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FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

ESCUELA DE DERECHO

Consentimiento informado en donantes de gametos sexuales en Técnicas de


Reproducción Asistida heterólogas: Problemática en opción de donación cerrada y
derecho a la identidad de origen y biológica.

Tesina curso Investigación Jurídica Avanzada

Autora: Catalina Ignacia Coray Pinochet


Profesora guía: Natalia Ocampo

Santiago – Diciembre 2022

1
AGRADECIMIENTOS

A mi familia, que bajo toda circunstancia creyó en mí…

2
TABLA DE CONTENIDOS

RESUMEN…………………………… ……………………………………………….....................4

INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………...…………...5

METODOLOGÍA…… ……………………………………………………………...……………...6

PARTE I: TÉNICAS DE REPRODUCCIÓN HUMANA ASISTIDA (TRHA)….…..................7

A. Técnicas de Reproducción Humana Asistida homóloga …….……...……….


…………...8

B. Técnicas de Reproducción Humana Asistida heteróloga……………….....……………..8

B.1. Donación abierta…………..…………………………………………………………..8

B.2. Donación cerrada…………….………………………………………………………..9

C. Tratamiento normativo de las TRHA en ordenamiento jurídico chileno..……………..9

PARTE II: CONSENTIMIENTO INFORMADO…………………………………....................11

A. Ordenamiento jurídico chileno……………………….


………………………………….11

B. Naturaleza jurídica………………………….........………………………………………
12

C. Inoponibilidad del Consentimiento Informado……………………….


………………...13

PARTE III: DERECHOS DE LOS


INTERVINIENTES………………………………………..14

A. Derecho a la identidad biológica niño/a producto de TRHA heteróloga.…..


………….14

A.1. Tratados internacionales………….…….…………………………………………...15

A.2. Legislación chilena………….……….……………………………………………….16

B. Derecho a intimidad donante de gametos sexuales de TRHA heteróloga…..................18

B.1. Tratados internacionales………..…………………………………………………...18

B.2. Legislación chilena……………...……………………………………………………19

C. Derecho comparado…………………….………………………………………................20

D. Colisión de derechos: derecho a identidad v/s derecho a la intimidad…………………


22

3
PARTE IV: CONCLUSIONES…………………………………………………..……………….23

BIBLIOGRAFÍA…….………………………………………………………………….................24

RESUMEN
El presente trabajo aborda un área del derecho escasamente regularizada en el
ordenamiento jurídico chileno, conocida como “Técnicas de Reproducción Humana
Asistida heterólogas”. Con el desarrollo de estas técnicas surge la necesidad de emplear
métodos efectivos para conformar una familia, que requieren la participación de un tercero
ajeno –donante de gametos sexuales- por parte de quienes buscan concebir un hijo/a. Frente
a este contexto, son requeridos nuevos instrumentos que aporten en la regularización de la
relación entre donante e hijo/a producto de estas técnicas. Frente a esto, el consentimiento
informado es el contrato utilizado actualmente en la praxis biomédica, que ante la falta de
regularización, es utilizado para normar la relación entre los intervinientes; generando a
opciones para los donantes de divulgar o no su información personal a hijos/as concebidos
por TRHA heterólogas.
En este contexto, de elección de una donación cerrada por parte del donante, surge una
problemática en sede contractual en miras de la oponibilidad del contrato que resguarda y
protege los derechos del donante, y por otro lado, el derecho del niño/a producto de estas
técnicas, correspondiente a la identidad de conocimiento de origen biológico. Generando
un colisión de derecho fundamentales.
En efecto, el derecho a la intimidad no es un derecho absoluto, en consecuencia, no puede
efectuarse el ejercicio de este derecho transgrediendo el derecho a la identidad. De la
misma manera, no pueden aplicarse las reglas generales de oponibilidad de contratos, toda
vez que el Consentimiento Informado excede el límite de lo patrimonial, por tanto, resulta
inoponible, enmarcando la posibilidad por parte del niño/a producto de estas técnicas el
ejercicio de su derecho de identidad, aun cuando expresamente el donante manifestó la
voluntad de no divulgar su información personal.
A mayor abundamiento, ordenamientos jurídicos internacionales ya se han familiarizado y
han regularizado materia de reproducción asistida, donde la tendencia se inclina por la
supresión del anonimato del donante de gametos sexuales, con objeto de no vulnerar el
derecho de identidad, sin establecer un vínculo de filiación entre donante-hijo/a. Frente a
este contexto, la legislación chilena se enfrenta a un gran desafío en la actualización de
estas prácticas médicas que tienen consecuencias en el ámbito jurídico, debiendo formular
nuevas políticas que actualicen esta materia.

4
INTRODUCCIÓN
La presente investigación lleva por título “Consentimiento informado en donante de
gametos sexuales en Técnicas de Reproducción Humana Asistida heterólogas (en adelante
"TRHA"): problemática en opción de donación cerrada y derecho a la identidad de origen y
biológica”, dividiéndose el estudio en cuatro partes: la primera, relativa al análisis de
TRHA, regulación en ordenamiento jurídico chileno, y opción donación cerrada; la
segunda, abocada al consentimiento informado, inoponibilidad de este contrato; la tercera,
respecto de los derechos de los intervinientes (donante y niño/a producto de la TRHA); y la
cuarta, conclusiones.
La incorporación de nuevas TRHA, y el incremento de sus prácticas, conllevan a la
integración nuevas opciones en consentimientos informados, otorgados por clínicas de
fertilidad, para que donantes de gametos sexuales (óvulos o espermios)- en TRHA
heterólogas- accedan expeditamente a procedimientos en favor de familias aquejadas por la
patología de esterilidad. Encontramos la opción donación cerrada, donde el niño/a producto
de la TRHA no accede en el futuro a información de identificación de la/el donante, salvo
excepciones.
En este contexto, y a falta de regulación en el ordenamiento jurídico nacional, nacen
problemas en sede contractual, que se enmarca en los límites del consentimiento informado
en su opción de donación cerrada y la inoponibilidad de estos contratos. Por un lado, el
anonimato del donante que porta el material genético del niño/a producto de la TRHA
heteróloga, que manifiesta íntegramente en la opción de la donación cerrada del
consentimiento informado la intención de plena aportación de gametos sexuales sin
intenciones revelar información de identificación ni establecer relación paterno-filial;
respecto de esta última, el Código Civil entrega en su artículo 182 un taxativo tratamiento,
que dispone la no relación paterno-filial1. Y, por otro lado, el derecho a la identidad de
origen y biológica del niño/a producto de la TRHA heteróloga, donde su determinada
maternidad o paternidad no coincide con la biológica.
Por tanto, se tendrá por objeto analizar los límites del consentimiento informado y su
opción de donación cerrada en favor del donante de gametos sexuales, en contraposición

1
El legislador entrega tratamiento relativo a la filiación determinada en TRHA; esto es en la negativa a la
impugnación de filiación y la reclamación de otras distintas. Lo anterior, la relación paterno-filial, no será
objeto de la presente investigación.

