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Mías
1. Interrogantes y cuestiones propias de neuropsicología
clínica
En el año 1973 aparece el término de neuropsicología; quedan validadas numerosas investigaciones e
interrogantes sobre la relación entre los procesos psicológicos y la organización cerebral que los hace
posible.
OM
Se configura así una Neuropsicología Clínica que correlaciona alteraciones en el SN con alteraciones
mentales, que evalúa la función nerviosa a través de la conducta. Esto supone una evaluación clínico-
topográfico, y finalmente una programación terapéutica tendiente a la reorganización de modalidades
funcionales cerebrales y del comportamiento. Hablaremos de reorganización funcional y no de rehabilitación
ya que frecuentemente es difícil restituir una función alterada; pero gracias a que el cerebro puede activar
alteraciones morfo-funcionales para hacer la misma tarea, es posible una reorganización funcional orientada
.C
a través de programas planificados de conducta y reorganización medio-ambiental.
La multiplicidad de interrogantes planteados por diversos autores y teorías han conformado a lo largo de la
DD
historia, distintos modelos explicativos de la función cerebral que integra la actividad mental. En los mismos
se observa que progresivamente ha adquirido una destacada importancia el fenómeno del aprendizaje como
interfaz.
Este último se concibe como un instrumento organizador de la actividad nerviosa y de programas de
conducta y cognitivos, en virtud de las exigencias del medio. Dicha relación por ahora se puede simplificar
LA
aprendizaje que supone sucesivos cambios en la actividad cerebral, y por consiguiente la organización de la
experiencia y un estilo funcional cerebral.
Las concepciones dualistas se han basado en que las funciones mentales son una realidad diferente del
sustrato neurobiológico, y por lo tanto deben ser estudiadas y tratadas con métodos propios.
Las concepciones monistas afirman que mente y cuerpo son dos manifestaciones de un mismo tipo, y que
no forman realidades independientes.
Una conciliación de ambas concepciones observada en la última década, caracteriza la síntesis emergentista,
que sostiene que entre la materia y la conciencia hay una continuidad pero con diferencias cualitativas. Para
el emergentismo la conciencia surge como una función que emerge de la actividad nerviosa superior.
Por otra parte toda teoría que pretenda ser explicativa de lo “mental” debe dar cuenta al menos de tres
fenómenos: a) el de la conciencia; b) la subjetividad de la conducta y c) la intencionalidad de la conducta
humana. Para algunas teorías contemporáneas la conciencia surge como una función de la actividad nerviosa
superior; la subjetividad como producto de la experiencia acumulada, y la intencionalidad como reflejo de
las bases motivacionales y afectivo-emocionales de la conducta.
OM
indispensables en todos los procesos de aprendizaje; c) no son resultado de aprendizajes anteriores.
.C
En tal sentido, habitualmente se reconocen dos entidades diferenciadas en consonancia con el modelo
dualista: las enfermedades mentales por un lado, y las enfermedades orgánico-neurológicas por otro,
tratadas por distintas disciplinas científicas, con diferentes metodologías y por lo tanto diferentes
DD
diagnósticos y abordajes terapéuticos.
Así, desde la Psicología, se han desarrollado las más diversas teorías en relación a los trastornos mentales
vinculados generalmente a conflictos de carácter emocional, conductual, vincular y de personalidad. La
psiquiatría en cambio, se centró principalmente en el estudio semiológico de las alteraciones mentales y de
la conducta, intentando encontrar categorías diagnósticas que permitan algún modo de clasificación y
LA
tratamiento de las mismas. Queda la Neurología como otra especialidad médica que se ocupa de todas las
patologías que afectan de modo específico la actividad del sistema nervioso. Para ello cuenta con sofisticadas
técnicas de exploración de la estructura y la función del SN, con una terapéutica basada fundamentalmente
en la farmacología y la cirugía.
FI
Se llega al acuerdo de considerar al ser humano como una unidad bio-psico-social, solo divisible a los “fines
didácticos y prácticos” pero en definitiva indivisible, y por demás en la práctica profesional.
OM
Empleada en estudios de la conducta, concibe la normalidad como la zona media de una representación
gráfica en campana, cuyos extremos son desviaciones. No obstante la aparente rigidez de esta valoración,
observamos que las personas comunes operan con un “sentido de normalidad” que resulta de una
valoración promediada en forma implícita, a partir de la cual se realizan valoraciones y se toman decisiones.
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Es el resultado final de sistemas que interactúan, que cambian con el tiempo y que requieren de una
capacidad adaptativa conforme evoluciona el individuo y la sociedad. La normalidad no es considerada como
algo innato, sino que debe adquirirse y mantenerse en el curso evolutivo. No existen diferencias esenciales
DD
entre lo que se podría llamar conducta normal o anormal, dado que una y otra se erigen a partir de sistemas
que interactúan entre sujeto, contexto y evolución.
Wolff definió la normalidad como una construcción que puede tener tres significados: 1) el promedio
estadístico, 2) normativo, que guía los ideales terapéuticos y de intervención, y 3) clínico, que define lo
LA
normal como la capacidad para funcionar adecuadamente con respecto al medio. Ruesch y Bateson han
examinado tres principios implícitos subyacentes al concepto de “patología”: 1) el concepto estadístico, que
se refiere a la desviación con respecto a la norma, 2) el concepto de funcionamiento óptimo, derivado de la
medicina, y 3) la categorización diagnóstica de la patología, determinada de acuerdo con criterios conocidos
y establecidos.
FI
Hegemónico durante la edad media, la salud es concebida como un equilibrio de los humores, y la
enfermedad es por lo tanto una rotura del mismo.
OM
3.1. Modelo demonológico
Hegemónico durante la antigüedad y la edad media. La conducta valorada en ese entonces como alterada,
al no ser comprendida, se atribuía a demonios o espíritus que poseían a las personas. Con esta explicación
las intervenciones de este modelo serán los tratamientos basados en el exorcismo para expulsar los
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demonios.
reconocemos su utilidad cuando tiene implicancias de programación terapéutica. Sin embargo, la influencia
de este modelo ha desvirtuado el rol del psicólogo clínico, que lo llevó a asumir un papel inicial de auxiliar
del psiquiatra con la tarea de colaborador en el diagnóstico.
síntomas constituyen la superficie de conflictos subyacentes adquiridos en edad temprana. De esta manera
las intervenciones se dirigen a reestructurar la personalidad y no a tratar los síntomas de los trastornos
psicológicos.
OM
Tampoco estos modelos trabajan únicamente sobre la enfermedad, sino por el contrario, los mecanismos de
autocontrol tanto como el desarrollo de conductas asertivas preexistentes en el repertorio de la persona,
son objetivos fundamentales en la promoción de la salud, en detrimento de la enfermedad. Es claro entonces
que la salud debe ser más beneficiosa que la enfermedad, aun cuando ésta por su cronicidad y beneficio
secundario pueda configurar un estilo de vida. De este modo, las intervenciones serán el resultado de
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evaluaciones multiaxiales, que deberán finalmente posibilitar en la vida de las personas, cambios con un
sentido de su relación con el medio.
En síntesis, estos modelos, no descuidan el análisis del contexto y su interacción con la lectura cognitivo-
DD
afectiva, debido a que la conducta de las personas ocurre, se desarrolla y se modifica en función de
condiciones ambientales. Estos modelos posibilitan paradigmas que ven en el aprendizaje el único
instrumento de explicación e intervención.
A finales del siglo XIX el neurólogo Jackson H. sostenía que el SN se organiza en una serie de niveles según
un principio de subordinación. De manera que cuando ocurre la desintegración de un nivel superior, se
produce una liberación de las funciones de los niveles inferiores. Así los síntomas se podrían diferenciar
según las siguientes categorías: a- síntomas por déficit (consecuencia directa de la lesión en un nivel),
FI
síntomas por liberación (consecuencia de la falta de inhibición sobre los niveles inferiores).
Se ha ido dando importancia a los procesos intermedios entre los inputs y los outputs a través del
descubrimiento de las funciones de la corteza asociativa y de las estructuras límbicas (que unen el medio
interno con el externo). Se comprende que a medida que se avanza en la evolución, aumenta la complejidad
de los procesos intermedios entre el estímulo y la respuesta.
Según Luria la organización cito-arquitectónica y funcional expuesta, pone de relieve los siguientes principios
de organización cerebral, producto del desarrollo tanto filogenético como ontogenético:
a) Organización jerárquica de las áreas corticales. Se refiere a las relaciones entre las zonas corticales
primaria, secundaria y terciaria, responsables de la síntesis cada vez más compleja de la información
aferente.
b) Especificidad decreciente de las áreas corticales. Las áreas primarias son altamente específicas y
cumplen una labor de análisis de la información; en las áreas secundarias las neuronas asociativas
poseen una especificidad menor vinculada a la síntesis y proyección de la información. Las áreas
terciarias son poco específicas pero de mayor complejidad vinculadas a las síntesis simultáneas de la
información integrada de los distintos analizadores.
Ivan P. Pavlov
Para Pavlov la actividad nerviosa superior supone una interacción entre la excitación y la inhibición producto
de la actividad de millones de neuronas; que bajo la lectura de ciertos parámetros permiten entender la
dinámica de la fisiopatología de la actividad nerviosa.
Considerando que la trayectoria de circulación de la información se realiza según los procesos de excitación
e inhibición, la ruptura de los mismos en términos de equilibrio, fuerza y movilidad, permite reconocer
diversas expresiones patológicas en, por ejemplo, el campo del lenguaje.
OM
Pavlov también se refirió al lenguaje como un medio de abstracción de la realidad: La misma se consigue
sustituyendo las cosas o acción concreta con palabras. Por lo tanto, las palabras, en virtud de la historia del
Sujeto y la Cultura, están relacionadas con estímulos externos o internos a los que señalizan y reemplazan,
por lo que pueden provocar los mismos efectos que los estímulos originales.
El lenguaje constituye el Segundo Sistema de Señales que para Pavlov se forma por la combinación repetida
y asociada de un estímulo verbal con otros del medio externo o interno del organismo; y es organizado
.C
mediante la información propioceptiva de los músculos, articulaciones y tendones. Así se van creando
conexiones neuronales que posibilitan la expresión cognitiva del individuo.
Luego, las cadenas asociativas se complejizan, quedando asociadas a estímulos del primer sistema de
DD
señales, pudiendo provocar la activación fisiológica que los mismos producirían. En algunos casos evocarán
respuestas adquiridas en el curso de la experiencia individual, en otros casos prevalecerá el significado que
le confiere la cultura cuando la experiencia individual está ausente.
Lo interesante del lenguaje considerado inicialmente como un sistema de señales condicionadas que
LA
reemplazan la realidad, y el hecho de que produce los cambios fisiológicos que la misma produciría; radica
en sus enormes implicancias terapéuticas.
