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Resumen Economía Internacional I – 1° Parcial

Mercantilismo – Appleyard

En la teoría mercantilista el enfoque de riqueza nacional se veía reflejado en la posesión de metales preciosos, apoyados
en una visión estática de los recursos mundiales, implicando que la ganancia de un país se realizaba a costa de otro. De
esta forma, el medio para obtener riquezas fue la acumulación de ese tipo metales, obtenidos principalmente de sus
colonias. Estas últimas, junto al sector manufacturero y el rural conformaban al sistema económico en sí, teniendo como
agente principal al comerciante.

Esta corriente de pensamiento recepta la teoría del valor trabajo, es decir, que toma al trabajo como el factor más crítico
para la producción, utilizándose para establecer valores relativos que posibilitaran el intercambio.

Debido a su visión de riqueza, para que el sistema funcione, este debía ser altamente regulado, es decir, que el Estado
cumplía un rol fundamental principalmente manteniendo una balanza comercial favorable. De esta forma, se apoyaban
las exportaciones (subsidios) y se limitaban las importaciones (restricciones, derechos y cuotas con excepción de las
materias primas), lo que llevaba a una mayor acumulación de riqueza. La mayoría de las transacciones comerciales se
llevaban entre colonia y el país dominante, lo que posibilitaba aún más la explotación de los recursos naturales que
serían importados y se les vendían, a cambio de metales preciosos, sus bienes manufacturados. Los mencionados
términos de intercambio sumados a las balanzas superavitarias concluían en un aumento de la oferta monetaria de la
economía, originando un crecimiento del producto y del empleo, pero también de la inflación.

Los estados, además de llevar a cabo las políticas mencionadas anteriormente, llevaban un gran control sobre la
industria. De esta forma, se controlaban los productos a fabricar, los precios, el pago de tributos y exenciones, subsidios,
el crecimiento de la población, el ahorro, la capacitación laboral, y los salarios, manteniéndolos bajos. De esta forma,
buscan generar competitividad en sus productos. Estos procesos obviamente culminaron en una gran desigualdad,
ampliando la brecha entre aquellos ricos, generalmente comerciantes, y las clases trabajadoras.

David Hume, uno de los primeros pensadores clásicos, elaboro una crítica a esta corriente a partir del mecanismo flujo
precio-especie. Éste autor argumento que la acumulación de oro a partir de superávits comerciales aumentaría la oferta
monetaria y, por ende, los salarios y precios, logrando un efecto inverso al esperado ya que disminuiría la competitividad
del país. Por el contrario, en aquellos países donde las balanzas eran altamente deficitarias, su competitividad
aumentaría, dado que las grandes pérdidas de oro reducirían su oferta monetaria, reduciendo los precios y salarios. De
esta forma, Hume afirma que el movimiento de especies entre países funciona como un mecanismo automático de
ajuste el cual busca igualar las importaciones y exportaciones, logrando balanzas comerciales en cero.

Cabe mencionar que el modelo de Hume descansa sobre diversos supuestos: primero, establece un vínculo formal entre
dinero y precios dado que cambios en la oferta monetaria serán acompañados por cambios proporcionales en los
precios; segundo, la demanda de los bienes tranzados es elástica a los precios, siendo que un aumento de estos lleva a la
reducción del gasto; tercero, se basa en modelos de competencia perfecta a fin de poder establecer un vínculo entre el
comportamiento de los precios y salarios; y por último, la existencia del patrón oro, donde las monedas están atadas a
éste.
Adam Smith
Smith comienza su teoría hablando de la división del trabajo, siendo esta la causa principal por la cual las facultades
productivas podrían ser más eficientes. De esta forma, si todas las personas se dedicaran solo a realizar un trabajo, el
resultado obtenido en su conjunto seria mayor, y las personas habrían desarrollado formas y técnicas que también
harían al proceso más eficiente. Una consecuencia de la división existente son los numerosos empleos y diversas
actividades económicas. Podemos concluir también que esto sucede gracias a tres circunstancias: la mayor destreza del
obrero, el ahorro de tiempo comúnmente perdido y la invención de máquinas y herramientas. Por otra parte, en lo que
respecta al bien, éste podrá ser vendido a un precio menor dada la eficiencia en el proceso productivo.

Esta mayor eficiencia en mayores términos provocara la multiplicación de producciones de todas las artes, dando lugar a
una sociedad donde hasta las clases inferiores son beneficiadas. De esta forma nacen los intercambios, dada la
especialización de las personas en bienes específicos, es necesario proveerse y proveer, asistir y cooperar (permuta
como originaria) entre humanos para difundir la abundancia de bienes de la sociedad.

Según Smith, la división del trabajo es una consecuencia gradual, necesaria, aunque lenta de una cierta propensión de la
naturaleza del hombre: la propensión a permutar, cambiar y negociar. Cuando el hombre necesita ayuda, la forma más
segura de obtenerla es interesando el egoísmo de los otros a su favor, haciendo parecer la situación como ventajosa
para aquellos que podrían ayudarle, atrayendo su propio interés. Entre los hombres, los talentos más dispares se
caracterizan por una mutua utilidad, ya que, al aportarse todos los productos a un fondo común para su intercambio,
permite a cada uno satisfacer sus propias necesidades con su producción y la producción ajena.

Así como la facultad de cambiar motiva la DdT, esta se ve limitada por la extensión del mercado. De esta forma, nadie
querrá dedicarse de lleno a una sola actividad dada la falta de capacidad para intercambiar el sobrante de su producto..

Esta sociedad, más desarrollada, debió llevar el trueque a otro nivel necesitando crear un medio de cambio que sea útil
para obtener todas las mercancías ahora existentes. En un principio, ciertas mercancías fueron tomadas como bien de
intercambio pero que no eran del todo cómodas ni exactas (como lo fue el ganado), derivando finalmente en el uso de
metales sobre todas las demás mercancías. Esto se debió a que podía conservarse y no se sufrían pérdidas, podía
dividirse o fundirse en una masa mayor, es decir tenía la propiedad de ser duradero y divisible convirtiéndose en un
instrumento apto para la circulación y el comercio. Para evitar abusos, facilitar los cambios y fomentar el comercio y la
industria, se consideró necesario colocar sellos públicos en aquellos metales que acostumbraban a utilizar dando lugar a
la moneda acuñada y las llamadas “Casa de Moneda”, no solo indicando su grado de dureza sino también su peso. De
esta forma, la moneda se convirtió en el instrumento universal de comercio en las naciones civilizadas y por su medición
se compran, venden y permutan toda clase de bienes.

Llegado a este punto del análisis es necesario para Smith adentrarse en los conceptos de valor, ya sea relativo o de
cambio de los bienes. De esta forma indica que este posea dos significados, uno que expresa la utilidad el objeto
particular (valor de uso) y otro que expresa su capacidad de cambio o compra derivado del dinero (valor de cambio).

