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UNIVERSIDAD DE CUENCA
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
CARRERA DE PSICOLOGÍA

EXAMEN FINAL DE
LA MATERIA TEORÍA
Y PREVENCIÓN DE
LAS ADICCIONES
(TyPA)

DOCENTE:

DRA. ISIS PERNAS ÁLVAREZ

AUTORES:

VELECELA SANANGO HENRY DAVID


VELECELA GUAPISACA ODALIS JANNETH
YANZA GUAPISACA KAREN VANESSA

CUENCA, 27 DE JULIO DE 2021


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PROPUESTA DE ACCIONES SALUTOGÉNICAS PARA TRABAJAR EL SÍNDROME


DE ABSTINENCIA Y EVITAR RECAÍDAS EN UN PACIENTE CON TRASTORNO
POR CONSUMO DE SUSTANCIA: TRANQUILIZANTES E HIPNÓTICOS
1. Fundamentación teórica.
El consumo de drogas constituye en la actualidad un importante fenómeno social que
afecta especialmente a los adolescentes. La prevalencia del uso y abuso de drogas en la etapa
adolescente y adultez temprana son altas. La droga es una sustancia psicoactiva capaz de
actuar sobre el sistema nervioso y de alterar el estado de ánimo o experimentar nuevas
sensaciones (Rondón & Acosta, 2008). Es evidente que el uso y abuso de drogas, no se da
aisladamente sino puede estar relacionado con factores de riesgo como; fracaso escolar,
pobreza, problemas familiares, etc. Por lo tanto, las conductas problema en la adolescencia se
relaciona con problemas en la adultez, lo que sugiere aplicar una prevención a edades
tempranas.
Las drogas pueden ser de carácter natural o sintético, médicas o no médicas, legales e
ilegales, de efectos estimulantes, depresores o distorsionantes. Capaces de generar conductas
adictivas, perdiendo el control sobre el consumo de las drogas y producir dependencia, la cual
afecta en diversos ámbitos de la vida del individuo, disipando su libertad, caracterizado por
un patrón desadaptativo de consumo de la sustancia que conlleva un deterioro o malestar
clínicamente significativo (Becoña, 2000). Asimismo, puede generar tolerancia, en donde, la
persona tiene la necesidad de incrementar la ingestión de la sustancia para conseguir el
mismo efecto que tenía al principio; esta puede ser inversa en la que el sujeto disminuye la
necesidad y con un consumo mínimo surte efecto; o cruzada, donde la droga de consumo
inicial es sustituida por otra. Sin embargo, el consumo de drogas no afecta solo al que lo
ingiere sino a su círculo social o codependientes.
Según Gómez & Almanza (2017), al intentar abandonar el consumo se produce un
fenómeno llamado síndrome de abstinencia, un estado clínico con signos y síntomas, que se
manifiesta por la aparición de trastornos físicos y psicológicos de intensidad diversa. Por ello,
es importante conocer con qué tipo de factores se cuenta ya sea para dejar el consumo o
iniciarlo; los factores protectores se asocian al no consumo de las drogas; gratifica, ayudan
apoyan, respaldan al individuo para evitar el contacto inicial, reinicial o reincidente con la
droga. Por otra parte, los factores motivantes hacen alusión a la presión social; al ámbito
individual que incluye aspectos personales; finalmente, dentro de lo carencial está el
consumo por evasión, frustración, etc.
Asimismo, es relevante conocer, la existencia de 3 paradigmas para hacer frente al
consumo de sustancias entre ellos está, el paradigma represivo, que condena, castiga y
reprime el consumo, aísla y estigmatiza al individuo, considera al dependiente irrecuperable,
facilita y divide las drogas y se fundamenta en mantener prohibida las ilegales. Además, está
el paradigma permisivo que defiende la libertad de consumir, apoya la idea que las leyes son
ineficaces para reducir la demanda; sin embargo, rechaza el abuso de las drogas ilícitas.
Finalmente, está el paradigma de prevención, hace hincapié en la persona, familia,
instituciones y la sociedad, este apoya la idea de educar en el placer y la alegría del trabajo,
atacando al problema desde la raíz (Becoña, 2000).
La sustancia a analizarse a continuación son los tranquilizantes e hipnóticos, las cuales,
según Calderón & Castaño (2015), pertenecen a la familia de drogas que deprimen el sistema
nervioso central, ya que como se verá se caracterizan por producir somnolencia y facilita el
inicio y el mantenimiento de un estado de sueño que se parece al sueño natural.
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Se conoce que entre las drogas tranquilizantes o ansiolíticas se encuentran:


