Está en la página 1de 29

UNIVERSIDAD MARIANO GALVEZ

Licenciatura en Ciencia de la Administración


Macroeconomía
Cuarto Semestre
Lic. Rudy Mario Gonzales

TAREA
Decisiones de ahorro
Equilibrio en la economía mundial
Papel del gobierno

Integrantes
INTRODUCCIÓN
La siguiente información se refiera al tema de decisiones de ahorro sobre el curso
de macroeconomía donde el tema trata como tomar la decisión al comprar un
producto, si es necesario también se le presenta algunas decisiones al comprar y
métodos de cómo ahorrar, para hacer el uso eficiente de nuestro dinero, también
se le muestra algunos consejos de cómo utilizar nuestro dinero a la hora de tomar
una decisión al comprar.
Todas las personas deben saber y conocer lo importante y esencial que es
ahorrar, aunque requiere de mucha disciplina y saber en qué momento realizar
una compra necesaria y en qué momento poder ahorrar para poder utilizarlo e
invertir y así hacer crecer sus fondos.

DECISIONES DE AHORRO
Ahorrar es una decisión que implica posponer el consumo a un periodo posterior
en el tiempo, lo mismo que en otros periodos puede tomarse la decisión de incurrir
en endeudamiento y adelantar a ese momento el consumo de una renta que se
espera obtener en el futuro. Tasa de interés real Ingreso disponible Riqueza
Ingreso futuro esperado Oferta de ahorro.

TOMA MEJORES DECISIONES AL AHORRAR E INVERTIR TU DINERO


Ahorrar es un hábito que todos deberíamos cultivar y no solo eso, ahorrar
formalmente nos permitirá tener dinero en un lugar seguro, con rendimientos o
ganancias y hacer mejor uso de él.
Ahorrar requiere de mucha disciplina, por lo que saber en qué situaciones es
posible hacer una compra y en cuales es mejor ahorrar ese dinero es algo que
debemos ir aprendiendo. A pesar de que la mayoría de las personas conoce sobre
la importancia de ahorrar, solo el 60% de la población lo hace y de ese porcentaje,
casi la mitad usan mecanismos informales como tandas, guardaditos y préstamos
familiares.

1. Usar mecanismos formales de ahorro


Si ya tienes el hábito de ahorrar, considera que existen instituciones financieras
formales que pueden proteger tu ahorro, como bancos o administradoras de
fondos. Algunas instituciones no cobran comisión por apertura de cuenta, ni cobro
por su manejo, por lo que lo ideal es investigar que institución financiera se adapta
mejor a tus necesidades.
2. Diferencia entre ahorro e inversión
Ahorrar no mantiene el valor actual del dinero y hay factores externos como la
inflación que pueden hacer que el dinero que se tenía guardado no alcance para lo
mismo que antes después de un tiempo. Elije entre las alternativas que pueden
ayudarte a crecer y trabajar tu dinero. Los fondos de inversión ayudan a que tu
dinero crezca de acuerdo con tu perfil de inversionista; ya sea conservador o
agresivo.
3. La importancia de invertir
Invertir puede ser una buena opción si destina una cantidad fija mensual a su
ahorro, pues te ayudará a adquirir un patrimonio más rápido por los intereses que
se generan. También podrás asegurar la educación de tus hijos o mejorar el estilo
de vida al momento de tu retiro.
4. Acude a los expertos
La asesoría es el mejor aliado de quien no domina un tema, y cuando se trata de
cuidar y crecer nuestro dinero es importante acudir con un asesor financiero
especializado que nos oriente en lo que es mejor para nuestro estilo de vida. Esta
asesoría te permitirá invertir sabiamente y elegir diversos productos que te ayuden
a conseguir tus metas financieras.
Métodos para ahorrar dinero
Existen varias formas de ahorrar, pero una muy efectiva y fácil de aplicar es
 La fórmula del ahorro.
 Tener una meta financiera definida
La fórmula del ahorro
A veces pareciera que ahorrar está fuera de nuestras posibilidades, pero la verdad
es que en la mayoría de los casos sí se puede ahorrar, aunque sea un monto
pequeño.
Diversos estudios concluyen que las personas no ahorran por carencia de
ingresos disponibles y por falta de una cultura financiera. Sin embargo, siempre
se puede ahorrar, independiente de la magnitud del monto.
Algunas personas no saben cómo ahorrar, aun cuando lograrlo es posible. Se
requiere hacer un esfuerzo extra al principio para generar un nuevo hábito. Esto
no se consigue de un día para el otro, sino que con constancia.
Obviamente, al momento de planificar el monto a ahorrar tenemos que
considerar gastos como el arriendo o el dividendo, los servicios básicos como el
agua y la luz, y las compras de supermercado. Lo importante es pensar en el
ahorro de una manera diferente a lo habitual. con esto nos referimos a la fórmula
del ahorro.
¿Cómo se calcula la fórmula del ahorro?
La gran mayoría de las personas que tienen dificultades en sus finanzas
personales y familiares usan la siguiente fórmula:

Esta es una ecuación errónea ya que, por lo general, el recurso que sobra
siempre es poco o nada. La fórmula que debe emplearse para iniciar un plan de
ahorro es:

Esta es la fórmula inteligente para poder ahorrar, aunque implique un ajuste en


los gastos mensuales. De esta forma, debemos pensar de una manera distinta,
pues antes de iniciar los gastos mensuales debes destinar una fracción a
ahorro. Esto debe ser una rutina tan firme, que este recurso no puede ser
considerado como parte de los ingresos cotidianos.
En otras palabras, no podemos contar con el monto que decidamos ahorrar. Por
ejemplo, si mi plan es ahorrar Q 2,000 mensuales, no puedo considerar que estos
Q 2,000 como parte de mis ingresos mensuales, pues eso se destinará a ahorro
incluso antes de comenzar con los gastos rutinarios. La meta de ahorrar en tanto
se recibe el sueldo mensual es una de las claves del éxito financiero de las
personas y las familias.
Tener una meta financiera definida
Nadie se embarca en un bote sin tener un rumbo fijo, sin tener claro a qué puerto
quiere llegar. De la misma forma, si no tenemos claras nuestras metas
financieras, no tenemos un rumbo. Esto significa que es muy fácil gastar ese
dinero en cosas de las cuales nos podemos arrepentir después.
Ahora bien, si estamos ahorrando para comprar una casa, para pagar la
educación de nuestros hijos, para comprar un auto o para tener un retiro cómodo,
entonces tenemos claro dónde queremos llegar. El tener un objetivo de
ahorro nos ayuda a mantener un enfoque y le da sentido a nuestro ahorro.
Además, nos ayuda a planificar el monto a ahorrar periódicamente, a crear el
hábito de ahorro y mantener nuestra disciplina.

Consejos para ahorrar dinero

 Ten una meta clara de ahorro que te haga más fácil poder ahorrar. 


 Ahorra, aunque sea un poco cada mes.
 Ten en claro tu presupuesto mensual.
 Cuidado con las tarjetas de crédito, no gastes más de lo necesario o de lo
que no puedas pagar a fin de mes. Sería mejor ahorrar ese dinero.
 Si vas a comprar algo, cotiza y compara. Esto puede ayudarte a ahorrar
algo de plata.
 Si una de tus metas es pensar en la vejez, puedes invertir tus ahorros en
APV ( ahorro provisional voluntario) para hacer crecer tu monto de pensión.
EQUILIBRIO EN LA ECONOMÍA MUNDIAL
El equilibrio es un estado en el que se ha logrado el balance entre dos o más
fuerzas o situaciones. Es un término muy amplio, que puede ser aplicado a la
física, la economía, la política, e incluso a la vida cotidiana.
El equilibrio es, en simple, una circunstancia de armonía, en un determinado
espacio físico, o incluso puede darse en el interior de una persona.
Se puede decir que el equilibrio resulta de la interacción de varios elementos, los
cuales ofrecen un resultado donde no se espera mayor variación.
Tipos de equilibrio
Podemos distinguir los siguientes tipos de equilibrio en economía y las ciencias
empresariales:
 Equilibrio financiero: Es una situación en la que una empresa es capaz de
hacer frente a todas sus deudas en los plazos pactados. Así, demuestra
que su gestión es eficiente.
 Equilibrio de mercado: Es una situación que se da cuando, a los precios
que ofrece el mercado, aquellas personas que compran o consumen un
bien o servicio pueden adquirir las cantidades que deseen. Asimismo, los
que ofrecen ese bien o servicio, pueden vender todas sus existencias.
 Equilibrio del mercado de dinero: Se produce como consecuencia del
cruce de la oferta monetaria con la demanda monetaria. Como resultado de
esta equivalencia, obtendremos el nivel de tipos de interés óptimo a corto
plazo.
 Equilibrio del consumidor:  Es aquel punto en el que un consumidor
encuentra su mayor utilidad para unos precios y una renta dada. 
 Equilibrio del productor: Es aquel donde la empresa produce la cantidad
que le permitirá maximizar sus beneficios, dados unos determinados
costes.
 Equilibrio macroeconómico: Cuando el mercado presenta una igualdad
entre la demanda agregada y la oferta agregada.
Otros tipos de equilibrio
El concepto de equilibrio, fuera de lo económico, puede ser aplicado en los
siguientes ámbitos:
 En física: Cuando dos fuerzas opuestas se compensan entre ellas. Por
ejemplo, imaginemos que tenemos un vaso en una mesa. La persona A lo
empuja hacia el frente, donde se encuentra la persona B, quien está
también empujando el vaso, pero en dirección opuesta. Asumiendo que
ambos individuos aplican la misma fuerza, el vaso no se moverá.
 En política: Se hace referencia al equilibrio de poderes cuando hay un
balance entre los diferentes poderes del Estado (ejecutivo, legislativo y
judicial). De ese modo, no hay uno que domine o que tenga más
importancia o injerencia que el otro.
 Equilibrio emocional: Significa que una persona goza de buena salud
mental y que se mantiene en armonía con el entorno que le rodea.
 Equilibriocepción: Es aquel sentido que permite a los humamos y
animales caminar sin caerse. Dicha capacidad es desarrollada al máximo
por los equilibristas que caminan sobre la cuerda floja, por ejemplo.