Dado que el trabajo es la fuente por la cual se obtiene un bien para poder intercambiarlo se deberán compensar las
penas y fatigas que su adquisición supuso ya sea con dinero o con otro bien. De esta forma el valor de cualquier bien
(valor real) es dado por la cantidad de trabajo que pueda adquirir o de que pueda disponer por medición suya. Las cosas
se cambian por las mismas cantidades de trabajo, por lo que la riqueza es el poder de compra de trabajo. Dado que
existen diversos tipos de fatiga e ingenio en los trabajos que le dan valor a los bienes, el valor de este será el tiempo
promedio aceptado por la sociedad.

La moneda, que surge como medio de intercambio, suele representar la cantidad de trabajo que fue necesaria para
producir el bien que se está comprando, pero esta medida de valor no es exacta debido principalmente a que el oro y la
plata (bienes de los cuales se acuña moneda) son mercancías cuyo valor también se encuentra atado a otros factores,
tales como la abundancia o escases de minas al momento de efectuar el intercambio. De esta forma, el valor del bien
comprado variará dependiendo el valor actual de la moneda, aunque su valor en trabajo será el mismo dado que es el
único y definitivo patrón efectivo de comparación y estimación de valor de los bienes. Llegado este punto es necesario
distinguir entonces el valor real del precio en moneda de un bien. El mismo precio real representará siempre el mismo
valor (sin importar tiempo o lugar) aunque el precio nominal podrá tener valores distintos en relación con las variaciones
del valor del oro y la plata, o del bien utilizado como moneda. Cabe destacar, que si bien el valor nominal no es exacto es
al cual se le presta mayor atención dado que es éste precio el que se tiene en cuenta a la hora de llevar a cabo las
transacciones de la vida cotidiana.

Como las cantidades de trabajo en un bien pueden variar, al igual que el esfuerzo, destreza e ingenio, se dice que estos
le dan al bien un valor superior. Ello se ve recompensado generalmente en los salarios. La acumulación de capital y su
empleo en el trabajo, reuniendo trabajadores y materiales, da lugar a que el dinero obtenido por un bien no solo cubra
el salario del trabajador, sino que también deje una ganancia para el empresario. De otra forma, el empresario no
tendría interés alguno en emplearlo si no que pudiese alcanzar un beneficio mayor, siendo en realidad estos beneficios
un salario por su inspección y dirección.El precio de las mercancías está compuesto no solo por los salarios, también por
la ganancia esperada. Cabe destacar que también existe un tercer componente, la tierra, dando lugar a la renta.

Existe lo que se llama tasas naturales, es decir, ciertas tasas promedio u ordinarias que se esperan obtener por la
retribución de cada factor. Estas tasas son determinadas a partir de las circunstancias de la sociedad, su riqueza o
pobreza, su estadio de crecimiento, estancamiento o decadencia y por la naturaleza peculiar de cada empleo. De esta
forma, los bienes deberán ser vendidos a cierto precio que sea capaz de cubrir los salarios, rentas, y beneficios del
capital empleado en obtenerla, puesto que, de no ser así, nadie estaría dispuesto a venderla. Ese valor, es el precio
natural del bien. Esta el precio de mercado, es al cual se vende la mercancía en el mercado, siendo regulado por las
cantidades ofrecidas y demandadas del bien. Así, el precio natural del bien y precio de mercado podrían no coincidir.

En lo respecta a la demanda podemos diferenciar a la demanda absoluta de la efectiva, siendo que lo que realmente
importa es ésta última, que es la cantidad de bienes que realmente puede ser adquiridos. Cuando la cantidad de bienes
llevado al mercado no llega a cubrir la demanda efectiva decimos que el precio aumentará (el precio de mercado será
superior al natural), dado que algunos estarán dispuestos a pagar más para no quedarse sin ella. Caso contrario, cuando
la cantidad es mayor a la demanda efectiva, el precio de mercado disminuirá a fin de poder vender el total de los bienes.
Logramos deducir entonces que las cantidades serán ajustadas a la demanda efectiva del bien donde se igualaran los
precios de mercado y el natural, cuando el P de mercado es menor, alguno de los componentes del precio estarán por
debajo de su tasa natural, y viceversa. Existen ciertas formas de manipular el precio del mercado por parte de la oferta
con el objeto de obtener ganancias o retribuciones extraordinarias. Estas se ven reflejadas en casos de competencia
imperfecta, como, por ejemplo, el monopolio, aunque también pueden ser obtenidas como consecuencia del empleo de
nuevas técnicas, o disponibilidad de nuevos recursos que amplíen su productividad.

Con respecto al comercio internacional, Smith desarrolla la teoría de las ventajas absolutas basadas principalmente en la
división del trabajo a nivel internacional dado que produciría una mayor eficiencia a nivel global. La teoría estipula que
un país deberá especializarse en aquel bien que produzca a un menor costo y de forma más eficiente que el resto de los
países, ya sea que ello derive por la dotación de recursos naturales o factores climáticos (VA dadas), o que fueran el
resultado de la acción de agentes económicos para el mejoramiento de sus conocimientos, capacidades y habilidades
(VA dinámicas). En lo que respecta a los términos de intercambio, en primera instancia deberán fijarse los costos de
oportunidad dentro del país para luego poder compararse con los precios relativos y costos de oportunidad del otro país
fijando un intervalo donde el intercambio sería viable (provocaría ganancias para ambos). Los beneficios que según esta
teoría derivan del comercio internacional es un mejor aprovechamiento de los recursos disponibles por parte de todos y
cada uno de los participantes del intercambio, obteniendo también una mayor cantidad y variedad de productos que en
estado de autarquía.
David Ricardo
Ricardo realiza una distinción entre la utilidad de los bienes y su valor de cambio, aunque establece una relación al
afirmar que un bien sin utilidad estaría de desprovisto de valor de cambio a pesar de contener o no trabajo, medida que
junto con la escases establecen ese valor.. Si la cantidad de trabajo de un bien aumenta, también lo hará su valor de
cambio. El trabajo es el valor al bien, nos referimos a la cantidad de trabajo que el mercado pueda demandar. El valor
relativo de un bien, es entonces, el valor que tiene un producto en función de otro.

Ricardo propone que a la hora de valorar el bien no solo se debe tener en cuenta el trabajo empleado en él, también, se
debe apreciar el trabajo empleado en los utensilios y herramientas utilizados para realizar el trabajo. Los precios
relativos no solo estarán formados por el trabajo necesario para producirlo, sino que también por el trabajo que llevo la
formación del capital utilizado. Otras de las afirmaciones del autor es que la economía en el uso del trabajo puede
reducir el valor relativo de un producto, fuese ahorrando el trabajo necesario para la producción o el requerido en la
formación del capital. Poco tendrán que ver las variaciones de los salarios ya que eso no afectaría en la cantidad de
trabajo que contiene el bien el valor relativo del bien es el mismo).