5
con los derechos del niño/a producto de la TRHA, su calidad propiamente tal, y la
inoponibilidad de este contrato en cuanto a nuestro ordenamiento jurídico.

METODOLOGÍA
Tratándose de temas bajamente reconocidos y regularizados en nuestro ordenamiento
jurídico, se tomará como objeto de estudio: Ley N° 20.584 que regula los derechos y
deberes que tienen las personas en relación a acciones vinculadas a su atención de salud,
para efectos del tratamiento legal del consentimiento informado, artículo 182 del Código
Civil, Ley N° 19.620 sobre Adopción de Menores, para el reconocimiento de principio de
verdad biológica e identidad, Constitución Política de la República, en correlación de
derechos de intervinientes, Código Sanitario, Ley N° 19.585 relativa a materia de filiación
y Ley N° 19.628 que regula datos personales.
También se hará inclusión de la normativa contenida en un marco de derecho comparado.
Adicionalmente, se incluirán tratados internacionales, que otorgan un reconocimiento en
materia de derechos que para efectos de este análisis cobra relevancia, comprometiendo una
perspectiva interdisciplinaria.

6
PARTE I: TÉCNICAS DE REPRODUCCIÓN HUMANA ASISTIDA (TRHA)
Tratándose de TRHA y su clasificación, se debe analizar -bajo los parámetros asentados y
reconocidos por la medicina chilena- qué se entiende por dichas técnicas y sus alcances.
Para luego, emplear un vasto estudio en su clasificación homóloga y heteróloga,
contextualizando el origen de la problemática. Por consiguiente, dar tratamiento a la actual
situación jurídica y su sistematización.
Bajo estándares de nivel mundial y nacional, con cifras crecientes, un gran número de
parejas que se encuentra en edad de procrear padecen de problemas de fertilidad o
esterilidad. Si bien, en un primer momento, dicha condición puede ser solucionada con
intervenciones contra la esterilidad con tratamientos convencionales –potenciando salud o
hábitos reproductivos- un porcentaje considerable de estos tratamientos no resultan
exitosos, debiendo optar por la alternativa de las TRHA.
Para efectos de reconocimiento de dichas técnicas, bajo estándares nacionales –siendo estos
validados y ratificados por revistas de medicina chilena 2-, y en completa congruencia con
estándares internacionales, con criterios empleados por la Organización Mundial de la
Salud (OMS), se entenderá por “TRHA a cualquier tratamiento o procedimiento que
incluyan la manipulación de ovocitos, espermatozoides o embriones humanos para el
establecimiento de un embarazo” 3. La manipulación de dichos gametos, ya sean, femeninos
o masculinos, en la “ejecución de dichas técnicas conducirá a facilitar, o subsistir, a los
procesos biológicos naturales que se desarrollan durante la procreación humana”4.
Por tanto, bajo una condición artificial, entendiendo a esta última distinta de la concepción
natural –por medio de actos sexuales de procreación-, se concebirá un embarazo. En
consecuencia, “no se requiere la relación sexual de un hombre y de una mujer: sólo se
necesita la unión de un óvulo y un espermatozoide en una placa de laboratorio” 5. Pudiendo
identificar distintas TRHA, dentro de las más frecuentadas encontramos a la fecundación in
vitro (FIV) [vitrificación de embriones, ovodonación], inseminación artificial, la inyección
intracitoplasmática de espermatozoides y la transferencia intratubárica de gametos.

2
CÉSPEDES y CORREA (2021), p. 192.
3
HERRERA (2013).
4
SANTAMARÍA (2002), p. 37.
5
GÓMEZ (2007), p. 109.

7
El uso de estos procedimientos cobra relevancia para efectos de esta investigación al
momento que la manipulación de los gametos sexuales; óvulos o espermatozoides, no son
únicamente de la pareja interesada en la procreación sino cuando se adviene la
participación de un tercero, que aporta material genético distinto de aquellos que reconocen
la paternidad o maternidad del hijo/a producto de la TRHA. Problemática que nace en la
diferenciación, que se hará a continuación, de las TRHA homóloga y heterólogas.
A. TÉCNICAS DE REPRODUCCIÓN HUMANA ASISTIDA HOMÓLOGA
En esta primera clasificación se entenderá a las TRHA homólogas como “aquellas técnicas
en las que se emplean los gametos de la pareja que pretende tener el hijo” 6. Clasificación
que no contribuye problemática alguna, atendiendo al origen de los gametos sexuales;
óvulos o espermatozoides, los cuales no son distintos de la pareja que busca o está
interesada en consolidar un embarazo. Por tanto, el hijo/a producto del empleo de TRHA no
tendrá un material genético distinto de aquellos que detentan la calidad de padre/madre.
B. TÉCNICAS DE REPRODUCCIÓN HUMANA ASISTIDA HETERÓLOGA
Cuando en las TRHA se emplean procedimientos que incluyen la colaboración de gametos
sexuales ajenos o distintos a la pareja que busca procrear o concretar su proyecto familiar
se hace referencia a TRHA heterólogas. Dicho procedimiento “puede registrarse tanto en
las técnicas intracorpóreas (sobre todo, inseminación artificial) como en las extracorpóreas
(fundamentalmente fecundación in vitro e ICSI)”7.
Se introduce la figura del donante, que dispondrá –en favor de las familias aquejadas por
limitaciones en la labor de procreación– material genético para efectuar y concebir un
embarazo. Si bien, la colaboración por parte del donante tiene por único propósito la
donación de su respectivo material genético; sin descartar la posible intención de mantener
el anonimato en favor, ya sea del niño/a producto de las TRHA o de la pareja receptora.
Esta intención se verá materializada en el momento de firmar el consentimiento informado,
contemplando, ya sea; una donación abierta o una donación cerrada8.
B.1. DONACIÓN ABIERTA
Este tipo de donación contempla la posibilidad que todos los intervinientes en las TRHA
puedan conocer el origen biológico del hijo/a producto de esta técnica; en consecuencia,
entrar en contacto con el donante de gametos sexuales en el futuro. Al optar por esta
6
CAZORLA (2021), p. 25.
7
LAFFERRIÈRE (2010), p. 135.
8
La opción de donación abierta o cerrada se remonta a principios del año 1970; que incorpora dentro de las
clínicas o centros de fertilidad la decisión de revelación de identidad por el/la donante de gametos sexuales. A
la fecha actual, son los propios ordenamientos jurídicos los que pueden establecer restricciones respecto de
esta materia. Para efectos de Chile, y a falta de regulación, se rige por estándares internacionales; por tanto,
acepta la decisión del donante de donación abierta o cerrada, como es el caso de la Clínica de Fertilidad
SGFertility.