Hacia el equilibrio de la economía mundial: Algunos avances, pero con


desafíos a futuro

Tras la crisis financiera mundial, los superávits y déficits en cuenta corriente


cayeron bruscamente a nivel general, de alrededor del 6% del PIB mundial en
2007 a alrededor del 3,5% en 2013.
Desde entonces, como se indica en la última edición de nuestro informe sobre el
sector externo, External Sector Report, los desequilibrios en cuenta corriente se
redujeron ligeramente, al 3% del PIB mundial en 2018, desplazándose de las
economías emergentes —entre ellas China, cuya cuenta corriente se encuentra
bastante en línea con los fundamentos económicos— hacia las economías
avanzadas.
Hasta ahora, las medidas y tensiones en el ámbito del comercio no han afectado
significativamente los desequilibrios mundiales en cuenta corriente, puesto que el
comercio se ha desviado a otros países sin aranceles o con aranceles más bajos.
En cambio, como se destacó en un blog anterior, esas tensiones comerciales y las
incertidumbres que traen aparejadas entorpecen la inversión y el crecimiento,
sobre todo en los sectores más integrados a las cadenas mundiales de suministro
(en las que la producción se distribuye entre distintos países).
A pesar de la reducción de los desequilibrios en cuenta corriente en todo el
mundo, los desequilibrios de saldos (medidos como la suma de los activos y
pasivos externos netos de los países) continuaron incrementándose, dado que, en
la mayoría de los casos, los países acreedores mantuvieron superávits y los
países deudores, déficits. Al 40% del PIB, los desequilibrios de saldos han
alcanzado un punto máximo histórico y son cuatro veces mayores que a principios
de la década de 1990. Además, los pasivos brutos de deuda externa en manos de
soberanos y empresas se incrementaron drásticamente en algunas economías en
los últimos años, apoyados por las benignas condiciones del financiamiento
mundial. Eso conlleva riesgos para la estabilidad financiera, no solo para los
prestatarios de países deficitarios sino también para los ahorristas de los países
superavitarios.
Entender cabalmente la posición externa de los países —cuenta corriente,
posiciones de saldos y divisas— es fundamental para poner de relieve la
responsabilidad compartida de las autoridades responsables de las políticas
económicas de abordar los desequilibrios externos antes de que se vuelvan
demasiado riesgosos.
Riesgos de los desequilibrios externos
Los desequilibrios externos no son necesariamente motivo de preocupación,
puesto que los países pueden tener buenas razones para mantener déficits y
superávits en momentos determinados. Por ejemplo, es natural que las economías
jóvenes y en rápido crecimiento mantengan déficits y tomen créditos de
economías avanzadas más maduras con menos potencial para crecer. Pero, así
como los hogares excesivamente endeudados pueden perder acceso al crédito si
sus ingresos se vuelven insuficientes para pagar sus deudas, las economías que
toman demasiado crédito y a un ritmo demasiado rápido pueden volverse
vulnerables a una interrupción repentina de flujos externos. Eso, a su vez,
perjudicaría a las economías acreedoras, que sufrirían pérdidas en sus activos
externos. Por lo tanto, el desafío consiste en determinar cuándo los desequilibrios
externos son excesivos o generan un riesgo.
Mediante una combinación de herramientas numéricas y datos específicos sobre
los distintos países, estimamos que entre el 35% y el 45% de los superávits y
déficits en cuenta corriente eran excesivos en 2018. Los superávits excesivos en
cuenta corriente se centraron en la zona del euro (con Alemania y los Países
Bajos a la cabeza) y en economías avanzadas más pequeñas de Asia (Corea y
Singapur), mientras que los déficits excesivos en cuenta corriente se concentraron
en Estados Unidos, el Reino Unido y algunas economías de mercados
emergentes (Argentina e Indonesia).
Tras muchos años de superávits excesivos en cuenta corriente, la posición
externa de China se trasladó a un nivel más equilibrado de acuerdo con los
fundamentos económicos en 2018. Esa reducción se debió a una combinación de
factores estructurales y políticas crediticias y fiscales expansivas, pero también a
la mayor flexibilidad cambiaria y a la consiguiente apreciación real de la última
década.
Los riesgos que implica la configuración actual de desequilibrios externos están
contenidos en gran medida, por lo menos a corto plazo, dado que los déficits en
cuenta corriente y las posiciones deudoras se concentran en su mayor parte en
economías avanzadas que emiten monedas de reserva. Sin embargo, no todos
son inmunes. Si se intensificaran las tensiones comerciales o geopolíticas —con
las repercusiones negativas que eso tendría en el crecimiento y el apetito de
riesgo en todo el mundo—, podrían verse afectadas las economías más
dependientes de la demanda o el financiamiento externos.
A mediano plazo, de no mediar políticas correctivas para reducir los desequilibrios,
las tensiones comerciales podrían consolidarse. Más aún, si la deuda externa de
ciertos países clave sigue aumentando, podrían producirse ajustes costosos y
problemáticos, con posibles efectos derrame al resto del mundo.
Por eso los países superavitarios y deficitarios deben trabajar juntos para reducir
los desequilibrios excesivos de una manera que propicie el crecimiento y la
estabilidad mundial.
Cómo encarar los desequilibrios
Hoy en día, muchos países se encuentran cerca del pleno empleo y tienen poco
margen de maniobra en su presupuesto público. Por ello, los gobiernos deben
calibrar cuidadosamente sus políticas para alcanzar sus objetivos internos y
externos. Los países que tienen déficits excesivos en su cuenta corriente, como el
Reino Unido y Estados Unidos, deberían adoptar o mantener una consolidación
fiscal que no perjudique el crecimiento, mientras que los que sufren superávits
excesivos, como Alemania y Corea, deberían utilizar el espacio fiscal para
estimular la inversión en infraestructura pública y el crecimiento potencial.
Las políticas estructurales bien adaptadas y secuenciadas deberían jugar un papel
más destacado para abordar los desequilibrios externos y, al mismo tiempo,
estimular el crecimiento potencial interno. En los países con superávits excesivos
en cuenta corriente, las reformas orientadas a alentar la inversión y desalentar el
ahorro desmedido —por ejemplo, la eliminación de barreras de entrada o el
fortalecimiento de las redes de seguridad social— contribuirían al equilibrio
externo. Las reformas que mejoran la productividad y la base de competencias de
los trabajadores sirven para promover las exportaciones en los países con déficits
excesivos en cuenta corriente. Incluso las economías con posiciones externas
que, según nuestro análisis, están de acuerdo con sus fundamentos económicos,
como China y Japón, deben adoptar políticas que atiendan los desequilibrios
internos y prevengan el resurgimiento de los desequilibrios externos; para eso se
necesitan reformas estructurales que faciliten la competencia en sectores como el
de los servicios.
La flexibilidad cambiaria sigue siendo clave para facilitar el ajuste externo. Como
se destacó en el capítulo analítico de este año, las características cambiantes del
comercio internacional, entre ellas el grado de integración en las cadenas de valor
mundiales y la facturación comercial en una moneda dominante como el dólar de
EE.UU., pueden debilitar algunos mecanismos de ajuste externo y limitar los
beneficios de la flexibilidad cambiaria a corto plazo. Por lo tanto, esta última puede
requerir el apoyo de otras políticas que refuercen la respuesta de las
exportaciones, por ejemplo, mediante un mayor acceso al crédito y a la
infraestructura de transporte. No obstante, permitir que el tipo de cambio haga lo
que tiene que hacer sigue siendo esencial para procurar un equilibrio duradero a
mediano plazo.
En un plano más general, todos los países deberían evitar las políticas que
distorsionan el comercio, que suelen dar frutos a costa del comercio, la inversión y
el crecimiento mundial. Por el contrario, los países superavitarios y deficitarios
deben trabajar para revitalizar el comercio internacional y fortalecer las normas del
sistema comercial multilateral que tan bien han servido a la economía mundial en
los últimos 75 años.
Equilibrio económico mundial: ahorro/inversión y cuenta corriente

