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RESILIENCIA Y ACCIÓN SOCIAL.

La resiliencia o entereza es la capacidad para adaptarse a las situaciones adversas


con resultados positivos. Sin embargo, el concepto ha experimentado cambios
importantes desde la década de los sesenta. En un principio se interpretó como una
condición innata luego se enfocó en los factores no solo individuales, sino también
familiares y comunitarios y actualmente en los culturales. Los investigadores del siglo
XXI entienden la resiliencia como un proceso de baño comunitario y cultural, que
responde a tres modelos que la explican: un modelo «compensatorio», otro de
«protección» y por último uno de «desafío».1 Asimismo, la resiliencia es la capacidad
de tener éxito de modo aceptable para la sociedad a pesar de un estrés o de una
adversidad que implica normalmente un grave riesgo de resultados negativos.2 También
se define como un proceso de competitividad donde la persona debe adaptarse
positivamente a las situaciones adversas.

En sociología, acción social se refiere a toda acción o actividad que tenga un


sentido para quienes la realizan, afectando o no, la conducta de otros, y cuya orientación
o inspiración es de tipo altruista y desinteresado. Una acción es social siempre y cuando
sea consiente, dirigida a otros, en espera de respuesta y hecha en forma subjetiva.

CONFLICTO Y CONCILIACIÓN

Un conflicto es una pelea, disputa o discrepancia que se da cuando dos o más


personas tienen intereses u opiniones que no pueden desarrollarse al mismo tiempo, es
decir, que se contradicen.

El conflicto puede darse en el ámbito de las relaciones interpersonales o a nivel


social cuando se involucran muchas personas o grupos. Puede manifestarse a través de
una discusión, malentendido, disputa, pelea y hasta guerra, pero no debe asociarse
siempre el término “conflicto” con la violencia, ya que puede involucrarla o no.

Para la resolución de un conflicto, las partes en disputa tienen que llegar a algún
acuerdo o negociación y, en algunos casos, aceptar que ninguno de los dos objetivos
podrá satisfacerse completamente.
La conciliación, en derecho, es un medio alternativo a la jurisdicción para
solucionar conflictos, a través del cual las partes resuelven, por sí mismas y mediante el
acuerdo, un conflicto jurídico con la intervención o colaboración de un tercero.1

La conciliación es un procedimiento voluntario, en donde las partes que están


involucradas son libres para ponerse de acuerdo o intentar resolver la disputa por esta
vía, este proceso es flexible permitiendo a las partes definir un tiempo, estructura y
contenido de los procedimientos de dicha conciliación.

Existen dos tipos de conciliación: la conciliación prejudicial y la conciliación


judicial.

 La conciliación prejudicial es un medio alternativo al proceso


judicial, es decir, mediante ésta las partes resuelven sus problemas sin tener
que acudir a un juicio. Resulta un mecanismo flexible, donde el tercero que
actúa o interviene puede ser cualquier persona y el acuerdo al que llegan las
partes suele ser un acuerdo de tipo transaccional. Es decir, es homologable a
una transacción.

 La conciliación judicial es un medio alternativo a la resolución


del conflicto mediante una sentencia; en este sentido es una forma especial
de conclusión del proceso judicial. El tercero que dirige esta clase de
conciliación es naturalmente el juez de la causa, que además de proponer
bases de arreglo, homóloga o convalida lo acordado por las partes,
otorgándole eficacia de cosa juzgada, dentro del marco de la legalidad.

En algunos ordenamientos puede llegar incluso a ser obligado el hecho de tratar


de llegar a una conciliación antes de poder presentar una demanda, o ser un trámite
obligatorio dentro del procedimiento judicial.

¿QUE OCASIONA EL CONFLICTO?

Las causas que desencadenan un conflicto pueden darse de manera individual o


en simultáneo (conflicto multicausal). Entre las más representativas están:
 Falta o falla en la comunicación. Surge un conflicto entre las
partes debido a un malentendido o a una falta de información. Por ejemplo:
Una mujer se pelea con su pareja porque no le comunicó que habían
modificado el horario de la reunión.

