Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ESTRADA A LA UTERATURA
MEDIEVAL ESPAÑOLA
EDITORIAL GRED03
TRENT UNÍVERSITY
ALUMNI BOOK FUND
AN ANONYMOUS DONATION
Presented orí
February 24 81
https://archive.org/details/introduccionlaliOOOOIope
INTRODUCCIÓN A LA LITERATURA
MEDIEVAL ESPAÑOLA
BIBLIOTECA ROMÁNICA HISPÁNICA
Dirigida por DÁMASO ALONSO
III. MANUALES, 4
FRANCISCO LÓPEZ ESTRADA
INTRODUCCION A LA
LITERATURA MEDIEVAL
ESPAÑOLA
CUARTA EDICIÓN RENOVADA
EDITORIAL GREDOS, S. A.
LIT. MEDIEVAL. — 2
18 Literatura medieval española
LA HISTORIA DE LA LITERATURA
MEDIEVAL, DESDE NICOLÁS ANTO¬
NIO HASTA EL ROMANTICISMO
20 Agustín Millares Carlo, Literatura española hasta fines del siglo XV,
México, Robredo, 1950 (Criterio fundamentalmente histórico y de informa¬
ción de datos).
21 Alberto Várvaro, Manuale di Filología Spagnola Medievale, II, Li-
guori, Nápoles, Universitá, 1969 (Exposición histórica de la literatura me¬
dieval adecuada para los estudiantes italianos). Esta obra, con algunas
adiciones y notas, aparece también en el libro La Letteratura Spagnola dal
Cid ai Rei Catolici, Milán, Sansoni, 1972, donde figura una parte dedicada
a la narrativa, de Carmelo Samoná.
22 La segunda parte y la antología del volumen de Lucien Clare y
Jean Claude Chevalier, Le Moyen Age espagnol, París, Colín, 1972, pá¬
ginas 65-322, exponen la Literatura medieval española. (Se trata de una
obra de iniciación en el asunto, concebida como manual para estudiantes
franceses.)
22 Humberto López Morales, Historia de la literatura medieval espa-
Fuentes de información 33
LIT. MEDIEVAL. — 3
34 Literatura medieval española
INFORMACIÓN BIBLIO¬
GRÁFICA Y BIOGRÁFICA
ANTOLOGÍAS
LA FILOLOGIA EN EL ESTUDIO
DE LA LITERATURA MEDIEVAL
deterioran los textos, o bien por una mala copia, o bien por
una interpretación oral anómala.
Cuando la conservación es por la escritura, los casos en
que el texto se deteriora, suelen ser menos importantes, aunque
a veces llegue a perderse la obra; en la conservación oral
la obra acaba por desaparecer cuando se rompe el ciclo de
comunicación entre el intérprete y su público. Es preciso con¬
tar, como he dicho, con las reformas intencionadas que esta¬
blecen grados diversos de co-autoría, según los casos, que pueden
ir desde ligeros retoques hasta profundas renovaciones.
Por otra parte, como ocurre que el perceptor (a diferencia
de la comunicación lingüística común) no puede pedir aclara¬
ciones ni tampoco matizar el sentido con el diálogo y con los
gestos, esto obliga a que el autor use el lenguaje en el grado
de la mayor eficacia comunicativa. Además, la obra literaria sue¬
le poseer un significado muy complejo, con implicaciones de
toda especie, y esto crea una elevada exigencia para que se
logre la necesaria comunicación.
Por causa de su misma constitución, la estructura que adopta
cada obra literaria es única en sí misma e irrepetible como
tal; pero al mismo tiempo la disposición de los significados y
los aspectos formales de cada obra están relacionados con los
de las otras obras semejantes, de tal manera que la sucesión
histórica es un hecho actuante sobre la creación en cada caso
en un grado determinador. De esta manera se reúnen las obras
en grupos genéricos, denominación que utilizo en vez de la
menos precisa de «género» cuando se trata de agrupaciones que
poseen una vigencia creadora limitada en el tiempo.
La literatura de la Edad Media ha recibido un gran beneficio
de los estudios que los filólogos realizaron sobre el lenguaje de
esta época. La gran variedad de disciplinas que junta la Filolo¬
gía, considerada en su sentido más amplio, muchas de ellas con
una técnica propia de trabajo, contribuye a que el investigador de
la obra literaria disponga de estudios sobre datos concretos, de
un gran valor en muchos casos. No hay que olvidar que la Filo¬
logía tuvo en sus orígenes el propósito de dotar de una base
científica el conocimiento de los textos literarios, primero los
42 Literatura medieval española
EL CASTELLANO MEDIEVAL
nios que habían sido propios del latín; aun en el caso de libros
que respondían a una nueva circunstancia, la relación con la
tradición latina podía establecerse de algún modo. Así, notamos
una primera oposición o enfrentamiento:
1. Oposición entre el latín, lengua artificial conservadora de
la tradición cultural y también medio de expresión de las nove¬
dades, y las lenguas vernáculas en trance de desarrollar su lite¬
ratura; si la lengua vernácula, como es el caso del castellano,
pertenece al grupo de las lenguas románicas, existe entonces una
relación de base, pues el fondo patrimonial del que procedía
la lengua era el latín vulgar; perdida, sin embargo, la relación
de origen, el latín, en el período literario, sólo puede actuar a tra¬
vés del cultismo. La lengua vernácula, aun contando con estas
sucesivas aportaciones, se considera como nueva, moderna, fren¬
te al latín, lengua antigua.
El latín había de aprenderse a partir de la lengua vernácula.
Sin embargo, una vez que se dominaba la expresión en latín,
esta lengua servía para la comunicación (y para la literatura)
de una manera firmemente establecida, cualquiera que fuese su
contenido. La lengua moderna, si se considera «natural» por
haberse aprendido espontáneamente en el seno de la familia y en
la convivencia social de un lugar, tiene una eficacia total como
sistema de comunicación hablada; y para darle condición lite¬
raria hay que asegurar los principios correspondientes de un
modo convencional y específico. Estos pueden hallarse dentro
de la misma lengua en el caso de la poesía popular y en otras
formulaciones folklóricas, y obtener su desarrollo mediante la
asimilación de los procedimientos de la expresión literaria pro¬
pios del latín, uno de los cuales es asegurar un sistema de re¬
presentación escrita.
2. Oposición entre el latín, lengua única y válida en los do¬
minios de la Cristiandad romana, y las lenguas modernas, con
numerosas variantes dialectales y de uso en extensiones limi¬
tadas.
La gran ventaja que poseía el latín era la disciplina organi¬
zada de su expresión, que la convertía en la lengua general de
la comunidad culta europea, asegurada en la Iglesia de Roma,
LIT. MEDIEVAL. — 4
50 Literatura medieval española
LA PALEOGRAFÍA MEDIE¬
VAL Y LOS INCUNABLES
EDICIONES DE TEX¬
TOS MEDIEVALES
LIT. MEDIEVAL. — 5
66 Literatura medieval española
* * *
por María Brey: Conde Lucanor, por Enrique Moreno; Libro de la Caza,
por José Fradejas; Teatro medieval, por Fernando Lázaro, y Poema del Cid
por mi).
Estudios de Filología 69
1514 Cantares ñz algunos de los que disen los siegos, foL 91v-
e para escolares que andan nocherniegos,
e para muchos otros por puertas andariegos,
cazurros e de bulrras, non cabrían en diez priegos.
Literatura medieval española
70
Otra edición facsímil, también acompañada de la transcripción paleo-
gráfica reproduce el llamado Códice de Toledo Va-6-l, actualmente en la
Biblioteca Nacional de Madrid, publicada por Espasa-Calpe, Madrid, 1977.
i jlVsp
A £<
cP ^, jKl
ítv>«*rt"p
,aP j<a Jfael.rp:
^ «rrí -rn\UTJ<+L ■}i0~'
Ducamin elige el texto que estima básico, que es del llamado manus¬
crito S, y sitúa luego las variantes del manuscrito G y las del T:
í S1 —
72 Literatura medieval española
Este tipo de edición aparece en la edición del Libro de Buen Amor rea¬
lizada por Manuel Criado de Val y Eric W. Naylor, Madrid, CSIC, 1965.
Los editores recogen los tres textos completos, reunidos de manera que
se puedan compulsar las lecciones:
G 1514
cantares 1 fis algunos que disen los piegos
e para eScolares que andan [n]ocharniegos 2,
E para otros-muchos por puektlas3 andariegos,
cacurros e da burlas, non cabrían en dias
Estudios de Filología 73
Los editores justifican así su criterio: «No basta anotar las variantes
morfológicas al pie de un texto privilegiado con una reproducción exten¬
siva; es preciso poder comparar el contenido total y equivalente de los
tres códices, permitir una lección comparada que no sólo descubra el
detalle ortográfico, léxico y morfológico, sino también el ritmo de la idea
y del verso, la personalidad sistemática de la pronunciación y la multipli¬
cidad a menudo equívoca de su intención estilística.» Esta especie de
edición pertenece propiamente a las que hemos denominado paleográficas,
aunque los editores la llamen «crítica»; sólo que en este caso se sitúa ante
el lector todo el material textual para que él mismo aprecie las diferencias
y conformidades. Al pie del texto se consignan las minuciosidades paleo-
gráficas:
Esta clase de ediciones está representada por la que hizo Giorgio Chia-
rini, Milán, R. Ricciardi, 1964. El editor propone un stemma para la orde¬
nación de los manuscritos:
6166. paz ] plazer G, vida T. 6167. Non g. G, gela d. T. 6168. Aducho bue¬
no v. a. SGT. 6169. t. sola d. ... afud G. 6170. v. mi v. T, ay G. 6172. P.
ál G, P. más n. me d. que ero me T. 6173. d. aun xí aunxí G, amexí amexl T.
6174. fize S, cánticas T, f. muchos cantares de d. e trobas G, e trota T.
