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Seudónimo: “El aspirante”

Arguedas y su mensaje multicultural

Es iterativo escuchar dentro de los discursos docentes que el Perú es un país


multiétnico, multilingüe y que tiene como hegemonía, frente a los demás, su
diversidad cultural y lingüística. Esta aseveración es absolutamente verosímil.
Recuerdo con entusiasmo que visité en el distrito de Baños del Inca
(Cajamarca), un sitio arqueológico llamado las Ventanillas de Otuzco y pude
apreciar con embeleso la casta predominante en los habitantes de ese
enigmático lugar: la raza andina. Lo mismo me sucedió cuando llegué por
primer a vez a Santiago de Chuco y Huancayo. Caso especial fue “La ciudad
de las palmeras” (Tarapoto) ya que en ese paradisiaco lugar, admiré con
estupefacción a un grupo de indígenas ashánincas que eran fotografiados por
una comitiva de extranjeros alemanes.

Mi padre, que es un respetable vendedor de repuestos de maquinaria pesada,


me dio la oportunidad de conocer distintos parajes de nuestro vasto litoral y de
apreciar su admirable hospitalidad. Es así como empecé a valorar a la
multiculturalidad y la diversidad de mi país.

Soy un discente de quince años de edad, curso el cuarto grado de educación


secundaria y me sentí atraído y maravillado, cuando ávido escuchaba
atentamente a mi profesor de literatura hablar de José María Arguedas: “Un
escritor reconocido y laureado en cuya trascendencia de sus escritos nos ha
legado su prístina visión acerca de la identidad nacional; una visión bifurcada
en dos mundos paralelos que no tenían otro horizonte más que el encontrarse
en una diversidad cultural y lingüística”.1

Arguedas, cambió mi mirada respecto del Perú leyendo sus obras. Entendí que
a él le dolía el Perú dividido y que conoció un mundo nuevo que pocos conocen
y que sentía que ya formaba parte de él: “Kanim Llaqtamasi, kanim
kampurunamanta, kanipismi kastillanu rimaq” (Soy peruano, soy indígena y
además español)2

Ante esto me pregunto ¿cuál es la verdadera trascendencia del legado


narrativo de José María Arguedas? ¿Por qué en estos últimos tiempos su
trayectoria literaria constituye la trabazón entre dos mundos?
1
Entrevista al Lic. Luis E. Arenas Zevallos, docente del área de Comunicación.
2
Traducido por Jhon Cotrina Alfaro (jcoalfaro@gmail.com).
Seudónimo: “El aspirante”

Arguedas es un escritor entre dos culturas y dos tradiciones que están


integradas en una cogitabunda confrontación dicotómica. En sus obras expresa
un sentimiento profundo acerca de la cultura y tradiciones de nuestro país. En
ellas cuenta lo que pasaba, pensaba, creía y vivía revelando un antagonismo
entre el profundo amor por la cultura andina, la que le dio su más temprana
formación, y la discriminación contra los indígenas por los malos mestizos.

Los críticos han resaltado su originalidad como narrador y coinciden en que


esta nace, en parte, de la forma cómo el escritor peruano analizó desde
adentro el mundo andino. Aunque quiso reivindicar la cultura quechua en sus
ficciones, con el paso del tiempo logró intuir que, si bien esta debía tener un
papel preponderante, no debía obviarse la importancia que la cultura española
había tenido en la formación idiosincrásica del Perú.

Debido a que el quechua era un idioma prácticamente ignorado, Arguedas


quiso manifestar a través del idioma español la cultura y pensamiento
indígenas, para lo cual utilizó magistralmente palabras en este idioma y,
aunque en sus obras no busca necesariamente usar un estilo formal y estético,
pretende resquebrajar los muros que han mantenido oprimida a la cultura
andina por tanto tiempo. Es así que emplea ambas lenguas (de las que tiene
amplio dominio) y no pretende imponer una sobre otra, sino que trata de que
ambas se complementen, pues si bien son lenguas distintas, ambas muestran
una sola sensibilidad: la del ser peruano.

El presente ensayo busca mantener latente el mensaje multicultural que José


María Arguedas plasmó en sus obras, para fortalecer la interculturalidad que
permita, a su vez, la valoración de la diversidad de nuestro país.

Se entiende por interculturalidad a “un proceso de comunicación e interacción


sinérgica3 entre personas y grupos, donde no se permite que un grupo cultural
esté por encima del otro, favoreciendo en todo momento la integración y
convivencia entre culturas”4.

La lógica de la interculturalidad radica no en terminar con las diferencias, sino


en fortalecer una convivencia armónica que no lacere la identidad de los demás
y, en aprender a aceptar al otro tal y como es.
3
El término “sinérgica” fue anexado al concepto para otorgarle mejor precisión.
4
http://es.wikipedia.org/wiki/Interculturalidad
Seudónimo: “El aspirante”

Arguedas tenía una mirada más profunda respecto al conflicto de la identidad


peruana y a las diferentes variedades de culturas que coexisten en nuestro
país. En sus obras plasma dos mundos en una cosmovisión extrínseca e
intrínseca como una forma de incentivar al cambio y a la aceptación de dos
culturas diferentes. Es por estas razones que Arguedas se impone en la
cumbre del indigenismo peruano.

