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CAPíTULO

Tipos de fibras musculares

M. Morán Bermejo

El músculo esquelético es un tejido capaz de la velocidad de acortamiento de las fibras. Hoy en


hacer frente un amplio rango de demandas funcio- día, las distintas isoformas de MHC se pueden
nales, desde realizar movimientos de gran precisión diferenciar por medio de técnicas histoquímicas,
para los que se requiere poca fuerza, hasta contrac- inmunológicas y electroforéticas sumamente pre-
ciones máximas, pasando por el mantenimiento de cisas (Fig. 5.1). Así, se reconocen en los mamífe-
la postura del cuerpo. Esta versatilidad del múscu- ros cuatro tipos de fibras musculares: fibras de tipo
lo esquelético se debe, en parte, a la existencia de I, que son de contracción lenta, y fibras tipo II, de
varios tipos de células o fibras musculares, que contracción rápida, de las cuales existen tres sub-
poseen características funcionales, metabólicas y tipos: IIA, IID o IIX y IIB. En el ser humano sólo
moleculares distintas. Los diferentes tipos de fibras
se encuentran en proporciones variables dentro de
A B
cada músculo. Así, cada uno de ellos es un mosai- IIX IIX
co con diversas proporciones de los distintos tipos IIAX
I IIAX
de fibras, lo que le confiere propiedades especiales I
IA

IIA IA
I+I

y una perfecta adaptación a la tarea funcional para IIA


I+I

la que está destinado.


Actualmente la clasificación de las fibras
musculares se realiza en función del tipo de mio-
sina presente en la célula y de la velocidad de acor-
tamiento de la fibra (Schiaffino y Reggiani, 1996). C D
Estos dos parámetros están íntimamente relacio- IIX IIX
nados entre sí, ya que es el tipo (o isoforma) de IIAX
IIAX I
miosina presente en la fibra el principal determi-
A

I
IA

I
I+I

nante de la velocidad de contracción de la célula, IIA


I+I

IIA
debido a que la miosina es el «motor» de la con-
tracción (Bottinelli y Reggiani, 2000). La molécu-
la de miosina se compone de seis proteínas más
pequeñas; dos de ellas reciben el nombre de cade-
nas pesadas, y las otras cuatro el de cadenas lige- Figura 5.1. Secciones transversales de una biopsia de múscu-
ras. Es precisamente el tipo o isoforma de cadena lo vasto lateral humano teñidas con anticuerpos específicos de
las distintas isoformas de cadenas pesadas de la miosina.
pesada de la miosina (MHC del inglés Myosin Se muestran tanto fibras puras (I, IIA, IIX) como híbridos (IIAX,
Heavy Chain) el que determina en mayor medida I + IIA). (Cortesía del doctor José Luis López Rivero.)
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encontramos fibras de los tipos I, IIA y IIX. Se ha embargo, la principal proteína de los filamentos
comprobado que las fibras que antes se clasifica- finos, la actina, no presenta distintas isoformas según
ban como IIB son realmente fibras IIX1. el tipo de fibra musculoesquelética. En general,
Los distintos tipos y subtipos de fibras, además podemos decir que existe una coordinación entre la
de presentar diferentes isoformas de miosina y velo- expresión de la MHC y del resto de proteínas mio-
cidad de contracción, se diferencian en diversos fibrilares de la célula muscular con el objeto de que
aspectos, como su metabolismo, capacidad de alma- haya una perfecta asociación funcional entre ellas.
cenamiento de calcio, distribución, etc. (Tabla 1). Otra característica de las fibras de tipo I, que es
detectable por medio de microscopía electrónica,
FIBRAS TIPO I (LENTAS, OXIDATIVAS O ST) es el mayor grosor de la línea Z (Bottinelli y Reggia-
ni, 2000). Este hecho refleja el mayor solapamien-
Aparato contráctil
to entre los filamentos finos de sarcómeros adya-
Las fibras musculares tipo I presentan una iso- centes, que tiene lugar en las fibras de tipo I frente
forma de cadena pesada de la miosina denominada a las de tipo II.
MHC-β/show (Schiaffino & Reggiani, 1996), cuya El sistema contráctil de las fibras tipo I se dis-
actividad ATPasa es la de menor velocidad máxima pone en miofibrillas, que son más escasas que en
(Vmax) dentro de la familia de las MHC. Es decir, las las fibras tipo II, con lo que queda una mayor pro-
fibras de tipo I son las que más despacio hidrolizan porción de sarcoplasma libre.
el ATP para contraerse. Este fenómeno determina a
su vez que la velocidad máxima de acortamiento de Sistema de acoplamiento
las fibras sea la menor dentro de los distintos tipos excitación-contracción
de fibras, y es por esta razón por lo que se han deno- En general, este tipo de fibras presenta un menor
minado fibras lentas. Asimismo, las fibras I expresan desarrollo de los componentes celulares que inter-
cadenas ligeras de la miosina características de este vienen en el acoplamiento excitación-contracción
tipo de fibra, ya que existe una estrecha coordina- (túbulos transversales, retículo sarcoplásmico y pro-
ción entre la expresión de las cadenas pesadas y lige- teínas asociadas a ellos). Esto es así debido a que
ras dentro de una misma célula muscular. los potenciales de acción son transmitidos con
Otras proteínas componentes de la maquinaria menor frecuencia en estas unidades motoras, por lo
contráctil también presentan isoformas caracterís- que las fibras disponen de un período de tiempo
ticas del tipo de fibra. Éste es el caso de las proteí- más largo para relajarse tras cada contracción, de
nas reguladoras troponina y tropomiosina. Sin modo que no necesitan un gran desarrollo de estos