 Discordancia de intereses. Surge un conflicto entre las partes


porque cada una de ellas busca su propio beneficio o cubrir su necesidad y
esto va en contra de la otra parte involucrada. Por ejemplo: Un país quiere
obtener la soberanía de un territorio que tiene otro país.

 Discordancia de valores. Surge un conflicto porque las partes


involucradas difieren en cuanto a creencias, costumbres o valores. Por
ejemplo: Dos personas de religiones diferentes entran en discusión porque
cada una defiende su propia tradición.

 Discordancia de roles. Surge un conflicto entre las partes


involucradas, ya que una de ellas reclama o denuncia un avasallamiento en
sus derechos en beneficio de la otra parte. Por ejemplo: Un empleado le pide
a su jefe que respete su horario de descanso.

 Desigualdades. Surge un conflicto porque una de las partes sufre


una desigualdad social o económica que quiere eliminar. Muchas veces se
dan situaciones conflictivas debido a la escasez de recursos, aunque la
abundancia de un recurso también puede ser motivo de conflicto. Por
ejemplo: Un grupo de ciudadanos reclama al gobierno por la suba de los
alimentos.

ELEMENTOS DEL CONFLICTO

Todo conflicto debe contar con ciertos elementos:

 Actores. Son aquellas personas (dos o más) que tienen intereses,


opiniones o necesidades opuestas en un área o sobre algún punto de vista.
Según el caso, los actores intervienen de manera directa o indirecta.
 Problema. Es aquello acerca de lo que las personas involucradas
en el conflicto difieren. Puede tratarse de un problema específico o varios en
simultáneo.

 Proceso. Es la forma en la que se desarrolla el conflicto, las


dinámicas y relaciones que se dan entre los actores, las demandas y
responsabilidades, la predisposición para la resolución o no del conflicto, los
procesos de diálogos y negociaciones y las posibles consecuencias o
manifestaciones que pueden derivar de la falta de consenso.  

DILEMA SOCIAL

Un dilema social o un problema de acción colectiva es una situación en la que


todos los agentes estarían mejor cooperando pero no lo hacen debido a intereses en
conflicto entre ellos que desalientan la acción conjunta.  El problema de la acción
colectiva se ha abordado en la filosofía política durante siglos, pero se definió de
manera más específica y más claramente en 1965 en el libro La lógica de la acción
colectiva de Mancur Olson.

Los juegos experimentales más utilizados en la investigación en Psicología


Social son los dilemas sociales. Se trata de situaciones que implican, simultáneamente,
divergencia y convergencia de intereses.

Es decir:

 divergencia de intereses entre los participantes, porque cada uno puede


beneficiarse personalmente perjudicando a los demás

 convergencia de intereses porque, a la larga, la cooperación es más


beneficiosa para todos que aprovecharse de la situación traicionando a los demás.

En otras palabras, la acción egoísta, que en principio resultaría más ventajosa


para cada individuo, producirá, si es elegida por la mayoría, un resultado negativo para
todo el conjunto de personas (incluido el propio individuo).

Los principales tipos de dilemas sociales estudiados son el «dilema del


prisionero» (juego experimental entre dos o más partes que deben elegir entre cooperar
o competir con la otra), los dilemas sobre consumo de recursos comunes (en los que se
debe elegir entre el interés propio a corto plazo, acaparando lo más posible, y el interés
colectivo a largo plazo), y los dilemas sobre contribución a bienes públicos,
relacionados con el fenómeno de la holgazanería social (aprovecharse del esfuerzo
colectivo sin contribuir).

La investigación sobre dilemas sociales tiene un doble objetivo, que pone de


manifiesto el potencial aplicado de esta área de investigación:

1. Analizar los factores que intervienen en la toma de decisiones de las


personas, para poder comprender por qué eligen estrategias egoístas, competitivas o
cooperativas.