Lev S. Vygotsky
FI
Vygotsky otorga especial importancia al empleo de las herramientas para modificar el mundo externo, y de
signos que median nuestras acciones y dirigen los procesos psicológicos; y del origen social o exterior al
organismo biológico. El desarrollo mental del niño no supone una mera maduración del sistema nervioso o
de los rasgos innatos, sino que ocurre en el proceso de relación con los objetos externos y con las personas
adultas.
Sus principios de organización cerebral son:
1. Principio del origen sociocultural de las funciones. El curso del desarrollo de los procesos psicológicos
superiores revela que en las primeras etapas las funciones cerebrales están conectadas con
actividades externas que luego llegan a interiorizarse.
2. Principio de las estructuras sistémicas de las funciones. Concibe el cerebro con interrelaciones
funcionales plásticas, por lo que las funciones específicas no se basan en la actividad de una zona
limitada, sino que es producto de una actividad “integral” de zonas separadas, diferenciadas, pero
jerárquicamente integradas.
3. Principio cronogenético. Hace referencia al carácter dinámico y cambiante de las funciones, por lo
que síndromes idénticos pueden ser resultado de diferente localización de lesiones, y viceversa,
lesiones de idéntica localización pueden originar trastornos distintos.
OM
más complejo. Posee áreas primarias altamente específicas para el análisis de la información, secundarias
para la síntesis y reconocimiento (gnosias). La mayor complejidad se alcanza en áreas terciarias donde se
integran los distintos analizadores y se posibilita la conversión de la percepción concreta al pensamiento
abstracto.
Tercer sistema: Posibilita la programación, regulación y verificación de la acción, y se ubica en las regiones
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frontales del cerebro. Su afección produce una alteración de los mecanismos atencionales y motivacionales
para el aprendizaje, además de déficits en la programación de la acción en la resolución de problemas, y en
la organización gnósico práxica.
DD
En el modelo de Luria la información sensorial ingresa en primer lugar a las áreas sensoriales primarias, se
elabora en las áreas secundarias para su reconocimiento, y es integrada en las áreas terciarias para su
significación multimodal. Luego, para que una acción sea llevada a cabo, la información circulante llega a las
áreas terciarias del tercer sistema funcional para la elaboración de un plan de acción, luego sigue hacia la
región secundaria para su contextualización y secuencialidad, y finalmente llega a las áreas primarias
LA
frontales o motoras, constituyendo la salida de la información hacia la médula y los efectores para la
realización de la acción.
Las consideraciones de Luria nos muestran que una lesión cerebral “local” no conduce a la pérdida de una
función completa como suponía el localizacionismo de funciones. Por el contrario, según Luria “un foco
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patológico como resultado de una herida suprime las condiciones necesarias para el normal funcionamiento
de un sistema funcional particular y, entonces, lleva a la reorganización del funcionamiento de partes
intactas del cerebro, de modo que la función alterada puede ejecutarse por nuevas vías”.
Luria consideraba que en la práctica ninguna lesión cerebral está tan precisamente demarcada que destruya
solo un grupo de células nerviosas estrictamente localizadas. Estos hechos hacen difícil el extraer
conclusiones del papel de un área cerebral a partir de los síntomas que se presentan en las lesiones locales
cerebrales. Luria otorga especial importancia al estudio de la dinámica de la enfermedad en el curso de su
evolución.
Jubert reconoce un sistema específico de la función del sistema Límbico, desligado del primer sistema
funcional, dado que la información circulante ingresa al sistema Límbico para connotar afectivamente los
estímulos.
Para Jubert, este sistema intermedio o Límbico tiene un papel destacado en la modulación de las aferencias
del hipotálamo y su conexión con el neocortex; posibilitando el componente afectivo de la conducta y
elaborando los procesos mnésicos.
Niveles de integración
OM
y el contexto; y reconoce en la conciencia, los procesos cognitivos y emocionales, los distintos niveles de
integración de la información.
Finalmente, se postula una actividad mental a partir de la activación global y sintética del sistema nervioso,
la cual frente a la experiencia tanto como frente a diversas patologías se asume algún modo de
reorganización cerebral. Por otra parte, “el intercambio de información entre sistemas o niveles de
integración, no se limita a relaciones de entrada y salida sino a relaciones interactivas que destaca la
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continuidad espacial entre los sistemas funcionales y el flujo temporalmente continuo de información entre
sistemas o unidades funcionales”.
Por otro lado, se sabe de la existencia de diversos mecanismos de recuperación o compensación funcional
cuando hay lesiones cerebrales, que justifican diversos programas terapéuticos de “Rehabilitación”.
Los modelos cognitivos son fundados generalmente en paradigmas del procesamiento de la información, y
suponen un procesamiento de la información basados en subprocesos o subsistemas cognitivos
independientes, responsables de los distintos procesos cognitivos. Estos modelos presuponen que la
actuación de un paciente con una lesión cerebral refleja todas las funciones cognitivas, menos los sistemas
lesionados. Por consiguiente, hacen hincapié “en la explicación de los síntomas de los pacientes con lesiones
cerebrales en términos de afectación de las operaciones psicológicas que son necesarias para una
percepción y una memoria normales y eficientes”. De esta manera, la organización mental es posible gracias
a la actividad orquestada de múltiples procesadores cognitivos o módulos.
Además estos módulos poseen conectores adicionales que permiten añadir nuevos componentes a medida
que van apareciendo en el mercado. De forma análoga, la organización modular de la actividad mental y
nerviosa permite el desarrollo de nuevos componentes cognitivos, y su interacción con los ya existentes para
crear nuevas habilidades y capacidades. La supuesta organización de estos módulos puede representarse en
forma de diagramas de “procesamiento de la información”.
Modelos factoriales
Ardila distingue el concepto de sistema funcional del de sistema cerebral. El primero se refiere “al conjunto
de factores de naturaleza cognoscitiva que participan en un proceso psicológico o en la ejecución de una
OM
2. Por otra parte, procesos psicológicos que parecen no tener nada en común, pueden estar
relacionados por su dependencia de un determinado factor cerebral.
Finalmente, Ardilla propone algunos factores responsables de la ejecución neuropsicológica entre los que
destacan: habilidades verbales, construccionales y espaciales, atención, cálculo y generación verbal.
Modelos o constructos de funciones específicas
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Asistimos a una variedad llamativa de constructos específicos sobre distintas funciones neuropsicológicas,
con un franco despegue de las postulaciones sistémicas y factoriales. Se trata de modelos influidos por la
psicología cognitiva en el desarrollo de variables que precisan con sorprendente detalle la arquitectura
DD
cerebral de funciones específicas, ahora denominadas neurocognitivas. Como ejemplo, vemos la postulación
del modelo de Baddley respecto de los procesos implicados en el constructo de memoria de trabajo. Este
modelo aporta evidencia respecto de la participación de los lóbulos frontales en la memoria,
específicamente a través de un tipo de memoria de corto plazo llamada memoria de trabajo.
LA
observa una evolución hacia modelos ecológicos que integran diversos aspectos de la psicología,
particularmente cognitiva y conductual. Donald reconoce cuatro paradigmas:
1. La evaluación basada en un paradigma localizacionista. Implica el empleo de test neuropsicológicos
con el fin de localizar en el cerebro las funciones afectadas. Los aspectos emocionales se observan y
valoran en la administración de los test.
2. La evaluación basada en modelos neurocognitivos específicos. Implica contar con modelos de
procesos y subprocesos neurocognitivos a fin de identificar la presencia de déficits particulares. Las
propuestas derivadas de estos paradigmas radican en ofrecer “estimulación neurocognitiva” de las
funciones afectadas, sin descuidar aquellas conservadas o bien desarrolladas. Los aspectos cognitivo-
afectivos son escasamente considerados. Este modelo tiene escasa validez ecológica cuando se
pretende demostrar las bondades de un programa de estimulación a través de una medida pre y
post-test, en independencia de los cambios que el paciente ha producido en su vida diaria.
3. La evaluación basada en un paradigma de validez ecológica. Supone que los test neuropsicológicos
son complementados con pruebas en contextos específicos, muchas veces realizadas con
observaciones conductuales sobre actividades de la vida diaria y las relaciones afectivas del paciente.
Estas evaluaciones involucran al paciente en su quehacer cotidiano, en donde los procesos
OM
contexto, las evaluaciones psicométricas, la evaluación de constructos neurocognitivos específicos y el
empleo de pruebas con validez ecológica, parecen ser herramientas fundamentales para el trabajo del
Neuropsicólogo actual.
Se puede reconocer el espectro de intervenciones que van desde la estimulación de funciones específica
hasta la consideración y reorganización medioambiental en el tratamiento. Se pueden reconocer de modo
general cuatro formas de intervención neuropsicológica: 1) Terapia de estimulación general: El
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funcionamiento cognitivo puede mejorarse mediante la estimulación del sistema cognitivo en forma general.
La función cognitiva sería como un músculo mental, y ejercitarlo en una tarea lo reforzaría para utilizarlo en
otras tareas. 2) Terapia de estimulación específica: Centrada en ejercicios que desarrollan o estimulan
DD
procesos específicos. Es fundamental una correcta evaluación Neuropsicológica inicial. 3) Terapia de
adquisición y desarrollo de estrategias: Consiste en enseñar estrategias cognitivas que sean aplicables a una
amplia variedad de contextos. 4) Terapia de refuerzo neurocognitivo: Mediante la intervención en el
contexto socio-medio-ambiental, identificando eventos reforzantes y contingentes en relación a las
demandas cognitivas y los recursos de afrontamiento. Se incluye además el control de la nutrición y la
LA
farmacología del cerebro, las ayudas protésicas compensadoras y el desarrollo de un estilo de vida acorde.
las funciones cerebrales. Considerando las descripciones realizadas por los neurólogos de la época sobre los
síntomas producto de lesión cerebral, la principal preocupación fue localizar en el cerebro las funciones
mentales. En la década del 40 del pasado siglo y con el aporte de la psicometría en la evaluación y
cuantificación del comportamiento, se desarrollan los primeros instrumentos con la finalidad de medir
algunas funciones esenciales como la memoria y la inteligencia. Una década después, la psicología cognitiva
comienza su aporte con el desarrollo de diversos constructos cognitivos que apoyan la exploración cerebral
de funciones específicas, principalmente a través del empleo de técnicas de neuroimagen a partir de la
década del 70. En la década del 80 se asume un claro interés por dilucidar las relaciones entre el cerebro y
la conducta, con el fin de desarrollar estrategias terapéuticas de restauración o compensación de las
funciones afectadas. En ocasiones el profesional observa que los síntomas que refiere el paciente no pueden
ser atribuibles a ninguna alteración o cambio patológico reconocible en el cerebro, ya sea bioquímico,
bioeléctrico o estructural. En estos casos se emplea el concepto de “trastorno funcional”, cuando los
síntomas o signos no son el resultado de una lesión o enfermedad neurológica objetivable, sino consecuencia
de alteraciones que bien pueden estar en el orden de déficits neuropsicológicos idiopáticos, bien en el orden
psicológico y cultural entre otros. Observar el paciente en su desempeño en las actividades de la vida diaria
o realizar una descripción comportamental en base a una modelización neuropsicológica, resulta más
enriquecedor que las evaluaciones tradicionales o de laboratorio.