Si bien cada país puede tener superávit o déficit en su cuenta corriente, el mundo
completo, por supuesto, no puede.
Agosto 2020 - Existe una relación directa entre el balance en la cuenta corriente
de la balanza de pagos y la diferencia entre el ahorro y la inversión de los países.
Si el ahorro supera la inversión, ese monto es equivalente al saldo positivo en la
cuenta corriente. Por otro lado, si bien cada país puede tener superávit o déficit en
su cuenta corriente, el mundo completo, por supuesto, no puede. Eso implica que
si, por ejemplo, hay un gran país o bien un grupo de países que es usualmente
deficitario tiene que haber otro u otros que lo compensen.
Superávit y déficit: equilibrando la balanza mundial
Desde el punto de vista de crecimiento económico, el concepto más aceptado en
general es que los países desarrollados debieran ser quienes mantengan un
ahorro superior a la inversión, con lo cual serían los países con superávit. Esto
permitiría a los países emergentes invertir por encima de su ahorro interno, lo que
aceleraría su crecimiento y permitiría una más rápida convergencia hacia los
niveles de ingreso de los países desarrollados. Lo recién descrito no ha
funcionado por varias razones, algunas internas a los propios países emergentes,
pero también porque los desarrollados no siempre han mantenido un superávit.
De hecho, desde 1980 hasta aproximadamente 1998 el equilibrio mundial se
basaba fundamentalmente en un déficit en los Estados Unidos, el cual era
compensado por superávits en Japón y Alemania. Si bien la compensación no era
exacta, este grupo de tres países, que eran las mayores economías del mundo en
esa época, nunca tuvo un déficit mayor al 0,23% del PIB mundial - medido por
paridad de poder de compra (PPP) - hasta 1998, cuando este subió a 0,31%. Sin
embargo, lo más complejo vino después, con déficits combinados de 0,51% y
0,71% en los dos años siguientes. Luego, durante los siguientes seis años y hasta
el 2006 inclusive los déficits fueron en promedio del 0,62% del PIB mundial por
PPP.
Lo anterior significa, naturalmente, que los países emergentes no solamente
deben disminuir sus déficits, sino que incluso fuerzan un superávit en promedio.
Este ajuste demostró ser muy doloroso, aunque eventualmente el superávit
de China (el cual, por ejemplo, se más que duplica entre 2005 y 2007) más la
recuperación de Alemania después de su unificación permitieron el retorno a un
equilibrio más benigno para los emergentes. La buena noticia es que el déficit
combinado de cuenta corriente de estos tres países desarrollados previamente
mencionados no ha superado el 0,14% del PIB mundial desde que se corrigió en
el año 2009. Además, superó las expectativas al convertirse en un superávit en el
año 2015, lo que se mantuvo hasta la crisis actual. 
Lamentablemente para los países emergentes, frente a la pandemia los capitales
tienden a converger hacia países considerados menos riesgosos y eso es
consistente con un déficit de cuenta corriente de éstos, aunque son déficits
significativamente menores que los observados en el período de 1999 a 2006; de
hecho, del orden de cinco veces menores y, por lo tanto, no debieran tener el
efecto disruptivo que tuvieron en esa época.

Cómo encontrar el equilibrio económico perfecto

Una vez más, existe un riesgo creciente de que el mundo no enfrente los
desequilibrios; esta vez, no solo debido a la autocomplacencia, sino también a la
incapacidad política.
El FMI convocó consultas entre países con déficits de balanza de pagos
profundos y persistentes, como Estados Unidos, o superávits considerables,
como China y los grandes productores de petróleo.
Los desequilibrios mundiales han disminuido un poco en los últimos años,
principalmente como consecuencia de la desaceleración mundial, más que de
medidas de política deliberadas. Pero siguen siendo persistentemente elevados y
es cada vez mayor el riesgo de que el mundo se deje
llevar por una inercia perjudicial, como ocurrió antes de la crisis financiera
internacional.
Mientras se gestaba la Gran Recesión, la existencia de estos desequilibrios estaba
ampliamente reconocida, pero no suscitó políticas correctivas sostenidas.