Introduce otra variación de los valores relativos, el empleo de maquinaria y las formas de capital fijo y durable, en la
producción del bien ya que reducirán o aumentan la cantidad de trabajo efectiva que es requerida por él. El capital fijo a
aquel invertido en maquinarias, edificios, utensilios que de alguna forma son durables. El capital circulante es entonces
aquel destinado a sostener el trabajo y por ende si puede estar atado a variaciones por la fluctuaciones de los salarios
Es ahí cuando la distribución del capital puede afectar al valor relativo. Cualquier cambio en el capital que permita
ahorrar trabajo también alterará el valor del bien. El autor recepta la teoría del valor, donde el trabajo es el único
elemento que les da valor a las cosas, él distingue al igual que Smith, tres componentes: el trabajo con sus salarios, el
capital con los beneficios y la tierra con su renta a la hora de determinar el precio del bien.

En el Comercio Internacional, este autor ha desarrollado la teoría de las ventajas comparativas. Ricardo parte de la base
de que el comercio internacional es mutuamente beneficioso debido principalmente a que luego del comercio existirá
una mayor cantidad de bienes capaz de satisfacer mayores necesidades que si el país se encontrara en autarquía.

El autor reconoce que el conjunto de la demanda de productos nacionales e importados, en lo que se refiere al valor,
será limitado por el ingreso y el capital del país. El capital puede ser acumulado por dos modos: el ahorro a consecuencia
del ingreso acrecentado o por la reducción del consumo. El aumento de alguno de ellos o de ambos provocara un
incremento de la masa de bienes, aunque no de la tasa de utilidad, los disfrutes de la sociedad serán aumentados.

Una forma de maximizar entonces la satisfacción de la población es atreves de una mejor distribución del trabajo,
produciendo aquellos bienes en los cuales se tiene algún tipo de ventaja ya sean naturales (recursos) o artificiales
(productividad) e intercambiándolos por los producidos en otros países. Así, si la explotación del comercio exterior o el
perfeccionamiento de las maquinarias lograran colocar en el mercado productos de consumo como los consumidos por
el trabajador a una tasa menor, los salarios bajarían y la tasa de utilidades aumentaría. Cabe resaltar entonces que, si
bien el comercio internacional es altamente beneficioso, no muestra ninguna tendencia a aumentar las utilidades del
capital, a menos que los productos importados sean de la clase en que se gastan los salarios del trabajo.

Con respecto a su modelo de ventajas comparativas, el autor afirma que estas no surgen solo de la diferencia de costos
de producción entre países, sino de las diferencias entre los costes relativos de distintos bienes en el interior de un país y
los de los mismos bienes en otro país. De aquí surgen los denominados costos de oportunidad. Estos hacen referencia a
las cantidades de un bien A que dejaría de producir si me dedico exclusivamente a la producción de B, por ende, la
cantidad de productos de A que obtengo (tras el comercio) por la venta de mi excedente de B debería superar a la
cantidad resignada en primera instancia para poder especializarme, obteniendo entonces una mezcla de bienes mayor
que en estado de autarquía.
Karl Marx
Este autor comienza afirmando que, desde la mirada capitalista, la riqueza se presenta como la acumulación de
mercancías, siendo esta un objeto exterior que satisface necesidades humanas de diferente naturaleza pudiendo
satisfacer como un objeto de disfrute o como medio de producción.

La diversa naturaleza de las mercancías hace a la dificultad de poner medidas desde su concepción cuantitativa y
cualitativa. Cualitativos es dado valor de uso, es decir, su utilidad dadas las propiedades de la mercancía, siendo este
efectivo cuando usa o consume. Este tipo de valor es denominado contenido material de la riqueza. Establece que las
mercancías son también portadoras de valor de cambio la cual presenta una relación cuantitativa estableciendo la
proporción en que se intercambian los valores de uso de una clase por otra, siendo un contingente de tipo relativo
intrínseco de la mercancía. Es así como la abstracción de los valores de uso caracteriza las relaciones de intercambio.

Todos los bienes existentes son productos del trabajo, es decir que para ser producidos se empleó fuerza humana de
trabajo, acumulándose este y dándole un valor. Es así como entonces concluye que un valor de uso o bien solo tiene
valor porque en él se ha objetivado trabajo, por lo que su magnitud de valor será dada por la cantidad de trabajo
(medida por duración y tiempo de trabajo). Aclara que es solo la cantidad de trabajo socialmente necesaria para la
producción del bien de uso lo que determinara finalmente su valor (aquella cantidad de trabajo aceptada socialmente).

Con respecto al trabajo requerido en la producción variará según la fuerza productiva del trabajo la cual es determinada
por múltiples factores como la destreza, desarrollo de la ciencia, tecnología, la coordinación social en el proceso de
producción, escala y eficiencia de los medios productivos, y las condiciones naturales. Cuanto mayor sea la fuerza de
trabajo, menor será el tiempo necesario para la producción de un bien menos masa de trabajo estará cristalizada en él.

Con respecto al intercambio de las mercancías, Marx afirma Solo podrá darse en caso de que los bienes posean valores
de uso cualitativamente diferentes que incentiven a ser canjeados debido a las diferentes satisfacciones que estos
generen. Ello es respaldado por una división social del trabajo, es decir, la especialización de las personas en trabajos
diferenciados, pero igualmente disimiles, trabajo humano.

Bien de uso lo establece como la combinación de un elemento material natural y el trabajo. Toda riqueza natural deberá
ser mediada por una actividad productiva especial. Con respecto al trabajo será considerada como simple con una
unidad de medida establecida a través de procesos sociales. El mismo trabajo, por más que cambie la fuerza productiva,
producirá la misma magnitud de valor en los mismos espacios de tiempo, aunque en el mismo espacio de tiempo se
suministra distintos valores de uso en diferentes cantidades. En caso de que aumente la fuerza productiva mayor será la
masa de valores de uso suministrada.

Resumiendo, la forma simple de valor, representa una relación de valor entre mercaderías diferentes, la mercancía A se
representa cualitativamente en la mercancía B la cual es directamente intercambiable por A. Cuantitativamente, se
expresa el hecho de que determinada cantidad de B es intercambiable por A. Es decir, que el valor de una mercadería se
expresa de forma autónoma mediante su presentación como valor de cambio. Es claro que esta forma resulta
insuficiente dado que solo incluye una relación singular.

Complejizando su análisis, Marx obtiene la forma total o desplegada de valor, en la cual se comparan todas las
mercancías siendo una el valor relativo y las restantes muchos equivalentes, aunque, al igual que la forma simple, carece
de forma unitaria de manifestación. Siguiendo con el razonamiento deriva la forma general del valor, donde la mayoría
de las mercancías expresan su valor relativo de manera simple y unitaria en un solo equivalente, siendo éste un valor
común y socialmente vigente. La ultima forma deriva entonces en la Forma del Dinero, siendo un método de
intercambiabilidad directa, funcionando como único equivalente y otorgándole un precio a los bienes. La forma de
precio es entonces la expresión relativa simple del valor de una mercancía en la mercancía que ya funciona como
mercancía dineraria.
Trabajo Prá ctico N°1
1) “El comercio exterior es mutuamente beneficioso para la escuela mercantilista, David Hume, Smith y Ricardo”.
Verdadero o Falso. Justifique.