Tabla 1
Principales características diferenciadoras de los distintos tipos metabólicos de fibras musculares

Lentas (tipo I) Intermedias (tipo IIA) Rápidas (tipo IIX)

Diámetro Intermedio Grande Pequeño


Grosor de línea Z Ancho Intermedio Estrecho
Contenido de glucógeno Bajo Intermedio Alto
Resistencia a la fatiga Alta Intermedia Baja
Capilares Muchos Muchos Pocos
Contenido de mioglobina Alto Alto Baja
Velocidad de contracción Lenta Rápida Rápida
Actividad ATPasa Baja Alta Alta
Sistema energético predominante Aeróbico Combinado Anaeróbico
Motoneurona Pequeña Grande Grande
Descarga Baja Alta Alta
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sistemas para relajarse a gran velocidad. Dicho fenó- El receptor de rianodina (RyR) es otro compo-
meno permite un ahorro energético y una mayor nente fundamental del RS que se localiza en la
resistencia a la fatiga. membrana de éste, y que actúa como canal a través
Los túbulos transversales, o túbulos T, son inva- del cual el Ca2+ sale del RS al sarcoplasma. El tipo
ginaciones del sarcolema que penetran radialmen- de RyR presente en las fibras I es la misma isofor-
te en el interior de las fibras, constituyendo una red ma que se encuentra en las fibras de tipo II; no obs-
llamada sistema de túbulos T. Su función es trans- tante, parece que el funcionamiento de este canal
mitir el potencial de acción desde el sarcolema (SL) no es igual en fibras rápidas y lentas.
al interior de la fibra, induciendo la liberación al
sarcoplasma del Ca2+ acumulado en el retículo sar- Metabolismo energético
coplásmico (RS). A su vez, este Ca2+ liberado al sar- Las fibras de tipo I obtienen la mayor parte del
coplasma se une a la troponina C e induce la con- ATP para la contracción del metabolismo aeróbi-
tracción de las miofibrillas. En las fibras lentas, los co; es decir, de las vías metabólicas dependientes
túbulos T presentan menor superficie de membra- de la presencia de O2 en la célula. Para disponer
na, y suponen un menor porcentaje del volumen de un adecuado aporte de este gas presentan una
celular que en las fibras de tipo II. Una de las prin- serie de adaptaciones, como por ejemplo estar irri-
cipales proteínas de los túbulos T es el receptor gadas por capilares tortuosos y muy anastomosa-
de dihidropiridinas (DHPR), que actúa como sen- dos, lo que les permite aumentar la superficie de
sor de potencial de las fibras. Los DHPR son me- intercambio gaseoso y de sustratos energéticos y
nos abundantes en estas fibras tipo I que en las de deshechos con la sangre. Asimismo, presentan ele-
tipo II. vadas concentraciones de mioglobina que les per-
Las fibras tipo I presentan un retículo sarcoplás- miten captar gran cantidad de O2 sanguíneo. Dicho
mico menos abundante que las fibras tipo II, por lo O2 se emplea en este tipo de fibras para la oxida-
que poseen una menor capacidad de almacenamien- ción de los sustratos energéticos a través del ciclo
to de Ca2+. La proteína Ca2+-ATPasa es un enzima de los ácidos tricarboxílicos —o ciclo de Krebs—
que se localiza en la membrana del RS, y cuya fun- y de la fosforilación oxidativa, mientras que la uti-
ción es la de volver a introducir el ión Ca2+ en el lización de la glucólisis para obtención de ATP es
retículo sarcoplásmico (hidroliza el ATP a ADP y Pi menor. Por esta razón presentan mitocondrias rela-
para obtener la energía necesaria para el bombeo tivamente grandes y numerosas en su sarcoplas-