2. Averiguar cómo pueden evitarse las consecuencias negativas de


decisiones basadas en el propio interés a corto plazo, pero irracionales desde el punto de
vista colectivo, que caracterizan este tipo de dilemas.

Las situaciones que se reproducen en estos dilemas constituyen la base de


muchos problemas humanos cotidianos, desde negarse a ayudar a un compañero o
eludir la responsabilidad en el trabajo hasta la carrera de armamento o el agotamiento de
los recursos naturales.

EL DILEMA DEL PRISIONERO

Se trata de uno de los dilemas más conocidos, y reproduce una situación de


conflicto de intereses entre dos personas o dos grupos. Aunque existen diferentes
versiones, aquí expondremos la más básica. Su nombre se debe a que, en su formato
original, a cada participante en el juego se le pedía que imaginara una situación más o
menos similar a la siguiente:

«Es usted un ladrón al que la policía ha pillado, junto a su compañero, cuando,


supuestamente, estaban a punto de realizar un atraco. A los dos se les arresta como
sospechosos de una cadena de robos. El abogado que les interroga, por separado, les
propone el siguiente dilema.
Tiene usted dos opciones: permanecer en silencio (lo que implica cooperar con
el otro ladrón para eludir la cárcel) o bien delatar al otro (es decir, traicionarle). Pero su
compañero también tiene esas mismas opciones, de manera que,

 si sólo uno de los dos proporciona al fiscal pruebas sólidas contra el otro,
el delator sale libre;

 si los dos se delatan mutuamente, el resultado es moderadamente


negativo para ambos;

 si los dos respetan su pacto de silencio, salen ambos relativamente bien


parados».

DILEMAS SOBRE CONSUMO DE RECURSOS COMUNES 

Estos dilemas (denominados en inglés «commons dilemmas») implican


conflictos sobre el consumo de recursos renovables, pero no inagotables, que están al
alcance de todos, como los bosques, las ballenas o el agua potable. Los individuos,
grupos o países, se benefician utilizando parte de esos recursos que, si se dejaran sin
tocar en una proporción suficiente, se podrían reponer, lo que permitiría que fueran
aprovechados indefinidamente. Es decir, redundaría en el bien de todos. En cambio, si
se consume una parte excesiva, la capacidad de recuperación del recurso es insuficiente
y acaba agotándose, con el consiguiente perjuicio para todos. El dilema, por tanto,
reside en que lo que sería más provechoso para el individuo, es decir, acaparar lo más
posible, termina siendo desastroso para el grupo del que él mismo forma parte.

Para estudiar este tipo de situaciones en el laboratorio, se da a los sujetos la


oportunidad de «cosechar» varias veces un recurso del grupo para su beneficio personal.
En cada turno, los distintos participantes deciden cuánta cantidad del recurso cogen y,
cuando todos han tomado una decisión, el experimentador retira el total de lo que han
cogido y repone (añade a lo que queda en el banco común) una determinada cantidad
antes del siguiente intento (por ejemplo, un 10% de lo que hay en el banco). El mismo
proceso se repite varias veces. Este procedimiento trata de reproducir la tasa de
recuperación de un recurso, como la pesca o los árboles, cuando está siendo explotado
por el ser humano.
DILEMAS SOBRE APORTACIONES A BIENES PÚBLICOS 

Este tipo de dilemas (que en inglés se conocen como «public goods dilemmas»)
implica una decisión sobre si contribuir, o no, para crear o mantener un recurso común.
Para que haya realmente un dilema, se deben cumplir dos condiciones:

1. El recurso, o los beneficios de la aportación, deben estar disponibles para


todos, tanto para los que contribuyen como para los que no lo hacen.

2. Puesto que se trata de una contribución voluntaria y no impuesta, no


existe control ni sanciones para los que se benefician sin aportar nada.

¿COMO SE PUEDE LOGRAR LA PAZ?