FALSO no todos opinaban los mismo y cada pensador o escuela planteaba el tema de una mirada diferente.
Comenzando con los mercantilistas, el proceso de intercambio a nivel internacional solo se veía como productor de
riquezas para los países ricos, siendo que a partir de la explotación de sus colonias obtenían los metales preciosos que,
según ellos, eran la fuente de su riqueza, buscando obtener también balanzas comerciales superavitarias. Por otro lado,
las colonias tomaban el papel de exportadoras de materias primas, productos con poco valor agregado y con términos
de intercambio desfavorables.

David Hume, por su parte, critica al mercantilismo dado que sus políticas de acumulación de riqueza conllevarían al
aumento de la oferta monetaria y por consiguiente de los precios y salarios en estos países ricos, reduciendo su
competitividad. Contrariamente, en las colonias, la perdida de oro conllevaría a una reducción de la oferta monetaria, de
sus precios y salarios, siendo estos ahora más competitivos que los países ricos. De esta manera, el intercambio de
especies entre estos países serviría como un mecanismo de ajuste automático que igualaría las balanzas comerciales,
colocando en un plano de “igualdad” a ambas partes.

Adam Smith, desarrolla el modelo de las ventajas absolutas. Este consistía en que cada país debería abocarse a la
producción de aquel bien que produjera mejor que el resto, en términos de eficiencia. Asi, se lograría una división
internacional del trabajo beneficiosa para todos, dado que la cantidad de bienes producidos bajo este régimen, y tras
realizarse los intercambios, sería mayor que la suma de las producciones obtenidas en cada país en estado de autarquía.

D Ricardo también cree en el mutuo beneficio del comercio. Este autor, basado en el modelo de Smith, crea las llamadas
ventajas comparativas. Ellas explican que un país no necesariamente debería producir aquel bien cuyos costos sean
menores, si no que las decisiones de producción y especialización deberían basarse en las diferencias entre los costos
relativos de los bienes al interior del país (costo de oportunidad) y de los mismos bienes en el país extranjero. Su modelo
también deriva en el beneficio mutuo dado que a partir del comercio existiría una mayor cantidad de bienes disponibles.

2) Similitudes y diferencias en el concepto de valor utilizado por la escuela Mercantilista, por Smith, Ricardo y Marx.

Como punto común entre estos pensadores encontramos que en principio todos receptan la teoría objetiva de valor,
toman al trabajo como factor común de todas las mercancías capaz de mediar los intercambios. Otro de los aspectos
comunes, al menos entre Marx, Smith y Ricardo existen diferentes tipos de trabajo con diferentes rendimientos se toma,
asi el trabajo promedio necesario para la producción del bien o como lo denomina Marx, el tiempo de trabajo
socialmente necesario.

Todos, a su vez, asumen que el trabajo brinda al bien su valor de cambio, aunque admiten que para que esta se
considere mercancía debe tener también un valor de uso o utilidad, concepto en cual difieren. Marx lo define como el
contenido material de la riqueza compuesto por el material natural y el trabajo necesario para obtenerlo, estableciendo
también que las diferentes utilidades de los bienes son las que permiten el intercambio, dado que si todas las
mercancías tuvieran el mismo uso no existiría razón para intercambiarlas. Por su parte, Smith y Ricardo establecen que
el valor de uso, es decir, la utilidad que posee ese bien, es indispensable para que el bien pueda intercambiarse
obteniendo así un valor de cambio, dado que, si nadie se interesara en él, nadie querría comprarlo o intercambiarlo.

Smith, indica que su retribución es el salario y llega a la conclusión de que éste pueda tomar dos formas: una real, siendo
esta la cantidad de trabajo (o bienes) que puedo obtener con él, o una nominal, siendo el dinero obtenido. Esta
diferencia se hace importante ya que un aumento o disminución de estas formas de salario, puede o no, influir en el
valor del bien. Ricardo, en su concepción de salario real y nominal, critica los desarrollos de Smith, dado que plantea
resultados inversos o directamente inexistentes en el valor propiamente dicho del bien, ya que estos afectarían solo los
beneficios, siendo estos los que pueden afectar o no el valor final.

Smith y Ricardo coinciden en que el trabajo no es el único factor en darle valor a un bien, si no que, al llegar éste al
mercado, su precio estará establecido por dos factores más: el capital, formando parte del valor a partir del beneficio
que se le retribuye al empresario, y la tierra, por su retribución denominada renta. Smith considera que la suma de las
retribuciones de los tres factores da como resultado el precio natural del bien, pero admite que este puede ser
intervenido por las fuerzas de la demanda, incrementando o disminuyéndolo.

En lo que respecta al factor capital, Ricardo agrega los conceptos de capital fijo y circulante basándose en la duración del
mismo y en el tiempo que le toma al bien llegar al mercado, argumentando que estos provocarían fluctuaciones
diferentes en el precio del bien.

Desde el punto de vista de Marx, la división de los factores de producción no tendría lugar ya que justifica que todo bien
o mercancía para ser considerado como tal necesito de trabajo humano (sin trabajo que recolecte los frutos de la tierra,
ésta no tendría valor, o sin trabajo hubiese sido imposible acumular la riqueza –o plusvalía- que conformar el capital).
Siguiendo con el análisis, este autor considera que el valor en sí variara directamente con las cantidades de trabajo
necesarias para su producción e inversamente con el desarrollo de las fuerzas productivas (entendiéndose por estas la
calidad del trabajo, la tecnología y los instrumentos utilizados). Establece además que el valor de cambio de un bien,
solo puede obtenerse de la comparación de 2 mercancías (forma simple de valor) donde un bien “A” tiene un valor
relativo representado por el bien “B”, el cual es considerado como equivalente, expresando de esa manera una relación
cuantitativa determinada por el trabajo humano requerido. De esta relación deduce que la variación del valor de una de
las partes, o de ambas, tendrá incidencia en los términos de intercambio. Cabe destacar que el equivalente nunca podrá
expresar por sí mismo su magnitud de valor. Es aquí cuando Marx llega a la conclusión de que el valor de cambio solo
existirá cuando se comparen diferentes mercancías, aunque el bien ya tenía valor por el trabajo que se le ha aplicado.
Por el contrario, Smith y Ricardo establecen que para que el bien tenga valor, debe poseer previamente valor de cambio.

Smith en su trabajo también considera al dinero como medida del valor, aunque el autor no realiza el mismo análisis de
Marx, sino que lo deriva de la necesidad de un instrumento apto para la circulación y el comercio tras la división
internacional del trabajo, siendo la moneda la acuñación del valor de los metales utilizados para el intercambio.

3) “El concepto de riqueza de un país es igual tanto para los mercantilistas como para Smith”. Verdadero/Falso. Just.

