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CUIDADOS PALIATIVOS Y ALIVIO DEL DOLOR EN ENFERMEDADES

ONCOLÓGICAS Y NO ONCOLÓGICAS

Introducción

En las últimas décadas, se ha producido un aumento sostenido de la prevalencia de


algunas enfermedades crónicas junto al envejecimiento progresivo de la población, fruto
del avance tecnológico que ha permitido no solo alargar la sobrevida de pacientes
portadores de Cáncer o SIDA, por ejemplo, también mejorar su calidad de vida. Sin
embargo la Organización Mundial de la Salud estima que al año 2030 la muerte por
Enfermedades No Transmisibles afectará a 55 millones de habitantes en el mundo, siendo
las enfermedades Cardiovasculares y el Cáncer las más importantes, provocando este
último dolor en todas sus etapas en un 75 a 80% de los pacientes en la actualidad.

Nuestro país no se sustrae de esta realidad: Según el Instituto Nacional de


Estadísticas, la segunda causa de mortalidad general en nuestro país son los Tumores
Malignos, solo superados por la Patología Cardiovascular. En respuesta a esta
problemática se decide integrar al régimen de Garantías Explícitas en Salud (GES) a los
Cuidados Paliativos en Cáncer Avanzado en el año 2005. Dado el éxito de la iniciativa y la
creciente necesidad de los pacientes, a partir de este año, la garantía se hará extensiva al
Cáncer en todas sus etapas.

Es por esto que se hace importante que el médico general tenga conocimientos
suficientes del manejo de los síntomas y situaciones que acompañan tanto al Cáncer como
a otras Enfermedades no Transmisibles en sus etapas avanzadas, de los cuales los más
importantes para los pacientes son el control del dolor, evitar prolongar innecesariamente
el proceso de morir, lograr la sensación de control sobre su cuerpo, evitar ser una carga
para la familia, fortalecer el vínculo con los seres querido y el manejo familiar[3]

Paciente Terminal

La categorización de un enfermo como terminal ha variado en el tiempo, en función


del progreso de la Medicina y la disponibilidad de nuevos tratamientos y de tecnologías de
apoyo vital para enfrentar enfermedades graves. Es por esto que enfermedades que antes
se consideraban terminales actualmente logran manejarse en forma efectiva o se realiza
un tratamiento que permite ser portador de la patología por largo tiempo (DM2, VIH, ERC,
etc). Si bien las enfermedades terminales también son graves (representan una amenaza
potencial para la vida) e incurables (no pueden ser resueltas), no todas las enfermedades
de estas características son terminales.

Para ser considerada terminal entonces, la enfermedad debe ser de carácter grave,
diagnosticada con toda la certeza posible por un médico experto en el área, ser progresiva,
irreversible y fatal en un plazo que puede ir de semanas a varios meses. Además, debe
carecer de un tratamiento eficaz que modifique el pronóstico letal a corto plazo.

Se asocian además las enfermedades terminales a numerosos síntomas y


complicaciones cambiantes, que deben ser evaluadas y manejadas para evitar complicar
aún más la evolución. Cabe destacar en este aspecto el impacto emocional en el paciente,
su familia y el equipo tratante.

Actualmente, las patologías que requerirán en algún punto de su evolución cuidados


paliativos son: Enfermedad de Alzheimer y Demencias no Alzheimer, Cáncer,
Cardiovasculares (excepto muerte súbita), Cirrosis hepática, Enfermedad Pulmonar
Obstructiva Crónica, Diabetes Mellitus 2, SIDA, Enfermedad renal crónica, Esclerosis
múltiple, Enfermedad de Parkinson, Artritis Reumatoide, Tuberculosis resistente a
tratamiento.

Cuidados Paliativos

La OMS define los Cuidados Paliativos el 2002 como el «Enfoque que mejora la
calidad de vida de pacientes y familias que se enfrentan a los problemas asociados con
enfermedades amenazantes para la vida, a través de la prevención y alivio del sufrimiento
por medio de la identificación temprana e impecable evaluación y tratamiento del dolor y
otros problemas, físicos, psicológicos y espirituales».

