Estos factores claramente se superponen al área de alimentación, y los médicos estarán listos y
han reunido información diagnostica relevante durante la porción inicial de la evaluación
clínica: la integridad de las estructuras orales; la calidad de los movimientos orales y la deglución de comida y bebida; y el nivel de conciencia sensorial de texturas, sabores y temperaturas. Desplazando el enfoque de la evaluación hacia la salivación, el medico evaluará estas áreas relacionadas con la producción de saliva y su manejo. El medico debe recordar que la salivación es frecuentemente un problema sensorial tanto como un problema motor. Muchos niños babean durante las actividades motoras finas, pero no cuando ellos comen. Esto es primeramente porque el reflejo de deglución es desencadenado por la fuerza sensorial de la entrada de la comida y los líquidos. Por lo tanto, cuando un niño babea es un indicador significativo para determinar porque un niño saliva. Esto es muy importante para que el medico determine cuales factores juegan un rol en por qué los niños están salivando, con el fin de determinar cuál tratamiento enfocar para justificar y abordar la salivación. Mouth Breating (Ayudas a alguien que solicite apoyo) Respiración por la boca Los niños que babean respiran frecuentemente por la boca con una postura de la boca habitualmente con carencia de labios cerrados. La apertura de la boca y la carencia de labios cerrados pueden ser una de las mayores causas del babeado. Las observaciones clínicas asociadas talvez incluyen con menor frecuencia la producción de sonidos, la limitación oral y los movimientos vocales, menor desarrollo del tono muscular y la protrusión lingual. Para evaluar la razón para la postura de la boca abierta es importante en orden de desarrollo un apropiado programa de tratamiento. La apertura mandibular talvez sea secundaria a la hipotonía general. Pero el niño también talvez mantiene una boca abierta para respirar por una congestión crónica, asma, infecciones crónicas de oído, o infecciones sinusales crónicas (Blackman, 1997) estás causas requieren seguimiento médico.