La paz interior es un estado de armonía que cada ser encuentra dentro de sí,
demostrándolo en actitudes positivas en el día a día. Las personas que cultivan la paz
interior demuestran ciertas actitudes y comportamientos que la evidencian. Como el
disfrute en todo momento y lugar, el no juzgarse a sí mismos ni a los demás, la empatía
con todo ser vivo, la calma y estabilidad emocional al no manifestar ni grandes
preocupaciones ni grandes momentos de euforia, el permitir el flujo de la vida sin forzar
las cosas, evitar o gestionar positivamente el conflicto, alegría y gratitud por lo que se
tiene y la capacidad del amor incondicional a los demás seres humanos.

El Dalai Lama, gran maestro espiritual, afirma que la paz debe desarrollarse en
primer lugar dentro del individuo. «Es más, me asiste el convencimiento de que el amor,
la compasión y la generosidad son fundamentos básicos de la paz. Solo cuando esos
sentimientos germinan en el interior del individuo, este o esta son capaces de crear una
atmósfera de paz y armonía«.

ARBITRAJE 

El arbitraje es un procedimiento por el cual se somete una controversia, por


acuerdo de las partes, a un árbitro o a un tribunal de varios árbitros que dicta una
decisión sobre la controversia que es obligatoria para las partes. Al escoger el arbitraje,
las partes optan por un procedimiento privado de solución de controversias en lugar de
acudir ante los tribunales.
Las características principales del arbitraje son:

EL ARBITRAJE ES CONSENSUAL

Un proceso de arbitraje únicamente puede tener lugar si ambas partes lo han


acordado. En el caso de controversias futuras que pudieran derivarse de un contrato, las
partes incluyen una cláusula de arbitraje en el contrato. Una controversia existente
puede someterse a arbitraje mediante un acuerdo de sometimiento entre las partes. A
diferencia de la mediación, una parte no puede retirarse unilateralmente de un proceso
de arbitraje.

LAS PARTES SELECCIONAN AL ARBITRO O ARBITROS 

En virtud del Reglamento de la OMPI, compete a las partes seleccionar


conjuntamente a un árbitro único. Si optan por un tribunal compuesto por tres árbitros,
cada parte selecciona a uno de los árbitros y éstos seleccionarán a su vez a un tercer
árbitro que ejercerá las funciones de árbitro presidente. Otra posibilidad es que el Centro
proponga árbitros especializados en la materia en cuestión o nombre directamente a
miembros del tribunal arbitral. El Centro posee una amplia base de datos sobre árbitros,
que incluye a expertos con vasta experiencia en el ámbito de la solución de
controversias y expertos en todos los aspectos técnicos y jurídicos de la propiedad
intelectual.

EL ARBITRAJE ES NEUTRAL 

Además de seleccionar árbitros de nacionalidad apropiada, las partes pueden


especificar elementos tan importantes como el derecho aplicable, el idioma y el lugar en
que se celebrará el arbitraje. Esto permite garantizar que ninguna de las partes goce de
las ventajas derivadas de presentar el caso ante sus tribunales nacionales.

EL ARBITRAJE ES UN PROCEDIMIENTO CONFIDENCIAL

El Reglamento de Arbitraje de la OMPI protege específicamente la


confidencialidad de la existencia del arbitraje, las divulgaciones realizadas durante
dicho proceso, y el laudo. En determinadas circunstancias, el Reglamento de Arbitraje
de la OMPI permite a una parte restringir el acceso a secretos comerciales u otra
información confidencial que se presente al tribunal arbitral o a un asesor que se
pronuncie sobre su confidencialidad ante el tribunal arbitral.

LA DECISIÓN DEL TRIBUNAL ARBITRAL ES DEFINITIVA  Y FÁCIL


DE EJECUTAR

En virtud del Reglamento de Arbitraje de la OMPI, las partes se comprometen a


ejecutar el laudo del tribunal arbitral sin demora. Los laudos internacionales son
ejecutados por los tribunales nacionales en virtud de la Convención de Nueva York, que
sólo permite denegar la ejecución del laudo en un número limitado de excepciones.

