Está en la página 1de 28

Capítulo 8

8. EL DINERO Y EL SISTEMA FINANCIERO


Toda persona que vive en una sociedad moderna, seguramente alguna vez se preguntó por qué
existen “pedazos de papel” tan poderosos como los que sirven como dinero. Al mismo tiempo se
cuestionó cuál es el “poder mágico” que está tras de esos “pedazos de papel”. En este capítulo
intentaremos iniciar el camino para desentrañar ese “misterio”. Para ello estudiaremos aquí el tema
del financiamiento de la actividad económica, es decir el rol que desempeña el dinero dentro del
funcionamiento del sistema económico.
Siempre dentro del enfoque introductorio con el cual están tratados todos los temas de este texto,
se analizará cuáles son las funciones del dinero; qué se entiende por dinero en la actualidad; cuáles
son las funciones del conjunto de instituciones que tienen que ver con la creación y circulación
monetaria; cómo ellas “crean” dinero, generando lo que se conoce como oferta monetaria; las
razones por las que los individuos y las empresas demandan dinero, cuáles son los determinantes de
esa demanda, incluyendo además planteos sencillos acerca de cómo funciona el mercado monetario
y se forma la tasa de interés. La economía monetaria es una rama muy importante y muy
desarrollada de la ciencia económica actual, por lo que en este capítulo sólo nos iniciaremos en el
camino de su estudio.

8.1. LAS FUNCIONES Y EL ORIGEN DEL DINERO


Uno podría imaginarse el funcionamiento de una economía sin dinero. De hecho, si se bucea en la
historia económica de la humanidad, se llega a la conclusión que la misma transcurrió en su mayor
parte sin la utilización generalizada del dinero, siendo esta modalidad relativamente reciente en
términos históricos. ¿Cómo funcionaría esta economía? Si no existiera comercio o transacciones, ni
siquiera lo extrañaríamos. Aún una economía con limitadas transacciones entre sus integrantes,
podría utilizar lo que se conoce como trueque, situación en la cual no existen medios de cambio
comúnmente aceptados y los bienes se intercambian directamente por otros bienes.
Lo que corresponde destacar es que la modalidad de trueque como forma habitual de intercambio
está asociada a formas bastante antiguas de la sociedad, dado que implica que sólo se intercambia lo
que se produce en exceso para el propio consumo siempre que exista una doble coincidencia de
deseos entre los participantes de las transacción. Así las posibilidades de especialización de una
sociedad son muy limitadas. Sin la utilización del dinero también resulta muy complejo intentar
mecanismos de distribución de los bienes y servicios entre los habitantes de esa sociedad.

8.1.1. Las funciones del dinero


Modernamente se considera dinero al elemento que cumpla sus funciones, más allá de su
configuración física. Tres son las funciones fundamentales del dinero:

1. medio de cambio,
2. unidad de cuenta y
3. depósito de valor.
1. El dinero es un medio de cambio generalmente aceptado por las personas y las empresas para
efectuar sus transacciones y cancelar sus deudas, evitando de esta manera el trueque directo de
bienes. El dinero facilita el intercambio porque elimina lo que se conoce en economía como
doble coincidencia de deseos: con dinero no se necesita que el vendedor encuentre un
comprador que ofrezca lo que desea y demande lo que él posee. ¿Por qué cumple con ese rol?
Por que el dinero, para revestir ese carácter, debe gozar de aceptación generalizada, en el
sentido que quién recibe dinero cancelando una deuda por la entrega de un bien o la prestación
de un servicio, lo hace en el convencimiento de que las demás personas lo recibirán con el
mismo carácter, por más extraña que sea la forma que revista ese dinero. Si no goza de la
cualidad de aceptación generalizada, es decir que no existiese confianza en que será recibido en
el mismo carácter por parte de los demás agentes económicos, no será dinero, aún cuando haya
sido concebido con ese fin. En los estados modernos, el sistema jurídico refuerza este requisito
determinando muchas veces su aceptación obligatoria por parte de todos los agentes
económicos.
2. El dinero se utiliza como unidad de cuenta, cumpliendo con la función de resultar patrón de
precios y valores, facilitando las registraciones contables. ¿Por qué cumple con esta función?
Porque se le reconoce el carácter de medida común del valor. Es decir que en un contexto en
que todos los valores de los bienes y servicios pueden expresarse relativamente, es decir el
precio de cada uno de ellos puede ser expresado en función de otro bien, la existencia de dinero
implica además la posibilidad que existan precios absolutos expresados en la unidad monetaria,
que resulta entonces la unidad de medida de los valores en esa sociedad. Esta función como
unidad de medida es cumplida en el presente, hacia el pasado y en el futuro, por lo que también
se dice que el dinero es un patrón de pagos diferidos. Sin embargo, como veremos en el punto
siguiente, nada asegura que esa unidad sea constante en su poder de compra de los demás
bienes y servicios.
3. También el dinero puede ser utilizado como depósito de valor, es decir que es una de las formas
en que las personas y las empresas pueden guardar toda o parte de su riqueza y, de hecho, lo
hacen de esta manera. El dinero es en realidad la posibilidad de adquirir el valor de todos los
demás bienes. ¿Por qué cumple con esta función? Porque el dinero no es nominalmente
depreciable, es decir nadie puede cambiar el valor nominal que tiene escrito una moneda o un
billete. De hecho existen otros activos con los cuales las personas y las empresas pueden guardar
su riqueza (bonos públicos, acciones, propiedades, etc.), pero éste tipo de activos tiene un riesgo
que el dinero no presenta: pueden perder parte de su valor, en el sentido de que al momento de
realizar o vender el mismo tengan un valor menor del que tenían al momento de ser adquiridos.
Lo que sí puede ocurrir con el dinero, y que atenta contra la posibilidad de su utilización como
depósito de valor, es que el mismo puede perder poder de compra, es decir puede ser afectado
por lo que se conoce como inflación. En el caso de que esta posibilidad sea cierta, esta función
del dinero seguramente será sustituida por otro tipo de activos. Otro de los elementos que
gravita en contra de la utilización del dinero como depósito de valor es que el mismo, como tal,
no genera intereses, lo que hace que en muchos casos sea sustituido por otros activos que sirven
como depósito de valor y a su vez tienen una mayor rentabilidad que el dinero.

8.1.2. El dinero en la historia


Ya se hizo referencia a la posibilidad de imaginar una economía que funcionase sin dinero,
recurriendo al intercambio directo de mercancías o trueque. Gran parte de la historia de la
humanidad está signada por esta forma de intercambio. La no existencia de dinero se asocia a un
muy escaso volumen de transacciones económicas, donde los esfuerzos productivos de los agentes
económicos estuvieron orientados a crear ellos mismos todos los bienes con los cuales satisfacen sus
propias necesidades.
Obviamente, no es el mismo caso que el de una economía donde existe una alta división del trabajo
en la cual la retribución a los factores productivos se hace bajo la forma de dinero, y los agentes
económicos puedan canalizar sus necesidades de bienes y servicios de la forma que entiendan más
conveniente utilizando el dinero que obtuvieron como retribución. La monetización de un sistema
económico es siempre un requisito previo para poder aumentar la especialización de los agentes en
sus actividades específicas y comerciar con los excedentes, al superar la exigencia de la doble
coincidencia de deseos. Si no existiera dinero, la única forma de conseguir cualquier bien o servicio
que no sea producido directamente por nosotros, sería encontrar alguien que, al mismo tiempo de
tener lo que nosotros deseamos, desee el bien o servicio con que contamos nosotros en exceso. Eso
nos obligaría a procurarnos distintas clases de bienes o servicios por nuestra propia producción,
eliminando las posibilidades de especializarnos y comerciar con nuestros excedentes.
En la actualidad por ejemplo un abogado produce sólo servicios relacionados con el Derecho, para sí
y en exceso para terceros, de los que obtiene el dinero que le permite obtener todos los demás
bienes y servicios modernos. Muy difícilmente podría haberse especializado en la producción de
dichos servicios, si al mismo tiempo hubiera tenido que cultivar la tierra para procurarse su sustento
y el de su familia.
Los orígenes de la utilización generalizada del dinero en el intercambio deben buscarse hacia fines de
la época feudal, cuando el capitalismo comercial comenzó a tomar impulso en el seno de un sistema
económico que no había previsto su desarrollo, y necesitaba imperiosamente instrumentos que
permitiesen agilizar las transacciones económicas, tal como lo explicamos en el Capítulo 2.
Hasta ese momento, el dinero existía sólo como uno o más bienes que, contando con características
especiales, servían como contrapartida común de muchas transacciones por su aceptación
generalizada. Este dinero era simplemente un bien con valor intrínseco, o sea que resultaba valioso
por sí mismo y no por lo que representaba. Era el caso de los metales preciosos u otros bienes de
características similares, que cumplían con los lógicos requisitos básicos de inalterabilidad a pesar del
transcurso del tiempo (para cumplir con la función de depósito de valor) y de divisibilidad y
transporte fácil y barato (para cumplir con la función de medio de cambio).
Si nos situamos en la Italia de finales de la Edad Media, en que el crecimiento de las relaciones
comerciales con Oriente multiplicaba las operaciones “monetizadas” (con contrapartida en dinero),
seguramente encontraremos a un comerciante preocupado por conservar los metales preciosos que
requeriría en breve para el pago de una operación concreta. Los riesgos potenciales de robo o
pérdida del mismo hicieron que muchas veces confiara en quienes tenían los medios de seguridad
adecuados para el cuidado de dichos bienes, depositando los mismos en manos de un “orfebre”
(artesano de los metales preciosos) hasta el momento efectivo de su utilización.
El orfebre cobraba su servicio de depósito y entregaba a cambio una constancia o recibo de los
metales preciosos depositados que le permitiría retirarlos en cualquier momento, tal como hoy
hacemos en cualquier aeropuerto o estación de colectivos cuando tenemos equipaje que nos
molesta hasta abordar nuestro medio de transporte.
Cuando llegaba el momento de la transacción, el comerciante retiraba sus metales preciosos y se los
entregaba a quien le proveía de las mercancías. El vendedor de mercancías se enfrentaba entonces a
las mismas inseguridades respecto de los metales preciosos que previamente había tenido el
vendedor. Seguramente entonces, decidió confiar en el mismo o en otro orfebre para el depósito de
los mismos.
Poco se tardó para darse cuenta que, si ambos comerciantes confiaban en idéntico orfebre, era
mucho más sencillo que el comprador entregara al vendedor el “recibo” de los metales preciosos
para que él luego dispusiera de los mismos, sin la necesidad de retirarlos efectivamente de la
seguridad del orfebre. Para facilitar este tipo de transacciones los “recibos” pasaron a ser verdaderos
“pagarés” al portador y a la vista. Es decir que resultaban promesas de entregar cantidades de
metales preciosas a cualquier persona que porte ese “pagaré” y en el momento en que el orfebre
“vea” el mismo, o sea al mismo tiempo de su presentación ante el orfebre.
Obviamente que estos “pagarés” se tornaron lentamente “dinero”, al comenzar a cumplir las
funciones del mismo, basados en la confianza que podía ofrecer la firma del orfebre que emitía el
pagaré. Aparece así el dinero sin valor intrínseco, cuyo valor se encuentra en los metales preciosos
que representa.
Al mismo tiempo, los orfebres se encontraron con cantidades de metales preciosos guardados que
nadie venía a retirar durante largos períodos, por lo que comenzaron a reconocer que la verdadera
“veta” de su negocio estaba en prestar esas cantidades mientras nadie las retirara y cobrar interés
por su uso. Lentamente los depositantes dejaron de pagar por sus depósitos y los orfebres
empezaron a ofrecer recompensas por realizarlos en sus negocios, surgiendo así los primeros
bancos.
Recién a finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX, algunos bancos fuertemente controlados por el
Estado se especializaron en la creación del dinero tal como lo conocemos, tendencia que a mediados
del Siglo XX hizo que el monopolio de la emisión del dinero se concentrara en un solo banco,
generalmente de propiedad estatal (los Bancos Centrales), al mismo tiempo que los viejos orfebres
evolucionaban hacia la creación de otro tipo de dinero surgido de la aceptación generalizada de
órdenes de pago contra las cuentas que mantenían sus clientes en los mismos: los cheques.
La dimensión histórica del fenómeno del dinero debe permitir al lector elevar su imaginación al
mundo de los siglos posteriores al actual en el que seguramente las tarjetas de crédito y otros
instrumentos que quizás aún no imaginamos, cumplan con las funciones del dinero.
En resumen, dinero no es siempre un metal precioso o un billete de banco, sino que es aquel
instrumento que en un determinado contexto de tiempo y espacio cumple con sus funciones.