8
opción, se acepta que el centro o clínica de fertilidad pueda divulgar su información de
identificación al niño/a producto de TRHA cuando alcance la mayoría de edad legal;
dieciocho años, y tras la solicitud por escrito de este mismo.
Su elección no ocasiona problemática alguna, toda vez que el donante de gametos sexuales
accede de manera voluntaria a la divulgación de su información personal, en tal sentido, no
se ve afectado su derecho a la intimidad.
B.2 DONACIÓN CERRADA
La donación cerrada o sin divulgación ha sido el estándar durante muchos años para los
donantes de esperma y óvulos. En este caso, el centro o clínica de fertilidad actuará con
todos los medios idóneos y propios de sus facultades para proteger la divulgación de
información personal del donante ante todo descendiente concebido con los gametos
sexuales o algún posible padre/madre.
Lo anterior, no restringe en su totalidad la comunicación entre donante y centro/clínica de
fertilidad9. En tal circunstancia, y ante la falta de regulación, se han establecido normas
bajo un margen de derecho comparado en concordancia con la legislación española, por
tanto, la comunicación será sin comprometer el anonimato del donante, y únicamente para
efectos de dar cumplimiento con los servicios que describe el consentimiento informado al
que se ha accedido, o que se requiera o permita por ley, incluyendo casos en que se vea
afectada la vida del niño/a producto de la TRHA; en tal caso se deberá proporcionar
información o asistencia por parte del donante.
Cuando se recurre a esta opción, nos enfrentamos a una problemática; por una parte la
salvaguarda de la intimidad y anonimato de los donantes de gametos sexuales y, por otra, el
derecho a la identidad, comprendido en términos de conocimiento de orígenes biológicos,
por parte del niño/a producto de esta técnica. Donde el acceso a la información personal del
donante contribuiría a una perturbación a la esfera privada del mismo, ocasionando una
colisión de derechos, como se verá más adelante. Para ello será necesario deslindar estos
conceptos para formular este problema con precisión; en cuanto al derecho a la identidad y
derecho a la intimidad de los intervinientes.
C. TRATAMIENTO NORMATIVO DE LAS TRHA EN ORDENAMIENTO
JURÍDICO CHILENO
El ordenamiento jurídico chileno no ha sido exhaustivo en cuanto al desarrollo de las
TRHA, solamente hay menciones en la Resolución Exenta Nº 1.072 de 1985 del Ministerio
de Salud en cuanto a las “normas aplicables en la fertilización in vitro y la transferencia

9
Ley N°19.451 sobre trasplantes y donación de órganos, en su artículo 3° bis, establece normas de
divulgación de informaciones que permitan identificar al donante, señalando que no habrá prohibición
expresa que afecte directamente a los interesados en una donación entre personas vivas, a excepción del
mecanismo de donación de órganos.

9
embrionaria, declara el derecho a procrear y el acceso a medios médicos para facilitar este
derecho. También prohíbe la criopreservación embrionaria para transferencia diferida y
para la investigación (artículo 8º letra c). Estas normas son solo aplicables a los centros de
reproducción asistida del sistema público”.10
De manera análoga, en el Congreso Nacional descansa un proyecto ley sobre Regulación de
la Reproducción Humana Asistida, ingresado con fecha 03 de octubre del año 2006. Sin
embargo, en atención a la falta de pronunciamiento en el transcurso de dos años; desde su
fecha de ingreso, por parte de la Comisión11, se encuentra actualmente archivado. No
obstante a la desactualización en materias de TRHA, y la antigüedad con la que fue
ingresado dicho proyecto, este buscaba aportar un tema ausente en nuestra legislación,
estableciendo reglas básicas sobre TRHA; promoción de acceso libre y equitativo, el
carácter confidencial y establecimiento de instituciones encargadas del estudio económico y
psicológico de los intervinientes.
Adicionalmente, se da un limitado tratamiento que se aboca únicamente al artículo 182 del
Código Civil respecto de la filiación determinada mediante aplicación de TRHA. Previo al
estudio detallado de dicho artículo, será óptimo hacer mención de su evolución y reforma.
El texto vigente del artículo en cuestión fue determinado por la reforma del año 1998 al
estatuto de la filiación de la Ley N°19.585, derogando las normas del Título VII del Libro I
del Código Civil específicamente en su artículo 1° N°24; introduciendo el artículo 182, que
dispone:
“El padre y la madre del hijo concebido mediante la aplicación de técnicas de
reproducción humana asistida son el hombre y la mujer que se sometieron a
ellas.
No podrá impugnarse la filiación determinada de acuerdo a la regla precedente,
ni reclamarse una distinta”.
Se originan discusiones doctrinarias relativas al conocimiento de la identidad de donantes
en TRHA heterólogas, objetando la constitucionalidad del precepto legal. En este marco,
hay discusión respecto de las garantías que la Constitución Política de la República otorga,
en cuanto la inherencia del derecho a la identidad que no puede ser limitado en su esencia,
conforme a su artículo 19 N°26 -que para efectos de este caso la limitación se arraiga en el
derecho a la privacidad que posee el donante-.
Discusión, que también se centra en las garantías constitucionales, que atiende a la colisión
de derechos de los intervinientes de TRHA heterólogas, por un lado el derecho a la
10
VELARDE (2016), p. 107.
11
Artículo 36 bis inciso segundo del Código del Senado de Chile; se dispone lo siguiente: “Sin perjuicio de
ello, transcurrido el plazo de dos años sin que la Comisión se hubiere pronunciado sobre los asuntos
sometidos a su conocimiento, éstos pasarán automáticamente al archivo”.

10
identidad del niño/a producto de la TRHA; que tiene tratamiento en el conocimiento del
origen biológico, la igualdad ante la ley y no discriminación arbitraria. Y por otro lado, el
derecho a la identidad del donante de gametos sexuales, bajo una perspectiva de protección
de la esfera privada del individuo.
PARTE II: CONSENTIMIENTO INFORMADO
A. ORDENAMIENTO JURÍDICO CHILENO

El ordenamiento jurídico chileno no ahonda exhaustivamente en materias relativas al


consentimiento informado. Sin embargo, existe legislación vigente que trata esta materia.
Por su parte, la Ley N° 20.584 sobre la regulación de derecho y deberes que tienen las
personas en relación con acciones vinculadas a su atención en salud, nos conduce a un
acercamiento en materias de consentimiento informado.

