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Danós, J. ( 2015 ). La regulación económica. En Rodríguez-Arana, J., Rodríguez, L.

,
Rodríguez , M. (Comp.) Curso de derecho administrativo iberoamericano (pp.559-571)
(784p.). Granada : Comares. (C61118)

XIX
LA REGULACIÓN ECONÓMICA

JORGE DANÓS ÜRDÓÑEZ 1

El término regulación es de carácter anfibológico, es decir expresa múltiples signifi-


aaílos. en su sentido más tradicional se le considera sinónimo de actividad legislativa y/o
,reglamentaria por parte de los poderes públicos, pero también un determinado régimen
legal aplicado a una materia, actividad o sector.
En esta sección del Tratado analizaremos los alcances jurídicos de la regulación
económica, sus orígenes y desarrollo, su trasplante a los ordenamientos jurídicos
Iberoameri canos, los fundamentos que la sustentan, las potestades que comprende, la
regulación en el ámbito específico de los servicios públicos y las infraestructuras públi-
cas, así la razón de ser y rol que cumplen las denominadas comisiones, autoridades u
organ ismos reguladores en los ordenamientos de los países Iberoamericanos.

[ ALCANCES DEL TÉRMINO REGULACIÓN ECONÓMICA

Una primera aproximación al término regulación económica nos permite definirla


cm sentido amplio o general como aquella técnica de intervención del Estado mediante
la cual se dicta y/o establecen medidas de ordenación de las actividades económicas para
conseg uir objetivos de interés público. Las medidas mediante las cuales se manifiesta
la regulación sobre las actividades económicas adoptan diversas formas jurídicas, en
tal sentido pueden tener carácter normativo, comprender funciones de supervisión y
fisca lización, potestades de sanción e incluso la facultad de resolver controversias con
los sujetos regulados. Tal es el caso de la regulación sectorial de las diferentes activi-

1 Profesor categoría principal de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Pero

en el curso de Derecho Administrativo. Presidente de la Asociación Peruana de Derecho Administrativo.


Miembro del Foro Iberoamericano de Derecho Adrninislrativo. Presidente de la Asociación Iberoamericana de
Estudios de Regulación- ASIER. Miembro honorario del Instituto Chileno de Derecho Administrativo y del
Instituto Mexicano de Derecho Administrativo . Socio del Estudio Echecopar abogados. datit@terra.com.pe
560 CURSO DE DERECH O ADMINIS T RATIVO IB EROAMER ICANO

dades económicas, como sucede con la regulación de la industria farmacéutica, de la


minería, el transporte, la pesca, la agricultura, el turismo, la actividad bancaria, de los
seguros, del mercado de valores, etc., mediante la cual se establecen condiciones de
seguridad, salubridad, protección del medio ambiente, sostenibilidad de los recursos
naturales explotados, defensa de los consumidores y usuarios, entre otros intereses
públicos tutelados, que los operadores económicos deben observar en el desarrollo de
sus actividades que son objeto de regulación 2 .
Como se puede apreciar el concepto de regulación que empleamos, a diferencia de
lo que usualmente se entiende desde una perspectiva jurídica básica, no se restringe a la
potestad normativa de legislar o de dictar reglamentos que establezcan el marco jurídico
de una determinada materia o actividad, porque comprende el ejercicio de diversas
potestades públicas de carácter, alcances y formas de intervención en la actividad social
y económica muy diversas, que se desarrollan en lo fundamental mediante disposicio-
nes legales y actos administrativos o contratos que imponen obligaciones jurídicas a
los operadores económicos, pero que tienen en común su carácter instrumental para
satisfacer misiones de interés general.
La regulación económica en sentido amplio es una de las modalidades de interven-
ción de la administración pública en la economía como es el caso de los tradicionales
poder de policía, fomento o la actividad prestacional, razón por la que cuenta con técnicas
y elementos comunes, sin embargo encuentra su especificidad en que se desarrolla en
un nuevo contexto que protege la libertad de empresa y promueve la competencia de
los agentes económicos en los mercados.
Una segunda definición, que consideramos mas moderna y estricta de la regulación
económica entiende que se trata de una técnica de intervención administrativa destinada
a ser aplicada en aquellas actividades de naturaleza económica que se orientan a cubrir
necesidades básicas o de carácter esencial (indispensable) para la población, que en los
países de lberoamérica cuyos ordenamiento jurídicos se identifican con la vertiente de
Derecho Administrativo Europeo se tiende a asignarles un régimen jurídico especial
que denominan <<servicios públicos>> y que en el derecho de los Estados Unidos de
Norteamérica se denominan actividades de utilidad general (public utilities), en las
que la existencia de monopolios naturales que inhiben o restringen la competencia,
la presencia de fallas de mercado y la asimetría de la información entre las empresas
prestadoras y los usuarios, justifican las intensas potestades de intervención que inciden
sobre las condiciones económicas en que la actividad se desarrolla, para impedir que el