8.2. EL DINERO EN EL SISTEMA FINANCIERO ACTUAL


En la actualidad el dinero de curso legal carece de respaldo directo en términos de metales
preciosos. Su valor descansa en la confianza que mantienen los agentes económicos sobre su
capacidad cancelatoria, entendida la misma como la asunción que otras personas lo recibirán en el
mismo carácter con que cada agente económico lo hace. No tiene valor intrínseco, pero se recibe a
cambio de cosas que sí poseen esa característica. Al mismo tiempo, los ordenamientos jurídicos de
cada país tornan obligatoria su aceptación, buscando sostener y reforzar la confiabilidad de la
moneda nacional.
Una definición más amplia de dinero, que excede la comúnmente entendida de billetes y monedas,
incluye al denominado dinero bancario, siendo éste también un medio de pago utilizado para saldar
deudas de personas o empresas. En este sentido un depósito en un banco es dinero bancario, ya que
representa un derecho que tiene el depositante (o una deuda que mantiene el banco con el
depositante), dado que el banco debe entregar al depositante billetes y monedas cuando lo solicite.
Este depósito es un medio de pago, ya que los agentes económicos están dispuestos a aceptar, por
ejemplo, cheques como forma de cancelar deudas. En este caso, los cheques reemplazan en forma
conveniente a los billetes y monedas en las transacciones. La emisión de cheques no implica en sí
creación de dinero, sino que es una forma ágil de movilizar o trasladar dinero o cancelar deudas.

8.2.1. Los componentes de la cantidad de dinero


Partiendo de la idea de definición del dinero esbozada en el punto anterior, vemos que ésta incluye a
los billetes y monedas pero no se agota en los mismos sino que es más amplia e incluye también a
los depósitos bancarios. En este sentido conviene distinguir dos formas de dinero, cuya forma de
generación se analizará en el siguiente punto: los billetes y monedas y el dinero bancario.
Los billetes y monedas son el dinero carente de valor intrínseco, pero aceptado como medio de
cambio, emitido por una institución que monopoliza su emisión. El dinero bancario en cambio está
representado por activos financieros generados por bancos y otros intermediarios financieros, que
normalmente son aceptados como medios de pago. Esta noción de activos financieros generados por
intermediarios financieros será abordada en el punto referido a la actuación de los mismos en el
proceso de financiamiento de la actividad económica.

Tipos de depósitos bancarios


Si bien la mención a depósitos hasta el momento fue genérica, entendida como los derechos que
tienen sus titulares sobre la institución financiera o, desde otro punto de vista, la deuda que
mantiene la misma con los titulares de los depósitos, se pueden distinguir tres grandes tipos:

 Depósitos a la vista. Son los instrumentados bajo la forma de cuentas corrientes, tienen
disponibilidad inmediata para su titular y se movilizan normalmente con cheques.
 Depósitos de ahorro. Están instrumentados bajo cuentas que en la actualidad admiten casi las
mismas operaciones que los depósitos a la vista, salvo que no pueden ser movilizados mediante
cheques. La forma operativa usual en la actualidad, que reemplaza a la concurrencia al banco
para la extracción, es la utilización de cajeros automáticos.
 Depósitos a plazo. Son fondos normalmente colocados por los depositantes a un plazo fijo o
determinado, y que no pueden extraerse con anterioridad a dicho momento.

8.2.2. La definición de dinero en la actualidad


Pasando concretamente a qué se entiende por cantidad de dinero en la actualidad en cualquier
economía, se la define como la suma del efectivo en manos del público (billetes y monedas), sea de
individuos o empresas, más los depósitos de los mismos en los bancos.
Respecto de la definición anterior, debe notarse que no se incluye el efectivo en poder de los bancos.
La razón de esa exclusión debe buscarse en la misma definición, ya que al incluir la totalidad de los
depósitos bancarios, esto implica que el efectivo que los agentes económicos dejaron en los bancos
forma parte del respaldo de los depósitos en los mismos; de manera tal que si se incluyese el
efectivo en poder de los bancos se estaría sumando dos veces el mismo concepto, uno, como
efectivo, y otro, como depósitos.

La liquidez y la medición de la cantidad de dinero


Según el tipo de depósito que se incluya en la medición de la cantidad de dinero, ésta adoptará
diversos valores. Esta clasificación se origina en el grado de liquidez que posee el tipo de activo
incluido. La liquidez de un activo es el grado de facilidad con el cual se convierte en dinero,
específicamente billetes y monedas. Un activo es líquido sí puede realizarse, o sea transformarse en
dinero, rápidamente y con seguridad respecto de su valor monetario. Las mediciones de la cantidad
de dinero más comúnmente aceptadas, según su grado de liquidez, son las siguientes:

 M1: Incluye el efectivo en manos del público más los depósitos a la vista en entidades
financieras.
 M2: Incluye a M1, es decir efectivo en manos del público y depósitos a la vista, más los depósitos
en caja de ahorro en entidades financieras.
 M3: Incluye a M2, es decir efectivo en manos del público, depósitos a la vista y depósitos de
ahorro, más los depósitos a plazo en las entidades financieras.
A M3 también se lo denomina tenencias financieras líquidas en poder del público, siendo también la
totalidad de activos generados por el sistema financiero, en este caso particular por el Banco Central
(billetes y monedas) y por los bancos comerciales (depósitos de los agentes económicos).
La definición de stock de dinero que implica M3 también puede ser ampliada añadiéndole otros
activos, con menor grado de liquidez, que también suelen ser aceptados como medio de pago,
constituyendo estos últimos el denominado “cuasi dinero”, y que, agregado a M3, conforman lo que
se denomina M4 o Activos líquidos en poder del público. Estos activos también pueden ser utilizados
como medios de pago, pero no tienen origen dentro del sistema financiero sino fuera del mismo. Sus
formas más conocidas son los títulos de la deuda pública (originados en el sector público) y las
Obligaciones Negociables emitidas por empresas privadas (originadas en el sector privado pero fuera
del sistema financiero).

8.3. LA CREACIÓN DE DINERO U OFERTA MONETARIA


De acuerdo a la definición de dinero adoptada, que incluye al efectivo en poder del público y a los
depósitos del público en entidades financieras, y a la forma que opera el sistema financiero en la
actualidad, la creación de dinero u oferta monetaria en la economía se realiza por la acción conjunta
de la autoridad monetaria de cada país (el Banco Central en la República Argentina) y del sistema
financiero, en especial de los bancos comerciales.
La oferta monetaria o creación total de dinero en la economía está compuesta por la creación
primaria de dinero (también llamada base monetaria), que es efectuada por la acción del Banco
Central, y por la creación secundaria de dinero, que es efectuada por el sistema financiero. Por eso
analizaremos este tema en ese orden.

8.3.1. El Banco Central y la base monetaria


El Banco Central de la República Argentina es una entidad cuyo capital es propiedad del Estado que
actúa como agente financiero del gobierno nacional y cuyo funcionamiento está regido por una ley
del Congreso.