EVOLUCIÓN

Con fecha 12 de junio del año 2001, esta ley hizo ingreso al Congreso Nacional. Con el
propósito de dejar “consignado el derecho de los pacientes a dar su consentimiento ante
cualquier intervención o ante la posibilidad de participar en protocolos (estudios) de
investigación. Asimismo, deja establecida la obligación del médico de informar
adecuadamente al paciente y establecen claramente las excepciones a la obligación de pedir
y acatar el Consentimiento Informado”.12

Buscó bajo parámetros y estándares internacionales relativos a la atención de salud, sentar


las bases mínimas de resguardo para los pacientes, recogiendo diversos instrumentos
internacionales; pactos y convenios, tales como: Organización de Estados Americanos,
Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), Declaración de los Derechos del
Niño (1959), la Convención Americana de Derechos Humanos (1969), la Convención
contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (1984) y la
Convención sobre los Derechos del Niño (1989). Y, a su vez, estableciendo como
principios inspiradores de la ley: dignidad de las personas, decidir informadamente,
respecto de los menores de edad, autonomía de la voluntad, entre otros.

Fue publicada el 24 de abril del año 2012 en el Diario Oficial. Establece derechos y deberes
del paciente, regulariza la información, libre acceso a la salud, privacidad, trato digno y, el
más importante por objeto de esta investigación, el consentimiento informado. De la
misma manera, la ley proporciona autonomía al paciente para decidir someterse o no a
procedimientos médicos. En oposición a esta autonomía, la ley establece sus limitaciones,
refiriendo a materias de aceleración de la muerte, eutanasia y suicidio.

12
ANGUITA (2016), p. 6.

11
TRATAMIENTO NORMATIVO

Como se ha referido con anterioridad, la ley no hace un vasto tratamiento en materia de


consentimiento informado. Sin embargo, hace un reconocimiento expreso de este,
concibiéndolo como un derecho del paciente, señala en el primer inciso de su artículo 14:

“Toda persona tiene derecho a otorgar o denegar su voluntad para someterse a


cualquier procedimiento o tratamiento vinculado a su atención de salud, con las
limitaciones establecidas en el artículo 16”

Este precepto reconoce el derecho de aceptar o rechazar cualquier tipo de procedimiento


médico por parte del paciente, ejerciendo dicho derecho en forma libre, voluntaria expresa
e informada. Siguiendo con lo establecido en la ley, se disponen normas relativas a la forma
de efectuar el consentimiento; como regla general será verbal, y respecto de procedimientos
que conlleven un riesgo relevante para la salud del afectado deberá constar por escrito. En
suma, proporciona autonomía al paciente, en cuanto a la decisión que tome frente a un
tratamiento o procedimiento médico.

El artículo 15 del cuerpo legal citado establece los límites de la manifestación de la


voluntad, entre los cuales indica intervenciones que supongan un riesgo para la salud
pública o un riesgo vital para la salud del afectado donde no se logre encontrar en
condiciones de manifestar su voluntad ni obtener la de su representante legal, y en el caso
de la incapacidad de manifestación de voluntad del afectado y la no obtención de su
representante legal [o su inexistencia].

En consideración a la relevancia que cobra la salud del afectado, el artículo 17 precisa la


circunstancia en que el profesional tratante tenga dudas respecto de la manifestación de
voluntad del paciente, o de sus representantes legales, en cuanto a la decisión que
significaría un detrimento para su salud, que serían evitables prudencialmente siguiendo
dicho procedimiento o tratamiento médico. En estos casos, se deberá solicitar el
pronunciamiento del comité de ética del establecimiento, sólo para efectos de
recomendación. Lo anterior, eximiendo de responsabilidad en sede civil y penal.

En definitiva, el consentimiento informado es una relación entre profesional tratante y


paciente, a partir de la información otorgada por el médico el paciente aceptará o rechazará
someterse a un determinado procedimiento.

B. NATURALEZA JURÍDICA

Al cobrar relevancia en gran parte de la praxis biomédica, el consentimiento informado se


convierte en un instrumento que se practica y desarrolla en sede jurídica. Comprendiendo a
este mismo como un acto jurídico; en este sentido debe satisfacer requisitos de existencia y

12
validez del mismo -consentimiento exento de vicios, objeto lícito, causa lícita y capacidad
de las partes-, adicionalmente debe satisfacer las especificaciones relativas a la
circunstancia concreta; ya sea trasplante de órganos, donación de órganos, amputación, etc.,
siendo una fuente de obligación para el médico tratante y como un derecho en el paciente.
De esta manera, el consentimiento informado surge como un contrato que permite la
prevención de demandas por parte de pacientes; y por otro lado, reafirma el deber y
responsabilidad médica de presentar de manera efectiva los efectos de la intervención que
se va a efectuar, y cerciorarse de la comprensión por parte del paciente. Siendo esta última
de vital importancia, ya que dice relación directa con la autonomía de la persona para
decidir por sí misma acerca de su integridad física y su vida, en otras palabras, el derecho
de autodeterminación de las personas.
El vínculo contractual entre médico y paciente, existe aun cuando se presentan situaciones
donde procede la atención médica sin que exista un previo acuerdo de voluntades entre el
paciente y el médico, un claro ejemplo se da en casos que el paciente en un centro de salud
público; sin libertad de elección de profesional tratante, donde aun cuando no hay libre
elección existe un vínculo contractual en miras del artículo 1449 del Código Civil; que
dispone:
“Cualquiera puede estipular a favor de una tercera persona, aunque no tenga
derecho para representarla; pero sólo esta tercera persona podrá demandar lo
estipulado; y mientras no intervenga su aceptación expresa o tácita, es revocable el
contrato por la sola voluntad de las partes que concurrieron a él.”
Lo anterior, en razón que el centro médico público se obliga a prestar sus servicios a
terceros, y bajo la circunstancia que el paciente recurra al establecimiento de salud, proceda
a percibir los cuidados necesarios por parte del profesional a cargo, implica una aceptación
del derecho establecido a su favor.

