciales para la
, producción en gran escala. A fin de cubrir los elevados costes fijos de
fábrica y maquinaria, las nuevas industrias dependían del flujo constante
de la producción hacia y desde las fábricas. Este flujo dependía a su vez
del intercambio previsible de materias primas y productos a través del sis- II
tema. Los fabricantes no podían darse el lujo de mantener grandes surti-
dos de mercaderías al final de sus procesos de producción, ni correr el
riesgo de que, repentinamente, se agotaran las existencias o la materia Una de las consecuencias más importantes del exceso de capacidad
prima. El ferrocarril y el telégrafo reducían estos riesgos y costes, permi- industrial fue su efecto sobre las políticas nacionales. Al menos, desde
tiendo a los fabricantes programar las entregas necesarias y vender sus que Alexander Hamilton había promovido el subsidio y la protección de
mercaderías directamente a los comerciantes mayoristas de todo el país. los nuevos fabricantes, la nación era consciente de la amenaza que repre-
Cuando la oferta de un artículo en particular crece más rápidamen- sentaban los fabricantes europeos para sus nacientes industrias. Ahora.>
te que su demanda, su precio suele declinar. Este es un principio elemen- ante el gran volumen de producción y el exceso de capacidad de la indus-
tal de la economía. Acaso sea el único principio cuya validez ha quedado tria , esa amenaza era más inmediata. Los fabricantes de ambos lados del
demostrada con persistente regularidad, y fue aplicado con exageración a Atlántico buscaban afanosamente nuevos mercados para su superabun-
fines del siglo XIX. Si bien la producción aumentaba, existía un buen dancia de bienes y estaban dispuestos a rebajar los precios para lograr una
número de consumidores dispuesto a adquirir los nuevos productos tan participación en dichos mercados. Alemania, Italia, Francia y Rusia au-
pronto estuvieran a su alcance. El consumo masivo es un hábito adquirido mentaron sus aranceles a fin de proteger a sus fabricantes de la rapacidad
de la sociedad moderna. Aun cuando el trabajador medio se desplazaba extranjera. No es para sorprenderse que los aranceles en los Estados Uni-
de las áreas rurales a las fábricas, el consumidor medio poseía la frugali- dos alcanzaran niveles aun más altos.
dad autosuficiente aprendida en su vida rural. Las redes de distribución Solamente Gran Bretaña, cuyos fabricantes eran los más desarrollados, y
minorista no estaban todavía en condiciones de atraer y reclutar a los por eso figuraban entre los principales beneficiarios del libre comercio, se resis-
compradores reacios dentro del gran grupo de los consumidores que la tió a unirse a esta escalada proteccionistas. Como resultado de ello, otras nacio-
nueva capacidad de producción requería. nes industriales (especialmente los Estados Unidos y Alemania) sometieron a ¡/(

El resultado predecible fue un descenso general de los precios. El índice Gran Bretaña a una estrategia similar a la que Japón adoptó medio siglo más tar-
de precios mayoristas, que se había elevado a 193 al terminar la Guerra Civil en de: al protegerse a sí mismos de la competencia extranjera, dentro de sus merca-
dos locales, podían vender sus bienes dentro del país a precios suficientemente al-
2 Cifras de Historical Suuistics ofthe Unaed Stases, Washington U.S. Government Printing Office, tos como para cubrir los costes y lograr una significativa ganancia. Después, una
1975. Vol!. págs, 201-224.
3 Datos proporcionados por Historical Statistics of the United Staies. Washington: U.S. Govern-
ment Printing Office, 1975, Vol. 2, pág. 731. 4 Ibídem.

40 41
vez establecida la escala de eficiencia, podían vender las partidas remanentes en
Estados Unidos en América Latina; Gran Bretaña y Alemania equipara-
Gran Bretaña a precios reducidos -de esta manera incrementaban las ganancias ron su destreza económica con la influencia mundial de sus naciones. La
mientras restaban participación en el mercado a los fabricantes británicos en su
importancia y la influencia de una economía nacional llegó a ser un sinóni-
propio territorio. El resultado previsible fue que, aun cuando la producción in-
mo de poder y determinación para ~ Una "gran influencia" signifi-
dustrial mundial creció entre 1870 y 1913, la participación de Gran Bretaña en el
mercado descendió del 31,8 por ciento a cerca del 14 por ciento; al mismo tiem-
caba una "gran economía". 1,.
La difusión del nacionalismo económico entre las naciones industrializadas
po, la participación de Alemania se incrementó un poco, mientras los Estados provocaba un sentimiento similar en todas las otras partes del mundo. El sometimien-
Unidos ampliaron su participación del 23,3 al 35,8 por ciento.5 La política de li- to de China a los grandes poderes persuadió a los líderes de la Restaur.ación Meiji en ..¡-
bre comercio adoptada por Inglaterra, como no dejó de advertir la prensa británi- Japón de que la supervivencia de esa nación dependía de su rápido desarrollo
ca, fue adecuada mientras los demás jugaron con las mismas reglas. Pero después económico. Solamente una economía moderna podía desarrollar y mantener un
eso mismo facilitó la "invasión económica" de los norteamericanos y alemanes," ejército moderno; solamente una economía que fuera comparativamente poderosa
podía garantizar la seguridad de la nación.8 Se consideraba que la educación, el de-
sarrollo industrial y la seguridad nacional estaban estrechamente relacionadas entre
sí. Medio siglo más tarde, Sun Yat Sen, que intentó derrocar la dinastía Manchú de
la China, fundamentaba su programa revolucionario sobre la base de un desarrollo
económico similar. Las naciones occidentales habían logrado ejercer su dominio so-
III bre China no sólo merced a su poderío militar superior, sino además por su prospe-
ridad económica, sobre la cual dicho poderío se sustentaba. En su proyecto "Desa-
rrollo internacional de la China", Sun Yat Sen rechazaba la propuesta marxista de una
distribución equitativa de la riqueza, en favor de una estrategia de desarrollo nacio-
Cuando el mercado local no podía absorber totalmente los nuevos productos nal financiada por Occidente, la cual ponía énfasis en la educación y la industrializa-
y los mercados extranjeros que producían bienes manufacturados estaban cerrados, ción. "Nuestro derecho al desarrollo económico se nos escapa de las manos ... Si que-
aún quedaba otra salida: las regiones y naciones más pobres El término "imperialis- remos recuperarlo... debemos utilizar inmediatamente el poder del Estado para
mo", con sus connotaciones más bien desagradables para la opinión pública en el pre- promover la industria, utilizar las máquinas en la producción, y proporcionar empleos
sente siglo, no aparece en los escritos de Karl Marx. Si bien se utilizó por primera vez a los trabajadores de la nación ...Tenemos que obtener préstamos de capitales extran-
en 1870, no se incorporó al léxico corriente hasta la última década del siglo, cuando jeros para desarrollar nuestros servicios de transporte y comunicaciones, y asesora-
las principales naciones industriales buscaban, en las regiones más apartadas del glo- miento y experiencia extranjera para aprender a manejarlos.,,9 Este punto de vista,
bo, potenciales mercados para su superabundancia de bienes. La competencia por que relaciona la seguridad nacional y la independencia con el desarrollo económico
esas "esferas de influencia" dio aun más validez al difundido concepto de que, en la de la nación, llegaría a ser predominante en-Asia, Africa y América latina, pero de
nueva era industrial, el éxito económico de una nación se lograba a expensas de otra. ningún modo fue universalmente aceptado entre las naciones colonialistas. Mahatma
Los políticos del momento se jactaban de llamarse a sí mismos im>' Gandhi rechazó los placeres que proporcionaba el bienestar material y calificó al sis-
perialistas. La expansión nacional, la influencia y el desarrollo económico tema industrial como "el símbolo dominante de la civilización moderna", lo cual re-
I se justificaban con el mismo pretexto. La "expansión territorial", explica- presentaba un "pecado capital".10
ba un funcionario del Departamento de Estado en 1900, "no es otra cosa En su libro Imperialismo, publicado en 1902, el economista británico J. A
que el subproducto de la expansión del comercio".7 Theodore Roosevelt, Hobson, después de analizar los acontecimientos que condujeron a la Guerra de los
en un feroz gesto de rapacidad, proclamó el destino imperialista de los Bóers en Sudáfrica, predijo que la derivación lógica de la competencia por los mer-
cados sería la contienda armada. Los empresarios, advirtió, optan por la guerra cuan-
5 Datos recogidos de The Viaorian Economy, de F. Crouzet. Lo'ndres: Methuen, 1982. do han agotado sus mercados locales y ya no tienen dónde vender sus productos. Co-
6 Hacia 1890, el ciudadano británico medio escuchaba una serie de declaraciones sensacionalistas mo sugiriera tres décadas más tarde John Maynard Keynes, Hobson instó a que las
acerca de la embestida económica de los británicos y alemanes, y sus funestas consecuencias pa_
ra Gran Bretaña. Entre dichos alegatos figura Made in Gmnany, de E Williams y American 111-
vaders, de Frederick MacKenzie (Londres 19(2). En forma y contenido, esas lamentaciones guar- 8 Cita de The State and Economic Eruerprise in Japan: ESSIlJ's in the Political Economy of Growth,
dan una notable similitud con las referencias a la "invasión" japonesa ofrecidas a los lectores
británicos un siglo más tarde. Princeton: Princeton University Press, 1965.
7 9 Sun Yat-Sen The Intemasional Developmeru ot China, Nueva York: Putnam, 1922.pág. 8.
Cita de The Tragedyaf American Dlplomacy, de W. A WiIliams. Nueva York: World, 1959,pág. 10 Cita del"Hi~d Swaraj", de The Collected works, de Mahatma Gandhi. Allahabad; Gobierno de
44.
la India 1963, Vol. 10,pág. 26.

42 43
naciones desarrolladas incrementaran su demanda interna, ampliando el número de las nuevas industrias manufactureras norteamericanas eran inmigrantes. Un
consumidores en condiciones de adquirir los bienes producidos dentro del país: "El estudio emprendido por el gobierno en 1908 mostró que, casi las tres quintas
reproche más convincente que se puede hacer a la economía vigente estriba en la di- partes de los trabajadores asalariados, en veintún sectores industriales de los
ficultad que los productores experimentan en todas partes para dar con los consumi- Estados Unidos, habían nacido en el extranjeroP Los nuevos inmigrantes
dores de sus productos ... Si la distribución de ingresos fuera tal que no requiriera un despertaron aun más los sentimientos nacionales. Ya entonces algunos norte-
ahorro excesivo, la inversión plena y constante de mano de obra y de capital se podría americanos pretendían cerrarles las puertas a los recién llegados. Convenien-
lograr dentro del país."ll Desde luego, Hobson no tenía manera de saber que la alter- temente, olvidaban que sus propios antepasados habían compartido el plato
nativa menos deseable que él proponía contribuiría quince años más tarde a la muer- con ellos, y se consideraban como verdaderos nativos americanos de Nueva
te o lesión de 20 millones de personas. Inglaterra. Los fundadores de la Boston Immigration Restriction League de
Boston, se empeñaron en 1893, en "impedir la destrucción de las costumbres
por una incontenible inmigración". Otros norteamericanos adoptaron un cri-
terio más constructivo. La meta consistía en desarrollar en los inmigrantes el
amor y respeto por la nacionalidad recientemente adoptada, junto con la ca-
pacidad para dominar el idioma y proceder como ciudadanos productivos.
Por eso, en los Estados U nidos, como en otras naciones donde recalaban, se
IV les exigía a los nuevos inmigrantes escribir y hablar el idioma nacional, y cono-
cer los principios básicos de gobierno, antes de ser otorgada la ciudadanía.14

El alto volumen de producción también estimuló el nacionalismo económico,


al provocar el éxodo de mucha gente de las poblaciones y áreas rurales hacia las ciu-
. dades, donde estaba expuesta a las maniobras políticas, a las noticias acerca de las in-
trigas internacionales, a las corrientes de inmigración que les recordaban aun más su
identidad nacional En 1870, menos del 8 por ciento de los trabajadores norte-
americanos estaba empleado en fábricas, mientras solamente uno de cada cinco vivía
v
en una ciudad de más de 8XX) habitantes. Hacia 1910, casi un tercio trabajaba en
fábricas, y cerca de la mitad de la población vivía en ciudades. La población de Nue-
va York se cuadruplicó entre 1860 y 1910. En 1860, Chicago tenía 109.260 habitantes; A comienzos del siglo XX, el nacionalismo económico había echado
hacia 1910 era la segunda ciudad de la nación, con 22Xl.<XX> habitantes. U En las t1o- profundas raíces en muchos lugares del mundo. Los ciudadanos de los Esta-
recientes ciudades industriales del mundo, la idea de nación adquirió un significado dos Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia, Japón y otros países
".
concreto. La palabra "nacionalismo", como "imperialismo", fue un producto de esa comprendieron que su bienestar personal estaba en relación directa con el po- •
época. La primera, utilizada al principio para denominar a los grupos de derecha en der económico de su nación. Patriotismo y nacionalismo económico estaban
Francia e Italia, hacia fines de siglo negó a significar expansión y competencia, dentro indisolublemente ligados. Las naciones competían entre sí. Y a pesar de la

( de lo cual la lealtad a la patria quedó asociada con las ambiciones nacionales.


Los trabajadores no sólo se trasladaron en gran número de las áreas ru-
rales hacia las ciudades, también se desplazaron hacia las principales regiones
industrializadas de otros países. En esos años, el 15 por ciento de la población
polaca emigró hacia Alemania en busca de empleos mejor remunerados. Ca-
convocatoria de Karl Marx a los trabajadores del mundo para que se unieran,
la lealtad nacional seguía siendo más fuerte, incluso entre la nueva clase tra-
bajadora urbana. Sobre el campo de batalla de las ambiciones económicas na-
cionales, el trabajador industrial era el nuevo soldado de infantería.

si la mitad de la población de Irlanda abandonó la Isla Esmeralda entre 1841


y 1911; muchos de ellos recalaron en Boston o N~va York. Hacia 1870, ingre-
saban en los Estados Unidos 280.000 inmigrantes por año; hacia fines de siglo,
13 Estimaciones de The hrunilJ"ationProbkm,deJ.JenksyJ. Lavek. Nueva York: Funk& Wagnalls,
el promedio anual superaba el millón. La mayor parte de los trabajadores en 1926, pág. 148. :
14 Muchos americanos se preguntaban si los nuevos inrnigrantes tendrían las cualidades de patrio-
tismo adecuadas. Según Henry Cabot Lodge, los inmigrantes del sudeste europeo introducían en
11 Imperialism, de J. A Hobson. Londres, 1'Xl2,pág. 112 América una forma errónea de patriotismo. Consultar el respecto JmmilJ"aJionandAmericani-
12 arras extraídas de HistoricaJ Statistic.softhe Vniied States. zation. Baston: Boston Publishing Co., 1920, pág. 55.

44 45
la gente del siglo veinte llegó a entender el propósito y la organización de Una eco-
nomía nacional. La solución era reducir la competencia interna, integrando la pro-
ducción dentro de grandes empresas radicadas en el país. Este fue el propósito
concluyente del nacionalismo económico: el bienestar de los ciudadanos debía es- •
tar en relación directa con el éxito de la economía nacional, la cual dependía a su
vez del éxito de sus grandes corporaciones.

3
II

Esta solución llegó de una manera más natural para los europeos, y posterior-
mente para los japoneses, de lo que lo fue para los norteamericanos. Las asociacio-
nes, cartels y convenios de los industriales para controlar precios y otras restricciones
sobre el comercio habían sido algo habitual en Europa y Japón desde la Edad Media.
Los monopolios de la corona británica, como laEast India Company, habían enrique-
cido al soberano. Quizá más significativo sea el hecho de que las burocracias estata-
les que se encargaban de movilizar los recursos y controlar el comercio estaban fir- 1<

memente establecidas en Alemania, Francia e Italia hacia 1870, Y en Japón veinte


años después. Cuando los mercados se volvieron incontrolables, los burócratas orga-
nizaron a industriales en grupos que coordinaban sus inversiones. Además, com-
partían el capital financiero, adquirían materias primas, comercializaban sus produc-
tos y fijaban los precios en forma conjunta. En vista de que la rebaja de precios podía
favorecer considerablemente a algún miembro que estuviera dispuesto a romper fi-
Debemos emprender una cruzada contra los pode- las, los burócratas contribuyeron con el inapreciable servicio de dictar normas para
res que nos han gobernado ... que han determinado prevenir ese tipo de deslealtad. De esta manera, hacia fines del siglo diecinueve, los
nuestras vidas [y] nos han sujetado con una camisa sectores recientemente industrializados de Europa y Japón quedaron bajo el control
de fuerza para hacer con nosotros lo que han que- de los equivalentes de los grandes consorcios, sindicatos, monopolios y asociaciones
rido. de bancos: zaibatsu, Grossbanken; grande industne, Grossindustrie.l
El traspaso de la competencia a la integración nacional fue mucho me-
WOODROW WILSON (1912) nos decidido en los Estados Unidos. Desde la época colonial, los norte-
americanos habían aprendido a desconfiar de los monopolios, las concesiones
especiales y otras prerrogativas reales. El abuso del poder económico era ca-
Ni los altos aranceles que impedían las importaciones extranjeras, ni las exclusivas si tan temido como el abuso del poder político. Así como era necesario refre-
"esferas de influencia" en las regiones menos desatrolladas del mundo pudieron re- nar la autoridad del gobierno -equilibrada entre los tres poderes, y dispersa
. solver el problema de la superproducción. Mientras los fabricantes competían entre las regiones, los estados y la nación- también el poder económico tenía
enérgicamente entre sí en sus mercados internos, sumando capacidad y rebajando
los precios, los márgenes de ganancia seguían siendo demasiado bajos para que las Para tener una idea más precisa de la evolución de los europeos hacia los grandes consorcios in-
empresas salieran adelante. Por eso surgió una tercera solución en las últimas tegrados, consultar "Mergers, Cartels, and Concentration", de Leslie Hannah en Law and tne
FOrma/ion o/ the Big Eruerpeises ;11 the 19th and Early 20th Centuries. G6ttingen, Alemania Occi-
décadas del siglo diecinueve; la cual, como las otras dos, determinó la forma en que
dental: Vandenhoeck und Ruprecht, 1979, pá~. 306-314.

46
47
que estar fragmentado, o así lo creía la mayoría de los norteamericanos. A di- aprovisionamiento. Ahora, la producción se podía concentrar en una o dos enormes
ferencia de Europa o Japón, en el siglo diecinueve los Estados Unidos no con- plantas, las operaciones se podían modernizar, la materia prima se podía adquirir a
taban con una burocracia administrativa con experiencia para regular los mer- granel con importantes ahorros. Todo el proceso de producción, a partir de la mate-
cados y alentar a la industria. La única dependencia de cierta magnitud era el ria prima, ahora se podía planificar. Las dificultades se podían eliminar o al menos
Servicio. de Correos, cuyos empleados estaban ya bastante atareados como pa- reducir, al equilibrarse el flujo de materia prima hacia los lugares donde se refinaba
ra asunur la pesada carga del planeamiento económico. o procesaba en cantidades cada vez mayores, y luego despachar los productos a los
Tampoco había jueces preparados como para sancionar monopolios y conve- mayoristas y minoristas sobre la base de un programa preestablecido. (Significativa-
nios. El derecho consuetudinario de las colonias, y más tarde de los estados, no con- mente, cuando las organizaciones no lograban alcanzar esta eficiencia, las firmas aso-
sideraba propicios 100 acuerdos entre empresas que daban lugar, en 100 términos in- ciadas sucumbían bajo su propio peso. Pocas personas recuerdan hoy lo que sucedió
ciertos pero inobjetables de la ley, a "restricciones del comercio". Casi tan pronto con los ambiciosos lanzamientos de U.S. Leather, National Wallpaper, Standard Ro-
como las nuevas empresas comenzaron a advertir las maneras de mantener sus pre- pe yTwine, o National Starch.)
cios y controlar la competencia interna, el interés común sugirió la aprobación de la
Ley Sherman (Antimonopolios) de 1890, que prohibía la fijación de precios y pre-
venía los "acuerdos" para la distribución del mercado. El lenguaje oficial de la ley ex-
cluía la "monopolización", pero el Congreso no definió qué era lo que se pretendía
significar con "monopolización" y, en todo caso, los acuerdos explícitos-habitualmen-
te bajo la forma de contratos por escrito- resultaron difíciles de erradicar.
No sería esta la última vez que una bien intencionada legislación tuviera en la III
práctica una consecuencia precisamente opuesta a la que se pretendía. Como las fir-
mas norteamericanas tenían prohibido acordar con otras acerca de 100 precios y los
mercados, el camino más fácil para ellas consistía simplemente en fusionarse dentro La gran integración de la industria norteamericana hacia fines de siglo
de grandes compañías, cuyos participantes podían coordinar precios y mercados con no logró silenciar el debate político. Así como el tema de los aranceles había
absoluta impunidad dentro de su propia organización. Esto dio lugar al primer gran sido predominante en gran parte del siglo diecinueve, los debates acerca del
auge de las fusiones dentro de los Estados Unidos, que produjo un gran impulso du- papel y la legitimidad de las grandes corporaciones norteamericanas prevale-
rante la última década del siglo diecinueve, y culminó en un estallido interno entre cieron durante la primera mitad del siglo veinte. Los defensores de las gran-
1898 y 1904. Aproximadamente un tercio de los activos industriales de la nación se fu- des corporaciones esgrimieron muchos de los mismos argumentos que habían
sionaron dentro de las 318 grandes compañías con una capitalización total de 7.300 utilizado para justificar los aranceles: eso era necesario, en vista de la compe-
millones de dólares. Los altos aranceles que el gobierno había impuesto sobre las ma- tencia extranjera (iBasta con considerar los monopolios y sindicatos de Euro-
t~rias primas y mercancías provenientes del extranjero alentaron una mayor integra- pa!); era un paso natural e inevitable en la evolución de la economía industrial
eón: las nuevas corporaciones preferían acumular partidas de los proveedores loca- (las reconocidas teorías de Charles Darwin proporcionaban la debida justifi-
~ les antes que pagarlas a precios protegidos, Por eso, cuando los aranceles impidieron cación para la tendencia económica de la época, según la cual el rico se volvía
a la compañía U. S. Steel obtener hierro en bruto y carbón a bajo precio de Canadá, más rico y poderoso por evolución natural); eso aumentó considerablemente
la firma adquirió todo el hierro y el carbón de los productores de Pennsylvania antes los rendimientos y aseguró los puestos de trabajo. En suma, las grandes cor-
que permitirles disfrutar de los beneficios adicionales del mercado protegido. poraciones eran el vehículo a través del cual se movilizaban y dirigían los re-
Así fue como nacieron las corporaciones en los Estados Unidos. Algu- cursos de la economía norteamericana. Eso traería prosperidad y grandeza a
nos de los colosos que surgieron ostentaban nombres que llegarían a ser la nación, al menos ese era el argumento.
, sinónimos de la industria norteamericana -firmas que reflejaban la inequívo- Muchos norteamericanos pensaban que dichos argumentos eran poco
ca identidad nacional a la cual aspiraban: U.S. Steel, American Sugar Refi- convincentes. Las grandes corporaciones podían ser eficientes, pero también
ning, American Telephone & Telegraph, American Rubber, United States parecían ser peligrosamente poderosas. Es probable que fueran el vehículo
Rubber, American Woolen, National Biscuit, American Can, American To- para movilizar los recursos nacionales, pero eran incontrolables para la na-
bacco, Aluminum Company of America, General Electric, General Motors, ción. Estaban a cubierto de la competencia, y con ello, de cualquier demanda
Standard Oi! y, más ampulosamente, International Harvester. específica del mercado; adeinás, estaban libres del control de las instituciones
, La gestión centralizada y las grandes dimensiones de estas corporaciones per- democráticas y, por lo tanto, inmunes a cualquier exigencia política que los
mitieron controlar más fácilmente y en mayor escala 100 mercados y las fuentes de ciudadanos les pudieran plantear.

48 49
Durante la primera mitad del siglo veinte las pasiones de la gente se
enardecían periódicamente por efecto de las dolosas maniobras de algunas IV
corporaciones que conspiraban contra los poderes políticos. "Los que contro-
lan el gobierno de los Estados Unidos son los capitalistas e industriales uni-
dos", declaró Woodrow Wilson en su campaña presidencial de 1912. "El go- Si las grandes corporaciones no debían -y en todo caso no podían- ser
bierno de los Estados Unidos es en este momento un hijo adoptivo de los desmembradas, ni sometidas a las reglas del mercado, ¿podían, a pesar de eso,
intereses particulares.f Veinte años más tarde, Franklin Delano RooseveIt volverse más confiables? En 1909, un joven periodista, experto en ciencias
formuló un planteamiento similar cuando responsabilizó de la catástrofe políticas, Herbert Croly, afirmaba en su obra -un éxito de librería- The Pro-
económica nacional a la "monarquía económica", señalando en primer térmi- mise 01American Lile que las grandes corporaciones americanas deberian ser
no a las grandes corporaciones, que fijaban los precios e impedían la compe- controladas por la nación y orientadas hacia metas nacionales. "La idea cons-
tencia.3 En cambio, los políticos europeos que promovían la gran integración tructiva que implica una política de reconocimiento de las corporaciones se-
económica de la industria europea -Otto von Bismark, David Lloyd George, mimonopolísticas es, desde luego, que estas se puedan convertir en agentes
Georges Clemenceau- se mostraban reservados acerca de los peligros del po- económicos ... inequívocamente, y por el interés económico de la nación", ex-
¡( der económico concentrado, su silencio presumiblemente era un reflejo de la presa en su libro. La regulación del Estado podría preservar los rendimientos
relativa indiferencia del público por el asunto. Con todo, las grandes corpora- en gran escala y "poner (la corporación) al servicio de un sistema económico
ciones siguieron siendo una obsesión para los norteamericanos. democrático nacional".5 El Nuevo Nacionalismo de Theodore Roosevelt
¿Cómo se podía controlar a esos gigantes? No se podían desmembrar adoptó la propuesta de Croly, que en la Primera Guerra Mundial se llevó a la
sin sacrificar la capacidad de producción en gran escala. En todo caso, como práctica.
enseguida lo advirtió la nación, los procesos antimonopolísticos pocas veces La Primera Guerra Mundial proporcionó a los norteamericanos su pri-
lograban el efecto deseado. Después de años de litigios, la Corte Suprema fi- mera experiencia en el planeamiento empresarial. Las funciones de gobierno
nalmente logró que Standard Oil y American Tobacco se desmembraran en que se darían por sentadas medio siglo más tarde tuvieron sus orígenes enton-
1911. Sesenta y cinco años más tarde ocurriría algo similar con AT&T. Pero ces. Una compañía financiera, War Finance Co., que suscribió préstamos ban-
por cada triunfo antimonopolístico hubo un gran número de procesos malo- carios para las industrias bélicas, fue el antecedente directo de la Reconstruc-
grados, sobre la base de tecnicismos que sólo un abogado especializado tion Finance Corporation, de Herbert Hoover en 1929 y de los diferentes ..J-
podría realmente apreciar: insuficientes evidencias en el intento de monopo- planes de préstamos respaldados por el gobierno y garantías que siguieron a
lizar; definición incorrecta del mercado pertinente, datos incorrectos acerca través del New Deal (Nuevo Trato, adoptado en la política interna de F. D.
de la participación en el mercado, ninguna prueba de concertación. El apasio- Roosevelt) y culminaron con la fianza de Chrysler en 1979 y la garantía de
nado interés que suscitó inicialmente en el Congreso el hecho de promulgar préstamo de 1989. La U.S. Housing Corporation, una compañía de construc-
una legislación antimonopolística -y que se manifestó ostentosamente en la ción confiscó tierras y construyó viviendas para el personal de defensa -inau-
retórica política durante una década-, se extinguió paulatinamente por la inin- gurando de esta manera la responsabilidad federal en la disponibilidad de vi-
terrumpida, tediosa e interminable serie de prolongados procesos. Las ideas viendas. Un comité sindical de guerra, el War Labor Board, después de
antimonopolísticas, que habían constituido un movimiento político, se convir- mediar en las disputas de la industria, se convirtió dos décadas más tarde en
tieron en una especialidad legal." un modelo dentro del sistema nacional de las relaciones entre la empresa y el
trabajador. La Fuel Administration, abastecedora de combustibles impuso la
"veda en la venta de gasolina los domingos"; la Food Administration, organi-
/ zación alimenticia fijó los precios para sus productos (bajo la administración
2 Chicago, 10 de octubre de 1912. De Papers and Speeches of Woodrow WilS'On, Princeton: Prinee- del presidente Hoover); una empresa naviera, la Shipping Board, supervisó la
ton University Press, 1926.
3 Filadelfia, 27 de junio de 1936. De Speeches of Franklin D. Roosevelt, Nueva York: Dutton, 1949. construcción de los buques.
4 Para apreciar la transformación de las ideas antimonopolísticas, de movimiento político en espe- Todo esto estuvo bajo la supervisión de la Comisión de Industrias Béli-
cialidad legal, consultar, 'What Happened to the Antitrust Movement?" de Richard Hofstadter .
en su libro The Paranoid Style in AmencOlI Politics and Other Essays, Chicago: U niversity of Chi- • cas, que prestamente abandonó la Ley Sherman (Antimonopolística) en fav~r'"
cago Press, 1952. de la cooperación industrial. La Comisión funcionó, de acuerdo con la definí-
Desde luego, esto no sugiere que las ideas antimonopolísticas hayan dejado de tener influencia
ción de uno de los participantes, como un "ayuntamiento de la industria nor-
significativa sobre la industria norteamericana. Pero a medida que el público perdió interés en el
asunto, los temores iniciales acerca de sus inexplicables conexiones con el poder político tuvieron
una importancia decreciente, hasta que finalmente desaparecieron en la década del ochenta. 5 De The Promise 01American Lile, de H. Croly. Nueva York: World, 1909, pags, 362-379.

50 51
teamericana". Su sucesión institucional se podría rastrear algunos años más podía jactarse con fundamento de que el ritmo que crecía la economía de su
tarde en los elaborados programas "de reorganización" de la industria norte- país alcanzaría al de los Estados Unidos antes de veinte años.)
americana, a través de las asociaciones comerciales de Hoover, en la desafor-
tunada Comisión Nacional de Recuperación de Franklin D. Roosevelt (que
sucumbió por las disputas internas, los precios concertados y la desconfianza
del público); seguida de una nueva y aun mayor Comisión de Industrias Béli-
cas instituida en la Segunda Guerra Mundial, y a través de los subsidios y los
convenios de producción de las décadas del cincuenta y sesenta que predomi-,
naban en los contratos militares, en las compañías petroleras, los bancos, las
v
aerolíneas y la mayor parte de las industrias aeroespaciales y de telecomuni-
caciones.
La planificación nacional también se intentó con aparente éxito, e in- Sin embargo, dentro del sistema nacional de planeamiento más ad hoc
cluso en una escala más ambiciosa, en muchos otros países durante las prime- de los Estados Unidos, el interrogante subsistía: ¿Cómo hacer exactamente
ras cuatro décadas de este siglo. Siempre que la supervisión del gobierno para que los presidentes y directores ejecutivos de las más grandes corpora-
quedó limitada a las industrias pesadas, que producían grandes volúmenes de ciones de los Estados Unidos se siguieran sintiendo responsables de las metas
los mismos productos, resultó relativamente simple establecer e imponer cuo- nacionales? El planeamiento en época de guerra era una cosa, pero, ¿cómo
tas para esto o aquello. En la década de los veinte, algunos norteamericanos podía operar el control político el resto del tiempo? En 1932, Adolf A. Berle y
contemplaban con más deseos que esperanzas el rendimiento comparativo del Gardiner C. Means, abogado y catedrático de economía respectivamente, pu-
sistema centralizado de producción nacional implantado por Benito Mussoli- blicaron The Modem Corporation and Private Property, que demostraba lo que
ni. El Wa/l Street Joumal expresó esta admiración en una rima: la mayoría de la gente ya sabía pero que no se le había revelado con tanto re-
alismo: esto es, que los altos ejecutivos de las principales compañías de los Es-
On formal etiquette tados Unidos, quienes controlaban los más importantes recursos económicos
He seems a trifle shy; de la nación y gozaban de la liberalidad del gobierno, no eran siquiera respon-
But when it comes to ''go and get", sables ante sus propios accionistas. Los directores ejecutivos manejaban las
He's some two-fisted guy. compañías "de acuerdo con sus propios intereses, y... desviaban una parte de
los activos corrientes para su propio uso"? La única salida, sugieren Berle y
En la ceremonia formal Means, era aumentar el poder de todos los grupos que dentro de la nación se
parece algo tímido y apocado; ven afectados por la conducta de las grandes compañías, incluyendo a los em-
pero cuando llega el momento de actuar pleados y consumidores. "Ni las reclamaciones de propiedad ni las necesida-
es un individuo decidido. des de control pueden ir contra los supremos intereses de la comunidad", ad-
vertían los citados autores. "Solamente a la comunidad le corresponde
El comandante en jefe de la American Legion observó con orgullo que expresar su reclamación en voz alta y con claridad."g Berle y Means predije-
su organización se parecía en todo a la de Mussolini excepto en el nombre: ron que el ejecutivo empresarial del futuro llegaría a ser un administrador pro-
"No nos olvidemos que los fascistas son para Italia lo que la American Legion fesional, analizaron desapasionadamente dichas reclamaciones y les asigna-
es para los Estados Unidos.,,6 Mientras tanto los soviéticos establecían su pro- ron las correspondientes ventajas. "Es posible -en realidad es casi
pia forma de planificación nacional, con propósitos y éxito similares. La pro- fundaméntal si el sistema empresarial está destinado a subsistir- que el 'con-
ducción industrial había crecido vertiginosamente en Rusia; solamente el ren- trol' de las grandes compañías se desarrolle dentro de una tecnocracia abso-
dimiento de acero tuvo un incremento anual sostenido de casi un 9 por ciento lutamente neutral, en la cual se equilibren las diferentes reclamaciones de los
durante la década del cincuenta. (En efecto, hacia 1959 Nikita Krushchev variados grupos de la comunidad y se les asigne una porción de los ingresos
sobre la base del interés público en lugar de la codicia privada.,,9

6 . ata extraída de ProfossiotlOl Patriots, de Norman Hapgood (ed.) Nueva York: World, 1928, pág. 7 De Tbe Modem CorporaJion and Privase Property, de A. A. Berle y G. e Means. Nueva York:
62. Otras alabanzas al régimen de Mussolini se pueden consultar en "American Reactions to lta- Macmillan, 1932, pág. 300.
lian Fascism, 1919-1933" de John Booth Carter (tesis de graduación Ph. D., Universidad de Cali- 8 Ibfdem, pág. 3U.
fornia, 1953). 9 Ibídem.

53
52
Este ideal de gran empresa, considerado como un recurso nacional ma-
nejado por profesionales responsables ante los diferentes grupos nacionales,
parecía estar al alcance de la mano, mientras el New Deal respaldaba las posi-
ciones pactadas por los diferentes grupos afectados por las decisiones empre-
!
sariales. Con la Ley Wagner de 1935 los trabajadores adquirieron el derecho
~ de establecer sindicatos obreros y suscribir convenios colectivos. Los pe-
queños inversores obtuvieron protección a través de las leyes de Cambio y Va-
lores de 1933 y 1934. Los comerciantes minoristas lograron poder de ne-
gociación frente a las grandes cadenas de tiendas mediante la Ley
Robinson-Patman, y formularon las leyes para los acuerdos de regulación de
precios (fair trade). Y así sucesivamente. Este "contrapeso de poderes,,10 legi-
timaría el papel y el propósito de las grandes compañías en los Estados Uni-
4
dos. En forma gradual, los altos ejecutivos de las compañías más importantes
llegarían a considerarse como los "estadistas empresariales", responsables de
equilibrar las necesidades de los accionistas, los empleados y el público norte-
americano. Inesperadamente, el público también llegó a compartir este punto
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En los años cincuenta, el bienestar personal de los ciudadanos, la prosperidad


de la nación y el éxito de las principales compañías del país parecían estar in-
disolublemente ligados. La mayor parte de los problemas acerca de la función ,-
de los gigantes empresariales dentro de la sociedad norteamericana había si-
do resuelta. No hay nada como el éxito para silenciar el debate político. No
por casualidad en esta década las empresas y los dirigentes políticos se enfren-
taron por primera vez con la industria nacional. Sus impresiones iniciales han
demostrado ser considerablemente duraderas; el pensamiento residual es
muy persuasivo para aquellos cuyas opiniones obsoletas son compartidas por
socios y amigos.
Para prevenir cualquier retorno a los controles aplicados en los tiem-
pos de guerra, a las seducciones del estatismo o del comunismo, la comunidad
empresarial lanzó a mediados de siglo una fogosa campaña de relaciones
10 De American Capitalism: The Theory of Countervailing Power, de John K Galbraith. Boston: públicas, promocionando las maravillas del sistema capitalista. La compañía
Houghton Mifllin, 1952. General Motors produjo en Hollywood una película de largo metraje que ilus-
54 55
traba las ventajas del capitalismo norteamericano. Las carteleras erigidas por salir al país de la Depresión; las industrias norteamericanas habían llevado a
el Advertising Council proclamaban los beneficios de la libre empresa y los cabo una inesperada hazaña en términos de producción; los dirigentes empre-
perjuicios de la planificación estatal. La National Association of Manufactu- sariales se distinguían por sus servicios a la nación. Ahora, hacia el final de la
rers distribuyó gratis a cientos de miles de trabajadores una revista de tiras guerra, los altos niveles de desempleo previstos no llegaban a concretarse y la
cómicas donde se explicaba que la Revolución Norteamericana había sido producción se intensificaba cada vez más. Los efectivos del ejército regresa-
provocada por los "planificadores" del gobierno inglés.El presidente de la or- ban para establecer sus familias, adquirir viviendas con los préstamos subsi-
ganización resumió la preocupación imperante: 'El desafío actual, la extrema diados por el gobierno (en 1950, las parejas jóvenes se mudaban de casa a un
necesidad actual es vender -revender, si se quiere- a los norteamericanos li- ritmo inusitado de 4.000 por día), y proveerse de lavavajillas, secadores de ro-
bres la filosofía que nos ha dado la libertad, a nosotrosy a nuestra economía." pa, hornos eléctricos, máquinas de lavar, cochecitos de bebés, refrigeradoras,
Estos esfuerzos eran rigurosamente necesarios. Si bien los norte- aparatos de televisión y de aire acondicionado. Y para rematar: al menos un
americanos a partir de la década de los treinta o durante la guerra albergaban automóvil en la puerta de cada hogar. La posesión de automóviles aumentó de
persistentes dudas acerca de la legitimidad de lasgrandes corporaciones o de 10 millones de unidades en 1949 a 24 millones hacia 1957. Al estimar el Indice
la viabilidad del capitalismo en sí, tales dudas fueroneliminadas por la repen- de Precios al Consumo de 1951, incluyendo todos los artículos que se contem-
tina prosperidad de los años cincuenta. Incluso los críticos más vehementes plaban dentro del costo de la vida para las familias de "ingresos moderados",
quedaron convencidos desde ese momento. DavidLilienthal, un planificador la Agencia de Estadísticas Laborales consideró por primera vez los aparatos
del New Deal, escribió entusiasmado en su libro Big Business: A New Era, pu- de televisión, las tostadoras eléctricas, los alimentos congelados, los alimentos
blicado en 1953: "Nuestra superioridad productiva y distributiva, nuestro éxi- enlatados para bebés, las lociones para el ondulado permanente y la asisten-
to económico, descansa en nuestra grandeza." Richard Hofstadter, cuyas cia médica de grupo -una serie de necesidades de reciente cuño que incitaron
crónicas históricas habían abordado ocasionalmentelas cualidades menos ad- al New York Herald Tribune a preguntar, "¿Por qué no caviar?,,5
mirables del capitalismo norteamericano, ahora abrazaban la idea de la gran Desde luego, la producción en gran escala iba a la par del consumo
empresa: "El dirigente de una gran empresa debe destacarse por su dis- masivo. Finalmente, se había llegado a la sociedad que había vaticinado J. A. -
cernimiento y su urbanidad, en contraste con el pequeño 'empresario, quien Hobson medio siglo antes -una que había encontrado su propio mercado in-
con más frecuencia demuestra ser un obstinado empleador antigremialista, un terior. Los norteamericanos consideraban que consumir era una obligación
intolerante y antiguo opositor de las ideas liberales,un promotor de los gru- patriótica, y pensaban que el propósito de la economía norteameriana era ha-
pos de control, y un fanático de las derechas.,,3Larevista Fortune efectuó una bilitarlos para eso. "La recuperación económica, tanto la personal como la
encuesta de opinión pública en 1953, la cual mostróque la gran mayoría de los nacional, no tiene nada que ver con el hecho de escatimar los gastos", procla-
norteamericanos estaba de acuerdo con la gran empresa, y concluye con su maba en 1953 un anuncio publicitario de Gimbels, la gran tienda de Nueva
acostumbrado entusiasmo, que "la públicamente reconocida corporación ... se York. "La supervivencia económica depende del consumo. Si usted quiere
ha convertido en el fenómeno más destacable delcapitalismo de mediados de comer más pasteles mañana, coma más pasteles hoy. Cuanto más consuma,
siglo. La magnitud de las empresas está llegando aser aceptada como una par- más tendrá.,,6 El presidente del Consejo de Asesores Económicos de Eisen-
te integral de una gran economía. Ante cualquier crítica que se les pueda ha- hower institucionalizó este propósito: El "objetivo fundamental de la eco-
cer en teoría, las grandes corporaciones han logradopasar la prueba de distri- nomía norteamericana", anunció solemnemente, "es producir más bienes de
buir los bienes".4 consumo".?
Mientras las demás principales economías del mundo se deterioraban
durante la Segunda Guerra Mundial, la de los EstadosUnidos progresaba len-
r tamente. Las inversiones del gobierno, en una escalasin precedentes, hicieron

1 Transcripción de una cita de la revista Fortune, setiembre de 1950,pág. Tl.


2 De Big Business: A New Era, de D. Lilienthal. Nueva YorlcWorld, 1953,pá~ 4?, 190.
3 ata de The Paranoid Style in American Politics and Other &trjs, de R Hofstadter. Chicago: Edi-
torial de la Universidad de Chicago, 1952. 5 En el ejemplar dell? de enero de 1951, pág. 18.
4 De la revistaFonune de octubre de 1955, pág. 81. La misma tendencia se observa en una encues- 6 Revista Fortune, de diciembre de 1953, pág. 99. . .. •
ta efectuada por el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Michigan en 1951. 7 De la revista Foaune de setiembre de 1953, pág. 94. Un famoso banquero inversiorusta de la epo-
Cuando se pidió una caracterización general de las consecuencias sociales de la gran empresa. ca planteó el asunto aun menos ambiguamente: ·No adquirir poder, sino adquirir; no p~ucir,
más del 75 por ciento de los encuestados coincidió en que"lo!iaspectos positivos importan más sino consumir, son los factores decisivos en la economía" ata de The Standards We Raise: The
que los negativos", Consultar BigBusiness aS" the People See]: Universidad de Michigan, 1951. Dynamics of Consumption, de Paul Mazur. Nueva York: World, 1953, pág. 29.

56 57
empresas de servicios que satisfacían las necesidades de las corporaciones cen-
II trales -bancos, compañías de seguros, empresas de ferrocarriles y grandes co-
merciantes minoristas, como Sears, Montgomery Ward, y J. C. Penney. Alrede-
dor de estas, como los anillos de Saturno, ~staban los cientos de miles de
La economía norteamericana de los años cincuenta fue la propulsora pequeñas empresas que cubrían los nichos del mercado con productos especiali-
de la producción en masa. Sus características determinantes todavía se man- zados que no podían ser fabricados eficiente mente en gran escala, junto con los
. tienen firmemente en la memoria colectiva de los norteamericanos. Si bien es- pequeños minoristas comprometidos en el marketing o la venta de los bienes de
ta imagen casi no guarda relación con la manera en que la economía se ha or- producción masiv~El resto de la economía privada comprendía a los restauran-
ganizado en la actualidad, continúa condicionando el pensamiento de muchos tes, los estudios jurídicos, las peluquerías, las inmobiliarias y los demás ocupantes
americanos en este fin de siglo. de la típica calle comercial, y un declinante número de familias de agricultores. A
En su centro se ubicaban las quinientas principales compañías que a diferencia de las corporaciones centrales -cuya producción total se podía planear
mediados de siglo produjeron cerca de la mitad de los rendimientos industria- anticipadamente y vender con bastante certeza a precios predeterminados-, es-
les de la nación (aproximadamente un cuarto de la producción industrial del tas empresas periféricas estaban sometidas a las fluctuaciones del mercado. Fren-
mundo libre), y que poseían casi tres cuartos de los activos industriales de la te a la continua amenaza de la competencia, sus propietarios y empleados vivían
nación, que eran responsables de alrededor del 40 por ciento de las ganancias una existencia relativamente precaria.
empresariales, y que empleaban a más de uno de cada ocho trabajadores no Por su magnitud y el papel importante que jugaban dentro de la eco-
rurales del país. Las más grandes de esas compañías eran verdaderamente nomía, las corporaciones centrales llegaron a identificarse -tanto en los Esta-
grandes. Las primeras ~eintiocho proporcionaban cerca del 10 por ciento de dos U nidos como en el resto del mundo- con la economía norteamericana en
toda la ocupación industria1.8 Solamente General Motors, la mayor compañía su conjunto. Eran los líderes de la economía nacional; el éxito de esta era el
industrial del mundo, era responsable del 3 por ciento de la producción nacio- suyo propio. Eran la economía norteamericana
nal bruta de los Estados Unidos en 1955, equivalente a casi la totalidad de la Los grandes edificios donde tenían su sede las corporaciones centrales cons-
producción nacional brata de Italia (a pesar de las previas alabanzas de Wall tituían los santuarios del capitalismo norteamericano, representaban el poder y la es-
Street a Mussolini). Ese año, el muy difundido programa de expansión de Ge- peranza de la nación: las oficinas centrales de General Motors en Detroit, el colosal
neral Motors estuvo incluso destinado a prevenir una depresión nacional de la edificio de RCA en Nueva York, la sede de Lever, la torre de Chrysler. Sus logotipos
industria.9 Standard Oi! de Nueva Jersey y AT&T tenían cada una ingresos empresariales y sus eslóganes recordaban a los consumidores de todo el mundo el di-
mayores que los de Dinamarca. namismo de la industria norteamericana. U.S. Steel escogió desenfadadamente como
Este conjunto de compañías centrales estaba a su vez dividido en dos o tres lema para su compañía: "As steel goes, so goes the nation" (Según marcha el acero, •
grupos dentro de las veinte o treinta principales industrias de los Estados U nidos, marcha la nación.") (Advertida por su oficina de relaciones públicas sobre el hecho
para los cuales las compañías centrales establecían las normas industriales, los de que el lema podría generar críticas ante una eventual depresión económica, la fir-
. precios, los salarios y los métodos para la producción de altos volúmenes. La in- ma revirtió la frase algunos años desEués: ':45 the nation goes, so goes steel." "Según
dustria del acero estaba Iderada por tres gigantes: U.S. Steel, Republic y Bethle- marcha la nación, marcha el acero.")
hem. La industria de los aparatos y artefactos eléctricos, por dos -General Elec- El ex secretario de Defensa de los Estados Unidos, Charles E. Wilson
tric y Westinghouse-; en productos químicos,sobresalían Du Pont, Union ("Engine Charlie", "Charlie Motor") -presidente de General Motors cuando
Carbide, y Allied Chemcal; en alimentos procesados, General Foods, Ouaker Eisenhower le propuso el cargo en 1953-, ante la pregunta de un periodista
Oats, y General MilIs; enla industria del tabaco, R. J. Reyoolds, Liggett & Myers, acerca de si sería capaz de tomar una decisión en interés de la nación y con-
y American Tobacco; en losmotores a reacción, General Electric y Pratt & Whit- traria a los intereses de General Motors, respondió que podría hacerlo pero
ney; en la industria automotriz, General Motors, Ford y Chrysler; y así sucesiva- que esa disyuntiva jamás podría plantearse. "No puedo concebirla, porque du- •
mente, a todo 10 ancho de la industria norteamericana. rante años he pensado que lo que era bueno para nuestra nación lo era tam-
\..§!t torno de esas corporaciones centrales estaban dispuestos varios miles bién para General Motors, y viceversa. No existe tal disyuntiva. Nuestra com-
de compañías industriales, grandes pero no gigantescas, y algunas importantes pañía es demasiado importante. Contribuye al bienestar de la nación."ll

8 Datos de "The Measurenent of Industrial Concentration", de M. A. Adelman. Review o[ Econo- 10 En la revistaFonune, de abril de 1950, pág. 91.
miesandS~, Nov. 1951, Vol. 32. 11 De Conjinruuion Hearingr on Charles E. lJ'íLwn as Secrerory of Defense, informe del Senado de
9 Time, 2 de enero de 1956,págs. 40-51. los EE.UU., 18 de febrero de 1953.

58 59
ces y media mayor que la clase empresarial... Esta separació~ e~tre .cl.a~: tra-
III bajadora y clase empresarial es lo que constituye la extraordinaria dlVl,slOne~
Middletown. El mero hecho de haber nacido de uno u otro lado de la línea di-
visoria formada aparoximadamente por estos dos grupos constituye el factor
.Las compañías centrales no sólo producían bienes a raudales, sino que tam- culturalmente más importante que influye sobre lo que el individuo hace dia-
bién generaban millones de puestos de trabajo que mejoraban las condiciones de la .
namente a lid
o argo e to d a su VIid a. 1114 .
. clase media norteamericana y a su vez ampliaban el mercado masivo para esos pro- Un libro de texto sociológico-editado en 1956-, 7heAmerican Class Structu-
ductos, A mediados de la década de los cincuenta, casi la mitad de las familias norte- re muestra cuán lejos habían llegado los Estados Unidos desde la división de clases.
iIIl1ericanasse sentía cómoda dentro de la categoría de la familia tipo (definida como de MiddletOWDen 1920, y atnbuye gran parte del cambio a la recién adoptada orga-
grupos que percibían un ingreso de 4.(0) a 7.(0) dólares libres de impuestos, en va- nización de la producción. Las grandes compañías del país habían hecho desapare-
loresde 1953). Significativamente, la mayoría de esas familias de clase media estaban cer la distinción entre aquellos que usaban las herramientas y los que vendían los ser-
encabezadas no por profesionales o ejecutivos, sino por empleados y obreros espe- vicios y las ideas, al crear un numeroso grupo de trabajadores especializados y
cializados o semiespecializados, que se ocupaban de los trabajos de oficina y de la semiespecializados, capataces, supervisores, gerentes y técnicos de mediano nivel.
producción de bienes en las grandes corporaciones. 'Todos son empleados, no patrones. Sus posiciones dentro del sistema dependen de
La prosperidad y crecimiento de la clase media fue uno de los princi- las normas burocráticas de ingreso y promoción; las empresas están llegando a asu-
pales logros del capitalismo americano, de los cuales las corporaciones cen- mir cada vez más la configuración de los servicios del gobierno. Un individuo escoge
trales podrían atribuirse el mérito. En 1929, el 5 por ciento de los norte- el nivel básico dentro del cual trabajará, de acuerdo con la cantidad y tipo de estudios
unericanos con más altos salarios percibían el 34 por ciento del total de los que haya realizado, el resto depende de la compete~cia burocrá~ca." El ~utor delli-
ngresos individuales, pero en 1949 su participación descendió hasta el18 por bro continúa mostrando de qué manera las burocracias empresanales teman un efec-
ciento ("a medio camino del equilibrio perfecto", señaló con entusiasmo el Na- to nivelador sobre los ingresos, mientras los peldaños inferiores eran elevados y los al-
lional Bureau of Economic Research).12 El1 por ciento de los que perciben tos estaban equiparados con la administración pública, al igual que las categorías de
el máximo de ingresos tuvo un descenso aun mayor, del 19 por ciento del total puestos. "Los ingresos están determinados por el desempeño funcional den~o de la
deingresos en 1929 al 7,7 por ciento en 1946,13 burocracia. La tendencia en la distribución de los ingresos ha apuntado hacia la re-
En los años veinte eso hizo pensar que el capitalismo norteamericano ducción de las desigualdades. Los patrones han recibido una parte más pequeña en
podía aplicarse a lo largo y a lo ancho de las clases sociales, un hecho que no relación con sus empleados; los profesionales y los empleados de oficina han ido per-
. sob 1 . b ,,15
e habría causado ninguna sorpresa a Karl Marx. Los sociólogos Robert S. diendo algunas de sus ventajas re os operanos y o reros. .
ynd y su esposa, Helen Merrell Lynd, después de estudiar las condiciones de La burocracia empresarial había creado una nueva y creciente clase
~'¡daen Muncie, Indiana (una pequeña ciudad de 35.000 habitantes que los media en los Estados Unidos, cuyos ingresos se basaban no en la posesión de
Lynd consideraron como representativa de los Estados Unidos y que denomi- activos, sino en la jerarquía burocrática. "La mayoría del personal somos em-
iaron "Middletown"), registraron una división diferente: "A primera vista es pleados", declaró el jefe de redacción de la.revistaLife ~n un discurso en 1952.
difícilpercibir alguna analogía en la vida cotidiana de una comunidad que pre- "Como individuos podemos tener una cantidad de propiedades, pero gcneral-
senta cerca de cuatrocientos modos diferentes de ganarse la vida ... No obstan- mente no son estas las que nos proporcionan los medios de vida. Sin embargo,
te, un análisis más profundo muestra que este problema se puede resolver si tampoco la posesión física o la propiedad de una co~p~~a es .el único motivo
esosmodos se agrupan en dos tipos de actividades. La gente que participa en por el que trabajamos. Trabajamos porque la orgamzacion misma ... ha llega-
ellasse designa a lo largo de este informe como la Clase trabajadora y la Cla- do a ser la umid a d d e pro ducci
uccion. ,,16
seempresarial. Los miembros del primer grupo, de una manera general, diri- En la década de los cincuenta, todavía existían amplias desigualdades
~n sus actividades principalmente a la realización de cosas y a la prestación
de servicios, utilizando herramientas, mientras los miembros del segundo gru- De MiddJewwn, R S. Lynd y H. M. Lynd. Nueva Yo~: Harro,urt, Brace, 1929,pags. 21-24.En
14
IX> dirigen sus actividades predominantemente hacia el público, a través de la 1935,Lynd regresó a Middletown para descubrir una CIudad mas unpo~ante, de 47.000habitan-
venta o promoción de cosas, servicios e ideas ... La clase trabajadora es dos ve- tes, cuyas principales corporaciones estaban centrahzadas d~ntro de uOl~des mayores que las ~e
antes, y estaban más subordinadas a las corporaciones nacionales. La dlSt,anCla e.ntre el trabaja-
dory el gerente -entre la clase trabajadora y la clase empresanal-, se habla ampliado.
De The American Class StTUClUll:, de J. Kahl. Nueva York: Holt, Rínehart, 1956,l?á~.109-110.
15 Consultar el trabajo de John Knox Jessup, de Harvard Business School, 7 de JUOlOde 1952.Ver
12 Publicado en la revista Fortune, de junio de 1951,pág. 67. 16
13 Datos de Historical Stausics 01 tire United States: Colonial Times to 1957, Washington: U.S. Go- también la obra citada de Hofstadter, pág. 218.
vernment Printing Offiee, 1966.

61
60
en los Estados Unidos. Los más desfavorecidos continuaban siendo casi invi- las tropas hacia ese objetivo Las compañías líderes deseaban producir un al-
sibles. La gente de color era abiertamente relegada a la condición de ciudada- to volumen de bienes, a un precio que cubriera los costes y proporcionara una
nos de segunda clase. Pocas mujeres se atrevían a aspirar a otras profesiones considerable ganancia. La producción se planeaba según metas preestableci-
que no fueran la enseñanza o la enfermería. (En 1957, United Airlines anun- das, y las ventas de acuerdo con las cuotas o cupos prefijados.
ció con orgullo que su servicio "executive" entre Nueva York y Chicago se ca- El sistema no era indiferente a las innovaciones. Pero los nuevos inven-
racterizaba por sus confortables butacas, su comida de restaurante, y por "no tos llegaban más rápidamente que el crecimiento. Los pequeños progresos no
admitirse mujeres a bordo, con la excepción de dos azafatas".)17 Sería necesa- se podían planear ni controlar eficazmente. Por otro lado, los grandes cambios
rio que pasaran décadas antes que esas barreras comenzaran a derribarse, aun requerían una preparación meticulosa. Los nuevos productos salían de los la-
cuando cada vez más norteamericanos se incorporaban a las grandes, firmes y boratorios o fábricas ya completados; Si los planificadores estratégicos y los
estandarizadas burocracias empresariales. vendedores introducían modificaciones en los mismos, todo el proceso de pro-
ducción debía ser alterado para adaptarlos. Debía instalarse una nueva ma-
quinaria, volver a configurar las líneas de montaje, recurrir a nuevos provee-
dores, nuevas campañas publicitarias y de marketing cuidadosamente
planeadas. La preparación' minuciosa era fundamental para la producciónde
alto volumen, ya que cada paso debía estar perfectamente sincronizado con
los demás. Además, n vista de que las grandes compañías de mediados de si-
IV glo reinvertían la mitad de sus ganancias en nueva maquinaria, equipos e in-
vestigación y desarrollo, no podían permitirse abordar un mercado poco re-
ceptivo. RCA pasó casi toda una década para desarrollar el primer aparato de
Las burocracias empresariales americanas se organizaron como las bu- television comercialmente accesible. Du Pont trabajó durante doce años para
_ rocracias militares, sobre la base de la realización eficiente de planes precon- introducir el nylon en su producción. A Union Carbide le llevó más de dieci-
cebidos. Quizá no sea una casualidad que los veteranos de guerra -que ocu- siete años lograr la hidrogenización de la hulla. Los ocasionales fracasos con
paron puestos en las compañías centrales en los años cincuenta- se adaptaran los productos, como ocurrió con el Edsel de Ford, se pueden mencionar sola-
tan naturalmente a la pirámide jerárquica que regía en ese entonces. Esta se mente como una excepción a la regla. (Un mal presagio, propio de la inmode-
describía casi en los mismos términos que las jerarquías militares: definición rada planificación: las primeras fotografías aparecidas en los diarios del ma-
de las cadenas de mando, de los alcances del control, clasificación de las ta- logrado automóvil, que se exhibía en la espléndida ceremonia de lanzamiento,
reas, divisiones y jefes de división, y procedimientos operativos para orientar en medio de los acordes de la famosa orquesta de Glenn Miller, le dieron me-
cualquier decisión. Cuando existían dudas se recurría al reglamento. Todas las nos importancia al vehículo que al estrado de los músicos ubicado en segundo
tareas se definían por anticipado, mediante rutinas y responsabilidades prees- plano, el cual ostentaba las iniciales -desafortunadamente célebres para
tablecidas. Los diagramas de la organización representaban gráficamente las Ford- de su director.)
jerarquías internas, comenzando por un amplio cuadro en el vértice que com-
prendía al director general ejecutivo, y prosiguiendo hacia abajo a través de
los niveles cada vez más bajos y numerosos. Como en el ejército, se ponía gran
énfasis sobre el mantenimiento del control -sobre la capacidad de los supe-
riores para inspirar lealtad, disciplina y obediencia incuestionable, y sobre la
capacidad de asimilación del subalterno.
El control absoluto era necesario, ya que los planes debían realizarse v
con exactitud. Y la exactitud era necesaria a fin de lograr rendimientos en gran
escala o volumen de producción, e imponer un control efectivo sobre los pre-
cios y los mercados. En este sentido también la similitud con la autoridad mi- En la cúpula de las grandes burocracias y dentro de un cuadro demasiado am-
litar era notoria. Como en una guerra, el planeamiento estratégico requería plio para cualquier diagrama de organización estaban los dirigentes empresariales, ,
determinar la posición de ataque y luego el plan para movilizar los recursos y que no perdían oportunidad de expresar -en términos que descnbían fielmente el
ideal propuesto dos décadas antes por Adolf Berle y Gardiner Means- que su tarea
17 De la revista Fonune, de mayo de 1957,pág. 106 consistía en equilibrar las necesidades de todos los individuos sobre los que influía la

62 63
corporación, lo cual incluía al público engeneral "La función del management", de- que esperaba incorporarse a las juntas de. algunas empresas "sólo para mante-
claró Frank Abrams, presidente de StandardOil de Nueva Jersey en un discurso pro- nerme en contacto con algunos viejos arnigos.,,)20 En síntesis, los dirigentes
nunciado en 1951, que era característico Cela época, "es mantener un equilibrio efec- empresariales de los Estados Unidos consideraban los problemas y oportuni-
tivo entre las demandas de los varados grupos directamente interesados ... dades que afrontaba la nación casi de la misma manera, porque pensaban del
accionistas, empleados, consumidores ypíblico en general. Los gerentes empresaria- mismo modo en casi todos los aspectos de la vida.
les han logrado un estatus profesional peque han apreciado en su tarea las respon- Por debajo de ellos estaban los altos ejecutivos y los planificadores es-
sabilidades básicas (hacia el público) queotros profesionales hace tiempo han reco- tratégicos que planeaban volúmenes de producción cada vez mayores. Y en •
nociido como suyas. ,,18 La' revista Fomne mstruy
. ó so Iemnemente a sus lectores directa dependencia de ellos, una serie de vicepresidentdes senior, jefes de di-
ejecutivos acerca de sus obligaciones corrodirigentes empresariales, a fin de mante- visión y gerentes senior, quienes traducían los planes en operaciones progresi-
ner una amplia perspectiva nacional: "Paraadquirir un punto de vista profesional, el vas. Debajo de estos, a su vez, venía una serie sobre otra de gerentes
ejecutivo debe adoptar una actitud discrea e imparcial hacia las oportunidades y es- medios -vicepresidentes asistentes, directores asistentes, gerentes de división,
trategias del momento. Debe transformase en un 'estadista' industrial.,,19 gerentes de ventas, supervisores, y así sucesivamente- que transmitían las
El papel de "estadistas" industrialesfue asumido naturalmente por esos hom- órdenes hacia abajo de la escala, comunicaban información hacia arriba, y me-
bres, muchos de los cuales habían servidoen altos niveles del gobierno durante la Se- diaban en los conflictos.
gunda Guerra Mundial, y continuaron trabajando en los grupos asesores del gobier- A mediados de siglo el gerente medio de las compañías centrales no
no, en las comisiones especiales yen las berzas operativas durante toda la década de era, por regla general, un individualista declarado. En realidad, su tendencia
los cincuenta. Cuando "Engine Charlie" Wtlsonllevó consigo al Pentágono un grupo hacia el conformismo era el tema de los comentarios en esa época. Era, de
de ejecutivos de la General Motors, el pdítico Adlai Stevenson expresó con sarcas- acuerdo con las definiciones del sociólogo David Riesman, autor del éxito de
mo que los Estados Unidos habían desalojadodel gobierno a los New Dealers para librería, The Lonely Crowd (La multitud solitaria), "anónimo y sometido",21 un
dejarlo en manos de los "cardealers" (comerciantes de automóviles). Estos "estadis- "fanático de la organización, sin identidad propia", de acuerdo con otro autor
tas" empresariales -como ellos mismos sedescribían- frecuentemente manifestaban de la época.22 Pero el conformismo y la docilidad eran absolutamente cohe-
ante el Congreso sus generosas opinionesacerca de lo que era mejor para la nación. rentes con el sistema de producción estandarizado y en gran escala que él
Sus puntos de vista llamaban la atención, amque no fuera más que porque estos hom- debía supervisar. El sistema no requería ni alentaba demasiado las ideas ori-
bres ejercían una influencia significativa obre la economía nacional. Sus decisiones ginales. En una encuesta a gerentes empresariales efectuada a mediados de •
acerca del alza de los precios, si era necesaio construir o cerrar fábricas, emplear más los años cincuenta -destinada a la incorporaci6n y promoción de gerentes de
, trabajadores o despedirlos, a menudo enn decisivas para el destino de toda una re- nivel medio-, el 70 por ciento de los entrevistados coincidió con la siguiente
gión o para la nación en su conjunto. afirmación: "en vista de que los tiempos iniciales de crecimiento desenfrena-
Su influencia personal estaba determinada por su tendencia a ponerse de do ya se han superado, la compañía necesita un administrador adaptable, con
acuerdo con los otros sobre los problemas vigentes. No existían complots ni ca- destreza gerencial y preocupado esencialmente por las relaciones humanas y
marillas, sino más bien la consecuencia cehaber compartido las mismas experien- por lograr que la compañía opere como un equipo armonioso".23
cias de formación, y adquirido los miSIJlOS puntos de vista. Habían asistido a los El "fanático de la organización" se incorporaba a la compañía recién li-
mismos cursos preparatorios: los Ivy Lelgue colleges" y las tradicionales escuelas cenciado de la universidad, y a menudo permanecía en ella hasta su jubilación.
de negocios. Leían los mismos diarios, pertenecían a los mismos clubes, frecuen- De los 800 ejecutivos senior encuestados en 1952 entre las 300 principales
taban los mismos lugares de veraneo. Además,participaban unos en lasjuntas di- compañías de los Estados Unidos, tres cuartos habían estado en la misma em-
rectivas de las compañías de otros. (Al dejarsu cargo como secretario de Defen- presa por más de veinte años.24
a
sa en 1957, Charles Wilson declaró a prensa, con su característica franqueza, Como el "asalariado" del Japón en las últimas décadas del siglo XX, el
gerente americano de mediados de siglo era un burócrata leal.

N. del T.: Conjunto de Universidades del Este de Estados Unidos, reconocidas por ser las
más antiguas y prestigiosas del país. Se lasllama así por la hiedra (ivy) que cubre los mu-
ros de sus edificios más antiguos.
20 atado en la revista Fortune, de julio de 1957,pág. 94.
21 De The Londy Crowd: A Study of the ChangingAmerican Character, de D. Riesman. New Haven:
Editorial de la Universidad de Yale, 1950.
18 atadeFortune, octubre de 1951,pág.98. 22 De The Organiullion Man, de W. H. Whyte, Jr., Nueva York: Simon & Shuster, 1956.
19 Ibídem, pág. 99. 23 ata de la misma obra.
24 The Executive Lile, Garden City, N. Y.: Doubleday, 1956, pág. 30.

64 65
cutivos de las compañías formulaban amenazantes declaraciones en la prensa,
VI los burócratas y especialistas de ambas partes se reunían a puerta cerrada, co-
tejaban cifras y datos financieros, y llegaban a un acuerdo.
Esta adaptación era posible porque los sindicatos estaban organizados
Por debajo del gerente medio venía la tropa de infantería del capitalis- por industrias -automotriz, de aviación, metalúrgica, astilleros, del caucho,
mo americano -el operario de producción, que ostentaba su condición de blue del papel, del vidrio, química y de equipos eléctricos-, por eso se concedía au-
collar (distintivo de la clase obrera), acumulaba las horas por almuerzo y tomáticamente cualquier mejora en los salarios y beneficios a los trabajadores
cumplía la misma tarea cada hora, cada día. Hacia mediados de siglo, 15 mi- de cada compañía de la industria. Como las compañías centrales dentro de ca-
llones de obreros -el 70 por ciento de los operarios de fábrica, mineros y tra- da industria coordinaban los precios era relativamente fácil para los negocia-
bajadores del ferrocarril- estaban afiliados a los sindicatos. Antes de eso, y dores de dichas empresas conceder generosos aumentos en los salarios y be- •
hasta la guerra, habían tenido una encarnizada disputa con la gerencia, pero neficios, y luego trasladarlos al consumidor a través del incremento de precios.
desde mediados de siglo se superaron los conflictos. Esto se debió en parte a Los ejecutivos empresariales consideraban que este acuerdo benigno era me-
la Ley Taft-Hartley, aprobada en 1947 por un Congreso en sorprendente ar- jor que las huelgas y la suspensión de tareas, que comprometían el flujo uni-
monía con la nueva e influyente empresa americana. La Ley proscribía los forme de la producción en gran escala. Del mismo modo, los líderes sindica-
"closed shops" (acuerdos para contratar únicamente trabajadores afiliados a les advirtieron cuán lejos podían llegar con sus demandas sin causar una
sindicatos) y los boicots secundarios y confería poder al Presidente para pro- alarma indebida entre los políticos preocupados por la inflación. "Cuando us-
bibir las huelgas que comprometieran el bienestar y la seguridad de la nación, ted tiene una industria afianzada y un sindicato consolidado, llega a la conclu-
y exigir un período de "conciliación" de noventa días antes de que se declara- sión de que una huelga no tiene sentido", observó George Meany, presidente
ra la huelga. de la Federación Norteamericana del Trabajo y del Congreso de Organizacio-
La pacificación entre la mano de obra y la gerencia fue más una conse- nes Industriales (AFL-CIO).27
cuencia de la creciente burocratización de la economía norteamericana. Los El sector de la mano de obra sindicada declinó ligeramente en los años
conflictos ya no se desarrollaban en condiciones de cierre forzoso y con em- cincuenta y sesenta. Sin embargo, los generosos acuerdos laborales establecie-
palizadas levantadas por los huelguistas, sino en las salas de reunión con la ron altos niveles de salarios industriales que continuaron subiendo en forma
presencia de abogados y escribanos. Los grandes sindicatos llegaron a ser una sostenida. Durante más de un cuarto de siglo, desde que finalizó fa Segunda
burocracia por sí mismos, reflejando la estructura de las grandes compañías. Guerra Mundial hasta 1973, el salario real de los trabajadores norte-
Los sindicalistas Walter Reuther y John L. Lewis eran tan famosos, y casi tan americanos de la industria creció, en promedio, un 2,5 a 3 por ciento cada año.
poderosos, como Charles Wilson. Y casi tan respetables: "El nuevo dirigente Los beneficios se duplicaron. En 1950, sólo el 10 por ciento de los convenios
sindical es un miembro de la nueva clase", opinaban los directores de la revis- colectivos admitía jubilaciones, y únicamente el 30 por ciento incluía seguros
ta Fortune. "Su salario es alto. Es una figura pública. Disfruta de una posición sociales. Cinco años más tarde, el 45 por ciento proporcionaba pensiones, y el
privilegiada en la sociedad.,,25 Los grandes sindicatos se convirtieron en parte 70 por ciento ofrecía seguros de salud, de vida y contra accidentes, incluyen-
del establishment. "Los dirigentes sindicales (son) entusiastamente acogidos do hospitalización y atención por maternidad. Las vacaciones pagadas llega-
en las juntas vecinales, en las instituciones de beneficencia y en las organiza- ron a ser una norma, como los subsidios suplementarios por' desempleo (por
ciones patrióticas ... Una cantidad creciente de líderes gremiales se han dedi- encima de los acordados por los estados) para los trabajadores que habían si-
cado al estudio académico con éxito resonante, obteniendo la toga y la gorra do despedidos. Durante la misma década, los salarios fueron automáticamen-
escarlata de los grados honoríficos.,,26 te ajustados por encima de cualquier incremento en el costo de vida causado
Cada sindicato tenía su sede central, que albergaba a los máximos diri- por la inflación.
gentes, sus staffs, los auxiliares de mediano nivel y una variedad de especialis- Una característica de esta transformación fue la nueva manera de con-
tas. Debajo de ellos estaban los dirigentes regionales y sus staffs, y así sucesi- siderar la mano de obra organizada dentro de la cultura norteamericana. Ya
vamente, hasta llegar a los delegados de fábrica. En los momentos de no se la consideraba como un movimiento social; a partir de entonces era una
negociación, mientras los dirigentes de los sindicatos nacionales y los altos eje- institución política y económica afianzada, que compartía con la Gran Empre-
sa el prestigio y la responsabilidad de asegurar el desarrollo sostenido de la
nación. Los años treinta habían sido la época del "drama proletario", como
25 Cita de la revista Fortune, de Octubre de 1951, pág. 114.
26 Del artículo "The Language of. Labor", de D. Bell, publicado en Fonune, setiembre de 1951, pág.
86. 27 Ibidem.

66 67
sarcásticamente expresaba la obra en un acto Waiting for Lefty, de Clifford
Odets, que giraba en torno de los trabajadores explotados por sus empleado-
res. "Somos los heraldos de la clase trabajadora", proclamaba desafiantemen-
te uno de los personajes en la escena fmal, después que Lefty, quien intenta-
ba organizar un sindicato, fuera asesinado por los patrones, "y cuando
morimos ellos saben que lo hacemos para construir un mundo nuevo". El telón
caía ante el indignado clamor de los trabajadores: "iHuelga, huelga, huelga!"
En los años cincuenta, el drama proletario había sido suplantado por la
comedia musical. Pajama Game era el éxito de Broadway en 1954.En este ca-
so también había presagios de huelga, esta vez en una empresa irónicamente
denominada "Pajama". Pero el desenlace era algo diferente, y representativo
de la nueva era. Después de una serie de bufonescos enfrentamientos, el joven 5
y reaccionario presidente de la firma fmalmente satisface la demanda de sus
empleados de un aumento del "siete y medio" por ciento. En la escena final el
presidente se presenta en la fiesta del personal como un muchacho en busca
de diversión.

Así como una empresa parecía funcionar mejor


cuando se reinvertían algunas de sus ganancias en-
su desarrollo, del mismo modo el sistema empresa-
rial en su conjunto parecía ir mejor cuando se rein-
vertían algunos de los ingresos nacionales en el
mejoramiento de los salarios y en el status de l~s
grupos menos favorecidos, permitiéndoles adqui-
rir más bienes, lo cual ampliaba significativamente
el mercado para beneficio de todos.

FREDERICK LEWIS ALLEN,


The Big Change (1952)

A cambio de la prosperidad, la sociedad norteamerica~a aceptó la.le-


gitimidad y permanencia de las corporaciones centrales. El gobierno ya nO.Im-
pondría prerrogativas sobre la geren~ia. Si bie~ los ef~ctos laterales noclv~s
sobre el bienestar y la seguridad pública, el medio ambiente y los derechos CI-
viles eventualmente se podrían regular (con un entusiasmo variado), no se vol-
68
69
vería a los controles de I~s tiemp s de guerra, ya no se planificaría para una
depresión como en la era industrií, y tampoco habría flirteos con la propie- II
dad colectiva, como hubo en algUJJIS naciones de Europa y Asia. El gobierno
pondría en vigor las leyes antimonrpoüsticas con el rigor y el entusiasmo que
periódicamente habían esgrimido rosreformistas en décadas pasadas. La con- Formar a los jóvenes para un empleo lucrativo fue otro aspecto de la respon-
nivencia implícita entre las mayors firmas de cada industria (o dicho con el sabilidad pública. Teniendo en cuenta el sistema de producción estandarizada de al-
• lenguaje más técnico y menos inquuante de los economistas, la "coordinación to volumen, dicha responsabilidad no resultaba tan pesada El único requisito previo
oligopólica") sería una caracterfstia aceptable de la planificación en el sector para la mayoría de los puestos era la capacidad para comprender las simples directi-
privado para obtener una produccén de alto volumen. vas orales y escritas, y suficiente autocontrol para realizarlas. . .
En cambio, los funcionari del gobierno asumían como una de sus Por eso las cátedras de gramática y las escuelas de enseñanza media uti-
principales responsabilidades la rettabilidad sostenida de las compañías líde- lizaban como modelo el sistema americano de producción en masa. Los jóve-
res de los Estados Unidos. El gobirno otorgaría préstamos a bajo interés pa- nes pasaban de un curso al otro a través de una secuencia preestablecida de
ra la adquisición de nuevos hogar un importante estímulo para el consumo temas, como una correa transportadora de una fábrica. En cada etapa, asimi-
t, masivo. Intentaría emparejar el ciro comercial, de modo que las corporacio- laban datos a raudales. Los chicos que tenían más capacidad de asimilación, y
nes centrales pudieran planificar lllÍsfácilmente una producción de alto volu- un comportamiento más sumiso, realizaban una rápida trayectoria a través de
men, sin preocuparse por las repentinas caídas o escaladas en la demanda de la secuencia; los que tenían una menor capacidad de retención y de autod.isci-
productos. Los planificadores del ümsejo de Reserva Federal y de la Oficina plina, lo hacían de una manera lenta. La mayor parte lo hacía a una velocidad
de Presupuesto podrían modificarla oferta de dinero y los gastos de gobier- media. Los exámenes estandarizados se administraban a intervalos, a fin de es-
no, respectivamente, en un esfuerzo para contrapesar las tendencias de la eco- timar cuántos hechos habían quedado fijados en las mentes de los alumnos, y
nomía. Los presidentes podrían ejercersu influencia sobre los directores eje- los "productos defectuosos" se apartaban de la línea para su reacondiciona-
cutivos de las compañías centrales y los dirigentes sindicales, a fin de miento. Como en el sistema de producción en masa, la disciplina y el orden se,
persuadirlos de renunciar a un aunento excesivo de los precios y salarios, pe- privilegiaban sobre todo lo demás.
ro solamente bajo circunstancias oticas el gobierno intentaría controlar los En este sentido, la estandarización también produjo economías de escala. Co-
precios directamente. mo los operarios de fábrica, los maestros tenían escasa incidencia sobre lo que hací~
Sin embargo, el nivel de inñción tolerable seguía siendo un tema de en cada etapa del proceso. Se les pedía ajustarse a los planes diseñados por especia-
discrepancia. Los conservadores roublicanos, cuyo electorado incluía a mu- listas en los más altos niveles de la jerarquía educativa, transmitidos a ellos a través de
chos líderes empresariales, prefería ponerse a cubierto de la inflación, aun inspectores, directores y subdirectores. Como en la. pr?ducción indus~ial, cu~to
con el riesgo de un significativo deempleo. Esta opción era- comprensible, ya más amplios fueran dichos estratos, tanto mejor: los distritos escolares mas pequenos
que sus electores solían ser financisos prestamistas, para los cuales el monto estaban fusionados dentro de otros más grandes, lo cual daba lugar a las escuelas re-
de sus préstamos se devaluaba com consecuencia de la inflación, y tampoco gionales centralizadas, donde se podía "procesar" uniformemente a un número ma-
figuraban entre los más dispuestos despedir empleados en caso de depresión yor de alumnos.
económica. Los demócratas, por o lado, preferían una alta ocupación in- Esta era la preparación adecuada para el sistema de producción de alto
cluso a expensas de cierta inflación Esta preferencia también era entendible, volumen. En los años treinta, el especialista en ciencias de la educación Elwood
debido a la mayor tendencia de losjemócratas a ser deudores y a aceptar una P. Cubberly había anticipado el ideal de escuela americana en términos s~mila~es:
relativa falta de estabilidad laboralfuando este conflicto partidista fue a pa- "Nuestras escuelas son, en cierto sentido, fábricas en las cuales la matena pnma
rar al Congreso el resultado fue unrompromiso -Ia Ley de Empleo de 1946-
.f que estableció la "máxima" en lugade la "total" ocupación (su objetivo origi-
es moldeada y adaptada para responder a las variadas ~emandas de ~oci~?a<!. !~
Las especificaciones de fábrica provienen de las necesidades de la clvilizacl.on, y
nal), otorgando un vagó mandato que proporcionaba escaso margen de es una obligación de las escuelas formar alumnos de acue~do con la.s ~speClfica-
orientación. ciones establecidas. Esto hace necesario contar con un equipo especializado, con
los recursos adecuados eliminando el derroche de los mismos, además de efec-
tuar estimaciones continuas de la producción para ver si responde a las especifi-
caciones."l Ni siquiera el éxito de los soviéticos con el lanzamiento del Sputnik en

Public Education in the U.S., de E. Cubberly. H. Miffiin, 1934.

70 71
1957, lo cual dio lugar a que la nación cuestionara momentáneamente la calidad rra. La posibilidad manifiestamente real de otras consecuencias, buenas o
de la educación en los Estados Unidos, pudo modificar esta visión de una mane- malas -como el hecho de que dichas autopistas pudieran generar suburbios
ra sustancial. La reacción de las autoridades educativas no fue replantear los prin- a lo largo de las mismas, promover la industria de la construcción o la venta
cipios de la enseñanza, sino asignar fondos adicionales para enseñar a los maes- de automóviles, desplazar al ferrocarril y bajar abruptamente el costo del
tros a ser más eficientes en la "producción en masa", particularmente en materia transporte y distribución de bienes en todo el país- no se había tenido en
de ciencias y matemáticas. cuenta directamente.
El 15 por ciento más calificado de los estudiantes secundarios, aquellos Tampoco se reconocía explícitamente que los miles de millones de
que "se procesaban" más expeditivamente, siguieron carreras terciarias o uni- dólares destinados a la investigación, diseño y fabricación de sofisticados y
versitarias, a partir de las cuales pasaron a ocupar puestos en las burocracias complejos equipos de armamento también generarían tecnologías con posibi-
empresariales. Algo más de la mitad del remanente no pudieron completar los lidades comerciales. Los contratistas de Defensa inventaron los transistores
estudios secundarios. Significativamente, no existían discriminaciones de or- pequeños, que finalmente tuvieron múltiples aplicaciones, desde los televiso- )-
den financiero en relación con esta deficiencia. Los puestos bien remunerados res hasta los relojes pulsera. Además, del complejo militar-industrial, como lo
de las fábricas recibían por igual a graduados y no graduados de la enseñanza denominara decorosa mente el presidente Eisenhower, surgieron los plásticos
media, cumpliendo las compañías centrales su parte del pacto implícito. duros, las fibras ópticas, los láseres, las computadoras, los motores de reac-
ción, los calibradores de precisión,los aparatos sensores y una serie de dispo-
sitivos electrónicos, muchos de los cuales darían ventajas comerciales a las
compañías líderes de los Estados Unidos. (De las tecnologías promovidas des-
de el Pentágono han llegado muchos de los adelantos de la vida moderna, co-
mo las calculadoras de energía solar, las raquetas de tenis de grafito y los dis-
positivos de control remoto para televisores yaudio.)
III La generosidad militar alcanzó a un selecto y considerablemente esta-
ble conjunto de empresas líderes, mayormente comprometidas en la industriá
aeroespacial y en las telecomunicaciones. A lo largo de los años cincuenta y
La defensa nacional era el tercer campo de acción de la responsabili- sesenta, cien corporaciones centrales recibieron dos tercios de todos los con-
.dad pública. La preocupación política de la nación con respecto a la Unión tratos de Defensa. Diez firmas recibieron un tercio. Noventa y seis de las cien
Soviética le daba nuevo sentido a la supuesta identificación entre la economía compañías concesionarias de Defensa en esos años seguían siendo sus contra-
nacional, sus corporaciones centrales y el bienestar de la población. La dispu- tistas diez años más tarde.2 Su permanencia se debía en parte a la tendencia
ta entre el capitalismo y el comunismo se libraría no sólo en las fronteras del de sus directores ejecutivos a reclutar en las filas de los fuacionarios de la Se-
imperio soviético, sino además en el campo de batalla de la economía mundial. cretaría de Defensa, cuya generosidad con los contribuyentes era más tarde
Por eso, la destreza económica de los Estados Unidos se consideraba a media- recompensada. También se debía a la nada despreciable cantidad de puestos
dos de siglo como un aspecto de sus aprestos para la defensa, y nada repre- altamente remunerados creados por esos contratistas en toda la nación. Por
sentaba mejor dicha habilidad que las corporaciones centrales. ejemplo, en 1959, el 20 por ciento de la mano de obra -no agrícola- trabajaba
La misión de la defensa durante la Guerra Fría servía como justifica- directa o indirectamente para los principales contratistas de Defensa: la cifra
ción para la inversión en el sector público. La indirecta contribución del lan- ascendía al 22 por ciento en el estado de Washington, a 17 por ciento en Ari-
zamiento del Sputnik a la política educativa de los Estados Unidos se deno- zona y 16 por ciento en Maryland.f
minó, muy apropiadamente, como Ley de Defensa Nacional para la
r Educación. Su propósito declarado fue formar más científicos e ingenieros,
de modo que los rusos no pudieran superamos en materia de investigación
espacial. De una manera análoga, se promulgó una ley para el lanzamiento
de una nueva red nacional de autopistas -40.000 millas de autopistas de cua-
tro carriles para remplazar las rutas federales de doble carril con un sinuoso De The Structure ofthe Defense Market, de W. Baldwin. Durnam: Duke University Press, 1967,
2
trazado a través de ciudades y pueblos- que se denominó Ley de Defensa Na- pág. 21. .
cional para las Autopistas. La misma se justificaba en los pasillos del Congre- 3 Del artículo"The Corporation: How Much Power: What Scope?", d~ K. Kaysen publicado en :rn:
Corporation in Modem Society, Cambridge: Imprenta de la Universidad de Harvard, 1959, pags,
so como un medio para agilizar el transporte de pertrechos en caso de gue- 86-89.