2
Juan De la Cru z Ferrer señala que en el ámbito angl osajón y de la ciencia económica se tiende
a denominar a la regulación en sentido amplio como <<regulación social», mientras que en el ámbito del
Derecho Administrativo de origen Europeo se entiende que constituye la clásica y típica «regulación de
policía admini strativa», en: Prin cipios de regulación económica en la Unión Europea. Instituto de Estudws
Económicos. Madrid 2002, p. 138.
LA REGULAC[ÓN ECONÓMlCA 561

excesivo poder económico (privado) de los prestadores que operan en las situaciones de
monopolio natural o de fallas de mercado mencionadas genere distorsiones que afecten
negativamente a las personas, tutelando el bienestar general.
Sin embargo, en nuestra opinión la regulación económica o lo que podría denomi-
narse «Derecho Regulatorio» no llega a configurar una rama del derecho diferente o
disciplina autónoma en relación al Derecho Administrativo, con un contenido sustantivo
enteramente propio, porque encuentra sus bases fundamentales en los mecanismos y
técnicas que forman parte del Derecho Público y en especial del Derecho Administra-
tivo Económico o Derecho Público de la Economía, lo que no niega que tenga fines y
reglas de desarrollo que la distinguen de los otras técnicas de intervención del Estado
en la economía y que permiten caracterizar su singularidad, pero que unánimemente
encuentran su sustento en el Derecho Público 3 •

11. ORÍGENES DE LA REGULACIÓN EcoNÓMICA

La regulación económica es una técnica de intervención del Estado en la economía


que nace en el último tercio del Siglo xrx en los Estados Unidos de Norte América, en un
contexto en el que la realización de las actividades económicas tiene como protagonista
exclusivo la iniciativa de los agentes privados en el mercado, la evolución industrial y
mercantil determinó que los pequeños comerciantes y agricultores exigieran la inter-
vención estatal en la regulación de la actividad económica a fin de limitar la elevada
concentración de poder en manos privadas derivada de las posiciones de dominio sobre
los mercados que habían adquirido ciertas empresas y poner término a los abusos deri-
vados de la misma. Las primeras normas reguladores aprobadas principalmente por las
legislaturas estatales que determinaron la intervención pública sobre las actividades
económicas se aplicaron al transporte en ferrocarril y a los almacenes de granos, princi-
palmente con el objetivo de fijar precios y determinar otras condiciones de prestación de
los servicios. Desde sus orígenes la regulación se vio reforzada porque la jurispmdencia
de la Corte Suprema Norteamericana dio cobertura jurídica a dicho tipo de intervenciones
en los servicios de interés público, reconociendo que la legislatura de los Estados tenían
legitimidad para disponer regulaciones destinadas a asegurar la satisfacción del interés
general, pero siempre sin poner en cuestión la premisa organizativa de la economía en
Norteamérica: la libertad económica o de mercado
En un segundo momento, cuando se constató la necesidad de que la regulación
tuviera continuidad y la necesidad de utilizar criterios técnicos, objetivos e imparciales

3
Participan de la misma opinión: HERNÁNDEZ GONZÁLES, José Ignacio en: Derecho Administrativo
y Regulación Económica, Editorial Juridica Venezolana, Caracas 2006, p. 17 ; DEL GuAYO, lñigo. <<La
regulación económica como alternativa». REDA civitas Madrid N." 130,2006, p. 244 y HUAPAYA, Ramón.
Administración Pública, Derecho Administrativo y Regulación. Ara editores. Lima. 2011, pp. 633 y ss.,
671 y 675.
562 CURSO DE DERECHO ADMlNlSTRATIVO IBEROAMGR!CA.NQ

para el ejercicio de ese enorme poder, se procedió a la creación de agencias indepen-


dientes o reguladoras que actúan en ejercicio de poderes delegados por los parlamentos
estatales, que no forman parte del Poder Ejecutivo, el que con el paso de los años procedió
a crear sus propias agencias independientes para regular muy diversas actividades como
las telecomunicaciones, la energía, los medicamentos y el mercado de valores, entre otras.