OM
los datos resultantes son procesados por computadora, que transforma esos datos en imágenes de gran
definición y a distintos planos. Este scanner permite detectar tumores, valorar los accidentes vasculares y
los traumatismos craneoencefálicos, y contribuye en la localización de diversas lesiones intracraneales o de
atrofia cerebral.
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Las imágenes obtenidas con la RMN son de mejor definición que las logradas con la TAC, aunque son muy
parecidas. Esta es una técnica de neuroimágen morfológica que permite detectar el contenido y la
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distribución de agua en los tejidos según su densidad. Las imágenes RMN se obtienen a partir de la alineación
que sufren los átomos de hidrógeno cuando son colocados en un campo magnético. La calidad de estas
imágenes son superiores, ya que permiten una mejor definición de los surcos, y una mayor diferenciación
entre la sustancia gris y blanca. Por lo tanto pueden reflejar mejor las lesiones detectadas por la TAC además
de malformaciones pequeñas o microscópicas.
LA
consumo del oxígeno. Así, la intensidad funcional de un tejido está estrechamente asociada a su consumo
de oxígeno. Se comprende con ello que no basta con la lesión de una región cerebral para eliminar una
determinada función; sino que la misma produciría en todo caso, la alteración de un aspecto de la misma.
Esta es una nueva técnica de evaluación del flujo sanguíneo cerebral, que permite conocer aspectos
funcionales de la actividad cerebral, pudiendo conocer su distribución en los planos axial, coronal y sagital,
según la actividad del radiofármaco administrado. A los 30 minutos de la administración del radiofarmaco,
se realiza la adquisición de las imágenes con un detector o cabezal (activado con Talio) en el que se produce
el efecto fotoeléctrico al recibir la radiación gamma proveniente del radiofármaco administrado. Finalmente
se procesa la información registrada en la computadora, obteniendo imágenes digitalizadas a color que
reflejan la medida del flujo cerebral. Dichos colores varían del blanco al rojo para el flujo intenso, y del azul
al verde para el menor flujo. Con los mismos se puede observar que la disfunción neuronal produce un menor
requerimiento metabólico, por lo que el flujo de la región afectada cae en forma paralela, contrariamente al
flujo observado en condiciones normales.
OM
denominado F-dopa para constatar la deficiencia en la síntesis de dopamina.
.C
introduce el mapeo cerebral o BEAM que consiste en el registro promediado y estadístico de las señales del
EEG realizado en computadora. Así, los cambios en la actividad bioeléctrica se reflejan en mapas funcionales
a color, como un expresión de diferentes funciones o procesamiento cognitivo que el sujeto realiza.
DD
4. El conocimiento de las asimetrías cerebrales
LA
Los hemisferios cerebrales también están implicados en el sustento de las diversas funciones cerebrales,
participando en la organización de la actividad mental. En este sentido, las asimetrías cerebrales se refieren
a la participación diferenciada en dicha actividad, en contraste con el concepto de dominancia cerebral, que
se refiere al predominio relativo de un hemisferio cerebral en la realización de una determinada función
mental.
FI
Se le atribuye un mayor dominio del componente verbal al sexo femenino, y del componente No verbal al
sexo masculino.
El hemisferio izquierdo “controla el pensamiento racional y abstracto del sujeto, siendo dominante en
actividades que requieren el uso de estrategias de tipo lógico deductivo en la resolución de problemas”, y
“realiza una síntesis del tipo de procesamiento, analizando el mismo en el tiempo, percibiendo el detalle,
codificando las actividades sensoriales en términos de descripciones lingüísticas, y careciendo de capacidad
sintetizadora”. El hemisferio derecho es más difuso que el izquierdo, funcionando de modo sintético,
gestáltico, simultáneo y paralelo.
Predominante en el procesamiento intuitivo y concreto, se le atribuye mayor capacidad artística de
componente espacial. Este hemisferio se especializa en la percepción y expresión de las emociones. Cuando
el déficit ocurre en el hemisferio izquierdo, los pacientes demuestran un mayor deterioro de las funciones
intelectuales verbales, mientras que si los déficits se observan en el hemisferio derecho, los pacientes
presentan frecuentemente alteraciones intelectuales no verbales.
En general, se ha verificado la mayor especificidad del hemisferio izquierdo, de modo que regulan funciones
definibles y concretas, como el lenguaje, organización de la lectoescritura y del cálculo, de la modalidad
OM
Sabemos que las dificultades de estudio pueden deberse a distintos factores que podrán actuar tanto en
forma aislada como conjugada. Sabemos también que no quedan eximidos los efectos de la iatrogenia
educativa que no contemplan modalidades particulares de aprendizaje, y no permiten por lo tanto,
instrumentar distintas estrategias de rendimiento y de resolución de problemas. El hemisferio cerebral
derecho lleva el control de los aprendizajes visoespaciales, vivenciales y de los componentes no verbales del
lenguaje. Así, vemos que los sistemas de enseñanza tienen más en cuenta los aprendizajes que fomentan la
actividad del HI.
.C
Este descuido neuro-funcional puede generar estudiantes con gran caudal de conocimientos teóricos de
dominio verbal en el mejor de los casos, pero que en la confrontación con la práctica profesional pueden
DD
verse superados por técnicos no universitarios. En la enseñanza deben complementarse ambos procesos.
La mayoría de los estudiantes con dificultades en el rendimiento presentan una estructura cerebral normal,
pero con modalidades neurofuncionales particulares, que en algunos casos se traducen en una inadecuada
metodología de estudio y mecanismos de análisis-síntesis de la información, y en otros casos en verdaderos
LA
trastornos de aprendizaje.
El proceso de instrucción educativa influye sobre los estilos cognitivos.
La capacidad para adquirir conocimientos y destrezas definen el concepto de “aptitud para el aprendizaje”;
FI
y las aptitudes suponen características que predisponen al aprendizaje, como modalidades preferenciales
para el procesamiento de la información.
Ciertas habilidades cognitivas adquiridas en el nivel medio de estudio pueden influir en las elecciones de
carreras universitarias. Si bien se acepta que influyen factores de índole psicoafectiva, se considera que los
mismos pueden ser insuficientes para sostener el estudio de una carrera si no hay un sustento cognitivo que
facilite el procesamiento de la información.
OM
El análisis de la información sensorial exige la asignación de propiedades connotativas o afectivas a los
estímulos, es decir, asociarlos con un significado motivacional o emocional. Esta es una función crucial para
el aprendizaje, ya que los estímulos se asocian con sus consecuencias nerviosas positivas o negativas, y el
comportamiento se modifica de acuerdo a ello. La asignación de estas propiedades afectivas a los estímulos,
es en gran medida función de las estructuras del sistema límbico y la corteza cerebral frontotemporo medio-
.C
basal.
Kolb y Wischaw consideran conveniente para comprender la organización de los procesos emocionales,
diferenciar la “producción” de las emociones, de la “percepción, reconocimiento y discriminación” de las
DD
emociones de las otras personas. Otros autores como Flor Henry consideran que las emociones pueden ser
consideradas como un fenómeno que además enlaza los problemas del espacio y la motilidad: “un
organismo biológico viene determinado por sus reacciones motrices respecto al espacio en el que está
situado, y por su motilidad en relación a las señales visuales percibidas. De ahí, en la psicopatología de la
afectividad la intrincación siempre presenta alteraciones del humor, alteraciones motoras y alteraciones
LA
visoespaciales del hemisferio derecho. Los trastornos de la motilidad son de una importancia capital en todos
los síndromes psicopatológicos.
Las lesiones en el hemisferio derecho e izquierdo tienen distintos efectos en el comportamiento emocional,
y éste no solo se altera por incapacidad para producir el comportamiento adecuado, sino también por la
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mala interpretación de las señales sociales, emocionales y afectivas de las otras personas; lo que genera
además dificultades en el aprendizaje.
Cada hemisferio puede provocar distintas reacciones emocionales.
Cierta evidencia clínica sugiere que las alteraciones del hemisferio derecho (anteriores) se acompañan de
anosoagnosia: no son conscientes de su estado, no corrigen errores, escaso conocimiento de sus
alteraciones, pudiéndose acompañar de confabulaciones con respecto a la historia de su enfermedad. Es
frecuente que sujetos con lesiones en hemisferio derecho entiendan lo que se les dice, pero no la manera
en que se les dicen las cosas. Las alteraciones en el hemisferio izquierdo en cambio suelen producir gran
preocupación en el paciente.
Además las lesiones en regiones anteriores del hemisferio derecho suelen caracterizarse por falta de
iniciativa, de espontaneidad, no se valoran los errores, las normas sociales pierden su efecto inhibidor
apareciendo una desinhibición frente a estímulos externos, también muestran una pérdida de tacto y control
en situaciones sociales, empleando en ocasiones un lenguaje grosero; puede haber además actividad motora
aumentada y un comportamiento sexual promiscuo. Por el contrario, las lesiones en las regiones anteriores
del hemisferio izquierdo suelen acompañarse con una disminución del lenguaje y del habla espontánea, un
estado disfórico que se acompaña con reducción de la expresión facial, tono de voz y frecuencia de
OM
El lóbulo frontal izquierdo tiene como principal función el control del pensamiento verbal, control que fallaría
presumiblemente en los estados obsesivos compulsivos (TOC). Sin embargo los pacientes con TOC presentan
además de la caracterización típica del trastorno, un enlentecimiento en el tiempo de la ejecución, con un
marcado déficit en la memorización espacial, lo que involucra la región parietal derecha.
Los déficits espaciales de los pacientes con TOC son debidos a dificultades en la función frontal denominada
sistema ejecutivo, por lo que adolecen además de lentitud, problemas atencionales y dificultades de
.C
inhibición de respuestas automáticas. En condiciones normales, las sensaciones, pensamientos y actos
motores que emergen a la conciencia son probablemente inhibidos a través de mecanismos del sistema
estrial”. Por lo tanto, los pacientes con TOC evidencian alteraciones en pruebas sensibles a lesiones frontales,
DD
aunque presentan parte de la sintomatología prefrontal, los que también se observan en patologías que
afectan los ganglios basales y la sustancia blanca.
Ardilla
LA
La primera referencia que reconoce claramente el papel del cerebro en este tipo de incapacidad se encuentra
en el Corpus de Hipócrates. En ese entonces, sin embargo, la actividad cognoscitiva tiene más relación con
los ventrículos cerebrales que con el propio cerebro.
