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Categoría Cuento

Survived:
Creando Oportunidades.

Alumno:

Emely Nicole Samboy Montero


Matr. 22-0786, Estudiante de la Escuela de Mercadeo.

Seudónimo: Joy Light

Correo electrónico:

emelynicolesamboy@gmail.com

Celular: 809-980-7193

Universidad Iberoamericana

Fecha de entrega:

17/03/23
Survived:
Creando Oportunidades.

— ¡Hola! Mi nombre es Enrique Cabrera, y esta es la historia de cómo morí, pero aún sigo
aquí contándote los que fueron los hechos más tristes de mi vida.

Todo ocurrió hace tres años, un lunes por la mañana, un día como lo eran todos los demás días en
mi vida. Estaba lleno de preocupaciones, deudas y los pensamientos me estaban matando, no
tenía idea de cómo siquiera conseguiría el dinero para pagar los préstamos en el banco, y debía
procurar tener lo suficiente para llevar comida a la mesa de mi casa.

Esa mañana me alistaba para ir al trabajo, pero no sin antes despedirme de mis dos razones de
vida, mi esposa Liss que estaba tan preocupada como yo, y mi hija Sarah que me hacía olvidar
completamente mis problemas, de hecho, ni se los comentaba ni me gustaba que ella estuviera al
tanto de ellos, quería que tuviese una vida normal sin ningún tipo de complicaciones, no quería
que le faltara dinero para sus estudios ni que se limitara por venir de una familia de bajos
recursos.

— Liss amor, ya me voy al trabajo - le dije a mi esposa dejando un beso en sus labios, y
notando la cara asqueada de mi hija al ver esa escena, de hecho, fue bastante gracioso. Ya estaba
en la entrada, pero algo me decía que debía despedirme bien, no sé, algún presentimiento. — Me
devolví desde la entrada y abrace a Sarah y bese su frente.

— ¿Papi, te sientes bien hoy?, andas muy cariñoso – Sarah lo dijo entre risas, y me devolvió
el abrazo.

Ya me sentía listo para irme, así que me encamine hacia el viejo vehículo que estaba parqueado
en la cochera, tenía los frenos dañados, pero rezaba todos los días por llegar bien al trabajo y no
tener que gastar dinero reparándolo, ya tenía suficiente con las reparaciones de la casa, y de
hecho tenía planes de mudarme por la filtración, literalmente el techo no aguantaría una gota de
lluvia más, le daría un mes a la casa para que se viniera abajo, por eso antes de que eso ocurriera
tenía pensado obtener un ascenso en el trabajo.

Llegué al trabajo y tuve que hacer la fila para poner mi huella dactilar antes de entrar:

— ¡Buenos días! - Les dije a las personas en la fila como hago cada día, con una gran
sonrisa tratando de esconder mis pesares.

Tú que estás leyendo esto, ¿Sabes qué?, tengo 5 años trabajando en esta compañía, y los dos
últimos trabajos de contabilidad que hice para la empresa ni siquiera me los han pagado, no hay
nadie que trabaje como yo, no lo hice gratis, el director de departamento me aseguro que hoy me
pagaría, aprovecharé el momento y le pediré el ascenso que tanto me merezco, trabajo como un
burro y no me pagan lo que valgo.

Registré mi huella, y me encaminé hacia el ascensor para ir al departamento de contabilidad.


Dejé mis cosas encima del escritorio y me dirigí a la oficina del director, pero justamente en ese
momento sonó mi celular - era el seguro.
— Buenos días, es para informarle que su seguro de vida vence en tres días, tiene que pasar
a hacer el pago, más tardar el viernes en la tarde – Me hablaba una chica del departamento de
cuotas, tiene desde ayer llamando para que no me atrase con el pago de este mes.

— Está bien, voy a pasar el viernes en la tarde, gracias por llamar - No estaba seguro de
poder pasar el viernes por la tarde, hubiera querido poder, pero todo dependía del día de hoy, en
la tarde al salir del trabajo tendría suficiente dinero para pagar mis deudas, solo tenía que hablar
con el director.

Me dirigí a la oficina del director, su nombre era Jeffrey, era el director de departamento de
contabilidad, pero es hermano del dueño de la compañía y la esposa de su hermano es prima del
actual presidente, por lo que siento que lo único que hace en esta compañía es aprovechar que no
es muy conocida para poder lavar dinero sin problemas.
— Hola, Enrique, que te trae a mi oficina – dijo como si no me debiera nada, como si
hubiera olvidado el dinero que me debe.

— Vine a reclamarles mis pagos correspondientes a los últimos dos meses – Le dije con un
tono un poco incómodo, pero sin faltarle el respeto.

— Lo siento mucho Enrique, vas a tener que olvidarte de esos pagos porque no me los
quieren confirmar – Estaba tratando de esconder las hojas impresas que estaban en su escritorio,
se veía que eran transacciones grandes de dinero, parecían ser de cuentas de trabajo, me estaba
haciendo ideas en mi cabeza de lo que podrían ser, pero antes de explotar en furia decidí poner el
tema más importante para mí, que era mi ascenso.

— Dijiste que me ascenderían a Gerente de departamento, espero que puedas hacerlo en esta
semana porque no estoy en unas buenas condiciones, y si no me vas a dar mi dinero por lo menos
asciendeme y te lo dejaré pasar. — Dije pensando que lo habría convencido con aquellas
palabras.

— Enrique, ¿me estás amenazando? – Dijo con tono desafiante.