111. RECEPCIÓN DE LA REGULACIÓN ECONÓMICA EN IBEROAMÉRICA


La regulación económica entendida en un sentido jurídico estricto como técnica
de intervención del Estado en la economía aplicable a aquellas actividades de carácter
indispensable o esenciales para la población que se desarrollan en condiciones de nula
o escasa competencia, fue recepcionada o trasplantada a los países de lberoamérica,
inspirada en la experiencia de los Estados Unidos, desde finales de la década de los
80' del siglo pasado, en distintos momentos según la evolución político - económica
de cada uno de los países, formando parte de un conjunto de medidas que en mayor o
menor grado, según como fueran siendo aplicadas en cada país, propiciaron la liberali-
zación de las actividades económicas, la apertura de los mercados a la competencia, la
privatización de empresas o servicios que tradicionalmente habían estado en manos del
Estado e incluso la desregulación de actividades para facilitar el ingreso al mercado de
nuevos operadores y destrabar las actividades económicas, que en síntesis promovieron
un cambio importante en el papel de los Estados en la economía, que mutarían su rol
tradicional de prestador directo («Estado Prestatario») o muchas veces protagonista de
las relaciones económicas, por el de un Estado mas bien «regulador», que cumpliría su
rol de garante de la realización de los intereses generales mediante el establecimiento
de marcos legales y la adopción de medidas aplicables a las actividades económicas
que protegieran los intereses generales de la colectividad.
Esa recomposición de las relaciones entre el Estado y la sociedad, producto de los
procesos de liberalización de sus economías que experimentaron buena parte de los paí-
ses Iberoamericanos, en las dos últimas décadas del Siglo xx, cambiaron el paradigma
del rol del Estado de la economía, que ha pasado mas bien a cumplir un nuevo papel
de carácter esencialmente «regulador>> de la actividad de los agentes económicos en
tutela de los interés públicos, vigilante de que los operadores en el mercado respeten la
competencia, sin menoscabo de los principios fundamentales de libertad de empresa,
libre competencia, legalidad y de proporcionalidad y razonabilidad de las medidas que
se adopten.
El impacto de los procesos de reforma económica reseñados se manifestó con
especial intensidad en el caso de las actividades que se regían tradicionalmente por el
régimen de los denominados servicios públicos económicos, porque se favoreció la
participación de los agentes económicos privados en la realización de dichas actividades
consistentes en prestaciones de carácter esencial para la población (telecomunicaciones,
energía, saneamiento, infraestructura), caracterizadas por su dependencia de una red o
LA REG U LAC IÓN ECO N Ó MICA 563

de otro tipo de infraestructuras difícilmente duplicables por su carácter antieconómico,


que hasta antes de los procesos de reforma eran desarrolladas principalmente por el
Estado que aparecía como titular y prestador directo de los servicios través de formas
de organización empresarial (empresas estatales), que realizaban sus actividades bajo
condiciones de monopolio natural o de escasa competencia.
En dicho contexto, una vez que el Estado deja de ser prestador directo de los refe-
ridos servicios esenciales y pierde su posición de dominio sobre los mismos porque se
transfiere a manos privados una parte muy importante de las actividades de prestación
de los servicios esenciales y la gestión de infraestructuras públicas, la incorporación a
los ordenamientos jurídicos de los países Iberoamericanos de la técnica de la regulación
económica, en su concepción más estricta aplicada al ámbito de los citados servicios
públicos, sirvió a un doble propósito: (i) como medio para que los respectivos Estados
puedan cumplir su rol de garante de la satisfacción de los intereses colectivos mediante
la determinación de las políticas y los marcos legales que rigen las citadas actividades
y la creación de entidades especializadas e independientes de los poderes políticos
encargadas de ejercer las potestades de regulación económica que en el ámbito de los
servicios públicos que venimos tratando se manifiestan principalmente en la determi-
nación de las tarifas del servicio en los casos de monopolio o competencia insuficiente
para la formación de los precios, el aseguramiento de niveles de calidad y cobertura
del servicio, garantía de las condiciones de acceso a la actividad y de utilización de las
redes, entre otras potestades, y también (ii) como base institucional y ordenamiento
jurídico básico para que los agentes económicos que ingresan a operar en el mercado
de los servicios públicos gocen de seguridad jurídica respecto de las reglas de juego
(legalidad, respeto de la propiedad, predictibilidad, objetividad, proporcionalidad, etc.),
asegurándose que su inversión no será afectada por medidas arbitrarias.
En los países de Iberoamérica la técnica jurídica de la regulación económica de
aquellas actividades esenciales para la vida social y económica de las que depende la
calidad de vida de las personas y el desarrollo de las actividades económicas, tiende a
coexistir y en muchos casos a aplicarse simultáneamente con el régimen jurídico de los
servicios públicos, que también constituye otra técnica de intervención del Estado en
la economía con la finalidad de asegurar la realización de prestaciones esenciales para
la comunidad, mediante la aplicación de un régimen jurídico especial a determinadas
actividades económicas, que esta en gran parte resumido en un conjunto de principios
que disciplinan la gestión del servicio por los operadores y que determinan las caracte-
rísticas fundamentales del régimen jurídico especial aplicable a los servicios públicos,
sin perjuicio de los desarrollos concretos que se pongan de manifiesto en la normativa
legal que regula cada uno de los mencionados servicios: (i) generalidad o igualdad,
conforme al cual no se le puede negar a ninguna personal el acceso a los servicios;
(ii) continuidad en la prestación debido al carácter indispensable de los mismos , (iii)
regularidad que comprende la sujeción del operador a las reglas del servicio y a los
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estándares de cantidad y cantidad exigidos y (iv) adaptabilidad de las prestaciones a los