Durante el siglo XVIII se sabe de diferentes trastornos cognoscitivos, especialmente verbales.
Durante el siglo XIX surgen múltiples descripciones vinculadas a las secuelas posibles de daño cerebral sobre
la actividad comportamental.
A finales del siglo XVIII y comienzos del XIX Gall formula una nueva doctrina particularmente influyente
durante el siglo XIX: que los hemisferios cerebrales del hombre incluyen varios órganos independientes que
sustentan las cualidades intelectuales y morales.
OM
sufrido el cerebro.
En 1900 Liepmann introdujo el concepto de apraxia, para indicar la incapacidad de realizar determinados
movimientos por orden verbal, sin que hubiera parálisis de la extremidad correspondiente.
Los psicólogos de la Gestalt promovieron el enfoque holístico en neuropsicología. El daño cerebral interfiere
con la función básica (Gestalten), con una sintomatología variable derivada de las variaciones en la alteración
.C
de toda la organización cerebral.
Hacia mediados del siglo XIX ya se había descrito la mayoría de los síndromes neuropsicológicos, y se conocía
suficientemente la participación de cada hemisferio cerebral en diferentes procesos neuropsicológicos.
DD
Periodo moderno (1945-1975)
Durante la Segunda Guerra Mundial, incrementó la demanda de procedimientos diagnósticos y
rehabilitativos.
LA
Luria adoptó un punto de vista intermedio entre el localizacionismo y el antilocalizacionismo. Para él, los
procesos psicológicos representan sistemas funcionales complejos que requieren de muchos eslabones
diferentes para su realización normal. En condiciones normales, existe la participación simultánea de
múltiples áreas corticales, y cada una de éstas se especializa en una forma particular de procesar la
FI
información; sin embargo, dicho procesamiento específico puede participar en diferentes sistemas
funcionales. Luria propone una clasificación de los trastornos afásicos basada en los diferentes niveles en
que el lenguaje se encuentre alterado. También propone una metodología para evaluar los trastornos
neuropsicológicos con base en el análisis de los errores.
OM
2. Patologías neurológicas
Enfermedad cerebrovascular
Se denomina enfermedad cerebrovascular a cualquier alteración en el funcionamiento cerebral originado
por alguna condición patológica de los vasos sanguíneos. La patología vascular puede observarse en las
.C
paredes de los vasos, por acumulación de material, por cambios en la permeabilidad o por ruptura de sus
paredes. El flujo sanguíneo puede obstruirse por un trombo o un émbolo, o por un incremento en la
viscosidad de la sangre.
DD
Los ACV producen una severa reducción de glucosa y de oxígeno, lo cual interfiere en el metabolismo celular
normal; así, una interrupcion superior a cinco minutos es suficiente para matar las células de la región
afectada, dando como resultado un infarto o una necrosis isquémica.
Clasificación
LA
Isquemias
En los ACV isquémicos los síntomas se deben a un decremento o una interrupción del flujo sanguíneo en el
FI
tejido cerebral. Esta disminución se puede deber a: 1) una trombosis, se refiere a la creación de una
formación que interrumpe el flujo sanguíneo; 2) un embolismo, esto es, un coágulo, burbuja de aire, grasa
o cualquier otra formación de material que obstruye un vaso pequeño después de haberse transportado por
el torrente circulatorio de los vasos de mayor calibre, y 3) la reducción del flujo sanguíneo en el cerebro,
Hemorragias
Los ACV hemorrágicos se producen por la ruptura de un vaso, lo cual permite que la sangre se filtre en el
parénquima cerebral.
La causa más frecuente de los ACV hemorrágicos es la hipertensión arterial (HTA). Las hemorragias
producidas por HTA generalmente son intracerebrales. Usualmente son subcorticales; por lo tanto su
sintomatología inicial casi siempre es neurológica y rara vez neuropsicológica.
Sintomatología
La forma en que se presentan los ACV es característica, pues producen súbitamente un déficit neurológico
focal. En casos severos, se puede presentar con un estado de coma. En los ACV embólicos, el comienzo es
súbito y el déficit neurológico llega rápidamente a su máximo nivel. En los ACV trombóticos y en las
hemorragias por hipertensión, el déficit neurológico puede desarrollarse en cuestión de minutos u horas. La
OM
pérdida de conciencia es usual en los ACV hemorrágicos, pero no en los ACV oclusivos.
Al disminuir el edema y la diasquisis, la sintomatología se reduce a las secuelas focales. El déficit neurológico
y/o neuropsicológico refleja el sitio y el tamaño de la lesión. La tomografía axial computarizada (TAC) y la
resonancia magnética (RMI) pueden demostrar la presencia de hemorragias, infartos, aneurismas y
deformidades ventriculares. La arteriografía revela oclusiones de los grandes vasos, así como aneurismas y
.C
malformaciones vasculares.
Territorios vasculares
DD
Dos sistemas arteriales diferentes se encargan de llevar la sangre al cerebro: el sistema de las dos arterias
carótidas internas (sistema carotídeo) y el sistema de las arterias vertebrales (sistema vertebral o vertebro-
basilar). Las arterias carótidas internas entran por la base del cráneo, una a cada lado, y se dividen en
numerosas ramificaciones secundarias (arteria oftálmica, arteria coroidal anterior y arteria comunicante
posterior) y en dos arterias principales: la arteria cerebral media y la arteria cerebral anterior. Esta última
LA
irriga las caras anterior, superior y media del lóbulo frontal, así como la porción superior y medial del lóbulo
parietal. La cara lateral de los lóbulos frontal, temporal y parietal es territorio de la arteria cerebral media.
Las arterias vertebrales ingresan por separado desde la base del cráneo y se unen a la altura de la
protuberancia para formar la arteria basilar. De ésta emergen numerosas arterias cerebelosas que forman
FI
comunicante anterior. Esta interconexión arterial constituye el llamado polígono de Willis, que sirve para
equilibrar la distribución de sangre en ambos lados del cerebro y compensa el flujo del líquido cuando falta
en alguno de los lados.
Los efectos de los accidentes cerebro-vasculares dependen del territorio vascular afectado. Los ACV de la
arteria cerebral media izquierda producen afasias en la mayoría de los casos, mientras que las isquemias de
las arterias cerebrales anteriores tienden a producir cambios comportamentales. Las alteraciones de
memoria y los defectos en el reconocimiento visual se producen en casos de compromisos de territorios de
la arteria cerebral posterior.
La enfermedad que se conoce como CADASIL es un padecimiento cerebro-vascular hereditario que ocasiona
un déficit cognitivo y demencia.
Traumatismos craneoencefálicos
Clasificación
Pueden dividirse en dos grandes grupos: abiertos y cerrados. En los primeros el cráneo sufre una
penetración, con la posibilidad de que fragmentos del hueso se incrusten en el parénquima cerebral.
Generalmente, quienes sufren este tipo de traumatismo no pierden la conciencia y las alteraciones
OM
neurológicas y neuropsicológicas son secundarias a la lesión cortical focal.
En los TCE cerrados el cerebro sufre por los efectos mecánicos de la rápida aceleración y desaceleración. El
cerebro puede sufrir lesiones debidas sobre todo al efecto del golpe y el contragolpe que eventualmente
puede afectar los lóbulos frontales y temporales. Generalmente en los TCE cerrados se pierde la conciencia
probablemente como consecuencia de alteraciones en las estructuras del tallo cerebral.
Sintomatología
.C
Dejan como secuelas defectos en la memoria, cambios comportamentales y defectos cognoscitivos más
DD
difusos.
Para medir la severidad de los TCE se utilizan diversos criterios, como el puntaje obtenido en la Escala de
Glasgow, la duración del estado de coma y la ampliación del periodo de amnesia postraumática.
Tumores
LA
La palabra tumor se refiere al crecimiento anormal de células, organizadas en forma atípica, que crecen a
expensas del organismo pero que no cumplen un propósito dentro de éste.
Clasificación
FI
Los tumores o neoplasias pueden ser benignos o malignos. Los benignos pueden crecer fuera del cerebro,
como sucede en el caso de los meningiomas. Su crecimiento es típicamente lento y pueden alcanzar un gran
tamaño sin que se observe necesariamente una sintomatología evidente. La sintomatología aparece
generalmente como consecuencia del efecto de masa sobre otras estructuras cerebrales. Los tumores
benignos permanecen bien definidos y no se infiltran en el parénquima cerebral; por lo tanto, su resección
quirúrgica es relativamente fácil. Sin embargo, un tumor benigno situado en un lugar de difícil acceso
quirúrgico puede causar la muerte por herniación del tallo cerebral.
Los tumores malignos, por otra parte, surgen frecuentemente de las células gliales, se infiltran y se
confunden con el tejido cerebral, por lo que su resección es más difícil. Los gliomas representan los tumores
malignos más frecuentes. Entre los gliomas se pueden mencionar los astrocitomas, los oligodendriogliomas
y los glioblastomas. Los primeros pueden tener un bajo grado de malignidad y un crecimiento relativamente
lento; los oligodendriogliomas representan un tipo de tumor particularmente lento en su crecimiento, y los
glioblastomas son altamente malignos, con una alta velocidad de crecimiento.
Una pequeña cantidad de tumores cerebrales son metástasis, es decir, células tumorales que han sido
transportadas desde otro punto de origen del cerebro. Los tumores que con mayor frecuencia producen
Sintomatología
La presentación clínica de un tumor es variable y depende de la localización del mismo. Las crisis convulsivas
son la primera manifestación clínica en muchos de los pacientes con neoplasias; en otros, las primeras
manifestaciones pueden mostrar disminución en la capacidad de concentración, y lentificación en la
comprensión y en la capacidad cognoscitiva general. Algunos pacientes presentan alteraciones neurológicas
y/o neuropsicológicas muy focales que permiten sospechar una alta probabilidad de un tumor y diagnosticar
con cierta precisión su localización en el cerebro.
Infecciones
OM
Se presentan cuando el cuerpo es invadido por un microorganismo patógeno que produce de una
enfermedad. Las infecciones cerebrales generalmente tienen el foco infeccioso de origen por fuera del
cerebro. En ocasiones, tienen un origen hematógeno.
Las infecciones pueden afectar el tejido cerebral por varias razones. En primer lugar, pueden interferir en el
.C
flujo sanguíneo cerebral, generando trombosis o hemorragias de los capilares; tienen, además, la capacidad
para alterar seriamente el metabolismo de las células o las características de la membrana celular, afectando
las propiedades eléctricas de la misma. El edema que generalmente aparece como consecuencia de una
infección puede abarcar diversas estructuras cerebrales, y alterar su función normal. La reacción de defensa
DD
del organismo contra la infección es fuente potencial de alteraciones en el sistema nervioso. La producción
de pus modifica el líquido extracelular y su producción puede incrementar la presión dentro del cerebro.