del ión) para que tenga lugar la relajación de la ma, con elevado contenido de enzimas de la cade-
maquinaria contráctil. En las fibras lentas se pre- na respiratoria y del ciclo de Krebs (Taylor y
senta una isoforma de Ca2+-ATPasa (SERCA 2a), Bachman, 1999). El importante desarrollo del
que existe sólo en estas fibras y en células cardía- metabolismo oxidativo en estas fibras hace que los
cas. Esta SERCA 2a se diferencia de la presente en sustratos utilizados preferentemente sean los tri-
las fibras tipo II, en que está regulada por su inter- glicéridos y los hidratos de carbono, de los cuales
acción con la proteína fosfolambano que la inhibe. poseen importantes almacenes. Las fibras de tipo
El fosfolambano también se expresa únicamente en I han sido muchas veces clasificadas como SO (del
las fibras tipo I y en cardiomiocitos, y su fosforila- inglés slow-oxidative) precisamente por su baja velo-
ción por estimulación β-adrenérgica conduce al cese cidad de contracción y su metabolismo altamente
de la interacción de éste con la Ca2+-ATPasa, con oxidativo.
lo que la enzima se activa. Otras proteínas que están La velocidad de propagación del impulso nervio-
implicadas en la homeostasis del Ca2+, y que se loca- so en el axón que inerva a estas fibras es relativamen-
lizan en el lumen del RS, son la calsecuestrina y la te baja (60-70 m · s-1 frente a los 80-98 m · s-1 en las
parvalbúmina. Ambas son proteínas que unen Ca2+ neuronas que inervan a las fibras II), siendo el axón
y que ayudan a acumularlo en el interior de este de pequeño calibre con un bajo nivel de excitación,
orgánulo. La primera de ellas, la calsecuestrina, es al contrario de lo que ocurre en las fibras tipo II
la misma que se encuentra en las fibras de tipo II, (principio de tamaño).
pero además se halla una cierta cantidad de la iso- En resumen podemos decir que las fibras de tipo
forma de calsecuestrina cardíaca. Respecto a la par- I presentan baja velocidad miosín ATPasa y de acor-
valbúmina, en las fibras lentas prácticamente es tamiento, bajo desarrollo de los sistemas implicados
inexistente. en la homeostasis del Ca2+ y una gran capacidad oxi-
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dativa. Estas características las convierten en célu- más desarrollado en las fibras rápidas. Prueba de ello
las bien adaptadas para la realización de ejercicios es que los túbulos T representan un mayor volumen
aeróbicos y prolongados. respecto al volumen celular total, y que presentan
mayores niveles de DHPR (entre tres y cinco veces
FIBRAS TIPO II más) que las fibras tipo I (Bottinelli y Reggiani,
2000). Asimismo el RS se encuentra mucho más
En general, las fibras de tipo II presentan una
desarrollado en las fibras II. La isoforma presente de
velocidad de contracción de tres a cinco veces mayor
Ca2+-ATPasa es la SERCA 1a, que se encuentra en
que las de tipo I (Bottinelli y Reggiani, 2000). Den-
todos los subtipos de fibras rápidas. Además de ser
tro de este grupo de fibras tipo II, encontramos dis-
una isoforma distinta de la existente en las fibras I,
tintos subgrupos que se diferencian fundamental-
es entre cinco y siete veces más abundante que en
mente en el tipo de miosina que expresan, y por tanto
éstas. La principal proteína ligante de Ca2+, la cal-
en su velocidad de contracción. En general, las fibras
secuestrina, es la misma que la de las fibras I, como
IIB constituirían la forma más rápida, con un meta-