6175. P. judíos e moros e p. entendedoras G. 6176. de om. G, i. c. de m. T.
6177. El canto q-G, cantar om. T, non om. G. 6178. alguno T, a. q. d. 1. 9.
GT, segó# S. 6180. adariegos T. 6181. e om. T, caberían T. 6182. están
Aplicando este criterio, las dos estrofas que sirven de muestra apa¬
recen así:
1513 b Para la sinéresis judias además de 1514 d Cantares caparros 'satíricos, burles¬
la posición en el verso, que la facilita, cf. cos, chocarreros’, V. notas a 114 a, 947 b, 557 b.
el traslado de acento, ya casi fijo, en judíos Aunque aquí coinciden S y T en la forma
1193 c, 1657 d etc. Para las cantigas de moras, bulrras, G trae burlas, y la otra forma es
vid. Mz. Pidal, Po, Ju. 138-9, 248-50, 296. más leonesa y portuguesa que castellana.
1513 a d. fize mu. cantigas S: d. fiz muchos cantares G: d. fiz m. cánticas T: d. fiz mu. cántigas
C MzPi (Po. Ju. 265) Li . e troteras S: e trobas G: e trota T
1513 b S T: para judios e moros G C entenderás S T: entendedoras G
1513 c para S MzPi (l. c.): e para GT en S: om. GT instrumentos G S: estromentes T
comunales ma. G C; com. de man. T: de com. man. S Li
1513 d cantar S: canto GC: om. T oylo S: oyle GC: oye le T
1514 a alg. de los q. d. los ci. S Li C MzPi (l. c.): alg. q. d. los ci. G T ciegos Sd G T: ©egos
S (Chi)
1514 b S Mz Pi: nochamiegos GT C Li ^
1514 c otros mu. G T C: muchos otros S Li
1514 d burlas G C: bulrras STMzPi (l. c. et 299)
Estudios de Filología 77
?ara llegar a estas conclusiones, había establecido un stemma como el
que sigue (pág. 15), discutido por él mismo con otro (pág. 20). Doy el
extenso:
A1
1
Z
S G T
De esta naturaleza es la que preparó María Rosa Lida para una edición
escolar (1941) y que se encuentra en el libro Juan Ruiz, Selección del
«Libro de Buen Amor» y estudios críticos, Buenos Aires, Editorial Univer¬
sitaria, 1973, pág. 121, en donde las estrofas elegidas aparecen así:
CANTARES DE ARÁVIGO
LIT. MEDIEVAL. — 6
82 Literatura medieval española
* * *
Estudios de Filología 83
CUESTIONES DE PRINCIPIO
LIT. MEDIEVAL. — 7
98 Literatura medieval española
de Diego,
Madrid, Labor, 1953, en dos volúmenes.
Cultura medieval 101
CARACTERIZACIONES DE LOS
ESPAÑOLES Y SU LITERATURA
el que vivieron. Así se han escrito dos libros que formulan una
interpretación de conjunto de la vida histórica de España; son
las obras de Américo Castro, La realidad histórica de España49
y de Claudio Sánchez-Albornoz, España, un enigma histórico 50.
En la exposición de su contenido los dos autores acompañan
numerosas citas, y, de entre ellas, son muchas las que se refieren
a la Edad Media. Ambas obras han obtenido una gran difusión
y se han traducido a otras lenguas; por este motivo, las cues¬
tiones que plantean han salido del campo de la erudición histó¬
rica y se discuten en círculos más amplios. Se pretende esta¬
blecer también la repercusión que las cuestiones expuestas hayan
obtenido en la situación actual, y por eso los asuntos de la Edad
Media recobran su interés para el hombre de hoy.
Además, si dedico especial atención a ambas obras, es porque
han constituido el episodio más importante de la crítica histó¬
rica de mediados de este siglo. Su repercusión ha sido funda¬
mental en la valoración de la cultura española, que se ha situado
así en una tensión polémica de gran envergadura, establecida
en la forma literaria del ensayo, que Unamuno y Ortega y Gasset
LIT. MEDIEVAL. — 8
114 Literatura medieval española
LA UNIDAD EUROPEA
aas, s:
Literaturas latina y vernácula 119
IMITACIÓN Y ORIGINALIDAD EN
LA LITERATURA VERNÁCULA
hXTpSm'C»17 !°S
de Brouwer 197Í
TT l0m° POr anSoi de
chret.enne du Moyen Age, Paris, Desclée
Literaturas latina y vernácula 121
12 Colín Smith
, El Derecho, el tema del «Poema de Mió Cid» y pro-
lesión de su autor,
en Estudios Cidianos, Madrid, Cupsa, 1977, pág. 82.
Literaturas latina y vernácula 127
ESCUELAS Y UNIVERSIDADES
LIT. MEDIEVAL. —9
130 Literatura medieval española
sr
ñas ÜhllO
v w* ,xix'i,o8: y xx- ^Nicoiés
C<2 d°n LmS ^ ACUna eU 14%’ <<HisPania>>- xx, 1960, pági-
Literaturas latina y vernácula 133
LIT. MEDIEVAL. — 10
146 Literatura medieval española
LA POÉTICA Y RETÓRICA
ANTIGUAS Y MEDIEVALES
('7 E- Faral, Les Arts poétiques du XII* et du XIII* siécle, obra citada.
Poética y Retórica 155
schreiber bis zum Ende des 12. Jahrhunderts, «Archiv für Diplomatik»,
1958, 4, 52-119; 1959/60, 5/6, 73-153.
25 Recogeré aquí una breve mención de los más importantes y reitera¬
dos: así el de las armas y las letras (que muestra que el cortesano no es
una novedad cultural del Renacimiento, sino un nuevo aspecto de una
vieja tradición, abundantemente documentada en el Medievo); el de la
donna angelicata (básico para la lírica italiana, y después para la europea,
que exalta la idealización de la mujer); el del locus amoenus (o paisaje de
primavera); la descriptio, que puede ser muy diversa (descripción de cosas
y animales, personas, belleza femenina, países, etc.); la laudado, de igual
variedad (alabanza de naciones, ciudades, personas, etc.); la oposición puer-
160 Literatura medieval española
REFRANES Y PROVERBIOS
LIT. MEDIEVAL. — 11
162 Literatura medieval española
EL RITMO LITERARIO
DE LA OBRA MEDIEVAL
cisco López Estrada, Madrid, Gredos, 1970. Alfredo Carballo Picazo, Mé¬
trica española, Madrid, Instituto de Estudios Madrileños, 1956, presenta
una bibliografía sobre la métrica, clasificada por siglos. Véase también Do-
rothy C. Clarke, Una bibliografía de versificación española, Berkeley, Uni-
versity of California Press, 1937; a la que se añade la publicada por la
misma autora en A Chronological Sketch of Castilian Versification..., Ber¬
keley, University of California, «Publications in Modern Philology», 34, 1952,
págs. 279-381, con una útil lista de términos de la métrica; de la misma
D. C. Clarke, Morphology of fifteenth Century Castilian Verse, Pittsburg,
Pa., Duquesne University Press, 1964, buena exposición del asunto y biblio¬
grafía.
Estilística y Métrica 177
cación en los lugares en que estudio la constitución de estas
diversas modalidades, y así en varios sitios trato de: a) la
teoría del verso fluctuante de la juglaría; b) el triunfo del octo¬
sílabo, base del romance y de numerosas modalidades líricas;
c) la teoría del cómputo silábico; d) la diversidad de la poesía
cancioneril, con sus metros y estrofas estrictamente condicio¬
nados; e) el establecimiento del verso de arte mayor; f) el verso
lírico popular.
En cuanto a la base rítmica del cómputo silábico, T. Navarro
cuenta sólo con dos pies métricos, ajustados mediante anacrusis
(o sea que desecha en el verso las sílabas que preceden al primer
acento); estos pies son el troqueo (óo) y el dáctilo (óoo), reunien¬
do en ellos la secuencia del sintagma, sin distinguir la entidad
de las palabras. Así ocurre en el siguiente modelo:
Romerica, romerica
anacrusis de 2 sílabas o o) óo , óo óo
calledes, no digas tal
anacrusis de 1 sílaba o) óo óoo ó[o]
que eres el diablo sin duda
sin anacrusis óoo óoo óo
que me vienes a tentar...
anacrusis de 2 sílabas o o) óo óo ó[o]
19 Emilio García Gómez, Todo Ben Quzmán, Madrid, Gredos, 1972, 3 vols.
(véase mi reseña informativa, con un resumen del libro, en «Revista de
Filología Española», LV, 1972, págs. 323-333), y del mismo, Métrica de la
moaxaja y métrica española, Madrid, Al-Andalus, 1975.
LIT. MEDIEVAL. — 12
178 Literatura medieval española
adjetivo prorsus, -a, -um o prosus, -a, -um 'que va hacia adelante i
en línea recta', aplicado a oratio: así oratio prosa era el discur- -
so recto, continuado. De ahí que la prosa resultase menos carac- -
terizada que el verso en relación con el uso común del lenguaje; ;
sin embargo, aunque parezca que prosa literaria y uso común, L
coloquial, del habla sean análogos, la prosa establece el propó- -
sito de distribuir el desarrollo del texto en partes relativamente :
equilibradas, apoyándose en un juego armónico de entonación |
y pausas, mientras que en el uso común de la lengua los Ínter- •
locutores sólo buscan el entendimiento apoyándose en el con- -
texto que les sirve como fondo del discurso y en el que toman
sentido las interrupciones y distorsiones de la línea del habla,
casi siempre incompleta desde el punto de vista del lenguaje
lógico. La prosa literaria, por el contrario, establece una línea
continua, con un sentido de unidad a través de partes armóni¬
cas, elaboradas por medio de una lengua que usa recursos artís¬
ticos. A la libertad de un lenguaje común ocasional, que se pier¬
de después de su uso, se opone el discurso ordenado de la prosa
literaria, que se establece para persuadir en el discurso o en el
sermón, y que perdura y se reitera por medio de la escritura.