MEDIACIÓN

En un procedimiento de mediación, un tercero neutral, el mediador, ayuda a las


partes a solucionar su controversia de manera mutuamente satisfactoria. Cualquier
acuerdo al que lleguen las partes se formaliza en un contrato.

La experiencia muestra que los litigios en materia de propiedad intelectual


suelen culminar en un acuerdo. La mediación es un modo eficaz y económico de
alcanzar ese resultado manteniendo, y en ocasiones mejorando, la relación entre las
partes.

Las características principales de la mediación son:

La mediación es un procedimiento no obligatorio controlado por las partes

En una mediación, no se puede imponer una decisión a las partes. A diferencia


del árbitro o el juez, el mediador no toma decisiones. La función del mediador consiste
en ayudar a que las partes lleguen a un acuerdo sobre la solución de la controversia.

Es más, aun cuando las partes hayan convenido en someter una controversia a la
mediación, no están obligadas a continuar el procedimiento de mediación tras la primera
reunión si consideran que la continuación del procedimiento va en contra de sus
intereses.
No obstante, cuando han decidido recurrir a la mediación, las partes suelen
participar activamente en la misma.

Si deciden someter la controversia a mediación, las partes deciden con el


mediador cómo se llevará a cabo el procedimiento.

LA MEDIACIÓN ES UN PROCEDIMIENTO CONFIDENCIAL 

En una mediación, no se puede obligar a las partes a divulgar información que


deseen mantener confidencial. Cuando, a los fines de solucionar la controversia, una
parte opta por divulgar información confidencial o reconoce ciertos hechos, en virtud
del Reglamento de Mediación de la OMPI, esa información no podrá ser divulgada
fuera del contexto de la mediación, incluso si se lleva el caso ante los tribunales o se
somete a arbitraje.

En virtud del Reglamento de Mediación de la OMPI, la existencia y el resultado


de la mediación son también confidenciales.

El carácter confidencial de la mediación permite a las partes negociar de manera


más libre y productiva, sin temor a la publicidad. 

LA MEDICIÓN  ES UN PROCEDIMIENTO BASADO EN LOS


INTERESES DE LAS PARTES 

En un litigio ante los tribunales o en un proceso de arbitraje, el resultado de un


caso está determinado por los hechos objeto de la controversia y el derecho aplicable.
En la mediación, las partes pueden guiarse asimismo por sus intereses comerciales. Así
pues, las partes pueden decidir libremente el resultado considerando el futuro de su
relación comercial y no únicamente su conducta previa.

Cuando las partes tienen en cuenta sus intereses y entablan un diálogo, la


mediación suele traducirse en un acuerdo que crea más valor que el que se habría creado
si no hubiese surgido la controversia en cuestión.

La mediación, por su carácter no obligatorio y confidencial, entraña un riesgo


mínimo para las partes y genera beneficios considerables. Es más, podría decirse que,
aunque no se llegue a un acuerdo, la mediación nunca fracasa ya que permite que las
partes definan los hechos y las cuestiones objeto de la controversia, preparando el
terreno para procedimientos arbitrales o judiciales posteriores.

NEGOCIACIÓN

La negociación es un proceso en donde los agentes interesados en llegar a un


acuerdo sobre un asunto en particular, intercambian información, promesas y aceptan
compromisos formales.

En este sentido, la negociación se suele dar en forma de diálogo entre las partes,
en donde cada uno tiene interés en lo que la otra parte tiene o puede ofrecer, pero no
está dispuesto a aceptar todas sus condiciones. De esta forma, cada parte busca que la
otra ceda en algo su postura para poder llegar a un punto de acuerdo aceptable por
ambos.