FALSA Los mercantilistas creían que la riqueza de una nación consistía en las cantidades de metales preciosos (sea oro,
plata u otro tipo metal) que estas poseían. De esta forma llevaban a cabo políticas económicas con el objeto de
aumentar la acumulación de ese tipo de bien. Se lograba a partir de una balanza comercial superavitaria,
implementando políticas de estímulo a las exportaciones de productos manufacturados que poseían mayor valor y por
los cuales se cobraban mayores cantidades de los mencionados metales. Estas medidas eran acompañadas por barreras
proteccionistas que establecían altos aranceles a la importación de bienes de alto valor agregado, mientras los de las
materias primas eran bajos o inexistentes, logrando de ese modo abastecerse de insumos baratos para su producción.

Smith creía que la fuente de riqueza de un país se encontraba en el comercio, justificando que, a partir del intercambio,
mayores cantidades de bienes podrían obtenerse para satisfacer sus necesidades que en estado de autarquía. Además,
refuerza esta idea con la división internacional del trabajo y el concepto de especialización, de los cuales se deduce que
un país produciría aquel bien que le cuesta menos producir, es decir en el cual es más eficiente, en relación con el resto
de los países, optimizando la utilización de los recursos tanto naturales como humanos a nivel global. De esta forma, el
país en cuestión exportaría aquel bien que posee ventajas absolutas con respecto al resto de los países, mientras
obtendría los demás bienes necesarios mediante la importación, implementando así un modelo de libre comercio sin
importar el resultado de su balanza comercial.
Krugman – Cap 2
A través del comercio internacional de bys y de los flujos internacionales de dinero, las economías están ahora más
estrechamente ligadas. El objeto de estudio de la economía internacional son aquellos temas que se plantean por
problemas surgidos de la interacción economía entre los países soberanos. Algunos de estos temas son: las ganancias
del comercio (beneficios de la especialización y efectos sobre la distribución de la renta), los patrones de comercio, el
proteccionismo (políticas y actuaciones del sector púbico, grupos de presión), la balanza de pagos, la determinación del
tipo de cambio (sistemas monetarios, precios relativos de la moneda), la coordinación de políticas económicas
(conflictos de intereses), y el mercado internacional de capitales. Cabe diferenciar dos tipos de análisis en la economía
internacional, pudiendo ser sobre el comercio internacional donde se pone el acento en las transacciones reales lo que
implica movimientos físicos de bienes y recursos económicos, o puede realizarse un análisis financiero, el cual se centra
en el lado monetario de la economía internacional.

Krugman – Ventajas comparativas – Cap 3


Los países comercian internacionalmente por dos razones las cuales le generan algún tipo de ganancia. Una es la
diferencia existente entre estos países, lo que permite una relación favorable en la que cada uno hace aquello que sabe
hacer relativamente bien. En segundo lugar, para conseguir economías de escala. La ventaja comparativa es el concepto
esencial para comprender la primera razón.

Primero debemos explicar el concepto de costo de oportunidad. Estos describen el conflicto que existe al especializarse
en la producción de un bien, buscando expresar la cantidad de otro tipo de bien que podría haber sido producida con los
mismos recursos (tierra, trabajo y capital). El costo de oportunidad de un bien A en términos de B serán las cantidades
producidas de A sobre las cantidades que podrían haberse producido de B en la misma cantidad de tiempo y con los
mismos recursos.

Las diferencias entre los costos de oportunidad ofrecen la posibilidad de reordenación mutuamente beneficiosa de la
producción mundial. La razón principal de ello es que la cantidad de bienes total producidas mundialmente, será mayor
a la suma de lo producido por cada país autárquicamente, aumentando así el nivel de vida de todo el mundo.

Este aumento de la producción es la posibilidad de los países de especializarse en la producción del bien en el que se
dispone una ventaja comparativa, es decir, que el coste de oportunidad de ese bien en términos de otros bienes es
inferior en ese país de lo que es en otros países (CdO es menor que el extranjero). Así, si ambos países exportan aquellos
bienes en los cuales se dispone ventajas comparativas, los dos serian beneficiados.

Modelo Ricardiano basa el comercio internacional en las diferencias de productividad de un solo factor, el trabajo. para
producir un bien necesariamente debemos resignar otro. Estos costes de oportunidad (QLA/QLB) nos permitirán realizar
la Frontera de posibilidades de producción. En ella se representan los dos bienes que una economía puede producir y su
relación en cuanto a las cantidades. La producción de ambos bienes será condicionada por el total de trabajo que
tenemos, en cada punto que nos paremos de la recta de FPP la sumatoria de los recursos debe ser igual a L (trabajo total
de la economía), si se produce más de A, los recursos necesarios aumentaran por lo que B deberá disminuir. Gráfico 1.

Para poder determinar entonces el bien en el cual nos especializaremos necesitamos conocer los precios de los bienes,
concretamente, sus precios relativos (precios de un bien en términos de otro; PA/PB). El país solo producirá A si su
precio relativo excede su coste de oportunidad o B si su precio relativo excede su CdO (solo producirá A si el precio que
se obtiene en valores de B superan a las cantidades de B que se resignaron; PA/PB > QLA/QLB). En ausencia del comercio
internacional, el precio relativo de los bienes es igual a sus requerimientos relativos unitarios de trabajo (en el modelo
no existen beneficios por lo que el precio solo será determinado por los salarios, es decir que estos tendrán el mismo
valor siendo la tasa de salario PA/QLA).
Cuando introducimos el comercio al modelo, para poder definir los patrones de especialización deberemos comparar, en
el caso de ventajas absolutas sus costos totales (el país produce una unidad del bien con menos trabajo que otro) o en el
caso de las ventajas comparativas, compararemos sus costos de oportunidad. En este modelo, nuestro país se
especializará en A solo si su costo de oportunidad es menor al del país extranjero, de forma que éste se especializara en
B si sus costos de oportunidad se ven superados por los de nuestro país. Si comparamos las FPP de cada país veremos
que estas se inclinan hacia el producto en el cual poseen una ventaja comparativa dado que con la misma cantidad de
trabajo se pueden producir más unidades. Gráfico 2.

Siguiendo con el análisis, para realizar estos intercambios se debe determinar un precio internacional, el cual será
determinado por la oferta y la demanda. Ello debe ser llevado a cabo a partir de un análisis del equilibrio general que
tiene en cuenta las interacciones entre los dos mercados. En este caso no debemos centrarnos en las cantidades O y D
de cada bien en particular, si no en las Q de A ofrecidos o demandados dividido por la Q de B ofrecidos o demandados.
El equilibrio general exige que la OR iguale a la DR determinando su intersección el precio relativo mundial
(generalmente este si sitúa ente los precios de cada país). Gráfico 3.

Con respecto a las ganancias del comercio, decimos que ambos países se vieron beneficiados. El comercio se puede
analizar como un método indirecto de producción, es decir, por ejemplo, que nuestro país podrá producir B
indirectamente al producir A e intercambiar el excedente por B, siendo este método más eficiente que la producción
directa. Visto desde el punto de vista de las FPP podemos decir que el comercio amplía el consumo, es decir, que
podremos consumir en un punto por fuera de la FPP que teníamos antes de comerciar, siendo que al comerciar
obtendremos una cantidad total mayor de bienes. Gráfico 4.

