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quechua-como-proyecto-politico
Entre el quechua y el castellano. La angustia del mestizo

Arguedas nos proporciona, en un pr6logo, datos sobre este conflicto lingiiistico, evidente
desde su nifiez, cuando al aprender a hablar el quechua se sentia ya muy diferente de los
costeñs:

“¿Cómo descubrir esas aldeas, pueblos y campos; en qué idioma narrar su apacible y a la vez
inquietante vida? ¿En castellano? ¿Después de haberlo aprendido amado y vivido por medio
del dulce y palpitante quechua? Fue aquel un trance al parecer insoluble”

https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/26473/1/ASN_17_06.pdf

Alberto Escobar (1984: 69) define a Arguedas como “un enamorado del quechua.” Para
Arguedas, el lenguaje, materia prima de la praxis narrativa, se presenta como lugar de lucha,
repositorio de fricciones y problemáticas, pero también como espacio exploratorio. El
problema será cómo expresar toda su multiplicidad cultural en una lengua que no es la única
que posee y con la que, además, pueden existir fuertes reticencias.

Arguedas reflexionó repetidas veces sobre el conflicto lingüístico, tan determinante en su


trayectoria literaria. Su primera consideración teórica sobre el lenguaje apareció en un artículo
titulado “Entre el kechwa y el castellano la angustia del mestizo” (1939). En él, Arguedas
constata el desgarro que siente el hombre del Ande a la hora de expresar su mundo interior en
castellano.

Si en un primer momento trató de transportar al español la sintaxis quechua, haciendo


también un uso extensivo de este idioma en el plano léxico, Arguedas no permanece varado y
continúa preguntándose cómo es posible narrar en castellano un mundo que se ha aprendido,
amado y vivido a través del quechua.4 En este punto, tras muchos años de batalla y búsqueda,
Arguedas asume que la solución formal para su práctica narrativa pasa por hacer del castellano
“el molde justo”, trabajando con él desde dentro. La suya es, como él mismo reconoce, “la
solución del bilingüe, trabajosa, cargada de angustia” (Arguedas, 1950: 15). Esta nueva
iniciativa deviene en traducción: “Yo, ahora, tras dieciocho años de esfuerzos, estoy
intentando una traducción castellana de los diálogos de los indios” (Arguedas, 1950: 16). En
este orden de cosas, y aunque en ningún caso supone un freno para el carácter procesual de la
escritura arguediana, que seguirá caminando hasta llegar a las propuestas narrativas del crisol
de Todas las sangres (1964) y la babélica El zorro de arriba y el zorro de abajo (1971, póstuma),
parece ser que Los ríos profundos (1958) supone la culminación de la nueva actitud de
Arguedas frente a la forma, según manifiesta el propio autor: En esta novela Arguedas aparece
como el traductor de la sensibilidad quechua a un mundo otro. Si su solución inicial pasaba por
modificar sintácticamente el español para tratar de reproducir la cadencia de la lengua
quechua, ahora opta por tratar de emplear la lengua castellana para transmitir estructuras de
pensamiento andinas, buscando expresar la lógica interna de la cultura indígena, aunque para
ello también empleó palabras quechuas y oraciones con la sintaxis próxima a la lengua
amerindia.

3 Arguedas siempre defendió con fuerza la capacidad creativa del pueblo indígena y mestizo,
así como la riqueza del idioma quechua para la creación artística y la expresividad emocional.
Así, en el prólogo a “Tupac Amaru Kamaq Taytanchisman, haylli taki” (1962), incluido en su
libro de poemas Katatay (1984: 9-19), que escribió en quechua y después tradujo al español,
Arguedas defiende las posibilidades artísticas de la lengua quechua: “¡Demostremos que el
quechua actual es un idioma en el que se puede escribir tan bella y conmovedoramente como
en cualquiera de las otras lenguas perfeccionadas por siglos de tradición literaria! El quechua
es también un idioma milenario”

Así, en su literatura, Arguedas batalla por preservar el carácter pluricultural y multilingüe del
Perú, empleando las dos lenguas que conoce, inscribiéndolas en una relación de
complementariedad, sin olvidar, como afirma Sara Castro Klaren (1989: 99), que en esa lucha
con el lenguaje se enfrentan y se encuentran no tanto dos lenguas como dos sistemas de
percepción, es decir, dos sensibilidades.