ya se ha mencionado. Respecto a la parvalbúmina,
bolismo más glucolítico, las IIA serían las más len-
ésta es mucho más abundante en las fibras II, y su
tas y de carácter más oxidativo de todas las rápidas,
concentración disminuye en el siguiente orden:
mientras que las IIX o IID presentarían característi-
IIB>IIX>>IIA.
cas intermedias.
Estas características permiten que las fibras de ti-
po II sean capaces de almacenar más cantidad de
Aparato contráctil
Ca2+ y liberarlo al sarcoplasma más rápido, que sus
Pueden presentar varias isoformas de cadena miofibrillas se contraigan con más rapidez, y, por últi-
pesada de miosina, que son las denominadas MHC- mo, que el Ca2+ liberado se introduzca de nuevo en
2A, MHC-2B y MHC-2X (Schiaffino & Reggiani, el RS más rápidamente, con lo que la relajación de
1996). Según la forma expresada, las fibras rápidas las fibras es también más rápida. En definitiva, el pro-
se subdividen en fibras IIA, IIB y IIX. La velocidad ceso de contracción-relajación es más rápido que en
ATPasa de estas isoformas es mayor en la IIB, menor las fibras tipo I.
en la IIA e intermedia en las IIX. Por tanto, la velo-
cidad de contracción de las fibras rápidas es mayor Metabolismo energético
en las IIB, menor en las IIA e intermedia en las IIX.
Las fibras de tipo II son más dependientes de la
En las fibras rápidas, también se encuentran isofor-
glucólisis como fuente de energía que las de tipo I
mas características de las fibras rápidas de las cade-
(por tanto poseen elevadas actividades glucogeno-
nas ligeras de la miosina. En las fibras IIB, existe
líticas y glucolíticas), con menor importancia rela-
un mayor porcentaje de forma llamada MLC-3f, lo
tiva respecto al metabolismo oxidativo, razón por la
que se ha sugerido que tendría relación con la mayor
que presentan una menor densidad mitocondrial y
velocidad de contracción de estas fibras.
mitocondrias más pequeñas. Dentro de los subtipos
Como se ha mencionado, en las fibras rápidas
de fibras rápidas, son las IIB las que poseen mayor
encontramos isoformas «rápidas» tanto de la tropo-
capacidad glucolítica y menor capacidad oxidativa,
miosina como de los tres componentes del comple-
frente a las IIA, que tienen un carácter más oxida-
jo troponina, mientras que la actina presente es la
tivo que glucolítico, y las IIX, que presentan carac-
misma que la que se encuentra en las fibras I
terísticas intermedias entre ambas. Por esta razón,
(Schiaffino & Reggiani, 1996).
antes se denominaba FOG a las fibras que hoy cono-
Las fibras IIA son las de mayor grosor, incluso
cemos como IIA, nombre que procede del inglés
mayor que las de tipo I. No obstante, respecto a la
fast oxidative glycolitic, y FG (del inglés fast glycoli-
maquinaria contráctil podemos decir que la princi-
tic) a las IIB.
pal diferencia entre los tres subtipos de fibras rápi-
En función de las características mencionadas
das es la isoforma de MHC que presenta.
podemos concluir que las fibras II son aquellas de
las que se obtiene una respuesta más rápida y con
Sistema de acoplamiento
mayor tensión cuando se activan, aunque debido a
excitación-contracción
su metabolismo son más rápidamente fatigables. Así
Tal y como ya se ha mencionado, el sistema de pues, parecen particularmente adaptadas a partici-
acoplamiento excitación-contracción se encuentra par en actividades físicas breves e intensas, como
