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Carta a García en una realidad social

Es cierto que en la actualidad hay muchas personas que no tienen la mejor disposición para

llevar a cabo sus tareas, y esto viene desde hace mucho tiempo y se ha acentuado en la época

contemporánea por diferentes causas, pero en el caso de los trabajadores depende de muchos

factores, dentro de estos que están bajo el control de los empleadores se encuentra, el entorno de

trabajo.

En la carta a García se simpatiza con la idea de una persona que no se queje por ninguna

circunstancia y cumpla con su deber casi a la perfección, haciendo hincapié en la actitud de los

trabajadores, lo cual es muy cierto, pero a su vez muy generalizado y como se mencionó

anteriormente no se tiene en cuenta el ambiente de trabajo en el laboran estas personas, sino que

se estandariza como algo muy ideal, lo cual se aleja de la realidad de muchos trabajadores.

Analicemos el caso que nos relata esta obra, pero en un contexto más actual, nos presenta un

empleado el cual no tiene iniciativa ni disciplina para realizar sus labores y cuestiona sus

responsabilidades, básicamente actúa sin “ganas” de trabajar. Ahora, vemos como se describe

muy ampliamente los defectos de este hombre y se enaltece a aquel que tiene un comportamiento

soñado, pero no se habla de las condiciones en las que desempañan sus deberes, ni el trato que se

le da a cada uno, y mucho menos de algún tipo de motivación en su entorno.

Hablando más puntualmente sobre esto, en el caso de una persona que labora en Google o

Facebook, compañías las cuales se preocupan por el bienestar de sus empleados tanto físico como

mental y les proporciona todas las herramientas para su comodidad y el desarrollo óptimo de sus

deberes, aplica ciertamente el caso de la Carta a García, pero tratándose de alguien al que su

empresa no apoya como miembro, no se le da un espacio de trabajo de calidad y se le da un trato


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mínimo o malo, resulta imposible juzgarlo bajo estos hechos. Es importante reconocer como

empleador, que el ambiente al que se somete a los trabajadores influye directamente en su

rendimiento y dinamismo.

Después de haber analizado estos puntos concluimos que, Elbert Hubbard tiene razón en

cuanto a la actitud de gran parte de la sociedad, pero en cuanto al ámbito profesional lo que nos

plantea resulta valido siempre y cuando se hable de un entorno ideal, en el que se le proporciona

todos los instrumentos para que el individuo cumpla a cabalidad con sus obligaciones, ya que,

como seres pensantes y sensibles, actuamos de acuerdo a los estímulos que recibimos, es decir

una empresa que invierta inteligentemente en recursos humanos, obtendrá excelentes resultados.

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