nuevos estandáres técnicos para la prestación de los servicios.
Ambas técnicas, la regulación económica en sentido estricto y los servicios públicos,
si bien en sus países de origen (Estados Unidos y Europa) constituyeron la respuesta a
consideraciones socio - económicas de diferente índole, en los países de Iberoamérica
han sido recepcionadas y adaptadas a los nuevo contexto de liberalización de las econo-
mías nacionales, para regir en forma simultánea la actividad de las empresas prestadoras
de Jos servicios públicos y a los concesionaros de infraestructura.
Como veremos mas adelante en este trabajo, de las dos técnicas descritas, la regu-
lación economica es la que requiere de una organización institucional especializada
(agencias, organismos o comisiones reguladoras) que pueda garantizar su ejercicio
técnico e imparcial para ser eficiente e impedir que pueda ser utilizada en forma ses-
gada en beneficio exclusivo de alguno de los diferentes intereses en juego (políticos 0
económicos) en perjuicio de la sostenibilidad de la propia industria y finalmente de los
propios usuanos.

IV. FUNDAMENTOS DE LA REGULACIÓN ECONÓMICA

La regulación económica en sentido amplio o general como técnica de intervención


del Estado sobre la actividad de los operadores privados mediante diversos instrumentos
o medios de carácter público, que comprenden el ejercicio de funciones normativas o
mediante el dictado de actos administrativos, así como la verificación y de control de su
cumplimiento, tiene como fundamento asegurar la protección de los intereses públicos o
de la sociedad que pueden ser muy amplios y diversos como la seguridad, la salud de las
personas, la defensa de los consumidores y usuarios, el medio ambiente y la sostenibilidad
de los recursos naturales, la preservación del patrimonio cultural, la libre competencia, etc.
Dicho tipo de regulación opera sobre la actividad de los operadores económicos
estableciendo reglas y obligaciones que deben cumplir para no perjudicar los derechos
de terceros o de la colectividad, como es el caso de la exigencia de contar con autoriza-
ciones, licencias o permisos administrativos como requisito previo para la realización
de sus actividades a fin de verificar que son compatibles, es decir que no afectan o
son potencialmente nocivos para los intereses públicos o de la sociedad, además de la
potestad de imponer otras obligaciones y normas de conducta.
En tal sentido el tipo de regulación al que nos venimos refiriendo, es una regulación
de carácter externo a los operadores económicos, actúa desde el exterior de la actividad,
que no predetermina las decisiones empresariales, ni ingresa a aspectos que son propios
de su actividad empresarial. Se debe regir por las normas propias de todo ordenamiento
jurídico que garantizan: los derechos a la libertad de empresa, la propiedad, la libre
competencia y la igualdad de trato entre agentes económicos y tiene como parámetros
jurídicos para el ejercicio de sus potestades: los principios de legalidad, seguridad jurí-
dica, objetividad e imparcialidad y la proporcionalidad y razonabilidad de las decisiones.
LA REGULACIÓN ECONÓMICA 565