Clasificación
LA
Infecciones virales
Un virus es un agregado encapsulado de ácido nucleico que puede estar constituido de DNA o RNA. Los virus
llamados neurotrópicos tienen proclividad por el sistema nervioso, como es el caso de los que producen la
poliomelitis y la rabia. Los virus pantrópicos, como el del herpes simple, atacan todo el cuerpo, incluyendo
FI
el sistema nervioso.
Los efectos del virus sobre el sistema nervioso dependerán de la susceptibilidad diferencial que presentan
las células al virus. Si se fija en las meninges, se presenta una meningitis; si compromete células
parenquimatosas del cerebro o la medula, puede dar origen a trastornos aún más severos como la encefalitis
y poliomelitis, respectivamente.
Infecciones bacterianas
Se refiere a cualquier microorganismo generalmente de una sola célula, que no posee clorofila y que se
multiplica por simple división celular. Las infecciones bacterianas del sistema nervioso son resultantes de
una invasión de estos microorganismos generalmente por vía sanguínea. Las infecciones bacterianas
producen generalmente meningitis y en ocasiones pueden formar abscesos cerebrales que causa la necrosis
de las células de la región afectada. A medida que las bacterias se multiplican y destruyen el número mayor
de células, el absceso actúa como una masa que ocupa espacio e incrementa la presión intracraneana.
Infecciones micóticas
Son producidas por hongos que llegan al sistema nervioso. El sistema nervioso central es usualmente
resistente a las infecciones micóticas.
Sintomatología
Muchas de las infecciones del sistema nervioso se derivan de infecciones originadas en otras partes del
cuerpo y por ello se asocian con síntomas como fiebre, malestar general e hipotensión. Desde el punto de
vista neuropsicológico, generalmente se evidencia un síndrome confusional agudo, caracterizado por
desorientación temporo-espacial, defectos atencionales, fallas en la memoria y, en ocasiones, agitación
OM
psicomotora.
Tratamiento
El tratamiento varía según el tipo de infección. Las enfermedades virales son difíciles de tratar y por lo
general se espera a que la enfermedad siga su curso. El tratamiento para las infecciones bacterianas consiste
.C
en la aplicación de antibióticos.
Enfermedades degenerativas
Las enfermedades degenerativas implican una pérdida progresiva de las células nerviosas, que derivan en
FI
signos y síntomas neurológicos. Entre las enfermedades degenerativas se encuentran los síndromes de
demencia progresiva, como el mal de Alzheimer, los síndromes de demencia progresiva asociados con otras
anormalidades neurológicas, como la enfermedad de Huntington y la enfermedad de Parkinson, y los
síndromes caracterizados por alteraciones de la postura, de movimientos o de pérdidas sensoriales
Epilepsia
Clasificación
Dependiendo de la etiología se pueden distinguir dos tipos de epilepsia: la primaria y la secundaria. La
epilepsia primaria o idiopática surge espontáneamente, sin que exista un daño estructural establecido del
sistema nervioso, por lo que su causa es desconocida, aunque se supone la existencia de factores de tipo
genético. La epilepsia secundaria o sintomática la que deriva de una infección, un tumor, una malformación
o alguna otra condición neurológica que crea en el cerebro un foco irritativo epileptogénico, capaz de
presentar una actividad eléctrica anómala. En este tipo de epilepsia se puede establecer el origen de las
OM
convulsiones, y su manifestación se relaciona con la localización específica del foco patológico.
Según sus manifestaciones clínicas, las crisis epilépticas se pueden clasificar en dos grandes grupos: parciales
(o focales) y generalizadas, dependiendo de si comprometen en forma parcial o total la corteza cerebral. Las
parciales se subdividen a su vez en crisis parciales simples y crisis parciales complejas; en las crisis parciales
simples no existe compromiso de la conciencia, en tanto que en las crisis parciales complejas se presenta un
.C
compromiso de la conciencia.
Se distinguen cuatro tipos de crisis parciales simples, a saber: motrices, sensoriales, autónomas y psíquicas.
Entre estas últimas se encuentran las crisis perceptuales, mnésicas, disfásicas, afectivas y cognoscitivas. Las
DD
crisis parciales complejas se originan en el lóbulo temporal y se caracterizan por la falta de responsibidad a
los estímulos del medio, por la presencia de automatismos, es decir, movimientos repetitivos esteriotipados,
y porque el paciente, a pesar de estar alerta, no recuerda lo sucedido durante el episodio.
Las crisis generalizadas se inician comprometiendo de manera simétrica bilateral la corteza cerebral, sin
LA
presentar signos focales. Las crisis de tipo tónico-clónicas generalizadas (TCG) o de gran mal se caracterizan
por la pérdida súbita de la conciencia y la presencia de actividad motora: primero se observa una fase tónica,
durante la cual aumenta el tono muscular, y luego una fase clónica, en la que ocurren sacudidas rítmicas.
En las crisis generalizadas de ausencia o pequeño mal hay interrupciones recurrentes de la conciencia, y la
FI
actividad motora que se observa son parpadeos, rotaciones de los ojos o movimientos de cabeza. Estos
ataques tienen una duración muy corta.
En las crisis aquinéticas el enfermo cae al suelo de manera súbita. Los espasmos mioclónicos consisten en la
flexión y extensión súbita del cuerpo, y frecuentemente se inician con un grito.
3. Asimetría cerebral
OM
que la dicotomía “verbal no-verbal”, planteada en términos absolutos, no es una realidad, por el contrario,
el fenómeno de la asimetría funcional cerebral se considera un fenómeno gradual, no de “todo o nada”
.C
Desde que se descubrió al primer paciente con afasia, por cuenta de Paul Broca, se había sugerido una
asimetría anatómica para explicar que el hemisferio izquierdo estaba especializado en el análisis lingüístico.
DD
Queda establecido que ciertas áreas implicadas en funciones del lenguaje son proporcionalmente mayores
en el hemisferio izquierdo. Algunas regiones frontales, temporales y parietales son más gruesa en el
hemisferio izquierdo que en el derecho, y el patrón contrario de asimetría se observa en regiones posteriores
temporo-parietales del hemisferio derecho. La asimetría anatómica cerebral podría correlacionarse con la
superioridad lingüística y espacial de los hemisferios izquierdo y derecho, respectivamente.
LA
Con frecuencia, el polo frontal en el hemisferio derecho es mayor, mientras que el polo occipital en el
hemisferio izquierdo presenta una mayor extensión. El núcleo talámico lateral posterior izquierdo que
proyecta a la corteza parietal es generalmente más grande que el mismo núcleo en el tálamo derecho.
Las diferencias neuroanatómicas entre ambos hemisferios cerebrales parecen relacionarse con la
FI
preferencia manual, por lo que se encuentran asimetrías más evidentes en sujetos diestros que en sujetos
zurdos. Asimismo, se cree que la variable género podría asociarse con diferencias neuroanatómicas.
Se han descubierto diferencias bioquímicas en la concentración de neurotransmisores en cada hemisferio.
Asimetrías auditivas
Al utilizar el método de audición dicótica en sujetos diestros se encuentra que los estímulos verbales
presentados al oído derecho son evocados con mayor frecuencia y exactitud que aquellos presentados al
oído izquierdo. La información procedente de cada oído se proyecta sobre el hemisferio derecho y sobre el
izquierdo, pero la información cruzada es superior a la información ipsilateral. La información contralateral
es de acceso directo, mientras la ipsilateral es de acceso indirecto, de tal manera que la información
destinada al oído derecho se proyecta sobre todo al lóbulo temporal izquierdo y la información presentada
al oído izquierdo se proyecta especialmente en la corteza temporal derecha.
Asimetrías visuales
La forma en que se organiza el sistema visual permite presentar información selectiva a uno u otro
hemisferio cerebral. La información visual que cae sobre cada campo visual se proyecta sobre la corteza
visual contralateral.
La información verbal (letras, palabras) se percibe siempre mejor cuando se proyecta sobre el campo visual
derecho; a este fenómeno se le ha denominado superioridad del campo visual derecho. El hemisferio
derecho contribuye al procesamiento lexical.
OM
Por otra parte, la superioridad del campo visual izquierdo es evidente cuando se trata de discriminar formas
y colores, localizar estímulos, reconocer la orientación de líneas, reconocer figuras superpuestas y reproducir
figuras no estructuradas.
El hemisferio derecho tiene la capacidad para reconocer rostros. Varios estudios demuestran que el campo
visual izquierdo es más apto para reconocer rostros no familiares, memorizar rostros que presentan un
.C
contenido emocional y discriminar fotografías en posición invertida.
La superioridad de uno u otro hemisferio en el reconocimiento de rostros depende del tipo de análisis que
se lleve a cabo. Así, el hemisferio derecho es más apto cuando se hace un análisis holístico, con base en el
DD
contorno de la cara, y de las relaciones espaciales entre facciones, mientras que el hemisferio izquierdo
aventaja al derecho cuando el análisis se realiza a partir de las características particulares del rostro.
Los estudios sobre discriminación visual en sujetos normales muestran una superioridad del hemisferio
derecho para el reconocimiento de parámetros no verbales y una superioridad del hemisferio izquierdo para
LA
el reconocimiento de información verbal, en particular aspectos sintácticos y lexicales del lenguaje. Sin
embargo, esta superioridad no está reservada a ninguno de los hemisferios y puede alternarse durante el
proceso de interpretación del estímulo.
Asimetrías somestésicas
FI
El interés por el estudio de las asimetrías somestésicas es relativamente escaso, a pesar de que en la práctica
clínica se reconoce que las pérdidas de la sensibilidad resultantes de lesiones de los hemisferios derecho e
izquierdo no son del todo equivalentes: en muchos pacientes con lesiones del hemisferio derecho se alteran
los juicios sobre la dirección de la estimulación táctil aplicada en cualquiera de las manos, mientras que en
pacientes con lesiones del hemisferio izquierdo hay alteraciones en este tipo de discriminación únicamente
de la mano derecha.
Los juicios sobre la dirección de la estimulación táctil son más precisos con la mano izquierda en sujetos
diestros normales, en tanto que los sujetos zurdos presentan juicios táctiles superiores con la mano derecha.
Han confirmado la superioridad del hemisferio derecho en la percepción de formas.
Hay un mejor manejo de información verbal con la mano derecha.
La discriminación de pesos es mejor con la mano preferida y a la inversa: los juicios sobre textura son
considerablemente superiores cuando se realizan con la mano no preferida, ya sea en sujetos diestros o
zurdos.
Asimetrías motoras
OM
método fundamental que da a conocer las funciones que posiblemente corresponden a cada hemisferio
cerebral.
La observación de las alteraciones en personas con lesiones hemisféricas unilaterales constituye uno de los
métodos más importantes para comprender el papel de cada hemisferio en la organización de la actividad
cognoscitiva y comportamental.