El FMI convocó consultas entre países con déficits de balanza de pagos profundos
y persistentes, como Estados Unidos, o superávits considerables, como China y
los grandes productores de petróleo. Pero esas consultas no llegaron demasiado
lejos.
Entre tanto, demasiada gente cayó en la trampa de citar “razones especiales” por
las cuales estos desequilibrios históricamente insostenibles podían sustentarse.
Pero lo que ocurrió fue que terminaron atizando la crisis económica mundial.

Una vez más, existe un riesgo creciente de que el mundo no enfrente los
desequilibrios; esta vez, no solo debido a la autocomplacencia, sino también a la
incapacidad de los economistas y las autoridades para llegar a un análisis común,
sin el cual será difícil forjar acuerdos eficaces y crear un sentido sólido y
mancomunado de responsabilidad entre las economías con superávit y con déficit.

Llegará un momento en que las naciones deficitarias tendrán dificultades para


continuar gastando muchísimo más de lo que recaudan. Los países con superávit,
por su parte, descubrirán que los superávits persistentes socavan el crecimiento
futuro. De un lado y del otro, los desequilibrios se harán más insostenibles, lo cual
podría trastornar seriamente la economía mundial.
Recuperación lenta. El mundo aún no se ha recuperado debidamente de la crisis
financiera internacional que estalló
en 2008. Las economías avanzadas todavía están intentando superar un
crecimiento anémico, una creación insuficiente de empleos y una creciente
desigualdad en términos de ingresos y riqueza. Los riesgos geopolíticos, entre
ellos los que encarecen el petróleo, han recrudecido.
Y demasiados políticos estadounidenses y europeos titubean y riñen en lugar de
encontrar soluciones a los impedimentos estructurales que perjudican el empleo y
el crecimiento.

Las economías emergentes continúan a la delantera de las avanzadas, pero su


crecimiento se está enfriando. Una de las razones son los problemas de las
economías avanzadas, pero otra es la dificultad de superar los retos que Michael
Spencer, ganador del Premio Nobel, ha denominado la “transición del ingreso
mediano”; es decir, cuando los costos de producción de un país aumentan a
niveles tales que le es más difícil al país competir con los países de bajo ingreso,
pero a la vez su capacidad institucional es aún insuficiente para alcanzar a las
economías avanzadas.
Este es el escenario económico mundial en el cual ha perdido ímpetu el ajuste de
los desequilibrios en cuenta corriente iniciado tras la crisis financiera internacional
(véase el gráfico), y es preocupante comprobar que los desequilibrios tienen una
composición parecida a la que tenían antes de la crisis.

Los ajustes que ocurrieron tuvieron causas negativas, más que positivas. Fueron
producto del impacto de la Gran Recesión en la demanda de las economías
avanzadas; el déficit comercial de países como Estados Unidos disminuyó a
medida que el desempleo alcanzaba niveles persistentes e inusitadamente
elevados. El ajuste se revirtió parcialmente cuando estas economías comenzaron
a recuperarse, no gracias a reformas sustentadas sino en gran medida como
consecuencia de gigantescas infusiones de liquidez por parte de los bancos
centrales y una disminución contundente de la tasa de ahorro de los hogares.

Estados Unidos aún concentra un porcentaje significativo de estos déficits: un


tercio hoy, en comparación con la mitad antes de la crisis. Por otra parte, como
ocurría antes de la crisis, apenas cinco países mantienen la mitad del superávit
mundial.
En el caso más delicado y sistémico de todos los desequilibrios bilaterales —la
balanza comercial entre China y Estados Unidos—, el deterioro ha continuado, y el
desequilibrio es hoy más agudo que el registrado en promedio en 2006–08.

Entre tanto, el grave desequilibrio entre Alemania y los países de la periferia de


Europa continúa siendo un factor que complica la crisis de la deuda de la región,
de por sí compleja
y desconcertante.
La explicación de los desequilibrios. La persistencia de los desequilibrios está
acompañada —en los debates de los círculos académicos— por una falta de
resolución en cuanto a sus causas, su importancia y lo que se puede o se debe
hacer para corregirlos. De hecho, los economistas parecen estar más
conflictuados que antes.

A falta de un análisis común, no es sorprendente que las iniciativas lanzadas


hayan sido una decepción. En un país tras otro, han predominado los intereses
nacionales, no las inquietudes mundiales. Los gloriosos días de la coordinación
internacional que culminaron en abril de 2009 en la exitosísima Cumbre de
Londres del Grupo de los Veinte países avanzados y emergentes (G-20) han
cedido el lugar a reuniones más bien faltas de inspiración. Y como el Programa de
Evaluación Mutua que el G-20 le solicitó al FMI que supervisara aún está
evolucionando, el avance impulsado por las políticas para resolver los
desequilibrios mundiales ha sido limitado.

Las explicaciones académicas tienden a hacer hincapié en diferentes factores,


tanto en cuanto al surgimiento de desequilibrios mundiales persistentes como a la
ausencia de soluciones.
 Esto complica la situación para las autoridades que, de por sí, cuentan con
herramientas imperfectas y menor flexibilidad tras haber desplegado medidas
fiscales y monetarias con una agresividad indiscutiblemente inusitada para evitar
una depresión internacional.
Algunos expertos sostienen que los desequilibrios mundiales son producto de las
políticas macroeconómicas adoptadas.