C. INOPONIBILIDAD DEL CONSENTIMIENTO INFORMADO

El Código Civil no ha efectuado un tratamiento sistemático en materia de inoponibilidad. Si


bien ésta se produce como una sanción jurídica que impide que se haga valer un derecho
exclusivamente ante terceros, el Código Civil no habla de inoponibilidad. De la misma
manera la jurisprudencia en esta materia es completamente escasa. En efecto, la doctrina se
ha encargado de dar tratamiento a la inoponibilidad; comprendiendo a esta misma como
una “categoría distinta a la nulidad relativa, que también conduce a la pérdida de eficacia de
la convención”13 .
En materia contractual, por regla general los contratos son inoponibles a terceros, sin
embargo, existen formas de hacerlos oponibles; dentro de las más destacadas, el
cumplimiento de formalidades de publicidad. Entendiendo a la formalidad de publicidad

13
LÓPEZ (1998), p. 368.

13
como un medio de divulgación sobre la celebración de un acto/contrato o la ocurrencia de
un categórico suceso de relevancia jurídica ante terceros.
Un claro ejemplo es el Contrato de Arrendamiento, en el numeral 2° de su artículo 1962
señala que:
“Estarán obligados a respetar el arriendo:
2° Todo aquel a quien se le transfiere el derecho del arrendador, a título oneroso, si
el arrendamiento ha sido contraído por escritura pública; exceptuados los
acreedores hipotecarios”
Aunque la disposición del Código Civil determina que basta con que el contrato de
arrendamiento se haya contraído por escritura pública, será necesaria su inscripción en el
Registro de Hipotecas y Gravámenes del Conservador de Bienes Raíces para que sea
oponible ante cualquier tercero.
En materia contractual se aborda la inoponibilidad desde sede patrimonial. Sin embargo,
aludiendo al caso en específico del consentimiento informado y la eventual revelación de la
identidad del donante en TRHA heterólogas, aun cuando se ha manifestado expresa y
voluntariamente la decisión de no divulgar información personal al niño/a producto de
dichas técnicas o respecto de aquellos que detentan su calidad de padres, se excede la línea
de lo patrimonial.
Si bien, se establecen medidas que contratos y/o actos tenga validez frente a terceros,
persiguen una finalidad susceptible de avaluación pecuniaria. Ahora, bajo la circunstancia
de la existencia de un contrato sea oponible a terceros; para efectos de este caso el niño/a
producto de la TRHA heteróloga, al que en razón de su derecho a la identidad; inherente a
su persona, no es posible la aplicación de las reglas generales de la oponibilidad –que se
aplican en sede patrimonial-, toda vez que la eventual oponibilidad afectaría derechos
fundamentales garantizados por la Constitución Política de la República de Chile,
sobrepasando el límite razonable del contenido constitucional.

PARTE III: DERECHOS DE LOS INTERVINIENTES (DONANTE Y NIÑA/O


PRODUCTO DE TRHA)
A. DERECHO A LA IDENTIDAD BIOLÓGICA NIÑA/O PRODUCTO DE
TRHA HETERÓLOGA
Para efectos del presente trabajo, se dará un tratamiento enfatizando el derecho a conocer la
identidad biológica de la niña/o producto de la TRHA sin dar mayor hincapié a la
determinación de filiación, la cual no debe ser considerada una consecuencia necesaria que
deriva de lo primero.
La identidad es comprendida desde la existencia legal de los individuos, y se concibe como
una prueba de la existencia de este mismo, siendo múltiples los factores que inciden la
elaboración de la identidad como tal; encontrando en primer lugar al nombre y apellido;
que supone la preservación del origen del individuo –relación paterno-filial-, y de la misma

14
manera supone un reconocimiento por parte del Estado de la existencia de este mismo.
Segundo, la nacionalidad que supone el vínculo entre un determinado individuo y el
Estado; contribuyendo al sentido de pertenencia y su capacidad de goce y, posterior, a la de
ejercicio. Tercero, la identidad de género; en casos que el sexo no coincida con su género;
atendiendo a la convicción personal e interna del individuo. Y, por último, el origen, que
puede tratarse ya sea en la procedencia de un determinado territorio, y desde una
perspectiva de origen biológico; que permita la construcción de la verdadera identidad del
individuo basado en sus raíces biológicas, siendo consustancial a los atributos y dignidad
humana.
Para efectos de este trabajo será necesario considerar la amplitud del derecho a la identidad,
donde esta última será con fines de individualizar al sujeto en sociedad. Comprendiendo
dentro de este concepto, el derecho a conocer la identidad biológica como el ejercicio del
derecho a la identidad. Por su parte, “la identidad personal tiene su punto de partida en la
concepción y su construcción se prolonga durante la vida del ser humano, en un proceso
continuo que abarca una multiplicidad de elementos y aspectos que exceden del concepto
estrictamente biológico, y que corresponde a la “verdad personal” y biográfica del ser
humano”14.
Entendiendo al derecho de identidad biológica y el conocer el origen como un derecho
inherente a todo ser humano que permita su óptimo desarrollo en sociedad15.
● A-1. TRATADOS INTERNACIONALES
Comenzando con la Convención sobre los Derechos del Niño hay un indudable
reconocimiento a éste derecho, estableciendo en su artículo 3 una primacía en el interés
superior del niño. De manera análoga, en su artículo 7 se reconoce que dicho niño/a tendrá
derecho en la medida de lo posible de conocer a sus ascendientes. Finalmente, en su
Artículo 8 se dispone que los Estados partes reconocerán el derecho del niño/a de preservar
dicha identidad; prestando asistencia y protección necesaria para velar por esta misma. Por
tanto, “queda claro que el niño tiene derecho a conocer sus orígenes; aunque no puede
dejarse de mencionar que la frase “en la medida de los posible”, despierta diferencias en
cuanto a sus alcances e interpretación”16.
De la misma manera la Declaración Internacional sobre los Datos Genéticos Humanos del
año 2003, en su artículo 13 nos señala que;

14
CARRETA y GREEVEN (2020), p. 20.
15
Consagrado en los Artículos 7° y 8° de la Convención sobre los Derechos del Niño, en los que se dispone:
“El niño será inscripto inmediatamente después de su nacimiento y tendrá derecho (…) en la medida de lo
posible, a conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos; Los Estados Partes velarán por la aplicación de
estos derechos de conformidad con su legislación nacional (…)”. “Los Estados Partes se comprometen a
respetar el derecho del niño a preservar su identidad (…)”. Ratificado por Chile en el año 1990.
16
CÁRDENAS (2017), p. 44.