8-11

https://issuu.com/saberescompartidos/docs/el-quechua-y-el-espanol-en--warma-kuyay-de-
jose_-m

file:///C:/Users/Adriana/Desktop/publicadorbdf,+Journal+manager,+45824-161874-1-CE
%20(1).pdf

 Arguedas se refiere al castellano de los mestizos o el castellano andino donde se expresa lo que
él llamó “el genio quechua”. Se trata, ciertamente, de un sistema equilibrado que se basa en
negociaciones fluidas o acercamientos entre mundos socialmente antagónicos.
un quechua democrático
ruego a quienes tienen un dominio mayor que el mío sobre este idioma, escriban. Debemos
acrecentar nuestra literatura quechua, especialmente en el lenguaje que habla el pueblo; aunque
el otro, el señorial y erudito, debiera ser cultivado con la misma dedicación. ¡Demostremos que
el quechua actual es un idioma en el que se puede escribir tan bella y conmovedoramente como
en cualquiera de las otras lenguas perfeccionadas por siglos de tradición literaria! El quechua es
también un idioma milenario.

, ya que señala que, dispone de un riquísimo léxico en el campo de las relaciones familiares,
sentimientos religiosos y fenómenos naturales y no tiene comparación con otras lenguas.

DESARROLLO

El quechua-español, es el lenguaje de la identidad mestiza

1José María Arguedas, un escritor mestizo bilingüe que en busca de una expresión para su pueblo,
construyó un lenguaje literario: el quechua-español.

Fue un escritor traductor y difusor de la literatura quechua, antigua y moderna, nacido en


Andahuaylas, famoso por sus obras donde trata el tema del indigenismo, y por “su doble
instrumental Comunicativo”.

Por motivo de nacimiento, Arguedas concierne al occidentalizado entorno peruano de lengua


española. No obstante las circunstancias de la vida, llevan al autor de los “Ríos profundos” a
trasladarse a Puquio y allí convivir con los criados indígenas de la hacienda de su madrastra.
Allí Arguedas conocería al quechua, el cual aprende a muy corta edad e influye en la
sensibilidad del escritor. Este suceso marca totalmente el destino del escritor. Desde ese
momento el etnólogo siempre trató de resaltar el mundo quechua en sus diversas obras
destacando siempre la comodidad y libertad que sentía al manifestar sus sentimientos en
“Runa Simi”, sintiendo que sería su lengua nativa, por lo cual sintió un problema el escoger
entre el castellano y el quechua para hacer que el lector compartiera de su mundo. “Yo puedo
escribir poesía en quechua y no lo puedo hacer en castellano, lo que me está demostrando que
mi lengua materna es el quechua”

De este modo, en su arte, Arguedas trata de perdurar el carácter pluricultural y multilingüe del
Perú, usando las dos lenguas que conoce, conectándolas en una relación de
complementariedad.

Obras como “Los ríos profundos” refleja el gran trabajo

Y esto se debería a las vivencias que tuvo José María Arguedas a lo largo de su vida.

La obra de José María Arguedas hace necesario tener siempre presente que tanto su persona
como su obra son resultado y expresión del mundo andino.

Para Arguedas, el lenguaje, materia prima de la praxis narrativa, se presenta como lugar de
lucha, repositorio de fricciones y problemáticas, pero también como espacio exploratorio. El
problema será cómo expresar toda su multiplicidad cultural en una lengua que no es la única
que posee y con la que, además, pueden existir fuertes reticencias.

El quechua es “el lenguaje de los afectos intensos”, mediante el cual José María Arguedas pudo
expresar sus sentimientos y afirmar la posibilidad de otros mundos así como construir otras
vías de libertad.

La perplejidad de Arguedas en el acto de escoger un código para el discurso es una igualmente


compartida a diario por los bilingües de los países andinos, esos hablantes bilingües que se
expresan por un complejo acto de hablar (que se compone de tema, la relaci6n entre emisor y
receptor, la ocasión y un número de canales emotivos . Arguedas nos proporciona, en un
pr6logo, datos sobre este conflicto lingiiistico, evidente desde su nifiez, cuando al aprender a
hablar el quechua se sentia ya muy diferente de los costefios:

 Arguedas decide una vez más escribir en lengua indígena no solo para cimentar la fraternidad
entre dos quechua-hablantes sino para hablar de un proyecto político de reinvindicación
indígena. En sus poemas utiliza el habla del canto quechua, sin chocar con el
pensamiento que subyace en él, para sus propios fines

Ello ocurre porque el pensamiento indígena que sostiene las prácticas cotidianas de estas
sociedades, y que también influye en su construcción de un lenguaje, está regido por la ley de
la analogía y la metamorfosis

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