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Definición de droga de abuso

Droga de abuso es aquella sustancia, generalmente de uso no médico, con


efectos psicoactivos (capaz de producir cambios en la percepción, el estado de
ánimo, la conciencia y el comportamiento), susceptible de ser autoadministrada
por cualquier vía.

Clasificación de las drogas de abuso


Existen múltiples criterios de clasificación de las drogas de abuso (origen,
consideración legal, etc.); sin embargo, la más utilizada responde a la que atiende
a sus efectos sobre el sistema nervioso central, clasificación similar al
agrupamiento en 10 categorías de sustancias utilizado en el Manual Diagnóstico y
Estadístico de los Trastornos Mentales
Etiopatogenia: neurobiología de la adicción
forzadores naturales (comida, sexo, socialización) sobre las estructuras cerebrales
de recompensa y placer, aumentando directa o indirectamente la transmisión
dopaminérgica en el núcleo accumbens. Esta estimulación dopaminérgica es
responsable de que aumente la probabilidad de volver a consumirlas a medio y a
largo plazo, y del aumento inmediato de la compulsión tras el inicio del consumo,
pues, a diferencia de los refuerzos naturales que presentan efecto saciante con la
consecuente disminución de liberación de dopamina; las drogas de abuso poseen
efecto priming o cebador de la conducta (sensibilización dopaminérgica). Si la
administración aguda de la sustancia produce un aumento rápido y transitorio de
la actividad dopaminérgica, su uso continuado lleva a una situación de
hipodopaminergia basal, principalmente por mecanismos de neuroadaptación y
tolerancia, lo que se traduce clínicamente por anhedonia y falta de motivación,
junto a una especial sensibilidad a los estímulos que provocan deseo de consumo.

EPIDEMIOLOGIA

El último estudio nacional de consumo de sustancias psicoactivas  en Colombia muestra


que alrededor de 2.5 millones de personas en Colombia presentan un consumo riesgoso o
perjudicial de Consumo de drogas (1.9 millones son hombres y 0.6 millones son

mujeres), y representa al 31% de los consumidores del último mes y al

11.1% de la población de 12 a 65 años.

MANIFESTACIONES CLINICAS

Intoxicación aguda
La intoxicación es la reacción del organismo ante el contacto con cualquier
sustancia tóxica. Se considera que la intoxicación es aguda cuando los síntomas
clínicos aparecen tras la exposición reciente a una dosis potencialmente tóxica de
la sustancia química.

Síndrome de abstinencia

Conjunto de signos y síntomas que aparecen al interrumpir o reducir bruscamente


el consumo de una sustancia. Desaparece con la administración de la sustancia
que lo ha originado. El malestar que genera se considera un refuerzo negativo y
ocasiona la repetición del consumo para aliviarlo o evitar su aparición.

Trastornos inducidos por sustancias

Trastornos que han aparecido en el transcurso de un proceso adictivo y que no desaparecen tras al
menos cuatro semanas de abstinencia, incluyen trastornos psicóticos, trastorno bipolar y
trastornos relacionados, trastornos depresivos, trastornos de ansiedad, trastorno obsesivo-
compulsivo y trastornos relacionados, trastornos del sueño, disfunciones sexuales, síndrome
confusional y trastornos neurocognitivos.

Trastorno por consumo de sustancias


Conjunto de síntomas cognoscitivos, comportamentales y fisiológicos que indican que el individuo
continúa consumiendo la sustancia a pesar de la aparición de consecuencias adversas significativas
y recurrentes relacionadas con su consumo repetido.
EVALUACION:
La función principal de los cuestionarios de cribado es la de identificar al paciente con
problemas y determinar el riesgo de su consumo (bajo/moderado/alto), realizar el
diagnóstico y orientar el tipo de intervención más apropiada (informar/educar, consejo
médico/intervención breve o derivar a recurso especializado).
La evaluación del paciente diagnosticado requiere de la realización de una historia clínica
lo más estructurada posible y desde un punto de vista biopsicosocial. Así pues, se
recogerán: antecedentes familiares orgánicos, psiquiátricos y de consumo; antecedentes
personales; historia de consumo detallada, evaluando para cada sustancia la edad de
inicio, edad de habituación, patrón de consumo, vías utilizadas, circunstancias que
exacerbaron o facilitaron la reducción del consumo, períodos de abstinencia, tratamientos
realizados con anterioridad, consumo actual y durante los últimos 30 días; sintomatología
clínica en el momento actual atribuible al consumo o la abstinencia; hábitos
higiénicodietéticos: patrón de sueño, alimentación, higiene y ritmos biológicos; presencia
de otras conductas adictivas (ludopatía, adicciones comportamentales). Se recoge
asimismo su situación social: tipo de vivienda, personas con las que convive, presencia de
problemas legales, antecedentes legales, historia escolar, historia laboral, relaciones
sociales (colegio, trabajo, ocio), aficiones, problemas económicos. También ha de
valorarse el estado mental: presencia de trastornos cognitivos, fenómenos alucinatorios,
ya sean transitorios o persistentes, alteraciones del estado del ánimo y de ansiedad,
ideación o comportamientos paranoides, violentos o suicidas.

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