Sin embargo, hay que tener también en cuenta que prosa tuvo
en el latín medieval y en el castellano de esta misma época la
significación de secuencia, 'prosa o verso que se dice en ciertas
misas después del gradual’, texto religioso propio para ser can¬
tado; y de ahí pasó a composición poética del género religioso,
en lengua vulgar, por el estilo de las obras de Berceo y aun a
'poema en verso'. Esta significación perduró hasta el siglo xv,
pues se encuentra aún en Fray Iñigo de Mendoza en tiempo de
los Reyes Católicos. El uso general de prosa literaria se afirmó
con el humanismo renacentista, y Nebrija recoge la acepción
moderna (y la antigua).
De entre los varios procedimientos que se usaron para dis¬
tinguir la prosa literaria vernácula, hay uno que se relaciona con
una disposición de la prosa latina desarrollada en los siglos xn
y xin y procedente de prácticas antiguas, denominada cursus;
el cursus establece el ritmo en la composición de la prosa refor-
Estilística y Métrica 181
zando el equilibrio de los miembros oracionales con el uso de
cadencias al fin de los mismos. Se reconocían tres clases de
cadencias:
10 sílabas — 1 — (1)
9 » — 1 — (2)
8 » — 4 — (3, 4, 5 y 6)
7 » - 1 - (7)
6 » — 1 — (8)
5 » - 1 - (9)
12 sílabas — 1 — (1)
10 » — 1 — (2)
8 » — 1 — (3)
6 » — 7 —(4, 5, 6, 7, 8, 9, 10)
5 » — 1 — (11)
33 «Sed quot office oratoris, fot sunt genera dicendi, subtile in pro¬
bando, modicum in delectando, vehemens in flectendo, in quo uno vis
omnis oratoris est». (Cicerón, Orator, 21, 69.)
34 Para el planteamiento del estudio en el mundo latino, puede verse
George Kennedy, The Art of Rhetoric in the Román World 300 B.C.-A.D. 300;
Princeton, University Press, 1972.
35 Isidoro de Sevilla, Etimologías, Madrid, Biblioteca de Autores Cris¬
tianos, 1951, pág. 53, Cap. XVII, 1-3.
36 Uno de ellos, Godofredo de Vinsauf (comienzos del siglo xm) indica
a este propósito: «Sunt igitur tres styli, humilis, mediocris, grandiloquus
[...] Quando enim de generalibus [grandibus?] personis vel rebus tractatur,
tune est Stylus grandiloquus; quando de humilibus, humilis; quando de
mediocribus, mediocris». Y pone el ejemplo de Virgilio en las Bucólicas,
Geórgicas y Eneida (E. Faral, Les Arts poétiqnes, obra citada, Documen-
tum, II, 145, págs. 312 y 87).
186 Literatura medieval española
LIT. MEDIEVAL. — 13
194 Literatura medieval española
1 Paul van Tieghem, La Littérature comparée, París, Colín, 1931, pág. 73.
Véase Hans R. Jauss, Theorie der Gattungen und Literatur des Mittelalters,
en GRLMA, I. Esta parte del Grundriss expone una teoría general del géne¬
ro en la Edad Media (págs. 107-138), traducida en parte en el artículo Litté¬
rature médiévale et théorie des genres, «Poétique», 1, 1970, págs. 79-101.
2 R. Wellek y A. Warren, Teoría literaria [1948], Madrid, Gredos, 1953,
pág. 412; dedica al género el capítulo XVII, págs. 394-416.
3 V. M. de Aguiar e Silva, Teoría de la literatura [1968], Madrid, Gre¬
dos, 1972; dedica al género el capítulo IV, págs. 159-179.
196 Literatura medieval española
GRUPOS HISTÓRICOS
CARÁCTER RELIGIOSO DE
LA LITERATURA MEDIEVAL
LIT. MEDIEVAL. — 14
210 Literatura medieval española
SIMBOLISMO Y ALEGORÍA EN
LA LITERATURA MEDIEVAL
EXÉGESIS Y GLOSAS
CARÁCTER MORALIZADOR DE
LA LITERATURA MEDIEVAL
LIT. MEDIEVAL. — 15
226 Literatura medieval española
«la fonte que mana y corre», 1965, folio d. En efecto, la glosa, después de
rechazar a los que aprenden por vanidad, «curiosidad ventosa» y codicia,
aprueba a los que «aprenden por edificar y aprovechar los prójimos, y el
fin de aquestos es caridad; otros aprenden porque sean edificados e ins¬
truidos, y el fin de aquestos es prudencia» (fol. d vuelto).
Religiosidad medieval 227
tura pudo pasar del latín a las nuevas lenguas, sobre todo en
el caso de los escritores que conocían ambos dominios, el reli¬
gioso y el profano, y que estaban en condiciones de trasladar
este uso a la literatura vernácula; así hay algunas manifestacio¬
nes, como la del Arcipreste de Hita (est. 372-387), que en un
trozo de su Libro de Buen Amor explica el proceso de una con¬
quista amorosa con expresiones de las Horas de Nuestra Seño¬
ra41. En la lírica amorosa del siglo xv abundan estos ejemplos:
así encontramos, entre otras obras, la Misa de Amores de Juan
de Dueñas, y la Misa de Amor de Suero de Ribera42.
tante fue San Isidoro (560-636), una de las figuras más defini¬
doras de la cultura europea de su época9. Isidoro sitúa en Sevilla
una peculiar floración del espíritu de la Antigüedad, que repre¬
sentó una elevación cultural, favorecida por la sistematización
con que recogió el saber antiguo; en su obra se pueden encon¬
trar las características determinantes de un Renacimiento, acon¬
tecido en el siglo vn, y del que quedó una herencia que con¬
tribuiría a asegurar una base humanística en tiempos difíciles.
En las letras españolas 10 se le recordó como Santo y como
Sabio; Alfonso X tuvo presente el caudal de las Historias isido-
rianas. El Canciller Pedro López de Ayala traduce su obra, y
el Marqués de Santillana lo cita, entre otros muchos, como auto¬
ridad en el Prohemio al Condestable portugués. La alabanza de
España, titulada De Laude Hispaniae, en la Historia Gothorum,
obtuvo gran favor, y hallamos su influencia a través de las
letras medievales n.
LIT. MEDIEVAL. — 16
242 Literatura medieval española
EL MOZARABISMO LITERARIO
EL MUDEJARISMO LITERARIO
INFLUENCIAS EUROPEAS:
LA LITERATURA PROVENZAL
LIT. MEDIEVAL. — 17
258 Literatura medieval española
EL ESPÍRITU EUROPEO DE
LA CABALLERÍA LITERARIA
LA LITERATURA ITALIANA
LA LITERATURA FRANCESA
FOLKLORE Y LITERATURA
LA CONSIDERACIÓN DE
LA POESÍA POPULAR
Para asegurar la base del asunto, hay que establecer con pre¬
cisión los significados de pueblo y popular. La derivación del
latín populu(m) ofrece la significación inicial, y a ella se refie¬
ren los lexicógrafos. Así, pueblo desde el Poema del Cid signi¬
fica una reunión de gentes, más o menos numerosa, resultado
de unas relaciones de convivencia total o parcial constituyendo
una entidad colectiva, una 'población'. En el Poema del Cid se
enfrenta la comunidad general del pueblo de moros con la
gente cristiana; ambos, desde la perspectiva cultural del poeta,
constituyen la totalidad del mundo, siendo en este caso la ley reli¬
giosa la determinante de una u otra entidad5. En otra parte
3 Marcelino Menéndez Pelayo, El drama histórico, en Estudios y Dis¬
cursos de crítica histórica y literaria, Santander, Aldus, 1942, ed. OC, VII,
página 41. .
4 Véase Dámaso Alonso, Menéndez Pelayo, crítico literario (Las pali¬
nodias de don Marcelino) [1956], en la edición OC, IV, 1975, págs. 53-65.
5 Para una explicación de esta cadena de acepciones, véase J. Coro mi¬
nas, Diccionario crítico etimológico, obra citada, III, págs. 905-906; popular,
como manifiesta su constitución fonética, es un cultismo que Corominas
registra por vez primera en Alonso de Palencia (1490). La mención citada es:
Mientra que sea el pueblo de moros e de la gente cristiana
el Poyo de mió Cid asil dirán por carta.
(versos 901-2)
Cito en esta parte con la grafía antigua, según la edición critica de Menén¬
dez Pidal.
272 Literatura medieval española
9 Escribe Berceo:
Amávanlo los pueblos e las sus clerezías,
amávanlo calonges e todas las mongías.
(Milagros, 580)
LIT. MEDIEVAL. — 18
274 Literatura medieval española
tes iletradas o sin ninguna relación con los que poseían una
formación literaria. Por eso señala Auerbach: «Sería también
falso interpretar la palabra popular como 'libre de influjos eru¬
ditos': un popularismo así no se da en la Edad Media europea,
pues cuanto llegaba a ser fijado por escrito tenía por padrino
a un copista clérigo o educado clericalmente; incluso la tradi¬
ción procedente de la profundo de la poesía popular contenía
formas de origen clásico» 14.
Teniendo, pues, en cuenta la complejidad que encierra esta
designación de 'poesía popular’ y conjugando la creación de la
obra y el público, procederé a una clasificación que tiende sobre
todo a legitimarse sobre lo que nos ofrecen los propios docu¬
mentos conservados.