.C
Las lesiones del hemisferio izquierdo producen alteraciones del lenguaje (afasia) en la gran mayoría de los
individuos, al margen de su preferencia manual. Dichas afasias presentarán características diferentes según
las áreas comprometidas. Las lesiones frontales tienden a afectar principalmente, la producción del lenguaje,
DD
es decir, se reduce la fluidez verbal y se altera la organización gramatical de las frases. Las lesiones
temporales, por el contrario, dificultan la comprensión del lenguaje y pueden alterar la semántica del mismo.
El compromiso del lóbulo parietal llega a producir agrafia e incapacita al individuo para utilizar el lenguaje
escrito. El lóbulo occipital izquierdo, desempeña un papel más importante en el lenguaje escrito que en el
oral; al lesionarse, se puede ocasionar una alteración específica en la lectura.
LA
Las alteraciones en los movimientos tienden a afectar la capacidad de memoria verbal (semántica), no así
con la memoria visual o experiencial (episódica).
Cuando las lesiones ocurren en el hemisferio derecho las alteraciones son muy diferentes a las que se
describen como consecuencia de daños en el hemisferio izquierdo. En términos generales, el lenguaje no se
FI
altera en su aspecto simbólico sino en su componente melódico. Quienes padecen lesiones en este
hemisferio pueden tener dificultades para comprender y/o para producir la prosodia del lenguaje; además,
mostrarán limitaciones para reconocer el tono afectivo que acompaña a un mensaje verbal, sin encontrar
diferencias entre mensajes que conllevan diferente tono emocional.
La amusia o pérdida del sentido musical se ha asociado con lesiones del hemisferio derecho en personas sin
educación musical. Sin embargo, en quienes tienen educación musical se cree que hay una participación más
bilateral de ambos hemisferios en actividades relacionadas con la música. Las lesiones del hemisferio
derecho pueden, igualmente, alterar automatismos verbales orales (como contar) y gráficos (como firmar).
Estos hallazgos han llevado a cuestionar la dicotomía simple lingüístico-no lingüístico para referirse a los
hemisferios izquierdo y derecho, respectivamente. El lenguaje constituye un sistema funcional complejo que
involucra múltiples eslabones para su adecuada comprensión y producción. Cada uno de los hemisferios
contribuye de manera diferencial a la realización del lenguaje: el izquierdo se vincula más a los componentes
fonológicos, gramaticales y a la memoria verbal, en tanto que el derecho estaría más implicado en los
aspectos entonacionales, emocionales y espaciales del lenguaje oral y escrito.
Se acepta, por consenso, que el hemisferio derecho participa en la organización de esquemas espaciales.
OM
dramática, es natural porque es producto de la impotencia del paciente para comunicarse.
.C
comisuras, como la anterior, la del hipocampo y el fórnix.
La importancia del cuerpo calloso se reveló cuando se introdujo y se extendió el método quirúrgico de
seccionarlo en casos de epilepsias intratables, para así evitar que las crisis pasaran de un hemisferio cerebral
DD
a otro. Las primeras comisurotomías incluían el cuerpo calloso y el fórnix. Los estudios psicológicos iniciales
no revelaron cambios evidentes en los pacientes.
El aprendizaje destinado a cada hemisferio permanece inaccesible al otro, y por lo tanto el cuerpo calloso en
un animal normal cumple la función de permitir que ambos hemisferios compartan el aprendizaje y la
memoria.
LA
A partir de los años sesenta se definió por primera vez el síndrome de desconexión interhemisférica, también
conocido como síndrome del cerebro dividido o síndrome de Sperry. Al evaluar con detalle las funciones
visoperceptuales, táctiles, auditivas y lingüísticas aparecen defectos que demuestran la especialización de
funciones de cada hemisferio cerebral y la importancia del cuerpo calloso en su interacción.
FI
Funciones visoespaciales
Al presentar estímulos visuales sobre ambos campos visuales mediante el empleo de un taquistoscopio se
nota que los estímulos que aparecen en el campo visual derecho son reconocidos y denominados
correctamente; sin embargo, al presentar tales estímulos en el campo visual izquierdo la persona no los
puede describir verbalmente, como si el hemisferio derecho fuera incapaz de utilizar el lenguaje para
describir lo que ve. Ambos hemisferios perciben la estimulación visual pero cada uno de ellos tiene una
forma diferente de expresarla.
Si los dos hemisferios están desconectados pueden procesar información independiente. La dominancia en
el control ejercido por cada hemisferio dependerá del proceso central requerido: si no se necesita más que
un simple reconocimiento visual, el hemisferio derecho reconocerá las propiedades del estímulo. Si la
respuesta del sujeto exige un análisis verbal, el hemisferio izquierdo participará, utilizando las características
analíticas del objeto. Los estímulos que no tenían una correspondencia verbal en la memoria a largo plazo
resultaron imposibles de reconocer por el hemisferio izquierdo.
Otra disociación entre los dos hemicuerpos que se encontró en pacientes comisurotomizados se refiere a la
habilidad para copiar figuras. Al hacer una evaluación preoperatoria se observa que la mano derecha es más
Funciones auditivas
Los pacientes comisurotomizados identifican palabras y sonidos si éstos son presentados a cada oído en
forma independiente. Cuando se utiliza el método de audición dicótica y se presentan simultáneamente los
estímulos en ambos oídos se observa que la persona tiende a olvidar la información presentada en el oído
izquierdo y a describir únicamente la información presentada en el oído derecho. Esta supresión auditiva
tiene dos explicaciones: 1) existe una supresión de la información ipsilateral del oído izquierdo observada en
sujetos normales cuando se utiliza la presentación binaural, y 2) la sección del cuerpo calloso impide
OM
trasladar la información auditiva incorporada al hemisferio derecho hacia el hemisferio izquierdo.
Funciones táctiles
Los objetos presentados táctilmente en la mano derecha fueron reconocidos verbalmente, con rapidez,
mientras que al utilizar la mano izquierda sucedió todo lo contrario, aun cuando el sujeto reconocía tener
.C
algo en la mano. Este impedimento para denominar los objetos presentados táctilmente se conoce como
hemianomia táctil izquierda. Se trata no de un problema de reconocimiento (agnosia) sino de lenguaje
(anomia).
DD
Si al sujeto con sección del cuerpo calloso se le colocan al mismo tiempo objetos en ambas manos, describirá
verbalmente sólo el objeto que sostiene en su mano derecha, y olvidará el que mantiene en la izquierda,
mostrando extinción izquierda ante la doble estimulación.
La denominación táctil de las partes del cuerpo también muestra diferencias si las partes estimuladas
pertenecen al hemicuerpo derecho o al izquierdo. Al tocar partes del hemicuerpo derecho, la persona las
LA
denomina correctamente; pero si las partes estimuladas pertenecen al hemicuerpo izquierdo no hay tal
denominación, aunque el paciente es capaz de señalar con la mano izquierda la parte del cuerpo estimulada.
Con esto se demuestra, una vez más, que el problema constituye una anomia táctil unilateral.
FI
Funciones olfativas
El paciente es incapaz de denominar olores colocados en la fosa nasal derecha, conservando la capacidad
para reconocer olores presentados a la fosa nasal izquierda. El sistema olfativo, al contrario de los demás
sistemas sensoriales, no se cruza, y los estímulos olfatorios presentados en cada fosa nasal se proyectan de
manera ipsolateral. La anomia olfativa derecha no constituye un defecto en el reconocimiento de los olores
porque el paciente puede seleccionar el objeto relacionado con el olor.
Funciones motoras
Los pacientes comisurotomizados no pueden transponer movimientos de una mano en la otra. Si colocan la
mano derecha en una posición dada, no podrán reproducir este movimiento con la otra mano.
La apraxia unilateral con el brazo izquierdo consiste en la imposibilidad de realizar movimientos con la mano
de ese lado por indicaciones verbales. Esta apraxia se debe a que las áreas motoras derechas, que controlan
los movimientos de la mano izquierda, quedan aisladas de las áreas del lenguaje. La apraxia unilateral
izquierda se atribuye a la poca comprensión verbal del hemisferio derecho y al poco control motor ipsilateral
que éste ejerce.
Funciones lingüísticas
OM
comprensión. La información recibida por este hemisferio no puede comunicarse mediante un código verbal
oral ni escrito.
El cuerpo calloso integra las funciones visoperceptuales provenientes de los dos campos visuales, las
somatosensoriales que proceden de los dos hemicuerpos y la unificadora de los procesos de atención y
conciencia. Sin el cuerpo calloso, el hemisferio izquierdo no sabe lo que hace el derecho, y éste queda fuera
.C
del control lingüístico de su contraparte. Cada uno de los hemisferios cerebrales parece almacenar
aprendizajes diferentes. Sin embargo, si uno de ellos requiere la información almacenada en el otro, tiene
acceso inmediato a ella gracias a la función integradora del cuerpo calloso.
DD
Especialización hemisférica
Desde un principio se creyó que los hemisferios cerebrales realizaban funciones antagónicas. El hemisferio
izquierdo no estaría propiamente especializado en el lenguaje, sino en la secuenciación temporal que
subyace al lenguaje.
LA
En cuanto a la distinción serial-paralelo, Cohen señala que el tiempo que emplea el hemisferio izquierdo en
analizar un estímulo es proporcional al número de elementos que éste contiene; el análisis realizado por el
hemisferio derecho no mostraría este incremento temporal. Lo cual implicaría entonces un análisis
simultáneo de los estímulos por parte del hemisferio derecho y un análisis seriado por parte del izquierdo.
FI
El hemisferio izquierdo tendría una aproximación más lógica, analítica y conceptual a los estímulos, en tanto
que el derecho acudiría a principios gestálticos de unificación de formas; asimismo utilizaría un principio de
similitud conceptual, mientras que el hemisferio derecho utilizaría con mayor precisión el principio de
similitud estructural. El hemisferio izquierdo buscaría similitudes por nombres, y el derecho buscaría
OM
dominante para el lenguaje no se observan defectos lingüísticos, sino dificultades en la orientación espacial,
en el reconocimiento de melodías, en dificultades para construir y en la incapacidad para resolver tareas
espaciales.
.C
Los cuestionarios sobre preferencia manual pretenden determinar en qué punto dentro de una línea, cuyos
extremos son “consistentemente diestro” y “consistentemente zurdo”, se encuentra un individuo. Se
describen una serie de actividades y el sujeto debe establecer con qué mano los lleva a cabo. La mano con
DD
que uno escribe es apenas una de las medidas para determinar la preferencia manual.
1. Los trastornos del lenguaje y el habla de cualquier tipo son más frecuentes en hombres que en
mujeres.
2. El desarrollo del lenguaje es más rápido en las niñas, al igual que el establecimiento de la preferencia
manual y la ventaja del oído derecho para la percepción del lenguaje.