benzodiacepinas, meprobamato, azapironas, β-bloqueantes y alpidem. Por otro lado, aquellas
con agentes hipnóticos comprenden: benzodiazepinas, meprobamato, clometiazol,
barbitúricos, zopiclona y zolpidem. Como se observa tanto los benzodiacepinas como el
meprobamato comparten el mismo efecto, ya que este dependerá del nivel de dosis que se
emplea (Pita & Manzanares, 1992). Posteriormente, se describe brevemente los mecanismos
de acción de las principales drogas ansiolíticas e hipnóticas.
Según Carlson (2014) el sistema de neurotransmisión gabaérgico (GABA) se encuentra
mediada por los receptores GABA-A y GABA-B cuya función es abrir, en este caso, los
canales de cloro (Cl). Los benzodiacepinas actúan con el receptor GABA-A, el cual tiene
diversas localizaciones en las que, las moléculas pueden interactuar alostéricamente entre sí,
modificando la afinidad de sustancias por sus sitios de unión y permitiendo o inhibiendo la
apertura del canal de Cl en respuesta a GABA. Los benzodiacepinas actúan como agonistas
aumentando la tendencia de GABA a unirse a su receptor y viceversa, de modo que,
incrementa los efectos de permeabilidad del ion cloro, permitiendo así la hiperpolarización
neuronal. Entre los efectos tóxicos de esta sustancia se encuentran: sedación y somnolencia,
enlentecimiento psicomotor, amnesia anterógrada, conducta agresiva, posibles efectos
teratogénicos, tolerancia cruzada con el alcohol y los barbitúricos, tolerancia a los efectos
ansiolíticos e hipnóticos de un tratamiento a largo plazo, síndrome de abstinencia tras la
supresión y efecto rebote (Diego, 2008).
De acuerdo a Pita & Manzanares (1992) en lo que refiere a los barbitúricos, también
actúan como agonistas de los receptores GABA-A, no obstante, su efecto es mucho más
intenso, ya que a bajas concentraciones prolongan la apertura del canal de cloro, sin embargo,
a altas concentraciones es capaz de abrir por sí solo los canales, esto se debe a que, también
actúa antagonizando el efecto excitador del glutamato, e interfiriendo el paso de Ca++, N+ y
k+ a través de la membrana neuronal. En relación a sus efectos, estos son similares a los
benzodiacepinas, pero, por su secuela más tóxica puede generar una mayor capacidad de
dependencia y síndrome de abstinencia, además de crisis convulsivas generalizadas y
delirium.
Respecto al consumo problemático de las sustancias anteriormente expuestas, la
Asociación Americana de Psicología (2014) expresa que se puede desembocar un trastorno
por consumo de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos una vez que se presente los siguientes
criterios diagnósticos:
A. Patrón problemático de consumo que provoca deterioro clínicamente significativo
y que se manifiesta al menos por dos de los siguientes hechos en un plazo de 12
meses:
1.Se consumen con frecuencia en cantidades superiores o durante un tiempo más
prolongado del previsto.
2. Existe un deseo persistente o esfuerzos fracasados de abandonar o controlar el
consumo
3. Se invierte mucho tiempo en las actividades necesarias para conseguir sedantes,
hipnóticos o ansiolíticos, consumirlos o recuperarse de sus efectos.
4. Ansias o un poderoso deseo o necesidad de consumir.
5. Consumo recurrente que lleva al incumplimiento de los deberes en el área social.
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6. Consumo continuado a pesar de sufrir problemas persistentes de tipo social, etc.