72 73
el comercio mundial se cuadruplicó. Pero en esto también hubo una adecua-
IV da convergencia entre los objetivos de seguridad de la nación y los intereses
de las corporaciones centrales de los Estados Unidos.~l contribuir a restau-
rar las economías líderes del mundo, y con eso mantener a raya al comunismo,
. A me~iados de siglo los Estados Unidos no eran una nación de gran co- el nuevo sistema de comercio y asistencia internacional creó nuevas oportuni-
mercio extenor. Pocas de las economías que habían sido devastadas por la dades para las compañías líderes norteamericanas -de mayor magnitud, más
guerra estaban en condiciones de vender muchos productos a los Estados poderosas, y tecnológicamente más avanzadas que las otras- a ~n de expa~-
Unidos (productos que no se podían adquirir mejor o más baratos dentro del dirse y prosperar. Con el dólar como la moneda sobre la cual el sistema de ti-
país) o de comprar una gran parte de lo que teníamos para vender. Hacia pos de cambio fijos se basaba, los banqueros y l~s grandes co~P?racione~ nor-
1960, sólo el 4 por ciento de los automóviles que compraban los norte- teamericanas podían ampliar su campo de acción con un mimmo de nesgo.
americano~ habían sido fabricados fuera de los Estados Unidos, un poco más Con un Banco Mundial controlado por norteamericanos, los programas de
del 4 por ciento del acero, menos del 6 por ciento de los televisores, radios y asistencia se podían concentrar precisamente donde las compañías líderes de
otros aparatos electrónicos para el consumidor, y solamente el3 por ciento de los Estados Unidos veían las mejores oportunidades. Y siempre que los que
las máquinas-herramientas. Sin embargo, los Estados Unidos intentaban pro- recibían asistencia de los Estados Unidos la utilizaran para comprar produc-
pagar las bondades del capitalismo norteamericano en el resto del mundo co- tos norteamericanos, las compañías líderes podían arriesgarse en los merca-
mo una protección más frente a la expansión del comunismo soviético. "Elli- dos mundiales receptivos. Por este medio, el campo de acción del comercio in-
bre mercado de los Estados Unidos es una de las maravillas del mundo" ternacional se extendió hasta los Estados Unidos, de modo que hacia
predicaba la revista Fortune en el verano de 1955. "Su aplicación en una esca- mediados de la década de los cincuenta hasta la National Association 01Ma-
la internacional sería una invencible conjunción de fuerzas frente a los soviéti- nufacturers (Asociación Nacional de Industriales) tuvo que soportar la reduc-
cos, y en el proceso se reafirmarían los principios liberales sobre los cuales se ción de aranceles.
había construido la grandeza de esta nación.,,4 Tampoco fue una mera coincidencia el hecho de que la Agencia Cen-
Los Estados Unidos enseñaron el camino hacia un capitalismo mundial tral de Inteligencia (CIA) descubriera complots comunistas allí donde las
modelado sobre la base del capitalismo norteamericano. En los primeros años de compañías líderes poseían -o aspiraban a poseer- importantes holdings de re- .r
la posguerra promovieron un sistema de tipos de cambio fijos para reducir al cursos naturales. Cuando en 1953 un movimiento nacionalista iraní liderado
mínimo las fluctuaciones de la moneda, un Fondo Monetario Internacional por Mahammed Mossadegh desafió el poder del sha y se apoderó de laAnglo-
(FMI) para asegurar la liquidez en el mundo, un Banco Mundial para el desarro- Iranian Gil Company, la CIA canalizó secretamente millones de dólares para
llo de las .finanzas,.y un Acu~rdo General sobre Tarifas y Comercio (GA TI) pa- los oficiales del ejército que se proponían restituir el poder al sha. Una vez que
ra garantizar un sistema de intercambio comercial abierto. Destinaron miles de cumplieron sus objetivos, se garantizó el generoso acceso al petróleo iraní por
millones de dólares a la asistencia de Europa Occidental yJapón, a fin de recons- parte de las firmas Texaco, Gulf Oil, Socony Mobil, y Standard Oil de Nueva
truir fábricas, rutas, ferrocarriles y escuelas; proporcionaron ayuda y know-how a Jersey. Ese mismo año, el presidente electo de Guatemala, Jacobo Arbens
las naciones en vías de desarrollo; y redujeron paulatinamente sus aranceles so- Guzmán, iniciaba un programa de reforma agraria que incluía la confiscación
bre las importaciones. "El viejo imperialismo -la explotación en beneficio de una de las tierras y cultivos de la poderosa firma United Fruit Company. En res-
nació~ extranjera- no tiene cabida en nuestros planes," declaró Harry Truman, al puesta, la CIA envió fondos a los revolucionarios de derecha, quienes, ~n
anunciar su programa de cuatro etapas para la asistencia tecnológica a las nacio- 1954, apoyados por los aviones y pilotos de la CIA y pertrechados por el dIC-
nes en vías de desarrollo. HLoque concebimos es un programa de desarrollo ba- tador de Nicaragua, Anastasio Somoza, finalmente rescataron la compañía, a
sado en el concepto del libre juego democrático." Debería haber agregado: "yla pesar de su desconsolador destino. También en 1954, los Estados Unidos lle-
contención de la amenaza soviética". garon a estar discretamente comprometidos en Indochina, otra área rica en
El esfuerzo tuvo un sorprendente éxito para todos los involucrados. Los recursos naturales. En medio de las luchas encarnizadas que sostenían el
años transcurridos entre 1945y 1970 fueron testigos del crecimiento económi- ejército colonial francés con el Vietminh (Liga Patriótica para la Independen-
co más significativo y extendido en la historia de la humanidad. La producción cia de Vietnam), los Estados Unidos proporcionaban lo que se daba en llamar
nacional bruta creció en todo el mundo de 300 millones a cerca de 2 billones eufemísticamente "asesores técnicos", pilotos de la CIA y el 70 por ciento del
de dólares. Teniendo en cuenta la inflación, los ingresos reales se triplicaron, presupuesto militar fra~cés. Una vez que los franceses fueron definitivamen~
te derrotados, el presidente Eisenhower -temiendo que el popular Ho Chi
4 De la revista Fonune,julio de 1955, pág. 23. Minh, que controlaba el norte de Vietnam, pudiera ganar en una elección ge-
74 75
IV el comercio mundial se cuadruplicó. Pero en esto también hubo una adecua-
da convergencia entre los objetivos de seguridad de la nación y los intereses
de las corporaciones centrales de los Estados Unidos.~l contribuir a restau-
rar las economías líderes del mundo, y con eso mantener a raya al comunismo,
. A me~iados de siglo los Estados Unidos no eran una nación de gran co- el nuevo sistema de comercio y asistencia internacional creó nuevas oportuni-
mercro extenor. Pocas de las economías que habían sido devastadas por la dades para las compañías líderes norteamericanas -de mayor magnitud, más
guerra estaban en condiciones de vender muchos productos a los Estados poderosas, y tecnológicamente más avanzadas que las otras- a f~ de exp~-
Unidos (productos que no se podían adquirir mejor o más baratos dentro del dirse y prosperar. Con el dólar como la moneda sobre la cual el sistema de tr-
país) o de comprar una gran parte de lo que teníamos para vender. Hacia pos de cambio fijos se basaba, los banqueros y I~~grandes co~P?racione~ nor-
1960,. sólo el 4 por ciento de los automóviles que compraban los norte- teamericanas podían ampliar su campo de accion con un mmnno de nesgo.
amencano~ habían sido fabricados fuera de los Estados Unidos, un poco más Con un Banco Mundial controlado por norteamericanos, los programas de
del 4 por ciento del acero, menos del 6 por ciento de los televisores, radios y asistencia se podían concentrar precisamente donde las compañías líderes de
otros aparatos electrónicos para el consumidor, y solamente el3 por ciento de los Estados Unidos veían las mejores oportunidades. Y siempre que los que
las máquinas-herramientas. Sin embargo, los Estados Unidos intentaban pro- recibían asistencia de los Estados Unidos la utilizaran para comprar produc-
pagar las bondades
. del capitalismo norteamericano en el resto del mundo , co- tos norteamericanos, las compañías líderes podían arriesgarse en los merca-
mo una protección más frente a la expansión del comunismo soviético. "El li- dos mundiales receptivos. Por este medio, el campo de acción del comercio in-
bre mercado de los Estados Unidos es una de las maravillas del mundo" ternacional se extendió hasta los Estados Unidos, de modo que hacia
predicaba la revista Fortune en el verano de 1955. "Su aplicación en una esca- mediados de la década de los cincuenta hasta la National Association of Ma-
la internacional sería una invencible conjunción de fuerzas frente a los soviéti- nufacturers (Asociación Nacional de Industriales) tuvo que soportar la reduc-
cos, y en el proceso se reafirmarían los principios liberales sobre los cuales se ción de aranceles.
había construido la grandeza de esta nación."
Tampoco fue una mera coincidencia el hecho de que la Agencia Cen-
Los Estados Unidos enseñaron el camino hacia un capitalismo mundial tral de Inteligencia (CIA) descubriera complots comunistas allí donde las
modelado sobre la base del capitalismo norteamericano. En los primeros años de compañías líderes poseían -o aspiraban a poseer- importantes holdings de re-
la posguerra promovieron un sistema de tipos de cambio fijos para reducir al cursos naturales. Cuando en 1953 un movimiento nacionalista iraní Iiderado
mínimo las fluctuaciones de la moneda, un Fondo Monetario Internacional por Mahammed Mossadegh desafió el poder del sha y se apoderó de laAnglo-
(FMI) para asegurar la liquidez en el mundo, un Banco Mundial para el desarro- Iranian Oil Company, la CIA canalizó secretamente millones de dólares para
llo de las .finanzas,. y un Acu~rdo General sobre Tarifas y Comercio (GA TI) pa- los oficiales del ejército que se proponían restituir el poder al sha. Una vez que
ra garantizar un sistema de intercambio comercial abierto. Destinaron miles de cumplieron sus objetivos, se garantizó el generoso acceso al petróleo iraní por
millones de dólares a la asistencia de Europa Occidental y Japón, a fin de recons- parte de las firmas Texaco, Gulf Oil, Socony Mobil, y Standard Oil de Nueva
truir fá?ricas, rutas, ferrocarriles y escuelas; proporcionaron ayuda y know-how a Jersey. Ese mismo año, el presidente electo de Guatemala, Jacobo Arbens
las naciones en vías de desarrollo; y redujeron paulatinamente sus aranceles so- Guzmán, iniciaba un programa de reforma agraria que incluía la confiscación
bre las importaciones. "El viejo imperialismo -la explotación en beneficio de una de las tierras y cultivos de la poderosa firma United Fruit Company. En res-
nació~ extranjera- no tiene cabida en nuestros planes," declaró Harry Truman, al puesta, la CIA envió fondos a los revolucionarios de derecha, quienes, ~n
anunciar su programa de cuatro etapas para la asistencia tecnológica a las nacio- 1954, apoyados por los aviones y pilotos de la CIA y pertrechados por el dIC-
nes en vías de desarrollo. "Lo que concebimos es un programa de desarrollo ba- tador de Nicaragua, Anastasio Somoza, finalmente rescataron la compañía, a
sado en.el concepto del libre juego democrático." Debería haber agregado: "y la pesar de su desconsolador destino. También en 1954, los Estados Unidos lle-
contención de la amenaza soviética".
garon a estar discretamente comprometidos en Indochina, otra área rica en
El esfuerzo tuvo un sorprendente éxito para todos los involucrados. Los recursos naturales. En medio de las luchas encarnizadas que sostenían el
años transcurridos entre 1945 y 1970 fueron testigos del crecimiento económi- ejército colonial francés con el Vietminh (Liga Patriótica para la Independen-
co más significativo y extendido en la historia de la humanidad. La producción cia de Vietnam), los Estados Unidos proporcionaban lo que se daba en llamar
nacional bruta creció en todo el mundo de 300 millones a cerca de 2 billones eufemísticamente "asesores técnicos", pilotos de la CIA y el 70 por ciento del
de dólares. Teniendo en cuenta la inflación, los ingresos reales se triplicaron, presupuesto militar fra~cés. Una vez que los franceses fueron defmitivamen~
te derrotados, el presidente Eisenhower -temiendo que el popular I:I0 Chi
4 De la revista Fonune,julio de 1955, pág. 23.
Minh, que controlaba el norte de Vietnam, pudiera ganar en una elección ge-
74
75
neral- rehusó firmar los Acuerdos de Ginebra. En lugar de eso, dispuso el re-
sentían subordinados no sólo a los intereses económicos de los Estados Uni-
torno del exilio -en los Estados Unidos- del líder anticomunista Ngo Dinh
dos, sino además a las estrategias de la Guerra Fría -en vista de las reiteradas
Diem como primer ministro de Vietnam del Sur. En 1965, cuando una guerra
declaraciones de Washington en el sentido de que las subsidiarias de las cor-
civil en la República Dominicana hacía peligrar las plantaciones norte-
poraciones norteamericanas no negociaban con el bloque soviético. El tono
americanas de caña de azúcar, el presidente Lyndon J ohnson envió 30.000 ma-
perentorio del polémico libro Le Défi Américain (El desafío americano), de
rines.
Jean-Jacques Servan-Schreiber, publicado en 1967, resumía el criterio predo-
El hecho de que las relaciones con Irán, Vietnam y Centroamérica IIe-
minante en Europa y otras regiones cada vez más seducidas por el capitalismo
garan a ser menos que cordiales en las décadas siguientes puede tener algo
norteamericano. Europa, advertía Servan-Schreiber, se está rindiendo a los
que ver con el inclaudicable afán de utilizar la política exterior al servicio de
Estados U nidos (algunos comentaristas norteamericanos describirían en los .
las grandes compañías norteamericanas.
mismos términos, dos décadas más tarde, el desafío japonés): "La industria
norteamericana se expande por todo el mundo, principalmente gracias a la
energía liberada por sus corporaciones." Esa energía, a su vez, derivaba de un
"sistema económico altamente organizado, sobre la base de grandes unidades,
financiadas y dirigidas por el gobierno nacional." En otras palabras, era una
unión estratégica entre el poder nacional y el poder empresarial. "Lo más sor-
v prendente", observó, "es el carácter estratégico de la penetración industrial
norteamericana. Una tras otra, las corporaciones norteamericanas se han
apoderado de aquellos sectores de la economía ... con los más altos porcenta-
. de crecimiento.
jes .. ,,5
La magnitud y superioridad tecnológica de las grandes compañías ame- La opción era clara: "... construir una Europa independiente o conver-
ricanas amplió los alcances del capitalismo mucho más eficazmente que el De- timos en un anexo de los Estados Unidos".6 Servan-Schreiber, como la ma-
partamento de Defensa de la Agencia Central de Inteligencia. Coca-Cola, yoría de los europeos, encontraron la primera alternativa como la más atrac-
Ford, General Motors, Heinz, National Cash Register, Sears, IBM, y una gran tiva. yiliLmanera de construir una Europa independiente consistía en crear
, cantidad de empresas norteamericanas líderes exportaban no sólo sus produc- empresas nacionales líderes que los europeos pudieran llamar propias. En los
tos sino, algo más importante aun, su marketing y su know how, bajo la forma años sesenta, Gran Bretaña propuso la unión de los fabricantes de automóvi-
de equipos de fabricación, agencias de distribución y propaganda por todo el les dentro de la British Leyland, sus plantas siderúrgicas se fusionaron en la
mundo. Y mientras el resto de los ciudadanos del mundo demostraba su pre- British Steel, mientras sus nuevos fabricantes de computadoras operaban con- A-'
ferencia y su capacidad de compra de los productos americanos fabricados en juntamente bajo las siglas ICL. Renault se transformó en la principal firma au-
sus propios países, los Estados Unidos disfrutaban del flujo creciente de divi- tomotriz de Francia, Bull era líder en la computación y en la siderurgia sobre-
dendos y regalías desde todos los rincones del planeta. salían Unisor y Sacilor. La industria química italiana se concentró en
Las corporaciones multinacionales norteamericanas no eran mezqui- Montedison, y el acero en IRI; y así sucesivamente. Algunos de estos nuevos
nas con sus anfitriones extranjeros, pero se mantenía un control estricto. Los "líderes nacionales" eran propiedad absoluta de los gobiernos, mientras otros
extranjeros que llegaban a ser gerentes de mediano nivel dentro de las subsi- estaban fuertemente subsidiados. Sin embargo, los pactos entre las naciones
diarias generalmente ejercían aun menos influencia sobre los criterios para europeas y sus corporaciones centrales eran mucho más explícitos que los de
desarroIlar sus tareas que sus colegas norteamericanos. (Por ejemplo, Gene- los Estados Unidos con las suyas.
ral Motors habitualmente proporcionaba a sus gerentes extranjeros un manual
de 300 páginas en el cual se detallaban los procedimientos operativos de la
compañía). Los extranjeros rara vez eran invitados a participar en el éxito de
las operaciones de la compañía que ellos dirigían. IBM optó por retirar sus in-
versiones de la India, antes que vender acciones minoritarias a socios de esa
nacionalidad.
En realidad, el significado del término "subsidiaria", utilizado para de-
signar las operaciones de las grandes compañías americanas en el extranjero, 5 De The Ame7Ícan Chal/elige, de J. J. Servan-Schreiber, Ed. norteamericana; Nueva York: Pen-
guin 800ks, 1969, pág. 210.
sugería por qué los extranjeros se sentían incómodos con la relación. Se 6 Ibídem, pág. 211.

76 77
ejemplo acabado de lo que Alexis de Tocqueville había definido como."prin-
VI cipio del interés propio bien entendido", a través del cual los norteamencanos
se sentían motivados a sacrificarse por el bienestar general, no tanto por al-
truismo o patriotismo, como por el anticipado beneficio que obtendrían de la
De acuerdo con los términos del pacto nacional de mediados de siglo, acción colectiva. Desde luego, el pacto nacional. pocas veces fue discutido
las compañías líderes norteamericanas planearían y efectuarían la producción abiertamente. Sus términos se revelaban únicamente cuando parecía peligrar
de un amplio volumen de bienes. Este gran volumen daría lugar a significati- su permanencia, como cuando, en 1962, John F. Kennedy denunció públi~a-
, vas economías de escala, reduciendo con eso el coste de producción de cada mente a Roger Blough, el presidente de U. S. Steel, por aumentar los precios >
unidad. Al coordinarse con otras compañías líderes, los precios se podrían fi- del acero en franca violación del acuerdo de precios y salarios que había sido
jar suficientemente altos para asegurar sustanciales ingresos. Una gran parte concertado con el sindicato y otros productores siderúrgicos. Tampoco era un
de los ingresos podría ser reinvertida en nuevas fábricas y maquinarias, pero pacto completo. Como ya se señaló, sus términos no alcanzaban a la ge~te d.e
una parte significativa se asignaría a los gerentes medios y a los operarios de color ni a las mujeres, ni a las naciones más pobres que proveían matena pn-
planta. Los sindicatos, por su parte, se abstendrían de hacer huelgas y parali- ma a las grandes compañías norteamericanas. Sin embargo, cumplía lo prome-
zar las tareas, lo cual interfería en la producción de grandes volúmenes. Am- tido: durante casi un cuarto de siglo la clase media norteamericana se expan-
bas partes se abstendrían de fijar precios y salarios altos que pudieran acele- dió y prosperó. Europa y Japón participaron del auge económico. Sus propios
rar la inflación. pactos nacionales -más explícitos que el de los Estados U nidos- se inspiraron
Mientras tanto, el gobierno no influiría sobre la toma de decisiones de en la misma lógica de producción estandarizada de alto volumen.
las empresas. Evitaría cualquier tipo de planificación centralizada de la eco-
nomía, pero permitiría a las compañías líderes emprender una planificación a
fin de coordinar privadamente los precios y rendimientos.' Para ayudar aun
más a las corporaciones centrales que persiguieran altos olúmenes de pro-
ducción, el gobierno nivelaría el ciclo comercial Los jóvenes de la nación
serían debidamente preparados para los puestos que les aguardaban dentro
de este sistema industri~. Además, el gobierno subsidiaría la adquisición de
nuevas viviendas y construiría una red nacional de autopistas, lo cual contri-
buiría al consumo masivo. El gobierno también suscribiría contratos con com-
pañías líderes para la defensa de la nación, proporcionándoles indirectamen-
te los fondos para la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías
comerciales. Asimismo, alentaría a las compañías a invertir fuera del país y
proteger sus intereses en el extranjero.
El sistema tenía su propia lógica implícita. La gran empresa, la clase
trabajadora y el público en general subsidiarían la producción de alto volu-
men, a fin de lograr mayores rendimientos, lo cual a su vez proporcionaría em-
~ pleo a una creciente clase media de norteamericanos que lograría con eso po-
der adquisitivo. Esto era verdaderamente un pacto nacional. La ecuación no
dependía del dominio de mercados extranjeros, como ocurrió con las viejas
formas de mercantilismo e imperialismo. Las inversiones de las multinaciona-
les norteamericanas en el extranjero se concebían más bien como un medio de
acelerar y expandir este poderoso CÍrculo (y con eso detener el avance del co-
munismo en el mundo).
. ... .: El pacto consistía en un acuerdo tácito entre las partes -ejecutivos em-
,'- e- presaríales, inversores, mano de obra y el público, representado a través del
.., . gobierno= para imponer moderación y sacrificar las ganancias inmediatas en
favor derlas ganancias a largo plazo para todos los involucrados. Este era un
...,:.. ~
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78,
, ACUL T AD ot CIE:~""'~
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de la producción en gran escala, esas inquietudes parecían traídas por los pe-
los para aquellos que habían alcanzado el más alto poder en las empresas, los
sindicatos y el gobierno norteamericanos.
Desde luego, después de sólo dos décadas, los norteamericanos descu-
brirían que los extranjeros podían emprender una producción de alto volumen
con productos están dar -automóviles, televisores, artefactos para el hogar, ,
barras de acero, tejidos- y venderlos en los Estados Unidos a precios más ba-
ratos (y ocasionalmente con más altos niveles de calidad) que las compañías
líderes nacionales. Esto no ocurría porque los operarios extranjeros estuvie-
ran contentos de trabajar por una fracción de los elevados salarios y beneficios
6 que disfrutaban los norteamericanos, o porque los extranjeros tuvieran más
fácil acceso a las materias primas que los americanos. (Algunas de las más dis-
tantes subsidiarias de las compañías norteamericanas ya estaban sacando ven-
taja de estas prerrogativas.) El verdadero hallazgo -por demás humillante-
:;:;:{{{: ~f.~~.~.~.~~
... ~;~;}\~·}:;~;:)}:::::::.:t
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como los ejecutivos de las compañías líderes nacionales. Gracias a los progre- •
sos en el transporte y la comunicación internacional-buques y aviones de car-
;::::::::::::::::::::;::. ~:~~~:~;~~;;~~;;;:~:;;;;:;~;;~;;~;;;;~;~;;~;;;;;:.;.;.:.;.:.:.:.::::::::::::::::::::::::::::;;;:;;:::;::::::::::::::;:;;;;:;:;:;:;:;:;;;:;i;i;:;:;:;:;:;;:;:;:::;:;:::::;:::::;:::;:::;:;:;:;:;:::::;:;:::::;:;:;:;:::;=;=:=;=::;::::::;:;::::::.:.: . ga, contenedores herméticos que podían ser transportados desde el ferroca-
rril hasta los buques, de allí a los aviones y de allí a los camiones, los cables
interoceánicos, y eventualmente, satélites que envían señales de un continen-
te a otro- podían despachar sus productos para ser vendidos en los Estados
Unidos a un coste considerablemente bajo. Y a medida que esos artículos lle-
gaban a ser más livianos y pequeños (televisores transistorizados, chips semi-
conductores), dichos costes eran aun más reducidos. Por ejemplo, entre 1970
y 1980 el valor de los fletes por barco o avión bajó más de un 4 por ciento
anual.
i
La pérdida de competitividad de la industria nor- El hecho de que la producción estandarizada en gran escala estuviera
teamericana durante la pasada década ha sido na- al alcance de muchas industrias con un cierto nivel de desarrollo, y que estas
da menos que un desastre económico. pudieran enviar los productos resultantes hacia cualquier punto del planeta, •
tuvo una inevitable consecuencia en los Estados Unidos: hacia fines de la
Business Week (30 de junio de 1980) década de los sesenta las grandes compañías norteamericanas ya no podían fi-
jar sus precios. Estaban sometidas a una dura competencia extranjera. Esta no
era como la competencia que habían tenido que afrontar un siglo antes, en los
Era sólo cuestión de tiempo para el know-how de la industria norteamericana albores de la producción en masa.
r~correr todo el círculo a la inversa, hacia el punto de partida inicial, como un
gigantesco bumerán. Sin embargo, hubo presagios. En 1953, RCA, Westing-
house, DuPont, Armco Steel y General Electric vendieron patentes a los japo-
neses y les ayudaron a montar sus fábricas, lo cual indujo a la revista Fortune
a formular inocentemente la siguiente pregunta: "¿Cuál es el beneficio a largo
plazo para los Estados Unidos? ¿No le ayudará a la industria japonesa a pe-
netrar en los mercados de la industria norteamericana en el exterior e invadir
crecientemente nuestro mercado interno?,,1 Pero durante esos años del auge

2 Datos de "Goods Shrink and Trade Grows', de A1an Gn:enspan, en WaU Street Joumal del 24
De la revista Fortune, abril de 1953, pág.188. de octubre de 1988, pág. 21.

80 81
II Pocas veces se alegó la "deslealtad" que impulsaba a los Estados Uni-
dos a aplicar cuotas o aranceles unilateralmente, lo cual, después de todo,
habría sido una violación al Acuerdo General sobre Tarifas y Comercio
(GATT). La tendencia más frecuente entre los industriales extranjeros era
¿Cómo debían procederj ' Una esllategia era hacer precisamente lo acordar "voluntariamente" un límite para sus exportaciones a los Estados Uni-
que habían hecho cien años antes: tratar d¡impedir la entrada de los produc- dos; el acuerdo era "voluntario" por la sencilla razón que ellos estaban persua-
tos extranjeros en el mercado americano.Pe esta manera, casi un siglo des- didos de que las condiciones serían peores =una cuota más estricta, dirigida
pués de que los Estados Unidos hubieran engido su primera gran barrera pro- solamente a ellos- en caso de rehusar.
teccionista, se proponían levantar otra. ~n embargo, ahora no había que La estrategia proteccionista proporcionaba un alivio temporal a algu-
construirla a partir de la nada; los prodUClil"eStextiles y los fabricantes de ro- nas de las compañías norteamericanas líderes, pero era un recurso mo-
pa habían insistido en cupos estrictos frers a la competencia extranjera du- mentáneo que, en todo caso, no lograba restituir los altos ingresos percibidos
rante los años de posguerra, las empresaslÍderúrgicas habían procedido del veinte años antes. Cada vez que una industria obtenía protección, otra indus-
mismo modo en 1969, seguidas en una ráFda sucesión -durante los años se- tria que dependiera de la primera para la materia prima o los componentes
tenta y ochenta- por los fabricantes de teleitSoresYotros productos electróni- se encontraba en un aprieto. Cuando la industria siderúrgica logró proteger-
cos, los productores de máquinas herramxntas, los fabricantes de semicon- se de la importación de acero a más bajo precio, las tres grandes compañías •
ductores, y así sucesivamente. Hacia fines Je la década de los ochenta, casi un
automotrices de los Estados Unidos comprobaron que tenían que pagar un
tercio de los productos estándar fabricads en los Estados Unidos estaban 40 por ciento más por el mismo que sus competidoras extranjeras, lo cual
• protegidos de la competencia internaciont
ponía a los fabricantes norteamericanos en una mayor desventaja competiti-
Las corporaciones centrales de ImEstados Unidos insistían en que
va y, paradójicamente, les colocaba en situación de requerir protección. Lo
simplemente se estaban protegiendo fretc a las prácticas "desleales" de
mismo resultó con la industria de la vestimenta cuando los textiles se prote-
los industriales extranjeros. Sin embargo,la índole exacta "de esta desleal-
gieron antes, y con los fabricantes de computadoras cuando se cerró el ingre-
tad rara vez se determinó con cierta especificidad. Se dijo que los extran-
so de los semiconductores extranjeros al mercado de los Estados Unidos.
jeros estaban "inundando" el mercado ce sus productos (dumping) -un
Había otra dificultad: los exportadores extranjeros que voluntariamente
término que evocaba imágenes de enOJlllescantidades de artículos de
habían restringido sus cuotas, tenían una notable .destreza para trasponer las
consumo de inferior calidad y baratijas ~embarcadas en las costas nor-
fronteras. A veces penetraban a través de un tercer país que todavía no había
teamericanas. En realidad, el dumping significaba sólo que los industria-
limitado "voluntariamente" sus exportaciones. Ocasionalmente, la firma ex-
les extranjeros procedían exactamente CDIIlO lo hubiera hecho cualquier
tranjera instalaba su propio taller dentro de los Estados Unidos y simplemen-
competidor avezado que pretendiera v(nder en gran cantidad: ofrecer
te "armaba" los artículos restringidos con componentes fletados desde su país
precios más bajos desde su primera ventsen adelante, a veces con una re-
de origen. Por eso, a pesar de la proliferación de los acuerdos "voluntarios",
lativa pérdida, previendo hacer dinero mastarde, después de haber logra-
entre 1969 y 1979 el monto de las importaciones industriales, en relación con
do rendimientos de escala.f También se argumentaba que los productores
la producción interna de Estados Unidos, aumentó de menos del 14 por cien-
extranjeros eran subsidiados por sus gobiernos, una acusación mezquina,
to al 30 por ciento. Hacia 1986, por cada 100 dólares gastados en bienes pro-
a la luz de la ilimitada prodigalidad del]obierno de los Estados Unidos
ducidos en el país, los norteamericanos adquirían productos importados por
para con las compañías norteamericans subsidios a la investigación,
un valor de 45 dólares.6
convenios para la defensa, fianzas.
Las barreras proteccionistas cedieron en el resto de los mercados mun-
diales para los productores extranjeros, quienes pudieron lograr amplios ren-
3 He analizado estas estrategias con más detenimililOen The Next American Frontier, Nueva dimientos al vender sus bienes en otros países, excepto en Estados Unidos. ,;
York: Times Book, 1983, Caps. 8-10. . '. Protegidas detrás de sus propias fronteras, las compañías centrales de Esta-
4 Estas estimaciones se basan en datos de la ComisiÓl1ntemaClonalde Comercio, que incl uyen no
sólo los aranceles y cuotas formales, sino también lC6aruerdosderestricción "voluntaria", las me-
dos Unidos lograron muy poco. En el relativamente poco atractivo mercado
didas aruidumping, las imposiciones compensatorisj barre~ no arancelanas, como las nor- norteamericano, la demanda de los productos estandarizados decreció a me-
mas regulatorias que excluían del mercado a los pT(jjoc!us extranjeros (aphcadas en los EE.l!U).
5 Cuando una compañía extranjera vende sus bienesablJocosto en los Estados Unidos, el MinIS-
terio de Comercio establece que dicha compañía G:IJe obtener una ganancia mínima de 8 por
ciento. Si ganara algo menos que CS'J, el Ministeriü~iría que está vendiendo a pérdida, incu- 6 Ese año, el M por ciento de los televisores y radios comprados por los norteamericanos, yel45
rriendo ilegalmente en dumping. por ciento de las máquinas herramientas se fabricaban fuera de los EEUU. Datos proporciona-
dos por el Ministerio de Comercio.

82 83
dida que el ritmo de crecimiento de la población disminuía. Mientras tanto, en ra el precio que cobrasen, los produc~ores extranjer.os siempre podían tentar
los años setenta algunos mercados extranjeros aumentaban sus ofertas a me- a los consumidores al cobrar un precio aun más bajo, y contentarse con una
dida que sus consumidores finalmente cedían al deseo de adquirir productos ganancia incluso menor. Esta dolorosa lección aún se les es.capa a muchos: la
estándar. competencia perfecta -la piedra de Rosetta d~ los economlst~s- a la larg.a se
Tampoco la protección permitió mejorar el nivel de vida de la mayoría lleva todas las ganancias, causando el fracaso incluso a los mejores negocios.
de los norteamericanos. Al contrario, eso les obligó a pagar más por lo que
• compraban. La restricción "voluntaria" de los japoneses a la exportación de
sus automóviles, que temporalmente ayudó a las tres grandes compañías auto-
motrices a mantener sus ganancias (pero no sus dotaciones de personal) du-
rante la década de los ochenta, les costó a los consumidores norteamericanos
cerca de 1000 milones de dólares más por año de lo que hubieran pagado por
los automóviles con un mercado abierto.7
IV

Surgió entonces una tercera estrategia, tan infruct~osa como las otra:':
incapaces de impedir el ingreso de los productos extr~nJeros, o de competir
sobre la base de los precios, algunas compañías líderes intentaron mantener el
nivel de ganancias mediante tácticas financieras. A partir de fines de ~a déca-
III da de los sesenta y reuniendo fuerzas a través de ~os décadas su~eslvas, las -
corporaciones centrales de Estados U nidos se constituyeron ~n sociedades .fi-
nancieras, con el propósito de manejar eficientemente los ~CtlVOS~~presarla:
Por eso se desarrolló una segunda estrategia: si los extranjeros podían les. Al principio, formaron conglomerados d~ e~presas sin relaclOn entre SI,
hacerlo a bajo coste, supuestamente también lo podían hacer las grandes com- y más tarde, cuando esta táctica fracasó, las liq\hdar~n: Este fue el desconso-
pañías norteamericanas. Los ejecutivos norteamericanos comenzaron a exigir lador destino de casi la mitad de las compañías adquiridas por los conglome-
considerables reducciones salariales de sus empleados. Esgrimiendo una co- rados entre 1965 y 1975.9 Harold Geneen de ITI adquirió unas doscient.as
nocida metáfora popular en las décadas de los setenta y los ochenta: cortar el compañías entre los años sesenta y setenta y vendió la mayor parte de las mis-
• hilo por lo más fino, los empresarios buscaban racionalizar sus operaciones, al mas en la década de los ochenta, con lo cual el valor de las acciones ~e ~~,
cerrar las fábricas ineficientes y despedir trabajadores. Cuando ninguna de ajustado por la inflación, no aumentó ni un solo punto. Peter Grace, el indómi-
esas medidas surtía efecto, instalaban nuevas fábricas en el extranjero, en las to presidente de W. R. Grace, que lanzaba incesanteme~te sus dardos ~o.n~ra
mismas naciones cuyos bajos costes de producción habían provocado el colap- la ineficiencia y los gastos del gobierno, se embarcó en cientos de adquisicio-
so de la empresa. El valor total de las importaciones norteamericanas desde nes durante los años sesenta y setenta, con el magro resultado de que un dólar
fábricas instaladas en el exterior aumentó de 1800 millones de dólares en 1969 invertido en su compañía al comienzo de su ejercicio valía menos a fines de ~a
a casi 22.000 millones hacia 1983, ajustados por la inflación.8 Incapaz de ven- década de los ochenta que si se hubiera invertido azarosamente en. un negocio
cer a sus rivales en su propio terreno, las corporaciones líderes de Estados de alto riesgo.lO Cuando a fines de la década de los setenta las. fusiones de los
Unidos intentarían unirse a ellos. conglomerados perdieron atractivo, las compañías norteamenc~as empren-
Pero esta estrategia tampoco sirvió para recuperar la rentabilidad que dieron adquisiciones forzadas o compraron las partes de sus SOCIOS.Dos ma-
la mayor parte de las compañías pretendían. Aun cuando los productores nor- niobras mediante las cuales las acciones se cambiaron generalmente por de u-
teamericanos igualaron los costes de producción de los industriales extranje-
ros, todavía no podían obtener ganancias considerables. Cualquiera que fue-
Datos de Merger Suuistics Review 1985, de W.T. Grirnm and Company. Chicago: Grimm, 1986,
9
7 DeAggregate COSIS 10 the Uniied Suues of Tariff and QuOIaS on Impons, de D. Tarry M. Morke, ~f~;~ro de 1990, las acciones de Grace se cotizaban ap~ximadamente a 30 dólares por uni-
10
Federal Trade Comission (Washington: Talleres Gráficos del Gobierno de los EE.UU., 1984), dad. El quebranto estimado de la ñrma, de acuerdo c«?n~ l!'eek era de do.s veces ese mon-
págs. 19-36. to. Por eso el valor de sus acciones disminuyó a la mitad. NI ~Iqulera e~ el gobierno -que tanto
8 Datos de J. Grunwald y K. Flamm, The Global Factory: Foreign Assembly in Iruemational Trade, fustigaba Peter Grace- se había registrado un malgasto semejante. BUSUIess Week, 19 de febrero
(Washington, D.e: Brookings Institutions, 1985). págs. 14-20. de 1990, pág. 69.

85
84
das, reduciendo así los impuestos sobre las rentas empresariales (los intereses.
versiones- las ganancias disminuyeron, o se estancaron desde mediados de la

ta~ no lo =:
sobre la deuda Son deducibles, mientras los dividendos pagados a los accionis-
Las ventajas impositivas inherentes a esas transacciones eran
eVIden.tes; m~s dudosas eran las eficiencias pregonadas, las sinergias y otro ti-
década de los sesenta en adelante. El promedio de ganancias netas (después
de impuestos) en las compañías no financieras de Estados Unidos alcanzó su
punto culminante en 1965 con cerca de un 1? por cien~o, para desc~nder lue-
po_~e lDCentIVo,s.La consecuencia principal fue que la propiedad de las com-
go a menos del 7 por ciento en 1980, una bajada de mas de un terc~o. Esto se
panias c.omenzo a rotar, como la mano en una partida de póker. En una de las
registró -hay que tenerlo en cuenta- en un momento e? el cual el dola~ norte-
más rápidas y ambiciosas de estas aventuras, R. J. Reynolds adquirió Nabisco
americano bajo hizo que las exportaciones fueran relativamente atractivas pa-
en 1985, y.luego, tres ~ños más tarde, la liquidó después de comprar el resto
ra el resto del mundo. Las ganancias recuperaron terreno entre 1982 y 1985,
d~ ,I~s acciones, totalizando 28.000 millones de dólares. A veces resultaba
estimuladas por el gran desarrollo militar emwendido por Ronald Reagan,
difl~~ mantenerse al tanto d~ las idas y venidas, del conglomerado a la liqui-
pero luego continuaron su curso descendente. 2 El índice Dow Jones de pre-
dación o a la compra de acciones. En los años sesenta, Avis Rent-A-Car for-
cios industriales comenzó a subir rápidamente en agosto de 1982, pero cuan-
~~ba ~arte del holding empresarial lIT. En la década de los setenta lIT ven-
do el pico máximo del mercado (alcanzado justo antes de la repentina banca-
d~o AVISa la compañía Norton Simon, la cual fue adquirida por Esmark. Un
rrota, o "corrección", como eufemísticamente la denominaron los operadores
ano más tarde, Esmark sucumbió ante el asedio de Beatrice Foods. En 1986
de Wall Street) se ajustó por la inflación, estuvo por debajo del hit.o registra-
B. Foods fu~ adq.uirida a su vez por un grupo de inversores que incluía a uno~
do en enero de 1966. Las naciones industrializadas de Europa OCCidental ex-
cuantos ex ejecutIvos de Esmark, quienes rápidamente desmembraron la com-
perimentaron un descenso similar, mientras sus princi~ales compañías tam-
pañía, y vendieron Avis a sus propios gerentes. Apenas catorce meses des-
bién trataban de acomodarse a los cambios mundiales.1
pués, los ~ere.~tes de Avis vendieron lo que quedaba de la compañía a sus em-
El presunto problema de la "disminución de la competitividad" en Es-
pleados. ¿Qwenes están al frente de Avis en la actualidad? Sólo Dios y unos
pocos banqueros lo saben con certeza. tados Unidos sería el culpable de gran parte de lo que parecía afligir a la n~-
ción, incluyendo su creciente endeudamiento con otros países, la tendencia
. El problema con esta sucesión de transacciones era que lás mismas no
cada vez mayor de los extranjeros a adquirir activos y propieda~es en ~stados •
~odlficaban sustancialmente el sistema de producción. Las sucesivas geren-
Unidos, yel estancamiento del promedio de ingresos. "AI.gunas lD.dustnas nor-
, eras mostr:U-0n po~a destreza para jugar en la bolsa de valores. La compra y
teamericanas que alguna vez habían dominado el comercio mundial.; han per-
venta febril de actIvos, emprendidas por los ejecutivos empresariales termi-
dido gran parte de sus mercados internos y e~ernos; en ciert~s ~dust~ias ... la
naron .costándole a los accionistas aproximadamente tres veces más de lo que
presencia norteamericana en el mercado ca~1 ha desapa~e~ldo , advierte la
le ~ublera costado a un típico gerente financiero ocuparse de una cartera de
acciones. U Comisión de Productividad Industrial del Instituto Tecnológico de Massachu-
setts (MIT), en su informe del año 1989,14 hacié~dose e~o de ?tra~, declar~-
ciones e informes oficiales emitidos porotros equipos de invesugacrón, comi-
siones asesoras, comités políticos y juntas de especialistas.
Esta visión.del problema, si bien no es completamente errónea, es gra-
vemente engañosa en esta última década del siglo. Supone la exist~ncia de en-
tidades -compañías, industrias e incluso una economía en su conJunto- cuya
v prosperidad se debe reinstaurar para mejorar los niveles de ~da ~e los nor~e-
americanos. Se supone que estas entidades aún pueden servir de lDte~medla-
rias entre los norteamericanos y la economía mundial, por eso su éxito es el
requisito previo para mejorar el bienestar de la población. Desde luego, este
Así fue como se deterioraron las ganancias de las compañías centrales
de ~stados Unidos. Medidas sobre cualquier escala -como el porcentaje de
los ~gres.os totales de la nación que corresponden a los accionistas y otros 12 Las estimaciones son de "Power and Profits: The Social Structure of Accumulation an~ the Pro-
propietaríos empresariales, o como el porcentaje de rendimiento sobre las in- fitability of the Postwar U.S. Economy", de S. 8ow1es, D. Gordon y T. Weisskopf, Review 0/&'
dieaJ Political Economics, 1986, Vol. 18. Nros. 1 y 2. . . .
13 De "The Rise and Fall of the Golden Age", de A. GIyn, A. Hughes, A. Lipietz y A. Singh (en The
End of The Golden Age) Nueva York: Imprenta d~ la .Universidad de Oxfo~, 1989; y Profits and
11
Consultar la: artículos "00 Mergers ReallyWork?", publicado enBu.siness Week, el3 de junio de the Rate 01 Retum, de T. P. Hill. París: Organización para la Cooperación y el DesarroUo
1985,. pág. Q88, Y :'lñe Wasteful Games of Amenca's Corporate Raiders", publicado en Ihe Eeo- Económico, 1979. . R Sol
nomist, ell de JUniO de 1985, pág. 73. 14 De Made in America: Regaining the Productive Elige, de M. Dertouzos, R Lester, C!Wy
otros. Cambridge: Imprenta del MIT, 1989, pág. 1
86
87
era el panorama de la economía nacional de mediados de siglo, cuando el des-
tino de la mayor parte de los norteamericanos se compartía dentro y en torno
de las grandes corporaciones e industrias.
Pero este ya no es el caso. Las compañías y las industrias "norte-
americanas" están dejando de existir bajo una forma que pueda ser significati-
vamente diferenciada del resto de la economía mundial. Tampoco, por el mis-
mo motivo, la economía norteamericana en su conjunto conserva una
identidad propia, dentro de la cual los norteamericanos puedan prosperar o
fracasar juntos. Por eso, el hecho de suponer que la recuperación de estas abs-
,. tractas entidades pueda ayudar a los norteamericanos significa comprometer-
se con una forma de pensamiento residual. El nivel de vida de los norte-
americanos, así como el de los ciudadanos de otras naciones, ha llegado a
depender menos del éxito de las industrias y compañías líderes -e incluso al-
go denominado "economía nacional"- que de la demanda mundial de habili-
dades y talento. Esta es la nueva realidad de la cual me ocuparé a continua-
ción.

"

88
/
7

En este fin de siglo las empresas modernas sólo guardan una ligera analogía
con sus análogas de la década del cincuenta. Los nombres y logotipos de las
compañías líderes de Estados Unidos todavía son representativos de la eco-
nomía norteamericana -General Electric, AT&T, General Motors, Ford,
lB M, Kodak, American Can, Sears, Caterpillar Tractor y TW A, entre otras,
incluso algunas gigantescas firmas prácticamente desconocidas al promediar
el siglo, como Texas Instruments, McDonald's, Xerox y American Express- y
aún evocan imágenes de opulencia y control del comercio. Todavía tienen sus
sedes en enormes edificios de acero y cristal y, como antes, sus altos ejecuti-
vos alternan con los políticos y celebridades, y escriben autobiografías, con-
gratulándose por su osadía y sagacidad.
Pero más allá de eso, todo está cambiando. Las compañías líderes de
Estados U nidos ya no planean ni establecen la producción de grandes volúme- •
nes de bienes y servicios; ya no participan ni invierten en una amplia serie de
fábricas, maquinarias, laboratorios, depósitos y otros activos tangibles; ya no

91
emplean grandes dotaciones de operarios ni gerentes de mediano nivel; ya no para satisfacer la demanda de clientes especiales. Una transformación similar
sirven como medio de acceso a la clase media norteamericana. Son cada vez se observa en la industria de los plásticos, donde las altas ganancias ya no pro-
más una fachada, detrás de la cual se mueve una multitud de unidades y subu- vienen de los grandes lotes de polímeros básicos, como el poliestireno, sino de
nidades descentralizadas que se alían permanentemente con otros grupos si- polímeros especiales creados mediante combinaciones únicas de moléculas
milarmente descentralizados en todo el mundo. que pueden resistir variados niveles de presión y de temperatura y ser adapta-
dos a complejas estructuras (como las de los teléfonos celulares o las compu-
tadoras). En la industria química, las mayores ganancias también provienen de t1)
las especialidades ideadas y producidas para determinados fines industriales.
/Ya se trate de una industria consolidada o nueva, de alta tecnología o •
no, las condiciones son similares' La fundición a presión se utiliza para produ-
cir elementos de precisión de aluminio y cinc destinados a los paneles de las
II computadoras y otros componentes. Las empresas textiles más rentables pro-
ducen telas reforzadas y tramados especiales para automóviles, muebles de
oficina, prendas impermeables y revestirnientos para paredes. Las fábricas de
La transformación no ha sido tan simple. Las grandes compañías nor- semiconductores más lucrativas y de más rápido crecimiento producen micro-
teamericanas, incapaces de generar importantes ganancias con la producción procesadores especializados y chips adaptados a las necesidades particulares
de altos volúmenes de productos estandarizados -e imposibilitadas de recupe- de los compradores. En vista de que las computadoras con sistemas operati-
rar sus ventajas para proteger el mercado, rebajar los precios o redistribuir los vos estándar se transformaron en artículos de consumo, las mayores ganancias
activos- laboriosa y gradualmente se están orientando a satisfacer las necesi- provienen del software que las adapta a las necesidades particulares del usua-
dades exclusivas de determinados consumidores. Después de hacer un tanteo, rio. (En 1984, el 80 por ciento de los costes de una computadora corres-
un poco a tontas y locas, y a menudo bajo una gran tensión, las firmas que so- pondían a su hardware y el 20 por ciento al software; hoy la relación es'exac-
breviven y tienen éxito pasan de la producción de altos volúmenes a los bienes tamente a la inversa.)-
de alto valor. Una transformación similar está ocurriendo en otras economías Las empresas de servicios tradicionales están experimentando la mis-
nacionales que tradicionalmente han estado organizadas en torno de la pro- ma transformación. Hoy, la más alta rentabilidad en las telecomunicaciones
ducción en gran escala. proviene de los servicios personalizados de larga distancia, con transmisión de
Algunos ejemplos ayudarán a comprender mejor el cambio.l En los Es- la voz, vídeo e información; de las prestaciones "especializadas", como la ins-
tados Unidos, como en otras regiones gravitantes dentro de la economía mun- talación y conexión de teléfonos, computadoras y aparatos de fax en oficinas;
dial, la mayor rentabilidad y el más rápido desarrollo de las empresas si- y de los sistemas de telecomunicación cerrados para conectar empleados de

l
derúrgicas ya no dependen de las enormes plantas integradas por más de 5.000 una empresa que están en diferentes puntos geográficos. El rápido crecimien-
operarios que producen barras de acero en gran escala, sino del acero desti- to de las compañías de fletes aéreos, por tren y por camión, responde a las ne-
nado a determinados usos: ace¡os resistentes a la corrosión (galvanizados o cesidades de los distribuidores de contar con una mayor celeridad e integra-
e1ectrogalvanizados) pro ucidos para ciertos automóviles, camiones y arte- ción de los diferentes medios de transporte. Las compañías financieras más
factos para el hogar; acero pulverizado que puede ser compactado y fraguado prósperas ofrecen una amplia gama.de se~cios (que relacionan las op~racio-
para la fabricación de componentes extralivianos, utilizados en cigüeñales y nes bancarias con los seguros y las inversiones), adaptados a las necesidades
otros elementos de alta resistencia para motores de combustión' aleaciones específicas de los individuos y las empresas. Como las noti~ias llegaron .a.""
que contienen acero mezclado con silicio, níquel o cobalto, para turbinas y dis- un artículo disponible las veinticuatro horas del día a traves de la televisión,
co~ compresores, selladores y otros componentes de alta temperatura para las agencias de noticias en rápida expansión, junto con las empresas de servi-
aviones (Mcdonnell Douglas compra hélices para sus helicópteros fabricadas cios cablegráficos, reúnen paquetes exclusivos de información adaptados a las
con diecisiete materiales combinados, por 50.000 dólares la unidad); y minita- necesidades de los suscriptores (boletines personalizados de noticias, infor-
lleres de laminación que utilizan hornos de arco voltaico y recortan metales mativos en vídeo, e incluso vídeo-textos de los periódicos adaptados a los or-
denadores personales). Otro paso del alto volumen al alto valor.
Estas empresas son rentables porque los consumidores están dispues-
Estos ejemplos se han ~gido a tra~s de entrevistas con ejecutivos y empleados de una amplia
tos a pagar un suplemento por los bienes o servicios que responden exacta- ,
gama de empresas. La lista de las rmsmas aparece al final de este libro: 'Fuentes adicionales de
consulta." mente a sus necesidades, y porque ofrecen productos o servicios de "alto va-

92 93
lor" que no pueden ser fácilmente emulados por los competidores que produ- se puede lograr. La clave consiste en identificar los nuevos problemas y posi-
cen altos volúmenes en todo el mundo. Mientras la competencia entre estos bilidades a los que el producto se puede aplicar. El arte de la persuasión es
últimos continúa estrechando los márgenes de ganancia sobre todos los artícu- remplazado por I~ identificación de las oportunidades.
los uniformes, rutinarios y estándar -es decir, todos los bienes que se pueden En tercer lugar, están las habilidades necesarias para vincular la tarea
fabricar, reproducir o extraer en gran escala en casi todas partes del mundo- de los encargados de identificar las oportunidades y los responsables de resol-
las empresas pujantes en las naciones desarrolladas se han desplazado hacia ver los problema~EI personal que cumple estas funciones debe tener sufi-
otro objetivo, sobre la base de productos y servicios especialmente adaptados. cientes conocimientos acerca de las tecnologías y mercados específicos para
, La nueva barrera de acceso a los mercados no es el volumen O el precio, sino poder apreciar las posibilidades para los nuevos productos, reunir el dinero •
la habilidad para encontrar la exacta correspondencia entre las tecnologías es- necesario para lanzar el proyecto y congregar a los especialistas adecuados
pecializadas y los mercados específicos. Las grandes compañías ya no se con- para llevarlo adelante. Aquellos·que ocupan esta posición en la nueva eco-
" centran en la producción; sus estrategias apuntan cada vez más al conocimien- nomía se denominaban "ejecutivos" o "entrepreneurs" en las compañías tradi-
to específico. cionales, pero ninguno de los dos términos representa cabalmente su rol en las
nuevas empresas de alto valor. En lugar de dirigir las organizaciones, descu-
brir negocios o inventar cosas, estos individuos están permanentemente com-
prometidos en el análisis de ideas. Juegan el papel de un intermediario o ne-
gociador estratégico.

III

""-sise analizan atentamente estas empresas de alto valor, se pueden dis-


tinguir tres habilidades diferentes pero relacionadas entre sí que las impulsan
IV
a progresar. En eso reside precisamente su alto valor. Ante todo se requieren
habilidades para resolver los problemas que plantea producir bienes únicos
(ya se trate de aleaciones, moléculas, semiconductores, lenguajes de software, En las compañías que producen bienes de alto valor, las ganancias pro-
guiones cinematográficos, jubilaciones privadas o información). Las personas vienen no de las escalas y el volumen, sino de la permanente búsqueda de nue-
encargadas de resolverlos deben tener un profundo conocimiento de lo que vas relaciones entre las soluciones y las necesidades! La distinción que solía
• puede suceder cuando esos elementos nuevos se asocian, y luego deben tradu- hacerse entre "bienes" y "servicios" carece de sentido, porque gran parte del
cir ese conocimiento en los planes e instrucciones, a fin de producir los resul- "valor" ofrecido por la empresa -el valor único que no puede ser reproducido
.tados esperados. A diferencia de los investigadores y diseñadores, cuyos pro- en escala mundial-; incluye los servicios: la investigación especializada y el pla-
totipos salían de los laboratorios completamente armados o pasaban de la nearniento de los s~rvicios necesarios para resolver los problemas; las ventas
mesa de diseño directamente a la planta de producción en gran escala, estos y el marketing específico, y los servicios de asesoramiento ~ara identificar I~s
especialistas están comprometidos en una búsqueda permanente de nuevas problemas; además, los servicios especializados de estrategia, fmanzas ~ a~ml-
aplicaciones, combinaciones y perfeccionamientos capaces de solucionar to- nistración para llevar a cabo los dos primeroS Cada firma en esta especialidad
do tipo de problemas. debe proporcionar estos servicios.
En segundo lugar, están las habilidades necesarias para ayudar a los Por ejemplo, las industrias siderúrgicas se est~ transformando e~ em-
consumidores a entender sus necesidades, y cómo las mismas pueden ser me- presas de servicios. Cuando se logra una nueva aleación de un peso y resisten-
jor satisfechas por los productos especialmente adaptados. En contraste con cia determinados, los servicios son responsables de gran parte del valor del
• la venta y el marketing estandarizado de bienes -que requiere persuadir a un producto resultante. Los servicios de las empresas siderúrgicas ayud~ al
gran número de consumidores de las virtudes de un producto, preparar canti- cliente a escoger el tipo de acero y aleación que necesita, y luego examinan,
dades de pedidos y responder a las cuotas de venta-la venta y el marketing de cortan, acopian y distribuyen el material. Los fabricantes de computado~as
productos específicos requiere poseer un profundo conocimiento acerca de también ofrecen servicios empresariales, en los cuales una gran parte de la m-
las preferencias del consumidor, dónde reside la ventaja competitiva y cómo versión del consumidor corresponde al software específico y a la integración

95
94
e instalación de los sistemas adecuados para el mismo. IBM es una compañía
de servicios, si bien figura en las listas anuales de las principales firmas indus-
triales del país. En 1990, más de un tercio de sus ganancias provino de sus di-
seños de software y más del 20 por ciento de la integración de sistemas de
computación. Una parte importante del resto de sus actividades estuvo rela-
cionada con lo que la firma denomina "ventas y apoyo", lo cual incluye ayudar
al cliente a definir sus necesidades para el procesado de datos, escoger el
hardware y software apropiados, instalarlos y manejarlos, y luego limpiar los
bugs (errores involuntarios de los programas). Dentro de la dotación de
400.000 empleados de IBM, menos de 20.000 están clasificados como opera-
rios industriales y comprometidos en la producción tradicional. La gran ma-
yoría del personal eficiente de IBM cubre una serie de servicios -investiga-
8
ción, planea miento, ingeniería, ventas, mantenimiento. Sólo el la por ciento
del precio de sus productos corresponde a la fabricación de las máquinas.f
El inexplicable sistema contable vigente en los Estados Unidos todavía .................
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distingue categorías separadas para los bienes y servicios. Por ejemplo, se con-
sidera el software de computación como un servicio (aun cuando se reprodu-
ce como un artículo manufacturado) y una computadora como un producto
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manufacturado (aun cuando una gran parte del coste de una computadora co-
rresponde a los servicios). La industria químico-farmacéutica se clasifica co-
mo "fabricante", si bien los costes de producción de un medicamento repre-
sentan en la actualidad solamente una parte insignificante de los costes
totales, los cuales mayormente incluyen servicios como la investigación y el de-
sarrollo, la experimentación médica, el proceso de aprobación, los requisitos
de patentado, la especificación de fórmulas y la distribución. Se nos ha dicho,
reiteradamente, que cerca del 80 por ciento de los nuevos empleos creados en Existía un misterioso rito de iniciación por el cual,
la década del ochenta correspondía a las empresas de servicios, y que un 70 de uno u otro modo, casi todos los miembros
por ciento de los empleados del sector privado trabajan actualmente en dichas tenían que pasar. El término que los veteranos uti-
empresas. Pero a medida que los límites entre bienes y servicios se vuelven lizaban para esta ceremonia ... era "acepte el con-
más indefinidos, estas cifras resultan irrelevantes con respecto a lo que está trato". Al firmar un acuerdo sobre el proyecto, us-
ocurriendo en la economía y dónde reside el valor real. ted convenía hacer lo que fuera necesario para el
éxito. Usted acordaba abandonar, de ser necesa-
rio, a su familia, sus aficiones y sus amigos ... si es
que le quedaba alguno (y podían no quedar le, si
hubiera firmado el contrato varias veces antes) ...
El trabajo ya no sería obligatorio, sería voluntario.

TRACY KIDDER.
The Soul o/ a New Machine (1981)

2 Dat05 recogidos de entrevistas con ejecutivos y empleados de 18M.


Las empresas que producen alto valor no necesitan manejar muchos recursos, científico, o planeando una táctica financiera. La mayor parte de la coor-
contar con las tropas disciplinadas de trabajadores de producción, ni imponer dinación es horizontal antes que vertical. En vista de que los problemas y
rutinas predecibles. Por eso no tienen necesidad de estar organizadas como soluciones no se pueden definir por adelantado, tampoco se consideran
• las pirámides tradicionales que caracterizaban a la producción estandarizada, en agendas y reuniones formales. Surgen de las comunicaciones frecuen-
con los directores ejecutivos de rigor al frente de una escala cada vez más am- tes e informales entre los miembros del equipo. El aprendizaje mutuo
plia de gerentes, que estaban a cargo de un grupo aun mayor de operarios de dentro del equipo -como el intercambio de experiencias, opiniones, pro-
fábrica, quienes debían seguir estrictamente los procedimientos operativos blemas y soluciones- a menudo es aleatorio. Una misma solución se pue-
preestablecidos. de aplicar a un problema radicalmente diferente; una táctica impropia pa-
En realidad, las empresas de alto valor no pueden estar organiza- ra un objetivo puede ser una estrategia ganadora para alcanzar otro
das de esta maner~os tres grupos de especialistas que le confieren a es- objetivo que no guarda ninguna relación con el anterior. Es como si los
tas nuevas firmas la mayor parte de su valor -los que resuelven los pr oble- miembros del equipo armaran distintos rompecabezas simultáneamente
_ mas, los que los identifican y los intermediarios estratégicos- deben estar con las mismas piezas -que pueden ser dispuestas de muy diferentes ma-
en permanente contacto directo para descubrir las nuevas oportunidades. neras. (Esta estrategia intelectual se puede encontrar -ocasionalmente-
La comunicación debe ser fluida y clara para encontrar oportunamente incluso en las universidades.)
las soluciones adecuadas a los problemas planteados. Aquí no hay lugar En lugar de una pirámide, entonces, (la estructura de una empresa
para la burocracia. de alto valor se parece más a una telaraña. Los intermediarios estratégi-
Cualquiera que haya participado de chico en el juego infantil del cos están en el centro de la misma, pero existen todo tipo de conexiones
"teléfono" -según el cual una persona murmura una frase a la siguiente, es- que no los incluyen directamente, y además se forman nuevos nexos todo
ta luego la transmite a otra, y así sucesivamente, hasta que la última anun- el tiempo. En cada punto de la intersección hay un número relativamente •
cia en voz alta una frase que invariablemente no guarda ninguna semejan- pequeñode personal -que va de una docena a más de cien personas, de
za con la original- sabe lo que puede ocurrir cuando incluso los más acuerdo con el tipo de tarea. Antes, cuando un grupo era más extenso, no
simples mensajes se transmiten a través de intermediarios: "Que tengas un se podía establecer una comunicación rápida e informal.t En este sentido,
buen día" puede transformarse en "No digas tonterías." Si los encargados las habilidades individuales están combinadas, de modo que la capacidad
de identificar los problemas tuvieran que transmitir todo lo que han del grupo para innovar es algo más que la simple suma de sus partes. Con
aprendido acerca de las necesidades de sus clientes a través de una serie el tiempo, a medida que los miembros del grupo van resolviendo juntos los
de estratos, hasta llegar a la gerencia, y los que tienen a cargo la resolu- problemas, aprenden mutuamente sus tareas. Saben cómo pueden ayudar-
• ción de los problemas tuvieran que comunicar sus conocimientos acerca se mutuamente para rendir más, quién puede contribuir con algo para un
de las nuevas tecnologías a través de una escala similar, y luego ambos determinado proyecto, cómo pueden obtener más experiencia juntos. Ca-
grupos tuvieran que aguardar las decisiones de la gerencia sobre la mate- da participante está comprometido con la búsqueda de ideas que puedan
ria -y estas recorrieran un camino burocrático a la inversa- los resultados contribuir al progreso del grupo. Esta experiencia y conocimiento acumu-
serían, para decir lo menos, inoportunos e irrelevantes, y probablemente lativos no se pueden traducir en procedimientos operativos convenciona-
distorsionados. les que puedan ser fácilmente transferidos a otras organizaciones y traba-
Así pues, una de las tareas del intermediario estratégico es crear las jadores. Cada punto de intersección de esta "red empresarial" representa
condiciones para que los que identifican los problemas y los que resuel- una combinación única de habilidades.
van puedan trabajar juntos sin interferencias. El intermediario estratégi-
co hace las veces de un promotor y un entrenador -reúne a los especialis-
I tas de ambas áreas que pueden aprender más el uno del otro y, además de
proporcionales todos los recursos que necesitan para descubrir nuevas re-
laciones entre las tecnologías y las necesidades del consumidor, les orien-
ta de modo que no pierdan de vista las metas reales para obtener ganan-
cias. La tecnología de la informática ha reducido significativamente los costes de coordinación inclu-
Los equipos creativos identifican y resuelven los problemas casi de so entre las grandes dotaciones de personal que no dependen de procedimientos operativos con-
vencionales, u otras estructuras burocráticas. Consultar, al respecto, "Electronic Markets and
la misma manera que si estuvieran desarrollando un nuevo software, ela- Electronic Hierarchies", de T. Malone, J. Ya tes, y R. Benjamin, en Communicauons of thc A CM,
borando una nueva estrategia de marketing, buscando un descubrimiento Vol. 30, N2 6 (junio 1987).

98 99
pantes que identifican los problemas, los que buscan las soluciones y los
II que actúan como intermediarios deben encontrar nuevas oportunidades
en las tecnologías y en los mercados, tienen que estar altamente motiva-
dos. Algunos incentivos son más poderosos que el hecho de ser miembro
~a celeridad y la fluidez son tan importantes en este tipo de empre- de un pequeño grupo comprometido en una tarea común -que comparte
sas que no se pueden sobrecargar con excesivos gastos generales, como los riesgos del fracaso y la posible recompensa del triunfo. La recompen-
• grandes oficinas, plantas, equipos y sueldos. Deben estar dispuestas a sa no sólo es pecuniaria. El grupo a menudo comparte una visión; también
cambiar de dirección rápidamente, aprovechar las oportunidades cuando pretende tener éxito en el mundo.
se presentan y descubrir nuevas alternativas para resolver los problemas, En torno de la red están los proveedores de elementos está~dar'
dondequiera que surjan~ (fábricas, equipos, espacio de oficinas, componentes de rutina, servicios
En las compañías que producen grandes volúmenes, los activos fi- de contabilidad, servicios de procesamiento de datos, conserjería, etcéte-
jos, como las fábricas, los equipos, los depósitos y las extensas nóminas ra) contratados para prestar un servicio específico durante cierto tiempo
son necesarios a fin de planear y controlar. En las empresas que crean bie- y por un precio determinado. Este tipo de prestaciones a menudo son más
nes o servicios de "alto valor" dichos activos son una carga innecesaria. Lo ventajosas que el personal en dependencia directa.f Los proveedores que
que realmente cuenta en estas empresas es la identificación rápida de os ganan proporcionalmente con lo que rinden en su trabajo tienen más in-
problemas y sus soluciones -la unión entre el conocimiento técnico y el centivos para encontrar métodos eficientes en sus tareas. Consideremos al
know-how de ventas, con el respaldo de la habilidad estratégica y financie- propietario de una concesionaria de McDonald's que trabaja quince ho-
ra. Todo lo demás -todos los elementos estandarizados- se puede obtener ras por día y mantiene el local resplandecientemente limpio; o el operario
cuando sea necesario. Las oficinas, las fábricas y los depósitos se pueden que es dueño de su máquina y trabaja por contrato y la mantiene en per-
alquilar; los equipos estándar se pueden obtener por leasing; los compo- fectas condiciones?
nentes estándar se pueden adquirir al por mayor a precios acomodados
(muchos de ellos en el extranjero); las secretarias, los operadores' de com-
puta doras, los contadores y los empleados de producción se pueden con-
tratar temporalmente.
En realidad, es muy poca la gente que trabaja para este tipo de em-
presas de la manera tradicional, con puestos estables y salarios fijos. ~l
personal de las oficinas centrales que invierte gran parte de su tiempo en
III
la búsqueda de combinaciones -soluciones a los problemas, estrategias y
• dinero- son los más indicados para compartir los riesgos y los réditos de
su esfuerzo. Cuando se logra una combinación promisoria, los participan- \ Las redes empresariales revisten diferentes formas; entre las más fre-
tes del proyecto resultante (algunos situados en el centro de la red, otros cuentes figuran:
en los puntos periféricos) también pueden participar en las ganancias, en
lugar de percibir salarios fij s. Centros de ganancias independientes. En este tipo de red se eliminan las
'S:0n los riesgos y los beneficios ampliamente compartidos, y con los gerencias de mediano nivel y se asigna la autoridad para el desarrollo
gastos generales reducidos al mínimo, la red empresarial puede experimentar.
La experimentación era peligrosa en las empresas que producían alto'S' 2 Una serie de estudio¡ de mercado han revelado la utilización creciente del personal eventual o de
trabajadores pan-time durante la década de lo¡ ochenta. La razón de esto es probablemente evi-
volúmenes, porque los fracasos (como el fiasco de Ford con su modelo Edsel)
tar el pago de lo¡ subsidio¡ prescritos por lo¡ convenio¡ colectivo¡ o la legislación. No obstante,
significaban que toda la organización tenía que cambiar de rumbo -reorgani- se observa la misma tendencia en otras economías desarrolladas donde los contrato¡ colectivos
zarse, volver a entrenar al personal, reorientar las ventas y el marketing- con o los subsidios no influyen, Consultar, al respecto, SmallerUnitsofemployrneru:A Symhesisof'Re-
searcn on Industrial Organaation in Industrial Countries, de 1.W. Sengenbergery G. Lovemann.
un enorme coste.Pero en las firmas que producen altos valores la experimen- Ginebra: Instituto Internacional de Investigaciones Laborales, 1988.
tación es el elemento vital de todo emprendimiento, porque la adaptación re- 3 Este ejemplo no es hipotético. Una compañía papelera finlandesa, agobiada por lo¡ problemas
causado¡ por las máquinas serradoras, siempre en reparación, las vendió a sus operarios, y les
quiere un tanteo permanente.
firmó contrato¡ para que le hicieran el trabajo. La productividad aumentó rápidamente, mien-
El hecho de compartir los riesgos y los beneficios ofrece una venta- tras los operario¡ mantenían sus máquinas en perfectas condiciones y las utilizaban con más cui-
• ja suplementaria. Constituye un poderoso estímulo creativo. Si los partici- dado que antes. Consultar The Economist del 24 de diciembre de 1988, pág. 16.

100 101
del producto y las ventas a los grupos de ingenieros y expertos en mar- las especiales o bien comercializar (es decir, buscar problemas de aplica-
keting (quienes identifican y resuelven los problemas) cuyas remune- ción para sus tecnologías). Los intermediarios estratégicos situados en el
raciones están en relación con las ganancias de la unidad. Los "inter- centro de la red garantizan que ninguna licenciataria pueda dañar la ima-
mediarios estratégicos" de las oficinas centrales proporcionan apoyo gen de la marca, al ofrecer un producto de calidad deficientcj Además,
logístico y financiero! pero dan libertad a los grupos sobre cómo inver- proporcionan servicios integrales a las licenciatarias, como publicidad o
tir el dinero hasta uña cierta suma. En 1990, Johnson & Johnson abar- manejo computarizado del inventario. No obstante, la mayor parte de la
caba 166 compañías autónomas; Hewlett-Packard, unas 50 divisiones propiedad y el control queda en manos de las licenciatarias. Un ejemplo
empresariales separadas. General Electric, IBM, AT & T Y Eastman de ello son los concesionarios (frimchising) que figuran entre los negocios
Kodak, entre otras, adoptaron un criterio similar. Casi por el mismo de mayor crecimiento en todas las economías desarrolladas, y que venden
motivo, algunas grandes casas editoriales se ocuparon de crear "se- de todo, desde asesoramiento impositivo y servicios contables hasta reser-
llos": pequeñas editoriales semiautónonas, dentro de la estructura de vas hoteleras, bizcochos, frutas y verduras, servicios de redacción e impre-
la compañía madre, que incluían cada una doce empleados o algo más, sión, gimnasios y servicios médicos. En 1988, los concesionarios norte-
con suficiente responsabilidad para adquirir y editar libros por cuenta americanos abarcaban 509.000 puntos de venta y registraban 640.000
propia. millones de dólares en ventas, lo cual representaba más del 10 por ciento
de toda la producción nacional.4
, Asociaciones de extensión. En este tipo de red, los intermediarios es-
tratégicos de la casa central actúan como capitalistas de riesgo y pro- flntermediación pura. Es el tipo de red más descentralizada. Los interme-
motores, alentando las buenas ideas que surgen de los grupos de sol u- diarios estratégicos firman contratos con las empresas independientes
cionadores de problemas e identificadores y luego (si las ideas tienen para identificar los problemas y resolverlos, así como para la produc-
aceptación en el mercado) separan los grupos como empresas inde- ción. Esta clase de red es ideal para las empresas que necesitan cam-
pendientes, en las cuales los intermediarios estratégicos conservan biar de orientación en forma inmediata. Por ejemplo, en 1990, la com-
parte de los intereses. Xerox y 3M fueron precursoras en esta forma de pañía de computadoras Compaq de Houston (que ocho años después
asociación dentro de Estados Unidos. Con todo, esto no es nada nue- de haber sido creada tenía un ingreso de 3.000 millones de dólares)
vo para los japoneses. Por ejemplo, Hitachi abarca 60 compañías, 27 compraba muchos de sus más costosos componentes a terceros (micro-
de las cuales cotizan en bolsa. Algunas empresas de capital de riesgo y procesadores a Intel, sistemas operativos a firmas de software como
adquisiciones en condominio están llegando a parecerse al mismo tipo Microsoft, pantallas de cristal líquido a Citizen), y luego vendía los
de redes, en las cuales los riesgos y los beneficios se comparten entre productos finales a través de comerciantes independientes, a quienes
la compañía central y los gerentes de las empresas independientes. la firma garantizaba áreas de venta exclusivas. Costaba menos de 500
dólares fabricar la computadora Apple II, de los cuales 350 dólares co-
Asociaciones de absorción. En este tipo de redes, las buenas ideas vienen rrespondían a los componentes adquiridos de terceros.f Mientras tan-
de fuera de la empresa, de grupos independientes de solucionadores to, la compañía fabricante de juguetes Lewis Galoob, por un valor de
de problemas e identificadores. Los intermediarios estratégicos en la más de 50 millones de dólares, negocia pequeños aparatitos ideados
casa central adquieren las mejores ideas, o forman sociedades con los por diseñadores e ingenieros independientes, fabricados yempaqueta-
independientes, y luego producen, distribuyen y comercializan las dos por distribuidores de Hong Kong (quienes contratan la mayor par-
ideas con su propia marca registrada. Este tipo de acuerdo es común te de su mano de obra en China y Tailandia), que luego vende en Esta-
entre las firmas de software para la computación. Por ejemplo, en dos Unidos, a través de jugueterías independientes. Los estudios
1990, más de 400 pequeñas empresas de software fueron adquiridas cinematográficos, que en una época contaban con sus propias instala-
por grandes compañías especializadas en este sector, como Microsoft, ciones, equipos y elencos de actores, directores y guionistas, hacen
Lotus y Ashton-Tate. Las firmas creadoras del software reciben una ahora contratos sobre la base de cada proyecto con productores, direc-
buena ganancia por sus esfuerzos, mientras la grandes compañías man-
tienen un aflujo constante de nuevas ideas. 4 Datos ae Busines: Week, 13 de noviembre de 1989, pág. 83.
5 Apple adquiría inicialmente sus microprocesadoras de Synertek, otros chips de Texas Instru-
ments y Motorola,los monitores de vídeo de Hitachi, los generadores de Astec y las impresoras
Licenciatarias. En este tipo de red, las casas centrales firman contratos con de Qume. Consultar, al respecto, "Beyond Products: Service-Based Strategy", de James B. Quinn
empresas independientes para usar su marca registrada, vender sus fórmu- y otros. Harvard Business Review; marzo-abril 1990, pá[';f- 58-60.

102 103
tores, actores y camarógrafos independientes, alquilando los estudios no es de extrañar que las estadísticas oficiales muestren que la cantidad
de filmación y los equipos, mientras dependen de los distribuidores in- de pequeños "establecimientos" casi se ha duplicado entre 1975 y 1990, ge-
dependientes para exhibir los filmes en las salas apropiadas. Las edito- nerando millones de empleos nuevos, mientras en realidadrla producción
riales de libros hacen contratos no sólo con los autores, sino también de alto volumen pasaba al "alto valor" y las grandes organizaciones
con las imprentas, los maquetadores o diagrama dores, los ilustradores jerárquicas se estaban transformando en redes empresariales descentrali-
gráficos, el marketing y todas las demás facetas de la producción. In- zadas. Pero aun descontando esta artimaña estadística, el desplazamiento
cluso las compañías de automóviles recurren cada vez más a terceros de las empresas jerárquicas de alto volumen a las redes de alto valor daría
para lo que producen. (En 1990, Chrysler Corporation produjo en for- la idea de un esquema en decadencia, ya que las grandes compañías ya no
ma directa solamente un 30 por ciento del valor de sus automóviles; emplean demasiado personal en forma directa, y sus redes de ocupación
Ford, cerca de un 50 por ciento. General Motors adquiere la mitad de indirecta no son fáciles de estimar.
sus servicios ténicos y de diseño de 800 compañías diferentes.) De acuerdo con lo que revelan la mayoría de las estimaciones ofi-
ciales, las 500 principales compañías industriales de Estados Unidos no
lograron crear un solo puesto nuevo entre 1975 y 1990; su participación en
el empleo de mano de obra civil bajó del 17 por ciento a menos del 10 por
ciento. Mientras tanto, después de décadas de descenso, la cantidad de
personas que se definen a sí mismas como "autónomos'{ ha comenzado a
IV crecer. Y se ha registrado un auge en la cantidad de nuevas empresas (en
1950, se crearon 93.000 en Estados Unidos; desde fines de la década de
los ochenta se fueron sumando cerca de 1.300.000 nuevas empresas por
A los norteamericanos les encanta discutir las viejas categorías. ¿La año).8 La mayor parte de los nuevos puestos en la economía norte-
fabricación tiene futuro, o nos estamos convirtiendo en una economía de ser- americana provienen de las ¡equeñas empresas.Í que registran la mayor
vicios? ¿Las grandes compañías estarán destinadas a la extinción -como los inversión en investigación.' Una transformación similar se observa en
. 11
grandes animales prehistóricos- para ser remplazadas por las pequeñas em- otras naciones.
presas, o son decisivas para nuestro futuro económico? Estos interrogantes Pero sacar conclusiones lógicas de esta información -que las gran-
proporcionan incontables oportunidades para el debate. Pero ya no se trata des compañías están siendo remplazadas por millones de minúsculas em-
de saber cuántos ángeles pueden caber en una cabeza de alfiler, un argumen- presas- es caer en la misma trampa que con el debate sobre "fabricación"
to de debate de los escolásticos del siglo XIII. Estas discusiones son social- versus "servicios": ambos ignoran las relaciones intrincadas que configu- ,
mente útiles porque brindan oportunidades para seminarios, conferencias y ran la nueva economía. Las compañías centrales ya no son "grandes" em,
artículos periodísticos, y les aseguran una ocupación lucrativa a muchas per-
sonas. Pero no son edificantes. Los polemistas habitualmente encuentran evi-
dencias para fundamentar sus puntos de vista, de acuerdo con cómo definen
presas, pero tampoco son simplemente una serie de peque~as firmas: ~~- 1
tes bien, es una red empresarial./Su centro proporciona la vision
estratégica y tiende los nexos entre las unidades. in embargo, los puntos
J
sus términos. El hecho de que la fabricación vaya a ser remplazada por una de intersección de la red a menudo tienen suficiente autonomía para crear
economía de servicios depende de cómo se definan los términos "fabrica- conexiones con otras redes No existe el concepto de "interno" o "periféri-
ción" y "servicios". Del mismo modo, el hecho de que las grandes compañías
puedan ser desplazadas por las pequeñas empresas, depende de lo que se
pretenda significar con esos adjetivos. En realidad, todas las industrias fabri- Datos de The State of Small Business: Repon ofthe Presidau, Washington: Talleres gráficos del
7
les se están vinculando cada vez más con los servicios, y todas las grandes Gobierno de Estados Unidos. .
Del arto "The Hidden Economy", de D. L Birch, publicado en The Wall Street Ioumal, 10 de JU-
. compañías se están convirtiendo en redes de pequeñas empresas. 8
El sistema de clasificación de las industrias aplicado por el gobier- niode 1988,pág.23. --1-- E .
9 Datos de Business Demographics, de D. P. Handler. Nueva York: DUrI &: BrUU.>JT""', conomic
no federal (Standard Industrial C/assification) es tan inútil y anacrónico AnaJysis Department, 1988. 500
10 De acuerdo con la Fundación National Science, las pequeñas empresas -con menos de ~m-
ahora como antes. Define como "establecimiento" a cualquier empresa, picados- han duplicado su promedio de inversiones en investigaci?n y desa~1I0 dura~te la deca-
incluso a las que forman parte de una compañía más importante." Por eso, da de los ochenta, pasando del6 por ciento al12 por ciento. Washington: National SC/CICe Foun-
dation noviembre de 1990, pá~.12-14. . .
11 Consuitar, por ejemplo, el artículo, "München Management", publicado en The Econonust, el 14
6 U.S. Office of Management and Budget, Manual SIC, 1987, pág.12. de octubre de 1989, pág. 25.

104 105
co" dentro de la organización, sino solamente diferentes distancias con
respecto a su centro estratégico.
~ interconexiones de la red pueden ser bastante complejas, y extenderse en
varias unidades empresariales, subsidiarias, licenciatarias, concesionarios, proveedo-
res y distribuidores, y luego hacia otros centros estratégicos, los cuales a su vez están
conectados con otros grupo Por ejemplo, durante la década de los ochenta, la com-
pañía ffiM (que, como se recordará, conservó celosamente su independencia hasta
el punto de retirarse de la India antes que compartir sus beneficios con socios de ese
país) se asoció con decenas de empresas -Jntel, Merrill Lynch, Aetna Life and Ca-
I sualty, MC!, Comsat, y más de ochenta firmas extranjeras- para compartir la identi-
ficación y resolución de problemas y la intermediación estratégica. Del mismo modo,
AT&T (que durante setenta años se jactó de ejercer un absoluto control sobre sus
9
productos y sistemas operativos) tuvo que enfrentarse a una situación impredecible
en un mundo donde las telecomunicaciones y la desregulación requerían cientos de
alianzas, subcontratos y emprendimientos conjuntos (joint ventures).12 Las com-
pañías centrales en otras economías desarrolladas están pasando por una transfor-
mación similar. En efecto, como ya se verá, sus crecientes redes empresariales des-
centralizadas se están volviendo una extensión indiferenciada de las compañías
" . 13
ongmanas.

Al establecer la diferencia entre intereses en la


propiedad y autoridad para el control es necesario
tener en cuenta el hecho de que, así como hay mu-
chos individuos con intereses en la empresa, que
no son habitualmente considerados como propie-
tarios, hay otros tantos que tienen u~a ~jerta in-
fluencia sobre la misma, pero eso no significa que
tengan el control de la compañía.

AOOLF A. BERLE y GARDINER C. MEANS,


The Modem Corporation and Private Property (1932)

El concepto de compañía central como propietaria y admini~trador~ ~e vas-


12 Mis entrevistas (ver "Fuentes adicionales de consulta") confirman lo que muestran otras investi- tos recursos se está volviendo cada vez más una representación ficticia, que .
gaciones. Consultar, por ejemplo, "Beyond Vertical Integration: The Rise of the Value-Added nos recuerda lo que la misma fue, pero enmascara lo que ha llegado a ser .~s
Partnership", de R Johnston y P. Lawrence. Harvard Business Review, julio-agosto 1988.
13 Para tener una idea de la situación en Europa, consultar Job Generation and Labour Market principales activos de una empresa de "alto valor~ no son los e~ementos t~g¡-
Changes, Londres: MacmiUan, 1987. bles;sino la habilidad para la búsqueda de soluciones a necesidades particu-
106 107
lares, y el prestigio que se gana por haber alcanzado ese objetivo con éxito. firma, está entre los más importantes estrategas de la misma. De sus de'cisio-
Ningún grupo O participante ejerce el control de la empresa. Como tampoco nes depende gran parte de lo que la compañía ofrece a sus clientes -a qué pre-
hay un propietario en el sentido tradicional. Los ejecutivos coordinan y hacen cio y con qué calidad. Dentro de la organizaci6n informal de la compañía, gran
las veces de intermediarios; los inversores suministran una parte del dinero parte de la autoridad reside en él.
necesario para financiar sus actividades, por lo que son retribuidos, como mu-
chos otros participantes, con una parte de las ganancias. Los individuos más
hábiles y talentosos en la identificación y resolución de problemas, de quienes.
depende en gran parte el éxito de la empresa, también es probable que tengan
una participación en las ganancias. Deben tener suma libertad acerca de lo
que hacen y cómo lo hacen. Para las tareas de rutina se contrata cada vez más
a terceros. De esta manera, la autoridad está dispersa.
II
El organigrama formal de la organización tiene poca importancia como
verdadera fuente de poder en las empresas de "alto valor". El poder depende
no del rango o de la autoridad formal (como ocurría en las compañías produc- La prensa especializada, que condiciona gran parte de lo que pensamos
toras de altos volúmenes), sino de la capacidad para agregar valor a las redes acerca de la empresa moderna, ha perpetuado la imagen remanente de la .pro-
empresariales. Los expertos en identificaci6n y resolución de problémas, así piedad y el control centralizados. En las páginas de Fortune, Forbes, Business
como los intermediarios, ejercen eIliderazgo al crear métodos con los cuales Week y The Wall StreetJoumal, y en los interminables programas sobre empre-
se pueden agregar valores. Así es como surgen los líderes. sas que contradicen la estética promesa de la televisi6n por cabl~, las c?m-
Este proceso se puede observar en las compañías de alta tecnología ins- pañías centrales se consideran como si todavía fueran enorme.s y jerárquicas
taladas enSilicon Valley, en las oficinas corporativas delmidtown de Manhat- entidades orientadas de arriba hacia abajo, y que operan masivamente- Esto
tan, en los estudios cinematográficos de Hollywood, en las agencias publicita- es engañoso, por no decir algo peor.
rias, los estudios jurídicos, las consultoras, las instituciones bancarias las Un ejemplo extravagante pero no improbable: la Great American Cor-
. .
editoriales, los estudios de arquitectos, las compañías de radiodifusión las
' poration anuncia, y la prensa especializada sumisamente informa, que l~ firma
.
agencias de relaciones públicas y de lobby, etcétera. A medida que aumenta el
' está introduciendo una nueva línea de aparatos a medida para la práctica del
prestigio por la perspicacia en laresoluci6n e identificaci6n de problemas, los fisicoculturismo -de variados tamaños, pesos, formas y consistencias (destina-
líderes informales obtienen más credibilidad y más seguidores. Con el tiempo dos a culturistas de diferentes pesos, medidas y conformaci6n física). La no-
ellos y sus seguidores reciben una mayor participación en las ganancias, o se vedad, desde luego, es importante para los principales inte~mediario~ es-
, independizan para iniciar una empresa por cuenta propia. De esta manera, las tratégicos y sus accionistas, para quienes el valor de sus acciones subirá o
redes empresariales se reorganizan a medida que surgen "los nuevos líderes. bajará de acuerdo con la cantidad de aspirantes culturistas que afluyan a las
Los puntos periféricos, con Ios cuales antes existían pocos nexos, luego evolu- tiendas a los centros aer6bicos y a los gimnasios para comprar nuevos apara-
cionan para formar nuevas redes, concentradas en torno de grupos de indivi- tos. Pero el anuncio crea la falsa expectativa de que existe una inmensa y úni-
duos que crean altos valores y atraen a nuevos seguidores. El liderazgo está ca entidad llamada Great American Corporation, que es exclusiva o amplia-
allí donde se crea y se desarrolla el mayor valor. mente responsable de los nuevos productos, y que la consecuencia principal
Las decisiones de los intermediarios estratégicos en torno de los con- del éxito o el fracaso en el mercado recaerá sobre los accionistas de la com-
tratos -con quiénes y para qué suscribirlos- se toman con la mayor reserva. pañía.
Estos intermediarios, cuya responsabilidad diaria es extender la red empresa- En realidad, es más probable que estos nuevos aparatos sean un producto
rial, reciben a menudo el poco atractivo título de directores de compras o ge- de la combinación de una compleja red empresarial. La idea generalmente es
rentes de adquisiciones. Toman decisiones acerca de los miles de pequeños concebida por un grupo -Ilamado Compañía A, la cual es formalmente una divi-
contratos, que en conjunto, determinan gran parte de lo que la empresa ven- sión de la Great American, pero opera casi independientemente. Los aparatos
~ de. Por ejemplo, el director de compras de Polaroid Corporation invierte cer- han sido diseñados por otro grupo que se especializa en traducir las ideas en pro-
ca de la mitad de los ingresos anuales de la corporación en todo tipo de ele- ductos que pueden ser fabricados con eficiencia y a bajo coste -llamado Com-
mentos, desde los servicios de conserjería hasta los componentes oe alta pañía B, la cual está legalmente separada de la Great American Corporati~n, ~-
tecnología, adquiridos de más de 8.000 proveedores, a través de 95.000 contra- ro estrechamente relacionada con la misma, ya que la mayor parte de los disenos
tos. Si bien este director no figura en la lista de los veinte altos ejecutivos de la de la Compañía B son adquiridos por Great American. Los nuevos aparatos han
109
108
sido fabriados y armados por la Compañía C, cuyos empleados trabajan con tanta autoridad, y tienen tanta incidencia sobre el producto final como los eje-
equipos «alta tecnología en Taiwan y Hong Kong. El producto final es embala- cutivos intermediarios de las oficinas centrales.
do por lajompañía D, distribuido por la Compañía E y vendido por la Compañía Los verbos y los pronombres posesivos utilizados para describir lo
F. Las coipañías G y H prestan dinero para el proyecto y ya han vendido los do- que está ocurriendo -cómo Great American Corporation ha lanzado su
cumentode la deuda a otras tantas compañías. Las compañías 1 y J venden los nuevo producto, o los "aparatos a medida de Great American"- sugieren
aparatos itravés de sus concesionarios -gimnasios y centros de salud. La Com- la misma estructura de propiedad y control que en las compañías de pro-
pañía K raneja todas las cuestiones legales, mientras la Compañía L se ocupa de ducción masiva (de altos volúmenes). Pero cuando esto se aplica a un gru-
la pubicidd, La Compañía M es propietaria de la planta donde se arman los apa- po empresarial especializado en el "alto valor", con su propiedad y control
ratos, y blCompañía N es dueña de la maquinaria. Las compañías O y P han fir- ampliamente compartidos, da lugar a un sutil pero persistente malenten-
mado conatos exclusivos para vender los aparatos en sus áreas de influencia, dido.
mientras 8Compañía Q ha adquirido los derechos para fabricar y vender el pro-
ducto en mopa y suscribirá contratos con las compañías R, S, T, U YV para dis-
tribuirlo Jenderlo allí. La Compañía W, entretanto, lleva la contabilidad y ma-
neja el diero en efectivo, mientras las compañías X, Y Y Z tienen a su cargo el
transporkla comunicación y la logística. El personal de algunos de estos grupos
recibe sabios directamente de Great American Corporation; otros participarán
en las ganacias que genere el producto (o no recibirán nada si el producto fra- III
casa); otrsmás trabajan bajo contratos a largo plazo con la compañía, y perciben
un honorariofijo por sus servicios.
¿qué es entonces, la Great American Corporation? Es una combina- Un malentendido similar surge de la información acerca de las adqui-
ción -senjante a una telaraña- de todos esos grupos, en la cual participan al- siciones o ventas de subsidiarias por parte de las compañías centrales, como
gunos inwsores ajenos a la misma -Ios accionistas de Great American- quie- sería el caso si Great American Corporation vendiera su Compañía A a la
nes tamléu percibirán una parte de las ganancias, y los coordinadores o Gran Compañía General. Esto daría la idea de que las plantas, equipos y per-
intermedaios estratégicos de las oficinas centrales, que son quienes negocian sonal pasarían a ser propiedad de otra empresa y a estar bajo su control, co-
todos es contratos y arman los acuerdos (una destreza nada despreciable, mo en la transferencia de cualquier propiedad. En las industrias de alto volu-
por la cuirecibirían una generosa retribución si el nuevo producto llegara a men, donde el control reside en las cúpulas de las organizaciones y casi todos
ser un éxilJ de venta). los demás realizan los planes de los altos ejecutivos de la gerencia, esa trans-
Elecho de atribuir el producto a Great American Corporation encu- ferencia de activos representa en efecto la venta de la propiedad. Pero en las
bre dónde eside el verdadero valor en esta red. En realidad, las ganancias que empresas de "altos valores", una transferencia significa poco más que un cam-
perciben accionistas de Great American es probable que sean relativamen- bio en la forma en que se combina la identificación y resolución de problemas
te pequess en relación con los ingresos de otros participantes que han agre- con la intermediación estratégica y las finanzas.
gado un cmsiderable valor, mayor que el dinero, y que han asumido gran par- En este caso, los inversores e intermediarios estratégicos de la Gran
te de los IlesgOS.Supongamos que la Compañía Aconsiste en dos docenas de Compañía General realmente no adquieren "propiedad" o "control". Hay que
personas ~e se especializan en desarrollar ideas para un nuevo producto des- tener en cuenta que el activo principal de la Compañía A es su personal capa-
tinado alfisicoculturismo, y que los intermediarios estratégicos de Great citado y experimentado, antes que el bien que puede ser comprado o vendido.
Americaaes han persuadido para que se alejaran de un competidor, para el Si bien el éxito logrado por este grupo puede haber generado activos comer-
cual habíandesarrollado con enorme éxito conceptos innovadores en la mate- ciales, como patentes, derechos de autor y marcas registradas, de los cuales
ria. El seiiueloha consistido en salarios elevados más una participación en to- puede reclamar su titularidad la Gran Compañía General, su futura perfor-
das las gananciasque generen sus ideas. Por eso un tema importante (aunque mance no puede ser comprada o vendida. Cualquiera que sea el valor poten-
generalmente inexpresado), implícito dentro del caso de los nuevos aparatos cial de esos activos conceptuales, sus legítimos propietarios seguirán siendo
de la GrealAmerican, es el grupo de talentos de la Compañía A que diseñó la las personas que los generan. Estos activos no se pueden extraer de sus men-
idea de la aparatos, y cuánto pretenden ganar si el producto tiene éxito. La tes sin su consentimiento, ni se puede imponer esa responsabilidad. Aun cuan-
descripcia antes citada también encubre dónde reside realmente el poder en do la Ba. Enmienda a la Constitución de los Estados U nidos no toma en con-
esta red. los vendedores de la idea de la Compañía A ejercen, por lo menos, sideración la servidumbre involuntaria, no hay manera de esclavizar al

110 111
personal en ~creatividad. Su futura contribución y compromiso pueden ser llos que eran propietarios de las maquinarias y aquellos que las manejaban. Cada una
adquiridos, Fro si están insatisfechos con el trato es improbable que sean de- de las partes pretendía una mayor participación en las ganancias. En 1950 se alcanzó
masiado perspicaces y creativos. En última instancia buscarán otra oportuni- un mejor acuerdo entre las partes, mediante el cual la gerencia accedía a las deman-
dad más propiciay rentable. das de la mano de obra por salarios progresivos, a cambio de la cooperación de los
. . , De estamane~~sin considerar ~aorganización para la cual están trabajando, trabajadores para producir volúmenes cada vez más alta; de bienes -de esta manera
exigirán una ntnbuaon por sus contribuciones (ocasionalmente, bajo la forma de se reducían los costes por unidad, mientras se creaba una clase media más numerosa
una participaon en las ganancias resultantes) que refleje el valor real que son capa- con un ingreso suficiente para poder adquirir dicha; bienes. El gobierno jugaba un
ces de aportara la empresa. Por lo tanto, en lugar de describir la transacción como importante papel de apoyo en este pacto. Este fue el gran acuerdo nacional, que la
"Great AmericmCorporation vende su Compañía A a la Gran Compañía General" economía mundial comenzó a interferir.
de~ría decirsemásapropiadamente que el grupo creativo (de identificación y res; Sin embargo, en las empresas de "alto valor" las reclamaciones tanto del sec-
lución de prolemas) de la Compañía A cambió a sus intermediaria; estratégicos de tor laboral como del capital financiero están cada vez más subordinadas a las exigen-
la Great Ameean por los de la Gran Compañía General Si esta última hiciera un cias de aquellos que identifican, resuelven los nuevos problemas y juegan el papel de
mejor trabajo lJIle la; anteriores intermediarios, el grupo creativo ganaría más dine- intermediarios. Consecuentemente, los trabajadores de la producción reciben una
ro, así como 1 inve~soresde la Compañía General. Pero si lo hicieran peor, el per- participación cada vez menor de cada dólar (libra, marco o yen) invertido en una eco-
sonal de talent:Jque mtegra la Compañía A podría buscar otro socio (o desvincular- nomía de vanguardia Las ganancias sobre el capital también se han comprimido. No
se totalmente ~Ia Compañía A). obstante, aquellos individuos que conceptualizan los problemas disponen de los más
Del mÍJIIlo modo que no se pueden comprar los grupos de creativos capaci- altos salarios y honorarios. En 1920, más del 85 por ciento de los costes de un au-
tados tampocoe pueden "adquirir" las empresas de alto valor que los contienen. En tomóvil se utilizaba para pagar a los trabajadores de fábrica y a la; inversores. Hacia
más de una ocsén, esta circunstancia ha sorprendido a los inversores y coordinado- 1990, esta; da; grupos recibieron menos del 60 por ciento, mientras la diferencia pasó
res que pensaba hacer esa adquisición solamente para hacer desaparecer la firma, a la; diseñadores, ingenieros, estilistas, planificadores, experta; estratégicos, especia-
tan pronto co sehubieran hecho cargo de ella (Si hubieran sabido que se trataba listas en finanVls, directores ejecutivos, abogados, publicistas, expertos en marketing
de una red emresarial y no de una compañía estable probablemente no habrían in- y afines. Hoy, no más del 3 por ciento del precio de un chip semi conductor pasa a los
tentado apropsse de ella) En 1986, General Electric dio por sentado que había "ad- proveedores de la materia prima y la energía, un 5 por ciento a los propietarios del
quirido" la em¡resafinanciera Kidder Peabody. Pero cuando la compañía intentó equipo y las fábricas, y un 6 por ciento a la mano de obra de rutina. Más del 85 por
ejercer el contI~sobre su nueva adquisición -al imponer requisitos estricta; para la ciento está destinado a la; servicios técnicos y de diseño, y a las patentes y derechos
p~esentación dúnformes y ajustar la; costes- gran parte del personal más capaz de de autor por los descubrimientos llevados a cabo en tales servicios.
Kidder Peaboq se fue en busca de una oportunidad más año. A General Electric Estas mismas pautas se pueden observar en el conjunto de la economía En el
sólo le quedó ~o más que el buen renombre, aunque declinante, de Kidder Pea- período de postguerra, la; salarios de producción de los trabajadores en los Estados
body.'
Unida; descendieron significativamente, como porcentaje de la producción nacional
bruta (pNB), de 11,6 por ciento en 1949, a 4,6 por ciento en 1990.2 Durante el mismo
período, las ganancias empresariales también disminuyeron como porcentaje de la
PNB. A mediados de la década del sesenta, esas ganancias (ajustadas por la desvalo-
rización y el inventario de pérdidas y ganancias) alcanzaron el 11,7 por ciento de la
PNB, y luego cayeron al 6,9 por ciento durante la recesión posterior. Los porcentajes
IV resultantes fueron más baja; que la; puntos máximos recesivos y de expansión. A fi-
nes de la década del ochenta las ganancias representaban solamente el 5,3 por cien-
to de la PNB? Mientras una parte de la PNB significativamente menor pasaba a la

El enfrentamientoindustrial decisivo en la economía de altos volúmenes de fi-


nes del siglo dienueve y primera mitad del veinte -antagonismo que preocupó so- 2 Dat05 obtenidos del Censo 1983 por W. Johnson, A Packer y otros, publ. en Worlcforce 2000:
bremanera a KJJf Mane, Andrew Carnegie y John L. Lewis- tuvo lugar entre aque- Worlc:and Wotken for the 21st Ceruury. Indianápolis: Instituto Hudson, 1987, pág. 27.
Durante el mismo período, el porcentaje del valor total de la producción (definida como "fabri-
cación" en las estadísticas del gobierno), representado por los salarios de los trabajadores de la
producción, disminuyó del 40 a.l24 por ciento; Ibídem, pág: 26. .
De "GE Fm Running Kidder Peabody & Co. Isn't A11That Easy", de S. Swartz. The WaU Stree: Dat05 de SUTVf:)' of éurrént Business, Secretana de Comercio de 105EE. UU., Washmgton: Talle-
Joumal, 27 dcenero de 1989, pág. 1. 3
res Gráñcos del Gobierno, temas varios.