3. Las asimetrías anatómicas descritas son mayores en los hombres que en las mujeres. Ellas parecen
presentar una mayor participación del hemisferio derecho en el lenguaje.
4. La frecuencia de zurdos es mayor entre los hombres que entre las mujeres.
Teorías genéticas
Teorías hormonales
Geshwind y Galaburda propusieron una teoría novedosa que sugiere que la asimetría cerebral puede ser
modificada durante la etapa fetal. Aseguran que la testosterona ejerce un papel decisivo sobre la asimetría
OM
cerebral. De acuerdo con Geschwind y Galaburda, la testosterona tendría un efecto inhibitorio:
concentraciones superiores a las normales retardarían el desarrollo, actuando directamente sobre el cerebro
o sobre las manifestaciones genéticas. Concentraciones altas actuarían en la lentificación del desarrollo del
hemisferio izquierdo y no sobre el hemisferio derecho, permitiendo que este último se desarrolle aún más.
En este caso se producirían alteraciones en la asimetría cerebral que podrían llevar a cambios en la
preferencia de diestro a zurdo.
.C
Organización cerebral en sujetos zurdoas
Hay que señalar que los zurdos presentan, como grupo, una mejor recuperación de los trastornos afásicos,
DD
posiblemente por tener un mejor control lingüístico bihemisférico.
Con base en los antecedentes familiares, es posible dividir a los zurdos en dos grupos: familiares y no
familiares. Los que tienen antecedentes familiares de zurdera mantienen una organización cerebral
semejante a la de los diestros, con un hemisferio izquierdo usualmente dominante para el lenguaje, mientras
LA
que los zurdos no familiares parecen tener una organización diferente. En estos últimos se observa una
mayor probabilidad para presentar afasia por lesión del hemisferio derecho.
Finalmente, en el porcentaje de zurdos con dominancia hemisférica derecha se incluirían los llamados
“zurdos patológicos”, que eran inicialmente diestros y que por haber sufrido a edad temprana algún daño
FI
Kolb y Wishaw
Evolución de la neuropsicología
Hoy definimos la neuropsicología como el estudio de la relación existente entre las funciones cerebrales y la
conducta de los seres humanos. Aunque la neuropsicología obtiene información de varias disciplinas, su foco
central es el desarrollo de una ciencia de la conducta humana, basada en las funciones del cerebro humano.
La neuropsicología recibe importantes influencias de dos focos tradicionales de investigación experimental
y teórica sobre las funciones cerebrales: la hipótesis cerebral, que gira en torno a la idea de que la conducta
se origina en el cerebro y la hipótesis neuronal, que se basa en el concepto de que la unidad de estructura
y funcionamiento del cerebro es la neurona.
La hipótesis cerebral
¿Qué es el cerebro?
OM
La corteza cerebral abarca la mayor parte del prosencéfalo. El resto del tubo que subyace a la corteza se
denomina tronco encefálico. Éste, a su vez, se conecta con la médula espinal.
Desde una perspectiva funcional, el prosencéfalo regula las funciones cognitivas, el tronco encefálico media
funciones reguladoras, como comer, beber y moverse y la médula espinal es responsable de enviar órdenes
a los músculos. Los neuropsicólogos habitualmente llaman funciones superiores a las que se originan en el
prosencéfalo porque incluyen el pensamiento, la percepción y la planificación. Las funciones reguladoras y
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de producción de movimientos originadas en el tronco encefálico y en la médula espinal se denominan
funciones inferiores.
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¿Cómo se relaciona el cerebro con el resto del sistema nervioso?
El cerebro y la médula espinal reciben el nombre de sistema nervioso central (SNC). El SNC se conecta con
el resto del cuerpo a través de las fibras nerviosas; algunas de esas fibras transportan la información desde
el SNC y otras hacia él. Estas fibras constituyen el sistema nervioso periférico (SNP).
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Las fibras que llevan la información hacia el SNC están conectadas en gran parte con los receptores sensitivos
que se encuentran en la superficie corporal, con los órganos internos y con los músculos, lo que permite que
el cerebro reciba información de lo que ocurre en el ambiente circundante y en el propio cuerpo. Estas fibras
están organizadas en vías motoras y vías sensitivas.
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Cerebro o corazón
Los primeros médicos griegos y romanos, como Hipócrates y Galeno, describieron aspectos de la anatomía
del cerebro y abogaron en gran medida por la hipótesis cerebral.
Aunque ahora aceptamos la hipótesis cerebral, la hipótesis cardíaca ha dejado su impronta en nuestro
lenguaje.
Darwin y el materialismo
A mediados del siglo XIX surgió una nueva teoría del cerebro y la conducta. Esta teoría era la perspectiva
moderna del materialismo: la idea de que la conducta racional puede explicarse totalmente a partir del
funcionamiento del sistema nervioso, sin necesidad de referirse a una mente inmaterial.
El cerebro es una de las características comunes que poseen las especies animales. Es una adaptación que
surgió sólo una vez en la evolución. Como consecuencia, los cerebros de todos los seres vivos son similares
porque descienden del primer cerebro. Además, si los animales están relacionados y sus cerebros están
emparentados y toda la conducta de los animales no humanos es producto del cerebro, la conducta humana
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también debe de ser producto de éste.
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La primera teoría general que expuso la idea de que las diferentes partes del cerebro cumplen funciones
distintas fue la teoría fenomenológica del anatomista Gall y Spurzheim. Propusieron que la corteza y sus
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circunvoluciones eran partes funcionales del cerebro y no sólo una cubierta de la glándula pineal, hecho que
avalaron al demostrar a través de la disección que una extensa vía denominada tracto piramidal se extiende
desde la corteza hasta la médula espinal. Esto sugiere que la corteza enviaría instrucciones a la médula
espinal para dirigir los movimientos de los músculos. En consecuencia, no sólo propusieron que la corteza
era una parte funcional del cerebro, sino además, que originaba conductas por medio del control de otras
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partes del cerebro y de la médula espinal a través de esa vía. También reconocieron que los dos hemisferios
simétricos del cerebro se conectan e interactúan por medio de otra gran vía denominada cuerpo calloso.
Gall desarrolló una teoría general acerca de la forma en que el cerebro podría producir diferencias en las
capacidades individuales, que luego transformó en una teoría sobre las funciones cerebrales llamada
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cerebro, de modo que las diferentes regiones de la corteza podían tener funciones especializadas. Además,
descubrió algo novedoso: algunas funciones podrían estar localizadas de un lado del cerebro, propiedad que
se conoce como lateralización
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originó los siguientes planteamientos: 1) una conducta, como el lenguaje, está controlada por un área
específica del cerebro y 2) la destrucción selectiva del área anula dicha conducta. Los investigadores que
interpretaron los hallazgos de Broca de la misma manera son los llamados localizacionistas estrictos. El
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primer investigador reconocido que discrepó con esta teoría fue Wernicke.
El hallazgo de Wernicke de que el lóbulo temporal también estaba implicado en el lenguaje refutaba el punto
de vista de los localizacionistas estrictos de que el lenguaje estaba localizado en una zona del lóbulo frontal.
Wernicke también creó el primer modelo de organización del lenguaje en el hemisferio izquierdo. Este
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modelo plantea la hipótesis de que existe una secuencia programada de actividades en las áreas del lenguaje
de Broca y de Wernicke. Si el lóbulo temporal estuviera lesionado, los movimientos del habla todavía podrían
ser dirigidos por el área de Broca, pero el habla no tendría sentido porque la persona afectada sería incapaz
de controlar las palabras. Como el daño del área de Broca produce pérdida de los movimientos del habla sin
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entonación y la articulación estarían conservadas, al igual que la comprensión, pero el habla se determinaría
porque la persona afectada no podría captar el sentido de la palabra que escuchara.
La idea de Wernicke sobre la desconexión fue una forma completamente nueva de visualizar algunos de los
síntomas del daño cerebral. La propuesta era que, aunque diferentes regiones del cerebro tienen diferentes
funciones, son interdependientes en el sentido de que, para trabajar, deben recibir información una de la
otra.
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autor pensaba que el sistema nervioso se organiza en varias capas ordenadas según una jerarquía funcional.
Cada nivel superior controla aspectos más complejos de la conducta, pero lo hace a través de los niveles
inferiores. Describía el sistema nervioso como formado por tres niveles, a saber, la médula espinal, el tronco
encefálico y el prosencéfalo, pero no le asignaba un área anatómica particular a un nivel dado. Sugirió que
las enfermedades o las lesiones que afectaban los niveles superiores provocarían involución: los animales
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mantendrían un repertorio de conductas, pero esas conductas serían más simples, más típicas de un animal
que todavía no hubiese desarrollado la estructura cerebral perdida.
Actualmente, reconocemos que, en un sentido, las funciones están localizadas pero, en otro sentido,
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también están distribuidas sobre amplias áreas del cerebro. La expresión que ahora se usa para englobar las
ideas de Jackson es que las conductas están organizadas en sistemas distribuidos.
La hipótesis neuronal
Después del desarrollo de la hipótesis cerebral, que sostiene que el cerebro es responsable de todas las
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El sistema nervioso está compuesto por dos tipos básicos de células, las neuronas y las células de la glía. Las
neuronas son unidades funcionales que nos permiten recibir información, procesarla y ejecutar acciones. La
glía ayuda a que las neuronas permanezcan juntas y desempeña otras funciones de sostén.
La región donde se encuentra el núcleo se denomina cuerpo celular. La mayor parte de las extensiones
ramificadas se denominaban dendritas, pero la “raíz” principal se llama axón. Las neuronas poseen un solo
axón, pero la mayoría tiene varias dendritas. Las dendritas y el axón son extensiones del cuerpo celular y su
función principal es ampliar la superficie de la célula.
La neurona
Los exámenes microscópicos revelaron que el cerebro no era sólo una sustancia gelatinosa y amorfa, sino
que en realidad se trataba de una subestructura sumamente intrincada con componentes dispuestos en
grupos complejos, cada uno interconectado con muchos otros. La distribución en red nos favorecería una
psicología y un funcionamiento cerebral holístico. En cambio, una estructura de unidades diferenciadas y
autónomas favorecería una psicología determinada por la localización de las funciones.
Conducción de la información
Descubrimientos modernos
Neurocirugía
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La era moderna en neurocirugía comenzó con la introducción de la asepsia, la anestesia y el principio de
localización de las funciones.
El desarrollo de la neurocirugía como solución práctica de algunos tipos de alteraciones del cerebro humano
tuvo una enorme influencia sobre la neuropsicología. La información sobre la conducta obtenida a partir de
pacientes que han sido sometidos a una cirugía es muy útil para el diagnóstico de las causas de los problemas
de otros pacientes.
