Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Administración de Seguros
Actividad Investigativa
Proceso de negociación y atención al cliente de seguros
El principal problema que tiene el agente de seguros en estos tiempos es Internet.
Cuando alguien necesita un seguro, es fácil acudir a cualquiera de las webs
especializadas en comparar las distintas pólizas y recomendar la que más te conviene.
Éste, en parte, era el trabajo que hacía el agente de seguros. Por eso el agente de
seguros debe estar cada vez más especializado.
Los comienzos de la profesión de agente de seguros son muy duros. Vas a recibir
muchas negativas antes de hacer tu primera venta.
No te centres en los aspectos técnicos de una póliza de seguros. Céntrate más bien en
las ventajas que tiene tener una póliza de seguros. Por ejemplo, explica cómo una
determinada póliza de seguros puede ayudar al cliente a pagar la hipoteca de la casas
en el caso en que caiga enfermo o sufra un accidente. Haz que la conversación gire en
torno a las necesidades del cliente, no en torno a las características del producto.
A veces no es posible hacer que el cliente contrate una póliza de seguros en la primera
visita. A veces el cliente necesita tomarse su tiempo y meditar un poco antes de
decidirse.
Este suele ser el caso para los productos de ahorro o para los seguros de vida. Por eso
es importante que le dejes al cliente un folleto que explique las principales
características de la póliza que le quieres vender. No te olvides de darle tu tarjeta de
visita al cliente y deja claro que te puede llamar si tiene cualquier duda al respecto.
Fijar metas y objetivos te ayuda a alcanzar el éxito. Por ejemplo ¿cuántas visitas vas a
hacer a la semana? Asegúrate de que los objetivos son realistas. Pensar que vas a
cerrar el 100% de ventas es utópico. En el mundo de los seguros el porcentaje de éxito
es muy pequeño.
Pero puedes proponerte mejorar tus resultados un 10% con respecto a los del año
pasado. Los objetivos de tipo incremental son más fáciles de conseguir que las cifras
absolutas. Además, al competir contigo mismo, es más fácil sentirse bien después de
alcanzar el objetivo.
Discusión
Este es el momento donde ambas partes muestran sus opiniones y creencias sobre la
cosa a negociar. Las partes tratan de persuadirse mutuamente razonando. En esta fase
hay que mantener la calma llevando a cabo una discusión sosegada, sin alzar la voz y
sin ponerse nervioso pues son muestras de inseguridad y necesidad lo que la otra
parte utilizará en tu contra.
Tan importante son las palabras como las señales. Tocarse mucho el pelo, frotarse las
manos, moverse de la silla… son rasgos de nerviosismo que se deben evitar. En el
momento de las señales se debe ofrecer una imagen de seguridad y convencimiento.
Propuestas
Aquí es cuando, una vez debatido el asunto de la negociación, se debe formular la
oferta o petición diferente a la posición inicial. Se trata de enumerar las debidas
concesiones y peticiones con el objetivo de alcanzar un determinado acuerdo. Lo
habitual es que, una vez hechas las propuestas, existan discrepancias y es en este
momento cuando se busca obtener algo a cambio de renunciar a algo.
Cierre y acuerdo
Una vez discutidas las propuestas, de ambas partes, se debe llegar a un acuerdo por lo
que resumir lo acordado y conseguir que la otra parte acepte el resumen será el punto
y final del proceso.
Bibliografía
https://www.axiomafv.com/tecnicas-venta-seguros/
https://www.apuntesgestion.com/b/las-4-fases-mas-importantes-de-una-negociacion/