En los países que han experimentado los procesos de liberalización de sus eco-
nomías, abriendo sus mercados a la competencia, en los que el Estado ha cambiado
su tradicional rol prestacional por el de un papel esencialmente regulador, la función
de regulación ya no se restringe a establecer obligaciones a los operadores para evitar
comportamientos que puedan afectar o resultar dañosos a los intereses generales, porque
también permite imponer a las empresas obligaciones incluso de carácter positivo para
garantizar que respeten la competencia en los mercados.
El segundo concepto de regulación económica, al que le hemos denominado
regulación en sentido estricto aplicable a las actividades económicas que, según la
realidad y el contexto político, social y económico de cada país en un momento histó-
rico determinado, se consideran esenciales para la satisfacción de los derechos de las
personas y el desarrollo de su economía, que para su prestación requieren la utilización
de instalaciones e infraestructuras en red, en situaciones de escasa o nula competencia
por tratarse de monopolios naturales, en los que están presentes fallas de mercado, tiene
como fundamentos: (i) la protección de los derechos de los usuarios para resguardar
que no sean afectados por los posibles abusos de los operadores situados en una posi-
ción de monopolio natural, y (ii) la garantía de la sostenibilidad técnica y económica
de la prestación de los servicios, que exige a las autoridades nacionales que tienen a su
cargo el ejercicio de la función de regulación asegurar el equilibrio entre los intereses
del conjunto de actores involucrados.
La regulación económica en sentido estricto que en los países Iberoamericanos opera
las mayor parte de las veces en forma simultánea con el régimen de los servicios públi-
cos, es una regulación que no se produce en forma aislada en el tiempo porque implica
una continúa supervisión de los operadores privados\ que penetra en el interior de la
actividad económica, porque pretende compensar las disfunciones en el funcionamiento
de los mercados de los indicados servicios, por esa razón recrea el mercado, buscando
asemejar las condiciones de un mercado como si existiese un mercado competitivo,
para lo cual utiliza diversos instrumentos económicos y normativos con la finalidad de:
a) promover la entrada de nuevas empresas a la actividad (en muchos casos mediante
concesiones) para impulsar una mayor rivalidad, b) promover el acceso a la información
relevante a todos los interesados para reducir las asimetrías informativas, e incluso e) puede
afectar las condiciones económicas en que la actividad se desarrolla, como sucede: (i)
cuando se determinan las tarifas o fijan condiciones tarifarías, (ii) se establecen las zonas
geográficas o los mercados en los que pueden desarrollar sus actividades los operadores

' MoNTERO PASCUAL, Juan José. Regulación económica. La actividad administrativa de regulación
de los mercados. Tiran! lo Blanch. Valencia 2014, p 44 y RoDRÍGUEZ- CAMPOS GON ZÁLEZ, Sonia. <<La
creación de mercados regulados: consecuencias para el estado social de Derecho>>. En Revista de Admi-
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pp. 406 y 408.
566 CURSO DE DERECHO ADMINISTRATIVO IBEROAMERICANO

de detenninados servicios y (iii) se establecen estándares obligatorios de las calidad y


cantidad de las prestaciones, entre otras formulas o instrumentos que pueden emplearse.

V. LA REGULACIÓN DE LOS SERVICIOS Y LAS INFRAESTRUCTURAS PÚBLICAS

La transformación del papel del Estado en la economía que ha mutado el rol que
cumplía de prestador directo de servicios esenciales a desempeñar un rol esencialmente
garante o asegurador de las citadas prestaciones, que se ha producido en los países de
Hispanoamericanos que en mayor o menor medida han liberalizado sus economías, ha
traído consigo una reformulación doctrinal y jurídica del concepto tradicional de los
servicios públicos de contenido económico, porque al transferirlos a manos privadas
el Estado se ha desprendido del poder público que le daban la titularidad directa de su
gestión a través de empresas públicas y la correspondiente posición de dominio (exclu-
sividad) en la prestación de dichos servicios de gran impacto para la población y para
el desarrollo de la economía.
En dicho contexto, como bien señala Esteve Pardo, 5 la función de regulación eco-
nómica en sentido estricto se plantea como una alternativa o correctivo a la pérdida o
abandono de la titularidad pública y gestión de dichos servicios básicos o esenciales que
durante muchos años estuvieron bajo la gestión directa de la administración, para que
el Estado pueda seguir velando por la satisfacción de los intereses públicos que en lo
sustancial permanecen inalterados, a través de nuevas técnicas y formulas que le permiten
responder a la presencia de operadores privados en la prestación de servicios esenciales
para la población e indispensables para la realización de la mayor parte de las actividades
económicas, que se desarrollan en condiciones de escasa o m uy restringida competencia,
a través del uso de redes o infraestructuras que constituyen monopolio natural.
Pero incluso, en algunos casos puede suceder que la técnica de la regulación eco-
nómica se emplee en sustitución de la caracterización de una actividad como servicio
público o cuando a una detenninada actividad no se le ha asignado dicha calidad, siempre
que se trate de actividades social y económicamente muy relevantes y que se presenten
las disfunciones de mercado anteriormente anotadas, que obligan a Estado a intervenir
en tutela de los intereses de la colectividad.