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Evaluación psicométrica y estadística
Hebb utilizó por primera vez las pruebas del CI en personas con daño cerebral en 1940, con el sorprendente
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resultado de que las lesiones en el lóbulo frontal no reducían las puntuaciones del CI. Las lesiones en otras
áreas importantes que no habían sido consideradas implicadas en la “inteligencia” reducían las puntuaciones
del CI. Estos hallazgos contrapuestos a la intuición revelaron la utilidad de esta prueba para evaluar la
ubicación de la lesión cerebral y crearon un vínculo de intereses comunes entre la neurología y la psicología.
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Los métodos para la obtención de imágenes del cerebro también son importantes en otro sentido. Algunas
técnicas pueden revelar cambios en el cerebro que el mismo momento en que ejecuta una función; en el
momento en que la aprende o en ambos momentos.
Asimetría cerebral
Las imágenes de resonancia magnética del cerebro en personas vivas confirman ocho diferencias anatómicas
principales entre los dos hemisferios:
1. El hemisferio derecho es ligeramente más grande y más pesado que el izquierdo, pero el izquierdo
contiene mayor cantidad de sustancia gris.
2. Los lóbulos temporales presentan una asimetría estructural marcada que podría ser la base
anatómica de la especialización observada en el lóbulo temporal izquierdo y derecho en las funciones
del lenguaje y musicales, respectivamente.
3. La asimetría de la corteza de los lóbulos temporales se correlaciona con la correspondiente asimetría
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mesecefálica en el tálamo.
4. La pendiente del surco lateral es más leve en el hemisferio izquierdo que en el derecho. Por lo tanto,
la región de la corteza temporoparietal ventral al surco lateral es más grande en el lado derecho.
5. El opérculo frontal (área de Broca) en el lado izquierdo es diferente del derecho.
6. La distribución de los distintos neurotrasmisores en la región cortical y subcortical es asimétrica.
7. El hemisferio derecho se extiende más adelante que el izquierdo y el izquierdo se extiende más atrás
que el derecho.
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8. Los detalles de la asimetría anatómica dependen del sexo y de la mano dominante.
Las asimetrías anatómicas se centran en las áreas del lenguaje.
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Asimetría en pacientes neurológicos
Pacientes con lesiones lateralizadas
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En las investigaciones más antiguas sobre la especialización de los hemisferios se deduce la función a partir
de los déficits de conducta que surgieron como resultado de un accidente cerebrovascular o de una
operación.
Sin embargo, para llegar a la conclusión de que un área cortical tiene una función especial o lateralizada es
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necesario demostrar que las lesiones de otras áreas del cerebro no ocasionan un déficit similar. Se ha
demostrado que las lesiones en el hemisferio izquierdo de los pacientes diestros causan déficits en las
funciones del lenguaje, que no son producidos por las lesiones del hemisferio derecho. Sin embargo, las
lesiones del hemisferio derecho dan lugar a más alteraciones en las pruebas espaciales, del canto, de la
Estimulación cerebral
La estimulación de la corteza ha probado ser un instrumento útil para demostrar la localización y la
lateralización de las funciones. El efecto de la estimulación puede ser focalizado, a menudo varía al desplazar
el lugar de la estimulación apenas unos milímetros, y muchas veces es muy fiable en un paciente
determinado.
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mayoría de ellas zurdas, se halla en el hemisferio derecho. En el caso de cirugía programada, para evitar un
daño involuntario a las áreas del lenguaje, el cirujano debe identificar su localización. Wada fue el primero
en recurrir a la técnica de la inyección intracarotídea de amobarital sódico, que produce un breve período
de anestesia en el hemisferio homolateral.
La inyección en el hemisferio del lenguaje lleva a su interrupción durante varios minutos y cuando se
recupera el habla, se producen errores afásicos. La ventaja del procedimiento es que permite estudiar cada
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hemisferio de forma separada en ausencia de la función del otro, que está anestesiado.
disfunciones.
selectiva a cada hemisferio. Con el uso de un instrumento especial denominado taquistocopio, se presenta
la información a cada campo visual de forma independiente.
La conclusión simple que puede extraerse de los resultados de 50 años de estudios de taquitoscopia es que
la información presentada a un solo campo visual se procesa de forma más reciente en el hemisferio
especializado para recibirla. Las palabras presentadas al hemisferio izquierdo verbal se procesan más
eficientemente que las palabras presentadas al hemisferio derecho no verbal. De la misma manera, se
aprecia que el campo visual izquierdo presenta una ventaja para el procesamiento de rostros y otros
estímulos visuoespaciales que se creen que son procesados por el hemisferio derecho.
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Asimetría del sistema motor
Hace tiempo que los neurocientíficos saben que las lesiones en el hemisferio izquierdo pueden producir un
déficit grave de la capacidad de realizar secuencias de movimientos, lo cual se denomina aparxia. Se han
creado dos tipos diferentes de experimentos para determinar las asimetrías motoras: observación directa y
pruebas de interferencia.
Observación directa
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Las personas diestras tienden a gesticular con su mano derecha mientras hablan, pero otros movimientos
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como rascarse, frotarse la nariz o tocar su cuerpo lo realizan con ambas manos indistintamente. Kimura
interpretó que la gesticulación con el miembro contralateral al hemisferio parlante indica una relación entre
el lenguaje y ciertas actividades manuales.
El lado derecho de la boca se abre de forma más amplia y más rápidamente que el lado izquierdo tanto en
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las pruebas verbales como en las no verbales. Las observaciones de Goodale apoyan la idea de que el
hemisferio izquierdo cumple una función primordial en la selección, programación y producción de
movimientos orales verbales y no verbales.
Pruebas de interferencia
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En una gran variedad de pruebas de interferencia se examina un conocido fenómeno que presentan la
mayoría de las personas: la dificultad de hacer dos tareas complejas al mismo tiempo.
del cerebro?
Los estudios de lateralidad son un complemento conductual del estudio anatómico de los pacientes
neurológicos. Muchas de las teorías actuales acerca de la naturaleza de la asimetría cerebral se basan en los
estudios de lateralidad. Sin embargo, estos estudios no invasivos constituyen determinaciones indirectas del
funcionamiento cerebral y son mucho menos precisos que las investigaciones anatómicas.
Neuroimágenes y asimetría
En la mayoría de los estudios por imágenes, el interés principal es la localización de las funciones y no la
lateralización. Sin embargo, como examinan ambos hemisferios, es posible determinar diferencias entre
izquierda y derecha en la activación cerebral en un amplio rango de mediciones de la conducta.
Virtualmente, todas las imágenes estudiadas, sea por tomografía con emisión de positrones (PET),
resonancia magnética funcional (RMf), potenciales evocados o magnetoelectroencefalograma, muestran las
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Son numerosas las propuestas acerca de las funciones que estarían lateralizadas en el cerebro. En general,
estas teorías se pueden dividir en dos grupos: las teorías de la especialización sostienen que cada hemisferio
tiene funciones únicas y las teorías de la interacción afirman que existe una cooperación entre ambos
hemisferios.
Modelos de especialización
psicológico.
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El modelo de especialización unilateral establece que sólo un hemisferio facilita determinado proceso
Kimura sostuvo que, si bien el hemisferio izquierdo es intermediario en la función verbal, no se especializa
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en esta función en sí misma, sino en ciertos tipos de función motora verbal y no verbal.
Varios autores sugirieron que no es el control motor el que se localiza en el hemisferio derecho, sino la
capacidad de resolución fina de los estímulos en el tiempo.
Otros modelos de especialización se centran en la idea de que ambos hemisferios procesarían la información
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más lógica, analítica, como un ordenador, analiza los estímulos que recibe de forma secuencial y hace
abstracciones de los detalles relevantes a los que les asigna rótulos verbales. El hemisferio derecho es, sobre
todo, un sintetizador, se ocupa más de la configuración general del estímulo y procesa la información como
un todo, o gestalt.
Modelos de interacción
Todos los modelos de interacción se basan en la idea de que ambos hemisferios tienen la capacidad para
llevar a cabo la totalidad de las funciones, aunque no lo hagan. Tres versiones del modelo de interacción son
las que siguen:
1. Ambos hemisferios actúan de forma simultánea pero trabajan sobre aspectos distintos del
procesamiento.
2. Otro grupo de modelos de interacción sostiene que, aun cuando ambos hemisferios tienen la
capacidad para realizar determinada función, cada hemisferio inhibe o suprime la actividad del otro.
3. Los modelos de interacción basados en el procesamiento de la información sugieren que ambos
hemisferios reciben información de forma preferente y realizan distintos análisis simultáneamente,
o bien existe algún mecanismo que permite que cada hemisferio “preste atención” a un tipo
específico de información y la lleva a distintos análisis en cada hemisferio.
Power Points
Corteza sensorial
La corteza sensorial primaria se encarga de procesar la información sensorial que llega de distintas partes
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del cuerpo.
Las áreas sensoriales primarias son aquellas que reciben proyecciones de los núcleos de relevo del tálamo.
Las regiones del cuerpo que requieran gran cantidad de conexiones y que proporcionen información
detallada necesaria para llevar a cabo ciertas funciones, contarán con más superficie cortical.
Áreas sensoriales
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Se especializan en el procesamiento de la información relacionada con los diferentes sistemas sensoriales.
Una parte de la corteza procesará información visual (corteza visual), otra región la información auditiva
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(corteza auditiva) y así cada uno de los sistemas que reciben información de nuestros sentidos.
Corteza de asociación
Áreas de asociación unimodal
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Se encuentran adyacentes a las áreas sensoriales primarias y llevan a cabo un procesamiento más complejo
de la información sensorial de dicha modalidad sensorial, integrando diferentes características del estímulo.
Estas áreas se encargan de integrar las señales que llegan de diferentes regiones de la corteza y subcorteza.
Esta confluencia de información pone en marcha una integración de nivel superior.
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Progresión de la neuropsicología como disciplina
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¿Dónde se localiza una enfermedad de la conducta? Neurólogos describieron disfunciones específicas
asociadas a lesiones focales en el cerebro (Siglo XIX a mitad del XX)
¿Cómo podemos cuantificar científicamente la conducta? Psicólogos desarrollaron técnicas psicométricas
y el paradigma de la disociación (1940: origen de la neuropsicología).
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¿Qué comportamientos discretos deberían ser evaluados? Psicólogos cognitivos introdujeron constructos
medibles de cognición, que pueden ser localizados en áreas cerebrales (1970 – presente).
¿Por qué estamos interesados en comprender las relaciones cerebro-conducta? Para otorgar tratamientos
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restaurativos y compensatorios (1980, sin validación empírica suficiente).
¿Cuándo o en qué contexto es más relevante una conducta específica? Tests ecológicamente válidos
captaron las siguientes: (1) funcionamiento diario (manejar, cocinar, trabajar, etc.); (2) Contextos
específicos, por ejemplo estar fatigado, medicado, deprimido, adolorido, etc.; y (3) en caso de diversidad
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culturar, por ejemplo asiático, africano, o mexicoamericano (1990, sin ser todavía totalmente reconocido).
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