8.3.1.1. Funciones del Banco Central


Las funciones que desempeña el Banco Central se pueden agrupar en torno de seis aspectos, todos
determinados por la normativa que lo rige:
1. Regular la circulación monetaria, incluyendo dentro de esta función la emisión, retiro y canje de
billetes y monedas. También suele señalarse a esta función como proveedor de dinero de curso
legal, siendo la institución que monopoliza su emisión y puesta en circulación en nuestro país. El
circulante resulta un pasivo del balance del Banco Central y puede dividirse, a los efectos de
cómputos monetarios de carácter agregado, como Efectivo en Poder del Público y Efectivo en
Poder de los Bancos.
2. Actuar como agente financiero del gobierno nacional. En este ítem se agrupan las funciones de
recepción de depósitos por parte del gobierno nacional, de realizar envíos, transacciones
bancarias y pagos por cuenta y orden del mismo y de actuar por cuenta del gobierno nacional en
la colocación de títulos públicos y en el pago de la deuda pública interna y externa. Puede
comprar y vender títulos de la deuda pública, los que figuran como un activo bajo el rubro
Créditos al Gobierno Nacional (indistintamente se utilizará esta expresión o Crédito al Sector
Público). El financiamiento puede realizarse respetando los límites previstos por las normas
vigentes.
3. Banco de los bancos comerciales integrantes del sistema financiero. En cumplimiento de esta
función el Banco Central actúa como custodio de parte de las reservas líquidas de los bancos
comerciales y, actuando como prestamista en última instancia ante situaciones transitorias de
iliquidez, otorga préstamos y adelantos a los mismos. La función de prestamista en última
instancia se halla limitada en la mayoría de los Bancos Centrales evitar abusos que puedan
derivar en emisión exagerada de moneda. El monto de préstamos otorgados con cualquiera de
los motivos mencionados a entidades financieras figura como un activo en balance del Banco
Central bajo el rubro Créditos al Sistema Financiero del País.
4. Ser responsable y ejecutor de la política monetaria. Esta es la función más importante dentro de
su rol de autoridad monetaria. Con la finalidad de regular la cantidad de dinero en la economía
realiza compras y ventas de divisas y de títulos públicos. La base monetaria es el conjunto de
pasivos monetarios (efectivo en poder del público y depósitos de entidades financieras en el
Banco Central) que se encuentra respaldado por los activos monetarios que posee el Banco
Central conforme lo que veremos en el punto 3.1.2.
5. Ser responsable y ejecutor de la política cambiaria. El Banco Central es el responsable de las
compras y ventas de divisas en relación con los objetivos que se intenten lograr respecto del tipo
de cambio. Además realiza el manejo centralizado de las reservas oficiales externas del país, es
decir el oro y divisas con que cuenta. El total de reservas internacionales con que cuenta el
Banco Central, netas de las deudas de la autoridad monetaria con el exterior, figura como un
activo bajo el rubro Oro, Divisas y Otros Activos Externos.
6. Responsable de la superintendencia del sistema financiero. El Banco Central es quien fija las
normas de funcionamiento del sistema financiero, y a la vez es el encargado de vigilar su
cumplimiento por parte de las entidades participantes. Cumpliendo esta función autoriza el
funcionamiento de nuevas entidades, cancela autorizaciones para operar a entidades existentes
y controla el funcionamiento del sistema a través de la Superintendencia de Entidades
Financieras y Cambiarias.

8.3.1.2. El balance del Banco Central


Si bien se hicieron algunas observaciones sobre cuentas del Balance del Banco Central cuando se
describieron sus funciones, en este punto se analizará una versión muy simplificada y parcial de su
Estado Patrimonial a los fines de abordar el tema de la base monetaria y los pasivos monetarios del
Banco Central. Por esa razón, si bien existen más cuentas de activos, pasivos y patrimonio neto,
concentraremos nuestra atención sobre los activos y pasivos monetarios.
El balance del Banco Central en base a activos y pasivos monetarios
Cuadro 8.1. Balance simplificado del Banco Central en base a activos y pasivos monetarios

Activos Monetarios Pasivos Monetarios


- Oro, divisas y otros activos externos - Circulación Monetaria
- Créditos al Gobierno Nacional - Depósitos de Entidades Financieras
- Créditos al Sistema Financiero del País

Las cuentas de activos monetarios son las que respaldan la creación de dinero que efectúa el Banco
Central. Como se observa, están compuestas por Oro, Divisas y Otros Activos Externos, Créditos al
Gobierno Nacional y Créditos al Sistema Financiero del País. Son todas las acreencias que tiene el
Banco Central, sea sobre el Sector Público (Créditos al Gobierno Nacional), sobre el Sistema
financiero (Créditos al Sistema Financiero del País), sobre autoridades monetarias de otros países
(divisas) y tenencias de oro. En el caso del Crédito al Sector Público, la posición considerada es de
carácter neto, es decir los títulos de la deuda pública que posea el Banco Central menos los
depósitos efectuados por el gobierno en el mismo. También es neta la posición de Oro, divisas y
otros activos externos, ya que de sus tenencias, se resta el endeudamiento de la autoridad
monetaria en el exterior.
Los pasivos monetarios, en tanto, representan deudas que tiene el Banco Central. En el caso de los
billetes y monedas, con cada uno de sus poseedores, y en el caso de los depósitos de entidades
financieras, por el monto que cada entidad tenga como depósito en el Banco Central. Cabe señalar
que los billetes y monedas son una deuda de características especiales, que carece de vencimiento y
se transmite entre las personas con su simple traspaso, pero no por ello deja de representar una
deuda que tiene la autoridad monetaria con sus poseedores y, por lo tanto, forma parte de los
pasivos monetarios del Banco Central. Otro aspecto que le da características especiales a esta deuda
es que no genera intereses para quienes poseen los billetes y monedas, por lo que no genera costos
de estas características a quienes lo emiten.
Un elemento que no debe perderse de vista en el análisis de activos y pasivos monetarios, es que el
Banco Central, cada vez que afecta a uno de ellos, casi siempre existe una afectación correlativa de
otro componente. Dicho de manera más sencilla: normalmente cuando el Banco Central aumenta
sus activos de carácter monetario, lo hace generando pasivos, y cada vez que se desprende de
activos monetarios, lo hace cancelando pasivos monetarios. Un ejemplo puede aclarar esta
afirmación: si el Banco Central compra divisas a un banco comercial, aumenta sus tenencias de Oro,
Divisas y Otros Activos Externos; pero como el Banco Central debe pagar por esa compra, lo más
probable es que lo haga acreditando en la cuenta corriente del banco comercial el importe
correspondiente en pesos, aumentando el monto de Depósitos de Entidades Financieras, que
representa un pasivo monetario del Banco Central. La situación inversa la tendríamos si el Banco
Central vende divisas a un banco comercial, en ese caso disminuyen las tenencias de activos externos
de la autoridad monetaria, y su cobro es probable que lo efectúe debitando el importe en pesos en
la cuenta del banco comercial, lo que disminuye la cuenta Depósitos de Entidades Financieras, y por
lo tanto disminuye de esa manera sus pasivos monetarios. Un análisis similar puede hacerse con los
títulos de la deuda pública adquiridos en el mercado y con los préstamos a entidades financieras.

8.3.1.3. La base monetaria


Se puede ahora abordar el concepto de base monetaria, también denominada “dinero de alta
potencia” o “creación primaria de dinero”. La base monetaria se define como la suma total del
circulante más los depósitos de entidades financieras en el Banco Central, es decir a la totalidad de
los pasivos monetarios del Banco Central. Una forma alternativa de definirla sería contabilizar al
efectivo en poder de los bancos como parte de las reservas bancarias y de esa manera la base
monetaria estaría constituida por el efectivo en poder del público más las reservas bancarias,
incluyendo en estas últimas al efectivo en poder de los bancos y los depósitos de entidades
financieras en el Banco Central.
A esta forma de definir la base monetaria se la denomina base monetaria definida por sus usos. Y sus
usos son precisamente la demanda efectuada por el público como efectivo y la de los bancos como
reservas. Cuando se hace referencia a base monetaria normalmente se está haciendo referencia a
esta definición.
Como la base monetaria está respaldada por los activos monetarios, y la sumatoria de los mismos
debe ser igual a los pasivos monetarios, alternativamente se puede definir a la base monetaria como
la suma de las tenencias por parte del Banco Central de: Reservas de oro y divisas más el Crédito al
Sector Público más los Préstamos al sistema bancario. A esta forma de definir base monetaria se la
conoce como base monetaria definida por sus fuentes, que no es otra cosa que conceptualizarla
sobre la base de los sectores que dan origen a su creación y sus variaciones: el sector externo
(posición de reservas), sector público (tenencias de títulos públicos) y sector financiero (préstamos
otorgados a entidades financieras).
Resumiendo las definiciones de base monetaria tendríamos entonces:
Base monetaria definida por sus usos:
Base monetaria = Circulante + Depósitos de Entidades Financieras en el Banco Central.
Base monetaria = Efectivo en poder del público + Reservas Bancarias.
Base monetaria definida por sus fuentes:
Base monetaria = Reservas de oro y divisas + Crédito al Sector Público + Crédito a Ent. Financ.

La explicación desarrollada en el punto anterior acerca de los movimientos conjuntos de activos y


pasivos monetarios explica las fuentes de variación de la base monetaria: cuando el Banco Central
aumenta sus activos monetarios, lo propio ocurre con sus pasivos monetarios, por lo tanto aumenta
la base monetaria. Si la operación efectuada por la autoridad monetaria hubiese implicado una
disminución de sus activos, la contrapartida sería una disminución de los pasivos monetarios y por lo
tanto de la base monetaria.
Es decir entonces que la base monetaria varía cada vez que el Banco Central realiza alguna
operación que afecta a sus activos monetarios y, paralelamente, a sus pasivos monetarios. También
implica que si el Banco Central no interviene, no hay variaciones en la base monetaria, aún cuando
los agentes económicos efectúen operaciones que transfieran dinero y activos de unos a otros. Un
caso típico, y que suele dar lugar a confusiones, es el financiamiento obtenido por el Sector Público
mediante la venta de títulos a particulares o a bancos privados. En este caso no hay variaciones de la
base monetaria sino simplemente traslado de dinero y endeudamiento de un sector a otro. Si, en
cambio, la fuente de financiamiento del Sector Público hubiese sido el Banco Central, se hubiese
producido un aumento de activos y pasivos monetarios del Banco Central y un aumento de la base
monetaria.
Factores que crean y factores que absorben base monetaria
En base a los aspectos ya definidos, se creará base monetaria o la misma experimentará aumentos
cuando ocurran algunas de las siguientes situaciones:

 Exista superávit en la balanza de pagos, toda vez que representen un aumento de sus tenencias
de reservas externas. En el próximo capítulo se profundizará en este tema, ya que el efecto del
sector externo sobre la creación de dinero dependerá del sistema de tipo de cambio vigente.
 Exista déficit presupuestario del sector público, y el mismo se financie a través del Banco Central,
ya que ello implicará el aumento del Crédito al Sector Público y aumento también de los pasivos
monetarios del Banco Central. Como ya se señaló la sola existencia de déficit público no implica
aumentos de la base monetaria, porque pudo ser financiado a través de la captación de ahorro
interno o del exterior.
 Se efectúen compras de títulos públicos en el mercado. A estas operaciones se las denomina
también operaciones de mercado abierto y son las más utilizadas por las autoridades monetarias
de los distintos países para regular la cantidad de base monetaria. Una compra de títulos
públicos aumenta activos del Banco Central y aumentará la base monetaria a través de las
acreditaciones que se efectúen en las cuentas de los bancos vendedores.
 Se aumente el crédito al sistema financiero a través de operaciones de redescuento o adelantos
transitorios a bancos integrantes del sistema financiero. En este caso surge también claramente
el aumento de activos monetarios, pasivos monetarios y de la base monetaria.
En todos estos casos diremos que están actuando los denominados factores que crean base
monetaria.
Por el contrario, diremos que actúan los factores que absorben base monetaria cada vez que la
misma disminuye, y las causas que dan origen a esta disminución son equivalentes a las enumeradas
anteriormente, solamente que en este caso disminuyendo activos y pasivos:

 La existencia de déficits en la balanza de pagos, siempre que los mismos impliquen reducciones
en las tenencias de reservas externas.
 La existencia de superávits presupuestarios del sector público, ya que, al aumentar sus depósitos
en el Banco Central, disminuirá el endeudamiento neto del sector público con el Banco Central.
 Las operaciones de mercado abierto que impliquen venta de títulos públicos, ya que disminuyen
activos y pasivos simultáneamente.
 La disminución del financiamiento al sistema bancario, toda vez que el Banco Central cancele
redescuentos o adelantos a bancos integrantes del sistema financiero, ya que disminuye sus
acreencias, pero debita esos importes de las cuentas de los bancos, disminuyendo de esa
manera los Depósitos de entidades financieras, que son un pasivo monetario del Banco Central.