15
“Nadie debería verse privado de acceso a sus propios datos genéticos o datos
proteómicos, a menos que estén irreversiblemente disociados de la persona como
fuente identificable de ellos o que el derecho interno imponga límites a dicho
acceso por razones de salud u orden públicos o de seguridad nacional”.
Reconociendo el acceso y derecho de todo ser humano al conocimiento de sus datos
genéticos; que para estos efectos cobra relevancia respecto de aquellos que prestaron
material genético para que se pudiese concebir un hijo/a bajo TRHA.
● A-2. LEGISLACIÓN CHILENA
Si bien no se ha reconocido expresamente el derecho a la identidad ni el Capítulo III
relativo de los Derechos y Deberes Constitucionales enumerados en la Constitución Política
de la República ni en ninguna de sus partes, ha sido objeto de trabajo para la jurisprudencia
dar solución ante la falta de pronunciamiento de esta materia, ampliando su campo de
aplicación en cuanto la verdad biológica de las personas.
La Corte Suprema ha sido clara y ha manifestado el reconocimiento del derecho a la
identidad, en sentencia Rol 7.779-2014, no restringiendo el uso y aplicación de este derecho
a la identidad, por tanto, reconoce que el derecho a la identidad privilegia la verdad
biológica por sobre la verdad formal.
El reconocimiento y aplicación en cuanto la verdad biológica y el derecho a la identidad, no
solo puede ser abarcado con fallos y bajo la única interpretación que han empleado
Tribunales de Justicia en Chile sino que será óptimo retornar a lo que el ordenamiento
jurídico chileno señala en los distintos cuerpos normativos.
En primer lugar, cabe remontarse a la Ley N° 19.585 que reformó al Código Civil y otros
cuerpos legales en materia de filiación, toda vez que se destaca como recoge y enfatiza el
principio de la verdad biológica en su artículo 195, que señala:
“La ley posibilita la investigación de la paternidad o maternidad, en la forma y
con los medios previstos en los artículos que siguen. El derecho de reclamar la
filiación es imprescriptible e irrenunciable. Sin embargo, sus efectos
patrimoniales quedan sometidos a las reglas generales de prescripción y
renuncia”.
Reforma que significó un cambio revelador en cuanto a la incorporación de principios
rectores, toda vez que la Ley N° 16.620 sobre Adopción de Menores recoge este principio,
permitiendo que niños/as puedan conocer sus orígenes; padres y madres biológicos. Para
ello, se habilitan los medios idóneos para iniciar el proceso de conocimiento de origen; 1)
Acudiendo al Servicio Registro Civil e Identificación con su cédula de identidad y
presentarse ante la Oficina Civil, y redactar una carta explicativa, 2) Por medio de Sename,
inscribiéndose en el sistema de Búsqueda de Orígenes por su plataforma web.

16
Ahora bien, teniendo en consideración los Derechos y Deberes Constitucionales que nos
entrega la Carta Magna, y su naturaleza, entendiendo a esta misma como ley fundamental
de un Estado, con rango superior al resto de las leyes, que define el régimen de los
derechos y libertades de los ciudadanos y delimita los poderes e instituciones de la
organización política17. Y, específicamente, la igualdad ante la ley que se garantiza como
derecho de toda persona, toda vez que en su artículo 19 N°2 nos señala:
“La igualdad ante la ley. En Chile no hay personas ni grupos privilegiados. En
Chile no hay esclavos y el que pise su territorio queda libre. Hombre y mujeres
son iguales ante la ley.
Ni la ley ni autoridad alguna podrán establecer diferencias arbitrarias.”
Permite concluir que la no aplicación o extensión de este principio de la verdad biológica,
condicionando en la aplicación y en el efectivo y real acceso al conocimiento de la
identidad, que subyace respecto del donante que aporta los gametos sexuales, distinto de
quienes se reputan como padre y madre del hijo producto de la TRHA heteróloga, introduce
una diferencia arbitraria en la paridad de derecho a la identidad que se reconoce respecto de
aquellos niños/as que, ya sea, desconocen información respecto de sus padres biológicos
por razones de abandono, como es el caso de aquellos que son envueltos en circunstancias
de adopción, o aquellos que aun teniendo presente a un padre biológico y su respectivo
reconocimiento, son desconocido por su otro progenitor, entre otros ejemplos. Marcando un
considerable contraste, en cuanto al trato que el ordenamiento jurídico reconoce respecto de
los casos anteriormente mencionados versus un niño/a producto de una TRA heteróloga,
que siendo amparo con los mismo derechos, estos no le son reconocidos y materializados.
Cabe hacer mención a los tratados internacionales que Chile ha ratificado, y que promueven
el derecho a la identidad biológica, siendo la Convención sobre los Derechos del Niño la
más importante, estaría siendo violado al dar un tratamiento taxativo respecto del artículo
182 del Código Civil, alejándose del verdadero sentido de la norma y sus intereses
protegidos, en cuanto al resguardo e incentivo al conocimiento real y concreto de los
orígenes biológico de niño/a producto de la TRA.
Por último, en el inciso segundo de su artículo 5°18, se establece una remisión normativa a
los tratados internacionales vigentes y que han sido ratificados en Chile, debiendo ser
respetados y promovidos por los órganos del Estado. Bajo esta perspectiva, el derecho a la
identidad tiene carácter fundamental; aludiendo a los tratados que actualmente se encuentra
sujeto Chile.

17
Real Academia Española
18
Señala que: “El ejercicio de la soberanía reconoce como limitación el respeto a los derechos esenciales
que emanan de la naturaleza humana. Es deber de los órganos del Estado respetar y promover tales
derechos, garantizados por esta Constitución, así como por los tratados internacionales ratificados por Chile
y que se encuentren vigentes”.

17
B. DERECHO A INTIMIDAD DONANTE DE GAMETOS SEXUALES DE
TRHA HETERÓLOGA
“El derecho a la intimidad es sin duda un derecho inherente, inalienable, imprescriptible e
irrenunciable de toda persona”19. Que tiene como objeto la protección de la esfera privada
de un individuo determinado, cobrando gran relevancia al momento de la exposición de
dicho individuo, ya sea en cualquiera de sus dimensiones, tales como las “1) corporales;
como lo es su integridad física en la intromisión por medio de registros corporales, 2)
territoriales o espaciales; identificando al hogar y cualquier otro espacio físico que no sea
de acceso público, como espacios donde las personas actúan con la inequívoca voluntad de
no quedar sometidas a escrutinio público alguno”20, y la más importante para efectos de este
trabajo “3) informacional; que permite que las personas puedan libremente decidir qué
información o antecedentes relativos a su persona pueden ser conocidos o accedidos por
terceros, información sobre la cual cada persona tendría un cierto poder de control”21
● B-1. TRATADOS INTERNACIONALES

Comenzando con la Declaración Internacional de Derecho Humanos, ratificado por Chile


en octubre del año 1971, que en su artículo 19 nos señala:

“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho


incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir
informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por
cualquier medio de expresión”

Reconociendo los límites por parte de la libertad de opinión y expresión, no pudiendo


transgredir información y todo lo relativo a la esfera privada; por tanto, intimidad, de
cualquier individuo.