112
113
mano de obra y a los inversores,otra mucho mayoriba a parar a los grupos creativos mas, si bien están legalmente protegidas, quedan rápidamente desactuali-
y a los intermediarios estratégicos. zadas y deben ser remplazadas.
Una marca conocida es otra forma de "plusvalía" intangible, que
también cuenta en el balance general. General Electric, RCA, Westing-
house, Kodak, Sears, BankAmerica, General Motors, Procter & Gamble,
Ford, Walt Disney, IBM, American Express -estos nombres sugieren so-
v lidez y confiabilidad, El hecho de que estas entidades se estén transfor-
mando en redes descentralizadas de contratistas, subcontratistas, licen- -
ciatarias, concesionarios, sociedades y otro tipo de alianzas temporales
La subordinación de la mano de obra común ha tenido consecuencias -vinculadas por pequeños grupos de intermediarios estratégicQs- no ha
que se analizarán en los últimos capítulos. Mientras tanto, la dependencia cre- disminuido la lealtad de los consumidores, toda vez que los mismos no se
ciente del capital ha causado confusión entre los inversores, para decir lo me- han percatado de la transformación. Esta es otra consecuencia económi-
nos. "Poseer" una compañía ya no significa lo mismo que antes. Los profesio- ca de pensamiento residual, esta vez entre los consumidores. Se supone
nales del área contable, de ningún modo conocidos por sus demostraciones que un producto con la marca registrada GE está "hecho" por General
públicas de emoción, han mostrado su disgusto abiertamente por tener que in- Electric, según el criterio tradicional "de los empleados de GE bajo el
formar a los potenciales inversores acerca del verdadero capital de estas em- control de los gerentes de GE y en las fábricas de GE". La confianza esta-
presas, que reside en el discernimiento de sus empleados. Utilizaron el térmi- blecida es en sí misma un artículo negociable.
no "plusvalía" para designar la ambigua sección del balance general que está En realidad, las marcas registradas de muchas grandes compañías
entre los activos tangibles de la compañía y el valor de su personal capacitado. figuran ahora entre sus activos más valiosos. Las marcas se pueden vender
Pero así como el capital intelectual le va ganando al capital físico, como el ac- por sí mismas. Son las que iluminan el paisaje de las ciudades. Aparecen
tivo clave de las compañías, los accionistas se encuentran en un terreno cada en la apertura y el cierre de los programas televisivos, cuando una voz
vez más incierto. La mayor parte de la "plusvalía" puede desaparecer con la acreditada anuncia al televidente el magnánimo ofrecimiento de una com-
desvinculación de los empleados valiosos. pañía. Se pueden encontrar en los avisos a toda página de las revistas, su-
Desde luego ciertos "activos intelectuales" permanecerán incluso perpuestos a un sereno panorama o a las pinturas clásicas, a menudo sin
después de que los empleados expertos se hayan ido -entre ellos, la paten- un producto a la vista. Es la perfecta tautología: el emblema que repre-
te y los derechos de autor, que son el legado documentado de los pasados senta a la compañía, y la compañía que representa al emblema. En la ima-
logros intelectuales. Pero en una economía de alto valor, esa propiedad ginación de la gente, IBM es una abstracción que tiene que ver con las
intelectual a menudo pierde su valor con bastante rapidez. Después de to- computadoras, con Charles Chaplin, y con un logotipo modernista en azul
do, las patentes y los derechos de autor protegen los descubrimientos y blanco que sugiere poder y autoridad.4
efectuados solamente durante un lapso. Por ejemplo, no protegen la iden- Cuando una marca empresarial llega a estar demasiado asociada con
tificación inicial de un problema específico que los clientes están ansiosos una industria o un producto desprestigiado, una oportuna alteración de la
de remediar (cómo grabar programas de la televisión para verlos en un identidad puede ayudar a recuperar el declinante valor. La antigua y perseve-
momento más conveniente); tampoco protegen las ideas consecuentes so- rante firma U .S. Steel se rebautizó como la elegante y contemporánea USX.
bre cómo mejorar el problema sobre la base de una solución dada (un Quizá sea lo más acertado, una alteración de la imagen mediante la cual los
control remoto programado para grabar los programas). No obstante, es- anunciadores y vendedores reconstruyan no el producto pero sí su concepto y
te tipo de descubrimientos -que existe un mercado y que hay varias mane- su asociación mental. Por ese motivo Philip Morris paga 600.000 dólares al Ar-
ras de satisfacerlo- son a menudo aun más valiosos que el producto paten- chivo Nacional por el privilegio de publicar la Declaración de los Derechos
tado O los derechos de autor por la invención. El grupo creativo de (de la Constitución de los Estados Unidos) junto a la marca Philip Morris, con
identificación y resolución, y los intermediarios estratégicos que no han la esperanza de que el público nortemericano asociara de alguna manera sus
participado en el producto original generalmente se apresuran a sacar cigarrillos con los Padres Fundadores.
ventaja de los nuevos mercados que han sido identificados y estimulados Irónicamente, una inversión en imagen empresarial puede compen-
por el descubrimiento. Por eso a menudo se da el caso de que las mayores
retribuciones vayan a parar a los perseguidores más rápidos y hábiles an- 4 Consultar, al respecto, "Corporate Coats of Arms", de Ken Carls. Harvard Business Review, ma-
tes que a los creadores originales. Las viejas soluciones a viejos proble- yo-junio de 1989.

114 l1S
sarse, aun cuando la compañía central no esté directamente vinculada Con ra el siguiente desafío. Los intermediarios estratégicos que logran la combinación
el producto promocionado: la imagen de la marca tiene un valor inde- justa de habilidades técnicas y de marketing a fin de desarrollar el software para
pendiente. Por eso el embleaa de GE agrega valor a su horno de microon- una planta de ingeniería mecánica obtienen nuevos conocimientos que les permi-
das, diseñado, fabricado y armado por Samsung en sus plantas de Corea ten desarrollar combinaciones más complejas para otra planta de ingeniería ae-
del Sur, fábricas que pocas vecesvisitaron los ejecutivos de General Elec- roespacial. Producir grabaciones musicales que dejan extasiada a la audiencia pre-
tric; la resplandeciente firaa de Walt Disney y la figura del simpático para el terreno para producir otros registros con mayor éxito, y así sucesivamente.
ratón Mickey aparecen en escendedores y remeras enviadas desde Thai- Desde luego, las empresas que producían altos volúmenes se beneficiaban
landia; el acreditado logotipo de American Express figura en mapas de con los empleados experimentados. Los trabajadores veteranos a menudo co-
ruta, en guías turísticas y en albergues y hosterías, cuya única relación con nocían tan bien las máquinas y materiales que podían detectar los problemas antes
American Express es un ccitrato que los autoriza a utilizar el nombre' , de que surgieran. Pero allí el desarrollo dependía fundamentalmente de las cre-
Kodak cede su nombre a lasfotocopiadoras y cintas de vídeo fabricadas cientes economías de escala. Aquellos que invertían en las plantas y maquinarias
por Canon y Matsushita, respectivamente.5 que hacían posible obtener esas escalas podían, de esta manera, lograr una parti-
Pero hasta las marcas más sugerentes no pueden conservar su valor pa- cipación cada vez mayor en las ganancias resultantes. Pero en las empresas de "al-
ra siempre. La memoria es frágil.Los nuevos productos asociados con las nue- to valor" el crecimiento depende de la experiencia acumulativa de los empleados
vas marcas toman la delantera. Por otra parte, las marcas tradicionales pue- clave. Por consiguiente, el valor creciente de la empresa -junto con la autoridad y
den aparecer en productos debaja calidad que afecten su renombre. O bien sus retribuciones- reside en los individuos que tienen la capacidad de identificar
los consumidores pueden advertir que ya no necesitan esas garantías y que problemas, resolverlos e intermediar.
pueden adquirir el mismo preducto a un precio más bajo, sin subsidiar a la Las teorías económicas convencionales se fundamentan en el principio de
compañía central y sus agenciasde publicidad. La cinta de vídeo de Matsus- la renta decreciente. Como el recurso se ha agotado, su precio aumenta; el aumen-
hita es tan buena como la de I<odak.Por eso, como las patentes y los derechos to de precio alienta a su vez a los compradores a conservar el recurso y buscar sus-
de autor, las marcas pierden valor a medida que envejecen. También esta titutos más baratos, lo cual en última instancia hace bajar el precio nuevamente.
forma de "plusvalía" es un actro devaluable. Por ejemplo, los altos precios del petróleo en la década de los setenta motivaron
que los consumidores ahorraran energía, y alentaron a las compañías a encontrar
más petróleo -ambas iniciativas provocaron finalmente la caída de los precios de
los hidrocarburos en la década de los ochenta. Una de las grandes ventajas de un
sistema de precios, como todos los economistas pueden confirmar, es que suele
VI equilibrarse espontáneamente.
Pero el capital humano opera de acuerdo con un principio muy diferente. En
~ta de que la gente aprende a través de la práctica, el valor de lo que aportan habi-
tllaTiDeñte aumenta a medida. que obtienen experiencia Este sistema no es autorre-
En las empresas de "alíovalor" solamente un activo se valoriza más a guiado, en el sentido de que aquellos que obtienen primero la experiencia finalmen-
medida que se usa: las habilid des del personal creativo para la identificación te pierden, cualquiera sea el precio que impongan e,Del mercado, cuando otros los
y resolución de problemas y laintermediación. A diferencia de la maquinaria, igualan. Por el contrario~ gente suticient~me?te acomodada como para .tener una
, que se desgasta paulatinamene, de la materia prima, que se agota, de las pa- excelente formación, seguioa de una experiencia laboral en tareas complejas, puede
tentes y los derechos de autor, que se vuelven obsoletos, y de las marcas regis- llegar a ser con el tiempo mucho más valiosa, siendo más difícil para los demás alcan-
tradas, que pierden su poder depersuasión, las habilidades y los conocimien- zarla, ~En realidad, su creciente ventaja puede extenderse más allá de una sola gene-
tos que derivan del descubrimiento de nuevos vínculos entre las tecnologías y ración, puesto que sus ingresos suplementarios los invierten en la educación y forma-
las necesidades aumentan conlapráctica. ción de sus hijos. Estas crecientes divergencias pueden ser endémicas para una
Cuanto más compleja sealatarea, más servirá como preparación para una economía mundial fundamentada en los conocimientos de "alto valor" antes que en el
nueva tarea aun más complicada La resolución de un problema es un estímulo pa- capital o en el trabajo rutinario. Volveré a analizar el tema en los últimos capítulos.

5 En vista de que algunas marcas elIIanjerashan Uegado a ser más confiables que sus colegas nor-
6 Para comprender mejor el contraste entre el punto de vista económico convencional y este enfo-
teamericanas, se han dado vuelta kr;papeles: ahora la marca Minolta aparece en las cámaras ins-
que más dinámico se puede consultar W. Brian Arthur, 'Positive Feedbacks in the Economy",
tantáneas de Polaroid. The Wall!lttt Joumal, 6 de julio de 1990, pág. D2.
Scimlific American, febrero de 1990, pág. 92.

116
117
cuestionablemente norteamericanos. o existían dudas acerca de cuál era la nacio-
nalidad en la cúpula de la pirámidi)Y más allá del proceso efectuado en el extran-
jero hasta llegar al producto final, la labor más compleja -diseño, fabricación de los
componentes clave, planeamiento estratégico, fmanciamiento y marketing- se
hacía en los Estados Unidos y estaba a cargo de norteamericanos. Su predominio
tecnológico y fmanciero impulsó a muchos europeos y asiáticos a responder, crean-
do sus propias compañías líderes.
Pero este tipo de control y propiedad centralizados es imposible de lle-
var a cabo en las redes empresariales de "alto valor". En estas, el poder y la

10 prosperidad surgen de los grupos que han acumulado los conocimientos más
valiosos en la identificación y resolución de problemas. Estos grupos se pue-
den encontrar cada vez con más frecuencia en muchos lugares del mundo,
además de los Estados Unidos. A medida que se acortan las distancias en to-
do el planeta, a través del progreso en las telecomunicaciones y el transporte,

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los grupos creativos de una nación están en condiciones de unir sus capacida-
des con los de otros países, a fin de ofrecer el mayor valor posible a los consu-
midores de casi todo el mundo. El nexo entre los distintos puntos estratégicos
de la red mundial son las computadoras, los aparatos de fax, los satélites, los
monitores de alta resolución y los módems, todos los cuales relacionan a los
diseñado res, ingenieros, contratistas, concesionarios y vendedores de todo el
mundo.1
Desde luego, algunas naciones todavía tratan de impedir el flujo de cono-
cimientos y de dinero a través de sus fronteras. Pero estas limitaciones están de-
mostrando ser cada vez más inútiles, principalmente porque las tecnologías más
modernas han hecho imposible para esas naciones poder controlar ese flujo. En
la última década del siglo veinte, los gobiernos sólo pueden impedir el ingreso, a
través de sus fronteras, de unos por,os objetos tangibles que pesen más de 130 ki-
logramos. Gran parte del conocimiento y del dinero, y muchos de los productos y
servicios que los individuos de diferentes naciones pretenden intercambiar, hoy
Las nuevas redes de organización empresarial de "alto valor", que están
se pueden transformar fácilmente en emisiones electrónicas que atraviesan la
remplazando a las viejas estructuras piramidales centralizadas -de alto volu-
atmósfra a la velocidad de la luz. En 1988, unos 17.000 circuitos telefónicos inter-
men-, se están extendiendo por todo el mundo. Están dejando de existir las
nacionales transmitieron diseños técnicos, imágenes de vídeo e información en
~mpañías consideradas como "norteamericanas" (o alemanas, o francesas, o
forma instantánea de un punto a otro de las redes mundiales, entre el personal
Japonesas), y los productos terminados de origen "norteamericano" (británico
francés, japonés o alemán). ' creativo que trabaja conjuntamente en diferentes continentes Los nexos de las in-
cipientes redes mundiales son apenas visibles, y por eso a menudo evasivos
La tradicional compañía norteamericana multinacional se controlaba des-
de sus ofi~s centrales en los Estados Unidos. Sus subsidiarias en el extranjero
eran efectivamente subsidiarias -como se les recordaba con frecuencia a sus clien-
tes ~ empleados. Ya fuera que extrajeran materia prima y la enviaran a los Estados
l!~dos para su. procesado, o que distribuyeran y vendieran productos de fabrica-
C10nnorteamencana, y remitieran sus ganancias a los Estados Unidos -aun cuan-
d~ los productos se fabricaran de acuerdo con las especificaciones de la casa ma-
~ antes de distribuirlos yvenderlos- era evidente que las subsidiarias servían a los Consultar, por ejemplo, "Global Communications Net Planned by GE for Its Staff", de C. Sims,
mtereses de la compañía matriz norteamericana. La propiedad y el control eran in- publ, en New Yorlc Times, 31 de mayo de 1989; o "How Fashion Spreads Around the World", de
W. Hochswender en New YoetcTimes, 13 de mayo de 1990, pág. ES.
118
119
II III

En la economía tradicional de alto volumen la mayoría de los produc- En estas redes mundiales, los productos son combinaciones internacio-
tos -como las compañías de las cuales provenían- tenían diferentes nacionali- nales. Lo que se intercambia entre las naciones es con menos frecuencia el
dades. Más allá de las fronteras internacionales que debían atravesar su paí producto terminado que la especialización para resolver los problemas (inves- "
dee ori
ongen -e 1 sello de la industria que habitualmente se imprimía en' elIos- ars
tigación, diseño del producto, fabricación), para identificarlos (marketing, pu-
jamás se pus~ en duda: ~a ~ayor parte del trabajo que requerían dichos pro- blicidad, encuestas al consumidor), y para coordinar los servicios (financia-
~ ductos se hacía en un SItIO,sunplemente porque las economías de escala nece- miento, búsqueda, contrataciones), así como ciertos servicios y componentes
sitaba~ un .control central. En las grandes fábricas centralizadas ingresaba la de rutina, todo lo cual se combina para crear valor.
matena pruna, como el carbón o el algodón, o los productos básicos como el Por ejemplo, cuando un norteamericano compra un Pontiac Le Mans
acero o los tejidos, y de allí salían los productos están dar, como los automóvi- a General Motors, inconscientemente está realizando una transacción inter-
les o las prendas de vestir.
nacional. De los 10.000 dólares que paga a General Motors, cerca de 3.000
. , Pero en la nueva economía de alto valor, la cual no depende de la pro- van a Corea del Sur, donde se efectuaron los trabajos de rutina y las opera-
ducción en gran escala, hay menos productos que tengan nacionalidades dis- ciones de montaje; 1.750 dólares van a Japón por la fabricación de los com-
tintivas. Los productos se pueden fabricar eficiente mente en diferentes luga- ponentes de vanguardia (motores, eje de dirección e instrumentos electróni-
res, y armarse de múltiples maneras a fin de satisfacer las necesidades de los cos); 750 dólares a Alemania por el diseño y el proyecto del prototipo; 400
consumidores en diversos lugares. Los recursos fmancieros e intelectuales dólares a Taiwan, Singapur y Japón por los pequeños componentes; 250 dóla-
pueden ve~ de cualquier parte y sumarse de inmediato.~ res a Gran Bretaña por los servicios de marketing y publicidad; y cerca de
Consideremos algunos ejemplos: los equipos profesionales para hoc- 4.000 dólares pasan a los intermediarios estratégicos deDetroit, a los aboga-
key sobre hielo se diseñan en Suecia, se fmancian en Canadá y se arman en dos y banqueros de Nueva York, a los "lobbistas" en Washington, a las asegu-
Cleveland (EE.UU.) y Dinamarca, para su distribución en Norteamérica y radoras de todo el país, ya los accionistas de General Motors -la mayoría de
Europa, respectivamente. Además, el material con que están hechos es una los cuales son norteamericanos, aunque hay un número creciente de extran-
alea~ión, cuya estructura molecular se investigó y patentó en Delaware, y se jeros.
fabnca en Japón. Una de las campañas publicitarias se proyectó en Gran Bre- Desde luego, el orgulloso nuevo poseedor del Pontiac no es consciente
taña; el rodaje del film para la misma se efectuó en Canadá, se compaginó en de haber adquirido tantos elementos del extranjero. General Motors sólo hi-
Inglaterra y se editó en Nueva York. Otro ejemplo, un automóvil deportivo se zo la transacción dentro de su red mundial. Esto es habitual. En la década de
f~~nció en Japón, se diseñó en Italia y se armó en Indiana, México y Francia, los noventa, la mayor parte del comercio ya no se desarrollará como transac-
utilizando componentes electrónicos de vanguardia inventados en Nueva Jer- ciones a prudente distancia, entre los compradores de una nación y los vende-
sey y fabricados en Japón. Un microprocesador se proyectó en California y se dores de otra, sino entre individuos que operan dentro de la misma red y que
financió en los Estados Unidos y en Alemania; además, tiene memorias de ac- están dispuestos a negociar entre sí a través de las fronteras. Pueden ser par-
ceso aleatorio, fabricadas en Corea del Sur. Un avión de reacción se diseñó en te de la misma compañía multinacional y percibir salarios de una sola fuente, •
el estado de Washington y en Japón, se construyó en Seattle, con estabi- o trabajar en diferentes compañías que comparten los beneficios de un em-
~dores verticales fabricados en Canadá, con secciones especiales del con- prendimiento conjunto, o bien pueden estar vinculados simplemente medi~-
Junto de cola armadas en China e Italia, y motores de Gran Bretaña. Un satéli- te contratos mutuos para llevar a cabo servicios específicos por un honor ano
te espacial proyectado en California, se construyó en Francia, fue financiado prestablecido. Los ingenieros de Alemania Occidental que diseñaron el Pon-
por los australianos, y lanzado desde una estación de la ex Unión Soviética.f tiac Le Mans podrían figurar en las plantillas de sueldos de General Motors,
En suma, ¿cuál de estos es un producto norteamericano? ¿Cuál un producto o en las de la compañía Siemens AG de Alemania, dentro de un emprendi-
extranjero? ¿Cómo se detennina? ¿Importa realmente eso? miento conjunto entre ambas compañías; o bien Siemens podría otorgar una
licencia a General Motors para utilizar los diseños de los prototipos desarro-
2 llados por sus ingenieros. A pesar de la forma estrictamente legal que asumen,
~ especialización geográfi~ de este tipo a v~ conduce a economías de escala dentro de par-
ticulares estadios de producción. Pe~ aun ~a¡o estas CIrCunstancias, gran parte del valor del pro- los aspectos económicos son similares: los ingenie.ros proyectistas de Ale~a-
ducto final depende de los grupos de identificación y resolución, y de los intermediarios. nia Occidental han agregado valor a la red mundial, por lo cual son debida-
120
121
mente compensados. El monto de la compensación puede variar, pero la re- na, qué y dónde es un interrogante para el cual no existe, aparentemente, una
muneración es probable que sea aproximada para cualquier valor que los in- respuesta directa.
genieros alemanes agreguen a esta red empresarial.
Estos vínculos transnacionales abarcan casi todo el comercio interna-
cional entre las economías desarrolladas. Menos de la mitad del declinante
balance comercial de los Estados Unidos en la década de los ochenta se debió
a las importaciones de productos terminados, como automóviles, videograba-
dores, aparatos de fax y todos los demás artefactos que los norteamericanos
consumen. La mayor parte de las importaciones eran componentes de dichos IV
artículos, además de los servicios técnicos y de asesoramiento, de publicidad
y de marketing que eso representaba. De hecho, en 1990 más de la mitad de
las exportaciones e importaciones de los Estados Unidos eran simplemente Las redes mundiales a menudo se amparan bajo la bandera de la nación
transferencias de esos bienes y los servicios relativos dentro de las compañías que más les convenga. Cuando operan dentro de una nación cuyo ~ercado
mundiales.3 está protegido de la competencia extranjera, as.umen el c:",ácter de ciudada-
Este tipo de comercio es difícil de individualizar. Cuando, como ahora, nos leales incluso a veces exigen más protección. Por ejemplo, en 1987, la
los industriales hacen acuerdos mutuos a través de las fronteras -Intercam- compañía'Hyster Co., un fabricante norteamericano de camiones e1~va?ores
biando servicios que tienen un precio, no en un mercado abierto, sino entre las de carga (utilizados para transportar materiales pesados entre las fabncas y
divisiones de la misma corporación mundial, y dentro de un complejo sistema los depósitos), que tenía su sede en Portland, Ore~on, acusó a algunas fir~as
de contratación laboral; acuerdos de participación en las ganancias; y conve- japonesas de fijar el precio de sus camiones vendidos en los Estados Unidos
nios de abastecimiento a largo plazo- determinar qué es lo que una "nación" por debajo del que ponían en Japón, lo cual impu~ó a la Secretarí~ de Comer-
ha pagado a otra "nación" puede no ser más que una ligera aproximación. Por cio a imponer aranceles especiales sobre los ca.nnones ?e carga unportados.
eso las estadísticas comerciales son considerablemente imprecisas, sujetas a En respuesta, las empresas japonesas comenzaron a fabncarlos en ~os Estados
amplias oscilaciones ya correcciones aparentemente inexplicables. La verdad Unidos. Hyster las acusó de fraude, argumentando que los camiones de la
es que en estos días nadie sabe a ciencia cierta si en un momento dado el co- competencia todavía eran "japoneses", puesto que muchas de sus partes
mercio internacional de los Estados Unidos (o de cualquier otra nación) está venían de Japón. Sin embargo, lo que Hyster se cuidó muy bien de revelar era
dentro o fuera de balance, cuál es su desequilibrio, o qué significado puede te- que sus propios camiones de carga "norteamericanos" con.tenían aun más e1~-
ner un desequilibrio semejante. mentos extranjeros que aquellos a los que acusaba de ser Japones~s. En reali-
Por el mismo motivo ha llegado a ser imposible determinar con preci- dad, lo que parecía ser un dumping extranjero en los Estados Unidos no er.a
sión qué partes de un producto se han fabricado en un lugar y qué partes en otra cosa que una red mundial que fijaba un precio menor en ~os Estados .Um-
otro. Los gobiernos nacionales que tratan de recaudar el impuesto sobre la dos para sus camiones fabricados mundialmente que el precio que le asigna-
renta o los ingresos en algunas partes de las redes mundiales a menudo que- ba otra red similar al mismo producto.Í .'
dan desconcertados. ¿Cuáles son las recaudaciones por el trabajo efectuado Cambiar la "fachada" nacional puede ser relativamente fácil, Por ejem-
dentro de la nación? Legiones de asesores impositivos se han mantenido ocu- plo, consideremos lo simple que fue para las redes m~diales influir sobre las
pados durante años, mientras se sumaban los reglamentos de rentas internas regulaciones del Pentágono que exigen que las agencias gubernamentales ad-
(o públicas). Los ministros de economía de todo el mundo se han reunido per- quieran pertrechos militares en los Estados Unidos, a menos que los produc-
manentemente sin llegar a una resolución final, Como cada vez más empresas tos extranjeros sean sustancialmente más bar.atos. Des~e luego, estas nor~as
se transforman en parte de las redes mundiales, cuyos sistemas contables in- se consideran necesarias para la defensa nacional y en interés de los trabaja-
. ternos asientan las transferencias o intermediaciones de bienes y servicios re-
lativos, las fuentes de ingresos y las ganancias pueden surgir de todas partes (a 4 Después de investigar la acusaci6n de dumping ilegal, los funcionarios de la ~taria de G:>mer-
menudo, no incidentalmente, donde los impuestos son más bajos). Quién ga- cio advirtieron que "estrictamente hablando, no existía tal cosa como un canu6n. nort~enca~o,
o un camión extranjero". Sin embargo, para salir adelante con el caso los fu.nClonanos resolvie-
"mi6n norteamericano" como aquel cuya estructura fue fabncada en los ~dos
ron defini run ea ,'ta gosantidum
Unidos. De allí en adelante, todo lo que un fabricante tenia que hacer ~ CVI t car od 1-
3 Se estima que el 92 por ciento de las exportaciones y el 72 por ciento de las importaciones de los ping en el país era utilizar una carrocería de fabricaci6n norteam.encana, aun cuando t "0 o
Estados Unidos (en 1987) ocurrieron dentro de las corporaciones mundiales. Consultar" A New demás fuera producido en el extranjero. Consultar "Global Industnes and U.S. Trade Laws, 1n-
Look at Trade", de A. Mahini, pub\. por The MacKinsey Quarterly, invierno 1990, pág. 42. temational Trade Cornmission, Western Cargo Conference, 13 de octubre de 1989.

122 123
dores norteamericanos (quienes, se supone, están más acreditados por tales promediar sus pequeños modelos importados que economizaban combustible
privilegios para trabajar en arsenales militares). Pero en vista de que la mayor con sus más lucrativos y gastadores automóviles norteamericanos, la EP A pre-
parte de los sistemas de armamentos utilizan componentes diseñados y fabri- tendía alentar a los fabricantes nacionales para que retuvieran la producción
cados en diferentes países, el efecto práctico de estas regulaciones ha sido de modelos más pequeños en los Estados Unidos. Sin embargo, en 1989, la
alentar a las compañías norteamericanas para servir de fachada a los fabrican- compañía Ford elaboró una brillante idea: al aumentar sólo un poco las par-
tes y diseñadores extranjeros. El gobierno de los Estados U nidos considera tes fabricadas en el extranjero para sus modelos norteamericanos más gasta-
que una firma es "norteamericana" si está instalada en este país, de modo que dores, la compañía pudo clasificar a sus grandes unidades como de "fabrica-
es un asunto relativamente fácil para una firma norteamericana asignar el tra- ción extranjera", lo cual le permitió promediarlas con toda la flota de los
bajo a sus aliados más remotos de la red mundial. En realidad, el Pent~ono modelos importados. Repentinamente, de la noche a la mañana, !os muy ine-
no tiene la menor idea de quién fabrica los productos, ni dónde lo hace. BuU ficientes modelos de "fabricación extranjera", el Mercury Marquise y el LTD
HN, una alianza entre la compañía francesa BuU, la norteamericana Honey- Crown Victoria, se pudieron vender en los Estados Unidos sin tener que ser
well y la japonesa NEC, en reiteradas oportunidades le ha expresado al previamente promediados con los más pequeñ~s (y mucho menos rentabl~s)
Pentágono que sigue siendo una compañía norteamericana, habilitada para automóviles armados en el país. El astuto cambio de fachada de la Ford obvia-
todas las ventajas pecuniarias propias de la ciudadanía, aun cuando diseña y mente no sirvió a la causa de la conservación de la energía, pero le ahorró a la
fabrica aparatos para el Pentágono en todo el mundo. compañía una gran cantidad de dinero.
Por otro lado, cuando existen mayores ventajas para ser considerados Las medidas oficiales acerca de la cantidad de componentes de un pro-
como "extranjeros", incluso los bienes y servicios más arraigados se transfor- ducto que debe ser fabricado dentro del país para ser calificado como "nacio-
man mágicamente en productos extranjeros. ¿Esta compañía norteamericana nal" en lugar de "extranjero" -y cómo estimar este porcentaje- fue tema de un
todavía opera como una firma en Sudáfrica? "Ya no, expresa tranquilizadora- prolongado debate legal, y de un esfuerzo sobre~uman~ para los le~sladores
mente su director de relaciones públicas. La compañía se ha retirado de ese nacionales y extranjeros. ¿Los componentes de industria norteamencana de-
país." Una investigación más profunda revela una realidad algo menos confor- berían llegar al 50 por ciento del valor del producto para que este fuera con-
tante. La compañía simplemente ha cambiado la estructura legal de su red, siderado "nacional"? ¿Al sesenta por ciento? ¿Deberían incluirse en los. cálcu-
que todavía se distribuye ampliamente en esa nación. En lugar de controlar los los costes de publicidad y marketing? ¿Qué pasaría con el pago de
abiertamente su subsidiaria en Sudáfrica, ahora le ha otorgado licencia para intereses a los bancos radicados en el país? Con el paso del tiempo, el docu-
fabricar y vender el mismo producto. Los ingresos que provienen de ese país mento regulatorio se hizo demasiado extenso, las normas más complejas, las
para los intermediarios estratégicos e inversores norteamericanos siguen sien- inspecciones y revisiones de los libros más superfici~es.. . .
do los mismos.6 Estas decisiones habían requerido además sutiles maniobras diplomáti-
Estos cambios de fachada pueden ser asombrosamente rápidos. Consi- cas. En la década de los ochenta, los burócratas franceses limitaron las impor-
deremos la transformación repentina de la compañía Ford Motor en 1990, an- taciones de automóviles japoneses al 3 por ciento del mercado nacional, pero
te las regulaciones de la Agencia de Protección Ambiental (EPA). La EPA re- luego tuvieron que afrontar la difícil tarea de explicar a Margar~t Thatcher
quería que en cada flota de automóviles de fabricación norteamericana se por qué el Nissan Bluebirds, armado en Gran Bretaña -el 80 por ciento de sus
alcanzara un promedio mínimo de ahorro de combustible. Cualquier au- componentes eran europeos-, estaría sujeto a las mismas cuotas (I.os ~urócra-
tomóvil extranjero, fabricado o importado por firmas norteamericanas, tenía tas fracasaron). Cuando en 1989 Taiwan intentó aplicar sus restncciones so-
que ajustarse a la misma norma. Al no permitir a los fabricantes nacionales bre los automóviles importados de Japón al Toyota armado en los Estados
Unidos le tocó a la administración del presidente Bush expresar su desacuer-
5 La Secretaria de Defensa reconoció el problema. "Es difícil determinar qué porcentaje de las
do -y Taiwan tuvo que ceder. Con menos éxito la misma administración in-
compras (de la Secretaria de Defensa) a las compañías radicadas en los Estados Unidos son en tentó detener una medida de la Comunidad Económica Europea que deter-
realidad adquisiciones de subsidiarias norteamericanas de firmas extranjeras." Borrador del In- minaba que las copiadoras Ricoh, armadas en C~lifornia~ eran en. realidad
forme, Task Force 011 Ownership and Control, Oficina de la Subsecretaria de Defensa de los
EE.UU.,1 de febrero de 1990, pág. 8. "japonesas" y por lo tanto sujetas a aranceles espe~lales. de Impor~aclón. ,
6 En respuesta ,a la Ley Anti-Apartheid (1986) del Gobierno de los Estados Unidos, que prohibió La idea de que los productos tienen una nacionalidad de ongen esta tan
a \as compañías norteamericanas hacer nuevas inversiones en sus subsidiarias de Sudáfrica, Ge-
neral Motors vendió su subsidiaria a sus directores ejecutivos en ese país. De acuerdo con el con- profundamente arraigada que los gobiernos y la opini?n pública a l~ cual re-
veni?, GM segu!ria I,>roveyendo a la nueva compañía los componentes, diseños y repuestos, a presentan son incapaces de adaptarse a la nueva realidad. Al. asumir pu~tos
traves de la subsidiaria Opel de GM en Alemania Occidental. De "Wíthdrawal Powers: GM and de vista desactualizados continúan formulándose la pregunta incorrecta: loEs
Ford Desinvest from South Africa", de G. Adler. Universidad de Nueva York, Center for Labor-
Management, noviembre de 1989. un artículo extranjero o nacional? La respuesta con la que se enfrentan es in-

125
124
cierta y evasiva, expresada con refinadamesura, con sutiles discriminaciones
fruto de manipulaciones legales y burocráticas. Desafortunadamente, todo~
estos rodeos apenas logran distraer la atención de otro interrogante mucho
más significativo: ¿Cuáles son las nacioies que han obtenido este tipo de ex-
periencia, y en qué puede servirles pan el futuro? Volveré sobre el tema en
los últimos capítulos de este libro.

11

Me preguntaron un día acerca de la competitivi-


dad de los Estados Unidos y contesté que jamás
pienso en eso. En NCR nos consideramos como
una compañía competitiva a nivel mundial que cir-
cunstancialmente tiene sus oficinas centrales en los
Estados Unidos.

GILBERT WILLIAMSON,
Presidente de NCR Corporation (1989)

El supuesto instrumento para mejorar la actividad competitiva de los Estados Uni-


dos ha sido la empresa norteamericana. Después de todo, fueron las grandes com-
pañías de los Estados Unidos las que movilizarony orientaron a la gran legión de
trabajadores hacia una productividad cada vez mayor, ampliaron la clase media
norteamericana y demostraron al resto del mundo el potencial poderío económi-
co de la nación. Charles Wilson resumió en 1952el punto de vista predominante
126 127
cuando expresó que no había una diferencia iIItrínseca entre lo que era bueno pa- las empresas norteamericanas se ha incrementado aceleradamente desde principios
ra General Motors y lo que era bueno para losEstados Unidos. de la década de los ochenta; solamente en 1988 aumentó un 24 por ciento. En 1989,
Sin embargo, como los productos nacionales, la empresa norteamericana está estaba un 13 por ciento por encima del nivel récord de 1988, y en 1990, 16 por ciento
quedando desvinculada de la nación. Todavía sellaman a sí mismas "americanas" por- más arriba de este último porcentaje (aun cuando sus inversiones de capital en los Es-
que la mayor parte de sus acciones perteneces a ciudadanos norteamericanos, sus tados U nidos sólo habían crecido un insignificante 6,7 por ciento). Empeñadas en te-
principales intermediarios estratégicos son norteamericanos y sus oficinas centrales ner una fuerte presencia en Europa -después de la unión económica europea-, las
están radicadas en este país. Pero rápidamente se están transformando en partes in- compañías norteamericanas fueron las primeras en echar las zarpas a las empresas
tegrantes de las redes mundiales, en la cuales una gran proporción del valor de los europeas -para lo cual invirtieron 5200 millones de dólares solamente en los seis últi-
productos que estas venden proviene de otros lUgaresdel mundo -incluso las habili- mos meses de 1989.1Hasta los más importantes servicios públicos de los Estados Uni-
dades decisivas para la identificación y resolución de problemas. Al mismo tiempo, dos entraron en la competencia mundial. Hacia 1990, Bell South, el mayor proveedor
una parte creciente del valor de los bienes y serviciosque las empresas líderes de otras de servicios telefónicos básicos en los Estados Unidos, inició operaciones en más de
naciones venden en todo el mundo proviene delos Estados Unidos. veinte naciones -desarrolló los sistemas de teléfono celular en Argentina y Francia,
En vista de que las compañías norteJmericanas van al extranjero y las sistemas cablegráficos en Francia, software gerencial en la India, sistemas de proce-
firmas extranjeras vienen a los Estados Unidos, los dos tipos de redes em- samiento de datos en China y redes de asistencia técnica computarizada en Guate-
presariales se están pareciendo cada vez mis, en cuanto a los aspectos de los mala-. Mientras tanto, Bell Atlantic invirtió 1500 millones de dólares en la adquisi-
que obtienen la mayor parte del valor inherente a sus productos y servicios. ción de la compañía telefónica Telecom Corporation de Nueva Zelanda.2
La nacionalidad de los accionistas principales de una firma y de sus altos eje- Esta situación no ha quedado circunscrita a las principales compañías tradi-
cutivos tiene cada vez menos que ver con el hecho de dónde la empresa in- cionales de los Estados Unidos. Consideremos el caso de Molex Corporation, una
vierta, y con quiénes suscriba contratos en todo el mundo. empresa, instalada en un suburbio de Chicago, que en 1989 registró ventas por casi
572 millones de dólares en conectores utilizados para unir cables en los automóviles
y tableros de computadoras; la mayoría de estos conectores se fabrican en las cin-
cuenta y seis plantas de Molex distribuidas en veinte naciones, que emplean a más de
6CXX) trabajadores extranjeros. La compañía Loctite, con sede en Newington, Con-
necticut, tiene una venta anual de 457 millones de dólares en adhesivos y selladores,
y empleaba en 1989 a 3.500 trabajadores, de los cuales menos de un tercio eran nor-
II teamericanos? La firma familiar Swan Optical Corporation, de Long Island City en
Nueva York, es conocida como una de las únicas seis empresas fabricantes de mar-
cos para anteojos que subsistieron.
La evidencia directa de esta transformación se observa en las legiones de tra- En conjunto, las plantas de Swan están diseminadas entre Hong Kong, China
bajadores extranjeros empleados actualmente enlas así llamadas "compañías ameri- continental e Italia. Su presidente, AJan Glassman, describe la estrategia de la com-
canas". Por ejemplo, en 1990, el 40 por ciento delos empleados de IBM en el mundo pañía de la siguiente manera: "Buscando y arriesgándonos en todas partes podemos
eran extranjeros, y este porcentaje va en aumento. ffiM de Japón cuenta con más de encontrar un mercado laboral competitivo.f El caso de Swan no es único: durante la
18.CXX> empleados japoneses, y ventas anuales p>rmás de 6CXX) millones de dólares, década de los ochenta las pequeñas y medianas empresas (según la clasificación de
que la convierten en uno de los mayores exportadores japoneses de computadoras. la Secretaría de Comercio) más lucrativas de los Estados Unidos han incrementado
Consideremos el caso de Whirlpool. Después de reducir un 10 por ciento su dotación un 20 por ciento anual sus inversiones en el extranjero.'
de personal en los Estados Unidos, trasladó unagran parte de su producción a Méxi-
co y adquirió la empresa holandesa de aparatos eléctricos Philipps, empleando a
43.500 trabajadores en cuarenta y cinco países -la mayoría de ellos no-americanos-. Datos del informe "Foreign Direct Investment by U.S. Companies", de la Secretaría de Comer-
cio de los Estados Unidos (Bureau of Economic Analysis); consultar, además, European Deal Re-
O la situación de Seagate Technology, una empresa instalada en California, líder
view, de Translink, febrero de 1990.
mundial en la fabricación de dispositivos para discosrígidos. En 1990, la compañía 2 Datos obtenidos de entrevistas con funcionarios de Bell South e informes de la compañía.
3 De China Trade, marzo de 1990; consultar además la revista Business Week del 13 de abril de
tenía 4O.CXX>empleados, de los cuales 27.CXX> trabajaban en el sudeste asiático.
1987, pág. 63. ..,
Contando todo, más del 20 por ciento <t los rendimientos de la compañías 4 De "Enter the Míní-Multinational", publ. en Nonheast Intemational Business, marzo de 1989, pag.
norteamericanas fue producido por trabajadores extranjeros fuera de los Estados 13.
5 Datos de una encuesta a 100 pequeñas empresas lucrativas: "Winning in the World Market",
Unidos -y este porcentaje iba en aumento-. El capitalinvertido en el extranjero por American Business Conference. Noviembre de 1987.

128 129
Desde luego.parte de esta actividad a nivel mundial no es más que p od
ción estandarizada de altos volúmenes trasladada al exterior a fm de hace In uc- dades y los conocimientos no se pueden emular fácilmente. Los diseñadores italianos
bai .,' r ente a ayudan a General Motors a producir automóviles deportivos de lujo, los ingenieros
Ios ajos costes de la competencia extranjera ~, como ya se ha señalado I .
. d ". ::.J , as ventajas
d e Ia e~trateg¡a e SIno puedes vencer al enemigo, únete a él" son apropiadas para la proyectistas alemanes garantizan la fiabilidad de sus motores y los ingenieros indus-
pequena empresa, puesto q~e allí no existen barreras de entrada. Cualquier firma del triales japo~eses aseguran una línea de montaje a bajo coste\!:?s investigadores de
mundo puede valerse del mismo recurso de los bajos salarios. Sin embargo a fin d muchas naciones colaboran con las compañías norteamericanas para descubrir nue-
la década de los ochenta algunas compañías importantes de los Estados Unid es e vos productos, aplicaciones y refinamient~ acuerdo con las estimaciones de la
p Iearon directamente al .11
ectame~te al l.Lnor ci
por CIento os em-
de la mano de obra industrial de Irlanda del NationaJ Science Foundation, las compañías norteamericanas han incrementado sus
Norte para producir masivamente desde cigarrillos hasta software para computació inversiones en investigación y desarrollo en el extranjero en un 33 por ciento, entre
gran parte de lo cual fue a parar a los mostradores de las tiendas norteamericanas~ 1986 y 1987, mientras en los Estados Unidos sólo aumentaron un 6 por ciento.8 A par-
tir de 1987, Eastman Kodak, W. R. Grace, Du Pont, Merck, Prod:er & Gam-
En el otro extremo del mundo, 200 compañías norteamericanas emplearon a más d
100.000 .trabajadores de Singapur en la fabricación y armado de compone n t ese ble y U pjohn inauguraron nuevos laboratorios de investigación y desarrollo en Japón.
e Ieetrónicos para exportar a los Estados Unidos. En realidad, el mayor emplead En el laboratorio de Du Pont, en Yokohama, han estado trabajando y desarrollando
. d d . or nuevas tecnologías más de 180 científicos y técnicos japoneses. El laboratorio de in-
pnva o e Smg~pur era Gener~ Electric, que también era responsable de una gran
vestigación de ffiM en Japón, situado detrás del Palacio Imperial, en el centro comer-
parte de las crecientes exportaciones de esa nación. Mientras tanto, Taiwan contaba
con AT &T, RCA y Texas Instruments entre sus principales exportadores. Y con la cial de Tokio, aloja una pequeña legión de ingenieros japoneses que se han ocupado
de perfeccionar la tecnología en el procesamiento de la imagen. En el laboratorio que
apertura económica del este europeo, las compañías americanas repentinamente han
posee la misma compañía en la ciudad de Yamato trabajan 1.500 investigadores ja-
te~do acceso a los trabajadores de esas naciones, que están contentos de percibir sa-
poneses que desarrollan software y computadoras de vanguardia
lari~ comparables a los ganados por los trabajadores de Filipinas, pero con la dife-
Las firmas norteamericanas no han circunscrito sus tareas precursoras de in-
rencia de que los europeos del este trabajan a sólo unos cientos de kilómetros de los
vestigación al Japón. A fines de la década de los ochenta, dos investigadores europeos
mer~dos con mayor poder adquisitivo del mundo. En 1989, General Electric pagó
de los laboratorios de ffiM en Zurich (Suiza) anunciaron descubrimientos importan-
150 millones ~e dólares por una fábrica húngara de bombillas eléctricas, con el resul-
tes en materia de superconductividad y microscopios -a raíz de lo cual ambos gana-
tado de qu~ CIentos de húngaros trabajan ahora para la misma compañía que en una
ron premios Nobel-, Uno de los principales nuevos productos de Procter & Gamble
época le dio empleo a Ronald Reagan. El capita1ismo, a diferencia de otras ideo-
en esa década -el detergente líquido Tide- fue obra de los investigadores europeos
logías, es indiferente a las creencias o antecedentes de sus seguidores siempre que
de la compañía. Hacia 1990, los investigadores alemanes de la empresa Hewlett-Pac-
contribuyan a sus propósitos esenciales..:»
kard hicieron significativos progresos en las tecnologías de las fibras ópticas; sus in-
vestigadores australianos, especialistas en computación, planearon el software; sus in-
vestigadores de Singapur desarrollaron las impresoras láser. Los investigadores de
Motorola en Hong Kong diseñaron chips semiconduetores especiales. Los investiga-
dores de la Universidad de Oxford crearon para Monsanto nuevas moléculas de car-
III bohidratos. Apple Computer escogió Singapur como centro de investigación para el
desarrollo de pantallas de vídeo para el futuro.9
Las firmas norteamericanas se han ocupado de resolver problemas y ge-
nerar bienes y servicios de "alto valor", incluso en el este europeo y en la ex Unión So-
Sin embargo, una parte creciente de esta nueva actividad mundial de las com-
viética. Los intermediarios estratégicos en las oficinas centrales de Du Pont en Wil-
pañías norteamericanas comprende la creación de "altos valores" (la identificación y
mington, Delaware, han auspiciado la investigación en torno de los virus en el
resolución de problemas) fuera de los Estados Unidos? Es a través de estos esfuer-
Instituto de Química Orgánica y Biología de Checoslovaquia. Los intermediarios de
zos como la red mundial obtiene la mayor parte de sus beneficios, ya que las habili-

6 De The NeKI ~orlc Times, 18 de abril de 1988, pág. A32.


8 De Higlip, National Science Foundation, Washington, 9 de mano de 1990. Las inversiones de
7 El prof~r Michael Porter expone gran parte de su argumento acerca de la ventaja competitiva las compañías norteamericanas en investigación y desarrollo, incluso después del ajuste por de-
~e las naciones ~re la b~e de que el país de origen de una compañía es "donde se crea y se man- val.uaclón del dólar, aumentaron más rápidamente en el extranjero que en los Estados Unidos.
tiene la producción esencial y el proceso tecnológico", y además, "donde se desarroUan las tareas Scienceand TechnologyUpdate,National Science Foundation, Washington: Talleres Gráficos del
más productivas y se alientan las habilidades de avanzada". The CompetitiveAdvaniage ofNaIiollS, Gobierno, 1989.
9 De "Singapore's ,Aim: High-Tech Future", de O. Sanger, pub\. en The NeKI YorlcTimes, el 15 de
Nueva York: Free Press, 1990, pág. en. mayo de 1990, pa~. DI, 08.

130
131
Monsanto pagaron 500.000 dólares a un equipo de biólogos soviéticos dellnstitu- discos duros, y con esta última e Italtel para fabricar conmutadores. Las
to Shemyakin de Moscú a cambio de los derechos de autor de sus investigaciones nuevas redes de "alto valor" se extendieron a la ex Unión Soviética. En
en Occidente. "Esta es una manera de incrementar nuestra investigación biotec- 1989, la firma Gulfstream Aerospace, subsidiaria de Chrysler, anunció sus
nológica con algunos de los más respetados científicos del mundo", declaró al New planes de hacer un nuevo jet supersónico para empresas con la ayuda de
York TImes uno de los ejecutivos de Monsanto.lO su socio, la empresa soviética Sukhoi Aerospace, la cual desarrollaría el
\ Las nuevas compañías norteamericanas no saben de fronteras nacionales, no prototipo a partir de los diseños de Gulfstream y manejaría la producción
conocen de límites geográficos. pn
1989, dentro de los seis primeros meses de su tra- técnica; por su parte, Rolls-Royce de Gran Bretaña diseñaría el motor,
yectoria internacional, la compañía Momenta Corp., con sede en Mountain View que luego fabricó la firma soviética Lyulka.
California, reunió casi 13 millones de dólares de inversores taiwaneses y norte..
americanos. Un peflueño grupo de ingenieros norteamericanos proyectaban una
computadora de vanguardia para la firma, cuyos componentes serían diseñados y
producidos en Japón, y luego armados en Taiwan y Singapur. El financiamiento in-
ternacional era la "única manera de aseguramos los 40 millones de dólares que nece-
sitábamos", expresó el intermediario estratégico iraní que organizó la compañía. Y la
producción mundial era la mejor manera de "hacer uso de la tecnología disponible
IV
para la compañía".u
Desde luego, aquellas personas que fueran directamente contratadas en el ex-
terior contribuyen sólo con una pequeña parte del total del valor "extranjero" agrega- Los directores ejecutivos de las compañías norteamericanas continúan denos- \
do a estos productos. La parte más importante corresponde a los contratos con los tando o que ellos consideran una competencia extranjera, naturalmente desleal. Es- i
proveedores extranjeros, a los acuerdos de concesión y a los emprendimientos con- ta es una postura necesaria. Eso confirma su patriotismo y asegura a la opinión Públi-JI
juntos, en los cuales parte de la intermediación estratégica, y gran parte de la identi- ea norteamericana que los capitanes de la industria nacional todavía manejan los hilos
ficación y resolución de problemas la llevan a cabo fuera de los Estados Unidos per- del poder. Las censuras fariseas acerca de la pesada carga que deben soportar las
sonas que cobran sueldos de las compañías de propiedad extranjera 12 compañías americanas con respecto a sus competidores extranjeros podrían incluso
En los años ochenta, la firma Corning Glass abandonó la organiza- provocar un compasivo subsidio del gobierno de los Estados Unidos. Pero gran par-
ción jerárquica de tipo piramidal para incorporarse a una red mundial, te de esto es simulación. ás allá de las relaciones públicas y políticas, en el seno de
por ejemplo, para la fabricación de cables ópticos a través de su socio eu- las juntas directivas de las empresas los ejecutivos han cambiado de opinión y están
ropeo, Siemens AG, y de equipos médicos con Ciba-Geigy. Estas alianzas dispuestos a negociar mundialmente, sin pensar en las fronteras nacionalesj Por
con empresas extranjeras generaron casi la mitad de las ganancias de Cor- ejemplo, Lee Iacocca, el indomable presidente de Chrysler, ha levantado mucha pol-
, ning en 1990.13 AT&T también se transformó en una redmundial: la com- vareda acerca de la importación de automóviles japoneses. Como se recordará, el
pañía japonesa NEC ayudó a AT &T con el marketing de sus circuitos in- señor Iacocca contribuyó a convencer al Congreso en 1979 de que respaldara un
tegrados de memoria; la holandesa Philips colaboró con A T &T en la préstamo de 1.200 millones de dólares para Chrysler, de modo que la compañía pu-
fabricación y venta de conmutadores telefónicos y aplicaciones específi- diera evitar la bancarrota y continuar fabricando automóviles en los Estados U nidos.
cas de los circuitos integrados; la japonesa Mitsui contribuyó con los sis- El colaboró para que se impusiera un "acuerdo de restricción voluntaria" sobre las ex-
temas de valor agregado. Mientras tanto, IBM se unió con Mitsubishi por portaciones japonesas de automóviles a los Estados U nidos. Y a través de los avisos
el mismo motivo, con Siemens para fabricar dispositivos de almacenaje de televisivos, les decía a los norteamericanos que abandonaran su "complejo de inferio-
ridad" frente a los japoneses. Sin embargo, a comienzos de la década de los noventa,
10 Un científico de alto nivel le costaría a una empresa norteamericana por lo menos 250.000 dóla- los automóviles Chrysler contenían el más alto porcentaje de piezas importadas de las
res, incluyendo el sueldo, los beneficios y los gastos indirectos. El mismo nivel de talento se pue- tres grandes compañías automotrices americanas -incluyendo los componentes más
de obtener en el Este por una décima parte de esa cifra. "Business Taps the East Bloc's Intellec-
complejos, como los motores y la transmisión de los ejes de dirección. Además,
tual Reserves", de J. Holusha, publ. en The New York TImes, 20 de febrero de 1990, págs. 1,5.
11 Cita de "Silicon VaJley Is Changing Programs", de J. Markoff, publ. en The New York Times, 14 Chrysler adquirió el U por ciento de Mitsubishi Motors y, a través de Mitsubishi, una
de enero de 1990, pág. D24. . parte de Hyundai Motors de Corea del Sur, las cuales proveían a los clientes de
12 Una cantidad de encuestas han confirmado esta tendencia. Consultar, por ejemplo, Intemational
Collaboauive Vouu= in U.S. Manufaauring. Cambridge, Massachusetts: Ballinger, 1988. O Chrysler, los Dodge Colt, Chrysler Conquest, Dodge Vista, Eagle Sumit y otros mo-
también, "Trends in Intemational Collaborative Agreements:, de D. Morris y M. Hergert, publ. delos similares. Incluso circularon rumores de que la firma, encontrándose otra vez
en Columbia Joumal af World Business, verano 1987, págs. 15-21.
13 Informes de la compañía. en dificultades económicas, se fusionaría con Mitsubishi, o posiblemente con Fiat.

132 133
Otras compañías automotrices "norteamericanas" también se desligaron d inversiones extranjeras equivalían a un 2 por ciento del capital total neto
los Estados Unidos. Hacia 1m, Ford Motor adquirió el 25 por ciento de Mazda, e (por valor contable) de todas las compañías no financieras de los Estados
ambas compañías compraron acciones en Kia Motors de Corea del Sur; Mazda y Kia Unidos; en 1988 las mismas equivalían a un 9 por ciento y se espera que
proveyeron a Ford de pequeños automóviles y componentes. Ford también adquirió para 1995 alcancen el 15 por cientoY Hacia 1987 las firmas extranjeras
componentes de Yamaha Motor de Japón (los avisos comerciales de F ord en la tele- eran responsables de sólo un 5 por ciento de la manufactura norte-
visión, que alababan el "fiero" motor del Ford Taurus, olvidaban mencionar su pedi- americana (en las estadísticas oficiales está formalmente clasificada como
gree japonés). Ford ha incrementado su capital invirtiendo en Europa cerca del 37 "manufactura") y del 3 por ciento de la ocupación industrial; en 1990 las
por ciento desde comienzos de la década de los ochenta, mientras redujo sus inver- empresas extranjeras poseían más del 13 por ciento de los activos indus-
siones en los Estados U nidos al 17 por ciento. Simultáneamente, adquirió el verdade- triales de los Estados U nidos (incluyendo la mitad de las firmas fabrican-
ro símbolo de la refinada elegancia británica: el Jaguar. Los planes de Ford son di- tes de artículos electrónicos de consumo) y empleaban a más del 8 por
señar, fabricar y armar automóviles pequeños en Europa para exportarlos a todo el ciento de los trabajadores industriales -lo cual comprendía a unos 3 mi-
mundo. Para no ser menos, la compañía General Motors adquirió más del 40 por llones de norteamericanos.Í'' En 1990, Mitsubishi sola empleaba a más de
ciento de la firma japonesa Isuzu, que le proveyó con más de 300JXXlautomóviles pe- 3.000 norteamericanos en el montaje de sus televisores en Santa Ana, Ca-
queños por año; compró la mitad de Daewoo Motors de Corea del Sur, que le sumi- lifornia, en la prueba y montaje de semiconductores en Durham, Carolina
nistró otras 80.000 unidades; y por último adquirió el 50 por ciento de la compañía del Norte, en la fabricación de piezas en Cincinnati, Ohio, y en el monta-
sueca Saab. General Motors también se unió con la empresa Fanuc de Japón para fa- je de televisores y teléfonos celulares móviles en Braselton, Georgia. Y
bricar robots. y a comienzos de esta década invirtió a un ritmo acelerado en las fábri- mientras los tres colosos de la industria automotriz abandonaban Nor-
cas europeas, así como también cerró varias de sus plantas en los Estados Unidos.14 teamérica, los fabricantes japoneses de automóviles llenaron rápidamen-
\....Cuandose ven forzados a justificar estos vínculos, los directores ejecutivos de te el vacío. Solamente entre 1987 y 1990 la industria automotriz norte-
las empresas líderes americanas habitualmente expresan que son necesarios para que americana despidió a 9.063 trabajadores, mientras los japoneses
las compañías puedan aprender todo lo posible acerca de los nuevos métodos y tec- empleaban a 11.050.17 Estas no eran simples operaciones de montaje; en
nologías de fabricación, en cualquier parte del mundo que swjan. No obstante, esta 1992 los japoneses planearon fabricar o comprar dentro de los Estados
justificación es engañosa, porque sugiere que ese deseadoknow-how es algo incorpo- Unidos por lo menos el 75 por ciento del contenido de sus automóviles
rado por las empresas y los empleados norteamericanos, que así podrán utilizarlo en americanos -un porcentaje más alto que el de los fabricantes norte-
el futuro. Pero el hecho de que el know-how extranjero incluido en los productos se americanos.l8
venda bajo la marca de una firma norteamericana no es razón para suponer que to- De hecho, muchas de esas compañías extranjeras han estado expor-
dos los norteamericanos juegan un papel decisivo en ello. Por su misma naturaleza, tando intensamente desde los Estados Unidos. En 1990, Sony exportó cin-
las redes mundiales pueden utilizar los nuevos conocimientos eficientemente sin el tas grabadoras para audio y televisión (videotapes) hacia Europa desde su
menor aprendizaje de los norteamericanos.' fábrica instalada en Dothan, Alabama, y despachó radiograbadores desde
su planta de Fort Lauderdale, en Florida. Sharp ha exportado 100.000
hornos microondas por año desde su fábrica en Memphis, Tennesse; la
compañía holandesa de artículos electrónicos para el consumo Philips ex-
portó 30.000 televisores desde su planta en Greeneville, Tennessee, hacia

v 15 Datos de las existencias extranjeras de "Foreign Direct Investment in the United States, Detail
for Position and Balance ofPayments AOIMi", de Surveyof CurrentBusiness, Secretaría de Comer-
cio de los EE.Uu., agosto de 1989; y de "Balance Sheets for the U.S. Economy 1949-1988", del
Consejo de la Reserva Federal, abril de 1989.
Un acontecimiento aun más sorprendente ha sido el ingreso, a un ritmo 16 Las estimaciones de los porcentajes de ocupación y activos industriales de las compañías indus-
vertiginoso, de las compañías extranjeras en los Estados Unidos. En 1977, las triales extranjeras son de la Oficina de Análisis Económico de la Secretaría de Comercio de tos
EE.UU: "Foreign Direct Investment in the U.S.: Operations of U.S. Affiliates of Foreign Com-
panies". Los activos de las compañías industriales americanas, de la Oficina de Censo y Comisión
Federal de la Industria.
17 Datos de "Ouysler to Shut SI. Louis Plant, Third Since 1987", de J. White. The Wall Street JOUT-
14 Si bien en 1990construía la mitad de todos los vagones de pasajeros como la North American Di- nal, 21 de febrero de 1990, pág. 14.
vision, General Motors-Europa era responsable de casi todas las ganancias de la compañía pro-
18 Japanese-Affiliaed Automakas in /he Unued SIiJIeS: A1I Appraisal, de R. Z. Lawrence. Washing-
venientes de la fabricación de automóviles. Time, 19 de febrero de 1990, pág. 68. ton: Brookings lnstitution, 1989, pá~.41-53.

134 135
Japón; Toshiba America despachó televisores desde Wayne, Nueva Jersey, a como el Battelle Memorial Institute y el SRI International, la mayor parte de
Japón, también desde Ohio. En total, hacia 1990, más de un cuarto de las ex- las investigaciones fueron financiadas por firmas extranjeras, principalmente
portaciones llevaban el sello de las compañías extranjeras; solamente las japo-
japonesas.
nesas representaban más del 10 por ciento del total de exportaciones de los ~ientras tanto, las grandes, compañías ~xtranjeras, como sus análogas
Estados Unidos. (Desde luego, esta cifra no refleja qué cantidad de esos pro- americanas, dependen cada vez mas de las naciones en desarrollo para la pro-
ductos eX/-j0rtados comprendían mano de obra originada fuera de los Estados ducción estandarizada de altos volúmenes, Esto sucede incluso con las firmas
Unidos.)
japonesas que se destacaron en la fabricación en gran escala. La i.~t~nsa y cre-
Significativamente, las compañías extranjeras han llevado a cabo una ciente competencia desde Corea del Sur y el resto del sudeste asiático ha res-
cantidad creciente de diseños y de investigación y desarrollo de "alto valor" en tringido los márgenes de ganancia sobre la producción estandarizada del
los Estados Unidos. De hecho, durante los años ochenta las firmas extranjeras Japón, obligando a las firmas niponas a desplazarse hacia los países con más
invirtieron más dinero en investigación y desarrollo, dentro del país, del que bajos salarios. Por eso, en 1990, los hornos microondas y los televisores de co-
invirtieron las compañías norteamericanas.é" En 1990, más de 500 científicos lor japoneses en realidad salían de las fábricas de Thailandia, Malasia y Chi-
e ingenieros norteamericanos trabajaban para Honda Motors en Torrance, na continental. La mayoría de esos productos se volvían a exportar al merca-
California; otros 200 trabajaban en Ohio. En el nuevo centro de investigación do japonés (lo cual explica por qué se agotaron las importaciones Japonesas
y desarrollo de Mazda en Irvine, California, centenares de proyectistas e inge- de productos manufacturados a fines de la década de los ochenta). 3 No obs-
nieros norteamericanos emprendieron investigaciones industriales a largo tante, un porcentaje creciente se abrió camino nuevamente hacia los Estados
plazo. Nissan empleó a 400 ingenieros de la misma nacionalidad en su centro Unidos. Muchos automóviles Mitsubishi, algunos de los cuales se vendían en
de proyectos en Plymouth, Michigan; Toyota, 140 en su centro de investiga- los Estados Unidos con la marca Chrysler, en realidad eran armados por tra-
ción técnica en Ann Arbor. En el centro de investigación de Philips en Sunny- bajadores thailandeses.
vale, California, los ingenieros de computación norteamericanos diseñaron el
circuito integrado para computadoras más compacto del mundo.
Además, las compañías extranjeras han financiado investigaciones en
las universidades y laboratorios de los Estados Unidos. De acuerdo con un es-
tudio de la General Accounting Office, 4% firmas extranjeras financiaron in-
vestigaciones académicas en 1988, mediante las cuales obtuvieron una visión
anticipada de los descubrimientos inéditos y la posibilidad de adquirir las pa- VI
tentes de las universidades.21 Tan sólo en el Instituto Tecnológico de Massa-
chusetts se reúnen 130 compañías extranjeras con 161 empresas nacionales
para invertir más de 4 millones de dólares anuales destinados a la investiga- ¿Cuál es la diferencia entre una compañía "norteamericana", que fabri-
ción.22 En los principales laboratorios de investigación de los Estados Unidos, ca o compra en el extranjero gran parte de lo que vende en todo el mundo, y
una firma "extranjera" que produce o compra en los Estados Unidos gran par-
19 De "Foreign Direct Investment in the U .S., Detail for Position and Balance of Payments Flows", te de lo que vende? Y ¿cómo distinguir a cualquiera de ellas de un emprendi-
estimaciones de la Oficina de Análisis Económicos, Survey of Curreru Business (proyectadas has-
ta 1990). miento conjunto entre ambas, que abarca la fabricación o la compra aquí y
20 De Foreign Direct Investmeru in the Uniied States, de E Graham y P. Krugman, Washington: Ins- allá? Es un esfuerzo mental identificar a los actores correctamente. En 1990,
titute for International Economics, 1990, págs. 58-59.
21 De Foreif?l Sponsorship ofll.S. University Research, General Accounting Office. Washington: Ta- la compañía japonesa NTT adquirió conmutadores digitales fabricados en la
lleres Gráficos del Gobierno, 1989. Una investigación de John Cantwell sugiere que, en general, planta de la firma canadiense Northern Telecom, en Carolina del Norte. Si es-
las compañías mundiales no concentran su investigación y desarrollo en su país de origen. Con-
sultar Tecluwlogica! Innovation and Multinational Corporaiions, de 1. Cantwell, Londres: Black-
to suena demasiado simple no lo es tanto lo que ocurre con Mazda de Japón.
well,1989. Desde 1991, la firma automotriz japonesa produce el Ford Probes en su plan-
22 Los científicos e inventores norteamericanos han seguido proporcionando una gran parte de los ta de Flat Rock, en Michigan. Algunos de esos automóviles se exportan a
descubrimientos mundiales (en 1987 eran autores de más de un tercio de todos los artículos
científicos del mundo, los japoneses del 7%; los alemanes del 6%). Las compañías extranjeras los Japón donde se venden bajo la marca Ford. Además, un vehículo utilitario di-
adquieren afanosamente; también lo hacen las empresas americanas, a menudo transfiriéndolos
hacia centros de producción en el extranjero donde son transformados en productos para vender 23 Los bienes manufacturados (como se definen en los documentos oficiales) llegaban al 22% del
en el resto del mundo. Los honorarios y regalías que ingresan en los EEUU. en pago por los nue- total de las importaciones japonesas registradas en 1980; en 1989, representaban el 61 % de las
vos inventos superan holgadamente a los que fluyen en la dirección opuesta. Consultar ScierlCe importaciones japonesas. Consultar "From Brinkmanship to Statesmanship", de Y. Tsurumi,
and Technology Update, N. Science Foundation, Washington: Talleres Gráficos del Gobierno. World Policy Joumal , invierno 1989.

136 137
seña do por Mazda se fabrica en la planta de Ford en Louisville, Kentucky, y En su forma más pura y evolucionada, esta asociación mundial vende
luego se vende a las concesionarias de Mazda en los Estados Unidos. Mien- sus conocimientos de alto valor directamente en el mercado abierto. Conside-
tras tanto, Nissan ha diseñado un nuevo camión liviano en su centro de diseño remos el caso de McKinsey, la prestigiosa firma consultora, que en 1990 con-
de San Diego, California. Estas unidades serían armadas en la planta de ca- taba con más de 2500 especialistas en identificación y resolución de problemas
miones de la Ford en Ohio, utilizando partes de los tableros fabricados por e intermediación, la mayór parte de los cuales no eran norteamericanos. (Ha-
Nissan en su planta de Tennessee, y luego vendidas por ambas compañías en ce años, cuando los clientes extranjeros de la firma trataban de averiguar el se-
los Estados Unidos y en Japón. ¿Quién es Ford ... Nissan, Mazda? creto del éxito económico de los Estados Unidos, McKinsey les vendió el
Esta tendencia es mundial. Las empresas líderes nacionales se están know-how norteamericano para la administración de empresas; ahora, en
convirtiendo, en todas partes, en redes mundiales sin vínculos exclusivos con cambio, les vende su propio know-how.) Otras formas de "conocimiento aso-
. ninguna nación. Mientras las compañías norteamericanas producen o com- ciado" a nivel mundial incluyen las de vender pericia tecnológica, como hace
pran cada vez más en el extranjero, y las empresas extranjeras fabrican o com- Arthur Andersen con más de 46.000 empleados en todo el mundo (de los cua-
pran en los Estados Unidos, la semejanza entre los dos grupos de redes mun- les solamente 18.000 son norteamericanos); vender publicidad y marketing,
diales se hace cada vez mayor -a pesar de su nacionalidad nominal-. La misma como el Grupo WPP (que incluye lo que fuera originariamente J. Walter
tendencia se observa entre las redes mundiales de otras naciones. En 1990, Thompson y Ogilvy & Mather), con 21.500 empleados en 50 ciudades del
Daimler-Benz, el mayor grupo industrial de Alemania Occidental, anunció mundo; vender conocimientos de ingeniería civil (Bechtel, con 29.000 emplea-
que iba a ampliar sus lazos comerciales con Mitsubishi, una de las firmas más dos en 33 naciones); servicios financieros (Morgan Stanley, con 6000 emplea-
importantes de Japón; mientras la compañía sueca Volvo reveló sus planes de dos distribuidos en 18 ciudades); servicios de asesoramiento legal (Baker &
fusionarse con la Renault de Francia, para integrar el cuarto grupo industrial McKenzie, con un staff de 3500 empleados y 1500 abogados en 50 ciudades del
de Europa.24 Hasta la pequeña Singapur creó sus propias compañías mundia- mundo, de los cuales menos de un tercio son norteamericanos), y así sucesiva-
les. Weng Kok Siew, presidente de Singapore Technologies, definió su estra- mente: investigación de vanguardia, relaciones públicas, ingeniería agrónoma,
tegia mundial en términos que podrían defmirse como los de cualquier red software para ingeniería, arquitectura, e incluso fondos de inversión (las aso-
mundial: "Tenemos planes de producir en cualquier nación del mundo donde ciaciones mundiales en esta última categoría están en constante evolución).
exista una ventaja: instalar fábricas en Thailandia donde el coste es bajo, en Muchas de estas "asociaciones mundiales" tienen tantos empleados y ganan
Alemania porque su mercado es importante, hacer investigación y desarrollo tanto dinero como las compañías tradicionales que producen bienes tangibles. En
en Boston.,,25 realidad, las funciones dentro de estas asociaciones son idénticas a las tareas de iden-
Todas estas variantes son concepciones legalmente diferentes del mismo tipo tificación y resolución de problemas dentro de las redes empresariales que se consi- .
de red mundial, Si se analizan de cerca, todas tienen una configuración similar: ~ pro- deraron antes, salvo que sus conocimientos se venden en todo el mundo a las perso-
ducción estandarizada de alto volumen se da principalmente en los países con bajos nas definidas como "clientes", en lugar de los subcontratistas, licenciatarios o socios
• salarios (excepto para lo que debe ser fabricado en naciones con salarios altos donde de un emprendimiento conjunto. La distinción es mayormente semántica. Las asocia-
se van a vender los productos finales, ya sea porque resulte más económico armar las ciones de expertos especializados en la intermediación, identificación y resolución de
partes en ese lugar o por las barreras proteccionistas); los bienes y servicios de "alto problemas específicos se están convirtiendo en importantes puntos de interconexión
valor" -intermediación, identificación y resolución de problemas- se pueden produ- dentro de las redes mundiales en rápida expansión.
cir dondequiera que se encuentren los conocimientos y habilidades necesarios. De
esta manera, las empresas mundiales de "alto valor" evolucionan hacia una asociación
internacional de gente capacitada, cuyos conocimientos se combinan entre sí, y que a
su vez hace contratos con los trabajadores no especializados de todo el mundo para
todo aquello que deba ser producido en forma estandarizada y en alto volumen.
VII
24 En el momento del anuncio, Renault todavía pertenecía oficialmente al gobierno francés. Pero,
a medida que se integraba dentro de una red mundial, hasta sus vínculos más explícitos con el,go-
bierno llegaron a ser menos relevantes para sus decisiones empresariales acerca de dónde y como
operar en el mundo. En todas partes, las empresas estatales estaban por desaparecer. Consultar Se pueden observar algunas consecuencias de esta transformación. Una es
"The EcIiJl6Cof the State-Owned Enterprise: Causes and Consequences", de Raymond Vernon, que las reservas nacionales fluyen crecientemente hacia donde la producción es más
Center for Business and Governrnent, Instituto de la Administración Pública, John F. Kennedy,
1989. eficiente, o más económica, en cualquier lugar del mWl~ "La competitividad nacio-
25 Op. cit. Sanger. nal" depende menos de la cantidad de dinero que los ciudadanos de una nación sean

138 139
capaces de acumular e invertirque de las habilidadesy conocimientosque puedan pañías de propiedad norteamericana habían procedido correctamente de
aportar ~ la econ?uúa ~undial. Inclusosi fueran capaces de ahorrar lo suficientepa- acuerdo con 10 que se les pedía, aun cuando no pensaran 10 mismo los traba-
ra financiartoda inversiónque deseen emprender en losEstados Unidos, yno hubie- jadores nacionales.
ra motivopara tomar dinero prestado del exterior,la afluenciadel capital mundial a El cuadro resultante contrasta definidamente con la persistente imagen
de las compañías centrales como líderes de la economía nacional. Mientras la
los Estados Unidos debería seguir siendo amplia y quizás incrementarse -mientras
mayor parte de su financiamiento aún proviene de los Estados Unidos, 10
los extranjeros inviertencada vezmás en las redes mundialesque les abren paso ha-
demás -10 que queda de la producción de alto volumen y la creación de un "al-
cia América, y los norteamericanos continúan invirtiendogran parte de sus reservas
to valor" a través de la identificación y resolución de problemas- se desarro-
en las redes mundiales que les abren posibilidadesen el extranjero.Más adelante se
lla, cada vez más, fuera del país. Desde luego, algunas ganancias vuelven al
abordará nuevamente este tema
país, pero estos ingresos son limitados en comparación con el creciente flujo
En este sentido, se puede concluir que gran parte del persistente desequi-
de ganancias para los intermediarios y los expertos en la identificación y reso-
librio comercial de los Estados Unidos durante la década de los ochenta se debió
lución de problemas que operan en todo el mundo. El hecho de que la fuerza
no a la rapacidad de las naciones y de las compañías extranjeras, obstinadas en
vendernos más de 10 que les vendíamos, sino a la acción de las empresas norte- de la economía norteamericana se considere como un sinónimo de la rentabi-
americanas en el extranjero (que, más precisamente, hacían contratos con las fir- lidad y la productividad de las compañías nacionales es, pues, un axioma al
mas extranjeras para suministrarles determinados bienes yservicios,que luego es- borde del anacronismo.
tas vendían en los Estados Unidos). Esta práctica cosmopolita fue responsable
por ejemplo, de más de un tercio del significativosuperávit comercial de Taiwan
con los Estados Unidos durante la misma década, y de más del 20 por ciento del
desequilibrio comercial de los Estados Unidos con México, Singapur, Corea del
Sur e incluso Japón.26 En realidad, las compañías americanas hicieron tanto en el
extranjero, y las extranjeras tanto en los Estados Unidos que hacia 1990los con-
sumidores norteamericanos tendrían que haber comprado un Honda antes que
un Pontiac Le Mans para intentar mejorar el balance comercial de la nación.
Tampoco hay motivos para responsabilizar a los altos ejecutivos de las
compañías de propiedad norteamericana por este confuso estado de cosas. A
pesar de la sucesión de libros exhortando a los gerentes a lograr la excelencia
al minuto, muchos de los intermediarios estratégicos de las oficinas centrales
de los Estados .Unidos desempeñaron una encomiable tarea al conservar la
participación de sus compañías en las exportaciones mundiales. Después de
haberse adaptado a las dificultades de concentrarse en el alto valor sobre el
alto volumen, la participación de sus firmas en las exportaciones mundiales
fue en los años ochenta casi idéntica a la de 1966: aproximadamente el 17 por
ciento. Mantuvieron esta cuota de exportación trasladando gran parte de sus
operaciones fuera de los Estados Unidos, para agregar valor en otras nacio-
nes, y luego exportar desde el extranjero. Durante el mismo período, sus ex-
portaciones desde los Estados Unidos (en contraste con las de las compañías
de propiedad norteamericana) descendieron abruptamente como parte de las
.
expor t aciones mun d'la1es.27 En otras palabras, los altos ejecutivos de las corn-

26 Estimaciones de "A New Look at Trade", de A. Mahini, The McKinsey Quanerly, invierno 1990.
Consultar Global Companies and Public Policy. Londres: RIIA Pinter, 1990; o "U .S. Merchandi-
se ~rade Associated Whit U.S ..Multinational Cornpanies", Secretaría de Comercio, 1986.
27 Estimaciones de "The Competitive and Comparative Advantage of U.S. Multinationals, 1957-
1983", de R Lipseye 1. Kravis. Documento de Trabajo Nro. 2051, Oficina Nac. de Investigacio-
nes Económicas, 1986.
141
140
Durante la década de los noventa, muchas de las principales compañías de los
Estados Unidos habían caído en manos extranjeras -RCA, CBS Records,
American Can, Columbia Pictures, Doubleday, Mack Truck, Allis-Chalmers,
Firestone, Goodyear, Giant Food, Grand Union, A&P, Bloomingdale's, Pi-
llsbury, National Steel. La lista parecía crecer cada día más. Y mientras crecía
muchos norteamericanos comenzaron a preocuparse.
Esta inquietud era comprensible. Nuestra costumbre de asimilar el éxi-
to de la economía norteamericana con el de las compañías del mismo origen,
y el éxito de las economías europeas con el de sus empresas, nos hizo temer
cuando los extranjeros parecían pretender cada vez más de nuestros activos,
12 sin importar cuántos activos extranjeros ya estaban en manos de norte-
americanos. (En 1991, el valor total de los activos extranjeros en los Estados
Unidos era todavía menor que el valor comercial de los activos norte-
americanos en el exterior} Y nuestra idea de que la prosperidad nacional de-
pendía de los activos que los ciudadanos de un país poseen y controlan nos
provocaba inquietud acerca del futuro de la nación.
Estos temores eran relativamente nuevos en los Estados Unidos (al me-
nos en el siglo veinte), pero no para otras naciones. Los canadienses se preo-
cuparon siempre por el predominio de las compañías controladas por extran-
jeros, en particular por ciudadanos de los Estados Unidos. Los europeos
occidentales se habían sentido igualmente atemorizados por el poder de las
multinacionales controladas por norteamericanos. Por ahora, como los japo-
neses, los alemanes occidentales y otros parecen dispuestos a querer "com-
prar" los Estados Unidos, experimentamos un temor similar.2
No obstante, estas preocupaciones, son el producto de un criterio
desactualizado. Se sustentan en una imagen de las compañías e industrias na-
cionales que ya no es relevante. En vista de que las empresas de todas las na- .
ciones se están transformando en redes mundiales, el interrogante -desde el
Dos automóviles idénticos salidos de la misma punto de vista de la prosperidad nacional- ya no es cuáles son las posesiones
línea de montaje en los Estados Unidos. Uno de de los individuos de una nación, sino qué es lo que los ciudadanos de dicha na-
ellos con una marca japonesa, y otro con una nor- ción han aprendido a hacer, de modo que puedan ser capaces de agregar más
teamericana. Y la gente prefiere el que tiene la valor a la economía mundial y, consecuentemente, incrementar su propia ri-
marca japonesa: Esto hay que impedirlo. queza potencial. Este último problema es una causa de preocupación, sobre la
cual volveré a hablar más adelante. Pero antes quisiera terminar con las in-
LEE IACOCCA, quietudes que generan las propiedades extranjeras.
Chrysler Advertisement (1990)
En vista de que estos activos se calculan por su valor contable (lo que cuestan) antes que por su
Los comerciantes no tienen patria. El mero lugar valor comercial, los activos adquiridos hace años -como un porcentaje sustancial de los activos
corrientes adquiridos por los norteamericanos en el extranjero- es probable que tengan menos
donde residen no constituye un vínculo tan fuerte valor relativo que el de los activos recientemente adquiridos. Los valores comerciales corrientes
como aquel de donde obtienen sus ganancias. sólo se pueden estimar, pero cuanto más se estime el valor de los activos americanos en el extran-
jero -como en 1m- más alto será el valor de los activos extranjeros en los Estados Unidos.
2 Los japoneses son los que concentran la mayor atención. Pero en 1990, los consorcios británicos
THOMAS JEFFERSON (1806) en los Estados Unidos superaban de lejos a los japoneses. Sólo en la primera mitad de ese año,
los británicos adquirieron 7.900 millones de dólares en activos norteamericanos; los franceses,
5.700 millones; y los japoneses tan sólo 3.800 millones de dólars. The New Yo'* Times, 17 de julio
de 1990, pág. 02.