Factores bajo control y factores fuera de control del Banco Central


De los factores mencionados anteriormente, algunos de ellos quedan bajo control del Banco Central,
es decir que su aumento o disminución depende de decisiones que tome dicho organismo, en tanto
otros quedan fuera de control de la autoridad monetaria (factores autónomos), es decir que ocurren
al margen de las decisiones que pueda tomar el Banco Central. Esta distinción es útil para abordar
con posterioridad los instrumentos de control que posee la autoridad monetaria sobre la creación de
dinero.
Los factores fuera de control del Banco Central son la existencia de superávits o déficits en la balanza
de pagos o en el presupuesto del sector público. Un superávit o un déficit de la balanza de pagos
darán lugar, respectivamente, a un aumento o a una disminución de los activos externos del Banco
Central e incidirán de la misma forma sobre la base monetaria. Un déficit o superávit del
presupuesto del Sector Público ocasionará idénticos resultados, si es financiado por la autoridad
monetaria. Entonces, el sector público y el sector exterior son factores que crean o absorben base
monetaria cuyos resultados caen fuera de la órbita de decisiones de las autoridades del Banco
Central.
No ocurre lo mismo con las operaciones de mercado abierto y el aumento o disminución del crédito
al sistema financiero, que son decisiones propias del Banco Central. Por esa razón a estos dos
factores se los considera factores bajo control.

8.3.2. El sistema financiero y la creación secundaria de dinero


Ya examinados diversos aspectos de la creación primaria de dinero, en este punto se analizará con
mayor grado de detalle cómo se genera el dinero bancario, también denominado como “proceso de
creación de dinero bancario”, “creación secundaria de dinero” o “expansión múltiple de los
depósitos y del crédito”. Al estudiar dicho proceso, se hará una breve descripción del rol que
desempeñan los intermediarios financieros en la economía, y en particular los bancos comerciales.

8.3.2.1. El sistema financiero y los intermediarios financieros


El sistema financiero nace como respuesta a la demanda de recursos para fines productivos o de
consumo, y está constituido por una serie de intermediarios especializados. Un intermediario
financiero es una institución que se encuentra entre quienes tienen excedentes por sobre sus
ingresos y pueden ahorrar -prestamistas-, y aquellos que demandan dinero por encima de sus
ingresos por diversos motivos –prestatarios-. Toma prestado de quienes tienen excedentes y presta
a los demandantes de fondos.
La importancia del sistema financiero radica en el hecho que, si bien algunos flujos financieros
transitan directamente desde prestamistas a prestatarios a los efectos que éstos realicen sus planes
de inversión o consumo, la mayor parte pasa a través de los intermediarios que en su conjunto
componen el sistema financiero. La razón básica de esta intermediación es el hecho que, de existir
financiación directa, los prestamistas asumen el riesgo de no recuperar lo que se presta, fundado en
que, en general, carecen del grado de especialización necesario para analizar la seguridad de la
operación. La incertidumbre de poder recuperar los préstamos limita seriamente las posibilidades de
conexión directa entre oferentes y demandantes de fondos.
En el proceso productivo, en muchos casos las empresas, para llevar adelante sus proyectos de
inversión, o porque sufren algún tipo de desfasaje entre ingresos y egresos, requieren de
financiación que no pueden obtener en forma interna, recurriendo en este caso a la emisión de
activos financieros directos o primarios. Estos pueden ser adquiridos directamente por los ahorristas
del sistema o pueden ser recibidos por los intermediarios financieros a los que se solicite el
financiamiento. En el primer caso emitirán las ya mencionadas Obligaciones Negociables y quienes
sean titulares de las mismas otorgan el financiamiento y son acreedores de quien la emita. En el
segundo caso se recurre a bancos u otros integrantes del sistema financiero, que son quienes
reciben estos activos financieros directos y se encargan de otorgarles el financiamiento con los
fondos obtenidos de los ahorristas, los cuales reciben a cambio los denominados activos financieros
indirectos, que son emitidos por los intermediarios financieros en reconocimiento a la deuda que
mantienen con quienes depositaron fondos en los mismos.
La importancia de los activos financieros indirectos radica en que su aceptación por parte de los
ahorradores últimos del sistema permite al sistema financiero disponer de recursos para ejercer su
actividad mediadora. Los mismos, si bien obtendrán menor rentabilidad, tendrán mayor liquidez y
seguridad que los activos financieros directos. La diferencia de rentabilidad entre los activos
financieros directos e indirectos es lo que permite la existencia de los intermediarios financieros. Los
intereses que un banco cobra por los créditos que otorga son más altos que los que paga por los
depósitos que recibe, y con esa diferencia, denominada margen de intermediación o spread
bancario, cubre sus costos y obtiene beneficios.

8.3.2.2. El rol de los bancos en la creación de dinero


Examinada genéricamente la función que desempeñan los intermediarios financieros en la
circulación de activos financieros en la economía, nos concentraremos en el papel que desempeñan
los bancos dentro del mismo, ya que su actuación, al recibir depósitos y otorgar préstamos, genera el
proceso de creación secundaria de dinero. Cabe primero una aclaración: el término bancos utilizado
en este punto es también de carácter genérico, y abarca a todos los intermediarios financieros que
reciben depósitos, guardan una parte de ellos como reserva, y con la parte no utilizada no reservada
otorgan préstamos a los prestatarios últimos del sistema.
En la actualidad, y con el lejano antecedente de los orfebres y casas bancarias de los primeros
tiempos de utilización del dinero, los bancos operan bajo el sistema de reservas, también
denominado reservas fraccionarias, por el cual guardan solamente una parte de los fondos que
reciben como depósitos, bajo la forma de efectivo o como depósito en su cuenta en el Banco Central,
básicamente por dos razones:
 la primera de ellas es que deben tener liquidez para hacer frente a la retirada de depósitos
por partes de sus clientes, pagos de cheques por ventanilla o liquidaciones de préstamos,
 la segunda es que el Banco Central les exige normativamente mantener un determinado
porcentaje, variable según el caso, de los depósitos que recibe sin prestar.
Las reservas de los bancos están integradas por el efectivo que mantienen en sus cajas y por los
fondos depositados en su cuenta en el Banco Central, conforme se mencionó cuando analizamos la
base monetaria.
La proporción que los bancos deben guardar bajo la forma de activos líquidos o reservas recibe
indistintamente el nombre de coeficiente de caja, coeficiente de reservas o encaje, y su función es
tratar de garantizar la liquidez de los depósitos, es decir su capacidad para convertirse en efectivo.
Este encaje también puede ser denominado encaje técnico, que es el que surge de las necesidades y
forma de la operación de cada banco, y que debería mantenerse aún cuando no hubiese ninguna
norma establecida al respecto, o también denominarse encaje legal, que es el fijado por la autoridad
monetaria en el uso de sus atribuciones para fijar la política monetaria.

8.3.2.3. Otros determinantes de la creación secundaria de dinero


En el apartado anterior se puso especial énfasis en el estudio del sistema de reservas bajo el cual
operan los bancos en el sistema financiero actual, sistema que, como se verá en el punto siguiente,
posibilita y a la vez limita la creación secundaria de dinero. El encaje o coeficiente de reservas que
guardan los bancos puede ser estrictamente el que fija el Banco Central, o puede ser superior al
mismo, de acuerdo a la política que fijen los directivos de cada banco. Ahora bien, no puede nunca
ser inferior al fijado por la autoridad monetaria. Por eso, la expresión coeficiente de reservas o encaje
representa la conducta de los bancos respecto de las reservas que deciden guardar, teniendo en
cuenta ambos aspectos. De cualquier manera, normalmente las variaciones en el encaje legal
establecido por el Banco Central tienen repercusión en igual sentido en el coeficiente de reservas
guardado por los bancos.
El otro determinante de la creación secundaria de dinero es la conducta del público (economías
domésticas o empresas), respecto de sus tenencias en efectivo. La mayoría de las personas y las
empresas mantienen una porción de efectivo en sus bolsillos o en sus cajas, que varía de acuerdo a
sus modalidades de compra u operativas. En el total de la economía existe un nivel de demanda de
efectivo (billetes y monedas) que mantiene cierta constancia y se denomina preferencia del público
por el efectivo.
Por ello, por cada monto que los particulares reciban como ingreso, sea cual fuera su fuente,
tenderán a mantener un determinado porcentaje en efectivo, y el resto lo depositarán en los bancos.
Como los bancos pueden prestar en base a los depósitos recibidos después de guardar las reservas
correspondientes, esta preferencia por el efectivo afectará la cantidad de depósitos que reciben los
bancos, y por ende su capacidad de otorgar préstamos, incidiendo en el proceso de creación
secundaria de dinero bancario.