De la misma manera el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ratificado por


Chile en febrero del año 1972, en su artículo 19 nos señala:

“1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión; este derecho comprende
la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin
consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o
artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección”

19
CÁRDENAS (2017), p. 38.
20
ÁLVAREZ (2013).
21
ÁLVAREZ (2013).

18
2. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión; este derecho comprende la
libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin
consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o
artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección.

3. El ejercicio del derecho previsto en el párrafo 2 de este artículo entraña deberes y


responsabilidades especiales. Por consiguiente, puede estar sujeto a ciertas
restricciones, que deberán, sin embargo, estar expresamente fijadas por la ley y ser
necesarias para:

a) Asegurar el respeto a los derechos o a la reputación de los demás;

b) La protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral


públicas.”

Que busca, en primer lugar dar reconocimiento a la libertad de expresión a la que se


encuentran sujeto todos los individuos de los Estados que reconocen este instrumento
internacional, toda vez que establece una serie de limitaciones y restricciones en el ejercicio
de su libertad de expresión, encontrándose condicionado por la transgresión de derechos
ajenos; en este plano nos encontramos con la intimidad de un determinado individuo.

Y, por último, mencionamos a la Convención Americana sobre Derechos Humanos,


ratificada por Chile en el año 1990, en el numeral 2° su artículo 13 hace referencia en
cuanto la libertad de expresión, y sus respectivas condicionantes, señalando:

“El ejercicio del derecho previsto en el inciso precedente no puede estar sujeto a
previa censura sino a responsabilidades ulteriores, las que deben estar
expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para asegurar: a. el respeto a los
derechos o a la reputación de los demás, o b. la protección de la seguridad
nacional, el orden público o la salud o la moral públicas”

● B-2. LEGISLACIÓN CHILENA

Para efectos de este trabajo se dará un vasto tratamiento del derecho a la intimidad en el
ordenamiento jurídico chileno, revolviendo tanto el trato taxativo como los límites que ha
empleado la jurisprudencia.

Por su parte, la Constitución Política de la República ha reconocido expresamente este


derecho, siendo este tratado en su Capítulo III de los Derechos y Deberes Constitucionales
en su artículo 19 N°4, que nos señala:

19
“El respeto y protección a la vida privada y a la honra de la persona y su familia, y
asimismo, la protección de sus datos personales. El tratamiento y protección de estos
datos se efectuará en la forma y condiciones que determine la ley”

Lo anterior, indicando y garantizando la protección a la esfera privada, abordando distintas


esferas de esta; tanto la territorial como la informacional, limitando la eventual invasión y
transgresión de la intimidad del individuo en las formas previstas por la ley.

En este mismo sentido, se hace mención a la Ley N°19.628 que tiene por objeto la
regulación de los datos personales de los individuos, en registros o bancos de datos, ya sea
de organismos públicos o privados. Establece límites en cuanto al tratamiento de los datos
personales, y deja a disposición de leyes, de manera que adopta un modelo responsable en
cuando la acreditación de la concurrencia de alguna fuente de licitud que ampare el
tratamiento de los datos, propinando los controles y medidas suficientes para cumplir con el
deber de confidencialidad.

La ley en cuestión, amplía el concepto de datos sensibles, en términos terrenales, corporales


e informacionales. Respecto de este último, abarcando todo aquellos datos de la
circunstancia de la vida privada o íntima de un individuo, ya sean hábitos propios del
individuo, estado de salud física y psicológica, y la más importante para objeto de este
trabajo; los orígenes, comprendiendo a este mismo desde sede étnica como biológica.

Cabe agregar, que esta protección a la privacidad se extiende en sede penal. Y acotando la
manifestación del Código Penal, este refiere en cuanto la inviolabilidad de las
comunicaciones, empleando diversas sanciones respecto de la divulgación de información y
secretos en miras del oficio que desempeña el sujeto activo. En esta misma línea, el Código
Procesal Penal hace referencia en materia al momento de efectuar la etapa de investigación;
en su artículo 205, 206 y 303.

La regulación que emplea el ordenamiento jurídico chileno en el Código Civil no consigna


una protección taxativa de la privacidad. Sin embargo, se ha manifestado implícitamente en
circunstancias que advierte la existencia de la intimidad de los individuos. Un claro ejemplo
se da en materia de filiación, específicamente en la investigación de la filiación no
matrimonial, tratada en sus artículos 195 y siguientes, que consiente que durante el proceso
se mantenga el carácter confidencial hasta resolución y sentencia que ponga fin a las
controversias en cuestión, donde tendrán únicamente acceso las partes involucradas en el
proceso judicial.

C. DERECHO COMPARADO

20
Suecia, el año 1984 suprimió el anonimato de donantes de gametos sexuales con la ley No.
144022, en su artículo 4 señala que la persona concebida media TRHA heteróloga una vez
alcanzando el nivel de madurez suficiente podrá acceder a la información sobre el donante
de gametos en el registro especial del hospital.

Holanda, bajo un criterio similar al de Suecia, suprime el anonimato del donante de


gametos sexuales con la Ley 25/04/2002, concediendo el acceso a información del donante
al hijo/a producto de TRHA.

En el caso de Alemania, los tribunales se han manifestado respecto del derecho a la


identidad, siendo este último defendido y considerado como un derecho humano. En el caso
de Sara P., mujer concebida mediante TRHA, el “Tribunal Superior de Hamm del estado
de Renania del Norte-Westfalia en el año 2013, le confiere el derecho de acceder a
información para conocer la identidad de su padre biológico”. 23 Desfavoreciendo el
anonimato del donante de gametos sexuales y prevaleciendo el derecho a la identidad y
origen biológico.

En esta misma línea, en el año 2015, el Tribunal Supremo alemán dictaminó el


reconocimiento del derecho de los niños, sin distinción de edad, para acceder a información
del donante de gametos sexuales para conocer origen biológico24.

En España, la Ley 35/1998 sobre Técnicas de Reproducción Asistida, dispone que la


identidad del donante se mantendrá en estricto secreto, quedando registrado en bancos
respectivos y Registro Nacional de Donantes. El hijo/a nacido bajo el uso de estas técnicas
tendrá derecho a la obtención de información general del donante que no incluya su
identidad. Extendiendo este derecho a la receptora de los gametos. Excepcionalmente, se
podrá obtener la identidad del donante bajo circunstancias de peligro para la vida del hijo/a;
donde dicha revelación sea indispensable para evitar peligro. Esta excepción no supone
determinación legal de filiación.