7. El consumo provoca el abandono o la reducción de importantes actividades.
8. Consumo recurrente en situaciones en las que es físicamente peligroso.
9. Se continúa con el consumo a pesar de saber que se sufre un problema físico o
psicológico.
10. Tolerancia, definida por alguno de los hechos siguientes: a) una necesidad de
cantidades cada vez mayores para conseguir la intoxicación o el efecto deseado, b) un
efecto notablemente reducido tras el consumo continuado de la misma cantidad.
11. Abstinencia, manifestada por alguno de los hechos siguientes: a) presencia del
síndrome de abstinencia característico de los sedantes, hipnóticos o ansiolíticos, b) se
consumen sedantes, hipnóticos o ansiolíticos aliviar o evitar los síntomas de la
abstinencia. (p, 550)
En base a lo anteriormente expuesto, uno de los modelos conocidos para combatir el
consumo de sustancias psicoactivas, es el Modelo Transteórico de Cambio de Prochaska y
Diclemente, el cual admite que las causas que interactúan en los procesos saludables y
patológicos son de diversa naturaleza y origen, pues intervienen varios contextos
biopsicosociales y económicos (Fernández, Rondón, & Benjamín, 2019). Además, se enfoca
en aspectos preventivos y en la promoción de la salud. Consecuentemente, el modelo propone
tres factores que caracterizan a las personas en cada etapa del cambio: los procesos del
cambio, el balance de decisión y la autoeficacia.

El modelo tiene 7 estadios de cambio: Pre-contemplación: la persona todavía no ha


considerado que tenga un problema o que necesite introducir un cambio en su vida.
Contemplación: la persona considera y rechaza el cambio, a la vez, se siente ambivalente,
además es consciente del problema. Preparación: la persona está motivada hacia el cambio, lo
que para el terapeuta supone un período de ventaja para aconsejar el recurso terapéutico más
beneficioso. Acción: el sujeto se implica en acciones que le llevarán a un cambio, por lo que
el objetivo es cambiar el problema que se desea resolver. Mantenimiento: se intenta mantener
en el tiempo, el cambio conseguido en la etapa de “Acción” y prevenir recaídas. La recaída:
el paciente vuelve a realizar el comportamiento que había cambiado o estaba en proceso de
cambio. Terminación: este es un estado en el cual, los individuos no tienen tentación y
poseen una adecuada autoeficacia, en suma, no importa si están deprimidos, ansiosos,
aburridos, solos, enfadados o estresados, ellos están seguros de que no volverán a su antiguo
hábito (Mayor, 1995).

Al hablar de los procesos de cambio de este modelo, se debe mencionar que, son
actividades que permiten modificar sus sentimientos, conocimientos o sus relaciones
interpersonales. Por lo tanto, el modelo plantea tres estrategias: el cambio de niveles, el nivel
clave y el impacto máximo (Rollnick & Miller, 1999).
Cuando el consumo de estas sustancias se extiende en el tiempo y en la cantidad, requieren
en la mayoría de casos tratamiento en una comunidad terapéutica, el cual se realizará en el
siguiente caso, debido a que una gran cantidad de individuos necesitan una intervención
desde una perspectiva multidisciplinar que incluya la labor de un psiquiatra, médico,
psicólogo, etc., es decir, con un abordaje integral. Lo que se busca con internar al individuo
es la abstinencia definitiva al consumo de estas sustancias y la prevención de recaídas. De
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esta forma, se intentan solucionar todos los problemas de orden social, familiar, laboral, etc.,
que como consecuencia de la adicción se hayan producido.