142
143
lJIoy las noticias buenas o malas se reciben instantáneamente, y producen efec-
II tos inmediatos en los mercados financieros del mundo.)
Las inversiones trasnacionales se emprenden con serenidad, sin fanfa-
rria. El inversor norteamericano común, que destina sus ahorros a un fondo
Consideremos primeramente quiénes son los que obtienen los benefi- mutuo, a un fondo de seguros, o a un plan de pensiones, no está al tanto de las
cios. Se trata, desde luego, de aquellos que están habilitados para hacer fluir pequeñas participaciones de compañías con nombres extranjeros que tienen
las ganancias de una compañía, bajo la forma de acciones. En iguales condi- sus sedes centrales en los más remotos países. Pero la gente que maneja los
ciones, una compañía nacional lucrativa es mejor para los norteamericanos fondos, y que compite tenazmente para poder mostrar que son más hábiles
que una rentable empresa extranjera, por la sencilla razón de que son ellos los que otros corredores, recorren todo el mundo para encontrar buenas inversio-
que obtienen los beneficios. Sin embargo, cada vez más los ciudadanos norte- nes para sus clientes. Entre 1985 y 1990, el mercado de valores en alza en los
americanos suelen adquirir parte de las acciones en compañías cuyos princi- Estados Unidos trepó hasta el 147 por ciento, pero todavía estaba detrás de
pales accionistas son extranjeros, y estos, del mismo modo, adquieren más ac- otros catorce mercados internacionales, de acuerdo con las estimaciones de
ciones de las compañías cuyos accionistas mayoritarios son norteamericanos. rendimentos totales en dólares norteamericanos.Í En consecuencia, las adqui-
~I inversor norteamericano común piensa que puede obtener mayores divi- siciones norteamericanas netas de acciones extranjeras en la bolsa subieron de
dendos por la posesión de, digamos, un tercio de las acciones de dos firmas ja- 4.200 millones de dólares en 1985 a 13.700 dólares en 1989.6 Una encuesta
ponesas prósperas que por la tenencia de una mayoría de acciones de una so- efectuada en 1989 a gerentes de fondos de pensión reveló que la mayoría de
la, y algo menos lucrativa firmanorteamericana. ellos planeaba invertir una cuarta parte de sus carteras en títulos extranjeros,
De acuerdo con esta lógica, en 1989 los norteamericanos invirtieron durante 1990.1
cerca del 10 por ciento de sus carteras en títulos extranjeros, y el porcentaje Wn síntesis, el rendimiento total de sus acciones para los inversores
ha crecido vertiginosamente. Ese año, las inversiones trasnacionales en accio- americanos ya no dependía del éxito de las firmas cuyos principales accionis-
nes de los norteamericanos, británicos, japoneses y alemanes occidentales se tas fueran norteamericanos. Eso dependía, más bien, de otros dos factores: el
incrementaron un 20 por ciento sobre las del año 1988.3 En lugar de impedir primero y más obvio, de la cantidad total que inviertan los norteamericanos
esas inversiones, los gobiernos comenzaron a alentarlas. A comienzos de la (sin tener en cuenta de qué origen fueran las compañías en las cuales invier-
década de los ochenta, los japoneses y los británicos levantaron la mayoría de tieran y quiénes poseyeran la mayor parte de las mismas); el segundo, de la
las barreras que impedían el libre flujo de capital a través de sus fronteras; precaución y la destreza con que dichas carteras de inversión hyan sido asig-
Francia e Italia lo hicieron en 1986. Algunos gobiernos todavía impedían a los nadas.)
extranjeros adquirir una mayoría de acciones en las compañías radicadas den-
tro de sus fronteras, pero ¡od.ían participar encubiertamente a través de otros
grupos, o fondos mutuos. MIentras tanto, los sistemas electrónicos de infor-
mación que vinculaban Nueva York, Londres, Tokio yBonn transformaban el
verdadero sentido de las operaciones ~I! las bolsas "nacionales" de valores. Ya
entonces, los corredores de Wall Street, como Morgan Stanley, Merril Lynch
y Goldman Sachs, eran miembros de la Bolsa de Valores de Tokio. Y en unos III
• pocos años, surgirá un único centro de información mundial para las acciones
de cotización internacional que dará lugar a las inversiones trasnacionales. Ya
han pasado los tiempos en que un presidente norteamericano podía evitar el Al margen de quiénes son los que obtienen las ganancias, existe el in-
pánico financiero con sólo aguardar para dar las noticias desagradables a la terés de saber quiénes controlan la compañía. Aun cuando los empresarios ex-
nación hasta que la Bolsa de Valores de Nueva York hubiera cerrado ese día. tranjeros empleen norteamericanos y,les adjudiquen puestos bien remunera-
dos, Zpodemos estar seguros de que continuarán haciéndolo? Súbitamente,
3 En 1989,Ia inversión accionaria en países extranjeros ascendió a 1,6 billones de dólares, cerca del
14,5% de la transacción mundial de acciones. Una transacción de cada siete incluía a un inversor
5 Un dólar invertido en el mercado de valores de Austria en 1985 habría vendido USS 6,97 en 1990;
extranjero. Consultar Cross Border lnvestmerus, Salomon Broth., 1990. en Bélgica, USS 5,51; en España, USS 5,11; en Japón, USS 4,66. Morgan Stanley Capital lniema-
4 A ~mienz06 de esta década, los inversores norteamericanos podían invertir en el extranjero, a
tional Study, enero de 1990.
traves de f?nd06 mutuos, internacionales y regionales, inversiones en un solo país y títulos en cus- 6 Security Industry Association, 1990.
todia (instituciones financieras depositarias de las acciones). 7 Dat06 del Iruemational Equity Analysis, de L Birinyi, Jr., Nueva York: Salomon Brothers, 1989.

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podrían retirar sus inversiones y dejamos sin recursos. Algo así expresan los Esto no quiere decir que los directores de las compañías norteamericanas ca-
argumentos más frecuentes. rezcan de patriotismo. La transformación de sus firmas en redes empresariales a ni-
Sin embargo, estos argumentos se inspiran en una curiosa hipótesis. vel mundial puede incluso inquietarles. "A la larga una compañía puede conservar sus
Presuponen que las compañías norteamericanas -en contraste con las empre- mejores cualidades en casa, tiene que hacerlo", declaró con convicción el vicepresi-
sas extranjeras- subordinarán los intereses de sus accionistas a lo que es con- dente de estrategia internacional de Motorola.10 El hecho de que Motorola recurra
veniente para la nación. De acuerdo con este punto de vista, una compañía al extranjero para los semiconductores, los emisores electrónicos, y muchos de los sis-
norteamericana es menos propensa que una firma extranjera a trasladar su temas electrónicos avanzados que se incorporan a los productos que Motorola ven-
producción al exterior, aun cuando las ganancias dependan de ello. Este es un de en los Estados U nidos y en el resto del mundo puede preocupar a este respetable
simpático pero nuevamente ingenuo punto de vista residual, que se remonta a caballero. Pero ¿estarían dispuestos los ejecutivos de Motorola o de cualquier otra
mediados de siglo, cuando las empresas norteamericanas líderes tenían la firma norteamericana a sacrificar las ganancias en beneficio de los intereses naciona-
obligación tácita (reforzada por los peligros de ambas guerras y las intrusio- les, fabricando o comprando algo en los Estados Unidos cuando pueden hacerlo me-
nes del gobierno) de equilibrar las necesidades e intereses de la nación frente jor y más barato en otras partes? Los ejecutivos serían vulnerables a la absorción por
a las débiles reclamaciones de los accionistas, y cuando -más a menudo que lo parte de los empresarios financieros con menos escrúpulos patrióticos, quienes de es-
contrario- dichos intereses coincidían. ta manera podrían asegurar a los accionistas un más alto rendimiento sobre sus inver-
No obstante, en la última década del siglo, la competencia mundial modificó siones. De otra manera, estos ejecutivos patrióticos serían responsables de violar los
las normas implícitas del capitalismo americano. Las grandes compañías ya no deberes fiduciarios hacia sus accionistas.
podían contar con' la sumisa cooperación de los otros productores norteamericanos Tampoco está claro, en esta nueva economía mundial, cómo podrían
de la misma industria para mantener los precios y con eso generar mayores ganan- hacer los directores ejecutivos de las compañías para asumir esas responsabi-
cias. Los accionistas no estaban tan seguros como antes de dejar que los ejecutivos lidades cívicas. Las normas que regulan cómo deberían proceder las com-
, manejaran la empresa a voluntad. Los accionistas individuales y dispersos de otros pañías en los Estados Unidos son de aplicación para todas las empresas que
tiempos habían sido remplazados por un gerente de inversiones profesional, dispues- operan en el país, sin importar la nacionalidad de sus accionistas. El sistema
to a trasladar los fondos rápidamente de una compañía a otra, según los precios de legal norteamericano no pone sobre aviso a los altos ejecutivos de las com-
las acciones subieran o bajaran. El "estadista" empresarial había seguido el camino del pañías nacionales acerca de la existencia de objetivos de interés público, ni or-
Edsel de Ford. El capitalismo americano se organizaba ahora, inexorablemente, en dena que se sigan dichas metas. En realidad, si las compañías norteamericanas
tomo de las ganancias, no del patriotismo. Cuando la rentabilidad exige que la pf(r estuvieran sujetas a deberes y obligaciones especiales, podrían quedar en des-
ducción se desplace de una fábrica nacional a otra extranjera, los ejecutivos norte- ventaja con respecto a las empresas extranjeras que operan en los Estados
americanos no vacilan. ' Unidos, que tendrían libertad para maximizar sus beneficios, un punto que los
I F.-n realidad, los directores ejecutivos de las compañías norteamericanas figu- directores ejecutivos de las firmas norteamericanas han puesto de relieve en
an entre los más vehementes del mundo para declarar que su función es aumentar reiteradas oportunidades ante el Congreso y las agencias gubernamentales.v'
al máximo los rendimientos de los accionistas, y no perseguir las metas de interés
público. "Los Estados Unidos no pueden hacer reclamaciones sobre nuestros recur-
sos", observó un director ejecutivo de Colgate-Palmolive en 1989. "No existe ningún
criterio que anteponga a la nación." 8 Los empresarios nortemericanos se preocupan
por la solidez de la economía nacional, pero solamente en lo que respecta al merca-
do norteamericano como fuente de sus ingresos empresariales -y en este sentido no IV
son diferentes a los ejecutivos de las firmas extranjeras que venden sus productos en
el mercado de los Estados Unidos. ''IBM tiene que interesarse en la competitividad y
bienestar de cualquier nación o región que sea una fuente importante de sus recur- La rápida intemacionalización de las empresas no ha impedido a los directo-
sos", declara un director ejecutivo de ffiM.9 res ejecutivos de las grandes compañías hacer un llamativo despliegue de civilidad

8 Cita de "U,S, Businesses Loosen link to Mother Country", de L Uchitelle.rvew York Times, 28 10 Ibídem.
de mayo de 1989, pág. Al. 11 Basta con analizar los debates periódicos acerca de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranje-
9 Cita de "Global Strategies \IS, National Ties", de L Uchitelle. New York Times, 26 de marzo de ro, que prohibe a las firmas norteamericanas sobornar a los funcionarios extranjeros, o los deba-
1990, pág. D2. tes sobre la legislación que impedía a las empresas norteamericanas exportar determinadas tec-
nologías militarmente estratégicas a la Unión Soviética y sus aliados.

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empresarial, o proclamar un obediente y profundo compromiso con el interés públi- va de Motorola, es más contundente: si fuera necesario cerrar algunas de
co. Los ejecutivos inteligentes reconocen el valor de las muy visibles donaciones a las las fábricas de Motorola, no se cerrarían las plantas del sudeste asiático
escuelas y hospitales locales, las contribuciones para la cura de tembles flagelos, y el antes de levantar las de los Estados Unidos. "Necesitamos a nuestros con-
auspicio de programas televisivos. Todo contribuye a la imagen pública de la empre- sumidores del Lejano Oriente", dijo Galvin en un arranque de cosmopoli-
sa y, consecuentemente, colabora en la venta de sus productos. (El hecho de que los tismo. "No podemos enemistamos con los malayos. Debemos tratar con
'Iobbistas'' empresariales en Washington simultáneamente con las capitales de los es- imparcialidad a nuestros empleados en todo el mundo.,,15
tados exijan una reducción mucho mayor de los impuestos -que pone en peligro la fi- Las empresas cosmopolitas, empeñadas en evitar el favoritismo y
nanciación de la escuela pública, de los hospitales, la investigación médica, la televi- deseosas de exhibir una imagen familiar y confiable, dondequiera que
sión estatal y mucho más- no viene al caso. La generosidad empresarial es una operen en el mundo, también emplean y promueven a los ciudadanos de
cuestión de imagen. Exigir una desproporcionada reducción de los impuestos está le- muchas naciones a los puestos ejecutivos. Inevitablemente, la tendencia es
jos de serlo.) hacia los equipos multinacionales de intermediarios estratégicos ubicados
Desde luego, las firmas extranjeras que operan en los Estados Unidos en el centro de las redes mundiales -traídos de Europa, América del Nor-
tratan igualmente de desarrollar una buena imagen pública. En realidad, sue- te, el Lejano Oriente y otros mercados importantes. IBM se enorgullece
len estar incluso más motivadas, como consecuencia del difundido prejuicio de tener once diferentes nacionalidades representadas entre sus ejecuti-
de que, debido a su nacionalidad, no pueden ser "buenos ciudadanos" norte- vos de más alto rango y tres entre sus directores. Sony no le va muy en za-
americanos. En los últimos años las compañías japonesas en los Estados Uni- ga. Las compañías que se resisten a designar extranjeros en los puestos de
dos han contratado una multtiud de especialistas en relaciones públicas para alto nivel tienen dificultades para seleccionar a los más talentosos dentro
recomendarles qué tipo de beneficencia auspiciar y hasta qué puntoP de sus redes mundiales, por la sencilla razón de que la gente con talento
Las catástrofes naturales en suelo americano ofrecen una excelente no quiere incorporarse a una organización que no ofrece ninguna pers-
oportunidad para mostrar la munificencia. En 1989, después del huracán . d e promoción.
pectiva " 16
Hugo y el terremoto de la Bahía de San Francisco, muchas empresas japo- Tiene tan poco sentido como el hecho de que las compañías extran-
nesas sacaron avisos a toda página en los diarios norteamericanos, anun- jeras puedan dejar sin recursos a los Estados Unidos, por abandonar re-
ciando solemnemente sus donaciones a las víctimas. Con el ritmo actual pentinamente sus operaciones en el país. El argumento más frecuente su-
de donaciones, de acuerdo con el Corporate Philanthropy Report, hacia giere que las firmas extranjeras podrían retirarse debido a
1994 se espera que las contribuciones de las compañías japonesas en consideraciones de orden político con respecto a sus ganancias. Pero de
obras de beneficencia alcancen cerca de 1.000 millones de dólares, lo cual una u otra manera, el ladrillo y la argamasa quedarían en los Estados Uni-
representaría casi un 8 por ciento de la totalidad de las donaciones em- dos, lo mismo que el equipo. Y también los conocimientos acumulados
presariales en los Estados U nidosP por los empleados norteamericanos de la firma. Bajo tales circunstancias,
Las compañías norteamericanas que operan en el extranjero mani- seguramente entrarían capitales de otra fuente para financiar esa atracti-
fiestan una compulsión similar a actuar como "buenos ciudadanos" en las va actividad. Una compañía norteamericana (u otra extranjera) podrían
naciones huéspedes. Cualesquiera que sean las motivaciones genuinas de comprar las instalaciones. Pero lo más importante de todo: la dotación del
sus ejecutivos norteamericanos, la firma no puede jugar un papel de privi- personal norteamericano permanecería, con sus conocimientos y habili-
e legio promocionando los intereses norteamericanos; si esta idea tomara dades intactas, listas para entrar en acción.
cuerpo, eso arriesgaría innecesariamente sus relaciones con los trabaja- Después de todo, el gobierno norteamericano tiene jurisdicción so-
dores, clientes y gobiernos extranjeros. Algunos de los principales empre- bre los activos radicados dentro de los Estados Unidos. A diferencia de
sarios norteamericanos han sido bastante explícitos al respecto. "IBM de- los activos extranjeros en poder de compañías norteamericanas, los cua-
be ser una 'buena ciudadana' dondequiera que opere", expresó Jack les están sujetos al control de otros gobiernos y ocasionalmente a la expro-
Kueler, su presidente.Í" Robert H. Galvin, presidente de la junta directi- piación, los bienes extranjeros en los Estados Unidos están a salvo de los

12 Según el informe, el gobierno japonés incluso ha permitido a las compañías de su país deducir las
contribuciones con fines benéficos hechas en I~ Estados Unidos de sus ingresos imponibles en 15 De "U.S. Businesses Loosen Lind to Mother Country", de L Uchitelle.
Japón. 16 En este sentido la mayor parte de las otras firmas japonesas están todavía muy por detrás de Sony.
13 Consultar "Corporate Philantropy Repon", editado por Craig Smith, y citado en The Chronicle Los directores y altos ejecutivos de las empresas niponas son. uniformemente japoneses. Esta se-
ofHigher Educadon.ñ de noviembre de 1989, pág. A34. gregación es una desventaja para I~ japoneses en el comercio mundial,
14 De una entrevista telefónica, 6 de marzo de 1988.

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cambios súbitos en las políticas de los gobiernos extranjeros. Durante la do local con su cuota de unidades importadas, fabricadas en Japón. Pero resolvió
Segunda Guerra Mundial, la subsidiaria alemana de Ford sumisamente no hacerlo. En realidad, hizo exactamente lo contrario -redujo radicalmente sus
producía camiones para los nazis.17 Lo que está dentro de los Estados importaciones japonesas en SO.OOO unidades, mientras disminuyó la producción
Unidos, está indudablemente bajo el control político del gobierno, de ser de sus automóviles norteamericanos solamente en 7.000 unidades. Aun cuando le
necesario; lo que está fuera, no. estaba permitido proveer el mercado norteamericano desde el Japón, Nissan
optó por fabricar automóviles en los Estados U nidos.
A pesar del valor del dólar o de la posibilidad de barreras proteccionistas,
una firma extranjera vendrá a los Estados Unidos solamente si puede obtener un
beneficio -es decir, solamente si puede obtener una ventaja sobre las firmas nor-
teamericanas que ya están operando en el país, lo cual podrá más que compensar
a la firma extranjera por el coste adicional de operar fuera de su país de origen.

v J;?emodo que~ principal motivo por el cual los extranjeros traen su dinero y sus
habilidades para la intermediación estratégica es el mismo por el cual los norte-
americanos invierten su dinero y capacidades estratégicas en el exterior: porque
piensan ~ue pueden,utilizar m~jor a los traba!~dores y a los activos de la otra na-
¿Por qué entonces los extranjeros vienen a los Estados Unidos? Si la ción, haciéndolos mas productivos que ante~
propiedad y el control son cada vez menos importantes, ¿por qué a pesar de Con respecto a los activos y a los trabajadores norteamericanos, los he-
, eso adquieren activos norteamericanos? Porque piensan que pueden hacer chos indican que muchos extranjeros han pensado correctamente. Por ejem-
mejor uso de los activos norteamericanos -incluyendo a los trabajadores- de plo, la creciente influencia de las compañías automotrices japo~esas dentro de
lo que lo pueden hacer las firmas nacionales. los Estados Unidos se debe en gran parte al hecho de que han sido capaces de
Si bien es cierto que el dólar bajo con relación a las monedas extranje- utilizar a los trabajadores norteamericanos para fabricar automóviles de alta
ras a fines de la década de los ochenta convirtió los activos norteamericanos calidad, en menos tiempo del que han invertido los fabricantes americanos. Si
en una ganga, esto no explica la irrupción de los inversores extranjeros. El bien el Consumer Report de 1990 clasifica a la mayoría de los automóviles ja-
dólar barato redujo simultáneamente el valor de las ganancias que se espera- poneses en una calidad más alta que la de los norteamericanos, no encuentra
ba iban a generar los activos norteamericanos, eliminando cualquier posible diferencias entre la calidad de los automóviles japoneses fabricados en los Es-
transacción. El hecho es que la inversión extranjera en los Estados Unidos au- tados Unidos y la de los vehículos fabricados en Japón.2° Además, las plantas
mentó firmemente durante los años setenta y ochenta, ya fuera que el dólar es- automotrices japonesas en los Estados Unidos son casi tan productivas como
tuviera alto o bajo, que los Estados Unidos fueran deudores o acreedores. Los las de Japón, y mucho más productivas que las fábricas norteamericanas. John
dos principales inversores extranjeros en los Estados U nidos durante esas dos Krafcik, investigador del Programa International Motor Vehicles del I?stitu-
décadas fueron los británicos y los holandeses -no los japoneses y los alema- to Tecnológico de Massachusetts (MIT), descubrió que los norteamencanos
nes occidentales, cuyos superávit eran la contrapartida del déficit comercial que trabajan en las fábricas japonesas pueden armar un automóvil en casi 19,5
norteamericano. Incluso en 1990, el total de la inversión británica en los Esta- horas -sólo un poco más que las 19,1 horas alcanzadas por los trabajadores ja-
dos U nidos era el doble de la de los japoneses. poneses, pero mucho menos que las 26,5 horas empleadas por los trabajado-
. . 21 D '
Tampoco las firmas extranjeras vienen principalmente porque teman que res norteamericanos en las compañías del mismo ongen. espues que
de no ser así los Estados U nidos les bloquearían el mercado a sus exportaciones. Toyota asumió la gerencia de la planta de General Motors en Fremont, Cali-
La mayor parte de las inversiones extranjeras en este país no guardan relación con
los productos que han estado protegidos o es posible que lo estén en el futuro. E
incluso cuando estén relacionadas, las inversiones parecen estar motivadas por
18 De Iapanese-Affiliated Aut011Ulkas in me United Suues, de R Z. Lawrence. Washington: Broo-
intereses económicos antes que políticos. Por ejemplo, cuando en 1988 las ventas kings Institution, 1989. . .
de Nissan en los Estados U nidos disminuyeron abruptamente, la firma pudo re- 19 Hay una ventaja estratégica en el hecho de operar dentro del ~m~ de acción ~el competidor,
aun cuando se registre una ligera pérdida: por medio de ~ se impide al competidor 9 ue cargue
ducir la producción en sus fábricas americanas y proveer enteramente al merca- un precio más alto en su propio mercado con lo cual podría dar lugar a un sobreprecio en el ex-
terior.
20 Del Consuma Repon, mayo de 1990. . .
17 De "Multinational Enterprise and National Security", de R Vernon,Adelphi Papers, 74. Londres: 21 De "!'he Triumph of the Lean Production System", de J. F. Krafcik, Sloan Managemeru Review
Instituto de Estudios Estratégicos,1985. 41, Vol. 30, NQ1 (otoño 1988).

150 151
fornia, en 1984, la productividad subió un 50 por ciento sobre lo que había misma; ya sea que los japoneses adquieran enteramente la fábrica, o la mane-
alcanzado bajo la gestión de General Motors. El ausentismo había llega- jen, a cambio de una participación en las ganancias finales proporcional al va-
do hasta el 25 por ciento con la gestión norteamericana; con Toyota dicho lor que ellos agregan a la operación, con lo cual pueden ganar aproximada-
ausentismo bajó al 3 o 4 por ciento.22 Una transformación similar ocurrió mente la misma suma.
cuando la firma japonesa Bridgestone se hizo cargo de las ociosas plantas
de Firestone en los Estados Unidos.23 En ambos casos, la dotación del
personal siguió siendo la misma,la única diferencia fue el cambio de ges-
tión y de capital.
Los trabajadores norteamericanos se han beneficiado considerable-
mente con estos cambios, pero no las compañías nacionales. Las firmas ex-
tranjeras pagan a sus trabajadores norteamericanos salarios más altos que los
de las demás firmas en la misma industria.24 Además, los japoneses han inver- VI
tido cerca de 1.000 dólares más en el entrenamiento de cada trabajador de lo
que han invertido los empleado res americanos en la misma industria.25 Si los
trabajadores norteamericanos estuvieran en condiciones de escoger el equipo El traspaso del alto volumen al alto valor también se relaciona con el
de intermediarios estratégicos e inversores más confiable, del cual dependería problema de la propiedad y el control extranjero, y plantea si debería ser una b

su futuro bienestar -los ejecutivos norteamericanos y los financieros de WaU cuestión de interés público. Como se ha observado, los diferentes grados de
Street, por un lado, o los ejecutivos japoneses y los banqueros de Tokio, por el poder y control en las firmas que producían altos volúmenes disminuyen sus-
otro- no serían imprudentes si optaran por este último. tancialmente en las empresas de "alto valor". Como estas últimas se fundamen-
Desde luego, los extranjeros cuyas habilidades para la intermediación tan en los conocimientos, los ingresos más altos y la mayor influencia pertene-
estratégica son superiores a las de los norteamericanos pueden obtener cuan- cen a las personas más capacitadas dentro de la red (lo cual incluye a las
tiosos beneficios en los Estados Unidos sin necesidad de adquirir compañías licenciatarias clave, los socios o los subcontratistas), antes que a los accionis-
americanas o instalar sus propias fábricas en este país. Por ejemplo, pueden tas o ejecutivos que ocupan posiciones formales de autoridad. Desde luego,
vender directamente sus conocimientos de administración. En los próximos los altos ejecutivos pueden jugar un papel importante al organizar la red en su
años se espera que más compañías norteamericanas empleen a las firmas ja- conjunto, pero las decisiones clave se toman a un nivel más bajo y en puntos
ponesas para que manejen sus fábricas y laboratorios en los Estados Unidos, más descentralizados. Siempre que los especialistas clave -los intermediarios •
a cambio de lo cual los japoneses recibirán una participación en los beneficios estratégicos y los responsables de la identificación y resolución de problemas-
resultantes. (Este fue precisamente el acuerdo entre General Motors y Toyo- sean norteamericanos residentes en los Estados Unidos, poco importa la na-
ta para el manejo de su fábrica en Fremont.) Una ventaja de este acuerdo es cionalidad de quienes posean o presidan formalmente la empresa. Por la mis-
que puede reducir el desconcierto que experimentan muchos norte- ma razón, si esas personas no fueran norteamericanas, serviría de poco para
americanos aferrados a un punto de vista desactualizado de la economía. Ya la nación que los propietarios formales y los altos ejecutivos de la empresa lo
no se considera que los extranjeros se "apoderen" de los activos norte- fueran. Quienquiera que posea las habilidades y conocimientos más valiosos
americanos, sino que se piensa más precisamente que les ayudan a ser más dentro de la red recibirá las más amplias remuneraciones, ya sea bajo la for-
productivos. Desde luego, la transacción fundamental es prácticamente la ma de salarios, bonificaciones, honorarios, o participación en la sociedad.]
A fin de ilustrar este punto, consideremos las adquisiciones por Sony
22
en 1988 y 1989de CBS Records y Columbia Pictures, respectivamente, una ini-
De "Industrial Relations and Humanware: Japanese Investments in Automobile Manufactu-
ring", resumen, MIT, 1987, pág. 91. ciativa que parecía ser una doble ofensa a la cultura popular. Pero, ¿qué fue
23 Entre 1989 y 1992, Bridgestone planeó invertir más de 1.000 millones de dólares en sus fábricas exactamente lo que compró Sony? Muy poco, además de los derechos para re-
en los EE.UU., a fin de desarrollar la próxima generación de cubiertas radiales. "La cifra era ea-
si el doble de lo que Firestone podría haber invertido como una compañía independiente", de-
vender las viejas grabaciones y películas, y el título de propiedad de algún in-
c1aró al New Yorlc Times el presidente de Firestone, John J. Nevin. Consultar, "Foreign Owners mueble y equipo. Las futuras ganancias de CBS y Columbia Pictures -su valor
Are Sahking Up the Competition",New Yorlc Times, 28 de mayo de 1989, pág. D9. potencial en la economía mundial- depende mucho más del talento e histrio-
24 En 1986 (el año de la última encuesta), el empleado promedio norteamericano de una empresa
industrial extranjera ganaba USS 32.887, mientras el trabajador de una fábrica norteamericana nismo de los cantantes norteamericanos, de los técnicos de sonido, ea-
ganaba USS 28.945. Consultar Foreign Direct Investmeru in the U.S. Washington: Oficina de marógrafos, directores, guionistas, escenógrafos, productores, actores yactri-
Análisis Econóicos, Secretaría de Comercio, 1988.
25 En la obra citada de R. Z Lawrence. ces, anunciadores y vendedores, y cientos de individuos creativos.

152 153
El personal talentoso que trabajaba antes para CBS Records no había
perdido sus habilidades y conocimientos cuando la firma japonesa adquirió
VII
las dos compañías; tampoco ese talento era menos valioso de lo que fue antes
de la transacción. La venta no puso a Bruce Springsteen -uno de los astros de
la canción, que una vez entonara estentóreamente "Bom in the USA"- bajo la ¿Acaso los extranjeros están acaparando la tecnología americana? ¿De-
autoridad y el control de los japoneses. Springsteen fue tan autónomo, y al me- bería preocupamos eso? Aquí se puede aplicar la misma lógica. Cuando el dine-
nos tan valioso, después de la transacción como lo era antes. El único cambio ro y la intermediación estratégica de los extranjeros se puede sumar a la identifi-
en su vida es que la mayor parte del capital financiero y la intermediación es- cación y resolución de problemas de los norteamericanos, el resultado puede ser
tratégica que le vinculan con el mercado mundial ahora provienen del Japón. mejor para estos. Consideremos el caso de tres pequeñas empresas norte-
En realidad, Springsteen sólo cambió a Laurence Tisch (el empresario finan- americanas de alta tecnología que fueron adquiridas por extranjeros en 1989: des-
ciero que adquirió CBS muchos años antes) por Akio Morita (el presidente de pués de doce años de esfuerzo -con un capital de 200 millones de dólares- para
Sony). Si Morita y los demás intermediarios estratégicos lograran hacer un llegar a ser líder mundial en tecnología fotovoltaica, Arco Solar (una subsidiaria
mejor trabajo que Tisch y su compañía para promover a Springsteen en el de Atlantic Richfield, la gran compañía petrolera norteamericana) fue vendida a
mercado mundial, la audiencia internacional del cantante sería más numero- la empresa Siemens de Alemania Occidental; Atlantic Richfield no deseaba se-
sa y entusiasta que antes, y su compensación aumentaría proporcionalmente. guir invirtiendo en Arco Solar sin la seguridad de que las ganancias fueran inmi-
En 1990, CBS Records estaba tomando la delantera, ya que sus intermediarios nentes. Algunas de las acciones de International Fuel Cells Corporation, de Con-
estratégicos japoneses invertían más en promociones, vídeos para la televisión necticut -líder mundial en la tecnología para la fabricación de pilas de Grove-, se
y otros recursos que sus mezquinos predecesores no previeron. Cabe pregun- vendieron a las firmas japonesas Toshiba y Tokyo Electric, después que su com-
tarse: ¿Sony compró a Springsteen, o este adquirió Sony? pañía matriz, United Technologies, se negara a perder más dinero en ello. Por
Cuando al año siguiente la compañía japonesa pagó 3.400 millones de último, la empresa Materials Research de Orangeburg, Nueva York -una firma
dólares a los accionistas de Columbia Pictures por el privilegio de rescatar es- fabricante de semiconductores- fue vendida a Sony, después de escuchar las me-
te declinante estudio del estancamiento económico que atravesaba, obtuvo, jores ofertas de Wall Street, muy por debajo del valor contable de la firma. Es evi-
lógicamente, los derechos de reventa de El mago de Hoz, y muchos otros éxi- dente que no existen motivos para censurar a los alemanes o japoneses por haber
tos de Hollywood. Pero los activos clave de Columbia Pictures eran sus rela- hecho estas adquisiciones, puesto que sus dueños norteamericanos estaban ansio-
ciones con una gran cantidad de individuos talentosos -entre ellos Peter Gu- sos de vender. Entonces, ¿deberían preocuparnos estas transacciones? Si bien
ber y Jon Peters, quienes después de haber producido Batman y Rain Man, constituyen una muestra de la miopía de los financistas e intermediarios estratégi-
eran considerados como el equipo más competente de cineastas en Ho- cos norteamericanos, deberíamos tener en claro quiénes ganan y quiénes pierden
llywood. Sin embargo, a Guber y Peters esto no les resultó nada fácil. La rela- con ellas.
ción de los productores con Columbia se había deteriorado aparentemente, Superficialmente, esto parece como si los extranjeros estuvieran apro-
obligándoles a renunciar de improviso, y firmar contrato con Warner Bros., un piándose de las tecnologías de vanguardia americanas, dejando a la nación en
estudio de la competencia. De modo que para recuperar a su dinámico dúo, la estacada. Pero esto no es cierto. Los Estados Unidos no pierden esas tec-
Sony tuvo que pagar primero a Warner Bros. para que rompiera su contrato, nologías. Observemos más de cerca a Arco Solar, International Fuel Cells y
y luego suscribir un acuerdo impresionante con Guber y Peters, mediante el Materials Research, ¿y qué encontramos? Grupos de expertos norte-
cual compraba su empresa productora por 55 millones de dólares y accedía a americanos -científicos, inventores, técnicos, vendedores- que han acumula-
pagar un adicional a ellos y sus socios de 2.750.000 dólares por año durante los do suficientes conocimientos acerca de cómo producir más eficientemente
cinco años siguientes, más una participación en las ganancias del estudio, una energía solar, pilas de Grove y semiconductores, como para identificar y resol-
bonificación única de 50 millones de dólares y una parte de cualquier incre- ver los problemas. Al "adquirirlos" las compañías extranjeras no destruyen sus
mento en los valores estimados de la compañía. Si consideramos el caso de conocimientos acumulativos. Eso habría eliminado el valor de estas inversio-
Sony y sus valiosos talentos norteamericanos, surge la misma pregunta: ¿Exac- nes. Tampoco estas firmas extranjeras avasallan al personal ni lo trasladan-a
tamente, quién compró a quién? El "capital humano" de Columbia Pictures, ellos o a sus apuntes- a Alemania o Japón. Estos expertos no tienen intencio-
que es su activo más valioso, continúa estando firmemente bajo el "control" de nes de dejar los Estados Unidos. El valor potencial de sus conocimientos si-
los norteamericanos. gue estando en su mente, no en sus apuntes.
El único aspecto que ha cambiado es que la mayor parte del dinero que
ellos necesitan para costear sus laboratorios y equipos, la fabricación y expe-

154 155
rimentación de sus descubrimientos, y sus salarios, ahora proviene de Alema- nológicosclavede una nación.Y sólose pueden perder si no se alientanydesarrollan
nia y Japón en lugar de los Estados Unidos. Y, lo más importante de todo, ese suficientementejfin los tres ejemplosmencionados,si los extranjerosno se hubieran
dinero se invierte con menos urgencia por las ganancias a corto plazo. Por comprometido en proporcionar la financiacióne intermediaciónnecesarias,el cono-
ejemplo, después que Sony adquirió Materials Research, el presidente norte- cimientoacumulado se habría dispersado.
americano de la empresa finalmente sintió que no tendría trabas para empren-
der investigaciones a largo plazo. "Ya no me preocupan las ganancias trimes-
trales", dijo con énfasis. "Puedo pensar en proyectos que llevan dos años. Es
una estupenda manera de trabajar.,,26
Indudablemente, los inversor es alemanes y japoneses participarán de
todos los beneficios que estos recursos generen en cualquier parte del mundo,
más que los accionistas de Atlantic Richfield, United Technologies u otros ca-
VIII
pitales empresariales. Además, habrá más intermediarios estratégicosjapone-
ses y alemanes en el centro de estas redes que norteamericanos en las oficinas
centrales de AtIantic Richfie!d o United Technologies, quienes ayudarán al Afirmar que la nacionalidad empresarial está llegando a ser algo irre-
personal de todo e! mundo a fabricar, distribuir y vender los descubrimientos. levante no quiere decir -sin lugar a dudas- que en la economía mundial, hacia
Pero considerar estas transacciones como una pérdida de tecnología la cual nos dirigimos rápidamente, los intereses económicos nacionales hayan
para los Estados Unidos es incurrir una vez más en un concepto erróneo y de- dejado de existir o de tener sentido. Esta distinción es importante. Los japo-
sactualizado. El valor fundamental en estas tecnologías reside en las habilida- neses, surcoreanos, taiwaneses, alemanes y holandeses, entre otros, están muy
des y conocimientos necesarios para generarlas y perfeccionarlas. Estas habi- conscientes de sus intereses económicos nacionales, si bien continúan invir- #

I lidades todavía son propias; los nortemericanos siguen desarrollando tiendo más allá de sus fronteras. De esta manera, cada nación se esfuerza por
tecnologías, y están bien remunerados por eso. El hecho de que algunas de las mejorar el bienestar y la seguridad de sus ciudadanos. Y consecuentemente,
ganancias vayan a parar ahora a inversores e intermediarios estratégicos fue- tratan de incrementar el valor potencial de las contribuciones que puedan ha-
ra de los Estados Unidos no debería ser motivo de gran alarma para los nor- cer sus ciudadanos a las empresas y redes mundiales.
teamericanos. Después de todo, los inversores e intermediarios norte- Esta aspiración no se debería considerar como una amenaza al bienes- ]
americanos hacen exactamente lo mismo en otras naciones. También se tar y la seguridad de los norteamericanos. Al contrario, dichos esfuerzos se su-
arrancan los cabellos diligentemente en el resto del mundo por una buena man a la prosperidad general del mundo. Los Estados Unidos deberían per-
perspectiva de inversión, y oportunidades de hacer contratos con personas seguir la misma meta. Sólo que las compañías han llegado a ser un medio poco
creativas de otras naciones para identificar y resolver nuevos problemas, así apropiado para alcanzarlas. Las naciones ya no pueden promover e! bienestar
como para emprender una producción estandarizada de alto volumen. de sus ciudadanos a través de los subsidios, la protección, o bien incrementan-
¿Qué significaentonces,"perder"la tecnologíanacional?No lo que se supone do la rentabilidad de "sus" compañías; la relación entre rentabilidad empresa-
comúnmente. Los nuevosdescubrimientosde loslaboratoriosnorteamericanos se di- rial y nivel de vida de la población es cada vez menos consistente. Los capítu-
funden constantemente por todo el mundo. Se contratan ingenieros proyectistas en los siguientes ayudarán a comprender esta diferencia.
Roma, fabricantes en Kuala Lumpur, plantas de montaje en Hong Kong y marketing
en Londres. Esto es así más alláde quién sea el "propietario"de la firma:íos interme-
diarios estratégicos que trabajan en Arco Solar, Intemational Fuel Cells y Materials
Research enviarán los descubrimientos hacia cualquier parte del mundo donde se
pueda producir mejor y más barato. La informaciónse está convirtiendorápidamen-
te en parte de las redes mundiales.
Detrás de todo esto están las habilidades y conocimientos necesarios para
. continuar produciendo "inventos".Esos conocimientos constituyen los activos tec-

26 Cita de The Wall Street Joumal, 16 de agosto de 1989,pág- 84. Un entusiasmo similar expresó el
presidente de Genentech, cuando esta firma se vendió al grupo suizo Roche Holdings Ltd. en
1990.

156 157
jos colabora mucho más con el país que una empresa norteamericana que con-
trata extranjeros para hacer lo mismo.
Esta realidad puede ser simple, pero ha sido olvidada por los planifi-
cadores políticos y el público norteamericano. En ninguna parte la influencia
del pensamiento residual ha sido más evidente que entre los funcionarios
políticos de Washington, quienes se han propuesto restringir las propiedades
extranjeras de los activos norteamericanos y han limitado la generosidad del
gobierno a las compañías que enarbolan la bandera nacional. He aquí un
ejemplo de esta tendencia: en 1986, Fujitsu, la gran compañía japonesa de
productos electrónicos, anunció que adquiriría Fairchild Semiconductor
13 Corporation -una de las firmas de alta tecnología más importantes de Silicon
Valley. Fairchild necesitaba liquidez para seguir siendo competitiva, por eso
sus ejecutivos se acercaron a Fujitsu. Pero la venta propuesta fue acogida con
desagrado en Washington. Los proyectistas e ingenieros de Fairchild adapta-
ban circuitos electrónicos de alta velocidad a minúsculos chips de silicio que
controlaban las operaciones de todo tipo de sistemas de armas. Entre un ter-
cio y la mitad de la producción de Fairchild se había vendido a contratistas
americanos de Defensa. Por eso, los funcionarios del Pentágono se preocu-
paban porque la propuesta de venta pudiera poner la tecnología crítica en
manos de los japoneses. Los funcionarios de la Secretaría de Comercio
temían que el acuerdo pudiera dar a Fujitsu un mayor control sobre las tec-
nologías relacionadas con los chips que se usaban en muchos productos nor-
teamericanos, desde automóviles hasta equipos de telecomunicaciones, en
un momento en que se pensaba que la competitividad estaba en peligro. Tan
preocupados estaban los funcionarios de la administración de Reagan
Cuando uno dice que quiere mantener el nivel de que -a pesar de la retórica del libre mercado de Adam Smith- sugirieron a
sus ganancias, advierte que ese deseo es una nece- Fujitsu que lo pensara bien y reconsiderara la adquisición. Y tan comedida
sidad nacional. fue Fujitsu que retiró su oferta.
Al margen de la delicadeza, este fue un error. Fujitsu no sólo podría ha-
ANDREW UNDERSHAFr, en Major Barbara, ber sido una importante fuente de capital para Fairchild, sino que sus ingenie-
de George B. Shaw (1905) ros japoneses llevaban ventaja a los de Fairchild en la producción de muchos
chips de memoria compleja. Fabricar chips de memoria avanzada era una ha-
bilidad que los ingenieros norteamericanos de Fairchild necesitaban desarro-
llar. La adquisición no habría destruido ninguna experiencia que los ingenie-
Hay dos aspectos que es necesario reiterar. Primero:~nivel de vida de la po- ros de la empresa americana hubieran acumulado hasta la fecha; la habría
blación de un país depende cada vez más de lo que pueda aportar a la eco- incrementado. La nacionalidad de la propiedad debería haber sido irrelevan-
nomía mundial en términos del valor de sus conocimientos y habilidades] Y te. Irónicamente, Fairchild no era una compañía "americana" en ese momen-
depende cada vez menos de lo que posean en términos de la productividad de to. Había sido comprada en 1979 por Schlumberger, la compañía petrolera
las compañías en las cuales tienen los mayores interes~Segundo: las habili- francesa.
d.ades inherentes a la intermediación estratégica, a la identificación y resolu-
ción de problemas se desarrollan con la experiencia. La gente aprende hacien-
~Juntos, los dos aspectos sugieren una simple verdad. Una firma extranjera
(o, más precisamente, un grupo de inversores e intermediarios extranjeros)
que contrata norteamericanos para resolver o identificar problemas comple-
158 159
tranjeros que aprenden a hacer cosas complejas en suelo extranjero (aun
II cuando la firma para la cual trabajen sea norteamericana). Si los Estados Uni-
dos quisieran asegurarse de contar con una tecnología crítica en suelo norte-
americano -en cuanto a los objetivos de seguridad nacional-, la medida lógi-
La obsesiva preocupación de Washington se ha concentrado en la de- ca sería alentar a las redes empresariales mundiales a proyectar y operar en
pendencia norteamericana con respecto a las firmas japonesas que producen los Estados Unidos -y no excluir del país a las firmas e inversoresextranjeros.
artefactos microelectrónicos, y que se utilizan en los sistemas de armamentos Aun así, Zdeberían preocuparse los Estados Unidos ante la posibilidad
militares, así como en los automóviles, televisores y casi todos los dispositivos de que una firma extranjera pudiera retener la tecnología crítica, si su gobier-
complejos imaginables. Durante los años ochenta, cientos de comisiones y no se lo ordenara? Los gobiernos europeos fueron bien conscientes de esta
grupos publicaron solemnes advertencias acerca de la fuerte influencia de los posibilidad en 1982 cuando, en respuesta a la imposición de la ley marcial en
japoneses en la microelectrónica. Una muestra de ello fue el informe del Con- Polonia, la administración Reagan prohibió a las subsidiarias europeas de fir-
sejo de Seguridad Nacional (NSC) en abril de 1987, en el cual se prevenía so- mas americanas cumplir los contratos para construir un gasoducto que debía
bre la creciente dependencia de las firmas japonesas en proyectos militares, y . llegar a Europa desde la Unión Soviética. El riesgo era real, pero se redujo
se emitían nefastos oráculos acerca de la economía norteamericana en gene- considerablemente por el hecho de que ninguna empresa mundial desea tener
ral. "Hacia fmes de siglo, la microelectrónica tendrá sin duda enormes conse- fama de no fiable. Las subsidiarias norteamericanas que acataron la orden de
cuencias directas sobre la actividad de las industrias que quizá lleguen a ser Washington en 1982vieron disminuir precipitadamente sus negocios en Euro-
responsables de una cuarta parte de la producción nacional bruta. Tendrá un pa, mientras las firmas europeas se desplazaron hacia otros proveedores con
poderoso efecto sobre el poderío militar, la productividad de la economía y los los que se podía contar en caso de apuro. Incluso se vio afectada la reputación
niveles de vida. Esto incluye los automóviles, la automatización de la industria, de subsidiarias norteamericanas que no habían estado directamente compro-
los sistemas computarizados, la tecnología aeroespacial y de defensa, las tele- metidas en la medida. La posibilidad de que Washington pudiera tratar de im-
comunicaciones y muchos productos de consumo ... Si los Estados Unidos per- poner su voluntad sobre ellas las hizo parecer menos fiables a los ojos de los
dieran ventajas competitivas en estas industrias, su productividad, sus niveles clientes europeos. Como resultado, las compañías norteamericanas sufrieron
de vida y su crecimiento se verían seriamente afectados." El peligro inmedia- considerables pérdidas y la administración Reagan cargó con gran parte de la
to, de acuerdo con el informe del NSC, era que las firmas japonesas de alta responsabilidad? Estas nsecuencias actúan como un poderoso inhibidor so-
tecnología podían retener sus chips de vanguardia y las tecnologías afines de bre los gobiernos que tratan de ejercer un control sobre las operaciones mun-
las firmas norteamericanas que habían llegado a ser dependientes de ellas, y diales de las empresas que están radicadas dentro de sus naciones. demás, a
con eso "impedir la capacidad de los Estados Unidos para competir' en casi to- medida que las compañías se integran en redes cada vez más descentralizadas,
das las áreas de producciónt.' la capacidad de los gobiernos para ejercer dicho control disminuye considera-
En el texto del informe se advierte el error. Cuando el Consejo de Se- blement~Una subsidiaria que vende o distribuye lo que su compañía matriz
guridad Nacional previno sobre el poder creciente de los japoneses y la pérdi- produce, evidentemente depende de las decisiones de esta última, y por lo tan-
da de ventajas competitivas por parte de los Estados Unidos se refería, presu- to es susceptible de ser controlada; una firma más independiente, que opera
miblemente, a las compañías japonesas y norteamericanas. Pero es necesario dentro de una red empresarial y hace contratos a través de intermediarios es-
recordar que las empresas norteamericanas investigan, proyectan y fabrican tratégicos, está más lejos de serio.
algunos de sus productos de alta tecnología en Japón, mientras las firmas ja- A pesar de todo esto, el informe del NSC, y otros que le siguieron, im-
ponesas hacen tareas cada vez más complejas en los Estados Unidos. Por lo pulsaron al Congreso, en 1988, a oficializar algo que había sido sólo una resis-
tanto, hay menos diferencias entre las dos, en cuanto al lugar donde están ubi- tencia a la propiedad extranjera. El proyecto de ley industrial-The Omnibus
cadas sus dotaciones de personal en el mundo y qué clase de trabajo hacen. Trade Act-- convertido en leyese año, autorizó al gobierno de los Estados Uni-
Los Estados Unidos están indudablemente más "a salvo"-en el sentido del ac- dos a impedir a los inversores extranjeros ejercer control sobre una compañía
ceso a las tecnologías críticas en caso de guerra-, al tener ciudadanos que norteamericana. Una comisión de alto nivel para las inversiones extranjeras en
aprenden a hacer cosas complejas en suelo norteamericano (aun cuando la fir- los Estados Unidos, presidida por el Secretario del Tesoro e integrada por los
ma donde trabajen pertenezca a los japoneses) que teniendo ciudadanos ex-
2 Consultar "The Globalization of America's Defense Industries: What's the Threat? How Can It
De Draft Repon on MiülOI)' Depcndcncy on Fon:igll Tcchnologics, Consejo de Seguridad Nacio- Be Managed?", de Th. H. Moran, School of Foreign Service, Universidad de Georgetown, octu-
nal, abril 1987, pags. 5-6. bre 1989.

160 161
responsables de ocho agencias federales, podía decidir de allí en adelante
cuándo una propuesta de adquisición amenazaba con "afectar la seguridad na- III
cional",
A primera vista, esta exigencia parecía razonable. ¿Por qué no iban a
excluir los funcionarios de alto nivel aqueUas propuestas que pudieran amena-
La misma incertidumbre ha estropeado los esfuerzos del gobierno pa-
zar la seguridad nacional? Después de un análisis más profundo, el problema ra promover las "tecnologías del futuro,04dentro de los Estados Unidos, como
se hace evidente. ¿Qué significa la "seguridad nacional"? El Congreso no lo los semiconductores de vanguardia y la televisión de alta definición. Tenga-
aclara. En principio, una nación sacrifica un poco de su "seguridad" cuando se mos en cuenta que durante el período de la postguerra el Pentágono se en-
vuelve dependiente de los extranjeros en todo. Albania, que rehusó negociar cargó silenciosamente de ayudára las compañías norteamericanas para que
con Occidente y rechazó el dinero, la tecnología y todo lo demás que el resto ganaran la delantera en tecnologías, como los motores de reacción, fuselajes
del mundo le ofrecía, estaba, a su manera, "bastante "segura". Aunque sus ciu- para aviones, transistores, circuitos integrados, materiales nuevos, rayos láser
dadanos transportaran sus mercancías en carretas y vivieran en barracas. La y fibras ópticas. Esta política industrial tácita, aunque favorable, se aceleró ba-
seguridad absoluta es comparable a la autarquía. Pero la autarquía priva a los jo la administración Reagan, mientras se procedía a acumular progresivamen-
ciudadanos de una nación de todas las ventajas de la interdependencia te fuerzas militares. E incluso cuando terminó la Guerra Fría, los fondos de al-
económica con el resto del mundo. No se pueden usar ambas alternativas. ta tecnología del Pentágono siguieron siendo su fuente más importante de
Entonces, Zsobre qué evidencia tomaría la comisión sus decisiones? capital. El Pentágono y los 600 laboratorios nacionales que trabajan con el
¿Cuánto dinero estarían dispuestos los extranjeros a arriesgar en una empre- mismo y con la Secretaría de Energía son lo más parecido que tienen los Es-
sa que, presumiblemente, los fmancistas norteamericanos habrían evitado? 0, tados Unidos al muy conocido Ministerio de Industria y Comercio Internacio-
¿cuán necesitados están los norteamericanos de la ayuda externa? 0, quizá, nal del Japón.
¿cuánto más ricos serían los extranjeros en caso de que la empresa tuviera éxi- Este sistema operaba razonablemente bien cuando las compañías nor-
to? Si los extranjeros no quedaran disuadidos de emprender inversiones en los teamericanas todavía representaban a la economía nacional. En los años cin-
Estados Unidos con la incertidumbre y complejidad de tales procedimientos, cuenta y sesenta, e incluso durante la década de los setenta, existían motivos
se desalentarían más al considerar los honorarios que tendrían que pagar a los para equiparar los adelantes tecnológicos de las compañías con la proeza de
abogados de Washington para que les ayudaran a pasar por este trance.3 la economía nacional. Pero hacia 1980 este equilibrio se rompió con el resul-
Desde luego, otras naciones han levantado sus propias barreras a tado de que los subsidios entregados a las compañías norteamericanas para
las inversiones extranjeras, sobre la base de análogos conceptos erróneos desarrollar nuevas tecnologías se relacionan cada vez menos con lo que los
acerca de la seguridad nacional y el significado de la "propiedad" empre- norteamericanos aprenden a hacer.
sarial en la economía mundial. Sin embargo, muchas de esas barreras se Por ejemplo, consideremos el reducido tamaño de los chips en los cua-
están derribando. A comienzos de la década de los noventa, países tan dis- les se graban circuitos electrónicos aun más pequeños. Las firmas japonesas
tantes como México y China, que habían limitado las inversiones extranje- fabricaron la mayoría de los chips de memoria del mundo, que tanto preocu-
ras durante largo tiempo, comenzaron a buscarlas activamente. Incluso la paron a los funcionarios del gobierno norteamericano.Í Empeñados en desa-
tradicional precaución de los japoneses con respecto a los inversores ex- rrollar las habilidades para fabricar chips en los Estados Unidos, decidieron
tranjeros está cediendo paso, aunque lentamente. En todo caso, el hecho otorgar 100 millones de dólares por año a Sematech, un consorcio de com-
de que otras naciones pongan obstáculos para desalentar la inversión no pañías fabricantes de semiconductores que también sumarían sus propios re-
es obligatoriamente un argumento para seguirlas.
4 La administración de Bush se mostró algo menos interesada, cuando no hostil, hacia algunos de
los esfuerzos del Pentágono por planificar ciertas tecnologías de vanguardia para el futuro, como
la televisión de alta definición. No obstante, el apoyo para tales esfuerzos continúa siendo firme
en el Congreso. E incluso si la administración redujera o eliminara algunos de esos esfuerzos, el
Pentágono (y su aliada la Secretaría de Energía) continuarían subsidiando gran parte de la inves-
tigación y desarrollo de altas tecnologías. "' . , .
5 "Si se permitiera que esta industria vital decayera, la Nación pagana un alto preCIo con la perdi-
da de millones de puestos, delliderazgo tecnológico en muchas industrias afines, como las tele-
comunicaciones, y de las ventajas técnicas de las cuales depende nuestra seguridad nacional." De
3 Según expresión de uno de los funcionarios comprometidos con la Comisión, "podemos conver- A Strategic Industry al Risk, National Advisory Committee on Semiconductors, noviembre de
timos en la última defensa contra las adquisiciones". Cita de The Wall Street Joumal, 8 de marzo 1989.
de 1989.

162 163
cursos al proyecto, a fin de diseñar los equipos modernos necesarios para de- California, para fabricar chips de memoria de 4 Mb Yotros dispositivos de
sarrollar la nueva generación de chips. Entre los integrantes de Sematech fi- vanguardia que aún no estaban en produccción en ninguna otra parte.
guraban Texas Instruments, Motorola, IBM, AT&T Yotras ocho firmas. Sin En cuanto a la televisión de alta definición (HDTV), desde 1970 cien-
embargo, a ninguna empresa extranjera le estaría permitido unirse al consor- tos de proyectistas japoneses habían tratado de perfeccionar los métodos pa-
cio. "Debemos recuperar nuestro liderazgo tecnológico", expresó un funciona- ra emitir y recibir imágenes televisadas lo más nítidas posible con tecnologías
rio de gobierno. Según declaraciones del presidente de una de las compañías actuales; durante casi todo ese tiempo, los norteamericanos ni siquiera lo
comprometidas con Sematech, "esta es nuestra última oportunidad. Si no habían intentado. Pero a comienzos de 1988, algunos miembros del Congreso
llegáramos a tener la habilidad para fabricar este equipo en los Estados Uni- y funcionarios de gobierno de alto nivel decidieron que los Estados Unidos
dos, deberíamos también liquidar el negocio".6 debían meterse de lleno en la HDTV. Por eso, el Pentágono comenzó a apor-
No obstante, al evaluar la política nacional, uno inmediatamente se en- tar 30 millones de dólares anuales a las firmas norteamericanas que estuvieran
frenta con la duda acerca del significado que se le da al pronombre "nosotros". dispuestas a desarrollarla. La firma japonesa Sony, la holandesa Philips y la
Cuando el gobierno y los funcionarios emplean este pronombre, generalmente francesa Thompson trataron de comprometerse en este esfuerzo, pero la ad-
se refieren a las compañías norteamericanas. Si bien, como ya hemos visto, es- ministración de Bush se negó a enviarles una invitación. El secretario de Co-
tas empresas sólo tangencialmente hacen uso del mismo. mercio, Robert Mosbacher, destacó que los subsidios eran estrictamente pa-
Aun cuando Sematech logró encaminarse, sus miembros se vincularon ra las compañías norteamericanas. "Es vitalmente importante para nosotros
con redes mundiales. Texas Instruments (o, más precisamente, los intermedia- estar a la vanguardia de esta nueva tecnología," anunció con énfasis.7
rios estratégicos de las oficinas mundiales de Texas Instruments) decidieron Pero aquí también, una vez más surge la pregunta: ¿A quiénes se refería
construir una nueva planta de fabricación -de 250 millones de dólares- de se- Mosbacher, al decir "nosotros"? Aun cuando una versión norteamericana de
miconductores en Taiwan, la cual en 1991produjo chips de memoria de 4 Mb la televisión de alta definición fuera lanzada con éxito, no había motivo para
y otros circuitos integrados. (La planta de Texas en Kywhyu, Japón, ya había suponer que muchos de los nuevos televisores se diseñarían y fabricarían en
colocado a la empresa entre los más grandes productores de semiconductores los Estados Unidos. En 1989, la compañía Zenith Electronic era la única fábri-
en Japón.) Texas también se había unido con Hitachi para diseñar y producir ca de televisores que seguía siendo norteamericana. Empleaba cerca de 2500
un "super chip" que almacenaría 16 millones de bits de información. Mientras trabajadores norteamericanos, pero muchos de sus aparatos se armaban en
tanto, los intermediarios estratégicos de las oficinas mundiales de Motorola México.
decidieron recurrir a la ayuda de los investigadores y proyectistas de Toshiba Sin embargo, en ese momento los empleados de Zenith no eran los
para producir una futura generación de chips. Por su parte, otros fabricantes únicos norteamericanos comprometidos en el diseño y la fabricación de
norteamericanos de semiconductores establecieron vínculos similares a nivel televisores en los Estados Unidos. De hecho, más de 15.000 trabajadores
mundial: AT&T con NEC de Japón y Mitsubishi Electric; Intel con NMB Se- se ocupaban en eso. La única diferencia entre ellos y los empleados de Ze-
miconductor Co. y el Matsushita Group también de Japón; e IBM con la fir- nith era que el primer grupo trabajaba para las firmas japonesas Sony y
ma alemana Siemens. Matsushita, la holandesa Philips y la francesa Thompson. Además, algu-
En otras palabras, a pesar de las nobles intenciones nacionalistas de Se- nos de estos americanos estaban comprometidos en la investigación y de-
matech, el consorcio no fue en realidad más que una asociación entre algunas sarrollo de televisores de alta definición. Por ejemplo, Philips había cons-
redes mundiales recientes, cuyo futuro estaría relacionado sólo tangencial- truido en el país una planta de 100 millones de dólares para fabricar
mente con la pericia y las habilidades de los norteamericanos en la materia. componentes de HDTV, y se había asociado con la compañía norte-
Aun cuando Sematech llegó a tener un enorme éxito, relativamente pocas fir- americana NBC y con Thompson para desarrollar un sistema HDTV para
mas fabricaron chips de vanguardia en los Estados Unidos. los Estados Unidos. Matsushita también había creado un instituto de in-
Irónicamente, tan pronto como Sematech hubo logrado organizarse, vestigaciones para la HDTV; Sony estaba desarrollando un prototipo de
una compañía japonesa, que no había sido invitada a unirse al grupo mencio- HDTV en San José, California. Mientras tanto, miles de norteamericanos
nado, construía la mayor planta de fabricación de chips de tecnología avanza- estaban ocupados diseñando chips de vanguardia para la televisión de al-
da en los Estados Unidos. En junio de 1989, la firma NEC de Japón anuncia- ta definición europea y japonesa; ellos también vendían su conocimiento
ba la construcción de una planta de 400 millones de dólares en Rosevale, y habilidades directamente a los japoneses y europeos.

7 La administración Bush expresó menos entusiasmo por este proyecto. Consultar la nota 4 de pie
6 De una entrevista.
de página. News conference, 18 de diciembre de 1988.

164 165
La verdad es que muchos norteamericanos habían obtenido una valio- hay que hacer accesibles a todas las empresas los subsidios para el desa-
sa experiencia con las tecnologías de la HDTV -experiencia que, presumible- rrollo tecnológico, sin considerar la nacionalidad de sus dueños -siempre
mente, sentaría las bases para toda la industria de la HDTV que los Estados que la compañía emprenda la investigación, el desarrollo y la fabricación
Unidos poseyeran en los años venideros. En realidad, sus nuevas habilidades en los Estados Unidos, empleando a científicos, ingenieros y técnicos nor-
y conocimientos constituían la industria americana de la HDTV. Sin embargo, teamericanos. Para establecer vínculos aun más reales, el monto de la
como ellos no trabajaban para las compañía norteamericanas, no fueron selec- asistencia del gobierno podría equipararse con la cantidad de norte-
cionados para participar en el programa de gobierno. americanos comprometidos en dichas actividades.

IV v
U-0s plariificadores políticos del gobierno aparentemente consideran a La reiterativa demanda de que los extranjeros abran sus mercados
las tecnologías como un bien que la nación "posee", como las minas de oro, las a las compañías norteamericanas produce el mismo desconcierto. Pe-
máquinas, y otros bienes tangibles. Por eso, apoyar "nuestra" tecnología equi- riódicamente, los Representantes de la Industria de los Estados Unidos
vale a ampliar los bienes de las firmas norteamericanas dondequiera que estas amenazan tomar represalias contra una nación extranjera que excluye un
firmas diseñen, fabriquen y vendan sus novedosos productos, o provean esos producto "norteamericano". A primera vista, esas amenazas parecen ade-
servicios. Los planificadores no han logrado comprender que los verdaderos cuadas. ¿Por qué dejar que nos excluyan? Pero aquí, de nuevo, es necesa-
activos tecnológicos de una nación son las capacidades de sus ciudadanos pa- rio analizar detenidamente qué significa "nosotros". Los ejecutivos de la
ra resolver los complejos problemas de hoy y de ayer. Por eso, la actividad de industria norteamericana consideran que su función es representar los in-
NEC en Rosevale con sus semiconductores de 4 Mb tiene más valor constan- tereses de las compañías que portan el emblema nacional, sin mirar dónde
te para la nación que cualquier operación que Texas Instruments, Motorola, llevan a cabo su producción. En realidad, tiene menos sentido preocupar-
o AT&T inicien en algún otro país. La inversión de NEC desarrollaría la ex- se por abrir los mercados extranjeros a las compañías norteamericanas
periencia tecnológica de los técnicos, ingenieros y operarios norteamericanos (las cuales quizás agreguen más valor en el extranjero) que abrir esos mer-
más de lo que una planta de AT &T en España podría desarrollar con su per- cados a las compañías que emplean norteamericanos, aun cuando dichas
sonal norteamericano indirectamente comprometido en ese proyecto. Lo mis- compañías sean propiedad de extranjeros.
mo ocurre con las fábricas de componentes para la HDTV de Philips, o con el Para poner un ejemplo: en 1989 Caria Hills, representante de la In-
instituto de investigación de Matsushita. dustria de los Estados Unidos durante la administración Bush, acusó a
IEl dinero, las fábricas, la información y los equipos se intercambian Japón de excluir a Motorola del lucrativo negocio de los teléfonos celula-
libremente junto con las marcas de las compañías. Pero el intelecto es in- res en el mercado de Tokio. Japón eliminó convenientemente sus restric-
ternacionalmente menos trasladable, \Los planificadores políticos del go- ciones. Por extraño que parezca, entre los primeros beneficiarios de la te-
bierno deberían estar menos interesados en ayudar a las compañías norte- naz campaña de la señora Hills figuraban los ingenieros y los operarios de
americanas a obtener fuertes ganancias de las nuevas tecnologías que en producción en Kuala Lampur, Malasia -donde Motorola diseñaba y fabri-
colaborar con los norteamericanos para que sean tecnológicamente más caba sus lIamadores electrónicos y obtenía unos cuantos componentes pa-
evolucionados. Por lo tanto, tiene más sentido alentar a Sony, Philips, ra sus teléfonos celulares. Otros beneficiarios fueron los accionistas de
Thompson, NEC, o cualquier otra compañía mundial para que entrenen a Motorola, tanto de los Estados Unidos como del extranjero. Estas perso-
los norteamericanos en el diseño y la fabricación de semi conductores de nas no eran indignas de la atención de la señora Hills; su preocupación in-
tecnología avanzada, televisores de alta definición, elementos complejos consciente por la prosperidad de las mismas fue loable. No obstante,
para la industria de la aviación y otros productos inusuales, para el futu- habría sido mejor que la señora Hills utilizara su escaso tacto político pa-
ro. Hay que estimularlas; necesitamos entrenamiento. Por la misma razón, ra urgir a los japoneses a reducir las barreras para los bienes y servicios

166 167
realmente producidos en los Estados Unidos, a través de los cuales los rados en los Estados Unidos-o Cuando los negociadores industriales estable-
norteamericanos podrían haber acumulado experiencia de producción. cieron prioridades acerca de cómo utilizar su limitada influencia política para
Aun cuando la señora Hills hizo sus cargos contra los japoneses, miles reducir las barreras comerciales en el exterior, deberían haber prestado me-
de norteamericanos fabricaban elementos para teléfonos celulares que se ex- nos atención a la nacionalidad de las empresas y más interés en el trabajo lle-
portaban desde los Estados Unidos. Algunos de los componentes que di- vado a cabo realmente por norteamericanos. A través de esta lógica, una ba-
señaban o fabricaban se destinaban a los teléfonos vendidos en el mercado de rrera comercial extranjera a las copiadoras Ricoh fabricadas en los Estados
Tokio. Pero las compañías donde trabajaban estos norteamericanos no eran la Unidos puede ser más perjudicial para los intereses nacionales que una exclu-
preocupación de la señora Hills, ya que tenían nombres japoneses, y recibían sión de las copiadoras Kodak producidas en Corea y Japónr'
la mayor parte de la financiación (y algunos servicios de intermediación es-
tratégica) de Japón, aunque se habría exportado más mano de obra america-
na a través de ellas ~ue por medio de Motorola una vez que se abrieran las ba-
rreras comerciales.
Más importante que reducir las barreras extranjeras a las exportacio-
nes de las empresas americanas es desalentar a los gobiernos a invocar las le-
yes internas contra la mano de obra de los norteamericanos. Esas normas in- VI
ducen a las compañías internacionales (lo mismo a las americanas que a las
extranjeras) a incrementar la cantidad de trabajo que ellas desarrollan dentro
de esos países, antes que en los Estados Unidos. Las regulaciones internas no En la última década del siglo XX, la supuesta conexión entre la renta-
causan dificultades a las compañías norteamericanas que ya operan en el ex- bilidad de las compañías nacionales y la competitividad de los norte-
tranjero, pero privan a algunos norteamericanos de la oportunidad de compe- americanos ha llevado a los funcionarios del gobierno a aceptar algunas pro-
tir por trabajos aquí, más trabajos que generan conocimientos, habilidades y puestas inusuales. Una ha sido que los Estados Unidos podrían llegar a ser
experiencias valiosas. Por ejemplo, un requisito europeo de que las emisoras más competitivos si las empresas de una misma industria se unieran para pro-
de televisión limitaran los programas que no fueran de la Comunidad no inter- ducir en forma conjunta. Por eso, en 1990, el Congreso y la administración es-
feriría demasiado drásticamente sobre las empresas periodísticas norte- tatal redujeron los alcances de la ley antimonopolística a fm de permitir los
americanas, la mayoría de las cuales ya están operando en Europa, e incorpo- acuerdos conjuntos de producción. De acuerdo con las políticas del Consejo
ran europeos para desempeñar una serie de funciones creativas. (En 1990, Económico, el cambio "sería una firme declaración del apoyo de la adminis-
Walt Disney construyó un estudio cerca de Londres, y MTV inició en Europa tración a la eficiencia y competitividadr.Í'' No obstante; la supuesta conexión
una empresa con el magnate de la prensa británica Robert Maxwell.) Pero un lógica entre las grandes alianzas de firmas americanas y la eficiencia y compe-
requisito semejante seguramente reduciría la cantidad de aportación norte- titividad de la nación no se ha enunciado con claridad. Tampoco los ver-
americana a los programas de la televisión que esas compañías periodísticas borrágicos directores ejecutivos de los dos más grandes imperios de la infor-
norteamericanas (al igual que las de propiedad japonesa o europea) vendían mación estaban en condiciones de describir con exactitud dicha conexión
en Europa, yeso frenaría la capacidad de los norteamericanos de agregar va- cuando afirmaron al Congreso que la fusión de Time Inc. y Warner Commu-
lor al mercado mundial del entretenimiento. nications sería propicia para los Estados Unidos. "Nuestra unión pondrá a los
Por supuesto, la falta de acceso de las compañías norteamericanas a los Estados Unidos en mejores condiciones para afrontar el desafío de las empre-
mercados extranjeros constituye un problema. Pero se transforma en un sas periodísticas extranjeras," expresó el presidente de Time Inc. a los congre-
problema serio para los Estados Unidos sólo cuando las compañías america- sistas, que aprobaron en solemne acuerdo.11 ¿Por qué esta fusión ayudaría a
nas -como las extranjeras- están obligadas a fabricar productos dentro del los Estados Unidos en particular, en comparación con lo que la nación ya ob-
mercado extranjero -productos que de otra manera podrían haber sido elabo- tenía de la News Corporation de Rupert Murdoch (que incluía 20th Century-

8 Otra alta prioridad para los Representantes de la Industria fue obligar a los japoneses a autori-
9 Las medidas proteccionistas son diferentes a los acuerdos público-privados ya considerados. Los
zar la instalación en su país de grandes cadenas de minoristas norteamericanos, como Toys-R-
costes de estas restricciones recaen no sólo sobre los consumidores internos, sino sobre todos
Uso Aunque casi todas las existencias de Toys-R-Us consistían en artículos diseñados y fabrica-
aquellos que están fuera del país, quienes en consecuencia no pueden vender sus habilidades.
dos en el Sudeste Asiáticoyen Latinoamérica. Si Japón abría su mercado a Toys-R-Us, los únicos 10 Cita de The Wall Street Joumal, 22 de enero de 1990, pág. A4.
beneficiarios norteamericanos serían los intermediarios estratégicos de las oficinas centrales y los 11 De Hearing Be/ore the Subcommittee on Economic and Commercial Law, Comisión del poder ju-
inversores. dicial de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, 14 de marzo de 1989.

168 169
Fox, Fox Broadcasting, la revistas TV Guide, y la editorial Harper & Row), o compañías norteamericanas (antes que a los norteamericanos), y permitir a
del gigante alemán de los medios, Bertelsmann (que incluía RCA Records y estas últimas firmas fusionarse dentro de enormes alianzas internacionales.
las editoriales Bantam, Doubleday y Dell), o del grupo Hachette de Francia Un remedio para estas travesuras era hacer exactamente lo contrario de lo
(con la revista Woman's Day y la Enciclopedia de Grolier), o de Sony (CBS que se venía sugiriendo: en lugar de acallar las voces de las compañías extran-
Records y Columbia Pictures)? Eso sigue siendo un misterio. Escritores, edi- jeras, invitarlas al debate público aun más ampliamente que antes. Una solu-
tores, directores, músicos y cineastas norteamericanos estaban comprometi- ción aun mejor, no menos justa pero seguramente más efectiva, hubiera sido
dos en todas estas compañías internacionales, como lo estaban sus colegas ex- impedir que los ex funcionarios del gobierno hicieran "lobby" en sus eX agen-
tranjeros. cias, por cuenta y riesgo de cualquier cliente, sin considerar la nacionalidad
Mientras tanto, individuos por otra parte inteligentes, expresaron su re- adoptiva del mismo.
pudio por el hecho de que las firmas extranjeras tuvieran la audacia de contra-
tar a norteamericanos meritorios, entre ellos ex funcionarios del gobierno, pa-
ra que negociaran en Washington en nombre de ellas. Los esfuerzos de las
compañías japonesas se juzgaron eminentemente perjudiciales. "Los norte-
americanos tienen que decidir primero qué es lo que más conviene a sus inte-
reses nacionales. Pero el efecto de la política de los japoneses es hacer impo-
sible (ese) debate", denunció un columnista de The New Republic.12 La idea
VII
implícita detrás de esta indignación era que las compañías norteamericanas se
consideraban como los únicos participantes fiables en los debates políticos de
Washington, porque, presurniblemente, sus innumerables "negociadores" yex Las observaciones precedentes no son para complacer a los defensores
funcionarios de gobierno representaban los intereses de "nosotros", los norte- de las políticas de no interferencia, quienes exigen que el gobierno no juegue
amencanos. ningún papel comprometido en el mejoramiento de las perspectivas económi-
Desde luego, las firmas americanas se embarcaron precisamente en las cas de los ciudadanos. Pero estos esfuerzos por mejorar la rentabilidad de las
mismas maniobras tácticas en el exterior. El vicepresidente para la región del compañías norteamericanas son un instrumento inadecuado para alcanzar ese
Pacífico asiático de la compañía TRW de Cleveland observó jactanciosamen- fin. Arraigados a una vieja economía en la cual era importante la nacionalidad
te que la firma estaba "desarrollando una red extensiva con funcionarios Ga- de las empresas, los planificadores políticos se han preocupado más por
poneses), analistas políticos, reporteros y otras relaciones personales a nivel quiénes poseen los bienes que por quienes adquieren la mayor destreza para
de gobierno (a través de las cuales la empresa podría) participar en el desa- hacer algo. Ordenar nuestras prioridades requiere un cambio fundamental en
rrollo de los proyectos legislativos y las políticas de interés para TRW.,,13Tra- nuestra manera de pensar. El problema no estriba en que las compañías nor-
ducido del lenguaje burocrático, esto significa que TRW estaba ejerciendo in- teamericanas sean insuficientemente rentables, sino en que muchos norte-
fluencia sobre el gobierno japonés. Otras firmas americanas se infiltraron aun americanos no aportan suficiente valor a la economía para mantener o mejo-
más profundamente en el gobierno japonés. En 1990, el presidente de IBM en rar sus niveles de vida. Volveré a abordar este tema crítico en los próximos
Japón ocupó un escaño en el Consejo de la Industria de esa nación, que ase- capítulos.
sora al Ministerio de Industria y Comercio Internacional del Japón en políti-
cas industriales.
Resulta irónico que precisamente a causa de los debates políticos en
Washington -frecuentemente dominados por las compañías norte-
americanas-los funcionarios del gobierno de los Estados Unidos se embarca-
ran en dudosas prácticas, como desalentar la propiedad extranjera, limitar a
las empresas nacionales los subsidios para la investigación y el desarrollo, em-
plazar a las naciones extranjeras a abrir sus fronteras a los productos de las

12 De "Yen for Power", de J. Judis, The New Republic, 22 de enero de 1990.


Consultar también
Agerus of Influence, de P. Choate, Knopf, 1990.
13 Cita de "HowTRW Plays the Came",Japa'l Economic Joumal, 19de mayo de 1990, pág. 6.

171
170
14

Las discusiones habituales acerca del futuro de la economía nacional se concen-


tran en temas como la competitividad de General Motors o la producción automo-
triz americana o, más generalmente, la industria de los Estados Unidos. Pero, co-
mo se ha observado, estas categorías se están volviendo irrelevantes. Suponen la
existencia permanente de una economía norteamericana en la cual las actividades
asociadas con una firma, industria o sector en particular están de algún modo rela-
cionadas dentro de las fronteras de la nación, de manera que los trabajadores nor-
teamericanos se enfrentan a un destino común; y también a un enemigo común: en
los campos de batalla del mundo industrial inequívocamente combaten entre sí
nuestras empresas y nuestros trabajadores.
Pero esto ya no es así. En la nueva economía internacional, pocas com-
pañías e industrias nacionales compiten con sus pares extranjeras, si con el
término "nacionales" nos referimos al lugar donde se hace el trabajo y se agre-
ga el valor. La red mundial se está convirtiendo en algo corriente. Por lo gene-
ral, tienen sus sedes centrales en un determinado país (muchas en los Estados

175
Unidos), y reciben gran parte de su capital financiero del mismo, pero sus la- funciones que cumplen los del primer grupo están mucho mejor cotizadas en
boratorios de investigación y diseño, sus plantas de producción están disemi- el mercado mundial que las del último grupo. Por eso, cuando se habla de
nadas en Japón, Europa y América del Norte, con fábricas suplementarias en "competitividad" de los norteamericanos en general, se hace referencia sola-
el Sudeste Asiático y en Latinoamérica; centro de marketing y distribución en mente a cuánto está dispuesto a pagar el mercado mundial, en promedio, por
cada continente; e inversores y prestamistas en Taiwán, Japón y Alemania Oc- los servicios prestados por los mismos. Algunos norteamericanos podrán de-
cidental, así como en los Estados Unidos. Estas organizaciones universales mandar ingresos mucho más altos; otros mucho menores. Ya no habrá ciuda-
compiten con otras compañías análogas con sedes centrales en otras naciones. danos que se eleven o sucumban juntos, como en una gran "nave nacional".
Los frentes de batalla ya no coinciden con las fronteras nacionales. Nos estamos transformando, cada vez más, en pequeñas balsas que navegan
Por eso, cuando una compañía "norteamericana" como General Motors con rumbos diferentes.
muestra considerables beneficios, esta es una buena noticia para sus interme-
diarios estratégicos en Detroit y para sus inversores de los Estados Unidos.
También es una buena nueva para otros ejecutivos y empleados, subcontr atis-
tas e inversores de la firma diseminados por el mundo. Pero no es necesaria-
mente un motivo de regocijo para un montón de operarios de rutina que to-
davía trabaja en su línea de montaje de Detroit, o en cualquier otro lugar de
los Estados Unidos, quienes son cada vez menos y que cada vez más reciben II
sus salarios de compañías con sedes centrales en Tokio o Bonn.
Consecuentemente, los norteamericanos están llegando a formar parte
de un mercado laboral internacional, que abarca Asia, Africa, América Lati- A fm de observar con mayor detenimiento lo que sucede en el merca-
na y Europa del Este, y en forma creciente la ex Unión Soviética. La competí- do laboral y comprender por qué el destino económico de los norte-
tividad de los norteamericanos en este mercado mundial está llegando a de- americanos se está bifurcando, antes es necesario considerar las tareas que
pender, ya no de la prosperidad de las compañías o de las industrias desarrollan los mismos en términos de categorías que reflejen sus posiciones
nacionales, sino de las tareas o funciones que los mismos lleven a cabo -del va- competitivas reales en la economía mundial.
lor que puedan agregar- dentro de la economía mundial. Otras naciones están La información oficial acerca de los puestos de trabajo está organizada
experimentando precisamente la misma transformación, algunas más lenta- en categorías que no son muy ilustrativas al respecto. La Oficina de Censos de
mente que en los Estados Unidos, pero todas participan de la misma tenden- los Estados U nidos comenzó a investigar acerca de los puestos laborales en
cia transnacionaliLas barreras al intercambio internacional de conocimiento, 1820, y desarrolló un método sistemático para categorizarlos en 1870. A par-
dinero y productos tangibles se están derribando; numerosos grupos en cada tir de 1943, la Oficina de Censos dio con un método para dividir esas cate-
nación se unen a las redes mundiales. En unos pocos años, prácticamente no gorías en diferentes niveles de "status socioeconómico", de acuerdo con -en-
habrá manera de distinguir una economía nacional de otra, excepto por las ta- tre otras cosas- el prestigio y los ingresos asociados con cada puesto. Con el
sas de cambio de su moneda corriente, e incluso esta distinción es cada vez propósito de identificar los grupos adecuadamente, la oficina citada dividió
menos notable. primero todos los puestos dentro de la clase empresarial y trabajadora -las
De modo que las instituciones nacionales norteamericanas afrontan mismas dos categorías globales que defmieron los Lynns en su investigación
una competencia mundial cada vez más directa e inmediata. A medida que de- de Middletown-, y luego dividió cada una de ellas, en subcategorías.' En 1950,
sechamos las ideas remanentes acerca de la competitividad de la economía, de la Oficina de Censos agregó la categoría de "trabajadores de servicios" y deno-
las industrias y de las compañías "nacionales", y las reconsideramos desde el minó al esquema resultante como "Principales Grupos Ocupacionales" de los
punto de vista de la competitividad de la fuerza de trabajo norteamericana, se Estados Unidos, que ha subsistido desde entonces. Todas las encuestas poste-
hace evidente que los éxitos o fracasos no serán igualmente compartidos por riores se inspiraron en este mismo conjunto de categorías. Por eso, incluso en
todos los ciudadanos. 1990, de acuerdo con el criterio de la oficina mencionada, cada persona ocu-
Algunos ciudadanos, cuyas contribuciones a la economía mundial estén pada puede estar clasificada dentro de una "especialidad gerencial y profesio-
más cotizadas en los mercados mundiales, tendrán éxito, mientras otros, cuyos nal", dentro de una función "técnica, de ventas, y de apoyo administrativo",
aportes sean mucho más valiosos, no lo lograrán. Por ejemplo, los gerentes
norteamericanos de General Motors pueden llegar a ser más competitivos, Consultar u.s. Census of Population 1940: Comparative Occupation Staiistics, 1870-1940, de A.
aun cuando los operarios de producción de la compañía no lo sean, porque las M. Edwards, Washington: TaUeres Gráficos del Gobierno de los Estados Unidos, 1943.

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"una actividad de servicio", una tarea de "operario, obrero y jornalero", o den- que, instalados en oficinas apartadas, trabajan en las terminales de las computadoras
tro de una ocupación de "transporte y traslado de material". conectadas con los bancos de datos mundiales. Ellos introducen rutinariamente en
Este conjunto de clasificaciones tenía sentido cuando la economía estaba con- las computadoras -o extraen- los datos con las listas de compras y cancelaciones de
centrada en la producción estandarizada de alto volumen, en la cual casi todos los las tarjetas de crédito, cheques librados, cuentas y correspondencia de los clientes,
puestos estaban dentro, o en tomo, de las compañías centrales, y cuando el status yel nóminas de sueldos, listas de pacientes, facturas de internación, fallos judiciales, lis-
ingreso dependían de la jerarquía propia dentro de la escala burocrática empresarial. tas de suscriptores, catálogos, y así sucesivamente. La "revolución de la informática"
Pero esas categorías tienen poco que ver con los puestos competitivos ahora que las nos ha hecho ser más productivos, pero también ha generado una enorme acumula-
compañías centrales norteamericanas se están transformando en sutiles entrelaza- ción de datos, los cuales deben ser procesados con métodos tan rutinarios como los
mientos de redes mundiales. Alguien cuya función entra oficialmente dentro de una de las líneas de montaje de una fábrica.
subcategoría "técnica" o de ''ventas'' puede estar, efectivamente, entre el personal me- Los empleados de los servicios rutinarios habitualmente trabajan junto
jor remunerado y más influyente de dichas redes. Para comprender la verdadera si- con una serie de otras personas que cumplen la misma tarea, dentro de am-
tuación competitiva de los norteamericanos en la economía mundial, es necesario plios y cerrados espacios. S orientan en su tarea a través de procedimientos
planear nuevas categorías? están dar y normas codificadas, e incluso sus jefes son supervisados, a su vez,
Básicamente,' están surgiendo tres amplias categorías de trabajo, que por personas que controlan rutinariamente -a menudo con la ayuda de com-
corresponden a las tres diferentes posiciones competitivas en las cuales se en- puta doras- cuánto trabajan y con qué esmero lo hacen. Sus salarios se fijan so-
cuentran los norteamericanos. Estas mismas categorías están tomando forma bre la base de la cantidad de tiempo que trabajan, o su rendimiento laboral.j
en otras naciones.~ denominaremos servicios rutinarios de producción, ser- Estos trabajadores deben saber leer y efectuar cálculos simples. Pero
vicios en persona y servicios simbólico-analíticos. sus virtudes esenciales son la fiabilidad, la lealtad y la capacidad para cumplir
lkosservicios rutinarios de producción aba can los diferentes tipos de ta- las directivas. Para eso basta normalmente con una educación estándar sobre
reas cumplidas por los trabajadores de la "tropa de infantería': del capitalismoj la base de principios tradicionales.
americano en las empresas de alto volumen de producci~Se hacen una tras En 1990, los trabajos rutinarios de producción abarcaban cerca de un cuarto
otra; son una etapa en una secuencia de fases para fabricar productos termi- de los empleos cubiertos por los norteamericanos, y su cantidad iba en disminución.
nados que luego se comercian en el mercado mundialj Si bien a menudo se las Aquellos que trabajaban en las industrias metalúrgicas eran en su mayor parte hom-
considera como tareas manuales, también incluyeri'Iunciones de supervisión bres de raza blanca; los operarios de planta o el personal de informática eran en su
rutinaria desempeñadas por gerentes de bajo y mediano nivel-capataces o en- mayoría gente de color o hispano, y mujeres; sus jefes, varones de raza blanca.3
cargados, gerentes de línea, jefes de personal y jefes de sección-, y consisten ~ servidos en persOlll!:> el segundo tipo de función que cumplen los norte-
en un control repetitivo del trabajo de los subordinados y en velar por el cum- americanos,~bién comprende tareas simples y repetitivas. Y como en los servicios
plimiento de los procedimientos operativos estándar. rutinarios de producción, el empleado cobra en función de as horas trabajadas o el
Los servicios rutinarios de producción se pueden encontrar en muchos rendimiento laboral; están estrechamente supervisados (como sus jefes), no necesi-
sitios entro de una economía moderna, además de las industrias tradiciona- tan haber adquirido demasiada formación (como máximo, un título secundario, o su
les. Se los puede encontrar incluso en las más jóvenes y relucientes empresas equivalente, además de cierto entrenamiento vocacu lna!)¿
de alta tecnología. Pocas tareas son más tediosas y repetitivas que armar los La mayor diferencia entre un empleado de los servicios en persona y otro de
tableros de circuitos para computadoras o componer las claves o códigos de producción rutinaria es qu~ estos servicios se deben proporcionar de persona a per-
rutina para los programas de software en computación. sona, y por lo tanto no se prestan a todo el mundo! -...J (Desde luego, este empleado
Contrariamente a lo que predijeron muchos profetas de la "era de la in- podría trabajar para una organización mundial. Por ejemplo, en 1988, la compañía
formática", quienes auguraban con entusiasmo una abundancia de puestos bien re- británica Blue Arrow PLC adquirió Manpower Inc., que provee servicios de custo-
munerados, incluso para la gente con las habilidades más elementales, la .iura reali- dia en todos los Estados Unidos. La firma danesa ISS-AS empleaba más de 16.00)
dad es que muchas tareas del procesamiento de datos entran fácilmente dentro de trabajadores norteamericanos para la limpieza de oficinas en la mayoría de las prin-
esta categoría. Los "infantes" de la economía moderna son las hordas de operadores cipales ciudades de los Estados Unidos.) Estos trabajadores están en contacto direc-
to con los destinatarios finales de su trabajo; sus objetivos inmediatos son los clientes
2. Como la ayor parte de la información acerca de la mano de obra norteamericana se debe ex-
traer de las viejas categorizaciones, la única manera de averiguar cuáles son las correspondencias
con las nuevas categorías es volver a clasificar los datos oficiales dentro de subcategorías más re- 3 Consultar 'Women Workers in the Changing International Division of Labor in Microelectro-
ducidas, y luego reordenarlas de acuerdo con los nuevos grupos funcionales a los cuales parecen nics", de D. O'Connor, publ. en WomC1~Houscnold; ami thc Economy, New Brunswick: Impren-
pertenecer. ta de la Universidad de Rutgers, 1987.