En Argentina, se ha adoptado un sistema de anonimato relativo en su Código Civil,


ahondando en su artículo 564 se realiza una distinción respecto al acceso a información del
donante, donde podrá obtenerse del centro de salud interviniente información relativa a
datos médicos del donante, cuando es relevante para la salud (no identificatorias) y por
razones debidamente fundadas, evaluadas por la autoridad judicial (identificatorias).

Respecto a esta última, se destaca el reconocimiento del “derecho a conocer los orígenes de
forma limitada, permitiéndose el derecho de conocer la identidad genética con fines
médicos en forma limita cuando medien razones de salud, y el derecho a conocer la
22
Lag. SFS- 1984:1140.
23
LÜTTICKE y PAPALEO (2013).
24
LAFFERRIÈRE, (2015).

21
identidad del donante puede ser autorizado por la autoridad judicial cuando existan motivos
fundados y sin que este conocimiento establezca filiación”25.

COLISIÓN DE DERECHOS; DERECHO A LA IDENTIDAD V/S DERECHO A LA


INTIMIDAD

El ordenamiento jurídico chileno, como se ha reiterado con anterioridad, hace un


reconocimiento expreso del derecho a la intimidad de los individuos. En un primer
momento, con rango legal, la Ley N° 19.628 sobre la regulación de los datos personales de
individuos, en registro o bancos de datos es controlado para dar cumplimiento al deber de
confidencialidad. Luego, en el artículo 19 N°4 de la Constitución Política de la República
se garantiza la protección de este derecho fundamental; que transciende a distintos aspecto
de los individuos, ya sea territorial como informacional.
Adicionalmente, el donante de gametos sexuales cuando celebra un contrato con centros o
clínicas de fertilidad con opción de donación cerrada; manifiesta expresamente la voluntad
de no entregar información personal a largo plazo al niño/a producto de TRHA heteróloga.
Lo anterior, supone una protección a la confidencialidad de su información personal desde
sede contractual hasta sede constitucional.
Sin embargo, no se puede apreciar el derecho a la intimidad del donante como uno
absoluto. Lo anterior, bajo la premisa que el derecho a la identidad del niño/a producto de
la TRHA al estar ratificado por tratados internacionales otorga un carácter constitucional
del derecho a la identidad, sumado al derecho a la igualdad al que se encuentra sujeto el
niño/a, y que el desconocimiento al derecho a la identidad supone un trato disímil e injusto,
toda vez que los niños/as que bajo la Ley N°16.620 sobre Adopción de Menores gozan del
derecho al conocimiento al origen biológico, derecho que se debe extender a niños
productos de TRHA.
De igual manera, cabe considerar que en el ejercicio de la protección de derechos
fundamentales propiciada por los titulares de los respectivos derecho; intimidad e identidad,
resulta incompatible garantizar protección iusfundamental para ambos, en consecuencia,
hay una colisión de derecho fundamentales; que “debe resolverse estableciendo una
relación de precedencia entre los dos principios relevantes, condicionada a la circunstancias
del caso concreto”26. Para efectos de este caso, resguardando y promoviendo que derecho a
la identidad del niño/a producto de estas técnicas no se vea transgredido por el derecho a la
intimidad el donante; resultando inoponible el contrato esta materia.
En suma, el ejercicio del derecho a la intimidad transgrede indudablemente el derecho a la
identidad, por tanto, el consentimiento informado que celebra el donante no puede estar
sujeto a las reglas generales del contrato que tratan materias susceptibles de avaluación

25
CÁRDENAS (2017), p. 51.
26
BERTELSEN y BUSCH (2010), p. 43.

22
pecuniaria. En vista de los intereses extramatrimoniales a los que está sujeto el contrato se
excede la línea de lo patrimonial, por tanto, es inoponible ante terceros.

PARTE IV: CONCLUSIONES


La presente investigación ha dado un análisis a las limitadas regulaciones en materia
relativa a Técnicas de Reproducción Asistida heteróloga, como también a los instrumentos
adoptados por las praxis biomédica, que tiene por objeto alcanzar un grado de
regularización a largo plazo. En este punto es claro el conflicto que se suscita entre las parte
intervinientes, donde el Consentimiento Informado no puede estar sujeto a reglas generales
de oponibilidad de los contratos, por los intereses y derechos que resultan involucrados.
En efecto, hay un reconocimiento al derecho a la intimidad garantizado por la Carta
Fundamental como también por distintos cuerpos normativos, que sumados la
manifestación de la voluntad expresa entregada por el contratante, no cabe duda de la
completa protección a confidencialidad de su información personal. Sin embargo, tras la
ratificación de tratados internacionales y en conformidad del artículo 5° de la Constitución
Política de la República, el derecho la identidad goza de rango constitucional. En el mismo
sentido, se recogen principio de derecho a la identidad en el conocimiento de origen
biológico; en la Ley N°16.620 sobre Adopciones de Menores.
En este orden de cosas, se instaura la posibilidad de indagar en el conocimiento del origen
en el fundamento de los derechos fundamentales y principios que recoge el ordenamiento
jurídico chilenos, entregando consistencia jurídica indubitada para el reconocimiento y
ejercicio de derecho a la identidad por parte del niño/a producto de TRHA.
En este sentido, la prevalencia del derecho a intimidad y la oponibilidad del contrato que se
contrae por el donante es discutible en sede moral y jurídicamente, en razón de la
competencia exclusiva para con el hijo/a producto de esta técnica, sin afectar las filiación
de aquellos que detentan la calidad de padres ni la generación de vinculo de filiación
respecto del donante e hijo/a producto de TRHA.
Se destaca que en sede internacional hay existencia de normas que tratan y amparan el
reconocimiento de origen biológico, como lo es en la Convención sobre los Derechos del
Niño. Asimismo, la figura de la supresión del anonimato del donante es objeto de distinta
legislaciones, como es en Holanda, Suiza o Alemania, sin posibilidad de producir una
afectación al donante, con la única finalidad de ejercer el derecho a la identidad.
Resulta imperioso fomentar por parte del legislador la regularización de la aplicación de las
Técnicas de Reproducción Asistida a fin de evitar la violación de derechos fundamentales,
y que esta misma guarde congruencia con materia contractual. Como también, la

23
incorporación expresa del derecho a la identidad de toda persona en el ordenamiento
jurídico chileno.

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25

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