Características básicas de la negociación

La negociación, independientemente del contexto en el que se realice, tiene las


siguientes características básicas:

 Existen dos o más interesadas en negociar (partes negociadoras)

 Las partes negociadoras están interrelacionadas. Esto es, cada una de


ellas tienen algo de interés para la otra parte, lo que determina en gran parte su poder de
negociación. Si no hay nada que se pueda ofrecer, no se puede negociar.

 Existe un proceso dinámico en donde las partes se comunican, informan


de sus posiciones y discuten cuanto está cada uno dispuesto a ceder a cambio de algo
que el otro le puede otorgar.

 Cada una de las partes negociadoras tendrá una determinada estrategia


negociadora cuyo objetivo será que la mayor parte de sus condiciones sea aceptada. La
estrategia puede ser exitosa o no.

 Si la negociación es exitosa se llegará a un acuerdo formal en donde las


partes se comprometen con lo pactado.

ETAPAS DE LA NEGOCIACIÓN 
A continuación, describimos cada una de las etapas de la negociación:

 Preparación: En términos generales consiste en identificar el conflicto


entre las partes (qué se negocia), la posición y estrategia de cada uno. Entre las
actividades que se realizan son las siguientes:

o Diagnóstico de la situación: Cuáles son las partes y cuál es el conflicto

o Determinar los propios objetivos y posibles concesiones: Determinar


cuál es el punto más favorable y cuál es la zona de resistencia (hasta que límite se está
dispuesto a ceder)

o Definir la estrategia negociadora a seguir

 Antagonismo: Se trata de exponer a la contraparte lo que quiere obtener


de la negociación. Esta etapa es determinante para definir el poder de negociación de
cada parte. De acuerdo a la firmeza de su posición y argumentos se verá cuál de las
partes estará más o menos dispuesta a ceder parte de sus condiciones.

 Aceptación del marco común: Una vez que las partes ya se han
presentado deben decidir si están dispuestas a acercar sus posiciones y qué tipo de
postura elegirán: competitiva, colaborativa o de cesión unilateral.

 Presentación de alternativas: En esta etapa las partes van ofreciendo


alternativas de acuerdo (con más o menos concesiones) que puedan acercar sus
posiciones.

 Cierre: Las partes aceptan una determinada alternativa de acuerdo y se


comprometen a cumplirla.

Cabe destacar que los nombres de las etapas de la negociación que hemos
descrito pueden variar entre unos autores y otros. Sin embargo, sea cual sea el nombre
de cada una de las etapas, la esencia es la misma.

TIPOS DE NEGOCIACIÓN

 Existen diversos tipos de negociación de acuerdo a la actitud que adopta


el negociador. A continuación, presentamos cinco de las más relevantes:
 Acomodativa: El negociador acepta todas las condiciones de la
contraparte con el fin de establecer una relación a futuro. Probablemente en una futura
negociación su poder aumentará y exigirá que se cumpla alguna de sus condiciones.

 Competitiva o distributiva: Se trata de lograr que el mayor número de


condiciones propias sea aceptada en la negociación. Se compite con la contraparte
tratando de imponer su posición. A este tipo de negociación también se le llama ganar-
perder.

 Colaborativa o integrativa: Los negociadores están dispuestos a ceder en


gran parte de sus condiciones con el fin de llegar a un acuerdo favorable para ambas
partes. En este caso el negociador es más empático con el punto de vista de su
contraparte y busca que la relación sea de beneficio mutuo. A este tipo de negociación
también se le llama ganar-ganar.

 Compromiso: Se trata de negociar de forma superficial para poder


continuar la relación, pero sin resolver todos los puntos en conflicto. En otras palabras,
es un acuerdo “parche” para poder avanzar, pero que posterga la solución del conflicto.

 Evitativa: Intenta adoptar una posición de inacción. Evita la negociación


porque se cree que por el momento no traerá beneficios.

COMUNICACIÓN

El lenguaje es la herramienta que posibilita al hombre realizar o expresar sus


ideas, pensamientos, sentimientos y que se materializa a través de signos verbales
produciendo la comunicación.