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levantamiento de peso o aquellas que implican formación de unos tipos de fibras en otros, como en
numerosos cambios de ritmo, como el baloncesto, el caso de la electroestimulación crónica de baja fre-
fútbol, hockey sobre hierba... cuencia de los músculos rápidos. Recientemente,
El reclutamiento de las fibras II durante el ejer- se ha comprobado que incluso en condiciones nor-
cicio físico ocurre a elevadas intensidades de traba- males las fibras híbridas pueden ser tan abundan-
jo, y siempre va precedido por el reclutamiento de tes como los tipos «puros». La coexistencia de dis-
las fibras I (Fig. 5.2). Dentro de las fibras II, son las tintas MHC en una fibra, así como las distintas
IIA las que primero se reclutan, seguidas de las IIX proporciones en las que éstas se pueden encontrar,
y de las IIB. Hay que resaltar que es la cantidad de sugieren la posibilidad de que se produzcan transi-
fuerza que se requiere y no la velocidad de contrac- ciones fibrilares en el siguiente orden:
ción lo que determina el reclutamiento de uno u otro
tipo de fibras. Ambos tipos de fibras, lentas y rápi- IIB ↔ IIBX ↔ IIXB ↔ IIX ↔ IIXA ↔ IIAX ↔
das, actúan durante la realización de actividades sub- ↔ IIA ↔ IIC ↔ IC ↔ I
máximas y en ejercicios anaeróbicos, como en las
carreras de media distancia a pie, natación, fútbol o Influencias sobre la distribución
baloncesto, actividades en las que se combinan altos de los tipos de fibra muscular
niveles de ejercicio aeróbico y anaeróbico. La dotación genética es un factor fundamental a
la hora de definir el patrón de distribución de las fibras
FORMAS DE TRANSICIÓN musculares de un individuo. En personas sedenta-
La clasificación general de las fibras no tiene en rias de mediana edad, el porcentaje de fibras I es
cuenta la existencia de las denominadas fibras de un 45-55%, siendo el citado porcentaje ligera-
musculares híbridas, que contienen más de una iso- mente superior en el sexo femenino (Taylor y Bach-
forma de cadena pesada de la miosina. Algunas man, 1999).
fibras contienen tanto la MHC-IIX como la MHC- Es importante tener en cuenta que la composi-
IIB: son las fibras IIXB o IIBX, según posean una ción y distribución de los distintos tipos de fibras
mayor cantidad de una o de otra isoforma, respec- musculares no es igual en todos los tipos de múscu-
tivamente. Otras fibras contienen las MHC-IIX y los de un individuo. Así, existen músculos en los
MHC-IIA: son las fibras IIXA y IIAX, respectiva- seres humanos que presentan siempre el predomi-
mente. Por último, existen fibras que expresan tanto nio de un tipo de fibra: es el caso del sóleo, que
la MHC-IIA como la MHC-I, denominadas fibras posee un elevadísimo porcentaje de fibras tipo I,
IIC y IC. o del braquial anterior, en el que predominan las
La existencia de esta continuidad entre tipos de fibras II. Los músculos antigravitatorios, por otra
fibras demuestra la gran plasticidad y dinamismo parte, casi siempre están compuestos por elevados
muscular. Aunque estas fibras híbridas se han con- porcentajes de fibras I, lo cual es lógico si pensa-
siderado una población minoritaria, pueden aumen- mos que están encargados de mantener la postura,
tar cuando se induce experimentalmente la trans- por lo que necesitarán ser poco fatigables.
No obstante, la composición fibrilar de un
músculo determinado dependerá de diversos facto-
res además del factor genético, entre ellos del patrón
% de fibras utilizadas