2. Objetivos

Objetivo General.
Diseñar una propuesta de acciones salutogénicas para trabajar el síndrome de
abstinencia y evitar recaídas en un paciente con Trastorno por Consumo de
tranquilizantes e hipnóticos.
Objetivos específicos.
Fundamentar teóricamente la propuesta a ejecutar sobre el caso.
Diagnosticar el caso desde el punto de vista neuropsicológico.
Caracterizar clínicamente el caso según el DSM-5.
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3. Desarrollo
3.1 Caso clínico
C.J.L. es una mujer de 33 años con antecedentes personales de dependencia a múltiples
sustancias. Es madre soltera de un hijo de 12 años. No tiene pareja estable. Trabaja como
encargada de mantenimiento en un hotel. En su psicobiografía, cabe destacar una historia de
agresiones físicas por parte del padre durante la infancia y adolescencia. Inició el consumo de
alcohol y tabaco a los 14 años. Entre los 16 y los 20 años refiere haber consumido tabaco,
alcohol, heroína por vía parenteral, y cocaína esnifada. A los 21 años queda embarazada y a
los 23 años ingresó a un programa educativo-terapéutico para abordar su problema de
dependencia. Al llegar a los 31 años, su médico de familia le diagnosticó un trastorno
depresivo moderado y fibromialgia, por lo que se le prescribió tratamiento con antidepresivos
y benzodiacepinas. El cual contiene citalopram (30 mg/día), diazepam (10 mg/tres veces al
día) y lormetazepam (2 mg/día) que consume desde entonces. Mejoró ligeramente de su
sintomatología, si bien en los meses siguientes comenzó a hacer un abuso grave y progresivo
de medicación analgésica, ansiolítica e hipnótica, ha mantenido la abstinencia en cuanto a
otras sustancias tóxicas. La paciente acude en ambulancia presentando ansiedad, irritabilidad,
insomnio, fotofobia, parestesias, sudoración, palpitaciones y síndrome seudogripal. A la
exploración, se encuentra consciente, desorientada espacialmente y poco colaboradora. El
electrocardiograma muestra una taquicardia sinusal a 120 lpm. Neurológicamente se objetiva
miosis bilateral con hiporreactividad pupilar, ptosis palpebral, escasos movimientos
espontáneos en brazos y piernas, fuerza, sensibilidad y reflejos conservados, sin reflejos
patológicos. Además, en la prueba de tóxicos en orina da positivo para benzodiacepinas. La
paciente refiere que, en algunas ocasiones, ha sufrido episodios caracterizados por
somnolencia, intensa fatiga, mareos, dificultad para deambular y disartria, quedando dormida
hasta la mañana siguiente, y cuando despierta lo hace con la sensación de estar muy sedada.
Refiere que estos cuadros se relacionaban con consumos de un número importante de
pastillas tranquilizantes. Según la familia, en las últimas 3 semanas ha empeorado su estado
de ánimo, ha abandonado sus actividades cotidianas, negándose a cualquier relación
interpersonal y permaneciendo aislada en su habitación. Ha disminuido de manera importante
la ingesta de alimentos. Paralelamente, demanda a la familia grandes cantidades de
ansiolíticos, hipnóticos y antiinflamatorios. El día previo al ingreso la familia retira la
medicación de su alcance, lo que parece relacionarse con el cuadro que obligó a acudir a
urgencias a una unidad hospitalaria. (Capitán, Selfa, Méndez, & Franco, 2009)
3.2 Cuadro clínico
La paciente C.J.L presenta como principal diagnóstico según los criterios del DSM-5,
trastorno por consumo de sedantes hipnóticos o ansiolíticos grave (304.10). Como se observa
en su psico-biografía, a los 31 años su médico de familia le prescribió antidepresivos y
benzodiacepinas para su depresión y fibromialgia, sin embargo, su consumo fue aumentando
hasta llegar a su estado actual, por lo tanto, la paciente cumple con el criterio A, el cual
refiere a un patrón problemático de consumo de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos que
provoca un deterioro o malestar clínicamente significativo en un plazo de 12 meses. En
consecuencia, presenta los siguientes síntomas:
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1. Se consumen sedantes, hipnóticos o ansiolíticos con frecuencia en cantidades