Otros ponen de relieve la función estructural que desempeñan el ahorro nacional y


la facilidad con que se pueden invertir los fondos excedentarios en otros países.
Para un tercer grupo, los desequilibrios ocurren porque la estructura del sistema
monetario internacional está cada vez más perimida.

No existe una sola explicación que predomine y atraiga un nivel crítico de


consenso, y esto habla más de los confusos días que vivimos que de un fracaso
de la profesión económica.
Hoy por hoy, la economía mundial está experimentando reordenamientos
seculares y estructurales a nivel nacional, regional e internacional, a medida que la
predominancia relativa y el dinamismo se trasladan de las economías avanzadas
más longevas a las economías emergentes. Y esto está ocurriendo en medio de
una desaceleración económica sumamente inusual que llevó a las economías
avanzadas a experimentar con políticas que no hace mucho tiempo habrían sido
impensables, a fin de superar la recesión. Es por eso también que los mercados
han fluctuado de manera tan violenta, en una alternancia constante entre el apetito
y la aversión al riesgo.
Las perspectivas. Dadas estas condiciones, lo mejor que podemos esperar de
las economías con superávits y déficits en los meses venideros son pequeños
ajustes de las políticas, más que iniciativas ambiciosas y sostenidas.
La economía estadounidense continuará recuperándose poco a poco, pero es
poco probable que emprenda las reformas estructurales necesarias para poner en
marcha un crecimiento vigoroso y sostenido. En Europa se hablará de la reforma,
pero continuarán predominando las cuestiones financieras.

Y en los países de mercados emergentes, las dudas que suscita la incertidumbre


mundial impedirán intentar realmente un realineamiento de las políticas que
favorezca tanto a los consumidores como a los productores.
A menos que ocurra una catástrofe económica, es difícil imaginar grandes
cambios del nivel o de la composición de los desequilibrios mundiales a corto
plazo. Lo más probable es que el mundo experimente más de lo mismo.

Estas perspectivas a corto plazo distan de ser reconfortantes. De hecho, en lo que


coinciden la mayoría de los académicos es en que los persistentes desequilibrios
dejan a la economía mundial expuesta a interrupciones repentinas de los flujos de
inversión, como ocurrió en el cuarto trimestre de 2008.

En ese momento, los fondos dejaron de circular hacia los mercados emergentes y
se refugiaron en títulos seguros como los del gobierno estadounidense, que es lo
mismo que sucedió
posteriormente en Europa.
Las preocupaciones en torno a posibilidades extremas tienen que ver con la
fragmentación de la moneda europea y el empeoramiento de las condiciones de
financiamiento de Estados Unidos. Ambas son eventualidades poco probables que
acarrearían trastornos catastróficos, con efectos de contagio negativos a los que
no escaparía prácticamente ningún país del mundo. Los economistas también
mencionan los crecientes riesgos de guerras de divisas y proteccionismo (una
inquietud vertida en numerosas ocasiones por el ministro de Hacienda brasileño,
Guido Mantega).
Podríamos decir que los desequilibrios mundiales se encuentran en un
“desequilibrio estable”. Pueden persistir durante un tiempo, pero entonces la
economía mundial seguirá apartándose del equilibrio asociado a un crecimiento
mundial vigoroso, la creación sostenible de empleos y la solidez financiera.

Dos alternativas. Existen dos maneras de resolver la contradicción inherente —y


en última instancia insostenible— de un desequilibrio estable a mediano plazo. La
resolución desagradable implica que las economías avanzadas vuelvan a caer en
una recesión. Esto podría ocurrir si se reavivara la crisis de la deuda europea, si el
precio del petróleo volviera a dispararse debido a trastornos geopolíticos, o como
consecuencia de un accidente de mercado debido al apalancamiento aún excesivo
de ciertas instituciones y segmentos del mercado. Las políticas de respuesta
serían inevitablemente menos eficaces dado que los balances de los bancos
centrales han crecido estrepitosamente a 20%–30% del PIB en las grandes
economías avanzadas, mientras los déficits y las deudas continúan siendo
elevados.

La mejor resolución sería que las autoridades tomaran medidas proactivas y


precautorias, probablemente con tres dimensiones: un ataque simultáneo a los
retos de política a corto y largo plazo; una serie de correcciones intermedias, a
medida que se reciba más información sobre los efectos de esos cambios de
política; y una estrecha coordinación internacional en la cual el FMI desempeñe un
papel más eficaz y firme como guía, centro de intercambio de información y asesor
de confianza.

En este escenario, Estados Unidos recobraría la competitividad y volvería a


crecer, Europa se transformaría mediante la reforma en una unión económica más
sólida y armoniosa, y los mercados emergentes de importancia sistémica
alentarían a su creciente clase media a consumir y a producir. Todo esto tendría
que ocurrir simultáneamente y requeriría que el FMI fuera un coordinador eficaz y
creíble.

No subestimemos los beneficios potenciales de esta evolución integral de las


políticas. Además de eliminar los obstáculos que una y otra vez han socavado la
economía mundial y la han dejado expuesta a crisis financieras, estos cambios
tendrían la ventaja añadida de movilizar sustanciales capitales privados que por el
momento se mantienen en compás de espera. Esa afluencia de capital constituiría
un estímulo más para la inversión, la producción, el empleo, el comercio
internacional y una distribución más equitativa del ingreso.

El bienestar de millones de personas en el mundo entero depende de que la


comunidad internacional se ponga a la altura de este difícil reto.