Para llevar a cabo esta tarea no existe una receta única en el mundo: El paciente
puede estar en su domicilio, institucionalizado u hospitalizado y ser manejado por personal
de salud, cuidadores informales o voluntarios. En nuestro país existen 42 Unidades de Alivio
del Dolor y Cuidados Paliativos que forman parte del sistema público de salud, cada una
compuesta por Médico, Enfermera/o, Técnico Paramédico y Asistente Social y/o Psicólogo
y la modalidad de atención es principalmente ambulatoria. Además existen unidades
privadas y dependientes de organizaciones benéficas (Hogar de Cristo) principalmente en
Santiago.

Encarnizamiento Terapéutico

El encarnizamiento terapéutico es la denominación que la sociedad


mayoritariamente ha elegido para calificar la sobre-atención médica divorciada de todo
contenido humano constituyéndose en el paradigma actual de la indignidad asistencial y la
contracara del acto médico que debiera “curar a veces, aliviar frecuentemente y confortar
siempre”. La percepción de su existencia en un paciente se efectúa súbitamente cuando se
toma conciencia que las sucesivas acciones médicas aplicadas han deteriorado su calidad
de vida hasta un extremo insoportable y sin ningún beneficio actual o potencial.

La concepción sobre la “muerte digna” surgió de la visión horrorizada de la sociedad


frente a la generación de formas del morir que se asocian a la utilización de los variados
procedimientos tecnológicos que el progreso de la medicina ha incorporado a su arsenal
diagnóstico y terapéutico habitual en el paciente grave y cuya aplicación continua y sucesiva
conduce solamente a la prolongación de la agonía demorando excesivamente la llegada
inevitable de la muerte.

GARANTIAS GES ALIVIO DEL DOLOR Y CUIDADOS PALIATIVOS (AD Y CP)

Por ley está garantizada la atención por equipo multidisciplinario de usuarios que se
encuentran en etapa terminal por cáncer, no en enfermedades no oncológicas, en todos
los niveles de atención según la estabilidad clínica del paciente medida como control de
síntomas, junto con esto se garantiza el acceso a una canasta de fármacos para manejo de
ellos.

En atención primaria está centrada la atención del 60% a 70% de los usuarios
aproximadamente, los que están estables en el control de síntomas y los que se encuentran
en condición de postración. Es el equipo de salud de atención primaria el encargado de
realizar las visitas domiciliarias de los usuarios.

En este contexto, y dado que en cualquier centro de salud o especialidad a la que se


dediquen les tocará atender a usuarios con patología terminal, es vital que conozcan cuáles
son los síntomas más frecuentes que presentan estos pacientes y cómo tratarlos, además
de conocer las garantías GES y cómo funciona la red asistencial para la atención de
pacientes.

1. ¿Quiénes ingresan al Programa de Alivio del dolor y cuidados paliativos GES?

Criterios de Inclusión:
 Persona de cualquier edad con cáncer en etapa avanzada o terminal
diagnosticado por médico especialista derivada a la Unidad de AD y CP del
sector público o privado.
 Aceptación escrita del enfermo (consentimiento informado). En situación de
interdicción, el consentimiento informado deberá ser firmado por un miembro de
su familia.

Criterios de exclusión:
 Rechazo del paciente a la terapia, explicitado en el Consentimiento Informado.
En situación de interdicción del paciente, lo podrá efectuar su familia.

Los protocolos para ingresar pacientes están establecidos en cada servicio de salud
según la realidad local, pero en general, una vez que el especialista respectivo confirma
el diagnóstico de cáncer terminal, completa el formulario necesario y deriva al personal
del Programa, en cada hospital debe haber un encargado. La primera atención debe
ser en 5 días desde la derivación, por lo que en general, es por enfermera quien educa
al paciente respecto al funcionamiento del programa y evalúa los síntomas y
necesidades de cuidados del paciente.

Luego el médico encargado inicia el manejo farmacológico y no farmacológico según


los requerimientos del usuario, y una vez que se encuentre estabilizado con control de
síntomas (principalmente dolor) se deriva al paciente al equipo de atención primaria,
quienes continúan el control y seguimiento, pero no hacen cambios de fármacos, sólo
ajustes de los que ya usan.