superiores durante un tiempo más prolongado del previsto. Como ya se comentó la
paciente refiere un abuso de benzodiacepinas meses después de su prescripción médica.
2. Se invierte mucho tiempo en las actividades necesarias para recuperarse de sus
efectos. C.J.L dedicaba mucho tiempo a recuperarse de los efectos de las drogas, llegando así
a quedarse dormida hasta la mañana siguiente.
3. Ansias o un poderoso deseo o necesidad de consumir sedantes e hipnóticos. C.J.L
demandaba a su familia grandes cantidades de ansiolíticos, hipnóticos y antinflamatorios.
4. Consumo recurrente de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos que lleva al
incumplimiento de los deberes fundamentales en el trabajo, la escuela o el hogar. Este
aspecto se observa en su reducción o abandono de sus actividades cotidianas como la ingesta
de alimentos, además de pasar aislada en su habitación.
5. El consumo de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos provoca el abandono o la
reducción de importantes actividades sociales, profesionales o de ocio. C.J.L permanecía
aislada en su habitación y negaba cualquier relación interpersonal.
6. Se continúa con el consumo a pesar de saber que se sufre un problema físico o
psicológico persistente o recurrente, probablemente causado o exacerbado por ellos. El
cliente continúa su consumo a pesar de referir episodios de somnolencia, intensa fatiga,
mareos, dificultad para deambular y disartria. Además de un posible trastorno depresivo
derivado de su historia psico-biografía.
7. Tolerancia, definida por una necesidad de cantidades cada vez mayores para
conseguir el efecto deseado y un efecto notablemente reducido tras el consumo
continuado de la misma cantidad de droga. Este hecho se puede suponer, debido a su
aumento en la medicación ansiolítica, analgésica e hipnótica, posiblemente para conseguir un
mayor efecto, dado a la secuela reducida en el consumo de una cantidad continuada.
8. Abstinencia, manifestada por presencia del síndrome de abstinencia característico
de los sedantes, hipnóticos o ansiolíticos y consumo para aliviar o evitar los síntomas de
la abstinencia. Esta es la principal molestia manifiesta de la paciente, ya que acude a
urgencias mostrando hiperactividad del sistema nervioso autónomo como: sudoración,
irritabilidad, fotofobia, parestesia, palpitaciones de 120 lpm, síndrome pseudogripal y
ansiedad.
3.3 Instrumentos a aplicar
3.3.1 Inventario de depresión de Beck – II (BDI-II).
El Inventario de Depresión de Beck-II (BDI-II), creado por Aaron Beck, es un
autoinforme de lápiz y papel compuesto por 21 ítems de tipo Likert. El inventario
inicialmente propuesto por Beck y sus versiones posteriores han sido los instrumentos más
utilizados para detectar y evaluar la gravedad de la depresión. Sus ítems describen los
síntomas clínicos más frecuentes de los pacientes psiquiátricos con depresión. El BDI-II ha
experimentado algunas modificaciones respecto a las versiones anteriores para representar
mejor los criterios para el diagnóstico de los trastornos depresivos recogidos en el DSM-IV y
CIE-10. La prueba ha de ser destinada preferentemente para un uso clínico, como un medio
para evaluar la gravedad de la depresión en pacientes adultos y adolescentes con un
diagnóstico psiquiátrico, y con 13 años o más de edad.
3.3.2 Cuestionario de Síntomas de Retirada de Benzodiacepinas (BWSQ)
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Esta escala, diseñada por Tyrer P., Murphy S., Riley P., aunque existe una versión
adaptada en el año 2002; consta de 20 ítems que evalúan los síntomas que aparecen más
frecuentes ante la retirada de los benzodiacepinas, 10 de los ítems se refieren a los trastornos
de la percepción y sensación, 7 a síntomas somáticos y 3 son independientes, humor
depresivo, pérdida de control de movimientos voluntarios, incluyendo convulsiones
epilépticas y pérdida de memoria. Incluye, además, espacio para especificar y puntuar 4