*El artículo fue escrito por Mohamed A. El-Erian quien es presidente y Codirector


de inversión de Pimco, una empresa de inversión internacional que gestiona una
cartera de activos de US$1,8 billones.
Globalización y el Cambio en el Equilibrio de la Economía Mundial
El informe "Desarrollo y Globalización, Hechos y Cifras" elaborado por la Unctad
(Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) se relacionan
los principales hechos que reflejan la globalización y el cambio en el equilibrio de
la economía mundial. Estos aspectos son:
Tendencias Mundiales de Comercio.
Desde la Segunda Guerra Mundial, el comercio mundial de mercancías en general
ha crecido más rápidamente que los ingresos mundiales, pero la crisis global ha
dejado su huella en la dinámica del comercio: La recuperación en el comercio
mundial sigue siendo incompleta y desigual, mientras que la tendencia hacia una
mayor apertura comercial de las economías se está deteniendo. La crisis mundial
y la recuperación desigual del comercio, han reforzado el continuo cambio en el
equilibrio de la economía mundial, con la disminución relativa en los países
desarrollados y el aumento en los países en desarrollo. El cambio en el equilibrio
global es también visible en la distribución de las exportaciones, marcado por la
creciente importancia del comercio entre los países en desarrollo. Si bien los
países en desarrollo en su conjunto se han convertido en la fuerza motriz
fundamental para la dinámica del comercio mundial en la década del 2000, los
resultados varían considerablemente entre regiones y países.
Tendencias Globales en el Flujo de Capitales.
Los flujos globales de capital han crecido aún más rápido que el comercio mundial.
Mientras que las tasas de intercambio han estado más estables, la inversión
extranjera directa ha aumentado desde la década de los 90. Los flujos de capital
privado han demostrado ser altamente cíclicos y volubles. En muchos países en
desarrollo, la apertura financiera ha aumentado significativamente los flujos de
capital y las tenencias transfronterizas, aumentando la exposición de los países a
los shocks financieros externos correspondientemente. Aunque se tomaron
políticas macro defensivas en respuesta a la crisis de los mercados emergentes a
finales de 1990, la integración financiera generó que los países en desarrollo se
vieran atrapados en la crisis mundial de 2008-2009.
Migraciones y Remesas.
Aunque mucho menos avanzada que la integración comercial y financiera, los
flujos migratorios y el mestizaje cultural de las poblaciones también ha aumentado
en muchos países y regiones. El aumento de los flujos migratorios ha llegado junto
con un aumento marcado en el papel de las remesas privadas. Las remesas se
han convertido en una fuente importante de ingresos de divisas para el desarrollo
de muchas economías en transición. La crisis global ha tenido un impacto
inmediato y considerable de los flujos migratorios y las remesas de migrantes.
PAPEL DEL GOBIERNO

EL GOBIERNO: en general, son las autoridades que dirigen, controlan y


administran las instituciones del Estado el cual consiste en la conducción política
general o ejercicio del poder del Estado. En sentido estricto, habitualmente se
entiende por tal al órgano (que puede estar formado por un Presidente o Primer
Ministro y un número variable de Ministros) al que la Constitución o la norma
fundamental de un Estado atribuye la función o poder ejecutivo, y que ejerce el
poder político sobre una sociedad.

El gobierno no es lo mismo que el Estado, está vinculado a éste por el elemento


poder. El gobierno pasa, cambia y se transforma, mientras que el Estado
permanece idéntico. En ese sentido, el gobierno es el conjunto de los órganos
directores de un Estado a través del cual se expresa el poder estatal, por medio
del orden jurídico. Puede ser analizado desde tres puntos de vista: según sus
actores, como un conjunto de funciones, o por sus instituciones.

ECONOMÍA: es la ciencia social que estudia las relaciones sociales que tienen
que ver con los procesos de producción, intercambio, distribución y consumo de
bienes y servicios, entendidos estos como medios de satisfacción de necesidades
humanas y resultado individual y colectivo de la sociedad.

Papel del gobierno


El consenso sobre el papel del gobierno en el desarrollo agrícola ha cambiado a
través del tiempo hacia un manejo menos directo de las actividades económicas y
menos controles sobre los precios y las cantidades de factores y productos.
Aunque el concepto de "fallas del mercado" en el sector privado ha sido
reconocido desde hace mucho tiempo en economía, la aceptación de las "fallas
del gobierno" es ahora mucho mayor que antes. Si bien buena parte de las fallas
del gobierno puede atribuirse a incentivos institucionales y a políticas fiscales
inadecuadas, esas fallas son una realidad. La gran rotación de los ministros y el
personal principal de los ministerios de agricultura pueden dificultar grandemente
el proceso de formular y ejecutar políticas coherentes. Sin embargo, los gobiernos
tienen un papel sobresaliente en la movilización de consensos hacia políticas
apropiadas de desarrollo y su traducción en acciones concretas. También deben
corregir, con medidas indirectas, las fallas del mercado más importantes.
¿Cuál debe ser el papel del gobierno si no se encuentra en la producción y la
distribución?
Los roles no discutibles de los gobiernos son suficientemente claros: proteger los
derechos de propiedad, hacer cumplir las obligaciones contractuales para
fomentar la competencia, y suministrar bienes públicos tales como investigación,
tecnología, información e infraestructura. Los papeles más controvertidos se
relacionan con la redistribución de recursos a través de medidas forzosas, la
estabilización de precios, la absorción de riesgos y la provisión de crédito. Si los
gobiernos donde los mercados privados temen entrar tienen que hacerlo con
cautela y considerables resguardos.