100 de uso de ese músculo. Las fibras musculares son


Fibras IIX
80 muy adaptables y capaces de cambiar su fenotipo,
60 aunque estos cambios no necesariamente han de
Fibras IIA afectar de la misma forma a los distintos sistemas
40
celulares. Esto explica el hecho de que, por ejem-
20 Fibras I plo, puedan aumentar su capacidad oxidativa antes
0 de expresar nuevas isoformas de miosina.
Ligera Moderada Máxima La electroestimulación crónica de baja frecuen-
FUERZA MUSCULAR cia es una técnica consistente en incrementar la
actividad contráctil, estimulando a la vez todas las
Figura 5.2. Reclutamiento de los diferentes tipos de fibras muscu- unidades motoras, de forma que se consigue indu-
lares según la intensidad de la fuerza de contracción muscular. cir transiciones de unos tipos de fibras a otros. Esta
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técnica se ha utilizado en numerosas ocasiones para situación de atrofia muscular. Otros cambios aso-
estudiar en animales el proceso de transición de las ciados al envejecimiento son la pérdida de fuerza y
fibras rápidas a lentas (otra técnica utilizada con el alargamiento del tiempo de contracción de las
este fin es la inervación cruzada). Se ha comproba- fibras musculares. Se ha sugerido que la pérdida de
do que, de forma gradual, las fibras rápidas van fibras es un proceso posterior a la degeneración
expresando isoformas lentas de los distintos com- de las motoneuronas que las inervan. La atrofia
ponentes celulares, a la vez que se producen cam- muscular y los cambios neurogénicos son más acu-
bios en la fisiología y morfología de la fibra que la sados a partir de los 70 años. Una cuestión que aún
va acercando al fenotipo de fibra lenta (Pette y Dus- es materia de debate es si se producen o no cam-
terhoft, 1992). Todas estas alteraciones ocurren bios en los porcentajes relativos de cada tipo de
siguiendo un patrón temporal determinado. Inicial- fibras. Algunos estudios transversales parecen indi-
mente, comienzan a expresar isoformas lentas de car lo primero, pero otros estudios poblacionales
MHC y posteriormente aparecen las MLC lentas. más bien indican que no es así.
Se producen asimismo transiciones en la TnC, TnT
y TnI hacia formas lentas. Otro proceso de muy rápi- EFECTOS DEL ENTRENAMIENTO FÍSICO
da aparición tras el inicio de la electroestimulación SOBRE LOS DIFERENTES TIPOS DE FIBRAS
lo constituye el descenso en la captura de Ca2+ por MUSCULARES
parte del RS (probablemente por modificación de Aunque en un músculo concreto predomine un
la Ca2+-ATPasa) y una gran disminución del conte- cierto tipo de fibras, todos los músculos humanos
nido en parvalbúmina de este orgánulo (Pette y Dus- están formados por una mezcla de tipos de fibras,
terhoft, 1992). Más adelante en el proceso de elec- y dicha mezcla varía según el músculo y el indivi-
troestimulación, comienza a expresarse la isoforma duo (Tabla 2). De esta manera el músculo esque-
de Ca2+-ATPasa de fibras lentas junto al fosfolam- lético puede hacer frente a muy distintas tareas,
bano. El sistema metabólico también experimenta por lo que este fenómeno juega un importante papel
alteraciones. Progresivamente van elevándose los en el rendimiento humano. El músculo esqueléti-
niveles de enzimas del ciclo de los ácidos tricarbo- co es capaz de adaptarse a las demandas funciona-
xílicos, cadena respiratoria, β-oxidación, etc. Estos les que se le imponen. Las modificaciones debidas
aumentos son paralelos a un aumento en el volu- al entrenamiento son específicas de los músculos
men mitocondrial y a un descenso de las activida- utilizados, y no ocurren en aquellos que participan
des glucogenolíticas y glicolíticas (Pette y Duster- en el entrenamiento.
hoft, 1992). En los deportistas de elite que practican disci-
Por este mismo procedimiento, se ha consegui- plinas de resistencia, como maratón o ciclismo en
do reforzar el carácter glucolítico de un músculo ruta, el porcentaje de fibras tipo I supera el 60-65%,
mediante estimulación de corta duración y elevada mientras que en los deportistas de elite de discipli-
potencia. Aún así, no se ha conseguido demostrar nas de fuerza, los músculos utilizados presentan por-
que con este sistema un músculo lento se convier- centajes de fibras de tipo II superiores al 65%.
ta en uno rápido. Por tanto, parece que el entrenamiento debería
Hay que destacar que la electroestimulación ser capaz de inducir transiciones de unos tipos de
induce un reclutamiento de todas las unidades moto-
ras, por lo que su efecto no es del todo comparable Tabla 2
al del ejercicio físico, el cual, como sabemos, pro- Porcentaje de fibras tipo I y II en sujetos
voca un reclutamiento de forma jerárquica de las entrenados en diferentes actividades deportivas
distintas unidades motoras en función de la inten-
sidad de trabajo. % de fibras % de fibras
Deporte
Algunos de los factores fisiológicos que inciden lentas rápidas
en el tipo de fibras son el envejecimiento y el entre- Fondo 60-90 10-40
namiento. En el caso del envejecimiento, este pro-
Velocidad25-45 55-75
ceso lleva asociada una serie de cambios morfoló-
gicos en los músculos. Uno de ellos es la reducción Levantamiento de pesas 45-55 45-55
del número de fibras, y otro la disminución del tama- Sedentarios47-53 47-53
ño de éstas, por lo que en conjunto se produce una
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TIPOS DE FIBRAS MUSCULARES 97