posibles síntomas que presente el paciente y que no estén especificados en el listado de 20
síntomas.
La forma de administración es autoaplicada, y cada respuesta se contesta en una escala de
tipo Likert de 3 grados de intensidad, desde ausencia del síntoma (0) a presente y grave (2).
Existen dos versiones: a) BWSQ-1, que evalúa los síntomas más graves que el paciente ha
experimentado en cualquier momento durante el consumo de benzodiacepinas o durante la
abstinencia, además, indica si los padeció mientras estaba tomando tratamiento o cuando se
había disminuido o interrumpido la medicación; b) BWSQ-2, que evalúa los síntomas
experimentados en las 2 últimas semanas por lo que es útil para determinar la incidencia de
los síntomas durante su retirada.
El cuestionario proporciona una puntuación total que se obtiene sumando las puntuaciones
en cada uno de los ítems. El rango de la puntuación total oscila entre 0 y 40. No existen
puntos de corte; a mayor puntuación, mayor gravedad del síndrome de abstinencia.
3.3.3 Escala de Evaluación del Cambio de la Universidad de Rhode Island (URICA)
La escala URICA ha sido diseñada, por McConnaughy, Prochaska y Velicer, para evaluar
el nivel de predisposición al cambio en el que se encuentra un paciente, es decir, cómo se
siente el sujeto ante los problemas de su vida tras comenzar un tratamiento. El instrumento
está formado por 32 ítems que evalúan 4 estadios de cambio: precontemplación,
contemplación, acción y mantenimiento.
El sujeto responderá a través de una escala tipo Likert el grado de acuerdo o desacuerdo de
las afirmaciones presentadas según el momento actual. Se obtienen puntuaciones para cada
uno de los estadios, siendo el paciente asignado a aquel en el que puntúe más alto. Se puede
aplicar de manera individual o colectiva.
3.4 Resultados de la aplicación
Una vez aplicada los instrumentos se obtuvo lo siguiente:
1. En el Inventario de Depresión de Beck se obtuvo un puntaje de 81, lo que
indica un trastorno depresivo mayor sin especificar.
2. Con respecto a la Escala de Evaluación del Cambio, la evaluada alcanzó un
puntaje de 38, se encuentra en un estado de contemplación, en donde, es consciente
que existe un problema y que debe abandonar la conducta adictiva. En esta etapa ya
las evidencias del daño se hacen obvias, desarrollando una conciencia del problema
que va de menor a mayor; asimismo, comienza a invertir energía psicológica en
pensar acerca del cambio, pero esto no se traduce en acciones concretas.
3. Finalmente, con la aplicación del Cuestionario de Síntomas de Retirada de
Benzodiacepinas, se obtuvo un total de 31 puntos, que manifiesta la presencia de los
síntomas en un nivel grave, del síndrome de abstinencia, después de una retirada del
fármaco.
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4. Propuesta de estrategias con técnicas de educación para la salud que generen acciones salutogénicas
Tabla 1
Propuestas de Acciones Salutogénicas
Recursos o medios
Objetivos Actividades Métodos Fecha Tiempo Lugar
a emplear
1. Buscar información
Sala común de la
Aumentar la percepción sobre el tema de 30
-Investigativo Laptop, internet 01-08-2021 comunidad
del problema. consumo, causas y minutos
terapéutica.
consecuencias.
Generar conciencia del Áreas verdes de la
-Escenificado 40
problema a través de la 2. Rolle - playing Espacio grande 07-08-2021 comunidad
-Dialógico minutos
psicoeducación. terapéutica.
Reducir los efectos del Cojín, loop de la
craving a través del 3. Respiración canción Áreas verdes de la
-Explicativo 40
incremento del proceso progresiva de “Weightless” de la 14-08-2021 comunidad
-Dialógico minutos
de contra Jacobson banda Marconi terapéutica.
condicionamiento. Union
Demostrar cómo se lleva
a cabo las habilidades Sala común de la
4. Taller educativo Laptop, proyector,
sociales de forma -Modelado 40 comunidad
sobre las habilidades diapositivas, videos, 21-8-2021
efectiva y cómo no debe simbólico e in vivo minutos terapéutica y sus
sociales infografía
realizarse. alrededores.