VI. LAS AUTORIDADES, AGENCIAS U ORGANISMOS REGULADORES


La recepción de la técnica de la regulación económica en su sentido estricto por los
países Hispanoamericanos se ha producido de la mano con la creación de autoridades,
organismos, agencias o comisiones encargadas de ejercer las funciones de regulación,

5 José ESTE VE PARDO. La regulación de la economía desde el estado garante. En : AAV V publicaciones

de la asociación española de profesores de derecho administrativo. <<La autonomía municipal, administración


y regulación económica, títulos académicos y profesionales» Thomson- aranzadi, 2007, p. 91.
' (
LA REGULACI 6 N ECONOMICA 567

siguiendo el modelo de los Estados Unidos de Norteamérica, aunque en entornos jurí-


dicos diferentes,
El objetivo de la creación de dichas autoridades o agencias es asegurar un ejercicio
técnico y especializado de las potestades de regulación económica, Se postula la nece-
sidad de asignarles independencia funcional con las siguientes finalidades: (i) «despo~
litizar» la actividad de los reguladores para evitar que los poderes políticos sacrifiquen
la sostenibilidad económica de los operadores y de las correspondientes prestaciones
en aras de metas políticas de corto plazo de carácter partidista, como ha sucedido con
excesiva frecuencia durante las etapas en que los Estados han tenido el monopolio de
la gestión y prestación, y (ii) para evitar que los operadores privados ejerzan influencia
o «capturen» al regulador para orientarlo en su propio beneficio, en perjuicio de los
usuarios y de la sociedad en general.
Existe la necesidad de distinguir la función de determinación de las políticas públicas
que van a ordenar con carácter general el desarrollo de las actividades esenciales que
tienen una marcada proyección pública, tarea que normalmente debe corresponde a los
poderes del Estado con legitimidad democrática directa (Poder Ejecutivo y Parlamento)
y que por ende responden ante el electorado por sus decisiones, respecto de las funciones
de supervisión en la prestación de los servicios, de determinación de las tarifas y de los
estándares de calidad de las prestaciones, entre otras varias funciones que requieren ser
ejercidas por entidades administrativas de carácter eminentemente técnico dotadas de
garantía de autonomía funcional,
A diferencia de los Estados Unidos, país que ha servido de referencia para la
importación de dicho tipo de organismos, en el cual las agencias reciben sus poderes y
competencias directamente del Parlamento y no se estila que formen parte del Gobierno,
en lberoamérica tienden a formar parte del Poder Ejecutivo pero ordinariamente no
están sometidas a relaciones de jerarquía con los órganos matrices de dicho Poder en
garantía de su autonomía técnica y funcional.
El control externo sobre sus decisiones se produce a través de los cauces procesa-
les previstos para el control ordinario de todas las decisiones administrativas y que se
tramitan ante el Poder Judicial.

CONCLUSJONES

1_ Tradicionalmente el término regulación ha sido identificado desde una perspectiva


jurídica con la función normativa.
2. Modernamente existen dos conceptos o definiciones de regulación económica.
3. La regulación económica en sentido amplio o general constituye una técnica
de intervención del Estado mediante la cual se dicta y/o establecen medidas de
ordenación de las actividades económicas para asegurar la tutela de diferentes
intereses públicos como la seguridad, salubridad, protección del medio ambiente,
sostenibilidad de los recursos naturales explotados, defensa de los consumidores
568 CURSO DE DERECHO ADMINISTRATIVO IBEROAMERICANo