— Pues sí, si eso hace que me des un ascenso te estoy amenazando – Dije sin más nada que
agregar.

Jeffry solo hizo una llamada, que realmente no entendí muy bien lo que dijo, solo escuché que
hablaba de guardaespaldas – Me senté en el sofá que estaba cerca a esperar que trajeran el
contrato para mi nuevo puesto, eso es lo que esperaba.

10 minutos después entraron dos hombres grandes, con aspecto de luchadores y Jeffry dijo lo
siguiente:
— Escolten al Sr. Cabrera a la salida por favor, ya no trabaja más aquí, trátenlo de la mejor
manera – En ese momento, los dos hombres me agarraron cada uno de un brazo, y me llevaron
hasta el ascensor de atrás con ellos.

Me di cuenta de lo estúpido que fui al amenazar a una persona con el poder de arruinarme la
vida, ya no tenía sentido volver a casa, me había quedado sin trabajo, me había quedado sin lo
que me da sustento, ¿de dónde conseguiría dinero para mantener a mi esposa e hija?, ¿Qué diría
Liss? ¿Cómo pagaré el colegio de Sarah? – Miles de preguntas venían a mí, y a ninguna le
encontraba respuesta.

Me espabile, y ya estábamos atrás de la empresa, seguía sujetado de los dos brazos, pensé que
me dejarían ahí y se irían, pero no se fueron sin antes golpearme y darme la advertencia de no
volver a retar a Jeffrey – Al dejarme tirado en el piso, el más alto de ellos dijo:

— Es más que obvio que estás despedido, no vuelvas por aquí – me dijo tirándome una
bolsa con todas las cosas de mi escritorio, y yéndose con el otro guardaespaldas, aunque parecían
más unos matones que guardaespaldas.

Yo no podía más con tantas cosas, tantos problemas, la única alternativa que veía era no existir,
quitarme la vida. No pude evitar que las lágrimas salieran de mis ojos, no soy del tipo de hombre
que llora, pero en una situación así no pude controlarlo, sentía que la vida estaba siendo injusta
conmigo. — Me levanté, tomé mis cosas, me dirigí al vehículo, puse mis cosas en el asiento de
atrás y empecé a manejar sin un rumbo en específico, dándole vueltas al asunto.

Paré porque el semáforo estaba en rojo, y es ahí donde en medio de tantos pensamientos suicidas,
se me ocurrió un plan maestro.

Mi seguro de vida vencía en tres días, por lo que tenía que ser un plan ejecutado lo más rápido
posible. Mi vehículo tenía problemas en los frenos, y además siempre tuve planes con el seguro
por si me pasaba algo a mi familia no le faltara nada, si tuviera un accidente de coche sería
justificable porque es un coche con complicaciones, y el seguro deberá encargarse de eso porque
sería un accidente.

No podía creer el plan que se me pasaba por la mente, tenía que estar mal de la cabeza como para
hacerle eso a Liss y a Sarah, pero peor sería que los tres muriéramos de hambre.

Decidido, aceleré el vehículo hacia el puente flotante que está en ciudad Coral, famoso por la
cantidad de personas que pierden su vida ahí al tirarse al río, hay personas que ni siquiera las
identifican, porque no hay cámaras cerca y es raro que los vehículos pasen por ahí, es como si se
tratara de un puente fantasma, no existe para las personas al menos que alguien se quite la vida.

Estaba tan nervioso, y de hecho no planeaba quitarme la vida en serio, planeaba fingir mi muerte,
y desaparecer con ayuda de alguien que pase inadvertido por la frontera.

Pisé el acelerador, rompí la barra del puente y caí al río, desde ese día nada volvió a ser como
antes.

Mi esposa me reportó como desaparecido, y después de un mes me identificaron como el dueño


de las partes del vehículo que encontraron en Ciudad Coral, no habían encontrado el cuerpo, pero
ya había pasado un mes, ya se habían planteado que mi cuerpo estaba descompuesto. Dos meses
después encontraron un cuerpo en mal estado, y dieron por sentado que era yo.

Mi esposa recibió un acta de defunción después de confirmar que era yo sin siquiera reconocer el
cuerpo, pero eso me hizo feliz porque así debía ser. Personas con dinero se acercaron a Liss
dándole donaciones, y becas para la educación de Sarah, y después de que el seguro hizo todos
sus procedimientos les dio una gran cantidad de dinero. Liss y Sarah vivirían sus vidas completas
sin mí, pero nunca les faltarían recursos, las extraño, las amo, pero nunca me arrepentiré de la
decisión que tomé, nunca les habría podido dar una vida como la que tendrán y disfrutaran
después de que olviden el dolor de mi supuesta muerte.
Ya han pasado tres años desde mi muerte, la muerte de Enrique Cabrera, esposo de una mujer
maravillosa y una hija bastante inteligente. Liss se casó de nuevo hace un mes, con un tal
Michael a quien no le hace falta dinero, y trata a Liss y a mi hija como dos princesas. Y bueno,
yo Enrique, o bueno ya ese no es mi nombre, le hago llegar grandes cantidades de dinero a mi
familia, todos los años mediante una fundación en memoria de las personas que pierden su vida
en Ciudad Coral, ¿de dónde saco el dinero?, Ahora soy Sebas del Guzmán, un magnate de los
negocios del tráfico aquí en México, y estoy aquí contándote los que fueron los hechos más
tristes de mi vida, hechos que no cambiaría, porque les di la vida que merecían a las personas
que más amo.

FIN.

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