8.3.2.4. El proceso de creación secundaria de dinero


En base a los conceptos definidos en los puntos anteriores, estamos en condiciones de abordar el
proceso de creación secundaria de dinero que, como ya se señaló, es el que realiza el conjunto de
bancos comerciales.
Partamos del supuesto que el Banco Central realiza una emisión de dinero por algún motivo por $
1.000. Este motivo puede ser por ejemplo compra de divisas a un exportador que deposita los $
1.000 en un banco comercial. Supongamos también que el banco comercial guarda como encaje un
20% de los depósitos recibidos y el resto lo coloca como préstamos entre quienes necesitan tomar
esos fondos, y que el público sobre la misma base guarda un 5% como efectivo. Es decir que esos son
los parámetros que explican la conducta de los bancos y la conducta del público.
En este caso, las reservas que guarda el banco comercial alcanzan a $ 200.- y el volumen de
préstamos que otorga alcanza a $ 800.-. El público, recibidos los $ 800.-, guardará, de acuerdo a los
supuestos establecidos $ 50.- como efectivo y el resto, $ 750.-, lo destinará a realizar pagos que, de
una u otra forma, retornarán como depósitos al sistema de bancos comerciales. Estas operaciones
aparecen detalladas en el primer renglón del cuadro 8.2., que explica sintéticamente este proceso.
Con estos depósitos en su poder, el banco o los bancos continuarán con su objetivo de
intermediación y los prestarán, previa deducción del coeficiente de reserva o encaje a mantener. En
esta segunda iteración las reservas que guardan alcanzan a $ 150.-, prestando $ 600.- a los
tomadores de préstamos; éstos guardarán $ 37,5 como efectivo, y el resto, $ 562,5, retornará como
depósitos a algún banco comercial. Este proceso permite hacer n cantidad de iteraciones llegando a
los resultados que se observan en el cuadro 8.2. a través del valor de las series matemáticas
implicadas.
Del análisis del mismo surge que los nuevos depósitos originan nuevos préstamos, y así
sucesivamente. En cada iteración el volumen de nuevos depósitos que se origina es menor debido a
dos “filtraciones” que sufre este proceso: una de ellas es el coeficiente de reservas que guardan los
bancos y la otra es el efectivo guardado por quienes reciben los préstamos. Por eso se afirmó en el
punto anterior que ambos parámetros, representando la conducta de los bancos y del público
respectivamente, son quienes limitan el proceso de creación secundaria de dinero. El proceso llega a
un punto en que no se crean nuevos depósitos ni, por esa razón, se otorgan nuevos préstamos.
¿Cuándo ocurre esto? Cuando la totalidad de la creación primaria de dinero (los $ 1.000.- iniciales) se
constituyen en reservas de los bancos o en efectivo en poder del público.

Vuelta Depósitos Encaje Préstamos Pref. Efec. Nuevos


A * 0,20 A * 0,05 Depósitos
A B C=A–B D E=C–D
1 1.000,0 200,0 800,0 50,0 750,0
2 750,0 150,0 600,0 37,5 562,5
3 562,5 112,5 450,0 28,1 421,9
4 421,9 84,4 337,5 21,1 316,4
5 316,4 63,3 253,1 15,8 237,3
6 237,3 47,5 189,9 11,9 178,0
… … … … … …
… … … … … …
n 4.000,0 800,0 3.200,0 200,0 3.000,0

Cuadro 8.2. Proceso de creación secundaria de dinero


Coeficiente de reservas o encaje: 20%
Preferencia del público por el efectivo: 5%

Si revisamos los conceptos referidos a base monetaria, vemos que en este caso, la ampliación de la
base monetaria fue de $ 1.000.- y la creación total de dinero fue de $ 4.200,0, compuesto de $
4.000,0 de depósitos y $ 200,0 de efectivo en poder del público. También se observa que la
ampliación de la base monetaria fue totalmente absorbida por las reservas bancarias ($ 800,0) y por
el público bajo la forma de efectivo ($ 200,0). Aquí se observa claramente cuáles son los usos de la
base monetaria a los que se hizo referencia en el punto 3.1.3 de este Capítulo.
¿Qué es lo que ocurre cuando, por alguna razón, cambian la conducta de los bancos o del público en
materia de coeficiente de reservas guardado o de preferencia por el efectivo? Supongamos que, por
exigencia del Banco Central o por decisión propia los bancos deciden guardar el 30% de reservas en
lugar del 20%, permaneciendo estable la conducta del público. En este caso el proceso de creación
secundaria de dinero se observa en el cuadro 8.3. De su lectura surge claramente que la creación
secundaria de dinero es menor a la producida bajo los supuestos con que se construyó el cuadro 8.2.
Es decir que, a medida que más elevado es el coeficiente de reservas o encaje que guardan los
bancos, menor es la creación secundaria de dinero, debido a que los bancos pueden prestar menos
de lo que prestaban anteriormente en cada ciclo.
Cuando es el público el que, por alguna razón, cambia de conducta, también hay incidencia sobre el
proceso de creación secundaria de dinero. El cuadro 8.4 muestra lo que ocurre cuando el público
decide guardar el 10% de lo que recibe como ingreso, en lugar del 5% que venía guardando. La
situación se compara con la primera, es decir que el coeficiente de reservas que guardan los bancos,
ya sea por exigencia del Banco Central o por decisión propia, es del 20%. Del examen de las cifras a
las que se llega en materia de creación secundaria de dinero, se observa que en este caso también
disminuye, solamente que es debido a que el público retorna menos dinero como depósito a los
bancos, y éstos, al tener menos dinero para prestar, reducen el volumen de préstamos que hacen en
cada ciclo de la iteración.

Vuelta Depósitos Encaje Préstamos Pref. Efec. Nuevos


A * 0,30 A * 0,05 Depósitos
A B C=A–B D E=C–D
1 1.000,0 300,0 700,0 50,0 650,0
2 650,0 195,0 455,0 32,5 422,5
3 422,5 126,8 295,8 21,1 274,6
4 274,6 82,4 192,2 13,7 178,5
5 178,5 53,6 125,0 8,9 116,0
6 116,0 34,8 81,2 5,8 75,5
… … … … … …
… … … … … …
N 2.857,1 857,1 2.000,0 142,9 1.857,1

Cuadro 8.3. Proceso de creación secundaria de dinero


Coeficiente de reservas o encaje: 30%
Preferencia del público por el efectivo: 5%

Vuelta Depósitos Encaje Préstamos Pref. Efec. Nuevos


A * 0,20 A * 0,10 Depósitos
A B C=A–B D E=C–D
1 1.000,0 200,0 800,0 100,0 700,0
2 700,0 140,0 560,0 70,0 490,0
3 490,0 98,0 392,0 49,0 343,0
4 343,0 68,6 274,4 34,3 240,1
5 240,1 48,0 192,1 24,0 168,1
6 168,1 33,6 134,5 16,8 117,6
… … … … … …
… … … … … …
n 3.333,3 666,7 2.666,7 333,3 2.333,3

Cuadro 8.4. Proceso de creación secundaria de dinero


Coeficiente de reservas o encaje: 20%
Preferencia del público por el efectivo: 10%

Resumiendo: el proceso de creación secundaria de dinero es el que realizan los bancos u otros
intermediarios financieros que operan bajo el sistema de reservas fraccionarias, cumpliendo con su
rol de intermediario entre ahorristas últimos del sistema y prestatarios últimos del mismo. Esta
creación secundaria de dinero será mayor mientras menores sean los encajes que guarden los
bancos y la preferencia del público por el efectivo. Disminuye a medida que más elevados sean el
coeficiente de reservas o la preferencia del público por el efectivo.

8.4. EL CONTROL DE LA OFERTA MONETARIA


Analizados los procesos de creación primaria y secundaria de dinero, y asumiendo que la cantidad de
dinero u oferta monetaria es una de las variables que más preocupa a las autoridades monetarias, en
este punto examinaremos cuáles son los instrumentos con que cuenta el Banco Central para llevar
controlar el volumen y composición de la oferta monetaria. Del análisis efectuado respecto de
creación primaria y secundaria de dinero, se deduce que el Banco Central puede incidir sobre este
proceso a través de dos vías:
1. Incidir sobre el volumen de la base monetaria, básicamente a través de los denominados
“factores bajo control” por parte de la autoridad monetaria, lo cual llevaría a variar la oferta
monetaria total en un múltiplo de la variación de la base monetaria, a través del proceso de
creación secundaria de dinero.
2. Variar el encaje legal exigido a los bancos, con lo que se controla la expansión múltiple de los
depósitos bancarios o creación secundaria de dinero, sin variar la base monetaria.
En consecuencia, los instrumentos a los que puede recurrir el Banco Central para alterar la cantidad
total de dinero son básicamente tres:
 Las operaciones de mercado abierto;
 Los préstamos y adelantos a bancos comerciales (también denominados redescuentos); y
 La variación de los encajes legales.
Los dos primeros afectan a la base monetaria y el segundo a la creación secundaria de dinero.

Las operaciones de mercado abierto


Recordemos que las operaciones de mercado abierto son las operaciones de compra y venta de
títulos públicos que realiza el Banco Central. Si se desea expandir o contraer la oferta monetaria a
través de operaciones sobre la base monetaria, son una de las opciones más utilizadas por las
autoridades monetarias de los distintos países, ya que una vez realizadas, provocan un efecto
potenciado sobre la cantidad total de dinero, originado por el proceso de creación secundaria de
dinero.
Una expansión de la base monetaria, y por lo tanto de la cantidad total de dinero, a través de
operaciones de mercado abierto, se logra cuando el Banco Central compra títulos públicos a
entidades financieras o a particulares a través de éstas. Una compra de títulos públicos tiene como
efecto elevar los activos monetarios del Banco Central (Crédito al Sector Público), y también elevar
los pasivos monetarios, porque si se acredita en la cuenta corriente del banco que realizó la
operación, aumenta la cuenta Depósitos de Entidades Financieras, que es un pasivo monetario del
Banco Central. Si lo que se desea es contraer la cantidad de base monetaria, se efectúa una venta de
títulos públicos, y de esa manera se pone en marcha una disminución de la cantidad total de dinero
en un múltiplo de la variación de la base monetaria.