Es importante también aclarar que los fármacos e insumos se entregan en atención


secundaria, quienes están a cargo de administrar la canasta de prestaciones
garantizadas según GES, por lo que en caso de pesquisar que un paciente empeora
clínicamente y requiere cambio de fármacos, se debe derivar al especialista
correspondiente.

Proceso de Atención Alivio del dolor por cáncer y cuidados paliativos


2. ¿Cuáles son las prestaciones garantizadas a los pacientes en atención primaria?
a. Control por médico
b. Control por enfermera, matrona o nutricionista
c. Educación grupal
d. Curación simple ambulatoria
e. Visita domiciliaria por médico
f. Visita domiciliaria por enfermera, matrona o nutricionista
g. Atención kinesiológica integral ambulatoria
h. Fármacos:
i. AINES
ii. Opioides
iii. Antieméticos
iv. Laxantes
v. Corticoides
vi. Anticonvulsivantes
vii. Hipnóticos
viii. Bifosfonatos
i. Insumos de enfermería

Esto no quiere decir que cada paciente tenga que tener todo lo anterior, el médico
debe indicar según la evaluación que realice, sin perjuicio que el resto del equipo de salud
pueda sugerir alguna prestación.

En el caso de los fármacos, las marcas y presentaciones de los medicamentos, los


define cada centro de salud, habitualmente los hospitales, por lo que antes de indicarlos,
es responsabilidad de ustedes preguntar cuál es el arsenal farmacológico disponible.
Destaco que los usuarios que no pueden usar la vía oral para la administración de fármacos,
el programa cuenta con la posibilidad de acceder al uso de bombas de infusión continua
para administración de fármacos vía subcutánea en casos específicos, los que se deben
solicitar a atención secundaria.

Es importante señalar que muchos usuarios postrados, requerirán ayudas técnicas


para su mejor confort, como el uso de colchones antiescaras y que el programa también
tiene la posibilidad de entregárselos, también se deben gestionar con atención secundaria
Para ver más detalles respecto a las recomendaciones de manejo de síntomas, se
sugiere revisar la guía clínica GES de este problema de salud, disponible en la web:
http://web.minsal.cl/portal/url/item/d6924d336146d5e6e040010164015e8f.pdf.

3. ¿Cuáles son los principales síntomas que presentan los pacientes ingresados al
programa?

El año 2009 se aplicó una encuesta a todos los usuarios del programa, preguntando
cuáles eran los síntomas más frecuentes, lo que se muestra en el siguiente gráfico:

4. ¿Qué debe hacer el médico al enfrentarse por primera vez a un paciente?

a. Historia personal detallada: de los síntomas, del dolor y del cáncer


b. Examen físico enfocado a los principales síntomas
c. Evaluación psicosocial (del paciente y su familia)
d. Evaluación de los síndromes dolorosos comunes por cáncer.
a. Caracterización del dolor y otros síntomas
i. Dolor: Ubicación e irradiación, identificación del síntoma
ii. Tipo de dolor: somático, visceral, neuropático, mixto.
iii. Carácter del síntoma: agudo, episódico.
iv. Intensidad
v. Comienzo y evolución
vi. Factores que lo modifican (lo alivian o agravan)
vii. Actitud del enfermo
viii. Actitud de la familia
ix. Tratamiento previo
x. Consecuencias del dolor en: sueño, humor, relaciones personales
e. Educación para el auto-cuidado al paciente y su familia.
f. Registro en la ficha clínica del paciente.

Un 70% de los pacientes postrados requiere de cuidados paliativos básicos.


Un 30 % de los pacientes postrados requiere de atención especializada en domicilio,
cuidados paliativos complejos

No olvidar evaluar los siguientes aspectos /síntomas:

1. Digestivos:
a. Disminución de apetito
b. Náuseas/ vómitos
c. Disfagia
d. Constipación
e. Continencia urinaria y defecatoria
2. Síntomas de salud mental:
a. Depresión, ansiedad
3. Alteraciones del sueño
4. Cardiovasculares y respiratorios
a. Disnea
b. Edema
c. Trombosis venosa profunda
5. Neurológicos
a. Alteraciones de conciencia
b. Alteraciones del tono muscular
c. Dolor neuropático
6. Síntomas musculoesqueléticos:
a. Cansancio/fatiga
b. Debilidad muscular
c. Dolores óseos
d. Retracciones y deformidades articulares
7. Piel: evaluar presencia de lesiones, prurito y úlceras por presión.