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específicos y no las barras de metal, las telas o la información. Trabajan solos o en gru- de relaciones públicas, banqueros de inversión, abogados, planificadores de
pos reducidos. Están incluidos dentro de esta categoría los vendedores minoristas, los bienes raíces e incluso algunos contadores creativos. También abarca gran
camareros y camareras, los empleados de hoteles, los conserjes o porteros, los caje- parte de la tarea que cumplen los consultores de varias especialidades: mana-
ros, los enfermeros y asistentes hospitalarios, las niñeras, los servicios de limpieza do- gement, finanzas, impuestos, energía, agrícolas, armamentos, arquitectura; los
miciliaria, los conductores de taxis, las secretarias, los peluqueros, los mecánicos de especialistas en manejo de información y en desarrollo de las organizaciones,
coches, los vendedores de bienes inmuebles, las azafatas de aerolíneas, los fisiotera- los planificadores estratégicos, los buscadores de talentos y cerebro para las
peutas y -entre los de más rápida expansión-los guardias de seguridad. empresas (headhunters] y los analistas de sistem~\Además: los publicistas,
\J..os trabajadores de los servicios en persona se supone que deben ser los estrategas de marketing, los directores de arte, los arquitectos, los cineas-
puntuales, fiables y dóciles, como los empleados de los servicios rutinarios de tas, los guionistas, los editores y escritores, los periodistas, los músicos, los
producción. Pero muchos de estos trabajadores deben satisfacer un requisito productores de cine y televisión, e incluso los catedráticos universitarios.
adicional: tener un trato afable. Tienen que saber sonreír y transmitir confian- ~ analistas simbólicos hacen de intermediarios, identifican y resuelven pro-
za y optimismo, incluso cuando se sientan abatidos ..Deben ser corteses y ser- blemas váliéndose de símbolos. Simplifican la realidad con imágenes abstractas que
viciales, aun con el más aborrecible de los patrones: Ante todo, tienen que ha- se pueden reordenar, alterar y experimentar con ellas, comunicarlas a otros especia-
cer que los demás se sientan cómodos y complacidos) Quizá por eso no listas y, finalmente, convertirlas nuevamente en una realidadl Para ello se utilizan ins-
sorprenda el hecho de que, tradicionalmente, hayan sido mujeres las que cum- trumentos de análisis, obtenidos a través de la experiencia.Los instrumentos pueden
plan la mayoría de estas tareas. El estereotipo cultural de la mujer como edu- ser algoritmos matemáticos, argumentos legales, tácticas financieras, principios
cadora o formadora le ha abierto incontables oportunidades en este ámbito.4 científicos, observaciones psicológicas acerca de cómo persuadir o entretener, méto-
En 1990, este tipo de servicios comprendía casi el 30 por ciento de los dos inductivos o deductivos, o cualquier otro tipo de técnica para resolver problemas.]
puestos ocupados por los norteamericanos y su número aumentaba a un ritmo Algunas de estas tácticas revelan de qué manera desplegar más eficazmente
acelerado. Por ejemplo, Beverly Enterprises, una simple cadena de residen- los recursos, o los activos financieros, o bien cómo ahorrar tiempo y energías. Otras
cias geriátricas, que opera en todos los Estados Unidos, empleaba casi la mis- tácticas llevan a nuevos descubrimientos: prodigios tecnológicos, argumentos legales
ma cantidad de trabajadores que toda la compañía Chrysler (115.174 y innovadores, nuevas campañas publicitarias para convencer a la gente de que ciertos
116.250, respectivamente) -si bien la mayoría de los norteamericanos estaban pasatiempos han llegado a ser una necesidad vital. Y otros recursos más -de sonidos,
mucho más informados acerca de esta última. En los Estados Unidos, se crea- palabras, imágenes- que apuntan a distraer a los destinatarios o hacerIes reflexionar
ron durante la década de los ochenta más de 3 millones de puestos dentro de más profundamente sobre sus vidas, o sobre la condición humana.
estos servicios "de persona a persona" en los locales de comidas rápidas, bares Como los trabajadores rutinarios de la producción, los analistas
y restaurantes. Esta cifra supera a la cantidad total de puestos en la produc- simbólicos rara vez establecen un contacto directo con los destinatarios de su
ción rutinaria de la industria automotriz, siderúrgica y textil combinadas, que labor. Sin embargo, otros aspectos de su tarea son muy diferentes de los que
todavía existen en los Estados Unidos hacia el final de la década.5 caracterizan a los empleados de producción Los analistas simbólicos a menu-
\!:-os servicios simbólico-analíticos, la tercera categoría de puestos, incluye las do tienen socios o colegas en lugar de jefes o supervisore,uSus ingresos pue-
actividades de los expertos en intermediación estratégica, identificación y resolución den variar de vez en cuando, pero no están en relación directa con la cantidad
de problemas que ya hemos considerado en los capítulos anteriores. Como los servi- de tiempo o esfuerzo que invierte~EI ingreso depende, más bien, de la cali-
cios rutinarios de producción (ya diferencia de los servicios en persona), es simbóli- dad, originalidad, destreza y oportunidad, y surge de lo que ellos identifican y
co-analíticos se pueden prestar universalmente y por eso tienen que competir con los resuelve.!!JSus carreras no son lineales ni jerárquicas; pocas veces siguen una
prestado res extranjeros.jncluso en el mercado norteamericano Rero no se ofrecen al trayectoria bien definida, hasta llegar progresivamente a los niveles más altos
comercio mundial como algo estandarizado. Lo que se comercia son símbolos --da- de responsabilidad e ingresos. De hecho, los analistas simbólicos pueden asu-
tos, palabras, representaciones visuales y oraleJ mir grandes responsabilidades y disfruta de una próspera situación a una
\!,.ncluidos dentro de esta categoría están los individuos que se denomi- edad más bien tempran~Del mismo modo, pueden perder influencia e ingre-
nan a sí mismos investigadores científicos, ingenieros proyectistas, ingenieros sos si no son suficientemente hábiles para innovar y crear sobre la base de su
de sistemas, ingenieros civiles, biotecnólogos, ingenieros de sonido, ejecutivos experiencia acumulativa, aun cuando sean veteranos.
\Estas personas generalmente trabajan solas o en pequeños equipos, los
cuales pueden estar conectados con grandes organizaciones, inclusive con redes
4 Consultar, al respecto, The MallagedHean: TIre Commacialuation ofHuman Feeling, de A. Rus-
seU Hochschild. Berkeley: Imprenta de la Universidad de California, 1983.
mundiales. El trabajo en equipo, por lo general, es un aspecto crfticol.En vista de
5 Secretaria de Comercio de los Estados Unidos, Oficina de Estadísticas Laborales. que ningúi problema o solución se puede definir por anticipado, el intercambio

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frecuente e informal de opiniones contribuye a asegurar el mejor uso de los cono-
trabajadores rurales, los mineros y otras personas que trabajan en la ex-
cimientos y descubrimientos, y su evaluación crítica inmediata.
plotación de yacimientos naturales, quienes en conjunto representan me-
Cuando no conversan con sus compañeros de equipo, los analistas
nos del 5 por ciento de los trabajadores norteamericanos. Los demás son
simbólicos se sientan junto a los terminales de computadora: examinan las pa-
principalmente empleados públicos (que incluyen a los maestros de las es-
labras y las cifras, las desplazan, las cambian, prueban nuevas expresiones y
cuelas públicas), empleados de las industrias reguladas (como los emplea-
guarismos, formulan y comprueban hipótesis, o planean estrategias. También
dos de los servicios públicos), y profesionales pagados por el gobierno (in-
pasan largas horas en reuniones o conversaciones telefónicas, en viaje y en los
genieros que trabajan en los sistemas de armamentos y médicos de los
hoteles, asesoran, dictan conferencias, dan instrucciones, hacen negociacio-
programas médico-asistenciales del gobierno: Medicaid y Medicare); ca-
nes. Periódicamente entregan informes, planes, proyectos, borradores, me-
si todos ellos al amparo de la competencia.
morandos, esquemas, propuestas, manuscritos, los cuales, a su vez, dan lugar
. Algunas categorías de empleos tradicionales -gerentes, secretarias,
a más reuniones para clarificar lo que ha sido propuesto y llegar a un acuerdo
vendedores, etcétera- se superponen con más de una de estas nuevas ca-
para su realización. El producto final a menudo es la parte más fácil.ll& can-
tegorías funcionales. Es necesario destacar que las categorías tradiciona-
tidad de tiempo y el coste (y con el!~ el valor real) se.dete~~ina]al conceptua- les datan de una época en la cual la mayoría de las tareas estaban tan es-
lizar el problema, entrever la solución y planear su ejecucion.
tandarizadas como los productos que contribuían a crear. Dichas
La mayor parte de estos analistas son graduados de las carreras tercia- categorías ya no resultan muy útiles para determinar qué hace realmente
rias o universitarias; muchos también poseen títulos de posgrado. La gran ma- un individuo en su puesto, ni cuánto es posible que gane por eso. Solamen-
yoría son varones, pero la proporción de mujeres va en aumento, y entre ellos te algunas de las' personas que están clasificadas como "secretarias" pres-
hay una pequeña pero creciente cantidad de gente de color. En total, los ana- tan servicios personales, como concertar citas y servir café. Mientras un
listas simbólicos cubren no más del 20 por ciento de los puestos en los Estados tercer grupo de "secretarias" cumplen funciones de analista simbólico en
Unidos. La proporción de trabajadores norteamericanos que entran dentro estrecha cooperación con la tarea de sus jefes. El hecho de clasificarlas a
de esta categoría se ha incrementado considerablemente desde la década de todas como "secretarias" es una interpretación errónea de sus muy dife-
los cincuenta (según mis cálculos, no más del8 por ciento de los trabajadores rentes funciones en la economía. Del mismo modo, las tareas de "ventas"
norteamericanos se podían calificar como ana listas simbólicos a mediados de pueden entrar dentro de cualquiera de los tres grupos funcionales: algu-
siglo), pero el ritmo de crecimiento disminuyó en los años ochenta -aun cuan- nos vendedores simplemente llenan los pedidos; otros invierten la mayor
do cierta especialidades analíticas, como los fondos de inversión y la asesoría parte de su tiempo en servicios personales, y algunos se ocupan de la iden-
jurídica, cobraron impulso. (Volveré sobre el tema más adelante.)7 tificación de problemas -no muy lejos de lo que hacen los consultores de
management más cotizados. Las tareas de los programadores de computa-
ción (una de las categorías recientemente incorporadas· a la l~sta de oc~-
paciones estándar) también son variadas: pueden planear códlgo~ de ruti-
na, resolver dificultades "en persona" para clientes en particular, o
III traducir complejas especificaciones funcionales en software.
El hecho de que una categoría de trabajo se clasifique oficialmente
como "profesional" o "gerencial" tiene poca conexión con la fu.nción que su
ocupante realmente desempeña dentro de la economía mundial, No todos
Estas tres categorías de tareas cubren más de tres de cada cuatro los profesionales son analistas simbólicos. Algunos abogados .pasan toda
puestos laborales en los Estados Unidos. Entre los restantes figuran los su vida laboral haciendo cosas que la gente común podría calificar como
intolerablemente monótonas, girando siempre en torno de los mismos tes-
6 Las condiciones físicas en las cuales trabajan los analistas simbólicos son sustancial mente dife- tamentos, contratos y divorcios, en los cuales sólo cambia~ los nombre~.
rentes de las de los trabajadores rutinarios y los prestatarios de servicios personales. Por lo gene- Algunos contadores hacen auditorías rutinarias, sin un activo cornpromi-
ral trabajan en lugares reservados y decorados con gusto. en edificios altos rodeados de pulcros
so de sus cortezas cerebrales.8 Ciertos gerentes no asumen más responsa-
jardines. .... finició
7 La definición "trabajadórprofesional" de Sassse superpone Slgn!ficat~me~te con nu de I".ICI n bilidad que anotar quién llega tarde por la mañana, y cerrar con llave la
de analista simbólico (aunque, como veremos, no todos los anahstas simbólicos son profes!ona-
les, y no todos los profesionales son analistas simbólicos). Sass reveló .que en 1988 los trabaJad<:
res profesionales abarcaban c;I2O% de la clase trabajadora norteamencana. Consultar la obra CI- 8 EJ lector comprenderá que este es un método sintético de describir solamente la tarea simbólica
tada de Sass. y analítica emprendida por estos profesionales.

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oficina al retirarse. (Me han contado de catedráticos universitarios que alcances de esta tarea pueden resultar difíciles de transmitir. Al resp,?nder a
han dado la misma conferencia durante treinta años, mucho después que la pregunta "¿Qué hiciste hoy, papá?", no siempre es instructivo, o particular-
sus cerebros se atrofiaran, pero no creo en esas historias.) Evidentemen- mente ejemplar, contestar que uno ha pasado tres horas conversando por
te, ninguno de estos profesionales es un ana lista simbólico. teléfono, cuatro horas en reuniones, y el resto del tiempo con la vista fija en
Tampoco todos los analistas simbólicos son profesionales. En el viejo una pantalla de computadora, tratando de resolver un problema.
sistema económico estandarizado, un "profesional" era alguien que había ad- Algunos analistas simbólicos le asignan un título a sus funciones que no
quirido un particular dominio del conocimiento. El conocimiento existía pre- aclara nada, pero al menos suena como si les otorgara una autoridad inde-
viamente, listo para ser adquirido. Había sido registrado en polvorientos pendiente. Las viejas jerarquías se han desechado, pero un nuevo lenguaje ha
volúmenes o codificado según reglas y fórmulas precisas. Una vez que el prin- comenzado a perpetuar las prácticas, consagradas por el tiempo, de usar los
cipiante había absorbido debidamente el conocimiento y había aprobado el títulos como expresión de status.
examen que testimoniaba su "asimilación", el status profesional le era conferi- He aquí una muestra. Agregue cualquier término de la primera colum-
do automáticamente, por lo general a través de una ceremonia con indumen- na a alguno de la segunda, y luego agregue ambos términos a cualquiera de la
tarias y boato adecuadamente medievales. A continuación, el profesional es- tercera columna, y tendrá una función que es posible atribuir a un analista
taba autorizado a estampar algún título después de su apellido, colgar un simbólico.
diploma en la pared de su oficina, inscribirse en la asociación profesional, asis-
tir a las reuniones anuales en Palm Springs y buscar afanosamente a sus clien- Ingeniero de Planeamiento Financiero
tes con un mínimo de evidente avaricia. Director de Administración Creativo
Pero en la nueva economía -con innumerables problemas sin identifi- Diseñador de Procesamiento de Comunicaciones
car, soluciones inexploradas y medios desconocidos para ponerlas en prácti- Coordinador de Desarrollo de Sistemas
ca-la adquisición de los viejos dominios del conocimiento no es suficiente pa- Consultor de Estrategia de Proyectos
ra garantizar un buen ingreso. Si bien no es importante, todavía es necesario. Gerente de Política de Negocios
Losanalistas simbólicos a menudo pueden recurrir a un cúmulo de conoci- Asesor de Utilización de Recursos
mientos con sólo oprimir una tecla de la computadora. Hechos, códigos, Planificador de Investigación de Producto
fórmulas y reglas son fácilmente accesibles. Mucho más valiosa es la capaci-
dad de utilizar eficaz y creativamente ese conocimiento. Tener un título profe- No obstante, en la organización "chata" de las empresas de alto valor
sional no garantiza ese conocimiento. Una formación profesional en la cual se existen sutiles diferencias de categoría para los ana listas simbólicos. El status
ha enfatizado la adquisición rutinaria de ese conocimiento sobre el pensa- real es inversamente proporcional a la importancia del título o cargo. Dos
miento original puede inhibir dicha capacidad. términos significan un cierto grado de autoridad. (La segunda o tercera co-
lumna se eliminan, dejando una más simple y elegante combinación como "In-
geniero de Proyectos" o "Director Creativo".) Sobre los analistas simbólicos
más meritorios -que ejercen una influencia mayor sobre sus pares dentro de
la red- recae el más alto honor: un título formado por un solo término de la
primera columna seguido de adjetivos honoríficos, como "Senior", "Ejecutivo"
o "Principal". El analista se convierte en "Productor Senior", "Coordinador
IV Ejecutivo", o "Asesor Principal", ya no por sus largos años de servicio, o por el
impecable acatamiento de las rutinas, sino por su especial destreza para nego-
ciar, identificar y resolver problemas.
¿Cómo se puede describir entonces lo que hacen los analistas simbóli- Hace años, los jóvenes ambiciosos y afortunados ascendían en las esca-
cos? No es fácil. Toda vez que el status, la influencia y los ingresos de estos las jerárquicas empresariales con predecible facilidad. Cuando ingresaban en
analistas tienen poco que ver con las categorizaciones formales o los títulos, su una compañía central, comenzaban, por ejemplo, como segundo asistente de
función puede parecer enigmática a las personas que trabajan fuera de una marketing. Después de cinco años aproximadamente subían a la categoría de
red empresarial y a las que no están familiarizadas con la verdadera función primer asistente, y de allí en adelante continuaban la escala ascendente. Cuan-
de un analista simbólico dentro de las mismas' El análisis simbólico abarca do se incorporaban a un estudio jurídico, a una consultora o a una compañía
procesos de reflexión y comunicación, antes que ~a producción tangible. Los financiera, se iniciaban como asociados, después de cinco u ocho años as-

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cendían a socio junior, y luego a socio senior, socio gerente y finalmente la
cumbre.
Ninguna de estas predecibles etapas requería un pensamiento original.
En realidad, una imaginación particularmente creativa o crítica hasta podía
ser peligrosa para el desarrollo de la carrera, especialmente si se formulaban
preguntas del tipo subversivo, como "é No estamos enfocando mal el proble-
ma?" o "¿Por qué lo hacemos de esta manera?" o más peligroso aun, "é Cuál es
la razón de ser de esta organización?" La carrera más segura era el camino
más fiable, y este ya había sido lo suficientemente transitado por otros previa-
mente, de modo que no se podía fallar.
Desde luego, todavía existen lugares apartados dentro de las organiza-
ciones donde los progresos en la carrera son secuencia les y predecibles. Pero 15
los más jóvenes se sienten cada vez menos atraídos por esas situaciones, y tam-
poco desean transitar por los caminos conocidos. No les interesa. En la nueva
economía mundial, aun los puestos más importantes de las organizaciones más
prestigiosas son vulnerables a la competencia mundial cuando consisten en ru-
tinas fácilmente emulables. La única verdadera ventaja competitiva estriba en
la habilidad para identificar, intermediar y resolver problemas.

;.;:::::: :::::~/:)\,¡.~,¡.¡.:.,.j,¡.i
:::::.:.:.;.:.:.:.:.:.:.:.:.:.::;::::.:.:.:.:.:.:.:.:.:

Vale la pena mencionar una acotación final acerca del analista simbólico, si
bien el lector ansioso por urdir la trama puede saltar al próximo capítulo sin
riesgo. Hago una pausa para estimar los beneficios colectivos del análisis
simbólico, y cómo las habilidades y conocimientos de estos analistas pueden
ser utilizados por el bien de la humanidad.
'!.anto la intermediaci6n estratégica como la identificación y resolución de
problemas pueden generar un valor significativopara los consumidores, pero es-
te aporte no necesariamente mejora la socieda~esde luego, a veces existe una
convergencia entre lo que los consumidores pretenden y las necesidades colecti-
vas: las enfermedades temidas se pueden diagnosticar y se descubren nuevos tra-
tamientos; se escriben nuevas partituras musicales, se ejecutan y se venden a mi-
llones de oyentes que las aprecian; los automóviles se hacen más rápida y
convenientemente, más seguros y económicos. En otras épocas, los analistas
simbólicos simplemente acrecentaban el bienestar de algunas personas, mientras
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mantenían el de las demás en un nivel parejo, o sus consecuencias podían ser re- la ingeniosa suma de una serie de criterios acerca de los derechos y responsa-
ducir el bienestar de todos. Por ejemplo, un analista simbólico que descubre una bilidades individuales. ¿Cuáles son los míos? ¿Cuáles son los tuyos? ¿Cuáles
nueva e inusitada manera de utilizar el combustible fósil o los plásticos no biode- son los nuestros? Y, ¿cómo definimos y reaccionamos con respecto a las ac-
gradables puede ser generosamente compensado, pero está contribuyendo a pri- ciones que amenazan esos límites? ¿Por la fuerza, el fraude, la extorsión o la
var a las futuras generaciones de los recursos naturales y el equilibrio ecológico negligencia? ¿Qué deberíamos vender, y qué no? (¿Drogas? ¿Sexo? ¿Votos?
que disfrutaron sus antecesores. ¿Bebés?) ¿Cómo podríamos hacer cumplir esas decisiones, y qué castigos se
Incluso en la vieja y estandarizada economía de alto volumen, las inno- deberían aplicar a los transgresores? A medida que una nación formula y acu-
vaciones a menudo tenían consecuencias para la humanidad, si bien no esta- mula respuestas a estas preguntas, crea su propia versión del mercado.
ban en relación directa con ellas. Algunas consecuencias eran benéficas: los Las respuestas a esta clase de preguntas no se pueden encontrar tan
ferrocarriles transportaban grano a miles de kilómetros para abastecer a con- sólo en la lógica o el análisis. Diferentes naciones en diferentes épocas han
sumidores que de otra manera no podrían haber tenido acceso a esos recur- respondido de distintas maneras. Las respuestas dependen de los valores que
sos. Pero algunos efectos laterales eran menos benéficos: las locomotoras tam- profese una sociedad, de la importancia que le adjudique a la solidaridad, la
bién provocaban incendios en las praderas y bosques. medida que las prosperidad, la tradición, la compasión, etcétera. En las naciones modernas,
empresas de alto valor van remplazando a la producción de alto volumen, sur- el gobierno es el principal intermediario, a través del cual la sociedad delibe-
gen mayores posibilidades para las innovaciones que mejoran las condiciones ra, defme y hace cumplir las normas que establece el mercado. Losjueces y le-
de vida de la humanidad, aunque existe un potencial similar para los descubri- gisladores, así como los funcionarios y dirigentes del gobierno, adaptan y mo-
mientos que las afectan negativamente. ~ientras se acortan las distancias en difican constantemente las reglas del juego -por lo general en forma tácita, a
el mundo yel progreso económico se acelera, esos efectos laterales benéficos menudo intencionadamente, y siempre bajo la atenta mirada, cuando no bajo
o nocivos cobran más importancia. U na nueva vacuna puede proteger a millo- el influjo, de intereses con claros compromisos en las consecuencias de algu-
nes de niños; un escape en una planta de energía nuclear puede contaminar la nas decisiones. Por lo general, esta retórica plantea el problema como una
atmósfera en la que respiran otros tantos niños. gran elección entre el gobierno y el mercado, y no nos permite ver la serie de
¿Cómo podemos garantizar que los analistas simbólicos apliquen sus pequeñas alternativas para regular la propiedad y el intercambio.
energías creativas en la dirección correcta? La histórica disputa entre el libre La "desregulación", un término que tuvo su apogeo a fmes de los años
mercado y el intervencionismo nos obliga, ya sea a ignorar la existencia de los setenta y en la década de los ochenta, se consideró ampliamente como una
efectos laterales de sus actividades, o a depender de las incontables directivas manifestación de un impulso decisivo hacia el libre mercado, al margen de la
del gobierno para promover los efectos benéficos y prevenir los perjudiciales. intervención de los gobiernos. De hecho, la desregulación sólo representaría
Cualquiera de estas alternativas -dependencia exclusiva de los mercados o de un cambio en la acción de gobierno, del control de los rendimientos específi-
las instrucciones del gobierno- incitan al abuso y la ineficiencia. La respuesta cos a la creación y mantenimiento de nuevos mercados. Por ejemplo, en 1980,
adecuada estriba en organizar el mercado, de manera tal que incentiva a los las aerolíneas comerciales se desregularon en los Estados Unidos, de manera
analistas simbólicos a descubrir los medios para preservar a la humanidad, in- que el Consejo de Aeronáutica Civil ya no tenía que aprobar las medidas so-
fligiendo el menor daño posible. bre tarifas y rutas aéreas. Ahora, las compañías podían competir por los pre-
cios y los servicios para bien de los pasajeros y de los analistas simbólicos, con-
tratados por las aerolíneas para sacar ventaja de las nuevas oportunidades, o
para crear nuevos productos.
Sin embargo, esta reforma no eliminó las responsabilidades del gobierno
en la materia; simplemente las modificó. El gobierno era el encargado de organi-
zar un nuevo mercado, cuyo desarrollo requería todo tipo de decisiones: Zbajo
II qué condiciones se debían limitar las fusiones y adquisiciones entre las aerolíneas
para no eliminar la competencia? ¿Cómo se podían asignar las pistas de aterriza-
je entre las compañías competidoras? ¿En qué términos las aerolíneas podían ob-
De todos modos, la idea de un "mercado libre", al margen de las leyes y tener acceso a los sistemas de reserva computarizados de sus competidoras?
decisiones políticas que el mismo genera, es una pura fantasía. El mercado no ¿Cómo manejar mejor el cada vez más transitado espacio aéreo?
fue creado por Dios en alguno de los primeros seis días (al menos, no directa- Sin embargo, la obstinación ideológica acerca de la desregulacián de las
mente), tampoco se mantiene por la voluntad divina. Es un artificio humano, compañías aéreas -sobre la base de la mítica opción entre el control del go-

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bierno y el mercado libre- hizo que los planificadores políticos ignoraran sus los permisos. Un sistema semejante podría haber preservado el aire puro, pe-
responsabilidades de crear y mantener este nuevo mercado. El resultado: la ro desplazaría la mayor parte del coste de preservación a las empresas que pu-
industria de la aeronáutica civil quedó concentrada en manos de unas relati- dieran controlar su contaminación en forma más barata. Además podría ha-
vamente pocas y grandes empresas, y la competencia disminuyó por el mismo ber motivado a los analistas simbólicos para desarrollar métodos de control
motivo. Las tarifas de los pasajes aumentaron. Por otra parte, con la mayor más eficientes.1
cantidad de vuelos y de pasajeros, los riesgos de accidentes eran mayores. En La renuncia del gobierno a asumir sus responsabilidades en la creación
consecuencia, el gobierno tuvo que invertir en nuevos sistemas para el control del mercado puede tener costosas consecuencias. A comienzos de la década
del espacio aéreo, ampliar las inspecciones de seguridad y reformular los in- de los ochenta, los partidarios del libre mercado suponían que la mejor mane-
centivos de la industria para garantizar el adecuado nivel de prestación. Todo ra de ayudar a los bancos de crédito y a las cajas de ahorro 'nacionales a com-
esto alentó a algunas personas a hablar acerca de la necesidad de "volver a re- petir con otras instituciones crediticias era permitir les invertir los ahorros de
gular" las aerolíneas. Pero esta opción era inadecuada para resolver el proble- sus depositantes cada vez que lo desearan. Pero en el empeño por desregular,
ma inmediato. Los analistas simbólicos de las compañías recientemente des- los planificadores políticos sólo consideraron un aspecto del mercado. En vis-
reguladas sacaron ventaja de cuantas oportunidades pudieron encontrar para ta de que el gobierno también aseguraba a los ahorristas contra las pérdidas,
incrementar las ganancias. Sin embargo, sus esfuerzos pueden mejorar el bie- los analistas simbólicos que manejaban los préstamos y ahorros tenían todo
nestar general solamente cuando el mercado está adecuadamente organizado. para ganar, como consecuencia de la desenfrenada especulación. El resultado
El control de la contaminación ofrece otro ejemplo. Después de la predecible fue un coste para los contribuyentes norteamericanos que, en estos
aprobación de una ley de prevención de la contaminación del aire (C/ean Air momentos, es posible que supere los 300.000 millones de dólares.
Act) en 1970, el gobierno de Estados Unidos dictó una serie de medidas -en y aquí nuevamente la verdadera opción no fue entre el mercado libre y
las cuales se especificaba la concentración máxima permitida 'de polución en el control centralizado. Los planificadores políticos realmente se enfrentaron
todo el país, así como la cantidad máxima de materias tóxicas volátiles que a una decisión sobre cómo proteger mejor a los ahorristas, mientras permitían
podía emitir cada una de las diez mil plantas industriales de la nación. Se acu- a las instituciones de ahorro y crediticias obtener un beneficio. Visto de esta
mularon y analizaron enormes cantidades de datos, e incluso entonces el go- manera, se deberían haber tomado una serie de decisiones. Una debería ha-
bierno sólo pudo dictar normas uniformes e inflexibles para todas las indus- ber sido permitir a los bancos una mayor libertad para invertir los depósitos,
trias y regiones. Estas normas uniformes quizá fueran adecuadas para una pero reduciendo simultáneamente la garantía oficial por los depósitos,
producción estandarizada de alto volumen, pero no tenían en cuenta las nece- además de exigir a los bancos que asesoraran a los depositantes acerca del
sidades específicas, ni las derivaciones de las empresas de alto valor. Tampo- riesgo al cual sus ahorros estarían expuestos.
co les ofrecían ningún incentivo a los analistas simbólicos a fin de descubrir
nuevos métodos para reducir la polución a más bajo coste.
Los partidarios del libre mercado (que incluían no pocas asociaciones
industriales y grandes empresas) argumentaban reiteradamente que sus gas-
tos para el control de la polución habían superado largamente sus ganancias.
Finalmente, las regulaciones perdieron vigencia. Los ecologistas (y si hemos
de creer en las encuestas, la mayoría de la población norteamericana) no es-
III
tuvieron de acuerdo. La discusión se centró en la importancia del "aire puro",
contra los costes e ineficiencias de las regulaciones para lograrlo. Sin embar-
go, planteado de esta manera el debate impidió una investigación más a fondo En ningún sitio se defiende con más convicción y firmeza el mítico po-
y más útil: Zcómo podía el gobierno organizar mejor el mercado para alentar der del mercado libre como en Wall Street y en las entidades financieras y
la producción de alto valor, y motivar a los analistas simbólicos para descubrir jurídicas vinculadas con el mismo. Allí los analistas simbólicos han estado me-
nuevos métodos de control de la contaminación con el menor coste social? Es- nos condicionados. Los honorarios de los corredores y agentes se desregula-
ta manera de encarar el debate podría haber dado lugar a la consideración de ron a mediados de la década de los setenta; muchas grandes compañías ame-
un sistema de permisos de polución transferibles, Estos permisos -otorgados
por igual hasta un máximo de contaminación aceptada para cada región en
En 1990, el Congreso y la administración Bush se embarcaron en un esfuerzo similar, si bien, has-
particular- podían ser comprados y vendidos por las industrias contaminan- ta el momento, la oposición al mismo ha sido tan intensa que el futuro del proyecto resulta incier-
tes, permitiéndoles decidir qué sería más barato: reducir la polución o pagar to.

190 191
ricanas pudieron ocultar desalentadores balances tras las máscaras de la espe- sociedad en su conjunto, dichos gastos representan activos malgastados. Es-
culación financiera. Por otra parte, el rápido y desenfrenado movimiento de taríamos en mejores condiciones si se terminara esta disputa y se declarara la
dinero creó nuevas oportunidades para introducir innovaciones legales y fi- tregua, liberando de esta manera el considerahle talento de estos analistas
nancieras. La Comisión de Valores y Tipos de Cambio y otros organismos re- simbólicos, a fin de mejorar los ingresos de la población, en lugar de trasladar-
guladores no han ido muy a la par del ritmo de las innovaciones simbólicas. los de los bolsillos de unos a los de otros.
Hay que tener en cuenta que los abogados, los inversores bancarios y Las personas que facilitan estas transacciones desafían la ley de la ofer-
los negociadores de valores futuros juegan un importante papel en una eco- ta y la demanda: cuanto mayor es su oferta, mayor es la demanda de sus servi-
nomía desarrollada, ya que deben asegurar el uso adecuado y productivo de cios. Su mera disponibilidad sugiere que deben ser utilizados, induciendo a
sus activos. En este sentido pueden ser los supervisores del tráfico en el capi- los demás a hacer lo propio: como el menesteroso abogado de pueblo cuya es-
talismo moderno -orientar el caudal de dinero a medida que fluye en el mun- trategia de atraer a otro abogado al mismo pueblo, finalmente los hace ricos a
do y hacer que llegue con seguridad a destino, allí donde sea más necesario. ambos.
Pero a no ser que las intensas energías de estos analistas simbólicos sean de- Existe una segunda razón por la cual la oferta de estos softwares gene-
bidamente encauzadas hacia esta función útil, pueden causar una serie de per- ra su propia demanda. Los abogados, los corredores de bolsa y los asesores fi-
juicios. Existen infinitas oportunidades para el juego especulativo a corto pla- nancieros están dentro de un grupo selecto de proveedores de softwares (cu-
zo, en el cual la ganancia de una parte significa la pérdida de la otra. Como los yos miembros también incluyen a los médicos y los mecánicos de automóviles)
diseñado res de los complejos mecanismos de las armas militares, que ganan que les indican a los clientes qué es lo que necesitan y luego, una vez que se
espléndidas sumas tratando de superar a los diseñadores de otros armamen- toma la decisión, satisfacen dicha necesidad. Esta combinación brinda opor-
tos, los analistas simbólicos que venden servicios financieros y legales pueden tunidades para proveer servicios de todo tipo, insospechados para el cliente,
acumular enormes fortunas sobrepujando entre sí. que de otra manera no los hubieran considerado necesarios. Desde luego, los
Las opciones para poner orden en este caos abundan. Hay muchas ma- códigos de ética profesional previenen contra las formas más flagrantes de se-
neras de organizar los mercados financieros, así como para limitar la rentabi- ducción. Pero, en el calor de la batalla por el cliente, no es inusual que los ase-
lidad de dichas maniobras, preservando las ganancias por la intermediación. sores legales o financieros adviertan tenazmente a sus clientes contra los peli-
Por ejemplo, los impuestos sobre las ganancias de capital se podrían incre- gros de la pasividad.
mentar para la tenencia de acciones a corto plazo, y reducir en la tenencia de A medida que la economía norteamericana se ha ido fusionando con la
valores a largo plazo, beneficiando de esta manera a los inversores perseve- economía mundial, las oportunidades para la manipulación legal y financiera
rantes. Además, podría introducirse un pequeño impuesto a la transferencia se han intensificado. Con cada oscilación en las tasas de interés o en los valo-
sobre la venta de cada grupo de acciones, haciendo que las maniobras especu- res corrientes, grandes sumas de dinero se trasladan a través de las fronteras
lativas resulten menos rentables. Una tercera posibilidad podría ser eliminar nacionales en busca de mejores rendimientos; suben y bajan con velocidad
las deducciones de intereses sobre los préstamos utilizados para la adquisi- vertiginosa los precios de los bonos y la cotización de las acciones. Estas fluc-
ción de un paquete de acciones; las transacciones que generan rendimientos tuaciones son el sueño de todo especulador. Miles de analistas simbólicos, con
reales deberían ser suficientemente atractivas para subsistir sin este impuesto los ojos pegados a las terminales de las computadoras, tratan de adelantarse a
extra. Del mismo modo, se podrían limitar los excesos especulativos de los los demás, sacando ventajas en una fracción de segundo, al detectar el desti-
abogados, fijando límites para los honorarios eventuales que recaudan de los no del dinero del mundo, y luego transferir el capital propio (o el de sus clien-
pleitos en este tipo de transacciones financieras. tes) antes de que la mayor parte del resto llegue. Legiones de abogados se
La maniobra especulativa es muy frecuente en todos los ámbitos. A ca- aprestan a colaborar en la refinanciación, restructuración y reorganización de
da argumento legal ingenioso se responde con otro más astuto de la otra par- las entidades financieras que han accionado muy lentamente, o responden las
te, a cada innovación financiera con otra más innovadora. Cada paso que se demandas de otros que han accionado más rápidamente, o analizan cómo ob-
da hacia una información de mercado más actualizada es superado por otro tener una ganga o dividir las cuantiosas pérdidas.f
recurso más ágil. La escalada no tiene límites ni fronteras: los alegatos judicia-
les aumentan; la cantidad de testimonios, declaraciones e interrogatorios es
aun mayor. Las maniobras financieras se han vuelto más complejas; las com-
putadoras y el software son más poderosos y caros. Mientras tanto, los clien-
2 Para tener una idea clara de los excesivos costes de las transacciones financieras, se puede con-
tes se sienten compelidos a gastar cada vez más a fin de ganar un poco de te- sultar "When Financial Markets Work Too Well: A Cautious Case for a Securities Transactions
rreno, o al menos evitar la costosa derrota. Desde el punto de vista de la Tax", de L. y V. Surnmers, National Burcau o] Economic Research, 28 de febrero de 1989.

192 193
IV y 1 millón de dólares. Los estudios más pequeños en las ciudades menos im-
portantes ofrecían sumas más modestas, aunque todavía de unas generosas
seis cifras. Mientras tanto, los socios de las principales firmas inversionistas
percibieron sus dividendos anuales, considerablemente más modestos en
El análisis simbólico en el ámbito legal y financiero se ha convertido en comparación con las buenas épocas -antes de 1987- pero con todo rondaban
la principal fuente de ingresos para un número creciente de norteamericanos, el medio millón de dólares. En 1987, las comisiones y otros gastos comerciales
así como en el pasatiempo nacional para otros. En 1971, aproximadamente llegaron a los 25.000 millones de dólares: más de un sexto de todas las ganan-
343.000 ciudadanos ofrecían servicios legales; en 1989, su número había au- cias empresariales de ese año.4 Incluso dentro de los muros conventuales de
mentado hasta casi un millón, cerca del triple. Durante el mismo período, la las universidades, donde los catedráticos jamás ponen en tela de juicio los sa-
población norteamericana creció solamente un 20 por ciento. Como era de es- larios ajenos, hubo una gran sorpresa ante la revelación de que los colegas que
perar, con tantos abogados dedicados a esta especialidad, la cantidad de jui- enseñaban finanzas recibían sueldos cuatro veces más altos de los que se pa-
cios también aumentó más rápidamente que la población, y las amenazas de gaban a los doctos hombres de letras.
litigio se incrementaron súbitamente, junto con las conciliaciones fuera de la Si el mercado financiero pasara por otro serio colapso, tendrían pocos
corte, que llegaron a ser tan comunes como los divorcios. Hacia 1990, los es- motivos para preocuparse aquellos que viven de eso. En 1990, los abogados,
tudios jurídicos del país recaudaron 73.000 millones de dólares, y sus ganan- ejecutivos financieros y especuladores estaban dispuestos a ganar sumas aun
cias crecían a razón de un 10 por ciento anual,3 colocando a la especialidad mayores para compensar las pérdidas que habían sufrido durante la década de
entre las industrias más florecientes y lucrativas de la nación. Un crecimiento los ochenta. Pocas actividades son tan rentables como ayudar a los inversionis-
similar se observó en la cantidad de corredores de bolsa, asesores financieros tas cuando las ventas en el mercado de valores vuelven a subir. Cuando no es-
e intermediarios (brokers), si bien las caídas en el mercado de valores, en 1987 taban comprometidos en "reestructuraciones financieras", "desarrollo de pro-
y 1989, retardaron algo el crecimiento. Entre 1979 y 1987, el empleo en el cir- yectos" y otras operaciones que aluden eufemísticamente al hecho de ayudar
cuito financiero de WaII Street se duplicó, de 182.000 a 364.000. Incluso des- a una empresa a evitar la bancarrota, los profesionales de Wall Street estaban
pués de la estrepitosa caída en el mercado -que ahuyentó a miles de pequeños embarcados en reunir fondos para impedir adquisiciones, intentando revertir
inversores, y obligó a las firmas tenedoras a reducir sus staffs- Wall Street to- lo que se hizo durante el boom de la Bolsa, esta vez reduciendo las obligacio-
davía empleaba más norteamericanos de los que trabajaban en toda la indus- nes y aumentando la cantidad de accionistas. Se había previsto que los títulos
tria siderúrgica. de las compañías recientemente declaradas en quiebra se podrían adquirir
Desde luego, el movimiento de los activos financieros va parejo con la por una pequeña parte de su valor real, y que se emitirían nuevas acciones pa-
cantidad de abogados ejecutivos, financieros y banqueros comprometidos en ra los demás acreedores. Las firmas recién reestructuradas se podrían vender
ello. En todo el año 1960, se negoció un total de 776 millones de acciones en luego por una suma nada despreciable. En 1990, RJR Nabisco presupuestó
la Bolsa de Valores de Nueva York -cerca del 12 por ciento de las acciones en 250 millones de dólares por los honorarios de los corredores, los asesores fi-
circulación- y la tenencia de dichas acciones duró en promedio casi ocho nancieros y los abogados que ayudarían a la firma a refinanciar su gigantesca
años. En 1987, con el boom de WaII Street, cambiaron de manos semanalmen- deuda. Mientras tanto, el área de asuntos legales empresariales, que había te-
te 900 millones de acciones, lo cual representaba el 97 por ciento de los valo- nido tan rápido crecimiento, se declaraba en quiebra. Ese año, el socio geren-
res en circulación durante ese año. Esta cifra no incluye los nuevos instrumen- te de la firma consultora Drexel Burnham Lambert explicó el problema en los
tos especulativos, como las opciones de índices y a futuro que se movieron siguientes términos: "Desde el punto de vista de los asesores financieros y abo-
cinco veces más rápido que las acciones, y su tenencia duró, en promedio, gados ... ellos ya no hacen ese trabajo. Por eso ahora se encuentran en el otro
unos pocos días o apenas unas horas. Sólo una parte insignificante de esas lado de la pendiente, reestructurando la deuda que no se puede pagar. Des-
transacciones representaba nuevos capitales. Casi todas las acciones e instru- pués de todo, es una manera d e un'1'Izar aI persona.1,,5 .
mentos simplemente cambiaban de manos cada vez más rápidamente. El coste social de estos excesos fue más allá de los honor anos pagados
Como era fácil suponer, los salarios aumentaron uno tras otro. En 1990, directamente por dichos servicios. Primeramente está la pérdida de talento:
los estudios jurídicos más importantes de Nueva York, Washington, At- las habilidades simbólico-analíticas de los abogados y asesores financieros se
lanta, Chicago y San Francisco pagaban a cada uno de sus socios entre 300.000

4 Datos de la Securuies Industrics Association, 1989. .


3 Las encuestas anuales sobre los estudios jurídicos y sus niveles de remuneración se publicaron en
5 Citado en "Wall Street Reestructuring Lemons into Lernonade", de R J. McCartney, Washing-
The American Lawyer. ton Post WeekIy Edition, marzo-abril l. 1990, pág. 20.

194 195
alejaron de otras aplicaciones presumiblemente más productivas, a las cuales mercio europeo y asiático con la misma arteriosclerosis legal y financiera que
podrían haber consagrado su dedicación. En segundo lugar figura el recelo había afectado a Estados Unidos. Más probablemente, fueron víctimas de una
que estas actividades despertaron entre la gente, cuya cooperación es funda- seducción similar a la que pusieron en práctica los comerciantes de armas en
mental para la producción de alto valor. Desde luego, la desconfianza no se todo el mundo. Si otros están dispuestos a pagar por esos costosos armamen-
puede cuantificar, pero existen indicios de su magnitud. Por ejemplo, los títu- tos, debe valer la pena. Y en un mundo tan a la defensiva, es necesario jugar
los de alto rendimiento -y riesgo- que financiaron la adquisición de RJR Na- el mismo palo.
bisco por 25.000 millones de dólares en 1988, redujeron el valor de las accio-
nes ordinarias en poder de los acreedores de la firma, haciendo a la misma
más vulnerable a la bancarrota. Como los accionistas regulares de RJR no
habían negociado por este riesgo adicional, perdieron aproximadamente 1
millón de dólares. Esta pérdida no preocupó demasiado a los analistas
simbólicos que habían preparado el acuerdo; lo que ellos habían hecho era de-
cididamente rentable a corto plazo, y completamente legal (no existían leyes
que pudieran evitar este tipo de problemas, porque nadie se había imaginado
que pudieran suceder). Pero -y aquí está el quid de la cuestión- todos los fu-
turos acreedores de las compañías norteamericanas serían de allí en adelante
mucho más cautelosos. En lo sucesivo, los títulos empresariales incluirían au-
tomáticamente una póliza de seguro para proteger al inversionista de una ma-
niobra semejante. El coste de este seguro -y de los abogados y financieros que
lo planearan, así como de los gerentes y el personal que lo manejara- reduciría
las ganancias de RJR generadas por el manejo de las inversiones de los accio-
nistas regulares.f
Quienquiera que piense que la economía o la sociedad norteamericana,
a pesar de todo, se han beneficiado con la creciente cantidad de abogados y
asesores financieros que hoy día nos rodea, debe ser un abogado o un finan-
ciero. El resto de la gente tiene motivos para ponerlo en duda. Los miles de
abogados que han surgido no nos han traído más justicia; las legiones de eje-
cutivos no nos han proporcionado una economía más productiva. Los euro-
peos occidentales y los asiáticos, cuya productividad ha crecido a un ritmo
considerablemente más acelerado que la nuestra en las últimas décadas, han
evitado los litigios y las manipulaciones financieras, sin ninguna aparente dis-
minución en su calidad de vida.
A comienzos de la década de los noventa, los norteamericanos que ana-
lizaban y manejaban símbolos legales y financieros ampliaron diligentemente
sus servicios en el extranjero. Los japoneses, los alemanes y los británicos
(quienes durante largo tiempo ofrecieron al mundo su asesoramiento finan-
ciero) estuvieron muy dispuestos a aceptar estos servicios, y aprender las
técnicas del análisis simbólico sobre las cuales se fundamentan. Quizá no
tenían noticias de su decadencia en Estados Unidos, o cayeron víctimas de una
engañosa maniobra urdida por los políticos de Washington para mejorar la
competitividad relativa de los norteamericanos, obstruyendo las venas del co-

6 Hoy, los abogados que representan a los accionistas de RJR están promoviendo nuevas deman-
das contra quienes vendieron sus accior..es.

196 197
personas que entran dentro de cada categoría ocupan una diferente posi-
ción competitiva dentro de la economía mundial. Por último, he destaca-
do el hecho de que los destinos económicos de los norteamericanos están
comenzando a bifurcarse. Algunos encajan dentro de la economía mun-
dial, otros no tanto. A continuación analizaré esta divergencia.

16
II

Los datos acerca de la distribución de ingresos en Estados Unidos


no están libres de controversia. Como todos los datos, se pueden interpre-
tar de maneras ligeramente diferentes de acuerdo con la importancia asig-
nada a una serie de cambios que se han producido en forma simultánea, y
que dependen también de cuáles sean los años que se tengan en cuenta
para las estimaciones, y de cómo se hagan las mismas. Pero casi todos
coinciden en que la tendencia, al menos desde mediados de la década de
los setenta, ha sido hacia la desigualdad.'
Estimado por familia, situación geográfica y otros cambios, entre
1977 y 1990 el ingreso medio de la quinta parte menos favorecida de la po-
blación descendió casi un 5 por ciento, mientras la quinta parte de los más
ricos se incrementó aproximadamente un 9 por ciento. Durante esos años,
el ingreso medio del quinto más pobre de las familias norteamericanas
bajó casi un 7 por ciento, mientras el de las familias más ricas aumentó
cerca de un 15 por ciento. Esto significa que el 20 por ciento menos favo-
recido de los norteamericanos recibía en 1990 un 3,7 por ciento del ingre-
so total de la nación, por debajo del 5,5 _por ciento registrado veinte años
En suma, mi argumento hasta aquí es que el bienestar económico de los nor- antes, el más bajo porcentaje recibido desde 1954. En cambio, en 1990, el
teamericanos (o, por caso el de cualquier otro grupo de personas que compar- quinto más rico percibía algo más de la mitad de los ingresos de la nación,
tan una identidad política común) ya no depende de la rentabilidad de las el más alto porcentaje registrado por el 20 por ciento más acomodado de
compañías que posean o del empuje de sus industrias, sino del valor que pue- la población. Por su parte, el 5 por ciento de los más ricos manejaba el 26
dan agregar a la economía mundial, a través de sus conocimientos y habilida- por ciento del total de ingresos de la nación, otro récord.2
des. Cada vez es más el trabajo que realizan los ciudadanos, antes que el éxi-
to de sus entidades abstractas, como las compañías, las industrias o las Entre los primeros investigadores que detectaron la tendencia, figuran Bennet Harrison y Bany
Bluestone. Consultar al respecto su análisis, The Greai U-Tum, Nueva York: Basic Books, 1988.
economías nacionales, lo que determina su estándar de vida. 2 Las estimaciones hasta 1990 se basan en los análisis mensuales de población de la Oficina de Cen-
Ya he mencionado que los trabajos de los norteamericanos se pue- so de los EE.UU., las estadísticas de ingresos anuales, las encuestas al consumidor llevadas a ca-
den agrupar en tres amplias categorías para determinar qué es lo que bo trimestralmente por la Oficina de Estadísticas Laborales. Consultar "The Changing Distribu-
tion of Federal Taxes, 1977-1990', y "Tax Progressivity and Income Distribution", Sala de
agregan a la economía mundial. Estas son los servicios rutinarios de pro- Representantes de los EE.UU. (Ways and Means Committee), febrero de 1m y 26 de marzo de
ducción, los servicios en persona y los servicios simbólico-analíticos. Las 1990, respectivamente.

198 199
Si trazáramos una curva que se elevara en la mitad para luego bajar ceptuar a los bajos ingresos, libera a los más altos. Este impuesto debe pa-
gradualmente a ambos lados, hasta unirse con la coordenada horizontal, garse incluso sobre el primer dólar ganado, pero solamente hasta cierto
podríamos apreciar que se asemeja a la distribución de los ingresos du- tope (53.300 dólares en enero de 1990). Por encima de ese tope no es ne-
rante las décadas de los cincuenta y sesenta. La mayor parte de los norte- cesario hacer ningún pago anual. La Seguridad Social también exceptúa
americanos estarían agrupados en la mitad de la curva, percibiendo ingre- los ingresos por inversiones, como los intereses y las ganancias de capital.
sos medianos. Una cantidad menor estaría a ambos lados, tanto los muy Entre 1978 y 1990, las aportaciones salariales a la Seguridad Social au-
pobres como los muy ricos. Solamente una insignificante minoría estaría mentaronun 30 por ciento. Asimismo, la parte correspondiente a los in-
en los extremos de la curva, los extremadamente pobres y los sumamente gresos federales provenientes de Seguridad Social aumentó considerable-
ricos. Pero la cresta de la curva comienza a desplazarse -a mediados de mente, del21 por ciento al comienzo de la década, hasta el 27 por ciento
1970 y en la década de los ochenta- hacia el extremo de los pobres: un ma- hacia el final de la misma.4
yor número de norteamericanos serían más pobres. Luego la mitad de la Mientras tanto, los norteamericanos prósperos -con el auxilio de
curva comienza a deprimirse a medida que el grupo de los ingresos me- los más diestros analistas simbólicos especializados en impuestos que el
dios disminuye, y el extremo que representa a los más ricos empieza a dinero podía comprar- buscaban afanosamente los medios más decorosos
alargarse, a medida que se hacen más ricos. de proteger sus ingresos. Las presentaciones para eludir el pago de im-
Tampoco se puede exagerar esta tendencia. Algunos investigadoresque se- puestos, así como las excusas mismas, proliferaron rápidamente a lo largo
leccionaron diferentes años y utilizaronotras medidas observaron una desigualdad de la década de los setenta. En 1981, Ronald Reagan cooperó en sus es-
menos pronunciada. Pero, en genera\,la tendencia es inequívoca.Existenbuenas ra- fuerzos, al reducir las tasas del impuesto sobre los ingresos y bajar las im-
zones para pensar que no es una divergenciatempora\, y que la brecha quizá se en- posiciones sobre las ganancias de capital. (Las modificaciones introduci-
sanche aun más. das en la legislación en 1986, las cuales redujeron el máximo porcentaje
del impuesto sobre los ingresos del 50 al 33 por ciento, a cambio de un in-
cremento en el porcentaje de las ganancias de capital, significó un pe-
queño paso adelante, pero apenas suficiente para compensar el desequi-
librio de 1981.)
Como resultado, en 1980 la quinta parte menos favorecida de los
contribuyentes pagó en promedio un 8,4 por ciento de sus ingresos en im-
puestos federales; hacia 1990, pagaron un 9,7 por ciento, con un incre-
III mento de un sexto. El promedio de las obligaciones impositivas de la quin-
ta parte más acaudalada de los contribuyentes, en cambio, bajó del 27,3
por ciento al 25,8 por ciento, una doceava parte menos.S La disminución
Muchos motivos se han expuesto para explicar la tendencia hacia la fue aun más pronunciada para los muy ricos: a fines de la década de los
desigualdad de ingresos. Algunas personas responsabilizan al sistema im- ochenta, el 1 por ciento más acaudalado de los norteamericanos pagaba
positivo. Durante la década del ochenta, las aportaciones salariales a Se- una tasa combinada de impuesto local-estatal-federal de sólo el 26,8 por
guridad (Social Security), los impuestos sobre las ventas y las contribucio- ciento, comparado con un 29 por ciento en 1975 y un 39,6 por ciento en
nes del usuario, como el peaje de las autopistas y los servicios de provisión 1966.6
de agua corriente, se incrementaron. Este tipo de contribuciones inevita-
blemente reclamaba una mayor proporción de las ganancias para el pobre
que para el rico.3 Las aportaciones a Seguridad Social operan exactamen- 4 De "Tax Progressivity and Income Distribution".
5 Ibídem. Consultar, además, Stmlgthening die Proffessive Income Tax, de R. A. Musgrave. Was-
te como el impuesto sobre las ganancias pero a la inversa. En lugar de ex- hington: Economic Policy Institute, 1989. El lema de la igualdad impositiva ha desatado un inten-
so, aunque no muy esclarecedor debate, entre 106 afiliados políticos. Los apologistas mantienen
que, a pesar de los arriba mencionados porcentajes, la porción de los impuestos pagados por el S
3 En 1979, el impuesto sobre las ventas, estatal y local, exigió un 6,1 por ciento de los ingresos de la por ciento de los contribuyentes más ricos subió del '1:7,6 por ciento al 30,4 por ciento mientras la
quinta parte menos favorecida de los norteamericanos, y 7,8 por ciento de los ingresos de la quin- fracción deiS por ciento de 106 contribuyentes más pobres siguió sie~do la misma q~e en 1~.
ta parte más rica. Hacia 1990, el porcentaje había cambiado: el quinto más pobre pagaba 7,1 de Consultar, al respecto: 1hé Growth Expeimau: How the New Tax Policy Is Transfoeming tñe Uni-
sus ingresos, y los más ricos solamente el 2,5 por ciento. Estimaciones del Urban Institute sobre red State;sEconomy, de Lawrence lindsey. Nueva York, Basic Books, 1990.
la incidencia de 106 impuestos sobre las ventas entre 1979 y 1984. Urban Institute, Washington, 6 Consultar "The Future ofthe lncome Tax", de J. Pechman, TheAmencan Economic Review; VoL
D. C.,I986. 80, N0 1, mano de 1990, pág. 1.

200 201
El desplazamiento regresivo en las obligaciones tributarias in duda- Una hipótesis final responsabiliza de la brecha a todos los jóvenes baby-
blement~, no acortó la brecha abierta entre los ricos y los pobre~. Pero, y boomers (las personas nacidas durante el récord de natalidad registrado en la
esto es
. Importante,. tampoco
" fue la causa de la divergencia . (Las CIif ras postguerra), inexpertos y carentes de formación, que irrumpieron en el mer-
mencionadas al prmcipro de este capítulo acerca de la diferencia en los in- cado laboral en los años setenta y ochenta, quienes desde luego recibirían sa-
gresos son previas al pago de cualquier impuesto.) larios más bajos que los trabajadores más capaces. Pero esta explicación tam-
~as mezquinas políticas sociales de la época de Reagan son otra poco logra echar luz sobre el asunto. La brecha salarial se ensanchó más aun
ca~sa CItada con frecuencia. Durante el período dellaissez-faire, los bene- en la década de los ochenta, después de la irrupción de los baby-boomers. Es-
~ClOSde los cupones de comida (emitidos por el gobierno para los traba- ta brecha también se observa en los grupos de diferentes edades. Incluso en-
ja?ores de bajos ingresos) disminuyeron un 13 por ciento de su valor tre los trabajadores jóvenes, los ricos se han hecho más ricos, y los pobres más
(ajustado a.la inflación), mientras varios estados no pudieron aumentar pobres. Por último, según esta teoría, la mano de obra en general habría llega-
las sub~encI~nes para los indigentes y desocupados, a fin de equipararlas do a ser menos educada, más joven y más predominantemente masculina,
c?n la lDfl~clón. Pero ni aun la mezquindad del gobierno explica la cre- cuando en realidad sucedió lo contrario: ha llegado a ser un poco más educa-
ciente desigualdad, que comenzó antes de la gestión de Reagan. da, de más eda d ,y con un porcentaje. mayor dee mui mujeres, 10
Tamp?co da cuenta de la decadencia de los trabajadores menos favoreci- Aun consideradas en su conjunto, las explicaciones convencionales acerca
dos, nmguno de los cuales recibió asistencia social. Como los cambios en del ensanchamiento de la brecha entre los ricos y los pobres dan cuenta de sólo
los códigos impositivos, las mezquinas políticas sociales de Ronald un aspecto del problema. Otras economías desarrolladas, con diferentes políticas
Reagan y de su más benévolo y gentil sucesor no lograron neutralizar las asistenciales y distintos regímenes impositivosal de Estados Unidos, han experi-
poderosas fuerzas ya desatadas, de las cuales, desde luego, no eran res- mentado un desplazamiento similar hacia la desigualdad. El hecho de que la bre-
ponsables. cha se haya ensanchado visiblemente en la Inglaterra de Margaret Tbatcher quizá
Otra explic~ción puede ser el aumento del porcentaje de padres no sorprenda a nadie, pero hasta la caritativa y socialdemocrática Holanda no ha
sol~eros, el más bajo ingreso familiar, que indudablemente ha sido signifi- sido inmune a esta tendencia.! 1 Desde luego, en muchas economías subdesarro-
cativo. En 19~0: el 91 por ciento de los niños blancos y el 67 por ciento de lladas la gran brecha entre los ingresos de la minoría rica, en los niveles más altos
los d~ color vrvian con sus dos progenitores. Hacia 1988, solamente el 79 de la sociedad, y casi todos los demás integrantes de la misma, ha sido una moda-
por ciento de los blancos y el 39 de los de color estaban en la misma situa- lidad de vida aprentemente inmutable. Pero la tendencia en esos países.tiene nue-
ción. Y, en este sentido, la relación entre las familias con padres solteros vas características: es menos probable que las elites del tercer mundo actual des-
y ~a.pobreza es indiscutible. Sin embargo, mientras la cantidad de estas fa- ciendan de familias de terratenientes acaudalados, y más probable que hayan
mlhasrgeneral~ente a cargo de la madre, ha aumentado significativamen- acumulado su fortuna con el trabajo que hacen. Por ejemplo, Taiwan, después de
te, el porcentaje de las más pobres apenas se incrementó. De 1979 a 1987, la redistribución de las tierras en 1950,se convirtió en una de las sociedades más
un 50 por cie?~o del aumento de.la pobieza en Estados Unidos tuvo lugar igualitarias del mundo. Sin embargo, a pesar de que los ingresos están más equi-
entre I~s.familias de dos progenitores, Los porcentajes de pobreza para tativamente distribuidos allí que en la mayoría de las naciones en desarrollo, la
las ~amlhas de dos progenitores con el esposo menor de veinticinco años brecha entre los ricos y los pobres se ha ensanchado considerablemente durante
subieron del 10,5 por ciento en 1979 al 21,5 por ciento en 1986.8 En reali- la década del ochenta. Las calles de Taipei están invadidas de Mercedes Benz,
dad, el aumento en el número de familias con un solo progenitor fue más V o1vo y Jaguar, asr' como d e precarias
. biIC1C
Ietas. 12
lento desde fines de los años setenta, así como la brecha entre los ricos y
los pobres comenzó a ensancharse precípítadamenre.?
10 Consultar, al respecto, "Changes in the Structure ofWages During the 1980: An E~luation of
Alternative Explanations", de J. Bound y G. Johnson, National Bureau of Eeonomic Research,
papeles de trabajo, n9 2983. Mayo de 1989. .
11 Consultar "The Changing Distribution of 1ncome Under Mrs. Thatcher", de T. Stark, edil. en The
7 Consultar "One Fifth ofthe Nation's Children: Why Are They Poor? Science setiembre de 1989 Restructuring ofme U.K Economy, Londres: Harvester, 1989; y "The Dutch Job Machine: .The
páff. 104748. ", Fast Growth of Low- Wage Jobs in Services, 1979-1986", de T. E1fnngy R K!oosterman, Uníver-
8 Ibídem.
9 sidad Erasmus, Rotterdam, 1989. Los datos sobre la desigualdad de ingresos en Canadá se pue-
Un ~quipo de investigación sobre la dinámica de los ingresos, de la Universidad de Michigan que den consultar en "Wages and Jobs in the 1980s: Changing Youth Wages and the Declining Midd-
an~ó una ~ues~ representativa de 5.000 familias desde 1968, descubrió que solamente tl7 de le", de J. Myles, G. Picot, y T. Wannell. Social and Economic Studies Division, Statistics Canada,
lo~ niños en sl.tuaCJón de pob~ permanente estaba relacionado con la disolución de la familia, Documentos de Investigación n9 17, 1988. Para Europa en general, consultar OECD Employmou
nuentras la nutad es~ba asociada con los cambios en el mercado laboral y los salarios. Consul- Outlook, París: OECD, setiembre de 1985. . .
tar, además, la obra CItada de Bane y E11wood. Center on B""- and Policy Prioeuies 29 d 12 Datos de "Taiwan Embrace Trappings ofNew Wealth", de N. Kristof, pub!. en The New Yorlc:TI-
bre de 1989. ~~', e octu-
mes,5 de diciembre ce 1989, pág. A9.
202
203
IV gencia -y cerca de dos tercios de todos los niños pobres- vivían en hoga-
res con, al menos, un trabajador. Esto revela un porcentaje de trabajado-
res pobres mucho más alto que el registrado en cualquier otro año de la
postguerra. La cantidad de trabajadores norteamericanos empobrecidos
subió casi 2 millones -el 23 por ciento- entre 1978 y 1987 (años con carac-
Un indicio importante: el aumento de la desigualdad dentro de los .
terístIcas ··1 ares en e 1 CJC
suni . 1o empresana. 1).13
Estados Unidos (así como en muchas otras naciones) ha sido significati- Las familias de dos progenitores con un trabajador full-time descendie-
vo, incluso entre la gente que ya tenía empleQ.J-Iay que tener en cuenta ron más abajo aun del nivel de indigencia oficia), en promedio, que cualquier
que durante casi todo el período de la postguerra, por lo menos hasta me- otro tipo de familia, incluyendo los padres solteros de altos ingresos.14
diados de la década de los setenta, los salarios de los norteamericanos con La brecha salarial se ha ido ensanchando incluso dentro de las princi-
diferentes niveles de ingresos subieron casi al mismo ritmo: entre un 2,5 y pales compañías norteamericanas (o más precisamente, dent~o del sector de
un 3 por ciento anual. Mientras que la brecha salarial entre los trabajado- las redes mundiales que formalmente pertenece y es manejado por norte-
res de más alto y más bajo nivel se redujo apreciablemente. Esto sucedió, .
amencanos. ) 15
en parte, como consecuencia de la beneficiosa acción de las compañías En 1990, el promedio de las ganancias por hora de los trabajadores nor-
centrales y los sindicatos, que procuraron elevar los niveles más bajos y teamericanos -sin responsabilidades de mando- dentro de las compañías na-
contraer los más altos. cionales, era más bajo que en cualquier otro año desde 1965. Los gerentes de
En esa época, la pobreza era una consecuencia de la falta de traba- mediano nivel prosperaron algo más, si bien sus ingresos medios (ajustados a
jo. El mayor desafío económico de la postguerra fue crear suficientes em- la inflación) estaban sólo ligeramente sobre los niveles de los años setenta.
pleos para todos los norteamericanos en condiciones de trabajar. La ple- Sin embargo, entre 1977 y 1990 los altos ejecutivos de las compañías
na ocupación fue el grito de batalla de los liberales americanos, alineados americanas hicieron su agosto. Su remuneración promedio aumentó el 220 por
frente a los conservadores, que se preocupaban por las tendencias infla- ciento, o sea, cerca de un 12 por ciento anual. (Esto al margen de los norma-
cionistas de la misma. les beneficios empresarios: el automóvil y el avión de la compañía, la perte-
Sin embargo, la falta de empleo es ahora menos problemática. En las nencia a un club, los planes de propiedad, los análisis médicos y así sucesiva-
décadas de los setenta y ochenta, se crearon más de 25 millones de puestos en mente.)16
Estados Unidos, algo más de 18 millones solamente en los años ochenta. A Hay que tener en cuenta que en 1960, como ya se vio antes, el pr~fesio-
menudo se produce un desajuste entre la ubicación de los trabajos y el lugar nal ejecutivo de las principales compañías americanas ganaba aproximada-
de residencia de los trabajadores. Muchos trabajos suburbanos en locales de mente 190.000 dólares anuales. Esta suma representaba casi 40 veces el sala-
comidas rápidas no se pueden cubrir mientras los jóvenesde ciudad no pue- rio medio de un operario de planta norteamericano. Desde luego, en 1960,
dan acceder fácilmente a los mismos. Y además, el Consejo de Reserva Fede- cuando la tasa máxima de impuesto era del 90 por ciento, el sueldo real, en
ral enfría periódicamente la economía en un esfuerzo por detener la inflación, mano, de un director ejecutivo quedaba sustancialmente redu.cido, ya que él
y al hacerlo, arrastra a la lucha antiinflacionaria a los miles de norte- (siempre era "él") debía contentarse con ser sólo 12veces más neo que sus tra-
americanos que menos pueden afrontarla. Pero a pesar de estos impedimen-
tos, la verdad es que, en la última década del siglo XX, casi todos los norte-
americanos que desean trabajar pueden encontrar un puesto. Además, en
vista de que el crecimiento de la población ha sido lento (más en esta última 13 Este ensanchamiento de la brecha entre los trabajadores se puede atrib~iren parte a la crecien-
te dispersión de los salarios, y en parte a la mayor divergencia en. la can~dad de horas realmente
década), es probable que la necesidad de personal para cubrir puestos sea ma-
trabajadas, con mucha gente empleada pan-time qu.e antes ~baJaba a tiempo ~pleto.
yor en los años venideros. Los gobernadores de los estados y los alcaldes se si- 14 Datos para 1984. Poor Suppon: Poverty in the American Family, Nueva York, BasIC Books, 1988,
guen preocupando cada vez que una fábrica cierra, y se sienten satisfechos ca-
15 ~!t:de "Wage Polarization in the United States and the 'Flexibility' De~ate", d~ B. Ha~n y
da vez que obtienen nuevos puestos para sus jurisdicciones. Sin embargo, el B. Bluestone. Universidad Carnegie Melon (School of Urban and Pubhc Affaires), otono de
problema más importante a largo plazo es la calidad del trabajo, y no su can-
tidad. 16 ~~ncuestas sobre las remuneraciones de los ejecut~os las.ha~e~ anualmente .Ios consultores
<:» especializados, que las publican en los principales medl~ periodísticos empresanaJes. Pocas no-
En 1990, muchos puestos no alcanzaban a proporcionar un salario ticias atraen tanto la atención de los ejecutivos empresanales como estas.encuestas anuales. Con-
sultar, por ejemplo, "Pay Stubs ofthe Rich and Corporate", pub\. en Business Wedc, 7 de may? de
vital. Más de la mitad de los 32 millones y medio de norteamericanos cu-
1990, pág. 56; "Executive Pay", pub\. en el suplemento de The Wall Strea Joumol, 18 de abril de
yos ingresos caen dentro de la calificación oficial de nivel de indi- 1990.

204
205
bajadores de planta. Pero hacia 1988, el principal director ejecutivo de a una persona de color y sin formación universitaria, su promedio de ingre-
una de las cien más importantes compañías americanas recibía, en prome- :os habría disminuido un 44 por ciento durante el mismo p~ríodo.) Supong?-
dio, 2.025.000 dólares anuales. Esto representaba 93 veces el salario paga- mos ahora que usted ha abandonado sus estudios secundarios. Su puesto fijo
do a un trabajador de producción de las mismas compañías. Además, co- 1987 le proporcionaba un ingreso (en promedio) de sólo 16.094. Catorce
mo la tasa máxima de impuesto era del 28 por ciento, el ejecutivo recibía en dól E .
años antes, alguien con su formación habría ganado 19.562 o ares. sto sig-
en mano casi 70 veces más que el operario de planta.17 nifica que sus ingresos ajustados a la inflación disminuyeron aun más hasta un
Los gerentes que estaban apenas por debajo de ese nivel ganaban •
18 por ciento.
19
. .
una suma algo menos espléndida, pero no menos confortable. Cuando el Por otro lado, si usted fuera un varón titulado en una carrera tercia-.
director ejecutivo de American Expresss, J ames Robinson, se embolsaba ria de cuatro años, encabezaría la partida, aunque con poca ventaja. S~s
sus 2.700.000 dólares en 1988, su sucesor en la cadena de mando, Louis ingresos en 1987 ascenderían a 50.115 dólares comparado con el salario
Gerstner, recibía la apropiadamente más modesta suma de 2.400.000 promedio de alguien con su misma formación en 1973, que era de 49.531
dólares. De acuerdo con las expresiones de Graef S. Crystal, un experto dólares. De modo que la brecha salarial parece estar directamente rela-
en remuneraciones empresariales, "eso producía el efecto de succión, co- cionada con el nivel de educación. Si bien una graduación universitaria no
mo una aspiradora eléctrica" .18 garantiza un ingreso mucho más alto que el de hace unos años, sin un ni-
vel universitario usted ni siquiera tiene posibilidades de ganar más. ~n
1980 nuestro graduado universitario ganaba casi un 80 por ciento más que
los empleados con títulos secundarios' en 1990, la distancia se du-
plicó nuevamente.20 . ., .
Otras naciones han experimentado una divergencia similar entre
los i~resos de sus graduados secundarios. y los g~aduad?s de la .universi-
dad (o sus equivalentes). Incluso en Suecia las diferencias sala.nales han
comenzado a ampliarse.21 Significativamente, el Japón constituye algo
así como' una excepción a la regla. Allí, los titulados secundarios todavía
v se mantienen a la par con los graduados universitarios. Entre 19?9 y ~98:,
mientras los ingresos de los graduados de colegios secundarios d!sml-
nuían paulatinamente en Estados Unidos, los salarios de s~s p~res.Ja~o-
neses subían un 13 por ciento. En cambio, los graduados universítarros Ja-
Un segundo indicio importante: la amplia brecha en los ingresos está poneses no estaban mejor remunerados que sus colegas en Estados
estrechamente relacionada con el nivel e educación. upongamos que usted Unidos. Aparentemente, las medidas sociales en Japón ~punt.an a elevar
es un varón con un título secundario, pero sin formación universitaria. Usted los salarios y beneficios de aquellos que están en la mitad inferior de la es-
cuenta además con un empleo estable. En 1987, usted recibía por ese empleo cala de educación.22
(en promedio) 27.733 dólares. Quince años antes, en 1973, alguien con su for- \Jhllndicio final: durante la década de los ochenta, ~aIl~mada br.echa de
mación hubiera ganado el equivalente a 31.677 dólares en el mismo puesto. En los sexos -entre los ingresos de los hombres y mujeres- disminuyó casi un ~~r-
otras palabras, con no más de un nivel secundario de formación, sus ingresos cio. Incluso entre los hombres y mujeres con relativamente escasa formación,
reales (ajustados a la inflación) disminuyeron un 12 por ciento. (Si usted fue- los salarios y bene fici . n23\
ICIOS convergtero~

17 En este sentido, una comparación internacional puede ser esclarecedora. De acuerdo con una en- 19 De "The Forgotlen Half: Non-College Youth in A~erica", W. T. Grant Foundation Commission
cuesta de 105especialistas Towers, Perrin, Forster y Cf05b~ en 1990 el principal director ejecuti- on Work, Family and Citizenship, enero de 1988, pags, 1!!-27. .'
vo de una compañía americana con ventas anuales del orden de 105 250 millones de dólares ga- 20 Consultar "Why Has the Economic Position of Less-Skilled Male Worlcers Detenorated \O the
naba 543.000 dólares (sueldo, bonificaciones y otros beneficios). Esto representaba más del 50 United States?", de M. Blackburn, D. Bloom y R Freeman. Documentos de debate, marzo de
por ciento de lo que ganaba un ejecutivo japonés, 90 por ciento más que la remuneración total de
un alemán y británico, y 400 por ciento más que el sueldo de un alto ejecutivo coreano. Además, 21 ~Ulle11lp/oynQÚ OIuJ Laboar Market F7exibility: SwedC1l, Ginebra: Oficina Internacional del
el dinero de un ejecutivo americano le rinde más: con el mismo dólar puede comprar tres veces
Trabajo, ONU, 1988. J "d L Katz A R Na
más en Estados Unidos que en Japón y dos veces más que en Alemania. Repon on Intemaaonal 22 De "Changes in the Structure of Wages: United States vs. apan, e y evenga, -
Compensadon, enero de 1990. tional Bureau of Economic Research, setiembre de 1989.
18 Cita de "Silk Purse Chronicles", de P. O'Toole, Lears Magazine, abril de 1990, pág. 23. 23 Dat05 de la obra citada de Bound y Johnson.

207
206
En síntesis, la amplia brecha entre los ricos y los pobres parece estar re-
lacionada con una creciente divergencia en la cantidad de dinero que recibe
la gente por el trabajo que realiza. Y esta divergencia, a su vez, parece tener
algo que ver con su nivel de formación. Si usted es graduado universitario, sus
ingresos mejoran; si no lo es, y especialmente si es varón, sus ingresos son in-
suficientes. Además, la tendencia no se circunscribe a Estados Unidos· esto
ocurre en muchos otros lugares del mundo. Para comprender su causa funda-
mental, es necesario volver a considerar la economía mundial y las diferentes
funciones que la gente está llegando a desempeñar dentro de la misma.

17

La división del trabajo está limitada por la exten-


sión del mercado.
ADAM SMITH,
Un estudio acerca de la naturaleza y causas
de la prosperidad de las naciones (1776)

Más allá de la clasificación oficial de un puesto (de producción, servicio, gerencia\,


técnico, de secretaria, etcétera), o de la industria en la cual se trabaje (automotriz,
siderúrgica, de la computación, publicidad, alimentación o 6nan7JIs)¡~verdadera
posición competitiva en el mundo de la economía está llegando a depender de la
función que se cumple. En eso estnba la razón fundamental de la divergencia en
los ingresos. Los salarios de los empleados de la producción rutinaria están en dis-
minución. Los servicios en persona también están menos remunerados, aun cuan-
do su destino sea menos incierto. Pero los analistas simbólicos -quienes interme-
208 209
dian, identifican y resuelven los nuevosproblemas- son los que de una manera ge- ción mundial cada hora, la mayoría de las cuales trabajaría complacidamente
neral tienen más éxito en la economía mundi~. . por una pequeña' fracción de los salarios de los trabajadores de rutina de los
Todos los norteamericanos solían compartir el mismo destino. Casi to- Estados Unidos.1
dos se elevaban o sucumbían juntos, así como las compañías en las cuales tra- Sus efectos son más evidentes en las industrias más antiguas y de mayor
bajaban, y las industrias en las que operaban esas compañías, y la economía escala, donde la producción estandarizada de alto volumen continúa su inevi-
nacional en su conjunto se hacía más productiva, o se estancaba. Pero las fron- table desplazamiento hacia donde la mano de obra es más barata y más acce-
teras nacionales ya no definen nuestro destino económico. Ahora estamos em- sible en todo el mundo. Por ejemplo, la empresa Maquiladora distribuyó sus
barcados en diferentes naves, algunas se hunden, otras van al garete, y las ter- fábricas a lo largo del lado mexicano, de la frontera con Estados Unidos en los
ceras navegan airosas. pueblos pobres de Tijuana, Mexicali, Nogales, Agua Prieta y Ciudad
Juárez -la mayoría de los propietarios son norteamericanos pero hay cada vez
más japoneses entre ellos- en las cuales más de medio millón de trabajadores
de rutina arman las piezas de los productos que luego se envían a los Estados
Unidos.
El mismo recurso se utiliza en otra partes del mundo. Hasta fines de la
década de los setenta, AT&T dependía de su mano de obra de rutina en Shre-
II veport, Lousiana, para armar los teléfonos estándar. Más tarde comprobó que
los trabajadores de Singapur podían llevar a cabo las mismas tareas por un
coste mucho más bajo. Frente a la intensa competencia de otras redes mun-
Los trabajadores de la producción rutinaria, que a mediados de si- diales, los intermediarios estratégicos de AT&T se vieron obligados a buscar
glo percibían buenos sueldos, ahora se debaten en la indigencia. No hace nuevas alternativas. De modo que a comienzos de los años ochenta dejaron de
mucho, las grandes organizaciones piramidales en el centro de cada in- emplear la mano de obra de rutina en Shreveport, y comenzaron a incorporar
dustria importante coordinaban sus precios e inversiones -evitando las a los trabajadores más' baratos en Singapur. Pero bajo este tipo de presiones
arremetidas de la competencia, mientras preservaban sus cuantiosas ga- para lograr una producción de alto volumen, a costes cada vez más bajos, los
nancias. Algunas de esas ganancias, a su vez, las reinvertían en nuevas trabajadores de Singapur podían acabar como ayer los de Louisiana. Hacia fi-
plantas y equipos (generando economías de escala cada vez mayores); nes de los años ochenta, los intermediarios estratégicos de la compañía obser-
otra parte iba a los altos ejecutivos y a los inversores. Pero una gran parte varon que la mano de obra thailandesa estaba en condiciones de armar los
pasaba a los gerentes de mediano nivel y a los operarios de producción. aparatos por una pequeña fracción de los salarios percibi s-períos emplea- ~
Las huelgas o la paralización de tareas creaban un problema tan grave pa- dos de Singapur. Ye~asladar-e antas a Thailandia. '\
ra la producción de alto volumen que los gremialistas podían exigir boni- . L~sqUedade salarios cada vez más bajos no ha estado circunscrita a
ficaciones cada vez mayores por su cooperación. Por otro lado, las pautas las in ustrias en gran escala. El procesamiento de datos de rutina ha seguido
salariales establecidas dentro de las grandes compañías incidían sobre los el mismo camino. Los operadores de informática de cualquier parte del mun-
criterios de toda la economía nacional. Eso trajo consigo el crecimiento do podían ingresar datos en las computadoras, transmitidos vía satélite, o a
de una clase media relativamente próspera, en condiciones de adquirir to- través de los cables transoceánicos de fibras ópticas (reduciendo aun más los
dos los artículos producidos en gran escala por las grandes empresas. costes de las comunicaciones), n lo cual los operadores de rutina de los Es-
Sin embargo, como ya se ha señalado, las compañías centrales rápida- tados U nidos tuvieron que ha er frente a una competencia cada vez más di-
mente se dispersaron en redes mundiales que obtienen sus mayores ganancias recta de sus colegas del extr jero, quienes a menudo estaban dispuestos a
a través de la destreza en la identificación y resolución de problemas. A medi- trabajar por mucho menos.
da que los costes de transporte y comunicación continúan bajando, los márge- En 1990,los operadores e informática en los Estados U nidos ganaban,
nes de ganancia de las empresas de producción estandarizada (de alto volu- por lo menos, 6,50 dólares por ora. Pero los mismos operadores en el resto
men) se reducen, porque se van eliminando las barreras de acceso. Las del mundo estaban deseosos de rabajar por una fracción de esta suma. Por
fábricas y la maquinaria moderna se pueden instalar prácticamente en cual-
quier parte del planeta. Por lo tanto, los empleados de los servicios rutinarios
El lector habrá notado que los salarios ás bajos en otras partes del mundo no atraen especial-
de producción de los Estados Unidos están en competencia directa con millo- mente al capital mundial, a no ser que los rabajadores de ese lugar sean suficientemente produc-
nes de trabajadores de otras naciones. Doce mil personas se suman a la pobla- tivos para hacer más bajos los costes de m no de obra por cada unidad producida.

210
ese motivo, muchos puestos potenciales de procesamiento de datos fueron de-
sapareciendo, mientras los salarios y beneficios de los restantes decayeron. III
Un caso típico es el de Saztec International, una compañía de informática con
sede en Kansas City, cuyos intermediarios estratégicos hacían contratos con
operadores de Manila y con firmas norteamericanas que necesitaban dichos Este traspaso de las tareas rutinarias de producción de las naciones con
servicios. En comparación con el ingreso medio de Filipinas que era de 1.700 economías avanzadas a los países en vías de desarrollo ha sido una gran opor-
dólares por año, los operadores de datos que trabajaban para Saztec ganaban tunidad para muchos trabajadores de estas naciones, quienes de otra manera
una espléndida suma de 2.650 dólares. El resto de los empleados de la com- estarían sin empleo, o trabajando por salarios mucho más bajos. Estos traba-
pañía eran especialistas en identificación y resolución de problemas,quienes jadores, a su vez, obtienen más dinero con el cual adquirir os servi~ios
tenían a su cargo la búsqueda de nuevos métodos para mejorar el sistema.2 simbólico-analíticos de los países más avanzados (a menudo comprometidos
En 1990, la compañía American Airlines empleaba a más de 1.000 pro- en todo tipo de producción más compleja). La tendencia también es benefi-
cesadores de datos en Barbados y la República Dominacana para que ingre- ciosa para todos los consumidores del mundo, que ahora pueden obtener pro-
saran los nombres y los números de vuelos de los pasajes aéreos usados (en- ductos estandarizados (incluyendo la información y el software) a precios más
viados diariamente hacia Barbados desde aeropuertos de todo Estados accesibles que antes.
Unidos) en un gigantesco banco de datos ubicado en Dalias. La empresa edi- Pero estos beneficios no se logran sin un determinado coste. Esta car-
tora R. R. Donnelley de Chicago enviaba manuscritos completos a Barbados ga la deben soportar especialmente aquellos países que ya no tienen servicios
para procesar los antes de la impresión. La firma New York Insurance Co. en- rutinarios de producción bien remunerados dentro de sus economías avanza-
viaba pólizas de seguro a Castle Island, Irlanda, donde los operadores de ru- das como los Estados Unidos. Muchas de esas personas solían pertenecer a
tina con simples indicaciones ingresaban las pólizas, determinaban las sumas los sindicatos, o al menos se beneficiaban con las normas salariales estableci-
adeudadas, y luego instantáneamente transmitían los datos hacia' los Estados das mediante convenios colectivos de trabajo. Pero, a medida que las burocra-
Unidos. (Cuando la firma puso un anuncio en Irlanda para cubrir veinticinco cias empresariales se aplanan dentro de las redes mundiales, la influencia de
puestos de procesamiento de datos, recibió seiscientas solicitudes.) La edito- los convenios se va perdiendo. En realidad, el tácito pacto nacional ya no rige.
rial McGraw-Hill procesaba las renovaciones de suscripción y la información A pesar del gran número de nuevos puestos de trabajo en los Estados
de marketing para sus revistas cerca de Galway. Literalmente, millones de tra- Unidos, la sindicación ha disminuido. En 1960, el35 por ciento de los trabaja-
bajadores de rutina en todo el mundo han estado recibiendo información, con- dores no rurales pertenecía a un sindicato. Pero en 1980 ese porcentaje se re-
virtiéndola a los códigos de las computadoras y devolviéndola al sitio de don- dujo, hasta llegar en 1989 aproximadamente al 17 por ciento. Sin consider~r a
de provenía, con la velocidad de los impulsos electrónicos. los empleados públicos, la afiliación gremial descendió hasta un 13,4 por cien-
La codificación del software de las computadoras también ha ingresa- to.4 Este es un porcentaje aun más reducido que el de comienzos de la déca-
do en el comercio mundial. India, que tiene una gran cantidad de técnicos que da de los treinta, antes de que la Ley Nacional de Relaciones Laborales crea-
dominan el inglés, dispuestos a elaborar programas de rutina a bajo precio, ha ra un derecho legalmente amparado para la representación sindical. ~a
mostrado ser especialmente atractiva para las redes mundiales que requieren disminución de la afiliación ha estado acompañada por una cantidad crecien-
de estos servicios. En 1990, Texas Instruments mantenía una oficina de desa- te de negociaciones colectivas para congelar los salarios a niveles normales,
rrollo de software en Bangalore, que comunicaba vía satélite a cincuenta pro- reducir los niveles salariales de los ingresantes o reducir el conjunto de los sa-
gramadores indios con las oficinas centrales de la compañía en Dalias. Esti- lariosJEste es un importante moti~o por el cual la larga recuperació?
mulado por este y por otros emprendimientos similares, el gobierno de la económica comenzada en 1982 produjo un aumento menor en los costes um-
India construyó un telepuerto en Poona, con el propósito de facilitar y hacer tarios de mano de obra que cualquiera de las otras ocho recuperaciones des-
más económico para muchas otras empresas enviar sus especificaciones de di- de la Segunda Guerra Mundial, a pesar de la baja tasa de desempleo registra-
seño de software de rutina, para ser codificado.3 da durante ese período.
Los empleos rutinarios de producción están desapareciendo rápida-
mente de las tradicionales industrias sindicadas (por ejemplo, en la automo-
triz, siderúrgica y del caucho), donde el salario medio ha ido a la par de la in-
2 Data¡ de "A Bit P~r 8uys Into the Computer Age", de Jobn MaxweU Hamillon, pub. en New
York Times Busines: World, 3 de diciembre de 1989, pág. 14. _
3 De "U .s.-India Satellite Unk Stailds to Cut Software Casts", de U. Gupta, pub!. en The Wa/l Stm:t 4 Data¡ de Statistical Abstract o[ thc Unitcd SWICS. Washington: Talleres Gráfica¡ del Gobierno,
Joumal,6 de m8I7D de 1989, pág. 82
1989, pág. 416, Catal. 684.

212 213
f1ación. Esto es así porque los puestos de los trabajadores veteranos de esas todas partes, para regocijo de los alcaldes y gobernadores de los estados,
industrias están protegidos por la antigüedad; mientras que los más jóvenes que las han tentado con promesas. de reducción de los impue~tos y con;~-
son los primeros en ser despedidos. Frente a la alternativa de reducir los sala- ni os exclusivos, entre otros atractivos. Pero ~omo est?s entusiastas pol~tt-
rios o la cantidad de puestos, la mayoría de los sindicalistas (teniendo en cuen- cos pronto comprobarán, las plantas extranjeras estan altamente tecnifi-
ta que hay muchos jóvenes que serán despedidos antes) han optado por esta cada s y lo estarán mucho más en los años venideros. Las tareas de la
última.! roducción de rutina sólo representan una pequeña parte de los costes de
'>-por eso la disminución de la afiliación ha sido más notoria entre los ~roducción de la mayoría de los bienes, tanto en los ~st,ad?s l!nidos, co-
jóvenes que se incorporaron a la actividad laboral sin formación terciaria o mo en otras naciones desarrolladas, y esta parte seguira disminuyendo a
universitari~A comienzos de la década de los cincuenta, más del 40 por cien- medida que se impongan los sistemas robotizados. En 1977, los trabajado-
to de este grupo estaba afiliado a algún sindicato; a fines de la década de los res de la producción de rutina en los Estados Unidos tardaban. treint~ y
ochenta, sólo quedaba menos del 20 por ciento (si se excluyeran a los emplea- cinco horas en armar un automóvil; mientras, se prevé que hacia media-
dos públicos, menos del 10 por ciento).5 Por ejemplo, en la industria siderúrgi- dos de la década de los noventa, las plantas automotrices japonesas pro-
9
ca, si bien muchos veteranos conservan su empleo, casi la mitad de los puestos ducirán unidades en solamente ocho horas.
de rutina han desaparecido entre 1947 y 1988 (disminuyeron de 480.000 a El rendimiento y los salarios resultantes de los trabajadores norte-
260.(00). Algo parecido ocurre en la industria automotriz: durante la década americanos que manejen estos sistemas robotizados serán relativamente altos,
de los ochenta el sindicato perdió 500.000 afiliados, un tercio del total de co- pero pueden no existir muchos puestos en el mercado.
mienzos de la década. Solamente General Motors redujo 150.000 puestos de Un caso que viene a cuento: a fines de la década de los ochenta,
producción durante la misma década (aun cuando creó nuevos empleos en el Nippon Steel se asoció con la declinante firma americana Inland Ste~l pa-
exterior). Otra consecuencia del mismo fenómeno: la brecha entre los salarios ra construir una nueva planta -de 400 millones de dólares- de laminado
medios de los trabajadores afiliados y no afiliados se ensanchó considerable- en frío a 80 kilómetros de Gary, Indiana. El taller de laminación destaca-
mente: del 14,6 por ciento en 1973 al 20,4 por ciento hacia fines de la década ba por su moderna tecnología, que reducía el tiempo para producir un r~-
de los ochenta." La lección es evidente~usted no ha completado los estudios 110 de acero de doce días a casi una hora. De hecho, toda la planta podía
secundarios o no tiene más que un título secundario, no puede aspirar a un ser manejada por un pequeño equipo de técnicos, lo ~ual se hizo. e~idente
buen puesto de producción. cuando Inland cerró dos de sus viejos talleres de laminado, despidiendo a
También están desapareciendo los puestos de bajo y mediano nivel ge- cientos de operarios de rutina. Los gobernadores y alcaldes tomaron no-
rencial que están relacionados con la producción de rutina. Entre 1981 y 1986, ta: sus muy publicitadas fábricas extranjeras finalmente sólo podían em-
más de 780.000 capataces, supervisores y jefes de sección perdieron sus pues- plear a unos pocos electores. .' .
tos como consecuencia del cierre de fábricas y los despidos.Í Un gran núme- Por lo general, la disminución de los puestos de rutrna ha perjudicado
ro de jefes de división, directores asistentes, gerentes medios y altos también más a los hombres que a las mujeres. Esto se debe a que las tareas de produc-
se quedaron sin empleo. General Motors despidió a más de 40.000 empleados ción rutinaria de los hombres en las industrias metalúrgicas de alto volumen
de oficina ~ planeó eliminar otros 25.000 puestos hacia mediados de la presen- han pagado más altos salarios que los puestos de producción ocupa~os por
te década. ~ medida que las pirámides empresariales se van transformando mujeres en las plantas textiles y en el procesamiento de datos. A m~dlda que
en redes mundiales, muchos empleados de producción de mediano nivel re- ambos grupos se han ido quedando postergados, las tareas de rutt.na de .l~s
sultan tan inadecuados como los operarios de rutina. mujeres han quedado equiparadas con las de los hombres, una equiparacion
Como se habrá notado, las redes empresariales extranjeras están en condiciones paupérrimas, desde luego. Esta es una de las razones por la
empleado aalgunos norteamericcanos para su producción de rutina en los cual la brecha entre los salarios de hombres y mujeres comenzó a estrecharse
Estados Unidos. Están surgiendo fábricas de Philips, Sony y Toyota por durante la década de los ochenta.