Tomar un papel activo en 5. Ensayo conductual -Dialógico


Refuerzo externo Sala común de la
el proceso de adquisición de habilidades -Refuerzo positivo 40
(alabanza verbal), 28-08-2021 comunidad
de sociales a través de -Feedback – mapa minutos
papel y lápiz terapéutica.
habilidades sociales Role-playing mental
Facilitar al individuo el 6. Sesión grupal o -Explicativo Papelógrafos, 04-09-2021 40 Sala común de la
espacio para que piense charla comunal -Dialogo Laptop, Carteles minutos comunidad
en los riesgos de una vida Trípticos. terapéutica.
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sedentaria y de los
beneficios de una vida
activa.
Proporcionar ayuda a la
hora de controlar sus
pensamientos, -Dialogo socrático
promoviendo la Sabana o cojín,
generación de relajación, Sala común de la
-Imaginación
meditación, videos, 40
sentimientos de 7. Video foro emotiva 11-09-2021 comunidad
folletos. minutos
autoeficacia y terapéutica.
eliminación de las -Atribución causal
creencias erróneas que
tenían con respecto a sus
emociones.
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5. Conclusiones
En resumen, se puede observar que la paciente presenta como principal diagnóstico un
trastorno por consumo de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos (304.10). Además, muestra un
nivel de riesgo grave, ya que presenta 8 de los 10 síntomas del DSM-5. Este hecho se puede
corroborar con los resultados del Cuestionario de Síntomas de Retirada de Benzodiacepinas,
puesto que su puntaje de 31, también indica un nivel de riesgo grave, así también de una
comorbilidad con la abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos, cuyos síntomas, de
igual manera ya fueron recogidos en el diagnóstico principal. Por otro lado, el puntaje de 81
en el Inventario de Depresión de Beck, refiere un trastorno depresivo no especificado, debido
a que, no se puede determinar, si el estado de ánimo presente es primario o inducido por los
sedantes e hipnóticos.
En cuanto a las acciones salutogénicas se ha decidido trabajar de acuerdo a los resultados
de la Escala de Evaluación del Cambio, en el cual la evaluada alcanzó un puntaje de 38,
demostrando que se encuentra en un estado de contemplación, en donde, empieza a
plantearse la posibilidad de modificar su hábito, pero se siente ambivalente. De esta manera,
las actividades presentadas, muestran un orden en el cambio de estadio, otorgándole a la
paciente las herramientas para que tome una decisión y se prepare frente a su problema, así
también, acoja las acciones necesarias y se mantenga con los recursos para llevar una vida
saludable, tanto para ella como para su familia.
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6. Referencias citadas

Becoña, E. (2000). Los adolescentes y el consumo de drogas. Papeles del psicólogo, (77), 25-
32. https://www.redalyc.org/pdf/778/77807705.pdf

Calderón, G., & Castaño, G. (2015). Consumo de tranquilizantes sin prescripción médica en
estudiantes universitarios. Revista Virtual Universidad Católica del Norte, (44), 152-
162. https://www.redalyc.org/pdf/1942/194238608011.pdf

Capitán, L., Selfa, M., Méndez, & Franco, M. (2009). Dependencia a benzodiacepinas.
Trastornos Adictivos, 11(2), 118-124. https://www.elsevier.es/es-revista-trastornos-
adictivos-182-resumen-dependencia-benzodiacepinas-13139798

Carlson, N. (2014). Fisiología de la conducta (11ª ed.). Madrid: Pearson Educación, S.A.

Diego, R. (2008). Cerebro y adicción. Barcelona: Universitat Oberta de Catulunya.

Fernández, J. E. (2019). INTRODUCCIÓN AL MODELO TRANSTEÓRICO ROL DEL


APOYO SOCIAL Y DE VARIABLES SOCIODEMOGRÁFICAS. Revista
Electrónica de Psicología Iztacala, 22(3), 2601-2633.
http://www.revistas.unam.mx/index.php/repi/article/view/70932

Gómez, A., & Almanza, A. (2017). Benzodiacepinas: Narrativas de adicción y recuperación


de una anestesióloga. Salud y drogas, 17(1), 133-144.
https://www.redalyc.org/pdf/839/83949782013.pdf

Mayor, L. I. (1995). El cambio en las conductas adictivas. Revista de psicología de la PUCP,


13(2), 127-142. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4629534

Pita, E., & Manzanares, J. (1992). Fármacos ansiolíticos e hipnóticos. Revista de la


Asociación Española de Neuropsiquiatría, 16(1), 29-35.
http://www.revistaaen.es/index.php/aen/article/view/15244

Psychiatric Association American. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos


mentales (5ª ed.). Madrid: Editorial Médica Panamericana.

Rollnick, S., & Miller, W. (1999). LA ENTREVISTA MOTIVACIONAL: PREPARAR PARA


EL CAMBIO DE CONDUCTAS ADICTIVAS . Paidos Ibérica.
14

Rondón, J., & Acosta, M. (2008). Las drogas: un asunto de todos. MEDISAN, 12(2).
https://www.redalyc.org/pdf/3684/368445247020.pdf

7. Anexos
A) Aplicación del Inventario de Depresión de Beck-II

B)

Aplicación
del

cuestionario de síntomas de retirada de benzodiacepinas (BWSQ)


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C) Aplicación de Escala de Evaluación del Cambio de la Universidad de Rhode Island


(URICA)
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