El lenguaje y la comunicación están muy relacionados entre sí, donde el lenguaje


aplica los signos y la comunicación se vale de diferentes elementos donde se configura
los signos lingüísticos

Para que se configure la comunicación este debe de ir dentro de un contexto


adecuado en donde el lenguaje se aplique como un mensaje claro

Otro aspecto que puede resultar en la falla de la comunicación es con respecto al


contexto. El contexto es un elemento de la comunicación que básicamente consiste en el
espacio donde se producirá la comunicación. Éste puede verse afectado por diversos
elementos externos como el ruido que distorsiona la calidad del mensaje. No podrá ser
recibida adecuadamente para efectos de una buena comunicación.

El lenguaje y la comunicación se interrelacionan produciendo un fenómeno


complejo de diversos elementos. Su éxito o fracaso dependerá no del azar o de la
casualidad, sino del menor o mayor control que poseamos respecto de la comunicación

En esta edición Salus ha seleccionado para el Tópico de Actualidad al


investigador novel Fedor Simón José Gómez, de la Unidad de Perinatología de la
Universidad de Carabobo (UPUC)

Comité Editorial Salus

La Comunicación

Desde tiempos remotos, el hombre ha desarrollado habilidades inimaginables


pero reales que han hecho de éste un ser interesante y valioso dentro de un mundo que
se ha convertido en la caja de hechos relevantes que perjudican y benefician al mismo
ser.

Desde un hombre que baja de los árboles y camina solo con sus piernas hasta
otro que tiene la habilidad de crear el fuego, (los llamados “Homo”) han ido
construyendo las bases exactas para ir incluyéndose dentro de una sociedad.

Podrá llegar al punto de incorporar dentro de sus virtudes la facilidad de la


lengua y el lenguaje para posteriormente, ir empleando en lo que ahora se le conoce
como comunicación.

Los seres humanos vivimos en el lenguaje como peces en el agua, muchas veces
pasa en transparencia y no somos conscientes de él. A través de la palabra pensamos,
nos comunicamos, reflexionamos, nos expresamos, opinamos. Es a través de las
conversaciones que nos relacionamos con el otro, constituimos equipos, organizaciones,
sociedades, proyectos. Según sea nuestra calidad de conversación con alguien es la
calidad de relación que tenemos con esa persona (y viceversa). Es a través de
conversaciones que coordinamos acciones (comunicación significa, también, acción en
común). Aprender a comunicarnos, a escuchar al otro, a diseñar conversaciones y es una
competencia cada vez más necesaria, tanto a nivel personal como profesional y
empresarial.

El lenguaje, aparte de ser un mecanismo de comunicación básico para la


socialización, es también un medio usado para expresar o comunicar un contenido
relacionado con el pensamiento; el pensar y el hablar forman parte de una unidad
inseparable: no se puede considerar como una simple manera de comunicación sino
como un método importante para el desarrollo y visión que tiene el hablante hacia el
mundo.

La comunicación es un tema tan antiguo como el hombre y tan importante como


él. Muchos problemas y conflictos se resolverían democráticamente si la comunicación
entre los seres humanos partiera de escuchar con respeto y tolerancia, posibilitando la
expresión honesta y clara de los mutuos intereses y sentimientos.

En toda comunicación está presente una serie de elementos sin los cuales no se
llevaría a cabo este proceso tan complejo. No basta sólo con hablar, es necesario ir más
allá, romper la barrera de lo superficial. No se trata solamente de transmitir información,
sino de expresar ideas, opiniones, sentimientos, emociones, tanto de un lado (emisor),
como del otro (receptor). Para que se logre la comunicación entre dos personas, se tiene
que dar un intercambio mutuo.

Cabe destacar que la comunicación es un proceso inherente a la relación


humana. Por lo que se puede decir que en los últimos años se ha hablado mucho de la
comunicación y ha sido un tema muy trillado. Sin embargo, a pesar que ha sido un tema
trabajado y que nadie duda de su importancia, pocos se comunican en su vida diaria de
manera democrática y humana.

