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TEXTO ASEDIO DE LA CIUDAD DE NUMANCIA

CLASIFICACIÓN Y NATURALEZA: Estamos ante un texto que corresponde a una


fuente historiográfica, pues fue escrito doscientos años después de lo acontecido. Su
contenido es narrativo en tanto que nos cuenta cómo fue el asedio de la ciudad
celtibérica de Numancia

Su autor, Apiano que recopiló muchas de las hazañas y batalla del Imperio con
el fin de engrandecer el poder, gloria y fama del mismo. Este texto no es, sino, un acto
de propaganda política a favor del Imperio por lo que es un texto que va dirigido al
pueblo romano.

IDEA PRINCIPAL Y OTRAS SECUNDARIAS: El texto describe las acciones que


llevó a cabo Escipión para asediar la ciudad de Numancia. Otras ideas secundarias,
puede destacarse cómo Apiano nos explica como alrededor de la ciudad construyó un
foso con una valla y no considerando esto suficiente volvió a construir otro foso con una
muralla.

CONTEXTO HISTÓRICO: La intervención de los romanos en la Península fue una


consecuencia del enfrentamiento que mantenían con los cartagineses, sus rivales en el
Mediterráneo (Guerras Púnicas), tres guerras que se extendieron durante más de un
siglo (264-146 a.C.). Cartago para mejorar sus finanzas y expandir su imperio colonial
decidió conquistar la Turdetania en Hispania. El líder púnico, Amílcar Barca,
desembarcó en Gadir e inició la recuperación de las factorías púnico-fenicias, así como
el aumento de extracción de oro y plata de las minas turdetanas, mediante el abuso de
las poblaciones autóctonas que se rebelaron contra el dominio púnico.

Por su parte, Roma había pactado con la ciudad de Sagunto un compromiso de


defenderla en caso de que Cartago la atacara. Las disputas entre ambas potencias
continuaron y en el año 218 a. C., Amílcar ocupó Sagunto, lo que desencadenó la
Segunda Guerra Púnica, iniciándose así la conquista de la Península cuyo proceso va a
seguir las siguientes etapas:

- La conquista del litoral Mediterráneo y de los valles del Guadalquivir y del Ebro
(218-170 a. C.). Publio Cornelio Escipión, que desembarcó en Ampurias (218
a.C) fue el encargado de terminar con la Segunda Guerra Púnica tras varios
descalabros romanos. De este modo conquistó Cartago Nova en el 209 a.C. y
tomó Gades (Cádiz), en el año 206 a.C. Tras esta victoria, los cartagineses
abandonaron los territorios peninsulares.

- La conquista de la Meseta (153-133 a. C.). Tras la derrota final de Cartago en


Zama, Roma se dedicó al control de las nuevas tierras conquistadas. La presión
contra los pueblos iberos del valle del Ebro, provocó multitud de conflictos.
Apaciguada la zona, la ocupación de la Meseta se inició hacia el año 153 a. C., y
presentará algunas dificultades debido a la resistencia de los pueblos del interior:
los lusitanos, dirigidos por Viriato, o la resistencia de los celtíberos (Numancia).
- La conquista de la franja cantábrica (29-19 a. C.). Durante el gobierno de
Octavio Augusto, primer emperador romano, tuvieron lugar las guerras
cántabras, a través de las cuales se logró la conquista del norte peninsular,
habitado por galaicos, astures y cántabros.

De esta forma, toda la Península Ibérica quedaba integrada en el Imperio Romano,


al que perteneció durante casi cinco siglos más. La configuración de la Hispania romana
contribuyó a homogeneizar a los pueblos que la habitaban.

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