5 Estimaciones de las encuestas de población, "Changes in the Structure Wages: U.S. and Japan",
de L Katz y A. Revenga, National Bureau of Economic Research, setiembre de 1989.
6 Datos de "Wages of Unionized and Non-Unionized Workers". Secretaría de Comercio de los
EE.UU., Bureau of Labor Statistics, temas varios.
7 De "Reemployment Increases Among Displaced Workers". Ministerio de Trabajo de los
EE.UU., Bureau of Labor Satistics. pub!. en BLS News, USDL 86-414, 14 de octubre de 1986,
Lista 6. 9 Datos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (Mil), International Motor Vehicles Pro-
8 Cita de The Wa// Street Joumal, 16 de febrero de 1990, pág. AS. gram,1989.

214 215
un cuarto de todos los trabajadores que se incorporen a la actividad labo-
IV ral en los Estados Unidos . ser ánn iinmígrantes. )12
Acaso la competencia más feroz a la que se deban enfrentar los ser-
vicios en persona" provenga de los sistemas automátic~ (gran parte de
La segunda de las tres "naves", la de los empleados de los servicios los cuales, desde luego, se inventan, diseñan, fabrican y arman en otras na-
"en persona" también se está yendo a pique, pero un poco más lenta y de- ciones). Contestadores automáticos, cajeros electrónicos, lavaderos au-
sigualmente. La mayor parte de estos trabajadores perciben apenas un po- tomáticos para automóviles, máquinas expendedoras robotizadas, surti-
co más del salario mínimo, y muchos solamente trabajan pan-time, con el dores de gasolina con autoservicio, y todo tipo de dispositivos sustitutos
resultado de que su sueldo de bolsillo es modesto, para decir lo menos. del ser humano que los consumidores ya conocen. Incluso los operadores
Por lo general, tampoco reciben todos los beneficios (prestaciones médi- telefónicos están despareciendo, a medida que los sensores y simuladores
cas, seguros de vida, por incapacidad, etcétera) acumulados por los em- electrónicos de la voz humana logran mantener conversaciones razonable-
pleados de la producción en las grandes empresas fabriles, o por los ana- mente inteligentes, y siempre corteses. Los vendedores minoristas -entre
listas simbólicos asociados con una de las redes mundiales. 10 Los los grupos más importantes de los servicios "en persona"- también están
servidores personales están al margen de los efectos directos de la compe- amenazados. A través de las computadoras personales conectadas a las
tencia mundial y, como todos los demás, se benefician con el acceso a los pantallas de televisión, los consumidores del futuro esta~án en con?i~io-
productos de más bajo coste provenientes de todas partes del mundo. Pe- nes de comprar muebles, artefactos para el hogar y todo tipo de adminícu-
ro no están a salvo de sus efectos indirectos. los electrónicos desde sus hogares -examinar la mercancía desde todos
Estos trabajadores compiten cada vez más con los ex empleados de los ángulos, seleccionar las características, el color, el tamaño y el precio
la producción rutinaria, quienes, al no poder encontrar empleos bien re- que les parezca más conveniente, y luego transmitir la orden instantánea-
munerados dentro de la producción, no tienen otra alternativa que dedi- mente a los proveedores, quienes remitirán directamente los artículos a
carse a los servicios "en persona". La Oficina de Estadísticas Laborales de domicilio. Lo mismo con las transacciones financieras, las reservas de pa-
los Estados Unidos estima que de los 2.800.000 trabajadores fabriles que sajes aéreos y hoteles, el alquiler de automóviles, y otros contratos simila-
perdieron sus empleos durante los primeros años de la década de los res que se podrán efectuar entre los consumidores, instalados en su pro-
ochenta, un tercio han conseguido empleo en estos servicios con sueldos pia' casa, y los bancos de datos situados en cualquier parte del mundoP.
por lo menos un 20 por ciento más bajos.u Estos empleados también tie- Desde luego, las economías desarrolladas, como la de los Estados Uni-
nen que competir con los graduados universitarios y con los no graduados dos, seguirán generando una considerable cantidad de puestos dentro de los
que hace años hubieran ingresado fácilmente en la producción de rutina servicios "en persona", a pesar de la automatización de los más antiguos. Por
pero ya no pueden. Y de ser correctas las predicciones demográficas acer- cada informante telefónico que pierda su empleo por un contestador au-
ca de la fuerza laboral norteamericana en las primeras décadas del siglo tomático surgirán tres nuevos puestos para instructores de aerobic. Al pare-
veintiuno (y es probable que así sea, ya que la mayor parte de la gente que cer , los seres humanos tienen un deseo casi insaciable por la atención.. perso-
.
la cubrirá ya es identificable), la mayoría de los aspirantes al mercado la- nalizada. Pero la intensa competencia hace que el pago de estos serVICIOS SIga
boral serán hombres o mujeres de color, o hispanos -grupos que en el pa- siendo relativamente bajo. Los trabajadores de los servicios "en persona" -que
sado han tenido relativamente escasas habilidades técnicas. Esto redun- trabajan por su cuenta, o bien distribuidos ampliamente entre varios pequeños
dará en una cantidad aun mayor de solicitantes para los servicios "en establecimientos, y cubren todo tipo de "nichos" del mercado- no pueden or-
persona". Finalmente, estos empleados tendrán que competir con un cre- ganizarse, sindicarse, ni crear asociaciones para reducir el impacto de la com-
ciente número de inmigrantes, legales e ilegales, para quienes los servicios petencia.
personales pueden ser los puestos más accesibles. (Se estima que entre (!n dos sentidos, el aspecto demográfico puede incidir favorablemente
mediados de la década de los ochenta y fines de siglo, aproximadamente en estos servicios manteniendo su nave "a flote". Primero, como se habrá no-
tado la tasa de crecimiento de la fuerza laboral norteamericana está disminu-
yendo. Es menor el número de los trabajadores más jóvenes. Entre 1985 y
10 Una parte cada vez mayor de la fuerza laboral norteamericana trabaja en los servicios "en perso-
---
na", Yesto explica por.qué durante la década pasada ha aumentado -porlo menos en 6 millones- 12 Datos del Sú1Jistical YearlJook, del Servicio Federal de Inmigración y Nacionalización. Washing-
la cantidad de ciudadanos que carecen de seguros de salud. ton: Talleres Gráficos del Gobierno, 1986-87.
11 De "Reemployment Inercases Arnong Displaced Worlcers". Ministerio de Trabajo de los 13 Consultar"The Powerful Push for Self-Service", de 01. H. Deutsch, pub\. en New Yorlc TImes, 9
EE.UU., Bureau of Labor Statistics, 14 de octubre de 1986. de abril de 1989, sección 3, pág. 1.

217
216
zado para pagar sus sueldos. En conclusión: no habrá ninguna mejora real en
1995, la cantidad de individuos entre dieciocho y veinticuatro años habrá dis-
minuido un 17,5 por ciento En consecuencia, los empleadores tendrán un ma- sus niveles de vida.
El nivel de vida de estos empleados también depende indirectamente
yor i~centivo para c?ntratar y entrenar personal de servicio "en persona" que
del nivel de vida de aquellos norteamericanos a quienes sirven, que están den-
antenorment~ habnan desechado. Pero esta descompresión demográfica de
tro del circuito del comercio mundial. En la medida en que estos últimos estén
la competencia será só.lotempora . Las energías procreativas acumuladas por
generosamente remunerados por lo ~~e aportan al resto del mun~o, tendrán
los baby-boomers (nacidos entre 1946 y 1964) darán como resultado una nue-
más dinero para gastar en estos servicros personales. En este sentido nos en-
va gene~ación de traba!ad~~es hacia el 2010, más o menos.14 y la inmigración,
contramos con la única forma de traspaso de los beneficios económicos que
legal o ilegal, muestra indicios de aumentar en los años venideros.
tiene una base en la realidad. Una camarera en un pueblo cuya fábrica princi-
Además, en la segunda década del siglo veintiuno, la cantidad de ciu-
pal acaba de ser cerrada es improbable que gane un sala.rio alto o pueda con-
dadanos con más de sesenta y cinco años aumentará abruptamente, mientras
fiar en la estabilidad laboral; en un lugar de veraneo lUJOSO frecuentado por
los.baby-bo?mers alcanzarán la edad de la jubilación y vivirán más. Sus expec-
productores de cine y magnates financieros, está en condic~o~es de logra~lo.
tatrvas de Vidase alargarán no sólo porque habrá menos entre ellos que hayan
Lo mismo pasa con las naciones. Los empleados de los serV1c~ospersonaliza-
fuma~o y más que se haya~ alimentado mejor que sus padres, sino porque
dos en Bangladesh pueden pasar sus días desarrollando aproxu~adamente las
tendrán a su alcance todo tipo de drogas y terapias destinadas a mantener los
mismas tareas que un colega de esos servicios en los Estados U nidos, p~ro ob-
con vida. Hacia el 2035 se duplicará el número de americanos de edad avan-
tienen un nivel de vida mucho más bajo a cambio de sus esfuerzos. La diferen-
zada, y la cantidad de octogenarios se triplicará. Pero a medida que los decli-
cia estriba en el valor que sus clientes aporten a la economía mundial. Volveré
nantes baby-boomers ingieran los medicamentos y reciban todos los trata-
mientos, necesitarán una buena dosis de atención personalizada. Millones de sobre el tellla en un próximo capítulo.
individuos enfermizos requerirán cuidados intensivos: médicos, enfermeros
acompañantes auxiliares, residencias para ancianos y técnicos para manejar ;
mantener todos los aparatos que controlarán y detendrán la desintegración fi-
nal. Incluso podría existir un floreciente mercado para los especialistas en eu-
tanasia. Los servicios "en persona" para el cuidado de los ancianos y enfermos
tendrán una fuerte demanda.15
Un pequeño problema: los declinantes baby-boomers no tendrán dine-
v
r~ para pagar esos servicios. Habrán agotado sus ahorros personales algunos
anos antes. Desde luego, sus aportaciones a la Seguridad Social habrán sido
A diterencia de la situación precaria de los trabajadores de rutina y los
utilizados po~ el gobierno para pagar las jubilaciones de la generación anterior
empleados de los servicios personalizados, las. erspectivas de .lo~ analistas
y para financiar gran parte de los déficit de presupuesto de la década de los
simbólicos son inmejorables. La demanda mundial por sus conoclIDI~nt~s cre-
o~henta. Por otra parte, al haber relativamente menos jóvenes entre la pobla-
ce a medida que aumentan las facilidades y rapidez en las com~caclOn~
ción, es probable que la oferta de vivienda supere a la demanda, con el resul-
Desde luego, no todos los analistas simbólicos surgen de m~er~ 19ualment~
tado de que las principales inversiones de los baby-boomers, sus vivien-
rápida y espectacular. Los analistas que están en el extremo infenor ~penas SI
das, costarán mucho menos (con el dólar ajustado a la inflación) de lo que
logran subsistir en la economía mundial. Pero los que es~án.en los mveles.su-
h~bían previsto. En consecuencia, el enorme costo de atención de los enveje-
periores tienen tal demanda en el mundo que l~s re~ulta difí~ll estar al cornen-
cidos baby-boomers recaerá sobre muchas de las personas que cuidarán de
te de todas sus ganancias. Nunca antes en la historia se habla formado tan le-
ellos. Será como una gran bomba de desagüe: los empleados de los servicios
personalizados del siglo veintiuno tendrán abundancia de puestos en el área galmente una opulencia de semejante magni~ud. . ,
Entre los analistas simbólicos de mediano rango figuran los Científicos
de la salud, pero una gran parte de sus ganancias estará destinada a los pagos
e investigadores norteamericanos, quienes están ~ligentemente ocupados en
del seguro social y los impuestos sobre los ingresos, lo cual a su vez será utili-
vender sus descubrimientos a las redes empresanales de todo el mundo. Sus
ventas no se limitan a los clientes norteamericanos. Si los intermediarios es-
14 De Current Population Reports, de la Oficina de Censos de los EE.UU., Serie P-23, N!l138. Con- tratégicos de las oficinas centrales de General Motors se negaran.a pagar un
sultar, al respecto, Worliforce 2()()():Worlcand Workers for the 21st CmJwy, de W. Johnson, A. Pac-
ker, y o~. Indianápolis: Instituto Hudson, 1987. alto precio por un nuevo método de fabricación d.ebloq~es ce~ámicos d~ alta
15 La O~lCUlade CeIlS05 estima que, hacia el año 2000, por lo menos 12 millones de norteamericanos resistencia para los motores, ideados por un equipo de mgemeros asociados
trabajarán en los servicios de salud -más del 6 por ciento de la fuerza laboral total.
219
218
con la Universidad Carnegie Mellon, es probable que los intermediarios de afortunados de estos analistas simbólicos figuran Steven Spielberg, Bill Cosby,
Honda o Mercedes-Benz estén más que dispuestos a pagar esa suma. Charles SchuIz, Eddy Murphy, Sylvester Stallone, Madonna y otros di~ectores
Lo mismo ocurre con la pericia de los ubicuos consultores de manage- e intérpretes, que son casi tan conocidos en las calles de Dresde y Tokio como
men~,que se ~enden por abultadas sumas a los ansiosos empresarios europeos en los suburbios de Boston. Menos remunerados, pero no menos renombra-
y latinoamericanos. Por sumas aun mayores los consultores especializados en dos, son los fervientes presentadores del programa televisivo Turner Broad-
combustibles energéticos han vendido su asesoramiento a los jeques árabes. casting's Cable News (CNN) que se emite diariamente, vía satélite, en lugares
Los ingenieros proyectistas norteamericanos proveen asesoramiento a Olivet- tan distantes como Vietnam y Nigeria. Vanna White es la empresa más reco-
ti, Mazda, Siemens y otras redes mundiales; los expertos en marketing aseso- nocida como maestra de ceremonias para los eventos deportivos del mundo.
ran acerca de las preferencias y tendencias del consumidor; los arquitectos Detrás de cada una de estas figuras familiares se mueven una serie de exper-
norteam~ricanos diseñan proyectos y anteproyectos para los teatros de ópera, tos en identificación y resolución de problemas, e intermediarios que entre-
las galenas de arte, los museos, los hoteles de lujo y los complejos residencia- nan, promocionan, difunden, representan y, de algún modo, agregan valor a
16
les de las principales ciudades del mundo; los agentes norteamericanos de bie- esos talentos.
nes raíces venden propiedades a inversores y compradores de todo el mundo. Además, hay que tener en cuenta la experiencia y conocimientos d~ los
Los norteamericanos que se especializan en las relaciones públicas tie- directores ejecutivos senior que ocupan las posiciones clave en las oficinas
nen una fuerte demanda en las compañías, los gobiernos y las esferas políticas centrales de las compañías mundiales "norteamericanas". Sus ideas se "expor-
de muchos países. Lo mismo sucede con los consultores políticos, algunos de tan" al resto del mundo a través de las redes de las compañías. Por ejemplo,
los cuales, en estos momentos, asesoran al partido socialista húngaro -super- IBM no exporta muchas máquinas desde los Estados Unidos; de sus oficinas
viviente del declinante predominio comunista-, acerca de cómo ganar algunos centrales en Armonk, Nueva York, emana la intermediación estratégica y los
escaños parlamentarios en las primeras elecciones libres en más de cuarenta correspondientes servicios de management destinados al r~sto del mundo. A
años. También en estos momentos, un equipo de consultores agrícolas de los cambio de eso, los directores ejecutivos de la empresa reciben una generosa
Estados Unidos están asesorando a los administradores de una granja colec- compensación.
tiva soviética que emplea a 1.700 trabajadores. Como ya se ha señalado, los
asesores financieros y los abogados comerciales venden su pericia a los asiáti-
cos y europeos, que están ansiosos de saber cómo amasar fortunas desplazan-
do grandes cantidades de dinero.
Mientras tanto, las naciones en vías de desarrollo contratan ingenieros
civiles norteamericanos para que las asesoren sobre la construcción de rutas y
presas hidroeléctricas. La desactivación, de la "guerra fría" sin duda brindará
VI
mayores oportunidades. Los ingenieros norteamericanos de Bechtel (una fir-
ma mundial conocida por haber dado empleo a Caspar Weinberger y George
Shultz por sumas mucho mayores de las que ganaron en la administración Re- \ha razón principal de esta expansión del mercado ~undial, 7 del au-
agan) han comenzado a colaborar con los soviéticos en el proyecto e instala- mento en la demanda de conocimientos simbólicos y analíticos, ha Sido el es-
ción de una nueva generación de reactores nucleares. Otras naciones también pectacular progreso en las tecnologías relacionadas con las comunicacion~s y
contratan asesores financieros y abogados para ayudarles a renegociar los el transporte a nivel mundial. Los proyectos, las instrucciones, el asesoramle~-
términos de sus deudas con los bancos mundiales; y recurren a los intermedia- to y los símbolos visuales y auditivos se pueden comunicar cada vez más rápi-
rios políticos en Washington para que les ayuden ante el Congreso, el Tesoro, damente hacia todo el mundo, con una creciente precisión y a un coste cada
el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y otras instituciones vez más baio, La voz de Madonna puede llegar a miles de millones de oyentes,
políticamente influenciables. En un estado de evidente apremio, muchas na- con perfecta claridad, gracias a los discos compactos '.Una invención de l~s.in-
ciones recién liberadas del comunismo han contratado economistas norte- genieros del laboratorio de Batelle en Columbus, Ohio, se puede. transmítir a
americanos para que les enseñen acerca del capitalismo. casi todas partes a través de los módems, de tal manera que permite a los des-
Casi todos los países del mundo recurren a las habilidades y experien-
En 1989, el negocio del entretenimiento representó para I~ ~tados. Uni~ 5.500 millones de
cia de los norteamericanos que dominan los símbolos visuales y orales: músi- 16
dólares de ganancias en el extranjero, ubicándolo e~tre las p~CIpa1es mdustnas ~rtado~ de
cos, compositores, técnicos de sonido, directores de cine, maquilladores, ac- la nación, después de la industria aeroespacial. De ~mposltJon of U.~. &ports ,Secretana de
tores y actrices, camarógrafos, guionistas y escenógrafos. Entre los más Comercio de \os EE.UU., Intemational Trade ComllUSSlOll,temas vanos.

221
220
tinat:u-ios analizarla en tres dimensiones, valiéndose de computadoras que la En vista de que los ingresos de los profesionales ejecutivos habían aumentado
convierten e~ gráficos. Cuando todavía se requiere un encuentro personal _y con la producción en gran escala, existían suficientes incentivos para expandir
las conv~rsaclOnes por vídeo no son suficientes- es relativamente fácil para los la firma; en realidad muchas grandes compañías norteamericanas crecieron
proyec.ttstas, asesores, co~sultores, artistas y ejecutivos abordar jets su- mucho más de lo que parecían justificar las economías de escala.
persórncos y, en una cuestión de horas, entrevistarse directamente con sus En cambio, hacia 1990, los ingresos de los analistas simbólicos ya no es-
clientes, empleados o audiencias en todo el mundo. taban limitados por las posibilidades del mercado nacional, ni por el volumen
Junto con la creciente demanda viene la creciente remuneración. Ya de producción de las firmas con las cuales estaban asociados. El mercado era
sea bajo la forma de honorarios estipulados, honorarios por servicio sueldos mundial, y el valor conceptual era alto en relación con el valor agregado por
o participación en las ganancias, el resultado económico es casi el mismo. los rendimientos en escala.
También existen las compensaciones no pecuniarias. Uno de los secretos me- Además, había existido otra restricción sobre los altos ingresos, que
jor gu~dados entre los a~alistas simbólicos es el hecho de que muchos de también se eliminó hacia 1990. A mediados de siglo, las remuneraciones asig-
ellos disfrutan de su trabajo, El trabajo de los empleados de producción y de nadas a los altos ejecutivos y asesores de las más grandes compañías norte-
los servicios "en persona" es habitualmente monótono; es causa de tensiones o americanas no podían ser demasiado desproporcionadas con respecto a las de
dep~esion~s, y ~ermite escasa .independencia. En cambio, el "trabajo" de los los trabajadores de planta de bajo nivel. Hubiera sido inapropiado para los
analtsta~ SImbólicos a menudo incluye búsqueda de soluciones, experimentos, ejecutivos comprometidos en las negociaciones con los sindicatos -y que ha-
estrategias, un constante intercambio de opiniones y una considerable reserva bitualmente accedían a las reclamaciones del gobierno de moderar los pre-
acerca de los planes futuros. Pocos trabajadores de rutina o de servicio traba- cios-, recibir beneficios y sueldos de bolsillo que superaran con creces lo que
~arían si no necesitaran ganar dinero. Muchos analistas simbólicos "trabajan" ganaban otros norteamericanos. Por otra parte, si los profesionales ejecutivos
meluso cuando el dinero no es el objetivo. no se moderaban, no se podía esperar que los obreros de planta limitaran sus
reclamaciones de mayores salarios. A no ser que ambos grupos se refrenaran,
no se podía contar con que el gobierno dejara de imponer controles y regula-
ciones.
Al mismo tiempo, tampoco se podía permitir que los salarios de los
obreros de producción cayeran demasiado, para no perder capacidad adqui-
sitiva en la economía. Después de todo, ¿quién compraría todos los productos
VII que salían de las fábricas norteamericanas sino los trabajadores de los Esta-
dos Unidos? Esto también fue parte del tácito acuerdo convenido entre los di-
rigentes norteamericanos y sus trabajadores.
A mediados de siglo, cuando los Estados U nidos eran un mercado na- Recordemos el reiterado lugarcomún de la época, acerca de la respon-
cional controlado por las grandes compañías de estructuras piramidales sabilidad de los directores ejecutivos de sopesar y equilibrar cuidadosamente
existían límites para los ingresos de las personas en los más altos niveles. An~ los intereses de los diferentes accionistas de una compañía. Bajo la tutela del
te todo, el mercado para sus servicios estaba ampliamente limitado por las "estadista" empresarial, ningún grupo de accionistas podía obtener una parti-
fronteras de la nación. Además, cualquiera que fuese el valor conceptual de cipación desproporcionadamente amplia en los beneficios de la actividad em-
s~ contribuciones, era reducido en relación con el generado por la produc- presarial; como a ningún individuo -particularmente el trabajador corriente-
ción en gran escala, y dependían de esta para cualquier ingreso que percibie- se le podía asignar una participación desproporcionadamente reducida. A
ran. La mayor parte de los problemas que debían ser identificados y resueltos pesar de su banalidad, esta idea contribuyó a mantener la legitimidad de las
e~taban en relación directa con el mejoramiento de la eficiencia de produc- grandes compañías norteamericanas frente a la mayoría de la población, y a
ción, la circulación de materias primas y componentes, el montaje y la distri- garantizar un crecimiento económico sostenido.
bución ",Los investigadores trataban de encontrar la e1ave que les ayudara a Sin embargo, en la década de los noventa, estos acuerdos informales se
descubnr un producto totalmente nuevo que se pudiera fabricar en gran esca- fueron diluyendo, así como desaparecieron las grandes compañías centrales.
la. ':'- par~ir de .eso, los consultores de management, los directores ejecutivos y Los vínculos entre los dirigentes empresariales y los trabajadores de la pro-
los .mgemeros mtentaban acelerar y sincronizar la producción, para alcanzar ducción fueron disminuyendo: una cantidad cada vez mayor de contratados y
mejores niveles de rendimiento; la gente de publicidad y de marketing trataba subordinados eran extranjeros, mientras un número creciente de trabajadores
de despertar el deseo del público por los artículos estándar que se producían. de rutina norteamericanos trabajaban para compañías extranjeras. Toda la

222 223
cohorte de gerentes de mediano nivel, que alguna vez se consideraron "perso-
nal administrativo", había desaparecido; y los profesionales ejecutivos expor-
taban sus conocimientos hacia las redes mundiales.
A medida que las compañías norteamericanas se transformaban en re-
des mundiales casi indiferenciables entre sí, sus accionistas se convertían en
un enorme y difuso grupo, diseminado por el mundo. Estos accionistas mun-
diales son menos visibles y mucho más reservados que los nacionalesW po-
der adquisitivo del trabajador norteamericano se ha vuelto irrelevante para la
supervivencia económica de las com añías "nacionales", que ahora venden sus
bienes y servicios en todo el mundo.
Esto ha eliminado los obstáculos. Los salarios y beneficios de los pro-
fesionales ejecutivos y de muchos de sus asesores y consultores se han elevado 18
hasta alturas que hace algunos años hubieran parecido inconcebibles, aun
cuando los ingresos de los demás norteamericanos hayan disminuido.

Jamás he visto a nadie perfeccionarse en el arte y


el método de la investigación por cualquier otro
medio que no fuera el compromiso con la misma.

JEROME BRUNNER, On Knowing (1962)

Mientras el valor asignado a las nuevas ideas y conceptos continúe creciendo


en relación con el valor asignado a los productos estándar, la demanda de los
analistas simbólicos continuará surgiendo. Esta creciente demanda les de-
bería asegurar a los analistas simbólicos ingresos cada vez más altos en los
años futuros.
Desde luego, la oferta de los analistas simbólicos en el mundo también
aumenta. Millones de personas en todo el planeta están tratando de aprender
las habilidades analítico-simbólicas, y muchas lo logran con éxito. Investigado-
res e ingenieros, tanto en Europa Occidental como en el Este asiático, están
acumulando valiosos conocimientos dentro de la microelectrónica, la micro-
biología y los nuevos materiales, y luego traducen esos conocimientos en nue-
vos productos. Los jóvenes estudiantes de muchas naciones en vías de desa-
224
225
rrollo confluyen en las universidades para aprender los secretos analítico- [irió a sí mismo el prometedor título de "Presidente de la Educación". Pero, si
simbólicos de la ingeniería electrónica, el marketing y la administración de bien siguió adoptándolo después de su elección, el significado del mismo fue
empresas. Por ejemplo, en 1990más de un tercio de los jóvenes de diecinueve elusivo, puesto que Bush no deseaba invertir más dinero en educación, y en lu-
años de Argentina, Singapur y Corea del Sur seguían estudios universitraios. gar de eso instó a las escuelas a arreglárselas por su cuenta. Algunos indivi-
. Pero incluso con una mayor oferta, es probable que los nortemericanos duos que se denominan a sí mismos "reformadores" educativos sugieren que
sigan de.stacándose. en el análisis simbólico. Esto es así por dos motivos: pri- los planes están dar de estudio se hagan aun más uniformes en toda la nación,
mero, ninguna nación forma a sus jóvenes talentosos -sus futuros analistas y que los exámenes estandarizados sean aun más deter~nantes de loque los
s~~bólicos- tan efi¿a~mente como los Estados Unidos. Segundo, ninguna na- jóvenes han asimilado mientras se desplazan por la cmta transportadora.
cion cuenta con el mismo número de analistas ya en acción y en condiciones (Desde luego, los exámenes estandarizados siguen siendo, como antes, un
de intercambiar conocimientos entre sí de forma permanente. Si bien estas método muy preciso de estimar la habilidad de los jóvenes para rendir exáme-
dos ventajas pueden no perdurar, los analistas simbólicos norteamericanos nes estandarizados.) Con notable frecuencia, en la sociedad norteamericana,
continuarán al frente de la especialidad, al menos en el futuro predecible. cuando la necesidad de un cambio es más urgente, se hacen más insistentes las
voces que reclaman "volver a las fuentes".
La verdad es que, mientras la gran mayoría de los jóvenes y niños nor-
teamericanos todavía están sometidos a una educación estandarizada, conce-
bida para una economía estandarizada, una pequeña parte no lo está. En 1990,
el término medio de los jóvenes americanos estaba deficientemente educado
II para competir en una economía mundial de alto valor, pero dentro de ese pro-
medio había una amplia variedad. Los niños norteamericanos en su conjunto
están detrás de sus compañeros en Canadá, Japón, Suecia y Gran Bretaña, en
cuanto a sus habilidades para las matemáticas, la ciencia y la geograña.Í El 17
A los norteamericanos les interesa hablar de la educación. Todos tie- por ciento de los j6venes norteamericanos de diecisiete años son prácticamen-
nen sus puntos de vista acerca de la educación porque es uno de los pocos te- te analfabetos.2 Algunos niños norteamericanos casi no reciben educación, y
mas en los cuales todos pueden afirmar que han tenido alguna experiencia di- la de muchos más es escasa. Pero otros -no más del 15 al 20 por ciento- están
recta. Los que tienen opiniones más firmes suelen ser aquellos donde la siendo adecuadamente formados para una profesi6n simb6lico-analítica.
experiencia ha tenido un efecto menos duradero. Las personas verdadera- La educación formal de los futuros analistas simb6licos sigue un patrón
mente formadas comprenden lo multifacéticas que son las metas de la educa- común. Algunos de esos j6venes asisten a escuelas y colegios privados exclusi-
ción en una sociedad libre, y qué complejos son los medios de lograrla. vos, para proseguir sus estudios en las universidades más selectivas y en pres-
Tengamos en cuenta que el sistema educativo norteamericano de me- tigiosos institutos para graduados. Una mayoría de ellos pasa su infancia den-
diados de siglo se adaptaba muy bien a la estructura predominante de la pro- tro de las mejores escuelas públi~s de los barrios residenciales, desde donde
ducción de alto volumen, dentro de la cual sus jóvenes iban a tener un empleo. son derivados a cursos avanzados, junto con otra progenie de futuros y afortu-
Las escuelas norteamericanas reflejaban la economía nacional, con Unprogra- nados analistas simbólicosr' y de allí a las carreras terciarias No obstante, sus
ma dividido netamente en temas, que se enseñaban en períodos de tiempo experiencias son similares: sus padres están interesados y com~ro~etidos ~n
predecibles, dispuestos secuencialmente por grados, y controlados por su educación. Sus maestros y profesores están atentos a sus aspiraciones. TIe-
exámenes estandarizados mediante los cuales se procuraba descartar los ele- nen acceso a modernos laboratorios de ciencia, a las computadora s y a los sis-
mentos deficientes y devolverIos para ser nuevamente procesados. temas de vídeo, a los laboratorios de idiomas y a las bibliotecas universitarias.
Durante la última década del siglo veinte, si bien la economía se ha mo- Sus compañeros de clase son relativamente pocos, e intelectualmente estimu-
dificado sensiblemente, la estructura y la función del sistema educativo norte- lantes. Sus padres les hacen visitar museos y asisten a eventos culturales, les
americano siguen siendo aproximadamente las mismas. Pero comienza a ad-
vertirse una sensación de crisis en torno de la enseñanza, mientras
diariamente se publican en la primera plana de los diarios los desagradables Una cantidad desalentadora de encuestas han revelado el relativo atraso dei estudiante norte-
americano. Consultar, al «SpeCto, "U.S, Students Near the Foot ofthe Class", Science, marzo de
contornos que el problema ha llegado a tener. Sin embargo, el quid de la cues- 1988, pág. 1237.
tión es que la enseñanza no ha cambiado para peor; sino que simplemente no 2 National Assessmeru01Educational Prog-ess,temas varios. .
3 Consultar, al respecto,KeepingTrack: How Schools Structure 1neqru¡1iry, de J. Oakes, New Haven:
ha cambiado. Al comienzo de su campaña presidencial, G orge Bush se con- Universidad de Yale, 1985.

226
227
llevan de viaje y reciben lecciones de música. En el hogar se les proporcionan tos en sus estudios, pero esos datos no son fundamentales para su educación;
libros, juegos y vídeos educativos, microscopios, telescopios y computadoras tendrán que vivir una vida de adultos en un mundo en el cual la mayor parte
personales con el software educativo más reciente. En caso de atrasarse en sus de los hechos aprendidos hace años (incluso los datos históricos) habrán cam-
estudios, se los envía a un profesor particular. Si tienen un malestar físico que biado, o habrán sido reinterpretados. En todo caso, cualquier información
les impide aprender, de inmediato reciben atención médica. que necesiten estará al alcance de ellos con sólo presionar una tecla de la com-
El planteamiento en este sentido no es que el sistema formal para edu- putadora.
car a los futuros analistas simbólicos sea perfecto, sino que se debe mejorar. 1 Pero lo más importante es que estosafortunadosjóvenesaprenden cómo con-
Los estudiantes secundarios europeos y japoneses habitualmente son supe- ceptwlIiZarproblemas y soluciones. Por eso la educación formal de un analista
riores -lo mismo que los estudiantes norteamericanos sobresalientes- en ma- simbólico incipiente requiere el perfeccionamiento en cuatro habilidades básicas:
temáticas y ciencia. Sin embargo, ninguna otra sociedad prepara tan bien a sus abstmcción, pensamiento sistémico, experimentacióit y colaborudón.6 \
jóvenes para la identificación y resolución creativa de problemas. Las mejores Consideremos primeramente la capacidad de abstracción. El mundo
universidades e institutos de estudios terciarios norteamericanos figuran entre real no es nada más que una mezcla desordenada de ruidos, formas, colores,
los más importantes del mundo (como lo evidencia el gran número de estu- olores y texturas, esencialmente carentes de sentido hasta que la mente huma-
diantes
antes extrani
extranjeros que confluyen en ellos). 4 Los programas de introducción na les impone cierto orden La capacidad de abstracción -para descubrir pa-
universitaria de los colegios secundarios, que preparan a los alumnos para el trones y significados- es, naturalmente, la verdadera esencia del análisis
ingreso a las diferentes carreras, son igualmente excepcionales. En Japón ha simbólico, en el cual la realidad debe ser simplificada de modo que pueda ser
sido al revés: las deficiencias de las universidades japonesas y el método poco comprendida y manejada de diferentes maneras El analista simbólico mane-
alentador ofrecido por los colegios secundarios es ampliamente conocido. El ja ecuaciones, fórmulas, analogías, modelos~onstrucciones, categorías y
mayor éxito de los japoneses en materia educativa ha sido el hecho de asegu- metáforas, a fin de crear las oportunidades para re interpretar, y luego reorga-
rar que incluso sus alumnos menos dotados logren un nivel relativamente alto nizar, el caos de información que ya gira en torno de nosotros. De esta mane-
de conocimientof ra, se pueden integrar y asimilar grandes cantidades de información para des-
cubrir nuevas soluciones, problemas y alternativas. Todo científico, abogado,
ingeniero, consultor, guionista o publicista busca permanentemente nuevas
maneras de representar la realidad que sean más precisas o reveladoras que
las anteriores. Sus instrumentos pueden variar, pero los procesos para organi-
zar esos datos elementales en una propuesta original y factible son casi los mis-
mos.
III Para la mayoría de los jóvenes en todo el mundo, la educación formal
significa exactamente lo contrario a aprender. En vez de desarrollar ideas, es-
tas les son impuestas. Todo lo que debe ser aprendido se inscribe dentro de
El contenido básico del programa de formación analítico-simbólica por programas, clases y libros de textos. La realidad ya ha sido simplificada; el su-
lo general no se aborda abiertamente en las reuniones de la Asociación de Pa- miso estudiante sólo tiene que registrarla en la memoria. Se parte del princi-
dres y Maestros (PTA), ni se publica en las universidades. Sin embargo, los pio de que un proceso educativo eficiente debe impartir conocimientos como
maestros, profesores y padres comprenden implícitamente sus características una fábrica eficiente ensambla las partes en una línea de montaje. M.ásallá de
y propósitos. los conocimientos que se vayan a comunicar, se supone que es responsabilidad
Desde luego los futuros analistas simbólicos aprenden a leer, a escribir del otro interpretar y dar sentido a todo el cúmulo de datos, hechos y sensa-
y a hacer cálculos, pero estas habilidades básicas se desarrollan y enfocan de ciones que giran en torno de nosotros. Este concepto sólo consigue retrasar la
una manera particular. A menudo deben acumular una gran cantidad de da- habilidad de los estudiantes para prosperar en un mundo rebosante de posibi-
lidades.
No obstante, los estudiantes norteamericanos más afortunados suelen
4 En realida~ la educa~n universitaria es una de las pocas industrias que quedan en la cual los
Es~dos U~~ mantienen ~n b~ance comercialpositivo. Como catedratico.jo constantemen-
salvarse de estos' métodos de "ingestión de información". En los cursos más
t~ expo~o mIS.clasesy senunanos al resto del mundo en virtud del hecho de que más de un ter-
CIO de mISestudiantes graduados son extranjeros.
5 Consultar The Jt1{K1mSe Educational Owllmge, de M. White. Nueva York: Free Press 1987 o 6 Más información acerca de estas habilidadesy de cómo la educación fonnal puede mejorarlas, se
Japan's High Schools. Univ. de California. ' , puede encontrar al final de este libro en "Fuentes adicionalesde consulta".

228 229
avanzados de las mejores escuelas y colegios secundarios de los Estados Uni- básico, el analista simbólico puede agregar un valor significativo. El descubri-
dos, así como en los laboratorios y talleres de las mejores universidades, el miento de los plásticos biodegradables ha eliminado muchos de los problemas
programa de estudios es fluido e interactivo. En lugar de poner el acento en la ue planteaba el planeamiento de los cinturones sanitarios alrededor de .las
transmisión de la información, se promueve el discernimiento y la interpreta- ~iudades; una terminal computarizada para el hogar puede resolver los miles
ción. Se le enseña al estudiante a "profundizar" en la información -a plantear- de problemas que plantean las ~oras ~unta. de tráfico.
se por qué se han seleccionado ciertos hechos, por qué se piensa que son im- ~a educaci6n de los anahst.as simbólicos p~ne el acento sobre el pensa-
porta.ntes, cómo deben ~er interpretados y cómo se pueden refutar. I§.! miento sistémico. Antes que explicar a los estudiantes c6mo resolver un pro-
estudiante aprende a analizar la realidad desde distintos ángulos, bajo dife- blema que se les presenta, se les enseña a analizar por qué ha .s~rgido y de qué
r~ntes condiciones, lo cual le permite imaginar nuevas posibilidades y alterna- manera se relaciona con otros problemas Aprender c6mo viajar de un lugar
t~vas. s futuros analistas simbólicos aprender a ser críticos, curiosos y crea- a otro siguiendo una ruta prevista es una cosa, y conocer toda la zona de mo-
tivos. do que se pueda encontrar un atajo para ir cada vez que se desee es algo muy
diferenteJ En lugar de pensar que los problemas y sus soluciones los generan
otros (como sucedía con la producción estandarizada de alto volum~n),l~s es-
tudiantes aprenden que los problemas habitualmente se pueden redefinir, de
acuerdo con el criterio que se adopte dentro de un amplio sistema de fuerzas,
variables y efectos, y que las relaciones imprevistas y las posibles soluciones se
pueden descubrir al analizar más ampliamente la situación.'
IV

-El pensamiento sistémico intensifica la abstracción. Considerar la realidad co-


DIO un sistema de causas y efectos es una experiencia natural para una criatura que
aprende que un vaso de leche arrojado contra el piso se hará añicos derramando su
contenido sobre todo lo que le rodea, y que un hecho semejante -aunque mo-
v
mentáneamente divertido-- sin duda provocará una violenta reacción de los adultos.
Las formas más elaboradas del pensamiento sistémieo llegan menos naturalmente.
Nuestra tendencia recurrente en la vida de adultos es considerar la realidad como una \!ara saber cómo manejar las formas más ~olucionadas d~ =r= y ~n-
serie de instantáneas (fotos) estáticas -aquí un mercado, allí una.tecnología, o aquí samiento sistémico, es necesario aprender a expenment~ IUDOS mas .pequenos

pasan la mayor parte del tiempo experimentando. Sus pruebas son aleatonas y repe-
una amenaza para el ecosistema, allí un movimiento político. Las relaciones entre
titivas, pero a través de este método de tanteo desarrollan su capacidad de crear un
esos fen6menos quedan sin demostrar. La mayor parte de la educaci6n formal per-
orden en el entreverado conjunto de sensaciones, y de comprender sus causas y efec-
petúa esta tendencia errónea a separar en categorías, mostrando los hechos y las ci-
tos. Las formas más avanzadas de experimentación también generan errores, que a
fras como unidades fraccionadas de "historia", "geografía", "matemáticas" Y"biología",
menudo son causa de frustraciones, decepciones e incluso miedo. Recorrer una ciu-
como si cada una fuera distinta y estuviera desvinculada de las demás. Este puede ser
dad_desconocida por cuenta propia, en lugar de seguir las instrucciones de ~ guía
un método eficiente para transmitir un mínimo de datos, pero no para infundir cono-
turística, puede llevamos muy lejos, hasta podemos sentimos perdidos por ~ instan-
cimientos. Lo que el alumno realmente aprende es que el mundo está integrado por
te. Pero no hay mejor manera para conocer su trazado o para verla desde diferentes
elementos inconexos, que pueden ser interpretados en forma aislada.
puntos de vista Por eso los analistas simbólicos experimentan constante~ent~. El~-
Sin embargo, para descubrir nuevas oportunidades hay que ser capaz
mar6grafo de cine prueba nuevas técnicas para filmar escenas; el proyecttsta mgerue-
de _apreciar el conjunto y comprender los procesos mediante los cuales los
ro experimenta con nuevos materiales para fabricar los componentes de un motor.
componentes de la realidad se relacionan. En el mundo real, los problemas
que surgen rara vez se pueden predeterminar, o separar defmidamente. El
lLos hábitos y métodos de experimentación son decisivos en la nueva economía, don-
de las tecnologías y los mercados están en constante fluctuaci6n.J .
analista simbólico debe tratar de discernir permanentemente las principales
Pero la enseñanza más formal (tanto en los Estados Unidos como en
causas, efectos y relaciones. Lo que parece ser un simple problema fácil de re-
otras partes del mundo) tiene poco que ver co~ la ~xperimentación. ~a reco-
solver puede ser el síntoma de un problema más fundamental, que puede pre-
rrida a través de la historia, la geografía o la crencia generalmente tiene una
sentarse inesperadamente bajo una forma diferente. Al resolver el problema
231
230
ruta marcada, que comienza al inicio del libro de texto o de la serie de clases Pero en los mejores establecimientos de enseñanza, el objetivo es otro.
y finaliza con sus conclusiones. Los estudiantes casi no tienen oportunidad de En lugar del rendimiento individual y la competencia, el acento se pon~ en el
explorar el terreno por sí mismos. rendizaje en grupo. Los estudiantes aprenden a expresarse con clandad, y
Sin embargo, en los mejores cursos y escuelas de la nación y en las uni- ~:ego se explican mutuamente cómo han identificado los pr,o.blemasy encon-
versidades, el objetivo es muy diferente. En lugar de ser conducidos en una di- trado las respuestas. Aprenden a alentar y ace~tar las críticas de sus con-
rección predeterminada, los estudiantes están provistos de una serie de ele- discípulos, a pedir ayuda, a reconocer los mént~s de los .demás. Adem~,
mentos que les ayudan a encontrar su propio rumbo. Se pone el acento sobre aprenden a negociar, es decir, plantear sus propias neceSidades,. para dis-
los métodos de experimentación: conservando ciertos aspectos de la realidad cernir cuáles son las de los otros; a ver las cosas desde las perspectivas de .los.
que son constantes, mientras se varían otros para facilitar la comprensión de otros, ya encontrar respuestas de beneficio m~tuo: Esta.es una ~~eparaclón
las causas y efectos; de esta manera se indagan una serie de posibilidades y re- adecuada para la trayectoria laboral de un equipo slmbóhco-~all~lco.
sultados, y se toma nota de las analogías y diferencias relevantes. Las conjetu- Nuevamente, la postura aquí no es que las escuelas y universidades nor-
ras e intuiciones se comparan con las ideas previas. Pero lo más importante es teamericanas estén cumpliendo sus funciones debidame~te. ~o que queremos
que se les enseña a reconocer que el aprendizaje permanente es una respon- decir es más preciso: que nuestras mejores escuelas y UDlversldades.están fo~-
sabilidad propia. (Las escuelas japonesas, cabe señalar, son menos eficientes mando un grupo selecto de jóvenes profesionales con un.e~tr~n~ento bási-
en este aspecto.) co óptimo en los métodos que son esenciales para el análisis slDlbóli~o.Cuan-
do esta formación es complementada por el interés y el compromiso de los
padres, que están felices de proporcionar todo tipo de apoy~ y estímulos par.a
enriquecer la educación de sus hijos (de~de una b.u~naatencló~ de la salud, VI-
sitas a museos y salas de concierto y ocasionales Viajesal extranjero ha~ta com-
putadoras en la casa y libros), esta afortunada minoría está en inmejorables
condiciones para afrontar el mundo que les aguarda.
VI

Por último, está la capacidad de colaborar. Como ya se ha señalado, los


analistas simbólicos generalmente trabajan en equipo, compartiendo proble-
mas y soluciones e un modo algo más complejo que un simple juego de niños.
El juego de los analistas puede parecer indeterminado, pero esta es a menudo
una manera de detectar los problemas y las soluciones que no se pueden co-
nocer por anticipado. Los analistas simbólicos también pasan gran parte de su
tiempo comunicando leas -a través de disertaciones, informes, proyectos,
memorandos, planes y manuscritos- y luego tratan de lograr un consenso pa-
ra seguir adelante con el plélE.
Sin embargo, el hecho de aprender a colaborar, comunicar concep-
tos abstractos y lograr un consenso, habitualmente no se valora dentro de
la educación formal. Por el contrario, dentro de las aulas, tanto en los Es-
tados Unidos como en otras naciones, el principal objetivo es lograr un
rendimiento discreto y solitario de las tareas específicas. ¡No conversar!
¡No pasarse mensajes! ¡No ayudar a nadie! En este sentido,una vez más
lo fundamental es el rendimiento, y la supuesta importancia de evaluar la
actividad individual. Las tareas en grupo no pueden ser tan fácilmente su-
pervisadas o controladas como el trabajo individual. De esta manera es
más difícil determinar si un estudiante en particular ha asimilado el mate-
rial específico.

232 233
zonas más espeáficas, donde actúan ana1istas simbólicos "superespecializados", que
venden directamente en los mercados mundiales. Al norte y oeste de Boston desarro-
llan sus actividades los técnicos en software, especializados en escalas gráficas para
computadoras; entre Little Rock y Fayettevi1le (Arkansas) trabajan los científicos es-
pecializados en biología molecular y biotecnología; a 10largo de Park A venue en Nue-
va York, entre la calle 42 y la 59, tienen su base de operaciones los ejecutivos con ex-
periencia en el mercado financiero coreano; cerca de Minneapolis están los reductos
de los investigadores que se especializan en instrumentos y aparatos médicos; al sur
de Portland, en Oregon, los especialistas en semiconductores de vanguardia; en Irvi-
ne y Pasadena (California), los diseñadores industriales especializados en automóvi-
19 les y productos electrónicos para el consumidor, y en torno de cada universidad im-
portante, equipos de profesores, estudiantes y recién graduados que venden su
experiencia en tecnologías específicas o métodos de management.
Estas especialidades analítico-simbólicas no pueden ser fácilmente
:;:;:;:;:; ::::::::::::::::;:::::::::::::., ::;:;: ;:::;:;:;:: ;.;.;.;.;.;.; ::.; ;.;.:.:.;.: .;.;.:; ;-::::::.;.;.;.;.;.:.:::::: ' .
emuladas en otras partes del mundo. Si bien los descubrimientos específicos y
las ideas producidas por estos especialistas atraviesan el mundo en cuestión
de segundos, ~I conocimiento acumulado y compartido, sobre el cual se basan
dichas ideas, es mucho menos transmisible. Otras naciones pueden intentar,
con diferentes niveles de éxito, crear un Hollywood, un Wall Street, o un Sili-
con Valley. Pero para construir estos centros mundiales del espectáculo, las fi-
nanzas y la tecnología, hace falta más que dinero. Dichos centros representan
un complejo de instituciones y habilidades que han evolucionado a través del
tiempo. Lograr el justo equilibrio no es una tarea fácil.1
\§stas áreas hacen las veces de centros de diseño y de investigación, y
son el eje de las operaciones mundiales de la intermediación estratégica. Los
planes, proyectos, imágenes, fórmulas y estrategias que emanan de ellas pasan
a las redes mundiales, donde se suman a otros conceptos de alto valor prove-
nientes de otros centros simbólico-analíticos para producir bienes fabricados
y armados en todo el mun o. Si bien es posible resolver e identificar nuevos
La educación del analista simbólico no finaliza con la graduación. Como lo mues- problemas sin necesidad de vivir en uno de esos mismos sitios, la proximidad
tran las encuestas acerca de los ingresos en los Estados Unidos, una educación uni- ayuda. Un joven director de cine puede ganar experiencia sin haber pisado
versitaria o terciaria por lo general es necesaria, pero no suficiente, para tener éxi- Hollywood, pero puede aprender tanto y tan fácilmente estando allí.
to como analista simbólico. El aprendizaje continúa en el trabajo. Hay que tener en cuenta la importancia que tiene "aprender sobre el terreno"
Esta es la segunda razón por la cual los ana1istas simbólicos norteamericanos para el análisis simbólico. El estudiante obtiene de la educación formal los métodos
siguen destacán~ose en los mercados mundiales: en los Estados Unidos, como en y hábitos de la abstracción, del pensamiento sistémico y de la colaboración -todos los
ninguna otra nació los ana1istas simbólicos están concentrados en sectores geográfi- cuales son requisitos previos para una identificación y resolución creativa de los pro-
~ específicos d?nde ~ven, trabajan y aprenden con otros colegas consagrados al ob- blemas. De allí en adelante, el aprendizaje se hace andando. El esfuerzo por resolver
jetrvo común de Identificar y resolver problemas y estrategias Las ciudades y regio- los problemas complejos genera nuevos conocimientos y puntos de vista aplicables a
nes en torno de las cuales se han congregado, y las especialidades con las cuales esos otros problemas aun más complejos, y así sucesivamente, mientras el aprendizaje se
lugares se identifican, se valoran en todo el mundo: Los Angeles, por su música y ci-
ne; el área ~e San F~ancisco y Boston en ciencia y tecnología; Nueva York y Chicago
Entre la; estudia; preliminares acerca del desarroUo de la; centros regionales, se puede consul-
en fiDan~s mternaCl~naIes y asuntos legales; Washington, en negocios internaciona- tar Metropolis 1985, de R Yernon, Cambridge: Imprenta de la Universidad de Harvard, 1960; o
les, ~laao~es de gobierno yen la venta mundial de armas; Nueva York, por sus in- Made in New York, de M. HaU, Carnbridge: Imprenta de la Universidad de Harvard, 1950. Al fi-
nal de este libro (en Fuentes adicionales de consulta), se ofrece una lista de la; estudia; más re-
dustnas editoriales y publicitarias. Dentro de estas áreas, y en muchas otras, existen cientes.
234
235
relacionarse" como el proceso de conocer lo que está sucediendo y al mis-
consolida La at:>stracciónse ~elve más refinada; el pensamiento sistémico se desa-
mO tiempo darse a conocer.
r:0lla y profundiza; el ~pertono de técnicas de experimentación se amplía, y la ea a- ~ntro de cada área, el analista simbólico pasa de un proyecto a otro,
cidad de colaborar mejora p sumando experiencia y habilidad -de un problema de software a otro, o al
Consideremos también la importancia de la comunicación fluida :_t'
tr 1 . . . e llllonn al guión de otra película, u otra campañ~ p~blicitaria, o reest~ucturación f~an-
en e os ~Clpantes.. ~ VIStade que los problemas complejos por lo general no se ciera. 'Ocasionalmente, el proyecto siguiente es emprendido por el rmsmo
pueden d~finir por anticipado, el.h~ho de compartir constantemente los problemas equipo que trabajó en el proyecto anterior, bajo los auspicios de la misma.fIr-
y las soluciones ofrece ?U~vasposibilidades que ninguna persona podría descubrir so- ma. ~I analista simbólico puede permanecer durante años con esta organiza-
~. Dentro de las es~dades-analítico-simb6licas los conocimientos y las experien- ción, trabajando con equipos seleccionados entre el mismo grupo de socios o
~as se.comparten ampliamente. Esta participación va más allá de la esfera de acción empleados. En otros casos, puede ser independiente, pasando de una firma a
mm~diata de los equipos de trabajo, e incluye a-los anúgos, los exsocios y las relacio- otra, y de un equipo a otro, a medida que surgen los proyectos. Pero incluso
nes inf~rmal~. Sucede espontáneamente, en los almuerzos, en las reuniones sociales, con estos acuerdos temporales, es probable que los participantes de los equi-
en e~gunnasl? Esta forma de compartir es un aspecto de la relación cotidiana. Los pos hayan trabajado antes con otro, en proyectos distintos, y para firmas dife-
analis~as de slSte~ que se especializan en el diseño de gráficos por computadora, rentes. Los ingenieros y expertos en marketing que se reúnen para crear un
que VIven~ trabajan en. la misma "tecno-urbe" de Boston, aprenden informalmente nuevo software de computación bajo los auspicios de una nueva firma pueden
n~evas tácticas ~uando mtercambian relatos entre sí. Lo mismo sucede con los guio- incluir a muchos de los mismos profesionales que abordaron otro proyecto si-
mstas qu~ trabajan en Hollywood, los publicistas de Madison Avenue, los "lobbystas" milar , tres años antes y para otro emprendimiento comercial. .
de ~ashington, los operadores financieros de Chicago, los editores de Nueva York, En suma, la especialidad analítico-simbólica opera como una especie
etcetera. Cuando una tarea se fundamenta en la concepción y comunicación de ideas de gran organización informal, cuyas habilidades se combinan de cierta mane-
~bstractas, e~"trabajo:' se hac:e en cualquier momento y lugar que se comuniquen las ra para determinados proyectos, y luego se recombinan de diferente ~anera
Ideas. De allí la ventaja creatrva de la proximidad. para otros. La información se transmite rápidamente dentro de esta fluida or-
ganización ramificada. Los especialistas en computación gráfica mantienen
contactos informales entre sí, aun cuando no estén trabajando juntos, compar-
tiendo opiniones acerca de los proyectos que les parecen más prometedores y
los que pueden fracasar. Buscan información cuando un intermediario es-
tratégico ofrece financiación para un nuevo proyecto, y cuando un ingeni~r?
firma contrato para trabajar en el mismo. Inmediatamente evalúan sus pOSIbI-
II lidades para reunir el nuevo equipo, y si vale la pena intentarlo. En este cam-
po de acción altamente eficiente pero informal, los talentos y las habilidades
se desplazan continuamente hacia donde puedan agregar más valor.
Exist~n otras ventajas. El intercambio de opiniones sirve como un recurso al-
tamente efia.ente para recibir y pasar información especializada. Pone sobre aviso
ace~ca de quiénes son eficientes y utilizan mejor sus habilidades. Con estos recursos
los ~erm~diarios estratégicos pueden localizar los talentos y habilidades necesario~
para Ide~~ y r~olver problemas específicos -el abogado que planeó un tipo de
contrato similar y dio co~ una nueva cláusula de arbitraje, el analista de sistemas que
desarrolló. una manera sunple de programar una complejainteiface. Estos especialis- III
tas, del.mISmo modo, pueden descubrir más oportunidades para aplicar, y con eso
perfeccionar lo que ya saben.
El r~mor es revelador. A través del mismo, el joven analista se en- Existe otra ventaja más, derivada de la concentración de los analistas
tera de quién .ha identificado y resuelto talo cual problema, y más impor- simbólicos en determinadas áreas o ciudades. Su número y proximidad gene-
tante aun, quién está en ascenso y quién en descenso. Los guionistas no- ra un mercado local para todo tipo de servicios "en persona" especializados.
veles v~n a Hollywood, no en busca del aire puro, sino por las No por casualidad Hollywood es la base de operaciones de un gran número de
oportun.ldades para aprender los secretos del oficio y hacer los contactos profesores de canto, de instructores de es!?"ima, maestros de danza, repre-
necesarios. El lenguaje contemporáneo identifica el fenómeno de "in ter-
237
236
sen~antes a~tísti~os, 7. proveedores de materiales fotográficos, acústicos y de
equipos de iluminación, Los restaurantes de Hollywood ofrecen el ambiente gunos analistas simb.ólic?s, que ~ su v~z so~ ~eguidos po~_otros. A medida que
el grupo gana experrencia en' la IdentJficaclOn. y resolución de problema~, co-
pr?pi~io para que los directores puedan alternar con los productores, y los
mienza a agregar valor a las redes empresanales. Algunos de ellos se inde-
gurorustas puedan dar con los directores, y para que todo Hollywood se dé ci-
endizan para iniciar sus propias firmas, o bien reúnen sus habilidades para
ta allí. Existen estudios de grabación con los más modernos recursos, servicios
~mprender nuevos proyectos. Los intermediarios estratégicos, atraí~os por
de mudanzas.p~ra trasla~a~ grandes y lujosas mansiones, y agencias de alqui-
le~ de automóviles especIalIzadas en modelos clásicos y antiguos, así como en sta creciente concentración de habilidades, traen problemas aun mas com-
lujosas /imousines. Servicios como estos no se pueden encontrar en Des Moi- ~lejoS, los cuales, a su vez, desarrollan las capacidades de qui~nes trabajan en
ellos. A medida que se agrega más valor a las redes empresanales, el área co-
nes; allí no hay suficiente demanda para ellos. Pero la oferta en Hollywood ha
mienza a adquirir prestigio internacional por las habilidades y conocimientos
creado una mayor demanda. Hollywood ha llegado a ser aun más atractiva pa-
ra los analistas simbólicos especializados en actividades que requieren de ta- xclusivos de los analistas simbólicos que allí trabajan, lo cual atrae más talen-
les servicios. tos de otras partes del país (e incluso del mundo). Mientras tanto, los servicios
especializados se hacen accesibles, haciendo.del área un lu~~r aun más atrac-
También son importantes las entidades públicas que están cerca de las áreas
tivo. Este modelo, o uno similar, ha caractenzado la evolución de los centros
simbó.lico-:malíticas, ~mo los centros de convenciones, los centros de investigación,
las universidades nacionales y los aeropuertos. Los centros de convenciones permi- internacionales de tecnología, finanzas, publicidad, música y cinematografía,
ten a los analistas simbólicos encontrarse y reunirse en gran número para las confe- televisión ediciones y diseño automovilístico, entre muchos otros.
rencias, las exposiciones y los congresos internacionales. Los centros de investigación Desde luego, este modelo evolutivo no es infalible. Muchas nuevas áre-
~n ~nveruentemente accesibles, y facilitan un espacio apropiado y a bajo coste a los as no han logrado establecer lazos con los centros mundiales. El proceso es
Ulvest.Igadores,que de esta manera pueden estar en proximidad unos de otros. Las gradual, complejo, y depende de la inter~cci~n. pública.y. privada. De allí la di-
tmiversidad.es ofrecen permanentemente una pléyade de calificados y brillantes gra- ficultad de intentar emular estas áreas simbólico-analíticas para empezar de
duados ansIOSOSde trabajar con sueldos iniciales bajos por la oportunidad de obte- la nada en otros lugares del mundo.
ner experiencia, en la esperanza de lograr una mayor remuneración más adelante. Aun cuando un área surja como un centro mundial, no hay garantías d~ que
Los aeropuertos internacionaJes proporcionan un acceso directo al resto del mundo. lo siga siendo. El éxito, de hecho, puede contribuir a la cons~cuente decadenc~. El
Tan importantes son estas facilidades, en especial las tmiversidades y los ae- área puede negar a estar demasiado congesti?na~ con~ada, o ser demasIad~
cara para atraer a los jóvenes y talentosos anaJistas simbólicos que una vez congrego.
ropuertos, que su proximidad estimula los esfuerzos colectivos de los analistas
simbólicos, incluso en un árido desierto o en una gélida tundra. Con una tmiversidad Sobre esa base se fundamentan las eternas predicciones del inminente ocaso de ~o-
llywood, Silicon Valley, o del circuito financiero de Manhattan. Po.r otra parte, la m-
prestigiosa y un aeropuerto internacional se combinan los rudimentos básicos del
análisis simbólico: cerebros y rápido acceso al resto del mundo? tensidad y la velocidad de las comunicaciones dentro del área también pueden hacer-
la peligrar. Las energías de los analistas simbólicos pueden desviarse muy fácilmente
de la innovación permanente a la moda del momento. No es extr~o, dentro de estas
comunidades estrechamente vinculadas, que los secretos comerciales se revele~ que
se intercambien datos, o que los empleados fiables se vayan con el co~petIdor,
llevándose consigo los clientes. Estas travesuras generan litigios y represalias. Tam-
poco es infrecuente que los centros simbólico-analíticos sean escenario de demandas
IV y contra demandas, recriminaciones, e interminables rencore~ y ~~utas. .'
A pesar de estas tendencias regresivas, las áreas slmbohco-a.nahttcas de
los Estados Unidos siguen siendo, en su mayor parte, maravillosa~ente
adaptables. Dentro de ellas, los analistas simbólicos continúan perfeccionan-
Aun así las áreas analítico-simbólicas evolucionan. El estímulo inicial
puede ser la proximidad de algunas de esas entidades públicas, junto con la do sus habilidades para identificar y resolver problemas co~ceptuales c:ada vez
presencia de algunos talentos creativos. Este prometedor escenario atrae a al- más desafiantes. Desde luego, la competencia de los analista~ ext~anJeros se
ha intensificado. Pero sin un acceso directo a estas grandes y dinámicas comu-
2 Consultar, al respecto,. "Universities and Regional Pattems of Commercial Innovation", de A. nidades de aprendizaje, los de fuera están en seria desventaja.
Jaffe, pub!. en RE! Rcview, Case Westem Reserve University, setiembre de 1989; y "Frorn Back-
water to Powernouse: Stanford Engineering and Silicon Valley", de S. W. Leslie, Stanford, mar-
zo de 1990.

238
239
20

En la historia de una nación, pocas ideas son más peligrosas que las buenas so-
luciones a los problemas equivocados. Son innumerables las propuestas para
mejorar la rentabilidad de las compañías norteamericanas, mientras se difun-
den cada vez más las panaceas para los males que aquejan a la industria de Es-
tados Unidos. Los políticos y eruditos hablan abiertamente de "rehacer" o "re-
construir" la empresa norteamericana, como si fuera un automóvil
destartalado, que necesitara una cuidadosa puesta a punto. Otros proponen
planes para recuperar la ventaja competitiva y revitalizar la economía norte-
americana. Muchas de esas ideas son acertadas. Algunas son absurdas. Pero
todas conllevan un pensamiento residual acerca de qué es exactamente lo que
se debe rehacer, recomenzar, recuperar o revitalizar. Todas parten del princi-
pio de una economía centrada en las grandes compañías norteamericanas e in-
cluyen a las principales industrias del país, en otras palabras, la economía na-
cional de mediados de siglo, que controlaba fácilmente lo que entonces
representaba el mundo de los negocios. Pero como ya hemos visto, esta ima-

243
gen no tiene la más mínima afinidad con la economía mundial de fines de si-
tos de los individuos. La ubicua e incontrolable ley de la oferta y la demanda
glo, en la cual el dinero y la información se mueven casi sin esfuerzo, a través
ya no respeta las fronteras nacional:s: En esta nu.eva economía mun~ial, los
de las redes mundiales de empresas. Ya no tiene sentido algo semejante a una analistas simbólicos ocupan una posición predominante, En este sentido, los
compañía o una industria norteamericana. La economía norteamericana no es
analistas norteamericanos sacan ventaja. El nivel de las universidades yacade-
más que una región de la economía mundial, si bien todavía es una región re-
mias de Estados Unidosno ha sido superado; sus mejores escuelas y colegios
lativamente próspera. Desde este punto de vista, pareciera que todas las enti-
secundarios están entre los más acreditados del mundo; ninguna otra ~a~ión
dades que se pretenden revitalizar están rápidamente dejando de existir. proporciona el mismo entrenamiento laboral dentro de las ~reas especializa-
Los funcionarios encargados de manejar las políticas fiscales y moneta- das en cada tipo de análisis simbólico. En esto los norteamencanos se pueden
rias desde los puestos de avanzada en Washington, Tokio y Bonn han interpre-
sentir orgullosos.
tado la nueva realidad. Saben que~ política macroeconómica no puede s:r Sin embargo, para las otras dos grandes categorías de trabajadores, la
invocada unilateralmente, sin tener en cuenta las reservas que se pueden abnr ley de la oferta y la demanda no presagia n~da bueno. Los empleados de la
paso dentro o fuera de la nació~La cooperación en este sentido es fundamen- producción de rutina, enfrentados a un creciente y vasto m~rcado I~boral no
tal, simplemente porque ya no existen las economías separadas. Si las tasas de especializado o semiespecializado a nivel mundial,. v~n reducidos sus. I~gresos,
interés suben en Alemania, el dinero se desplazará de allí a ~ados Unidos o mientras los puestos de trabajo escasean. Los seTVICIOS personales, .Sl~Ien. han
a Japón -a no ser, naturalmente, que estos últimos también suban sus tasas de estado al amparo de la competencia directa, sufren sus co~secuenclas mdlT~c-
interés. También los funcionarios latinoamericanos han comprendido que el tas y se encuentran en una situación cada vez más precaria. Una contracción
dinero puede escurrirse instantáneamente hacia regiones del mundo más es- del mercado laboral dentro de las fronteras de Estados Unidos puede aliviar
tables, en las cuales los rendimientos son más altos y más predecibles, sin en- algo la situación en el futuro, pero la competencia de los t.rabajadores prove-
redarse en ningún esfuerzo para pagar una deuda nacional. Y los líderes del nientes de la producción, de los inmigrantes y de las máquinas que remplazan
este europeo, China y Arkansas, entre muchos otros lugares, han aceptado el al hombre, puede contrarrestar el beneficio. Básicamente-como resulta~o de
hecho inevitable de que los capitalistas acudan a ellos, no por un impulso ca- esta tendencia, los ingresos de los norteamericanos (~í co~o los de los c~uda-
ritativo, sino simplemente por codicia; por eso, los funcionarios de esas regio- danos de muchas otras naciones) han comenzado a diferenciarse. De aqui sur-
nes tratan de hacer de las mismas un medio acogedora mente remunerativo. ge el desafío: mejorar los niveles de vida de la mayoría de 'la .población,
Las consecuencias de esta transformación en el ámbito laboral no han ocupándose ahora de las dos categorías postergadas, que han perdido terreno
sido tan bien comprendidas.Ílvíás allá de la rentabilidad o de la participación
en la economía mundial.
en el mercado de las compañías de una nación, el éxito económico de la mis-
ma (o más precisamente, de la región de la economía mundial determinada
por las fronteras políticas de esa nación) debe ser considerado de acuerdo con
la calidad de vida de sus ciudadanos, y con la posibilidad de mantenerla y me-
jorarla en el futurof
Desde luegO: la calidad de vida abarca más que el nivel del poder ad-
quisitivo de la población. Aire yaguas no contaminadas, seguridad personal y II
una vista agradable son aspectos de la calidad de vida a los cuales los indivi-
duos más sensibles atribuyen un considerable valor, si bien algunos pueblos y
algunas culturas pueden estar más dispuestos que otros a sacrificar estos as-
El problema no es imposible de solucio~ar. ~n. realid~~, se conocen
-pectos intangibles por las ganancias materiales. Esto es particularmente cier- bien las posibles soluciones. Pero encontrar la dISpOSICiónpolítica para efec-
to cuando la alternativa es el hambre. Por eso, con más frecuencia, los dos as-
tuarlas plantea un desafío considerablemente mayor.
pectos del bienestar están asociados. Los más pobres del mundo, que carecen Una respuesta es compensar las tendencias polariz~da~ de la nueva
de los más mínimos recursos, a menudo también soportan ambientes sórdidos economía mundial a través de un verdaderamente progresivo Ir.»pues.to so-
e inseguros; los más ricos, que poseen una abundancia de recursos tangibles,
bre los réditos junto con la limitación de las numerosas exenciones unpo-
también disfrutan de algunos de los ambientes más placenteros y seguros del
sitivas. (Un se~io fallo de la ley, que hace crecer I~s .dinastías familiares,
mundo. es que no cobra impuestos a las ganancias no percI~ldas al momento del
Cada vez más, la capacidad de manejar ambos recursos está determina- fallecimiento, lo cual permite a los hijos h:redar actlv~s cuyo valor puede
da por el valor que la economía mundial asigna a las habilidades y conocimien- haber aumentado en vida de sus padres, SIDhaber tenido que pagar nun-
244 245
ea el impuesto sobre la ganancia. Otro fallo: las deducciones sobre los in- do niño razonablemente talentoso pueda llegar a ser un ana lista simbólico, sin
tereses hipotecarios, suficientemente amplias para financiar los más sun- onsiderar los ingresos de su familia, ni su razat Esta es la atracara de la mo-
tuosos inmuebles. Un tercer fallo: los bajos y fácilmente evitados impues- ceda de la economía internacionalizada. Ao.ferencia de la vieja economía,
tos sobre los bienes raíces y do naciones.) Jerárquica y algo aislada, de Estad~s Unidos, cuyos puestos ejecutivos estaba~
Hubo momentos en la historia de nuestra nación en los que la idea de ecesariamente limitados a la cantidad de puestos de mano de obra subordi-
un impuesto progresivo sobre las ganancias no se consideraba una medida nados a ellos, la economía mundial no impone límites sobre la cantidad de
particularmente radical. En 1917, en vísperas de la Primera Guerra Mundial, norteamericanos que pueden vender su servicio analític?-simb?lic~ en el
el presidente Woodrow Wilson propuso -y el Congreso aprobó- un régimen mundo. En principio, todos los trabajadores de la producción rutmana pue-
impositivo abruptamente progresivo, con un porcentaje máximo sobre los in- den convertirse en analistas simbólicos y derivar sus antiguas tareas hacia el
gresos individuales del 83 por ciento. El tope máximo disminuyó en forma pro- exterior, a las naciones en vías de desarrollo. La de.manda m~ndial de .analis-
nunciada durante la década de los veinte, pero en 1935 se sustituyó por el 79 tas simbólicos ha crecido tan aceleradamente que, incluso bajo estas circuns-
por ciento, aplicándose un impuesto sobre los bienes heredados. Incluso en- tancias, los salarios reales todavía pueden mostrar una tendencia ascendente.
tonces hubo pretextos para eludir el pago, pero el porcentaje efectivo aplica- Desde luego, en la práctica, la tarea de transformar la mayor parte de
do sobre los contribuyentes más acaudalados todavía estaba en el nivel del 50 la masa trabajadora norteamericana en analistas simbólicos puede result~r
por ciento. Cuando Franklin D. Roosevelt dijo que ningún norteamericano arriesgada. Eso requeriría una intervención oportuna para asegurar la nutn-
podía ser capaz de quedarse con más de 25.000 dólares ganados (el equivalen- ción y el buen estado de salud de los más pequeños para inscribirlo~ luego en
te de 200.000 dólares en 1990), nadie lo acusó de haber perdido el juicio, o de programas preescolares. Y ni siquiera los más dotados podrían aspirar ~ esos
renunciar a su futuro político. Con todo, los impuestos progresivos fueron per- puestos, a noser que la nación contara con excelentes escuelas ~~ cada c~u~ad
diendo vigencia gradualmente por las evasiones y las exenciones especiales, y y región, y ampliara el respaldo financiero a los jóvenes que q~sler~ aS~~lfa
por el efecto inflacionista de la nivelación de las categorías (que lentamente la universidad. Por otra parte, contar con una reserva de analistas simbólicos
ubicaron los ingresos de los trabajadores en categorías impositivas más altas), dentro de la nación requeriría importantes inversiones adicionales en l~s ~-
hasta quedar casi anulados con las "reformas" impositivas de fmes de los años versidades, en los centros de investigación, aeropuertos y otras orgamzacro-
setenta y ochenta. Mientras tanto, las aportaciones salariales a la Seguridad nes, que facilitarían la tarea de los analistas simbólicos. Fina~ente, par~ ase-
Social subieron lentamente, como los impuestos estatales y locales, los im- gurarse de que los analistas norteamericanos reciban suficiente
puestos sobre la propieda:d, el impuesto al consumidor y el porcentual del go- entrenamiento laboral, el gobierno tendría que persuadir a las empresas mun-
bierno en las loterías, los cuales sacaban porcentajes mayores de los recibos diales (de cualquier nacionalidad adoptiva) para que firmen contratos.con los
de sueldo de los pobres que del ingreso de los ricos. norteamericanos, con el fin de identificar y resolver problemas complejos. Por
Hoy, la idea de impuestos progresivos suena un poco extraña en Esta- demasiado ambiciosas que puedan parecer estas iniciativas, muchas otras so-
dos Unidos, si bien muchas otras naciones industrializadas continúan consi- ciedades las están poniendo en práctica: Japón, Carea del Sur, Sing~~ur y
derándola como un recurso viable para moderar la desigualdad de ingresos. unos cuantos países de Europa Occidental se han embarcado en ~blCIOSOS
En 1990, la tasa del impuesto sobre las ganancias de nuestros más ricos ciuda- programas educativos, de investigación, infraestructur~ y ent~ena~ento labo-
danos era la más baja de todas las naciones industrializadas.1 Desde luego, un ral , todos destinados a desarrollar sus reservas de analistas Simbólicos.
impuesto progresivo sobre las ganancias no es una panacea para la amplia dis-
paridad de ingresos implantada por la nueva división del trabajo, pero al me-
nos puede mejorar la tendencia. La estrategia contraria -asignar un bajo im-
puesto marginal sobre los ingresos más altos y un creciente aporte a la
Seguridad Social, impuestos a la venta, al consumidor, a la propiedad y las lo-
terías- nos lleva exactamente en la dirección opuesta.
\Jlna segunda alternativa para reducir esta amplia brecha es tomar las III
medidas necesarias contra las rigideces de las categorías, y garantizar que to-

Incluso bajo estas condiciones optimistas es difícil que haya. un cr~ci-


Datos recogidos en 1990 por Citizen forTax Justice. Hay que tener en cuenta que otras naciones
también aplican el impuesto sobre las ventas y la propiedad, de modo que no carece de am- miento radical en la cantidad de norteamericanos que lleguen a ser investiga-
bigüedad el hecho de que el régimen impositivo de Estados Unidos sea el más retrógrado. dores científicos, ingenieros de proyecto, consultores de management, espe-

246 247
cialistas
.. en marketing y publicidad, directores de cine ' editores , analist as d e previos para llegar a ser miembros independientes y productivos de la so-
sistemas, escrrtores, arquitectos, o -aun cuando el mundo realmente necesita ciedad. Sus necesidades no admiten simples paliativos, pero al menos se
de ellos- asesores fi?ancieros y legales. Por lo tanto, se requieren otras medi- pueden sacar cuatro esperanzadas conclusiones de la serie de estudios
das. U?~ p~ede, s.er incrementar el número de individuos que pueden aplicar que se han hecho hasta la fecha. La primera, que la mayoría de los progra-
el an lisl~simbólico a la producci.ón y a lo~ servicios "en persona". Por ejem- mas de entrenamiento laboral dirigidos a este grupo han sido efectivos, en
plo, es evidente que el acces~ a la lDfo~~aclón computarizada puede enrique- el limitado sentido de que es más probable que la gente que los siguió con-
cer los puestos de producción, permitiendo a los trabajadores modificar el siga empleo, que los que no los siguieron. En segundo lugar, es mucho más
cons~~o de materia prima y componentes, de manera que generen nuevos probable que las madres solteras de escasos recursos terminen el progra-
rendl~Il1entos.Estos tra?~jadores capacitados en el manejo de computadoras ma de entrenamiento y obtengan un puesto debidamente remunerado si
ten~n~n más responsabiii&ades y control sobre cómo organizar la producción. tienen acceso a una guardería infantil gratuita mientras se entrenan. Ter-
Dejarían de ser trabajadores de "rutina" para transformarse efectivamente en cero, antes de ~uedan conseguir un buen empleo, los que han tenido
analistas simbólicos, en estrecha relación con el proceso de producción.é menos ry~ necesitan seguir cursos de lectura, escritura y matemáti-
Desde luego, como millones de trabajadores de la producción en otras ca. Finalmente, los niños de escasos recursos pueden rendir más en la es-
p.artes del mundo están tratando de aprender los mismos métodos de produc- cuela -y es posible que consigan más tarde un empleo- si se inscriben en
ción avanzada, los empleados norteamericanos tendrían que hacer frente a un programa preescolar intensivo, antes de ingresar en el jardín de infan-
una enor~,e co~~etencia de los e~ranjeros, dispuestos a trabajar incluso por tes.'* No está más allá de nuestras posibilidades -ni de las de ellos- como
una fracción rmnima de sus salarios. Aun así, este entrenamiento adicional miembros de la sociedad llevar una vida plena y productiva.
podría retrasar la pérdida de esos puestos de producción o la caída de sus sa-
larios reales, pero está lejos de ser una solución para los problemas que deben
afrontar los obreros no especializados o semiespecializados ante la competen-
cia mundial.
Sin embargo, una transformación similar podría tener un efecto más
dur~dero en los servicios en persona. Por ejemplo, consideremos al empleado
de tienda, cuya computadora le permite controlar el stock y decidir cuándo
IV
hacer un nuevo pedido de mercancía a la fábrica. En lugar de remplazarlo la
computadora le permite asumir más responsabilidad, y con ello agregar más
valor. a .la empresa. ~ cantidad de puestos tecnológicamente enriquecidos Esta lista resumida de las maneras de mejorar las condiciones de los
está limitada solamente por la capacidad del empleado para áprender la técni- ciudadanos mundialmente más vulnerables no pretende ser un documento de-
ca. Esto significa que una cantidad mucho mayor de norteamericanos necesi- finitivo sobre el tema, sino más bien sugerir las políticas sobre las cuales dichas
tará tener conocimientos de matemática y ciencias básicas, además de capaci- soluciones se pueden fundamentar. No es mi intención minimizar la dificultad
dad de comunicac~ón y de interpretació~:\tor eso, la integración de la mano que significa planear y llevar a cabo esas medidas con eficacia, sino solamen-
de obra norteamencana en la nueva economía mundial descansa básicamente te mostrar que las mismas no son inescrutables, ni están más allá de nuestro
en!a educación yel entrenamiento, así como en la alimentación y la salud su- alcance. La mayor dificultad no es idear o establecer las soluciones. El desafío
ficientes para permitir ese aprendizaje.3 está en tomar la determinación política para iniciar la acción. La buena forma-
Por último -aunque no menos importantes- están los problemas de ción, el entrenamiento, la asistencia sanitaria y la infraestructura pública -ac-
la pobreza endémica, la que padecen los que carecen de los requisitos cesibles a todos los ciudadanos- tienen un coste.
El lector puede aducir con razón que "más dinero" no es una solución.
2 Evidentemente no es toda la solución. Sin duda, los métodos educativos y de
Una mano de obra así entrena~ 'puede adquirir un juicio crítico por el hecho de manejar los sis-
temas ~e la empre~. El t~baJo se vuelve más abstracto a medida que depende más de la inter- entrenamiento, la salud pública, y la construcción y mantenimiento de infraes-
pre~cl6n y ~Imanejo de la información ... Un nuevo ordenamiento de las tareas que ofrece opor- tructuras se pueden mejorar. Pero, si bien el dinero puede no ser suficiente, es
tunidades SIO p~ed:ntes para que un mayor número de empleados agreguen valor a los
productos y seMCIOS . De /11 the Age ofthe SmOTt Machille de S. Zuboff. Nueva York: Basic
Books, 1987. '
3 Se ~n efectuado numerosos estudios sobre los tipos de entrenamiento que pueden ser más con- 4 En Welfare Policies for tne 1990's, de P. Cottingham y D. EIIwood, se sintetizan los estudios sobre
veruen~ Consultar, al respecto, "Why ~erica ~ould Develop a Youth Apprenticeship los cuales se fundamentan estas conclusiones. Cambridge: Imprenta de la Universidad de Har-
System ,de R Lerman y H. Pouncy. Progressíve PoIlC)' Institute, Informe N05, marzo de 1990. vard,l989.

248 249
ciertamente un requisito previo necesario. La suposición de que ya se ha asig-
nado bastante dinero para esos fines es falsa, como 10 demostraré con más de-
talle en el próximo capítulo.
Si fueran necesarios desembolsos adicionales, Zquién los pagaría? La
mayor parte de los trabajadores norteamericanos, que ya soportan una pesa-
da carga impositiva, no pueden hacerse responsables de más altos niveles de
gasto público. Tendrían que ser subvencionados por un grupo de ciudadanos
cuyos ingresos hayan estado en ascenso: nuestros analistas simbólicos. Desde
luego, los analistas simbólicos también cargarían con el coste de cualquier mo-
dificación en el régimen impositivo introducida para redistribuir el ingreso,
reduciendo los efectos internos de la polarización de la economía internacio-
nal.
21
Esto plantea el interrogagte de hasta qué punto los ciudadanos norte-
americanos acaudalados -especialmente los analistas simbólicos, quienes, con
casi la mitad de los ingresos de la población- están dispuestos a cargar con esa
responsabilidad. Pero en esto reside la paradoja: como el destino económico
de los norteamericanos se ha separado, los ricos pueden haber perdido la an-
tigua solidaridad con los de abajo, lo que motivaba esa generosidad.
Irónicamente, mientras el resto de la nación depende cada vez más
-económicamente hablando-- del quinto de los más ricos, estos se están vol-
viendo cada vez menos dependientes de los demás. La interdependencia
económica que observó Tocqueville en el siglo XIX ha desaparecido. El quin-
to de los ricos vende su pericia en el mercado mundial y está en condiciones
de mantener y mejorar su nivel de vida y el de sus hijos, aun cuando el de los
demás norteamericanos decae. Su bienestar -el de los ricos- ya no depende
exclusiva o principalmente de la productividad, el poder adquisitivo, o las res-
tricciones salariales impuestas por los otros cuatro quintos de la población. El
ingeniero de software, vinculado con su red mundial a través de las computa-
doras, los modems y las máquinas de fax, es más posible que dependa de los
ingenieros proyectistas de Kuala Lampur, de los fabricantes de Taiwan, de los En la historia abundan los ejemplos de pueblos que desean separarse de sus
banqueros de Tokio y Bonn, y de los especialistas en marketing de París y alianzas con otros pueblos. En el siglo XIX, los estados del sur de Norteaméri-
Milán, que de los operarios de planta de una fábrica del otro sector de su ciu- ea intentaron separarse de la Unión. Unos siglos antes, Martín Lutero lideró
dad. una separación de la Santa Sede. Recientemente, los polacos, húngaros, ale-
Aun así, sin el apoyo del quinto de los ricos, sería casi imposible reunir manes del este y lituanos se han separado del imperio soviético. Staten Island
los recursos y la intención política necesarios para el cambio. -la isla situada en la desembocadura del río Hudson- pretende separarse de
la Ciudad de Nueva York. La separación también es frecuente para los profe-
sionales de la tecnología, los financieros y los abogados, quienes se desvincu-
lan de sus empresas asociadas para formar sus propias firmas. Muchas muje-
res que trabajan y son financieramente independientes pueden terminar con
matrimonios infelices o poco gratificantes. Si bien los motivos de estas separa-
ciones varían, cuando existe una razón de índole económica, generalmente es
porque ambas partes concluyen que les irá mejor por su cuenta. La unión es
innecesariamente costosa o incómoda, y los desertores ya no desean financiar
a los socios que no logran hacer su parte.

250 251
La separación no tiene por qué ser explícita. Puede no ser necesaria ner de relieve sus beneficiosos efectos para la nación. La lógica de Tocqueville del "in-
una "declaración de guerra", ni siquiera una anulación formal del contrato. Se terés propio bien entendido" prevalecía detrás de muchas de las iniciativas de la épo-
puede llevar a cabo serenamente, casi imperceptiblemente, como un matrimo- ca. Pero en los últimos años, a medida que los analistas simbólicos han llegado a de-
nio que se separa en términos amistosos. Un día, ambos despiertan ante una pender menos de 'los otros norteamericanos, la justificación tradicional
nueva realidad. Descubren que ya no son parte del mismo equipo.
aparentemente ha perdido vigencia
Algo así ha ocurrido en Estados Unidos. ~s analistas simbólicos se Consideremos la infraestructura. Muchos analistas simbólicos de Estados
han ido desvinculando del resto de la nación. La secesión ha tomado diferen- Unidos transmiten sus ideas a través de sistemas de telecomunicaciones privadas y se
tes formas, pero ba tenido lugar dentro de la misma realidad económica. Este trasladan en compañías aéreas particulares. La gran mayoría de los trabajadores de-
grupo de norteamericanos ya no depende -como antes- de la actividad penden principalmente de las autopistas, los puertos, los trenes, los autobuses y sub-
económica de los demás habitantes de Estados Unidos. En lugar de eso, los terráneos de uso común para trasladarse ellos mismos o el valor que agregan. Sin em-
analistas simbólicos están estrechamente vinculados con layedes empresaria- bargo, las Inversiones para mantener y mejorar estos últimos servicios han disminuido
les mundiales, a las cuales agregan valor en forma directa. considerablemente. En la década de los cincuenta, la nación se comprometió en el
Esta separación ocurre gradualmente, sin alarde. Para muchos analistas desarrollo de un sistema moderno de transporte. La infraestructura absorbió enton-
simbólicos (entre los que me incluyo, y quizás usted), esto ha tenido lugar sin un ea- ces más del 6 por ciento anual del presupuesto federal no militar de Estados Unidos,
nacimiento o propósito explícito. Si bien estos anaIistas proclaman su lealtad a la na- o sea casi e14 por ciento de la producción nacional bruta (PNB), que se mantuvo du-
ción con la misma sinceridad y determinación que antes, las fuentes mundiales de su rante casi toda la década de los sesenta. La inversión pública en el sistema de trans-
bienestar económico han modificado sutilmente la concepción acerca de sus funcio- porte nacional disminuyó en la década de los Setenta y se redujo aun más abrupta-
nes en la economía y sus responsabilidades en la sociedad mente en los años ochenta, hasta el punto de que la nación invertía solamente el 1,2
por ciento de su presupuesto no militar (cerca del 3 por ciento de su PNB) en el de-
sarrollo y mantenimiento de la infraestructura Lo cual ha causado una seria preocu-
pación por el deterioro de puentes y autopistas. En 1989,la Secretaría de Transpor-
te de Estados U nidos calculó que solamente para reparar los 240.000 puentes del país
se necesitaría una inversión de 50.000 millones de dólares; para reparar las autopis-
tas, 315.000 millones. Las inversiones en nuevas estructuras han disminuido más
II drásticamente, del 2,3 por ciento del PNB en 1963, a sólo e11 por ciento en 1989.1
El repliegue del gobierno federal ha sido particularmente abrupto. A fines de
la década de los ochenta, Washington invertía por año la misma cantidad de dinero
a se ha considerado una forma de separación: la disminución de las obliga- en infraestructura (en moneda constante) que la que babía invertido treinta años an-
ciones impositivas para los analistas simbólicos y el aumento de las mismas (incluyen- tes, aun cuando la producción nacional bruta había crecido el 144 por ciento en ese
do los aportes a Seguridad Social, los impuestos sobre las ventas, la propiedad inmue- intervalo. Las inversiones de capital disminuyeron del 24 por ciento del total de gas-
ble y las loterías) para los norteamericanos de más bajos ingresos. Junto con este tos federales en 1960 a menos del 11 por ciento en 1991.2 Y la mayor parte de lo que
cambio en el régimen tributario, el gobierno resuelve retirar sus aportaciones a los el gobierno federal ha acordado en los últimos años se destinó a los centros de con-
programas que podrían baber hecho más productivos a las cuatro quintas partes me- venciones, administrativos y de investigaciones, y a otros servicios utilizados mayor-
nos favorecidas de la población. mente por los anaIistas simbólicos.
Los dos fenómenos -el traspaso de las obligaciones impositivas de los La inversión en la educación pública elemental y secundaria ha tenido una tra-
más ricos a los más pobres y el retiro de los fondos públicos- desde luego, yectoria similar. Muchos políticos y dirigentes empresariales (y numerosos ciudada-
están relacionados, puesto que los más pobres no pueden permitirse pagar nos comunes) están dispuestos a afirmar que la crisis en la educación pública no tie-
más impuestos para subvencionar los programas públicos, aun cuando estos ne nada que ver con la falta de inversión pública. Uno de los fundamentos de su
programas pueden mejorar sus ingresos a largo plazo; La rebelión impositiva
de los norteamericanos de bajos y medianos ingresos, cuyas ganancias reales
Datos de la Secretaria de Comercio de los EE.UU. Consultar "Capital Subsidies and the Infras-
han disminuido lentamente, es lo único que se puede esperar mientras las mo- tructure Crisis", de B. Crornwell, publ. en Economic Review, Federal Reserve Bank de Cleveland,
dificaciones en el régimen sigan la misma dirección. 1989.
2 arras de "15Public Expenditure Productive?", de D. Aschauer, publ. enJoumal of MonetaryE.co-
En los primeros años de la postguerra, la inversión pública en educación, en- nomics, marzo de 1989; y "Productivity and Public Investment", New Engiand Economic Revicw,
trenamiento, autopistas y "otras mejoras" estaba justificada para los más ricos, al po- enero/febrero 1990.

