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Ana María Matute es una de las novelistas españolas más famosas de la Generación de
los años 50. Nació en el año 1926 en el seno de una familia burguesa, lo que le permitió
Su primera obra consistió en una novela autobiográfica; “Primera memoria”, que cuenta
uno de sus veranos en su pueblo con su familia. Fue una obra muy exitosa y aclamada
por su efectiva mezcla de la realidad con lo sensorial, y por su maestría para expresar
los cambios físicos y psicológicos que sufre una adolescente. De hecho, su literatura
infantil y juvenil es muy conocida por su visión de un mundo feo y oscuro (el mundo de
En cuanto al cuento en el que se centra este ensayo, “El negrito de los ojos azules”,
pertenece al libro Los niños tontos, una recopilación de cuentos protagonizados por
niños marginados y vulnerables que sufren sucesos trágicos. Todos estos niños son
víctimas del ojo de la sociedad, que juzga sus circunstancias, las cuales pueden ser
enfermedades, diferencias de clase, pobreza, el aspecto físico, el acoso escolar, etc. Ana
María Matute plasma de una manera muy acertada la crueldad de la vida, reforzada por
este momento de posguerra. En definitiva, la obra se trata de una crítica social desde los
ojos de estos “niños tontos”, que realmente son niños tristes, humillados, heridos,
diferentes… que son calificados como “tontos” porque no se los considera útiles ni
válidos. De hecho, estos niños no tienen nombre en ninguno de los cuentos, debido a
la sociedad, por lo que no tienen un nombre con el que los demás puedan dirigirse a
ellos. Además, se puede intuir que las historias contadas están ambientadas en el
desinterés hacia sus hijos por parte las pocas que aparecen. Es por esto por lo que,
aunque Los niños tontos y otras obras de Ana María Matute sean consideradas literatura
infantil o juvenil, su carácter de crítica a la sociedad adulta las acerca también a otro
En esta obra y, en concreto, en el cuento en el que nos centramos, está muy presente el
pues son niños que tienen la inocencia que los caracteriza, pero que han tenido que
pasar por experiencias que serían insoportables para la mayoría de los adultos. Es por
esto por lo que se podría decir que es una narración sobre la infancia perdida, pues,
además, como hemos dicho, los niños se encuentran totalmente solos, sin mucha
presencia de sus padres. En el caso de “El negrito de los ojos azules”, el protagonista ni
que el destino de los personajes es una imagen desolada, que, en la mayoría de los casos
es la muerte, y los niños son conscientes de esto desde el principio. Este es su final
predestinado debido a las circunstancias en las que han nacido y crecido, por lo que
tez negra y ojos azules, que un gato le arrancó cuando era pequeño. El relato sigue al
niño por el bosque en su búsqueda de sus ojos azules, pero, sin éxito, el niño acaba
encontrando su destino fatal; la muerte. Un perro amigo lo entierra, y sobre aquel hoyo
en el que depositó el cuerpo del niño, dos miosotis gemelas florecen, representando los
ojos azules del niño, pues las miosotis son flores de color azul. El desconocimiento de
sus padres supone que el niño tenga aceptada su situación desde el inicio. No conoce el
cariño, por lo que no lo extraña, lo único que extraña son sus ojos azules. El niño tiene
por su sufrimiento, mientras que el oso y el perro sí son capaces de llorar por él.
es importante recalcar que son ambos animales, es decir, el niño sólo encuentra apoyo
en la naturaleza, de la que también florecen al final sus anhelados ojos azules. Esta idea
la literatura española de esta época, y Ana María Matute la introduce con frecuencia en
sus obras.
Por otro lado, es muy interesante el simbolismo presente en el cuento. Como acabamos
de él hasta el final, cuando lo entierra para que nadie más lo encuentre y le haga daño.
El personaje del gato no cabe en este símbolo, podríamos decir que, en este caso, no
forma parte de la naturaleza, quizás, ni siquiera sea un gato. Podríamos entender este
personaje como un reflejo de la sociedad, que ataca al niño, le arranca los ojos (trata de
no dejarle ver y juzgar por sí mismo, imponerse sobre él), y, en definitiva, lo desprecia.
En cuanto al estilo narrativo del cuento, la autora emplea una prosa realista con
poesía, como “negro como el cielo” que se trata de un símil y “el silbido del tren” y
omnisciente, lo que le permite hacer juicios de las personas, pues es él en este caso el
que introduce la idea del niño que tienen los de su alrededor (el negrito tonto que no
sabe llorar).
En conclusión, Ana María Matute es una gran figura de la literatura española del siglo
generalmente infantil, en los que introduce maduras criticas sociales a través de plasmar
los adultos y de los niños (o, desde el de los adultos hacia el de los niños). Es muy
que, para ella, nacen con el crecimiento de las personas, es decir, en un mundo de niños,
la sociedad sería mucho menos violenta y cruel, pues el ser humano se vuelve perverso
con la edad. Todas estas ideas pueden verse con la lectura del libro Los niños tontos y,