fibras a otros para que se alcanzaran los distintos hasta la mitocondria. Por otra parte, el número de
patrones fibrilares que se observan en los deportis- mitocondrias aumenta, así como su tamaño, lo que
tas. Sin embargo, no está claro si el entrenamiento permite que se produzca un aumento de la capaci-
es capaz de inducir transiciones en las fibras de los dad oxidativa que oscila entre un 30 y un 40%, al
músculos humanos, sobre todo respecto al porcen- incrementar globalmente las actividades de enzimas
taje de fibras I. Los estudios realizados más bien como la citrato sintasa, succinato deshidrogenasa,
indican que los porcentajes de fibras I y II no se alte- etc. Sin embargo, los efectos del entrenamiento de
ran sustancialmente con el entrenamiento, y que el resistencia sobre las enzimas de la glucólisis y glu-
porcentaje de fibras lentas y rápidas de un indivi- cogenólisis son más modestos, aunque sí parece
duo se halla definido genéticamente y que se esta- mejorar sensiblemente la capacidad de captación
blece muy pronto tras el nacimiento. Las transicio- de glucosa en respuesta a la insulina. También se
nes fibrilares que sí han sido demostradas, en incrementan los depósitos intracelulares de tri-
cambio, son aquellas que se producen entre los dis- glicéridos y glucógeno y la actividad lipoproteín
tintos subtipos de fibras II. En general, parece que lipasa (Taylor y Bachman, 1999). Como resultado,
se producen disminuciones en los niveles de fibras aumenta la proporción de energía que se obtiene de
IIB, y aumentos en las IIA. Asimismo, aparecen la combustión de las grasas, produciéndose parale-
aumentos en las proporciones de fibras híbridas, lo lamente un «ahorro» de glucógeno que permite rea-
cual se considera un signo de transformación de lizar ejercicio a intensidades submáximas durante
unos tipos en otros. más tiempo. En cambio, los entrenamientos de fuer-
El hecho de que el entrenamiento no induzca za inducen mayores mejoras de la capacidad gluco-
cambios en los porcentajes de fibras I y II, no signi- lítica y glucogenolítica, sin producir mejoras de la
fica que el músculo no sea capaz de mejorar su resis- capacidad oxidativa.
tencia o su fuerza. Modificaciones en la capilariza- Por último, hay que resaltar que no está claro si
ción, diámetro de las fibras, o aumentos de ciertas existe una relación causa-efecto entre el aumento
actividades enzimáticas pueden constituir adapta- de la capacidad aeróbica muscular y el consumo
ciones beneficiosas para el rendimiento. Así, se ha máximo de oxígeno (VO2max). Algunos autores defien-
comprobado que el entrenamiento induce hipertro- den que el VO2max está regulado principalmente por
fia muscular por aumento del diámetro de las fibras el sistema de transporte de oxígeno (circulación),
individuales. Dicho aumento es debido al incremen- mientras que otros opinan que la capacidad oxida-
to en el número de miofibrillas y es más acusado en tiva del músculo condiciona la potencia aeróbica
los deportes de fuerza que en los de resistencia. Tam- máxima (VO2max); nosotros consideramos que en la
bién se ha comprobado que son capaces de hiper- práctica deportiva es imposible separar ambos fac-
trofiarse tanto las fibras I como las II. tores.
Otro efecto del entrenamiento es el incremento
que se produce en la capilarización de las fibras en BIBLIOGRAFÍA
el caso de los deportes de resistencia, efecto que no Bottinelli R, Reggiani C. Human skeletal muscle fibres: molecular and functional
tiene lugar con la práctica de deportes de fuerza. diversity. Progress in Biophysics & Molecular Biology, 2000; 73:195-262.
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