Entre las obras más importantes que reflejan la vida de este eximio escritor
apreciamos Todas las sangres, Yawar fiesta, Los ríos profundos, El sexto, El
zorro de arriba y el zorro de abajo. En cada uno de estos escritos, tras la lucha
entre un cuerpo mestizo y un corazón indígena, no solo trató de mostrar las
grandes desigualdades y la discriminación que se les dio a nuestros hermanos
indígenas: “He sido feliz en mis llantos y lanzazos, porque fueron por el Perú;
he sido feliz con mis insuficiencias porque sentía el Perú en quechua y en
castellano. Y el Perú ¿qué?: Todas las naturalezas del mundo en su territorio,
casi todas las clases de hombres.”5, sino que, además, plasmó su auténtica
conciencia social andina: “No hay país más diverso, más múltiple en variedad
terrena y humana; todos los grados de calor y color, de amor y odio, de
urdidumbre y sutilezas, de símbolos utilizados e inspiradores”.6

La circunstancia especial de haberse educado dentro de dos tradiciones


culturales (la occidental y la indígena), unida a una delicada sensibilidad, le
permitieron describir como ningún otro intelectual peruano la compleja realidad
del indio nativo con la que se identificó de una manera desgarradora: “Ahora la
palabra indio me parece que ya tiene un sustento más justo, un contenido más
justo; indio ya quiere decir hombre, económica y socialmente explotado y, en
ese sentido, no solamente todos somos indigenistas en el Perú, todos somos
indios de un pequeño grupo de explotadores”7

Su mensaje era unívoco, a pesar de la dicotomía de tener que escribir en


castellano sobre su mundo andino – quechua y mestizo: la reivindicación del
reconocimiento de la cultura quechua y la coexistencia de ambas razas
(española y quechua) en un mismo país.

5
http://www.rebelion.org/docs/159761.pdf
6
José Mana ARGUEDAS, en Cultura y pueblo, Año V, Nos. 15-16, julio-diciembre de 1969, p. 3. Discurso
que pronunciara al recibir el Premio «Garcilaso de la Vega» en 1968.
7
Frases y Citas - http://akifrases.com
Seudónimo: “El aspirante”

Existen dos circunstancias que ayudan a explicar la estrecha relación de


Arguedas con el mundo andino. En primer término, que naciera en una zona de
los andes que no tenía mayor roce con los estratos occidentalizados y, en
segundo lugar, que su madrastra lo obligara a permanecer entre indios tras la
muerte de su madre. De esa manera asimiló la lengua quechua y lo mismo
sucedió con las costumbres y los valores éticos y culturales del poblador
andino.

Aprender a apreciar y querer el medio donde vivimos creo que es el primer


paso para la verdadera valoración de la diversidad que nos rodea. La cultura
abarca una gran variedad de características lingüísticas, raciales, étnicas,
sociales y espirituales8, por nombrar solo algunas, que ayudan a definir la
identidad de una sociedad, una comunidad o un país. En Arguedas, entender al
Perú como totalidad social, donde lo andino, lo indígena, lo campesino, lo
cholo, etc., coexisten era su especialidad.

Al decir “soy peruano”, estamos diciendo “soy indígena y español” o “soy de


raza indígena y blanca” porque reconocemos nuestros orígenes, nuestra
verdadera cultura, de dónde provenimos, lo que nos identifican como peruanos:
“Karanmi yuraq, kampurunamantapura ichu kampurunamanta yuraqpura” (un
blanco entre los indígenas y un indígena entre los blancos) 9

Por todas estas específicas razones, he llegado a la conclusión que el


encuentro de dos mundos significa aceptación, comprensión, convivencia,
armonía y paz entre los distintos tipo de raza y cultura que coexisten en el
Perú. No existe distinción ni particularidades para aceptar nuestras raíces y
asimilar nuestra condición mestiza.

José María Arguedas es nuestro estereotipo, ya que optó por el propio terruño,
eligió nuestra cultura que es lo que realmente importa. Debemos identificarnos
como peruanos, sentirnos orgullosos de serlo, respetando y apreciando nuestra
cultura y tomando conciencia de su valoración.

Fortalezcamos nuestra identidad como peruanos, optemos por conservar


nuestra historia, difundamos la diversidad cultural que poseemos. Celebremos

8
Concepto resumido del Diccionario de la Real Academia Española.
9
Frase de José María Arguedas traducida por Jhon Cotrina Alfaro (jcoalfaro@gmail.com).
Seudónimo: “El aspirante”

el compromiso que siempre asumió Arguedas con nuestros pueblos y con


nuestra cultura popular.

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