Redescuentos y adelantos a bancos comerciales


El Banco Central puede prestar dinero a los distintos intermediarios financieros para que puedan
atender situaciones transitorias de iliquidez y cubrir las exigencias de encaje legal. A estos préstamos
por parte del Banco Central a bancos integrantes del sistema financiero se los conoce como
redescuentos, debido a que normalmente son garantizados con parte de la cartera de documentos
de los bancos comerciales, que ya fueron descontados por sus clientes.
La forma que tiene el Banco Central de regular el acceso a este tipo de operaciones es la tasa de
interés que cobra por las mismas. Una elevación de dicha tasa hará que los bancos disminuyan las
operaciones de crédito a sus clientes y destinen los nuevos depósitos que reciban a cubrir las
exigencias de encaje legal establecidas, para no solicitar préstamos al Banco Central, ahora más
costosos. De esa manera se reduce el volumen de redescuentos o adelantos otorgados a los bancos
comerciales, que son activos del Banco Central, pero a la vez también disminuyen los pasivos
monetarios, en especial los Depósitos de Entidades Financieras, si el Banco Central debita de dicha
cuenta los redescuentos y adelantos oportunamente otorgados a los bancos. Esta reducción de la
base monetaria trae aparejada también una reducción multiplicada de la cantidad de dinero.
Si lo que se desea es ampliar la cantidad de dinero, la medida a tomar es la inversa, es decir bajar la
tasa de redescuento que se cobra a los bancos y de esa manera seguramente se ampliará el volumen
de créditos otorgados a las entidades financieras.

La variación de los encajes legales


Al ser los encajes legales el porcentaje que deben guardar los bancos comerciales como reservas de
la cantidad total de depósitos que mantienen, el Banco Central puede influir sobre la creación total
de dinero a través de la variación de los mismos. Un aumento en el encaje legal establecido
seguramente tendrá como consecuencia un aumento del coeficiente de reservas guardado por los
bancos y esto, según ya se vio, tendrá como consecuencia una menor creación secundaria de dinero.
Una disminución en los encajes legales, por el contrario, aumentará la creación secundaria de dinero
y, a través de ello, la creación total de dinero.
Si bien puede resultar un instrumento tentador para el control de la oferta monetaria total, las
variaciones en el efectivo mínimo o encaje legal no son la forma más utilizada, ya que su permanente
variación puede alterar las conductas de los bancos o del público, de manera tal que no se logre el
objetivo perseguido con su variación.

8.5. LA DEMANDA DE DINERO Y EL MERCADO MONETARIO


Los puntos 3 y 4 de este Capítulo fueron destinados al estudio de la creación de dinero y al control
de la oferta monetaria. Antes de abordar un somero estudio del mercado monetario, corresponde
realizar un breve análisis de la demanda de dinero, ya que la interacción entre oferta y demanda de
dinero es lo que establece la tasa de interés de equilibrio en la economía.

8.5.1. La demanda de dinero


La demanda de dinero, también denominada preferencia por la liquidez, hace referencia a la
cantidad de dinero en forma líquida (efectivo y depósitos bancarios a la vista) que los individuos y las
empresas mantienen por diversas razones. Una de ellas es que las personas y las empresas
mantienen saldos líquidos para efectuar sus transacciones corrientes. ¿Por qué se mantienen saldos
líquidos? Esencialmente porque no existe una perfecta coordinación entre los cobros y los pagos que
realiza cada agente económico. Piénsese que un asalariado cobra su sueldo cada treinta días y su
gasto lo realiza durante todos los días del mes. A pesar que algunas empresas cobran y pagan todos
los días (por ejemplo un supermercado), otras cobran en períodos más espaciados y tienen gastos
regulares (por ejemplo una explotación ganadera o agrícola). Todas estas situaciones van generando
demandas de saldos líquidos y la economía en su conjunto mantendrá una determinada cantidad de
dinero con ese motivo.
Otro motivo de demanda de dinero, que no alcanza a todas las personas por igual, es la demanda
que se realiza del mismo como depósito de valor, es decir la realizada por personas que tienen
riqueza y tienen distintas alternativas para conservarla, siendo el dinero una de ellas, pudiendo ser
preferida porque no sufre alteraciones en su valor nominal y puede, en ausencia de inflación, ser
considerado un activo seguro en este sentido.
Tomada en su conjunto, podemos definir a la demanda de dinero como la fracción de la riqueza que
los individuos y las empresas desean mantener en forma líquida, aunque existan diferentes motivos
para ello.

8.5.2. Los determinantes de la demanda de dinero


La cantidad de dinero que los individuos desean mantener, es decir, la demanda de dinero, depende
fundamentalmente de dos factores: el nivel de renta real y la tasa de interés. Analizaremos cada uno
de ellos por separado, con las implicancias que en cada caso tienen.

8.5.2.1. El nivel de renta real como determinante de la demanda de dinero


La demanda de dinero que las personas y las empresas desearán realizar dependerá en forma directa
del nivel de su renta real. Este concepto surge de realizar un cociente entre la renta nominal y el
nivel de precios de la economía que se analizará en detalle en el punto siguiente.
Supongamos un individuo que gana $ 1.200.- por mes y gasta la totalidad de su ingreso en forma
perfectamente regular a lo largo del mes, es decir gasta $ 40 por día, de manera tal que al comienzo
del día 1 tiene $ 1.200.- y al final del día 30 tiene $ 0.- Si gastara de esa manera, se podría calcular
perfectamente su demanda de dinero, estimando cuál es el saldo promedio que mantiene en
promedio, sumándolos y dividiéndolos por 30, que son los días del mes. Si efectuáramos ese cálculo
veríamos que este individuo tiene una demanda de dinero de $ 600.-, que es el promedio de saldos
diarios a lo largo del mes.
Si el ingreso de esta persona subiera a $ 1.500.- sin variación de precios, es decir que tuvo un
aumento de su renta real, y piensa seguir gastando la totalidad de su ingreso de la misma manera
que lo hacía anteriormente, pasará a gastar $ 50.- por día y su demanda de dinero para realizar sus
transacciones corrientes habrá aumentado hasta $ 750.-. Es decir que un aumento de su renta real
hizo aumentar su demanda de dinero, por eso se afirma la existencia de un vínculo directo entre
demanda de dinero y renta real, al generalizarse este análisis a la totalidad de los agentes
económicos.
Puede pensarse que los supuestos de gasto perfectamente proporcional son muy restrictivos para
sustentar este análisis, ya que las personas realizan la mayor parte de sus pagos en los primeros días
de cada mes, pero en realidad esto no es así, ya que si bien esto determinará una menor demanda
de dinero de esta persona, esto se compensa con la demanda que efectúan quienes reciben estos
pagos, que de esta manera tendrán un promedio de saldos superior a la media y, por ende, una
mayor demanda de dinero.

8.5.2.2. El nivel de renta nominal y la demanda de saldos reales


El punto anterior refería a qué ocurría cuando la renta crece en términos reales. Indudablemente, un
mayor flujo de renta requerirá también de mayor cantidad de dinero para poder realizar las
transacciones. La pregunta que corresponde hacerse en este caso es qué ocurre cuando lo que varía
es el nivel de renta nominal y también varían los precios, para establecer cuál es la conducta de los
individuos y las empresas en estos casos.
Si este individuo que ganaba $ 1.200.- se ve afectado por un alza de precios del 20% y a la vez su
ingreso crece también un 20% (sube a $ 1.440.-), ¿mantendrá su demanda de dinero en $ 600.- cómo
lo venía haciendo? Puede hacerlo, pero si retira $ 1.200 al comienzo del mes, no podrá adquirir la
cantidad de bienes y servicios que venía comprando hasta ese momento y deberá ir al banco a
retirar el dinero restante para poder hacerlo. Como esa situación no le resulta cómoda ni habitual, lo
más probable es que este individuo retire los $ 1.440.- al comienzo del mes y de esa manera pueda
comprar la cantidad de bienes y servicios que venía adquiriendo hasta este momento. Pero lo
importante de esto, a los efectos del análisis de su demanda de dinero, es que esta persona sube su
demanda de saldos monetarios a $ 720.-. Como se observa, la suba de precios y de ingresos de igual
magnitud que tuvo esta persona, que dejó inalterado su ingreso real, hizo aumentar su demanda de
saldos nominales, pero dejó sin variación su demanda de saldos reales. En este sentido afirmaremos
entonces que la demanda de dinero es demanda de saldos reales y que se consideran saldos reales al
valor de las tenencias de dinero medidas en función de su poder adquisitivo.
Cuando incorporamos la posibilidad de variación de precios en la economía, vemos entonces que la
demanda de dinero en términos nominales puede modificarse cuando varían los precios, aún cuando
la demanda de saldos reales permanezca invariable. El caso analizado en el punto 5.2.1 también
puede tener una lectura desde el punto de vista del ingreso nominal, ya que evidentemente éste
aumentó, y, al no variar los precios, produjo como efecto también un aumento en la demanda de
saldos reales.
La demanda de saldos reales en general la definiremos como:

L=M/P
Siendo:
L: Demanda de saldos reales;
M: Demanda de saldos nominales; y
P: Nivel general de precios.
El sentido de las variaciones de M y de P dará lugar a las correspondientes variaciones en la demanda
de saldos reales. Si P permanece estable, un aumento en M producirá un aumento en la demanda de
saldos reales, y un descenso en M disminuirá la demanda de saldos reales. Si P desciende, un
aumento en M, o el hecho que ésta permanezca estable, provocará un aumento en la demanda de
saldos reales. Un aumento en P, acompañado por descensos en M o estabilidad en la misma,
provocará disminuciones en la demanda de saldos reales. Un aumento en P menos que proporcional
a un aumento de M producirá un aumento en la demanda de saldos reales y si el aumento de P es
más que proporcional al aumento de M dará lugar a una caída en la demanda de saldos reales.
Se observa entonces que el análisis efectuado respecto de la renta real y su impacto sobre la
demanda de dinero puede hacerse extensivo a las variaciones de la renta nominal y cómo la misma
se traslada a la demanda de dinero. Un aumento de la renta nominal implicará aumento en la
demanda nominal de dinero y un descenso en la renta nominal traerá como resultado un descenso
en la demanda de saldos nominales. Nótese que no hablamos en este párrafo de saldos reales,
debido a que las variaciones en el nivel general de precios son consideradas aparte en este caso.