252 253
argumento -que hay muchas maneras de mejorar la escuela pública que no requie- beneficiaban con las menores opciones para las mujeres, en cuanto a carreras que no
ren de grandes inversiones del gobierno- es, sin duda, correcto. Depositar la respon- fueran la docencia. Pero hacia fines de la década de los ochenta, estas condiciones
sabilidad de lo que se enseña y cómo se enseña en los padres y maestros, al margen cambiaron. Las mujeres capaces (y los hombres) tenían una más amplia gama de op-
de la burocracia educativa, es una de las medidas propuestas (similar al traspaso de ciones laborales. La ley de la oferta y la demanda alcanzaba a las escuelas y colegios.
responsabilidad dentro de las empresas, de las jerarquías -en la producción de alto Si era necesario atraer gente talentosa para trabajar en la docencia, los maestros
volumen-a las redes de alto valor). atraes dar a los padres cierta opción sobre la es- tenían que ser debidamente remunerados. Pero el promedio de los sueldos docentes
cuela a la cual asisten sus hijos (siempre que los niños de menos recursos, cuyos pa- en 1m (ajustados a la inflación) era sólo un 4 por ciento más alto que en 1970,cuan-
dres es menos probable que estén en condiciones de elegir, no queden relegados a las do las opciones profesionales eran mucho más limitadas.
peores escuelas). Pero para aducir que este tipo de reformas bastarían hay que ser Por último es necesario señalar que las cifras promedio sobre la inver-
menos que ingenuo. Para contar con clases más reducidas y atraer maestros y profe- sión por alumno en Estados Unidos encubren la creciente disparidad entre los
sores más calificados, también ace falta más dinero? estados y entre los distritos escolares. Durante la década de los ochenta, las
La inversión pública (ajustada a la inflación) en la educación primaria y secun- aportaciones federales para la educación elemental y secundaria bajaron un
daria, por estudiante, ha aumentado desde mediados de la década de los setenta, pe- tercio. Los estados y los distritos se hicieron cargo de la diferencia, pero para
ro no tan apreciablemente como ocurrió durante los quince años anteriores. Entre algunos de ellos la responsabilidad fue particularmente agobiante. Si bien las
1959 y comienzos de los años setenta, la inversión anual por estudiante creció a un rit- inversiones por alumno aumentaron en los estados y distritos más prósperos,
mo del 4,7 por ciento en términos reales, un punto por encima del porcentaje de au- otros con menos recursos -ya comprometidos en otros problemas sociales
mento del producto bruto por persona. Desde 1975, el desembolso anual por alum- difíciles de manejar- apenas estaban en condiciones de subvencionar incluso
no continuó aumentando cerca de un 1 por ciento más que la tasa de crecimiento del la educación pública más elemental. Sobre este tema volveré más adelante en
PNB por persona. No obstante, hay muchos motivos para creer que los awnentos más otro capítulo.
recientes son inadecuados. En primer lugar está la medida comparativa de lo que Mientras tanto, incluso las guarderías infantiles -que llegaron a ser un
otras naciones invierten en esta misma área Hacia fines de la década de los ochenta, servicio de rigor para los hijos de los analistas simb6licos- aseguradas por los
las inversiones norteamericanas por alumno (ajustadas a las tasas de cambio vigentes fondos públicos para la educación preescolar de los niños de bajos recursos,
en 1988) estaban por debajo de las inversiones análogas en otras ocho naciones: Sue- disminuyeron apreciablemente. En 1989, menos de un quinto de los níños po-
cia, Noruega, Japón, Dinamarca, Austria, Alemania Occidental, Canadá y Suiza.4 bres entre tres y cuatro años podían participar en el Head Start, un programa
Al margen de las comparaciones, la demanda de educación pública en Esta- preescolar que costaba aproximadamente 4.000 dólares por niño, y cuyos
dos Unidos ha aumentado significativamente durante los últimos quince años debido asistentes tenían más posibilidades de obtener un título secundario, inscribir-
al creciente número de divorcios, familias de padres solteros, inmigrantes (tanto le- se en la universidad y encontrar un empleo que los niños no anotados en el
gales como ilegales) y niños de escasos recursos. También está el hecho inobjetable programaf En cambio, dos de cada tres niños de cuatro años, cuyas familias
de que los individuos instruidos ya no se sienten atraídos por la enseñanza tan fácil- ganaban más de 35.000 dólares anuales, asistían a establecimientos preesco-
mente como ocurría dos décadas atrás. Las generaciones anteriores de escolares se lares.6 (El gobierno de Bush propuso aumentar los fondos para permitir que
más niños participen en el Head Start. Esta es una medida propiciatoria, pe-
ro aun con su ayuda el ~rograma sólo va a dar cabida a menos de un tercio de
3 El argumento de las clases más reducidas y los maestros más cualificados que pueden permitir todos los niños aptos.)
una mejor educación es una de las pocas propuestas sobre la cual la mayoría de los investigado-
res coinciden. Consultar "Does School Quality Matter? Returns to Education and the Characte- También debido a las reducciones presupuestarias del gobierno, mu-
ristics of Public Schools in the U .S.", de O. Cord y A. Krueger, National Bureau of Economic Re- chos jóvenes capaces en Estados U nidos ya no reciben la subvención federal,
seareh, Documento de trabajo N0 3358, ma}Q de 1990. También se puede consultar "School
que era su única esperanza de acceder a una formación universitaria. Las
Reform, School Size, and Student Achievement", Economic Review, Federal Reserve Bank de
Cleveland, vol. 26, N° 2, junio de 1990.
4 Las comparaciones internacionales son arriesgadas, no sólo por las diferencias en las estimacio-
nes utilizadas por las diferentes naciones, sino además porque las distintas sociedades pueden te- 5 Con referencia al programa Head SIi1I1, consultar "The Lasting Effects After Preschool", de R
ner objetivos diferentes con respecto a sus sistemas educativos. Si se utiliza el tipo de cambio Vi- Oarlington e 1. Lazar, U.S. Department of Health and Human Services, Washington O.c.: Talle-
gente en 1985 -cuando el dólar estaba en=u nto culminante en comparación con las monedas res Gráficos del Gobierno, 1979.
de otras naciones industrializadas- Esta . os ocupaba el cuarto lugar, pero esta compara- 6 Datos de Children's Defense Fund, Washington, O,c.
ción obviamente está distorsionada por la cotiza 'ón anormal del dólar en ese momento. Consul- 7 Donde los programas preescolares para niños de bajos recursos han tenido más maestros y tra-
tar, al respecto, Digest 01 Educational Statisucs. Ministerio de Educación de los EE.UU. (Natio- bajadores sociales, los niños han mostrado mayores progresos que en el Head Sean. Consultar
nal Center~or Education Statistics, Washington,I~.) O bien, "Shortchanging Education: How "Evaluation of New York City Project Giant Step", Apt Associates. Cambridge, abril 1990. Con-
U.S. Spendmgon Grades K-12 Lags Behind Other'Índustrialized Nations", de M. Rasell YL Mis- sultar, además, "Preschool Program in New York City is Reported to Suprass Head Start", de A
hel, Economic Policy Institute, enero de 1990. S. Wells, The New Yorlc Times, 16 de mayo de 1990, pág. B7.

254 255
cuotas y matrículas en las universidades públicas y privadas aumentaron en los colegios secundarios. En las industrias de alta tecnología, la formación pa-
promedio un 26 por ciento (ajustado a la inflación) durante la década de los ra los empleados con títulos de posgrado es dos veces más probable que para
.
los "simp Ies" gra d ua d os uníversrtarios.
. . . 12 E n consecuencia,. e 1 entrenamiento
.
ochenta, mientras los ingresos de las familias norteamericanas de clase me-
dia y baja bajaron. Sin embargo, en lugar de acortar la creciente brecha, el por lo general se brinda a aquellos que lo necesitan menos.
gobierno contribuyó a ensancharla. Durante la misma década, los préstamos
avalados para estudiantes de bajos recursos disminuyeron un 13 por ciento;
otro compromiso no cumplido.
En 1965 el gobierno decidió que todos los estudiantes cualificados pa-
ra seguir estudios universitarios debían tener acceso a los mismos. La ley re-
sultante, Higher Education Law, establecía un sistema de subvenciones y
préstamos avalados para s estudiantes de bajos recursos, con lo cual au-
mentó del 22 al 26 por ciento la proporción de estudiantes universitarios pro-
III
venientes de familias con ingresos medianos o más bajos. Pero en 1988, con
la reducción de las subvenciones y los préstamos, la proporción de los estu-
diantes universitarios de bajos recursos quedó por debajo del 20 por ciento'', La versión oficial de los motivos por los cuales Estados U nidos no pue-
Por primera vez en la historia de la nación, el porcentaje de la población que de invertir más dinero en infraestructura, educación y formación en el traba-
asistía a la universidad había comenzado a descender. Es menos probable jo, es que no podemos afrontar el gasto. En su discurso inaugural, George
que los hombres más jóvenes, entre veinticinco y treinta y cuatro años, hayan Bush comentó con pesar: "Tenemos más voluntad que dinero": una excusa fre-
completado sus estudios universitarios, que lo que lo habían hecho sus pre- cuente. Pero solamente un exceso de cortesía nos impediría preguntar: Zla vo-
decesores, los baby-boomers. Los altos costes de la educación habrían contri- luntad de quién? ¿El dinero de quién? Aun cuando los fondos son necesarios,
buido a la deserción de los estudiantes.9 no se pueden reasignar a otros destinos en el presupuesto federal: con seguri-
Por otra parte, los fondos públicos para formar a los trabajadores se re- dad se trata de un supuesto heroico, dada la cantidad de aviones de bombar-
dujeron en más del 50 por ciento durante la década de los ochenta, de 13.200 deo B-1 y otros exóticos armamentos que se crean para contener a los comu-
millones a 5.600 millones de dólares.10 El entrenamiento privado, cuyo coste nistas, que en su mayor parte ya no existen (como tales). Con todo, la hipótesis
las empresas deducían de sus ingresos imponibles, difícilmente habría llegado de que Estados Unidos no puede afrontar más gastos en la producividad de
a suplir la diferencia. Las compañías norteamericanas declaran que invirtie- todos sus ciudadanos sigue resultando extraño.
ron unos 30.000 millones de dólares anuales en la formación de sus emplea- En 1989, los norteamericanos tenían cerca de 3 billones y medio de
dos, pero la mayor parte de esos fondos se utilizaron en lo que eufemística- dólares para gastar, después del pago de los impuestos. Las cuatro quintas
mente se denomina "entrenamiento ejecutivo"Y Desde luego, este partes de más bajos ingresos de la población recibieron poco menos de la mi-
entrenamiento solamente es accesible para los empleados con mayores res- tad de esa suma, lo cual no les permitió consumir más que en la década ante-
ponsabilidades (y ya valiosos). Es más probable que el 50 por ciento de los for- rior; tuvieron que ajustar sus cinturones como antesY En cambio, la quinta
mados por las empresas sean graduados universitarios y no provenientes de parte más acomodada de la población, que en su mayor parte comprende a los
analistas simbólicos, recibió el resto (cerca de un billón setecientos cincuenta
y cinco mil millones); más que las otras cuatro quintas partes juntas. Por con-
8 Datos del programa American Higher Education Research, Consejo de Educación de EE.UU., siguiente, los analistas simbólicos mejoraron aun más su nivel de vida. Recor-
1989. Consultar, además, "Oass, Color, and College: Higher Education's Role in Reinforcing the
demos que sus ingresos habían estado aumentando a razón de un 2 a 3 por
SociaJ !irarchy", Wa!hin#on Post, edición semanal, 15-21 de mayo, 1989, pág. 6.
9 Hasta 1~, da generación de norteamericanos había sido mejor formada que la generación ciento anual (y más aun si estaban entre ellO por ciento de los más remunera-
precede te. 1980, el 25 por ciento de los hombres entre 3S y 44 años habían completado sus
estudios niversitarios; en 1990, los había completado el 31 por ciento. Pero a partir de 1990, el
porcentaje dismin}Jy6: sólo el 25 por ciento había completado sus estudios. Ibídem. 12 De "Prívate Sector Training: What Are ItsEffects?" ,Informe de la Secretaría de Comercio, Rand
10 &timacion~Unprotected: Jobless Workers", del Center on Budget and PoIicy Priorities, Corp., Santa Mónica, California, 1986. '.
Washington D.C.,l989. 13 Contrariamente a la idea popularizada de que los norteamencanos a~orran muy poco y.gastan
11 Si bien el contenido preciso de este proceso es difícil de determinar, he tenido una experiencia demasiado el consumo real de las cuatro quintas partes de la población menos favorecida au-
personal que puede resultar esclarecedora. En más de una ocasión he sido contratado para en- mentó apenas un poco en la década de los ochenta. Sólo el quinto de los más ricos expe~me~tó
sellar a grupos de ejecutivos, quienes, después de dos agotadoras horas de esfuerzo intelectual, un rápido crecimiento del consumo durante esos años. Consultar Are We on a Consumption BOI-
proseguían con el programa diario de rigor: un suntuoso almuerzo seguido de una sesión de te- ge? TIw: Evidmce Recon.ridtnd, de R. Blecker. Washington: Economic PoIicy Institute, enero de
nis o golf, para terminar cori un cóctel Último y una cena en un restaurante exclusivo. 1990.

256 257
dos), aun cuando los salarios de otros norteamericanos se habían estancado o líderes conservadores) ha señalado su determinación de aplicar dichas reser-
disminuido. vas para concretar una mayor reducción impositiva y disminuir el déficit del
Si bien el término medio de los trabajadores podrían aducir con presupuesto federal, antes que destinarlas a las inversiones públicas en educa-
razón que habían estado pagando un mayor porcentaje de sus ganancias ción, formación en el trabajo e infraestructura. La lógica que justifica esta po-
en impuestos (incluyendo las aportaciones a Seguridad Social, los impues- sición (si se puede considerar "lógica"el término apropiado) exige un análisis
tos sobre las ventas y los inmuebles), la carga tributaria sobre el conjunto más detallado.
de los norteamericanos no había aumentado desde mediados de la déca-
da del sesenta. La recaudación total de impuestos llegaba en 1969 al 31,1
por ciento del produco nacional bruto, en 1979 se mantuvo, y en 1989 su-
bió al 32 por ciento. Sólo que se había trasladado el mayor peso de las
obligaciones impositivas ~ los relativamente más ricos a los relativamen-
te más pobres.
Si el régimen impositivo hubiera sido tan progresivo como lo fue en
1977, los analistas simbólicos habrían pagado aproximadamente 93.000
millones de dólares más en impuestos de lo que en realidad pagaron en
1989.14 Entre 1990 y el 2000, estarían contribuyendo con un billón de dóla-
res más. Cuando esta respetable suma se agregue al dinero que ya no se
invierta en sistemas defensivos y en ejércitos permanentes.v' rendirá casi
2 billones de dólares: un importante aporte inicial para la productividad
del resto de la población.l''
Hasta ese momento," no tengo conocimiento de que exista una co-
rriente de apoyo entre los dirigentes empresariales o políticos para au-
mentar los impuestos de la quinta parte más remunerada de la población.
El compromiso del presupuesto de 1990 representó un pequeño paso ha-
cia la progresividad, pero no un cambio significativo de actitud. En reali-
dad, la administración actual ha previsto reducir las tasas impositivas so-
bre los bienes de capital más importantes. La aparente justificación para
esta reducción -en lugar de un aumento- de los impuestos a los inverso-
res ricos (quienes poseen la mayor parte de dichos bienes de capital) es
que esa medida les alienta a invertir en nuevas empresas. Se supone que
la búsqueda de ganancias, que determina el interés propio de los indivi-
duos, va a acelerar el progreso de la economía norteamericana. Con todo,
debería lograrse una importante reserva fiscal, debido al fracaso del co-
munismo soviético y la concomitante dificultad de encontrar enemigos pe-
ligrosos contra quienes armarse. En este sentido, el gobierno (en coope-
ración con un grupo de economistas, representantes empresariales y

N. del T.: ner e~enta que el autor ha escrito este libro en 1990.

14 Estimaciones de Inequality and the Federal Budget Deficu, Washington: Citizens for Tax Justice,
marzo de 1990.
15 Si los gastos militares se hubieran reducido al 50 por ciento en la década de los noventa, las re-
servas totales para el año 2000 serían de 1 billón.
16 No he incluido el monto de las reservas actuales ni los respaldos de los prestamos porque estos
no son otra cosa que una transferencia del dinero de unos contribuyentes a otros.

258 259
errónea de que el capital nacional es eminentemente decisivo para el futuro
bienestar de una nación.
Desde este punto de vista tradicional, toda la actividad económica de una na-
ción se divide entre un sector público y un sector privado. El sector público gasta di-
nero, mientras el sector privado lo gana y lo invierte. Los inversores privados finan-
cian la investigación y el desarrollo, las fábricas y las maquinarias, a través de lo cual
la nación alcanza un nivel de vida más alto. Se supone que todo lo demás es consumo.
Desde esta perspectiva simplista se advierte, de forma cada vez más alarmante, que
el gasto del sector público debe ser restringido para no desplazar (crawdingout) a la
inversión privada, disminuyendo con eso la capacidad de la nación de recuperar lo
22 que gasta (Las cuentas de ingresos nacionales, a través de las cuales esos puntos de
vista simplistas se han perpetuado, clasifican toda la actividad del sector público co-
mo gasto, y no como inversión.) A su vez, la inversión privada es considerada princi-
palmente como el campo de acción de los ricos, quienes, a diferencia de los pobres,
están en condiciones de escoger invertir lo mismo, o más, que lo que se consume. Des-
de luego, el rico debe estar debidamente motivado para hacer esta benéfica elección,
de allí la idea de que sus obligaciones tributarias deberían ser moderadas.

II

Desde luego, estas condiciones jamás se cumplieron enteramente. In-


Por medio de una apropiada inclinación hacia la cluso hace un siglo, las inversiones del gobierno en carreteras, canales, ferro-
solidaridad, el individuo común es capaz de sentir carriles y escuelas no significaban menos inversión en el futuro que las fábri-
que tiene una suerte de participación metafísica en cas y maquinarias. Sin embargo, en los últimos años hubo una cierta tendencia
las ganancias que acumulan para la empresa hom- a considerar que el gasto del gobierno podría desplazar a la inversión privada.
bres que son ciudadanos de la misma "comunidad". Cuando el capital circulaba menos libremente a través de las fronteras nacio-
nales, era generalmente cierto que su valor en cualquier nación dependía del
THORSfEIN VEBLEN, nivel de reservas nacionales. Si los ciudadanos de una nación no lograban ha-
The Theory o/ Business Enterprise (1904) cer ahorros, o su gobierno exigía demasiados impuestos, y luego gastaba la ma-
yor parte de lo que había recaudado, solamente quedaba un pequeño fondo
'¡ de capital nacional para la inversión privada en investigación, fábricas y ma-
quinarias. Y como la oferta de capital era tan limitada, y la demanda tan inten-
Los imPue~Cóore la riqueza se deben bajar, el gasto público debe reducir- sa, los prestatarios tenían que pagar altas tasas de interés para poder utilizar-
se, y los déficit del presupuesto del gobierno se deben disminuir. Estas pro- lo. Como resultado, muchas inversiones privadas necesarias se postergaban.
puestas, tan en boga en la última década del siglo que casi se podrían calificar Esto impedía el desarrollo de la nación.
como actos de fe entre muchos políticos de los Estados Unidos y de otras na- Pero en la década de los noventa, las reservas de muchas naciones han
ciones del mundo, se justifican generalmente a través del mismo concepto tra- convergido acia un gran fondo común que se desplaza a través de las fronte-
dicional de la economía que ya hemos visto antes. Se fundamentan en la idea ras nacionales en busca de los más altos rendimientos. Consecuentemente, las

260 261
reservas de una nación pueden ser fácilmente invertidas en o~ N'o sólo han adicionales, con lo cual crean un poderoso atractivo para otras redes empre-
llegado reservas del extranjero a los Estados Unidos, sino que los capitales sariales. medida que se acumula experiencia y aumentan las habilidades, los
privados norteamericanos han comenzado a circular por todo el mundo -oca- ciudadanos de una nación agregan cada vez más valor a la economía mundial,
sionalmente confluyen en las vastas operaciones de las compañías norte- y por lo tanto están en condiciones de exigir mayores remuneraciones y mejo-
americanas internacionales, y otras veces en las empresas mayoritariamente rar su nivel de vid~
extranjeras. Las reservas de los norteamericanos más ricos ya no son "absorbi- Sin una adecuada infraestructura y habilidades, es probable que la re-
das" por las compañías nacionales, y de allí en adelante por el resto de la po- lación se revierta, produciendo un círculo vicioso, en el cual la inversión inter-
blación norteamericana, de acuerdo con el lenguaje de los economistas con- nacional sólo se puede atraer con salarios e impuestos relativamente bajos.
servadores. Dicho con más precisión, se orientaban hacia cualquier parte del Esta situación, a su vez, hace más difícil para la nación financiar una educa-
mundo donde surjan las mejores inversiones. ción e infraestructura adecuadas para el futuro. Los puestos de trabajo dispo-
Este desplazamiento libre del capital en el mundo reduce el nexo entre el ni- nibles ofrecen pocas o ninguna posibilidad de formación y de experiencia ne-
vel de r~rvas nacionales y el coste del capital dentro de una nación. De hecho, en la cesaria para las tareas más complejas del futuro.
década de los noventa el coste del capital ha llegado a ser casi el mismo en todas las
naciones desarrolladas.1 Desde luego, esto significa que esas reducciones en el gasto
público y en los impuestos de los inversores nort~ericanos han llegado a tener po-
ca relación con la cantidad de capital privado que se invierte en las fábricas naciona-
les, en la investigación y en el desarrollo.v
\2.in embargo, existe una creCi:e~te relación entre la cantidad y tipo de
inversiones que emprende el sector público y la capacidad de la nación para
III
atraer capitales internacionales. En esto estriba la nueva lógica del nacionalis-
mo económico: las habilidades -de los trabajadores de una nación y la calidad
de su infraestructura es lo que la hace única y exclusivamente atractiva, den- ¿Cuál es la opción? ¿Una relación eficiente con el capital internacional
tro de la economía mundi~Las inversiones en estos aspectos relativamente o un círculo vicioso? Mucho depende de las alternativas sociales implícitas
inmutables de la producción son lo que distingue principalmente a una nación dentro de las decisiones políticas acerca de las capacidades de los ciudadanos
de otra; en cambio, el dinero se mueve fácilmente por todo el mundo. y la disponibilidad de capital.
~a fuerza laboral cualificada y entrenada para llevar a cabo tareas com- \..El punto de vista característico de una economía nacional como una re-
plejas, y que puede transferir fácilmente los resultados de su trabajo a la eco- gión de la economía mundial establece la diferencia entre inversión y consu-
nomía mundial, es lo que conseguirá atraer el dinero internacional para alcan- mo, entre qué es lo que se invierte para crear una futura riqueza y qué para sa-
zar ese objetivo Dicha atracción sólo se puede generar con una relación tisfacer las necesidades y aspiraciones vigentesvEste razonamiento sugiere
eficiente: los trabajadores bien entrenados y las infraestructuras modernas por qué, contrariamente a lo que suponen muchos gobiernos, no es un terrible
atraen a las redes mundiales, las cuales invierten y proporcionan puestos de perjuicio tener una deuda externa, siempre que los préstamos recibidos se in-
trabajo; estos puestos, a su vez, traen consigo formación laboral y experiencia viertan en fábricas, escuelas, comunicaciones y otros recursos para mejorar la
futura producción En realidad, asumir deudas con esos propósitos es prefe-
El nexo entre el nivel de reservas nacionales y el coste del capital dio lugar a encendidos debates rible a mantener un presupuesto equilibrado por el hecho de posponer o re-
durante la década de los ochenta. En 1980, Martin Feldstein y C. Horioka afirmaron que esa re-
ducir tales inversiones. La deuda externa solamente es un problema cuando el
lación era directa, y <).ue~ cambios en el porcentaje de reservas de una nación afectaban consi-
derablemente el n~1 de Inversión nacional. De "Domestic Saving and International Capital dinero se ha derrochado en el consumo. Todo hombre de negocios compren-
Flows", Economic JoumaJIVol. 90, 1980, pág. 314. Pero a medida que el control de los capitales de la validez de este principio: un préstamo -de ser necesario- es una inver-
cesó entre las na~''7.nes, /se perfeccionaron las tecnologías y la infraestructura para el desplaza-
miento mundial l ~tal, los costes del capital comenzaron a converger entre las naciones. En
sión para el futuro de la empresa. Una vez que se alcanzan los nuevos niveles
1990, prácticam no existían diferencias en las tasas de interés sobre los préstamos dentro de de productividad eso le permitirá saldar la deuda y disfrutar de más altos ren-
las principales naciones industrializadas. Por supuesto, los acuerdos en monedas diferentes con- dimientos de ahí en adelante. Pero pueden surgir problemas si en lugar de in-
tinuarían reflejando los riesgos de la inflación, y los cambios en el valor relativo de esas monedas.
Consultar, al respecto, "Quantifying International Capital Mobility in the 1980s", de J. Frankel, vertir ese dinero, que tomó prestado en una mayor capacidad productiva, lo
National Bureau of Economic Research, Doc. de trabajo NQ2856, febrero de 1989. gasta en el hipódromo o en los safaris. Lamentablemente, esto es lo que hizo
2 I gasto público de cualquier país, o una disminución de sus reservas, reduce la cantidad total de
reservas a nivel mundial, ejerciendo con ello una presión alcista en las tasas de interés internacio-
la quinta parte más remunerada de los norteamericanos durante casi toda la
nales. década de los ochenta.

262 263
La mayor inversión es imprescindible, pero no suficiente. Es nece- Hay dos posibles explicaciones para esta persistente intransigencia. La
sario establecer otra distinción entre las inversiones que agregan valor al más optimista, y menos cínica, es que de no ser así los hombres y mujeres que
trabajo realizado por los ciudadanos de una nación, y aquellas que simple- ocupan las posiciones de liderazgo en las empresas y el gobierno simplemen-
mente generan activos que producen ingresos en todo el mundo. Las in- te carecerían de visión para advertir los cambios económicos mundiales que
versiones en los factores de producción que son exclusivos de una nación ahora nos rodean. Los principios sobre los cuales fundamentan sus decisiones,
-particularmente en sus ciudadanos y en todos los sistemas de comunica- así como sus proyectos para la nación, datan de una época en la cual los Esta-
ciones y transportes que los vinculan entre sí y con el resto del mundo- dos Unidos tenían una economía relativamente cerrada, organizada en torno
son decisivamente importantes para su futuro. Esto es así porque el ren- de una producción estandarizada de alto volumen. Los dirigentes norte-
dimiento del capital humano aumenta en relación con el del capital americanos no son diferentes del resto de sus compatriotas: productos y par-
financiero, y porque las citadas inversiones públicas contribuyen a agre- tidarios de las ideas tradicionales.
gar valor a la economía mundial. Esta es la explicación más optimista, puesto que comparte la esperan-
En suma, 1futuro nivel de vida de los norteamericanos, como el de los za de que, con el tiempo, los dirigentes norteamericanos -la mayor parte ana-
ciudadanos de cualquier otra nación, depende de su capacidad para moderar listas simbólicos- lleguen a reconocer la nueva realidad, y modifiquen sus de-
su consumo (tanto el público como el privad.91, mientras simultáneamente in- cisiones y proyectos en conformidad. Es una explicación menos cínica porque
vierten en sus recursos únicos -trabajadores e infraestructura- y, valiéndose supone que estas personas están motivadas, al menos en parte, por una inquie-
de eso, atraen a los inversores internacionales con el mismo objetiv.2jEste en- tud acerca del futuro bienestar de sus menos afortunados conciudadanos. A
foque requiere una estrategia muy diferente a la de permitir y alentar a los ciu- continuación analizaré una alternativa menos benigna y caritativa.
dadanos ricos para que acumulen una parte cada vez mayor de sus ganancias,
mientras se reducen gradualmente las inversiones del sector público. Aunque,
paradójicamente, esta última sea exactamente la política que los líderes nor-
teamericanos han adoptado en la última década del siglo veinte. Los dirigen-
tes políticos y empresariales están dispuestos a aceptar la importancia funda-
mental del poder económico nacional, pero no a comprender la base de dicho
poder. "Desarrollar el poder económico es ... fundamental para tener éxito en
la competencia mundial con las nuevas superpotencias económicas", señala-
ron los funcionarios del gobierno de Bush cuando sometieron su presupuesto
de 1991 al Congreso. "Por eso existe una cuestión de primer orden para el pre-
supuesto (y la política económica que representa): ¿Cómo se puede preservar
y desarrollar el poder de la nación, mientras la economía norteamericana
avanza hacia una más amplia capacidad de liderazgo y crecimiento?,,3
Después de haber planteado la debida pregunta, los genios del presu-
puesto respondieron en sentido inverso. Defendieron la mezquindad del sec-
tor público -o la reducción total- en infraestructuras, educación, entrena-
miento laboral y otros esfuerzos públicos, junto con las disminuciones en las
tasas tributarias sob~e-Ias ganancias de capital. "El poder económico nacional"
se identificó tácitamente con el ingreso irrestricto de los norteamericanos ri-
cos, y la supuesta pr en ión de los mismos a invertir en recursos que benefi-
ciarían a otros comp tric taso Además, el gobierno señaló que utilizaría todas
las reservas resultant ' e la disminución de los gastos de defensa para redu-
cir el déficit del presupuesto, antes que invertir más en las escuelas, las comu-
nicaciones y otros activos públicos.

3 Introducci6n a la presentaci6n del presupuesto de 1990en el Congreso de los Estados Unidos.


Washington, 1 de febrero de 1990.

264 265
comunidades que ellos crean están integradas exclusivamente por ciudadanos
con ingresos similares a los suyos. Desde este punto de vista, los analistas
simbólicos lentamente se están segregando del resto de los norteamericanos
para refugiarse en áreas homogéneas, dentro de las cuales sus ingresos no ne-
cesitan ser redistribuidos a la gente menos afortunada que ellos.
El ejemplo es conocido. Con cada reducción que consiguen en sus
impuestos, los analistas retiran parte de sus contribuciones a los espacios
públicos compartidos por todos, y dedican esas reservas a los espacios
privados que ellos comparten con otros analistas simbólicos. Mientras los
parques públicos y los campos de deportes se deterioran, proliferan los
23 clubes privados, de golf, tenis, patinaje y todo tipo de asociación recreati-
va en la cual los costes se dividen entre los miembros. Otro tanto sucede
con los condominios, cooperativas y los omnipresente s countries (barrios
residenciales comunitarios) que obligan a sus miembros a emprender es-
fuerzos que financieramente los gobiernos locales no se pueden permitir
hacer -como el mantenimiento de rutas privadas, la reparación de aceras,
el podado de los árboles, la limpieza de las piscinas y el sueldo de los vi-
gilantes, y especialmente contratar guardias de seguridad para proteger
las vidas y la propiedad. En 1990, los guardias privados representaban un
2,6 por ciento de la masa trabajadora de la nación, el doble del porcenta-
je de 1970, y un número aun mayor que el de los oficiales de policía de los
Estados Unidos. Teniendo en cuenta este sorprendente incremento, la
Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos le asignó a esta
ocupación el honor de una categoría laboral independiente. Con los ren-
dimientos de las diez principales empresas de seguridad, que alcanzaron
Nueva York está dividida en tres partes. En el no- el 62 por ciento en términos reales en la década del ochenta, la custodia
roeste están los empresarios e ingenieros, los fun- privada era una de las industrias en más rápido crecimiento dentro de los
cionarios públicos y algunos profesionales; en el Estados Unidos (más que la profesión de abogado).'
noreste están las máquinas; y en el sur, al otro lado
del río, está la parte conocida localmente como el
área residencial, donde vive la mayor parte de la
gente.

KURT VONNEGUT, JR.,


De Player Piano (1952)

La hipótesis de que un ci o grado de cálculo racional, antes que una simple


Consultar Private Security and Police in Amaica, de W. C. Cunningham y T. H. Tayíor, Portland
decepción, ha sido la raz n de la separación de los analistas simbólicos del Ore.: Chaneellor Press, 1985.
resto.de la pobl~ción queda demostrada en la elección de vida que han hecho. Una de las categorías laborales de más rápido crecimiento entre los empleados-del gobierno ha
Al asignarse un ingreso personal, los analistas simbólicos no han mostrado fal- sido la de los guardias de prisión. Entre 1960 Y1980, la dotación de las prisiones en los Estados
Unidos se duplicó; entre 1980 Y1990 se duplicó nuevamente. La ~erican C:O~ional Associa-
ta de voluntad para comprometerse en la inversión pública. Pero cada vez tion prevé otro crecimientosimilarpara 1995 (American 0rre~lonal Associ~tlOn, Report on the
más, los bienes públicos producidos los comparten únicamente con los otros State of the Nation's Prisons, enero de 1990). En 1989, la inversión en las prisiones fue una de las
partidas de los presupuestos de estado que más creció. Consultar, al respecto, "Prison Spending
analistas simbólicos. Asumen las responsabilidades de la ciudadanía, pero las
Rises Fastest in State Budgets", New Yorlc Times, 8 de agosto de 1989, pág. A16.
266
267
En este sentido, los analistas simbólicos nuevamente aunaron sus recursos pa-
II ra su exclusivo beneficio. Los fondos públicos han sido utilizados "en prenda" para los
proyectos de modernización del centro comercial de la ciudad, que abarcan la cons-
trucción de una serie de edificios de oficina postmodemos (donde proliferan los ca-
El mismo tipo de segregación se evidencia en las principales ciudades bles de fibra óptica, centrales telefónicas privadas, antenas parabólicas y otros moder-
de los Estados Unidos. En 1990, la mayor parte de los centros urbanos se frac- nos dispositivos para la transmisión y recepción), garajes de varios niveles, hoteles con
cionaron en dos ciudades separadas -una compuesta de analistas simbólicos patios interiores vidriados, paseos de compras y galerías comerciales de gran cate-
cuyos servicios conceptuales están relacionados con la economía mundial' la goría, teatros, centros de conferencias y lujosos condominios. En su forma ideal los
otra, ~tegrada por los trabajadores de los servicios personales (empleados' de proyectos son completamente autosuficientes, con aire acondicionado en los pasillos
seguridad, de oficina, vendedores minoristas, restaurantes, aparcamientos, ta- que vinculan las áreas residenciales, comerciales y recreativas. Estos afortunados in-
Xlstas~ cuyos empleos dep~nden pe los analistas simbólicos.f Quedan pocos dividuos están en condiciones de comprar, trabajar y asistir al teatro sin correr los
trabajadores de la producción de )tutina dentro de las ciudades. Por ejemplo, riesgos de un contacto directo con el mundo exterior, en especial, con la otra cíudad,"
entre 1953 y 1984 la ciudad de Nueva York perdió cerca de 600.000 puestos de Sobre la base del mismo principio, varias ciudades han autorizado a los pro-
trabajo en fábrica. Durante el mismo intervalo, se agregaron aproximad amen- pietarios de inmuebles, en ciertos distritos exclusivos, a exigirse unos a otros un im-
t~ 700.000 puestos de analistas simbólicos y de servicios "en persona"? En puesto adicional por las comodidades inaccesibles a otros residentes, como la reco-
Pittsburgh, los empleos de producción rutinaria que representaban casi la mi- lección de residuos extra, la limpieza de las calles y la seguridad. Un distrito
tad de los puestos urbanos en 1953, pasaron a ser menos del 20 por ciento ha- semejante, situado en el sector aristocrático de Nueva York, entre las calles 38 Y48, Y
cia mediados de la década del ochenta. Las otras dos categorías compensaron la Segunda y Tercera avenidas, recaudó 4.700.1XXldólares de sus miembros en 1989,
la diferencia, mientras la ciudad acumulaba la tercera gran concentración de de los cuales un millón se pagaba a una fuerza policial privada de guardias uniforma-
sedes empresariales en los Estados Unidos.4 dos y detectives? La nueva comunidad de ingresos similares, con el poder de exigir
La separación entre los analistas simbólicos y los trabajadores de los impuestos y la autoridad para hacer cumplir la ley, se está convirtiendo en una ciudad
servicios personales se ha reafirmado de diferentes maneras. En 1990 las dentro de la ciudad
ciudades más importantes tenían dos sistemas escolares -uno privado para
los hijos de los analistas simbólicos, y otro público para los hijos de los em-
pleados de servicios en persona, de los pocos trabajadores de la producción
que quedaban, y de los desocupados.Í Los analistas simbólicos se caracteri-
zan po~ invertir consider~ble tiempo y energía en asegurarse de que sus hijos
logren Ingresar en las mejores escuelas privadas, y gastan pequeñas fortunas
para mantenerlos en esos sitios, dólares que bajo un régimen tributario más III
prog~esivo podrían financiar una mejor educación pública. La separación
también se observa en los lugares de residencia. Los analistas simbólicos vi-
ven en sectores de la ciudad que, si no son bellos, al menos son estéticamen- Cuando no viven en los enclaves urbanos, los anaIistas simbólicos se congre-
te tolerables, y razonablemente seguros. Los barrios que no reúnen los gan en suburbios residenciales y, cada vez más, en lo que se denomina "exurb" en la
requisitesde, elegancia y seguridad se han dejado en manos de aquellos me- jerga aristocrática, es decir, los barrios periféricos. Los sitios más codiciados por los
nos afO~n~lld s. analistas simbólicos son los que limitan con las áreas universitarias, los centros de in-
vestigación o las sedes empresariales, como los agradables suburbios de Princeton en
2 Esta ~enl .a ha sido confirmada en una serie de estudios. Consultar, por ejemplo, Beyond In- New Jersey; los condados de Westchester y Putnam en Nueva York; Palo Alto, Cali-
du.rtr!aJ , de T. NoyeU~, Boulder, Colo.: Westview Press, 1987; Tbe Mobüity o[ Labor and
Capital, de S. Sassen, Cambndge: Imprenta de la Universidad, 1987; "Dual Cities: The New
fornia; Austin en Texas; Bethesda en Maryland; y Raleigh-Durham, en Carolina del
Structure of Urban Proverty", de J. Kasarda, New Perspectives Quanerly invierno 1987. Norte. Por ejemplo, los ingenieros y estrategas norteamericanos empleados por las
3 Datos de "Urban Industrial Transition and the Underclass", de J. Kasarda,AnnaLs of the AAPSS
enero de 1989. '
compañías automotrices nacionales no viven en Flint o Saginaw (Mic~), donde
4 Consultar Downtown, Inc.: How 1~ca ReiJu.ilds Cities, d~ B. Frieden y L Sagalyn, Cambridge:
Imprenta del MIT, 1989; o también Econonuc Restructunng and America's Urban Dilemma" 6 Consultar, al respecto, "Ridinga Boom, Downtowns Are No l..onger Downtrodden", de William
de M. Do~n y J. ~, Beverly HiUs, Calif.: Sage, 1988. ' Schmidt 1M New Yorlc Torres, 11 de octubre de 1987, pág. A28.
5 Consultar In~ua1itJes m Los Angeles", de P. Ongy otros, Escuela de Graduados de Arquitec- 7 De "A Prívate PoIice Force Patrols Midtown Arca", publicado en The New Yorlc Tima, 22 de
tura y Planeamiento Urbano, Universidad de California, Los Angeles, junio de 1989. agosto de 1989, pág. An.

268 269
pobres, enfrentadas con el doble problema de lo~ ingresos más bajos y un~ ma-
resi~n los e~pleados de producción de las compañías, sino que se congregan en sus yor demanda de servicios sociales, tenían más dificultades. Este es el quid de
propios bamos en Troy, Warren y Auburn HilIs. La gran mayoría de los asesores fi-
la cuestión: como los norteamericanos continúan segregándose de acuerdo
nan~eros, abogados y ejecutivos que trabajan para las compañías de seguros Hart-
con lo que ganan, la transferencia de la responsabilidad de ftnanciació~ de los
ford Jamás pensarían en vivir en ese sitio. Después de todo, Hartford es una de las ciu-
servicios públicos del gobierno federal a los e~t~dos, y de. estos a las clUd~des
dades más pobres del país. En lugar de eso, se reúnen como rebaño en Windsor
y pueblos, ha operado como otro medio de .alivlar a los CIUdadanos más riCOS
Middlebury, y otros municipios cercanos a Connecticut, que figuran entre los más ri-
de las obligaciones hacia los menos favorecIdos. . .
cos de la nación.
Durante casi toda la historia de la nación, los pueblos y regiones más ncas
Los barrios periféricos Y residenciales como estos ofrecen otros medios ade-
constantemente ganaron terreno sobre las áreas más pobres, como hizo la industria
cuados de ~paración en com~dades con niveles de vida afines. Los impuestos so-
que se expandió por los estados del sur y del oeste en busca de mano de obra más ~a-
bre la ~ropledad ~n las comurndades acomodadas cumplen casi la misma función que
rata. Esta tendencia cesó en algún momento en la década de los setenta, cuando la m-
~qwer otro mét~o. para aunar recursos entre los analistas simbólicos, mientras
dustria norteamericana se trasladó a México, al Sudeste Asiático y otros lugares del
evitan tener que subsidiar a alguien más. Los trabajadores de los servicios personales
mundo. Desde entonces, los pueblos y regiones menos favorecidos de los ~tados
que pr~por~o~ a los analistas simbólicos las guarderías, la limpieza del hogar, el
Unidos han evolucionado relativamente hacia la pobreza; mientras, las regiones Y
comercio mmonsta, los restaurantes y los servicios para el automóvil suelen residir en
pueblos ricos se han hecho relativamente más ricos. Las ciudades y ~tritos con los
barrios cercanos y más pobres, y no participan directamente del confort de los otros.
más bajos ingresos por persona en 1979 han decaído aun más por debajo del.pro~e-
El gobierno federal ha cooperado al transferir la responsabilidad de muchos
dio de la nación en 1980; en cambio los de más altos ingresos avanzan en la dirección
servicios públicos a los gobiernos esta~es y locales. Las subvenciones federales abar-
opuesta. Entre los estados se observa una divergencia simila~.,n La crecie~te segre-
caban casi el 27 por ciento de las inversiones locales y estatales en 1978.Diez años más
gación de los norteamericanos según s~ .ingres~ cuando VI~neacompanada de la
tarde, la participación federal babía disminuido al 17 por ciento.8 Las subvenciones a
transferencia de financiación de los servicios públicos del gobierno federal a lo~ esta-
los .gobiernos locales plantearon la mayor difiwltad. Los programas de ayuda a las lo-
dos y localidades, ha dado por resultado una gran d~dad e? .las p~taClones.
calidades eran más propensos a las reducciones de presupuesto; muchos de estos
Cada vez más, el lugar donde se viva determina la calidad del servicio p~blico que se
programas habían sido introducidos durante los gobiernos de Jobnson y N'IXon.9En
recibe. Si bien los impuestos en Ftladelfia son el triple ~el de sus su~urbl~ ~t~~go-
la década ~ los ochenta, el dinero federal para la formación en el trabajo, las vivien-
zan de mejores escuelas, hospitales, lugares de recreación ~ prot~ón ~liCl:U- En
das de los CIUdadanos de bajos ingresos, la reubicación laboral, el tratamiento de las
1985 se invirtieron casi 323 dólares por cada residente de Erie, Pensilvania, en infraes-
aguas residuales y la eliminación de los desechos se redujo más de 501XXlmillones de
dólares por año. La participación federal en la inversión para el tráfico local dismi-
tructura, como carreteras, puentes, tratamiento de aguas potables y resid~es; m
dólares por residente de San Francisco. No ~ una casualidad ~ue el promedio de los
nuyó ~ 50 por ciento. (El gobierno de Busb propuso que los estados y localidades
residentes de Erie ganaran 9.560 dólares, nnentras el promedio de los de San Fran-
asumieran mayor responsabilidad en los costes de construcción y mantenimiento de
las carreteras.) En 1~, la ciudad de Nueva York recibió solamente el 9,6 por ciento . perciibiieran 13.\JVV.
asco lVV\ 13

t~tal de la renta pública del gobierno federal -en 1981 había recibido el 16 por
ciento.
Como si fuera una carga de dinamita, los estados transfirieron rápidamente
muchos de esos gastos a las ciudades y pueblos, con el resuhado de que a comienzos
de la década de los noventa las localidades debían afrontar el 75 por ciento de esos
costes, que en la década de los setenta representaban tan sólo el 40 por ciento.lO
Desde luego, las ciudades y pueblos con habitantes acaudalados podían
alm2 / obligaciones con relativa facilidad. Pero las jurisdicciones más 11 De StaJisticalAbstracl o[the Unued Suues, "Per Capita Money Income of50 Largest Ci~es". Was-
hington: Imprenta del Gobierno, 1989. Consultar, además, Sourcebook o[ Dem01?"aphics and Bu-
. Power [ar Evay Zip Code in the U,&iJedSlaJeS, New York: CAD, 1989, ~~.
12 ~"After Renaissance of 1970s Y 198();, Philadelphia Is Struggling to SuMVe de M. de Courey
8 Datos de SignijicanJ Features of Fiscal Federalism, Ll.S, Advisory Cornmission on lntergovern-
Hinds, The New Yorlc Times, 21 de junio de 1990, pág. A~6. " - Eco-
mental Relations, 1988, Vol. 2, pág. 115. 13 Consultar "Public Infrastructure and Regional Economlc Development ,de R W. Eberts,
9 De. "State Finanees in the New Era of FISCalFederalism", en Tbe Changing Foce of Fiscal Fede- nomic Review, Banco de la Resetva Federal de C1eveland.•Vo~. 26, N21, enero-abrill990, pág. 15.
ralism, de S. D. Gold. Armonk, N. Y.: M. E. Sharpe, 1990. Una serie de estudios han demostrado que el capital SOCIal. publico está c~nslderable~ente rela-
10 Co~ultar "State and Local Govemrnent in the 198&", de H. Ladd. Inédito. Duke University, 2
cionado con los ingresos locales per capita. Consultar "Regional Product1V\ty Growth In U .S. Ma-
de dicjembre de 1989; o "The State of the States", National Council of State Governments 1990
nufacturing",American ECOfIomic Review, Vol. 74, Nll, marro 1984, págs. 152-62.
temas vanos. ' ,
271
270
IV En toda la nación se puede observar una disparidad similar. La or-
ganización New Trier High School, en uno de los suburbios más poblados
de Chicago, paga a sus maestros el 50 por ciento más que el docente me-
~n ningún.sector la desigualdad resultante de los servicios del gobier- jor remunerado de Du Sable, Illinois. Las escuelas públicas en White
no ha sl.domás evidente que en las escuelas públicas En 1990. la participación Plains y Great Neck, dos de los suburbios más ricos de Nueva York, invier-
del gobl~r,no ~ede.ralen los costes de la educación primaria y secundaria en to- ten dos veces más por alumno que las escuelas del Broox. El sueldo inicial
da la nacI?~ ~smlDuyó aproximadamente un 6 por ciento. El 94 por ciento res- para los maestros de los suburbios de Milwaukee era el doble del de la zo-
tante se dividió por partes iguales entre los distritos escolares estatales y loca- na rural de Wiscosin. Los alumnos de Highland Park High School, en un
les .. Desd~ lue~o, los estados que congregan la mayor concentración de próspero suburbio de Dalias, disfrutan de un campo de deportes con un
analistas sunb6licos pudieron permitirse invertir más en sus escuelas que los planetario, piscinas internas climatizadas, circuito cerrado de televisión y
estados con una más baja proporción. En 1990, el término medio de los maes- un moderno laboratorio de ciencias. Highland Park invertía cerca de
tros de las escuelas ~úblicas en Arkansas percibía 20.300 dólares anuales· en 6.000 dólares anuales en la formación de cada uno de sus alumnos. Esto
Connecticut, 33.500. 4 ' representaba el doble de lo que se invertía por alumno en los municipios
. In~luso entre los pueblos vecinos de un mismo estado, las diferen- de Wilmer y Hutchins al sur de Dalias County, cuyos modestos colegios
cias podlan. ser bastante amplias. A la manera de ejemplo, consideremos secundarios carecían incluso de las aulas necesarias.16
tres comunidades de Boston situadas a sólo unos minutos una de otra. En Hasta los tribunales han llegado a intervenir, pero este no es un te-
las tres predomina la poblaci blanca, y la mayoría de los residentes den- ma fácil de resolver para la justicia ordinaria. Entre las cuatro quintas
t~o de ca~a una de ellas ganan aproximadamente lo mismo. Pero la dispa- partes de la población relegadas por la segregación de los analistas
ndad de ingresos entre cada comunidad es significativa. Al noroeste de simbólicos está la gente pobre de color, pero la exclusión racial no es el
Bost.on es~á el municipio de Belmont, habitado principalmente por analis- motivo principal del aislamiento, ni su consecuencia inevitable. Los blan-
tas sunbóhcos y sus familias. En 1988, un maestro de las escuelas públicas cos de bajos ingresos son igualmente excluidos. Los analistas simbólicos
d~ Belmont ~a~aba 36.100 dólares. Solamente un 4 por ciento de los estu- de color que perciben altos ingresos, habitualmente son bienvenidos. El
diantes de dieciocho años abandonaban sus estudios secundarios antes de "apartheid" es más económico que racial (aunque en los Estados Unidos la
graduarse, y más del 80 por ciento de los graduados optaba por continuar segregación económica a menudo deriva de hecho en una segregación ra-
su formación en una carrera terciaria o universitaria. Próximo a Belmont cial). En aquellos sitios donde los jueces se han encontrado con situacio-
pre.cisamente al norte de Boston, está Somerville, la mayor parte de cuyos nes de segregación racial, generalmente se trataba de comunidades blan-
residentes son trabajadores de los servicios "en persona" o de producción. cas de bajos ingresos colindantes con otras de negros de bajos ingresos.
En 1988, el término medio de los maestros de Somerville ganaba apenas Donde los jueces han dictaminado equilibrar mejor las inversiones del es-
29.400 dólares. Un tercio de los jóvenes de dieciocho años de Somerville tado en todos sus distritos escolares, todavía se observaban significativas
n~ c?mpletab:m su.s estudios secundarios, y menos de un tercio planeaba desigualdades en el valor de tasación de las propiedades, y con ello, en las
asrstir a la universidad. Hacia el este, en la otra margen del río Mystic recaudaciones impositivas locales. Cuando los jueces o los gobiernos es-
está Chel~ea, cuyos habitantes son los más pobres de los tres municipios: tatales han intentado imponer límites sobre lo que podían pagar las comu-
I:a mayona son trabajadores de los servicios "en persona" y de produc- nidades a sus maestros, como en California, no pocos padres en las comu-
ción, pero m~chos es.tán sin empleo o empleados solamente por horas. En nidades más prósperas simplemente han sacado a sus hijos de las escuelas
1988, el término medio de los maestros de Chelsea, que afrontaban sin du- públicas y utilizaron el dinero, que de otra manera podrían haber estado
d~ ~na ~.or dificultad para la enseñanza, ganaban sólo 26.200 dólares, dispuestos a pagar en impuestos, en pagar las cuotas y matrículas de los
c~ ~~~r9!,o ~~nos que el pr~medio ~e los maestros de Belmont. Más de colegios privados. Desde luego, aun cuando las inversiones a nivel de es-
la mita (léttbs Jovenes de dieciocho anos de Chelsea abandonan sus estu- tado estuvieran mejor equiparadas, los estados más pobres continuarían
dios secundarios, y solamente el 10 por ciento prevé asistir a la universi- estando en desventaja con respecto a los más ricos.
dad Y
14 De StaJisticaJA~ 01the UnuedStases, cuadro 323, pá 137.
15 Datos de la reVlSlaBaslCtl, setiembre de 1989, pág. 144. g.
16 Del Time Herald de Dalias, 26 de febrero de 1990, pág. 5.
272
273
v es lo que ha unido más a los vecinos en estos últimos años. Las personas que son com-
pletamente extrañas entre sí, y que viven en la misma calle o dentro del mismo com-
plejo residencial, repentinamente pueden manifestar una gran solidaridad cuando se
enteran de que se construirán viviendas económicas para gente de bajos recursos en
El concepto de "comunidad" siempre tuvo un especial atractivo para los nor- su localidad, o que un distrito escolar pobre se unirá al del lugar.
teamericanos. La idea ha sido igualmente atrayente para los políticos, tanto en la de- La renovada importancia de la "comunidad" en la vida cotidiana de los norte-
recha como en la izquierda del espectro ideológico. Ronald Reagan exaltó las bases americanos ha justificado y legitimizado estos territorios económicos. Si la generosi-
sólidas de los norteamericanos, "sus comunidades, donde los vecinos se ayudan entre dad y la solidaridad terminan en los límites de la propiedad común, entonces los ana-
sí, donde las familias educan a sus hijos juntos, donde se cultivan los valores naciona- listas simbólicos pueden ser virtuosos ciudadanos por un bajo precio. En vista de que
les".17Mario Cuomo, de una tendencia política diferente, ha sido casi tan lírico. "La casi todos en su "comunidad" son tan afortunados como ellos, no existen motivos pa-
comunidad .. es la realidad sobre la cual nuestra vida nacional se ha inspirado.,,18 Sólo ra tener remordimientos de conciencia Si los habitantes de otros barrios o distritos
hay un problema con las campañas de Reagan y Cuomo por la comunidad En la vi- son más pobres, que otros se ocupen de ellos. ¿Por qué tenemos que pagar por sus
da real, la mayor parte de los norteamericanos ya no viven en comunidades tradicio- escuelas? Por eso argumentan, sin reconocer que la posición crítica ya la han asumi-
nales, sino en áreas suburbanas rodeadas de autopistas y dotadas de centros comer- do: "nosotros" y "ellos" pertenecemos a dos comunidades básicamente diferentes. A
ciales, en elegantes condominios y complejos residenciales, o en ruinosos edificios de través de este razonamiento ha llegado a ser posible forjarse una imagen de genero-
pisos y viviendas económicas. La mayoría viajan diariamente al trabajo y sólo alternan sidad y solidaridad con la comunidad propia, sin asumir ninguna responsabilidad ha-
socialmente sobre la base de la p ximidad geográfica de donde viven. Y, además, le- cia "ellos",los de la otra comunidad. Los analistas simbólicos pagan solamente lo que
vantan la casa y se mudan cada cinco años a otro vecindario.19 es necesario para asegurar que todos dentro de su "comunidad" sean debidamente
Pero hay una cosa que los norteamericanos tienen en común con sus ve- educados y formados, y tengan acceso a la infraestructura que necesitan para tener
cinos, y en esta afinidad estriba la esencia de la nueva "comunidad" america- éxito en la economía mundial.
na: sus niveles de ingresos. Usted puede estar completamente seguro, casi sin
riesgo de equivocarse, de que gana casi la misma suma que sus vecinos de la
otra calle. Sus antecedentes de educación son similares, paga aproximada-
mente los mismos impuestos y se permite los mismos impulsos consumidores.
La mejor definición de "comunidad" es el código postal utilizado por los ven-
dedores por correspondencia para identificar a sus posibles compradores.
VI
"Dime qué código postal tienes y te diré qué comes, bebes y manejas, y hasta
qué piensas", declara con entusiasmo el fundador de una de las firmas de ven-
ta por códigos.20 Por ejemplo, es sabido que los residente~ de Chelsea, Mas- El lector podrá aducir con razón que los analistas simbólicos de hecho están
sachusetts, leen el National Enquirer, siguen las competiciones del Roller consagrando considerables recursos y energías para ayudar al resto de la sociedad,
Derby, usan rizadores y lociones para el cabello, y comen pan de maíz y boca- pero eso han elegido hacerlo voluntariamente, y no a través de sus obligaciones tribu-
dillos. Los residentes de Belmont juegan al tenis y al golf, usan cepillos de tarias. "Ya es hora de abandonar la idea de que auspiciar programas de gobierno es
dientes eléctricos, aparatos para depilar y computadoras personales, y comen una forma de caridad personal", dijo Ronald Reagan. "La generosidad es un reflejo
pan de trigo y bollos de avena y salvado. Los ingresos y los gustos que los de lo que uno hace con sus recursos, y no de lo que se exige que haga el gobierno con
acompañan defmen cada vez más a la nueva comunidad norteamericana. el dinero de todos.,,21El argumento es bastante razonable. El gobierno no es el único
Sin embargo, los norteamericanos propietarios de sus propias viviendas com- instrumento para redistribuir la riqueza. Quizá los analistas simbólicos no se han se-
~en-w,q sus vecinos una causa política común. Tienen una casi obsesiva preocupa- parado del todo; acaso su desvinculación formal del resto de la población ha sido más
ción g9~ mantener o mejorar el valor de sus propiedades. Y este interés compartido que compensada por su generosidad privada. George Bush señaló que la verdadera
magnanimidad de los Estados Unidos era haber logrado una brillante diversidad de
generosidades particulares, "prodigadas como estrellas, como miles de puntos lumi-
17 Discurso en una Convención Anual de la Construcción. 3 V1/84.
18 Disertación en un Simposio de la Educación, 4 de marzo de 1987. nosos en un amp lio y sereno firm amento "ll
.
19 Acerca de esta tendencia de los norteamericanos, consultar CU/TOIl Population SUIVtY, de la Ofi-
cina de Censos de los EE.UU.; o también The Clustoingo] America, de M. Weiss, N. Y.: Harper
& Row, 1988,pág. 30. 21 Ronald Reagan, op. cit. .
20 De la obra citada de Weiss, pág. 1. 22 Discurso de bienvenida, ante la Convención Nacional Republicana, 1988.

274 275
Ninguna nación se enorgullece más vivamente de sus actos caritativos que los para los jóvenes pobres en condiciones de ~ carreras universitarias y programas
Estados Unidos; ninguna se compromete en un número tan grande de bailes de cari- a través de los cuales las compañías "adoptaa'eseuelas locales a las que hacen impor-
dad, ventas y subastas de beneficencia y adhesión a las buenas causas. La mayor par- tantes donaciones de libros, computadoras,eltiempo de sus empleados senior, e in-
te de estos gestos están sinceramente motivados; muchos son admirables. Pero un cluso, ocasionalmente, dinero. Losstaffs de rdacíones públicas se encargan de difun-
análisis más detallado revela que estas y otras formas de beneficencia pocas veces dir ruidosamente estas actividades benéíeas, lo cual no les qllÍta sus efectos
ayudan verdaderamente a los más pobres. Entre un tercio y la mitad de todas las do- meritorios.
naciones que provienen de los norteamericanos que están en la categoría más alta del Pero a pesar de la propaganda, lasceatribuciones empresariales. a la educa-
impuesto sobre las ganancias son particularmente sospechosas. Las investigaciones ción disminuyeron marcadamente durante \¡ década de los ochenta. Si bien en los
han revelado que dichas donaciones no están dirigidas principalmente a los servicios años setenta las aportaciones de las empresasa la educación aumentaban a un pro-
sociales de los ciudadanos con menos recursos, para mejorar las escuelas, la asisten- medio del 15 por ciento anual, hacia finesdela década de los ochenta avanzaban a
cia sanitaria o las áreas recreativas. En lugar de eso, estas contribuciones van a parar paso de tortuga: en 1987 sólo el 5,1 por cientosobre 1986; en 1988 sólo el 2,4 por cien-
a los sitios donde los ricos se inspiran, se curan o educan: a los museos de arte, las sa- to sobre 1987. Significativamente, la mayorpute de estas donaciosaes estaban desti-
las de conciertos, los teatros, las orquestas sinfónicas, los cuerpos de baile, los hospi- nadas a las facultades y universidades, el ainltJmater de los analistas simbólicos, don-
tales privados (cuyos pacientes tienen seguros de salud) y las universidades de elite. de sus hijos Ynietos probablemente seguirán'sus pasos. En 1989, solamente el 1,5 por
Las contribuciones de los analistas simbólicos menos ricos son comparativamente ciento de las donaciones empresariales estaba dirigidas a las escuelas primarias y se-
más bajas, pero suelen apuntar en la misma dirección.23 cundarias. 26
En otras palabras, cuand os analistas simbólicos voluntariamente compar- Esta insignificante suma fue notablemente más reducida que la que re-
ten su fortuna, lo hacen de acuerdo con el mismo principio por el cual se adhieren a cibieron las compañías de los estados y localidades bajo la forma de subsidios
sus otros objetivos: mejorar la calidad de vida para ellos mismos y para los otros ana- y rebajas fiscales. Privilegios que las empesas lograron bajo solapadas ame-
I
listas simbólicosy única diferencia entre las donaciones caritativas y las otras ma- nazas de trasladarse a otro sitio más toleraíte con los impuestos. Lo más iróni-
neras en que comprometen sus recursos es que la primera obliga a otros contribuyen- co es que, como resultado, esos estados J localidades perdieron recaudacio-
tes a depositar 28 centavos (con la ley tributaría vigente) por cada dólar donado. Las nes con las cuales hacer frente a los gastClen las escuelas y otras necesidades
instituciones de caridad muestran una tendencia similar. El experto en ciencias políti- de la comunidad. Por ejemplo, los directores ejecutivos de General Motors,
cas Lester Salamon y sus colegas comprobaron después de una investigación que me- los cuales figuraron entre los más fervientes sostenedores de la necesidad de
nos de un tercio de las entidades de caridad de los Estados Unidos estaban dirigidas mejorar las escuelas, también se adhiriera¡ a las reclamaciones para la rebaja
a beneficiarios pobres.24 de los impuestos locales. Como señaló unperiodista de The New York Times,
Lo mismo sigue siendo válido para la filantropía empresarial. En los últimos los productivos esfuerzos de General Motors por eliminar sus impuestos en
años, las más grandes compañías norteamericanas han hecho sonar la alarma acerca Tarrytown, Nueva York, donde la compaña ha tenido una fábrica desde 1914,
del creciente deterioro de las escuelas primarias y secundarias. Pocas personas esta- redujeron las rentas locales en 2.800.000 Iólares en 1990, lo cual obligó a las
ban más elocuentemente apasionadas por la necesidad de mejorar las escuelas que autoridades locales a despedir una gran antidad de maestrosP En suma, la
los ejecutivos empresariales. "La educación que les demos a nuestros hijos es lo que participación empresarial en la recaudación del impuesto sobre los bienes
determinará nuestra competitividad mundial y nuestra prosperidad económica, las bajó del 45 por ciento en 1957 a aproxinudamente un 16 por ciento en 1987.
cualidades y energía de nuestras comunidades", destacó la asociación de directores La naciente generosidad de las compañía nortemericanas hacia las comuni-
ejecutivos de las más grandes compañías norteamericanas en Washington (Business dades menos favorecidas no puede igualarse con la enorme reducción de las
28
Round Table).2S Como corresponde, ahora han surgido numerosas "asociaciones" recaudaciones para esas mismas localida es.
entre las compañías y las escuelas públicas, becas subvencionadas por las empresas

~ Datos de Charity Begins al Home: GUIO'osity and Se1f-lnlerestAnwng tñe Philansropic Elite, de T.
Odendahl, New York: Basic Books, 1990, pág. 12-27.
24 Dejpartners in the Public Service: Government and the Nonprofit Sector in the Welfare State",
de L. M. Salamon, J. C. Musselwhite y C. J. De Vita. Washington: Independent Sector and the
United Way Institute, 1986. Wot'king Papas, pág. 3-38. 26 De "Corporate America in the Classroorn", ColllCilof Economic Priorities,. enero de 1990.
25 De "The Role of Business and Education: Blueprint for Action", Asociación Business Round Ta- 27 De "The Deadbeat of America", de C. Rubenstcll,publ. en The New Yo'* Tunes, 17 de marzo de
ble, Washington, setiembre de 1988. Consultar además, "Business Means Business About Edu- 1990, ~ A22. .. In tal D_
cation: A Synopsis of the Business Round Table's Company Educational Partnership", Asocia- 28 De "Stgnificant Features of Fiscal Federalism", idvisory Commission on tergovemmen ¡u;-

• ci6n Business Round Table, Washington, junio de 1989. lation, Washington, temas varios. .

276 277
fort disponibles -ningún aspecto de esta firme tendencia hacia la desigualdad
ha generado el resentimiento directo de la mayoría de los ciudadanos. No hu-
bo ninguna reclamación significativa para que la nación volviera a un régimen
tributario más progresivo; ningún planteamiento organizado de que esas gran-
des sumas de dinero, así amasadas, se destinaran a la educación, la formación,
el transporte y el bienestar general del resto de la población; y ninguna retira-
da del apoyo de los principales partidos, bajo cuyas políticas prosperaron es-
tas disparidades, Este consentimiento merece una explicación.

24
II

En una época los trabajadores de la producción rutinaria parecían tener sufi-


ciente influencia política para imponer tarifas, cuotas y otras formas menos visibles de
protección industrial sobre el mercado norteamericano, obligando con eso a los ana-
listas simbólicos y a todos los demás ciudadanos a abonarles grandes sumas para con-
tratarlos, en lugar de pagar bajos salarios a los trabajadores del extranjero. Este era
un hecho habitual en las décadas de los setenta y ochenta No pocos políticos fueron
elegidos y reelegidos en virtud de su proclamada convicción de que los Estados Uni-
dos debían protegerse de los "inescrupulosos" extranjeros.
Pero con el tiempo el proteccionismo perdió su atractivo político. Los
candidatos que estaban entre los más declarados partidarios de la protección
no tuvieron éxito en ambas elecciones -1984 y 1988- presidenciales. En la últi-
ma década del siglo, los políticos de todas las tendencias niegan con vehemen-
Desear poner punto final a una relación pocas veces es suficiente para concretar la cia haber sido "proteccionistas". La única justificación racional para cerrar el
separación. Los secesionistas también deben anular vínculos políticos y legales que mercado nacional es hacerlo como un medio de forzar a otra nación a abrir su
los relacionan con sus compatriotas indeseables. Y estos últimos pueden oponer mercado, e incluso esta justificación táctica es considerada como algo dudo-
resistencia a esos esfuerzos, especialmente si se han beneficiado con la alianza. Por so. En los próximos años ya nadie exigirá proteger a la industria norte-
eso las políticas de secesión excepcionalmente son cordiales. americana de los bajos costes de mano de obra de los competidores extranje-
Sin embargo, la separación de los analistas simbólicos del resto de los ros. y existen unas cuantas razones que lo explican.
norteamericanos se ha llevado a cabo lenta y serenamente. Las cuatro quintas Primeramente.] el cambio de estrategia de las grandes compañías norte-
partes de la población, cuyo futuro desarrollo económico es más incierto y americanas y de los ancllistas simbólicos que proliferan en sus oficinas centrales. Las
precario, tampoco han protestado a voces por la desvinculación de la quinta compañías que se pusieron de parte de los trabajadores en las reclamaciones de pro-
~(p~t~~~as perspectivas e~onó~cas son más brillantes. La creciente diver- tección a fines de los años sesenta, en la década de los setenta y comienzos de los
g~~ sus mgresos, la diferencia notable en sus condiciones de trabajo, el ochenta, hacia fines de esta última década evolucionaron hacia las redes mundiales
cambio regresivo de las obligaciones tributarias, la diferencia en la calidad de que dependían de la libre circulación de bienes, servicios, dinero y tecnologías a través
la educación primaria y secundaria accesible a sus hijos, la mayor disparidad de las fronter~n 1984, la fábrica de llantas y neumáticos Goodyear se unió con sus
en sus posibilidades de acceso a la formación universitaria, la creciente dife- trabajadores sindicados para exigir al gobierno que penalizara a unas cuantas firmas
rencia en los servicios recreativos, carreteras, seguridad y otras formas de con- surcoreanas por inundar el mercado con sus neumáticos a precios por debajo del cos-
278 279
te. Sin embargo, seis años más tarde la empresa Goodyear se volvió más cosmopoli, tores ejecutivos de las compañías internacionales norteamericanas (o, más precisa-
ta en sus puntos de vista. Cuando el gobierno de Bush amenazó tomar represalias mente, los intermediarios estratégicos que manejan los activos norteamericanos de
conu:a Corea d:l Sur.por impedir supuestamente las importaciones norteamericanas, las redes mundiales) continúan ejerciendo una considerable influencia en Washing-
los directores ejecutivos de Goodyear fueron I~ primeros en exigir un criterio más ton. Sus "emisarios" en el gobierno están bien relacionados; sus asociaciones indus-
conciliado~. Este cambio de actitud no fue el resultado de una concepción más juicio, triales son amplias y se hacen oír; sus contribuciones a las campañas políticas Ysus co-
sa de los directores de la finna acerca de los beneficios que representaba para la na- misiones de acción política son igualmente importantes y aun más clamorosas. Sus
ción un comercio internacional libre de trabas, sino más bien la consecuencia de un peticiones de un tratamiento especial no accesible a las compañías que son propie-
profundo cambio en la estrategia empresarial. En 1989, I~ intermediarios estratégi- dad extranjera (es decir, a las partes de las redes mundiales que pertenecen a extran-
cos de la firma estaban negociando la adquisición de una gran extensión de tierra en jeros) han logrado persuadir a muchos legisladores y funcionarios públicos, habitua-
Corea del sur, donde planeaban construir una fábrica de neumáticos de 110 millones dos a creer que esos favores ayudarán a las compañías que representan a la industria
de dólares, una planta suficientemente amplia para fabricar 10.(XX) neumáticos por norteamericana, y por ende a la economía nacional. Ninguna empresa internacional
día. Cualquier medida del gobierno de Bush que pudiera limitar las ventas de esos extranjera estaría en condiciones de ejercer esta influencia sobre Washington, ni si-
neumáticos a los Estados Unidos, o bien provocar la hostilidad del gobierno de C~ quiera los pródigos inversores japoneses. Sin embargo, como ya he señalado, las exi-
rea del Sur, reduciría el valor de esta significativa inversión. No obstante, sin el apoyo gencias de privilegios especiales por parte de las compañías norteamericanas resul-
de las grandes compañías, como Goodyear y sus analistas simbólicos, los sindicatos tan cada vez más cuestionables. Todas las redes mundiales -sin considerar la
han tenido que arregláselas solos para defender el proteccionismo. La reclamación nacionalidad de los accionistas mayoritarios o de los altos ejecutivos- están dispues-
sindical, que lentamente se fue silenciando a medida que disminuían los trabajadores tas a invertir dinero, desarrollar tecnologías y contratar trabajadores en todas partes
de la producción, no podía rivalizar con las manifestaciones del otro bando, que eran del mundo, Desde el punto de vista de los ciudadanos de una nación, la cuestión cru-
cada vez más insistentes y persuasivas. cial es quiénes son los trabajadores que agregan más valor a dichas redes, y cuáles se
Por otra parte,~ canti ad creciente de los trabajadores que continua- entrenan para agregar un valor adicional en el futuro, y no quiénes son los inversores
ban en la producción de rutina quedaron vinculados con las redes mundiales. Hoy que poseen tal o cual parte de las mismas.
muchos de ellos están empleados en los servicios en persona, o trabajan para los
proveedores de las compañías extranjeras. Para estos trabajadores, la protección
de la industria, antes que ayudarlos, los perjudica. Puede aumentar el precio de
los insumos que vienen del extranjero, o disuadir a los inversores extranjeros y a
los intermediarios estratégicos de contratarlos en el futuro A fines de la década
de los ochenta, los productores norteamericanos de chips semiconductores reti-
raron su petición para que se impidiera el ingreso en los Estados Unidos de los
DI
chips baratos provenientes del Japón, después de que sus clientes fabricantes de
computadoras amenazaran con trasladar sus operaciones al extranjero, a fm de
mantener el acceso a los apreciados chips japoneses.' Las ideas proteccionistas de los trabajadores de la producción pue-
~entras el proteccionismo decae, los analistas simbólicos asociados con las den haber menguado (como la cantidad misma de estos trabajadores), pe-
compañías norteamericanas siguen presionando para lograr subsidios especiales, un ro otro conflicto ha tomado su lugar. La aspiración entre los analistas
régimen tributario favorable, inmunidad especial a las leyes antimonopolísticas, y simbólicos a un acceso irrestricto al resto del mundo se ha convertido en
otras formas de generosidad del gobierno, aun cuando rechazan enérgicamente el un tema espinoso para los trabajadores de los servicios en persona. Ten-
proteccionismo. Podrían aducir que esas ventajas son decisivas para la "competitivi- gamos en cuenta que, como lo sugiere su denominación, estas tareas se
d norteamencana". Si bien la protección del mercado norteamericano dificultaría deben efectuar personalmente. Los analistas simbólicos no pueden hacer
us estrategias mundiales, los privilegios especiales -que no interfieren en la libre cir- acuerdos para contratar estos servicios en otras naciones. De esta mane-
ción de bienes y servicios a través de las fronteras nacionales- sólo pueden con- ra comparten una parte de sus ganancias internacionales con esos traba-
~
tribuir a los resultados financieros, En busca de esta benevolencia pública, los direc- jadores cada vez que entran en un restaurante o en un comercio minoris-
ta; cada vez que encargan reparaciones en el hogar, los automóviles o las
maquinarias; cuando viajan en taxi, o utilizan los servicios de una secreta-
Significativamente.las firmas Motorola y Texas lnstruments no participaron en el grupo que ini-
ci~nte auspició la protección en 1985. Quizá porque ambas producían grandes partidas de
ria, una niñera o un guardia de seguridad. Debido a esta relación, el nivel
chips en Japón -algunas de las cuales pensaban introducir\as en los Estados Unidos. de vida de los trabajadores "en persona" se eleva o desciende de acuerdo

280 281
con el éxito internacional de sus clientes ana listas simbólicos. Son relati- bitualmente no emplean a estos trabajadores, pero con una escasez seve-
vamente pocos los diseñadores de software, abogados, ingenieros proyec- ra de mano de obra, no les queda otra alternativa. No sólo deben emplear-
tistas y consultores de management, o directores de cine que pueden man- los, sino también prepararlos. En suma la manera más directa de reme-
tener, indirectamente, a una gran cantidad mucho mayor de empleados de diar la escasez de trabajadores es ofrecer mejores salarios y formación en
servicios, cuando sus ganancias internacionales se dispersan a través de la el trabajo. Esta estrategia obviamente mejora la posición relativa de aque-
economía local.
llos que reciben los mayores salarios y formación.]
Desde luego, los analistas simbólicos preferirían que esta restricción Pero para los analistas simbólicos que afrontan una "escasez" de esta
geográfica se eliminara, porque de esta manera podrían estar en condiciones índole existe una alternativa menos costosa: abrir las fronteras de la nación a
de obtener estos servicios con la más alta calidad yel más bajo precio en cual- los inmigrantes, quienes están invariablemente más ansiosos de proporcionar
quier parte del planeta, así como pueden obtener la producción de rutina y estos servicios por bajos salarios. Si los inmigrantes ya estuvieran formados,
otros servicios en todo el mundo. Por su parte, los trabajadores de los servi- mucho mejor aun. "La inmigración ... puede contribuir a suministrarnos las ha-
cios prefieren que esta limitación se mantenga, de modo que los analistas bilidades que nos faltan y neutralizar el déficit de mano de obra que se nos
simbólicos no puedan remplazarlos por extranjeros que estarían dispuestos a pueda presentar", declararon con entusiasmo dos analistas políticos del con-
trabajar más laboriosamente y por menos dinero. servador Instituto de la Empresa Americana durante una asamblea en Was-
Pero los analistas simbólicos tienen otras alternativas. Por ejemplo, hington a fmes de 1989. El ahorro potencial parece ser evidente: "Represen-
pueden alentar la adopción (y frustrar cualquier impedimento) de sistemas de tan una escasa inversión para nosotros. Muchos inmigrantes ya han
información computarizados, asistencia robot izada en los garajes, compras a completado su formación que ha sido costeada por otros.,,2 Reparemos en es-
través de las computadoras terminales en el hogar y otras tecnologías simila- te razonamiento. Los inmigrantes pueden solucionar la "escasez de mano de
res capaces de proporcionar los servicios "en persona" por más bajo coste. obra", neutralizandó las presiones sobre los salarios de los trabajadores que ya
Con todo, estas tecnologías, cemo ya se ha señalado, sólo son aptas para su- prestan servicios en los Estados Unidos, y además reducen la necesidad de te-
plantar una parte del trabajo de los servicios personales. PóT otro lado, a me- ner que entrenar a estos últimos para esos puesto~EI Wall Street Ioumal, cu-
dida que la población crece, la demanda de estos servicios es probable que su- yos directores poseen un barómetro casi preciso de los focos de presión de los
pere a la oferta, provocando un alza en los salarios. conservadores, fue más explícito: "Creemos que el problema no estriba en que
En 1990 se expresó cierta inquietud acerca de la inminente escasez de estos los inmigrantes son demasiados, sino en que son muy pocos ... Mientras no en-
servicios. El comercio minorista, los hospitales, los restaurantes de comidas rápidas y trenemos suficientemente a los nuestros (los norteamericanos), la inmigración
las empresas de seguridad, entre otras, expresaron sus dificultades para encontrar nos ayuda a ahorrar.,,3
empleados de estos servicios que trabajaran para ellas por un salario cercano al míni- Aun cuando esta advertencia estaba fuera de discusión, las fronte-
mo. Otros empleadores tuvieron que hacer frente a la escasez de personal más capa- ras del país se han abierto cada vez más a los inmigrantes. Unos 8 millo-
citado dentro de estos servicios, como las secretarias ejecutivas, enfermeras y técni- nes de extranjeros ingresaron legalmente en los Estados Uaidos en la
cos hospitalarios. década de los ochenta, casi tantos como en la primera década del siglo.
Debería tenerse en cuenta que el término "déficit de mano de obra" También ha albergado una cantidad de inmigrantes ilegales estimada en
no necesariamente significa que es imposible encontrar empleados a 3.400.000.4 El Congreso ha estado atento a las necesidades adicionales de
ningún precio. Su significado real es que los trabajadores deseados no se
pueden encontrar por el precio que los empleadores y clientes están dis-
puestos a pagar. En un momento dado, mucha gente que trabaja part-time 2 BenWattenbergyKarí Zinmeister,ConferenciadelAmericanEnterpriseInstitute,diciembrede
preferiría trabajar a tiempo completo. También están los trabajadores 1989. . .
3 Notaeditorialde The WallStreetIoumal, 2de febrerode 1990,pág.A8. El gobiernode Bushm-
postergados, que incluyen a los jubilados, universitarios y madres con hi- ID unaadvertencia similar:"Antelaperspectivadeuna crecientedemandade trabajadorescua-
~equeño~, quienes estarían dispuestos a trabajar part-time si se les pa- lificadosparalospróximosaños,lanacióndebeobtenermayoresventajasdela inmigra~ón."El
( ~ara Io suficiente como para sustraerlos de sus otras ocupaciones. Y más
informerecomienda"aumentarloscuposparalosposiblesinrnigrantesconmásaltosruvelesde
formaciónbásicayespecífica." Economic Repon of lhe President, Washington:TalleresGráficos
I~~nte aun es que hay una gran cantidad de gente que está dispuesta delGobiernode losEE.UU.,febrerode 1990.
4 Paraestimarlacantidadde inmigrantesilegales,consultarFnends or Strangr::rs: The Impact of Im-
a trabajar pero carece de las habilidades necesarias. No saben cómo repa- mi{!fanlS on the United StJJJes Economy, de George~.Borjas.N~evaYork:BasicBooks,1990,
rar un automóvil, colocar un ladrillo o sacar una muestra de sangre. O no págs.22-31.El autorbasasusestimacionesen la.canti~d de meocanosquefallecen.enlosEsta-
se manejan bien con la escritura y/o los números, y por eso son incapaces dos Unidos,Y en la cantidadquesonaprehendidosal intentarcruzarlas~~nterasIle~almente.
Obsérvesequeestasestimacionesselimitana losresidentesilegalesde México;lacantidadtotal
de leer simples directivas o dar el cambio correcto. Los empleadores ha- esprobablequeseamuchomayor,
282 283
trabajo de los empleadores. Los hospitales norteamericanos, ante la "es- sus ganancias en el entrenamiento y la educacióo de los trabajadores de servicio, lo
casez" de enfermeras en los años ochenta, comenzaron a contratar enfer- cual permitiría contar con una fuerza laboral más valiosa en el futuro. Cuando el Wall
meras de Filipinas e Irlanda para que vinieran a los Estados Unidos Con Street Joumal opina que los inmigrantes formados representan una "ayuda para aho-
visados de trabajo temporales. En 1989, el Congreso resolvió que este rrar" mientras "nosotros no entrenemos suficientemente" al personal de los servicios,
"déficit de enfermeras" era suficientemente serio para que a esas emplea- dentro de los Estados U nidos, el pronombre "nosotros" se refiere a los más ricos de
das temporales -más de 10.000- se les otorgara la ciudadanía norte- la población, quienes de otra manera verían afectados sus intereses al tener que des-
a~ericana permanente: Otra enmienda a las leyes de inmigración, patro- tinar una mayor parte de sus ingresos para la educación y el entrenamiento del resto.
cinada por los congresistas republicanos, con el respaldo explícito de las Por estos motivos, las políticas de inmigración llegarán a ser un tema de
compañías norteamericanas, creó una nueva categoría de inmigrantes "in- permanente disputa entre los analistas simbólicos y los trabajadores de los ser-
dependientes" cualificados, a quienes se les concederán 54.000 visados vicios durante los próximos años. Así como el debate sobre cómo abrir el mer-
a~icionales por año. Como resultado de estas y otras medidas, el porcen- cado a los bienes y servicios extranjeros perdió fuerza paulatinamente, la dis-
taje de la población norteamericana nacida en otras naciones ha comen- puta acerca de la apertura de las fuentes de trabajo a los extranjeros sólo
zado a aumentar nu~vamente -desfués de una prolongada disminución-, puede intensificarse. Pero aquí, nuevamente, es probable que se imponga el
superando el 6 por ciento en 1990. criterio de los analistas simbólicos.
¿La inmigración irrestricta es beneficiosa para la economía norte-
americana? ¿Es conveniente para la nación? Eso depende, una vez más, de lo
que se pretenda expresar con estos términos. Como ya he señalado, la "eco-
nomía norteamericana" es una concentración de personas que viven y trabajan
dentro de las fronteras de los Estados Unidos. Su éxito no depende de la ren-
tabilidad de las compaiMa&.norteamericanas, sino del valor que esas personas
sean capaces de agregar a la economía mundial-lo cual depende, a su vez, de
IV
su educación, formación en el trabajo, estado de salud, y de la facilidad con
que puedan transportar y comunicar los frutos de sus esfuerzos.
Si usted fuera un analista simbólico en los Estados Unidos, es probable que En la medida en que se intensifique el movimiento de bienes, servicios,
una afluencia de nuevos inmigrantes le haga ahorrar dinero, particularmente si ya tie- capitales y tecnologías, y los pueblos a través de las fronteras enriquezcan a los
nen una buena formación básica y poseen habilidades útiles. Pero si usted fuera un analistas simbólicos, habrá más dinero para compartir con los trabajadores de
empleado de los servicios en persona, la inmigración ya no sería una ventaja tan cla- la producción y los servicios, al menos en teoría. Los analistas simbólicos re-
ra. Usted se beneficiaría con la formación, la energía y la disposición de los nuevos in- presentan no más del 20 por ciento del electorado de los Estados Unidos. Las
migrantes no menos que las de otros nortemericanos. Pero en la medida en que su otras cuatro quintas partes, que tienen la gran mayoría de votos, podrían de-
presencia soluciona el problema de la "escasez de mano de obra", reduce la presión cidir por mandato que una mayor proporción de los crecientes ingresos de los
de otros norteamericanos para que se le pague más a usted por sus servicios. Quizá analistas simbólicos fuera gravada y transferida a ellos, ya sea en forma direc-
su salario no suba tanto ni tan rápidamente como sucedería de otra manera (aunque ta, como suplemento salarial, o indirectamente en forma de inversiones públi-
probablemente tampoco disminuya sígniñcarivamente)," Lo más importante es que, cas en educación, entrenamiento, asistencia sanitaria y acceso a buenas comu-
a largo plazo, los analistas simbólicos tendrán cada vez menos incentivo para invertir nicaciones, aguas purificadas y recreación. Pero en la práctica, es improbable
que los cuatro quintos de la población puedan imponer tales demandas sobre
5 Del Statistical Yeasbook of the IlIImil?'aJiOIl and Naturalization Service, del Ministerio de Justicia el quinto de los privilegiados.
,de los EE.UU. (lrnmigration and Naturalization Setvices), Washington: Talleres Gráficos del El motivo puede ser una falta básica de conocimiento. Las complejida-
Gobierno, 1990.
~ ~ encuestas han r~lado que el promedio de salarios de los trabajadores norteamericanos es
des del régimen impositivo y del sistema de Seguridad Social, así como el pre-
( Iilframent~ más b?Jo en los .mercados la,,?rales donde ~ concentran los inmigrantes (de acuer- supuesto federal, la rebaja de los impuestos, los subsidios fuera del presupues-
\ ~ d~fRn las dife~OCIas.~n el nrve~de formación, edad y actividad económica). Consultar, por ejem- to y los presupuestos locales y de los estados son difíciles de entender, aun
'-j)Io?'The S~bstltutabili.ty.of nanves and Immigrants in Production", de Jean B. Grossman, Review
01 Econ0111lCS and ~tatlSt/CS, V~I. 64, noviembre de 1982, pags. 596-603; o "The Sensitivity of La- para los supuestamente inteligentes y juiciosos políticos (y sus equipos de ex-
bor I?emand Fu.nctlons lo Choice of Dependent Variable", de George J. Borjas, Review 01 Eco- pertos en la materia), sin considerar al ciudadano común. Esto, junto con las
1101ruCS and S~, yol. 68, febrero de 1986, págs. 58-:66; o "Immigrants, Minorities, and Labor
Market Competítíon , de G. J. Borjas, Indusmal and Labor Relations Review, Vol. 40, abril de sutilezas de la economía y las finanzas internacionales hacen que el panorama
1987, pá~. 382-92. en su conjunto resulte algo casi imposible de comprender. En el reducido in-

284 285
tervalo de tiempo que transcurre entre llegar al hogar desde la oficina poner profundamente norteamericano, de que cualquiera puede enriquecerse con
los chicos a dormir y caer exhausto sobre la cama, hay pocos deseos de medi- suficiente esfuerzo, con suficientes agallas e iniciativa: "Algún día yo o mis hi-
tar sobre las innumerables estadísticas del gobierno. Las noticias de los dia- jos podemos estar entre los ricos, y cuando hayamos llegado a ese pináculo del
rios y la televisión sirven de poca ayuda. Las catástrofes, los asesinatos, los ro- éxito no quisiera que mi fortuna (o la de mis hijos) fuera confiscada." El ascen-
bos y la guerra son un alimento mucho más estimulante que la inversión so económico es parte del credo americano.
i~te~n~cional y los impuestos sobre las ganancias de capital. Los medios pe- Pero en esto nuevamente nos encontramos con los peligros del pensamiento
riodísticos eluden cautelosamente las explicaciones complejas y su contexto residual. Iaislamiento de los anaIistas simbólicos en enclaves con buenas escuelas,
por temor de que sus atribulados oyentes y lectores se busquen otra forma de excelentes servicios asistenciaíes y una infraestructura de primera .línea -dejando
pasatiempo más divertida. gran parte del resto a la población postergada- reduce las probabilidades de que los
También influye la permanente preponderancia del pensamiento tradi- trabajadores de la producción o de los servicios en persona -o sus hijos- puedan al-
cional. Para la mayoría de la gente, la economía norteamericana todavía está guna vez Uegar a ser anaIistas simbólicos;Jsta realidad destruye la presunta conexión
compuesta por las industrias nacionales, y estas por las compañías nacionales entre los altos ingresos y el correspondiente merecimiento, Los altos ingresos son más
cuya r~ntabilidad sostenida y participación en el mercado dependen, a su vez: atribuibles a la buena fortuna de haberse levantado una casa dentro de uno de esos
de los mversores norteamericanos, quienes, desde luego, tienen que estar mo- enclaves que al hecho de poseer un talento único o una resistencia notable para el tra-
tivados para arriesgar su capital. Por lo tanto, los empleos y salarios relaciona- bajo duro. Con el tiempo, a medida que esta realidad Uegue a ser más evidente, el
dos con ellos dependen de la prosperidad de la economía norteamericana. De principio de Uevarse su merecido será menos apremiante para todos.
lo cual se desprende que todos los ciudadanos deben garantizar que los inver-
sores norteamericanos obtengan rendimientos suficientemente abundantes
para seguir motivados.
Por consiguiente, ~upone que la nación no puede aportar más dine-
ro para rutas, puentes, tratamiento de aguas, asistencia sanitaria para los po-
bres, formaci?n ~ educación. Después de todo, las ganancias del sector priva-
do son. una pnonda~ para el desarroUo económico de la nación. Desde luego, v
la realidad es muy diferente, como ya lo hemos visto. Pero los viejos concep-
tos persisten. Quizá porque son coherentes con la manera en que la economía
solía organizarse; porque así es como la recuerdan de sus buenas épocas la Otra explicación acerca de la docilidad de las cuatro quintas partes menos fa-
mayoría de los norteamericanos de una generación anterior; y porque esa es vorecidas de la población es su idea de que la acción política no daría resultado en
la imagen que tienen los líderes empresariales y los medios periodísticos. ningún caso. Están resignadas a lo que está ocurriendo, porque suponen que los ana-
Cambi~ una concepción predominante de la realidad requiere una energía listas simbólicos tienen todas las cartas en sus manos; el juego ha sido resuelto desde
sustancial y una nada despreciable iniciativa. En verdad, este cambio no suele el principio, de modo que ¿por qué jugar? En comparación con la mayor parte de las
producirse hasta que la brecha entre lo que es y lo que se supone cobra tanta otras democracias, los norteamericanos ejercen su derecho al voto con una notable
importancia como para hacer que las afirmaciones convencionales no tengan falta de entusiasmo. La adhesión de los votantes ha disminuido más de un 50 por cien-
sentido. Ese día llegará finalmente, pero no será tan pronto. to, y entre aquellos que depositan sus votos predominan los ciudadanos de altos in-
Junto con las dificultades de comprender y aceptar lo que ocurre está gresos? En cuanto al resto: "Muchos jóvenes, los que ganan bajos salarios, los que
la hipótesis de lo que el ser humano se merece, una idea que está profunda- están sin empleo, o las personas dependientes. .. ellos son los que no votan, o los que
mente arraigada en la conciencia de los norteamericanos desde el origen de la án dei
estan ejan ddo e votar. ,8
república. De acuerdo con este principio, los ricos han alcanzado la prosperi- Augurar la ineficacia política es una profecía de autocomplacencia.
dad 'porque se la h~n ganado. Su bienestar es una medida de sus méritos; y sus
méritos ~a expresión de .s,uvalor. Separar a los ri.cos de su riqueza sería co-
\ mo u~Justa confiscación, EUos deben pagar Impuestos como cualquier 7 Consultar H-1Iy American Don't Vote:TumoutDeclinein the l!'uted S~:.19ó().1.984, de V.~A
Teixeira Westport Conn.: Greenwood Press, 1987; o American Parties UI Decline, de William
'otr?, y el hecho de que paguen una mayor suma que el resto de la población Crotty (ida. edici6~) Boston: Little, Brown, 1984, Cap. 1; 0"0 e c.UlTetlJ Crisis in American Poli-
es Justo, puesto que el sacrificio resultante no es más grande en proporción. tics, de Walter D. Burnham, Nueva York: Imprenta de la Universidad de Oxford,1982, pág. 172-
73; o The New Polaics o[ /nequa/ily, de Thomas B. ~II, Nueva York: W. W. Norton, 1984.
Pero no deberían estar obligados a soportar una carga proporcionalmente De "Vanishing Voters", de Richar Vallelly, The American Prospect, Vol. 1, Nro. de pnmavera
8
mucho mayor. Implícito dentro de este argumento hay otro principio, también 1990, pág. 140.