Es muy importante evaluar la condición funcional de los pacientes, las preocupaciones


más importantes de los usuarios que los llevan a trastornos del ánimo son la pérdida de la
independencia y la pérdida de sus roles en su entorno, además de “No querer molestar” a
las personas a su alrededor. Por tanto no olvidar evaluar:

1. La necesidad de ayuda de una persona en actividades básicas de la vida diaria:


a. Alimentación
b. Aseo menor
c. Aseo mayor
d. Vestuario
e. Asistencia al WC y aseo perineal
f. Desplazamientos dentro de su casa
g. Desplazamientos fuera de la casa

2. Las actividades a las que ha dejado de asistir:


a. Reuniones familiares
b. Reuniones sociales
c. Actividades deportivas
d. Actividades laborales
e. Actividades de ocio: leer, escribir, pintar, manualidades, etc.

3. Necesidad de insumos, adaptaciones, órtesis y/o ayudas técnicas, las cuales se


pueden conseguir en atención secundaria, a pesar de no estar garantizadas por ley.
a. Pañales
b. Insumos para manejo de ostomías.
c. Sondas Nasogástricas/nasoyeyunales
d. Bombas de infusión
e. Colchones antiescaras
f. Cojines antiescaras
g. Sillas de ruedas
h. Catre clínico
i. Silla de baño o de ducha. Baño portátil
j. Bastones o andadores para los desplazamientos

Una de las escalas más utilizadas para evaluar la condición funcional en pacientes
con enfermedad terminal, es la Escala de Karnofsky, útil para medir la capacidad de los
pacientes con cáncer de realizar tareas rutinarias. Es un elemento predictor independiente
de mortalidad, tanto en patologías oncológicas y no oncológicas. Sirve para la toma de
decisiones clínicas, hospitalariamente y valorar el impacto de un tratamiento y el pronóstico
de la enfermedad de los pacientes.

Un Karnofsky de 50 o inferior indica elevado riesgo de muerte durante los 6 meses


siguientes.

5. ¿Cuáles son los roles del equipo de salud en atención primaria en la atención de
los usuarios del programa?
a. Médico:
i. Evaluar dolor y síntomas asociados
1. Indicar analgésicos según arsenal farmacológico, evaluar efectos
adversos
2. Indicar coadyuvantes
ii. Educar:
1. Enfermedad, metástasis, síntomas y progresión
2. Uso de medicamentos
3. Funcionamiento del Programa e integrantes
iii. Contención emocional e intervención en crisis
iv. Derivar según necesidad a atención secundaria o terciaria.

b. Enfermera:
i. Educar:
1. Cuidados generales: aseo, prevención escaras, tolerancia a
alimentación, hidratación.
2. Cuidados específicos según tipo de cáncer.
3. Ajuste de medicamentos:
a. Evaluar dolor y otros síntomas.
b. Reforzar indicaciones de medicamentos y evaluar
adherencia, tolerancia y efectos adversos.
c. Ajustar dosis de analgésicos: sugerir escalar, dosis de
rescate y cambio según efectos adversos.
ii. Evaluación red de apoyo y aspectos sicológicos, sociales y espirituales.
iii. Coordinar apoyo sicosocial, acompañamiento del duelo
iv. Contención emocional e intervención en crisis
v. Orientación funcionamiento del programa

c. Asistente social/Psicólogo
La evaluación psicosocial del paciente y su familia debe incorporar aspectos
relativos al momento vital, significado e impacto de la enfermedad, estilo de
afrontamiento, impacto de la percepción de sí mismo, dinámica familiar, recursos
espirituales, situación socioeconómica y otros.
Las intervenciones psicosociales producen efectos beneficiosos tales como la
disminución de la tristeza, la depresión, mejoran los mecanismos de
afrontamiento y
apoyan el efecto de la analgesia.