En el caso de nuestro país o el extranjero tenga ventajas absolutas en ambos bienes, la especialización podrá darse igual.
Esto se debe a que el país que no tenga ventajas absolutas tendrá salarios relativos (cantidad que cobran por hora
comparada con la del otro país) menores, dada la alta productividad del otro país. Así, tendrá una ventaja en el coste del
bien incluso a pesar de su menor productividad del trabajo.

Los supuestos en que se basa el modelo son la existencia de dos países, que solo producen 2 bienes diferentes, con un
solo factor que es el trabajo y es homogéneo entre países. Se basa en la competencia perfecta, en la ausencia de
rendimientos crecientes, y que los precios son proporcionales a los costos dentro del país.

Si bien la predicción básica de este modelo ha sido confirmada por diversos estudios, puede incurrir en predicciones
erróneas ya que presenta un grado de especialización extremos que no se observa en el mundo real, no contempla los
efectos sobre la distribución de la renta, no les otorga ningún papel a las diferencias de recursos entre los países, e
ignora el papel de las economías de escala.

Krugman – Modelo de factores específicos – Cap 4


En el mundo real, el comercio tiene efectos sustanciales sobre la distribución de la renta, los beneficios producidos por
este son generalmente distribuidos de forma desigual. Ello se debe a dos razones: la primera, es que los recursos no
pueden moverse rápidamente y sin ningún coste de una industria a la otra; la segunda, es que las industrias difieren en
los factores demandados. Es por ello entonces que, si bien el comercio trae beneficios a la nación en general, puede
perjudicar a ciertos grupos en el corto plazo.

El Modelo de Factores Específicos permite la existencia de otros factores de producción además del trabajo, mientras el
trabajo puede definirse como un factor móvil debido a su posible movilidad entre diferentes sectores, existen también
aquellos factores que solo pueden utilizarse en la producción de bienes particulares (necesitan más tiempo para poder
adaptarse a otras industrias). Estos últimos son denominados factores específicos.
Este modelo supone que existen dos tipos de bienes, manufacturas y alimentos, y existen tres factores productivos:
trabajo, tierra y capital. El trabajo es un factor móvil ya que se utiliza en ambas producciones, aunque la tierra es solo
utilizada para producir alimentos y el capital para las manufacturas, convirtiéndolos en factores específicos.

Una vez establecidos los factores, la función de producción nos dirá la cantidad de bienes que serán producidos dados
los factores de producción utilizados (QM= QM(K,LM) y QA= QA(T,LA)). Así, para la economía en su conjunto, el trabajo
empleado debe ser igual al total de la oferta de trabajo (L= LM+LA).

Para analizar las posibilidades de producción de la economía, es necesario ver cómo cambia la composición de la
producción ante el desplazamiento del trabajo de un sector a otro. En principio se grafican las dos funciones de
producción cuyas pendientes representarán el producto marginal del trabajo (producto adicional generado al añadir 1
hora hombre). Los rendimientos observados son decrecientes dada la variación del trabajo cuando los otros factores son
dados. La combinación de estos gráficos más el de la asignación de trabajo en la economía puede darnos la FPP de ese
país. (Ver Krugman página 33). La pendiente TT mide el coste de oportunidad de las manufacturas en términos del
alimento.

Si observamos la FPP podremos ver, que, a diferencia de la obtenida en el modelo de un solo factor, ésta es curva. Ello
se debe a los rendimientos decrecientes del trabajo en cada sector, diferencia fundamental con el modelo Ricardiano.

Con respecto a la asignación de trabajo en cada sector, decimos que dependerá del precio de los productos y de los
salarios. Dado los rendimientos decrecientes, los empresarios solo querrán contratar mayores trabajadores si el salario
es menor (PMgLMxPM = W). Por otro lado, dada la movilidad del factor trabajo, el salario en ambos sectores debe ser el
mismo. Por último, los salarios dependen de la demanda combinada de alimentos y manufacturas. Ver gráfico 3-4
página 35. Con respecto a la asignación de los recursos en la economía, se dará cuando la FPP sea tangente a la línea de
cuya pendiente sea el precio relativo del bien cambiada de signo. Gráfico 3-5 página 36. Ahora, ¿cómo afectarían
cambios en los precios de los productos a la asignación del trabajo? En caso de que los precios aumenten
proporcionalmente estos no afectarían la distribución dado que solo cambian los valores nominales y no los reales. En
cambio, si solo aumentara el precio de uno de los bienes, el factor trabajo se desplazaría hacia ese sector siendo
cambiando la asignación de los recursos, el salario también aumentará, aunque en menor proporción al aumento de los
precios (en la figura 3-8 de la página 37 se aprecia que, al cambiar el precio relativo, la asignación de recursos cambia
hacia el lado del bien que aumento su precio).

Puesto que el aumento del precio relativo de las manufacturas determina el aumento de su producción en relación a la
de alimentos, se puede dibujar la curva de su oferta relativa poniendo las cantidades relativas en función de los precios
relativos, teniendo una pendiente positiva. La demanda relativa será representada por una línea de pendiente
descendiente. Finalmente, el precio de equilibrio relativo y la producción serán determinadas por la intersección de OR y
DR. Ver figura 3-9 página 38.

Como vimos, el efecto de un aumento de precios de las manufacturas, produce un aumento en menor proporción de los
salarios, por lo que, aunque el salario haya aumentado, su salario real en términos de las manufacturas disminuye. En el
caso del salario real de la producción alimento aumenta, dado la suba general de los salarios y el precio constante de los
alimentos. Si analizamos la distribución de la renta luego de estos cambios, veremos que los capitalistas obtendrán
mayores beneficios dado la disminución del salario real de sus trabajadores, su renta aumenta en mayor proporción que
los precios. En cambio, los terratenientes al enfrentarse a salarios reales mayores, ven su renta reducida.

Si aplicamos el modelo al comercio internacional, podemos decir que una de las causas de éste sean las diferentes
ofertas relativas, debido principalmente a las diferentes dotaciones de recursos. Un país que cuente con mucho capital y
poca tierra tenderá a producir una ratio elevada entre M y A (mas manufacturas que alimentos) y un país con mucha
tierra hará lo contrario.
En el caso que uno de los factores específicos aumente en el país, la producción del bien que hace uso del factor
aumentará al igual que la cantidad de trabajo asignado a ese bien y los salarios, por el contrario, el otro se verá reducido
en cantidades dado que la cantidad de trabajo en su sector se vio disminuida. En el caso de que aumentase la fuerza de
trabajo, el efecto es ambiguo porque la producción de ambos bienes podría aumentar

Si tomamos dos países, EU quien tiene una mayor oferta de T, y Japón con mayor oferta de capital, y sus ofertas de
trabajo fueran las mismas, Japón podría ofrecer una mayor cantidad de manufacturas a precios menores de lo que
ofrecería EU, ubicándose la OR de este último país a la izquierda de la de Japón. Ver gráfico 3-11 página 40. Al abrirse al
comercio, crean una economía mundial integrada, por lo que la OR mundial se ubicara entre las OR de los dos países,
por ende, el precio relativo internacional de las manufacturas, también se ubicara entre los P relativos de cada país. En
EU, el P de las manufacturas disminuiría y en Japón aumentaría.