286 287
Es improbable que los políticos estén especialmente atentos a las necesi- Si las cuatro quintas partes menos favorecidas de la población fueran
dades de los votantes que no contribuyen a las campañas políticas o los políticamente más activas, su contribución total a las campañas podría supe-
que están mal dispuestos para votar. Muchos norteamericanos de bajos rar los recursos pecuniarios de los analistas simbólicos, quienes a pesar de ser
ingresos están inmersos en un círculo vicioso donde el cinismo acerca de ricos, son menos. Pero no hay manera de movilizar a esta gran fuerza y rom-
la política es recompensado por las decisiones del gobierno, lo cual con- per el círculo vicioso de la inutilidad de la acción. Entre mediados de la déca-
firma sus peores sospechas, engendrando con eso un cinismo y una pasivi- da de los treinta y los años sesenta, los obreros agrupados en los sindicatos
dad aun mayores. movilizaron a la clase trabajadora norteamericana en apoyo de la educación,
.Incluso los políticos demócratas de la "persuasión", quienes en décadas los servicios sociales y un impuesto progresivo sobre la renta. Pero la eco-
pasadas obtuvieron bastantes ventajas de las cuatro quintas partes de los me- nomía mundial ha neutralizado la influencia de los sindicatos, mientras la can-
nos favorecidos, han desviado su atención de los norteamericanos más pobres, tidad de trabajadores de la producción de rutina continúa disminuyendo. Los
precisamente cuando estos se han desinteresado de la política. Cuando duran- trabajadores de los servicios personales, cuyo número va en aumento, no lo-
te la década de los ochenta el dinero de la campaña presidencial entró a rau- gran organizarse tan eficazmente; suelen trabajar en pequeños establecimien-
dales en las arcas republicanas como aportación de los ricos, las grandes com- tos, y están dispersos en una amplia área geográfica y en muy diferentes tipos
pañías y las asociaciones industriales, muchos políticos demócratas pensaron de tareas. Si bien la mayor parte de las demás democracias aún m~estran un
que no tenían otra alternativa que buscar dinero de las mismas fuentes. Los activo movimiento obrero con representación política de los intereses
demócratas en el Congreso no tuvieron mucha dificultad para convencer a los económicos de sus afiliados, eso ya no ocurre en los Estados U nidos. Las con-
líderes empresariales y a los banqueros de Wall Street que era más prudente secuencias son la apatía política entre la mayoría de los trabajadores y una
devolver el apoyo a los demócratas gobernantes que a los republicanos aspi- profecía autocomplaciente de que los políticos trabajan para los de arriba.
rantes. Fue un honesto argumento de propaganda. En general es más proba-
ble que triunfen los que ~ en el gobierno, especialmente con el respaldo
de sus relaciones. Aparentemente, también fue una propaganda convincente.
En las elecciones de 1988, el 97 por ciento de la Cámara de Representantes y
el 85 por ciento de los integrantes del Senado que se presentaron a la reelec-
ción volvieron a ocupar sus escaños. Como resultado, el dinero de las fuentes
tradicionalmente republicanas comenzó a fluir hacia los demócratas. En 1988,
VI
el 64 por ciento de todo el dinero reunido por las comisiones de acción políti-
ca (PAC) quedó en poder de los candidatos demócratas de la Cámara de Re-
presentantes y del Senado, mientras los rivales no recibieron casi nada. La ma- Aun cuando todos estos impedimentos no existieran, los cuatro quintos
yor parte de este maná (31.700.000 dólares) vino de las empresas, de Wall menos favorecidos de la población todavía se resistirían' a ejercer presiones
Street y de las comisiones citadas, antes ~ue de los sindicatos u otras fuentes sobre la quinta parte de los afortunados. El motivo es económico. El resto de
tradicionales de financiación demócratas. la población depende de cómo y dónde decidan dedicar sus energías y dinero
Desde luego, es difícil representar al socio minoritario cuando el mayoritario los analistas simbólicos. La dependencia de los trabajadores de los servicios
genera las ganancias. El problema no es de corrupción. Los nuevos condicionamien- personales es directa; los analistas simbólicos norteamericanos atraen el dine-
tos para muchos políticos demócratas son más sutiles. La prevista necesidad de dine- ro del resto del mundo y gastan una parte del mismo en los servicios locales.
ro adicional para las futuras campañas tiende a restringir las ideas bien definidas acer- Los trabajadores de la producción, si bien no dependen de estos exclusiva-
ca de los problemas de la nación y a excluir las alternativas que podrían resultar mente, están supeditados a las decisiones de los intermediarios ~s~atégicos de
contrarias a las de aquellos que poseen el dinero, como por ejemplo, un régimen de cualquier nacionalidad que les proporcionan trabajo y, con optmnsmo, los en-
impuestos progresivos sobre los ingresos. También suele acallar las voces de aquellos trenan para llegar a ser más valiosos y productivos.
La dependencia no es simétrica. Los analistas simbólicos representan
que están~os dispuestos a aportar fondos o comprometerse en la actividad políti-
ca. La ~~ci6n de los demócratas por los intereses de los analistas simbólicos la parte más ubicua de la fuerza laboral. No dependen de las fábricas. cercanas
klamente confirma lo que el resto de la población supone acerca de la inutilidad de (como los trabajadores de la producción); tampoco de grandes cantidades de
la acción política, que los lleva a ser aun más pasivos. clientes en estrecha proximidad geográfica para poder hacer sus ventas (como
los trabajadores de los servicios). Ellos pueden trabajar casi en cualquier par:
te donde exista un teléfono, un aparato de fax, un modem, y un aeropuerto. SI
9 Datos de la "Federal E\ection Commission and Common Cause", 1989.
289
288
bien es probable que los analistas simbólicos obtengan apoyo intelectual con los Estados Unidos -incluyendo Kewanee, en IIIinois; Sulligent, en Alabama;
la presencia de otros analistas en la zona de la ciudad o de los suburbios don- y Berea, en Kentucky- entregaron un total de 18 millones de dólares en ga-
de trabajan, existen otros centros donde pueden establecer una nueva base pa- rantías y préstamos subsidiados para conservar cerca de 2000 puestos. Los
ra sus operaciones. Ni las tradiciones, ni la extensión de la familia influyen ma- vínculos con la nación no significaron nada. En Portland, Oregon -donde
yormente sobre sus decisiones para cambiar de residencia, como ocurre a Hyster tenía sus oficinas centrales-, un préstamo de 20 millones del fondo de
veces con los trabajadores de la producción o de los servicios. Con tanto dine- pensión estatal de los empleados fue insuficiente para evitar el cierre de la
ro para invertir en la vivienda o en la educación de los hijos, los analistas de- planta local. La que más ganó fue Danville, en Illinois. Esta ciudad de 39.000
penden menos de la proximidad de los familiares. De hecho, invierten gran habitantes -con una tasa de desempleo del 16 por ciento en ese momento-
parte de su tiempo en traslados, para reunirse con clientes y consumidores en acordó entregar aproximadamente 10 millones de dólares en subsidios y sub-
ciudades distantes, para cumplir con encargos temporales en fábricas o labo- vencionó el entrenamiento de empleados. Desde luego, la triste ironía fue que
ratorios de otra nación, para asistir a las exposiciones industriales y conven- incluso los puestos de producción que habían sido preservados aún corrían
ciones en todo el mundo. peligro. La demanda de camiones elevadores a largo plazo tenía un crecimien-
Esta asimetría coloca a los analistas simbólicos en una posición suma- to lento en los Estados Unidos, y los operarios de producción de las naciones
mente ventajosa. Los trabajadores de la producción y de los servicios en per- del Tercer Mundo podían armar las unidades por mucho menos coste.
sona son reacios a hacer nada que pueda impedir a los analistas simbólicos Otras redes mundiales desataron pujas similares. Cuando Diamond-
instalarse en su ciudad o región, o incluso en su nación; del mismo modo, tra- Star Motors, de Mitsubishi, anunció en 1985 que comenzaría a montar au-
tan de evitar el antagonismo con los analistas que ya operan en su medio. En tomóviles en los Estados U nidos, cuatro estados (IUinois, Indiana, Michigan y
realidad, los incentivos van en sentido opuesto. La cuarta parte menos favore- Ohio) se disputaron la ubicación de la planta. El vencedor fue Illinois, con un
cida y con menos movilidad de la población está dispuesta a brindar una gene- conjunto de incentivos y asistencia económica directa de 276 millones de dóla-
rosa acogida a los analista7Simbólicos, tanto a los que están como a los que res a diez años -o sea, cerca de 25 mil dólares anuales por cada nuevo puesto
vengan. que la compañía japonesa creara dentro de ese estado. Estos incentivos son
cada día más generosos: en 1977, el estado de Ohio sugirió a Honda que cons-
truyera su planta allí, prometiendo 22 millones de dólares en subsidios y reba-
jas impositivas; en 1986, Toyota obtuvo beneficios por 100 millones del estado
de Kentucky por crear casi la misma cantidad de puestos.i"
Los funcionarios estatales y locales no tuvieron el más mínimo remor-
dimiento de conciencia en negociar con las redes mundiales, aun cuando las
VII mismas pertenecieran -nominalmente- y estuvieran controladas por extranje-
ros. Una actitud que contrasta con la de los funcionarios federales quienes,
como ya hemos visto, hacían una clara distinción entre compañías nacionales
Este desparejo poder de negociación es más evidente cuando los traba- y extranjeras. La razón de la diferencia es política. Los intermediarios es-
jadores de la producción de rutina tratan de persuadir a los analistas simbóli- tratégicos que manejan las compañías norteamericanas tiene suficiente in-
cos para lograr un contrato. Por ejemplo, consideremos a los directores ejecu- fluencia en Washington para reclamar la generosidad oficial exclusivamente
tivos de la Compañía Hyster, los mismos que trataron de impedir a las firmas para ellos. Esta influencia está reforzada a través de sus asociaciones indus-
japonesas que vendieran camiones elevadores a bajo precio en los Estados triales y, frecuentemente, a través de sus 'staffs para asuntos de gobierno" (un
Unidos. En setiembre de 1982, los intermediarios estratégicos de Hyster infor- eufemismo aplicado en Washington a los lobbistas empresariales) que tienen
maron a los funcionarios de gobierno de los seis estados y cuatro naciones en sus cuarteles generales en el Capitol Hill y en los restaurantes exclusivos de
las cuales los operarios de planta armaban los camiones de carga que algunas Washington. Pero ejercen mucho menos influencia en las capitales de los es-
de dichas plantas se iban acerrar. Los gobiernos fueron invitados a hacer al- tados y municipios donde no tienen oficinas ni plantas importantes. Ni siquie-
guna propuesta para mantener dichos puestos; las operaciones se man- ra las más grandes compañías norteamericanas mantienen una oficina para
tend~an¡~ donde se lograran más generosos subsidios. La "subasta" resultan-
te fue un gran éxito para Hyster, que reunió 72.500.000 dóláres como aporte
directo de varias jurisdicciones. El Reino U nido ofreció 20 millones de dóla- 10 Datos de The Economlst, 18 de febrero de 1989, pág. 32; consultar también "Japan: Increasing In-
vestiment in the United States", de James K. Jackson, Congress Research Serviee, Informe Nro.
res de rescate por los 1500 puestos en Irvine, Escocia. Muchas localidades de 87-747E. Washington: Talleres Gráficos del Gobierno de los Estados Unidos, 1987.

290 291
asuntos de gobierno o aportan a una asociación industrial para ejercer una in-
fluencia progresiva en Indianápolis o en Little Rock. Por eso los funcionarios VIII
estatales y locales tienen más libertad para negociar con analistas simbólicos
de todo el mundo. En realidad, aunque parezca irónico, los gobiernos estata-
les y locales a menudo cuentan con oficinas en ciudades del extranjero, que se Cuando Uega el momento de negociar con los analistas simbólicos, los traba-
ocupan de buscar y establecer acuerdos empresariales. jadores de los servicios en persona no están en mejor posición que los obreros de la
Por consiguiente, los estados, las ciudades, e incluso las naciones, com- producción. La posibilidad de que los analistas simbólicos puedan trasladar sus resi-
piten entre sí por las mismas oportunidades laborales. El hecho de conseguir dencias, laboratorios u oficinas donde los servicios en persona sean más económicos
los puestos para sí se transforma en un motivo de orgullo para un estado o ciu- o los impuestos más bajos opera como un poderoso condicionante.
dad; también puede significar mucho para la carrera de los políticos del esta- El incentivo de los servicios en persona más baratos en otros países pocas ve-
do o la localidad, quienes han puesto su empeño para lograr ese objetivo. La ces basta para que los analistas simbólicos se decidan a emigrar, pero a1gunas deci-
posibilidad de una nueva fábrica en la región desata una feroz competencia siones menos extremas se han vuelto bastante comunes. Por ejemplo, las vacaciones
por las licitaciones. La amenaza de traslado de una planta ya instalada desata en una isla del Caribe, en las costas del Golfo de México o en Baja California pueden
igualmente una serie de apasionadas rondas de negociación. El monto total de incluir servicios personales por una fracción del coste que representan los mismos
los subsidios y rebajas impositivas, que confluye de esta manera hacia las fir- servicios en San Diego o en Miami Beach, Lo mismo se puede decir con respecto a
mas mundiales, de cualquier nacionalidad que sean, es mucho m~ alto de lo las convenciones y reuniones empresariales. El turismo se está convirtiendo rápida-
que podría ser de no mediar estas licitaciones. Las naciones cuyos partidos go- mente en una de las principales exportaciones del Tercer Mundo que abastece a los
bernantes se abstienen de entrar en estas pujas terminan pagando mucho me- analistas ricos del hemisferio norte.
nos por estos puestos; y los países que acuerdan con otros abstenerse de tales Por otra parte, a medida que bajan los costes del transporte y las comu-
negociaciones sacan aun más \!'entaja.H nicaciones, los analistas simbólicos pueden desplazar temporalmente sus ra-
Estos subsidios y rebajas impositivas obviamente reducen la cantidad dios de acción con mayor facilidad hacia regiones donde los servicios perso-
de fondos públicos disponibles para subvencionar la educación, las autopistas, nales eficientes pueden resultar menos costosos. Por ejemplo, los inversores
los puentes y otros servicios locales. Paradójicamente, como ya he señalado, norteamericanos y alemanes están construyendo un sofisticado estudio de fil-
estas son justamente las inversiones públicas necesarias para desarrollar los mación de 100 millones de dólares en Baja California, donde acudirán los
buenos puestos del futuro. La mayoría de los estados y ciudades más pobres grandes directores, productores e intérpretes cuando tengan que rodar sus
se desesperan por obtener (o mantener) puestos de producción, lo cual les co- películas, El mantenimiento del estudio, así como otros servicios ~ersona~~s,
loca en una disyuntiva: conceder esos subsidios y rebajas impositivas por pues- estarán a cargo de mexicanos, a quienes se les pagará una pequena fracción
tos de rutina, que pueden no subsistir más allá de una década, o abandonar la del salario exigido por los empleados norteamericanos.
competencia e invertir la recaudación de sus impuestos en educación e in- Aun más frecuente es el incentivo de los bajos impuestos que prometen
fraestructura, cuyos rendimientos se verán dentro de una década. otros lugares. Durante la década de los ochenta, el área de alta tecnología que
circundaba Boston se trasladó hacia New Hampshire y Rhode Island, cuando
los analistas simbólicos optaron por vivir y trabajar donde los impuestos fue-
ran más bajos. Los investigadores registraron un desplazamiento. similar, ~e
las naciones donde estaban obligados a compartir un alto porcentaje de sus m-
gresos a los países cuyos regímenes impositivos eran ~ás ~od.erados. ~a "fu-
ga de cerebros" de la igualitaria Europa a la menos igualitaria Aménca del
Norte en cierta medida evidencia este fenómenoP Otro ejemplo lo dan las
pautas de inmigración entre los Estados Unidos y Canadá. La mayoría de los

11 Cuando llegó el momento de licitar los derechos para televisar los Juegos Olímpicos de 1992, la
Comunidad Económica Europea (CEE) en bloque hizo la oferta. En cambio, en los Estados Uni- Estos estudios incluyen: Migration of Professional Manpower to the United States", de V. "B.
12
(
~~i;'
dos cada red de televisión hace sus propias Iicitaciones, por separado. Los dos mercados poseen Agarwal Y D. R Winkler, Socahem ECDrIO",ic Ioumal, .VoI. 50, ~nero de ~984,.~. 814-30;.. A
~'teximadamente la misma cantidad de público y pocas diferencias en el poder adquisitivo. Sin Pooled Cross-Section and 'Time-Series Study of ProfessKlllal Indireet Immígratíon to the Umt~ .
debido a las diferencias en las licitaciones, la CEE logró los derechos para televisar las States", de W. Huang. Soumem Economic Jownal, Vol. 54, julio de 1~, pá~ 95-109¡ The BrOUl
O,· fadas de Europa por 70 millones de dólares. La red ganadora en los Estados Unidos tuvo Drain, de W. Adams, Nueva York Macmillan, 1%8¡ y TtDCI1lgthe Brain Drain: A Proposal, de J.
Que gar 700 millones por televisar los Juegos Olímpicos en Norteamérica. N. 8hagwati Y M. Partington, Amsterdam: North-HoUand, 1976.

292 293
norteamericanos que emigran a Canadá son operarios de rutina, relativamen-
te poco entrenados, o trabajadores de los servicios personales, mientras la ma-
yor parte de los canadienses que llegan a los Estados Unidos son analistas
simbólicos con una excelente formación. ¿Por qué? Ambas naciones ofrecen
una serie de posibilidades laborales similares. Pero la diferencia estriba en
que Canadá tiene una distribución más pareja de los ingresos, y cuenta con se-
guros sociales más generosos que los de Estados Unidos. Por eso los trabaja-
dores norteamericanos no especializados encuentran en Canadá un medio
más acogedor donde pueden disfrutar de mayores beneficios; y por lo mismo
los especialistas canadienses encuentran en los Estados Unidos un sitio don-
de pueden retener un porcentaje mayor de sus ganancias.13
En síntesis como los trabajadores de la producción y de los servicios
25
"en persona" necesitan mucho más de los analistas simbólicos que estos de
ellos, los primeros tienen escasa influencia política sobre los últimos. No pue-
den obligar a los analistas simbólicos a compartir sus ingresos con ellos, ni a
invertir en sus futuros. En otras palabras, la política de secesión es relativa-
mente pacífica, porque la otra parte no cuenta con ningún arma política.

Es lógico preferir nuestra propia nación a las otras,


toda vez que somos niños y ciudadanos antes de
que podamos ser viajeros y filósofos.

GEORGESANTAYANA
The Lile 01 Reason (1905)

¿Cuál es el rol de una nación dentro de la nueva economía mundial, en la cual


las fronteras han dejado de existir? Mi respuesta espero que haya sido clara.
Antes que aumentar la rentabilidad de las compañías enarbolando sus b:m~e-
ras, o ampliar las posesiones de sus ciudadanos en el mundo~ objetivo
económico de una nación es mejorar el nivel de vida de sus ciudadanos, incre-
mentando el valor de lo que pueden aportar a la economía mundial. La preo-
cupación acerca de la "competitividad" nacional a menudo está fuera de lugar.
Lo que importa no es aquello que poseemos, sino lo que hacemo~
lf' Varias investigaciones han mostrado esta característica. Consultar, por ejemplo: Intemational Visto de esta manera, el mayor problema de Estados Unidos reside en
\ Di. es in lile Labor Market Prqerr:nces ollmmigrants, de G. J. Borjas, Kalamazoo, Mich.: W.
...
,E{f~)l Institute for Employment Researeh, 1988; o "An Analysis of the Eamings of Canadian que, mientras algunos ciudadanos agregan valor sustancial a la economía, la
Immigr¡j¡fu", Chicago: Imprenta de la Universidad, 1990. mayoría no lo hace. Por consiguiente, la brecha entre aquellos pocos integran-
294 295
tes del primer grupo y todos los demás es amplia.jf'ara mejorar las condicio- miento e infraestructura continuará disminuyendo como porcentaje de los ingresos
nes económicas de las cuatro quintas partes menos favorecidas de la pobla- totales de la nació todo ahorro derivado de las reducciones en los presupuestos de
ción será necesario que el quinto más afortunado comparta su prosperidad e defensa dará por resultado una disminución del déficit fiscal y de los impuestos. Los
invierta en la capacidad de los otros para generar riqueza. Pero, a medida que estados, regiones y ciudades más pobres no podrán compensar la diferencia
el grupo de los privilegiados se relacione más estrechamente con la economía I Diferenciados del resto de la población por sus relaciones internacio-
mundial, tendrá menos interés en la actividad y potencial de sus menos afor- nales, sus buenas universidades, sus estilos de vida confortables, sus excelen-
tun~dos compatrio~Este es nuestro dilema, y también el de muchas otras tes prestaciones médicas y la abundancia de guardias de seguridad, los analis-
naciones. tas simbólicos completarán su desvinculación de la sociedad. Los enclaves
Sin embargo, la historia pocas veces se desarrolla de una manera previ- urbanos y suburbanos donde residen y las zonas específicas donde trabajan no
sible. Aquellos que prevén que el firme progreso (o deterioro) del presente tendrán ninguna similitud con el resto del país; ni tampoco habrá conexión en-
llegará a ser aun más pronunciado mañana, a menudo terminan en el descon- tre ambas partes. Mientras tanto, los ciudadanos más pobres vivirán aislados
cierto cuando el futuro finalmente llega. En el ínterin puede ocurrir un terre- en concentraciones urbanas o rurales; y un porcentaje cada vez mayor de sus
moto, O surgir una poderosa idea, una revolución, una repentina pérdida de jóvenes llenarán las cárceles del pa~
confianza en los negocios, un descubrimiento científico que pueda cambiar las Desde luego, esto no es tan simple. Otros acontecimientos probablemente
tendencias aparentemente más intransigentes, y hacer que la gente se pregun- interfieran para desviar esta trayectoria. ¿Cómo podrían los analistas simbólicos
te cómo han podido creer que cualquier otra salida era remotamente posible. protegerse a sí mismos, a sus familias y sus propiedades de la depredación de una
A pesar de la falibilidad de toda predicción, la gente sigue prestando atención población apartada, cada vez más numerosa y desesperada? La tranquilidad po-
a los analistas de bolsa, a los observadores de tendencias, a los futurólogos, a tencialmente ofrecida por legiones de guardias de seguridad, sofisticados siste-
los que pronostican el tiempo, a los a ólogos y a los economistas. Supuesta- mas de alarma y una cantidad de prisiones es limitada.
mente, esta veneración se debe menos a la exactitud de sus profecías que a la También existe la posibilidad de que los analistas simbólicos decidan
certidumbre con que las pronuncian. que tienen el deber de mejorar el bienestar de sus compatriotas, más allá de
El lector de estas páginas ha sido oportunamente advertido. Una dema- cualquier beneficio personal. Eso daría lugar a una nueva forma de patriotis-
siado simple extrapolación del pasado en el futuro mostraría un constante au- mo, fundada menos sobre el interés económico personal que sobre la lealtad
mento de las fortunas de los analistas simbólicos y una ininterrumpida mengua a la nación.
de los ingresos de casi todos los demás.)Los costes mundiales del transporte y
la comunicación, como ya se dijo, continuarán disminuyendo: eso creará un
mercado cada vez más amplio y una creciente demanda por los servicios de los
intermediarios estratégicos y los expertos en la identificación y resolución de
problemas, pero simultáneamente generará una oferta cada vez mayor de tra-
bajadores no especializados. En consecuencia, los analistas simbólicos norte-
americanos pueden llegar'ilier más ricos aun; mientras los trabajadores de la
II
producción se empobrecerán y serán cada ve~menos. Por otra parte, con la
mayor movilidad laboral en el mundo y la versatilidad de las máquinas que
complementan las tareas del hombre, los trabajadores de los servicios en per- ¿Qué obligaciones morales tenemos entre nosotros como miembros de
sona estarán económicamente menos seguros. una misma sociedad que ya no comparten la misma economía? La respuesta
Las posiciones de los más acomodados yde los menos favorecidos seguirán dependerá de la intensidad con que sintamos que en realidad somos miem-
distanciándose. ,flaca el año 2020, la quinta parte más acomodada de la población bros de la misma comunidad.
será responsable de ~ás del 60 por ciento del total de ingresos percíbidos por los nor- La lealtad al lugar -a la ciudad, la región o la nación propia- solía coinci-
teamericanos; t.0I1ta parte menos favorecida, del 2 por ciento. Los analistas dir más naturalmente con el interés económico personal Los ciudadanos subven-
simbólicos se refugiarán en enclaves cada vez más aislados, dentro de los cuales com- cionaban la educación, la construcción de autopistas, y otras mejoras públicas,
partirán sus rec~ -que escatiman a los otros- o bien los invertirán para mejorar aun cuando era probable que el individuo no disfrutara a corto plazo más que de
la productividad de otros ciudadanos. Pagarán impuestos por una proporción cada una pequeña parte de lo que había desembolsado, ya que se suponía qu~ ~os ~-
vez menor de sus ingresos. Luego, redistribuirán la diferencia, o la invertirán en be- crificios serían ampliamente compensados a la larga. El fomento del espíritu C1Vl-
nefiáo del resto de la poblaciónjka inversión del gobierno en educación, entrena- co, la inversión pública y la cooperación económica eran coherentes con el prin-

297
296
cipio de Tocqueville del "interés propio bien entendido". A medida que nue tr
. dada 'b h . s os los ganadores a seguir ayudando a los perdedores. El principio naciona-
conciu nos se I an aciendo más ricos y más productivos, nos beneficiábamos lista de "estamos todos juntos en esto" que caracteriza a esos pueblos se
porque nos daban más. de lo que nosotros les ofrecíamos. y cuando combatíamos
fundamenta no sólo en el "interés propio bien entendido" sino además en
las conductas oportunistas, ellos también lo hacían, con el resultado de que
be fici 'b I nos un arraigado sentido de la herencia compartida y del destino nacional.
ne CIa amos aun mas. Las redes de la interdependencia económica a1entab Por ejemplo, los japoneses, suecos, austríacos, suizos y alemanes se consi-
las tendencias nacionalistas. an
deran a sí mismos como culturas cuya fuerza y supervivencia depende,
. Entre 1950 ~ comienzos de los años setenta, la economía norte- hasta cierto punto, de los sacrificios de los más afortunados. Es una cues-
americana en su conjunto empezó a reflejar este principio. La mano de ob tión de deber y de orgullo nacional. Esto sucede, en parte, porque la dis-
Ias empresas y e Ipu'bl' ICOen general, a través de sus representantes elezid ra,
.
áci giuos, tribución de los ingresos dentro de esas naciones está entre las más equi-
coopera b a t citamente para Impulsar la producción de alto volumen Lo tativas del mundo (si bien la división del trabajo a nivel mundial está
dimi . s ren-
entos de escala resultantes generaban altas ganancias' algunas de est comenzando a abrir una brecha entre los ricos y los pobres, poniendo a
• • I 'as
g~anclas se rernvernan ~ara crear una mayor escala, y otras volvían a los tra- prueba su compromiso con la igualdad económica). Estas naciones,
baja~ores de la producción y los gerentes de mediano nivel bajo la forma de además, han experimentado durante las décadas de los sesenta y setenta
salarios y beneficios más amplios. Como resultado, grandes cantidades de nor- uno de los más espectaculares récords de crecimiento de todas las nacio-
teamericanos ingresaban en la clase media, dispuestos a consumir los bienes nes industrializadas.1
generados por este floreciente sistema.
¿Se podría alentar estos sentimientos en Estados Unidos? ¿Se debería
Pero a medida que los límites de las ciudades, estados, e incluso nacio- hacerlo?
nes han dejado de tener significado como esfera de influencia de la interde-
~nde~cia ~conómica,.e1 p incipio del "interés propio" de Tocqueville ha per-
dido VIgencia. Las naciones se han convertido en "regiones" de una economía
mundial; sus ciudadanos, en trabajadores de un mercado internacional. Las
~mpañías nacional~s se están traru¡fórmando en redes mundiales, cuyas acti-
Vldade~ de producción estandarizada (de alto volumen) se emprenden en
cualquier parte del mundo donde la mano de obra sea más barata mientras III
sus actividades más rentables se llevan a cabo en aquellos lugares' donde el
personal capacitado y talentoso pueda conceptualizar mejor los nuevos pro-
blemas y sus soluciones. Bajo tales circunstancias, el sacrificio y las restriccio- El nacionalismo puede ser un sentimiento peligroso. El mismo princi-
nes económicas que se impongan dentro de los límites de una nación es me- pio de "estamos todos juntos en esto", actitud que alienta el sacrificio mutuo
nos probable que alcancen a todos como sucedía en' una economía más dentro de una nación, fácilmente puede derivar en una política jingoísta, reac-
cerrada.
cionaria y agresiva a todo elemento extranjero. En realidad, los dos sentimien-
El problema reside en si la conciencia ciudadana es suficientemente tos suelen reforzarse el uno al otro. Es un hecho conocido en Gran Bretaña
fuerte para contrarrestar las fuerzas centrífugas de la nueva economía mun- que sus ciudadanos jamás habían mostrado esa virtud y solidaridad hasta que
dial. A pesar de eso, ¿hay suficiente lealtad para hacer sacrifi~ios -cumplir se enfrentaron con Hitler. La Guerra Fría con la Unión Soviética inspiró y
COnlos geberes c~vicos genuinos- s~ el objeti;~ del "interés propio"? Después proporcionó una justificación en Estados Unidos para invertir miles de millo-
de to(cÍQ, somos Ciudadanos, ademas de participes de la economía; podemos nes dólares en autopistas, educación e investigación. La buena disposición de
trabajar en los mercados, pero vivimos en sociedades. ¿Cuán firmes son los la- los más cualificados ciudadanos japoneses para trabajar gran cantidad de ho-
zos políticos, cuando los vínculos económicos se disuelven? ras y recibir ingresos relativamente bajos por el honor de contribuir al desa-
LEste problema es propio de todas las naciones sometidas a las fuer-
zas económicas mundiales, las que están reduciendo la interdependencia
de sus ciudadanos, y dividiéndolos en ganadores y perdedores internacio- Corea del Sur y Hong Kong. otrora calificados por los partidarios del libre mercado como m<.xle-
los del individualismo económico, en un análisis más detaUado se parecen mucho a sus vecinos
nale~ En algunas sociedades, donde el concepto de lealtad nacional es más desarrollados del norte. Consultar al respectoA.sia's Nea GU11I1, de A. Amsden, N.Y.: Uni-
más fuerte, el equilibrio entre los vínculos sociales y los nexos económicos versidad de Oxford, 1989. Austria, Suiza y Suecia han tenido una trayectoria diferente, pero tam-
se inclina hacia los primeros. A pesar de la influencia de la economía bién se caracterizan por imponer ajustes más moderados a sus ciudadanos ricos que a 106 menos
afortunados. Coeporausm and Chonge: Au.stria, Swuzaland; and the Politics of Industry, N.Y.:
mundial, la lealtad nacional es suficientemente poderosa para motivar a Universidad de ComeU, 1989.

298
299
rrollo de su nación está incentivada por el mismo tipo de emociones que ha- poblaciones menos favorecidas del mundo registran tasas de natalidad mucho
cen difícil para los japoneses abrir sus fronteras a los inmigrantes y a los pro- mayores que las más r-icas.El sesenta por ciento de los 12.000 niños que nacen
ductos extranjeros. cada hora en el mundo se integran en familias cuyos ingresos anuales por per-
La historia ofrece abundantes ejemplos de cómo el nacionalismo de sona son inferiores a los 350 dólares. En 1990, vivían en el planeta poco más
"suma-cero" -el principio de que o gan!lJllos nosotros o ganan ellos- puede de 5.000 millones de seres humanos; y se espera que lleguen a los 8.000 millo-
destruir los valores CÍvicoshasta el punto de que los ciudadanos promueven nes en el año 2025, y a los 16.000 millones al finalizar el siglo XXI. La cantidad
políticas que desarrollan marginalmente su propio bienestar, mientras perju- de habitantes que viven en condiciones paupérrimas ha aumentado dramáti-
dican a todos los demás habitantes del planeta, con lo cual obligan a otras na- camente en Brasil, Chile, Ghana, Jamaica, Perú y Filipinas. Las expectativas
ciones a proceder de la misma manera. Las carreras armamentistas y las ba- de vida han disminuido en nueve naciones africanas; la mortalidad por desnu-
2
rreras al intercambio comercial son una muestra de esa acción. La misma trición ha aumentado entre bebés recién nacidos y niños.
disciplina social y orgullosa lealtad que han inducido al sacrificio a los alema- Concentrar los esfuerzos exclusivamente en el bienestar nacional tam-
nes yjaponeses, también generaron en este siglo desconcertantes atrocidades. bién es una peligrosa limitación en relación con otros problemas para los cua-
El nacionalismo desenfrenado también puede hacer que los valores les la cooperación internacional es fundamental: la lluvia ácida, I~ redu~c~ón
cívicos se desvirtúen dentro de una nación. Se alimenta una especie de para- del ozono la contaminación de los océanos, el uso de los combustibles fosiles
noia acerca de los elementos extranjeros en el medio; las libertades civiles se y el calentamiento del planeta, la destrucción de los bosques tropicales, la pro-
restringen, so pretexto de la seguridad nacional. Surge la desconfianza entre liferación de armas nucleares, el negocio de la droga, la difusión del flagelo del
vecinos y amistades. Las ad' esiones tribales pueden incluso aislar a las nacio- SIDA el terrorismo internacional. Difícilmente las actitudes nacionalistas
nes. La violencia que irrumpe periódicamente entre chipriotas griegos y tur- pueden dar soluciones a estos y otros problemas que son transnacionales.
cos, entre armenios y azerbaijanos, entre albanos y serbios, entre valones y fla-
mencos, entre vietnamitas y camboyanos, entre israelíes y palestinos, entre los
sikhs y otras poblaciones de la India, y entre libaneses cristianos y musulma-
nes es una desconsolador a evidencia del precio de la lealtad tribal.
Los argumentos contra el nacionalismo de suma-cero, y en favor de un
punto de vista más amplio y cosmopolita, resultan particularmente válidos a la
luz de las crecientes desigualdades en el mundo. La brecha entre los ingresos
IV
de las cuatro quintas partes menos favorecidas y el quinto más rico de la po-
blación norteamericana es irrelevante en comparación con las diferencias en- )
tre las cuatro quintas partes de los pobres y el quinto de los ricos en toda la El nacionalismo de suma-cero también pone en peligro la prosperidad
población del mundo. La quinta parte más rica de Norteamérica, Europa Oc- económica mundial. La premisa neomercantilista "ganamos nosotros o ga~~n
cidental y Asia Oriental juntas, genera tres cuartas partes de la producción ellos" es simplemente errónea. A medida que los trabajadores de una nación
mundial bruta y el 80 por ciento del valor del comercio mundial. A medida que se capacitan y se hacen más diestros, están en condicione~ de agrega.r más va-
estas region~sprófPeras se van desvinculando del resto del mundo, las más re- lor a la economía mundial. Todos en el mundo se benefician con la introduc-
zagadas ~sumJ*giéndose en una desesperanzada pobreza. ción de circuitos semiconductores más diminutos y poderosos sin importar
<ijJl~970 y 1980, la cantidad de individuos con diferentes grados de quién los fabrica. .
desnutrición en las naciones en vías de desarrollo (con la exclusión de China) Desde luego, es cierto que la nación cuyos trabajadores alcanzan antes
aumentó de 650 a 730 millones. Desde 1980, las tasas de crecimiento económi- un nivel más alto de conocimientos está en condiciones de obtener mayores
co en la mayoría de esas naciones se han detenido y los salarios reales han dis- beneficios. Esta ventaja puede hacer que los ciudadanos de o~ras naciones se
minuido aun más. En Africa y América Latina, los ingresos per capita eran sus- sientan relativamente menos favorecidos, a pesar de su gananCia absoluta. Los
tancialmente más bajos en 1990 que en 1980. Los precios de las mercancías sociólogos han analizado extensamente el fenómeno de la "~obreza relativa",
bajaron; el endeudamiento con los bancos mundiales ha debilitado a muchas cuando los pueblos evalúan su bienestar a la luz de la,Prospendad de los otros.
economías subdesarrolladas, cuando más de 50.000 millones de dólares se gi- El ciudadano medio de Gran Bretaña está en términos absolutos en mucho
ran anualmente a las naciones más desarrolladas. Los estragos de la defores-
tación, la erosión y la explotación agrícola en gran escala han inflingido impor- 2 Consultar al respecto Global Outlook 2000, Nueva York: Organización de las Naciones Unidas,
tantes pérdidas en muchos países del Tercer Mundo. Al mismo tiempo, las 1990, pág. 202-21, 1B7-97_

301
300
~e~or posición que hace veinte años, pero se siente más pobre, ahora que los
lt~l~nos ~~n tomado la delantera. Cuando les pregunto a mis alumnos si pre-
v
f~nnan ~lVl~en un mundo en el .cual cada norteamericano fuera un 25 por
cI.entomas neo que ~hora, y cada Japonés fuera mucho más rico que el prome-
dIOde los norteamericanos, o en un mundo en el cual los norteamericanos fue- El hombre o la mujer que tiene un sentido de ciudadanía internacional
ran solamente un 10 por ciento más ricos pero por encima del promedio de los es por lo tanto más capaz de tener una perspe.ctiva adecuada a~erca de los
japoneses, una gran mayoría opta generalmente por la segunda alternativa. problemas y posibilidades del mundo. Desprovisto de ese fuerte impulso pa-
Lo.spue~los puede~ estar ~ispuestos a renunciar a las ganancias absolutas pa- triótico, el analista simbólico internacional es probable que se oponga a solu-
ra impedir que sus rivales disfruten de ganancias aun mayores. Aun cuando es- ciones de suma-cero y, por lo mismo, comparta más responsabilidades (en ese
to sea comprensible, esos impulsos de suma-cero difícilmente se puedan reco- sentido) que los ciudadanos cuyo marco de referencia es.más limitad~. .
mendar como un principio de conducta económica internacional. En vista de Pero este individuo cosmopolita con una perspectiva más amplia, l.e1e-
que los progresos económicos pocas veces benefician a los ciudadanos de to- girá actuar compasivamente y con justic~a? ¿No le.sfaltará a nuestros. ~nalistas
das las naciones en la misma proporción, un criterio semejante, si se adoptara simbólicos -actuales y futuros- ese sentido especial de la responsabilidad ha-
ampliamente, impediría casi todos los esfuerzos de incrementar la riqueza en cia la nación y sus ciudadanos? ¿Compartirán su prosper~dad co~ los menos
el mundo. afortunados del mundo y consagrarán sus recursos y energias a mejorar las po-
La interdependencia económica está tan profundamente arraigada que sibilidades de los otros para que puedan contribuir al progreso mundial? Y
cualquier estrategia de suma-cero es contraproduce te como comprobaron los aquí nos encontramos con el "lado oscuro" del ~~smopoliti~mo. Sin una sóli?a
miembros de la Organización de Naciones Exportadoras de Petróleo en los años adhesión y lealtad -que van más allá de la familia y las amistades- los analis-
setenta cuando los altos precios sumergieron al mundo en la recesión y redujeron tas simbólicos jamás podrán desarrollar las tendencias y ~ctitudes haci~ l.ar:s-
la demanda de hidrocarburos. Hoy, ningún banco central del mundo puede con- ponsabilidad social. Serán ciudadan.os del mundo, pero sin a~eptar y ~ siqure-
trolar su oferta de dinero o el valor de su moneda sin la ayuda de los bancos cen- ra reconocer ninguna de las obligaCIOnesque representa la ciudadanía dentro
trales de otras naciones, como tampoco ninguna nación puede elevar unilateral- de una organización política. Se opondrán a la~ soluciones de suma-cer~, pe-
~ente sus tasa~,de interés o ~anejar grargíes superávit o déficit presupuestarios ro también se resistirán a todas las otras solUCIOnesque puedan requerir sa-
sin la cooperacion o conformidad de las ot&s naciones. En la actualidad, cada na- crificio y compromiso. .
Sin una verdadera comunidad política en la cual aprender, perfeccio-
~ón desarrollad~ depende de las otras, como mercado y fuente de sus bienes. Los )
Japoneses necesitan de un mercado estable y próspero en Estados Unidos parV nar y llevar a la práctica los ideales de justicia e igualdad, dichos ideales pue-
colocar sus bienes y para invertir su dinero. Si tomaran cualquier medida que pu- den parecer abstracciones sin sentido. . .
diera precipitar una recesión económica en Estados Unidos, los resultados tam- Los conceptos de justicia y generosidad se aprenden. El apre~d~J~ se
bién serían desastrosos para ellos. hace de diversas fuentes, pero la más importante entre ellas es la partICipaCión
Pero, Zqué pasaría si los extranjeros poseyeran una tecnología más de- en una comunidad política. Aprendemos a sentirnos responsables de los otros
sarrollada, como pronto puede suceder con los semiconductores de vanguar- porque compartimos con ellos una historia común, participamos con ellos de
dia ?~ los j,po~ses, la televisión de alta definición, y muchos otros nuevos dis- una cultura común y afrontamos un destino común. ~omo ha exp~:sado ~.lso-
POSltlvOS?\NueV\mente, deb~ríamos precavernos de los supuestos de ciólogo Michaellgnatieff, "Pensamos en nosotros mismos como hiJOSe hijas ...
s~a-cero. Lacqes~reza de los Japoneses en tecnologías específicas no impe- miembros de un clan o tribu, aun como prójimos, antes que como seres huma-
dirá el progresó~cnológico en Estados Unidos o dondequiera que sea. Las nos. Es esta densa red de relaciones y el significado que . le damos ,,3a nuestras
tecnologías no son mercancías por las cuales la demanda del mundo es limita- vidas lo que satisface las necesidades que realmente nos mteresan. .
da, tampoco se generan en cantidades fijas: un tanto ellos y otro tanto nos- Lo que compartimos con los otros, nada menos q.ue ~uestra humani-
otros. Las tecnologías pertenecen al ámbito del conocimiento. Son como las dad, puede ser insuficiente para inducir un may?r. renunclamle~to. El consul-
ramas exteriores de una mata de arbustos sobre las cuales crecen al mismo tor de management que vive en Chappaqua y viaja todos los días h~sta Park
tiempo otras incontables ramas. Si bien los norteamericanos necesitan expe- Avenue, donde negocia -en un rascacielos de cristal y ~c.ero- co~ chentes d.e
riencia directa en la investigación y en las tecnologías de diseño y fabricación todo el mundo, puede sentir un poco más de responsabilidad hacia una fam.l-
en dichas ramas a fin de participar en el futuro crecimiento, esa necesidad no lia indigente que vive a 5.000 kilómetros en el Este de Los Angeles que hacia
debe apuntar a las mismas ramas que ocupan a los trabajadores de otras na-
3 De The Needs o/ SlTallgen, de Michaellgnatieff. Nueva Y ork; Viking Penguin, 1985, pág. 29.
ciones.
303
302
una pobre familia de mexicanos que viven a la misma distancia en Tijúana, pe-
ro esta medida de la afinidad' puede no ser suficiente para orientar sus
VI
energías o recursos. Un ciudadano del mundo, como este consultor de mana-
gement, puede no sentir un vínculo personal con ninguna sociedad.
El cosmopolitismo también puede engendrar resignación. Aun ¿Debemos optar, entonces, entre el nacionalismo de suma-cero y el
cuando el analista simbólico también sea sensible a los problemas que cosmopolitismo impasible? ¿Acaso estas dos posiciones defmen las únicas al-
afectan al mundo, estos pueden parecerle tan incontrolables y abrumado- ternativas posibles para los ciudadanos del futuro? Desafortunadamente, gran
res que cualquier intento de remediarlos lo juzgaría inútil. El mayor ene- parte de las discusiones que escuchamos acerca de los intereses nacionales en
migo del progreso es la desesperanza. Incluso desde una posición venta- la economía mundial están estructura das precisamente en estos términos. Por
josa, el progreso real puede parecer inalcanzable dentro de la enorme un lado están los nacionalistas, que generalmente representan los puntos de
variedad de problemas que afligen a la humanidad. En una comunidad vista de los trabajadores de la producción y de los servicios, quienes presionan
política más reducida, como un pueblo, una ciudad, una provincia o una al gobierno para que anteponga los intereses económicos de Estados Unidos
nación, los problemas pueden parecer más fáciles de resolver; incluso una -aun a expensas de los intereses del resto del mundo. Según ellos, a no ser que
insignificante mejoría puede parecer importante en una escala más redu- nos volvamos más agresivos, los extranjeros seguirán ampliando su participa-
cida. Por eso, en una situación en la cual el nacionalista o localista siente ción en el mercado, a expensas de las industrias norteamericanas -se aprove-
que un sacrificio es valioso y potencialmente eficaz, el cosmopolita puede chan de nuestra pasividad, obtienen ventajas competitivas sobre nosotros, y fi-
sentirse desalentado por su aparente inutilidad.4 nalmente nos despojan del control sobre nuestros destinos. Por el otro lado
El lector sólo tiene que reflexionar acerca de su experiencia personal. está la actitud de no interferencia de los cosmopolitas -que habitualmente re-
Nada mitiga más el celo reformista que una fiel lectura del New York Times u presentan a los analistas simbólicos- quienes aducen que el gobierno simple-
otros importantes periódicos del mundo, en los cuales las magnitudes de los mente debe mantenerse al margen. De acuerdo con este criterio, las firmas y
problemas del mundo: el hambre, la enfermedad, el racismo, el deterioro del los individuos que buscan ganancias están mucho más capacitados para deci-
medio ambiente y la injusticiapolítica se detallan diariamente. No debería sor- dir qué producir y dónde hacerlo; los gobiernos sólo pueden estropear las co-
prender entonces que todos los gran~s movimientos sociales se hayan inicia- sas. La libre circulación de todos los factores de producción a través de las
do localmente. Aquellos que pretenden reformar el mundo dé golpe a menu- fronteras en última instancia contribuirá a mejorar la suerte de toda la pobla-
do tienen dificultades para reclutar adeptos. --J ción.
En síntesis, si bien el punto de vista cosmopolita proporciona una pefs- Lo que se ha omitido en este debat~ es la posibilidad de ~a tercera al-
pectiva útil y adecuada sobre muchos de los problemas que afligen al mundo, ternativa: un nacionalismo económico positivo, en el cual cada CIUdadanode
y evita los peligros latentes del fanatismo nacionalista, también puede desalen- la nación asuma la responsabilidad primaria de desarrollar las capacidades de
tar las medidas necesarias para remediar los problemas que esclarece. No hay sus compatriotas para llevar una vida plena y productiva, pero que, además,
certeza de que la humanidad pueda estar en condiciones significativamente coopere con las otras naciones para garantizar que esa.smejo~as no se logr~n
superiores con una abundancia de cosmopolitas talentoso s, indiferentes o ine- a expensas de otros. Esta posición no responde al laissez-faire cosmopolita
ficaces frentea la dificultades que afligen al mundo, a las que soportaría con porque se apoya en el principio de objetivo nacional; so~re la b~se de una
un grupo dNor es acionalistas que intentaran construir su sociedad "gana- unión histórica y cultural, orientada hacia un esfuerzo político comun: promo-
dora". ver el aprendizaje dentro de la nación, y la transición armoniosa d.ela mano de
obra de las viejas industrias, a fin de formar y entrenar a los trabajadores de la
nación, mejorar la infraestructura y crear reglas internacional~s de j~ego más
justas para poder alcanzar estos objetivos. ObvilVOente,estas inversiones son
de interés público.
Esta no es tampoco la posición de un nacionalista de suma-cero: en es-
te caso la meta común es alentar el progreso en el orden mundial, y no desa-
rrollar el bienestar de una nación a expensas de las otras. No se establece un
monto fijo de ganancias para ser distribuido, ni un mercado limitado para
compartir. No se plantea la competencia tradicional.d~ "sus co~pañías contra
4 Jonathan Glover, "It Makes No Difference Whether or Not 1Do It"Supplemerual Proceedine: of
tñe Aristotelian Society, Nueva York, 1975, las nuestras" en una puja por el dominio del comercio internacional. En lugar
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304
de eso vamos al encuentro de un infinitamente amplio espectro de conoci- sa y relativamente poco entrenada podrían tener un margen mayor para lici-
mientos y habilidades humanas. El capital humano, a diferencia de los activos tar en las inversiones mundiales que las naciones con una cantidad menor de
físicos o financieros, no tiene límites inmanentes. trabajadores altamente calificados.
Esta idea nacionalista es posible que conduzca a un mayor bienestar en Otros tipos de subsidios se podrían aplicar y distribuir donde puedan
el orden mundial que los argumentos cosmopolitas que no contemplan la leal- aportar un mayor beneficio, como ha comenzado a hacer regionalmente la Co-
tad a ninguna nación. Del mismo modo que el campesino que se esmera en munidad Económica Europea. Por ejemplo, las naciones podrían financiar
cuidar su parcela contribuye a una mayor cosecha para todos los ciudadanos conjuntamente investigaciones básicas, cuyos resultados se pudieran transfe-
que asumen la responsabilidad especial de promover y desarrollar el talento y rir casi inmediatamente a través de las fronteras internacionales: proyectos co-
las habilidades de sus compatriotas, contribuyen a la larga al bienestar de to- mo los aceleradores de partículas atómicas, genoma humano y la exploración
dos, compatriotas y no compatriotas por igual. El bienestar de una nación se del espacio. (Es improbable que los gobiernos puedan subsidiar proyectos de
acrecienta cada vez que las otras naciones desarrollan las capacidades de sus esta magnitud por sí solos, ya que el mundo entero se beneficiaría con los re-
propios ciudadanos. sultados.) Por lo tanto, el aporte de fondos y el destino de los mismos deberían
Este nacionalismo económico positivo se abstendría de levantar barre- negociarse previamente.
ras coíñerciales a los productos de cualquier origen, así como de poner impe- El nacionalismo positivo también facilitaría la transición de la mano de
dimentos al movimiento de capitales e ideas a través de las fronteras\ Aun obra de las industrias y tecnologías tradicionales en las cuales exista una capa-
cuando esas restricciones fueran exigibles, sólo servirían para limitar la capa- cidad excesiva. Esto se podría hacer mediante indemnizaciones por cesantía,
cidad de una nación de disfrutar los rendimientos de sus inversiones. ero no reubicación laboral, becas de entrenamiento, seguros de desempleo adiciona-
toda intervención del gobierno se debería evitar. Este tiene que intensificar la les y sustitución de las maquinarias por otros instrumentos adecuados a la pro-
inversión pública de tal manera que acreciente las capacidades de sus ciuda- ducción de alto valor agregado. En vista de que todos los países se benefician
danos para llevar una vida plena y productiva. Tales inversiones -en salud, cuando se reduce el sobredimensionamiento en cualquier sitio, estos subsidios
educación, formación en el trabajo e infraestructura- representarían el núcleo deberían provenir de un fondo común instituido por todas las naciones. Los
de la política económica nacion~ aportes a dicho fondo podrían ser proporcionales a la capacidad inicial de esa
El nacionalismo positivo también debería permitir -e incluso fomen- determinada industria dentro de las fronteras de la nación.
tar-los subsidios a las compañías que\mprendan una producción de alto va- Por último, el nacionalismo positivo tendría que desarrollar las capaci-
lor agregado dentro de las fronteras de la nación (tecnologías complejas, fa- dades de la mano de obra del Tercer Mundo -no como una manera de preve-
bricación, sistemas integrados, y así sucesivamente), de manera que la~o nir el comunismo o consolidar los sistemas políticos del Tercer Mundo para
de obra nacional pueda adquirir nuevas habilidades. Pero no deberían hacer- que las compañías mundiales puedan extraer materias primas y vender sus
se distinciones sobre la base de las nacionalidades de los accionistas o direc- productos sin riesgos-, sino como un medio de promover ~l desarrollo de esos
tores ejecutivos de las firmas. Paraprevenir las tácticas de suma-cero median- pueblos, y con ello aumentar la riqueza en el orden mundial. Con ese fin, el
te las cuales las firmas pujan unas contra otras para atraer al mismo grupo de traspaso de la producción estandarizada de alto volumen a los países del Ter-
firmas mundiales, y sus tecnologías inherentes, las naciones deberían negociar cer Mundo sería bienvenido, mientras se abrirían los mercados del mundo de-
los limites y 9Pje_~.vosadecuados de tales subsidios. El criterio podría ser una sarrollado a los productos de ese origen. Asimismo, las naciones más indus-
especie de "GA TT p la inversión directa" -una extensión lógica del Acuer- trializadas deberían reducir el monto de las deudas del Tercer Mundo,
do General sobre ifk· y Comercio que los Estados Unidos auspiciaron des- otorgar nuevos préstamos más accesibles y supervisar su aplicación más cui-
pués de la Segunda Guerra Mundial-, que establezca las normas a través de dadosamente que en el pasado.
las cuales las naciones podrían competir por las inversiones de alto valor agre-
gado de las compañías mundiales. Deberían evitarse las amenazas de cierre
del mercado local, a menos que se emprendan ciertas inversiones dentro del
mismo, ya que dichas amenazas desatarían competencias de suma-cero. En lu-
gar de eso se tratará de definir tácticas razonables y justas, de acuerdo con las
características de la economía nacional y el tipo de inversión que se pretenda
realizar. Por ejemplo, el monto del subsidio admitido podría ser directamen-
t~ proporcional a la dimensión de la fuerza laboral, pero inversamente propor-
cional a su promedio de habilidades. Las naciones con mano de obra numero-

306 307
VII

Las presiones generadas por el cambio mundial han fragmentado el electora-


do de los Estados U nidos. Los trabajadores de la producción y de los servicios en per-
sona -inclinados a un naciona1ismo de suma-cero- temen que los extranjeros, y los ja-
poneses en particular, aswnan el control de los activos de la nación e influyan
subrepticiamente en la política nacional. Se sienten desplazados por la mano de obra
barata del Sudeste Asiático y América Latina, que ha heredado gran parte de los
puestos de la producción de rutina y, por añadidura, parece irrumpir en masa en las
ciudades norteamericanas. Muchos analistas simbólicos -fieles al laissez-faire cosmo-
polita-, por un lado, no se sienten especialmente comprometidos con la situación
difícil que atraviesan los otros norteamericanos, y por el otro, se sienten inútiles y
abrumados con respecto a muchos de los más grandes problemas a los que se enfren-
ta el resto del mundo.
En otras palabras, ningún grupo de electores está naturalmente predis-
puesto al nacionalismo positivo. Aquellos que están amenazados por la com-
petencia mundial sienten que tienen mucho que perder y poco que ganar de
una propuesta que procura acrecentar la riqueza en el mundo, mientras aque-
llos que más se benefician de la indiferenciación de las fronteras nacionales :':':':':':':':':':'.

piensan que tienen mucho que perder y poco que ganar de la iiIterverción de
un gobierno que intenta distribuir esos beneficios. i_
El rumbo que hemos tomado es bastante claro. Si el futuro se pudiera prede-
cir sobre la base de las tendencias que se insinúan, el cosmopolitismo podría negar a
ser la filosofía económica y social predominante. LIbrada a su propia suerte, la divi-
sión internacional del trabajo no solamente crearía mayores desigualdades dentro de
las naciones, sino que además disminuiría la buena voluntad de los triunfadores para
hacer algo que pueda revertir esa tendencia, ya sea dentro como fuera de la nación.
Los analistas simbólicos que tienen todas las cartas en este juego pueden confiar en
la "victoria". Pero ¿qué sucederá con los perdedores?
Somos testigos de un momento excepcional de la historia en el cual la A menudo se supone que, en ausencia de la amenaza soviética, los Estados
amenaza de conflictos mundiales parece ser remota, mientras as transforma- Unidos pueden reorientar sus recursos hacia las neces~dades inte~nas .de la na-
ciones de la economía y la tecnología están derribando los límites entre las na- ción. Antes que compartir el destino de otros impenos de la histona, cuyos
ciones. La nación-estado ya no es lo que fue hace dos siglos: ha desaparecido ejércitos diseminados agotaban los recursos necesarios para asegur~r el pro-
el nacionalismo fundamentado sobre las necesidades prácticas de la interde- greso de su sociedad, los Estados Unidos tienen ahora una oport~dad .p~a
pendencia económica y la seguridad dentro de las fronteras. Pero eso nos da restablecer el equilibrio. Pero esta simple deducción supone una disposición
la oportunidad -a los norteamericanos como a todas las sociedades- de rede- de parte de los norteamericanos para reorientar dichos recursos, y no meter-
finir quiénes somos, por qué nos hemos reunido y qué obligaciones tenemos se en los bolsillos esos dólares excedentes.
entre nosotros y con el resto del mundo. La decisión es nuestra. Estamos so- En este sentido, estamos frente a un principio básico de la vida cívica:
metidos tanto a las tendencias actuales como a los vestigios del pasado. Pode- los individuos que integran una sociedad sacrificarán su bienestar personal
mos, si lo elegimos, hacer valer nuestros deberes mutuos como ciudadanos, por el bien de todos, solamente si se sienten identifi~~os con esa ~ocI~dad, de
más allá de nuestros beneficios económicos, y actuar conforme a esa decisión. tal manera que "el bienestar general" tenga un significado sustantivo par.a
ellos. Si, en ausencia de la amenaza soviética, la identidad de los Estados Uni-

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dos resultara ser un poco más vaga, y su propósito algo menos apremiante que no tener una participación directa en un combate o la desdicha de no vivir en
antes, los norteamericanos estarían menos dispuestos a hacer el sacrificio. el foco de las hostilidades, pocas veces se sentía directamente afectado. Inclu-
Por eso el ocaso del comunismo soviético plantea un profundo dilema so las primeras represalias inspiraban temor y rencor solamente cuand~ la
a los Estados Unidos. Desde fines de la Segunda Guerra Mundial, los norte- guerra era inminente o se libraba batalla. Antes de eso, los Estados Unidos
americanos han proclamado las virtudes aparentes de nuestra nación en con- había movilizado sus recursos Ysu voluntad colectiva a fm de luchar contra un
traste con'e1 comunismo soviético. Los ideales abstractos -democracia, liber- enemigo, y la lucha misma era el foco de nuestra atención.
tad, justicia, capitalismo- adquirían un significado más concreto con La Guerra Fría era algo diferente, no sólo por la amenaza constante de
referencia a sus antónimos en el otro lado del Telón de Acero. Norteamérica un holocausto nuclear, sino además porque la considerábamos como una lu-
ha sido definida por el comunismo soviético como la luz es definida por la os- cha por las aspiraciones de la humanidad. Como tal exigí~mucho más de nos-
curidad, el día por la noche, como las siluetas por sus fondos contrastantes. otros que una guerra abierta. Nuestro orgullo estaba en Juego, nuestro ~ugar
Para nosotros esto representaba una batalla mítica -una disputa maní- en la historia, nuestra propuesta como la mejor esperanza para I~ humarnd.a~.
queísta que oponía el bien contra el mal- librada en un escenario real, con la Frente al comunismo soviético, todo lo que hiciéramos como SOCIedadservma
amenaza siempre presente de un apocalipsis final. El comunismo soviético era de ejemplo a las otras naciones del planeta, y de recordatorio para nosotros
como una mesalina seductora, que atraía a los pobres o ingenuos con falsas acerca de quiénes éramos y por qué nuestros ideales y costumbres eran supe-
promesas de un paraíso inexistente. Nosotros representábamos la verdad y la riores a los de nuestro adversario. Sabíamos implícitamente que nuestro "po-
única esperanza de prosperidad real. Permanentemente nos resistíamos a esa derío" no residía solamente en bombas, tropas o lanzamisiIes, sino que de-
tentación (siempre prevenidos contra la posibilidad de que algún ciudadano pendía además de nuestra autoridad moral. Por eso la sociedad
norteamericano pudiera sucumbir), mientras ayudábamos a las otras naciones norteamericana estaba continuamente en juego.
a resistir. El apocalipsis logró evitarse, pero el forcejeo progresivo exigía toda Pocas veces en la historia una nación se vio sometida a un proceso tan
nuestra energía y voluntad. Los conflictos periféricos, como el de Carea y agotador de autocrítica y de discusión sobre los principios como lo hicieron
Vietnam, también arrebataron la vida de muchos de nuestros jóvenes. La pug- los Estados Unidos durante la Guerra Fría. Fue como ponemos a prueba a
na nos obsesionaba y consumía. Nos determinaba. Para nosotros misToS y pa- nosotros mismos supervisándonos y evaluándonos continuamente. Incluso la
ra el resto del mundo, la idea que inspiraban los Estados Unidos 1I~ a ser un otrora contemp;rizadora gestión de Eisenhower se vio obliga~a a crear ~na
sinónimo de resistencia a la seducción del comunismo. Comisión de Metas Nacionales, para analizar si los Estados Unidos se movían
Esta no era la primera vez que la identidad nacional se había intensifi- en la dirección correcta. Las cruzadas éticas y los movimientos que surgieron
cado frente a las fuerzas que nos amenazaban al otro lado de las fronteras; en los años siguientes -de los derechos civiles, feminismo, med.io ambient:~ ~e
nuestro objetivo nacional se esclarecía ante el conflicto. Incluso antes de que inspiraron en el mismo criterio de autocrítica, a través de un intenso an~sls,
llegáramos a ser oficialmente una nación, tuvimos conciencia de nuestra na- dentro y fuera del país. Las derivaciones éticas de nuestros fraca~os nac\O?~-
cionalidad cuando combatimos contra Francia, contra Íos indígenas, y espe- les -Vietnam, Watergate, incluso un brusco déficit presupuestan o- t~b~en
cialmente contra los británicos. Esa identidad se desplegó más aun cuando se magnificaban, y daban pie a un angustiado debate acerca de lo que signifi-
más tarde nos enfrentamos con México, España, Alemania, y luego Italia, caban para nuestra sociedad.
Japón y los nazis. Algunos de esos conflictos también alcanzaron dimensiones Los dos aspectos de nuestro "poderío nacional" frente .al mundo comu-
míticas en la imaginación de los norteamericanos: varias veces nos sentimos un nista -militar y moral-llegaron a estar entrelazados. ConstrUImos una redna-
"pueblo elegido", mientras nuestros enemigos eran los "condenados". Este cional de autopistas (conforme a la Ley de Defensa Nacional) con el fin de
proceso de autodefinición no fue muy diferente al de muchas otras naciones, transportar rápidamente municiones y pertrechos en caso de .guerra, pero
cuyas identidades se forjaron en el conflicto: romanos contra partos, bizanti- también para darle una mayor participación al agro en la pro~pen~ad de la na-
nos contra sasánidas, elamitas contra babilonios, asirios contra sumerios, in- ción. Entrenamos una generación completa de docente~ e investigadores de
gleses contra franceses. ciencias y matemáticas (también de acuerdo con la ley cltad.a) a f~ de poner-
La lucha de los Estados Unidos contra el comunismo soviético fue úni- nos al día con los soviéticos en materia espacial, pero al mismo tiempo para
ca, en el sentido de que penetró tan profundamenta en la cultura norte- mejorar la educación. Fuimos los primeros en llegar a la Luna para demo.strar
americana que definió su misión como nación. Los conflictos entre otros pue- nuestro orgullo tecnológico, pero también para enorgullecer a I~ humanidad.
blos habitualmente se concentraron sobre acontecimientos en particular: Creamos la fuerza de combate más eficiente del mundo, pero Junto con eso
batallas gloriosas, actos de heroísmo o de traición, manipulaciones de los so- previmos medios eficaces para disciplinar y educar le~iones de jóvenes d~ l~s
beranos. El ciudadano común sabía que el enemigo .era despreciable, pero al ciudades y zonas rurales del interior del país, entrenandolos en las especlah-
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dades técnicas que necesitarían para progresar en la vida civil. Lo mismo Con
pretar en los mismos términos: como una exaltación de la creciente diversidad
otros programas de defensa que tuvieron una doble función social: los présta-
y como un recordatorio de nuestra divergencia cada vez mayor. En el viejo
mos aprobados por el gobierno para la educación, la vivienda, los albergues
"crisol de razas" de Norteamérica se está fundiendo ahora una abigarrada
para veteramos.
mezcla, cuyos ingredientes conservan una característica singular.
Desde luego, la misión militar no logró justificar todo lo que se necesi- Dadas estas condiciones, sin la presión externa del comunismo soviéti-
taba hacer dentro de la nación. Las escuelas, las carreteras, los puentes, los co que nos mantenía unidos, los Estados Unidos simplemente pueden conver-
servicios de salud, las bibliotecas y los parques continuaron deteriorándose tirse en un microcosmo s del mundo entero. Incluirá a algunos de los indivi-
particularmente en los pueblos rurales y en las ciudades del interior del país: duos más ricos del mundo y a algunos de los más pobres, que hablan en
Pero a pesar de eso, el pretexto de la defensa nacional nos dio la oportunidad incontables idiomas, mantienen múltiples adhesiones y proclaman muy dife-
de hablar acerca de nuestras metas comunes, y también de discutir las necesi- rentes ideales. Estos individuos pueden conectarse eficiente mente con el res-
dades. Nuestras fuerzas de apoyo logístico vigilaban el mundo. Estábamos en- to del mundo -tanto económica como culturalmente-, pero no necesariamen-
frentándonos a la amenaza soviética. Estos objetivos comunes al menos per- te entre sí. Nuestra identidad colectiva se debilitará. No existirá un objetivo
mitieron que los norteamericanos interpretaran los problemas de la nación nacional, ni un pretexto para el mismo. En lugar de eso, cada habitante de los
como sus problemas:
Estados U nidos puede interesarse por los grandes problemas de la humani-
Ahora la amenaza soviética ha desaparecido. No sólo nuestras fuerzas dad, o por las necesidades de su grupo étnico, o por ambiciones y rencores
armadas se ven comprometidas por este cambio radical, también nuestra ima- personales menos edificantes.
gen de nosotros mismos.
Este no es un panorama totalmente sombrío. Algunos partidarios de la
Durante cuarenta años o más, los Estados Unidos han consagrado sus tesis del libre albedrío lo pueden encontrar atractivo. En contraste con la ma-
energías colectivas esencialmente para encarar el comunismo soviético -una yor parte de los habitantes del planeta, quienes todavía viven en naciones q.ue
~an misión que justificó y ennobleció nuestra identidad colectiva, pero tam- les imponen responsabilidades básicas para con el bienestar de sus compatno-
bién de muchas maneras nos ha empobrecido. Ahora que se ha superado la tas, las personas que vivan dentro de las fronteras de los Estados Unid.os dis-
amenaza soviética, tenem~s qu~ re~nstruir la n~ción. Pero sin ese ~tgrO ex- frutarán de una especie de zona libre, universal, que solamente les obligará a
terno, nos puede faltar la IdentIficaCIón necesana para salir adelante. abstenerse de causar daño físico, o robar a los demás. No habrá un sentido de
En ausencia del comunismo soviético, el respaldo de la sociedad norte- comunidad nacional. En lugar de eso, los norteamericanos se aislarán en gru-
americana puede no persistir. Tampoco volverán los tiempos previos a la Gue- pos reducidos con ingresos similares, valores e intereses afines, y una misma
rra Fría, cuando los conflictos bélicos episódicos bastaban para recordarnos identidad étnica. Pluralismo sin unidad.
el significado de la nacionalidad. Las fuerzas centrífugas que nos separan son Sin embargo, también hay algo terriblemente desconsolador en este
ahora más poderosas. Como ya he señalado a lo largo de este libro, la eco- destino , si en efecto fuera nuestro destino. Significa el fin de la "experiencia
.
nomía mundial ha tendido firmes lazos entre nuestros ciudadanos y los de norteamericana" de crear una sociedad variada, unida no sólo por su respeto
otras .naciones -vínculos tan fuertes, o más, que los lazos económicos que nos a las libertades individuales, sino además por su sentido de la justicia, Esto
reíacíonan dentro de nuestras fronteras. Nuestros calificados analistas despoja a los Estados Unidos de la autoridad moral que precedió ~ trascendió
simbólicos prosperan; nuestros trabajadores de rutina se empobrecen. a la Guerra Fría con el comunismo soviético, una autoridad derivada de su
Las mismas tecnologías han creado vínculos culturales a través de las combinación única de tolerancia y justicia.
fronteras, neutralizando con ello la influencia de nuestra cultura dentro de la Desde luego, hay una alternativa. Los Estados Unidos pueden esco-
nación. Un individuo nacido en Brasil, que viva en Miami, hoy puede leer los ger otro contrincante para remplazar al imperio soviético -una ~ueva
diarios de Sáo Paulo, comunicarse vía satélite con un medio de prensa compu- amenaza que nos dé una renovada cohesión, y una razón para asumir res-
tarizado a miles de kilómetros; puede ver la televisión brasileña por la misma ponsabilidades mutuas. Lo primero que surge a la .me~t~ es Japón. Ya se
vía, enviar y recibir mensajes por fax en segundos, comunicarse telefónica- pueden encontrar numerosos libros, artículos periodísticos y programas
me~~e con su país con un simple digitado y viajar allí cuantas veces quiera. La de televisión que advierten sobre la amenaza japonesa, La naturaleza pre-
facilidad del transporte mundial también ha proporcionado los medios para el cisa de esta amenaza -seguramente no es la destrucción nuclear- jamás se
aumento en la cantidad de inmigrantes ilegales. Algunos de los 11 millones de explica totalmente, pero sus connotacione.s so~ evidentes:. a no ser que los
~xtranjeros que visitan los Estados Unidos cada año permanecen aquí, traba- detengamos, los japoneses a la larga terminaran por dommarno~. Por es~
jando en empleos precarios por sueldos inferiores a los mínimos. El reciente estamos sobre aviso para unirnos a fin de enfrentar el futuro peligro. Uni-
movimiento "multicultural" en las escuelas norteamericanas se puede in ter- ficar: las empresas, el gobierno, y los trabajadores norteamericanos. Uni-
312
313
ficar: a los ricos, a los pobres y a l<:lsnorteamericanos de cualquier credo
y raza. .
El propósito ostensible de u~car es hacer frente al desafío japonés,
pero el verdadero sentido -el mensa"e más profundo, quizás ignorado por los
mismos que previenen sobre dichos Pleligros- es precisamente lo contrario. Es
tener un desafío que nos dé nuevam~nte un motivo para uniroos.
En este momento, los británic\)s son dueños de muchas más industrias
"norteamericanas" que los ciudadanoj, del Japón -incluyendo firmas líderes
tan típicamente norteamericanas coImo Burger King. Pero los británicos no
sirven de pretexto para reunificar a os norteamericanos, como hace dos si-
glos, quizá porque las sociedades brit::ánica y norteamericana casi parecen ~_
deferenciables con respecto a las cult\.¡ras latina, asiática y africana que hoy in-
fluyen sobre la norteamericana, y c<:lnrespecto a la economía mundial no
anglosajona que hoy traspasa las front eras comerciales de los Estados Unidos.
Necesitamos una fuerza externa más poderosa para mantenernos unificados
en este mundo postsoviético -una fue~za externa tan absolutamente diferente
a nosotros, a fuer de contraste, C0tno para recordarnos constantemente
quiénes somos. y Japón es un candidélitoapto.
A lo mejor una guerra econó~ca con Japón podría operar como un
pretexto para orientar los recién Iiber'\dos recursos de los Estados Unidos ha-
cia la salud, la nutrición y la educaci~n de todos los niños norteamericanos.
(iTenemos que invertir en la futura ge eración de norteamericános, para que
los japoneses no nos alcancen!), nuestra infraestructura (los norte-
americanos deben estar conectados P'Or los cables de fibra óptica, de modo
que podamos hacer frente al desafío japonés). Pero esa pugna económica
podría ser tan costosa y destructiva c~mo la Guerra Fría con los soviéticos,
obligándonos a restringir el comercio .japonés, a impedir sus inversiones y a
comprometernos_en una serie progresiVa de represalias económicas, disminu-
yendo con eso nuestro nivel de vida y e 1de ellos.
El problema fundamental para los Estados Unidos en la era postso-
viética es saber si es posible redescubr~ nuestra identidad y nuestras respon-
sabilidades mutuas, sin necesidad de Cl'-earun nuevo adversario. La respuesta
está lejos de ser clara.
Como en todo trabajo de síntesis .. e ~terpretacl .6n, lo áli
antedicho está de
xtraídos funda-
muy
ROBERT B. REICH mentado en una am~li~ serie de estudi~~ e~cue::;o:s :~~~vistas manteni-
Octubre de 1991 diversas fuentes. As~sn:o, me he v~ oo ~:contrar el adecuado equilibrio
das a lo largo de var~os anos. Desd~ u~g ¡. dría haber definido como una
t
entre análisis y s~tesls -o lo q~e ~Séll~. ~r ~a- es un peligroso ejercicio, y
fuerza indagatoria y una astucia inter lS~lP10 d información además de las
el lector se vería obligado a buscar otras uentes e
. d ecíficamente en el texto. '" .
Cita asPesp mprender el desarrollo dee laa i1d ea de nacionalismo econonuco, 1 '6
ara cod H _, nacionales en esa evo UCl n,.
[uegan las companias
y el papel fun amen 0.. que J , '11 monumental obra en tres volúmenes 0-
me ha resultado especialmente un a . de Fernand Braudel (edición
vilization and Capitafism, 15th-18th Centunes,
314·
315
norteamericana, Nueva York: Harper & Row, 1984). La referida obra me sin, 1981) de Willard Hurst. Para comprender mejor la relación entr~ las em-
ayudó a situar el nacionalismo económico en el más amplio contexto de la nue- presas y el nacionalismo norteamericano durante gran parte de este sl~lo tam-
va ~ación-estado y la era del mercantilismo. The Age 01 Empire, 1875-1914, de bién he recurrido en reiteradas oportunidades a la información pubicada en
Enc Hobsbawm (Nueva York: Pantheon, 1987) me proporcionó un interesan- revistas como Fortune y The New Republic.
te re~u~en de ~as fuerza:' ~ue actúan en la era moderna de la competencia Asimismo, he consultado un gran número de estudios recientes acerca
economica .naclOnal. Asimismo, pude encontrar una referencia particular- de las zonas especializadas, que en el texto aparecen bajo la denominación de
mente amp~a acerca de la industrialización europea y su contexto. político en "áreas simbólico-analíticas". Entre los trabajos más importantes sobre la ma-
la obra de Sidney Pollard, Peaceful Conquest: The Industrialization 01 Europe: teria cabe citar Metropolis 1985 (Cambridge: Universidad de Harvard, 1960)
1760-1970 (Oxford: impreso por la Universidad de Oxford en 1981)~ En cuan- de Raymond Verno~; y Made i/l New York (Cambridge: Universidad de Har-
to a la ~vol~ción del n~cionalismo en general, la obra de Carlton J. H. Hayes, vard, 1959) de M. Hall, los cuales sugieren cómo ciertas localidades o ár~as
The Historicat Evolution 01 '!10dem Nationalism (Nueva York: Macmillan, congregan y promueven reservas de conocimientos específicos. Otro~ t~abaJos
1948), fue un excelente matenal de consulta, si bien Nationalism: Myth and Re- que pude consultar sobre la materia incluyen "The Urban Contradictions of
ality (Nueva York: Harcourt, Brace & World, 1955), de Boyd C. Shafer, ubica Silicon Valley; Regional Growth and the Restructuring of the Semiconductor
el desarrollo del nacionalismo dentro de una estructura económica y social Industry", de Annalee Saxenian, publicado en Sunbelt~Snowbelt (Nueva,:" ork:
más amplia. Universidad de Oxford, 1984); "Regional Restructunng and Good BuslOe~s
. .EI trab~jo de Alfred Chandler, The Visible Hand: The Managerial Revo- Climates: The Economic Transformation of New England", de Bennet Harri-
lution m American Business (Cambridge: impreso por la Universidad de Har- son, publicado en el mismo volumen; "Growing the Ne~t Silico~ ~alley'~, de R.
vard en 1977), ofrece la historia más completa acerca del desarrollo de las Miller y M. Cote, publicado en Harvard Business ReV/ew, de Juh.o-agosto de
compañías centrales en los Estados Unidos. Con referencia a la relación entre 1985, págs. 114-23; "Defense Spending and the Geography of High Techno-
este desarrollo y las políticas norteamericanas, el ensayo de Thomas McCraw logy Industries", de Ann Markusen, publicado en Technology, Regions, and Po-
"R.ethinking tbe Tr~t Ouestion" -de su libro Regulation in PeJpective (Cam- licy (Totowa, N. J.: Rowman & Littlefield, 1986); y "Route 128: The Dev.elop-
bndge: Harvard Business School, 1981)-, puede ser de gran utilidad así como ment of a Regional High Technology Center", de Nancy Dorfman, publicado
su e~tudio biográficoProphets 01Regulation, (Cambridge: impreso p~r.la Uni- en Research Policy, Vol. 12 (1983), págs. 299-316. Dos resúmenes útiles aecer-
vers~dad de Ha:vard en 1984). El trabajo de Morton Horwitz, The Transfor- ea de esta nueva literatura se pueden encontrar en Invisible Factors in !-oc~1
matlO.n 01American Law: 1780-1860 (editado por la Universidad de Harvard) Economic Development, de Peter Doeringer y otros (Nueva York: Uruvers~-
constituye un sesudo análisis de la función que cumple el derecho consuetudi- dad de Oxford, 1987); y en Technology, Innovation, and Region~1 Economic
narro en el desarrollo de la industria norteamericana. La obra de Louis Ga- Development, estudio de la Comisión de Asesoramiento Tecnológico ~e1 Con-
lam~os y J oseph Pratt, The Rise 01 the Corporate Commonwealtñ (Nueva York: greso de los Estados Unidos (Washington: Talleres Gráficos del Gobierno de
Basic Books, 1988), proporciona una interesante visión de conjunto acerca de los EE.UU., 1987). .
la evolución de. la relación entre la empresa norteamericana y el gobierno de Los lectores interesados en el análisis crítico de la educación formal
los Estados Unidos. Las características de esta estrecha relación se describen pueden consultar una vasta y creciente literatura. Personalmente, me ha'pare-
en Private Power and American Democracy (Nueva York: Knopf, 1966), de cido muy valioso el contenido de The Reflective Practitioner: How Professionals
Gr~nt ~cConnell, yen The Govemmental Habit: Economic Control s from Co- Think in Action, de Donald A. Schon (Nueva York: Basic Books, 1983), que
lonial Times to the Present (Nueva York: Basic Books, 1977), de Jonathan R. ofrece un minucioso y desafiante análisis acerca de cómo el personal pu~~e
T. Hughes. Dicha relación puede ser interpretada como un elemento de la tra- asumir responsabilidades a través del aprendizaje permanente, y la rel~clon
dición liberal europea, de acuerdo con los puntos de vista de Louis Hartz en entre el pensamiento abstracto y la acción práctica. Dentro de l~ vas,~a litera-
su ya clásico The Liberal Tradition in America (Nueva York: Harcourt, Brace tura acerca de la educación experimental, se destacan dos trabajos: On Ma-
& World, 1955) y de James Weinstein en su libro The Corporate Ideal in the Li- nagement and the Learning Process", de D. A. Kolb, publica~o en Organiza-
beral State, 1900-1918 (Boston: Beacon Press, 1%8). tional Psychology: A Book 01 Reading (2da. edición, N. J.: Prentice Hall, :974);
. Tres instrumentos útiles para situar el desarrollo de la empresa norte- y Problem-sotving and Compreltension, de A. Whimbe~ y J. Lockhe~d (Filadel-
amencana dentro de la perspectiva política del siglo veinte son The New Deal fia: Franklin Institute, 1982). Un punto de vista particularmente interesante
an~ the Problem 01 Monopoly (Princeton: Universidad de Princeton, 1966) de acerca de cómo enseñar a pensar se puede encontrar en Education and Lear-
ElIis Hawley; The Age 01 Reform (Nueva York: Knopf, 1955) de Richard Hofs- ning to Think, de Lauren Resnick (Washington: National Academy Press,
tadter; y Laws and Markets in U.S. History (Madison: Universidad de Wiscon- 1987). .

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Finalmente, he recurrido a entrevistas con autoridades del sector públi-
co y privado para tener una perspectiva de los cambios políticos y económicos
recientes, especialmente los ocurridos a partir de la década de los setenta. En
este sentido, se hace notar que ninguna de estas personas ni sus organizacio-
nes comparten obligatoriamente responsabilidad alguna por los datos o con-
clusiones contenidos en este libro.
En el sector privado, he recurrido como fuente de información al per-
sonal de un grupo representativo de compañías, que incluye grandes y pe-
queñas empresas, fabricantes y proveedores de servicios, tanto de propiedad
privada como colectiva, de norteamericanos o extranjeros. El mismo incluye a
Aries Computer, Arthur Andersen & Company, AT&T, AT&T Bell Labora-
tories, Atex Corporation, Bell South, British Steel, Bull HN, Burlinton Nort-
hern Corporation, Cargill, La Cie Miniere Ouébec, Cincinnati Milacron Inc.,
Consolidated Edison, CSX Corporation, Erving Paper Mills, First Bank of
Minneapolis, First Commercial Bank of Arkansas, Frito-Lay, Fujisankei Com-
munications, Fujitsu Microelectronics Inc., General Foods Corp., GTE Inc.,
Honeyweel Inc., IBM, IBM Canada, Imo Deleval Inc., J ohn Hancock Mutual
Life Insurance Co., Kendall Corp., Loram Companies, McKinsey & Com-
pany, NEC Corporation, Newmont MiningCorp., Newsday Cor., Onex Corp.,
Polysar Inc., Prescott Ball & Turben Inc.r'Prime Computer Inc., R. R. Donne-
lley Inc., Sara Lee Corp., Schott America Inc., Scotts Hospitalities (Canadá),
Shamrock Holdings Corp., Sony, Square D Cor., Steelcase Cor., Sun Chemi-
cal Corp., Touche Ross Inc., Towers Perrin Company, The Williams Compa-
nies y Wyatt Company.
En el ámbito público y sin fines de lucro, mis fuentes de información
han sido el personal de los gobiernos locales, estatales y federal de los Esta-
dos Unidos, así como de varios gobiernos y sindicatos del extranjero. Estos in-
cluyen a la Association des Directeurs de Recherche Industrielle du Ouébec,
el Commonwealth of Kentucky Department of Economic Development, el
Commonwealth of Massachusetts Department of Economic Development, la
Growth Opportunity Alliance de Lawrence (Massachusetts), el Consejo de
Investigación y Desarrollo Industrial de San Antonio, Texas, el Industrial
Union Department of AFL-CIO, la Comisión Internacional de Comercio de
los Estados Unidos, el Ministerio de Finanzas de Japón, la New York State
Office of Employee Relations, las autoridades 'portuarias de Nueva York y
Nueva Jersey, la provincia de Ontario (Canadá), el Consejo de Ingeniería y
Ciencia de Gran Bretaña, la Oficina de los Servicios de Intermediación del Es-
tado de Minnesota, la Secretaría de Programación y Presupuesto de México,
el Trade Representative de los Estados Unidos, y el Centro de Alta Tecno-
logía del Oeste de Pennsylvania.

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