El Papel del Gobierno en la Economía.


Los esquemas gubernamentales siempre han tenido intervención directa en el
funcionamiento económico de los países, desarrollando modelos empresariales y
moldeando los factores de mercado que permiten el desempeño exitoso de la
economía.

A pesar de que en la sociedad actual prevalece una economía de mercado, la


realidad es que en la mayoría de los países existe una importante intervención del
estado en la actividad económica. El gobierno interviene en la economía,
prácticamente, porque el mercado por sí sólo no es capaz de sostener de manera
óptima su funcionamiento, ni de resolver los problemas causados por el mismo.

Para empezar el gobierno debe proporcionar un marco legal y social que garantice
un panorama competitivo y equitativo con todos los interventores y participantes
en la producción de bienes y servicios. Se debe mantener la competencia para
asegurar que ningún elemento ejerza actividades monopólicas o desleales, ante
eso el estado crea leyes y sistemas jurídicos que proporcionen un marco de
justicia ante la provisión y producción de bienes y servicios.

Por otro lado, la distribución de ingreso y riqueza representan otra responsabilidad


gubernamental, fomentar un sistema fiscal donde intervengan manejos de
impuestos sobre la renta o ingreso es una de las principales estrategias que
permiten dicha distribución, ya que a su vez generan un flujo de capital que
permita prosperar programas de subsidios gubernamentales y subvenciones para
grupos de interés especial. De acuerdo con la teoría económica, la falta de buena
asignación de recursos se presenta cuando un mercado tiene ciertas
externalidades o efectos indirectos. Es decir, algunos de los beneficios o costos
asociados con la producción o consumo de un producto en particular se acumulan
con otras partes diferentes de los compradores o vendedores de un producto.
Por último, una de las actividades más importantes que debe fomentar el estado
es el determinar las prioridades estratégicas de la nación y se delimitar las áreas
importantes en donde se deben invertir los recursos comunes de los ciudadanos.
Las maneras más comunes de lograr dicha labor son a través de sectores
particulares como: defensa y seguridad nacional, justicia, sanidad, seguridad
social, educación, infraestructura básica y manejo energético.
Analizar el papel del gobierno, requiere comprender sus posibilidades y límites,
puede fallar al igual que fallan los mercados, lo importante es saber si debe de
intervenir y de qué forma. La fortaleza de las naciones, dependen en gran medida
de la madurez de gestión y responsabilidad les dé a todos los factores
desarrollados anteriormente.
CONCLUSIONES
Prácticamente ningún inversor ve a las cuentas corrientes como una buena opción
para meter su capital ahorrado. Además, el 70% de los inversores, tal y como
describe este sondeo, piensa que la falta de transparencia no se entiende como
un obstáculo para confiar en los fondos de inversión ni tampoco se piensa que
este producto se dirija a personas con altos patrimonios.
La crisis económica mundial trajo cambios de largo plazo para México, como
consecuencia del menor consumo de las familias norteamericanas. Esto implica
una menor demanda de las principales exportaciones de México a Estados
Unidos. Al mismo tiempo, la crisis cambió las estructuras comerciales del mundo.
Estados Unidos y China tendrán que redefinir su relación económica bilateral de
largo plazo, con el fin de establecer equilibrios más estables y duraderos. A la vez,
es posible que emerja una estructura de bloques regionales semiautónomos que
ordenará el nuevo comercio internacional.
En el transcurso de estas dos décadas Guatemala ha debido presenciar
importantes cambios, pero ha debido padecer al mismo tiempo continuidades en la
estructura política y social. Desde el segundo gobierno electo popularmente en
1990, para los políticos y los gobernantes la democracia como procedimiento de
elección se encuentra consolidada, consideración a la cual se le da una
aceptación casi consensuada después de seis elecciones generales en donde la
población ha podido elegir libremente a sus gobernantes. Sin embargo, en esa
maduración democrática electoral existe la disyuntiva en la que la población elige,
pero no decide, porque los gobernantes y funcionarios públicos actúan a espaldas
de los electores, ejecutando una administración política característica del
presidencialismo y un Estado 220 centralizado. La implicación de esa forma de
hacer gobierno se manifiesta cuando los ciudadanos continúan desconfiando de
las instituciones públicas y de las organizaciones políticas.
RECOMENDACIÓN

 Registre sus gastos. El primer paso para comenzar a ahorrar dinero es


determinar cuánto gasta.
 Haga un presupuesto para ahorros.
 Encuentre maneras de recortar sus gastos.
 Decida cuáles son sus prioridades.
 Elija las herramientas adecuadas.
 Haga ahorros automáticos.
 Vea crecer sus ahorros.
 Reducir los gastos hormiga
 Antes de comprar, comparar precios
 Elaborar un presupuesto mensual
 Uso de productos financieros creados para iniciar el ahorro
E-GRAFÍA

https://www.principal.cl/productos/fondos-mutuos
https://es.slideshare.net/luis4enrique4agronomo2012/decisiones-de-ahorro-
macroeconomia

https://blog-dialogoafondo.imf.org/?p=11604
https://www.principal.cl/actualidad/equilibrio-mundial-ahorro-inversion-y-cuenta-
corriente
https://www.americaeconomia.com/economia-mercados/finanzas/como-encontrar-
el-equilibrio-economico-perfecto
https://www.sectorial.co/articulos-especiales/item/50652-globalizacion-y-el-cambio-
en-el-equilibrio-de-la-economia-mundial

También podría gustarte