EL CONTORNO DE
LA LÍRICA POPULAR
CARACTERÍSTICAS BASICAS DE LA
LÍRICA POPULAR EN LA EDAD MEDIA
VÍAS DE CONOCIMIENTO
DE LA LÍRICA POPULAR
Poesía
árabe clásica
Tasmit
ze|iel Tendencia
popularizante
LIT. MEDIEVAL. — 19
290 Literatura medieval española
x yx y21 x a y1 b y2
LA DIFICULTAD DE DOCUMENTACIÓN
LOS JUGLARES
2 Alfonso X, Las Siete Partidas, edición citada, 1807, II, pág. 213, Par¬
tida II, Título XXI, Ley XX.
LIT. MEDIEVAL. — 20
306 Literatura medieval española
LOS CLÉRIGOS
3 Jean Rychner, La chanson de geste. Essai sur Varí épique des jon-
gleurs, Ginebra-Lille, Droz y Giard, 1955, págs. 66-67.
4 Una información sobre este asunto conduce al planteamiento general
del pensamiento europeo medieval; referido a sus efectos literarios, selec¬
ciono estos títulos: Johan NoRDsrROM, Moyen Age et Renaissance, París,
Stock, 1933; Paul Renucci, L’aventure de l’Humanisme européen, París, Les
Belles Lettres, 1953; Peter Dronke, Poetic Individuality in the Middle Ages.
New Departures in Poetry, Oxford, Clarendon, 1970; los breves manuales de
Enrique Bagué, La vida intelectual en la Edad Media, Barcelona, Seix Ba-
rral, 1947, y Jacques Le Goff, Los intelectuales de la Edad Media [1957],
Buenos Aires, Universidad, 1965; las actas del Coloquio [1962] L’Humanisme
médiéval dans les Litteratures romanes du XII au XIV siécle, París,
Klincksieck, 1964, con escasas referencias a España.
Juglares y clérigos 307
LA POLARIDAD JUGLARÍA-CLERECÍA
LA CUADERNA VÍA
ORALIDAD Y ESCRITURA
LIT. MEDIEVAL. — 21
322 Literatura medieval española
LIT. MEDIEVAL. — 22
338 Literatura medieval española
LA LEYENDA Y SU APLICACIÓN AL
ESTUDIO DE LA ÉPICA MEDIEVAL
LA PERI0 DIZACIÓN DE LA
ÉPICA. PERÍODO INICIAL
PERÍODO DE PLENITUD 0 DE
LOS GRANDES POEMAS ÉPICOS
lit. medieval. — 23
354 Literatura medieval española
ción del Arcángel Gabriel) son las indicaciones que se dan para
señalar este influjo. Sin embargo, persistieron algunos rasgos
definidores, tales como la sobriedad en el uso de la ficción y el
realce más humano que mítico del héroe, evitando recurrir a
aventuras o pasiones extremadas 40.
ÚLTIMO PERÍODO DE
LA ÉPICA JUGLARESCA
56 El texto en María del Carmen Pescador del Hoyo, Tres nuevos poe¬
mas medievales, «Nueva Revista de Filología Hispánica», XIV, 1960, pági¬
nas 242-250; edición escolar, en Manuel Alvar, Antigua poesía española lírica
y narrativa, México, Porrúa, 1970, págs. 183-186. Estudio general en Eugenio
Asensio, Ay Iherusalem!: planto narrativo del siglo XIII [1960], en Poética
y realidad en el Cancionero peninsular de la Edad Media, Madrid, Gredos,
1970, págs. 266-292; véanse también Henk de Vries, El Poema tríptico del
nombre de Dios en la ley, «Boletín de la Real Academia Española», LI,
1971, págs. 305-325; y Alan Deyermond, ¡Ay Iherusalem!, estrofa 22: traduc-
tio y tipología, en Estudios ofrecidos a Emilio Atareos Llorach, Oviedo,
Universidad, 1977, I, págs. 283-290.
Capítulo XIII
LÍMITES
LIT. MEDIEVAL. — 24
370 Literatura medieval española
OBRAS CLERICALES EN
VERSO JUGLARESCO
del siglo xiii (264 versos en total), obra compleja en la que una
aventura amorosa cortés en un lugar primaveral se reúne con
una disputa entre el agua y el vino. En este caso el aire jugla¬
resco de la obra se mezcla con los asuntos de la lírica cortés,
especialmente la amorosa visione.
Elena y María* * 7 (402 versos conservados), también del si¬
glo xiii, pertenece al grupo de los debates, tan abundante en
la literatura latinomedieval y en las primeras manifestaciones
cultas de las literaturas vernáculas. En este caso son dos muje¬
res que discuten quién tiene mejor gracia y disposición para el
amor, si el clérigo o el caballero.
Este grupo de poemas, relativamente corto, pero de una gran
diversidad, nos muestra las relaciones que hubo entre clérigos y
juglares. En él se encuentran representadas las diversas co¬
rrientes europeas —las religiosas, las goliardescas, las proceden¬
tes de Francia y de Provenza y las propias del conjunto de la
literatura latina europea—. El autor no aparece aún mencionado
porque los poetas de estas obras componen con la conciencia
de que la materia argumental básica no les pertenece, y porque
es probable que se considerasen como obras menores, cuya
copia se .hacía con poco cuidado y sin que fuese necesario nom¬
brar al autor; los juglares pudieron interpretarlas si encontra¬
ban un público adecuado, y su persistencia manuscrita repre¬
sentó un índice de superación. Con todo, en ellas está ya en juego
una intención creadora, con el uso de unos procedimientos artís¬
ticos claramente manifiestos, que aprovecharon las condiciones
del verso anisosilábico por su gran empleo en la literatura
española.
15 Richard P. Kinkade, Pero López de Ayala and the Order of St. Jeróme,
«Symposium», XXVI, 1972, págs. 161-180.
16 Libro de miseria de omne, edición de Manuel Artigas, «Boletín de
la Biblioteca Menéndez Pelayo», I, 1919, y II, 1920, en varios lugares.
17 Un planteamiento general en John E. Keller, Gonzalo de Berceo,
Boston, Twayne, 1972. Textos en: Gonzalo de Berceo, Obras Completas,
edición de Brian Dutton, Londres, Tamesis, I, «San Millán», 1967; II, «Mi¬
lagros», 1971; III, «Duelos, Himnos, Loores y Signos», 1975; con amplias
noticias de la Vida de Santo Domingo hay una edición de Teresa Labarta,
Madrid, Castalia, 1973; El Poema de Santa Oria, edición y estudio de Isabel
Uría Maqua, Logroño, Diputación, 1976; Martirio de San Lorenzo, edición
de Pompilio Tesauro, Nápoles, Universitá, 1971. Para estudio, véanse Joa¬
quín Artiles, Los recursos literarios de Berceo, Madrid, Gredos, 1968, 2.a
edición; Gaudioso Giménez Resano, El mester poético de Gonzalo de
Berceo, Logroño, Diputación, 1976, con repertorios de rimas; Domingo
Ynduráin, Algunas notas sobre Gonzalo de Berceo y su obra, «Berceo»,
90, 1976, págs. 3-67, con precisiones sobre las obras del autor; y Dana A. Nel-
son, «Nunca devriés nacer». Clave de la creatividad de Berceo, «Boletín
de la Real Academia Española», LVI, 1976, págs. 23-82, con un amplio exa¬
men de la constitución del arte de Berceo, en comparación con el Poema
de Alexandre, que estima fue escrito por Berceo; para rehabilitar esta
autoría está trabajando desde diversos puntos de vista. Juan M. Rozas
López, Los Milagros de Berceo como libro y como género, Cádiz, Univer¬
sidad a Distancia, 1977. Carmelo Gariano, Análisis estilístico de los «Mila¬
gros de Nuestra Señora» de Berceo, Madrid, Gredos, 1971, 2.a edición.
18 Vida de San Ildefonso, edición de Manuel Alvar Ezquerra, Bogotá,
Instituto Caro y Cuervo, 1975.
376 Literatura medieval española
LA POESÍA CANCIONERIL EN
RELACIÓN CON LA CORTESÍA
originales [...]. Hoy por hoy sólo son legítimas las correcciones
requeridas por el metro, las rimas o el sentido.
c) Poesías castellanas de autores gallegos, donde el caste¬
llano es lo general, pero con mayor o menor número de galle¬
guismos [...]. En ellas habrá que dar por buenos los textos de
los cancioneros, prefiriendo las variantes gallegas aceptables, si
hay pluralidad de versiones.
d) Poesías castellanas de autores castellanos, con huellas
lingüísticas del largo empleo que tuvo el gallego como lengua
lírica. Puede aconsejarse igual criterio textual que el recomen¬
dado en el grupo anterior» 8.
El castellano, pues, acabó por hacerse con las maneras expre¬
sivas de esta poesía cuando la misma llevaba ya un largo cultivo,
apropiándose de la lengua literaria del grupo genérico, y a través
de una sucesiva aproximación y remozamiento de sus formas
gramaticales, logrará al fin abrir por entero y sin disfraces lin¬
güísticos el dialecto de Castilla a esta especie de creación.
EL CANCIONERO COMO
CONJUNTO UNITARIO
LIT. MEDIEVAL. — 25
386 Literatura medieval española
Edad Media, en el de Hernando del Castillo 12, por citar los más
importantes y decisivos 13.
LA TEORÍA CASTELLANA DE
LA POESÍA CANCIONERIL
página 22.
392 Literatura medieval española
LIT. MEDIEVAL. — 26
402 Literatura medieval española
MODALIDADES ARTÍS¬
TICAS DE LA PROSA
LA PROSA RELIGIOSA
LA CORTESÍA Y LA AFIR¬
MACIÓN DE LA PROSA
LOS SEMINARIOS DE
TRABAJO DE ALFONSO X
LIT. MEDIEVAL. — 27
418 Literatura medieval española
VALORACIÓN DE CONJUNTO (
LA PROSA EN LA ÉPO¬
CA DE SANCHO IV
JUAN MANUEL Y SU
CORTE DE GRAN SEÑOR
Académica, 1932.