Las conversaciones que se mantienen con las personas son las que determinan
las relaciones. Lo que se habla y escucha, como lo que se dice el mismo individuo,
determina el mundo de acciones que es posible para todos. Por ello el desarrollo de las
competencias conversacionales puede llevar a los individuos a una mayor efectividad y
bienestar en su vida.
Es importante tomar en cuenta que en el proceso de la comunicación la escucha
activa ocupa un lugar primordial. Sin duda, para poder dar una respuesta asertiva es
indispensable escuchar al interlocutor. Saber conversar es sinónimo de saber escuchar.

Lo anteriormente dicho es lo que se conoce como comunicación asertiva: Es


decir, tomar en consideración el punto de vista ajeno; respetar su parecer aun cuando
sea distinto; manifestar opiniones sin temor a la diferencia de criterios; responder con
serenidad y sencillez ante las diferentes situaciones que se presenten. Su esencia radica
en la habilidad para intercambiar mensajes, haciéndolo de forma honesta, respetuosa,
directa y oportuna.

Se puede evidenciar que la comunicación interpersonal constituye uno de los


pilares fundamentales de la existencia humana. Una dimensión a través de la cual se
reafirma la condición de seres humanos. La persona capaz de mantener una
comunicación interpersonal asertiva, contribuye al bienestar y calidad de vida de sí
misma y de los demás.

En este sentido, la condición del ser social hace a los sujetos partícipes de las
relaciones interpersonales y de la comunicación desde el momento mismo de su
nacimiento. La supervivencia y el desarrollo del individuo van a estar ineludiblemente
vinculados a estas relaciones sociales y comunicativas. Para poder lograr el máximo
desarrollo de la personalidad, y por ende, del ser social, es necesario entablar una
comunicación asertiva, que no se ubique en los extremos de la pasividad o la
agresividad como muchas veces se puede apreciar.

En el constante desarrollo de nuestra vida es necesario saber transmitir nuestro


criterio y punto de vista de manera clara, y concisa, permitiendo el libre albedrio de
expresar nuestra manera de pensar y hasta de sentir. La comunicación es la mejor arma
de todo el ser humano e inclusive nos lleva a obtener el éxito en cualquier nivel siempre
y cuando sea usada de una manera respetuosa y asertiva.

El ser asertivo te permite tener criterio propio y no dejarte llevar por las órdenes
impuestas en las que estés en desacuerdo, ayuda a aumentar nuestro liderazgo.
Generalmente las personas asertivas tienden a tomar decisiones y guiar a otros de
manera mucho más sencilla que quienes no cuentan con este rasgo. Teniendo
conocimiento pleno de nuestras facultades, aceptando las derrotas y celebrando las
victorias, siempre con la elegancia y sutileza de la asertividad. Veámoslo como un
medio para crecer en valores humanos promoviendo conceptos saludables, aumentando
el estima personal.

Desarrollando círculos donde predomine el respeto como denominador común,


facilitando muchas veces las relaciones con el exterior y con nuestro interior,
conocernos será el punto clave en lograr esas relaciones exitosas. Exigiendo lo que se
debe exigir y respetando a los demás sabiendo que, para exigir se debe merecer. Si se va
a comunicar asertivamente exigiendo algo que es tuyo, primero debes interiorizar la
idea de que lo mereces plenamente.

Debemos conocernos a nosotros mismos para lograr tratar a los demás, sabiendo
que somos seres con limitaciones. Ponernos en nuestro sitio es la más grande victoria
que puede tener el ser humano. Cuando te pones en tu sitio logras ver todo con claridad
y logras ver tu alrededor como seres humanos que, como tu merecen ser tratados de
manera respetuosa, ese es el primer paso para lograr relaciones interpersonales exitosas.
Si no sabemos quiénes somos ¿cómo podemos conocer a los demás?

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