8.5.2.3. La tasa de interés y su incidencia sobre la demanda de dinero


La incidencia de la tasa de interés sobre la demanda de dinero puede ser enfocada desde dos puntos
de vista: uno el que examina los efectos que produce sobre la demanda para las transacciones
habituales de la economía, y el otro el que produce su utilización como activo depositario de valor.
Con respecto a cómo incide la tasa de interés sobre la demanda para las transacciones habituales,
éste tema había sido muy poco estudiado mientras las tasas de interés eran muy bajas. La suba que
se produce a fines de la década de 1970 y principios de la década de 1980 provoca un cambio en la
conducta de los agentes económicos, que prefieren reducir los saldos líquidos que mantienen y
adquirir a cambio activos que generan intereses, ya que el costo de oportunidad de mantener esos
saldos líquidos se había incrementado notoriamente. Es decir que desde este punto de vista, la
relación que se establece entre la tasa de interés y la demanda de saldos en dinero, en este caso
saldos nominales, es de carácter inverso.
En lo que hace a la conducta de los agentes económicos que demandan dinero como reserva de
valor, es decir que poseen riqueza y pueden guardar parte de la misma como saldos líquidos, debido
a que, como ya se señaló, en ausencia de inflación, el dinero es un activo seguro en términos de
valores nominales, cosa que puede no ocurrir con otros activos alternativos en los que estos agentes
económicos pueden conservar su riqueza. También es aplicable en este caso el análisis del costo de
oportunidad: a medida que más elevada es la tasa de interés, menos demandarán los individuos
como saldos líquidos, debido justamente al alto costo de oportunidad de los intereses no ganados.
En cambio, cada vez que las tasas de interés desciendan aumentarán la demanda de saldos en
dinero, ya que el costo de oportunidad de los intereses no ganados disminuirá. De cualquier manera,
se observa que se establece una relación de carácter inverso entre demanda de saldos líquidos, en
este caso nominales, y la tasa de interés.
Un análisis un poco más elaborado de la relación existente entre precio de los activos que no son
dinero sino que generan rentas de carácter fijo y la diferencia entre la tasa de interés actual y la tasa
de interés esperada en la economía, establece la existencia de un vínculo inverso entre ambos, lo
cual nos lleva a la conclusión que ante tasas bajas de interés y precios elevados de los títulos con
expectativas de aumento en la tasa de interés y bajas del precio de los títulos, a los poseedores de
activos les conviene desprenderse de los títulos y demandar dinero, ya que podrán adquirir los
títulos luego a precios más bajos y obtener ganancias de esa evolución esperada. Si la situación fuese
a la inversa, es decir tasas elevadas de interés y precios bajos de los títulos, y ante expectativas que
la tasa de interés baje (y el precio de los títulos suba), a quienes poseen activos, entre los que se
cuenta el dinero, les convendrá comprar los activos que generan intereses y desprenderse del
dinero, ya que podrán venderlos después a precios mayores y obtener ganancias. A este tipo de
demanda de dinero se la conoce como demanda especulativa de dinero, en el sentido que las
decisiones que se toman se realizan en base al valor esperado de variables económicas en el futuro.
Pero, al igual que en los casos anteriores, la relación entre la tasa de interés, en este caso esperada, y
la demanda de saldos nominales es de carácter inverso.

En resumen: la demanda de saldos reales en la economía depende de la evolución de la demanda de


saldos nominales y del nivel general de precios. A su vez, la demanda de saldos nominales está
determinada por las variaciones en el nivel de renta nominal y la tasa de interés. El vínculo entre
demanda de saldos nominales y nivel de ingreso nominal es de carácter directo y el vínculo entre
demanda de saldos nominales y tasa de interés, ya sea actual o esperada, es de carácter inverso.

8.5.3. El mercado monetario y la determinación de la tasa de interés


Analizados los conceptos referidos a la oferta monetaria y los elementos básicos de la demanda de
dinero, estamos en condiciones de abordar gráficamente cómo interactúan la oferta y la demanda
de dinero en el mercado monetario, y entre ambas determinan la tasa de interés de equilibrio de la
economía. El objetivo básico de este punto es establecer que la tasa de interés en un sistema de
mercado, es un resultado concreto de la interacción entre oferta y demanda de dinero.
Tasa de
interés
(M/P)0

i0 E0

Saldos reales

Gráfico 8.1. El mercado monetario

En el gráfico 8.1 se observa la interacción mencionada. La demanda de dinero (L) tiene pendiente
negativa, ya que se refiere al vínculo existente entre tasa de interés y demanda de saldos reales, que,
como se señaló, tiene carácter inverso.
Por otra parte, la oferta de dinero u oferta de saldos reales en la economía, se supone controlada
por el Banco Central, que puede determinar su valor, y la misma a este nivel de estudio del problema
la suponemos independiente de la tasa de interés, por lo que se simboliza por la recta vertical
(M/P)0.
La interacción de ambas genera el punto de equilibrio E0 en el mercado monetario, generando la tasa
de interés de equilibrio i0 en ese sistema financiero.

De esta manera se determina la tasa de interés de equilibrio. Es obvio para el lector familiarizado con
el análisis del modelo básico de oferta y demanda, que cambios en cualquiera de ellas darán origen a
cambios en la tasa de interés, lo que es objeto de estudio en textos especializados en
Macroeconomía.

8.6. EL DINERO Y EL SISTEMA FINANCIERO EN LA ARGENTINA

La Argentina vivió durante los años 2001 y 2002 una fuerte crisis económica que tuvo su correlato en
su sistema monetario y financiero. El sistema de convertibilidad cambiaria, caracterizado por un tipo
de cambio fijo mantenido por más de una década, terminó colapsado afectando de manera muy
significativa a los indicadores del sistema monetario y financiero.
Antes del período de crisis el Banco Central de la República Argentina contaba con más de 20.000
millones de dólares estadounidenses de reservas internacionales que respaldaban a una base
monetaria de una cuantía similar a un tipo de cambio fijo de $ 1 = 1 U$S. El sistema de creación
secundaria había funcionado creando gran cantidad de dinero secundario por una importante
expansión del crédito, acercando la oferta monetaria total a aproximadamente 100.000 millones de
pesos considerados equivalentes a dólares estadounidenses. La crisis redujo aproximadamente 2/3
de las reservas internacionales y puso al sistema bancario al borde de la bancarrota al contraerse los
préstamos y depósitos dramáticamente. Las autoridades económicas intentaron diversas
regulaciones para evitar los retiros de fondos del sistema las que se popularizaron bajo el nombre de
“corralito” y ante los graves problemas fiscales pusieron en circulación compulsiva títulos públicos
cancelatorios de deuda que funcionaron hasta 2003 como verdaderas “cuasimonedas”.
En la actualidad el sistema monetario y financiero ha superado los problemas de la crisis del 2001,
pero se enfrenta a otros desafíos. A principios de 2013, las reservas internacionales alcanzaban un
nivel aproximado a los 42.000 millones de dólares estadounidenses, mientras que la base monetaria
era apenas menor a los 300.000 millones de pesos, con un tipo de cambio que ronda los 5 pesos por
dólar. En cuanto a la creación secundaria los niveles de depósitos totales se acercaban a los 550.000
millones de pesos, lo que sumado a los valores del efectivo en poder del público permitían estimar el
nivel de M3 en un nivel superior a los 750.000 millones de pesos.

8.7. GUÍA DE ESTUDIO

8.7.1. Conceptos básicos


 Funciones del dinero.
 Componentes de la cantidad de dinero.
 Liquidez. Clasificaciones de la cantidad de dinero de acuerdo a la misma.
 Oferta Monetaria o creación total de dinero.
 Banco Central. Funciones.
 Activos y Pasivos Monetarios.
 Base Monetaria.
 Factores de expansión y factores de contracción de la base monetaria.
 Intermediarios Financieros. Funciones que desempeñan.
 Reservas Bancarias.
 Creación Secundaria de Dinero.
 Control de la Oferta Monetaria.
 Demanda de Dinero.
 Determinantes de la Demanda de Dinero.
 Tasa de interés.

8.7.2. Preguntas de repaso


1. ¿Cuál es la característica que le permiten al dinero cumplir con cada una de sus funciones?
2. Realice una descripción de las formas que tuvo el dinero en la historia. Describa los requisitos que
debe cumplir una mercancía para que pueda ser utilizada como dinero.
3. Intente realizar los asientos contables que hace el Banco Central cuando realiza operaciones que
afecten a la base monetaria.
4. ¿Qué vínculo existe entre variaciones de activos y variaciones de pasivos monetarios del Banco
Central?
5. Realice una breve descripción de la creación secundaria de dinero o creación de dinero bancario.
Intente realizar los asientos contables que hacen los Bancos Comerciales cuando realizan sus
operaciones.
6. Explique por qué razón no existe creación secundaria de dinero si el Banco Central establece un
encaje del 100%.
7. Explique por qué razón no existe creación secundaria de dinero si los particulares mantienen el
100% de sus activos líquidos como dinero en efectivo.
8. ¿Qué significa que la demanda de dinero es demanda de saldos reales?
9. ¿Cómo se determina la tasa de interés en la economía?

8.7.3. Señale si es verdadero o falso; fundamente su respuesta


1. Siempre que existe déficit presupuestario se incrementa la base monetaria, al margen de la forma
en que se financie, ya que éste es un factor de creación fuera de control de la autoridad
monetaria.
2. Si existe déficit del sector público y el mismo es financiado por el sistema bancario comercial,
esto implicará que el Estado tendrá mayor liquidez y los agentes privados más títulos de la deuda
pública (se producen cambios en la tenencia de activos entre agentes públicos y privados de la
economía) a la vez que aumenta la cantidad total de dinero.
3. Si el gobierno tiene déficit presupuestario y emite títulos de deuda que coloca entre inversores
institucionales y bancos privados, en ese caso aumentará tanto la cantidad de dinero (M3) como
la cantidad de activos líquidos en poder del público (M4).
4. La creación de dinero bancario aumenta siempre que aumenta la cantidad de dinero que el
público mantiene como efectivo y el Banco Central disminuye las exigencias de encaje a los
bancos comerciales.
5. Si en un período determinado se observa un aumento en la oferta monetaria total, y el Banco
Central mantuvo sin variantes los encajes legales, la situación mencionada pudo deberse a
compras de títulos públicos por parte del Banco Central y a un aumento de la preferencia del
público por el efectivo.
6. Las utilidades remitidas por filiales de empresas extranjeras radicadas en Argentina a sus casas
matrices disminuyen la retribución a residentes nacionales y también la base monetaria de
nuestro país.
7. Si en un período determinado el ingreso real aumenta porque los precios suben menos que el
ingreso nominal, y se produce simultáneamente un aumento en la tasa de interés, en ese caso
con seguridad habrá aumentado la demanda de saldos nominales y de saldos reales.