424 Literatura medieval española
EL ROMANCERO MEDIEVAL
SIGNIFICADOS DE LA PALABRA
«ROMANCE» EN LA EDAD MEDIA
DISPOSICIÓN MÉTRICA Y
RÍTMICA DEL ROMANCE
LIT. MEDIEVAL. — 28
434 Literatura medieval española t:
- L
a) el trocaico: oo óo oo óo
Helo, helo por do viene
el infante vengador...
(«El infante vengador»)
La organización es:
LA DOCUMENTACIÓN INICIAL DE
LOS TEXTOS ROMANCERILES
guas; y las variantes modernas de «La muerte del Príncipe Juan», «Helo,
helo por do viene, el moro...», y «El cautivo del renegado».
26 ídem, pág. 8.
27 Karl Vossler, Estadio sobre otras formas de la poética romance,
párrafo «Romance y cantar», publicado en Formas poéticas de los pueblos
románicos, ordenadas por Andreas Bauer, Buenos Aires, Losada, 1960, pá¬
gina 237.
28 ídem, pág. 238.
Romancero
445
miento con el mayor rigor posible; y así hay que explorar los
testimonios de los textos que nos quedan y valorarlos dentro
del que fue el cuadro de conjunto en el período que nos ocupa.
Pero esto sólo nos dará un conocimiento reducido con una es¬
casa base textual, y hay que suplir de algún modo la noticia de
lo que haya sido lo demás del conjunto. Para el caso de la poesía
romanceril hay que contar con los cauces comunes que valen
para el mantenimiento de un texto: el oral y el escrito; ambos
valen para el Romancero, y hay que considerar también los
procedimientos de conservación propios de la última parte de
la Edad Media que sustentaron estas piezas poéticas, como son
los intérpretes, bien se sitúen éstos en la juglaría del último
período o bien en la disciplina de las capillas y grupos de canto
de las Cortes. Esto supone la participación de un público varia¬
do que ha intervenido en la difusión, que puede ser del estado
llano o del estado de los caballeros y nobles, y los que se reúnen
en las cortes señoriales y reales. No hay una determinación
única para el Romancero, como ocurre con otros grupos gené¬
ricos de la Literatura; y la reunión de estas diversas vías de con¬
servación de los textos obliga a manejar con cautela los datos, y
mucho más teniendo en cuenta la gran fuerza de convergencia
con que se manifiesta la creación romancística, pues el romance
acaba siendo obra común a todos.
Menéndez Pidal apoya decisivamente la tesis de que el ro¬
mance fue conservado y sostenido por la tradición y que es,
por tanto, una modalidad de la poesía tradicional, término que
estimó más adecuado que el de poesía popular. El Romancero
resultó ser el grupo genérico en que mejor se logra el proceso
que Menéndez Pidal atribuye a la poesía tradicional, sobre todo
en cuanto al logro del «magno estilo impersonal, que es el estilo
de la colectividad personificada»31; y de ahí la suma valoración
representativa del grupo, pues «podemos escuchar la voz de los
pueblos hispanos en su Romancero más pura, natural y unáni¬
me que en ninguna de las grandes producciones literarias»32.
LIT. MEDIEVAL. — 29
450 Literatura medieval española
35 ídem.
36 R. Menéndez Pidal, Poesía popular y poesía tradicional en la litera¬
tura española [1922], en Estudios sobre el romancero, obra citada, pág. 344.
37 Idem, pág. 345.
38 R. Menéndez Pidal, Romancero hispánico, obra citada, I, pág. 62.
Romancero 451
EL ESTILO ROMANCERIL
LIT. MEDIEVAL. — 30
466 Literatura medieval española
58 Así ocurre, por ejemplo, con los siguientes fragmentos: «Vuestra fue
la culpa, amigo, vuestra fue que mía, no» (del romance de «Rosa fresca...»;
y «Si el caballo bien corría, la yegua mejor volaba» (de «Helo, helo por do
viene el moro...»), ambos registrados en el Vocabulario de refranes..., Bur¬
deos, Universidad, 1967, ed. Louis Combet, págs. 524 y 277 respectivamente.
A modo de ejemplificación de cuanto he reunido en este capítulo, he
publicado un artículo en el que aplico la descripción que he verificado del
Romancero medieval a un romance característico: El Romancero medieval
(II. Comentario del «Romance del rey moro que perdió a Valencia»), «Re¬
vista de Bachillerato», II, núm. 6, 1978, págs. 2643.
Capítulo XVIII
FORMAS DIALOGADAS DE
LA LITERATURA MEDIEVAL
LA ESCENOGRAFÍA CABALLERESCA
TEATRO MEDIEVAL Y
TEATRO PRELOPISTA
LIT. MEDIEVAL.—31
482 Literatura medieval española
22 ídem.
23 Para estos estudios es clásica la obra de Gustave Cohén, Histoire
de la mise en scéne dans le théáíre religieux frangais du moyen age [1926],
New York, B. Franklin, 1972. Véase William H. Shoemaker, The Múltiple
Stage in Spain during the Fifteenth and Sixteenth Centuries, [1935], West-
port, Conn, Greenwood Press, 1973 (traducido al español en «Estudios
Escénicos», II, 1957, 1-154); N. D. Shergold, A History of the Spanish Stage
from Medieval Times until the End of the seventeeth Century, Oxford, Cla-
rendon Press, 1967. Referido a Francia, Elie Konigson, L’espace théátral
médiéval, París, Centre National de la Recherche Scientifique, 1975.
24 El texto, en Ramón Menéndez Pidal, El Auto de los Reyes Magos,
[1900], en Textos medievales españoles, OC citadas, XII, págs. 169-177. Aún
presenta interés el encuadramiento del texto establecido por Winifred
Sturdevant, The «Misterio de los Reyes Magos». Its position in the develop-
ment of the Medioeval Legend of the three Kings [1927], New York, John¬
son, 1973. La bibliografía general se menciona en José M. Regueiro, El
«Auto de los Reyes Magos» y el teatro litúrgico medieval, «Hispanic Re-
view», XLV, 1977, págs. 149-164; el trozo citado, en la pág. 141. Sobre la
teatralidad de la pieza, Ricardo Senabre, Observaciones sobre el texto del
«Auto de los Reyes Magos», en Estudios ofrecidos a Emilio Alarcos Llorach,
Oviedo, Universidad, 1977, págs. 417-432.
Teatro 483
LA «CELESTINA»
En el curso de los últimos años del siglo xv, los varios Rei¬
nos medievales de la Península (excepto Portugal) fueron reu¬
niéndose en uno solo, que constituiría la monarquía española.
Con los Reyes Católicos la política siguió otros cauces que con
los anteriores, y las banderías de los nobles señores quedaron
sometidas hábilmente al poder de los Reyes, mientras se iba
creando el instrumento de un gobierno para el conjunto de la
nación que se estaba constituyendo; la Monarquía hubo de
valerse, con todo, del sistema establecido durante la Edad Media,
recogiendo una situación social que ella impulsaba en el sen¬
tido que le resultaba favorable para convertirse en la más alta
representación de la unidad nacional. Cuando Fernando e Isabel
recogieron en sus manos la herencia de las diversas situaciones
de los antiguos reinos, sobre todo de los de Aragón y Castilla,
en ella se encontraba el compromiso de una intervención en los
asuntos de Europa, sobre todo en Italia.
El gobierno de los Reyes Católicos conoció acontecimientos
decisivos que cambiaron propósitos políticos arraigados desde
siglos. La toma de Granada acaba con una guerra secular con-
Moros, judíos y espiritualidad 489
DIVERSAS DENOMINACIONES DE
LA CRÍTICA ESTÉTICA Y LITERARIA
PARA EL PERÍODO DE TRANSICIÓN
EL PUEBLO HISPANOÁRA¬
BE EN LA ÉPOCA CRÍTICA
LIT. MEDIEVAL. — 32
498 Literatura medieval española
37 Enzo Norti Guardini, Los doce triunfos de los doce Apóstoles, Mes-
sina-Florencia, D’Anna, 1975, vol. I (estudio preliminar).
38 Michel Darbord, La poésie religieuse espagnole des Rois Catholiques
á Philippe II, París, Centre de Recherches de l’Institut d’Études hispani-
ques, 1965.
Capítulo XX
LA PROSA REFERENTE
A HECHOS REALES
1 Así ocurre con Diego de Valera: véase César Real de la Riva, Un men¬
tor del siglo XV: Diego de Valera y sus epístolas, «Revista de Literatura»,
XX, 1961, págs. 271-306; las Epístolas en Madrid, Bibliófilos Españoles, 1878.
2 Véase K. A. Blüher, Seneca in Spanien, obra citada, cuya parte II
está dedicada al influjo de Séneca en el siglo xv, págs. 83-175.
3 Semeianga del mundo. A Medieval Description of the World, edición
de W. E. Bull y H. F. Williams, Berkeley-Los Angeles, University of Cali¬
fornia Press, 1959; Richard P. Kinkade, Un nuevo manuscrito de la «Se¬
meianga del mundo», «Hispanic Review», XXXIX, 1971, págs. 261-270.
4 Libro del conosgimiento de todos los reynos e tierras e señoríos que
son por el mundo..., escrito por un franciscano español a mediados del
siglo xiv. Notas de Marcos Jiménez de la Espada, Madrid, M. Ginesta, 1877.
512 Literatura medieval española
LIT. MEDIEVAL. — 33
514 Literatura medieval española
LA PROSA DIDÁCTICA
LA PROSA DE FICCIÓN
24 Texto: El Libro del Cauallero Zifar (El libro del Cauallero de Dios),
edición de Charles Ph. Wagner, I, Texto, Ann Arbor, University of Michi¬
gan, 1929; edición de Martín de Riquer, Barcelona, Selecciones Bibliófilas,
1951, 2 tomos. Sobre las fuentes, el mismo Wagner, The sources of «El
cauallero Cifar», «Revue Hispanique», X, 1903, págs. 5-104. Estudio de la
constitución del libro en James F. Buriíe, History and visión: The figural
structure of the Libro del Cavallero Zifar, Londres, Tamesis, 1974; elemen¬
tos semíticos, fórmulas y expresiones, en Roger M. Walker, Tradition and
Technique in «El libro del Cavallero Cifar», Londres, Tamesis, 1974; Lucia¬
na de Stéfano, «El Caballero Cifar», novela didáctico-moral, «Thesaurus»,
XXVII, 1972, págs. 173-260.
