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TEMA #3

Aptitud

Es la habilidad o postura que posee una persona o cosa para efectuar una


determinada actividad o la capacidad y destreza que se tiene para el desarrollo
y buen desempeño de un negocio, industria, arte, deporte, entre otros.
La palabra aptitud proviene del latín aptus que significa “capaz para”.

De esta forma, se entiende que el término aptitud puede aplicarse en diferentes


entornos en los cuales se desarrolla el ser humano, tanto en los que se involucran
las capacidades cognitivas, como físicas, biológicas, laborales, analíticas, entre
otros.

Por ejemplo, al momento de buscar un empleo se debe preparar y entregar o


enviar un curriculum vitae u hoja de vida, en el cual se exponen las aptitudes
profesionales o sobresalientes que identifican al candidato que se postula para
un cargo en específico.
Estas cualidades son las que describen al individuo como el candidato idóneo y
competente para obtener el empleo solicitado, buscan resaltar sobre los demás
candidatos. Algunas aptitudes profesionales pueden ser la responsabilidad,
honestidad, capacidad para trabajar en grupo y bajo presión, creatividad,
dinamismo, entre otros.

Actitud:

Es el comportamiento que emplea un individuo para hacer las labores. En este


sentido, se puede decir que es su forma de ser o el comportamiento de actuar,
también puede considerarse como cierta forma de carácter, por tanto, secundario,
frente a la motivación biológica, de tipo primario que impulsa y orienta la acción
hacia determinados objetivos y metas.

Diferencia entre aptitud y actitud:

Actitud y aptitud son dos términos muy importantes a la hora de buscar trabajo.
Ambos son importantes cuando te presentas como una opción a una empresa, ya
que no sólo debes aportar tus conocimientos, sino tu motivación y positividad.

Tanto actitud como aptitud son igual de importantes en el mercado laboral. Estas
son las cualidades más valoradas por las empresas y ellas nos diferencian de la
competencia. Por eso, es muy importante tener definidas nuestras aptitudes y
actitudes en nuestro CV y saber demostrarlas en una entrevista de trabajo.

Diferencia entre actitud y aptitud

Actitud en la empresa

La actitud es nuestra personalidad y la capacidad que tenemos para resolver una


situación laboral o para saber estar en una reunión de trabajo, por ejemplo.

Es la forma con la que haces las cosas y tu predisposición. Es decir, la actitud es


el comportamiento que tienes en el trabajo y que forma parte de tu personalidad.
Tener buena actitud en el trabajo es importante porque es lo primero que los
demás ven de nosotros mismos. De nada sirve tener un CV de 10 si tu actitud no
es de matrícula. A las personas con buena actitud todo el mundo las quiere en su
equipo.

Aptitud en el trabajo

La aptitud es aquello que sabemos. Son nuestros conocimientos adquiridos, todo


lo que hemos ido aprendiendo a lo largo de nuestra vida académica y con
nuestras experiencias laborales. Es la capacidad que tenemos para realizar
cualquier función.

La importancia de la aptitud en el trabajo parte es evidente: existen muchos


puestos de trabajo a los que no puedes optar si no tienes las aptitudes necesarias
para ello.

Aptitud vs actitud

Tener aptitudes sobre un ámbito concreto de conocimiento hará que podamos


optar a mejores puestos de trabajo, pero, hoy en día, el valor personal, la actitud, y
el saber estar es un valor añadido que se tiene muy en cuenta.
Puedes tener un currículum excelente, y obviamente llamarás con él la atención
de tus jefes en el trabajo. Pero si no acompañas tus logros con la actitud que se
espera de ti, puedes fracasar. La motivación, el ánimo y la capacidad de transmitir
esa energía positiva a tus compañeros son un requisito indispensable para el
trabajo, que en la mayoría de los casos suele ser en equipo.

La aptitud en el trabajo es tan importante como la actitud.

actitud y aptitud en el trabajo

Cuando tengas que presentarte a una entrevista de trabajo debes tener en cuenta
tus puntos fuertes y débiles. Lo importante de todo es exponer a tu futura empresa
no solo los conocimientos que tienes (tu aptitud), sino el compromiso que quieres
adquirir cuando entres a trabajar (tu actitud). Para conocer nuestras aptitudes y
actitudes necesitamos ser sinceros con nosotros mismos y saber cuáles son
nuestras limitaciones y nuestras fortalezas.

Debemos enumerar en una lista nuestras aptitudes, lo que nosotros sabemos


hacer, y también las actitudes, qué podemos hacer y cómo. Estas listas exponen
de forma clara lo que podemos ofrecer a una empresa en el plano personal y
laboral. Esta estrategia es muy favorable para las entrevistas de trabajo, pues se
deja claro desde un primer momento qué funciones podemos desempeñar y de
qué manera

Conducta:

Se denomina conducta a un tipo de comportamiento recurrente en el tiempo y que


puede considerarse estrechamente vinculado con la personalidad de quien lo
ostenta. La conducta puede ser buena o mala según incurra en circunstancias
beneficiosas o perjudiciales para las demás personas. Cuando un tipo de conducta
recurrente consiste en un beneficio tanto para quien la muestra como para los
demás, puede hacerse referencia a una virtud; por el contrario, cuando un tipo de
conducta tiene consecuencias negativa para quien la mantiene como también para
terceros, puede hacerse referencia a un vicio. Otra forma de hacer mención a una
conducta es bajo el concepto de hábito, esto es, un determinado comportamiento
que guarda una cierta recurrencia en el tiempo.
Moldear una conducta en ocasiones no resulta fácil. En efecto, el ambiente, las
disposiciones naturales, la influencia de circunstancias excepcionales, hacen que
en determinadas ocasiones sea un verdadero problema reflejar conductas lo más
conveniente posibles. No obstante, su desarrollo es de enorme importancia puesto
que de alguna manera estas guardan relación con el futuro de la persona en
cuestión. En efecto, generar buenos hábitos es fundamental y de enorme
relevancia para que un ser humano se desarrolle de la mejor forma posible. Un
fracaso en esta tarea y las consecuencias pueden ser desastrosos. Al hecho de
intentar generar conductas positivas recurrentemente se lo denomina proactividad
y guarda relación ineludible con la posibilidad de generar beneficios tanto propios
como para los demás.

La conducta en los más pequeños suele ser considerada por los padres como un
tema de importancia y ciertamente lo es. No obstante, como en los cortos años de
infancia se carece de una razón desarrollada como para tomar conciencia de la
importancia d vigilar los malos comportamientos, puede decirse que los factores
ambientales tienen una preponderancia más que relevante en la conducta que
muestran los niños. En efecto, si un infante se cría en un contexto de afecto y
apoyo es más probable que desarrolle una conducta equilibrada; caso contrario,
puede mostrar problemas en este sentido, problemas que lamentablemente
pueden tener consecuencias en el futuro cuando si se mantienen persistentes.

Para finalizar, es importante también señalar que la conducta que una persona
muestra cotidianamente tiene grandes consecuencias en la confianza que los
demás le profesan. En este sentido, cualquier comportamiento que dé cuenta de
una coherencia entre lo que se dice y lo que se lleva a la práctica conllevará el
beneplácito ajeno y la consecuente generación de confianza.

Relación entre actitud y conducta en el trabajo:

A una persona de la cual, se conoce cuáles son sus actitudes no se puede


predecir cual va a ser su conducta. Son muy pocos los casos en los que se puede
establecer relaciones entre actitudes y conducta. Para poder llegar a prever una
conducta, hay que conocer muy profundamente unas actitudes muy específicas.

Normalmente lo que la gente dice sobre sus propias actitudes suele ser mentira y
esto sucede porque no conocemos casi ninguna de nuestras actitudes respecto a
los objetos. Y no conocemos estas actitudes hasta que tenemos que actuar frente
a un objeto. Con esto se deja aún más claro que las actitudes no influyen tanto en
la conducta, es más, a veces, incluso son las conductas las que determinan las
actitudes. Esta relación entre conducta y actitud está sometida por lo que los
psicoanalistas llaman el “deseo inconsciente”.

EL CAMBIO DE LAS ACTITUDES

Por el contrario de lo dicho anteriormente las actitudes sí que influyen en la


conducta social. Por eso quienes intentan cambiar las conductas de las personas
se centran en cambiar las actitudes. Hay muchos ejemplos de esto: los padres que
intentan influir en la conducta de los hijos o los maestros que intentan influir en los
alumnos.

La psicología defiende que hay dos formas de cambiar las actitudes: la forma de la
naturaleza cognitiva y la de la naturaleza afectiva.

• Naturaleza cognitiva: se utiliza en las personas motivadas y que saben bien que
desean. Esta es una forma muy útil y se llega a producir este cambio de actitudes
esta nueva actitud durará mucho tiempo. Esta Naturaleza suele ser mucho más
efectiva en publicidad.

• Naturaleza afectiva: esta forma de cambio no es tan clara como la cognitiva, sino
que intenta producir un cambio mediante claves. Si se llega a producir este
cambio, es un cambio temporal y no perdurará durante mucho tiempo.

La conducta se ve altamente influida por lo social. Se identifica, por supuesto en la


motivación (razones y emociones). Es decir al suscitado por necesidades. La
motivación es una conducta o actitud del consumidor para conseguir un bien.
Pueden ser biológicas, sicológicas y sociales, aprendidas o instintivas. Toda
conducta se inicia con la motivación, una necesidad estimulada que el sujeto trata
de satisfacer. Uno o más motivos en el interior de una persona desencadenan a la
conducta hacia una meta que supuestamente procurará satisfacción.
La actitud está relacionada con la conducta. Actitud: Estado psicológico que
orienta la acción hacia un objeto por medio de su evaluación.Existen artículos que
han puesto en duda ésta conexión entre actitud y conducta:

LaPiere, en "Actitudes frente a acciones". Kraus señala los graves errores


cometidos en la realización de su trabajo, que invalidan por completo sus
conclusiones. Sin embargo, hoy en día se le sigue citando.

En fechas más recientes: Wicker: Las correlaciones entre actitud y conducta no


superan el valor 0

Como consecuencia de LaPiere y Wicker, se produce en los 70, una reacción de


la Psicología Social, con el fin de demostrar que sí existe conexión entre actitud y
conducta. Dos grandes desarrollos de la investigación:

El "modelo MODE".

La teoría de la acción razonada y planificada.

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