Dada la producción de una mayor cantidad de bienes, cada país, podrá consumir una combinación de bienes mayor a la
producida, aunque ello se verá limitado por su restricción presupuestaria, lo que significa que las importaciones son
limitadas o restringidas por la cantidad de exportaciones. Las pendientes de la recta presupuestaria es el precio relativo
de las manufacturas con signo menos ya que representa que para consumir una x cantidad de alimento debo dejar de
consumir una de manufactura. Si tomamos la FPP la recta presupuestaria será tangente en el punto que representa la
elección de la producción de la economía dado el precio relativo de las manufacturas. El consumo del país, ahora podrá
situarse en cualquier punto de la recta presupuestaria, importando y exportando respectivamente los excedentes en ese
punto. Ver gráfico 3-12 página 41.

En Japón, este nuevo precio internacional hará que aumente el consumo de alimentos en relación de las manufacturas,
y que caiga la producción de alimentos. En EU, el consumo de manufacturas aumentará y su producción disminuirá,
incrementando la de alimentos. Entonces estamos en condiciones de afirmar que el comercio beneficiará al factor que
es específico para exportar mientras perjudicará a aquel en competencia con las importaciones, siendo un efecto
ambiguo. De todas formas, aunque algunos sectores se vean perjudicados, se dice que el comercio es una fuente de
ganancia potencial dado que las posibilidades de consumo aumentan y superan a la FPP inicial, pudiendo consumir más
de ambos bienes por individuo y expandiendo las opciones de elección de la economía. Algunos sectores serán
perjudicados, pero aun así la mayoría de la población será beneficiada.

Krugman – Modelo Heckscher-Ohlin – Cap 44


Este modelo, también toma a la diferencia de recursos como fuente del comercio, demostrando que la ventaja
comparativa está influida por la interacción entre los recursos de las naciones y la tecnología de producción. Esta teoría
es también denominada como la de las proporciones factoriales.

La economía que analizaremos producirá dos bienes: alimentos y telas. La misma contará con dos factores: trabajo
medido en horas y tierra medida en hectáreas. Los productores no se encuentran con requerimientos fijos a la hora de
producir, si no que pueden recurrir a diferentes alternativas para producir una unidad del cualquier bien. Esa
combinación dependerá del coste de la tierra y el trabajo, siendo que si la renta es elevada se demandarán mayores
cantidades de trabajo. Por ello decimos que la combinación dependerá de la ratio de los precios de los dos factores, w/r
y su relación con la ratio tierra-trabajo. Ver gráfico 4-2 página 55. La ubicación de las curvas de cada bien represente en
que factor son intensivas, es decir que ratio utilizan más en su producción.

Como el coste de producción de un bien depende del coste sus factores, decimos que un aumento es estos llevará a un
aumento del precio de los bienes. La importancia de ese incremento en el valor del bien dependerá de cantidad utilizada
en su producción, así cuanto mayor sea el coste relativo del factor intensivo, mayor será el precio relativo del bien que
se produce. Ver gráfico 4-3 página 56. Si el aumento se diera en el precio relativo de la tela, ello también provocaría un
incremento en la renta de los trabajadores en relación a la de la tierra, es decir que aumentará también el poder
adquisitivo de los propietarios del factor trabajo mientras que los propietarios de la tierra verán su poder adquisitivo
disminuido. Se puede observar entonces un cambio en la distribución de la renta.

Una forma conveniente de analizar la asignación de los recursos en este modelo, es a partir de un diagrama de caja. Ver
gráfico 4-5 de la página 58. Al representar cada lado a un bien, si trazáramos las líneas que representan las ratios tierra-
trabajo veremos que interceptarán en un punto. Allí es donde se asignan los recursos y demostrará cuanto de cada
factor se destinará a cada producción. En el grafico 4-6 de la página 59 se demuestra lo que sucede cuando uno de los
factores se ve aumentado, siendo en este caso la tierra (la caja se vuelve más alta). Si los precios se mantienen
constantes, ello inducirá a una disminución de la producción de tela, viendo que ahora el punto de asignación es otro,
así la producción de alimento aumentará más que proporcionalmente al aumento del factor.

En el gráfico 4-7, se representa el aumento del factor tierra en la FPP de ese país. Es notable que el desplazamiento hacia
afuera de la frontera sea mucho mayor en dirección a la producción de alimentos que a lo que se expande en la
producción de tela. Ello es denominado como una expansión sesgada de las posibilidades de producción. Podemos
concluir que una economía tenderá a ser relativamente efectiva en la producción de bienes que son intensivos en los
factores en lo que el país está relativamente mejor dotado.

Ahora, si aplicamos este modelo al comercio internacional podremos establecer que nuestro país, como tiene una
relación entre trabajo y tierra mayor que el extranjero, es trabajo-abundante mientras que el extranjero tierra-
abundante. Esa abundancia es definida en términos relativos tras la comparación de las ratios entre trabajo y tierra.
Ningún país será abundante en todo. Dado los recursos existentes, nuestro país tenderá a producir una mayor relación
entre tela y alimento (produce mayor cantidad de tela gracias a la abundancia del factor trabajo), es decir, tendrá una
mayor oferta relativa de la tela que el extranjero.

Al comerciar, los precios relativos de los precios convergerán, es decir, el precio relativo de la tela a nivel internacional
situará entre los precios relativos en cada país. Al incrementar su precio respecto al P relativo de la tela anterior al
comercio (ver gráfico 4-8 página 61) se incrementará la producción de este bien, y su consumo en nuestro país decaerá,
convirtiéndonos en exportadores de tela. Como en el extranjero el nuevo precio relativo es menor al que tenían antes,
se convertirán en importadores de tela y por ende, se especializaran en alimento. Concluimos que los países tenderán a
exportar aquello bienes cuya producción es intensiva en los factores en que están dotados de forma más abundante.

Decimos que el comercio internacional tiene un poderoso efecto sobre la distribución de la renta, dado que, en nuestro
país, gracias al incremento del precio de la tela, el poder adquisitivo del trabajo en términos de ambos bienes ha
aumentado, mientras el de la tierra habrá disminuido. Así pues, los propietarios de un factor abundante ganan con el
comercio, sin embargo, los propietarios del factor escaso en el país pierden. Ello genera un conflicto entre los intereses a
corto plazo y de los de largo plazo.