Prerrenacimiento y Humanismo 527
LIT. MEDIEVAL. — 34
530 Literatura medieval española
to, una experiencia paralela, pero los críticos más recientes seña¬
lan que las obras sentimentales de nuestra literatura son más
radicales en los diversos aspectos que conjugan, el alegorismo
es más funcional en la trama, y las pruebas y exposiciones se
inclinan al rigor escolástico, de forma que es evidente un aire
más medieval que humanístico; la condición del amor se muestra
inflexible hasta insinuar las extremosidades de la honra personal
mezclada con la social; la aventura sentimental no se enriquece
por la vía sicológica, sino por el rigor de un curso que sólo con¬
duce a la muerte inexorable o, en el mejor de los casos, a la
apatía filosófica; el juego del convencionalismo cortés se esta¬
blece en sus modalidades más rigurosas, gozándose con la nega¬
ción de la carne; también el retoricismo es el signo externo de
esta exaltación espiritual del sentimiento humano, de tal manera
que estas obras resultan joyas estilísticas en punto al arte de
su creación.
Gallego, del Padrón, es Juan Rodríguez de la Cámara, de
confusa y movida biografía, autor del mencionado Siervo libre
de amor, compleja obra, en forma declarada de «Tratado», en
la que se suceden las confidencias de la intimidad sentimental
—¿propia?— con un relato de aventuras de caballerías.
La Cárcel de amor (escrita entre 1483 y 1492, difundida por
una edición de Sevilla, seguida de por lo menos 20 ediciones
españolas, y de 9 con texto español y francés, y 18 traducciones
al catalán, italiano, francés, inglés y alemán, sin contar las mo¬
dernas) es la obra que ofrece la fórmula más afortunada del
grupo. Estuvo precedida (y aun puede decirse que pudo ser
paralela) del Tratado de Arnalte y Lucenda, por elegante y muy
gentil estilo hecho por Diego de San Pedro, enderezado a las
damas de la reina doña Isabel. En el cuál hallarán cartas y razo¬
namientos de amores de mucho primor y gentileza... (Según el
título de la edición de Burgos, 1491, con sólo dos o tres ediciones
siguientes). El solo título sirve como suficiente indicio del con¬
tenido: cuenta una triste historia de amor, desarrollada en un
ambiente de malos augurios.
532 Literatura medieval española
LA CONCIENCIA DE LA TEORÍA
LITERARIA EN LA OBRA EN VERSO
néndez Pelayo vio claro al decir que era preciso que hubiese
mucha vida en el fondo de aquella agitación monstruosa55.
Completan el grupo las Coplas de la Panadera (o de Ay, Pana¬
dera) 56, sátira de los nobles que lucharon contra Don Alvaro de
Luna en Olmedo, pieza suelta, con violencia análoga a las prece¬
dentes.
HUMANISMO Y PRERRENACIMIENT0
59 Idem, pág. 7.
60 Véase M. R. Lida de Malkiel, Juan de Mena, edición citada, págs. 138-
143 y 531-532.
Prerrenacimiento y Humanismo 545
LIT. MEDIEVAL. — 35
546 Literatura medieval española
Renacimiento francés del siglo xii en autores como Lope de Vega; también
el artículo «El 'retraso' cultural de España», excurso XX del libro men¬
cionado Literatura europea y Edad Media latina, págs. 753-756.
5 En mi artículo Perfil literario del Emperador Carlos, «Anales de la
Universidad Hispalense», XXII, 1962, págs. 63-84; la cita en la pág. 84.
Edad Media: desde los Siglos de Oro hasta hoy 551
LIT. MEDIEVAL. — 36
562 Literatura medieval española
a) Canción
palabra poética [+música vocal y|o instrumental]
b) Recital
palabra poética [+melodía cadenciosa y ¡o instrumental]
c) Lectura pública
Texto manifestado en voz alta a un grupo de oyentes.
d) Lectura personal
Texto leído por el lector para sí mismo en el libro.
e) Representación teatral
Texto comunicado por unos intérpretes en un escenario ante un
público.
a) Canción-verso
b) Recital salmódico-verso
cantar de gesta
e) Teatro
¿ESFUERZO VANO?
LIT. MEDIEVAL. — 37
578 Literatura medieval española
Alonso, D„ 27, 30, 38, 104, 161, 166, Arcipreste de Talavera, véase Mar¬
211, 265, 272, 284, 287, 364, 405, 563. tínez de Toledo, A.
Alvar, M., 38, 44, 355, 366, 369, 370, Arévalo, R. de, 520.
374, 376, 430, 438, 472. Arias y Arias, R., 163, 229.
Alvar Ezquerra, C., 256, 329, 381. Arie, R., 240, 495.
Alvar Ezquerra, M., 48, 375. Aristóteles, 138, 139, 140, 150, 196,
Álvarez Gato, J., 228, 502. 197, 422.
Álvarez Pellitero, A. M., 507, 508. Arnold, H. H., 313.
Alvernha, P. d’, 156. Arribas, F., 51.
Ars dictaminis, 149.
Amadís, 55, 260, 301, 517, 525, 527,
Ars poetriae, 149, 155-158.
528, 551, 567.
Ars praedicandi, 149, 410.
Amador de los Ríos, J., 17, 25, 26,
Arte común o maestría común, 393-
155, 331, 497, 537.
394.
Amezcua Gómez, J., 525.
Arte de dexa prende (lexa-prende),
Amor cortés, 256-258.
290, 400.
Amor platónico, 244-245.
Arte de encadenada o multiplicado,
Amor-poesía popular, 279-281.
399.
Amorós, A., 107.
Arte de macho e femea o fembra,
Amorosa Visione, 219, 371,
400.
Amour, M. P. St., 228.
Arte de maestría mayor, 393-394.
Anacronismo, 137-138. Arte de media maestría, 393-394.
Andrés, J., 22, 23, 553. Artes de amar, 143, 486.
Andrés, M. S. de, 38, 514. Artes liberales, 129-130.
Andrews, J. R., 546. Artigas, M., 375, 543.
Anglería, P. Mártir de, 89. Artiles, J., 374, 375.
Annales Complutenses, 419. Asensio, E., 109, 266, 290, 296, 366,
Anonimia medieval, 169-174. 446, 503.
Antelo, A., 33, 94, 338. Asín Palacios, M., 243.
Antigüedad en la Edad Media, 133- Asís, M. D. de, 52.
147, 226, 373, 519, 543-545. Aston, S. C., 232.
Antologías, 38. Atkinson, W. C., 432.
Antonio, Nicolás, 20. Aubrun, Ch. V., 312, 338.
Árabes, 240-250. Auerbach, E., 121, 276, 410.
Aragone, E., 471. Auto de la huida a Egipto, 483.
Araluce Cuenca, J. R., 425. Auto de la Pasión, véase Campo,
Aranda, L. de, 551. A. del.
Arce Fernández, J., 264. Auto de los Reyes Magos, 482-483.
Arcipreste de Hita, véase Ruiz, J. Autoría medieval, 169-174, 449.
índice de nombres, obras y asuntos 579
LXT. MEDIEVAL. — 38
594 Literatura medieval española
Págs.
Prólogo . 9
Págs.
Págs.
Págs.
Págs.
I. TRATADOS Y MONOGRAFIAS
LIT. MEDIEVAL. — 39
82. Eugenio Asensio: Itinerario del entremés desde Lope de Rueda
a Quiñones de Benavente (Con cinco entremeses inéditos de
Don Francisco de Quevedo). Segunda edición revisada. 374 págs.
83. Carlos Feal Deibe: La poesía de Pedro Salinas. Segunda edición.
270 págs.
84. Carmelo Gariano: Análisis estilístico de los «Milagros de Nuestra
Señora» de Berceo. Segunda edición corregida. 236 págs.
85. Guillermo Díaz-Plaja: Las estéticas de Valle-Inclán. Reimpresión.
298 págs.
86. Walter T. Pattison: El naturalismo español (Historia externa de
un movimiento literario). Reimpresión. 192 págs.
89. Emilio Lorenzo: El español de hoy, lengua en ebullición. Con un
prólogo de Dámaso Alonso. Segunda edición. 240 págs.
90. Emilia de Zuleta: Historia de la crítica española contemporá¬
nea. Segunda edición notablemente aumentada. 482 págs.
91. Michael P. Predmore: La obra en prosa de Juan Ramón Jimé¬
nez. Segunda edición ampliada. 322 págs.
92. Bruno Snell: La estructura del lenguaje. Reimpresión. 218 págs.
93. Antonio Serrano de Haro: Personalidad y destino de Jorge Man¬
rique. Segunda edición revisada. 450 págs.
94. Ricardo Gullón: Galdós, novelista moderno. Tercera edición revi¬
sada y aumentada. 374 págs.
95. Joaquín Casalduero: Sentido y forma del teatro de Cervantes.
Reimpresión. 288 págs.
96. Antonio Risco: La estética de Valle-Inclán en los esperpentos y
en «El Ruedo Ibérico». Segunda edición. 278 págs.
97. Joseph Szertics: Tiempo y verbo en el romancero viejo. Segunda
edición. 208 págs.
100. Miguel Jaroslaw Flys: La poesía existencial de Dámaso Alonso.
344 págs.
101. Edmund de Chasca: El arte juglaresco en el «Cantar de Mío
Cid». Segunda edición aumentada 418 págs.