i. Aspectos sicológicos, sociales y espirituales.


ii. Núcleo familiar y social, red de apoyo
iii. Evaluación dinámica familiar
iv. Apoyo emocional, acompañamiento del duelo a paciente y familia
v. Asesoría en solicitud de ayudas técnicas y sociales
a. Técnico paramédico:
Muchas veces son los que más tiempo pasan junto a los pacientes y sus familias,
tienen un rol vital en el acompañamiento y en reforzar indicaciones médicas y
de cuidados.
vi. Orientación funcionamiento del programa y agendamiento de horas
vii. Evaluación de redes de apoyo
viii. Acompañamiento del duelo
ix. Evaluación del dolor y síntomas asociados
x. Educación en cuidados generales

CONDICIONES QUE APARECE NFRECUENTEMENTE EN PACIENTES EN CP

Síndrome Constitucional

Este síndrome, también conocido como síndrome tóxico o caquexia, se define como
la pérdida de masa muscular con o sin pérdida de masa grasa, caracterizada por baja de
peso involuntaria (o retraso del crecimiento en niños), anorexia, astenia, hipogonadismo,
insulino-resistencia y catabolismo proteico. Se produce como respuesta a la alta producción
y liberación de factores proinflamatorios y aparece tanto en cáncer como en otras
enfermedades crónicas no transmisibles. Aparece hasta en 80% de los pacientes
oncológicos, es un factor de mal pronóstico y causa de muerte hasta en 20%.

La pérdida involuntaria del 2% del peso corporal en 1 mes o la pérdida de cualquier


porcentaje en sujetos obesos o con sobrepeso refleja precaquexia. Para hablar de caquexia
se deben cumplir los criterios mayores: pérdida de peso es >5% en los últimos 12 meses o
IMC es <20 kg/mt2 asociado a baja de peso involuntaria >2%.

La anorexia se refiere a la pérdida del apetito. Puede verse exacerbada por la


presencia de constipación. Como complicación puede aparecer deshidratación, por lo que
se debe promover la ingesta de líquidos. Entre los fármacos que se pueden utilizar para
manejarla se cuentan la metoclopramida, los glucocorticoides por períodos cortos, los
canabinoides y los progestágenos en dosis bajas; hay estudios en curso en relación al uso
de antinflamatorios.

La astenia, que puede ser referida por los pacientes como fatiga o debilidad y
generalmente se asocia a otros síntomas inespecíficos o a los propios de la enfermedad
subyacente. Se encuentra disminución de la tolerancia a la actividad física, por lo que es
importante prevenir el síndrome de inmovilización y procurar mantener algún grado de
actividad, lo que contribuirá a disminuir la pérdida de masa muscular.

Como se mencionó inicialmente, corresponde a un síndrome con afectación de


múltiples sistemas y deterioro funcional. Así también compromete de manera significativa
el ánimo y la autoimagen.

La valoración del paciente caquéctico debe incluir la anamnesis de síntomas


gastrointestinales (saciedad precoz, náuseas, vómitos, alteraciones del gusto o del olfato),
historia y velocidad de la pérdida de peso y funcionalidad previa. En el examen físico se
debe incluir compromiso corporal y aspecto global, nivel de hidratación, presencia de
edemas, fuerza muscular, la cavidad oral y presencia de disfagia, abdomen. Además, se
debe realizar una evaluación nutricional lo más precoz posible.

Ya que los suplementos nutricionales no están indicados en todos los pacientes


porque no logran revertir las manifestaciones, se debe realizar manejo conductual
alimentario:

- porciones pequeñas con alta frecuencia que incluyan proteínas

- presentación del plato agradable

- postura cómoda

- ambiente cálido (evitar discusiones)

- evitar exceso de restricciones

- no coincidir alimentación con momentos de dolor


Disfagia

La disfagia es la dificultad para tragar. Existen dos tipos de disfagia, con conductas
terapéuticas diferentes, que se mencionan a continuación.

- Disfagia mecánica: se produce por una obstrucción mecánica al paso de alimentos. Se


inicia con dificultad para deglutir alimentos sólidos y puede progresar hasta dificultar la
ingesta de líquidos. En algunos casos puede beneficiarse de procedimientos invasivos
paliativos para sortear el sitio de obstrucción y mantener la vía enteral.