8.7.4. Elección de respuestas alternativas


1. Si existe déficit del sector público, financiado con venta de títulos a bancos del exterior, y el Banco
Central desea aumentar la cantidad total de dinero, entre las medidas a adoptar se pueden
mencionar las siguientes:
a) Ninguna, ya que la base monetaria se amplía en el caso descripto.
b) Comprar títulos públicos y elevar el encaje.
c) Otorgar redescuentos y bajar el encaje.
d) Aumentar la tasa de redescuento que le cobra a bancos comerciales.
e) Son ciertas las alternativas c) y d).
f) Ninguna de las anteriores alternativas es válida.
2. Un aumento de la oferta monetaria es compatible con las siguientes circunstancias:
a) Si el Banco Central no toma otras acciones, con un déficit en la balanza de pagos.
b) Si el Banco Central no toma otras acciones con un superávit del sector público.
c) Con seguridad si el Banco Central financia un déficit del sector público, y a la vez aumenta en los
encajes bancarios.
d) Con seguridad si disminuye la tasa de interés y aumenta el ingreso real.
e) Si el Banco Central no toma otras acciones, con un aumento en la tasa de redescuento que le
cobra a los bancos comerciales.
f) Ninguna de las anteriores alternativas es válida.
3. Un aumento en la tasa de interés interna de un país provocará alguno de los siguientes efectos:
a) Disminución en la cantidad total de dinero u oferta monetaria si el tipo de cambio es flexible.
b) Aumento en la demanda de dinero si está acompañada de estabilidad o de un aumento en el
ingreso real.
c) Disminución en la demanda de dinero si no varía el ingreso nominal, con precios en aumento.
d) Disminución en la cantidad de dinero si genera superávit en el balance de pagos.
e) Son ciertas b) y d).
f) Ninguna de las anteriores alternativas es válida.

8.7.5. Ejercicios resueltos; criterios para la resolución de los problemas planteados


1. Analice qué ocurre con la demanda de saldos reales y con la demanda de saldos nominales si en
un período determinado los precios aumentan el 8%, en tanto que el ingreso nominal lo hace en
un 4%, y a la vez se produce un descenso en la tasa de interés.
Respuesta: La demanda de saldos nominales habrá aumentado por dos motivos: el hecho que el
ingreso nominal aumente un 4%, y el hecho que baje la tasa de interés; ambos colaboran para que
aumente la demanda nominal de dinero. En cuanto a la demanda de saldos reales, no podemos decir
lo mismo, ya que si bien aumenta porque disminuye la tasa de interés, habrá una disminución de la
misma por efecto de la caída en el ingreso real (los precios suben más que el ingreso nominal por lo
tanto el ingreso real ha disminuido en ese período); como desconocemos la incidencia proporcional
de ambos fenómenos sobre la demanda de dinero, no tenemos certeza acerca de si la demanda de
saldos reales aumentó, se mantuvo o disminuyó.
2. Si el sector público y el sector externo son deficitarios, esto implicará que la base monetaria
tendrá una disminución.
Respuesta: Falso. En primer lugar tendríamos que saber cómo se financió el déficit público, ya que si
no lo hizo el Banco Central, no tiene porqué generar aumentos en la cantidad de base monetaria. En
segundo lugar, tendríamos que conocer cuál es el sistema de tipo de cambio para determinar si el
déficit del sector externo habrá tenido o no incidencia en la cantidad de dinero, ya que únicamente
sería cierto si el tipo de cambio es fijo.
3. Una disminución de la tasa de interés en el país provocará alguno de los siguientes efectos:
a) Disminución en la demanda de saldos reales si la balanza de pagos está en equilibrio.
b) Aumento en la demanda de saldos reales si disminuye el ingreso real.
c) Aumento en la cantidad de base monetaria.
d) Aumento en la demanda de saldos nominales, aún si aumenta el nivel de precios.
e) Ninguna de las anteriores alternativas es válida.
Respuesta: d) La relación entre demanda nominal de dinero y tasa de interés es inversa. No habrá
certeza de lo que ocurra con la demanda de saldos reales, pero no es lo que se interroga en esta
opción. La alternativa a) se descarta por que una disminución en la tasa de interés provoca un
aumento en la demanda de saldos reales, independientemente del saldo del balance de pagos, que
puede afectar a la oferta monetaria. La alternativa b) se descarta ya que si bien la disminución en la
tasa de interés provoca un aumento en la demanda de saldos reales, no lo podemos asegurar si va
acompañada de una disminución en el ingreso real, ya que esto último provoca disminución en la
demanda de saldos reales. La alternativa c) se descarta ya que las variaciones en la tasa de interés
afectan a la demanda de dinero y no a la oferta monetaria. La alternativa e) se descarta al ser cierta
d).
4. Se producirá un aumento en la demanda de saldos reales cuando:
a) Aumente el ingreso nominal y baje la tasa de interés, independientemente de lo que ocurra con
el nivel de precios.
b) El Banco Central venda títulos públicos, aún cuando aumente la tasa de interés.
c) Cuando baje la tasa de interés, aún cuando el Banco Central eleve los encajes.
d) Ninguna de las anteriores alternativas es válida.
Respuesta: c) Cuando baje la tasa de interés, aún cuando el Banco Central eleve los encajes. En este
caso lo que incide en la respuesta es lo que efectivamente tiene influencia sobre la demanda de
dinero, que es la disminución en la tasa de interés, dado que la variación de encajes incide sobre la
oferta de dinero pero no sobre la demanda del mismo, careciendo de incidencia entonces sobre la
respuesta. La alternativa a) se descarta por que no sabemos en realidad qué ocurre con el ingreso
real, ya que un aumento en el ingreso nominal no garantiza por sí mismo un aumento del ingreso
real, este último podría haber disminuido (si los precios suben más que el ingreso nominal) y
desconocerse de esta forma qué ocurre con la demanda de saldos reales. La alternativa b) se
descarta porque un aumento de la tasa de interés disminuye la demanda de saldos reales; en este
caso la acción del Banco Central de vender títulos públicos carece de incidencia por sí misma sobre
demanda de dinero, está incidiendo sobre la oferta. Al ser cierta una de las alternativas válidas, se
descarta la alternativa d).

8.7.6. Actividades propuestas (a realizar individualmente o en grupo)

1. Obtenga de los informes del Banco Central del país o de la dirección electrónica del mismo todos
los datos concernientes a la creación primaria y secundaria de dinero en su país:
a) ¿Cuáles fueron los componentes más fáciles de encontrar? ¿Cuáles no fueron posibles
de encontrar?
b) ¿Qué atraso promedio tienen los datos?
c) Si localiza direcciones electrónicas de los Bancos Centrales de otros países, realice las
mismas tareas. ¿Es posible comparar los datos tal como surgen entre distintos países?
¿Si no es posible, cómo lo homogeneizaría?
2. ¿Será posible en el futuro que desaparezca el dinero efectivo como medio de pago? ¿Qué
condiciones serían necesarias para ello?
3. Obtenga de periódicos financieros que se publiquen en su región o de sus direcciones
electrónicas los datos concernientes a la creación primaria y secundaria de dinero ¿Qué
diferencias observa con los datos recabados en la Actividad 7.6.1? Compárelos.
CUADROS ESTADÍSTICOS

Cuadro 8.4.: Base Monetaria

BASE MONETARIA
Saldos al fin del período - En millones de $
Circulación Depósitos de Ent. Base
Monetaria Financ. En BCRA Monetaria
Enero 2000 14.589 14.589
Junio 2000 13.749 13.749
Diciembre 2000 15.077 15.077
Junio 2001 13.067 1.354 14.421
Diciembre 2001 10.960 1.022 11.982
Junio 2002 14.748 5.441 20.189
Diciembre 2002 18.802 10.349 29.151
Junio 2003 22.246 14.489 37.674
Diciembre 2003 30.316 16.662 46.391
Junio 2004 31.606 17.225 48.627
Diciembre 2004 37.624 14.699 52.477
Junio 2005 39.636 12.877 51.424
Diciembre 2005 46.008 9.819 55.827
Junio 2006 48.598 14.128 62.726
Diciembre 2006 56.158 20.667 76.825
Junio 2007 61.486 22.163 83.649
Diciembre 2007 70.577 25.771 96.348
Junio 2008 73.532 26.980 100.512
Diciembre 2008 80.247 26.192 106.439
Junio 2009 79.526 24.126 103.652
Diciembre 2009 92.793 25.868 118.661
Junio 2010 97.868 28.880 126.748
Diciembre 2010 119.679 36.410 156.104
Junio 2011 137.191 39.737 176.931
Diciembre 2011 165.179 44.919 210.100
Junio 2012 182.783 54.098 236.884
Diciembre 2012 224.207 67.927 292.138

Fuente: Elaborado sobre datos del Banco Central de la República Argentina.


Cuadro 8.5.: Principales Agregados Monetarios

PRINCIPALES AGREGADOS MONETARIOS


Saldos al final de cada período - En millones de $
Período Billetes y monedas Total
M1 M3
en $ Depósitos
Enero 2003 16.397 30.347 85.180 68.783
Junio 2003 19.092 34.942 94.184 75.091
Diciembre 2003 25.423 47.147 108.292 82.870
Junio 2004 25.423 52.625 108.292 82.870
Diciembre 2004 31.702 61.738 133.823 102.121
Junio 2005 34.648 65.707 146.501 111.852
Diciembre 2005 41.320 78.395 162.236 120.916
Junio 2006 43.870 83.406 176.576 132.705
Diciembre 2006 50.955 95.136 199.772 148.818
Junio 2007 56.288 103.379 221.200 164.912
Diciembre 2007 63.658 110.168 240.985 177.328
Junio 2008 66.433 120.654 258.040 191.607
Diciembre 2008 70.897 135.845 268.176 197.279
Junio 2009 70.989 136.341 271.597 200.608
Diciembre 2009 81.679 153.529 298.410 216.731
Junio 2010 86.822 160.440 335.766 248.944
Diciembre 2010 107.144 195.455 404.564 297.420
Junio 2011 120.497 220.582 468.981 348.484
Diciembre 2011 144.288 251.181 527.174 382.886
Junio 2012 163.263 287.945 607.322 444.059
Diciembre 2012 199.297 350.288 724.332 525.035

Fuente: Elaborado sobre datos del Banco Central de la República Argentina.

También podría gustarte