102. Gonzalo Sobejano: Nietzsche en España. 688 págs.
104. Rafael Lapesa: De la Edad Media a nuestros días (Estudios de
historia literaria). Reimpresión. 310 págs.
106. Aurora de Albornoz: La presencia de Miguel de Vnamuno en
Antonio Machado. 374 págs.
107. Carmelo Gariano: El mundo poético de Juan Ruiz. Segunda edi¬
ción corregida y ampliada. 272 págs.
110. Bernard Pottier: Lingüística moderna y filología hispánica. Reim¬
presión. 246 págs.
111. Josse de Kock: Introducción al Cancionero de Miguel de Una-
muno. 198 págs.
112. Jaime Alazraki: La prosa narrativa de Jorge Luis Borges (Temas-
Estilo). Segunda edición aumentada. 438 págs.
114. Concha Zardoya: Poesía española del siglo XX (Estudios temá¬
ticos y estilísticos). Segunda edición muy aumentada. 4 vols.
115. Harald Weinrich: Estructura y función de los tiempos en el len¬
guaje. Reimpresión. 430 págs.
116. Antonio Regalado García: El siervo y el señor (La dialéctica
agónica de Miguel de Unamuno). 220 págs.
117. Sergio Beser: Leopoldo Alas, crítico literario. 372 págs.
118. Manuel Bermejo Marcos: Don Juan Valera, crítico literario.
256 págs.
119. Sólita Salinas de Marichal: El mundo poético de Rafael Alberti.
Reimpresión. 272 págs.
120. Oscar Tacca: La historia literaria. 204 págs.
121. Estudios críticos sobre el modernismo. Introducción, selección
y bibliografía general por Homero Castillo. Reimpresión. 41o.
páginas.
122. Oreste Macrí: Ensayo de métrica sintagmática (Ejemplos del «Libro
de Buen Amor» y del «Laberinto» de Juan de Mena). 296 págs.
123. Alonso Zamora Vicente: La realidad esperpéntica (Aproximación
a «Luces de bohemia»). Premio Nacional de Literatura. Se¬
gunda edición ampliada. 220 págs.
126. Otis H. Green: España y la tradición occidental (El espíritu cas¬
tellano en la literatura desde «El Cid» hasta Calderón). 4 vols.
127. Ivan A. Schulman y Manuel Pedro González: Martí, Darío y el
modernismo. Reimpresión. 268 págs.
128. Alma de Zubizarreta: Pedro Salinas: el diálogo creador. Con un
prólogo de Jorge Guillén. 424 págs.
130. Eduardo Camacho Guizado: La elegía funeral en la poesía espa¬
ñola. 424 págs.
131. Antonio Sánchez Romeralo: El villancico (Estudios sobre la lírica
popular en los siglos XV y XVI). 624 págs.
132. Luis Rosales: Pasión y muerte del Conde de Villamediana.
252 págs.
133. Othón Arróniz: La influencia italiana en el nacimiento de la
comedia española. 340 págs.
134. Diego Catalán: Siete siglos de romancero (Historia y poesía).
224 páginas.
135. Noam Chomsky: Lingüística cartesiana (Un capítulo de la histo¬
ria del pensamiento racionalista). Reimpresión. 160 págs.
136. Charles E. Kany: Sintaxis hispanoamericana. Reimpresión. 552 págs.
137. Manuel Alvar: Estructuralismo, geografía lingüistica y dialecto¬
logía actual. Segunda edición ampliada. 266 págs.
138. Erich von Richthofen: Nuevos estudios épicos medievales. 294
páginas.
139. Ricardo Gullón: Una poética para Antonio Machado. 270 págs.
140. Jean Cohén: Estructura del lenguaje poético. Reimpresión. 228
páginas.
141. León Livingstone: Tema y forma en las novelas de Azorín. 242
páginas.
142. Diego Catalán: Por campos del romancero (Estudios sobre la
tradición oral moderna). 310 págs.
143. María Luisa López: Problemas y métodos en el análisis de pre¬
posiciones. Reimpresión. 224 págs.
144. Gustavo Correa: La poesía mítica de Federico García Lorca. Se¬
gunda edición. 250 págs.
145. Robert B. Tate: Ensayos sobre la historiografía peninsular del
siglo XV. 360 págs.
147. Emilio Alarcos Llorach: Estudios de gramática funcional del
español. Segunda edición aumentada. 354 págs.
148. Rubén Benítez: Bécquer tradicionalista. 354 págs.
149. Guillermo Araya: Claves filológicas para la comprensión de Or¬
tega. 250 págs.
150. Andró Martinet: El lenguaje desde el punto de vista funcional.
Reimpresión. 218 págs.
151. Estelle Irizarry: Teoría y creación literaria en Francisco Ayala.
274 págs.
152. G. Mounin: Los problemas teóricos de la traducción. Segunda
edición revisada. 338 págs.
153. Marcelino C. Peñuelas: La obra narrativa de Ramón J. Sender.
294 págs.
154. Manuel Alvar: Estudios y ensayos de literatura contemporánea.
410 págs.
155. Louis Hjelmslev: Prolegómenos a una teoría del lenguaje. Se¬
gunda edición. 198 págs.
156. Emilia de Zuleta: Cinco poetas españoles (Salinas, Guillén, Lorca,
Alberti, Cernuda). 484 págs.
157. María del Rosario Fernández Alonso: Una visión de la muerte
en la lírica española. Premio Rivadeneira. Premio nacional
uruguayo de ensayo. 450 págs. 5 láminas.
158. Angel Rosenblat: La lengua del «Quijote». Reimpresión. 380 págs.
159. Leo Pollmann: La «Nueva Novela» en Francia y en Iberoamérica.
380 págs.
160. José María Capote Benot: El período sevillano de Luis Cernuda.
Con un prólogo de F. López Estrada. 172 págs.
161. Julio García Morejón: Unamuno y Portugal. Prólogo de Dámaso
Alonso. Segunda edición corregida y aumentada. 580 págs.
162. Geoffrey Ribbans: Niebla y soledad (Aspectos de Unamuno y
Machado). 332 págs.
163. Kenneth R. Scholberg: Sátira e invectiva en la España medieval
376 págs.
164. Alexander A. Parker:Los picaros en la literatura (La novela
picaresca en España y Europa. 1599-1753). Segunda edición.
220 páginas. 11 láminas.
166. Ángel San Miguel: Sentido y estructura del «Guzmán de Alfar ache»
de Mateo Alemán. Con un prólogo de Franz Rauhut. 312 págs.
167. Francisco Marcos Marín: Poesía narrativa árabe y épica hispá¬
nica. 388 págs.
168. Juan Cano Ballesta: La poesía española entre pureza y revolu¬
ción (1930-1936). 284 págs.
169. Joan Corominas: Tópica hespérica (Estudios sobre los antiguos
dialectos, el substrato y la toponimia romances). 2 vols.
170. Andrés Amorós: La novela intelectual de Ramón Pérez de Ayala.
500 págs.
171. Alberto Porqueras Mayo: Temas y formas de la literatura espa¬
ñola. 196 págs.
172. Benito Brancaforte: Benedetto Croce y su crítica de la literatura
española. 152 págs.
173. Carlos Martín: América en Rubén Darío (Aproximación al con¬
cepto de la literatura hispanoamericana). 276 págs.
174. José Manuel García de la Torre: Análisis temático de «El Ruedo
Ibérico». 362 págs.
175. Julio Rodríguez-Puértolas: De la Edad Media a la edad conflictiva
(Estudios de literatura española). 406 págs.
176. Francisco López Estrada: Poética para un poeta (Las «Cartas
literarias a una mujer» de Bécquer). 246 págs.
177. Louis Hjelmslev: Ensayos lingüísticos. 362 págs.
178. Dámaso Alonso: En torno a Lope (Marino, Cervantes, Benavente,
Góngora, los Cardemos). 212 págs.
179. Walter Pabst: La novela corta en la teoría y en la creación litera¬
ria (Notas para la historia de su antinomia en las literaturas
románicas). 510 págs.
182. Gemma Roberts: Temas existenciales en la novela española de
postguerra. 286 págs.
183. Gustav Siebenmann: Los estilos poéticos en España desde 1900.
184. Armando Durán: Estructura y técnicas de la novela sentimental
y caballeresca. 182 págs.
185. Werner Beinhauer: El humorismo en el español hablado (Impro¬
visadas creaciones espontáneas). Prólogo de Rafael Lapesa.
270 págs.
186. Michael P. Predmore: La poesía hermética de Juan Ramón Jimé¬
nez (El «Diario» como centro de su mundo poético). 234 págs.
187. Albert Manent: Tres escritores catalanes: Carner, Riba, Pía.
338 págs.
188. Nicolás A. S. Bratosevich: El estilo de Horacio Quiroga en sus
cuentos. 204 págs.
189. Ignacio Soldevila Durante: La obra narrativa de Max Aub (1929-
1969). 472 págs. .
190. Leo Pollmann: Sartre y Camus (Literatura de la existencia). 286
páginas.
191. María del Carmen Bobes Naves: La semiótica como teoría lin¬
güística. 238 págs.
192. Emilio Carilla: La creación del «Martín Fierro». 308 págs.
193. E. Coseriu: Sincronía, diacronía e historia (El problema del cam¬
bio lingüístico). Segunda edición revisada y corregida. 290 págs.
194. Oscar Tacca: Las voces de la novela. Segunda edición, 206 págs.
195. J. L. Fortea: La obra de Andrés Carranque de Ríos. 240 págs.
196. Emilio Náñez Fernández: El diminutivo (Historia y funciones en
el español clásico y moderno). 458 págs.
197. Andrew P. Debicki: La poesía de Jorge Guillen. 362 págs.
198. Ricardo Doménech: El teatro de Buero Vallejo (Una meditación
española). 372 págs.