- Disfagia neurogénica: se produce por una pérdida del control neurológico del proceso de
la deglución. Genera alto riesgo de penetración o aspiración de alimentos hacia la vía aérea,
el que es mayor con alimentos líquidos o granulados (arroz). Se beneficia de evaluación
fonoaudiológica para instrucción en técnicas compensatorias y modificación de las
consistencias alimentarias.

Frente a disfagia lo que se busca es priorizar el confort y asegurar ingesta segura.

Alteración de las funciones de eliminación

a) Vejiga

Dependiendo del diagnóstico de base, pueden presentarse las siguientes


manifestaciones:

- Oligoanuria: Se refiere a la escasa o nula eliminación de orina durante la jornada. Puede


deberse a deshidratación, obstrucción o alteración del control neurológico. Se debe intentar
precisar cuál de estos mecanismos es el causante, ya que de ello dependerá el tratamiento,
que podría ser el aporte de volumen o el cateterismo. Puede asociarse a la presencia de
infecciones del tracto urinario.
- Incontinencia urinaria: Corresponde a la pérdida involuntaria de orina. Se puede asociar a
infecciones del tracto urinaria. Puede llegar a interferir significativamente en la vida social
de los pacientes. Aunque la base del manejo la constituyen las medidas generales como
en control de la ingesta según horario y disminución de irritantes, se debe evaluar caso a
caso para definir la mejor conducta: educación vesical, cateterismo intermitente, sonda
permanente, cistostomía.

b) Intestino

Dependiendo de la enfermedad las alteraciones intestinales pueden ser diversas.

- Constipación: Es una manifestación muy frecuente, ya que además de ser favorecida por
condiciones como el reposo o la disminución de la ingesta, es una de las reacciones
adversas más frecuentes de los opioides. El sólo hecho de ver alterado el hábito intestinal
(frecuencia con que cada persona suele presentar deposiciones) genera ansiedad en el
paciente y los familiares, además de generar algunos síntomas asociados como anorexia,
dispepsia o dolor abdominal. Por lo anterior, es muy importante prevenirla con medidas
generales como mantener o aumentar dentro de lo posible la ingesta de líquidos, alimentos
ricos en fibra soluble, actividad física. Si a pesar de esto hay disminución de la frecuencia
o aumento de la consistencia de las deposiciones, se pueden prescribir algunos elementos
como laxantes osmósticos, fármacos prokinéticos o uso de supositorios de glicerina para
facilitar la expulsión. En caso de ausencia de deposiciones en más de 5-7 días, se puede
utilizar un enema, pero nunca se debe preferir como primera línea de tratamiento, sino que
debe ser una medida para evitar llegar a la formación de fecaloma.

- Diarrea: El aumento de la frecuencia y/o disminución de la consistencia de las


deposiciones puede ser una manifestación muy disruptiva y afectar negativamente la
socialización del paciente. Es recomendable informar al tratante de la enfermedad de base
acerca de la magnitud del problema, ya que en algunos casos se pueden usar
medicamentos para disminuirla, como la loperamida. Se debe educar al paciente y su
familia acerca de las posibles complicaciones como la deshidratación y la formación de
erosiones en la región genitoanal, para prevenirlas (aumentando ingesta hídrica) o consultar
precozmente en caso de que se presenten.

- Intestino neurogénico: Corresponde a la pérdida parcial o total del control de la defecación


debido a una alteración en algún nivel del sistema nervioso. Puede manifestarse como
incontinencia anal o como enlentecimiento del tránsito y retención o ambas. En cualquier
caso, el manejo se debe realizar a través de la "educación intestinal" consistente en que el
paciente pase al baño diariamente, idealmente después de las comidas principales para
favorecer la eliminación a través del reflejo gastrocólico. De esta forma, el intestino se
mantiene con pocas deposiciones y disminuye el riesgo de incontinencia. Si el tránsito es
muy lento, se deben sumar las medidas para manejo de constipación.