y usuarios, entre otros intereses de la colectividad, que los agentes económicos


están obligados a respetar en el desarrollo de sus actividades que son objeto de
regulación.
4. La regulación económica en sentido estricto constituye también una técnica de
intervención administrativa destinada a ser aplicada en aquellas actividades de
naturaleza económica que se orientan a cubrir necesidades básicas o de carácter
esencial (indispensable) para la población, en las que la existencia de monopo-
lios naturales que inhiben o restringen la competencia, la presencia de fallas de
mercado y la asimetría de la información entre las empresas prestadoras y los
usuarios, justifican las intensas potestades de intervención que inciden sobre
las condiciones económicas en que la actividad se desarrolla, para impedir que
el excesivo poder económico (privado) de los prestadores que operan en las
situaciones de monopolio natural o de fallas de mercado mencionadas genere
distorsiones que afecten negativamente a las personas o a la actividad económica
en general, tutelando el bienestar general.
5. La regulación económica que surge en los Estados Unidos de Norteamérica es
un mecanismo de intervención del Estado en la economía de carácter subsidia-
rio que solo es utilizado cuando falla el mercado, en el entendido que este es el
mejor asignador de los recursos para las necesidades sociales.
6. La regulación económica ha sido recepcionada en los países de Iberoamérica,
inspirada en la experiencia de los Estados Unidos, desde finales de la década de
los 80' del siglo pasado, formando parte de un conjunto de medidas que propicia-
ron la liberalización de las actividades económicas, la apertura de los mercados
a la competencia, la privatización de empresas o servicios que tradicionalmente
habían estado en manos del Estado e incluso la desregulación de actividades para
facilitar el ingreso al mercado de nuevos operadores y destrabar las actividades
económicas, que en síntesis promovieron un cambio importante en el papel
de los Estados en la economía, que mutarían su rol tradicional de prestador
directo («Estado Prestatario»), por el de un Estado mas bien «regulador», que
cumple su rol de garante de la realización de los intereses generales mediante
el establecimiento de marcos legales y la adopción de medidas aplicables a las
actividades económicas que protejan los intereses generales de la colectividad.
7. En los países de lberoamérica la técnica jurídica de la regulación económica
de aquellas actividades esenciales para la vida social y económica de las que
depende la calidad de vida de las personas y el desarrollo de las actividades
económicas, tiende a coexistir y en muchos casos a aplicarse simultáneamente
con el régimen jurídico de los servicios públicos, que también constituye otra
técnica de intervención del Estado en la economía con la finalidad de asegurar
la realización de prestaciones esenciales para la comunidad.
X La incorporación a los ordenamientos jurídicos de los países Iberoamericanos
de la técnica de la regulación económica, en su concepción más estricta aplicada
LA REGULACIÓN ECONÓMICA 569

al ámbito de los citados servicios públicos, ha servido a un doble propósito: (i)


como medio para que los respectivos Estados puedan cumplir su rol de garante
de la satisfacción de los intereses colectivos mediante la determinación de las
políticas y los marcos legales que rigen las citadas actividades, y también (ii)
como base institucional y ordenamiento jurídico básico para que los agentes
económicos que ingresan a operar en el mercado de los servicios públicos gocen
de seguridad jurídica respecto de las reglas de juego (legalidad, respeto de la
propiedad, predictibilidad, objetividad, proporcionalidad, etc.), asegurándose
que su inversión no será afectada por medidas arbitrarias.
9. La regulación económica en sentido estricto opera como una alternativa o correc-
tivo a la pérdida o abandono de la titularidad pública y gestión de dichos servicios
básicos o esenciales que durante muchos años estuvieron bajo la gestión directa
de la administración, para que el Estado pueda seguir velando por la satisfacción
de los intereses públicos a través de nuevas técnicas y formulas que le permiten
responder a la presencia de operadores privados en la prestación de servicios
esenciales para la población e indispensables para la realización de la mayor
parte de las actividades económicas, que se desarrollan en condiciones de escasa
o muy restringida competencia, a través del uso de redes o infraestructuras que
constituyen monopolio natural.
1O. La recepción de la regulación económica en el ámbito de los servicios esenciales
se ha realizado acompañado de la creación de autoridades, agencias, organismos
o comisiones a las que se asigna independencia funcional con el objetivo de
asegurar un ejercicio técnico y especializado de las potestades de regulación
económica.

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570 CURSO DE DERECHO ADMINISTRATIVO IBEROAMERIC ... No

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