En teoría, la igualación internacional de los precios causaría la convergencia de los precios relativos de la tierra y del
trabajo. Esta tendencia explica que, una vez iniciado el comercio, los salarios y la renta tienen una tendencia a
converger. La explicación de ello es que cuando nuestro país exporta tela, está vendiendo más trabajo del que recibe a
partir de la importación de alimentos debido a que nuestro bien es intensivo en ese factor; por el contrario, el extranjero
exportara en sus bienes más tierra de la que recibe a cambio. Es necesario aclarar que para que ello suceda ambos
países deben producir ambos bienes, cuentan con igual tecnología y que el comercio iguala realmente los precios en
ambos países, cosas que en el mundo real no suceden.

Krugman – Modelo está ndar del comercio – Cap 5


El modelo estándar del comercio se construye a partir de cuatro relaciones: entre la FPP y la curva de OR; entre los P
relativos y la demanda; la determinación del equilibrio mundial mediante la OR y la DR mundiales; y el efecto sobre la
relación (real) de intercambio sobre el bienestar nacional.
Con respecto a la primera relación, es necesario explicar que en una economía la producción estará determinada por los
precios relativos. Gráficamente, un país producirá en el punto en que su FPP es tangente a la curva de isovalor. Ésta
representa los valores que una economía puede producir (V) a partir de la sumatoria de la cantidad de bienes por su
precio (V= QAxPA + QBxPB), es decir que el isovalor es sencillamente el precio relativo del bien A con signo menos.
Como es representado en el gráfico 5-1 de la página 77, una economía puede producir varios valores, pero elegirá el
máximo posible según sus posibilidades. Ahora, en el gráfico 5-2 podemos ver como la variación de los precios relativos
de ese bien puede determinar cambios en la producción. La OR aumentará cuando el P relativo del bien aumente.

Como dijimos en capítulos anteriores, el consumo de una economía no podrá superar su producción (igualdad de M y X)
por lo que estos deberán encontrarse en la misma curva de isovalor. Para seleccionar un punto de esa curva al cual
consumir debemos recurrir a curvas de indiferencia, las cuales representaran los gustos de la población a partir de la
combinación de ambos productos (A y B). Así la economía elegirá el punto de la curva de isovalor que proporcione el
máximo bienestar posible, representándose este dónde la curva de isovalor es tangente a la curva de indiferencia más
alta que pueda alcanzarse, siendo esta su Demanda. Ver gráfico 5-3 página 78. Así queda definida la segunda relación.

Ahora, analizaremos que sucede con el consumo cuando cambia el P relativo del bien A. Cambios en su P ocasionan un
movimiento de la curva de isovalor, la cual será más empinada. Eso ocasionara que mayores puntos de consumo sean
alcanzados, dado que el punto de demanda se fijara en una curva de indiferencia mayor (grafico 5-4 página 79). Por ello
decimos que el mayor precio de los bienes exportados representa una ventaja. Este proceso es acompañado por dos
efectos: el efecto renta, que tiende a incrementar el consumo en ambos bienes, y el efecto sustitución el cual actúa para
que la economía consuma menos A y más B. Concluimos entonces que un incremento en la relación de intercambio
(mejora) incrementa el bienestar de un país, mientras que una reducción (deterioro) en la relación de intercambio
reduce su bienestar.

Con respecto a la determinación de los precios relativos, supongamos del bien A, decimos que dependerá de la
intersección de la OR y la DR mundial. La oferta mundial, tendrá pendiente positiva ya que, a mayores precios relativos
de A, mayores cantidades querrán producir; en cambio la demanda será decreciente ya que aumentos en el P relativo
del bien induce a cambiar su combinación de consumo disminuyendo A y aumentando B.

¿Cuáles son los efectos del crecimiento de otros países para una economía? Por un lado, decimos que tiene un lado
positivo dado que representa mercados más grandes para nuestras exportaciones; por el otro, ese crecimiento también
puede significar una competencia creciente en nuestras exportaciones.

Con respecto al crecimiento de un país, decimos que este representa un crecimiento hacia afuera de la FPP, ya sea por
un incremento de sus recursos o la mejora en su eficiencia con que esos recursos son utilizados. El crecimiento sesgado
tendrá lugar cuando la FPP se desplace hacia afuera más en una dirección que otra, y eso puede deberse a un progreso
tecnológico en un sector de la economía que aumente la producción solo de ese sesgo, o el incremento de oferta de un
factor de producción cuando este sea especifico o utilizado de forma intensiva es su producción.

Si nuestro país experimentara un crecimiento sesgado hacia el bien A, su producción aumentaría, mientras la producción
de B disminuye. A nivel mundial, ello provocara que, dado un nivel de precios, su oferta aumente desplazándose hacia la
derecha (gráfico 5-7 pagina82) provocando a su vez una reducción del precio relativo. Este, finalmente, representará un
deterioro de la relación de intercambio en nuestro país, y una mejora del extranjero. El crecimiento que expande las FPP
de un país de forma sesgada hacia el bien exportado tiende a empeorar la relación de intercambio de un país que crece
y a beneficiar al resto del mundo; en cambio un crecimiento sesgado hacia la importación tiende a mejorar la relación de
intercambio de un país que crece a expensas del resto del mundo.

Con respecto a los efectos internacionales del crecimiento, podemos decir entonces que el crecimiento sesgado hacia la
exportación de las naciones pobres empeoraría su relación de intercambio, que estarían aun peor que si no hubieran
tenido ningún crecimiento. Esta situación es conocida como el caso del crecimiento empobrecedor. Cabe destacar que
las condiciones para que ello ocurra son extremas y muy poco probables en el mundo real.

Hasta este punto, hemos desarrollado los cambios en la relación de intercambio derivados por la variación de la oferta,
por lo que a continuación veremos aquellos cambios provocados por la demanda. Decimos que la DR puede variar por
diversos factores, ya sean los gustos, la tecnología o, el más importante, como consecuencia de transferencias de rentas
internacionales.

Si nuestro país realiza una transferencia de parte de su renta al extranjero, nuestra renta se verá reducida y por ende
nuestro gasto se reducirá. En correspondencia el extranjero aumentará el suyo lo que podrá inducir en cambios de la
demanda relativa mundial, afectando así la relación de intercambio. Cabe destacar que la transferencia no derivara en
variaciones de la OR.

Los cambios de la DR dependerán en realidad de los cambios en la proporción que cada país ve aumentada o disminuido
su gasto. Si el extranjero consume más bienes de A y B proporcionales a los que nuestro país dejo de consumir, la DR no
cambia. Ahora, si los cambios en el gasto no son asignados en las mismas proporciones, habrá efectos sobre la relación
de intercambio. Si nuestro país tiene una mayor propensión marginal a gastar en el bien que exportamos que el otro
país al cual le realizamos la transferencia, nuestra relación de intercambio empeorará ya que los precios relativos
internacionales del bien que exportamos caerán (Ver gráfico 5-9 página 86); si tenemos una menor proporción marginal
a gastar en el bien exportado, la relación mejorará (En el gráfico 5-9 la demanda se desplazaría hacia la derecha,
aumentando el precio del bien exportado).

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