Delirium

El Delirium es una manifestación neurocognitiva compleja de una anormalidad


médica, por ser falla de un órgano, infección o el efecto de alguna droga. Suele ocurrir en
pacientes en Cuidados Paliativos y Soporte Vital, especialmente en los que padecen cáncer
avanzado en sus fases finales, son de edad avanzada y/o padecen Demencia.

El diagnóstico de Delirium es clínico, según los criterios del DSM-5 (gold standard
actual): 1) Falla en la atención y percepción del medio. 2) La alteración es de corta evolución
(horas o días), representa un cambio respecto al estado basal del paciente y suele ser
fluctuante. 3) Otras alteraciones cognitivas presentes: alteración de la memoria,
desorientación, alteración en el lenguaje. 4) Los puntos 1 y 2 no pueden explicarse por una
patología pre existente, ya sea establecida o en evolución. Tampoco en el contexto de una
disminución cuantitativa de conciencia (coma). 5) Hay evidencia en la historia clínica,
examen físico o en exámenes de laboratorio de que el episodio es consecuencia de otra
situación médica, del consumo de alguna sustancia, exposición a una toxina o tiene
múltiples causas. Existen algunos test de screening diseñados para agilizar la evaluación,
con distintas sensibilidades y especificidades.[6]

El tratamiento descansa en medidas no farmacológicas y farmacológicas. Los


fármacos más usados son los antisicóticos como el Haloperidol, Quetiapina, Risperidona, y
otros se están empezando a usar con éxito como el Ramelteon (agonista del receptor de
melatonina). Dentro de las medidas no farmacológicas destacan la hidratación adecuada.
Como última medida ante síntomas refractarios considerar la sedación paliativa.
Síndrome de Inmovilización

Corresponde a los síntomas y complicaciones derivadas del reposo prolongado. En


los casos de pacientes en cuidados paliativos, la disminución de movilidad es parte de la
historia natural de la enfermedad, sin embargo, se deben prevenir y tratar las
complicaciones. El síndrome de inmovilización abarca todos los sistemas: piel (UPP),
cardiovascular (TVP, deterioro de la capacidad cardiopulmonar), respiratorio (atelectasias,
disnea), gastrointestinal (constipación), neuromusculoesquelético (paresia, deformidades),
etc. No se profundizará en este texto ya que corresponde a otro seminario, en el que se
revisará la prevención y manejo.

Bibliografía

 Guía Clínica AUGE “Alivio del dolor por cáncer avanzado y cuidados paliativos”. Serie
guías clínicas MINSAL, 2011. Disponible en:
http://web.minsal.cl/portal/url/item/d6924d336146d5e6e040010164015e8f.pdf.
 Listado de Prestaciones específicas. Anexo Decreto Régimen de Garantías Explícitas
en salud. MINSAL. Disponible en:
http://web.minsal.cl/portal/url/item/d6924d336146d5e6e040010164015e8f.pdf
 Rev. méd. Chile v.128 n.5 Santiago mayo 2000
 Global atlas of paliative care and end of life. OMS, enero
 Singer et al. JAMA 1999; 281(2):163-68.
 Medwave 2007 Ago;7(7):e2563 doi: 10.5867/medwave.2007.07.2563
 Gherardi C. Encarnizamiento terapéutico y muerte digna: Mitos y realidades. Medicina
(Buenos Aires) 1998; 58:755-762
 Lawlora P, Bushc S. Delirium diagnosis, screening and management. Curr Opin Support
Palliat Care 2014, 8:286–295
 Rev Med Inst Mex Seguro Soc. 2013;51(5):532 5. Suárez-Ortega S et al. Síndrome
constitucional.
 Radbruch L, Elsner F, Trottenberg P, Strasser F, Fearon K: Clinical practice
guidelines on cancer cachexia in advanced cancer patients. Aachen, Department of
Palliative
 Medicinen/ European Palliative Care Research Collaborative; 2010.
 Critical Reviews in Oncology/Hematology xxx (2014) xxx–xxx Dietary treatment of
weight loss in patients with advanced cancer and cachexia: A systematic literature
a a,b c a,b
review Trude R. Balstad , Tora S. Solheim , Florian Strasser , Stein Kaasa ,
d,e,∗
Asta Bye

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