199. Francisco Márquez Villanueva: Fuentes literarias cervantinas.
374 págs.
200. Emilio Orozco Díaz: Lope y Góngora frente a frente. 410 págs.
201. Charles Muller: Estadística lingüística. 416 págs.
202. Josse de Kock: Introducción a la lingüística automática en las
lenguas románicas. 246 págs.
203. Juan Bautista Avalle-Arce: Temas hispánicos medievales (Litera¬
tura e historia). 390 págs.
204. Andrés R. Quintián: Cultura y literatura españolas en Rubén
Darío. 302 págs.
205. E. Caracciolo Trejo: La poesía de Vicente Huidobro y la van¬
guardia. 140 págs.
206. José Luis Martín: La narrativa de Vargas Llosa (Acercamiento
estilístico). 282 págs.
207. Use Nolting-Hauff: Visión, sátira y agudeza en los «Sueños» de
Quevedo. 318 págs.
208. Alien W. Phillips: Temas del modernismo hispánico y otros es¬
tudios. 360 págs.
209. Marina Mayoral: La poesía de Rosalía de Castro. Con un prólo¬
go de Rafael Lapesa. 596 págs.
210. Joaquín Casalduero: «Cántico» de Jorge Guillén y «Aire nues¬
tro». 268 págs.
211. Diego Catalán: La tradición manuscrita en la «Crónica de Al¬
fonso XI». 416 págs.
212. Daniel Devoto: Textos y contextos (Estudios sobre la tradición).
610 págs.
213. Francisco López Estrada: Los libros de pastores en la literatura
española (Ixi órbita previa). 576 págs. 16 láminas.
214. André Martinet: Economía de los cambios fonéticos (Tratados de
fonología diacrónica). 564 págs.
215. Russell P. Sebold: Cadalso: el primer romántico «europeo» de
España. 296 págs.
216. Rosario Cambria: Los toros: tema polémico en el ensayo es¬
pañol del siglo XX. 386 págs.
217. Helena Percas de Ponseti: Cervantes y su concepto del arte
(Estudio crítico de algunos aspectos y episodios del «Quijote»).
2 vols.
218. Goran Hammarstrdm: Las unidades lingüísticas en el marco de
la lingüística moderna. 190 págs.
219. H. Salvador Martínez: El «Poema de Almería» y la épica romá¬
nica. 478 págs.
220. Joaquín Casalduero: Sentido y forma de «Los trabajos de Persi-
les y Sigismunda». 236 págs.
221. Cesáreo Bandera: Mimesis conflictiva (Ficción literaria y violen¬
cia en Cervantes y Calderón). Prólogo de René Girard. 262 págs.
222. Vicente Cabrera: Tres poetas a la luz de la metáfora: Salinas,
Alevcandre y Guillén. 228 págs.
223. Rafael Ferreres: Verlaine y los modernistas españoles. 272 págs.
224. Ludwig Schrader: Sensación y sinestesia. 528 págs.
225. Evelyn Picón Garfield: ¿Es Julio Cortázar un surrealista? 266 págs.
226. Aniano Peña: Américo Castro y su visión de España y de Cer¬
vantes. 318 págs.
227. Leonard R. Palmer: Introducción crítica a la lingüística descrip¬
tiva y comparada. 586 págs.
228. Edgar Pauk: Miguel Delibes: Desarrollo de un escritor (1947-
1974). 330 págs.
229. Mauricio Molho: Sistemática del verbo español (Aspectos, modos,
tiempos). 2 vols.
230. José Luis Gómez-Martínez: Américo Castro y el origen de los
españoles: Historia de una polémica. 242 págs.
231. Francisco García Sarriá: Clarín y la herejía amorosa. 302 págs.
232. Ceferino Santos-Escudero: Símbolos y Dios en el último Juan
Ramón Jiménez (El influjo oriental en «Dios deseado y
deseante»). 566 págs.
233. Martín C. Taylor: Sensibilidad religiosa de Gabriela Mistral.
Preliminar de Juan Loveluck. 332 págs.
234. De la teoría lingüística a la enseñanza de la lengua. Publicada
bajo la dirección de Jeanne Martinet. 262 págs.
235. Jürgen Trabant: Semiología de la obra literaria (Glosemática y
teoría de la literatura). 370 págs.
236. Hugo Montes: Ensayos estilísticos. 186 págs.
237. P. Cerezo Galán: Palabra en el tiempo (Poesía y filosofía en
Antonio Machado). 614 págs. ^ _
238. M. Durán y R. González Echevarría: Calderón y la crítica
Historia y antología. 2 vols.
239. Joaquín Artiles: El «Libro de Apolonio», poema español del si¬
glo XIII. 222 pags. _ _ ..
240. Ciríaco Morón Arroyo: Nuevas meditaciones del «Quijote». .66
páginas.
241. Horst Geckeler: Semántica estructural y teoría del campo léxico.
390 págs.
242. José Luis L. Aranguren: Estudios literarios. 350 págs.
243. Mauricio Molho: Cervantes: raíces folklóricas. 358 págs.
244. Miguel Ángel Baamonde: La vocación teatral de Antonio Ma¬
chado. 306 págs.
245. Germán Colón: El léxico catalán en la Romanía. 542 págs.
246. Bemard Pottier: Lingüística general (Teoría y descripción). 426
páginas.
247. Emilio Carilla: El libro de los «Misterios» («El lazarillo de ciegos
caminantes»), 190 págs.
248. José Almeida: La crítica literaria de Fernando de Herrera. 142 págs.
249. Louis Hjelmslev: Sistema lingüístico y cambio lingüístico. 262 págs.
250. Antonio Blanch: La poesía pura española (Conexiones con la
cultura francesa). 354 págs.
251. Louis Hjelmslev: Principios de gramática general. 380 págs.
252. Rainer Hess: El drama religioso románico como comedia reli¬
giosa y profunda (Siglos XV y XVI). 334 págs.
253. Mario Wandruszka: Nuestros idiomas: comparables e incompa¬
rables. 2 vols.
254. Andrew P. Debicki: Poetas hispanoamericanos contemporáneos
(Punto de vista, perspectiva, experiencia). 266 págs.
255. José Luis Tejada: Rafael Alberti, entre la tradición y la van¬
guardia (Poesía primera: 1920-1926). 650 págs.
256. Gudula List: Introducción a la psicolingüística. 198 págs.
257. Esperanza Gurza: Lectura existencialista de «La Celestina».
352 págs.
258. Gustavo Correa: Realidad, ficción y símbolo en las novelas de
Pérez Galdós (Ensayo de estética realista). 308 págs.
259. Eugenio Coseriu: Principios de semántica estructural. 248 págs
260. Othón Arróniz: Teatros y escenarios del Siglo de Oro. 272 págs.
261. Antonio Risco: El Demiurgo y su mundo: Hacia un nuevo en¬
foque de la obra de Valle-Inclán. 310 págs.
262. Brigitte Schlieben-Lange: Iniciación a la sociolingüística. 200 págs.
263. Rafael Lapesa: Poetas y prosistas de ayer y de hoy (Veinte es¬
tudios de historia y crítica literarias). 424 págs.
264. George Camamis: Estudios sobre el cautiverio en el Siglo de
Oro. 262 págs.
265. Eugenio Coseriu: Tradición y novedad en la ciencia del lenguaje
(Estudios de historia de la lingüística). 374 págs.
266. Robert P. Stockwell y Ronald K. S. Macaulay (eds.): Cambio
lingüístico, y teoría generativa. 398 págs.
267. Emilia de Zuleta: Arte y vida en la obra de Benjamín Jarnés.
278 págs.
268. Susan Kirkpatrick: Larra: el laberinto inextricable de un román¬
tico liberal. 298 págs.
269. Eugenio Coseriu: Estudios de lingüística románica. 314 págs.
270. James M. Anderson: Aspectos estructurales del cambio lingüís¬
tico. 374 págs.
271. Carlos Bousoño: El irracionalismo poético (El símbolo). 458 págs.
272. Eugenio Coseriu: El hombre y su lenguaje (Estudios de teoría
y metodología lingüística). 270 págs.
273. Christian Rohrer: Lingüística funcional y gramática transforma¬
tiva (La transformación en francés de oraciones en miembros
de oración). 324 págs.
274. Alán Francis: Picaresca, decadencia, historia (Aproximación a
una realidad histórico-literaria). 230 págs.
275. Jean-Louis Picoche: Un romántico español: Enrique Gil y Carras¬
co (1815-1846). 398 págs.
276. Pedro Ramírez Molas: Tiempo y narración (Enfoques de la tem¬
poralidad en Borges, Carpentier, Cortázar y García Márquez).
218 págs.
277. Michel Pécheux: Hacia el análisis automático del discurso.
374 págs.
278. Dámaso Alonso: La «Epístola Moral a Fabio», de Andrés Fer¬
nández de Andrada (Edición y estudio). 4 láminas. 286 págs.
279. Louis Hjelmslev: La categoría de los casos (Estudio de gramá¬
tica general). 346 págs.
280. Eugenio Coseriu: Gramática, semántica, universales (Estudios de
lingüística funcional). 270 págs.
281. André Martinet: Estudios de sintaxis funcional. 342 págs.
282. Germán de Granda: Estudios lingüísticos hispánicos, afrohispá-
nicos y criollos. 522 págs.
283. Francisco Marcos Marín: Estudios sobre el pronombre. 332 págs.
284. John P. Kimball: La teoría formal de la gramática. 222 págs.
285. Antonio Carreño: El Romancero lírico de Lope de Vega. Premio
«Ramón Menéndez Pidal» de la Real Academia Española.
302 págs.
III. MANUALES
IV. TEXTOS
V. DICCIONARIOS
VIII. DOCUMENTOS
IX. FACSIMILES
63 0 71099
O)
TRENT UNIVERSITY
DATE ISSUED TO 2
'¿¿m